Muros
En esta sección se tratan las murallas, muros, líneas, vallas, etc., (defensivas, fronterizas, etc.) presentes o pasadas, y que por alguna causa son dignas de recordar, y que por su importancia son o han sido noticia. Según el censo realizado por el geógrafo Michel Foucher, publicado en La Presse de Montreal, en el mundo existen actualmente muros o barreras infranqueables entre países por un total de 7.500 kilómetros, aunque llegarán a alcanzar los 18.000 kilómetros cuando estén terminados.
Proporcionalmente, y por razones obvias, se incluyen un número mayor de estos elementos de España.
No se ha pretendido ser exhaustivo.
Todos los datos se han entresacado de la Red, y sobre todo de la Wikipedia.
Muro fronterizo México y EE.UU.
Localización: Frontera Estados Unidos con México. América del Norte.
Extensión: 1123km
Fecha: 1994
El Muro fronterizo – muralla es una valla de seguridad construida por Estados Unidos en su frontera con México. Su objetivo es impedir la entrada de inmigrantes, procedentes de la frontera sur hacia territorio estadounidense. Su construcción se inició en 1994 bajo el programa de lucha contra la inmigración ilegal conocido como “Operación Guardián”. Actualmente está formado por varios kilómetros de extensión en la frontera Tijuana–San Diego (California). El muro incluye tres bardas de contención, iluminación de muy alta intensidad, detectores de movimiento, sensores electrónicos y equipos con visión nocturna conectados a la policía fronteriza estadounidense, así como vigilancia permanente con camionetas todo-terreno y helicópteros artillados. Otros tramos de muro existen en los estados de Arizona, Sonora, Nuevo México, Baja California, Texas y Chihuahua.
Desde 1994, cuando empezó la construcción del muro, los inmigrantes ilegales han intentado cruzar por zonas más peligrosas, como por ejemplo el desierto de Arizona, lo cual ha resultado en más de 10000 muertes desde el inicio de su operación.
Recientemente, el congresista estadounidense republicano “Duncan Hunter”, propuso un plan al Senado el 3 de noviembre de 2005 para reforzar la barrera fronteriza entre los dos países. La propuesta fue aprobada el 15 de diciembre del 2005, lo que significa la construcción de un muro fronterizo de alrededor de 1123 km. A esta escala, el muro sería sólo comparable con la Gran Muralla China. Finalmente, el Senado de los Estados Unidos aprobó el 17 de mayo del 2006 por mayoría (83 votos a favor y 16 en contra), la enmienda que prevé la construcción del citado muro con 595 kilómetros de extensión más 800 kilómetros de barreras para impedir el paso de automóviles.
El ultimo muro el construido por Estados Unidos a lo largo de la frontera con México con una extensión de 1100 Km y empezó a construirse en 2002.
En 1994 se creó un programa contra la inmigración ilegal llamado ‘Operación Guardián’ y bajo este programa se comenzó a construir un muro de más de 1.000 kilómetros para evitar la entrada de los inmigrantes mejicanos. No hay estadísticas claras al respecto pero ha terminado por provocar ya más de tres mil muertes.
El muro virtual fue autorizado a un costo inicial de $2,200 millones y luego ajustado a $6,700 millones. La cerca virtual de cámaras de circuito cerrado de TV, cámaras fotográficas, sensores y radares se encuentra rodeada de fallas técnicas y demoras en la entrega de las distintas fases del proyecto.
Un primer tramo permanente del cerco fue construido en la zona de Sásabe, Arizona, y tuvo una distancia de unos 37 kilómetros (28 millas). Debió ser entregado a la Patrulla Fronteriza en enero de 2010 por el principal contratista, Boeing Co., pero la entrega fue demorada por problemas relacionados con el equipo de video.
Las autoridades federales estadounidenses no descartaron en esa oportunidad que se terminara colocando cercos virtuales sólo en ciertos tramos y no como había previsto el proyecto original.
El plan original indicaba que el cerco virtual debía estar listo para el 2011. Los problemas técnicos obligaron en enero al DHS a correr la fecha para 2014.
A finales de septiembre de 2006 Boeing Co. ganó un multimillonario contrato con el gobierno federal para colocar 1,800 torres de vigilancia y otros complejos sistemas de seguridad electrónica.
El día que se adjudicó el contrato, el DHS anunció que el proyecto iba a ser construido en dos fases, y que la primera, un segmento de 45 kilómetros, sería levantado entre Tucson, Arizona, y México.
Boeing Co., con sede en Chicago, fue una de las casi 40 compañías que compitieron en 2006 por el contrato con el DHS.
A diferencia de sus competidores, Boeing no basó su oferta de vigilancia en el uso generalizado de vehículos aéreos o terrestres no tripulados, sino que incorporó la construcción de las modernas torres que hoy en día están en tela de juicio.
El Muro fronterizo Estados Unidos–México, conocido coloquialmente en México como Muro de la Tortilla, es una muralla física construida por Estados Unidos en su frontera con México. Su objetivo es impedir la entrada de inmigrantes ilegales, procedentes de la frontera sur hacia territorio estadounidense. Su construcción se inició en 1994 bajo el programa de lucha contra la inmigración ilegal conocido como “Operación Guardián”. Actualmente está formado por varios kilómetros de extensión en la frontera Tijuana–San Diego (California).
Playa entre San Diego y Tijuana
El muro incluye tres bardas de contención, iluminación de muy alta intensidad, detectores de movimiento, sensores electrónicos y equipos con visión nocturna conectados a la policía fronteriza estadounidense, así como vigilancia permanente con camionetas todo-terreno y helicópteros artillados. Otros tramos de muro existen en los estados de Arizona, Sonora, Nuevo México, Baja California, Texas y Chihuahua.
Muro de Río de Janeiro
01.04.2009. Las autoridades de Río de Janeiro han empezado a construir muros en torno a muchos de los barrios marginales de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, en lo que dicen, es un intento de proteger la selva tropical que las rodea.
Los trabajos han comenzado en la favela de Morro Dona Marta, ocupada desde noviembre por la policía para controlar el delito y la violencia entre bandas rivales de narcotraficantes.
El Gobierno de Brasil afirma que el muro “de la discordia” se levanta para proteger lo que queda del bosque nativo, pero grupos humanitarios temen que pueda ser visto como un elemento discriminatorio para simbolizar las profundas divisiones entre ricos y pobres en Brasil.
“No hay discriminación. Por el contrario, estamos construyendo casas para ellos en otros sitios y mejorando sus vidas”, ha dicho Tania Lazzoli, portavoz de la Secretaría de Obras Públicas del Gobierno del Estado.
A fin de año, el Gobierno del Estado de Río de Janeiro quiere construir 11 kilómetros de muros que contengan 19 comunidades. Gastará 17,6 millones de dólares y tendrá que reubicar 550 casas.
El presidente del departamento de obras públicas de Río, Icaro Moreno, ha dicho que cada año se pierde una exuberante vegetación de bosques, uno de los principales destinos turísticos del país, y se tenía que hacer algo.
“Ya hemos visto una gran cantidad de daños al medio ambiente y, francamente, muchas de estas casas se han construido en alto riesgo de zonas inundables, por lo que los residentes se beneficiarán también.”
Durante la temporada de lluvias muchas casas precarias y primitivas levantadas en barrancos o en colinas son arrastradas por inundaciones.
Miles de favelas surgieron en todo Río de Janeiro y otras grandes ciudades en las últimas décadas, porque millones de inmigrantes empobrecidos llegan del interior del país en busca de empleos que muchas veces no encuentran.
Conocido por las impresionantes vistas de sus costas accidentadas y playas doradas, Río de Janeiro atrae a millones de turistas todos los años, muchos de los cuales llegan para disfrutar de sus famosos carnavales.
Las favelas son escenarios constantes de enfrentamientos entre bandas de narcotraficantes y policías, forzando, entre otras cosas, a comercios y barrios enteros a cerrarse.
El gobierno del estado de Río de Janeiro construye desde principios de este año varios muros alrededor de algunas de las favelas o barrios pobres que crecen en los morros y montañas de la ciudad. En total, 13 favelas serían rodeadas de hormigón y concreto, para un total de 14 kilómetros de longitud. Su altura va de los 80 centímetros a los 3 metros.
El objetivo es evitar que las construcciones precarias que caracterizan esas comunidades destruyan la vegetación que las circunda, que en Brasil se conoce como el Bosque Atlántico, típico de esa región y que según portavoces oficiales habría perdido más del 90% de su superficie. La reserva de Rio de Janeiro se llama parque Tijuca, considerado una de las mayores reservas naturales urbanas del mundo.
En el barrio de Santa Marta ya se han levantado más de 600 metros de muralla, mientras que en Rocinha -de más de 200.000 habitantes- el gobierno acordó con los vecinos limitar la pared a las zonas con peligro de deslizamiento. El resto se compondrá de senderos ecológicos y parques.
Algunos críticos consideran que los muros de Río buscan separar las zonas empobrecidas de las de mayores recursos, ubicadas entre las favelas y el mar. O servir de contención para los traficantes.
Una investigación divulgada por el IPP en enero de 2009 afirma que Río de Janeiro ostenta 968 favelas, 218 más que en 2004, que ocupan tres millones de metros cuadrados más que en del área territorial que ocupaban en 1999. Según el IPP, las favelas pasaron a ocupar el 3,7 por ciento del territorio municipal.
La medida más polémica del gobierno estatal conjuntamente con la prefectura fue el inicio de la construcción, en marzo de 2009, de un muro de cemento de casi 650 metros de extensión por tres de altura en la favela situada en el Morro Dona Marta, en Botafogo, en la Zona Sur. Una nota oficial del gobernador Sérgio Cabral señaló: “Estamos invirtiendo en el orden público, enfrentando el tráfico de drogas e imponiendo límites al crecimiento desordenado”. El programa también incluiría a Rocinha y otras favelas de la Zona Sur.
Dona Marta es la primera de las 11 favelas ubicabas en las áreas nobles de Río. Antes de que termine este año serán cercadas por un total de 11 kilómetros de muro. La iniciativa ha partido, con gran sigilo, del Gobierno del Estado de Río, que oficiosamente actúa en connivencia con la alcaldía de la ciudad. No es la primera vez que las autoridades intentan llevar a cabo una medida que siempre ha sido objeto de gran polémica para la opinión pública brasileña, mayoritariamente en contra de recurrir al hormigón para resolver el problema del crecimiento de las favelas. En otras ocasiones, los políticos esgrimieron el argumento de la seguridad pública para justificar la drástica medida, pero nunca consiguieron el apoyo popular. Esta vez han optado por rebautizar el muro como “ecolímite” para poner el énfasis en los aspectos más medioambientales y campestres del proyecto.
En la zona alta de la favela se construye desde hace dos meses un muro que inicialmente pasó inadvertido para la prensa. El paredón, que se abre paso en medio de la vegetación a unos cincuenta metros de las últimas chabolas de la comunidad, es de aspecto penitenciario y llega a tener en algunos tramos hasta cinco metros de altura. Entre 30 y 40 hombres acarrean, cubo a cubo, el hormigón armado con el que se está irguiendo el cerco, que avanza lento y que ya ha alcanzado una longitud de 60 metros. “Esto no hay quien lo eche abajo”, comenta, ufano, el maestro de obra, refiriéndose a los materiales que se están usando: hierro, ladrillos de gran porte y hormigón armado.
Según se afirma desde EMOP, la empresa pública encargada de las obras, la única finalidad del muro es frenar la deforestación de los bosques atlánticos que antaño cubrían como un manto los cerros cariocas y que con el crecimiento de las favelas están en peligro de desaparición. Lo que nadie ha explicado aún es por qué hasta ahora sólo se ha proyectado el levantamiento de muros en las favelas ubicadas en los barrios de São Conrado, Gávea, Leblon, Ipanema, Copacabana, Leme, Urca y Botafogo. Es decir, los barrios de Río clasificados como “nobles” por las agencias inmobiliarias. Nada se ha dicho aún sobre la puesta en marcha de medidas similares en la zona norte u oeste de la ciudad, mucho más deprimidas y donde también hay favelas rodeadas de vegetación protegida.
Favela Rocinha.
Muro Tailandia y Malasia
En los años 70 ambos gobiernos acordaron construir muros de cemento coronados de alambre a lo largo de parte de su frontera común. Desde 2007 Tailandia construye un muro de 75 kilómetros para impedir a supuestos terroristas entrar en sus conflictivas provincias de mayoría musulmana en el sur. La construcción de este muro, de más de 2 metros de altura en algunos puntos de la línea de demarcación que divide la provincia tailandesa de Satun y los estados malayos de Kedah y Perlis, cambió las vidas de muchos tailandeses que habitan en la región. Las gentes que residen en uno y otro lado de la frontera tienen el mismo estilo de vida, la cultura es igual, hablan similar lengua y siguen todos el credo islámico, lo único que marca una diferencia entre ellos es la nacionalidad.
Muros de Bagdad
El ejército estadounidense comenzó a construir en 2007 una barrera de 5 kilómetros de largo y 3,6 metros de alto en la capital iraquí, rodeando el distrito de Adhamiya, predominantemente sunní, y con el fin de separarlo de las zonas de la ciudad donde los chiíes son mayoría.
Washington lo justificó como un modo de evitar la “violencia sectaria”. Sus críticos destacan que contribuye a acrecentar la división ya existente y a “cantonalizar” la ciudad.
Cuando el muro esté terminado, la comunidad suní de Azamiyah, situada en la parte este del río Tigris, vivirá en una especie de cárcel, separada de los barrios de Shamasiya y Gurayaat, poblados mayoritariamente por chiíes. Estará completamente rodeada y habrá puestos de control de tráfico vigilados por soldados iraquíes, que serán los únicos puntos de acceso, según el Ejército.
Aunque Bagdad está repleto de barricadas, controles de seguridad y barreras, como la que circunda la Zona Verde de alta seguridad, el de Azamiyah será el primer muro basado en consideraciones sectarias, según subraya Los Angeles Times.
La valla de hormigón supone un intento de frenar la balcanización de la ciudad más poblada y violenta de Irak. “Es una de las claves de la nueva estrategia de la coalición y las fuerzas iraquíes para romper el ciclo de violencia sectaria”, añade el capitán McLearn. Entrevistados por Los Angeles Times, chiíes y suníes que viven a la sombra del muro coinciden en criticar la valla no sólo por lo que supone segregar una ciudad, sino por problemas de orden práctico: clientes y trabajadores tendrán muchas dificultades para entrar en Azamiyah, sobre todo en coche. Además, los vecinos se quejan de que su trazado está cortando calles y aceras.
Los bloques de hormigón se producen en la ciudad de Gopala, en el Kurdistán iraquí, al vertiginoso ritmo de 50 toneladas de concreto al día.
La colocación tiene lugar durante la noche, bajo la protección de helicópteros Apache. En algunas semanas se han llegado a instalar unos 2.000, según informa The Washington Post. A tal velocidad que cuando los soldados se paran frente a ellos al día siguiente, aún el cemento está fresco.
El más destacado de estas sucesiones de bloques de hormigón es el que encierra al miserable distrito chií de Sadr City, donde viven 2,5 millones de personas, y cuya puesta en sitio se aceleró últimamente, como informa el New York Times.
09.08.2009 El ejército iraquí ha comenzado a retirar los muros, presentes en casi todas las calles de la ciudad, dividiéndola en pequeñas áreas, para evitar atentados terroristas.
Fueron instalados por el ejército estadounidense, ya retirado del centro de la ciudad, que dice no haber sido informado de la decisión del gobierno iraquí. Ahora las fuerzas de seguridad confían en que la retirada de los muros no aumente la violencia, y ayude a retomar el pulso cotidiano en Bagdad.
La construcción de esas estructuras se expandió en 2006 en pleno apogeo de la violencia sectaria. Muchos residentes dijeron que esas barreras transformaron a la capital iraquí en una ciudad irreconocible, pero también admitieron que los barrios se volvieron más seguros.
El levantamiento de los muros indica una mejora de la situación de seguridad después de la aplicación del plan de seguridad para Bagdad en 2007 por eso el Gobierno iraquí anunció esta medida hace tres días. Tras el anuncio una cadena de atentados asoló la ciudad dejando al menos 50 muertos.
Autoridades cercarán Bagdad con un muro de seguridad
13:39 04/05/2010
Bagdad, 4 de mayo, RIA Novosti. Las autoridades de Iraq iniciaron la construcción de un muro de seguridad alrededor de Bagdad que separará la capital iraquí de las provincias vecinas, anunció la víspera el general Kassim Atta, portavoz de las operaciones de seguridad en Bagdad.
El muro, cuya construcción deberá finalizar para mediados de 2011, consistirá en una valla de hormigón con fosos y tendrá ocho puestos de control que serán el único acceso a la capital iraquí.
Según Atta, esta barrera, equipada con modernos sistemas de vigilancia, servirá para impedir que los terroristas accedan a Bagdad.
El general indicó que, una vez construido el muro, las autoridades municipales comenzarán a retirar los muros de hormigón y los puestos de control que se instalaron hace unos años dentro de la ciudad para poner fin a los sangrientos enfrentamientos entre los chiíes y los suníes.
Esos puestos de control y muros entre distintos barrios de Bagdad originaron enormes atascos en sus calles y provocaron el descontento de la población, pero no pudieron impedir atentados sangrientos que han costado la vida de centenares de bagdadíes sólo en los últimos meses.
Los 99 muros de Belfast
Carlos Fresneda (Enviado especial) | Belfast
Actualizado sábado 19/01/2013
Cayó el muro de Berlín, pero ahí están los 99 muros de Belfast. Se extienden a lo largo de 20 kilómetros y miden a veces más de siete metros de alto. Los levantaron en 1969, para “segregar” a protestantes y católicos. Están hechos de piedra y metal, con alambres de espinos y cámaras de vigilancia que les confieren un aire de campo de concentración. Sirven para segregar a protestantes y católicos…
El ‘guernika’ de Falls Road. | Carlos Fresneda
En Irlanda del Norte, los incidentes más graves que se recuerdan, ocurrieron en 1969. Las luchas callejeras hicieron que los barrios católicos de Belfast y Derry resultaran arrasados. Esto provocaría la construcción, promovida por el gobierno británico, de un muro ,“peace line”, que recorre Belfast, más de 20 kilómetros de ladrillo y acero que desde entonces “detuvo” la violencia entre católicos y protestantes.
“Yo crecí en Belfast antes de que se levantaran los muros, pero las últimas dos generaciones han crecido entre ellos y lo ven como algo normal”, reconoce Joe O’Donnell, ex vicealcalde de la capital norirlandesa y primer concejal católico (por Sinn Féin) del conflictivo este de la ciudad.
“Tengo 62 años y he vivido también muy de cerca los peores momentos de The Troubles, cuando media ciudad se enfrentaba con la otra media en las calles”, admite O’Donnell. “Yo también aspiro a derribar algún día todos esos muros, pero aún nos queda bastante por hacer. Antes que nada hay que derribar los muros mentales”.
O’Donnell dirige ahora el Proyecto Interface de Belfast, que trabaja con 50 comunidades locales intentando promover la aceptación, el entendimiento y el intercambio entre protestantes y católicos. Pese a todo el camino avanzado desde el Acuerdo de Viernes Santo, en 1998, los muros han seguido surgiendo por doquier. Y lo que es peor, la gente los sigue considerando “necesarios”.
Peter Shirlow, profesor de transición post-conflicto.
Según un sondeo del 2011, el 78% de los norirlandeses querría derribar las así llamadas “líneas de la paz” (un eufemismo al más puro estilo orwelliano). Pero el 69% de los residentes que viven en las zonas “limítrofes” de barrios católicos y protestantes siguen considerando las barreras como “necesarias” para garantizar su seguridad.
“Los muros sirven para perpetuar la mentalidad que da pie al conflicto”, reconoce Peter Shirlow, profesor de transición post-conflicto en la Queens University de Belfast. “En Belfast, si un niño te pregunta: “¿Por qué está ahí ese muro?”, lo más normal es que le respondan: “Para que la gente del otro lado no nos haga daño”.
Shirlow, 47 años, crecido en barrio protestante y testigo de la explosión de una escuela, pertenece a la primera generación que creció con los muros (erigidos desde finales de los sesenta). Casado con una católica, optimista a pesar de los recientes disturbios, Shirlow reconoce sin embargo que le cuesta imaginar un Belfast sin barreras: “Yo soy positivo sobre el proceso de paz y creo que las cosas irán a mejor en Irlanda del Norte, pero no pongo la mano en el fuego por la caída de los muros de aquí a seis, siete u ocho años”.
Los muros no son sólo la prueba palpante del conflicto, sino que siguen siendo la principal atracción turística de Belfast (y casi la única, hasta que construyeron hace un año la Experiencia Titanic). Decenas de taxistas descargan a diario a los turistas europeos, americanos o japoneses que vienen a hacerse la foto de turno junto al Guernika de Falls Road o junto a los graffitis de Cupar Way.
A un lado (el católico) persisten aún las llamadas a las armas, recordando que la paz no será posible mientras dure la ocupación británica. Al otro (el protestante), emergen los fantasmas de los paramilitares en medio de un ondear incesante de Union Jacks. A uno y otro lado, amortiguando la sensación siniestra, abundan los mensajes de esperanza como ese ‘It´s all good’ (Todo es bueno) en las vallas que rodean la calle Tres de Shankill Road.
En el norte del Belfast, la zona más segregada, el Interface Project ha censado 44 muros. Muchos de ellos fueron levantados en tiempos por el Ministerio de Justicia, secundado por el Departamento de Vivienda o por los propios vecinos, usando metales y materiales caseros. En algunos casos son vallas de apenas metro y medio, o tabiques más o menos gruesos. En otros son auténticas murallas infranqueables que proyectan su funesta sombra sobre las casas o que convierte los patios traseros en auténticas cárceles.
También abundan en los muros de Belfast las puertas metálicas, algunas chapadas a perpetuidad, otras abiertas sólo durante el día y cerradas en el “toque de queda” inaudible que suena en muchos barrios de la ciudad en cuanto cae la noche. Sobre todo en el este de Belfast.
“Los manifestantes lealistas se han empeñado en llevar sus protestas hasta Short Strand, una de las zonas más calientes entre católicos y protestantes”, asegura Joe O´Donnell, el director del Interface Project. Allí, rodeados de 66.000 protestantes, viven 6.000 católicos, amparados por muros de siete metros como el que separa la calle Madrid (en memoria de la relación histórica entre españoles e irlandeses).
No hay un alma en Madrid Street en una mañana cualquiera. A nuestro paso se escuchan voces lejanas, postigos que se cierran, el ladrido de un perro. Sale por fin a nuestro paso un hombre entrado en años que ha salido de su casa a fumarse un triste pitillo. Estamos en el número 123, a los pies de la imponente muralla con alambres de espinos y sin ornamentos.
“En Belfast, si un niño te pregunta: “¿Por qué está ahí ese muro?”, lo más normal es que le respondan: “Para que la gente del otro lado no nos haga daño”.
“Es verdad que impone a primera vista, pero desde que la levantaron nos sentimos más seguros y protegidos”, reconoce Phil Fermanagh, albañil jubilado, presto en enseñarnos los impactos de los adoquines y los clavos que frecuentemente “llovían” sobre su casa…
“Ahora por lo menos podemos dormir tranquilos y no ver a diario peleas en las calles, ni escuchar tiros por las noches. Yo mismo me he llevado unos buenos puñetazos en el barrio, sobre todo cuando era joven. Sé que no es muy católico, pero crecimos odiando al vecino, y viceversa. Madrid Street fue una de las zonas más calientes durante “The Troubles”. Aunque no lo sé, seguro que si preguntas en el otro lado te cuentan otra historia”.
Para llegar “al otro lado”, al vecindario protestante, hay que recorrer el medio kilómetro de muro a lo largo de Bryson Street y persignarse ante la iglesia de St. Matthews (escenario de la famosa “batalla” entre católicos y protestantes que se cobró dos muertos y decenas de heridos en 1970). Doblando la esquina, se pasa por la iglesia presbiteriana de Westbourne y una sensación extraña se mete en el cuerpo…
Caen las barreras mentales
“Loyalist East Belfast”, leemos en el mural desde el que nos vigilan los “verdugos” de la Asociación de Defensa del Ulster, persiguiéndonos allá donde vayamos con los cañones de sus fusiles pintados. En otro mural, el espectro de la muerte, con una bomba en la mano, nos informa que estamos en “zona segura” para los niños. Un cartel pide justicia en el nombre de Jimmy McCurrie y Bobby Neill, asesinados por el IRA. Por todos los lados, una borrachera incesante de banderas británicas…
“Queremos ver la Union Jack ondeando todos los días en el Ayuntamiento y por eso nos manifestamos”, reconoce Heather Murray, 37 años y vecina de Susan Street, al otro de lado del muro. Como la mayoría de los vecinos de su barrio, Murray reconoce que no se habla con sus vecinos católicos: “Vivimos en dos mundos distintos, queremos un futuro distinto para el Ulster y creemos en otras cosas. Aunque en el fondo pienso que le rezamos al mismo Dios y que alguna vez escuchará nuestra plegaria”.
A pesar del ruido y el fuego, algo está cambiando en este Belfast de los 99 muros. Las barreras mentales están cayendo fuera de esas doce áreas segregadas. La mayoría de sus 270.000 habitantes han decidido seguir avanzando por una senda conjunta y lejana de los recientes disturbios. Hace exactamente un año se puso en marcha el Peace Walls Program, con el objetivo más o menos difuso de derribar los muros.
“La generación de mis hijos y mis nietos ven los muros como algo inevitable en Belfast”, confiesa Joe O´Donnell. “Mi sueño es seguir trabajando para erradicar el virus del sectarismo y crear las condiciones para eliminar las barreras físicas y mentales que aún dividen Irlanda del Norte”.
Muros de Gaza (Egipto e Israel)
La Franja de Gaza es una de las regiones más densamente pobladas del planeta. Con una superficie de 360 kilómetros cuadrados, acoge a casi millón y medio de palestinos. En su mayoría, éstos se alojan en los ocho campos de las Naciones Unidas. La franja está completamente cercada, excepto en la costa del Mar Mediterráneo. Las autoridades israelíes mantienen ocho puestos fronterizos, dos de los cuales (Erez al norte y Rafah al sur) pueden ser utilizados por los palestinos.
Tres muros separan los territorios palestinos del resto del mundo, todos ellos construidos por Israel, y uno de ellos mantenido por Egipto. La franja de Gaza limita al sur con un muro construido por Israel tras los acuerdos de paz de 1979, y que fue patrullado por soldados israelíes hasta el año 2004; desde entonces 750 soldados egipcios se encargan de evitar el contrabando de todo aquello que consideren potencialmente peligroso. La barrera se extenderá próximamente bajo tierra, hasta 35 metros de profundidad, para evitar los túneles de contrabando que se excavan regularmente. El resto de la Franja está rodeada igualmente por una barrera en la que hay tres checkpoints legales. Unos cinco mil palestinos que trabajan en Israel lo cruzan diariamente, siempre que los soldados israelíes les dejen o Israel no haya cerrado la frontera. El muro se extiende también en el mar: Israel mantiene un bloqueo sobre la franja de Gaza desde 2007 debido a los lanzamientos de cohetes contra poblaciones limítrofes israelíes.
Un muro de hormigón armado, de nueve metros de alto, separa la franja de Gaza de Israel. Es un muro hermano del de Cisjordania, aunque primogénito, pero que no ha tenido la misma repercusión jurídica y mediática. Un muro que encierra la mayor densidad de población por kilómetro cuadrado del mundo. Gaza, que ha sido descrita en ocasiones como una gran prisión al aire libre, está condenada a la soledad de todas las prisiones.
El 23 de enero de 2008, militantes palestinos destruyeron varias partes del muro que divide la Franja de Gaza de Egipto, en la ciudad de Rafah. Miles de habitantes de Gaza atravesaron la frontera en busca de suministros. Dada la crisis, el presidente egipcio Hosni Mubarak ordenó a sus tropas permitir el paso a los palestinos, pero verificando que no reingresaran con armas. Esto fue imposible de realizar, ya que las masas desafiaron a la policía fronteriza egipcia.
Arriba, verja fronteriza entre la Franja de Gaza e Israel; debajo, entre Gaza y Egipto (fuente). Más abajo, uno de los túneles de contrabando (fuente).
Sobre estas líneas, una sección de muro en Jerusalén (fuente). Debajo, una parte de la barrera dentro del territorio palestino (fuente). Más abajo, grafittis en el muro (fuente). Son muy conocidos y reproducidos los de Bansky.
Con numerosos asentamientos israelíes en su territorio (que son custodiados por las fuerzas de seguridad israelíes), los movimientos de los ciudadanos palestinos están bastante restringidos. En 2009 apareció el llamado mapa del Archipiélago de Cisjordania, que escenifica muy bien la situación.
El Archipiélago de Cisjordania. Las zonas verde claro son las que controla la ANP. Las verde oscuro poseen autonomía limitada. Las azules (el mar) son controladas completamente por Israel, e incluyen asentamientos y Jerusalén Este.
Debajo, otro mapa indicando las zonas de control israel y el trazado del muro en comparación a la Línea Verde.
En Gaza, incluso los muros pasan bajo tierra
Un muro baja en la frontera entre Egipto y Gaza, y no significa que está cayendo: se construye bajo tierra.
Después de rumores no confirmados aparecidos por primera vez en el diario israelí Haaretz y rápidamente negados por el gobierno egipcio, la información se difundió en la prensa de ese país, confirmando que Egipto llevaba a cabo la construcción de un muro de hierro a lo largo de su frontera con la Franja de Gaza, destinado al bloqueo de la multitud de túneles que enlazan la ciudad egipcia de Rafah con su homóloga palestina, en Gaza.
El muro se extenderá por 11 kilómetros de largo, desde el Mediterráneo hasta el control israelí del paso fronterizo de Kerem Abu Salem. Su trazado será exclusivamente subterráneo.
En conferencia de prensa el día sábado, el portavoz de Hamas, Fawzy Barhum, criticó duramente la construcción del muro. Dice Barhoum, es “financiado y supervisado por Estados Unidos. Es parte del plan de EE.UU., que comenzó el gobierno de Bush para sofocar los 1,5 millones de palestinos en Gaza, después de que el enemigo sionista no ha logrado quebrar su voluntad”.
Con el aliento de EE.UU. e Israel, Egipto ha dado un apoyo silencioso pero constante al muro, contribuyendo al bloqueo impuesto por Israel a través del endurecimiento de su propia frontera con Gaza.
Después que los habitantes de Gaza estallaran un segmento de la pared en Enero de 2008, entrando en Egipto para ir de compras masivas, un nuevo muro de concreto de 3 fue construido a lo largo de la frontera. Las autoridades egipcias afirman que el muro subterráneo es un asunto de seguridad nacional, para impedir las armas de contrabando en la Franja de Gaza. También lo es la búsqueda activa, y la destrucción de túneles.
“Una red de varios centenares de túneles”, de acuerdo con UNRWA, lleva a Gaza “una amplia gama de materiales, incluyendo alimentos, bebidas, ganado, medicamentos, combustible, cemento, papel, piezas de repuesto y otros bienes”. Incluso los animales del zoológico han sido introducidos de contrabando a través de los túneles, cuyos propietarios ofrecen una línea de vida para los 1,5 millones de habitantes de Gaza varados en el pequeño territorio desde hace varios años en virtud de un bloqueo al parecer interminable. Los productos permitidos de entrar en Gaza escasean de manera drástica y son fuertemente controlados por Israel, cuyas listas de productos prohibidos, inexplicablemente, incluyen artículos tales como mermelada, papel higiénico, y los garbanzos.
No sólo la compasión y las preocupaciones humanitarias mueven los túneles, estos son un negocio lucrativo. Cavar un túnel puede costar varias decenas, quizá cientos de miles de dólares, pero aparentemente recupera sus costes rápidamente. El paso de una persona por el túnel tiene un costo de $1500 dólares, $250 el de una cabeza de ganado y lo mismo por un saco de bienes. El túnel cubre sus costos fijos, así como los gastos de funcionamiento – que incluyen la electricidad, incluso las líneas telefónicas, de vez en cuando los ventiladores, y un impuesto recaudado por las autoridades del gobierno.
A pesar del anuncio del muro subterráneo, los excavadores se mantienen optimistas, prometiendo superar la barrera. “Que los americanos y los israelíes paguen por el muro”, dijo uno a la prensa egipcia. Y si la barrera parece imposible de superar: “los túneles son de un mínimo 20 metros de profundidad. Podemos hacer que sean de 40 metros.”
Pero en ese caso, el coste de la excavación aumentará y en consecuencia también lo hará el precio de las mercancías de contrabando.
A días del primer aniversario del asalto israelí de tres semanas en Gaza, donde murieron más de 1400 personas, incluidos varios centenares de niños, la Franja sigue en un estado lamentable.
Cualquier reconstrucción apenas ha tenido lugar. Los túneles ofrecen suministros de construcción en un número insuficiente, que las organizaciones internacionales no están autorizados a hacer uso en función de de sus propias directrices internas.
Pero el juego del gato y el ratón sólo puede llegar hasta un cierto punto, y no se puede permitir aumentar más la ya insostenible presión sobre los palestinos de Gaza. Poner fin al bloqueo es inevitable.
Rumores sin confirmación oficial refieren que en la línea divisoria han existido hasta 300 túneles de entre 15 y 30 metros de profundidad, algunos hasta con un kilómetro de distancia entre cada punto de Rafah, una ciudad dividida por la frontera. Además, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, anunció esta semana la construcción de un muro en la frontera sur con Egipto como “medida inevitable y estratégica” para impedir que la migración ilegal de africanos altere el balance racial en el Estado judío.
Muros de Uzbekistán
Localización: Frontera de Uzbekistán con Kirguistán, Tayikistán y Afganistán.
Extensión: 1800km
Fecha: 1999
Uzbekistán está flanqueado en buena parte de su perímetro por barreras de alambre de púa. En 1999, tras un atentado en la capital, Tashkent, el gobierno uzbeko recurrió a estas barreras alegando que había que impedir que militantes del radical Movimiento Islámico de Uzbekistán se infiltraran en su territorio.
Buena parte de los 1.100 kilómetros de frontera que Uzbekistán comparte con Kirguistán están así demarcados. En algunos tramos de la frontera, la instalación de este tipo de cercas no es posible debido a la geografía montañosa de Uzbekistán.
En su límite sur, Uzbekistán linda con Afganistán. La barrera de alambre de púa está allí respaldada por una cerca electrificada con una corriente de 380 voltios. En su frontera con Tayikistán, de unos 1.500 kilómetros de longitud, la barrera de alambre de púas está reforzada por sembradíos de minas antipersona. En conclusión con la unión de todas las líneas de barrera de las tres fronteras, haría un total de unos 1800km.
No existe información sobre cuántos kilómetros cuadrados abarcan las zonas minadas ni dónde se encuentran. Aunque Uzbekistán alega que postes y avisos alertan de la presencia de minas antipersona, Tajikistán destaca que sólo cuando una mina estalla pueden saber que esa zona es peligrosa.
El muro que Uzbekistán construyó a lo largo del límite afgano consiste en 200 kilómetros de verja coronada por alambre de espino y una segunda verja electrificada, todo ello reforzado con minas antipersona y patrullas armadas. Su construcción comenzó con la guerra civil afgana que llevaría a los talibanes al poder, y se reforzó en 2001, poco después de los atentados del 11 de septiembre.
Existe un único paso fronterizo hacia Afganistán, a través del llamado, sin ironías, “Puente de la amistad”.
Entre 1997, cuando la ciudad afgana de Mazari Sharif cayó en manos de los talibanes, y 2001, cuando EE.UU. y la ONU invadieron Afganistán, el puente, construido por los soviéticos en 1982 para suministrar a sus tropas en el país, permaneció cerrado.
Muro de India y Bangladesh
Localización: Frontera entre India y Bangladesh. Asia
Extensión: 3286km
Fecha: 2009 – ¿?
La barrera indo-bangladesí está siendo construida por la India para sellar su frontera con Bangladés. Una vez terminada estará formada por vallas de alambre de 3 metros de alto y correrá a lo largo de los 3.286 kilómetros que forman la frontera. El propósito de la barrera es detener la inmigración ilegal, el contrabando y el paso de supuestos terroristas.
El muro ha ocasionado enfrentamientos con el gobierno de Bangladés, pues éste considera que se está construyendo a menos de 150 metros de la frontera, lo cual estaría prohibido por los tratados de paz de 1974 entre esas naciones. El hecho de que el muro se esté construyendo tan retirado de la frontera ha ocasionado el aislamiento de ciudadanos indios del resto de la India, ya que han quedado entre la frontera y la barrera.
Se piensa que una de las razones del muro es para apaciguar a los separatistas de Assam, quienes repetidamente han atacado a inmigrantes ilegales bangladesíes.
Esta barrera de tres metros de altura se hará con alambres y ocupará 3.286 kilómetros de frontera. El muro estará a unas 60 millas al este de Calcuta y costará unos 800 millones de euros. Dicen que el propósito de su construcción es detener la inmigración ilegal, el contrabando y el paso de supuestos terroristas. Se piensa además que de esta manera se apaciguaría a los separatistas assameses que han atacado últimamente a inmigrantes ilegales provenientes de Bangladesh.
Este proyecto ha ocasionado enfrentamientos entre el gobierno de Bangladesh con el de la India, ya que se está construyendo a menos de 150 metros de la frontera entre las dos naciones involucradas, algo prohibido en los tratados de paz de 1974. Además hay ciudadanos indios que se quedarán aislados ya que sus casas se encuentran entre la frontera y el muro. Se calcula que medio millón de personas deben abandonar sus hogares debido a este muro.
La estructura, de unos dos metros y medio de alto, alterna el muro de piedra con alambradas y 25 torres de vigilancia donde se sitúan los efectivos del Cuerpo de Seguridad Fronteriza indio, que llama a la frontera ‘línea cero’.
Lo cierto es que ha habido intenciones por parte de los dos países de crear un buen entendimiento entre ellos. De hecho es posible, desde hace tiempo, circular desde la capital de Bangladesh Dhaka a Calcuta, algo que no era posible antes de 1970, debido a las disputas con Pakistán. Hay que recordar que la actual Bangladesh era antes Pakistán Oriental, y que en la guerra de su independencia en 1971 fue ayudado por la India, pero la relación entre estos dos países se han deteriorado últimamente.
India debería ayudar a la población de Bangladesh, ya que si no se llega a acuerdos las tensiones aumentarán. Además económicamente supone un mercado que no quiere perder, y le ha ofrecido un arancel mínimo en las importaciones y la posibilidad de invertir en la India, algo que todavía no se ha conseguido con Pakistán. Aún así, el contrabando y la emigración alcanza cotas muy altas en esta zona, y es por ello que India construye este muro. Actualmente se está intentando llegar a un acuerdo y ayudar a Bangladesh para evitar que este país se convierta en la cuna de nuevos extremistas islámicos, tal y como ha ocurrido en otros países como Pakistán.
Un ejemplo del sinsentido que gobierna en esta ‘tierra de nadie’ es el comercio de ganado vacuno. Los radicales hindúes se oponen a que la India venda estos animales para ser sacrificados como carne de consumo humano en Bangladesh, un país de mayoría musulmana. Sin embargo, los bengalíes indios a pesar de ser hindúes, no sólo consumen este tipo de carne, sino que además la exportan a sus vecinos desde hace generaciones.
Paradójicamente, este comercio sólo funciona si se lleva a cabo ilegalmente, pues la carencia de infraestructuras y las trabas administrativas retrasarían demasiado el envío y recepción de la mercancía. Para ambos países es más conveniente, hoy por hoy, seguir utilizando las rutas y mercadillos tradicionales, muy anteriores a la frontera levantada en 1947.
Por sorprendente que parezca, la India es el tercer mayor exportador de carne de vacuno, y los ganaderos indios temen ahora que las grandes empresas se apoderen de este sector y terminen con su medio de vida.
Muro India Cachemira
Localización: Frontera India y Pakistán. Asia.
Extensión: 550km
Fecha: 1990
Cachemira es una región ubicada en la zona norte del subcontinente Indio. Históricamente, se ha denominado Cachemira al Valle de Cachemira ubicado al sur de la parte más occidental de la cordillera de los Himalayas, junto a las zonas aledañas que han formado parte de su proceso histórico.
Cachemira es una zona en disputa, con una población de aproximadamente 13 millones de personas. Cuando India se independizó del Reino Unido en 1947, sus territorios de población mayoritariamente musulmana se segregaron a su vez para constituir el estado de Pakistán. La excepción fue el principado de Cachemira: para afrontar una rebelión interna, su maharajá pidió ayuda a India, que accedió a ello a condición de que el territorio pasase a formar parte de su jurisdicción.
La región se encuentra actualmente dividida entre India, Pakistán y China, siendo uno de los focos de disputas internacionales más importante de la actualidad.
Pakistán controla la región noroccidental (Territorios del Norte y Azad Kashmir). India controla los sectores central y meridional de la región (Jammu y Cachemira), mientras que China ha ocupado la región nororiental (Aksai Chin). Dentro de Cachemira, hay sectores que apoyan su independencia.
A comienzos de los noventa la India empezó a construir un muro de 550 kilómetros que la separa de Cachemira, con la intención de proteger a la nación de ataques de milicianos paquistaníes. La valla, con un costo aproximado de 3,700 millones de dólares, está compuesta por una doble cerca de alambre de púas de casi cuatro metros de altura. Para hacerla más efectiva, India instaló 500 kilómetros de cables electrificados.
En resumen al igual que la otra “valla” de 2900 km que separa el resto de la frontera india-pakistaní, esta hace de complemento a la férrea “defensa” que India tiene de sus intereses en una zona controlada (Cachemira) al norte de su país. Si bien es cierto que India no tiene legitimidad internacional sobre el territorio “neutro” de Cachemira, el gigante asiático no duda en defender sus intereses en esta zona, explotando los recursos naturales de la misma con la que abastece y complementa la capacidad de obtención de recursos de su país.
Muro India Pakistán
La frontera iluminada (India-Pakistán)
En la frontera de la India y Pakistán se alza desde 1947 un muro, bautizado por la prensa como “el Muro de Berlín de Asia”, este paso fronterizo es puente de unión entre las ciudades de Amritsar, en India, y Lahore, en Pakistán, pero divide en dos mitades al pueblo de Wagah. De ahí las comparaciones con la capital alemana.
Los dos países comparten 2.900 kilómetros de frontera, de los cuales 740 están ocupados por el muro.
Las cuatro guerras e infinidad de incidentes que han mantenido la India y Pakistán desde la independencia de los dos países en 1947 han llevado a ser a la frontera entre ambos una de las más peligrosas y fortificadas del mundo. Ya en los años 80 la India levantó alguna sección de verja en la frontera con Pakistán, pero fue a partir del año 2003 cuando la mayor parte de los 2.800 kilómetros de frontera común empezaron a sellarse. Hasta el momento se han construido más de 1.800 kilómetros de doble verja electrificada con alambre de espino entre medias. Una fortísima iluminación nocturna hace que la frontera sea claramente visible desde el espacio. Está previsto que la verja sobrepase los 2.000 kilómetros de longitud en 2012, incluyendo los 600 kilómetros de muro en la disputada zona de Cachemira. La verja está a una distancia de la frontera que oscila entre los 50 metros y los 10 kilómetros, lo que obliga a muchos granjeros a abandonar sus tierras o a exponerse a los disparos de los guardias fronterizos.
La frontera que comparten India y Pakistán, ambas potencias nucleares, es una de las más volátiles del planeta.
Fue a finales de la década de los años ”80, con el argumento de “combatir el terrorismo”, que India comenzó a levantar barreras fronterizas en los estados de Punjab y Rajastán en un intento de impedir el tráfico de armas. El presunto éxito de ese empeño estimuló que se fueran alargando los muros.
Muros, alambradas o fortificaciones se extienden por casi la mitad de los 2.900 kilómetros de línea fronteriza, y la intención manifestada por Nueva Delhi es cubrirla prácticamente toda.
Un motivo frecuente de tensión es la valla de alambres, combinados con minas y alta tecnología, conocida como Línea de Control, erigida a casi todo lo largo de la frontera de facto en Cachemira, no reconocida por Pakistán.
Originalmente bautizada como Línea de Cese el Fuego, la barrera comenzó a levantarse en la década de los años ”90 por parte de India pese a las objeciones de Pakistán, cuyas autoridades alegan que se están violando acuerdos bilaterales e internacionales debido a que línea fronteriza en esa zona no está demarcada.
La valla, cerca de la cual también Pakistán ha erigido puestos militares, ha sido una constante fuente de fricción, que a veces se ha saldado con intercambio de fuego. En la actualidad, casi la mitad de la frontera ya está cubierta por muros, alambradas o fortificaciones.
India y Bangladesh están unidos por la historia y la geografía. Bangladesh, antiguamente Pakistán Oriental, obtuvo la independencia de Pakistán Occidental en 1971, en una sangrienta guerra civil en la que contó con el apoyo de Nueva Delhi, un conflicto que dejó más de un millón de muertos y destruyó la economía y las infraestructuras del país. La nueva nación intenta recuperarse desde entonces.
India y Bangladesh comparten la quinta frontera más larga del mundo, y se calcula que entre 10 millones y 20 millones de inmigrantes bangladeshíes viven de forma ilegal en India. Bangladesh, al ser un país de mayoría musulmana y el vecino pobre de un país en ascenso, está muchas veces a merced de la política nacionalista hindú en India. Hace 25 años, Nueva Delhi, con la explicación de que tenía que protegerse del terrorismo, los inmigrantes que quitaban puestos de trabajo y una posible crisis de refugiados, empezó a levantar una valla que está previsto que esté completada en 2012.
Aunque no suele ocupar los titulares, la frontera entre India y Bangladesh ha sido una de las más sangrientas del mundo en el último decenio. Según Human Rights Watch, desde 2000, las fuerzas de seguridad fronteriza de India han matado a disparos a casi 1.000 bangladeshíes que trataban de cruzar la frontera. En lo que va de 2011, el número de bangladeshíes muertos al mes está por debajo de la media histórica –India anunció en marzo que iba a enviar a los guardias fronterizos de las zonas más delicadas armas no letales, como experimento–, pero está por ver si, como en otras ocasiones, éste no es más que un cambio temporal de táctica.
Arriba, la frontera en la vía del tren (fuente). Las puertas se abren dos veces por semana, cuando pasa el Samjhauta Express. Samjhauta, en Hindi y Urdú, significa “compromiso” o “comprensión”. Es una de las dos únicas vías férreas que unen la India y Pakistán.
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