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Política

Mapa mundial de Albi

Mapa mundial de Albi

Mapa mundial de Albi

El mapamundi Albi es un mapa del mundo medieval (mapamundi), incluido en un manuscrito de la segunda mitad del VIII ° siglo conservado en la antigua capital de la biblioteca multimedia Pierre Amalric de Albi. Este manuscrito procede de la biblioteca del capítulo de la catedral de Sainte-Cécile d’Albi. El mapamundi Albi es el documento más antiguo conservado en una representación global y no abstracta del mundo habitado, con la excepción de dos tabletas (uno de Mesopotamia (hacia – 2600 aC), y el otro de Babilonia (V º siglo aC)1 . Fue incluido en octubre de 2015 registrar la Memoria del Mundo de la UNESCO 2 .

Descripción del manuscrito y del mapa

El manuscrito que lleva el mapa (Inv. Ms 29 (115)) incluye 77 hojas. Fue designado para la XVIII ª siglo Miscelánea” (palabra latina “colección” significado). Esta colección contiene 22 documentos diferentes, que tenían funciones educativas. El manuscrito, un pergamino probablemente elaborado con piel de cabra o de oveja1, se encuentra en muy buen estado de conservación.

La tarjeta en sí mide 27 cm de alto por 22,5 de ancho. Representa a 23 países de 3 continentes y menciona varias ciudades, islas, ríos y mares. El mundo conocido está representado en forma de herradura, que se abre al nivel del Estrecho de Gibraltar y rodea el Mediterráneo, con el Cercano Oriente en la parte superior, Europa a la izquierda y el norte de África a la derecha.

Inscripciones

País y desierto

El mapa menciona 23 países en 3 continentes 1 :

  • Europa: Ispania (España), Britania (Bretaña), Gallia (Galia), Italia (Italia), Gotia (país de los godos, que designa a Germania), Tracia (Tracia), Macedonia (Macedonia), Agaia (Achaia, que designa a Grecia), Barbari (dominio de los bárbaros).
  • África (Afriga): Mauritania (Mauritania), Nomedia (Numidia), Libia (Libia), Etiopía (Etiopía), Egyptus (Egipto).
  • Oriente: Armenia (Armenia), India (India), Scitia (tierra de los escitas), Media (tierra de los medos), Persida (Persia), Judea (Judea), Arabia (Arabia).

Están representadas las cinco islas más grandes del Mediterráneo: Córcega, Cerdeña, Sicilia, Creta y Chipre.

También hay un desierto ( deserto ) y el monte Sinaí ( Sina ) representado por un triángulo.

Ciudades e islas

  • Ciudades: Babilonia, Atenas, Rávena, Roma, Antioquía, Jerusalén, Alejandría y Cartago.
  • Islas: Chipre, Creta, Sicilia, Cerdeña y Córcega.

Ríos, mares y océanos

  • Océano: Oceanum océano, el en el mapa rodea toda la tierra como se imaginó en ese momento.

El mapa mundial de Albi

Mappa mundi de El Albi se conserva en un manuscrito (Ms 29 (115)) de 77 hojas, que constituye una colección de 22 piezas de textos diferentes, titulada en el siglo XVIII ” Miscellanea ” (colección). Le sigue inmediatamente un índice de vientos y mares.

Este manuscrito es uno de los que constituían la biblioteca del capítulo de la catedral de Albi: en el reverso de la página de la portada volante, al principio del libro, se encuentra el ex-libris (marca de pertenencia) dibujado en un Escritura del siglo XVIII: “Ex-libris Fri. Capituli Ecclesiae Albiensis”(“ Parte del venerable capítulo de la Iglesia de Albi ”).

Es un manuscrito en pergamino. Probablemente sea una piel de oveja o, dado el origen sureño del documento, una cabra. Esto es de u hace piel relativamente gruesa, el lado ‘hair’ muy amarillo, con perforaciones originales (la degradación de la piel debido a la lesión del animal) y una hojas de tamaño irregulares. Estos elementos son bastante característicos de los manuscritos en pergamino del siglo VIII.

El manuscrito está en excelentes condiciones.

¿Para qué era?

El manuscrito y el mapa tenían originalmente una función educativa. Como parte de una colección dedicada a la enseñanza de la gramática, la historia y la geografía, sirvió para dar una visión del mundo y constituir una herramienta para comprender mejor la geografía y por ende la historia. Quizás ella también tuvo que contribuir a la meditación contemplativa, ofreciendo la misma mirada que Dios tenía sobre el mundo: ¡una vista del cielo!

¿Cómo llegó a nosotros?

El mapa se mantuvo en la biblioteca capitular de la catedral durante la Edad Media, donde se utilizó con regularidad. Entre los siglos XII y XVIII quedan pocos elementos de la historia de este documento. Solo sabemos que la encuadernación fue restaurada en el siglo XVII y luego en el siglo XVIII. Escapado de las llamas durante la Revolución (todos los archivos de la catedral quemados), pasó a ser propiedad del Estado y fue confiado a la ciudad. En 1843, el mapa casi se vendió. En 1908, tuvo lugar en la biblioteca del Hôtel Rochegude antes de ser transferido a las reservas de la mediateca en 2001.

 [Artículo publicado en Grand A – n ° 34 – Sept-oct. 2015]

El Índice (Indeculum quod maria vel venti sunt) menciona 12 nombres de vientos y 35 nombres de mares (en el mapa solo se dan 1 nombre de viento y 7 nombres de mares).

Elementos de datación y origen geográfico

La escritura en La Mappa mundi es un “uncial”, originario de Albi, Septimanie (sur de Francia) o España; esta escritura se utilizó hasta el siglo VIII. Varias manos, todas del mismo período, están en el origen de la copia de los distintos textos del manuscrito.

La presencia y mención de la ciudad de Rávena, representada a la par con Roma: Rávena fue sucesivamente la residencia oficial de los últimos emperadores de Occidente del siglo V, luego la capital del reino gótico de Italia, y finalmente la residencia de el exarca representante del poder bizantino hasta 751. En 752, la ciudad fue tomada por el rey de los lombardos, Aistolf, luego en 756 por Pépin le Bref, rey de los francos, quien se la dio al Papa. Estos hechos, cuyas repercusiones se hicieron sentir en toda Europa, y el hecho de que Rávena se mencione así en este mapa, permiten proponer una fecha de realización en la segunda mitad del siglo VIII.

Importancia global

Mappa mundi de tiene El Albi una importancia mundial considerable:

Es único e insustituible.

Tiene una antigüedad excepcional (segunda mitad del siglo VIII). Es uno de los primeros intentos conservados de representar el mundo, no de una manera puramente abstracta o simbólica, sino de situar provincias y regiones del mundo.

Solo se conoce otro mapa manuscrito del mismo período: es el de un manuscrito conservado en el Vaticano. Pero no tienen conexión ni punto en común, ni por forma ni por distribución general.

Con la excepción de dos tablillas, una mesopotámica (c. – 2600) y la otra babilónica (c. – 600), Mappa mundi de el Albi es uno de los dos documentos conservados más antiguos que presentan el mundo habitado. Hay otros mapas del mundo, copias de documentos más antiguos o representaciones del mundo (como la Mesa de Peutinger), pero se conservan en copias posteriores a la de Albi.

Es un testimonio precioso de un estado de conocimiento y de la concepción del mundo; es un testimonio extremadamente raro de las prácticas de enseñanza intelectual de este período.

La singularidad de la representación del mundo que ofrece es excepcional. Mostrado como un cabestrillo, no se parece a ninguno de los otros mappae mundi conservados. Esta forma puede provenir de la lectura de la Periegesis de Dionisio, (principios del siglo II d.C., traducida del griego al latín en el siglo VI). Es testimonio de una de esas empresas de la Antigüedad tardía, por la enseñanza y la comprensión más fácil de la geografía. Dionisio compara la forma del mundo con una honda.

Tiene una importancia mundial, tanto para los diferentes países que representa, de los que suele ser la primera representación conservada, para la memoria del mundo, como para la historia de la cartografía mundial.

Como tal, La Mappa mundi d’Albi fue advertida por los primeros historiadores de la cartografía (el vizconde de Santarem y J. Lelewel): la señalan como un “monumento” de la cartografía, ya en 1849.

El mundo científico de la cartografía y la representación del espacio muestra un interés creciente por este documento: en 2001, su inclusión en la importante exposición de Milán sobre representaciones del mundo, y el desarrollo de la bibliografía desde 2001 (12 publicaciones lo mencionan en 13 años, la mitad de los cuales proceden de investigadores no franceses), son testimonios.

Está en el cruce de dos eras. Es probable que sea la reanudación de un mapa antiguo actualizado y cristianizado:

Se mencionan las principales ciudades de la Antigüedad clásica como Atenas y Cartago; por un lado se puede ver una isla británica, y por el otro, los principales imperios antiguos (Babilonia, Persia, Macedonia, Roma); el norte, sede tradicional de amenazas contra la civilización según la etnografía romana, está ocupado por los Barbari, elemento que recuerda la caída del Imperio Romano de Occidente; los nombres dados para el norte de Europa son menos numerosos (Gotia, Barbari, Britania).

Numerosos elementos cristianos están presentes: se representan los ríos del paraíso terrenal mencionado en el Génesis: el Tigre y el Phison (Indo); Se menciona a Jerusalén, pero no está en el centro del orbis terrarum, como en otros mapas del mundo cristiano; El monte Sinaí está representado por un triángulo en el desierto de Arabia.

Limes Alutanus

Limes Alutanus

Roman Limes en la provincia de Dacia (Rumanía)

El Limes Alutanus era una frontera fortificada del Imperio Romano en la provincia de Dacia, en lo que hoy es Rumania.

Límites en Dacia. Para el Limes Alutanus, vea la imagen de detalle a continuación.

Localización

El Limes Alutanus consistía en una cadena que corría de norte a sur en el lado izquierdo del río Olt (latín: Alutus), según la vista, entre ocho y 18 fuertes romanos, algunos de los cuales también están registrados en la Tabula Peutingeriana. Mientras tanto, el Limes Alutanus era la frontera oriental de la provincia romana de Dacia. Los fuertes tenían la tarea de controlar vados y cruces de tráfico además de la carretera que discurría paralela al río.[1]

Como parte de un programa de la Comisión Rumana de Limes (Comisia Națională Limes), el Alutan Limes comenzó a registrarse y mapearse de nuevo en 2016 con el fin de alinear la documentación de Limes en Rumania con los estándares europeos, sobre todo en lo que respecta a la posible inclusión futura de estas secciones de Limes en el Patrimonio Mundial de la UNESCO.[2]

Curso e historia

Limes Alutanus (línea izquierda, derecha es el Limes Transalutanus)

La fortificación fue ordenada por el emperador romano Adriano, con el fin de detener las invasiones y las incursiones desde el este.[2]

El Limes Alutanus estaba en trajanisch – período construido por Adriano (101-138), y consistía en el sentido estricto de los ocho castillos, las siguientes  posiciones de castra fueron asumidas por el arqueólogo rumano Vasile Pârvan, y luego confirmadas por investigaciones arqueológicas. Ellos son:[3] [4]

En su obra Dacia Felix[4], el historiador Adrian Bejan cuenta los siguientes castillos como parte del Limes Alutanus:

Margot Klee también ve los siguientes fuertes en el sur en relación con Alutan Limes[1]:

También hay tres fuertes en los tramos superiores del Olt y se puede ver como una extensión noreste del Limes Alutanus:

Como muy pronto, desde la época de Antoninus Pius (138-161), la frontera comenzó a trasladarse desde el Limes Alutanus al Limes Transalutanus más al este.

Limes Alutanus – Línea roja a la izquierda

La Dacia romana

La tierra entre los ríos Olt y Teleorman, con el Danubio al sur y las colinas del sur de los Cárpatos al norte, estaba libre de peligros y era un buen lugar para vivir, proporcionando generosamente a los dacios las necesidades de la vida.

Para las legiones romanas, la tierra oriental sobre Olt, en Dacia libre, proporcionaba mano de obra, equipo y alimentos.

Los planes tácticos del emperador Trajano llevaron al fortalecimiento de la carretera Limes Alutanus, pudiendo así llegar a Boița (condado de Sibiu) después de cruzar el Danubio en Celei (Corabia).

Para llegar a las fortalezas dacias en el corazón del país, en las montañas, se construyó la segunda ola, al este, la carretera que pasa por nuestro condado, a través de Flămânda, Putineiu, Dracea, Băneasa, Buduleasa, Roșiorii de Vede, yendo a Pitești, Câmpulung, Râșnov y Brașov.

La segunda ola también se llama la carretera de Fiştov, el nombre proviene de la ciudad de Șiștov, ubicada en la orilla búlgara del Danubio, cerca de la ciudad de Zimnicea.

Estas dos grandes arterias tenían como caminos de conexión otras más pequeñas, que cruzaban el condado de Teleorman: la de Dracea, a través de Ulmeni, a Plosca y Mavrodin y la de Băduleasa, a través de Tudoria Nenciulești, Valea Bojănii, Plosca y Peretu.

Todos estos caminos subían hasta Sarmisegetuza, la capital sagrada del pueblo dacio.

Cosmografía de Rávena

Anónimo de Rávena

Cosmografía de Rávena

Mapa sacado del Anónimo de Rávena

El Anónimo de Rávena (Ravennatis Anonymi Cosmographia), conocido también popularmente como Ravennate, es un texto compilado por un cosmógrafo cristiano, hecho en el siglo VII (aproximadamente sobre el año 670), manejando documentación de siglos anteriores (siglo III o siglo IV), con muchas corrupciones y variantes introducidas luego por los sucesivos copistas medievales, en el que se describen itinerarios romanos.

Libros

Se trata más que de una cosmographia, como el mismo autor la llama, de un catálogo nominal de tipo cosmográfico que abarca todo el mundo conocido hasta aquel entonces. Posteriormente la obra fue dividida por los primeros editores en cinco libros.

  • I Libro: Conceptos geográficos y descripción de la Tierra, donde explica que toda la extensión de la misma está rodeada por océano y es iluminada completamente y al mismo tiempo por el sol, ya que la concibe como una superficie totalmente plana.
  • II Libro: Descripción de Asia
  • III Libro: Descripción de África
  • IV Libro: Descripción de Europa
  • V Libro: Descripción del Mediterráneo, con una relación de islas en los distintos mares y en el océano.

El Anónimo de Rávena constituye una valiosa fuente escrita a tener en cuenta para el estudio de las calzadas romanas. No obstante, no proporciona las distancias entre una mansión y otra, limitándose solamente a consignar el nombre de éstas y las líneas de ruta, listando alrededor de 5300 referencias, entre ellas unos 300 ríos, siendo el resto ciudades. Sólo en el libro V ofrece algunos datos de distancias y algunas de las ciudades se enumeran por provincias, aunque de un modo bastante desordenado e irregular. Añade al Itinerario de Antonino nuevos nombres de ciudades o “mansiones” (lugares con posada) nacidas posteriormente y seguramente tuvo la misma fuente de inspiración que la Tabula Peutingeriana, aunque a veces el Anónimo de Rávena incluye datos más completos que la Tabula.

Referencias a Hispania

  • Capítulos 42 a 45 del libro IV y 3-4 del libro V.

Manuscritos

  • Codex Vaticanus Urbinas 961. Siglo XIII
  • Codex Parisinus, bibliothecae imp. 4794. Siglo XIV
  • Codex Basiliensis F.V. 6. Siglos XIV-XV

La Cosmografía de Rávena (en latín, Ravennatis Anonymi Cosmographia) es una lista de topónimos que cubre el mundo desde India a Irlanda, compilado por un monje anónimo de la ciudad de Rávena cerca del año 700 d. C. La evidencia textual indica que el autor usó mapas con frecuencia como fuente.

Es la principal lista geográfica del género para itinerarios terrestres del período bizantino, comparable en importancia a lo que representa el mapa de Peutinger para el período romano.1

Texto

Existen tres copias conocidas de la Cosmografía. La Biblioteca del Vaticano tiene una copia del siglo XIV, hay una copia del siglo XIII en París en la Bibliothèque Nationale, y la biblioteca de la Universidad de Basilea tiene otra copia del siglo XIV. La copia del Vaticano fue utilizada como fuente para la primera publicación del manuscrito en 1688 por Porcheron. El erudito alemán Joseph Schnetz publicó el texto en 1940, basándose en las ediciones del Vaticano y de París, las que creía que eran más fiables que la edición de Basilea.2​ Algunas partes del texto, en particular el que cubre Gran Bretaña, han sido publicadas por otros, incluidos Richmond y Crawford en 1949, pero su documento mostró poca consideración por cuál de los manuscritos proporcionaba la información. Sin embargo, contenía fotografías de las secciones relevantes de los tres manuscritos, lo que permitió a Keith Fitzpatrick-Matthews reconstruir el texto desde cero en 2013 para su revaluación de su importancia para la geografía británica.2​ La obra de Schnetz cubrió todo el documento y se volvió a publicar en 1990.3​ Además de los tres manuscritos principales, la Biblioteca Vaticana también tiene un documento que contiene extractos de la Cosmografía realizada por Riccobaldus Ferrariensis, y hay una copia del manuscrito de París en Leiden.4

Los textos supervivientes son bastante desafiantes. Consisten en comentarios y listas de nombres. El manuscrito del Vaticano presenta el texto en dos columnas, con los nombres de los lugares en mayúscula y terminados con un punto. Se ha abreviado un pequeño número de palabras. El manuscrito de París también usa dos columnas, mayúsculas y puntos, pero tiene muchas más abreviaturas que cualquiera de las otras dos. El texto está dividido en secciones por marcas de párrafo. El manuscrito de Basilea solo tiene una columna y es más difícil de leer que los demás. Tiene más abreviaturas que la copia del Vaticano, pero menos que la copia de París. Existe alguna evidencia de que el autor ha tratado de corregir o aclarar palabras que no estaban claras en el original, y no hay puntos para separar los nombres de los lugares en las listas, pero hay títulos subrayados para dividir las secciones. Como indicación de los problemas de tratar con el texto, hay un total de 315 nombres en la sección que cubre Gran Bretaña. Los tres manuscritos coinciden en la ortografía de 200 de estos. Los documentos de Basilea y Vaticano coinciden en la ortografía de otros 50, hay 33 más comunes a los documentos de Basilea y París, y 17 más que aparecen en los documentos de París y el Vaticano. Hay 8 nombres para los que no hay acuerdo entre las tres fuentes, y faltan 7 nombres en la copia de París donde los otros dos concuerdan.2

En un artículo de Franz Staab, publicado en 1976, señaló que el autor original afirmó haber utilizado obras de otros tres, Athanarid, Heldebald y Marcomir, en la compilación de su propia obra. Stolte, escribiendo en 1956, argumentó que la cosmografía se terminó alrededor de 732.4

Muro de Athanaric

Muro de Athanaric

El Muro inferior de Trajano (Muro de Athanaric en el mapa) estaba ubicado justo al norte del delta del Danubio

El Muro de Athanaric, también llamado Muro de Trajano Inferior o Muro de Trajano del Sur, era una línea de fortificación probablemente erigida por Athanaric (el rey de los Thervingi), entre las orillas del río Gerasius (Prut moderno) y el Danubio hasta la tierra de Taifali (Oltenia moderna) Lo más probable es que el Muro de Athanaric haya reutilizado las viejas limas romanas llamadas Limes Transalutanus.[1]

Contenido  estructura

El historiador Theodore Mommsen escribió que los romanos construyeron un muro defensivo desde el delta del Danubio hasta Tyras. El escribió:

Los Muros, que, de tres metros de altura y dos metros de grosor, con una amplia fosa externa y muchos restos de fortalezas, se extienden en dos líneas casi paralelas… desde el Pruth hasta el Dniester… también pueden ser romanos.[2]

La estructura está hecha de paredes de tierra y empalizadas, con una elevación de solo tres metros (que está erosionada en su mayoría).[3]

Se extiende desde Rumania Buciumeni -Tiganesti-Tapu hasta Stoicani y luego entra en Moldavia. En el sur de Moldavia, se extiende otros 126 km desde el pueblo de Vadul lui Isac en el distrito de Cahul por el río Prut, y luego entra en Ucrania y termina en el lago Sasyk por Tatarbunar.

Algunos historiadores piensan que el Muro de Trajano del sur llegó a la ciudad de Tyras, cuando fue anexado por el emperador Nerón.[4] De hecho, se encontró una moneda de bronce romana durante las excavaciones que descubrieron evidencias de la construcción original en el primer siglo[5].

En el siglo XIX, el escudo de armas del Cahul uyezd de Besarabia, Imperio ruso, incorporó la imagen del “Muro de Trajano”.

Debate histórico

Algunos académicos como Dorel Bondoc piensan que el muro fue construido por los romanos, porque requería una gran cantidad de conocimiento y una fuerza laboral que los bárbaros como Athanaric no tenían.[6]

Bondoc escribió que ” el gran tamaño [del Muro] significa la necesidad de recursos materiales y humanos considerables, una condición que solo podía cumplir el Imperio Romano … el período de tiempo en que se construyó se extendió desde Constantino el Grande hasta Valentiniano I y Valens.

Mapa de las provincias romanas del Bajo Danubio que muestra El Vallum. Antiguo mapa histórico del Atlas histórico Droysens, 1886

Algunos eruditos, como Vasile Nedelciuc,[7] argumentan que el muro de césped fue construido inicialmente por los romanos durante el gobierno de Nerón desde el río Prut hasta Tyras, incluso porque tiene una zanja hacia el norte. Argumenta que más tarde fue agrandado por Athanaric, pero solo hasta la laguna Sasyk.

Antiguo mapa ruso que muestra claramente el Muro de Trajano Inferior (en color verde)

El Muro de Trajano Inferior (Muro de Athanaric en el mapa) estaba ubicado justo al norte del delta del Danubio

Tabula Peutingeriana

Tabula Peutingeriana

Conrad Peutinger, por quien se da el nombre al mapa.

La Tabula Peutingeriana (‘Tabla de Peutinger’) es un itinerario que muestra la red de carreteras del Imperio romano. Se puede contemplar una de las copias en la Biblioteca Nacional de Austria en Viena. El mapa original, del que solamente han sobrevivido copias, fue realizado a partir del siglo IV, ya que aparece Constantinopla, que fue refundada en el año 328. Cubre Europa, partes de Asia (India) y África del Norte. El nombre del mapa proviene de Konrad Peutinger, un humanista alemán de los siglos XV y XVI.

Transmisión y contenido

La copia más antigua de la Tabula Peutingeriana que ha llegado a nuestros días fue realizada por un monje de Colmar en el siglo XIII. Es un rollo de pergamino de 0,34 m de altura y 6,75 m de longitud, que fue dividido en 12 hojas o segmentos. La primera de ellas, que reproduciría a Hispania (España y Portugal) y la parte occidental de las islas británicas, ha desaparecido. Se conservan las 11 hojas originales restantes. La página faltante fue reconstruida en 1898 por Konrad Miller.1

Es un mapa muy esquemático: las masas de tierra están distorsionadas, especialmente en la dirección este-oeste. Muestra muchos asentamientos romanos, las carreteras que los unen, ríos, montañas y mares. También incluye las distancias entre los asentamientos. Las ciudades más importantes del imperio, Roma, Constantinopla y Antioquía, están representadas con una decoración especial.

Sin embargo, una vaga similitud con la tierra de Ptolomeo da argumentos a los que defienden que el desconocido autor procuraba hacer una representación más o menos fiel de la Tierra.

Mapa

La Tabula Peutingeriana, desde Iberia al oeste, hasta India al este.

Aproximación a la realidad cartográfica de los 12 segmentos de la Tabula Peutingeriana

Contraída para ser visible.

Para saber más en: https://www.despertaferro-ediciones.com/2018/la-tabula-peutingeriana-y-el-orbis-romanvm-378-ad/

Visión completa de la Tabula:

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/50/TabulaPeutingeriana.jpg

Tabula Peutingeriana (sección) – de arriba a abajo: costa dálmata, mar Adriático, Italia Meridional, Sicilia, costa mediterránea de África

La copia más antigua de la Tabula Peutingeriana que ha llegado a nuestros días fue realizada por un monje de Colmar en el siglo XIII. Es un rollo de pergamino de 0,34 m de alto y 6,75 m de largo. Es un mapa muy esquemático: las masas de tierra están distorsionadas, especialmente en la dirección este-oeste. Muestra muchos asentamientos romanos, las carreteras que los unen, ríos, montañas y mares. Las distancias entre los asentamientos también están incluidos. Las ciudades más importantes del imperio, Roma, Constantinopla y Antioquía, están representadas con una decoración especial.

Polémica

Existen dudas a cerca de si se debería llamara mapa a la Tabula Peutingeriana, ya que no intenta representar las formas reales del terreno. Se cree que la Tabula se basa en “itinerarios”, o listas de destinos a lo largo de las calzadas romanas. Los viajeros no poseían nada tan sofisticado como un mapa, pero necesitaban saber lo que tenían por delante en la calzada y a cuanto quedaba. La Tabula Peutingeriana representa estas calzadas como una serie de líneas paralelas a lo largo de las cuales se han marcado los destinos. La forma de las páginas del pergamino explica la forma rectangular.

Sin embargo, una vaga similitud con la tierra de Ptolomeo da argumentos a los que defienden que el desconocido autor procuraba hacer una representación más o menos fiel de la tierra.

La Tabula Peutingeriana es un rollo de pergamino de casi 7 metros (por aquel entonces todavía no se había inventado el formato «libro») que muestra toda la red de vías y calzadas que conectaban el Imperio Romano, desde Hispania y Mauretania (actualmente Marruecos), hasta Egipto y la India.

Lamentablemente, el original no sobrevivió y la copia más antigua que ha llegado a nuestros días fue realizada por un monje de Colmar (Alsacia, Francia) en el S. XIII, que se conserva en la Biblioteca Nacional de Viena.

El documento está dividido en unos 12 segmentos de los cuales, los correspondientes a Hispania (España y Portugal) y la parte occidental de las islas británicas, desapareció (y fue posteriormente rehecha en 1898 por Konrad Miller.

La Tabula Peutingeriana sigue un esquema, como las leyendas de los mapas actuales, aunque es muy básico:

  • Las calzadas principales están marcadas en rojo
  • Hay marcas en el mapa que señalan las jornadas de viaje
  • Se marcan las posadas, termas y otros lugares de descanso
  • Y también las mansio, cuya traducción es: «lugar donde pasar la noche después de un viaje»

Como mapa es muy esquemático: las masas de tierra están distorsionadas y están supeditadas al dibujo del mapa. Eso sí, las ciudades romanas más importantes como Roma o Constantinopla (actual Estambul), se plasman con una decoración especial.

Fragmento de la Tabula Peutingeriana

A lo largo de los 12 sectores puede contemplarse la vertebración de las vías de comunicación por las que se extendía el imperio romano. De esta forma, cada hoja hace referencia a una parte del territorio y permite conocer las vías y nodos de conexión entre vías para acceder a ciudades y lugares. Cartográficamente hablando, una réplica en papiro de los actuales análisis de redes.

 

Puede consultarse algunas de las secciones territoriales Tabula Peutingeriana desde la colección de antigüedades de la Biblioteca Augustana, pudiendo acceder a diversas versiones de este peculiar “mapa” y su red de caminos romanos. También puedes descargar la totalidad de la Tabula desde aquí en formato TIF.

 

Limes Porolissensis

Limes Porolissensis

Ubicada en la provincia romana de Dacia, actual Rumanía, Limes Porolissensis fue una línea defensiva organizada en el siglo II d.C. después de la conquista de Dacia, que tenía torres de observación, fortificaciones de muros de atajo, integrando la siguiente castra:

Porolissum

Porolissum fue un importante centro militar de la Dacia romana, en el centro de las llamadas limas Porolissensis. Inicialmente creado como campamento militar en 106 al final de la conquista de Dacia, operado por Trajano en los años 101-106. La siguiente ciudad, que creció rápidamente alrededor del castrum y el canabae, estaba en el centro del comercio con las poblaciones nativas y aún libres de los dacios, al noroeste de la provincia romana. Se convirtió en la capital provincial de Dacia Porolissensis alrededor de 124 bajo el emperador Adriano. Más tarde se convirtió en municipio bajo Septimio Severo. Probablemente fue abandonado bajo el principado de Galieno después de 256. El sitio arqueológico es actualmente uno de los más importantes y mejor conservados de Rumanía, y está ubicado en el pueblo de Moigrad, una aldea de Mirșid en el distrito de Sălaj.

Porolissum

Puerta Porolissum

La puerta pretoriana reconstruida (Porta Praetoria)

Como ejemplo se incluyen datos de uno de estos Castrum.

Castrul Roman Buciumi

Fundado: Siglo II d.C. [1]

 

Abandonado: Siglo III d.C. [1]

Lugar en el mundo romano

Provincia: Dacia

Unidad administrativa: Dacia Porolissensis

Unidad administrativa: Dacia Superior

Limas: Porolissensis

Directamente conectado a: Largiana y Optatiana

Estructura

Estructura de piedra

Tamaño y área: 134 m × 167 m (2,2 [2] ha )

 

Estructura de madera y tierra

Tamaño y área: 125 m × 160 m (2,0 [2] ha )

Unidades militares estacionadas

Cohortes: I Augusta Ituraeorum [2] y II Augusta Brittonum [2]

Localización

Coordenadas: 47.048292 ° N 23.044678 ° E:

Altitud: 373 metros

Lugar: Grădiște

Pueblo: Buciumi

Condado: Sălaj

País: Rumania

Historia

En 106, al comienzo de su segunda guerra contra los dacios, Emperador Trajano estableció un bastión militar en el sitio para defender el pasaje principal a través del Montañas de los Cárpatos. El fuerte, inicialmente construido de madera sobre cimientos de piedra, fue guarnecido con 5000 tropas auxiliares transferidas desde España, Galia y Bretaña. Aunque el nombre Porolissum parece ser de origen dacio, arqueólogos hasta ahora no han descubierto evidencia de un asentamiento dacio anterior al fuerte romano.

En las décadas siguientes, el fuerte fue ampliado y reconstruido en piedra (posiblemente bajo el reinado de Marco Aurelio), y un canaba, un asentamiento civil desarrollado alrededor del centro militar. Cuando Adriano creó la nueva provincia Dacia Porolissensis (llamada así por la ahora considerable ciudad) en 124, Porolissum se convirtió en el centro administrativo de la provincia. Bajo el emperador Septimio Severo, la ciudad fue concedida municipium estado, permitiendo a sus líderes y comerciantes actuar de forma independiente. Aunque los romanos se retiraron de Dacia ca. 271 bajo Aureliano, Porolissum puede haber sido abandonado gradualmente en el transcurso de los años 260.

A pesar de que la ciudad fue fundada como un centro militar en medio de una guerra, la guarnición de Porolissum parece haber vivido en una coexistencia pacífica con sus vecinos dacios: varios pueblos dacios que aparentemente se fundaron después de que la ciudad de Porolissum hayan sido descubiertos por arqueólogos. en las colinas circundantes. También hay algunas inscripciones que mencionan a los funcionarios de la ciudad con nombres romano-dacios, lo que indica una estrecha cooperación a nivel político.

El trabajo arqueológico limitado en Porolissum comenzó en el siglo XIX, pero no fue hasta 1977 cuando los arqueólogos rumanos comenzaron excavaciones sistemáticas a mayor escala. Las excavaciones realizadas por varios equipos están en curso y han descubierto restos tanto de las instalaciones militares como de la ciudad civil, incluidos los baños públicos, una aduana, un templo a Liber Pater, un anfiteatro, ínsula Consta de cuatro edificios y varias viviendas. Se ha reconstruido la puerta principal (Porta Praetoria) de la fortaleza de piedra. Un equipo conjunto estadounidense-rumano, el Porolissum Forum Project, excavó un área del asentamiento civil entre 2004 y 2011; A pesar del nombre del proyecto, el equipo confirmó que si bien esta área cumplía una función pública, no era necesariamente un foro.

Desde 2006 hasta 2011, otro proyecto, “Necrópolis Porolissensis”, se centró en el cementerio de la municipium Porolissum, en el lugar conocido como “Ursoies”. De 2008 a 2011, un equipo rumano-alemán-húngaro estaba excavando un edificio subterráneo en el centro del castillo, probablemente una cisterna de agua.

En 2015, arqueólogos de Museo del condado de Zalău desenterró un sarcófago de piedra que contenía restos óseos de un joven. El sarcófago es inusual porque no se encontró en el cementerio, sino que fue descubierto por casualidad durante la restauración de otra parte de las ruinas. La tapa de piedra caliza tiene tallados que eran comunes en la época romana, y tiene un agujero que sugiere que la tumba fue robada en la antigüedad.

El santuario de Porolissum fue construido a finales del siglo II o principios del siglo II d.C. Probablemente fue un lugar de culto de otras deidades, vinculadas de una forma u otra a las actividades anfiteatros, especialmente a las peleas de animales (venatio), como Liber Pater, dios de la vegetación y la vid, o Silvanus, dios protector de los bosques, pastos y animales salvajes.

El anfiteatro fue construido como una estructura de madera durante el reinado de Adriano. Posteriormente, en el 157 d.C., fue reconstruida en piedra.

Mapa de la actual Rumania, donde se sitúa casi toda la Dacia romana.

Ubicación de los más importantes Castrum, en la antigua Dacia romana.

Mapamundi de Pomponio Mela

Mapamundi de Pomponio Mela

Pomponio Mela

Reconstrucción del mapamundi de Pomponio Mela por Konrad Miller (1898).

Representación del mundo, según Petrus Bertius, basado en Pomponio Mela.

Pomponio Melaa​ (m. 45) nació en Tingentera (Algeciras), en el siglo I, fue un geógrafo hispanorromano que vivió bajo los emperadores Calígula y Claudio. Falleció en torno al año 45.2

Su obra más famosa, que le llevó a ser citado por Plinio el Viejo, fue un compendio geográfico que se compone de tres volúmenes de título De Chorographia, también denominada De situ orbis (Sobre los lugares del mundo), y que, solo por una alusión que contiene a la conquista de Bretaña (años 43 y 44), debió escribir en esa década del siglo I.

De Chorographia

De Chorographia se compone de tres volúmenes en los que, de forma imprecisa, se describen los lugares del mundo conocido a comienzos de nuestra era: Hispania, la Galia, Germania, África, Asia, Britania y Arabia. Es la más antigua obra corográfica en lengua latina que se ha conservado, a imitación de los periplos de la literatura clásica griega, y es más de índole retórica que estrictamente científica, aunque en este último ámbito es bastante exacto. Él mismo declara que iba a tratar de materias clarissima, et strictim, esto es, “las más brillantes, pero sucintamente”, prometiendo para más tarde una geografía detallada que ya nunca escribió. Para atajar el tema, enjuto de por sí, lo anima con un estilo ingenioso y rítmico que se complace en descripciones pormenorizadas y atractivas.

En el primer volumen, Pomponio Mela describe el mundo conocido en la época y sus regiones siguiendo el litoral mediterráneo, extendiéndose a unos hipotéticos habitantes en las regiones africanas del sur, lo que denomina «tierras templadas», desconocidas en aquella época en Imperio romano, para llegar a Asia y desde allí a Europa; en último término describe el Atlántico. Menciona más de 1.500 topónimos. Su visión del mundo es la de una Europa, África y Asia rodeadas por un gran océano desconocido, en donde no precisa distancias, careciéndose además de mapas que hubiera usado para su descripción. En dicho volumen, comenzó describiendo las tierras donde nació, la zona Bética y el estrecho de Gibraltar.

El tercer libro se refiere a países como Hispania, Galia, Germania, llega hasta Asia y analiza parte del continente africano. Aunque esta es una de las primeras obras donde se realiza un análisis puramente geográfico, no contiene datos técnicos y alguna información que trasmite resulta equívoca. La obra contiene gran cantidad de topónimos y de detalles económicos, culturales y naturales de las tierras que describe.

Uno de los apartados más interesantes, son las descripciones que realiza de los pueblos. Su estilo literario recuerda a Salustio, por su complicada retórica, obra que fue fuente de documentación para muchos autores, desde Plinio el Viejo, hasta Petrarca.

Durante el Renacimiento fue uno de los autores más admirados de la Antigüedad. El tomo más antiguo de la obra es una copia publicada en Milán en 1471, a partir de entonces comenzó a extenderse su conocimiento por Europa, publicándose en los siglos XVI y XVII muchas copias de gran calidad.

Descripciones

Pomponio Mela describió grandes regiones conocidas para Roma, a partir de fuentes de autores griegos y romanos. Básicamente realizó una recopilación de topónimos, acompañados de descripciones geográficas, económicas, culturales y naturales, como ya se dijo. Sin embargo, a partir de una traducción comentada de 1644, de José Antonio González de Salas, nos podemos encontrar con descripciones de islas, que corresponden con las islas Canarias y Cabo Verde, se relata el viaje épico del cartaginés Hannón, y se realizan extrañas descripciones de tierras que algún estudioso ha comparado con la costa oriental de América.3​ Por otra parte, el humanista Luis Tribaldos de Toledo ya había imprimido también su versión con el título de la Geographia ilustrada con notas…, Madrid: D. Diaz de la Carrera, 1642. También lo comentaron el Brocense y Chacón.

Reconstrucción del mapa de Pomponio Mela (s. I d. de C.), por parte de Petrus Bertius, S. XVII.

Mapamundi basado en la obra de Pomponio Mela

Mapa del mundo incluido dentro de la edición de la obra De Situ Orbis, del geógrafo romano nacido en Algeciras, Pomponio Mela (fallecido en el año 45). De Situ Orbis fue redescubierta en el Renacimiento, al igual que otras obras de la geografía antigua y, desde de su primera edición impresa en 1471 en Milán, aparecieron multitud de ediciones en siglos posteriores. Este mapa se basa en la reconstrucción del mapa del mundo de Pomponio Mela que Petrus Bertius realizó en 1628. El mapa muestra, además de la ecúmene o mundo conocido del hemisferio norte en esa época, un continente austral habitado por los Antichthones (también llamados continente Antípoda por otros autores), que está separado y aislado del hemisferio septentrional por un océano situado en la zona tórrida y, por tanto, imposible de cruzar a causa del excesivo calor. La primera edición española, se hizo en Salamanca, por Antonio de Nebrija, en 1498 e incluye un mapamundi.

Cuando se refiere a Hispania, nos cuenta “Hispania misma está rodeada del  mar, por todas partes menos por dónde está en contacto con las Galias, y aunque por dónde está unida a ellas es muy estrecha, poco a poco se despliegan hacia el Mar Nuestro y hacia el Océano y más ancha se encamina hacia Occidente y allí se hace amplísima, siendo también abundante en hombres, en caballos, en hierro, en plomo, en cobre, en plata, en oro y hasta tal punto fértil que, sí en algunos sitios es estéril y diferente de sí misma, con todo, en esos lugares produce lino o esparto”.

Tiene observaciones muy interesantes, como la que hace de la peculiar lengua de los cántabros “cuyos nombres son tan irregulares y de pronunciación tan extravagante, que no se puede acomodar a nuestra lengua “refiriéndose quizás al Euskera.

El mismo afirma haber nacido en Tigentera, que dice fundada con gente traída de Zilis y Tingis (Tánger) por lo que se afirma que Tigentera y Iulia Traducta son la misma ciudad. El nombre dado por Mela puede ser corrupción de Tingis Altera (la otra Tánger).

A la ciudad vecina Ceuta se refiere como “Septem Frates” (Siete Hermanos) en alusión a sus siete colinas parecidas. Por su semejanza fonética, se supone que del numeral Septem derivó el topónimo de Ceuta.

Como ocurre en las reproducciones, fuera de tiempo, existen varias versiones de su mapamundi.

Pomponio Mela Sobre la situación del mundo Andreas Schott revisado e ilustrado por el resumen. Añadido por Hermolaus the Venecian Barbarian y Fredenandi Nonij

Murallas, cercas y puertas de Madrid

Murallas, cercas y puertas de Madrid

Artículo íntegro del siguiente enlace, con algunos planos añadidos.

https://www.unaventanadesdemadrid.com/murallas-cercas-y-puertas-de-madrid.html

Mayrit, nombre árabe de Madrid, ha tenido a lo largo de su historia varias murallas y cercas. Unas tenían fines defensivos y otras servían para control fiscal y sanitario.

En principio podemos hablar de las siguientes:

– Muralla árabe.
– Muralla cristiana.
– Cerca del Arrabal.
– Cerca de Felipe II.
– Cerca de Felipe IV.

En el plano superior, hemos marcado con chinchetas azules la localización de los restos que aquí mostramos fotografiados. Con rojas, los lugares de Madrid donde existen restos conocidos de ellas, pero que no mostramos en esta página. Por último, con las amarillas señalamos aquellos puntos donde se piensa que existían puertas y torres significativas de la cuales hoy ya no queda ningún resto. Los recorridos de las murallas y cercas los presentamos con los siguientes códigos de colores: verde, para la muralla árabe; azul, para la cristiana; roja, para la cerca del arrabal1; violeta, la de Felipe II; y naranja, la de Felipe IV.

Muralla árabe ↑

La primera muralla, y quizás la fundación de Mayrit, se puede situar en el siglo IX, cuando el Emir Mohamed I ordenó construir una atalaya2 en el lugar donde hoy tenemos el Palacio Real. Madrid formaba parte del sistema defensivo de atalayas a lo largo del valle del Tajo que controlaban el posible paso de los cristianos por Somosierra, Tablada y La Fuenfría hacia Segovia, Zaragoza o Toledo. Asimismo, ordenó también construir una muralla que protegiera la villa ya existente alrededor de la atalaya. Dicha muralla, construida en pedernal y abarcando una extensión de 9 hectáreas de terreno, tenía 3 puertas, además de un portillo que se ha descubierto recientemente en las excavaciones cercanas a la Plaza de la Armería:

La Puerta de la Sagra, o de la Xagra, estaba situada en el lienzo Norte de la muralla árabe, en el Campo del Rey, frente a lo que hoy es la Plaza de la Armería. Luego, con la primera ampliación cristiana, la que se construyó al Este adoptó el mismo nombre. Ésta se ubicó en el nuevo trozo de muralla que unía la almudena con el Alcázar, a la altura de la intersección de las calles Rebeque y Requena, siendo derribada en 1548.

El Arco de Santa María, llamado así por estar cerca de la Iglesia de Santa María, era también conocido como “de la Almudena” por comunicar la antigua almudena3 con la Medina4. Se derribó en 1570 con objeto de ensanchar la calle para el paso de Ana de Austria, última esposa de Felipe II, construyéndose en 1672 una nueva puerta a la que también se llamó Arco de Santa María.

La Puerta de la Vega, quizás muy parecida a la Puerta de Bisagra, en Toledo y una de las dos puertas por donde se dice que entró Alfonso VI a Madrid; la otra posible entrada es por la de Guadalajara. Tenemos los cimientos de su torre defensiva derecha en el lienzo de muralla existente en la Cuesta de la Vega, en el parque de Mohamed I. Este lienzo, visible parte de él en la fotografía superior, tiene unos 120 metros de largo, 8 de alto y 2 de ancho. Cuenta con un portillo y se pueden adivinar en él 6 torres, de las que 4 aún están en pie. En el parque, también podemos observar la maqueta de las murallas árabe y cristiana que vemos en la fotografía de la izquierda.

En las excavaciones que se están realizando en la zona comprendida entre la Plaza de la Armería del Palacio Real y la Catedral de la Almudena, donde se está construyendo el futuro Museo de las Colecciones Reales, han aparecido restos de la muralla y torres árabes que, por su disposición, muestran que el castillo árabe y la muralla no estaban unidos, siendo aquel externo a ésta. Asimismo, se han encontrado restos de casas musulmanas, las primeras que aparecen en Madrid y que nos permiten descubrir cómo eran. Tenían unos 90 metros cuadrados y disponían de sótano, planta baja con pozo y planta alta.


La Torre de los Huesos es una atalaya islámica que podemos observar en los aparcamientos subterráneos de la Plaza de Oriente. Su misión durante la dominación árabe era la vigilancia del entonces existente barranco del Arroyo del Arenal.

Con la conquista cristiana, fue incorporada como torre albarrana5 a la muralla cristiana para proteger la Fuente de los Caños del Peral (en la hoy Plaza de Isabel II) y asegurar la Puerta de Valnadú (situada en la confluencia de las calles Unión y Vergara).

Muralla cristiana ↑

La segunda muralla de Madrid fue construida por Alfonso VII en el siglo XII y era el triple de extensa que la primera, rodeando 35 hectáreas de terreno. Constaba de 4 puertas, hoy inexistentes al haber sido derribadas en diferentes momentos: Puerta de Valnadú, Puerta de Guadalajara, Puerta Cerrada y Puerta de Moros.

Se conservan los siguientes restos de la muralla:

Calle de los Mancebos. En los números 3 a 5, como antigua pared medianera, se conserva un trozo corto y deteriorado.

Aquí llegamos al lugar donde estaba la Puerta de Moros sobre la actual Plaza del Humilladero, entre las calles Almendro y Cava Baja. Esta puerta fue demolida en el siglo XVII.

Calle del Almendro. En los números 15 a 17, existe un lienzo de 16 metros de largo y 11 de alto que se conserva en muy mal estado en el fondo de un solar.

En la Cava Baja quedan los siguientes restos:

– En el número 30, existe un lienzo de 19 metros de largo por 11,5 de alto en un patio interior.

– En el número 22, tenemos restos de los cimientos de la muralla y de un torreón circular. No son visitables.

– En el número 10, bajo la escalera del edificio, encontramos un lienzo de 7 metros de largo con una altura de 1 a 4 metros y un torreón semicircular. Sí son visitables.

– En la Plaza de Puerta Cerrada, en los números 4 a 6, dentro de viviendas particulares, existe un trozo de la muralla entera hasta la coronación, incluido el adarve o camino de ronda, así como su pretil y un torreón semicircular.

El nombre de la plaza le viene dado, evidentemente, por ser el lugar donde antiguamente se encontraba la desaparecida Puerta Cerrada, así llamada por estar normalmente en esa situación ya que, al ser una puerta con muchos recovecos donde podían esconderse malhechores y debido al alto grado de desgracias allí ocurridos, se decidió cerrarla. Así se mantuvo hasta poblarse el otro lado de la muralla. Se demolió en 1569, al entrar en la ciudad Isabel de Valois, esposa de Felipe II.

Desde ésta, la muralla continuaba hasta la que quizás era la puerta principal de la ciudad: la Puerta de Guadalajara. Para llegar a ella, la muralla recorría un trayecto paralelo a lo que ahora son la Calle de Cuchilleros y la Cava de San Miguel y que entonces eran su foso. Esta puerta se destruyó en un incendio fortuito y no se reconstruyó al no tener ya utilidad.

Calle del Espejo. Desde la Puerta de Guadalajara, la muralla continuaba paralela a las que hoy son calles del Mesón de Paños y de la Escalinata para llegar a la Puerta de Valnadú y, desde ésta, hasta el Alcázar para finalizar allí su perímetro.

Hay restos de esta parte de la muralla (o quizás de una posible ampliación de ella que describimos mas adelante) en:

– Calle del Mesón de Paños, en los números 11-13 y 15.

– Calle del Espejo, en el número 14, donde tenemos un trozo de lienzo de 2,5 metros de altura.

– Calle del Espejo, en el número 10, en el que hay un torreón semicircular sobre el que se ha construido posteriormente y que es el que vemos en la fotografía de la izquierda.

Plaza de Isabel II. Finalmente, tenemos en el número 3 de la Plaza de Isabel II, en los sótanos de un local de restauración, un trozo de muralla con un portillo. Y es aquí donde podemos observar los cambios realizados en el terreno a lo largo de la historia ya que lo que es sótano a un lado de la puerta es superficie al otro lado, en la Calle de la Escalinata.

Antes de llegar a la Puerta de Valnadú, existía una torre albarrana llamada de Alzapierna, o también Gaona, que tendría como misión proteger el abastecimiento de agua desde la Fuente de los Caños del Peral. A continuación teníamos la Puerta de Valnadú, demolida en 1567, y la Torre de los Huesos, ya mencionada al principio; además, continuaba la muralla hasta unirse al Alcázar y terminar su recorrido.

Como ya mencionamos antes, existe la posibilidad de que la muralla cristiana se ampliase de tal forma que, donde giraba siguiendo el recorrido hoy marcado por la Calle del Espejo, se prolongara hasta el final de la Calle de la Escalinata, convirtiendo las torres albarranas en torres de la muralla, uniéndose primero a la Torre de Alzapierna y adelantando la Puerta de Valnadú para continuar por la Torre de los Huesos hasta el Alcázar.

Cerca del Arrabal ↑

Es muy posible que esta cerca se construyera en 1438 por una epidemia de peste en la ciudad. Debido a ella, se decidió construir un hospital y una cerca que uniese los arrabales a la villa. El hospital se situó junto a la Puerta de Guadalajara y sería luego el Hospital del Buen Suceso, que permaneció en la Puerta del Sol hasta 1854, año en que fue derribado.

Según otros autores, algunos de los arrabales ya contaban con su propia cerca y lo que se hizo fue unirlos todos a la villa en el año de la peste. Tenía ocho puertas y postigos:

– La Puerta de Santo Domingo estaba situada en la plaza del mismo nombre, viniendo ambos del Convento de Santo Domingo el Real, fundado por Santo Domingo de Guzmán en 1212.

– El Postigo de San Martín, nombrado así por el cercano convento del mismo nombre. Estaba enclavado originariamente en el cruce de las calles San Martín y Navas de Tolosa; posteriormente, fue trasladado hasta la altura de la actual Plaza del Callao.

– La Puerta del Sol, cuyo nombre proviene, según algunos historiadores, de un Sol dibujado en el castillo construido durante la guerra de las Comunidades de Castilla para defender la villa de los comuneros. Posteriormente, en 1539, se construyó una puerta en su lugar que perduró hasta 1570. Durante un tiempo, se la conoció como “la puerta de la pestilencia” por el cercano Hospital del Buen Suceso.

– La Puerta de Atocha, primera de este nombre. Estaba situada donde la actual Plaza de Jacinto Benavente.

– El Postigo de San Millán, que tenía este nombre por la cercana ermita del mismo nombre, estaba situado en la hoy plaza de Cascorro.

– La Puerta de La Latina estaba en la Calle de Toledo, frente a la Plaza de la Cebada. En un principio, se llamaba Puerta de San Francisco por llegar hasta el convento del mismo nombre, en la hoy Basílica de San Francisco el Grande, para luego tomar el nombre de La Latina al tener al lado el hospital homónimo. Éste, al igual que el Convento de la Concepción Jerónima, fue fundado por Beatriz Galindo “La Latina”, preceptora de Isabel “la Católica” y de sus hijos y considerada una de las mujeres más cultas de su época. El barrio de La Latina se llama así por haber vivido ella en él.

– La Puerta de Moros era la misma puerta ya existente de la muralla cristiana.

– La Puerta de la Vega, sobreviviente de la muralla árabe.

* * *

Cerca de Felipe II ↑

Calle Bailén. En 1566, Felipe II ordena construir una nueva cerca por motivos fiscales y sanitarios, no defensivos. Eran unas 125 hectáreas de terreno cercado y no se conocían restos de ella hasta que en 1991, en unas obras de ampliación del Senado en la Calle Bailén, aparecieron los restos que se ven en la fotografía. Para algunos expertos, pertenecen a la anterior Cerca del Arrabal y, para otros, a la de Felipe II. De todas formas, son los únicos restos de cualquiera de ellas hasta ahora conocidos. Lo que sí es cierto es que, una vez trasladada su situación al plano superior, no coincide ésta con el recorrido conocido de ninguna de estas cercas. Luego, o alguna de ellas era mayor, o estábamos hablando de otra cerca diferente, una cerca de un arrabal independiente.

Tenía las siguientes ocho puertas y postigos:

– La Puerta de Santo Domingo era la de la Cerca del Arrabal.

– El Postigo de San Martín, era el mismo de la cerca anterior.

– La Puerta de la Red de San Luis estaba frente a los caminos de Hortaleza y Fuencarral. Su nombre lo tomó de una red que se ponía en un mercado de pan cercano para que no lo robaran y de la Iglesia de San Luis Obispo, situada en la Calle Montera y ya inexistente.

– La Puerta del Sol, una nueva puerta que sustituyó a la del mismo nombre y que se situó más adelantada conforme a la nueva cerca.

– La Puerta de Antón Martín, ubicada en la plaza homónima. Su nombre lo tomó del Hospital de San Juan de Dios, más conocido por el nombre de su fundador Antón Martín.

– La Puerta de Toledo sustituía a la Puerta de La Latina.

– La Puerta de Segovia era por donde partían los caminos de Castilla y Extremadura y se sustituyó en el siglo XVII por otra más cercana al Puente de Segovia.

– La Puerta de la Vega, la misma de la muralla árabe, fue sustituida en 1708 y definitivamente demolida en 1814.

Cerca de Felipe IV ↑

Al haberse quedado pequeña la cerca de Felipe II por el aumento de población, Felipe IV ordena en 1625 construir una nueva cerca de ladrillo, argamasa y tierra. Su construcción estaba motivada por motivos fiscales y de vigilancia, no era una muralla defensiva y lo que se buscaba es que todos los productos que entraran en la villa pagaran su correspondiente impuesto, así como vigilar a las personas que llegaban a la ciudad.

Ronda de Segovia. La superficie que rodeaba era de unas quinientas hectáreas, correspondientes en la actualidad al distrito Centro, al parque del Retiro y al barrio de los Jerónimos. Su construcción se pagó con una sisa6 en el vino y se mantuvo en pié limitando el crecimiento de la ciudad hasta 1868.

El único resto de la cerca que ha llegado hasta nosotros (al menos que se conozca) es el existente en la Ronda de Segovia, que se puede ver en la fotografía de la derecha.

Tenía cinco puertas reales o de registro, que era donde se pagaban los impuestos, y catorce portillos de diferentes fechas y de una importancia muy inferior.

Puertas y portillos:

Portillo de San Vicente. Por él se accedía a los caminos de El Pardo, La Granja y El Escorial. Construido en 1726, tenía sobre el arco central una imagen de San Vicente Ferrer, de quien adoptó el nombre. Carlos III ordenó en 1770 su derribo con el fin de rellenar el barranco que formaba la cuesta y así disminuir su pendiente. En 1775, Sabatini construyó una nueva puerta igual a la actual que fue demolida en 1890, desapareciendo sus restos; no se sabe si fueron reutilizados en otras construcciones o si aún permanecen guardados en algún almacén municipal. Cuando en 1995 se decidió su reconstrucción, y al no encontrarse sus restos, se decidió construir una réplica basándose en las molduras de las cornisas superiores y los planos que todavía se conservaban, así como en una foto de J. Laurent, fechada en 1890, de dicho monumento. El resultado fue el que se puede ver en la fotografía. Una curiosidad de su emplazamiento actual es que está orientada al revés que la original: la cara que ahora da frente al Palacio Real antes daba al paseo de la Florida y viceversa con la otra cara.

– El Portillo de San Bernardino, llamado inicialmente de San Joaquín por el cercano convento de igual nombre cuando estaba en la calle de la Princesa, frente a la calle del Rey Fernando. Posteriormente, fue denominado San Bernardino por otro cercano convento de este nombre, cuando fue trasladado frente a la calle de Quintana. Fue demolido en 1868.

– El Portillo del Conde Duque, en la intersección de las calles de Amaniel y Conde-Duque. Su nombre lo tomó del cercano Palacio del Conde-Duque (en el lugar donde hoy vemos el Palacio de Liria y el cuartel del Conde-Duque). Se le llamaba también Portillo de los Guardias, por ser de los guardias de Corps. Se derribó en 1868.

– El Portillo de Fuencarral, denominado así aunque su verdadero nombre era Portillo de Santo Domingo. Ubicado en la calle de San Bernardo, a la altura de la calle de Santa Cruz de Marcenado. Construido por Juan de Mora en 1642 y derribado en 1867.

– El Portillo de las Maravillas, que recibió este nombre por el cercano convento de las Maravillas y que estaba situado en la intersección de las calles de Ruiz y Divino Pastor.

– La Puerta de Bilbao, llamada inicialmente de los Pozos de la Nieve por estar cerca de éstos. Fue construida en 1625 a la altura de las calles Fuencarral con Divino Pastor para ser trasladada en 1690 más hacia el norte, a la actual glorieta de Bilbao. Después se llamó de San Fernando hasta que en 1837 adoptó el nombre de Puerta de Bilbao en memoria de esta ciudad y sus defensores. Tenía un cartel adosado a ella donde podía leerse: “A los heroicos defensores y libertados de la invicta villa de Bilbao, los habitantes de Madrid”.

– El Portillo de Santa Bárbara, situado en la plaza homónima, al final de la calle Hortaleza. Ambas adoptaban el nombre del cercano convento de Santa Bárbara.

– El Portillo de Recoletos, ubicado el primero frente a la Biblioteca Nacional en el Paseo de Recoletos y siendo sustituido en 1756, cuando Fernando VI construyó la cerca de las Salesas Reales, por una nueva puerta considerada la mejor de todas las existentes hasta que se construyó la de Alcalá. Desarmada en 1863 para su traslado a otro emplazamiento, estuvo tanto tiempo abandonada y deteriorándose en el campo que los daños sufridos hizo que no se reconstruyera, siendo sus restos usados en construcciones.

Puerta de Alcalá. Han sido dos las puertas con este nombre. La primera estaba situada en la calle de Alcalá, frente a la calle de Alfonso XI, y se construyó en 1599 por la llegada de la esposa de Felipe III, Margarita de Austria. Se derribó en 1764 para construir una mayor que conmemorase la llegada del nuevo rey, Carlos III, a Madrid. Éste rechazó varios bocetos de Ventura Rodríguez y fue Francisco Sabatini quien comienza su construcción en su emplazamiento actual en el año 1778.

Las diferentes formas de ambas caras están motivadas por el hecho de proceder de dos diseños distintos, uno con pilastras y otro con columnas adosadas que se decidió unir en uno solo. A pesar de su monumentalidad, cuando se construyó seguía siendo una de las puertas de registro de la villa, estando unida a la antigua cerca de Felipe IV.

– El Portillo de la Campanilla estaba en la Avenida de Cataluña frente al convento de Atocha.

– La Puerta de Atocha. Inicialmente, en la Glorieta de Carlos V estaba la Puerta de Vallecas, que en 1748 se sustituyó por otra con el nombre de Puerta de Atocha, derribada en 1850 al construir la Estación de Ferrocarril de igual nombre y sustituida por otra nueva en 1852. Ésta desapareció definitivamente en 1868 con el derribo de la vieja cerca de Felipe IV.

– El Portillo de Valencia se llama, en el plano de Teixeira, Puerta de Lavapiés, al estar ubicado al inicio de la calle Lavapies, en la hoy calle Valencia, frente a la calle Doctor Fourquet. En 1778, se construye un nuevo portillo que adopta el nombre de Portillo de Valencia por estar en el inicio del camino de Levante. Se derriba junto a la cerca en 1868.

– El Portillo de Embajadores original era del siglo XVII y en 1782, al construir la Ronda de Toledo, se adelantó su posición hasta la hoy Glorieta de Embajadores. Al igual que el anterior, se derribó en 1868.

– El Portillo del Campanillo del Mundo Nuevo se construyó en 1856 con el fin de impedir que el camino seguido por el ganado desde que entraba en la villa hasta el Matadero de la Plaza del General Vara de Rey empezara en la calle de Toledo y recorriera varias calles llenándolas de inmundicias.

Puerta de Toledo. Con la construcción de la cerca de Felipe IV, su posición se adelanta hasta la altura de la calle Capitán Salazar Martínez hasta 1813, año en que es derribada. Es en este año cuando se inicia la construcción de la actual Puerta de Toledo en el lugar donde hoy podemos verla para celebrar la llegada al trono de José I. Sin embargo, cuando se termina su construcción en 1827 es para celebrar su derrota y la restauración de Fernando VII. Aquí comenzaban los caminos de Toledo y Andalucía.

– El Portillo de Gilimón, situado al final de la calle San Bernabé.

– El Portillo de las Vistillas se llamaba así por las vistas que desde allí se tenían.

– La Puerta de Segovia, construida a mediados del siglo XVII y cercana al Puente de Segovia, del que tomaba el nombre Puerta de la Puente. Demolida en 1849 y construida otra nueva al año siguiente, sería definitivamente derribada, al igual que la cerca, en 1868.

– La Puerta de la Vega original fue derribada y se construyó otra en su lugar en 1708 que también fue demolida en 1830 y sustituida por un portillo de madera hasta que se decidiese qué hacer. Este portillo se derribó en 1850 al transformar la empinada cuesta en las rampas que hoy tenemos allí. Aquí debemos hacer mención a la historia de la Virgen de la Almudena que, según la tradición, había estado oculta desde la ocupación árabe de Madrid en el año 712 hasta su conquista por Alfonso VI, en 1085. La imagen de la Virgen se encontró en un cubo de la Puerta de la Vega y, al derribarse la segunda puerta, se colocó a la Virgen en una hornacina de la cuesta de la Vega. La que hoy vemos allí es de 1941.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una descripción, más detallada de cada una de las murallas indicadas, se puede consultar en:

https://es.wikipedia.org/wiki/Muralla_musulmana_de_Madrid

https://es.wikipedia.org/wiki/Muralla_cristiana_de_Madrid

https://miradasdemadrid.blogspot.com/2015/03/muralla-medieval-de-madrid.html

El mapa de Agripa

El mapa de Agripa

“La mente divina ubicó la capital del pueblo romano en una región excelente y templada para que se adueñara de todo el orbis terrarum“. (Vitrubio, Arquitectura VI 1 10-11)


Agripa ordenó la construcción de un mapamundi en una zona a las afueras de Roma que se estaba urbanizando con grandes monumentos. El mapa era la consecuencia del vasto programa de exploraciones que había organizado Augusto sobre todo el mundo con fines estratégicos. Se realizó en el Campo de Marte. Allí, en el lado Oeste, Agripa construyó el Pórtico de Vipsania, llamado así en honor a su hermana. Fue acabado e inaugurado el año 7 a. de C. por Augusto cuando el propio Agripa ya había muerto. Se extendía a lo largo de la vía Lata entre el Aqua Virgo (al Sur) y la vía Claudia (al Norte) por espacio de 370 metros de largo por 45 metros de ancho. Estaba cercano al Panteón que el propio Agripa había construido y constituía un delicioso parque y el paseo favorito de los romanos.

Falso mapa de Agripa que debemos descartar, en opinión de algunos autores como García-Toraño, dado que su forma circular no se corresponde con la forma de clámide.

Pues bien, en éste pórtico es donde Agripa levantó su famoso mapa. En el inicio de su tarea nuestro autor no contaba con un modelo de mapa romano del mundo conocido o con una tradición asentada, como dice A. García-Toraño (Geógrafos Latinos Menores, Gredos, 2002, p. 86).

Agripa describió su mapa en su obra Corografía de la que solo nos han quedado los fragmentos recogidos por Estrabón, Plinio y un par de tratados tardíos. Lo más probable es que estuviera grabado en piedra o en bronce. Tampoco conocemos su nombre, pero podemos llamarlo Orbis Terrarum pues pretendía representar todo el mundo conocido. Solo podemos hablar de conjeturas. Lo más probable es que tuviera forma de clámide (rectangular-ovalada), siguiendo el modelo de Eratóstenes. Esto es lo que sugiere Estrabón al hablar de la forma del orbe habitado (Estrabón, Geografía 5, 14).

Reconstrucción del mundo según Estrabón, contemporáneo a Agripa (época Augústea).

Reconstrucción del mapa de Posidonio con forma de clámide, tal y como sugiere Estrabón.

García-Toraño sugiere que el mapa redondo jonio no se adapta a las pretensiones del mapa de Agripa: por un lado era ya un modelo caduco (aunque retorne en la Edad Media) y por otro no permitía consignar todos los nombres y leyendas en el interior del mismo (Ibid., p. 90-91).

La exactitud de las mediciones del mapa de Agripa supera a las de cualquier otro autor de la Antigüedad. Así lo demuestra el ejemplo de las distintas mediciones de la isla de Gran Bretaña entre las que cuales las de Agripa son las más precisas, según el esquema inferior:

Formas de Gran Bretaña (según Dilke, Grekk and Roman maps, Thomas and Hudson, London, 1985, p. 47). Rodeada en rojo la estimación de Agripa que es la que más se aproxima a la realidad. En la parte superior las estimaciones de Diodoro Sículo (A) y César (B). Debajo las de Estrabón (C)
Agripa (D)  Mela (E) y  P. Orosio (F). Las distancias se dan en millas.

Plinio añade que, en el mapa de Agripa, la tierra está compuesta por tan solo tres continentes: Europa, Asia y África. Éstos están situados alrededor del mar Mediterráneo: África a la derecha, a la izquierda Europa y entre las dos Asia, teniendo en cuenta, como límites, dos ríos: el Tanais (río Don) y el Nilo.

García-Toraño, a este respecto, sugiere la posibilidad de que el mapa se expusiera en tres paredes diferentes: en la de enfrente estaría Asia, en la de la izquierda Europa y en la de la derecha, África. De esta forma el espectador entraría en el mapa como quien atraviesa las Columnas de Hércules y se encontraría contemplando el mundo conocido desde el Mediterráneo (García-Toraño, p. 91). Esta disposición es la que sugiere Plinio (Historia Natural III 1, 3).

Reconstrucción del mapa de Agripa con orientación hacia el Este.

En rojo los ríos Tanais (Don) y Nilo.

Fuente: http://www.henry-davis.com/MAPS/AncientWebPages/118.html

Tras la guerra contra Cleoptatra y Marco Antonio, Agripa también comandó las campañas en Hispania y habría obtenido el triunfo tanto por estas -acabadas en el año 19 a.C.- como anteriormente por la victoria en Actium (31 a.C.). Así que, parece ser que para conmemorar esas grandes victorias se habría puesto a confeccionar un mapa del mundo. Este hecho nos los cuentan tanto Plinio el Viejo como Dion Casio.

Esto se debería a que algunos políticos importantes romanos, a la hora de celebrar sus triunfos mandarían elaborar estos mapas y ponerlos en sitios importantes de la ciudad, para que el pueblo viera qué es lo que habían hecho. Marcarían dónde estaba Roma -en el centro del mundo conocido-. Desde ahí irían marcando ciudades importantes y las regiones conquistadas o batallas ganadas. De hecho, el mismo Julio César habría encargado otro mapa tras sus victorias, para ponerlo dentro de un gran monumento en el Capitolio.

¿Cuándo se hizo el mapa? Posiblemente tras Actium. Aunque sabemos que Agripa no llegó a concluir el trabajo porque murió en el año 12 a.C. Habría sido Augusto quien hubiera mandado el concluirlo. Así que, podemos decir que prácticamente le llevó los últimos veinte años de su vida. Diversos autores nos comentan que Agripa intentó que el mapa fuera lo más exacto posible dentro de los conocimientos geográficos de la época. Para ello se serviría de los mapas ya elaborados en época helenística, como el de Eratóstenes, también conocido por calcular la circunferencia de la Tierra en el siglo III a.C.

Pero ¿por qué si existió? Porque algunos autores modernos aducen que serían simplemente unas placas en las que se darían los nombres de regiones, ríos y otros puntos importantes. Esas placas se habrían colgado en el pórtico -dedicado a la hermana de Agripa-. Esto se afirma porque las referencias a dicho mapa son muy tardías con respecto a la posible confección del mismo. Autores como Estrabón es probable que lo usaran de referencia, pero éste habla de unos comentarios. Mientras que Plinio el Viejo sí nos habla de una imagen como tal. Así que el debate sigue abierto.

Situación del Porticus Vipsania sobre la Roma actual. En verde la vía del Corso, que en la antigüedad era el Aqua Virgo. Google Earth (modificado por P. Huertas).

El mapa es el resultado del encargo realizado por el emperador Octavio Augusto a Marco Agrippa aproximadamente en el año 27 a.C. Existen dudas del momento de su terminación, hay historiadores que opinan que fue terminado en el año 20 a.C. y quienes aseguran que fue el propio Augusto quien lo finaliza tras la muerte de Agrippa en el año 12 a.C.

Los historiadores desconocen a ciencia cierta si el mapa fue pintado en la pared del pórtico o grabado en piedra y colocado sobre éste. Existen varias teorías sobre si realmente era circular o rectangular y si en su parte superior figuraba la orientación norte o sur. En la reconstrucción que ha llegado hasta nuestros días se muestran los tres continentes emplazados de forma más o menos simétrica con Asia situada al Este, en la parte superior del mapa.

Se describe con énfasis la península Itálica y sobre ella se destaca la ciudad de Roma. La India, Seres (China), y Scythia y Sarmatia (Rusia) se muestran como regiones pequeñas en la periferia.

Aunque las copias del mapa de Agrippa fueron llevadas a todas las grandes ciudades del imperio romano, ninguna ha sobrevivido. Esta reconstrucción se basa sobre datos de los mapas medievales del mundo que, sucesivamente, fueron copiados de los originales romanos, esto unido a las descripciones textuales realizadas por geógrafos clásicos como Estrabón, Pomponius Mela y Plinio “el viejo”.

La referencia directa en “De Architectura” al triunfo de Augusto en el gobierno del mundo, nominando a este como “Orbis Terrarum”, nos permite comprender mejor quién fue el verdadero autor del texto y cual fue su inspiración.

Orbis significa en latín círculo, rueda. Se utiliza la palabra Orbis cuando se hace referencia a un mundo plano y redondo como una rueda, es el “Orbis Terrarum” el mapa geográfico monumental que Agrippa realizó en Roma en el mismo momento en que se escribía “De Architectura”.

 

 

Limes Transalutanus

Limes Transalutanus

Limes Transalutanus[1] es el nombre moderno dado a un sistema fronterizo fortificado del Imperio Romano, construido en el borde occidental de los bosques de Teleorman en la provincia romana de Dacia, la actual Rumania. La frontera estaba compuesta por una carretera que seguía la frontera, una fortaleza militar, un vallum de tres metros de 10-12 metros de ancho, reforzado con empalizadas de madera en paredes de piedra, y también una zanja. Las cales de Transalutanus tenían 235 km de largo, paralelas al río Olt a una distancia que varía de 5 a 30 km al este del río. La construcción se inició en 107 bajo el mando de Marcius Turbo, y se desarrolló bajo Iulius Severus (120-126); La etapa final de la construcción se realizó bajo Septimio Severo (193–211 dC).

Transalutanus – línea punteada roja

Entre 244–247, bajo Felipe el Árabe, después de los ataques de Carpian y Getae (o Goths , confusión debido a Jordanes), el ejército imperial romano abandonó las limas por un tiempo. Regresaron a las limas, pero cerraron el camino hacia el paso RucărBran, el mismo a partir de la aldea moderna de Băiculeşti.

Más tarde, se construyeron otras limas en la zona, conocida como Brazda lui Novac.

Hoy el vallum es utilizado por el ferrocarril rumano Curtea de ArgeşPiteştiRoşiori de VedeTurnu Măgurele. Hoy, entre 5 y 30 km al este del actual río Olt, Rumanía.

De la web: http://journal.antiquity.ac.uk/projgall/teodor342

Desafíos tecnológicos en el Limes Transalutanus

Eugen S. Teodor y Dan Ştefan

El Reino de Dacia, que comprende el territorio central y occidental de la Rumanía moderna, fue conquistado por el emperador Trajano en la cúspide del poder militar del imperio romano en dos guerras durante los años 101-102 y 105-106 d.C. (ver Oltean 2007: 54-55). Esta conquista tuvo un precio, ya que Trajano había roto la tradición establecida 100 años antes por Augusto de alinear las fronteras del imperio con fronteras naturales como el Rin o el Danubio.

La opinión común sobre el error estratégico de la conquista de Trajano —es decir, ceder la línea protectora del Danubio por una frontera terrestre larga y difícil— es sólo una verdad a medias; la frontera era realmente larga, pero no era tan difícil de retener. La figura 1 ilustra la disposición de la sección de la frontera romana en estudio, integrada dentro del sistema defensivo romano establecido alrededor de Dacia y en la región del Bajo Danubio. Es evidente que, durante el siglo II d.C., la mayor parte de la frontera se ubicaba a lo largo de cadenas montañosas, con pocos pasos militarmente utilizables y completados por largas fronteras fluviales a lo largo de los cursos inferiores de los ríos Mureş y Tisza, y también del río Olt. (Alutus).

La defensa natural que ofrecen las montañas de los Cárpatos se vio reforzada por obras militares únicamente en la frontera noroeste de Dacia, que se extendieron por unos 6 km, con el fin de cerrar la ruta de acceso a Porolissum. Como regla general, las principales fortalezas de los limes se construyeron en valles, mientras que las tierras altas circundantes estaban completamente controladas desde torres de vigilancia, un arreglo ya establecido para una línea de 42 km al suroeste de Porolissum (Gudea 1997).

Figura 1. Mapa de las fronteras romanas y movimientos de tierra en la zona norte del Bajo Danubio. Proyección UTM (35), datum WGS84 para todos los mapas.

La única otra frontera de esta región defendida por extensas obras fue el Limes Transalutanus , en la periferia sureste de la Dacia romana (Napoli 1997: 322–35). Fue construido a finales del siglo II, aunque no como un “doble limes” —haciendo un par con el Limes Alutanus— como se suele suponer, sino más bien como una ruta de comunicación más corta hacia el sureste de Transilvania. Toda la defensa romana en el este de Dacia estaba conectada por un punto vital: el fuerte de Breţcu (Angustia), que bloqueaba el vulnerable paso de Oituz. Angustia era tan importante para el este de Dacia como Porolissumera para la mitad occidental de la provincia. Desafortunadamente, estaba a una distancia considerable del llamado Camino Imperial que era la columna vertebral del sistema de comunicación romano, que conectaba Drobeta (en el Danubio) y Porolissum a través de Tibiscum, Ulpia Traiana Sarmizegetusa, Apulum, Potaissa y Napoca. Ninguna sección de esta carretera estaba a menos de 200 km (en línea recta) de Angustia. Las principales rutas de abastecimiento de este fuerte estratégico desde la frontera oriental se derrumbaron una tras otra (ver Figura 1), y la ruta restante, a lo largo del Alutus, era insoportablemente largo (472 km). Por eso se necesitaba la nueva frontera, el Limes Transalutanus, que acortaba la línea de comunicación en casi un 30%.

Aunque bien conocido desde finales del siglo XIX (Tocilescu 1900), especialmente a través de la excavación de fuertes asociados, el estado actual de la investigación para esta sección de las limas es relativamente pobre. Por ejemplo, solo se ha investigado arqueológicamente una torre de vigilancia (Bogdan Cătăniciu 1977, 343–44), y solo otras tres han establecido ubicaciones. En un libro reciente, el autor actual Eugen S. Teodor (2013: 23-24, 137-38) muestra que las torres relacionadas eran mucho más numerosas y que su modulación a lo largo de las limas era similar a otras fronteras más conocidas.

Figura 2. El Limes Transalutanus al sur del río Argeş. Leyenda como en la Figura 1, con líneas punteadas como rutas inciertas. Clasificación de los segmentos de limas – líneas en transparencia: rojo = dique continuo; azul = ripa (frontera fluvial); verde = borde irregular.

No obstante, el Limes Transalutanus exhibe algunas características peculiares. A lo largo de su sección sur, la frontera recorría 55 km a través del país y estaba marcada por un vallum continuo, o banco y zanja (Figura 2); la sección central era una ripa típica, o frontera fluvial, de 40 km de extensión y protegida por las altas terrazas de los ríos Vedea y Cotmeana; el tramo norte (al sur del río Argeş, que es el límite del área de estudio actual) volvió a seguir una ruta a campo traviesa, extendiéndose 57km, aunque en este tramo el terraplén era discontinuo. (Para la terminología de las fronteras romanas, véase Isaac 1988: esp. 125–33.) La forma de la última sección norte sugiere dos posibles explicaciones: la pared ha sido completamente aplastada por la agricultura, haciéndola invisible; o, el obstáculo artificial nunca existió, probablemente porque era innecesario ya que la frontera estaba naturalmente definida por bosques y pantanos que ya no sobreviven. Otra característica peculiar de esta sección de las limases que durante más de un siglo fue conocido por los arqueólogos rumanos como un “muro sin foso” (ver Napoli 1997: 12, 39-41), pero la ausencia de un foso parece difícil de explicar para un movimiento de tierra que comprende 19m 3 de suelo por cada metro lineal de banco.

Figura 3. Dique romano y caminos antiguos en el área de Valea Mocanului. Arriba: instantánea del UAV de agosto de 2014, mirando al sur; abajo: fotografía tomada en abril de 2013, mirando hacia el norte. Leyenda: 1) vallum; 2) camino paralelo al dique; 3) camino que cruza ambos de los anteriores; 4) fuerte Valea Urlui; 5) ubicación y dirección de la fotografía a continuación.