Construcción
Santuario de Panóias
El Santuário de Panóias, también llamado Fragas de Panóias, se localiza en Vale de Nogueiras, en el concejo de Vila Real, Portugal. Está a algunos kilómetros de la ciudad. Su construcción se remonta a finales del siglo II-principios del siglo III d. C.
El Santuario de Panoias en la región de Vila Real está situado en el interior del noreste de Portugal y se encuentra a una altitud promedio de 460 metros, 85 kilómetros al este del océano Atlántico.
El origen de Vila Real se pierde en el tiempo, pero sabemos que el área ya estaba habitada en el Paleolítico.
Santuario de Panóias, situado en los alrededores de Vila Real, es uno de los casos más enigmáticos de la arqueología portuguesa.
Existen evidencias de los asentamientos celta Ibérica y romana (pagano Santuario de Panóias).
Durante las invasiones bárbaras y árabes fue abandonada la región. En el siglo XII los pueblos poco a poco comenzaron a establecerse, pero fue sólo en 1289 el rey D. Dinis presentó la ciudad con su carta.
Distribución
El santuario es un recinto donde se encuentran tres grandes rocas, donde fueron abiertas varias cavidades de varios tamaños, en las que también se construyeron escaleras de acceso. En la roca situada en la entrada del recinto fueron gravadas varias inscripciones – tres en latín y una en griego, describiendo el ritual celebrado, los dioses a quienes era dedicado y quien dedicaba – , una de ellas fue destruida el siglo pasado, pero fue reconstituida a partir de lecturas y registros anteriores.
Inscripciones
La inscripción desaparecida, en latín, estaba 6/7 metros al Este de la segunda inscripción, al lado derecho del camino por donde se entraba al área sagrada. El texto estaría orientado para la roca situada en la entrada del recinto y dice lo siguiente:
DIIS (loci) HVIVS HOSTIAE QVAE CA / DVNT HIC INMOLATVR / EXTRA INTRA QVADRATA / CONTRA CREMANTVR / SANGVIS LACICVLIS IVXTA / SVPERE FVNDITVR
“A los Dioses y Diosas de este recinto sagrado. Las víctimas se sacrifican, y se matan en este lugar. Las vísceras se queman en las cavidades cuadradas en frente. La sangre se vierte aquí al lado para las pequeñas cavidades. Lo estableció Gaius C. Calpurnius Rufinus, miembro del orden senatorial.”
Para la roca de la entrada, se sube por unos escalones, y antes de subir, a la izquierda, se encuentra la segunda inscripción:
DIIS CVM AEDE / ET LACV M. QVI / VOTO MISCETVR / G(neus) C(aius) CALP(urnius) RUFI / NVS V(ir) C(larissimus)
(la primera traducción es de António Rodríguez Colmenero, y la segunda de Geza Alföldy)
“A los dioses, con la aedes y el estanque, el pasaje subterráneo, que se junta por voto.”
“G. C. Calpurnius Rufinus consagró dentro del templo (templo entendido como recinto sagrado), una aedes, un santuario, dedicado a los Dioses Severos.”
Quedan los vestigios de uno de los pequeños templos existentes en el recinto. Subiendo las escaleras y pasando al otro lado de la roca, se encuentra la tercera inscripción:
DIIS DEABVSQVE AE / TERNVM LACVM OMNI / BVSQVE NVMINIBVS / ET LAPITEARVM CVM HOC TEMPLO SACRAVIT / G(neus) C(aius) CALP(urnius) RVFINVS V(ir) C(larissimus) / IN QVO HOSTIAE VOTO CREMANTVR
“A todos los dioses y diosas, a todas las divinidades, especialmente a las de los Lapiteas, dedico este estanque eterno, con este templo, Gaius c. Calpurnius Rufinus, varón esclarecido, en el que se quemam víctimas por voto.”
“A los Dioses y Diosas y también a todas las divinidades de los Lapitaes, Gaius C. Calpurnius Rufinus, miembro del orden senatorial, consagró con este recinto sagrado para siempre una cavidad, en la cual se quemam las víctimas siguiendo el rito.”
Esta inscripción revela que el recinto está dedicado no sólo a los Dioses Severos sino también a los dioses de los Lapitae, dioses de la comunidad indígena que existiría en la región. Delante tenemos la cuarta inscripción (en griego):
Y’l’ICTw CEPA PIDI CYN KANqA Pw KAY MYCTOPIOIC C. C. CALP. RVFINVS V|C.
“El esclarecido varón Caio Calpúrnio Rufino, hijo de Caio, consagró, junto con un estanque y los misterios, (un templo) al más alto dios Serápis.”
“Al altísimo Serápis, con el Destino y los Misterios, G. C. Calpurnius Rufinus, claríssimo.”
El senador consagró el recinto sagrado a la divinidad principal de los dioses del Infierno, el Altísimo Serápis, incluyendo una gastra y misterios. Gastra, una cavidad redonda, se encuentra inmediatamente detrás de la inscripción. Su función en el ritual sería la de asar la carne de la víctima, que era consumida en el lugar, en frente del nombre de la divinidad. La quinta inscripción indica el acto final:
DIIS SE(veris) MAN(ibus) DIIS IRA(tis) / DIIS DEABVSQVE (loca) / TIS (hic sacravit lacum et) / AEDEM (Gneus Caius Ca) LP (urnius Ru) FINVS (Clarissimus Vir)
“A los dioses infernales airados que aquí viven, (dedicó) Gaius c. Calpurnius Rufinus, varón esclarecido.”
“A los dioses, G. C. Calpurnius Rufinus, claríssimo, con este (templo) ofrece también una cavidad para que se proceda a la mezcla.”
En este sitio, el iniciado se purificaba con sangre, manteca y aceite con lo que se había ensuciado.
Descripción del lugar
Esta interpretación sobre Panóias es de Geza Alföldy. Con base en sus estudios, podemos hoy decir que tuvimos en el lugar un ritual de iniciación con un orden y un itinerario muy precisos – la matanza de las víctimas, siempre animales y nunca humanas, el sacrificio de sangre, la incineración de las víctimas, el consumo de la carne, la revelación del nombre de la autoridad máxima de los infiernos, y por fin la purificación. En la segunda roca del recinto la iniciación se repetía en un grado más elevado, y en la tercera roca, la más elevada, había un pequeño templo, donde ocurría el acto principal de inicición – la muerte ritual, el entierro y la resurrección.
Hoy en cualquiera de las tres rocas tenemos vestigios de los pequeños templos que eran parte integrante del recinto. Quedan también las diferentes cavidades rectangulares que servían para quemar las vísceras, una cavidad redonda – gastra, para asar la carne, y todavía otra donde se procedía a la limpieza de la sangre, manteca y aceite. Otras cavidades estaban relacionadas con los pequeños templos existentes, y se destinaban a guardar los instrumentos sagrados usados en los rituales.
Existen por tanto en Panóias testimonios de un rito de iniciación de los misterios de las divinidades infernales. Las prescripciones se identifican como partes de una ley sagrada, pero aplicadas a un lugar concreto y preciso. La elección de este lugar no fue hecha por casualidad, sino como fruto de criterios específicos y previamente establecidos. La topografía del lugar desempeñó aquí un importante papel.
El ritual
La primera piedra contiene las escaleras, y al lado, el “lacus” y el “laciculus”. Es visible el rebaje hecho en la roca granítica, para construir un templo, y dentro del mismo, abiertos a pico, los “lavacra” purificatorios donde los “mystae” se limpiaban antes de ofrecer las víctimas, o los depósitos donde los sacerdotes guardaban los instrumentos de sacrificio.
En la segunda piedra existe un orificio que serviría para un poste de hierro o de bronce, apoyado en dos puntales, donde se ataban los animales a sacrificar, que venían adornados con guirnaldas. Los sacerdotes, con vestiduras blancas y coronas hechas de ramas de laurel/roble/acebo/hiedra/parra, conforme al dios al que se destinaba el sacrificio, traían en las manos la patena, una especie de platos redondos de metal. Después, venían los “victimarii”, armados del “securis”, hachita utilizada para el descuartizamiento de las víctimas.
Cuando todo estaba preparado, un heraldo imponía silencio y los profanos abandonaban el lugar sagrado. Los sacerdotes rociaban a la víctima con la “mola”. Los presentes bebían un poco de vino, con el que también hacían la libación derramando un poco en la cabeza del animal. Se encendía el fuego en el respectivo “lacus” y se quemaba el incienso. Ahí, los “Popae”, desnudos de la cintura para arriba, conducían la víctima al altar, donde era herida de muerte con un hacha por los “Cultrarii”, que le cortaban el cuello. La sangre era recogida en la “patera” y derramada en los “laciculi”. La víctima era colocada en la mesa “anclabris”, desollada y descuartizada. De acuerdo con un epígrafe hace décadas destruido, se quemaban las vísceras de la víctima en honor de los dioses y el resto de la carne era asada y comida por los presentes, en confraternización con las divinidades.
En esta piedra es visible también un conjunto de “lavacra” (los referidos estanques purificatorios), así como los cimientos de un segundo templo, cuyos sillares se encuentra en las actuales paredes de las casas de la aldea vecina, principalmente en el suelo de la iglesia.
Un poco más al norte, en la dirección que seguimos, nos encontramos con un lacus, donde se ven las ranuras que sostenían las barras de hierro que soportaban la parrilla donde era asada la carne de las víctimas, y el laciculus, donde se derramaba la sangre.
Cerca de veinte metros, del lado de levante, se conservan todavía, en una pequeña roca, los restos de un altar pre-romano constituido por diversas covachas unidas entre sí por surcos, donde los Lapiteas llevarían a cabo el culto a sus dioses, como a Reva Marandiguius, divinidad que vivía en las alturas del Marão, e, hipotéticamente, a las serpientes y a los jabalíes. Siguiendo en dirección norte, por una escalera excavada en la roca, se da con otro altar de los Lapiteas, constituido por covacha y surco.
Broch Dun Telve
Broch Dun Telve
Nombre alternativo: Dùn Teilbh
Location: Scottish Highlands
Coordinates: 57.194613°N 5.594653°W
Type: Broch
Periodo: Edad de hierro
Dun Telve (gaélico escocés: Dùn Teilbh) es un fuerte-torreón de la edad de hierro situado a unos 4 kilómetros al sureste de la aldea de Glenelg, Highland, en Escocia. Es uno de los brochs mejor conservados de Escocia.
Localización
Dun Telve (referencia de cuadrícula NG82921726) se encuentra en la orilla norte del Abhainn a’Ghlaine Bhig, en los tramos inferiores de Gleann Beag. Se encuentra junto a la carretera secundaria que conduce al sur de Glenelg. El fuerte-torreón vecino de Dun Troddan miente 470 metros (1.540 pies) al este, y el “semi-broch” conocido como Dun Grugaig está alrededor de 2.5 kilómetros (1.6 millas) más al este.
Historias
Se piensa que el fuerte-torreón fue robado para la piedra en 1722 (probablemente para la construcción del cuartel de Bernera en Glenelg). [2] Dun Telve era popular entre los turistas a finales del siglo XVIII, y se esbozó por primera vez a finales del siglo 18. [2] Fue estudiado en detalle en 1871-1873 por Henry Dryden. El edificio fue puesto en cuidado estatal entre 1882 y 1901 y los marcadores de frontera que definen el área de tutela son todavía visibles. [2] Alrededor de 1914 un programa de trabajos fue realizado por la Oficina de Obras, que incluyó la “limpieza” del interior, la inserción de hormigón en el espacio intramural superior y apuntando la cara de la pared interna. El fuerte-torreón nunca ha sido excavado arqueológicamente. [2] El broch está ahora en el cuidado de Escocia histórico.
Descripción
El broch consiste en una torre de piedra seca que mide 18,3 metros (60 pies) de diámetro, y actualmente se encuentra a una altura máxima de 10,2 metros (33 pies) al oeste y noroeste. Las paredes externas tienen 4.3 metros (14 pies) de espesor en la base y 1.2 metros (3 pies 11 pulgadas) de grosor en la parte superior. [2] La entrada está en el oeste pero se ha modificado, probablemente en el mediados del siglo XIX. [2] En el lado sur del pasillo de entrada hay una pequeña cámara lateral, a veces llamada “celda de guardia”. [3]
Una entrada en el lado norte del interior del fuerte-torreón proporciona acceso primero a una celda interna y luego al espacio intramural que se estrecha a medida que se eleva hasta la parte superior de la pared sobreviviente. El acceso por la torre es por una escalera de piedra sinuosa, y las aberturas a intervalos una vez dio acceso a los pisos superiores. [3] La presencia de dos bordes de piedra horizontales, o scarcements, encima de la altura de la sección superviviente sugiere que había dos pisos superiores. El piso superior habría estado alrededor de 9 metros (30 pies) sobre el nivel del suelo. [3]
Las estructuras anexas a los lados oeste y noroeste de Dun Telve incluyen al menos un edificio rectangular. [2]
La única entrada en Dun Telve se puede ver aquí. Como puede verse, la entrada es estrecha y fácilmente defendida de los agresores. El umbral de la puerta está marcado por una piedra del dintel (indicada por la flecha), una sola losa de roca.
Aquí vemos una vista de la entrada desde el interior del broch. Observe el vacío directamente sobre la entrada. Estos huecos fueron presumiblemente puestos en reducir el peso sobre la entrada y evitar que la pared de colapso sobre la única salida.
La palabra “broch” se deriva de los nórdicos borg (“fort”) y es utilizado por los arqueólogos para describir las torres de piedra seca, prehistóricas y circulares que se encuentran principalmente en el norte y el oeste de Dun Telve BrochScotland. Dun Telve (derecha), que está cerca de la aldea de Glenelg en la costa de Lochalsh, frente a la isla de Skye, es un buen ejemplo.
Cuando los anticuarios comenzaron a estudiar estos monumentos en los siglos XVIII y XIX, supusieron que eran fortificaciones, equiparándolos con las Torres Peel de las Fronteras Escocesas del siglo XV, bastiones de los laird locales. Sabían que los torreones eran mucho más tempranos, quizás Vikingos o Pictos de la Edad Media. Sin embargo, cuando las excavaciones reales comenzaron a mediados del siglo XIX, produjeron una buena cantidad de material que se sabía que era romano en fecha. Puesto que la mayoría de los brochs están en o muy cerca de la costa, revisaron su pensamiento y los interpretaron como una respuesta a las expediciones de esclavos romanos ya la actividad militar en el siglo I dC. Esta teoría fue deshecha por el desarrollo de técnicas de datación por radiocarbono en los años cincuenta. Estos muestran ahora que un buen número de los brochs fueron construidos varios siglos antes de que los primeros romanos llegaran a la escena.
Hay por lo menos un centenar o algo así en las tierras altas y las islas y hay muchos sitios más cuya identidad no está clara porque están demasiado dañados o no han sido debidamente investigados. Típicamente, las paredes son huecas durante gran parte de su altura, con una “piel” interior y una exterior unidas entre sí por dinteles.
En muchos casos había células que se abrían al interior de la estructura a nivel del suelo o más alto, pero no hay otras aberturas aparte del largo paso de entrada, por ejemplo, ninguna ventana. En la mayoría de los casos los interiores habían estado muy alterados pero, donde las características han sobrevivido, había generalmente los restos de un hogar central y divisiones alrededor del perímetro del espacio. Muchos brochs tienen los scarcements – rebordes estrechos en la cara interna de las paredes – diseñados para apoyar la carpintería para un tejado o el piso de un piso superior.
Recientemente se ha cuestionado la suposición de que eran obras defensivas. Muchos de ellos están mal situados para servir como fortificaciones: se les pasa por alto o no tienen un suministro fiable de agua. El único broch con un parapeto en la parte superior (o incluso el acceso a la parte superior) es Mousa en Shetland y ninguno de ellos tiene ventanas, por lo que el montaje de una defensa activa habría sido difícil de decir lo menos. También está la cuestión de su proximidad. Los brochs de Glenelg están solamente cerca de un kilómetro aparte y están a plena vista el uno del otro, y son muy gruesos en el suelo en Orkney. En el mejor de los casos podrían haber servido como “pernos”, pero aún así un poco de paciencia y un buen fuego habría sido todo lo que un atacante necesitaba para ahuyentar a los defensores. Ahora se cree que su verdadero propósito era anunciar el prestigio y el poder de los jefes que vivían en ellos.
Naveta Des Tudons
Naveta Des Tudons
Menorca; Islas Baleares; España
La Naveta des Tudons es una construcción funeraria de la prehistoria menorquina usada entre los años 1200 y 750 a. C. Se trata de una tumba colectiva que, al ser restaurada en los años 1950,2 aportó los restos de al menos 100 individuos y objetos de sus depósitos funerarios: pulseras de bronce, botones de hueso y cerámica. Se trata de una de las construcciones prehistóricas mejor conservadas de Menorca. Mide 13,6 metros de larga por 6,4 de ancha.
En la actualidad está restaurada y el yacimiento está abierto al público para su visita. Es uno de los iconos y reclamos turísticos más importantes de la isla. Está situado en el km 40 de la carretera Me-1 de Menorca, entre Ciudadela y Ferrerías
Hoy por hoy, el monumento está considerado como el edificio íntegramente conservado más antiguo de Europa.3
No se puede entrar ni subir a la naveta por motivos de seguridad y conservación del monumento.
La Naveta Des Tudons es el monumento prehistórico más famoso de Menorca y de las islas Baleares en general.
Las navetas son construcciones propias de Menorca y son de los monumentos funerarios más antiguos que se recuerdan. Se construyeron sobre el año 1000 a.C. y pertenecen a la cultura talayótica de la isla.
El nombre de la Naveta viene de su parecido con una embarcación (nave) invertida. Este nombre se lo puso Joan Ramis i Ramis en el 1818 cuando publicó Antigüedades Célticas de la Isla de Menorca. Joan Ramis defendía (erróneamente) que la Naveta era un templo dedicado a Isis, la inventora de la navegación y la diosa protectora de los marineros. En su construcción no se utilizó ningún tipo de cemento y son tan sólo piedras encajadas.
En las inmediaciones de la Naveta encontraréis los poblados talayóticos de Torrellafuda y Torretrencada.
La naveta des Tudons es el monumento funerario más conocido de Menorca y se trata de un tipo de tumba que solo se encuentra en la isla. Está construido con técnica ciclópea, es decir con piedras de dimensiones medianas encajadas en seco, sin la ayuda de mortero.
Durante las excavaciones arqueológicas efectuadas en la década de los 60 del siglo pasado, con la participación de la arqueóloga menorquina Mª. Lluïsa Serra, se hallaron los esqueletos desordenados de cien individuos de ambos sexos y de todas las edades, gran parte de los cuales fueron datados en el siglo IX aC.
Los cuerpos, aún estando en desorden, iban acompañados de los ajuares personales con que fueron enterrados: brazaletes de bronce, botones de hueso y alguna arma de bronce. También se hallaron ollitas, vasos de cerámica y un tapón de hueso decorado, que formaba parte de un estuche donde se guardaban cabellos de alguno de los difuntos, que es un tipo de ritual funerario habitual de esta época.
La forma, que recuerda una nave invertida, es la que proporcionó el nombre de naveta al monumento. La entrada de ésta lleva a un pequeño corredor que conduce a la cámara superior y a una segunda puerta que lleva a la inferior. El piso intermedio y la cubierta superior están construidos con grandes losas que actúan como vigas.
Concretamente actuaba como osario. Los huesos eran colocados en el interior de la naveta en dos cámaras, una sobre otra, acompañados de ajuar funerario (cerámicas y objetos personales de hueso y metálicos).
El monumento presenta una planta de herradura alargada y una doble puerta de entrada, entre las que existe una pequeña antecámara por la que se accede al piso superior. Exteriormente tiene la forma de una nave invertida, cosa que ha motivado su denominación. Fue excavada y restaurada a finales de los años 50.
Es un tipo de monumento único en Baleares, aunque tiene su paralelo en los hábitats de este mismo periodo: las navetas de habitación o naviformes que encontramos tanto en Mallorca como en Menorca.
El cercado de piedras, similar a una “tanca” ovalada, no existía antes, y se realizó durante la restauración, como medio de protección al monumento.
Ciudad perdida de Rhapta
Halladas en Tanzania ruinas sumergidas de la que podría ser la antigua ciudad perdida de Rhapta
Siglos de especulaciones relacionadas con la ciudad perdida de Rhapta podrían tocar a su fin gracias al descubrimiento realizado en el transcurso de un vuelo en helicóptero sobre la isla tanzana de Mafia. Se trata de un conjunto de antiguas ruinas parcialmente sumergidas que se cree que pertenecen a una antigua ciudad mercantil romana cuyo paradero se había perdido desde hacía 1.600 años.
El descubrimiento se produjo cuando el submarinista Alan Sutton avistó una formación de aspecto poco común en el agua durante un vuelo en helicóptero cercano a las costas de Tanzania. Tras haber buscado estas ruinas durante tres años, anunció su hallazgo en este blog. Parecían las ruinas de estructuras que recordaban a una antigua ciudad portuaria. Los investigadores han comunicado que las ruinas ocupan una extensa área y confirman la presencia de impresionantes líneas de cimientos cubiertas por miles de bloques de piedra cuadrados y rectangulares.
Fotografías de algunos de los bloques de piedra cuadrados y rectangulares hallados en las costas de la isla de Mafia, perteneciente a Tanzania. (Seaunseen / Alan Sutton)
El descubrimiento ha sido también confirmado por arqueólogos de la Universidad de Dar es Salaam, que coinciden en que las ruinas muy bien podrían pertenecer a la ciudad perdida de Rhapta, mencionada en un antiguo documento por Diógenes, un marinero que hacía la ruta comercial de la India y que visitó Rhapta en su época. Sabemos que Rhapta era un puerto comercial romano del sudeste de África que se convirtió en una impresionante ciudad en el siglo I d. C. En realidad no se sabe gran cosa sobre ese lugar, más allá de una cita en la obra Periplo por el Mar Eritreo (año 50 d.C), donde se identifica con la localidad más meridional de Azania, así como la que menciona el escritor greco-egipcio Claudio Ptolomeo en su obra Geografía. Según este autor, un marinero llamado Diógenes que navegaba en una ruta con la India le explicó que se trataba de un importante centro de comercio de armas hechas de metal y carey, mercado que le habría suministrado grandes beneficios hasta convertirla en una de las metrópolis más ricas de su tiempo.
El problema es que no hay muchas más noticias porque ese sitio, si es que existió, desapareció enigmáticamente de la Historia hace unos 1600 años. Tan sólo se dispone de un mapa, trazado en 1890 por el explorador alemán Carl Peters, situando Rhapta junto a la isla de Mafia (antaño Monfia) y aludiendo a un fuerte portugués levantado sobre ruinas anteriores.
A finales del siglo XIX, un explorador alemán llegó a la región en busca de un antiguo puerto portugués. En el transcurso de su aventura, cartografió la isla de Mafia, lo que ayudó a Sutton a comprender mejor la topografía de la región. Según el arqueólogo Felix Chami de la Universidad de Dar es Salaam, “estas ruinas son las de Rhapta, ya que las técnicas constructivas, las piezas cerámicas y su emplazamiento encajan en todos los casos con las antiguas descripciones de la ciudad.” Chami opina que la localización de la ciudad no es discutible, a juzgar por las descripciones que han llegado hasta nosotros en antiguos documentos romanos.
Por no saber ni siquiera sabemos su localización exacta, salvo vagas referencias a la costa sudeste africana, a la altura del litoral tanzano y la isla de Zanzíbar. Al menos así era hasta que en 2013 un helicóptero que sobrevolaba esa zona percibió unas extrañas e inusuales formas medio aflorando sobre la superficie marina en forma circular. Inmediatamente se dispararon las alarmas y se identificó ese descubrimiento con estructuras arquitectónicas y no con arrecifes, como hasta entonces.
La ciudad de Rhapta podría haber sido la primera metrópolis del África subsahariana, y fue famosa por haber sido un centro portuario en el que se comerciaba principalmente con caparazones de tortuga y armas de metal. Desapareció de las páginas de la historia hace unos 1.600 años por razones desconocidas. Pero ahora, gracias al descubrimiento realizado por Sutton, los investigadores podrían ser capaces de desvelar los secretos que encierra esta antigua ciudad perdida.
Como ha explicado Sutton en declaraciones recogidas por el DailyMail :
La isla junto a la cual se encuentra es Mafia, conocida por Ptolomeo como Mafiaco. Si se trata exactamente de Rhapta es algo que los arqueólogos aún deberán resolver… Parece muy antigua y debía estar realmente bien construida, en un estilo diferente a la arquitectura de otras ruinas halladas en Tanzania, y sin duda el hallazgo va a mantener ocupados a los arqueólogos muchos años. Antes de llevar a cabo una exhaustiva investigación va a ser imposible determinar con exactitud a qué corresponden las ruinas. Parece no obstante que se trata de una ciudad portuaria muy antigua.
Las costas africanas aún albergan muchos secretos en la actualidad. Sin embargo, la mayor parte de ellos tienen que ver con la mitad norte del continente. Uno de los más impresionantes descubrimientos de este tipo se produjo cerca de las costas egipcias. Como escribía April Holloway en Ancient Origins el 29 de abril del año 2013:
“La ciudad de Heracleion, sede del templo en el que Cleopatra fue coronada reina de Egipto, se hundió en el mar Mediterráneo frente a las costas de Egipto hace unos 1.200 años. Fue uno de los más importantes puertos comerciales del Mediterráneo antes de desaparecer bajo las aguas hace más de un milenio. Durante siglos, se creyó que esta ciudad era un mito, de forma muy parecida a como vemos a la Atlántida en la actualidad. Pero en el año 2001, un arqueólogo submarino que buscaba los restos de barcos de guerra franceses se topó con esta antigua ciudad hundida.
Y ahora hay nuevas noticias al respecto, en este caso facilitadas por un submarinista llamado Alan Sutton, quien, tras una serie de inmersiones y pese a la baja visibilidad subacuática, cree haber dado con el lugar exacto. Asegura haber visto lo que identifica con murallas y restos de edificios, aparte de piezas de cerámica en la arena del fondo. La marea baja que trajo la primavera hizo aflorar parte de esos restos.
Las ruinas halladas están en un gran banco de arena (de hecho, la isla de Mafia es de arena, no tiene rocas), lo que combinado con la cálida temperatura del agua y la proliferación de algas hace que el agua se enturbie y la visibilidad sea mala. No obstante, se pueden apreciar bloques, aparentemente de piedra arenisca y de considerable tamaño (5 x 5 metros y 40 centímetros de grosor).
Las imágenes muestran lo que asemejan ser montones de construcciones cúbicas y rectangulares dispuestas formando un anillo en un área bastante amplia. A priori no es mucho; desde luego, no suficiente para una identificación en términos absolutos. Pero Felix Chami, arqueólogo de la Universidad de Dar es-Salaam, confirma que podrían -el condicional es importante- pertenecer a Rhapta, pues las gentes locales siempre han asegurado que había casas sumergidas. Otra cosa es si se trata de ruinas tan antiguas, puesto que muchos expertos las identifican más bien con construcciones coloniales portuguesas, de las que se conservan ejemplos abundantes en esa parte del Índico. Aparte, en varias islas del entorno hay patrimonio monumental shirazi (swahili).
Chami sugiere una teoría integradora: los lusos edificaron aprovechando lo que ya había. Se basa, dice, en el aire de estilo romano que tiene lo que muestran las fotos, muy diferente a otros elementos arquitectónicos hallados en Tanzania. De hecho, el nombre de Rhapta se debe a los romanos: así es como llamaron a la bahía donde se asentaba la urbe. En cualquier caso, está claro que aún queda mucho trabajo de estudio y excavación por delante. Ya que la arquitectura no aclara gran cosa, será interesante rescatar utensilios (herramientas, armas, cerámica…) que arrojen un poco de luz. Los arqueólogos, por tanto, tienen la palabra.
Tiene que ser Rhapta, estas ruinas no pueden pertenecer a otro período cultural: los portugueses no habrían construido un asentamiento de cinco kilómetros de largo y tres de ancho sin tan siquiera documentarlo. Y sabemos exactamente dónde construyeron los últimos colonialistas”, explica Chami a National Geographic.
Sutton ha tomado unas fotografías impactantes, en las que se distinguen los restos de un muro que debió de tener entre cinco y seis metros de altura y unos bloques sumergidos de hasta cinco metros de largo. “En el sitio arqueológico hemos hallado restos cerámicos y unas tejas que parecen ser de origen romano”, destaca Chami.
Ruinas monumentales sumergidas en la paradisíaca isla de Mafia, frente a la costa de Tanzania. Foto: Alan Sutton, Seaunseen
Rhapta fue un enclave comercial célebre por su marfil, carey y cuerno de rinoceronte
Las colosales estructuras romanas aparecen rodeadas de misterio durante la marea baja. Foto: Alan Sutton, Seaunseen
Los arqueólogos han hallado bloques sumergidos de hasta cinco metros de largo. Foto: Alan Sutton, Seaunseen
Rhapta desapareció tras la irrupción de la plaga de Justiniano en el siglo VI, que probablemente se originó en la misma ciudad. Foto: Alan Sutton, Seaunseen
Mada’in Saleh
Mada’in Saleh
Yacimiento arqueológico de Al-Hijr (Madâin Sâlih)
Ubicación de Yacimiento arqueológico de Al-Hijr (Madâin Sâlih) en Arabia Saudita
Coordenadas: 26°48′51″N 37°56′51″E
País: Arabia Saudita
Mada’in Saleh (o Madain Saleh) (en árabe: مدائن صالح , madāʼin Ṣāliḥ, “Ciudades de Saleh“), también denominada Al-Hijr (“lugar de la roca”), es una antigua ciudad localizada en el norte de Hejaz (en la actualidad Arabia Saudí, a 22 kilómetros de la ciudad de Al-`Ula (árabe العلا). En la Antigüedad, la ciudad estaba habitada por thamudis y nabateos siendo denominada como Hegra.1
Algunas de las inscripciones encontradas en la zona están datadas hacia el segundo milenio antes de Cristo. Sin embargo, todos los elementos arquitectónicos restantes se fechan al período de las civilizaciones Thamudi y Lihyan.
En 2008, la Unesco proclamó a Mada’in Saleh Patrimonio de la Humanidad, convirtiéndose en el primer lugar de Arabia Saudí en conseguirlo.2
Mada’in Saleh está considerada los segundos restos de la cultura nabatea más importante tras Petra. Nabatae.net indica que 131 tumbas se encuentran desperdigadas a lo largo de 13,4 kilómetros junto con cisternas, murallas, torres, etc.3
Arabia Saudita se cree que ha sido cuidado con los arqueólogos y los científicos que tratan de estudiar sus ruinas antiguas por temor a que sus hallazgos podrían brillar la luz sobre las civilizaciones pre-islámicas que alguna vez florecieron allí.
En los últimos años, sin embargo, los saudíes han aventurado cada vez más a estos sitios y las autoridades son más tolerantes con su curiosidad.
Descrito como el sitio más grande y mejor conservado de la civilización nabatea al sur de Petra en Jordania, Madain Saleh es el primer sitio arqueológico Arabia para ser inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Se encuentra a 320 kilómetros al norte de Medina, la ciudad santa islámica del oeste de Arabia Saudita, y se extiende por unos 15 kilómetros cuadrados.
Según la UNESCO, que incluye 111 tumbas, la mayoría de los cuales cuentan con una fachada decorada, dibujos de la cueva e incluso algunos pre-inscripciones nabateos.
Además, cuenta con pozos de agua de intrincado diseño que sirven como un excelente ejemplo de genio de la arquitectura hidráulica y los nabateos.
Los nabateos habitada por primera vez la zona en el siglo II antes de Cristo, pero su antigua civilización existía ya en el octavo o séptimo siglo AC en los países del Levante, incluyendo el Líbano, Siria y Jordania, y en ocasiones incluso aumentar la diferencia en la península del Sinaí en Egipto.
Conocida antiguamente como Hegra, la monumental “Petra de Arabia Saudí” fue redescubierta por los arqueólogos a finales del siglo XIX
A comienzos del siglo XX, en vísperas de los grandes cambios que pondrían fin al Imperio otomano, el oasis de Madain Saleh, al noroeste de la península Arábiga, iba a sufrir dos pequeñas revoluciones: la llegada del ferrocarril y la de los arqueólogos. Hasta entonces, esta llanura erizada de lomas de arenisca, dominio de la turbulenta tribu árabe de los Fuqara, vivía en un espléndido aislamiento, roto sólo por la presencia otomana y el intermitente paso de los peregrinos camino de La Meca. Los extranjeros no eran bienvenidos, y apenas un puñado de occidentales había osado aventurarse en la región.
El poeta y viajero Charles M. Doughty llegó en 1876 tras haber escuchado a un inspector turco alabar la zona como el equivalente a Petra –la mítica capital de los nabateos, que prosperó en tierras jordanas entre los siglos IV y I a.C.–, pero aún más bonita. Las inscripciones que copió, descifradas por el erudito francés Ernest Renan en 1884, bastaron para demostrar que se trataba de la antigua ciudad nabatea de Hegra, el más meridional de los centros comerciales de Petra en la ruta hacia las Indias, mencionado como al-Hijr en el Corán y por los geógrafos árabes. Desde ese momento, los orientalistas soñaron con una exploración sistemática de Arabia.
Una ciudad de piedra
El 6 de abril de 1907, dos dominicos, Antonin Jaussen y Raphaël Savignac, profesores de la Escuela Bíblica y Arqueológica de Jerusalén, llegaron a Madain Saleh enviados por la Sociedad Francesa de Excavaciones Arqueológicas. Tras partir de la Ciudad Santa el 17 de marzo, atravesaron el río Jordán en Jericó para llegar a Madaba, en Jordania, donde tomaron el recién inaugurado ferrocarril hasta Tabuk. Los 250 kilómetros finales hasta su destino los hicieron a lomos de camello. Durante tres semanas recorrieron la zona, examinando todos los rincones de los macizos de arenisca que salpicaban la llanura en busca de las huellas de la ciudad que había florecido dos mil años antes.
Reloj de sol de piedra arenisca, con inscripción en arameo del siglo I a.C., hallado en Mada’in Saleh.
En ésta y dos expediciones posteriores, en 1909 y 1910, Jaussen y Savignac encontraron una acumulación informe de estructuras de adobe mezcladas con fragmentos de cerámica. Aunque no hallaron viviendas, recopilaron numerosa información sobre la arquitectura funeraria. Gracias al estudio de Petra, ya se sabía que los nabateos usaban los macizos de arenisca para excavar tumbas rupestres cuyas fachadas luego esculpían. En Hegra, los dominicos hallaron los mismos tipos de coronamiento con almenas y frontones de tipo grecorromano. Los más ricos y mejor conservados están en las paredes del macizo conocido como Qasr el-Bint, al este de las ruinas de la ciudad. A diferencia de Petra, durante los primeros siglos de la era cristiana algunos habitantes de Hegra grabaron epitafios con el nombre de los difuntos y las fechas de su muerte, las cuales aportan indicios preciosos para comparar la evolución de ambas ciudades.
Jaussen y Savignac también descubrieron el «lugar santo» de la ciudad, sito en Djebel Ithlib, un macizo formado por una multitud de cimas erosionadas por el viento y situado quinientos metros al este de Qasr el-Bint.
A este lugar santo se accede a través de una estrecha garganta, en cuya entrada se halla una sala rupestre para banquetes (diwan). Nichos votivos con piedras sagradas e inscripciones de carácter religioso jalonan las paredes del desfiladero, que desemboca en un pequeño circo rocoso semejante a un verdadero espacio sagrado al aire libre.
En el siglo VII, el lugar ya estaba abandonado y su ocupación por los nabateos había sido olvidada. Para los árabes de Hejaz, allí vivió otro pueblo, los tamudeos, que usó las tumbas rupestres como viviendas. Circulaba incluso una leyenda, recogida en el Corán, sobre la ruina de la ciudad y la extinción de sus habitantes: el profeta Saleh, enviado por Alá para convertir a los tamudeos, les entregó una camella de leche inagotable, pero éstos mataron al animal, persiguieron a su cría y tendieron una trampa al profeta. Así, Dios envió un gran viento que acabó hasta con el último de ellos. Esta tradición dejó trazas en la toponimia local. El punto de entrada en la llanura de Madain Saleh desde el norte se llama Mabrak en Naqah, es decir, «el lugar donde la camella se arrodilló». Un lugar en el cual generaciones de viajeros han grabado sus nombres en la parte inferior de las paredes.
Nuevos estudios
Las fuentes antiguas dicen poco sobre la Hegra preislámica y sólo la arqueología aporta algo de luz. La expedición de los padres Jaussen y Savignac fue durante mucho tiempo la única fuente de información sobre la antigua Hegra. Sería sólo en la década de 2000 cuando, tras algunas intervenciones esporádicas, se retomaron las excavaciones en el marco de una misión arqueológica franco-saudí. La excavación de numerosas zonas de habitación de la ciudad ya ha demostrado que si bien los nabateos fueron los causantes de la riqueza de la ciudad, no fueron sus fundadores; y también que los romanos se anexionaron el reino nabateo en 106 d.C. Pero Roma no se apropió de esta ciudad situada en el extremo meridional de su imperio.
Según algunos textos del Corán, Al-Hijr fue poblada entre el tercer y cuarto milenio antes de Cristo por los Thamud (Thamudis), quienes encontraron en el lugar un suelo fértil, agua dulce y una ubicación idónea al estar situada cerca de una ruta comercial. Estos textos islámicos señalan también que los Thamud quisieron tallar sus casas en la montaña y fueron castigados por Dios siendo golpeados por rayos y terremotos en la Antigüedad. Esta reputación de lugar maldito ha llegado hasta la actualidad, algo que el Gobierno trata de superar por el potencial turístico de la zona.
Se conoce también la presencia de otro pueblo, los Lyhian (Lehyans), en la primera mitad del primer milenio antes de Cristo por las inscripciones encontradas en lo alto del monte Athleb, desde donde los Lyhians podían controlar los convoys que circulaban por las rutas comerciales. Permanecieron en el lugar hasta que fueron derrotados y expulsados por los Nabateos en torno al siglo I (quizás un poco antes), durante el reinado de Al-Harith IV. Otros historiadores indican que ambos pueblos se convirtieron en aliados. Sea como fuera, tras la llegada de los Nabateos el lugar sufrió un gran movimiento de urbanización. Tomaron Al-Hijr y la convirtieron en su ciudad más importante en el sur, su segunda ciudad tras la capital, Petra.
Emplazada en medio del desierto, emergen unas gigantescas rocas excavadas donde se sitúa la ciudad con unos rasgos arquitectónicos similares a los de Petra. La geología de Mada’in Saleh es idónea para los asentamientos nabateos con sus característicos tallados monumentales en las rocas llenos de inscripciones. En el conjunto arqueológico podemos encontrar palacios, templos y multitud de tumbas. Algunas obras pueden llegar hasta los 16 metros de altura esculpidos en las rocas, incluso encontramos grietas naturales que nos recuerdan al estilo de su ciudad hermana. Gracias además a su emplazamiento y a su escaso turismo, los restos que han llegado hasta nosotros están mejor conservados que los de Petra.
Los nabateos desarrollaron además una agricultura de oasis, cavaron pozos y tanques para el agua de lluvia en la roca. Gracias al comercio y al monopolio que tenían sobre el incienso, la mirra y las especias, el reino nabateo floreció en esta ciudad y se convirtió en un punto clave del comercio entre el norte y el sur del territorio gracias a que estaba situado en la ruta terrestre que llevaba al Mar Rojo.
En el año 106 el reino nabateo fue anexionado al Imperio Romano y la región se convirtió en la provincia romana de Arabia. La ruta comercial pasó de ser de norte a sur a través de la península arábiga a una ruta marítima a través del Mar Rojo. Con la caída del comercio la ciudad comenzó a ser abandonada y la desertificación hizo el resto.
Desde la caída del Imperio Romano hasta la aparición del Islam no se conoce prácticamente nada sobre Hegra en ese período de tiempo. Sólo hay menciones esporádicas de algunos peregrinos camino de La Meca en los siglos posteriores, quienes mencionan Hegra como lugar para la provisión de suministros o agua. En la época del Imperio Otomano, se sabe que se erigieron una serie de fortalezas en Al-Hijr para proteger la ruta de peregrinación hasta La Meca.
Ya en pleno siglo XX, en la década de los 60, el gobierno de Arabia Saudi desarrolló un programa para que las tribus beduinas nómadas se asentaran en Al-Hijr y reutilizaran los pozos de agua ya existentes y las características agrícolas del lugar. Sin embargo el programa duró poco, el reconocimiento oficial de Al-Hijr como sitio arqueológico en 1972 llevó al gobierno a reubicar a estos beduinos más al norte, más allá de los límites de Mada’in Saleh con la finalidad de preservar el lugar. Las excavaciones e investigaciones arqueológicas han sido muy escasas desde 1972 por las leyes del país y no ha sido hasta el año 2.000 cuando por fin se han invitado a diversas expediciones a poder investigar el yacimiento y han podido arrojar algo de luz sobre la inmensa obra realizada por los nabateos.
Un total de 4 necrópolis han sobrevivido al paso del tiempo, las cuales cuentan con más de 130 tumbas excavadas en la roca a lo largo de 13,4 kilómetros, la mayoría de ellas con inscripciones nabateas en sus fachadas. Jabal al-Mahjar, Jabal al-Khuraymat o Qasr al walad son algunos de los nombres que reciben estas necrópolis, donde destaca esta última por tener unas finas inscripciones y la más monumental de las tumbas excavadas en la roca con más de 16 metros de fachada. Además, un total de 2.000 tumbas no monumentales forman también parte del lugar.
Una observación más cercana de las fachadas nos indica el status social de la persona enterrada, el tamaño y la ornamentación de la estructura refleja la riqueza de la persona. El hecho de que la ciudad estuviese situada en una ruta comercial ha influido también en su cultura y se puede apreciar en la decoración de sus construcciones, especialmente en las fachadas, donde se combinan elementos asirios, egipcios, fenicios con los propios nativos. Algunas tumbas tienen también decoraciones romanas e inscripciones latinas de la época en la que el territorio fue anexionado a Roma.
Los interiores de las estructuras son mucho más sencillos, sin apenas decoración y en muchos casos lisos y llanos.
Jabal Ithlib es otra de las construcciones más conocidas. Se trata de un área religiosa cuya característica principal es un largo desfiladero de 40 metros que conduce a la sala del Diwan (una especie de consejo musulmán de justicia) y que recuerda a Siq, el angosto desfiladero que lleva a las ruinas de Petra.
Por todo ello, además del reconocimiento de la UNESCO se le ha dado también el sobrenombre de “La Capital de los Monumentos“.
Guyaju
Guyaju
El Área Escénica Guyaju (Residencia de Acantilado) se encuentra a unos 20 kilómetros al noroeste de la Gran Muralla de Badaling.
Al igual que la Gran Muralla de Badaling, Guyaju también juega un papel muy importante como patrimonio cultural por las distintas leyendas y misterios de la zona.
Las casas cueva de Guyaju (que significa antigua casa del acantilado) se encuentran a unos 90 kilómetros al noroeste de Beijing, China. Fueron habitadas por el pueblo Xiyi durante la dinastía Tang (618-907).
Las ruinas de Guyaju se encuentran cerca de Pekín en China. Son conocidas popularmente como “el misterio de los tiempos” o “los milagros del tiempo”. El conjunto arqueológico es una pared vertical de granito de 10 metros de altura que se perfora con 147 cámaras de diferentes tamaños y formas. Algunas están conectadas entre ellas y otras no. Las cámaras tienen puertas, chimeneas y pasos entre ellas ya que constituía en sí una ciudad.
Hay más de 100 viviendas esculpidas en la ladera. Algunas tenían elegantes columnas de piedra y se disponían en dos grupos de aldeas que se abastecían con el agua fresca de un manantial natural. Además habrían tenido una fachada con estructura de madera y una cubierta vegetal cuando estaban habitadas. Stone candelabros, fogones de piedra, armarios y pesebres en las cuevas, las ventanas y las puertas permanecen como todos los rastros de sus misteriosos habitantes antiguos.
La parte de cueva de las casas varía en tamaño desde 4 m2 hasta unos todavía reducidos 20 m2 (43-215 pies cuadrados). Algunas casas están conectadas perpendicularmente mientras que otras lo están horizontalmente con estrechos pasillos y escaleras de piedra. No se trataba de viviendas primitivas. Algunas muestran restos de salas de estar y camas con calefacción conocidas como kang, un sistema de calefacción central que se remonta 5.000 años antes de Cristo en China y Corea. Millones de personas viven todavía felizmente en casas cueva por todo el mundo
La construcción de estas cámaras no se conoce con exactitud como tampoco la fecha en que comenzaron a ser habitadas o dejaron de serlo. Se estima entorno al año 1000 la etapa en la que estuvieron en pleno uso como viviendas.
Guyaju puede ser considerado como la mayor residencia de acantilado que ha sido descubierta en China. Es realmente asombroso las 147 casas esculpidas directamente en la piedra hechas por hombre se encuentren a lo largo del acantilado de 10 metros de ancho, con una superficie de 100.000 metros cuadrados en total. Los tamaños de las casas tienen diferentes formas y tamaños. Entre todas, la más grande es una de dos pisos y con habitaciones laterales unidas. Algunos investigadores creen que sería la sala de reuniones de los dueños de esta gran residencia del acantilado. Además, todas estas casas de piedra están totalmente equipadas con puertas, ventanas, camas de piedra, estantes de piedra y lugares para cocinar.
Ingapirca
La Fortaleza de Ingapirca es un complejo arqueológico ubicado en la provincia del Cañar, en Ecuador.
Descripción
En la provincia del Cañar, al sur del país, a 3160 msnm y a 16 km de la ciudad de Cañar, se levanta la más importante construcción arqueológica de origen inca en la actual república del Ecuador. Ingapirka es una palabra quichua que significa Muro del Inca. Es una construcción auténticamente incásica, hecha a principios del siglo XVI de nuestra era, habiendo podido ser un observatorio del sol y la luna poco tiempo antes de la llegada de los españoles a esa zona. El conjunto de vestigios arqueológicos de Ingapirca es registrado por el mundo exterior al menos desde mediados del siglo XVIII, aunque existen referencias sobre el lugar en que se encuentran estas edificaciones — valle del Cañar — desde el siglo XVI,cuando se lo conocía como la provincia de Hatun Cañar (quichua: Hatun Kañar), que significa “el lugar grande de los cañar”.
Vista global del sitio de Ingapirca, en la provincia del Cañar (Ecuador).
Fray Gaspar de Gallegos, cura párroco de una localidad denominada San Francisco Pueleusí de Azogues que es cercana al sitio inca, escribe lo siguiente en el año 1582:
“Se llaman generalmente los cañares, porque tres leguas de aquí está un pueblo que se llama Hatum Cañar que quiere decir en la lengua Inca “La provincia grande de los cañares”; y allí dicen que en tiempo del inca Huayna Cápac había grandes poblaciones de indios y que allí era la principal cabeza de estos cañares; y así parece, porque en el día de hoy hay grandes y muy suntuosos edificios, y entre ellos una torre muy fuerte…”
No se sabe a ciencia cierta cuáles fueron los fines para los que fue construido este edificio de origen Inca-Cañari. El único criterio en que coinciden varios historiadores y arqueólogos es que fue construido bajo las órdenes directas del que fuera inca Huayna Cápac, durante las campañas de expansión territorial y conquista de pueblos que el inca Túpac Yupanqui, su padre y antecesor como emperador del Tahuantinsuyo, iniciara años atrás hacia los territorios que hoy comprenden el sur del Ecuador.
Ingapirca: el “Templo del sol”.
Al parecer jugó un gran papel dentro de las estrategias militares incas, como puesto de avanzada y aprovisionamiento de las tropas hacia el norte del Ecuador, pero su más importante objetivo era, el de ser un lugar de adoración y veneración al sol, el máximo Dios Inca, constituyéndose así en un Coricancha, dedicado al ritual Inca.
Las ruinas de Ingapirca fueron excavadas y restauradas por una Misión Arqueológica de España entre los años 1974 y 1975. Esas investigaciones dieron origen a varias publicaciones de los arqueólogos José Alcina, Miguel Rivera y Antonio Fresco.
Portetes hechos de piedra en el complejo arqueológico de Ingapirca – Provincia de Cañar
Mapa de Ingapirca, monumento arqueológico
El Complejo Arqueológico de Ingapirca es conservado
El Complejo Arqueológico de Ingapirca, parte integral del Qhapaq Ñan – Sistema Vial Andino, fue sometido a tratamientos de conservación curativa y preventiva con el propósito de mitigar el impacto generado por agentes biológicos (líquenes, musgos y hongos), atmosféricos (principalmente la lluvia) y antrópicos (particularmente el impacto provocado por turistas y visitantes) que han afectado a lo largo de los años las zonas de Pilaloma, Vaguada, Gran Kancha, Bodegas, La Condamine y Akllawasi, específicamente se han deteriorado los muros y caminerías, disgregado morteros y erosionado lomillos de protección.
El proyecto tuvo como objetivos mejorar las condiciones estructurales de los mampuestos de piedra, detener los procesos de degradación de los materiales pétreos, evitar el debilitamiento estructural de los muros y mejorar las condiciones de circulación para visitantes y personas con discapacidad al interior del Complejo Arqueológico.
La propuesta de intervención tomó en cuenta las recomendaciones establecidas por la UNESCO, los principios de autenticidad, reversibilidad y mínima intervención, entre otros; para así respetar las estructuras arqueológicas en su originalidad, tanto en sus aspectos constructivos, como estéticos, conservando el mensaje y la materialidad de su construcción original.
Previo a la ejecución de los trabajos de conservación, y a fin de garantizar una adecuada intervención, el proyecto fue presentado para su discusión y análisis en el “Conversatorio Nacional para la gestión del Complejo Arqueológico de Ingapirca”, realizado en el mes de julio de 2015. Luego, fue sujeto a la revisión del equipo de técnicos internacionales, representantes de los países integrantes del Qhapaq Ñan que participaron en este conversatorio, el pasado mes de octubre de 2015.
El monto de la intervención asciende a $ 112.400 dólares, financiados por el Ministerio de Cultura y Patrimonio, y el INPC – CAI.
Trabajo con la Comunidad
El proyecto contempló además el valioso trabajo y experiencia de cincuenta ciudadanos de la Comunidad de Ingapirca, quienes fueron previamente capacitados y trabajaron en su intervención con la dirección del técnico del CAI, Arquitecto Marco Velecela, especialista en conservación de Monumentos y Sitios.
La intervención comprendió trabajos de consolidación de estructuras arqueológicas, reparación de lomillos de protección de las cabezas de muros, reparación de morteros, extracción de microflora y limpieza de paramentos de mampuestos de piedra. Se trabajó además en la conducción de aguas lluvias y conformación de senderos y caminerías.
De manera paralela, se realizó también el mantenimiento y acondicionamiento del sendero del Inti Huayco, lugar anexo al sitio en el cual se emplaza un conjunto de elementos de importante valor arqueológico como son la Cara del Inca, Inti Ñawi, La Tortuga y el Ingachungana.
En la actualidad este complejo arqueológico, denominado como el más importante del país, se encuentra recuperado aproximadamente en un 90% a excepción de su elipse, que requiere otro tipo de intervención debido a que su estructura y piedras necesitan un tipo de recuperación diferente, el cual se tiene planificado empezar a intervenirlo en este año.
Con el propósito de lograr el cuidado y mantenimiento sistemático del sitio, y una vez concluidos los tratamientos de conservación, se trabajará en la formulación del Plan de Monitoreo del Complejo Arqueológico, que iniciará en los primeros meses del 2016.
Templo del sol Ecuador
Estructura en el mar de Galilea (Israel)
Estructura bajo el mar de Galilea (Israel)
20 abril, 2013
En su Cuaderno de Historias, Alfred López nos acerca la noticia sobre el descubrimiento de una milenaria construcción que yace en el fondo de un mar israelí. Recientemente, en el lugar en el que hoy en día se encuentra el mar de Galilea, un grupo de arqueólogos ha descubierto en su fondo una gigantesca y misteriosa estructura realizada con piedras y que, posiblemente, data del tercer milenio antes de Cristo.
El lugar por el que, según los escritos que aparecen en la Biblia, Jesús caminó sobre sus aguas ha estado escondiendo todo este tiempo esta monumental estructura realizada de piedras de basalto y cantos rodados y cuyas dimensiones tiene una superficie aproximada de 70 metros y diez metros de alto y su peso se calcula que estará en torno a las 60 mil toneladas. Algunos estiman que la estructura tiene más de 4.000 años de antigüedad, ya que varias de las estructuras megalíticas circundantes datan del tercer milenio antes de Cristo.
Recordemos que la superficie del mar de Galilea, se encuentra ubicado en una depresión a 210 metros bajo el nivel del mar Mediterráneo, y la zona donde ha sido hallada la estructura se encuentra próxima a la ribera occidental, lo que implica que la profundidad de la zona costera es de unos 10-12 metros, de manera que el vértice de la parte más alta de la estructura aparezca como un seco a unos dos metros de profundidad de la superficie.
Ahora cabe especular, por parte de los arqueólogos y especialistas que allí se encuentran, dirigidos por Yitzhak Paz (Universidad de Ben-Gurion, Israel), de qué se trata, qué se esconde bajo ese gran número de piedras y qué es lo que representa dicha estructura, la cual (y aparentemente) no sigue un patrón de construcción, pero que es muy afín a otro tipo de estructuras de la época encontradas en otros lugares no demasiado lejanos y de antigüedad similar.
Muy posiblemente, cabe la posibilidad de que la estructura se realizase para marcar lugares en el que se enterraba antiguamente, pero el hecho de que ese lugar ahora se encuentre cubierto de agua por ese gran lago que forma el mar de Galilea dificulta en parte las tareas de investigación y estudio, ya que debe realizarse a través de buzos e inmersiones.
El equipo de Yitzhak Paz está trabajando en la posibilidad de realizar una excavación arqueológica subacuática, con el fin de disponer de la máxima información posible que determine y dé respuestas a todas las incógnitas surgidas tras el hallazgo.
Cabe destacar que, si se confirma que la antigüedad de esta estructura corresponde al tercer milenio antes de Cristo, muy posiblemente se trate de algo muy relacionado con Khirbet Kerak (también llamada Beth Yerah) una de las ciudades más poderosas y fortificadas de la región, claro ejemplo de organización y trabajo colectivo, algo imprescindible para la realización en su día de este tipo de construcciones. Los resultados de este hallazgo (y mucho más) han sido publicados en el número de marzo de la prestigiosa revista científica International Journal of Nautical Archaeology. (Fotos Shmuel Marco).
Cabe destacar que no se encontró ninguna señal de disposición de paredes. Las rocas están desnudas sin maleza y contrastan con el terreno arenoso que lo rodea: Se caracterizan por tener una abundancia de peces Tilapia en torno a la estructura y entre sus bloques, ya que probablemente aprovechan los escondites y los refugios que ofrece, señala el reporte.
El descubrimiento fue examinado por primera vez en 2003 y se desarrolló una cartografía detallada de la morfología del fondo con avanzados sistemas de sonar y ecosonda, señala el reporte.
Las excavaciones arqueológicas submarinas siguen siendo necesarias para los científicos que buscan artefactos asociados para determinar la fecha posible de la estructura y su finalidad.
Yitzhak Paz, la Autoridad de Antigüedades de Israel y de la Universidad Ben-Gurion, cree que puede haber más de 4.000 años. Se puede comparar a varios ejemplos de estructuras similares que se encuentran cerca del mar de Galilea, que serían la misma fecha. Uno de los más famosos es el Khirbet Beteiha, que está a 30 kilómetros de la sumergida estructura de piedra.
Incluso puede ser parte de las ruinas de una ciudad conocida como “Bet Yerah” o “Khirbet Kerak”, que era la más poderosa de la región y fortificada durante el tercer milenio antes de Cristo.
Para considerar esta datación, cree que la estructura megalítica estaría relacionada con la ubicación de la ciudad Khirbet Beteiha, que se encuentra a unos 30 Km al noreste de las estructuras sumergidas y que también comprende un sistema de tres círculos concéntricos de estructuras megalíticas, de los cuales el más exterior tendría 56 metros de diámetro.
Por tanto en opinión de Paz, las estructuras sumergidas formarían parte del complejo de la mítica ciudad “Bet Yerah” o “Khirbet Kerak.” que debería encontrarse a una milla al norte del hallazgo.
Pero esta estimación de Paz, no convence a muchos arqueólogos, ya que supondría afirmar que la inundación de la Ribera occidental se produjo en el tercer milenio antes de Cristo, cuando los datos correspondientes a la inundación datan de al menos 10.000 años o más. La otra opción sería entender que las estructuras de piedra fueron construidas y posteriormente transportadas allí. (3)
Volviendo a la hipótesis de Paz, la ciudad de “Bet Yerah” fue una de las mayores ciudades de la región en el tercer milenio AC. Albergaba una cultura compleja y socialmente desarrollada de unos 5.000 habitantes, y la ciudad estaba fortificada.
Dado que para la construcción de las estructuras monolíticas halladas era necesaria la intervención de ingentes cantidades de personas así como horas de trabajo, en una comunidad organizada y próspera comercialmente.
En el mismo sentido el arqueólogo Raphael Greenberg, describe en un capítulo de su libro “Daily Life, Materiality, and Complexity in Early Urban Communities of the Southern Levant” (Eisenbrauns, 2011), que la ciudad tenía 30 hectáreas fortificadas y una población de unos 5.000 habitantes, con estructuras civiles y sociales orientadas al comercio y a la defensa, argumento en el que Paz se apoya para su hipótesis de considerar que las estructuras megalíticas encontradas bajo el mar de Galilea, forman parte del complejo de “Bet Yerah” y en ese caso, su datación sería de unos 5.000 años de antigüedad.
En cualquier caso, serán necesarios posteriores estudios para determinar la naturaleza y datación de las aún misteriosas estructuras megalíticas encontradas bajo el Mar de Galilea. (1)
Paz, señala que todas las especulaciones aún son hipotéticas, hasta que un futura expedición desentierre completamente la estructura megalítica. (2)
La misteriosa estructura artificial que está sumergida en el Mar de Galilea
Sigue creciendo la expectación en torno al descubrimiento de una llamativa estructura artificial pétrea, de forma cónica, sumergida a gran profundidad en el Mar de Galilea. Las inspecciones denotan que esta singular estructura es el producto de habilidades sofisticadas de construcción.
Las costas del Mar de Galilea, un gran lago de agua dulce en el norte de Israel, albergan diversos yacimientos arqueológicos de gran importancia. Ahora, esta enigmática estructura submarina se une a ese patrimonio arqueológico.
La localización de esta misteriosa estructura del Mar de Galilea, conocido también como Lago de Titeriade, puedes ser la clave para determinar sus funciones.
Se encuentra a 500 metros del prehistórico sitio Ohalo y a unos 1,2 kilómetros al norte de puesto arqueológico de Bet Yerah.
En las cercanías, según el mismo reporte, hay varias estructuras de piedra. Una de ellas tiene siete metros de diámetro y dos metros de altura, compuesta por una pila de piedras.
En otro lugar, se encuentra una formación de piedra rectangular de 20 x 10 metros, y más al sur hay un semicírculo de piedras de basalto. Son sitios que aún están sin excavar y que se remontan a un período prehelénico.
El equipo de investigación cree que la estructura que se investiga en el lago no es natural, por lo que concluyen que fue hecha por el hombre, pero los sedimentos y la arena alrededor se habrían acumulados con el tiempo.
El equipo de Shmulik Marco, profesor del Departamento de Geofísica y Ciencias Planetarias en la Universidad de Tel Aviv, Israel, y Zvi Ben-Avraham, Moshe Reshef y Gideon Tibor, de la misma universidad, se topó con la estructura, de aproximadamente 70 metros (230 pies) de diámetro, 12 metros (39 pies) de altura, y un peso aproximado de 60.000 toneladas, mientras llevaba a cabo una inspección geofísica en el sector sur del Mar de Galilea.
Los resultados iniciales de la investigación indican que la estructura fue construida en tierra firme hace aproximadamente 6.000 años, y que luego se sumergió bajo el agua. El profesor Marco destaca el hecho singular de que las piedras que conforman la estructura fueron muy probablemente traídas desde más de un kilómetro y medio de distancia, y ensambladas de acuerdo a un plan de construcción específico.
Intrigado por la extraña señal en el sónar, el profesor Marco se sumergió y buceó hasta el punto misterioso para ver mejor qué había allí. Poder contemplar el sitio más de cerca reveló que la pila no era una acumulación casual de piedras sino una estructura construida a propósito, compuesta de piedras volcánicas de basalto de un metro de largo cada una. Debido a que la fuente más cercana de ese tipo de piedras está a más de kilómetro y medio de distancia, Marco cree que fueron traídas hasta el sitio específicamente para construir esta estructura.
Imagen captada por Marco mientras buceaba con una cámara subacuática, en la que se aprecian varios de los muchos bloques de basalto que componen la estructura. (Foto: Shmulik Marco)
Con el fin de poder hacer una estimación lo bastante fiable de la edad de la estructura, los investigadores se centraron en la acumulación de arena alrededor de la base. Debido a la acumulación natural de la arena a lo largo de los años, la base está ahora de 1,80 a 3 metros por debajo del fondo del Mar de Galilea. Teniendo en cuenta la altura de la capa de arena y la velocidad con que se acumula la misma, los investigadores dedujeron que el monumento tiene varios miles de años de antigüedad.
Los investigadores planean organizar un equipo especializado de excavación submarina para averiguar más cosas acerca de los orígenes de esta enigmática estructura. Lo que se descubra también puede ser de interés para los geólogos, teniendo en cuenta que la base de la estructura, que en su día estuvo en tierra firme, está por debajo de cualquier nivel del agua conocido en la historia del Mar de Galilea. Pero esto no significa necesariamente que el nivel del agua del Mar de Galilea haya estado subiendo de manera constante. Debido a que el Mar de Galilea es una región tectónicamente activa, tanto el fondo del lago como la estructura pudieron experimentar en el pasado algún desplazamiento o desplazamientos, ocasionales pero significativos.
Durante una sequía en el invierno de 2002-2003, el lago expuso una isla en el extremo sur, por el bajo nivel de la aguas. Ahí se encontraron similares estructuras de piedra dispuestas circularmente de hasta tres metros de diámetro. Buzos encontraron otras en el fondo del lago, hacia el norte.
Una reconstrucción histórica realizada posteriormente descubrió que los niveles de las aguas en la parte de la desembocadura del río Jordán que da al Mar de Galilea, al norte de Bet Yerah, eran muchos más bajos que en el presente, lo que pudo permitir que la construcción del cono de piedra resultara ser en esa época, más cerca de la orilla.
El misterioso cono de piedra sumergido también se puede conectar a un sitio de la Edad de Bronce entre 3000 y 4000 años atrás, que está a 30 kilómetros más al noroeste. Ahí hay tres círculos concéntricos de piedra; el más grande es de 56 metros de diámetro.
Otro hallazgo mencionado es el anillo megalítico de Rogem Hiri, a 17 kilómetros de Khirbet Beteiha. Ahí se halló una tumba en su interior y el diámetro del lugar alcanza los 156 metros. En el valle del Jordán, además se hallan muchas estructuras megalíticas con círculos, menhires y dólmenes.
Cumbemayo
Cumbemayo
Coordenadas: 07°11′23″S 78°34′26″O (mapa)
Los Frailones.
Acueducto de Cumbemayo.
Cumbemayo1 o Kumbe Mayo2 es una zona arqueológica que se encuentra ubicada a unos 19 km al suroeste de la ciudad peruana de Cajamarca, a una altitud de aproximadamente 3.500 msnm.
El sitio es especialmente conocido como yacimiento arqueológico, en el cual destacan las ruinas de un acueducto pre-incaico que posee unos 8 km de longitud. El acueducto juntaba agua de precipitaciones y la transportaba hacia la zona del océano Pacífico. Se cree que puede haber sido construido hacia el 1500 a. C. y antiguamente se pensaba que era la estructura existente más antigua de América del Sur. El nombre Cumbemayo puede tener sus raíces en la frase quechua, kumpi mayu, que significa “canal de agua bien construido”, o humpi mayo, que significa “río angosto.”
El acueducto recogía el agua de la cuenca del Atlántico y es redirigido en su camino hacia el Océano Pacífico. Se cree que fueron construidos alrededor de 1500 aC, y una vez que se pensaba que era la estructura más vieja hecha por el hombre que existe en América del Sur. Sin embargo, la datación por radiocarbono 14 de los depósitos en el canal aún no se han comprobado, por lo que podría ser mucho más antiguo.
Existen petroglifos en el acueducto y en las cavernas de las inmediaciones. Esta zona montañosa remota es también el sitio de un “bosque de rocas” compuesto de rocas de origen volcánico que han sido talladas por efectos de la erosión. Estas formaciones de rocas volcánicas son también denominadas Los Frailones, o los Monjes de Roca.
Descubrimiento arqueológico
En 1937 cuando el Dr. Julio C. Tello limpió y estudió dichas evidencias; le invadió la emoción e importancia de aquel momento, a medida que iba despejando las malezas que cubrían dichos restos arqueológicos, fue captando con mucha atención los esquemas gráficos que por primera vez iban a ser conocidos al mundo científico; indudablemente, ante sus ojos tenía los testimonios de una de las múltiples obras perennizadas del antiguo culto a dicha naturaleza. En esta parte, el canal cuya longitud tiene unos 850 metros aproximadamente, fue diseñado un acueducto con una profundidad que llega hasta a los 50 cm y un ancho de 30 cm en la que actualmente discurre el agua.
Fue investigado en 1937 por el arqueólogo Julio C. Tello, quien sugirió que tendría una antigüedad preinca (alrededor del año 1000 a. C.). Estudios realizados por el investigador cajamarquino Rogger Ravines indican que el canal estuvo en uso durante muchos siglos y que pudo estar asociado a un adoratorio tallado en la roca, ubicado muy cerca del canal, al borde de un conjunto rocoso conocido como Los Frailones.
Hipótesis de la construcción de Cumbemayo
Cajamarca tiene un abastecimiento de agua abundante, los canales no eran necesarios, así que pudieron haber tenido una función ceremonial o religiosa. Al llegar a este punto temprano en la mañana, la explicación religiosa de Cumbemayo llega a ser más plausible. La energía y la luz solar, que se cubre en hierba del ichú y es puntuada por formaciones volcánicas extrañas, lo que hace palpable su hipótesis de Julio C. Tello.
De esta forma, Cumbemayo no habría sido un acueducto de riego sino un centro ceremonial de culto al agua, como Qenko, en el Cusco y Saywite, en Apurímac.
Existen una serie de petroglifos en el acueducto y en las cavernas de los alrededores. El nombre de Cumbemayo se puede derivar de una frase Inca quechua, Kumpi Kayu, que significa “canal de agua bien hecho”, o Humpi Mayo, que significa: ”río estrecho. ”
Complejo hidraulico ceremonial en Cumbemayo
Una característica muy interesante del acueducto excavado en la cama de la roca volcánica, es la presencia de patrones en forma de ”zig zag“. Algunos teorizan que son para frenar el flujo de agua con el fin de que el limo se retirará, limpiando así el agua.
No se sabe con seguridad cuando se hizo, ni quién lo hizo, cuánto tiempo se utilizó o cuando se detuvo su uso. De hecho, puede ser mucho más largo de lo esperado, como uno o ambos extremos pueden estar cubiertos de limo amontonado y e vegetación …
El acueducto del Complejo Hidraulico Ceremonial de Cumbemayo, es una magnifica y sorprendente obra de ingeniería hidráulica, de aproximadamente 9 km. de longitud, fue construida durante el periodo preincaico. Un tramo de aproximadamente 850 metros de longitud ha sido labrado en la misma roca, y tienen entre 35 y 50 cm. de ancho, y de 30 a 65 cm. de profundidad. Otro tramo de aproximadamente 4 km. ha sido construido como acueducto.
Esta singular obra de ingeniería hidráulica de la época pre-inca, fue calificada por el historiador Julio C. Tello como una “Gigantesca obra única en su género”. El acueducto; en el tramo trabajado en roca, se muestra como un canal a cielo abierto, de trazos lineales y quebrados en ángulos rectos; en determinados sectores, fue construido; se piensa, con la finalidad de derivar y aprovechar las aguas que fluyen a la vertiente del Pacífico hacia la del Atlántico. A lo largo del acueducto existen altares ceremoniales los cuales tienen petroglifos en buen estado de conservación. Estos altares hacen presumir que toda esta zona habría sido un centro ceremonial de culto al agua.
Gonur-Tepe
Gonur-Tepe – Turkmenistan
Photo credit: Heritage Institute
If not for Viktor Sarianidi, un controvertido arqueólogo de la antigua Unión Soviética que excava con bulldozers de la vieja escuela en lugar de instrumentos dentales modernos, nosotros nunca podríamos haber sabido de la increíble cultura de Gonur Tepe en Turkmenistán aislado. “Todo el mundo me opone porque solo he encontrado estos artefactos”, él rabió un día. “Nadie cree que nadie vivió aquí hasta que vine!”
“Tepe” medios de la Lomita. En regiones sin árboles, estos montículos indican a los arqueólogos que las ruinas de un asentamiento de ladrillos de barro antiguos pueden estar bajo. En la década de 1970, Sarianidi perseveró sobre el áspero desierto de Karakum para excavar la tierra aparentemente estérilof Gonur, que es un poco más de 59 kilómetros (37 millas) de la ciudad de María.
Él encontró los restos de una ciudad fortaleza y una sofisticada cultura que formaba parte de un grupo de asentamientos que se extiende a través de las llanuras de Asia Central hace unos 4.000 años. Sorprendentemente avanzadas, Gonur contaba con templos, casas, calles, drenes y canales incluso para irrigar los campos y las huertas. Posiblemente la primera ciudad para unir el este y el oeste, Gonur activamente en el comercio con las ciudades distantes. Los residentes eran artesanos que intrincadas joyas de oro, plata y otros metales. Eruditos al principio creyeron que una sociedad tan avanzada no pudo haber existido en esta área para al menos 1.000 años.
Los investigadores occidentales finalmente bautizado como este perdieron civilización “Oxus”, después el nombre griego para el río que atraviesa la región. Pero el misterio perdurable es lo que pasó con esta ciudad y sus miles de personas. Aunque hay algunas teorías, no hay ninguna prueba real. Los registros arqueológicos muestran que Gonur simplemente desaparecieron después de pocos siglos.
‘Tepe “o” depe’ es una palabra turcomana por un montículo y es sinónimo de la palabra “contar”, que se utiliza en el Medio Oriente para denotar montículos o colinas pequeñas. En áreas sin árboles, tales características geográficas a menudo indican la presencia de asentamientos antiguos enterrados formados a partir de estructuras de ladrillos de barro comprimido a través del tiempo por la ocupación humana más tarde y más tarde por tierra en colinas artificiales. Si los tepes contienen restos de asentamientos construidos uno encima del otro, las excavaciones revelan capas de asentamientos que se pueden fechar el uso de modernas técnicas de laboratorio. Las capas más bajas son, por tanto, normalmente las capas de mayor edad.
El mayor de los asentamientos descubiertos en el delta Murgab noreste se encuentran las ruinas llamadas Gonur-Tepe. No hemos leído otras capas en esta excavación a partir de este escrito, aunque se que es muy posible que la menor, mayor, capas esperan a ser descubiertas.
El más grande de todos los antiguos asentamientos descubiertos en el delta Murgab es Gonur-Depe (o Gonur-Tepe. Gonur también se escribe Gonor o Gunar). Gonur se encuentra a unos kilómetros al norte de setenta las ruinas de Merv y unas tres horas en coche de María. El área alrededor de Gonur está escasamente poblada.
El sitio de Gonur ocupa un área de aproximadamente 55 hectáreas y consiste en el complejo principal en la parte norte del sitio y un (130 x 120 m = 1,56 hectáreas) complejo más pequeño hacia el sur.
El complejo sur también se dice que es 3 hectáreas en tamaño y que puede incluir estructuras circundantes.
Una gran necrópolis se encuentra al oeste del sitio. En el centro del complejo norte es una estructura similar a la ciudadela fortificada. Ambos complejos tienen muros de la fortificación. Los muros de la fortificación del complejo son el sur de ancho, de 8 a 10 metros de altura y interespaciados con torres redondas a lo largo de sus lados y las esquinas. Hay cuartos paredes residenciales dentro de las fortificaciones.
Gonur era una ciudad grande para los tiempos y el hogar de miles de residentes. Fue para todos los propósitos prácticos, una ciudad, una metrópolis. La ciudad había diseñado cuidadosamente calles, drenajes, templos y casas. Las personas que cultivan los campos que rodean el cultivo de una amplia variedad de cultivos y productos que incluyen trigo, cebada, lentejas, uvas y otras frutas.
La gente de Gonur también eran comerciantes y probablemente entre los que desarrolló los primeros vínculos comerciales entre el este y el oeste a lo largo de lo que llegó a ser conocido como las Rutas de la Seda. Los buenos comerciantes llevados a ciudades distantes incluidos los fabricados a partir de marfil, oro y plata. Enterraban a sus muertos en tumbas elaboradas llenas de joyería fina y carros con ruedas.
El complejo norte Gonur tenía una estructura central ciudadela similar a unos 100 metros por 180 metros (cerca de 350 por 600 pies) de tamaño y rodeado por una alta muralla y torres. La ciudadela se encuentra dentro de otro gran recinto amurallado. Esta pared tenía bastiones cuadrados y fue a su vez colocada dentro de un gran recinto amurallado cerrado óvalo que incluía una gran cuencas de agua y muchas viviendas y otros edificios.
El arqueólogo Viktor Sarianidi que excavó las ruinas, comenzó una tendencia a llamar Gonur, Margush (o la capital de Margush), un nombre usado por el Achaemenians para Mouru o Merv, un millar de años después de Gonur había sido abandonado. Nosotros preferimos decir que Gonur fue un importante centro administrativo y metrópolis de Mouru, el nombre más antiguo avéstico para la nación.
Sarianidi también identifica la estructura sur como un templo catedral. Dudamos fuertemente esta conclusión para el análisis de Sarianidi tiene numerosos errores de hecho y él no muestra ningún conocimiento real del zoroastrismo, su doctrina y la práctica en la que basa muchas de sus conclusiones. Estos errores y falta de comprensión (o incluso un intento de investigación objetiva) ponga en tela de juicio la credibilidad y veracidad de sus declaraciones sensacionalistas y extravagantes sobre el funcionamiento de las diferentes estructuras dentro de los complejos Gonur.
La evidencia de las excavaciones apunta a la ciudad de Gonur funcionamiento para el tiempo relativamente corto de unos pocos cientos de años después de que fue abandonada por sus habitantes.
Parece que ha sido un reservorio natural o artificial al lado de la ciudad y dentro de sus paredes exteriores. Los campos y las huertas de los alrededores fueron regadas mediante largos canales que los residentes habían abierto de los brazos alimentados por glaciares del río Murgab delta. Dado que los ríos fueron alimentados por glaciares y puesto que los autores no tienen que depender de la lluvia para el riego, los cultivos no fueron amenazados por la sequía.
Además de los canales de agua a los residentes de Gonur habían abierto desde el río para regar sus campos, la ciudad también tenía un sistema de suministro de agua y alcantarillado sofisticado. Aparece el agua que fue traída a la ciudad. La ciudad también parece que dos sistemas de aguas residuales separadas, una para aguas residuales ordinaria y el otro – se sugiere – para el agua que se había utilizado para el lavado ritual de los cuerpos durante los funerales. Teniendo en cuenta otras conclusiones fantásticas y mal informadas acerca de Sarianidi ritos zoroastrianos, hay que preguntarse acerca de la veracidad de esta construcción.
Un artículo publicado por la web de la Agencia de Noticias del Estado de Turkmenistán, cita a Viktor Sarianidi líder de las excavaciones Gonur, como indicando que en la primavera de 2006, su equipo descubrió un gran edificio del templo cerca del palacio central. Sarianidi fecha la construcción y funcionamiento de la estructura de entre finales del 3 al segundo milenio antes de Cristo temprana.
El artículo de la agencia de noticias estatal Turkmenistán describe el edificio descubierto en 2006 como “un edificio monumental notable por las estrictas formas geométricas y diseño arquitectónico brillante. La parte central de la” capilla “(sic), que tiene las paredes a veces 1,5 metros de espesor y orientados estrictamente a los lados del horizonte es de particular interés. Las habitaciones tienen los ángulos complementarios. Los principios de la planificación de algunos bloques arquitectónicos indican los fines específicos del uso del complejo del templo. Por ejemplo, tres habitaciones con pasillos similar a un solo tipo y se corresponden directamente con el diseño arquitectónico construcciones monumentales en el antiguo Oriente”. Observamos que el lenguaje retorcido utilizado en el informe se hace una clara comprensión de su contenido difícil.
En la fotografía de las habitaciones excavadas del “templo” se muestra más arriba, la sala más grande tiene una base circular que el nuevo artículo de la agencia de Turkmenistán describe como un “horno” con una cámara interior y exterior. La cámara interior contenía material quemado presumiblemente residuo del combustible utilizado, pero que el artículo no se identifica. El artículo señala además que las ollas que se encuentran en el entorno de la construcción tenían un revestimiento interno que les hizo resistente al agua, lo que las hace capaz de contener líquidos.
Reconstruction of the Gonur south fortifications at National Museum of Turkmenistan. Photo credit: Kerri-Jo Stewart at Flickr
Como hemos dicho anteriormente, tenemos serias preocupaciones acerca de las conclusiones alcanzadas por Sarianidi algunos de los cuales sabemos que son los hechos. Otros científicos no sólo han fracasado para verificar las afirmaciones de Sarianidi tener restos descubiertos de sustancias estupefacientes almacenados en contenedores dentro de estos “templos” (sic), pero también se han identificado los residuos de las impresiones de las semillas almacenadas dentro de los contenedores, ya que un grano de alimentos.
Sarianidi ha estado obsesionado con la idea de que la función principal del “templo” era apoyar el ritual de la preparación de un narcótico que él describe como el haoma zoroástrica. Se discute el absurdo de esta idea más adelante. También afirma que estos llamados templos de Togolok-21 y Gonur “tenían altares de fuego, así, que siempre se encuentra en lugares secretos dentro de los templos y se oculta detrás de altos muros ciegos.”
Debemos tener en cuenta que los primeros seguidores de Zoroastro no como lo que sabemos construir templos urbanos. En cualquier caso, zoroastrianos no tener en cualquier tiempo templos construidos para producir un narcótico – Nunca. Esta sugerencia es altamente ofensiva para los zoroastrianos.
Reconstrucción del complejo norte Gonur. Tenga en cuenta los muros de protección sucesivas con la más externa que rodea lo que parecen ser las viviendas. Es de esperar que durante un ataque armado, los ciudadanos se han retirado detrás de la seguridad de las paredes de la fortaleza interior, artista desconocido
Excavated Gonur north complex. Photo credit: Black Sands Film
Un sitio de entierro real aparente a Gonur contiene artículos de lujo, un carrito con ruedas de bronce con cubierta, y los restos de un camello. Crédito de la imagen: vario. tzaralunga en Flickr
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