Historia
Al-Natah
Al-Natah
Han encontrado una ciudad perdida, tiene 4.000 años y se escondía en un sorprendente oasis.
Increíble: encuentran un oasis que permaneció oculto en el desierto durante siglos
Fue hallado por un equipo de científicos del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia y de expertos de Arabia Saudita. ¿Qué extensión tiene y de qué antigüedad data?
Un equipo de científicos del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), junto a expertos de Arabia Saudita, acaba de protagonizar un hallazgo arqueológico sin precedentes al encontrar un antiguo oasis de 4.000 años de antigüedad en Khaybar, al noroeste de Arabia Saudita. La pequeña ciudad principal, al-Natah, se estima que fue fundada en 2400 a.C. y ocupaba apenas tan solo 2.6 hectárea de extensión a lo largo de las cuales vivían alrededor de 500 personas, quienes desarrollaron una civilización avanzada en medio del desierto.
Oasis. Tan antiguo como pequeño
Los investigadores identificaron unas 50 estructuras que, según afirmaron, funcionaron como viviendas, además de un muro protector de casi 5 metros de altura y 14.5 kilómetros de extensión, que rodeaba la ciudad, en tanto que, para poder llevar a cabo este hallazgo, usaron imágenes satelitales, fotografías aéreas y prospecciones sistemáticas que les permitieron estudiar el terreno con gran precisión.
El equipo también empleó un sistema de mapeo detallado y software de diseño asistido por computadora, con el fin de registrar con exactitud las ubicaciones y características de las edificaciones. Asimismo, utilizaron fotogrametría, lo que les permitió crear modelos tridimensionales de las estructuras, aportando detalles fundamentales para el análisis de la antigua urbe.
Finalmente, los científicos también se valieron de técnicas de datación, como el análisis de radiocarbono, para precisar la antigüedad de los restos. También emplearon un Sistema de Información Geográfica (SIG) para procesar los datos y estudiar el área. Estos métodos han permitido una comprensión profunda de este oasis perdido y su importancia en la historia de las civilizaciones del desierto.
Pese a que, con el paso de los siglos, son muchísimas las ciudades y restos de antiguas civilizaciones que la humanidad ha encontrado, todavía siguen encontrándose grandes sorpresas en los lugares no tan explorados y con territorios de gran extensión. Arabia Saudí, de hecho, es uno de los países de mayor tamaño en Oriente Medio, y ha sido en este país donde se han encontrado las ruinas de Al-Natah, una antigua ciudad que estuvo en funcionamiento hace más de 4 milenios.
Este descubrimiento se ha publicado en la revista científica Plos One, y ha tenido lugar mientras se investigaba el ya mencionado oasis de Tayma, ubicado en Arabia Saudí al norte de Khaybar. Entre lo más llamativo de esta ciudad es que, con el trabajo de campo recabado por los arqueólogos, la civilización que habitó dicho espacio data de la edad de Bronce, hace más de 4.000 años, según el registro de los arqueólogos.
Uno de los motivos por los que no se había descubierto antes una ciudad de este tamaño estaba en el hecho de que se consideraba poco probable que existieran civilizaciones amplias en lugares tan áridos y desérticos, a pesar incluso del oasis en la que estaba Al-Natah, puesto que se sabe que la población de estos territorios era principalmente nómada. Sin embargo, poco a poco todos los secretos salen a la luz, y ahora esta ciudad perdida podrá responder a muchas preguntas de las civilizaciones del pasado en los territorios de Oriente Medio.
Las fascinantes ruinas del pasado
Pese a que, a simple vista, unas ruinas no pueden decir mucho a muchas personas de a pie, todo lo que se puede recopilar de ellas permite descubrir muchos secretos sobre cómo convivían las sociedades en el pasado, especialmente en espacios mayoritariamente de nómadas. Son innumerables las civilizaciones que se han extendido por el mundo con el paso de los siglos, pero gracias a sus edificios, objetos, obras, e incluso escrituras (en el caso de las civilizaciones que ya conocían la escritura) han sido cruciales para que podamos descubrir cómo fue el mundo antes de nosotros.
Taima (Oasis)
País: Arabia Saudita Coordenadas: 27°37′34″N 38°32′51″E
Historia
Tipo: Oasis, Yacimiento arqueológico y Asentamiento
Taima o Teima (en árabe تيماء; 27°37′30″ N, 38°32′30″ E) fue una antigua ciudad situada al noroeste de la actual Arabia, emplazada en medio de un vasto oasis históricamente habitado y rodeada de un muro de piedra y barro sobre una colina, que controlaba las rutas comerciales que atraviesan el desierto entre Yathrib (Medina) y Dumah. Hoy es un sitio arqueológico de 500 hectáreas de la provincia de Tabuk, en las proximidades de la actual Talma, a 400 km de Medina y a 830 metros sobre el nivel del mar.
Su condición de gran oasis hizo el lugar óptimo para su ocupación, datándose sus primeros restos durante el segundo milenio (Edad del Bronce final). Estuvo gobernada por pequeñas fuerzas locales hasta la llegada de los asirios en el siglo IX a.C., a los que debieron tributo.
Se conservan documentos que la acreditan en tiempos antiguos como colonia judía, provista de multitud de pozos y edificaciones. Así mismo se menciona en varios pasajes bíblicos con el nombre de Tema (hijo de Ismael). En el Libro de Jeremías (23, 25) el profeta se pronuncia en su contra, y aparece también en fuentes asirias y babilónicas.
Charles Huber descubrió en el año 1883 la llamada Estela de Teima, que lista a los dioses adorados en la ciudad en el siglo VI a.C.1
Este nuevo hallazgo, que revela un asentamiento de aproximadamente 1,5 hectáreas, rodeado por murallas protectoras y una necrópolis con indicios de jerarquía social, permite a los investigadores explorar de forma inédita el proceso de urbanización en esta región.
Charloux y sus colegas señalan que al-Natah es representativo de una “baja urbanización” o etapa intermedia, un paso entre el nomadismo y los asentamientos urbanos complejos observados en otras zonas antiguas de Oriente Medio. Con alrededor de 500 habitantes, al-Natah contaba con una organización espacial que incluía un distrito central, áreas residenciales y un cementerio, lo que muestra un modelo de asentamiento compacto y defensivo.
Este tipo de asentamientos fortificados era común en el norte de Arabia durante la Edad del Bronce temprano y medio, cuando otras regiones ya mostraban mayores niveles de complejidad social y arquitectónica.
El hallazgo de al-Natah no solo es significativo por su propia arquitectura, sino porque podría formar parte de una red más amplia de pequeños pueblos fortificados en la región. Los arqueólogos esperan que futuras excavaciones ayuden a determinar cómo evolucionaron estos asentamientos y qué factores impulsaron su transición hacia un estilo de vida urbano.
La presencia de estructuras defensivas, rampas y la división en sectores sugiere que los habitantes de al-Natah ya respondían a la necesidad de proteger sus recursos y mantener una cierta organización interna.
Hasta hace 15 años, cuando los arqueólogos descubrieron murallas de la Edad de Bronce en el oasis de Tayma, al norte de Khaybar. Este “primer descubrimiento esencial” llevó a los científicos a examinar más de cerca estos oasis, explicó Charloux.
Las rocas volcánicas negras llamadas basalto ocultaban tan bien las paredes de al-Natah que “protegían el yacimiento de excavaciones ilegales”, explicó Charloux. No obstante, la observación del yacimiento desde arriba reveló posibles caminos y los cimientos de casas, lo que sugería dónde tenían que excavar los arqueólogos.
Descubrieron cimientos “lo bastante fuertes como para soportar fácilmente al menos viviendas de una o dos plantas”, dijo, subrayando que quedaba mucho trabajo por hacer para comprender el yacimiento.
Mapa que muestra la ubicación del sitio de al-Natah en el oasis de Khaybar (Charloux, PLOS ONE)
Proceso de urbanismo
Pero sus hallazgos preliminares dibujan una ciudad de 2,6 hectáreas con unas 50 casas encaramadas a una colina, dotada de una muralla propia. Las tumbas de una necrópolis contenían armas de metal, como hachas y puñales, y piedras como el ágata, lo que indica una sociedad relativamente avanzada para ser tan antigua.
El tamaño de las murallas -que podían alcanzar unos cinco metros de altura- sugiere que al-Natah era la sede de algún tipo de autoridad local poderosa. Según el estudio, estos descubrimientos revelan un proceso de “urbanismo lento” durante la transición entre la vida nómada y la más sedentaria de las aldeas.
Por ejemplo, los oasis fortificados podrían haber estado en contacto entre sí en una zona todavía poblada en gran parte por grupos nómadas de pastores. Estos intercambios podrían incluso haber sentado las bases de la “ruta del incienso”, que permitía el comercio de especias, incienso y mirra desde el sur de Arabia hasta el Mediterráneo.
Vista aérea del asentamiento amurallado. Crédito: AFALULA-RCU-CNRS
Al-Natah seguía siendo pequeña en comparación con las ciudades de Mesopotamia o Egipto de la época.
Reconstrucción del asentamiento de la Edad del Bronce de al-Natah en Arabia Saudita. Crédito: AFALULA-RCU-CNRS
La foto muestra los contornos de dos viviendas de la Edad de Bronce en la antigua ciudad al-Natah, que estuvieron ocultas durante mucho tiempo por el oasis amurallado de Khaybar, cerca de la ciudad occidental saudí de al-Ula. Imagen: CNRS, AFALULA, RCU/AFP
Una unidad cuatripartita (sondeo 8) durante la excavación (izquierda, mirando al norte) y una vivienda tripartita con una plataforma añadida (?) en su lado más pequeño (mirando al noroeste) en el sitio de al-Natah.(PLOS ONE)
La ruta del incienso
Esta hipótesis es apoyada por hallazgos como las piedras preciosas y las armas de metal encontradas en el sitio, que reflejan intercambios de bienes y conocimientos más allá de los límites de la comunidad.
Imagen actual del el oasis amurallado de Khaybar. Imagen: CNRS, AFALULA, RCU/AFP
Uno de los aspectos más interesantes es la posibilidad de que al-Natah haya jugado un papel en los inicios de la “ruta del incienso”, una red de comercio que conectaba el sur de Arabia con el Mediterráneo.
Esta ruta fue esencial en la antigüedad para el intercambio de bienes valiosos como especias, incienso y mirra, productos altamente apreciados en civilizaciones como las de Egipto, Mesopotamia y Roma. La existencia de asentamientos fortificados en lugares estratégicos como al-Natah sugiere que estos podrían haber servido como puntos de descanso y comercio para caravanas que transitaban por la región.
El arqueólogo Charloux explicó que estos oasis fortificados no solo proporcionaban seguridad en un entorno mayormente desértico, sino que también habrían facilitado interacciones entre comunidades aún predominantemente nómadas y aquellos grupos que ya comenzaban a establecerse. “Podrían haber estado en contacto entre sí”, comentó Charloux, lo que refuerza la idea de un incipiente sistema de intercambio que eventualmente facilitaría la expansión de rutas comerciales de mayor escala.
Este patrón de urbanismo disperso y conectado subraya que en el noroeste de Arabia existía un modelo diferente de desarrollo urbano. A diferencia de las grandes ciudades-estado de Mesopotamia o Egipto, los asentamientos como al-Natah muestran un enfoque más adaptado al contexto geográfico y social de la región. Aunque menos grandiosos, estos núcleos fortificados desempeñaron un papel clave en la formación de las primeras estructuras económicas y políticas que influirían en las culturas posteriores.
Sitio de Al-Natah en el Oasis de Khaybar
Un mapa del sitio de al-Natah (en la foto) muestra dónde se encontraban las viviendas, tumbas y necrópolis de los antiguos residentes dentro de la ciudad. Características arquitectónicas identificadas en la superficie PLOS ONE
Restos arquitectónicos encontrados en Arabia Saudita sugieren la existencia de una ciudad compleja y organizada en pleno desierto hace más de cuatro mileniosAFALULA-RCU-CNRS
Características urbanísticas de Al-Natah
El sitio de al-Natah ocupa aproximadamente 2,5 hectáreas y está organizado con una clara división funcional:
Murallas y torres de defensa:
El asentamiento estaba protegido por una gruesa muralla que llegaba a tener hasta 6 metros de ancho en ciertos puntos, y contaba con torres estratégicamente posicionadas, lo que muestra la importancia de la defensa en este asentamiento.
Áreas residenciales y centralizadas:
Las viviendas se construyeron según un diseño estandarizado, adaptado a la topografía del lugar. Cada unidad habitacional incluía varios corredores angostos para almacenamiento y habitabilidad, accesibles por calles y callejones que recorrían el área residencial.
Necrópolis y arquitectura funeraria:
El centro del asentamiento albergaba una necrópolis con tumbas de gran tamaño, incluyendo tumbas “de torre escalonada”, únicas en su tipo en Arabia, lo que refleja una organización social con distintos niveles de estatus y complejidad.
Un Centro Estratégico de Comercio y Producción
Los restos arqueológicos en al-Natah indican que el sitio formaba parte de una red de intercambio regional. Se encontraron fragmentos de vasijas de cerámica provenientes de otras áreas, así como evidencias de producción metalúrgica local, lo que sugiere que el oasis estaba conectado a rutas comerciales y podía haber tenido un rol político o económico central en la región.
Modificaciones en el paisaje funerario: un indicador de cambio social
Uno de los aspectos más fascinantes del descubrimiento de al-Natah es cómo refleja una evolución en las prácticas funerarias de la región. Durante el tercer milenio a.C., la región estaba marcada por avenidas funerarias, caminos delimitados por tumbas, que conectaban diversas comunidades del desierto. Sin embargo, con el tiempo, la necrópolis de al-Natah fue consolidándose cerca del asentamiento, lo cual podría estar vinculado a un proceso de sedentarización y urbanización. La ubicación de estas tumbas y la riqueza de los objetos encontrados, como armas de metal y adornos de piedras semipreciosas, indican una creciente diferenciación social y una estructura comunitaria avanzada.
Vida y economía en el oasis de Khaybar
El análisis de herramientas, restos de alimentos y fragmentos de cerámica sugiere que los habitantes de al-Natah practicaban la agricultura y ganadería, aprovechando los recursos naturales del oasis para cultivar cereales y criar ganado. La disponibilidad de agua mediante pozos y acuíferos naturales hacía posible un suministro estable de alimentos. La cerámica encontrada, sencilla y utilitaria, refuerza la idea de una sociedad organizada y autosuficiente con una economía basada en la agricultura y el comercio.
La urbanización amurallada de Khaybar en la Edad de BroncePLOS ONE
La ciudad fue abandonada entre el 1500 a. C. y el 1300 a. C. por razones desconocidas, pero los investigadores especularon que podrían haber abandonado la zona para volver a la vida nómada, debido a enfermedades o al deterioro del clima.
El área residencial de la ciudad. Crédito: AFALULA-RCU-CNRS
Mapamundi de Domingos Teixeira
Mapamundi de Domingos Teixeira
Mapa Mundi de Domingos Teixeira (1573)
El Mapa Mundi de Domingos Teixeira, fue hecho por este cartógrafo portugués poco antes de ser súbdito de Felipe II, al convertirse este en rey de Portugal en la Batalla de Alcántara (1580).
Está hecho y pintado a mano sobre una pieza de pergamino y se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia.
Ficha técnica
- Fecha: 1573
- Autor: Domingos Teixeira (portugués).
- Escuela cartográfica: Portuguesa.
- Breve descripción: Mapa Mundi.
- Localización Física: Bibliothèque National de France
Descripción
Es uno de los primeros mapamundis completo, mostrando las rutas de las especias, tanto la portuguesa de Vasco da Gama con sus posesiones como la española de Hernando de Magallanes (muestra la tierra magallánica aún no circunnavegada por Diego Ramírez de Arellano que la bautizó como Isla de Xátiva).
Se puede observar el alcance del meridiano de Tordesillas, tanto por el lado de América (Brasil) como por el lado de Filipinas, que atendiendo a derecho serían de Portugal, ya que están en “su” hemisferio.
La cuestión es que el mapamundi de Teixeira de 1573 dibujaba una geografía lleno de senyeras o escudetes similares, pero variados. Esto da lugar a que el aparato independentista catalán se apropie de este echo y elucubre y diga cosas como: el Tratado de Tordesillas lo firmó Cataluña y Portugal; España y Castilla no tenían rey propiamente dicho; todos los descubrimientos fueron hechos por Cataluña y por tanto propiedad de esta; luego Castilla manipuló la Historia para que no fuera así; Cristóbal Colón era Catalán, etc…
Los historiadores comentan que el razonamiento de las senyeras es:
…muchas banderitas con barras, solo unas pocas podrían considerarse propiamente catalanas, pues a la mayoría le faltan palos, o le sobran, o estos están situados en diagonal.
Resulta evidente que la distribución de banderitas que hace Teixeira tiene carácter principalmente ornamental y es surrealista y ridículo atribuirles precisión en la delimitación de países o la atribución de descubrimientos…
De: https://blogcatedranaval.com/2020/10/20/la-vision-del-mundo-en-1573/
“Quien domina el mar, domina todas las cosas” (Temístocles)
La visión del mundo en 1573
20/10/2020 por Celia Chaín-Navarro
Hay portulanos y antiquísimos mapas que han llegado hasta nosotros. Aparte de su estética, que es indudable, son fuentes inequívocas de una época, de su forma de interpretar el territorio y también de dividir el mundo conocido. Este es el caso de un planisferio levantado por un cartógrafo portugués, Domingos Teixeira. Un planisferio es, como es fácil de suponer, la representación de la esfera terrestre completa (en el momento de su levantamiento, claro).
Realizado en plena efervescencia descubridora, ofrece la visión que había del mundo en el año 1573. América ya era conocida en el viejo continente, se sabía dónde estaba China y algunas de las naciones del sureste asiático, incluso se nombra a Japón, aunque no se le representa. Sin embargo, un continente quedaba todavía por incluir en este mapamundi, era Australia (pero faltaban decenios por llegar hasta esta Terra Australis).
Muestra además el meridiano de Tordesillas, el que dividió el mundo entre dos naciones de la Península Ibérica, entonces a la cabeza de las exploraciones mundiales, dejando la parte Este para la corona lusa y lo que estaba al Oeste para Castilla. Esta partición supuso que casi toda América, con excepción de una parte de Brasil, podía llegar a ser hispana.
Aparecen también las rutas índicas y pacíficas, y añade un gran número de escudos heráldicos que perfilan la propiedad de todas las costas oceánicas, predominando la armas de Portugal, las barras de Aragón, así como los leones y torres de Castilla. Solo siete años después estas tres enseñas se reunirían en una misma corona.
También podemos hallar en letras grandes los nombres que en esa época asignaron a los accidentes geográficos, como es el caso del Estrecho de Fernando de Magallanes, en la punta sur del continente americano. En este caso, era un cartógrafo portugués el que con orgullo destacaba el nombre de otro compatriota suyo (a pesar de que terminó siendo considerado un traidor al emigrar y ponerse a las órdenes del monarca español).
Teixeira dibujó todos los océanos y mares conocidos, como el Mediterráneo, el Atlántico y las dos zonas polares.
Siguió ciertas tradiciones de las escuelas cartográficas previas (como dibujar el supuesto reino del preste Juan), pero dejó atrás otras, como por ejemplo no pintar el mar Rojo de ese color, tal y como se puede apreciar en la figura siguiente.
Son destacables, como ocurre en otros portulanos, las magníficas rosas de los vientos que añade.
Igualmente, las embarcaciones que dibuja en algunos de los océanos.
Teixeira no quiso dejar de representar reinos muy alejados de su patria, como ocurre con la actual Rusia (Moscovia) o Turquía (Truquia).
Un detalle reservado para el final es que, aunque habían pasado muchos años, el uxer, la nave que A. Cresques añadió en uno de los primeros portulanos conocidos, se dibuja en este planisferio. Curiosamente lleva la bandera de Portugal de ese momento histórico y en las velas luce la insignia de la Órden de los Caballeros de Cristo, la heredera de los templarios.
Este es, por lo tanto, un magnífico ejemplo pintado a mano sobre pergamino de las cartas portulanas de esa época histórica, enriquecidas con naves, escudos y rosas de los vientos. También se añade información política del momento como la división de las tierras descubiertas (Tratado de Tordesillas). El planisferio está depositado en la Biblioteca Nacional de Francia y se puede consultar una versión digitalizada en Gallica.
Etowah Indian Mounds
Etowah Indian Mounds
Coordenas : 34o7o30.47o 84-48-27.59-W
La concepción de Artista de Etowah
EE.UU.: Georgia
Ciudad más cercana: Cartersville, GA
NRHP referencia No.: 66000272
Designado NHL: 19 de julio de 1964[2]
Etowah Indian Mounds (9BR1) es un 2sitio arqueológico de 54 acres (220.000 m 2) en el condado de Bartow, Georgia, al sur de Cartersville. Construido y ocupado en tres fases, a partir de 1000 o 1550 d.C., el sitio prehistórico se encuentra en la orilla norte del río Etowah.
Etowah Indian Mounds Historic Site es un Marca Histórico Nacional designado, administrado por el Departamento de Recursos Naturales de Georgia. Es considerado “el sitio de la cultura misisicheria más intacto en el sudeste”, según los Parques Estatales de Georgia y Sitios Históricos.[3] Tanto el histórico Muscogee Creek como los pueblos Cherokee, que cada uno ocupó esta área en diferentes momentos, sostienen que el sitio es sagrado.
Historia
Este sitio fue excavado profesionalmente a partir de principios del siglo XX. Se han realizado estudios adicionales a medida que se han acumulado más evidencias y conocimientos sobre la sucesión de culturas en esta área, ayudados por la tecnología moderna como la datación de radiocarbono y los magnetómetros.
Estudios finales del siglo XX mostraron que los montículos fueron construidos y ocupados por pueblos indígenas prehistóricos de la cultura Mississippian Sur (una variación regional de la cultura misisiquisa)[4] del este de América del Norte. Eran antepasados del histórico idioma Muskogean – personas que hablaban Muscogee Creek que más tarde emergió en esta área.[5]
Etowah es una palabra Muskogee derivada de italwa, que significa “ciudad”. Desde 1000 o 1550 CE, durante la era de la cultura misisiida, Etowah fue ocupado por una serie de jefas de ciclo (véase la confederación Coosa) a lo largo de cinco siglos y medio.[6] La expedición Hernando de Soto se encontró con un asentamiento llamado Itaba entre Coosa y Ulibahali, que probablemente era Etowah.[7] El histórico arroyo Muscogee se formó en esta región y ocupó esta zona. Más tarde fueron expulsados por los Cherokee, que emigraron del este de Georgia y Tennessee para evadir la presión europeo-estado-única.
En el siglo XIX, los colonos europeos-estadounes creyeron erróneamente que los montículos habían sido construidos por la histórica Cherokee, que ocupaba la región en ese momento. Pero muchos investigadores creen ahora que debido a que la tribu Iroquoiani roqueta-parlante no llegó a esta parte de Georgia hasta finales del siglo XVIII, no podrían haber construido los montados. Las obras de tierra han sido fechadas en períodos muy anteriores.[8]
En el siglo XXI, la Nación Muscogee (Creek), reconocida federalmente, ahora con sede en Oklahoma, y la Banda de Poarch de los Indios de Arroyo de Alabama consideran que Italwa es su ciudad ancestral más importante. Los Cherokee también lo revoan.
Cronología
Sitio
Tykeon Wilkes utilizó cambios en los estilos cerámicos en múltiples sitios en el valle del río Etowah para determinar las líneas de tiempo para la región. La cerámica encontrada en Etowah y otros sitios regionales han sido reconstruidas y permiten colocar Etowah en las siguientes secuencias.[9] La ciudad fue ocupada en tres fases arqueológicas distintas: c. 1000 o 1200 CE, c. 1250-1375 CE, y c. 1375-1550 CE. Estaba en su apogeo desde c. 1325-1375 CE.[10][9]
Sitio
Montículos (Enlade A)
Mound B, visto de Mound A
Etowah tiene tres montículos de plataforma principal y tres montículos menores. El Temple Mound, Mound A, mide 63 pies (19 m) de altura, más alto que un edificio de seis pisos, y cubre 3 acres (12.000 m 22) en su base. En el mapa en tierra de 2005-2008, los magnetómetros revelaron nueva información y datos, mostrando que el sitio era mucho más complejo de lo que se había creído anteriormente.[10]
El equipo de estudio ha identificado un total de 140 edificios en el lugar. Además, se descubrió que Mound A tenía cuatro estructuras principales y un patio durante la altura del poder de la comunidad.[10] Mound B mipo de 25 pies (7.6 m) de altura; Mound C, que se eleva 10 pies (3.0 m), es el único que ha sido completamente excavado. Los magnetómetros permitieron a los arqueólogos determinar la ubicación de los templos de tronco y paja, que originalmente se construyeron en las cumbres de los montículos. Junto a los montículos hay una plaza elevada, de nivel, ceremonial, que fue construida para ser utilizada para ceremonias, juegos de stickball y chunkey, y como un bazar para los bienes comerciales.
Montículo C
Al visitar los Etowah Mounds, los huéspedes pueden ver los “pozos de préstamo” (que los arqueólogos en algún momento pensaron que eran fosos), donde los trabajadores cavaron tierra para construir los tres grandes montículos en el centro del parque.
La cerámica mayor encontrada en el sitio sugiere que había un pueblo anterior (c. 200 a.C. 600 CE) asociado con la cultura Swift Creek. Esta ocupación anterior del período Middle Woodland en Etowah puede haber estado relacionada con el importante centro de Swift Creek de Leake Mounds, aproximadamente a dos millas río abajo (oeste) de Etowah.
La guerra era común; muchos arqueólogos creen que la gente de Etowah luchó por la hegemonía sobre la cuenca del río Alabama con las de Moundville, un sitio de Mississippian en la actual Alabama. La ciudad estaba protegida por un sofisticado sistema de fortificación semicircular. Una banda exterior formada por huertos de árboles de nuez impidió que los ejércitos enemigos dispararan masas de flechas en llamas a la ciudad. Un foso de 9 pies (2,7 m) a 10 pies (3.0 m) de profundo foso bloqueó el contacto directo por el enemigo con los muros palacosados. También funcionó como un sistema de drenaje durante grandes inundaciones, comunes durante siglos, desde este período y hasta el siglo XX. Los trabajadores formaron la empalizada estableciendo troncos verticales de 12 pies (3.7 m) de altura en una zorza de aproximadamente 12 pulgadas (300 mm) en el centro. Se llenan de vuelta alrededor de las maderas para formar un dique. Las torres de la guardia para los arqueros estaban espaciadas a unos 24 m de distancia.
Artefactos
Ilustración de una placa Rogan (Catálogo No. A91117, Departamento de Antropología, NMNH, Smithsonian), un bailarín de halcón de cobre repeso encontrado en Etowah, pero que se cree que fue fabricado en Cahokia en el siglo 13[11]
Los artefactos descubiertos en enterramiento dentro del sitio de Etowah indican que sus residentes desarrollaron una cultura artística y técnicamente avanzada. Numerosas herramientas de cobre, armas y placas ornamentales de cobre acompañaron los entierros de los miembros de la clase élite de Etowah. Donde la proximidad a las fibras textiles protegidas de cobre de la degeneración, los arqueólogos también encontraron tela de colores brillantes con patrones ornamentados. Estos eran los restos de la ropa de las élites sociales.
Numerosas figuras de barro y diez estatuas de piedra misisipiz., han sido encontradas a través de los años en las cercanías de Etowah. Muchas son estatuas emparejadas, que retratan a un hombre sentado con las piernas cruzadas y a una mujer arrodillada. Las figuras femeninas llevan faldas envolventes y los machos suelen retratar sin ropa visible, aunque ambos suelen tener elaborados peinados. Se cree que la pareja representa a los ancestros de linaje. Las estatuas individuales de mujeres jóvenes también las muestran arrodilladas, pero con características adicionales como los órganos sexuales visibles, que no son visibles en las estatuas emparejadas. Se cree que esta figura femenina representa una diosa de la Madre de la Tierra.[12] El pájaro, mano en el ojo, cruzada solar, y otros símbolos asociados con el Complejo Ceremonial Suroriental aparecen en muchos artefactos encontrados en Etowah.
Comercio
El río Etowah es un afluente de los ríos Coosa y Alabama, y forma la frontera entre el borde sur de la Cordillera y el Valle Apalaches y la meseta del Piamonte. El comercio y el tributo trajeron conchas de whelk del Golfo de México .; cobre, mica y pedernada de la Meseta de Cumberland; y “galena, grafito, y una variedad de ocres para proporcionar pigmento para pintar edificios, cuerpos y obras de arte; piedra verde y mármol para proporcionar material crudo para herramientas, armas y objetos rituales” del Piamonte.[13] El locido suelo del lecho del río podría ser fácilmente labrado con palos de excavación y piedra y azadas de conchas. Su fertilidad se renueva anualmente por las inundaciones del río. Libre de heladas la mayor parte del año, la tierra produjo ricas cosechas de maíz, frijoles y calabaza, cultivos tradicionales de los pueblos indígenas.
Hábitat
Los árboles de castaño, nuez, hickory y persimmon que crecieron en bosques de montaña proporcionaron nueces y fruta tanto para la gente de Etowah como para el ciervo de cola blanca, pavo salvaje y caza más pequeño. Otras plantas que fueron recolectadas incluyen ortiga picante y morera de papel. Un acebo nativo fue recogido cuyas hojas y tallos se prepararon en la bebida negra absorbida en ceremonias de purificación ritual. La caña de río creció en densas matorrales y se convirtió en ejes de flecha, pedaña para los techos, y divisiones para tejer cestas, bancos y esteras para paredes y pisos.
Los bancos de río abundaban en mejillones de agua dulce y tortugas. Los Mississippians construyeron comodistas de roca en forma de v para bolígrafo y canalizar bagres, tambor y gar, que atraparon en cestas de Rivercane.[14] Los investigadores han encontrado restos de más de 100 raros de roca a lo largo del río Etowah. Uno ha sido restaurado en los terrenos del sitio histórico.[15]
Post-contacto
La investigación arqueológica sobre el tema no es concluyente, pero el sitio de Etowah puede ser el mismo que un pueblo de un nombre similar visitado por el conquistador español Hernando de Soto en 1540. Los cronistas de la Expedición de Soto no mencionaron grandes montículos en su historial de visitar un pueblo llamado Itaba, aunque historiador Dr. Marvin T. Smith sugiere que los montículos que probablemente estaban crecidos y no mantenidos en el momento de la expedición pueden simplemente no haber atraído la atención de los exploradores españoles.[7] Itaba significa “límido” o cruce de senderos en la lengua de Alabama. El nombre en inglés de los montículos, Etowah, se derivaba de un nombre arcaico de lugar Muscogee, Italwa. Italwa probablemente se refirió originalmente al símbolo de la cruz solar. En el idioma moderno Muskogee significa “ciudad”.[16]
Hasta que se publicaron estudios de finales del siglo XX, la mayoría de los europeos-estadounidenses en Georgia creían que Etowah había sido construido por la conocida Cherokee histórica. Pero, los Cherokee no llegaron a esta parte de Georgia hasta finales del siglo XVIII, dos o siete siglos después de la construcción de los montados.[8] La mayoría de los estudiosos creen que el complejo de montículos fue construido probablemente por gente de la cultura misisippiana del sur. Se consideran ancestrales del Muscogee histórico, conocido desde hace mucho tiempo como el pueblo Creek.[8] La mayoría de los pueblos de la Confederación del Arroyo fueron trasladados al Territorio Indio en la década de 1830.
Desde entonces, los descendientes de Creek han formado dos tribus reconocidas federalmente: la más grande es la Nación Muscogee (Creek) en Oklahoma ; la Banda de Poarch de los Indios de Arroyo en Alabama es la única tribu reconocida federalmente en el estado. Ambos consideran que Italwa, o Etowah, es su ciudad ancestral más importante. El título oficial del jefe principal de la Nación Creek es Italwa Mikko (la palabra Muskogee para jefe es miko). Un nuevo modelo a gran escala de Italwa está en exhibición permanente en la rotonda del Capitolio Muskogee (Creek) en Okmulgee, Oklahoma.
Historia de la excavación y los estudios
Efigies de mármol de la montadora Etowah C, c. 1250-1375: mujer arrodillada a la izquierda, y hombre a la derecha[17]
El misionero Elias Cornelius visitó el sitio en 1817 y lo describió en su revista publicada por Bela Bates Edwards en 1833. Se dio cuenta de que un montario debía tener más de doscientos años, debido al tamaño de árboles que crecía en ella, pero tenía poca idea de su historia real.[18] Cyrus Thomas y John P. Rogan probó el sitio en 1883 para la Smithsonian Institution, que estaba llevando a cabo una encuesta de sitios de montículos reconocidos.
La primera investigación arqueológica bien documentada en el sitio no comenzó hasta el invierno de 1925, dirigida por Warren K. Moorehead. Sus excavaciones en Mound C en el sitio revelaron una rica variedad de artículos de entierro de la cultura misisipise. Estos artefactos, junto con las colecciones de Cahokia, el sitio de Moundville, Lake Jackson Mounds y Spiro Mounds, comprenderían la mayoría de los materiales que los arqueólogos utilizaron para definir el Complejo Cermonial del Sureste (SECC). La excavación profesional de este enorme montículo funerario contribuyó con un gran impulso de investigación al estudio de los artefactos y pueblos de Mississippian. Aumudió enormemente la comprensión de las obras de arte nativas americanas previas al contacto.
Arthur R. Kelly, presidente fundador del Departamento de Antropología de la Universidad de Georgia, también llevó a cabo excavaciones y estudios profesionales en Etowah Mounds, antes de los proyectos de control de inundaciones previstos en la zona. En 1947, el gobierno construyó la presa Allatoona aguas arriba para el control de inundaciones. El sitio de Etowah fue designado como un Marca Histórico Nacional en 1964.
El museo Etowah Indian Mounds exhibe artefactos encontrados en el sitio, incluyendo cerámica de cultura misisippiana, ejes monolíticos de piedra, estatua de piedra de Mississippian, joyas de cobre,
Terremoto de Kangra de 1905
Terremoto de Kangra de 1905
El terremoto de Kangra de 1905 ocurrió en el valle de Kangra y la región de Kangra de la provincia de Punjab (hoy Himachal Pradesh) en India el 4 de abril de 1905. El terremoto midió 7,8 en la escala de magnitud de onda superficial y mató a más de 20.000 personas. Aparte de esto, la mayoría de los edificios en las ciudades de Kangra, Mcleodganj y Dharamshala fueron destruidos.[7] [8] [9]
Terremoto de Kangra de 1905
Hora UTC: 1905-04-04 00:50:00
Fecha local: 4 de abril de 1905
Hora local: Temprano en la mañana
Epicentro: 33,0°N 76,0°E [2]
Falla: Empuje principal del Himalaya
Zonas afectadas: India colonial
Máx. Intensidad: IX (Destructivo) [3] X (Extremo) [4] [5]
Damnificados: >20.000 [2] [1] [6]
Fondo
El epicentro calculado del terremoto se encuentra dentro de la zona de empujes a lo largo del frente del Himalaya formada por la continua colisión de la placa india con la placa euroasiática.[10] El subempuje del subcontinente indio debajo del Tíbet a lo largo de un límite convergente de 2.500 km de largo conocido como el Empuje Principal del Himalaya ha resultado en el levantamiento de la Placa Euroasiática predominante, creando así una larga cadena montañosa paralela a la zona convergente.[11]
Características del terremoto
El terremoto de magnitud 7,8-7,9 sacudió el Himalaya occidental en el estado de Himachal Pradesh a una profundidad estimada de 6 km a lo largo de una falla de empuje muy poco profunda, probablemente en el destacamento principal del empuje del Himalaya. El área de ruptura se calcula en 280 km × 80 km.[12] La ruptura no llegó a la superficie, por lo que se considera un terremoto de empuje ciego.[12] Un estudio más reciente en 2005 estimó la zona de ruptura en 110 km × 55 km sin salir a la superficie.[13]
Daño
El terremoto alcanzó su intensidad Rossi-Forel máxima de X en Kangra. A unos 150 kilómetros de esta zona hacia el sureste se registró una zona de mayor intensidad hasta alcanzar VIII. Esta intensidad inusualmente alta lejos del terremoto en la llanura indogangética incluyó las ciudades de Dehradun y Saharanpur. Se sintió VII en localidades como Kasauli, Bilaspur, Chamba y Lahore.[14]
Se informó que el terremoto derribó hasta 100.000 edificios. Se estima que murieron al menos 20.000 personas y también se perdieron 53.000 animales domésticos. También hubo daños importantes a la red de acueductos de las laderas que alimentaban de agua a la zona afectada. El coste total de recuperación de los efectos del terremoto se calculó en 2,9 millones (1905) de rupias.[1]
Kangra
Kangra (del hindi: काँगड़ा) es una ciudad y un consejo municipal del Kangra en el estado de Himachal Pradesh al sur del Himalaya. Es el lugar donde se encuentran los templos Masrur, conocidos como Pirámides Himalayan. La palabra Kangra es la unión de las palabras Kaann («oreja») y gaddha (crea/molde).
Historia
Históricamente conocida como Nagarkot2 o Trigarta, la ciudad de Kangra fue fundada por Katoch Kshatriya Rajputs de Chandervanshi. Los rajás Katoch tuvieron residencia en Kangra, construyeron fuertes templos en lavish.
Otro nombre antiguo de la ciudad es Bhimagar, presuntamente fundada por Raja Bhim, hermano más joven del emperador Kurú Yudhishthira de Indraprastha (hoy Delhi).3
El templo de Deví Vajreshwari fue uno de los más viejos y ricos de la India del norte, y fue destruido junto con el fuerte y la ciudad por el terremoto de Kangra el 4 de abril de 1905, muriendo 1335 personas.2
Área debajo de Kangra Bhawan después del terremoto
Abraham Ortelius
Abraham Ortelius
Abraham Ortelius
Retrato de Orteluis por Pedro Pablo Rubens
Nombre en neerlandés: Abraham Ortell
Apodo: Ortelius
Nacimiento: 14 de abril de 1527jul.; Amberes (Países Bajos de los Habsburgo)
Fallecimiento: 28 de junio de 1598; Amberes (Países Bajos Españoles)
Ocupación: Cartógrafo, historiador y grabador
Obras notables: Theatrum Orbis Terrarum
Firma
Abraham Ortelius (Amberes, 14 de abril de 1527 – ibidem, 28 de junio de 1598), también escrito como Oertel, Orthellius o Wortels, fue un geógrafo y cartógrafo flamenco, conocido como el Ptolomeo del siglo XVI. Junto con Mercator, es el padre de la cartografía flamenca. Su obra más conocida es el Theatrum Orbis Terrarum, considerado el primer atlas moderno. Su primera versión contenía 70 mapas: 56 de zonas de Europa, 10 de Asia y África, y uno de cada continente.
La familia Ortelius era originaria de Augsburgo, teniendo que asentarse en las Diecisiete Provincias al haber sido acusados de protestantes. Tras estudiar griego, latín y matemáticas, Orthelius se estableció en su ciudad natal como librero y cartógrafo.
En 1575, fue nombrado geógrafo de Felipe II, siguiendo la recomendación de Benito Arias Montano, un cargo que le permitió acceso a los conocimientos acumulados por los exploradores españoles y portugueses.
Obra
Theatrum Orbis Terrarum planisferio de 1570
Ortelius realizó una selección de los mejores mapas disponibles en la época, que redibujó con un formato uniforme para la edición de su obra, y estableció un orden lógico de los mapas: mapamundi, Europa, Asia, África y Nuevo Mundo. También incluyó una lista con los nombres de los autores de los mapas originales. Este atlas tuvo un gran éxito, sobre todo por su tamaño y formato. Fue editado en diversos idiomas, y no cesó de actualizarse y mejorarse hasta 1612. Es considerado el primer atlas moderno, y en la actualidad aún se siguen utilizando la clasificación y estructura de este.
El Theatrum Orbis Terrarum inspiró la obra en seis volúmenes titulada Civitates orbis terrarum, editada por Georg Braun e ilustrada por Frans Hogenberg con asistencia del propio Ortelius.
- Theatrum Orbis Terrarum (1570), Gillis Coppens van Dienst, Amberes
- Parergon et Nomenclator Ptolemaicus (1579), impr. Christophe Plantin, Amberes
- Itinerarium per nonnullas Galliæ Belgicæ partes (1584), impr. Christophe Plantin, Amberes
- Synonymia Geographica (1596)
El mapamundi colosal de 60 láminas
Hubo un tiempo en el que el mundo era algo tan desconocido como temido. Tan solo quienes viajaban sabían que siempre había algo más allá de donde alcanzaba la vista al mirar al mar. Sin embargo, con demasiada frecuencia, los barcos que partían de un puerto nunca regresaban. Ahora tenemos el mundo a nuestro alcance a vista de celular y de GPS, pero hace casi 500 años, para acertar con la configuración de un territorio había que estudiar mucho y arriesgar más al no existir vistas aéreas, ser muy difíciles y lentas las comunicaciones y ni tan siquiera estar descubierta la compañera de la latitud: la longitud.
En el siglo XVI, un erudito como Abraham Ortelius, que era matemático, geógrafo, cartógrafo y cosmógrafo de origen flamenco y hablaba varios idiomas, se encargó de paliar la escasez de conocimiento sobre el globo terráqueo al ofrecer una nueva visión del mundo, distinta a la de Ptolomeo, y además ser el primero en asumir la hipótesis de la deriva continental. El considerado padre de la cartografía moderna y creador del primer atlas mundial, recopiló la información existente en aquella época, nombró las fuentes de cada mapa que utilizó y llegó a convertirse en el geógrafo oficial de Felipe II.
Abraham Ortelius, también escrito como Oertel, Orthellius o Wortels, nació en Amberes (Bélgica) el 14 de abril 1527 y fue criado por su tío después de la muerte de su padre junto a sus dos hermanas, Anne y Elisabeth. La familia Ortelius era originaria de Augsburgo, pero al ser acusada de protestante estuvo en continuo movimiento por miedo a la persecución.
Tras estudiar griego, latín y matemáticas, el pequeño Abraham Ortelius se estableció en su ciudad natal. Aprendió el oficio de grabador, trabajó en lo que se conocía como iluminador de mapas y en 1554 se dedicó a la venta de mapas, libros, monedas y antigüedades. Fue precisamente el mundo del comercio lo que le permitió realizar viajes extensos por toda Europa y establecer contactos con la comunidad internacional de académicos interesados en la exploración del mundo y la cartografía, especialmente con los ingleses Richard Hakluyt y John Dee. De ellos Ortelius obtuvo materiales cartográficos y gran información, al igual que hizo de su admirado colega flamenco Gerhardus Mercator, también geógrafo y quien se cree que inspiró su pasión por la creación de mapas.
Abraham Ortelius comenzó a dibujar diversos mapas en la década de 1560. Entre ellos destacan los de Egipto, Asia, Tierra Santa y el Imperio Romano. La recopilación que hacía de ellos en sus viajes le servía para repintarlos sobre lino, colorearlos y añadirles información, lo cual le fue reportando ganancias y le permitió seguir viajando.
El incipiente cartógrafo tuvo además la suerte de haber nacido en un país comerciante y exportador, con tres de los puertos marítimos más importantes del mundo y rodeado de agua, por lo que quizá Abraham Ortelius también pensó en abrir nuevas rutas marítimas y comerciales para generar riqueza con su afición convertida en profesión.
El mapa que inspiró a Cristóbal Colón
Si el descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492 fue uno de los acontecimientos más grandiosos e inesperados de la historia de la humanidad por su propósito inicial, no lo fue menos el descubrimiento del Pacífico por Vasco Núñez de Balboa el 25 de septiembre de 1513, ya que con este hallazgo se completaba el mapa del mundo.
A finales del siglo XVI la información geográfica producida por los últimos descubrimientos había dejado obsoletas muchas de las observaciones que existían en la época, así que era el momento para que el mapa impreso se pusiera al día, y ésa fue la tarea facilitada por el trabajo de Abraham Ortelius y Mercator.
El 20 de mayo de 1570 Abraham Ortelius publicó ‘Theatrum Orbis Terrarum’, 70 mapas en 53 hojas. La obra contenía un mapa mundial y mapas de los continentes de África y Asia, así como de Europa, que fue el área más estudiada. Fue una obra que no tuvo rival en su género en toda Europa entre la primera edición de 1570 y la última, fechada en 1612, con un total de 31 ediciones en 7 lenguas diferentes: holandés (1571), alemán (1572), francés (1572), español (1588), inglés (1606) e italiano (1608). Además, vieron la luz cinco suplementos, que tituló ‘Additamenta’, entre 1573 y 1597. En 1624, ‘Theatrum’ había pasado por 40 ediciones y había crecido a 166 mapas, apareciendo incluso en latín.
Mapa de Atlas Theatrum Orbis Terrarum de Abraham Ortelius. Año 1570.
La colección merece llamarse atlas debido a su formato de publicación uniforme, a la selección crítica del material existente y a la mención de los autores cuyos mapas se utilizaron (87 en total). Por eso, aunque a Abraham Ortelius se le conozca como “el Ptolomeo del siglo XVI”, en realidad fue muy disminuida la influencia de la geografía de éste.
Además de este interesante ‘Catalogus auctorum’ por ser la primera vez que se recogían las fuentes, a continuación Abraham Ortelius realizó un también útil ‘Index tabularum’, así como el ‘Nomenclator’ que cierra la serie de mapas y brinda las equivalencias latinas para los topónimos modernos. Los mapas están representados por barcos en medio del mar y algunos monstruos marinos como aún se consideraba en aquella época.
Sin embargo, se dice que el primer Atlas moderno fue el del mismo Mercator, amigo íntimo de Ortelius, solo que retrasó su edición, precisamente por amistad, para que resaltara el ‘Theatrum Orbis Terrarum’. Como reconocimiento a este hecho, Ortelius, por su parte, tomó los mapas de mayor relevancia de Mercator.
Según los estándares modernos, las páginas del considerado primer atlas de Abraham Ortelius están llenas de errores, aunque muchos fueron corregidos en las 25 ediciones posteriores publicadas antes de su muerte, pero si por algo también destaca el ‘Theatrum’, aparte de por ser pionero en la cartografía, es por ser la primera evidencia de que alguien consideró la deriva continental, la teoría de que los continentes alguna vez estuvieron unidos antes de separarse.
En los mapas de Abraham Ortelius tanto Europa como el sudeste asiático recibieron la versión más exacta de lo que existía hasta ese momento, mientras que las líneas generales de Sudamérica quedaron mal retratadas y también recibió críticas por sus mapas de España.
En 1575 Abraham Ortelius fue nombrado geógrafo oficial de Felipe II gracias a la recomendación del humanista español Benito Arias Montano, un cargo que le permitió acceder a los conocimientos acumulados por los exploradores portugueses y españoles, y de esta manera pudo seguir publicando estudios de geografía y relatos de viajes.
Abraham Ortelius es conocido también gracias a su correspondencia con prominentes científicos y humanistas de toda Europa, una práctica que arrojó mucha información sobre los grandes pensadores de su tiempo.
A lo largo de su vida publicó también un ‘Epitome’ en 1577, que fue traducido muy pronto al francés, latín, italiano, inglés y alemán. También compuso un ‘Thesaurus geographicus’ y, poco antes de morir, el ‘Parergon’, con 38 mapas e imágenes del mundo antiguo a las que se unen varias reproducciones de monedas, otra de las aficiones que cultivó durante toda su vida.
Abraham Ortelius murió en 1598 y la noticia llenó de luto público Amberes, donde ya era ampliamente reconocido por su aportación a la cartografía. En la actualidad, los mapas originales de quien nos abrió a la globalidad del mundo, son objetos muy valorados entres los coleccionistas y museos.
El primer atlas de la historia: Theatrum Orbis Terrarum
El primer atlas moderno del mundo fue publicado en 1570, obra de Abraham Ortelius. Se le considera la primera colección sistemática de mapas de tamaño y estilo uniforme. Es Theatrum Orbis Terrarum que viene a significar ‘Teatro del mundo’.
Porque ese era el objetivo precisamente del atlas: representar el mundo, como si de un teatro se tratase. Y tanto conocimiento y tan antiguo tiene su precio. No en vano, se saca a subasta una edición de 1579 que puede llegar alcanzar las 60.000 libras.
Portada del Atlas en una edición de 1606
Abraham Ortelius, nacido en Amberes, fue también conocido como el «Ptolomeo del siglo XVI». Junto a Gerardus Mercator fue el padre de la cartografía flamenca. Su familia era originaria de Augsburgo y se tuvieron que asentar en las Diecisiete Provincias por haber sido acusados de protestantes.
Tras estudiar griego, latín y matemáticas se estableció en su ciudad natal como librero y cartógrafo. En 1575, Ortelius fue nombrado geógrafo de Felipe II, un cargo que le permitió acceso a los conocimientos acumulados por los exploradores portugueses y españoles.
De hecho, se dice que Felipe II siempre tenía a mano su propio ejemplar del Theatrum Orbis Terrarum, tal vez buscando nuevos lugares que conquistar. Quizás para conocer mejor sus extensos dominios, islas y regiones enteras que le pertenecían pero que jamás pudo conocer en persona.
Incómodos pergaminos individuales
Hasta la publicación de Theatrum Orbis Terrarum, los nuevos descubrimientos de los españoles y los portugueses habían sido plasmados en forma de pergaminos individuales. Estaban decorados con bordes ornamentados e incluían elaborados escudos y blasones.
Pero no eran prácticos. Incómodos de utilizar, debían ser desenrollados y enrollados cada vez. Algunos descubrimientos portugueses se habían documentado en mapas manuscritos cosidos en tomos, pero no era un atlas en sí mismo ya que o no tenían texto o no lo integraban con la imagen, como cabía esperar de un atlas.
Europa en el Atlas de Ortelius. 1572.
Un compendio de mapas de otros autores
Lo cierto es que el atlas prácticamente no contenía mapas elaborados por Ortelius, sino 53 mapas de otros autores, en los que se indicaba la fuente. El atlas de Ortelius reflejaba todos los mapas en el mismo estilo y las placas de cobre para su realización tenían el mismo tamaño (los folios eran de aproximadamente 35 x 50 cm).
América en el Atlas de Ortelius, de acuerdo a las primeras representaciones. 1598.
La península Ibérica representada en el atlas de Abraham Ortelius. 1572.
África y la Península Arábiga en el Atlas de Ortelius.
China en el atlas de Ortelius
Gerardus Mercator
Gerardus Mercator
Gerardus Mercator a sus 64 años, grabado de Frans Hogenberg
Información personal
Nacimiento: 5 de marzo de 1512jul. Rupelmundo
Fallecimiento: 2 de diciembre de 1594 Duisburgo
Sepultura: iglesia del Salvador
Familia
Cónyuge: Barbara Schellekens; Gertrude Vierlings
Educado en: Studium Generale Lovaniense; Universidad Católica de Lovaina
Supervisor doctoral: Regnier Gemma Frisius
Alumno de: Georgius Macropedius
Información profesional
Ocupación: Matemático, geógrafo, filósofo, teólogo, cartógrafo, inventor, cosmógrafo, profesor universitario y fabricante de instrumentos
Área: Geografía y cartografía
Estudiantes: John Dee
Gerard Kremer, conocido por su nombre latinizado Gerardus Mercator (Rupelmundo, Flandes; 5 de marzo de 1512–Duisburgo, Sacro Imperio Romano Germánico; 2 de diciembre de 1594), también llamado Mercator o Gerardo Mercator, fue un geógrafo, matemático y cartógrafo flamenco,1 famoso por idear la llamada proyección de Mercator, un sistema de proyección cartográfica conforme, en el que se respetan las formas de los continentes pero no los tamaños. Fue uno de los primeros en utilizar el término «atlas» para designar una colección de mapas.
Mapa de Europa realizado por Mercator en 1589.
Planisferio de Rumold Mercator, de 1587.
Nació en Rupelmundo, Flandes. Su nombre era Gerard de Cremere (o Kremer). Mercator es la latinización de su nombre, que significa ‘mercader’. Recibió educación del humanista Macropedius en Bolduque y en la Universidad Católica de Lovaina.
En 1534, Mercator se dedicó al estudio de las matemáticas, la astronomía y la geografía bajo la tutela del matemático Gemma Frisius. También aprendió a hacer grabados gracias a la ayuda de Gaspard van der Heyden, grabador y constructor de globos terráqueos (mapas esféricos). A principios del siglo XVI, los cartógrafos, o dibujantes de mapas, empleaban gruesos caracteres góticos que limitaban el espacio disponible para añadir información en los mapas. No obstante, Mercator adoptó un nuevo estilo italiano de escritura cursiva —o letra itálica— que resultó muy útil en la fabricación de globos terráqueos y un tipo de letra más adecuado para los grabados en cobre de los mapas.. Escribió al respecto un libro que fue el primero que trataba sobre este tema (Europa del Norte). Trabajó como grabador con Frisius y van der Heyden en la elaboración de un mapa esférico en 1536.2
Su primer trabajo en solitario fue la elaboración de un mapa de Palestina en 1537, después de lo que dedicó tres años a su Exactissima Flandriae Descriptio (La descripción más exacta de Flandes), el mejor mapa de Flandes confeccionado hasta el momento.3
En 1544 por mostrarse tolerante al protestantismo es acusado de herejía y pasó en prisión siete meses. En 1552, se trasladó a Duisburgo donde abre un taller de cartografía. Trabajó en la elaboración de un mapa de Europa, compuesto por seis paneles, que completó en 1554; también se dedicó a enseñar matemática. Asimismo realizó otros mapas. Fue nombrado cosmógrafo de la corte por el duque Guillermo de Cléveris en 1564. Durante estos años, concibió la idea de una nueva proyección aplicable en los mapas, que utilizó por primera vez en 1569, la cual sería conocida posteriormente como proyección de Mercator; lo novedoso en su propuesta del nuevo sistema de proyección era que las líneas de longitud eran paralelas, lo cual facilitaba la navegación por mar al poderse marcar las direcciones de las brújulas con líneas rectas.
Estimuló a Abraham Ortelius a hacer el primer atlas moderno, Theatrum Orbis Terrarum en 1570. Posteriormente Mercator comenzó a elaborar su propio atlas, organizado en varios tomos, el primero de los cuales fue publicado en 1578 y consistía en una versión corregida de los mapas de Ptolomeo, aunque esta edición también incluía algunos errores propios de Mercator. En 1585, se publicaron mapas de Francia, Alemania y Países Bajos, y en 1588 se agregaron mapas de los Balcanes y Grecia.
En el título de su obra Atlas sive Cosmographicae meditationes de fabrica mvndi et fabricati figura (Atlas, o meditaciones cosmográficas sobre la creación del universo y el universo en tanto creación) es donde aparece por primera vez el término Atlas para describir una publicación de ese tipo. Los dos primeros tomos aparecieron en 1594 y el tercero al año siguiente completado por su hijo Rumold.4
Mercator contribuyó al campo de la musicología a partir de su medición de las distancias entre los tonos y los semitonos de la escala diatónica. Dicho campo se relaciona con la cartografía en lo que hace a las mediciones que tienden a la percepción de lo continuo. Se llega al límite del continuo cuando se le dificulta a la mente distinguir con claridad dos puntos contiguos. El interés de Mercator son los límites de la percepción auditiva de los intervalos de altura, lo cual le lleva a definir el noveno de tono como el intervalo más pequeño. Llega a dicho intervalo a partir de la medición sistemática de los 5 tonos enteros de la escala diatónica –Do-Re, Re-Mi, Fa-Sol, Sol-La, La-Si–. Mientras, para los semitonos naturales –Mi-Fa, Si-Do– observa que cada uno mide solamente 4 novenos de tono. A nivel micro, la escala que encuentra Mercator contendría un total de 53 micro-divisiones de noveno de tono: 45 novenos de tono en los 5 tonos enteros y 8 novenos de tono en los 2 semitonos.
Legado
Mercator falleció sin haber terminado su atlas. Fue su hijo Rumold Mercator, quien concluiría la obra publicando más mapas en 1595.
El Museo Mercator, en Sint-Niklaas, Bélgica, tiene una exposición permanente con trabajos sobre la vida y el legado de Mercator.
Eponimia
- El cráter lunar Mercator lleva este nombre en su memoria.5
- El asteroide (4798) Mercator también conmemora su nombre.6
- El Telescopio Mercator ubicado en el Observatorio del Roque de los Muchachos lleva su nombre
En la actualidad la mayoría de los mapas se basan en proyecciones modificadas o en una combinación de las anteriores, para corregir en lo posible las distorsiones. Entre las más usuales figuran la proyección policónica de Lambert, utilizada para fines educativos, o la de Winkel-Tripel, adoptada por la National Geographic Society en 1998 y cada vez más utilizada en atlas y libros de texto. Sin embargo, los mapas más utilizados hoy en día siguen fieles a Gerardus Mercator: los servicios online como Bing Maps, OpenStreetMap, Google Maps o MapQuest usan una variante de la proyección de Mercator. Y también los mapas rectangulares que se hacen hoy en día de otros mundos (Venus, Marte, o Mercurio por ejemplo) usan el sistema de Gerardus Mercator.
En 1512 Gerardus Mercator, cuyo verdadero nombre era Gerard Kremer, llegó al mismo mundo que luego habría de plasmar en algunos de los más famosos mapas jamás realizados. Era flamenco y estudió ciencias en la Universidad de Lovaina, decantándose profesionalmente por la cartografía. Ésta experimentaba entonces un momento álgido por el descubrimiento del Nuevo Mundo y la necesidad de incorporar sus tierras a los mapas.
Sus aportaciones, entre ellas una tan curiosa como cambiar el estilo de letra que se utilizaba en los globos terráqueos por otro más pequeño y práctico que dejaba mayor espacio para el dibujo, le valieron ser nombrado cosmógrafo de la corte en 1564. Fue en ella donde inventó un nuevo tipo de proyección cartográfica en la que la esfera terrestre se traspasaba cilíndricamente al plano y las líneas de longitud pasaban a ser rectas y paralelas. Algo tan simple como eso facilitaría enormemente el trabajo de los marinos, permitiéndoles trazar rumbos a partir de las líneas que marcaban las brújulas.
El mapamundi de Mercator, llamado Nova et Aucta Orbis Terrae Descriptio, hoy conocido como UTM (Universal Transversal Mercator), fue publicado en 1569 y supuso la aparición de los meridianos y los paralelos que actualmente siguen utilizándose. La contrapartida, si se puede llamar así, está en que la proyección de Mercator distorsiona algo el mapa, deformando las zonas septentrionales y meridionales.
Pero el genial cartógrafo no se limitó a eso. También tuvo la idea de llamar atlas a un conjunto de mapas, partiendo del personaje de la mitología griega que sostenía el mundo sobre sus espaldas, y estableció el método para ordenarlos para ser usados como herramienta. En 1594, poco después de su fallecimiento, se publicó el Theatrum Orbis Terrarum, el primer atlas propiamente dicho; Mercator no fue el autor sino Abraham Ortelius, pero sí quien le animó a hacerlo.
Curiosamente, pese a sus innovaciones científicas (eliminó los monstruos marinos que solían decorar los mapas), Mercator era hijo de su tiempo y se las vio y se las compuso para armonizar los conocimientos cartográficos con lo que contaban la Biblia, Fruto de ello fue un trabajo geográfico- histórico-religioso denominado Atlas sive cosmographicae meditationes de fabrica mundi et fabricati figura; no lo terminó pero casi: abarca desde el Génesis hasta 1568.
Sorprendentemente, los mapamundis con los que aprendimos geografía mundial en el colegio poco tienen que ver con la realidad. Actualmente, existen más de 400 proyecciones distintas para reflejar la superficie terrestre. Ninguna de ellas es exacta al cien por cien
Los errores de Mercator y el primer mapamundi
En el siglo XVI era prioritario disponer de una herramienta que asegurase las rutas comerciales, a pesar de que con ella la representación del mundo estuviera distorsionada.
Pedro Gargantilla: 21/08/2021
En Rupelmonde (Bélgica) hay un museo que hace las delicias de todos los apasionados de la cartografía y las cartas de navegación, es el Museo Mercator, que homenajea a uno de sus hijos más ilustres, el matemático y cartógrafo Gerardus Mercator (1512-1594).
Este flamenco fue el primero en realizar mapamundis ‘modernos’, en los que se incluían todo el globo terráqueo de una forma fidedigna y plana (horizontal), que son los mapas con los que todos nosotros hemos estudiado geografía.
En su momento fue una verdadera innovación, ya que hasta entonces los globos terráqueos se hacían de forma individual, con esferas de madera y eran pintados a mano.
La proyección de Mercator
El flamenco imaginó que nuestro planeta estaba contenido en un cilindro infinitamente largo y con un radio equivalente al terrestre, de forma que tan solo el ecuador tocara el cilindro.
Con esta filosofía trazó rectas desde el centro de la Tierra hasta todos los puntos, de forma que cortasen la superficie del cilindro y que al desplegarlo se generase un mapa plano. De este modo, los meridianos y los paralelos forman una malla de líneas rectas perpendiculares entre sí.
Los meridianos son equidistantes y se extienden hasta el infinito a medida que se acercan a los polos y las líneas de latitud son horizontales y de la misma longitud que el ecuador, pero con un espaciado que aumenta al acercarse a los polos.
Son precisamente estas singularidades las responsables de que las dimensiones reales no sean exactamente iguales a las que aparecen representadas.
España es como Kenia
Islandia y Alaska, por ejemplo, aparecen sobredimensionadas en los mapas. En el caso del país europeo tiene una superficie un poco menor que Benin, un país africano situado en el Golfo de Guinea (100.000 kilómetros cuadrados y 112.000 kilómetros cuadrados, respectivamente), cuando la representación en los mapas está claramente inclinada hacia Islandia.
Alaska con 1.7 millones de kilómetros cuadrados tiene una superficie inferior a la de la República Democrática del Congo (2.3 millones de kilómetros cuadrados) a pesar de que en la proyección de Mercator el estado norteamericano es claramente mayor.
Nuestro país, situado en el paralelo 36, es otro de los beneficiados en esta proyección geográfica, ya que con una superficie aproximada de medio millón de kilómetros cuadrados ocupa un espacio mucho mayor que Kenia –atravesado por el Ecuador-, con una superficie está en torno a los 580.000 kilómetros cuadrados.
Posiblemente, el ejemplo más llamativo de deformación geográfica se produce cuando comparamos Sudamérica –con más de diecisiete millones ochocientos mil kilómetros cuadrados- con Europa, con diez millones quinientos mil kilómetros cuadrados de superficie. En los mapas geográficos ambas se muestran similares, lo que traduce un error relativo cercano al cuarenta y uno por ciento.
Todas estas discrepancias se deben a que, al tratarse de una proyección cilíndrica, las regiones más alejadas de la línea del ecuador se encuentran más distorsionadas, al deformar los espacios comprendidos entre los meridianos y los paralelos.
A pesar de estas ‘injusticias geográficas’ la aportación de Mercator fue determinante para crear los famosos portulanos con los que los marineros del siglo dieciocho trazaban los rumbos de navegación, obviando la esfericidad de la curvatura terrestre. Y es que el cartógrafo intentó lo imposible, cuadrar un círculo en un plano.
Una última curiosidad, al flamenco también debemos que utilicemos la palabra ‘Atlas’ para referirnos a una colección de mapas, nombre que tomó del personaje de la mitología griega.
En la proyección de Mercator, Europa sale bien proporcionada pero los tamaños están exagerados en las zonas polares / Crédito: Strebe
La proyección de Peters es otra famosa representación cilíndrica, que muestra de manera más equilibrada la proporción de tamaño de los continentes pero que tiene otro fallo: las superficies y distancias están deformadas. Otros sistemas resuelven el problema de la proporción, pero nos dan una imagen “limitada” del globo: las proyecciones cónicas representan de manera fiel aquellos países que se encuentran en las regiones de latitudes medias pero que no muestran el total del globo en un mismo papel.
En la proyección de Gall-Peters, los tamaños de los países están proporcionados, pero no las formas y distancias.
En su Atlas de 1569, enseña el continente Antártico con datos más precisos todavía que los de Oronce Fine. Un detalle curioso: su descripción del Antártico es más precisa que la que hizo de América del sur y África del sur, elaborada sin embargo a partir de informes sacados de sus contemporáneos, y ¡considerada como más fiable!
Hay algo raro en este hecho. Fraude por posible manipulación posterior.?????
De Geografía Infinita:
¿Por qué las brújulas apuntan hacia el norte? Porque hay imanes que las atraen. Esta idea llevó a pensar a los cartógrafos que debía de haber un enorme imán en el Polo Norte. Y ese fue el razonamiento detrás de el siguiente mapa, que muestra el Ártico con una montaña magnética en su centro.
Nada más y nada menos que Gerardus Mercator, el cartógrafo por excelencia, autor de la proyección que aún hoy utilizamos en los mapas, combinó esta lógica con los detalles de un texto medieval perdido llamado «Inventio Fortunata».
Describió al Polo Norte como la confluencia de los mares del mundo, que fluían sin cesar hacia un abismo. El Rupes Nigra, una roca «negra y reluciente» de 33 millas de circunferencia y tan «alta como las nubes», estaba rodeada por un mar interior.
El segundo borrador del Septentrionalium Terrarum, publicado en 1606. Gerardus Mercator / Dominio público
Curiosidades: http://findinterestingplaces.com/articles/north-pole-map-mercator
Intoxicación en Mequinez
Intoxicación en Mequinez
Una mañana de septiembre de 1959, un tejedor de alfombras de la ciudad de Mequinez, en el centro de Marruecos, despertó con la terrible sorpresa de ver que no podía mover ni brazos ni piernas. A la caída de la tarde del mismo día, su mujer quedaba también postrada para siempre. Unos días antes habían sentido unos extraños dolores musculares en las extremidades y en la espalda, que, no obstante, habían desaparecido. Este primer caso daría la señal de alarma de lo que en pocos días iba a convertirse en una auténtica tragedia nacional. Esa misma mañana, decenas de familias de la ciudad de Mequinez, y luego de Rabat, quedaban paralíticas, víctimas de una enfermedad desconocida y extraña.
Los hechos, vistos retrospectivamente, ocurrieron así: en el mes de septiembre de 1959, Marruecos, como todos los países musulmanes, se disponía a celebrar las festividades del Mulud An Nabi o aniversario del nacimiento del profeta Mohamed.A la ciudad de Mequinez había acudido ese año tal cantidad de visitantes que no había aceite suficiente para safisfacer la demanda. Unos comerciantes sin escrúpulos no encontraron nada mejor, para hacer negocio redondo, que mezclar unos excedentes de aceite de motor de avión que habían sido subastados públicamente en la entonces base militar norteamericana de Nouasseur, cercana a Casablanca.
Para hacer más aceptable el aceite adulterado le llamaron Le Cerf, y le colocaron etiquetas con ese nombre, que, pronunciado en árabe, es fonéticamente muy parecido al aceite francés de mayor calidad vendido entonces en Marruecos, Lessieur.
Al principio se pensó que podía tratarse de una epidemia de pollomielitis, pero la hipótesis fue descartada rápidamente por los especialistas. Luego, pensando que podía ser una enfermedad contagiosa, para evitar la promiscuidad de las grandes concentraciones, el Gobierno suspendió la fiesta del Mulud. Las autoridades marroquíes, que andaban por su tercer año de independencia, se veían totalmente desbordadas e impotentes.
En septiembre de 1959, Marruecos sólo disponía de novecientos médicos para una población de once millones de habitantes. El 23 de septiembre de ese año, el ministro marroquí de Salud, Yussef Bel Abbes, proclamó oficialmente el estado de desastre nacional e hizo un angustiado llamamiento a la Cruz Roja Internacional, a la Organización Mundial de la Salud, a la Unicef y a las Naciones Unidas.
Más de quince países acudieron inmediatamente en ayuda de Marruecos. Cuando los orígenes de la extraña parálisis pudieron ser determinados se habían registrado ya en todo Marruecos 10.932 casos, de los cuales seiscientos eran sin solución, y 8.000, según los especialistas, podrían alcanzar una rehabilitación parcial tras un prolongado tratamiento, aunque quedarían minusválidos para toda la vida.
Una paciente de un médico francés del instituto Pasteur contaría un incidente que dio la clave del enigma. En el curso del interrogatorio a que fue sometida por el médico para establecer su hoja clínica, la mujer dijo que lo único que le había llamado la atención era que el aceite de cocinar le pareció un día más oscuro que de costumbre. Para estar más segura, había hecho con él unos buñuelos, que dio a probar primero a su perro. Como los efectos no fueron inmediatos, la mujer siguió preparando los alimentos de su familia con el aceite en cuestión. A la semana todos ellos, incluido el perro, quedaron paralíticos.
Con esta revelación se ordenó el análisis inmediato del aceite Le Cerf y se encontró que contenía nada menos que tri-orto-cresil-fosfato, un veneno que afecta directamente a los sistemas nerviosos central y periférico.
El Gobierno marroquí advirtió a la población contra el peligro de consumir ese aceite, y se dispuso a censar las existencias en el mercado para su retirada. Un millón de litros, suficiente para dejar paralíticos a los once millones de marroquíes, fueron incautados.
Viendo que nadie compraba ya el aceite en Mequinez, Rabat o las grandes ciudades, se apresuraron a quitarle las etiquetas y enviarlo para su venta a las aldeas más remotas del país, adonde todavía no había llegado la noticia de la tragedia. El resultado fue que empezaron a aparecer nuevos casos de parálisis.
Este comercio criminal sólo terminó cuando el Parlamento marroquí, a propuestas del rey Mohamed V, votó una ley de emergencia, con carácter retroactivo, que sancionaba con la pena de muerte la fabricación o distribución consciente de aceite adulterado, delito que quedaba tipificado como «crimen contra la salud de la nación».
Veintisiete comerciantes fueron detenidos en virtud de esa ley. El 27 de abril de 1960, después de una exhaustiva investigación, cinco comerciantes fueron condenados a la pena de muerte y tres a cadena perpetua por la corte suprema de Rabat en uno de los juicios más espectaculares de toda la historia de Marruecos.
El Gobierno marroquí votó con carácter de urgencia un presupuesto especial de doscientos millones de francos para indemnizar a los damnificados, que recibieron a razón de 10.000 francos, unas 2.000 pesetas, los jefes de familia, más mil francos (doscientas pesetas) por mujer y cada hijo.
Veintitrés años después aún se pueden ver en las calles de Mequinez y Casablanca algunos de aquellos paralíticos, el 50% de los cuales fueron niños y adolescentes.
Quizás no tenga nada que ver con la colza, pero en este caso la causa oficial fue el *triortocresilfosfato*, un aditivo para lubricantes industriales como por ejemplo los que se usan en motores de avión. Lo interesante es que se trata de un compuesto organofosforado, como los que consideraba como causantes del síndrome de la colza el doctor Muro. Quizás ya se habrá dicho por aquí, pero los organofosforados son una categoría muy amplia de compuestos tóxicos y cabroncetes, entre los que se encuentran los plaguicidas y sus hermanas mayores, las armas químicas. El TOCP es uno más de esa especial familia. Desde mi ignorancia, son los síntomas descritos (parálisis muscular) similares a los del síndrome toxico de 1981?
Sobre la teoría de los tomates y el pesticida, hay algún indicio de que parte del genero toxico pudiera haberse exportado al extranjero
En un principio, dado el rápido avance de los nuevos casos diarios, los expertos de la OMS consideraron que, en efecto, se trataba de un virus, aunque no tenían ni idea de cuál. Esta teoría se confirmaba, además, por la aparición de fiebre, si no en todos, en gran parte de los pacientes. Pero, tras semana y media de investigación, la propagación de la enfermedad llevó a los investigadores a considerar que se trataba de un “desarrollo tóxico” y no necesariamente infeccioso. Lo que les llevó a confirmar esta teoría es que solo las clases más bajas, socioeconómicamente hablando, eran las afectadas, a pesar de que tenían contacto directo y constante con las clases medias o altas. Del mismo modo, ninguno de los judíos que en ese momento vivían en Mequínez había contraído la enfermedad, así como ningún europeo, con la excepción de un hombre que se había convertido al Islam.
Gracias a estos datos, los investigadores llegaron a la conclusión de que el problema estaba en algún tipo de alimento, con un fuerte legado cultural y que provocaba que solo determinados individuos hubieran sido afectados. Los doctores empezaron a buscar el ‘veneno’ analizando el trigo (que en algunas ocasiones contenía arsénico, pero no el suficiente como para producir estos rápidos efectos en la salud). Finalmente encontraron el culpable: aceite de oliva contaminado con lubricante de motores de aviación, en concreto con organofosfatos, obtenido como excedente militar de la base aérea estadounidense de Nouaceur, a 270 kilómetros de distancia. Al igual que el caso español, el desmedido ánimo de lucro llevó a determinados ’empresarios’ (criminales en realidad) a aumentar la cantidad de producto disponible para su venta, sin importar las consecuencias en la salud que podrían tener.
Guillermo Le Testu
Guillermo Le Testu
Nombre en francés: Guillaume Le Testu
Nacimiento: post. 1509; El Havre (Francia)
Fallecimiento: 29 de abril de 1573jul.; Panamá
Causa de muerte: Decapitación
Ocupación: Explorador y cartógrafo
Guillaume [Guillermo] Le Testu (El Havre, ca. 1509 – cerca de Nombre de Dios (Panamá), 29 de abril de 1573), fue un marino, corsario, explorador y cartógrafo francés, recordado por haber explorado el litoral brasileño en 1551 y cartografiado la bahía de Guanabara, en la desembocadura del rivière de Janvier (futuro Río de Janeiro). Fue el autor de un atlas de 56 cartas (Cosmographie Universelle selon les navigateurs, tant anciens que modernes, 1555-1556) y colaborador de la escuela de cartografía de Dieppe.
Protestante, fue encarcelado durante las guerras de religión y, finalmente, liberado por Carlos IX. Luego se convirtió en capitán de un barco corsario de 80 toneladas. En 1573, cuando se encontraba en la región del istmo de Panamá, se unió a sir Francis Drake, del que se convierte en piloto de altura, y a quien revela que tiene que existir un pasaje entre los océanos Atlántico y Pacífico al sur de la Patagonia. Participó con él en un ataque con éxito el 31 de marzo contra un convoy de plata español en Nombre de Dios (hoy Panamá, entonces en la Nueva España), un puerto en el istmo que era usado por la Flota de Indias. Fue herido y hecho prisionero por los españoles que le ajusticiaron días más tarde.1
Un barrio de El Havre lleva hoy día su nombre.
Obra
Mappemonde en deux hémisphères: «Ceste Carte Fut pourtraicte en toute perfection Tant de Latitude que Longitude Par moy Guillaume Le Testu Pillotte Royal Natif de La ville Françoise de grace… et fut achevé le 23e jour de May 1566.» En este mapamundi, no hay rastros de los vientos que marcan el norte, el sur, el este y el oeste, sino las caras que soplan e indican las direcciones. disponible en Gallica
Cosmographie universelle: dibujado y pintado en 1556 para el almirante de Francia Gaspard de Coligny. Le Testu, piloto real en Le Havre, participó en la expedición de Villegagnon a Brasil y fue el compañero de aventuras del famoso pirata Francis Drake. Enriquecida con cincuenta y seis mapas iluminados, la Cosmographie universelle describe la totalidad del mundo conocido, agregando a los territorios recién descubiertos —como las Américas o el Lejano Oriente— los territorios representados «par imagination». Como la hipotética Tierra Austral, desplegada en doce mapas, y que une Java con Tierra del Fuego. En esos lugares distantes se encuentran bestias fabulosas y pueblos monstruosos, unicornios y grifos que se portan bien con los pigmeos, los gigantes, las amazonas y los cíclopes. Este trabajo total y abundante, hasta ahora inédito, combinaba la cosmografía matemática heredada de Ptolomeo con el legado de las maravillas de la Edad Media y la cartografía náutica de las cartas portulanas. Las conquistas de Alejandro Magno en Asia se prolongan en los viajes de Marco Polo y las navegaciones más recientes de los portugueses. Los viajes de Jacques Cartier incluyen sus huellas en una América que acababa de aparecer en el horizonte de los europeos. En 2012, la Cosmographie universelle fue objeto de una nueva emisión conjunta de Arthaud, el Ministerio de Defensa francés (SGA / DMPA y el Service historique de la Défense) y Carnets des Tropiques.
[Mapa del mundo en dos hemisferios] / Mapa de Ceste Fue dibujado con toda perfección Tanto Latitud como / Longitud Por mí Guillaume Le Testu Pillotte Royal Nativo de / La ciudad francesa de la gracia… y se completó el 23 de mayo de 1566
Algunos mapas
Mapa de Canadá.
Mapa donde se reproducen Java y las Molucas, las tierras de las especias.
Mapa de Brasil
PS General Slocum
PS General Slocum
Historial
Tipo: vapor de ruedas y desastre marítimo
Asignado: 1891
Destino: Quemado y hundido el 15 de junio de 1904.
Reflotado, convertido en la barcaza Maryland y hundido el 4 de diciembre de 1911 en una tormenta
Características generales
Desplazamiento: 1.284 toneladas
Eslora: 76 metros
Manga: 11,4 metros
Calado: 3,7 metros
El PS General Slocum1 fue un vapor de ruedas de pasajeros construido en Brooklyn, New York, en 1891. Durante su vida útil, sufrió varios accidentes como encallamientos y colisiones.
El 15 de junio de 1904, el General Slocum se incendió y se hundió en el East River en la ciudad de Nueva York.1 En el momento del accidente, realizaba un trayecto fletado para llevar a los miembros de la Iglesia Luterana Evangélica Alemana de San Marcos (Germano-estadounidenses de Little Germany, Manhattan) a un picnic de la iglesia. Se calcula que murieron 1.021 de las 1.342 personas que iban a bordo.2 El desastre del General Slocum fue el más mortífero de la zona de Nueva York hasta los atentados del 11 de septiembre de 2001. Es el peor desastre marítimo de la historia de la ciudad y del siglo XX hasta que el Titanic lo superó unos años después y es el segundo peor desastre marítimo en las vías navegables de Estados Unidos, tras la explosión y hundimiento del buque de vapor Sultana.3 Los acontecimientos que rodearon el incendio del General Slocum se han tratado en varios libros, obras de teatro y películas.
En el punto 4 del mapa, es aproximadamente donde ocurrió la tragedia.
Hace 120 años, un vapor de ruedas que llevaba más de 1300 miembros de la escuela dominical de una Iglesia Luterana de Nueva York, en su mayoría niños, se incendió y naufragó en medio del East River. La sucesión de errores del capitán y las nulas medidas de seguridad del buque. Un desastre que mantuvo el triste récord de cantidad de víctimas en territorio estadounidense hasta el atentado contra las Torres Gemelas
El día primaveral se perfilaba como un escenario ideal para la fiesta que todos esperaban, el picnic anual de la Iglesia Luterana de San Marcos del Lower East Side, que ese miércoles 15 de junio de 1904 tenía como atractivo adicional un paseo por el East River hasta Long Island a bordo del vapor de ruedas General Slocum. Por eso, desde temprano a la mañana, 1358 integrantes de la comunidad alemana de Nueva York – en su mayoría maestros, madres y alumnos de la escuela dominical – abordaron el barco llenos de expectativas, sin imaginar que poco después se convertirían en protagonistas de la peor tragedia de la historia de la navegación mundial antes del hundimiento del Titanic.
La Iglesia había hecho el esfuerzo de pagar 350 dólares – una suma alta para la época – por el alquiler en exclusiva del General Slocum y así darles una alegría a los chicos, que recorrían y observaban embelesados los tres pisos del vapor de madera, que estaba al mando del capitán William Van Schaick y contaba con una tripulación de 29 hombres. Cuando zarpó, a las 9 de la mañana, el barco estaba atestado de niños, vigilados por padres y maestros.
El General Slocum a punto de hundirse entre las llamas
Según la reconstrucción de los hechos, el barco llevaba una hora de navegación cuando uno de los chicos corrió hasta donde estaba el capitán y le dijo que había un incendio. Creyendo que se trataba de una broma infantil, Van Schaick le respondió de mal modo.
La tripulación demoró diez minutos fatales en darse cuenta de que realmente había fuego en una cabina de lámparas llena de trapos aceitosos y viruta. Ya era tarde, porque el fuego comenzaba a propagarse de manera voraz por la estructura de madera del vapor. A partir de ese momento, un cúmulo de errores del capitán, sumado a una serie de fallas de seguridad del barco potenciaron la tragedia.
El capitán Van Schaik cometió un error tras otro al mando del General Slocum
El incendio y el pánico
-¡Hay fuego! – le dijo el chico de 12 años al capitán.
-¡No molestes! ¡Metete en tus cosas! – le respondió Van Schaick haciendo un gesto para que se alejara.
Eran las diez de la mañana y de haberle prestado atención al niño, el capitán del General Slocum podría haber minimizado las consecuencias del desastre. Solo reaccionó cuando un miembro de la tripulación le dijo, diez minutos más tarde, que había fuego en la cabina de lámparas y que se estaba propagando.
Pero Von Schaick volvió a equivocarse: en lugar de llevar el vapor hacia tierra en el punto más cercano para facilitar la evacuación y permitir que los bomberos atacaran las llamas, decidió seguir adelante a toda máquina hacia una pequeña isla que estaba más lejos en el East River.
El rescate de los sobrevivientes
Más tarde les dijo a los investigadores que no quería correr el riesgo de propagar el fuego al muelle y al resto de la ciudad, pero la estrategia resultó mortal para los pasajeros, porque al avanzar a toda máquina con viento en contra las llamas se avivaron hasta propagarse por casi todo el barco.
Muertes por fuego y agua
Los pasajeros aterrorizados por las llamas y sin indicaciones precisas por parte de la tripulación reaccionaron de manera desesperada. Además, todo estaba fallando: las mangueras contra incendio estaban podridas y no servían, los botes salvavidas estaban en malas condiciones y tan fuertemente atados que era imposible soltarlos, y los salvavidas se hundían.
Algunos pasajeros se tiraron al agua y trataron de ganar la costa, pero casi nadie lo logró porque muchos fueron arrastrados por la rápida corriente del río. La mayoría de los que iban a bordo eran mujeres y niños que, como la mayoría de los estadounidenses de la época, no sabían nadar.
Cadáveres a la vera del río Hudson
Las crónicas de la época relatan que hubo madres que les pusieron salvavidas a sus hijos y los bajaron al agua, para verlos hundirse como piedras. Luego se comprobó que no estaban llenos de corcho, sino de un material no flotante que los hacía pesados y les impedía flotar. Otros niños murieron pisoteados por quienes corrían de un lado a otro, presos del pánico, y más personas perdieron la vida cuando el incendio derrumbó algunas de las cubiertas y el fuego las consumió.
Mientras tanto, la desesperada carrera que el capitán le impuso al barco en llamas tuvo el peor de los finales al encallar contra las rocas de la costa de North Brother Island. La investigación demostró que entre cien y quinientas personas murieron cuando la sección sobrecargada de estribor de la cubierta de huracanes se derrumbó, arrojándolos a aguas profundas, mientras que otros perdieron la vida al ser golpeados por la rueda de remos que aún giraba. Solo los que atinaron a lanzarse por la parte de proa tuvieron más suerte, porque cayeron en aguas poco profundas y menos correntosas, lo que les permitió a muchos salvar sus vidas.
El intento de apagar las llamas
El General Slocum permaneció varado en North Brother Island durante aproximadamente 90 minutos antes de liberarse y desplazarse un kilómetro y medio hacia el este, donde se hundió definitivamente frente a la costa del Bronx en Hunts Point.
Saldo de una tragedia
La investigación realizada por las autoridades navales determinó que murieron ahogadas o quemadas 1021 personas, todos pasajeros salvo dos miembros de la tripulación. Se contabilizaron 180 heridos y solo 251 personas salieron ilesas de la catástrofe, casi todas ellas rescatadas por dos remolcadores que acudieron con rapidez al lugar del desastre. En cuando al capitán Von Schaick, abandonó el General Slocum antes que muchos de los pasajeros. Salvó su vida saltando a uno de los remolcadores junto con varios de los tripulantes.
Los últimos instantes del General Slocum
La ciudad y el país entero quedaron conmocionados por el tremendo saldo en vidas que dejó el hundimiento del vapor. Al día siguiente, The New York Times relató que “hombres cargando camillas con víctimas de la calamidad empezaron a llegar a la estación Avenida Alexander. Al principio se tenía la esperanza de que ese lugar sería lo suficientemente grande para albergar a los muertos, pero no fue así porque su capacidad fue rápidamente colmada y muchos cadáveres debieron ser trasladados a otros lugares”.
Las víctimas fueron enterradas en cementerios alrededor de Nueva York: 58 en el Cementerio de los Evergreens y 46 en el Cementerio Green-Wood, ambos en Brooklyn. La mayor parte recibió sepultura en el Cementerio Luterano en Middle Village, donde durante años se realizaron homenajes en su memoria y los demás muertos en la tragedia.
Una impunidad casi total
Después de la investigación, Von Schaick y otras siete personas fueron acusados por un gran jurado federal. Además del capitán, debieron sentarse en los tribunales el presidente, el secretario, el tesorero, el comodoro y dos inspectores de la compañía propietaria del vapor, la Knickerbocker Steamship Company.
El capitán perdió la vista de un ojo a causa del incendio. Los informes indican que el Capitán Van Schaick abandonó al General Slocum tan pronto como se asentó, saltando a un remolcador cercano, junto con varios tripulantes. Fue hospitalizado en el Hospital Líbano.
Los pasajeros, testigos y personal de emergencia cometieron muchos actos de heroísmo. El personal y los pacientes del hospital en North Brother Island participaron en los esfuerzos de rescate, formando cadenas humanas y sacando a las víctimas del agua.
El informe sobre de la comisión investigadora sobre el capitán y la tripulación del General Slocum fue lapidario. “Las pruebas presentadas ante la Comisión establecen el hecho de que el capitán no hizo ningún intento de combatir el fuego, examinar su estado o controlar, asegurar, dirigir o ayudar a los pasajeros de ninguna manera. … Un hecho esencial de la negligencia es el fracaso total del capitán para combatir el fuego o ayudar a los pasajeros. En menor grado, los pilotos, de la misma manera, después de varar el bote, y mientras todavía había muchos pasajeros a bordo, no cumplieron con su deber de asistir y rescatar a dichos pasajeros. Muy poca asistencia o control ejercido por cualquiera de los oficiales o tripulantes en nombre de los pasajeros”, señaló.
El funeral de los muertos en la tragedia
Luego de un juicio polémico, el único condenado fue Von Schaick, que fue declarado culpable de negligencia criminal por no mantener en condiciones los elementos contra incendios del vapor. En cambio, el jurado no pudo llegar a un veredicto sobre los otros dos cargos de homicidio involuntario. Recibió una pena de 10 años de prisión, pero solo pasó tres años y medio en la cárcel de Sing Sing antes de ser beneficiado con la libertad condicional.
La Knickerbocker Steamship Company la sacó barata, pagando una multa relativamente pequeña a pesar de la evidencia que demostraba que había falsificado los registros de inspección del vapor.
A medida que pasaron los días se fueron sumando los muertos
Memoria de una catástrofe
Los restos hundidos del General Slocum fueron rescatados y convertidos en una barcaza de 625 toneladas llamada Maryland, que se hundió en el río Sur en 1909 y, luego de ser reflotada y reparada, volvió a naufragar en el Océano Atlántico frente a la costa sureste de Nueva Jersey durante una tormenta el 4 de diciembre de 1911. Allí quedó para siempre.
Con el correr de los años, la tragedia del General Slocum dio lugar a novelas, libros de investigación periodística, temas musicales y películas documentales y de ficción.
Las víctimas también tienen un monumento: La Fuente en Memoria del Slocum, en Tompkins Square Park, donada en 1906 por la Sociedad de la Simpatía de las Damas Alemanas. Está hecha de mármol rosa de Tennessee, tiene a dos niños que miran hacia el mar y su inscripción dice: “Son los niños más puros de la Tierra, jóvenes y hermosos”
Es una fuente para beber que todavía calma la sed de los sedientos, con su agua fría que brota de un surtidor con la forma de la cabeza de un león.
Fuente de la imagen, BBC World Service
Pie de foto, Titular de la portada del diario The World: Lista de muertos de Slocum puede llegar a 1.000.
Fuente de la imagen, BBC World Service
Pie de foto, Escena en el funeral por la tragedia del General Slocum. Imagen: New York Public Library
El Informe de la Guardia Costera de 1904 estimó las siguientes cifras de víctimas de un total de 1388 personas involucradas en el desastre:
Estado | Pasajeros | Tripulación |
Total a bordo | 1,358 | 30 |
Adultos | 613 | – |
Niños | 745 | – |
Muerto | 955 | 2 |
Muerto identificado | 893 | 0 |
Muertos desaparecidos y no identificados | 62 | 0 |
Herido | 175 | 5 |
Ileso | 228 | 23 |
Mapa de Diego Gutierrez
Mapa de Diego Gutierrez (1562)
Diego Gutiérrez fue un cosmógrafo y cartógrafo español de la Casa de Contratación de Indias. Fue designado como tal el 22 de octubre de 1554, tras la muerte de su padre, Diego Gutiérrez, también cosmógrafo de la Casa de la Contratación y cartógrafo.1 Trabajo en la elaboración del Padrón Real.
Su hermano, Sancho Gutiérrez fue también cosmógrafo de la Casa de la Contratación y catedrático de arte de la Navegación y cosmografía de la Casa de la Contratación de Sevilla.
En 1562 Gutiérrez publicó en colaboración con el grabador flamenco Hieronymus Cock un famoso mapa titulado Americae Sive Qvartae Orbis Partis Nova Et Exactissima Descriptio.
Con mucha frecuencia los mapas se encargaban para mostrar el poder de los monarcas y señores. También se hacían para reafirmar demandas territoriales. Y este es el caso del que presentamos, uno de los primeros a gran escala del hemisferio occidental, conocido también como “la cuarta parte del mundo”. Fue encargado en 1562 por el todopoderoso rey español Felipe II a la Casa de Contratación de Sevilla. Está formado por seis hojas grabadas, cuidadosamente unidas para formar un sólo mapa que mide 93 por 86 centímetros. Su autor fue el cosmógrafo Diego Gutiérrez, y lo publicó el famoso grabador de Amberes, Hieronymus Cock.
Es importante desde el punto de vista de la cartografía naval por sus representaciones de barcos, batallas, naufragios y animales marinos, porque recoge las denominaciones primigenias de ciertos lugares, pero sobre todo porque los dos grandes océanos de la tierra aparecen perfilando las masas continentales, llenos de ilustraciones representativas de la visión del mundo en el siglo XVI.
Se levantó con la finalidad de reafirmar las demandas españolas de los territorios del Nuevo Mundo contra las solicitudes de sus rivales, Portugal y Francia. España reclamaba todas las tierras al sur del trópico de Cáncer, que se muestra de manera destacada.
Comentarios sobre las diversas escenas representadas en el mapa:
La flota portuguesa, camino a las Indias Orientales
Precisamente porque era una muestra más del poder de los monarcas europeos, Cock se concedió el lujo de añadir numerosas ilustraciones artísticas, incluyendo los escudos de armas de los tres reinos licitantes, un ondulado río Amazonas, sirenas y monstruos marinos míticos, así como varios animales salvajes en la costa occidental de África. En la parte superior aparece la siguiente leyenda:
“Americae sive quartse orbis partis exactissima descriptio. Auctore Diego Gutierro, Philippi regis Hifp. Cos- mographi. H. Coch excud. 1562.”
En el mapa, el nombre “California” es posiblemente la primera vez que aparece en un mapa impreso, y se halla inscrito cerca de la parte baja de la península, justo arriba de la línea que representa el trópico de Cáncer.
En un detalle, a la izquierda se puede ver una parte de la península de California y su nombre escrito, posiblemente una de las primeras veces
El Ecuador y las líneas de demarcación
Tiene algunas particularidades, como que en él no aparece la famosa e hipotética línea de demarcación vertical que se trazó en el Océano Atlántico, que servía de división entre las posesiones españolas y portuguesas en América. Al oeste de la línea estaban las áreas de influencia españolas y al este las lusas según quedó reflejado en el Tratado de Tordesillas (1494).
Si bien en el siglo XVI la latitud estaba bastante bien delimitada, la longitud (meridianos) era un gran problema para los navegantes y cartógrafos. Resulta que está línea hipotética que dividía los territorios descubiertos de ambas coronas peninsulares marcaba la longitud, ya que se dispuso que debía estar situada a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde.
En otros planisferios, como el de Cantino en 1502, el de Teixeira en 1573, etc; si que aparecen las líneas del ecuador y la Línea de Tordesillas.
En este mapa la línea de demarcación más visible es una distinta, paralela u horizontal, representando el trópico de Cáncer, que es la latitud mencionada en el Tratado de Cateau-Cambresis de 1559.
Otra característica que le aporta mucho valor a esta representación cartográfica temprana, es que en Norteamérica se pueden leer los nombres españoles que en un primer momento tuvieron los territorios descubiertos, y que hoy se han perdido, uno de cuyos mejores ejemplos es Tierra Francisca. En la misma línea, aunque éste si se ha mantenido, podemos encontrar en el Caribe la isla La Española, el nombre que Cristóbal Colón le dio. Además apreciamos la aparición de la denominación Canadá.
Otra muestra, ya en América del Sur, la podemos encontrar en las actuales islas Malvinas, que aquí se llaman islas de Sansón. Aunque parece que el primero en situarlas en un mapa fue Diego Ribero en 1529, treinta años después Gutiérrez mantiene esta denominación.
Propio también de la cartografía inicial de cualquier tierra recién “descubierta” es la imprecisión en los límites, como ocurre aquí, ya que une la parte norte del continente con Groenlandia.
Aspectos conocidos
Esta representación ofrece características similares a otras de su época histórica, tales como los dibujos de monstruos marinos, sirenas, tritones y el dios del mar (Poseidón).
Igualmente encontramos ilustraciones sobre temas conocidos en el nuevo continente, como la imponente altura de los patagones.
Este mapa es extraordinario porque muestra, a modo de foto fija, cómo se veía el continente y los mares que lo circundan a mitad del siglo XVI, y contiene además representaciones valiosísimas, como el naufragio dibujado cerca de las Bermudas (como si se adelantara siglos al fenómeno tan conocido hoy de la desaparición de barcos y aviones). Sabemos que además fue utilizado en varias ocasiones como prueba en dos disputas fronterizas en América del Sur.
Es poco conocido en España porque las únicas dos copias existentes están en las bibliotecas nacionales de Gran Bretaña y de Estados Unidos.
Más información
El delineante Diego Gutiérrez había sido nombrado cosmógrafo de la Casa de Contratación por órden real el 22 de octubre de 1554, después de la muerte de su padre Diego en enero del mismo año. Recibía un salario de 6000 maravedíes por su conocida habilidad para hacer cartas de navegación y otros instrumentos naúticos. En el famoso mapa de América de 1562, él aparece identificado como el “Auctore Diego Gutiero Philippe Regis Hisp. etc.” Es decir, “Diego Gutiérrez, cosmógrafo en el reinado de Felipe II de España”. Sirvió como cosmógrafo en la Casa de Contratación de 1554 hasta por lo menos 1569, de acuerdo con los documentos del Archivo General de Indias de Sevilla. El fue parte de un grupo de cartógrafos en la Casa de Contratación, que incluía a Alonso de Chaves (Piloto Mayor), Francisco Falero, Jerónimo de Chaves, Sancho Gutiérrez (hermano de Diego) y Alonso de Santa Cruz. Diego Gutiérrez se distinguía del resto por ser el “oficial de hacer cartas de marear”. El hermano de Diego, Sancho, llegó a ser cosmógrafo de la Casa de Contratación el 18 de mayo de 1553.
El grabador del mapa, Jerónimo Cock, era un artista flamenco de reconocido talento que trabajaba en Amberes. El ha sido considerado como unos de los más importantes grabadores e impresores en la Europa del siglo XVI. Amberes se convirtió en el mayor centro de grabados y libros en los Países Bajos. Cock era el hijo de Jan Wellens o Willems, alias Cock, y tenía un hermano, Mathias Cock; los dos eran pintores notables. Nacido en Amberes en 1510, Cock fue admitido al Gremio de San Lucas como pintor en 1545, y luego se ocupó a grabar y vender grabados. Entre 1546 y 1548, estudió en Roma, donde fue influenciado por el trabajo de artistas notables y grabadores como Antonio Salamanca y Antonio Lafrery. En 1548, Cock estableció en Amberes el taller Aux Quatre Vents (A Los Cuatro Vientos). Entre 1548 y 1570 en que murió, tuvo un negocio muy famoso, popularizando el arte de los mejores maestros holandeses a través de sus grabados.
En 1550, Cock preparó su primer grabado de las ruinas de la Antígua Roma, seguido de veinte y cuatro placas de las ruinas en mayo de 1554. El grabó varios trabajos en honor de Carlos V, Emperador del Sacro Imperio Romano y Rey de España, incluyendo la pompa fúnebre en 1559, delineando el cortejo fúnebre organizado en Bruselas en 1558 por Felipe II en honor de su padre. En 1555, Cock grabó los retratos de Felipe II y María y Maximiliano de Austria. En 1556, grabó un retrato de Carlos V y en 1563 produjo el Divi Caroli imp. Opt. Max. victoriae, una serie de doce grabados ilustrando los triunfos del emperador.
Cock hizo grabaciones de varios mapas, incluyendo los de Leiden (1550), Piedmont (1551), Sicilia (1553), Turquía y Persia por Castaldo (1555), Siena (1555), Ostia (1557), una vista panorámica de Amberes, el Cerco de San Quintín (1557), Ypres (1562), Hableneuf (1563), Malta (1565), La Borgoña de Fernando de Launoy (1562) y la Tierra Santa, de Petru Laicksteen (1562), además del mapa de América de 1562. Grabó varios de los mapas de Abraham Ortelius Theatrum Orbis Terrarum publicado en 1562 por la imprenta Plantin en Amberes y citado en el Catalogus Auctorum Tabularum Geographicarum. Sus grabados también aparecieron en Nederlansche Steden, de Jacobo van Deventer; Civitatis Orbis Terrarum, de Braun y Hogenberg y la Cosmographia, de Sebastian de Münster.
Para darle a su negocio un aire más oficial y obtener privilegios, Cock tuvo como su mecenas al poderoso Antonio Perrenot, Cardenal de Granvela (1517-1586), a quien Cock le dedicó algunos de sus grabados. Su viuda siguió con el negocio después de su muerte en 1570.
Foto 4. Mapa de America de Diego Gutierrez para el Atlas de Ortelius. 1584
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