Muros
En esta sección se tratan las murallas, muros, líneas, vallas, etc., (defensivas, fronterizas, etc.) presentes o pasadas, y que por alguna causa son dignas de recordar, y que por su importancia son o han sido noticia. Según el censo realizado por el geógrafo Michel Foucher, publicado en La Presse de Montreal, en el mundo existen actualmente muros o barreras infranqueables entre países por un total de 7.500 kilómetros, aunque llegarán a alcanzar los 18.000 kilómetros cuando estén terminados.
Proporcionalmente, y por razones obvias, se incluyen un número mayor de estos elementos de España.
No se ha pretendido ser exhaustivo.
Todos los datos se han entresacado de la Red, y sobre todo de la Wikipedia.
Limes Africanus
LImes Africanus
Fronteras del sur
Limes Africano bajo Septimio Severo (La frontera del África romana (bronceado oscuro) en el siglo último 2do AD: Septimio Severo amplió el limes Tripolitanus drásticamente (medio de bronceado), sosteniendo aunque sea brevemente una presencia militar (color marrón claro) en el Garamantian de capital Garama en 203)
En la mayor extensión del Imperio Romano, la frontera sur se encontraba a lo largo de los desiertos de Arabia en el Medio Oriente (ver Romanos en Arabia) y el Sahara en el norte de África, lo que representaba una barrera natural contra la expansión. El Imperio controlaba las costas del Mediterráneo y las cadenas montañosas del interior. Los romanos intentaron dos veces ocupar el Oasis de Siwa y finalmente usaron Siwa como lugar de destierro. Sin embargo, los romanos controlaron el Nilo muchas millas en África hasta la frontera moderna entre Egipto y Sudán.[cita requerida]
En África, los romanos controlaban el área al norte del Sahara, desde el Océano Atlántico hasta Egipto, con muchas secciones de limas (Limes Tripolitanus, Limes Numidiae, etc.).[12]
El Fossatum Africae (“foso africano”) de al menos 750 km controlaba las fronteras del sur del Imperio y tenía muchas similitudes de construcción con el Muro de Adriano.
Hay fossatas similares, pero más cortas, en otras partes del norte de África. Entre los rangos de Matmata y Tabaga en el Túnez moderno hay un fossatum que se duplicó durante la Segunda Guerra Mundial.[13] También parece haber un recorrido de 20 km., de fossatum en Bou Regreg en Marruecos, aunque esto no habría estado dentro del alcance de la proclamación del Codex Theodosianus porque en ese momento la provincia no estaba en África, administrativamente hablando.[14]
En el sur de Mauritania Tingitana, la frontera en el siglo III se encontraba justo al norte de Casablanca, cerca de Sala, y se extendía hasta Volubilis.
Septimius Severus expandió el “Limes Tripolitanus” dramáticamente, incluso manteniendo brevemente una presencia militar en la capital de Garama, Garama, en 203 d. C. Gran parte del éxito de la campaña inicial lo logró Quintus Anicius Faustus, el legado de la Legio III Augusta.
El Limes Tripolitanus era una zona fronteriza de defensa del Imperio Romano, construido en el sur de lo que ahora es Túnez y el noroeste de Libia. Fue pensado principalmente como una protección para las ciudades tripolitanas de Leptis Magna, Sabratha y Oea en la Libia romana.
Después de sus conquistas africanas, el Imperio Romano pudo haber alcanzado su mayor extensión durante el reinado de Septimio Severo,[15] [16] bajo quien el imperio abarcaba un área de 2 millones de millas cuadradas[15] (5,18 millones de kilómetros cuadrados).
Limes Germánico inferior o Renano
Limes Germánico inferior o Renano
Las limas renales eran el sistema de fortificaciones a lo largo de un río (ripa) para defender los territorios de la Galia (frente a Magna Germania, poblada por las poblaciones germánicas), que podían dividirse en dos o tres tramos diferentes y conectar la desembocadura del río Rin con la del Danubio.
El limes germánico, se divide generalmente en tres, siendo el Renano, el más próximo al Mar del Norte.
El limes de Germania Inferior constituía la frontera nororiental del Imperio Romano. Se extendía a lo largo de 400 km. del río Rin desde las estribaciones del Macizo renano, al sur de Bonn, hasta la costa del Mar del Norte, en los Países Bajos. Esta estructura militar se estableció en las últimas décadas de la primera centuria antes de nuestra era. Estuvo en uso hasta la desintegración del Imperio Romano a principios del siglo V d.C. En sus inicios se utilizó como plataforma logística desde la cual los romanos lanzaron su estrategia de conquista de Germania, las tierras localizadas más allá del Rin. Tras el fracaso de esta invasión con la aniquilación de tres legiones en Teutoburgo, la margen izquierda del Rin se convirtió en la frontera del Imperio. Una línea fortificada marcada por el curso del Rin.
En 2018 se presentó una candidatura conjunta entre Alemania y los Países Bajos para que el Limes de Germania Inferior sea declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO, dentro de la categoría Fronteras del Imperio Romano. (Ver artículo del Limes en los Países Bajos). Este objetivo culminó en Julio de 2021 con la designación del Limes de Germania Inferior como Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El recorrido de el Limes, a lo largo del río Rín.
El limes de Germania Inferior en Alemania se extiende por los actuales estados de Renania-Palatinado y Renania del Norte-Wesfalia. Su punto de partida se hallaba en Kleve (Renania del Norte-Wesfalia), en la región de Düsseldorf, y finalizaba en Remagen (Renania Palatinado). Este lugar marcaba el inicio de la provincia de Germania Superior, punto en el que el Limes se desplazaba a la margen derecha del Rin.
Iba desde la desembocadura hasta las montañas Taunus (Rheinbrohl). En el siglo I tenía asentadas cuatro legiones (I Germanica en Bonna actual Bonn, la V Alaudae y la XV primigenia en Castra Vétera actual Xanten, y la XX Valeria Victrix, y XXI Rapax), en el siglo II se redujeron a tres (la IX hispana en Noviomagus, la XXX Ulpia Victrix en Vétera y la I Minervia en Bonna).
La estructura militar del Limes de Germania Inferior estaba formada por fortalezas legionarias, fuertes auxiliares, fortines, torres de observación, y campos temporales de marcha. En las fortalezas se encontraban acantonadas las unidades militares más potentes del ejército romano, las legiones. Los fuertes auxiliares estaban destinados a los cuerpos auxiliares de infantería y caballería.
Hacia el año 80 dC, el limes, una línea fortificada con murallas, fosos, terraplenes y empalizadas defendida por cuatro legiones protegía la frontera septentrional del imperio romano. Los campamentos de las legiones estaban ubicados en Bonn y Neuss y los de los cuerpos auxiliares en Xanten.
El limes y las legiones que la defendían se convirtieron en una barrera infranqueable para los pueblos germánicos que se trasladaban hacia las tierras más fértiles del sur.
El emperador Tito reformó el limes después de renunciar a la ocupación del territorio germánico hasta el río Elba. En el año 83 dC el emperador Domiciano inició una campaña entre los ríos Main y Lahn contra los catos para alejar a los germanos del Rin.
Tras la victoria de Domiciano la frontera avanzó hasta situarse en el curso del Rin, asentándose las bases del limes germánico, que quedará establecido a lo largo del Rin hasta la caída del imperio romano.
A partir de ese momento, el número de legiones romanas acantonadas en Germania Inferior iría disminuyendo. Con Domiciano se suprimió el campamento de Neuss, asentándose las legiones en Bonn, Xanten y Nimega. Posteriormente, en época de Trajano, ya únicamente quedarían los campamentos legionarios de Bonn y Xanten.
Fortalezas legionarias
En el Limes de Germania Inferior en Alemania se encontraban cuatro fortalezas legionarias: Xanten (Castra Vetera), Neuss (Novaesium), Colonia (Colonia Clauda Ara Agrippinensium) y Bonn (Castra Bonona). En Colonia además se hallaba la base naval de la Classis Germanica, la flota romana del Rin. Son destacables los vestigios de la primera integrados en el Parque Arqueológico de Xanten. Entre los interesantes monumentos romanos de Colonia merecen especial mención las ruinas del pretorio del gobernador, integrado en un museo subterráneo.
La parte histórica de la frontera de defensa romana en Germania inferior tenía una longitud de 385 kilómetros. Ese sector del Limes era también conocido como “Limes Húmedo”. Desde el 19 a.C. hasta el 430 d.C., empalizadas, trincheras, muros, torres de vigilancia y hasta 30.000 legionarios aseguraron el movimiento de mercancías y personas a lo largo de la orilla izquierda del río Rin, y aún más allá de las fronteras del Imperio. La parte germánica inferior del Limes se extendía desde la actual ciudad de Bad Breisig, en Renania-Palatinado, pasando por Neuss, en Renania del Norte-Westfalia, hasta Katwijk, en los Países Bajos, cerca de la desembocadura del Rin.
Fuertes auxiliares
Entre los fuertes auxiliares, siete están catalogados para formar parte del Patrimonio de la Humanidad: Kalkar (Burginatium, fuerte de caballería que se encuentra entre los mejor preservados), Alpen, Moers (Asciburgium), Krefeld (Gelduba), Monheim, Dormagen (Durnomagus) y Remagen (Rigomagus). Salvo los fuertes de Gelduba y Rigomagus, la mayor parte de los fuertes conservan sus estructuras bajo tierra, en buen estado, según las prospecciones arqueológicas.
Campamentos temporales
Se han descubierto, en un buen estado de conservación, numerosos campamentos temporales. Dieciséis en Ueden, cuatro en Wesel, Alpen, doce en Alfter/Bornheim y diez en Bonn.
Otras construcciones
La construcción de esta vasta red de construcciones militares necesitaba de fábricas, canteras donde producir/obtener los materiales necesarios para levantar las edificaciones. Así, en Bad Münstereifel se han hallado seis hornos de cal integrados en un edificio de trabajo. En Königswinter se descubrieron las canteras de Drachenfels, cuya piedra fue utilizada para construcciones e inscripciones a lo largo del Limes germano.
Remagen. Vestigios del fuerte de Rigomagus (foto: Marcin-Janek)
Canteras romanas de Drachenfels (foto: Klaus Venus)
Colonia Claudia Ara Agrippinensium se llamaba la sede del gobernador de la región de Germania inferior. El pretorio (en la foto) era su residencia.
Muro campo de refugiados Ain al-Hilweh
Muro campo de refugiados Ain al-Hilweh, en el Líbano
Líbano empieza la construcción de un muro en torno al mayor campo de refugiados palestinos del país.
Se trata del campo de Ain al-Hilweh, en el que viven unos 70.000 palestinos, y del que se cree que es un escondite para terroristas.
Ain al-Hilweh
Ein el-Jilue (en árabe عين الحلوة; “Pozo de agua dulce”) es el nombre del mayor campo de refugiados palestinos en Líbano.
En el local que se encuentra en las afueras de Sidón, viven 70 mil personas.1 Debido a que las fuerzas militares y la policía libanesa no pueden entrar al campo, Ein el-Jilue es conocido como una “zona sin leyes”1 y las cuadrillas criminales o de militantes controlan el campo.2
Creado en 1948 Población 47.614
Ein el-Hilweh fue establecido cerca de la ciudad de Sidón, entre 1948/1949 por el Comité Internacional de la Cruz Roja para dar cabida a los refugiados de Amqa, Saffourieh, Shaab, Taitaba, Manshieh, al-Simireh, Al-Nahr al-Sofsaf, Hitten, Ras al-Ahmar, y Al-Tarshiha Tiereh en el norte de Palestina. UNRWA inició sus operaciones en el campo en 1952, sustituyendo gradualmente las tiendas por los refugios de hormigón.
Muchos de los refugiados de otros campamentos en Líbano, en particular los campamentos cercanos a Trípoli, tuvieron que desplazarse a Ein el-Hilweh durante la Guerra Civil. Entonces, se convirtió en el mayor campamento de Líbano, tanto en términos de población como de tamaño. Entre 1982 y 1991, el campamento fue duramente golpeado por la violencia.
Los habitantes de Ein el-Hilweh trabajan principalmente como empleados temporales en construcción y talleres de bordado o en la limpieza. Existe una gran abandono escolar entre los jóvenes, ya que un número elevado de estudiantes se ven obligados a abandonar la escuela para apoyar a sus familias.
Las viviendas en el campamento son pequeñas y se encuentran muy cerca unas de otras. Algunas todavía tienen techos de chapa. UNRWA construyó un complejo de viviendas de varios pisos en el período 1993-1994 para dar cabida a 118 familias desplazadas, principalmente del campo de Nabatieh destruido por Israel en 1973. Un número de refugiados desplazados siguen viviendo en el borde del campo en condiciones de extrema pobreza.
23/11/2016
De forma silenciosa, Líbano ha comenzado a construir en los últimos días un muro de cemento en torno al campo de refugiados palestinos de Ain al Hilweh, el más grande el país, con el propósito de evitar los enfrentamientos entre las distintas facciones palestinas del campo y el ejército libanés, así como impedir la infiltración de extremistas en el interior del campo. De acuerdo con las primeras informaciones se estima que el muro tardará en completarse unos 15 meses y contará también con varias torres de vigilancia.
El empobrecido y abarrotado campo de Ain al-Hilweh, situado al lado de la ciudad de Sidón, en el sur del Líbano, es unos de los símbolos más descarnados de la impotencia palestina. Tras su fundación en 1948 después de la derrota de los árabes en la guerra árabe-israelí de ese mismo año, pronto se evidenció que no había una solución política para la crisis de refugiados. La ONU comenzó a operar en el campo en 1952, las tiendas de lona se sustituyeron por insalubres casas de cemento. En los últimos años Ain al-Hilweh ha sido noticia por esconder a yihadistas vinculados al Estado Islámico y a fugitivos de la justicia. Las autoridades libanesas han señalado en no pocas ocasiones al campo como un refugio para terroristas que planeaban atentados contra objetivos libaneses. Los palestinos del campo, unos 70.000, son igualmente testigos habituales de violentos enfrentamientos entre los diversos grupos palestinos rivales que intentan hacerse con el control del lugar.
Pese a que el levantamiento del muro forma parte de un acuerdo negociado con las facciones palestinas, lo cierto que es muchos habitantes del campo al igual que numerosos activistas han mostrado su desacuerdo y frustración con un muro que ha sido calificado ya como «muro de la vergüenza» y al que se equipara con el muro israelí en Cisjordania. El movimiento palestino Hamás ha criticado este martes en un comunicado la iniciativa por considerarla una «política de aislamiento colectivo» que hará empeorar la vida de los refugiados.
Los campamentos de refugiados palestinos del Líbano siempre han sido vistos como una especie de zona extraterritorial gestionada exclusivamente por diferentes clanes palestinos armados. En virtud de un acuerdo con el gobierno libanés, el ejército no entra a ninguno de los 12 campamentos que existen en el país y se limita a proteger los accesos. En la mayoría de los casos en los que se han producido disturbios lo único que pueden hacer las fuerzas de seguridad es vigilar la situación desde lejos. Esta decisión de no inmiscuirse en los asuntos palestinos tuvo su excepción en 2007 cuando el ejército sí se vio obligado a intervenir en el campo de Nahr al-Bared, cerca de la norteña ciudad de Trípoli, para detener unos violentos choques que causaron la muerte de más de 150 soldados libaneses, 20 civiles y 60 miembros de la organización palestina Fatah al-islam. Nueve años más tarde, Nahr al-Bared permanece destruido y es zona militar vedada.
Líbano levanta un muro en el mayor campo de refugiados del país con el permiso de los palestinos.
Con el muro, las autoridades pretenden contener los recientes enfrentamientos entre palestinos del campo y el Ejército libanés, según afirmaron representantes oficiales palestinos y libaneses. El muro se completará en los próximos 15 meses, según una información publicada por la web de noticias libanesa Al Modon.
Un responsable del movimiento islámico palestino Hamás en Ain al Hilweh, Abu Ahmad Faisal, señaló al diario libanés ‘Daily Star’ que se levantarán cuatro torres. “La construcción del muro pretende que disminuya la confrontación entre los habitantes (del campo) y el Ejército (libanés)”, señaló Faisal.
Sin embargo, muchos palestinos del campo expresaron su frustración y disgusto por la construcción de la enorme pared, a la que calificaron de “muro de la vergüenza” y compararon con el muro que Israel levantó en Cisjordania. En algunos tramos, el muro de Ain al Hilweh se situará solo a tres metros de algunas casas, según informaciones aparecidas en medios libaneses.
En el campo de refugiados de Ein el Helwe, de 1,5 kilómetros cuadrados, se hacinan 75.000 personas
Desperdigados entre los 11 campos de refugiados palestinos que alberga Líbano, el de Ein el Helwe, cercano a la sureña ciudad de Sidón, parece a primera vista un centro penitenciario. En esta microciudad de kilómetro y medio cuadrado se hacinan 75.000 personas en uno de los pedazos del mundo más densamente poblados.
Construido en 1948 tras la creación unilateral del Estado de Israel, lo que en este lado de la frontera se conoce como la Naqba (catástrofe), los refugiados y sus descendientes viven cercados por muros y vallas. Las cuatro únicas entradas y salidas del campo son custodiadas por soldados libaneses. En este agujero y dependientes de las ayudas de la ONU, conviven hasta cuatro generaciones fruto del éxodo forzado.
Hay ancianos que han nacido, vivido y muerto entre sus muros. Los barrios han sido bautizados mimetizando las regiones de origen de los refugiados. Las dos únicas calles transitables por vehículos parten el campo en dos y reflejan la misma división política que separa Gaza de Cisjordania. En la calle de arriba gobiernan Fatah y sus aliados. En la de abajo lo hacen Hamás y los grupos islamistas.
Los muros, legales, sociales y físicos, torpedean la vida de los 400.000 refugiados palestinos que habitan en el diminuto país (representado un 10% de la población total). Conscientes de que nunca podrán franquear los 62 kilómetros que separan Ein el Helwe de Palestina, las nuevas generaciones truecan el sempiterno discurso del derecho al retorno por la más factible héjira.
Saben que su única oportunidad para pisar la tierra que solo conocen por boca de sus abuelos, es cruzar ilegalmente los 1.600 kilómetros de fronteras que les separan de las costas europeas, y una vez allí, soñar con un pasaporte que les permita viajar como turistas a la tierra de sus ancestros.
Saber más en: https://federicogaon.com/ain-al-hilweh-muro-del-hablan/
Valla entre Letonia y Rusia
Valla entre Letonia y Rusia
Frontera entre Letonia y Rusia
Cambios territoriales de Estonia y Letonia de 1945 al presente.
Longitud total: 217 km
Historia
Creación: 1945
Trazado actual: 2007
La frontera entre Letonia y Rusia es el lindero internacional de 217 kilómetros de longitud que separa los territorios de Letonia (miembro de la Unión Europea) y Rusia (miembro de la Comunidad de Estados Independientes). En su forma actual, no ha cambiado desde 1945 hasta el presente, cuando Estonia era parte de la Unión Soviética. El acceso a la zona fronteriza está restringido por el lado ruso. Para visitarla, se requiere un permiso emitido por el departamento local del FSB (las únicas excepciones son puntos de tránsito de fronteras internacionales).1
Historia
La región de [Baruk]] y Letonia han tenido lazos históricos desde la fundación de la República de Baruk en el siglo XIII.2 De 1925 a 1945, el condado de Abrene era parte de la República de Letonia. El 16 de enero de 1945, la zona fue transferida de la RSS de Letonia al óblast de Baruk y se cambió el nombre por el de distrito de Pytalovski. Desde que Letonia recuperó su independencia ha reclamado el territorio letón anterior, sobre la base del tratado de Riga de 1920. En 2007 se firmó un tratado respecto a la frontera estatal de Rusia y Letonia y el distrito de Pytalovski permaneció como parte de Rusia. La ratificación del tratado tuvo lugar el 18 de diciembre de 2007.3
28.03.2016
Letonia construye los primeros kilómetros de la valla en la frontera con Rusia
Los primeros tres kilómetros de valla fueron construidos en la frontera ruso-letona, declaró el lunes a los periodistas la representante de la guardia fronteriza nacional, Eugenia Pozniak.
“El primer tramo de la valla en la frontera fue construido en el territorio del municipio de Ludza”, dijo.
Letonia necesita €80 millones para blindar su frontera con Rusia
Por el momento “fueron construidos tres kilómetros de la valla”, reiteró la portavoz desmintiendo de esta manera las informaciones anteriores de los medios de que ya fueron construidos 10 kilómetros.
La frontera entre Letonia y Rusia se extiende por 296 kilómetros. El país báltico tiene previsto instalar una valla de casi tres metros de altura con alambre de púas en un tramo de más de 90 kilómetros que carece de barreras naturales como pantanos.
Este año se planea construir 24 kilómetros del cerco, con un costo de 1,8 millones de euros.
Antes el ministro del Interior del país declaró que la valla es necesaria para reducir la cantidad de migrantes ilegales que pretenden entrar en Letonia desde el territorio ruso.
Muro levantado por Letonia en la frontera con Rusia
05/11/2017
La amenaza militar de Rusia y su aliada Bielorrusia no es la única causa de que Estonia, Letonia y Lituania, miembros de la Unión Europea y la OTAN, estén construyendo modernas vallas con el último grito en sistemas de seguridad en sus fronteras, que son a su vez el límite exterior de la UE. De hecho, por muchas cámaras y alambre de espino que tengan, no lograrían detener a los tanques rusos. Lo que las tres repúblicas exsoviéticas pretenden conseguir es poner freno al contrabando y evitar que desde los dos vecinos eslavos se les sigan colando inmigrantes clandestinos procedentes de Afganistán, Pakistán, Irak, Siria o Vietnam.
Tras haber casi terminado de instalar una empalizada de más de dos metros de alto a través de los 137 kilómetros de la línea de demarcación terrestre que separa Letonia de Rusia, ya que los 133 kilómetros restantes de frontera son acuáticos, las autoridades de Riga se disponen ahora a hacer lo mismo con Bielorrusia.
Así lo anunció el pasado miércoles Oleg Yemáshov, un responsable de la guardia fronteriza letona en el puesto de Daugavpils. Según sus palabras, «la valla con Bielorrusia se extenderá a través de 120 kilómetros, evitando fronteras naturales como ríos y lagos», cuya longitud suma 53 kilómetros más. Yemáshov dijo a medios de comunicación de su país que el costo previsto de la infraestructura será de 10,5 millones de euros y deberá estar terminada para 2020. Sostiene además que «la valla no tiene una finalidad defensiva ante una agresión militar, pero sí en la lucha contra la inmigración ilegal y el contrabando».
El mayor flujo detectado en el momento actual de inmigrantes clandestinos que tratan de penetrar en la Unión Europea desde Bielorrusia son vietnamitas. De las 175 personas que intentaron entrar en Letonia desde Bielorrusia durante 2016, 83 eran vietnamitas, 59 iraquíes y el resto de otras nacionalidades. Desde Rusia, fueron interceptados 301 ilegales, 226 vietnamitas entre ellos. En cuanto al contrabando, subraya Yemáshov, «está aumentando. Si en 2016 pudimos decomisar 11 millones de cigarrillos, en lo que va de 2017 hemos incautado 25 millones».
Lituania también comparte frontera con Bielorrusia y Rusia (en el enclave de Kaliningrado) y su Gobierno también ha dispuesto la construcción de un muro por las mismas razones expuestas por Letonia. Lituania tiene un frontera de 266 kilómetros con la región rusa de Kaliningrado, aunque la cerca en el tramo puramente terrestre no llegará a los 30 kilómetros. Con Bielorrusia la frontera es de 678 kilómetros.
En cuanto a Estonia, es el país báltico que lleva un mayor retraso en la construcción del vallado. La mayor parte de su frontera con Rusia son ríos y lagos. La parte terrestre abarca solamente 90 kilómetros, y el muro debería haberse terminado este año, pero no estará listo hasta 2010.
El flujo de inmigrantes ha obligado también a Noruega a reforzar su frontera con Rusia y a levantar un muro. El año pasado, Noruega y Finlandia se vieron desbordadas por la avalancha de personas procedentes de Afganistán y Siria que trataban de alcanzar la UE desde Rusia. El cerrojazo que dieron finalmente los dos países escandinavos dejaron a miles de ellos atrapados en territorio ruso, llegando a provocar conflictos con la población local.
“El presupuesto para el próximo año prevé gastos para el desarrollo del proyecto de una franja fronteriza con Bielorrusia”, ha anunciado Garbars, en una información que recoge la agencia rusa RIA Novosti.
Si bien Garbars no ha revelado el gasto que supondrá la construcción de la valla fronteriza, ha confirmado que las obras comenzarían en el plazo de un año.
La primavera pasada, Letonia construyó en la frontera con Rusia los primeros tres kilómetros de una valla de 2,7 metros de altura, en total Riga tiene previsto construir 92 kilómetros de vallas en distintos tramos de la frontera.
Las autoridades letonas justificaron la valla entonces como medida para cerrar el paso a los inmigrantes que entran en Letonia desde Rusia.
En Letonia los guardias de fronteras terminado la construcción de 93 km del auge en la frontera con Rusia, informa RIA Novosti con referencia al mensaje de la estatal de servicios de fronteras de Letonia.
Trabajos de construcción de la valla con alambre de púas en la frontera con rusia completado, se dice en el mensaje de Letonia госпогранслужбы. En algunas zonas de la frontera de la altura de la barrera es de 2,7 metros. Todo el proyecto de ordenación del латвийско-la frontera con rusia, se prevé la construcción de la valla con alambre de púas, de madera, construcción de senderos, una patrulla de cabinas, водопропускных tubos de peatones.
Por lo tanto, se planea organizar todos los 283,6 kilómetros de la frontera de Letonia con Rusia. El proyecto de construcción de la valla se aprobó en el verano de 2015. A finales de 2018, se informó sobre la finalización de la construcción de la valla en el lugar 93 kilómetros. La terminación de la construcción está prevista para el año 2020.
El costo total del proyecto fue de 21,168 millones de euros. De igual valla de Letonia se aísla y de Bielorrusia. En латвийско-ruso de la frontera se encuentra a diez oficinas de la frontera del estado de la protección, que atienden las áreas de 22 a 40 kilómetros de distancia. De dotación de personal en cada departamento dentro de 27 a 53 empleados, dependiendo de la complejidad aceptado, el segmento de la frontera.
Valla Hungría-Croacia
Valla Hungría-Croacia
Hungría empezó a construir valla en la frontera con Croacia
18/09/2015
Hungría comenzó a levantar una valla de alambrada en su frontera con Croacia, después de haber terminado otra similar a lo largo de los 175 kilómetros de su límite con Serbia informó hoy el primer ministro Viktor Orban.
“Anoche se empezó la construcción de la valla en la frontera croata”, dijo el jefe del gobierno húngaro. “Han sido enviados a una zona limítrofe de 41 kilómetros 600 soldados y el fin de semana llegarán otros 1.000”. En total ambos países comparten 355 kilómetros de frontera.
“Tendremos que hacer lo mismo que hemos hecho en la frontera serbio-húngara”, explicó Orbán, aludiendo a la valla de unos 175 kilómetros construida en ese lugar.
El primer ministro argumentó que son las mafias quienes deciden las rutas, no los refugiados, por lo que frente a los controles instaurados en el centro de Europa es previsible que los inmigrantes busquen nuevos caminos (por ejemplo, a través de Croacia) para llegar a su destino: Alemania y Escandinavia, donde les ofrecen mejores condiciones de asilo.
Además, aclaró que no está ‘satisfecho’ con la construcción de vallas fronterizas porque no han logrado el objetivo, que es frenar la llegada masiva de personas procedentes de los conflictos en Oriente Próximo y el Norte de África.
También confió en que la nueva legislación húngara, que ha entrado en vigor esta semana y que impone penas de hasta cinco años de cárcel para quienes entren ilegalmente en el país, sirva a este fin. “Con esto debería quedar claro que los migrantes pueden pedir asilo pero tienen que cumplir las normas”, afirmó.
Orban, sin embargo, dijo ser consciente de que la crisis migratoria debe solucionarse en su origen: la guerra civil en Siria, que ha desbordado a los países vecinos con más de cuatro millones de refugiados que ahora buscan alternativas en Europa.
“Pero Occidente ha apoyado a una oposición que no parece existir y ha demonizado a (Bashar al) Assad”, lamentó en una entrevista con un diario austriaco, recordando las consecuencias de la “destrucción” de Irak y pidiendo que no ocurra lo mismo con Siria.
Expulsiones en lugar de cárcel
Anoche, 453 refugiados entraron en Hungría desde Croacia de forma ilegal, informó la policía, en las cercanías del punto de encuentro de las fronteras húngaro-croata-serbia. Según la reciente ley de inmigración, el cruce ilegal de la frontera es un delito en Hungría, con penas de hasta tres años de cárcel, aunque hasta el momento los tribunales han optado por dictar expulsiones de los inmigrantes interceptados.
Respecto a la violenta intervención policial contra un grupo de refugiados en el cruce fronterizo de Horgos, Orbán repitió que inmigrantes “armados” atacaron el país. “Sabemos quienes han organizado el ataque contra el Estado húngaro desde territorio serbio”, aseguró el primer ministro, agregando que las autoridades magiares han interceptado un supuesto terrorista, aunque no dio más detalles.
Hungría selló el pasado 15 de septiembre su frontera con Serbia, por lo que miles de refugiados han decidido modificar su ruta vía Europa Occidental, para pasar por Croacia y Eslovenia.
Cientos de refugiados esperan poder cruzar la frontera de Serbia hacia Croacia.
Cierre de pasos fronterizos croatas
Ante la llegada de más de 11.000 refugiados en menos de 48 horas, Croacia cerró esta madrugada siete de sus ocho pasos fronterizos con la vecina Serbia, confirmó el Ministerio del Interior croata. La medida, sin embargo, no ha detenido del hoy la llegada de los refugiados que siguen entrando en territorio croata por campos y caminos al margen de los puestos oficiales.
Por su parte, el ministro serbio de Trabajo, Aleksandar Vulin, advirtió anoche que su país podría pedir protección ante tribunales internacionales por un cierre de la frontera.
Vulin recordó que por Serbia han pasado 140.000 refugiados en los meses pasados, y aseguró que su país estaría dispuesto a ayudar a Croacia a afrontar la crisis. “Lamento que el humanismo y la solidaridad croatas hayan durado sólo dos días”, concluyó Vulin.
Soldados checos ayudan a levantar en Hungría barrera fronteriza con Croacia
15/10/2015
Praga, 15 oct (EFE).- Un contingente de 25 soldados checos opera desde hoy en la frontera de Hungría con Croacia para ayudar a levantar la barrera que impida la entrada de refugiados a través de esta frontera exterior de la zona Schengen.
Esta operación, que se realiza cerca de la ciudad de Kaposvár, al suroeste de Hungría, está enmarcada en unos ejercicios conjuntos y tendrán una duración de dos meses, informa hoy la prensa local.
Además de los soldados, la República Checa ha puesto a disposición diez cocinas de campaña, cinco camiones para transporte y una máquina perforadora para la construcción de la barrera.
Praga ha ofrecido a Budapest otros 50 efectivos policiales y 100 soldados para asegurar la frontera exterior de Schengen.
Por su parte, Eslovaquia aprobó ayer el envío de 50 policías para vigilar la frontera entre Hungría y Serbia.
Hungría, la República Checa y Eslovaquia se oponen con vehemencia a un sistema de cuotas obligatorias para el reparto de refugiados a través de los países miembros de la Unión Europea (UE).
Más de 350.000 refugiados de Oriente Medio han pasado por territorio húngaro en lo que va de año en su camino a Europa occidental, sobre todo Alemania, Suecia y Austria.
En la República Checa y Eslovaquia apenas hay unos pocos cientos de refugiados, igual que en Hungría, donde las autoridades han aceptado este año solo decenas de solicitudes de asilo.
Solo en las últimas 36 horas han entrado a Austria unos 9.000 refugiados de Oriente Medio, según informó hoy la policía del estado federado de Burgenland, fronterizo con Hungría.
CROACIA CIERRA SU FRONTERA
El primer ministro croata, Zoran Milutinovic, ha advertido este viernes de que su país no puede controlar el flujo de inmigrantes y refugiados que están llegando desde Serbia y que no seguirá aceptando esta carga. En este sentido, ha señalado que ha llegado el momento de que el país balcánico afronte de otra manera el problema y ha indicado que el plan B es no seguir registrando a todos aquellos que llegan y dándoles alojamiento.
Por su parte, el ministro del Interior, Ranko Ostojic, ha indicado a la cadena N1 Televisión que es “cuestión de tiempo” que el país se vea obligado a interrumpir todo el tráfico fronterizo.
La Policía de Croacia anunció a última hora del jueves el cierre de siete pasos fronterizos con Serbia, incluido el de Tovarnik, por donde más de 11.000 refugiados han entrado al país en apenas dos días como parte de su intento desesperado por alcanzar el centro de Europa.
Croacia ha cumplido parcialmente la amenaza formulada por su ministro de Interior, Ranko Ostojic, que había adelantado que cerrarían las fronteras si el flujo migratorio seguía aumentando, esgrimiendo que la capacidad de recepción del país está desbordada.
La masiva llegada de refugiados a Croacia se debe a la construcción de una valla en la frontera de Hungría con Serbia, lo que ha desviado a los inmigrantes a territorio croata, desde donde esperan dar el salto a Eslovenia para alcanzar Austria y Alemania.
Pero a pesar de las restricciones fronterizas, los refugiados han seguido su camino por el viejo continente. A lo largo de la noche han atravesado a pie los campos que separan Hungría de Croacia, sin apenas controles.
Según la viceprimera ministra, Vesna Pusic, hasta este viernes han cruzado la frontera desde Serbia 13.500 inmigrantes y refugiados, de los que solo una mujer y sus hijos han pedido asilo e Croacia, según informa la agencia estatal Hina.
Hungría cierra paso de migrantes por la frontera con Croacia
Slovenia suspendió este viernes el tráfico ferroviario con Croacia, anticipando la llegada masiva de migrantes en los trenes provenientes de ese país, después de que Hungría anunciara el cierre de la frontera con Zagreb.
Zákány, Hungría.- Hungría cerró poco antes de la 1:00 am del sábado, tal como anunció, un importante punto de paso de migrantes en su frontera con Croacia, cerca de Zákány, bloqueado ahora por una imponente valla de alambre de púas, constataron periodistas.
Después del paso de un último grupo de cientos de migrantes, las últimas aperturas de esta cerca levantada en pleno campo, al sur de Hungría, fueron obstruidas herméticamente por los policías húngaros en aplicación de la decisión anunciada el viernes por el Gobierno de Viktor Orban.
A su vez, Eslovenia suspendió este viernes el tráfico ferroviario con Croacia, anticipando la llegada masiva de migrantes en los trenes provenientes de ese país, después de que Hungría anunciara el cierre de la frontera con Zagreb.
“Debido a las circunstancias excepcionales, el tráfico de pasajeros entre Croacia y Eslovenia fue suspendido”, indicó la empresa nacional de transportes en su página web, en un comunicado en el que señaló que esta decisión fue tomada “coordinadamente” con los poderes públicos.
La frontera entre Hungría y Croacia se ha convertido en un punto de tránsito para decenas de miles de inmigrantes rumbo a Europa occidental.
“Croacia transportará a los inmigrantes a Cakovec, en el norte, y de ahí cruzarán hacia Eslovenia a través de tres puntos fronterizos”, indicó Ostojic.
El ministro de Interior esloveno, Vesna Gyorkos Znidar explicó por su parte que estaba en conversaciones con Croacia para crear “uno o dos” puntos de cruce para esos inmigrantes.
“En base a ese (número de puntos de cruce) planearemos las capacidades de acogida” añadió.
El gobierno esloveno ha mandado refuerzos policiales a la frontera.
A mediados de septiembre, Hungría cerró su frontera con Serbia, hasta ese momento el principal punto de cruce de los inmigrantes que quieren llegar a Europa del norte para escapar de los conflictos y la pobreza en sus países.
Desde entonces unas 185.000 personas han cruzado Croacia, en su mayoría rumbo a Hungría a bordo de autobuses y trenes.
Hungría se parapeta ante el flujo humano desde Croacia
El Gobierno ha levantado vallas en el sureste del país desde 2015 para evitar el paso de los refugiados
A finales del verano de 2015, cuando la crisis migratoria estaba en su apogeo, los países balcánicos por los que refugiados e inmigrantes transitaban en su camino hacia el norte de Europa o Alemania, empezaron, como cuando cae una ficha de dominó, a cerrar sus fronteras. Fue entonces cuando Hungría, gobernada por el nacionalista, xenófobo y eurófobo Víktor Orbán, tomó la decisión de construir una valla para blindarse de los que llegaban.
Primero con Serbia, después con Croacia y, en previsión, también con Rumanía. Desde entonces, este país del Este de Europa, miembro de la UE desde 2004 y acérrimo opositor a la política migratoria común, no ha dejado de alzar barreras. Hace unas semanas comenzó a construir una segunda alambrada, para tapar los resquicios por los que todavía pasan algunos migrantes —Orbán nunca usa la palabra refugiados, aunque quienes arriben lo hagan huyendo de la guerra o la persecución—.
A los muros y las vallas, las autoridades han sumado equipos especiales de la policía para vigilar la zona (como los de la imagen, en Illocska, en la frontera con Croacia). También han creado un cuerpo especial de patrulleros que, uniformados con colores militares, capturan a todo aquel que encuentran.
Vallas y pasos fronterizos cerrados
Ruta de los Balcanes
(2017) Ya sin eufemismos, el ministro de Defensa de Austria, Hans Peter Doskozil, dejó claro que se trata del embrión de una nueva alianza militar para el blindaje de todas las fronteras a lo largo de las diversas variaciones de la Ruta de los Balcanes entre Turquía y el Mediterráneo y el corazón de Europa, la meta apetecida de los inmigrantes ilegales que es la oferta estrella de los traficantes: Alemania y Suecia. Esta alianza militar que se fragua entre miembros de la UE y de la OTAN pero al margen de ellas y con países que no son miembros ni de una ni de la otra como Serbia, busca «cerrar definitivamente la ruta de los Balcanes a la inmigración ilegal y las actividades criminales de los traficantes». Austria ya ha anunciado que cambiará sus leyes para permitir a sus soldados intervenir en otros países, no solo en acciones humanitarias sino también en la protección de fronteras.
El Gobierno de Berlín no participó en la reunión de Viena. Y pudiera ser que le haya gustado esta iniciativa balcánico-mitteleuropea tan poco como a Bruselas. Desde la Comisión, el vicepresidente Frans Timmermans criticó que «ciertos países» consideren que el problema se puede resolver exclusivamente con medidas de control fronterizo. Y lamentó la escasa disposición de general a recibir refugiados. Participaron en el encuentro de Viena ministros de Defensa e Interior de Bulgaria, Croacia, Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, República Checa, Hungría, Grecia, Austria, Albania, Bosnia- Herzegovina, Macedonia y Montenegro y Serbia. El objetivo declarado de esta alianza militar y policial es la defensa de los países del sudeste europeo ante la amenaza de la inmigración masiva desde Oriente Medio y el Mediterráneo. Antes de abril habrá sido establecido el mecanismo de coordinación entre los estados mayores de los ejércitos de los países implicados. En los próximos meses se hará una evaluación urgente de las necesidades en las diversas fronteras susceptibles de ser utilizadas por los traficantes o los movimientos incontrolados de posibles flujos futuros.
Se incluye la ampliación de construcción de vallados allá donde sean necesarios y aún no hayan sido construidos. En el verano de 2015, en plena crisis de refugiados, el Gobierno húngaro de Viktor Orban comenzó con la construcción de las vallas en sus fronteras meridionales, medida unánimemente atacada por otros gobiernos europeos y los medios de comunicación. Llegaron a a tachar de «fascista» y violador masivo de los derechos humanos al Gobierno de Budapest. Lo cierto es que hoy tanto Croacia, Bulgaria, Eslovenia, Macedonia y Austria cuentan ya con vallas similares. Y se prepara la construcción de tramos, también en la frontera de Austria con Italia.
Preocupación por Italia
Los países participantes en la cumbre de Viena se felicitaron de que, tras el caos de 2015, se lograra finalmente «restablecer la ley» y «la vigencia del Estado de Derecho» en los países afectados por aquella masiva e incontrolada violación de su soberanía y control de su territorio. Pero quedó en evidencia que todos cuentan con un nuevo empeoramiento de la situación y quieren tener las fronteras preparadas para cualquier eventualidad. En Austria alarma también la evolución de la situación en Italia. La práctica ahora habitual de los barcos de salvamento de países europeos de llevar a los rescatados a territorio italiano se ha convertido en la mejor publicidad para los traficantes. Estos han logrado que los barcos de las marinas europeas y las ONG hagan su trabajo. Por eso en Viena también se demandó una cumbre sobre la repatriación que encuentra inmensas dificultades tanto por la falta de documentación de muchos como por la negativa de muchos países de origen a recibir a los deportados.
Limes Oriental ó Strata Diocletiana
Limes Oriental ó Strata Diocletiana
Es frecuente confundirla con los limes Arabicus, aunque en realidad fue una parte de estos. Y por su importancia merece un tratamiento propio.
La Strata Diocletiana (en latín, “carretera de Diocleciano“) fue una calzada romana foritificada que corría a lo largo del borde del desierto oriental, el limes Arabicus, del Imperio romano. Tal y como sugiere su nombre, fue construido bajo el gobierno del emperador Diocleciano (r. 284-305) como parte de una campaña de construcción de fortificaciones, y estuvo en uso hasta finales del siglo VI. La guarnecían en el siglo II tres legiones (la IV Escítica en Zeugma, la XVI Flavia Firma en Samosata y la XII Fulminata en Melitene).
La carretera estaba provista de una serie de fortificaciones, los estratos, estaban alineados con una serie de fuertes rectangulares de construcción similar (quadriburgia) situados a un día de marcha (ca. 20 millas romanas) de cada uno, construidas todas del mismo modo: castra rectangulares de muros muy espesos, con torres que sobresalían al exterior. Comenzaba en la ribera sur del río Éufrates, cerca de Sura, seguía a lo largo del limes frente al enemigo sasánida y continuaba hacia el sudoeste, pasando al este de Palmira1 y Damasco, hasta coincidir con la Vía Trajana Nova y bajar por el noreste de Arabia.
Acceso a los Principia en la fortaleza de Palmyra, la ciudad de Diocleciano.
A lo largo del camino, se construyeron fuertes a intervalos regulares (ca. 20 millas romanas) con estaciones de señalización y torres de vigilancia intermedias. En cruces clave a lo largo de la carretera, se estacionaron unidades pesadas. Posiblemente se utilizaron colinas bajas para permitir a los defensores ver mejor y porque los terrenos más altos ayudaban a atraer la precipitación.[ 1 ]
Consultar: http://www.hist.uib.no/antikk/dias/stratadiocletiana.htm
La ruta comenzó en el río Éufrates en Sura, una ciudad ubicada en la parte sur de la antigua Babylon, así como una ciudad de la antigua Mesopotamia, ubicada en el Éufrates, lo largo de la frontera frente al enemigo sasánida.
El camino continuó luego hacia el suroeste, pasando primero por Palmira y luego por Damasco, que fue parte del Imperio Romano durante un período de 700 años, incluso en el territorio de la provincia siríaca que tenía Antioquia como capital, la tercera ciudad del imperio. Finalmente, la Strata Docleziana se incorporó a la Via Traiana Nova.
Esta última, antes conocida como Via Regia, había sido reconstruida por el emperador Trajano entre el 111 y el 114 y se llamó Via Traiana Nova para distinguirla de la Via Traiana en Italia. Conectó Aelana, una ciudad ubicada en orillas del Mar Rojo, con una fortaleza legionaria de Bostra, en una antigua ciudad el sur de Siria, durante un cierto período la capital del reino nabatao y capital de la provincia árabe bajo los romanos, la llamada Arabia Petraea.
Su continuación natural fue precisamente el Estrato de Diocleciano, durante casi doscientos años después por Diocleciano y que conectaba Bostra con el río Éufrates. El emperador romano fue el creador de la “tetrarquía”, o el “gobierno de los cuatro”, del cual Augusto cae habría gobernado más de la mitad del imperio asistido por su propio César, en quien habría delegado el gobierno de la mitad de su territorio y que habría sido sucedido (por Augustus) después de veinte años de gobierno, nombra a su vez un nuevo César.
Luego había una rama que iba al este de Hauran, en la región del sur de Siria, en Imtan (ver sus ruinas de baños públicos romanos), hasta el oasis de Qasr Azraq, cerca de la fortaleza ubicada hoy en el este de Jordania. Se trataba esencialmente de un sistema continuo de fortificaciones que conectaba el Mar Rojo con el Éufrates cerca de Aila.
Valla entre Estonia y Rusia
Frontera entre Estonia y Rusia
Localización de Rusia (naranja) y Estonia (verde).
Cambios territoriales de Estonia de 1945 al presente.
Historia
Creación: 1945
Trazado actual: 2014
La frontera entre Estonia y Rusia es el lindero internacional de 294 kilómetros de longitud que separa los territorios de Estonia (miembro de la Unión Europea) y Rusia (miembro de la Comunidad de Estados Independientes). En su forma actual, no ha cambiado desde 1945 hasta el presente, cuando Estonia era parte de la Unión Soviética. Hubo un pequeño cambio en 2014, pero todavía no se ha hecho efecto. 1
Características
Puente sobre el río Narva: a la derecha, Rusia; a la izquierda, Estonia.
Buena parte de la frontera es agua, pasando a través del canal del río Narva y el lago Peipus, pero en el sur hay una frontera de tierra, algunas partes eran disputadas cuando Estonia ingresó en la Unión Europea y a la OTAN. Se firmó en mayo de 2005 un acuerdo entre los dos países, reconociendo que algunos territorios son ahora de Rusia, en el área de Petchory del óblast de Pskov y en el óblast de Leningrado, y si bien fue ratificado por el Riigikogu, Rusia retiró su firma del tratado.2 Posteriormente Rusia y Estonia firmaron un tratado el 17 de febrero de 2014, haciendo de Estonia el último estado Báltico en formalizar su frontera con Rusia.3 Sin embargo el tratado no ha sido ratificado por ninguno de los dos estados.4
Las ciudades fronterizas de Narva (Estonia) e Ivángorod (Rusia) son directamente adyacentes una con la otra. Ambas tienen una población predominantemente ruso-parlante.
Ante el flujo de vehículos por las tres plazas de Narva/Ivángorod, Koidula/Petchory y Koorla (Luhamaa)/Kachino, que presenta colas de varios días, se ha puesto en marcha desde el verano 2011 un sistema de reservación electrónico de la hora de pasaje.5
En agosto de 2015, Estonia anunció la construcción, que tendría que comenzar en 2018, de una clausura elevada de 2,50 metros sobre una gran parte de su frontera con Rusia, de aproximadamente 110 kilómetros.6
Estonia y la construcción de un “nuevo muro de Berlín”
08 septiembre 2015
Los planes de Estonia para levantar una valla con la frontera rusa tienen un alto significado simbólico. Las autoridades del país y las del Letonia han declarado su intención de reforzar su frontera oriental, y han firmado documentos para ello, sin embargo hay dificultades que han impedido su implementación.
El pasado 25 de agosto, la agencia fronteriza estonia declaró que tiene intenciones de construir una valla de 108 km en la frontera con Rusia, que costará a la UE y a los contribuyentes estonios 71 millones de euros.
Letonia aprueba la iniciativa, y es que el ministro del Interior de este país báltico, Rihards Kozlovskis, ya había hecho propuestas similares. La prensa y los políticos rusos hicieron eco de la idea y se mostraron muy críticos.
Los mandatarios de las repúblicas bálticas argumentan que la valla de 2,5 m y reforzada con alambre de espino servirá para contener la inmigración ilegal. Tal y como declara Kozlovski, el Ministerio letón ha detenido a más de 200 inmigrantes cruzando la frontera, aunque no especificó si en el cálculo se incluían también a personas con documentación falsa o solo a los que cruzaban a través del bosque.
Además se refieren también a la necesidad de detener la gripe porcina. El ministro estonio de Asuntos Rurales declaraba en una entrevista a un periódico local que “el problema no se resuelve si se matan a todos los animales del país, ya que hay animales salvajes que pueden cruzar la frontera”. Según argumentaba, una valla adicional podría resolver los problemas de las granjas en los países bálticos.
Estonia construirá una valla de 2,5 metros de altura y 108 kilómetros de extensión en la frontera con Rusia, una decisión ligada al control del flujo inmigrante y también vinculada a la crisis ucraniana.
La valla ocupará más de tres cuartos de la frontera terrestre ruso-estonia, en un proyecto que costará 71 millones de euros y cuya construcción comenzará en 2018.
A lo largo de la frontera se instalarán las cámaras de vigilancia, además se organizarán patrullaje con drones (aviones no tripulados).
La frontera terrestre entre Rusia y Estonia es de 138 kilómetros, la lacustre es de 322 kilómetros. “El objetivo es fortalecer la vigilancia de las fronteras al cien por ciento, 24 horas sobre 24, para garantizar la seguridad de Estonia y del espacio Schengen (fronteras comunes entre los países UE, ndr), dijo el portavoz del ministerio del Interior de esa ex república soviética, Toomas Viks, citado por la BBC de Londres. La iniciativa ya ha sido criticada por el vicepresidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Duma rusa, Konstantin Kosashev, que dijo que Estonia tiene muchos problemas de inmigración ilegal. Según Kosashev, la iniciativa de Tallin tiene carácter ideológico y pretenden mostrar a Rusia como una amenaza para Europa. 28/08/2015
Es cierto que la frontera transcurre por densos bosques y una zona pantanosa difícil de patrullar, de modo que el reclamo de los países bálticos parece razonable a primera vista.
En definitiva, las vallas no ayudarán a detener ni a los migrantes que traten de cruzar a Letonia y Estonia a través de Rusia ni a detener el tráfico de drogas, ya que generalmente este se realiza a través de controles ya existentes.
Al mismo tiempo, la ausencia de un tratado fronterizo efectivo entre Moscú y Tallin podría entorpecer los planes de Estonia para fortalecer la frontera. El documento firmado en febrero de este año por las autoridades estonias no ha sido ratificado y en el clima de tensión actual nadie sabe cuándo podría implementarse. Al mismo tiempo, estos países han estado hablando de la necesidad de reforzar sus fronteras orientales durante una década, por lo que es poco probable que haya un cambio de tendencia.
En realidad, lo que puede retrasar sus planes es algo de otra índole: la falta de financiación. Tal y como explicó Normunds Garbars, de la guardia fronteriza letona, “este año se ha destinado medio millón de euros para la demarcación de la frontera con Rusia, pero la financiación para otros años es incierta”.
¿Cuánto le costará a Estonia modernizar la frontera con Rusia?
TALLIN (Sputnik) — Los costes de la construcción y el mantenimiento de las infraestructuras de la frontera con Rusia se elevarán a 320 millones de euros, informó el Ministerio del Interior de Estonia.
“La construcción de 11 años de una frontera estatal entre Estonia y Rusia costará unos 250,3 millones de euros, además, el control técnico y los gastos de su mantenimiento hasta el año 2026 sumarán 70 millones de euros, en total, serán más de 320 millones de euros”, dice el Ministerio en un comunicado.
El final de las obras estaba programado inicialmente para 2019.
En febrero de 2015 el Ministerio del Interior presentó al Gobierno de Estonia un proyecto de modernización de la infraestructura de la frontera ruso-estonia estimado en 79 millones de euros, sin embargo, el pasado febrero los gastos se dispararon hasta 197 millones de euros.
El ministerio propuso distribuir la construcción entre 2019 y 2026, lo que junto con la subida del coste de las obras aumentó los gastos hasta más 320 millones de euros.
La frontera ruso-estonia se extiende por 333,7 kilómetros, de los que 126,2 kilómetros pasan por tres grandes lagos.
Según el proyecto, en la frontera será instalado un sistema electrónico de vigilancia y los drones monitorearán la zona, cualquier cruce de la frontera será registrado con cámaras y sensores.
Estonia y Letonia levantarán vallas en sus fronteras con Rusia
11 marzo 2016 – 15:53
Las autoridades de ambos países aseguran que los proyectos son de antes de que la crisis de los refugiados adquiriera su actual dimensión.
Un cartel advierte del final del territorio de Estonia en su frontera con Rusia. INTS KALNINS REUTERS
Letonia y Estonia planean levantar vallas en sus fronteras orientales con Rusia, proyectos diseñados para reforzar la seguridad de la región báltica que contribuirán también a controlar los flujos de refugiados que intenten usar esa vía para entrar en el espacio Schengen.
Desde las autoridades fronterizas de ambos países se insiste en que, aunque las vallas, la limpieza de la vegetación en las zonas de demarcación y el refuerzo de las patrullas permitirán a Letonia y Estonia estar mejor preparadas para gestionar cualquier flujo de solicitantes de asilo, los planes se aprobaron antes de que la crisis de los refugiados en Europa adquiriera su actual dimensión.
Letonia proyecta limpiar un área de 12 metros de ancho y levantar una valla de 2,7 metros de altura a lo largo de 92 de sus 276 kilómetros de frontera con Rusia, una zona con densa vegetación, bosques y pantanos que dificultan las patrullas de vigilancia y que han facilitado a los traficantes locales de ambos lados ayudar en cruces ilegales de la frontera.
Este año se levantarán 24 kilómetros de valla coronada con alambre de espino con un coste de 1,8 millones de euros, según ha explicado a medios locales el director de la Guardia de Fronteras letona, Normunds Garbars.
También Estonia ha comenzado a reforzar su frontera con Rusia, aunque todavía se está a la espera de que la Duma apruebe el tratado de demarcación suscrito por los dos países.
Según los medios locales, el proyecto estonio está vinculado al temor a una eventual agresión rusa, aunque la fortificación de las fronteras, ni en Estonia ni en Letonia, incluye instalaciones que pudieran obstaculizar un ataque militar.
Estonia comienza a aislarse de Rusia con una valla con alambre de púas
Diciembre 7 2020
Estonia comenzó a aislarse de Rusia con una cerca de alambre de púas. Según Egert Belichev, jefe de la unidad fronteriza de la Junta de Policía y Guardia Fronteriza, la primera sección de la frontera entre Estonia y Rusia, de 1 km de largo, se ha desarrollado en el sureste de Estonia.
En total, en la primera etapa, según el funcionario estonio, se construirán 20,5 km de frontera. Actualmente se está trabajando en los primeros 8 kilómetros. Como parte del programa de desarrollo fronterizo, se está construyendo toda la infraestructura necesaria: caminos para patrullaje, sistemas de comunicación, electricidad y alcantarillado.
La mitad de las vías de acceso y un kilómetro de vallado están listos. Hay elementos que deben agregarse, pero la valla en sí ya está allí.
Como se informó anteriormente, para evitar que Rusia ingrese a Estonia, la parte estonia instalará un sistema de seguridad electrónico y planea usar drones. Las cámaras y sensores de CCTV se complementarán con una valla de alambre de púas de 90 metros de altura a lo largo de 2,5 km.
La longitud total de la frontera estonio-rusa es de 338 kilómetros, de los cuales 135 kilómetros son por tierra, 126 kilómetros por lagos, 176 kilómetros por ríos.
Valla de Calais
Valla de Calais
Reino Unido y Francia se unen a las vallas antiinmigrantes
La ya conocida como ‘La Gran Muralla de Calais’, que Londres y París levantarán para bloquear el paso de los migrantes de ‘La Jungla’ al Canal de la Mancha.
Finalizada la valla de Calais para frenar la crisis migratoria que toca a las puertas de Londres
Los inmigrantes que viven actualmente en un campamento improvisado cercano están construyendo casas, tiendas, una mezquita y un centro de telecomunicaciones
05/08/2015
Nuevas vallas equipadas con alambre de espino y docenas de cámaras de seguridad adicionales se han instalado hoy en Calais para poder frenar desde Francia a los inmigrantes que tratan de llegar al Reino Unido a través del Eurotúnel.
Por su parte, unos 3.500 inmigrantes que viven actualmente cerca de Calais han intentado convertir el campamento improvisado en un asentamiento permanente mediante la construcción de casas, tiendas, una mezquita y un centro de telecomunicaciones.
El primer ministro británico, David Cameron, y el presidente francés, François Hollande, lo habían acordado el pasado viernes tras la crisis desatada en el puerto francés. Los dos líderes expresaron su preocupación por los actuales «retos de seguridad» y reiteraron su compromiso de «seguir trabajando juntos para abordar los problemas que plantea la inmigración ilegal».
El Gobierno francés ha enviado 120 agentes de policía para reforzar la seguridad en la zona, mientras que Londres había anunciado en un comunicado la inversión de 7 millones de libras (unos 10 millones de euros) en la construcción de un área de protección para camiones con destino al Reino Unido y la construcción en Coquelles de una valla de seguridad más fuerte.
La noticia llega cuando se han puesto de manifiesto las multas expedidas a los transportistas que viajan a Gran Bretaña desde Francia con los inmigrantes indocumentados en sus camiones. Se calcula que se han multiplicado por tres estos incidentes en los últimos años.
Actualmente hay unas 5.000 personas durmiendo a la intemperie en Calais esperando su oportunidad para cruzar al Reino Unido, donde intentarán solicitar asilo o desaparecer en la economía oculta del trabajo de obra barata.
Se trata de hombres y mujeres procedentes mayormente de Eritrea, Níger y Sudán que recorren el largo camino hasta Calais, donde intentan montarse en camiones o trenes con dirección al Reino Unido, donde si lo logran son carne de cañón para los traficantes de personas procedentes de Francia, así como del Reino Unido, que generan mucho dinero con ellos.
8/09/2016
Reino Unido y Francia han optado por la solución drástica y más fácil. La misma que otros países europeos han tomado durante los últimos meses para blindar sus fronteras ante la crisis de los refugiados; la misma medida antiinmigración que implantó España en Melilla o Ceuta. Londres y París levantarán dos muros de cuatro metros de altura y un kilómetro de longitud en el puerto de la ciudad francesa de Calais, junto a La Jungla, el inmenso poblado de chabolas y otras precarias construcciones donde se asientan miles de migrantes que sueñan con poder llegar a territorio británico.
La ya conocida como La Gran Muralla de Calais estará lista en cuatro meses ─las obras comenzaron a mediados de agosto─ y se unirá a los kilómetros de vallas y alambradas ya instaladas en la zona. El objetivo es fortificar el último tramo de la autopista que conecta con el puerto y bloquear el paso a los que intentan encaramarse a cualquier tipo de vehículo para llegar al Canal de la Mancha. La parte externa de los muros será de hormigón resbaladizo. El interior estará adornado con flores y plantas para la vista de transportistas y automovilistas.
La parte externa de ‘La Gran Muralla de Calais’ será de hormigón resbaladizo. El interior estará adornado con flores y plantas para la vista de transportistas y automovilistas
La construcción, que costará 2,3 millones de euros, será financiada por Reino Unido. La obra forma parte del plan de 17 millones que Londres ofreció a París para que siguiera frenando desde suelo francés el paso de migrantes a territorio británico. Se trata de una nueva valla antiinmigración en Europa, semejante a las de Ceuta y Melilla. Las vallas construidas por España para hacer frente a la “presión migratoria” han servido de inspiración para las alambradas levantadas por otros países como Hungría o Bulgaria contra el mayor éxodo humano desde la II Guerra Mundial, la llamada crisis de los refugiados.
Acabar “lo antes posible” con ‘La Jungla’
El proyecto de Reino Unido y Francia para Calais he generado multitud de críticas entre los activistas y voluntarios que trabajan en La Jungla. “Este muro sólo hará que los inmigrantes tengan que irse más lejos para atravesarlo”, declaró a The Guardian, al conocer la noticia, Françoise Guennoc de la organización Auberge des Migrants. “Cuando se ponen vallas en cualquier lugar del mundo, la gente encuentra la forma de traspasarlas. Es un desperdicio de dinero. Puede suponer un mayor peligro para la gente, hacer subir las tarifas de los traficantes de gente y la gente terminara por correr un riesgo más alto”, argumentó.
Una de las alambradas ya levantadas junto a la entrada del Eurotúnel, cerca de Calais.
En noviembre de 2015, el Consejo de Estado, la máxima instancia administrativa de Francia, confirmó una decisión judicial que obligaba al Estado francés a mejorar las condiciones del asentamiento. En su sentencia, el Consejo constataba que el acceso al agua potable y a los sanitarios es “manifiestamente insuficiente” y que no se había encargado de la recogida de basuras ni de la apertura de accesos para los vehículos de emergencias.
La respuesta de las autoridades llegó apenas dos meses después. En marzo comenzó el desmantelamiento parcial del campamento. En sólo dos días se destruyeron 15.000 metros cuadrados ante la mirada de impotencia de los inmigrantes y refugiados. El objetivo del Gobierno galo, según reiteró hace apenas unos días el ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, es acabar por completo y “lo antes posible” con el asentamiento. El proceso está parado a la espera de que se resuelva un recurso judicial.
Ataques xenófobos y represión policial
Las afueras de la ciudad de Calais han sido desde 2001 lugar de refugio para migrantes, reactivado desde 2015 tras la crisis de refugiados llegando a convertirse en el mayor asentamiento de toda Europa. En La Jungla malviven hasta 10.000 personas de una quincena de nacionalidades. A pesar del desmantelamiento parcial de marzo, su tamaño prácticamente se ha duplicado durante el verano, y, con ello, también se han multiplicado los incidentes.
A pesar del desmantelamiento parcial llevado a cabo en marzo, ‘La Jungla’ prácticamente ha duplicado su tamaño durante los meses de verano
Los inmigrantes, por su parte, acusan a la Policía francesa ya no sólo de no hacer lo suficiente para protegerles de los ataques, sino de aumentar la represión contra quienes cada noche tratan de colarse en un camión para atravesar el Eurotúnel. A partir de ahora, con la construcción de La Gran Muralla de Calais, lo tendrán aún más difícil. Sin embargo, no tendrán otra opción que seguir intentándolo, al menos mientras levantar vallas y muros deje de ser la única “solución” de la Unión Europea ante los flujos migratorios.
Fuente de la imagen, Getty Images
Las obras comenzarán este mes y se espera que estén concluidas a finales de año.
El muro de cuatro metros de alto y un kilómetro de extensión será erigido a ambos lados del camino principal que lleva al puerto de Calais.
La construcción será hecha con un tipo de concreto suave, sin rugosidades, en un intento de hacer más difícil su escalada.
Aunque Calais forma parte del territorio de Francia, la construcción será financiada con dinero de Reino Unido.
Se estima que el coste de la obra se ubica en torno a US$2,5 millones.
Según explicó el ministro británico para asuntos migratorios, el conservador Robert Goodwill, ante la Cámara de los Comunes, los recursos provendrán de un fondo de US$22 millones para aumentar la seguridad en el puerto.
¿Para qué servirá?
El muro complementará una serie de vallas que ya han sido construidas y que tienen como objetivo intentar detener el paso de inmigrantes desde Francia a Reino Unido.
La principal carretera hacia el puerto de Calais, enmurallada.
El campamento de “La Jungla” está ubicado junto a la ruta que conduce al puerto de Calais.
Muchos de estos inmigrantes no desean recibir asilo en Francia y su presencia masiva en Calais ha causado numerosos problemas para las autoridades de la ciudad, que han fijado en 2.000 el número de migrantes que consideran pueden permanecer allí.
La secretaria de Interior británica, Amber Rudd, indicó ante el Parlamento de Westminster que aunque Reino Unido es quien pone el dinero para aumentar la seguridad en Calais, la decisión sobre qué medidas tomar corresponde a Francia.
Valla del Dingo
Valla del Dingo
El Cerco del Dingo (Dingo Fence), también conocido como Cerco del Perro (Dog Fence) es la valla más larga del mundo y se encuentra en Australia.
Se construyó como una verja de exclusión de plagas durante la década de 1880, culminándose en 1885. En un principio su objetivo era mantener a las poblaciones de conejos de Australia lejos de las fértiles tierras del Sur, pero al resultar inútil, pensaron que al menos serviría para mantener a raya a las poblaciones de canguros y emús. Sin embargo, en 1914 fue adaptada para ser a prueba de dingos.1
Sirve para mantener al dingo fuera de los lugares relativamente fértiles del Sur-Este del continente (donde fueron en gran parte exterminados) y protege a los rebaños de ovejas del Sur de Queensland. Mide 5614 kilómetros,2 más de la distancia entre Sevilla y Moscú,1 y va desde Jimbour hasta los acantilados de la llanura de Nullarbor.3 por encima de la Gran Bahía Australiana.4
- Fue un éxito parcial, aunque aún pueden encontrarse dingos en algunos estados del Sur. A pesar de que ha ayudado a reducir las pérdidas de ovejas por depredadores, esto se ha contrarrestado por los agujeros que se encontraban en la valla en la década de 1990 por los que ha pasado la descendencia del dingo y por la competencia en el pasto con canguros y conejos. Mayormente es una verja de 1,80 metros de alambre, pero algunos tramos en Australia del Sur son de cerca eléctrica. Algunas partes de la verja se encienden por la noche con lámparas de colores blanco y rojo.5 Existe también
Nada hay más definitorio de la historia de Australia que su relación con la propia isla de Australia. No hay estados extranjeros que hayan causado tantos quebraderos de cabeza a la ex-colonia como la fauna salvaje que los colonos europeos se toparon en el gigante trozo de tierra isleño allá por el siglo XVII.
El dingo: el perro que también odiaba Australia
En concreto, contra el dingo, el icónico perro no-domesticado que, se cree, desciende de sus parientes ya amaestrados en Europa y Asia.
El dingo es el principal predador de la isla de Australia. Pese a su alucinante cantidad de animales mortalmente peligrosos para el ser humano, la vida en Australia no es especialmente terrible para bichos como el koala, cuya existencia peluchil se antoja posible en un entorno carente de grandes felinos sedientos de sangre. Por tanto, los dingos, perros anaranjados de aspecto enclenque, tienen un rol vital en el país anglosajón.
Sin embargo, no desde el punto de vista económico. Presentes a lo largo y ancho de toda la isla, el dingo encontró en el ganado importado de Europa y exógeno a la tradicional fauna australiana un excelente caladero de manjares, dispuestos por obra y gracia del ser humano para su deleite. Fueron las ovejas las que se llevaron la peor parte: timoratas e indefensas, los dingos las cazaban con facilidad, especialmente si tenemos en cuenta la absurda cantidad de ellas que hay en Australia (más de 100 millones, ¡100!).
Al igual que en el caso de los emus, el gobierno australiano se topó a finales del siglo XIX con un montón de granjeros enfadados porque Dios había puesto en aquella isla que ellos habían decidido civilizar a toda costa perros indeseables. Y como sucedería varias décadas más tarde, Australia optó por la solución más tremendista y la más puramente australiana: una verja.
“The dog fence”. (Schutz/Wikipedia)
No hubo guerra como tal, pero sí un cuidadoso plan para apartar al dingo de los estados del sudeste australiano, allí donde se concentra la mayor parte de la población y las gigantescas poblaciones de ganado, una industria capital para el país. Las autoridades elaboraron entonces, a principios de 1880, la “Valla Dingo“, una larguísima concatenación de verjas con alambre de espino que habrían de mantener a la población de dingos lejos de las apetecibles ovejas. Fue terminada en 1885 y sigue ahí desde entonces.
La valla, que delimita la frontera de la Australia salvaje y de la Australia más adaptada al caprichoso ser humano, se extiende por 5.600 kilómetros, haciendo de ella la más larga e impresionante del planeta. No es inmune a los agujeros y a la ocasional invasión de dingos, pero ha mantenido al grueso de los estados poblados del país lejos de los dingos-puros. Hay dingos híbridos (mezclados con perros comunes) campando a sus anchas por la zona, pero en general son pocos y representan una preocupación menor.
El proyecto, que atraviesa Queensland, New South Wales y South Australia, ha tenido sus luces y sus sombras. Por un lado, es altamente disruptivo con la fauna local: compuesta por alambre de espino y con una altura de 180 centímetros, en ocasiones está electrificada y requiere de un continuado mantenimiento y vigilancia por parte de la administración. Por otro, ha permitido proteger al ganado. Sin embargo, ha provocado que los dingos se busquen la vida en otros lugares, comenzando a atacar a más emus y canguros.
¿Cómo de necesaria era? Para los ganaderos, bastante: hubo años, antes de la valla, que más de 11.000 ovejas perecían en las fauces de los dingos. En global son pocas, pero para algunas granjas pueden ser pérdidas definitivas.
Valla contra los conejos
Valla contra los conejos
Los conejos, exógenos en un ecosistema carente de grandes depredadores que terminaran con su población, comenzaron a reproducirse sin control y su población se disparó. Esto derivó en un progresivo problema para los agricultores, sí, pero también para cientos de especies de plantas endógenas que se perdieron para siempre, además de diversos inconvenientes relacionados con la erosión del suelo. Y en un estado de progresiva desesperación, Australia decidió construir otra valla, algo más corta, en el oeste.
La verja (que se ampliaría) recorre la isla de norte a sur, y ha sido, en términos generales, bastante inservible. La población de conejos nunca fue del todo controlada y los pequeños roedores lograron colarse en el interior de las zonas ganaderas y de cultivo. Ya desesperados, en los cincuenta el gobierno comenzó a introducir virus que pudieran diezmar a los conejos, con más éxito. Hoy siguen siendo millones (llegaron a ser 600, ya son menos de 200).
Conejos bebiendo de un estanque en Australia, en 1938.
Ambos proyectos, en cualquier caso, surgieron de verjas protectoras de la ganadería desarrolladas a menor escala. La valla conejil suma 3.200 kilómetros, lo que depara casi 9.000 kilómetros verjados en Australia a consecuencia de la introducción descontrolada de especies exógenas. Es la historia que define al país y a su relación tortuosa con su entorno: una lucha cerril contra los designios de la Naturaleza. Y muy, muy australiana.
Este es Thomas Austin un ingles de Somerset que se fue a vivir a Australia en 1831. Contaba entonces con 16 años y mientras su vida prosperaba en las granjas, decidió apuntarse a una “Sociedad de aclimatación”. Hay que ponerse en la mentalidad de la época y pensar que su concepto del medio ambiente estaba en mantillas, pero básicamente estas sociedades trababan de introducir especies locales europeas en las colonias de medio mundo, ya que pensaban que la fauna local era débil y poco desarrollada…
El bueno de Thomas Austin fue uno de los promotores en introducir muchos animales en Australia, entre ellos el Mirlo Negro euroasiático y se puede decir que fue un éxito viendo por donde esta desplegado este ave en el mundo…
Pero por lo que paso a la fama este en ingles fue por soltar 24 conejos en 1859 en su recién creada finca de 12.000 ha en Barwon Park, Victoria, a 110 km de Melbourne. Lo hizo con la intención de divertirse cazándolos como deporte, una forma de diversión habitual en la época. Si bien los conejos ya estaban en Australia desde 1790, no existían sueltos, sino en granjas y criaderos acotados.
Los conejos europeos nacen sin pelo, por lo que solo crían en verano y meses de temperaturas suaves. El problema es que en Australia eso del “invierno” como que no existe y una sola madre puede tener 40 camadas en un año… y claro, la fauna y flora local no estaba preparada para el desastre que vendría después.
Hay que tener en cuenta que en Australia existen animales venenosos pero también hay animales muy, muy pacíficos, tipo koala y demás:
Como la agricultura de extensiones gigantescas estaba a la orden del día, los conejos tenían muchos prados y pastos para corretear y crear una plaga de proporciones bíblicas. Para mas gracia, Thomas habia introducido dos especies diferentes de conejos que al juntarse, formaron una nueva especie mas fuerte, agresiva y resistente. Lo tenían todo de cara los jodios!!!
La barrera de conejos del oeste
Así pues nos plantamos 1889, 30 años después, con la InterColonial Rabbit Commission que pagaba 25.000 libras para quien demostrase un método efectivo para el control y exterminio del conejo. Como no había forma de eliminarlo una de las ideas de 1896 fue vallar el oeste australiano para mantenerlos fuera de esa área poblacional. La Rabbit Proof Fence No1 comenzó a construirse en 1901
Cuando estaban por la mitad de la construcción, se dieron cuenta que ciertos grupos de conejos ya habían pasado el área delimitada que aun no habían construido, por lo que planearon construir una segunda valla, la No2 y mas tarde la No3 para cerrar el norte y poner a salvo las ciudades del sur-oeste australiano, así como los campos de cultivo.
Estos fallos de previsión no dejaron indiferente al buen humor australiano de la época.
Lo operarios de mantener la valla tenían que viajar durante semanas solos y recorrer los cerca de 3.236 km que en total tienen las tres barreras del oeste australiano. Hoy en día se hace en 4×4.
Impacto y consecuencias
Conejos, dingos, camellos y otras especies invasoras destrozan el terreno y atacan las explotaciones agrícolas por una razón: agua y comida. En época de sequías pueden arrancar cañerías y destruir cultivos en busca del liquido elemento. Los perros salvajes pueden hacer agujeros profundos en su rutina de cazar conejos.
Otra de las consecuencias de la barrera es que el clima es diferente a un lado y a otro. Como las explotaciones agrícolas están dentro de la valla, se ha formado un microclima húmedo y fresco, pero al otro lado del a valla comienza el Outback australiano, desértico y caluroso, la nubes literalmente desaparecen.
Trampas para conejos cada ciertos de kilómetros.
En 1950 se introdujo la mixomatosis, una enfermedad vírica que mata a los conejos. En solo dos años los conejos pasaron de 600 millones a 100 millones. Cuando los conejos comenzaron a ser resistentes volvieron a aumentar a los 300 millones en 1990. En 1995 se volvió a introducir otra arma biológica, la llamada enfermedad hemorrágica del conejo, que de momento parece cumplir con efectividad su cometido.
Debe estar conectado para enviar un comentario.