Aficiones-Temas
En estas páginas se muestran, aquellas aficiones y curiosidades (que a lo largo de mi vida) he encontrado interesantes. Ahora que tengo tiempo las quiero compartir.
Evidentemente habrá errores y omisiones, involuntarias, que espero corregir y actualizar con vuestra ayuda, por lo que será bienvenido cualquier comentario al efecto.
En ningún caso se ha pretendido ser exhaustivo.
Toda la información se ha sacado de libros, revistas y de la red, y principalmente se han utilizado los datos al efecto de Wikipedia.
Gracias por vuestra atención.
Muralla romana de Lugo
La muralla romana de Lugo rodea el casco histórico de la ciudad gallega de Lugo en la provincia del mismo nombre en España. La antigua ciudad romana de Lucus Augusti, fundada por Paulo Fabio Máximo en nombre del emperador Augusto en el año 13 antes de Cristo con la finalidad de anexionar, definitivamente, el noroeste de la península Ibérica al Imperio romano, fue dotada de un muro de defensa que ha perdurado, con escasas reformas, hasta la actualidad.
La muralla, con una longitud de 2.266 metros, coronada por 85 poderosas torres, delimita el casco histórico de la urbe gallega y ha pasado de ser un obstáculo para su evolución y crecimiento a ser un monumento integrado en la estructura urbana y fuente de riqueza turística.
Construida como separación y defensa se ha transformado en un elemento integrador entre la antigua Lucus y la que se ha desarrollado a su alrededor. Sus diez puertas realizan la función de unir una parte de la ciudad con la otra y su paseo de ronda, adarve, se ha tornado en una calle más que es recorrida por los viandantes autóctonos y visitantes.
La muralla romana de Lugo fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000 y está hermanada desde el día 6 de octubre de 2007 con la Gran Muralla China de Qinhuangdao.
La muralla de la antigua Lucus Augusti es la mejor conservada de las murallas romanas ubicadas en la península Ibérica. Las modificaciones que ha sufrido a lo largo de sus más de 17 siglos de existencia no han llegado a alterar, sustancialmente, su aspecto original que sigue las directrices del ingeniero romano Vitrubio.
El conjunto defensivo tiene una longitud de más de 4 km, exactamente 4117 m, aunque hay divergencias en la medida, y abarca una extensión de 34,4 Ha. La anchura de los muros es de 4,20 m alcanzando los 7 m en algunos tramos.
La muralla mantiene una serie de torres defensivas entre las cuales se levantan los lienzos de la misma. La distancia entre torres, hay constancia de que había 85 u 86, 46 de ellas se conservan íntegras mientras que hay restos de las otras 39 más o menos mejor conservados, varia entre los 8,80 y 9,80 metros hasta los 15,90 y 16,40 metros con una altura entre los 8 y los 12 metros por la parte exterior.
Las torres tienen unas dimensiones de 5,35 metros hasta 12,80 metros en el hueco o segmento, y de 4,80 hasta 6 metros, en la flecha. Una de las torres tiene ventanales de medio punto de 1,15 m de ancho y de 1,43 m de alto (alguno llega a los 1,53 m).
El trazado de las construcción defensiva esta envuelto en el misterio, todavía nadie acierta a entender por qué dejó fuera importantes núcleos residenciales de la antigua ciudad a la vez que protegía zonas deshabitadas.
Se extiende por una orografía irregular, más alto al noroeste y en descenso hacia el sudeste. La forma es cuadrangular, con vértices suavizados. Llega hasta Jinamar
Los materiales de lo que está construida la muralla son, principalmente, el granito, para los remates de las puertas y ángulos de refuerzo de las torres y las lajas de pizarra, que constituye la exterior de los muros. El interior está relleno de un mortero compuesto de tierra, piedras y guijarros cementados con agua. Todos los materiales son abundantes en la zona.
De las 85 u 86 torres originales de conservan 71, de ellas 60 son de planta circular y 11 cuadrangular. Debieron estar coronados por torres de dos pisos que tenían ventanales, como atestigua la torre llamada de A Mosqueira en la que todavía permanecen.
La disposición de las torres evita la existencia de ángulos muertos. Las cortinas (tramo de muro que se extiende entre dos torres) tienen una longitud de entre 6,30 m. y 13,50 m.
Los restos de la torre llamada A Mosqueira hacen suponer que cada una de las torres, o cubos, tenía en origen una estructura superior que contaba, al menos, con dos pisos. Estos pisos tenían grandes ventanales donde se estima que se ubicarían armas defensivas como ballestas, onagros o escorpiones.
La muralla disponía de cinco puertas de acceso que correspondían a las vías principales del trazado urbano. Entre 1853 y 1921 se abrieron otras cinco por necesidades de la expansión de la ciudad, de las diez puertas existentes, seis son peatonales y cuatro permiten el tráfico rodado.
En la época romana había cinco puertas que coinciden con las actuales de Porta Miñá, Porta Falsa, Porta de San Pedro, Porta Nova y Porta de Santiago. De ellas la Porta Miñá y, posiblemente, la Falsa son de factura original, las otras tres son posteriores. La puerta principal estaba en donde se construyó el Reducto de Cristina y era conocida por el nombre de Porta Castelli.
La estructura defensiva que conformaba la muralla estaba formada por el foso, la propia muralla y el intervallum.
• El foso está situado a unos 5 m de las torres y tenía una anchura de 20 metros y una profundidad de 4. En la actualidad sólo quedan vestigios del mismo y pudo ser documentado en 1987 mediante diferentes estudios arqueológicos. Se ha comprobado que no es un foso continuo, sino que está formado por diversos tramos independientes con encuentros acoplados. Tienen en el fondo una serie de canales cuya finalidad está sin definir.
• El intervallum era un espacio entre la muralla y las edificaciones urbanas. Recorría toda la longitud de la misma, como un paseo de ronde inferior, y servía para la intendencia de la defensa. Con el paso del tiempo este espacio fue siendo ocupado por edificaciones. A mediados del siglo XX había más de 30 edificios adosados a la muralla, invadiendo el intervallum.
Muralla de Carcasona
Carcasona (Carcassonne en francés, Carcassona en occitano) es una comuna francesa, capital del departamento del Aude, en la región Languedoc-Rosellón, situada en el sur de Francia, a medio camino entre Perpiñán y Toulouse.
La ciudad es conocida por su ciudadela amurallada, un conjunto arquitectónico medieval restaurado por Eugène Viollet-le-Duc en el siglo XIX y declarada en 1997 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Carcasona está situada al sur de Francia, 80 kilómetros al este de Toulouse. Su emplazamiento estratégico en la ruta entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico es conocido desde el Neolítico. La ciudad tiene la montaña Negra al norte, las Corbières al este, la llanura de Lauragais al oeste y el valle del Aude al sur. Esta región natural se conoce como Carcassès.
Desde la época prerromana, han existido fortificaciones en la colina que hoy ocupa Carcasona. La ocupación más antigua conocida del lugar se remonta al siglo VI aC, con la construcción de una fortaleza (oppidum) en el promontorio rocoso que domina el valle del Aude y los viejos caminos desde el Atlántico hasta el Mediterráneo y unen la Península Ibérica con el resto de Europa. En el año 27 aC., esta población, Carcaso Volcarum Tectosagum, se convirtió en la colonia Iulia Carcaso. Durante los turbulentos años de finales del siglo IV aC y comienzos del III, la ciudad se protegió con la construcción de un muro de unos 1200 m de largo. La fortificación constaba de dos líneas de murallas y un castillo, a su vez rodeada de fortificaciones que se extienden una longitud total de 3 km. La ruta, seguida en gran parte de la muralla romana, que es claramente visible en dos tercios de su longitud. Las murallas romanas se reforzaron con bastiones en forma de herradura situados a intervalos regulares. La técnica de construcción es típica de la época romana tardía: un núcleo de mampostería revestido de piedra de cantería, alternando con tramos de ladrillo, todo ello sobre sólidos cimientos. La puerta de Narbona, al este, y la puerta del Aude, al oeste, son elementos defensivos particularmente elaborados.
Croquis topográfico de Viollet-le-Duc representando el emplazamiento de la Cité de Carcasona.
Carcasona empezó a ser estratégicamente importante a partir del momento en el que los romanos fortificaron la cima de la colina, alrededor del año 100 a. C. y la convirtieron en el centro administrativo de la colonia de Iulia Carcaso, denominada más adelante como Carcasum y Carcasso. La mayor parte de las murallas septentrionales son de esa época.
Los Visigodos en el siglo VII la fortificaron aun mejor, rechazando los ataques de los Francos. En el año 725 fue tomada por los musulmanes hasta el 759.
Desde 1067, por unión matrimonial, pasó a pertenecer a Ramón Bernardo Trencavel, vizconde de Albi y de Nimes. Los Trencavel construyen el castillo.
En el siglo XIII la ciudad se encuentra en la cruzada contra los albigenses, así es como Trencavel es derrotado. Los nuevos habitantes amplían las fortificaciones y Carcasona se convirtió en una ciudadela de la frontera entre Francia y la Corona de Aragón.
La ciudad pasó definitivamente a control franco en 1247. Luís IX de Francia, llamado San Luís, fundó la ciudad nueva al pie de la colina.
Durante la Guerra de los Cien Años, el príncipe negro (1355) logró tomar la ciudad baja, no así la ciudad alta, que seguía siendo inexpugnable.
La fortaleza de Carcasona llegó a estar tan abandonada y deteriorada que se realizó una campaña para preservar la ciudad como monumento histórico. Para tal fin en 1849, el arquitecto Eugéne Viollet-le-Duc realizó el proyecto de renovación de la ciudad.
La ciudadela o ciudad histórica fortificada de Carcasona es un conjunto urbano y arquitectónico fortificado singular que constituye la parte más antigua del núcleo poblacional de la comuna francesa de Carcasona, también conocida en francés como Cité de Carcassone o simplemente la Cité y en occitano como Ciutat de Carcassona.
Constituida en gran parte por elementos conservados desde la Edad Media, tras un período de abandono la ciudad fue restaurada con fines monumentales a partir de la segunda mitad del siglo XIX, con intervención de Eugène Viollet-le-Duc; fue declarada Patrimonio de la Humanidad por el programa de la Unesco en 1997, está catalogada como Grand site national, y su castillo y murallas como Monumento histórico por el Estado francés, siendo uno de los centros turísticos más visitados de Francia.
La ciudad fortificada está situada sobre una elevación en la orilla derecha del río Aude, frente a la ciudad moderna, y muestra en sus diferentes edificios y elementos arquitectónicos defensivos la huella entre el período prerromano, su abandono en el siglo XVII y su posterior recuperación, su pasado en el que ha sido sucesivamente un enclave protohistórico, una ciudad galo-romana, una plaza fuerte visigoda, ocupada por los musulmanes, capital del Condado de Carcasona, del Vizcondado de Carcasona, para pasar finalmente a ser cuartel general del ejército real francés, en tanto que senescalía de Carcasona.
Rodeada por una doble muralla de 3 km de longitud, en su interior se conserva el aspecto de las ciudades medievales europeas con calles angostas y tortuosas, edificaciones de fachadas con entramados, barrios de artesanos y gremistas, junto con elementos propios, como el castillo de los condes de Carcasona y la basílica de Saint-Nazaire.
Está repleta de rincones sorprendentes, tiene 52 torres, 3 kilómetros de murallas y, todavía hoy, viven dentro de ella algunas familias que regentan negocios enfocados principalmente al turismo.
La ciudadela conserva una doble línea de fortificaciones: la interior de 1200 m (del S. IV-VI) y la exterior de 1500 m (del S. XIII).
Muralla urbana de Mascarell
Mascarell es una población única en toda la Comunidad Valenciana, pues constituye un recinto totalmente amurallado, sin que haya habido ningún crecimiento extramuros. El recinto es casi cuadrangular, está desprovista de almenas, y cuenta con torreones defensivos y dos puertas, el Portal de Nules y el Portal de l’Horta. La muralla estaba rodeada por un foso que en la actualidad ha sido convertido en acequia de riego. Se trata de un caso atípico por la calidad de la construcción y su excelente conservación.
Mascarell es una pequeña población amurallada que perteneció a la Baronia y Marquesado de Nules junto a la Vilavella y Moncofa. Parece ser que el propio Jaime I dispuso el amurallamiento de la localidad de Mascarell, núcleo urbano totalmente separado del de Nules, tras su conquista.
Las murallas de Mascarell se encuentran en la localidad del mismo nombre, en el término municipal de Nules, a la que pertenece desde finales del siglo XIX. Está situada a la derecha de la carretera hacia Burriana, a tan sólo 1 kilómtro de Nules.
La construcción del primer amurallamiento de tapial se estima fueron realizadas en el siglo XIII, y rehechas o reformadas en posteriores siglos como consta en el año 1553. La muralla está construida con mortero, tierra y ladrillo y al centro de cada uno de los lados dispone de una torre.
Tras una larga época de decadencia, el Ayuntamiento de Mascarell solicitó su anexión al municipio de Nules, que se corroboró el 16 de julio de 1872.
La singularidad de Mascarell está en ser, junto a Urueña (Valladolid), las dos únicas poblaciones del Estado Español cuyo recinto urbano está completamente rodeado de murallas; ello lo convierte, de por sí, en un conjunto de singular interés histórico-artístico.
Las murallas de Mascarell, construidas de tapial, configuran un rectángulo cuyo perímetro se aproxima a los 650 metros, con una altura de unos siete metros y un grosor próximo a los 1,20 metros.
En el centro de cada uno de los lados se halla ubicada una torre de planta cuadrada; las de los lados este y oeste protegen las dos únicas puertas del recinto, llamadas Portal de l´Horta y Portal de Valencia.
Solo en el lado oeste se conserva el intervalum, que separaba la muralla de los edificios; en dicha zona está la capilla de Sant Roc, construida en la misma muralla, la única de las antiguas capillas votivas, que daban nombre a las calles a que afrontaban y que, por suerte, ha llegado hasta nuestros días.
Hasta bien entrada la segunda mitad del siglo pasado, las murallas se conservaban en bastante buen estado, a parte de los lienzos reconstruidos por Regiones Devastadas en los años 40.
Posteriormente, se mutiló el Portal de València y, a partir de finales de los 70, ante la pasividad de propios y extraños, algunos particulares abrieron puertas y ventanas derruyendo y ocupando la propiedad comunal.
En 1979, el Ministerio de Cultura restauró los lienzos de muralla del lado de Valencia y del lado del mar; y en 1980 la Dirección General de Patrimonio iniciaba la restauración del lienzo del lado de Burriana, que no pudo acabarse por la oposición de ciertos vecinos de la calle Sant Roc a dejar pasar a los albañiles. A pesar de que la finalidad de este plan de restauración no era, ni más ni menos, que poner fin a la apertura de puertas y ventanas, cuya la dinámica no llegó a finalizar completamente.
Así, hubo que esperar a 1995 para que se redactara el Plan Especial de Mascarell y, ese mismo año, la población fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC).
Sin embargo, una ausencia de seguimiento de las normas ha hecho que, a pesar de todo ello, el conjunto haya continuado degradándose con algunas intervenciones desafortunadas.
Y fue a finales de los años 90 e inicios del 2000 cuando se acometieron dos actuaciones importantes para la recuperación del conjunto: la restauración de la Casa Consistorial, obra de Vicente Gascó; y el derribo del cementerio que estaba adosado a la muralla.
El primer documento que se tiene del poblado es del año 1310, en la actualidad siguen viviendo en Mascarell entre 250 y 300 personas aproximadamente. Jaime I expulsó a los moros de Burriana, y estos se establecieron en el límite entre Nules y Burriana, Mascarell quedó casi despoblado tras la expulsión de los moriscos en 1609, en el año 1622 solo quedaban en el lugar 30 terratenientes.
La planta de la villa amurallada ocupa una extensión aproximada de unas 2,332 hectáreas de terreno construido, y dibuja una planta de tendencia rectangular oscilante al paralelogramo, los muros de muralla son rectos pero con cuatro longitudes desiguales (medidas: muro norte104 metros; muro sur 166 metros; muro este 173 metros; muro oeste195 metros). El interior del recinto contiene 5 calles rectas dispuestas de oeste a este que se entrecruzan con otras perpendiculares, es una disposición planimétrica muy característica de las nuevas poblaciones de reconquista, todo el conjunto arquitectónico y habitado de Mascarell está rodeado y protegido por murallas exteriores defensivas, la alzada aproximada de los muros periféricos que actúan de bastión son de unos 6 metros de altura, con una doblez muraria de 1,20 metros aproximadamente.
Murallas de Constantinopla
Las murallas de Constantinopla fueron una serie de murallas de piedra que rodeaban y protegían la ciudad de Constantinopla (actual Estambul en Turquía) desde su fundación como capital del Imperio Romano de Oriente por Constantino I el Grande. Con varias adiciones y modificaciones durante su historia, fueron uno de los mayores sistema de fortificaciones de la Antigüedad y de los más complejos y elaborados jamás construidos.
Inicialmente construidas por Constantino el Grande, las murallas rodeaban a la nueva ciudad por todos sus lados, protegiéndola contra ataques marítimos y terrestres. Cuando la ciudad creció, la famosa doble línea de murallas teodosias fue construida en el siglo V., si bien otras secciones de las murallas eran menos elaboradas, cuando estuvieron bien equipadas (con armamento y soldados), eran casi inexpugnables para cualquier atacante medieval. Así, las murallas permitieron salvar a la ciudad y, con ello, al Imperio bizantino durante los asedios organizados por los ávaros, árabes, varegos y búlgaros, entre otros (véase Asedios de Constantinopla). El advenimiento de la pólvora para su utilización por los cañones de asedio volvió a las murallas menos inexpugnables, aunque el sitio final y la caída de Constantinopla por los turcos otomanos el 29 de mayo de 1453 parece haber sucedido porque las tropas otomanas consiguieron entrar a través de una puerta de la muralla, más bien que porque las paredes de ésta se hubieran derrumbado.
En su mayor parte, las murallas fueron mantenidas intactas durante la mayor parte del período otomano hasta que las secciones comenzaron a ser desmanteladas en el siglo XIX, al ir creciendo la ciudad fuera de sus límites medievales. A pesar de la subsecuente falta de mantenimiento, muchas partes de las murallas han sobrevivido y están en pie hoy en día. En los últimos veinte años, ha estado en curso un programa de restauración a gran escala que permitiría al visitante apreciar su apariencia original.
Dejando de lado las defensas levantadas por los antiguos griegos, la primera muralla que protegió a los habitantes de Constantinopla fue la levantada por el propio Constantino, hacia 325, y que, de los tres lados que tenía la ciudad, defendía únicamente el expuesto a ataques por tierra. Esta muralla pronto quedó obsoleta, debido al gran crecimiento que experimentó la capital del imperio, extendiéndose la ciudad más allá de su primitivo cinturón de murallas.
En tiempos del emperador Teodosio II la seguridad de la capital se encontraba amenazada por las continuas correrías de Godos y Hunos, lo que impulsó al prefecto del emperador, Antemio, a impulsar la creación del mayor cinturón defensivo que jamás se hubiera ideado para una ciudad, creando, a lo largo de casi 20 años, la muralla que resguardó a los habitantes de Constantinopla durante más de un milenio.
La nueva muralla se erigió a unos dos kilómetros de distancia de la línea defensiva ideada por Constantino, para dar cabida al más de medio millón de personas que habitaban la urbe. En 447, apenas veinte años después de que fuera levantado el primer cinturón de fortificaciones, fue devastada por un terremoto, justo cuando Atila se encaminaba a saquear la capital del imperio, el decidido esfuerzo de los ciudadanos reparó los daños a tiempo de resistir la llegada del temido huno. Y no sólo arreglaron los daños ocasionados por el temblor, sino que a la muralla erigida por Antemio añadieron una segunda precedida por un foso, hasta alcanzar la famosa configuración de triple muralla que resistió durante un milenio los ataques de los enemigos del imperio.
Se ha de indicar que el punto en el que se unía con el Cuerno de Oro fue reformado, probablemente ya desde tiempos de Heraclio, para incluir el distrito de Blaquernas y la iglesia de María Theotokos, por lo que su configuración era distinta a la del entramado principal. Este tramo de las murallas recibió posteriormente un nuevo diseño, en tiempos de León el Armenio, hacia 813.
El tramo principal de las murallas se componía de los siguientes elementos:
1. El primer obstáculo para el enemigo lo componía un foso de unos 18 metros de ancho, parcialmente inundable, en cuyo extremo corría un parapeto bajo que cubría el Peribolos, una zona libre a modo de camino para las tropas de unos 15 metros de ancho.
2. Tras el Peribolos se elevaba la primera de las dos murallas, de 8 metros de altura y salpicada de torres cuadrangulares a intervalos desiguales. Entre ella y la muralla interior se encontraba el Parateicon, un nuevo pasillo de 20 metros de ancho por donde los defensores podían moverse de una sección a otra sin exponerse a los proyectiles enemigos.
3. La muralla interior, la última de las tres líneas de defensa, suponía un formidable obstáculo para el invasor, con sus 13 metros de altura, cinco de grosor y torres de formas cuadradas u octogonales que se alzaban hasta 20 metros.
Todo el conjunto se había realizado con piedra caliza reforzada por hileras de ladrillo rojo.
A la línea principal de murallas había que añadir las fortificaciones que defendían los dos lados expuestos al mar, aunque en este caso no se trataba de murallas tan impresionantes como las que se levantaban ante los ataques por tierra. Las fuertes corrientes hacían poco factible un asalto desde el mar de Mármara, mientras que una gran cadena protegía el Cuerno de Oro de cualquier flota.
Fue precisamente por las murallas del Cuerno de Oro por donde penetraron los cruzados en 1204, tras forzar la entrada en el resguardado brazo de mar cortando la cadena.
Finalmente, sólo los grandes cañones de Mehmet II lograron aquello en lo que muchos otros habían fracasado.
http://imperiobizantino.wordpress.com/2011/02/11/las-murallas-terrestres-de-constantir
http://imperiobizantino.wordpress.com/2011/02/15/las-murallas-terrestres-de-constantir
Mapa de Constantinopla y sus murallas durante la era bizantina.
Murallas de Roma
Las primeras defensas consistían en fosos, parapetos que protegían los lugares situados fuera de la empalizada palatina. Hacia el 480 a.C. se construyeron los agger, tapias de arena compactada, durante las guerras contra los volscos…
Pero será en el Reinado de los Reyes Etruscos cuando se realizarían las primeras murallas perimetrales de la ciudad. Según Tito Livio esta obra fue planificada en el periodo de Tarquinio Prisco (618-578 a.C.), pero sería su sucesor Servio Tulio (578-535 a.C.) el que las construiría según cuenta la tradición latina (Livio. i.44 ; Dionisio. iv.13).
Murallas servianas
Las Murallas servianas (en latín: Murus Servii Tullii) eran una barrera defensiva construida alrededor de las ciudad de Roma al principio del siglo IV a. C. Las murallas tenían una anchura de 3,6 metros y una longitud de unos 11 kilómetros, con más de una docena de puertas.
Los límites de las Murallas servianas, y la ciudad de Roma dentro de ellas, en rosa oscuro.
El nombre hacía honor al Rey de Roma, Servio Tulio. Aunque el trazado parece datar del siglo VI a. C., los restos actuales que se conservan datan del periodo final de la República Romana, como prevención tras el saqueo de Roma posterior a la batalla de Alia durante la primera invasión gala de la península italiana. Los galos, al parecer, tuvieron un fácil acceso a la ciudad, posiblemente porque los etruscos les obligaron a desmantelar las defensas que mantenían.
Las murallas fueron construidas con grandes bloques de toba volcánica. Algunas secciones incorporaban una profunda fosa para aumentar la defensa. En la parte norte se combinaba con rampas defensivas de tierra, lo que permitía incrementar el grosor del muro y, a los defensores, tener en el interior una plataforma para repeler cualquier ataque. El conjunto tenía armas defensivas importantes, incluidas catapultas.
Este sistema defensivo tenía un perímetro de unos 11 km y un área de 426 hectáreas. El muro estaba realizado con sillares de Grotta Oscura y capellacio, ambas son tipos de toba (roca ígnea volcánica), la primera de color amarillo y la segunda gris. Las piedras talladas oscilan entre los 66 y 45 cm de anchura, mientras que su altura media era de 60 cm. Estas se situaron de forma alterna es decir a soga y tizón.
Además del muro, se añadió a 9 m un foso de unos 29,60 m de ancho y 9 de profundidad. Carecía de torres, aunque se cree que existían dos en cada entrada.
Las murallas fueron obstáculo suficiente para contener el formidable ataque de Aníbal en el 211 a. C. durante la Segunda Guerra Púnica. La muralla se mantuvo casi idéntica al final de la República y en los inicios del Imperio, para ser posteriormente ampliada para recoger los distintos distritos en que Augusto dividió la ciudad tras su crecimiento.
No obstante, con la extensión del Imperio y la seguridad de la ciudad, dado que las fronteras se extendían por todo el Mediterráneo, las murallas perdieron su utilidad. Esto, unido al incremento notable de la extensión territorial de Roma, tuvo como efecto que parte de las murallas fueran derribadas para permitir el acceso a los nuevos barrios. Cuando en el siglo III la ciudad fue atacada por tribus bárbaras, el emperador Aureliano si vio obligado a defender la ciudad con unos nuevos muros.
Algunas secciones de las Murallas servianas son visibles en distintos puntos de Roma. Las mejor conservadas y más grandes secciones se encuentras preservadas en la estación Termini y en el Monte Aventino.
Las puertas que se considera existieron en algún momento en las Murallas Servianas, en el sentido de las agujas del reloj, son:
• Porta Flumentana – desde la Vía Aurelia, cruzaba Roma después de atravesar el Tiber.
• Porta Carmentalis – en la parte occidental de la Colina Capitolina.
• Porta Fontinalis – se dirigía desde el norte de la Colina Capitolina a través del Campo de Marte a lo largo de la Vía Lata.
• Porta Sanqualis – en el Quirinal.
• Porta Salutaris – en el Quirinal.
• Porta Quirinalis – en el Quirinal.
• Porta Collina – la puerta más al norte, en el Quirinal, desde la Vía Salaria. En este lugar acampó Aníbal en el asedio de la ciudad en el 211 a. C.
• Porta Viminalis – en el Viminal. Esta es la parte que se conserva y es visible desde la estación Termini.
• Porta Esquilina – en el Esquilino, todavía visible, donde se construyó más tarde el arco del emperador Galieno; da a la Vía Labicana, Vía Praenestina y la Vía Tiburtina.
• Porta Querquetulana – da a la Vía Tusculana.
• Porta Caelimontana – esta puerta se preserva por el arco de Publius Cornelius Dolabella, reconstruido en el 10 a. C.
• Porta Capena – la puerta por la que la Vía Apia abandonaba Roma camino al sur de Italia después de separarse de la Vía Latina.
• Porta Naevia – en el Monte Aventino, daba a la Vía Ardeatina.
• Porta Raudusculana – se dirigía al sur, a lo largo del Tiber y la Vía Ostiensis.
• Porta Lavernalis – unida a la Vía Ostiensis.
• Porta Trigemina – una puerta triple cerca del Foro Boario, también da a la Vía Ostiensis.
Parte de las Murallas servianas vistas desde la Estación Termini de Roma.
Murallas aurelianas
Las murallas aurelianas son una construcción militar de carácter defensivo construida en la ciudad de Roma por el emperador Aureliano. Su longitud original fue de 19 kilómetros, pero en la actualidad sólo se conservan 12,5 kilómetros. El propósito de su construcción fue defender Roma de las invasiones bárbaras, que comenzaron a partir del año 271 d. C.
El círculo completo rodeaba una superficie de 13,7 km². Las paredes cuentan con 3,5 m de grosor y 8 m de altura con una torre cuadrangular cada 100 pies romanos (29,6 m). Fueron remodeladas en el siglo V, doblando la altura (llegando hasta 16 m), por orden del general Flavio Estilicón, hombre fuerte del Imperio en época de Honorio. Tenían forma de hexágono y en ellas se emplazaban 382 torres, 7.020 almenas, 18 puertas principales, 5 poternas, 116 letrinas y 2.066 ventanas exteriores.
Constituyen un ejemplo de obra urbanística y desarrollo de la época, y en cierta medida se adelantaron a la amenazada existencia de las ciudades en la Edad Media.
En el año 2001, 400 metros de las murallas fueron destruidos por una violenta tormenta, pero se restauraron y reinauguraron en el año 2006.
Murallas aurelianas (perímetro).
Muro de Arabia Saudí-Irak
Arabia Saudita construye un cerco de 814 kilómetros de largo junto a su frontera con Iraq, en la que incluirá bases militares y puntos de control a lo largo de la valla.
La patrulla fronteriza saudita mantiene unas 40 bases a lo largo de la frontera iraquí en un intento por detener la infiltración de droga y los contrabandistas de armas.
La primera fase de la construcción de un muro de unos 900 kilómetros a lo largo en la frontera entre Arabi Saudí e Irak concluirá en el 2009, según anunció el Ministerio de Interior de Arabia Saudí.
La idea de crear una valla surgió el año pasado después de que combatientes islamistas saudíes se infiltraran en Irak para unirse a las facciones rebeldes que luchan contra las tropas de la coalición multinacional.
Según cálculos publicados por la revista ‘Time’ cuando se anunció su construcción, el muro costaría más de 5.000 millones de euros a las autoridades saudíes.
El ambicioso proyecto refleja no sólo la preocupación por el terrorismo, sino también una creciente alarma por la situación en Irak, donde las fuerzas norteamericanas están luchando para impedir que la violencia entre sunitas y chiítas se transforme en una guerra civil a gran escala. Todos los países vecinos de Irak, incluyendo Arabia Saudita, temen que la violencia traspase las fronteras y amenace su propia seguridad.
La cuestión más importante y principal es sellar la frontera con Irak, ya que desde la invasión norteamericana casi no hay presencia de medidas de seguridad iraquíes. Además de impedir el ingreso de terroristas, Arabia Saudita pretende evitar que contrabandistas, traficantes de armas e inmigrantes ilegales usen a Irak como una vía de acceso a Arabia Saudita.
Pero también ha querido aclarar el Ministro del Interior saudita, Príncipe Ahmad bien ´Abd Al- ´Aziz que no se tratará exactamente de un muro sino de un sistema de cercas de alambrado con cámaras sensibles al calor, entre las otras muchas cosas que anteriormente he citado.
Debería hacerse notar que en el 2004, Arabia Saudita comenzó a construir una barrera de separación a lo largo de su frontera con Yemen. La barrera sigue a la frontera internacional tal como fue puesta por los dos países en el Tratado Fronterizo de Jeddah del año 2000.
Muro de Arabia Saudí-Yemen
Con el objetivo de defender la economía más poderosa del Golfo Pérsico, poseedora de la mayor reserva de petróleo del mundo, el reino saudita fortifica su frontera de 9.000 kilómetros con una de las barreras de seguridad más largas del mundo, a un costo estimado de US$3.000 millones.
El reino comparte con Yemen 1.458 kilómetros, y con Irak más de 800. Además, limita con otros cinco países: Barein, Emiratos Árabes Unidos, Omán, Kuwait y Jordania.
Arabia Saudí retoma el proyecto del muro en su frontera sur con Yemen, esta vez con el objetivo de “evitar la expansión de la revolución”, según la agencia de noticias iraní Fars. El proyecto se remonta a 2004 y entonces los argumentos más importantes esgrimidos por Riad eran la necesidad de defenderse de posibles ataques terroristas y poner freno al tráfico de armas, droga e inmigración ilegal. Ocho años después las prioridades parecen haber cambiado y el reino saudí no quiere ser el próximo en la lista de países árabes sacudidos por revoluciones populares.
La agencia iraní asegura que el objetivo número uno de Arabia Saudí es blindar la parte este del país –donde reside gran parte del quince por ciento de la población total del país de la secta chií del Islam, la misma que en Irán- debido al “número creciente de protestas en las últimas semanas”. Los yemeníes lograron derribar a Alí Abdulá Saleh tras más de un año de protesta que concluyó con un pacto apadrinado por Riad por el que el dictador renunció a su poder a cambio de la inmunidad y ahora “Arabia Saudí teme a la influencia de la revolución sobre su propio pueblo ya que está gobernado por un tiránico régimen real”, según un joven líder de la revuelta yemení citado por Fars.
La frontera de unos 1.500 kilómetros entre ambos países –aliados durante los 22 años de dictadura de Saleh- también ha sido un lugar de máxima tensión debido a la presencia del Houthi, la milicia zaidí que desde 2004 ha librado seis guerras con el Gobierno de Saná. La última fue en 2009 y en ella Saleh tuvo el apoyo Saudí por medio de bombardeos y de un gran número de soldados que cruzaron la frontera para dar caza a los milicianos.
El zaidismo es una rama de la secta chií que sólo se encuentra en Yemen y el Houthi es su brazo armado. Su líder militar es Abdul-Malik al-Houthi, hijo del fundador del movimiento Hussein Badreddin al-Houthi, y tanto en su forma de hablar, como en sus gestos y mensaje imita a Hasán Nasralá, el secretario general de Hizolá, el Partido de Dios libanés. Los seis enfrentamientos que se han producido entre Gobierno y la milicia Houthi, que podría estar formada por unos diez mil hombres, han causado miles de víctimas y unos 150.000 desplazados según Naciones Unidas.
El proyecto de alta tecnología, llevado a cabo por el consorcio de Defensa y Seguridad EADS y Al Rashid Trading & Contracting Co., contará con barrera física en algunas partes, pero en otras, poco pobladas y en el desierto, habrá una barrera virtual: vigilancia satelital, cámaras, radares, sensores electrónicos, centros de detección costeros y aeronaves de reconocimiento para detectar intrusos y enviar patrullas.
La barrera cuya construcción quizá lleve entre cinco y seis años, forma parte de un paquete de medidas de seguridad de 12.000 millones de dólares que incluye sensores electrónicos, bases militares y puntos de control a lo largo de la frontera para proteger a ese reino rico en petróleo de las amenazas externas, expresó Nawaf Obaid, director del Proyecto de Evaluación de la Seguridad Nacional Saudita, un instituto de investigación independiente que asesora al gobierno.
Actualmente el proyecto ha finalizado su primera fase, construidos ya 900km en la frontera de Yemen.
Muro frontera Arabia Saudí con Yemen
Muro de Berlín
El Muro de Berlín (en alemán Berliner Mauer), denominado oficialmente «Muro de Protección Antifascista» (Antifaschistischer Schutzwall) por la socialista República Democrática Alemana – RDA (Deutsche Demokratische Republik – DDR) también fue apodado «Muro de la vergüenza» (Schandmauer) por parte de la opinión pública occidental, fue parte de las fronteras interalemanas desde el 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989 y separó a la República Federal Alemana de la República Democrática Alemana hasta ese año.
El bloque oriental dominado por los Soviéticos oficialmente sostenía que el muro fue levantado para proteger a su población de elementos fascistas que conspiraban para evitar “la voluntad popular” de construir un estado socialista en Alemania del Este. No obstante, en la práctica, el muro sirvió para impedir la emigración masiva que marcó a Alemania del Este y al bloque comunista durante el período posterior a la II Guerra Mundial
El muro se extendía a lo largo de 45 kilómetros que dividían la ciudad de Berlín en dos y 115 kilómetros que separaban a la parte occidental de la ciudad del territorio de la RDA. Fue uno de los símbolos más conocidos de la Guerra Fría y de la separación de Alemania.
Muchas personas murieron en el intento de superar la dura vigilancia de los guardias fronterizos de la RDA cuando se dirigían al sector occidental. El número exacto de víctimas está sujeto a disputas y no se conoce con seguridad. La Fiscalía de Berlín considera que el saldo total es de 270 personas, incluyendo 33 que fallecieron como consecuencia de la detonación de minas. Por su parte el Centro de Estudios Históricos de Potsdam estima en 125 la cifra total de muertos en la zona del muro.
Entre 1949 y 1961, unos 3 millones de personas abandonaron la RDA desde Berlín Oriental. Sólo en las dos primeras semanas de agosto de 1961 emigraron 47.533 personas. Además, para muchos polacos y checos, Berlín Occidental se convirtió en la puerta hacia occidente. A menudo se trataba de jóvenes bien formados, lo que constituía una amenaza a la economía de la RDA y, en última instancia, a la población de los países. Aproximadamente 50.000 trabajadores de Berlín Oriental trabajaban y vivían en Berlín Oeste, pero se aprovechaban de las condiciones financieras favorables de Berlín Este, siendo conocidos como Grenzgänger.
El 4 de agosto de 1961 fue decretado por la magistratura de Berlín Este que los Grenzgänger fueran registrados y pagaran el alquiler en marcos de la RFA. Ya antes de la construcción del muro, la Policía Popular (Volkspolizei) de Berlín Oriental controlaba las calles y los medios de transporte que llevaban a la parte oeste a los llamados «refugiados de la República» sospechosos y «contrabandistas». Además, muchos berlineses occidentales y orientales que trabajaban en Berlín occidental compraban en el mercado negro – con una ventajosa tasa de intercambio para el Marco de Alemania del Este de aproximadamente 1:4 – los relativamente baratos alimentos básicos y los pocos bienes de consumo de lujo de Berlín Este. La economía planificada del sistema del lado oriental fue, en consecuencia, debilitada de esta forma. El muro debía servir a los gobernantes del Bloque del Este como una forma de detener la evasión de los trabajadores y campesinos socialistas mediante el aislamiento.
El plan de la construcción del Muro de Berlín fue un secreto de estado de la administración de la RDA. El muro fue construido a instancias del Partido Socialista Unificado de Alemania — los trabajos se llevaron a cabo bajo la dirección y la vigilancia de la Volkspolizei y de soldados del Ejército Nacional Popular — contra las declaraciones del Presidente del Consejo de Estado (Staatsratsvorsitzender) Walter Ulbricht, quien, en una conferencia de prensa internacional que tuvo lugar en Berlín Oriental el 15 de junio de 1961, había contestado a una pregunta de la periodista Annamarie Doherr:
Entiendo su pregunta como que hay hombres en Alemania del Oeste que desearían que movilizáramos a los trabajadores de la construcción de la capital de la RDA para erigir un muro. No conozco la existencia de tales motivaciones, pues los obreros de la construcción de la capital emplean todas sus fuerzas principalmente en la construcción de casas. ¡Nadie tiene la intención de erigir un muro!.
Ulbricht fue, de esa forma, el primero en emplear el concepto «muro» – dos meses antes de que se construyese.
De hecho, los aliados occidentales fueron informados del acordonamiento de Berlín Oeste por los miembros del plan «Medidas drásticas», pero fueron sorprendidos por el calendario y la amplitud de las barreras. El acceso directo a Berlín Oeste no se cortó, ni fue interrumpido militarmente. El Servicio Secreto de la RFA (Bundesnachrichtendienst – (BND)) ya disponía de información similar desde mediados de julio.
El 11 de agosto la Cámara Popular (Parlamento de la RDA – Volkskammer) aprobó los resultados del Consejo de Moscú y autorizó al Consejo de Ministros a emprender las medidas correspondientes. El Consejo de Ministros de la RDA decidió el 12 de agosto emplear a las fuerzas armadas para ocupar la frontera de Berlín Oeste y construir el muro.
En la noche del 12 al 13 de agosto de 1961, sin previo aviso se construyó el muro entero, simplemente quedo sin construir el 13 de agosto una pequeña parte fuertemente vigilada por la policía socialista. Empezaron a sellar los accesos a Berlín Oeste soldados del Ejército Nacional Popular, 5.000 miembros de la policía fronteriza Alemana (precursora de las Tropas Fronterizas) (Grenztruppen), 5.000 miembros de la Policía Popular y 4.500 miembros de las brigadas. Tropas soviéticas se apostaron listas para el posible combate en la frontera aliada. Todos los medios de transporte que aún comunicaban ambos Berlines fueron detenidos. Sin embargo, las líneas del tren municipal elevado (S-Bahn) y subterráneo (U-Bahn) de Berlín Occidental que circulaban bajo Berlín Este siguieron funcionando sin detenerse en las estaciones orientales, que quedaron como estaciones fantasma. Sólo una de las líneas afectadas de la estación (calle) Friedrichstraße permanecieron en servicio, aunque bajo estrictos controles.
El gobierno de la RDA alegó que era un «muro de protección antifascista» cuyo objetivo era evitar las agresiones occidentales, argumentando que la construcción del muro era consecuencia obligada de la política de Alemania Federal y sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Adicionalmente, se decía desde la Alemania Oriental que ningún muro hubiera sido necesario si Berlín Occidental no fuera una «espina en el costado de la RDA», como lo había definido su alcalde Willy Brandt, en el sentido de que era un enclave de otro estado inserto en el corazón de Alemania Oriental. Esta visión era compartida por los demás estados del Pacto de Varsovia, los cuales veían la rivalidad entre ambas Alemanias como un reflejo de la rivalidad entre los dos grandes pactos militares de la época. De todos modos, las autoridades de la RDA también reconocían que entre los objetivos del muro estaba evitar la emigración masiva o «fuga de cerebros».
Desde el 1 de junio de 1962, no se pudo entrar a la RDA desde Berlín Oeste. Tras largas negociaciones, un acuerdo de 1963 permitió que más de cien mil berlineses del oeste visitaran a sus parientes del lado este por fin de año.
El muro tenía una longitud de más de 120 km. La construcción inicial fue mejorada regularmente. El «Muro de la cuarta generación», que empezó a construirse en 1975, era de hormigón armado, tenía una altura de 3,6 m y estaba formado por 45.000 secciones independientes de 1,5 m de longitud. Su coste fue de 16.155.000 marcos de la Alemania Oriental. Además, la frontera estaba protegida por una valla de tela metálica, cables de alarma, trincheras para evitar el paso de vehículos, una cerca de alambre de púas, más de 300 torres de vigilancia y treinta búnkers.
Célebre mural, icono de la caída del muro.
Al principio, solamente había un paso para los alemanes orientales en la Friedrichstraße; las potencias occidentales tenían dos puntos de control: en Helmstedt, en la frontera entre Alemania Oriental y la parte principal de Alemania Federal, y Dreilinden, en la frontera sur de Berlín Oriental. A los puntos de control se les dieron nombres fonéticos: Alfa (Helmstedt), Bravo (Dreilinden) y Charlie (Friedrichstraße).
Durante la existencia del muro se contabilizaron unas 5.000 fugas a Berlín Occidental; 192 personas murieron por disparos al intentar cruzarlo y otras 200 resultaron gravemente heridas. Intentos exitosos de fuga incluyeron la fuga de 57 personas, quienes escaparon a través de un túnel de 145 m de longitud cavado por los berlineses occidentales, en los días 3, 4 y 5 de octubre de 1964. El intento fallido más destacado fue el de Peter Fechter. Este intentó cruzar el muro junto a su compañero Helmut Kulbeik, el cual sí consiguió llegar al otro lado del mismo. Fechter fue tiroteado y se le dejó morir desangrado a la vista de los medios occidentales el 17 de agosto de 1962.
El Muro de Berlín cayó en la noche del jueves, 9 de noviembre de 1989, al viernes, 10 de noviembre de 1989, 28 años después de su construcción. La apertura del muro, conocida en Alemania con el nombre de die Wende (El Cambio), fue consecuencia de las exigencias de libertad de circulación en la ex-RDA y las evasiones constantes hacia las embajadas de capitales de países del Pacto de Praga y Varsovia y por la frontera entre Hungría y Austria, que impuso menos restricciones desde el 23 de agosto. En septiembre, más de 13.000 alemanes orientales emigraron hacia Hungría. Hacia el final de 1989 comenzaron manifestaciones masivas en contra del gobierno de la Alemania Oriental. El líder de la RDA, Erich Honecker, renunció el 18 de octubre de 1989, siendo reemplazado por Egon Krenz pocos días más tarde.
En su estado final de construcción, a finales de la década de 1989, las instalaciones fronterizas consistían en:
• Un muro de hormigón de 2,5 a 3 m de alto.
• Una alarma que detectaba el contacto con el suelo.
• Una barrera de contacto de tela metálica más alta que un hombre, con un tendido de alambre de espinas y una alarma de contacto.
• Hasta su apertura en el año 1989 hubo además, en algunas partes, recorridos con perros policía (pastor alemán que podían correr libremente, aunque sujetos a una guía de cuerda), barreras antivehículo y antitanque (erizo checo), cuya desmantelación costaría posteriormente miles de millones de marcos al estado.
• Un camino (iluminado de noche) para el acceso a los puestos de guardia y la circulación de las columnas militares.
• Torres de vigilancia (302 en 1989) equipadas con proyectores de búsqueda, que vigilaban los puestos fronterizos de día, y con un refuerzo de soldados durante la noche.
• Pistas de control, siempre escarificadas, que servían para recoger las huellas de los fugitivos, y que no debían ser pisadas por los soldados.
• Barreras de separación suplementarias, que superaban la altura de un hombre, y a través de las cuales se podía ver en oblicuo.
• El muro propiamente dicho, de 3,75 m de altura, con un lado en Berlín Occidental.
• Algunos metros de territorio pertenecientes a la RDA.
La anchura total de las barreras fronterizas variaba entre 30 y 500 m (en Potsdamer Platz). Al contrario que en las fronteras interiores con la RFA, no se dispusieron campo de minas ni pistolas automáticas (aunque en general esto no se conocía en la RDA).
Los detalles de las instalaciones, diseñadas por las tropas fronterizas como zonas de acción, estaban bajo secreto militar y eran, por tanto, desconocidas por los ciudadanos de la RDA. Las tropas fronterizas debían guardar silencio. Como nunca sabían si se encontraban con un agente de la Stasi, siempre guardaban silencio. Cualquiera que se interesaba por las instalaciones fronterizas se arriesgaba, al menos, a ser arrestado y enviado a los puestos de policía para un control de identidad. El resultado podía ser una condena en prisión por planificación de evasión. Estaba prohibido visitar la zona inmediatamente anterior a la frontera sin una autorización especial.
El Muro de Berlín en Bethaniendamm (1986).
Muro de Brunei
Muro de Cisjordania
La Barrera israelí de Cisjordania es una barrera, aún no finalizada, construida por el Gobierno de Israel que se extiende aproximadamente en un 20% a lo largo de la Línea Verde y el 80% restante en territorio Cisjordania, adentrándose en el mismo hasta 22 kilómetros en algunos lugares, con el fin de incluir asentamientos israelíes densamente poblados como, entre otros, Ariel, Gush Etzion, Emmanuel, Karnei Shomron, Guiv’at Ze’ev, Oranit y Maale Adumim. Cuando esté terminada, aproximadamente el 10% del territorio cisjordano quedará en el lado israelí de la barrera y será aislado del resto de Cisjordania. Su proyecto final estima su longitud total en 721 kilómetros (junio de 2006).
La barrera israelí de Cisjordania es un proyecto muy polémico que ha generado importantes críticas contra el Gobierno israelí por parte de distintos organismos como Naciones Unidas y organizaciones pro derechos humanos, así como una resolución no vinculante emitida en 2004 por la Corte Internacional de Justicia que declaraba su ilegalidad e instaba a su total desmantelamiento. En agosto de 2008 el 58% de los 721 kilómetros totales del proyecto de la barrera se encontraban ya construidos; el 9% se encontraba en construcción y el 33% restante se mantenía como proyectado aunque no se había comenzado su construcción.
La construcción de la barrera fue aprobada por el gobierno israelí el 23 de junio de 2002. Consiste en un sistema de vallas y alambradas a lo largo de aproximadamente el 90% de su trazado, y en el 10% restante adopta la forma de un muro de hormigón prefabricado de hasta siete metros de altura, creado con módulos individuales dispuestos uno al lado del otro, e intercalados cada cierto intervalo con torretas para el control militar. Las partes de hormigón fueron erigidas para impedir ataques desde los edificios del lado palestino contra los vehículos que circulan en el lado israelí. Una vez que el proyecto en su conjunto se haya completado, la parte del hormigón será de un 6%, unos 30 km. El complejo de la barrera consiste de los componentes principales siguientes: una valla con sensores electrónicos diseñados para alertar a las fuerzas militares israelíes de los intentos de infiltración; una zanja (de hasta 4 metros de profundidad); una carretera asfaltada de dos carriles para patrullas; una pista de rastreo (un camino de arena allanada para detectar huellas) que discurre en paralelo a la valla; seis rollos de alambre de espino apilados marcando el perímetro del complejo. Todo el montaje tiene un ancho de entre 50 y 70 metros como media, aunque puede llegar a medir hasta 100 metros en algunos lugares. Un elemento complementario previsto son las “barreras de profundidad”, que son barreras secundarias que se bifurcan de la barrera principal hacia el este. Hay dos barreras de profundidad que forman parte del trazado previsto en el centro de Cisjordania. El número de puertas abiertas a los palestinos con los permisos apropiados es de 45 (de un total de 84).
La barrera es un proyecto muy controvertido. Sus partidarios afirman que la barrera es una herramienta necesaria para proteger a los civiles israelíes (árabes y judíos) contra el terrorismo palestino, especialmente de los atentados suicidas. Sobre la cuestión legal, el gobierno de Israel argumenta que le ampara el derecho a la autodefensa reconocido en el derecho internacional y que su único propósito al construir la barrera es impedir la entrada a núcleos de población de los terroristas, ante el incremento de los atentados tras la Intifada de Al-Aqsa (más de 1000 personas asesinadas desde septiembre de 2000) y por tanto no trazada con fines políticos ni anexionistas. Israel alega también que la barrera se erigió solo después de probar otras opciones que no lograron evitar los ataques mortales terroristas y una vez comprobado que la Autoridad Nacional Palestina no cumplía sus compromisos en materia de lucha contra el terrorismo. Sobre por qué no siempre sigue el trazado de la línea de armisticio anterior a 1967 (la llamada «Línea Verde»), que es la principal objeción que recibe la barrera, Israel aduce que se construye donde puede tener mayor efectividad y se ha mantenido en el interior del trazado de la Línea Verde cuando las necesidades de seguridad pueden asegurarse. Los defensores de la barrera sostienen finalmente que su eficiencia se constata por la drástica disminución del número de atentados terroristas suicidas y aducen que no se diferencia de las de otros países (como España o Estados Unidos) que construyen vallas para defender su territorio.
Sus detractores, entre los que se encuentran las organizaciones pacifistas y pro-derechos humanos israelíes Peace Now y B’Tselem, y múltiples organizaciones internacionales como Amnistía Internacional, Intermón-Oxfam, Human Rights Watch y UNICEF, afirman que la construcción de la barrera sobre lo que consideran territorio palestino ocupado, junto con otras medidas llevadas a cabo por el Gobierno israelí (como la construcción de nuevos asentamientos y carreteras que atraviesan el territorio cisjordano, o el aumento de los checkpoints en la entrada y salida de las ciudades y aldeas) crea una realidad de facto que impediría un Estado árabe palestino viable, estableciendo serias dudas sobre su continuidad territorial y degradando notoriamente el nivel de vida de las poblaciones palestinas adyacentes al mismo, tanto por la destrucción y anexión de terrenos agrícolas fundamentales para la supervivencia de los poblados como por el aislamiento en el que se ha dejado a poblaciones enteras del resto del territorio palestino. Afirman que el derecho de Israel a defenderse debe ser compatible con el derecho a una vida digna de la población palestina, que hay otras medidas que pueden lograr el mismo objetivo y que, en caso de construir una barrera, ésta debería transcurrir en el interior de Israel y no en Cisjordania.
La alambrada a la altura de Meitar., en la carretera entre Beerseba y Hebrón, en la Judea meridional, sur de Cisjordania.
La denominación de la construcción es controvertida y está políticamente marcada. El nombre oficial que el Gobierno de Israel puso a la construcción es el de «Valla de seguridad» (security fence en inglés), y por ello los israelíes suelen denominarla «Valla de separación», «Cerca de seguridad» (en hebreo גדר ההפרדה, gader ha’hafrada) o también «Cerca antiterrorista». En los Territorios Palestinos suele denominarse en árabe como «Muro de la segregación racial» ( جذار الفصل العنصوري yidar al-fasl al-‘unsuri), «Nuevo Muro de la Vergüenza» o «Muro del Apartheid» (Apartheid Wall), en referencia al antiguo régimen racista sudafricano, pese a que en Israel viven más de un millón de árabes, el 19% del total de todos los israelíes. Esta denominación también es utilizada por algunos detractores de la barrera y de Israel en general. La denominación «Muro de Cisjordania», o simplemente «Muro», es utilizada por algunas organizaciones pro-derechos humanos, entre las que se encuentran UNICEF y Amnistía Internacional. En los medios de comunicación internacionales suele utilizarse el término inglés barrier («barrera»), y en España, los medios de comunicación y la clase política acostumbran a denominarlo «Muro de Cisjordania». La diplomacia israelí ha deplorado esta práctica que considera “descalificadora” por parte de los medios de comunicación españoles.
En resumen, sus detractores ponen el énfasis en la parte que tiene de «muro» (un 10% del trazado, aproximadamente) y sus defensores en lo que tiene de «cerca» o «valla» (el 90% restante), mientras que «barrera» es la denominación que escogen quienes buscan expresarse de forma más neutral, aunque a veces se utilizan ambos términos de forma indistinta, fundamentalmente desde los medios de comunicación.
Son 723 kilómetros de barrera de hormigón y valla metálica, sensores electrónicos, alambre de púas, zanjas, miradores y 66 puestos de control que separan Israel de los territorios palestinos de Cisjordania. Condenada por la ONU y la Corte de la Haya, la construcción que separa a los campesinos de sus tierras y a las familias de sus lugares de trabajo, centros educativos y de salud cumple 10 años.
El 16 de junio de 2002, el entonces primer ministro israelí Ariel Sharon tomó una decisión que despertó cuestionamientos en casi todo el mundo: levantar un muro para separarse de Cisjordania, con la excusa de defenderse de los ataques procedentes de los territorios palestinos . Corrían los sangrientos días de la segunda Intifada (levantamiento palestino) contra la ocupación israelí.
Sólo en la primera mitad de ese año murieron unos 200 israelíes en atentados suicidas de extremistas palestinos .Dos días después de que se empezara a construir la valla defensiva, 19 escolares murieron cuando se inmoló un palestino en Jerusalén.
En este violento contexto, una amplia mayoría de los israelíes apoyó la construcción del muro que invade territorio palestino, es decir al Este de la Línea Verde establecida tras la primera guerra árabe-israelí en 1948, conocida por los israelíes como Guerra de la Independencia. En algunas partes, las placas de cemento alcanzan los ocho metros de altura para protegerse de los francotiradores.
Desde entonces, son “casi 500.000 los palestinos que se ven afectados por la construcción” ubicada en un 80 por ciento en territorio palestino, explicó Daniela Gordon, de la organización de derechos humanos israelí Machsom Watch.
Todos los campesinos palestinos cuyas tierras se encuentran entre la Línea Verde y el muro deben atravesar las llamadas “puertas de la agricultura” para llegar a sus campos e invernaderos. Tres veces al día, soldados israelíes fuertemente armados abren esos accesos durante cerca de media hora. Sólo quienes tengan un permiso especial pueden acceder a sus campos. Por la noche, regresan bajo la mirada de desconfianza de los soldados.
“Por supuesto que espero que este muro desaparezca un día”, dijo a al agencia DPA uno de los militares que vigilan las puertas, al que no le está permitido dar su nombre. “Presto servicio aquí desde hace tres años, y no es nada divertido”, afirmó mientras controlaba desganado un tractor. “Pero por desgracia, agregó, el muro sigue siendo irrenunciable para mantener la seguridad de Israel”.
fotos PINTADAS. Los bloques de cemento se convirtieron en lugares de expresión.
Según el diseño de su trazado, el objetivo es rodear los más de 50 asentamientos israelíes donde viven un 80% de colonos, incluyendo extensas áreas de tierra alrededor de ellos, lo que permitiría crear una continuidad de los asentamientos con Israel y separar la zona del resto de Cisjordania.
Hoy en día, el conflicto entre israelíes y palestinos permanece estancado y la lógica idea de dos Estados no avanza. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, presentó en septiembre pasado una solicitud de membresía de la ONU para un estado palestino en Cisjordania y la Franja de Gaza, con Jerusalén este como su capital, pese a la fuerte oposición de Israel y Estados Unidos que sostienen que la paz en la región sólo puede llegar de la mano de negociaciones palestino-israelíes.
Sin embargo, uno de los mayores obstáculos de las negociaciones tiene que ver con los asentamientos en Cisjordania, territorio ocupado en el que Israel se niega a dejar de construir viviendas, una condición inamovible por parte de los palestinos para retomar el diálogo.
A diez años del inicio del levantamiento de este muro, los atentados en Israel disminuyeron, aunque no está claro si es producto del muro o por el fin de la Segunda Intifada, que comenzó el 28 de septiembre de 2000 y concluyó oficialmente el 24 de febrero de 2005.
Debe estar conectado para enviar un comentario.