Código de Hammurabi
Subcategoría: estela con leyes.
Parte superior de la gran estela.
El Código de Hammurabi, creado en el año 1760 a. C. (según la cronología media), es uno de los conjuntos de leyes más antiguos que se han encontrado y uno de los ejemplares mejor conservados de este tipo de documento creados en la antigua Mesopotamia y en breves términos se basa en la aplicación de la ley del Talión a casos concretos.
Entre otras recopilaciones de leyes se encuentran el Códice de Ur-Nammu, rey de Ur (ca. 2050 a. C.), el Códice de Eshnunna (ca. 1930 a. C.) y el Códice de Lipit-Ishtar de Isín (ca. 1870 a. C.). Ellos también crearon leyes como la 205 que señalaba que si el esclavo golpeaba en la mejilla al hijo de un hombre libre, deberían cortarle una oreja.
A menudo se lo señala como el primer ejemplo del concepto jurídico de que algunas leyes son tan fundamentales que ni un rey tiene la capacidad de cambiarlas. Las leyes, escritas en piedra, eran inmutables. Este concepto pervive en la mayoría de los sistemas jurídicos modernos.
Estas leyes, al igual que sucede con casi todos los códigos en la Antigüedad, son consideradas de origen divino, como representa la imagen tallada en lo alto de la estela, donde el dios Shamash, el dios de la Justicia, entrega las leyes al rey Hammurabi. De hecho, anteriormente la administración de justicia recaía en los sacerdotes, que a partir de Hammurabi pierden este poder. Por otra parte, conseguía unificar criterios, evitando la excesiva subjetividad de cada juez.
Escrito en acadio, su prólogo y el epílogo están redactados en un lenguaje más cuidado y con la finalidad de glorificar al dios babilonio Marduk y, a través de él, a su rey.
El rey ordenó que se pusieran copias de este Código en las plazas de cada ciudad para que todo el pueblo conociera la ley y sus castigos, para lo cual el cuerpo de la ley se expresa en lenguaje claro, del pueblo. Comienza con la partícula si (o proposición condicional), describe la conducta delictiva y luego indica el castigo correspondiente. Una de sus leyes establece la Ley del Talión (“ojo por ojo, diente por diente”).
Redactado en primera persona, relata como los dioses eligen a Hammurabi para que ilumine al país para asegurar el bienestar de las gentes. Proclama a Marduk como dios supremo, alejando al panteón sumerio.
El rey de Babilonia Hammurabi (1722-1686 a. C. según la cronología breve o 1792-1750 a. C. según la cronología media) pensó que el conjunto de leyes de su territorio tenía que escribirse para complacer a sus dioses. A diferencia de muchos reyes anteriores y contemporáneos, no se consideraba emparentado con ninguna deidad, aunque él mismo se llama «el favorito de las diosas».
El Código de Hammurabi fue tallado en un bloque de basalto de unos 2,50 m de altura por 1,90 m de base y colocado en el templo de Sippar; asimismo se colocaron otros ejemplares similares a lo largo y ancho del reino. En la zona superior está representado Hammurabi en bajorrelieve, de pie, delante del dios del Sol de Mesopotamia, Shamash, el principal de la ciudad sumeria de Larsa. Debajo aparecen, inscritos en caracteres cuneiformes acadios, las leyes que regían la vida cotidiana.
El objeto de este código era homogeneizar jurídicamente el reino de Hammurabi. Dando a todas las partes del reino una legislación común, se podría controlar al conjunto con mayor facilidad.
Durante las diferentes invasiones de Babilonia, el código fue trasladado, hacia el 1200 a. C., a la ciudad de Susa (en Elam), actualmente en el Juzestán (Irán). En esta ciudad fue descubierto por la expedición que dirigió Jacques de Morgan, en diciembre de 1901. Fue llevado a París, Francia, donde el padre Jean-Vincent Scheil tradujo el código al francés. Posteriormente, el código se instaló en el Museo del Louvre, en París, donde se encuentra en la actualidad.
Las leyes del Código de Hammurabi (numeradas del 1 al 282, aunque faltan los números 66–99 y 110–111) están escritas en babilonio antiguo y fijan diversas reglas de la vida cotidiana. Norman particularmente:
• La jerarquización de la sociedad: existen tres grupos, los hombres libres o “awilum”, los “mushkenum” (quienes se especula podrían ser siervos o subalternos) y los esclavos o “wardum”.
• Los precios: los honorarios de los médicos varían según se atienda a un hombre libre o a un esclavo.
• Los salarios: varían según la naturaleza de los trabajos realizados.
• La responsabilidad profesional: un arquitecto que haya construido una casa que se desplome sobre sus ocupantes y les haya causado la muerte es condenado a la pena de muerte.
• El funcionamiento judicial: la justicia la imparten los tribunales y se puede apelar al rey; los fallos se deben plasmar por escrito.
• Las penas: aparece inscrita una escala de penas según los delitos y crímenes cometidos. La base de esta escala es la Ley del Talión.
Se tratan también el robo, la actividad agrícola (o pecuaria), el daño a la propiedad, los derechos de la mujer, los derechos en el matrimonio, los derechos de los menores, los derechos de los esclavos, homicidio, muerte y lesiones. El castigo varía según el tipo de delincuente y de víctima.
Las leyes no admiten excusas ni explicaciones en caso de errores o faltas; el Código se ponía a la vista de todos, de modo que nadie pudiera alegar ignorancia de la ley como pretexto. Cabe recordar, sin embargo, que eran pocos (escribas en su mayoría) los que sabían leer y escribir en aquella época.
Aunque el código sea la inspiración del «ojo por ojo, diente por diente» tiene artículos también muy alejados de ese concepto.
El mapa del Creador (La piedra de Dashka)
El mapa del Creador (también conocido como la piedra de Dashka) en Bashkiria, Rusia, 20 millones de años. La historia de esta Piedra comienza cuando el doctor en ciencias físicas y matemáticas y profesor en la Universidad estatal de Bashkiriev, Alexandre Chuvyrov en compañía de una estudiante de nacionalidad china Huan Hun, decidió estudiar la hipótesis de que la antigua población de China emigrara a las zonas de Siberia y los Urales. A lo largo de sus expediciones en Bashkir, encontraron varios grabados rupestres en chino antiguo que trataban mayoritariamente sobre comercio, bodas y defunciones.
Durante esas investigaciones, encontraron en el archivo del Gobernador General de Ufa notas del siglo XVIII que relataban la existencia, cerca de la aldea de Chandar en la región de Nurimanov, de unas 200 misteriosas tablillas de piedra grabada. Otras fuentes indicaban que en los siglos XVII y XVIII, expediciones de científicos rusos a los Urales habían estudiado esas 200 tablillas blancas que tenían grabados distintos signos y motivos. Había también otras notas que indicaban que a principios del siglo XX, el arqueólogo A. Schmidt también había visto estas tablillas de color blanco en Bashkir.
Alexandre Chuvyrov formó a un equipo de estudiantes para continuar la investigación y en 1998 comenzó su expedición. Después de varias tentativas fracasadas, A. Chuvyrov comenzó a desconfiar y a sospechar que se trataba solamente de una leyenda. Pero su suerte cambió. Un año despues, en el mes de julio de 1999, el ex-presidente del Consejo Agrícola Local, Vladimir Krainov, le comunicó que en su búsqueda de estas piedras, había encontrado una de ellas semienterrada en el patio de una casa. Una semana después, se inició la extracción de la piedra de Dashka para estudiarla en la Universidad de Ufa.
Incrédulo, el Dr. Chuvyrov, fue a verificar la autenticidad de la piedra. Esta se encontraba situada debajo del pórtico de una casa y era imposible moverla debido a su tamaño y peso: 148 centímetros de alto por 106 centímetros de ancho, y 16 centímetros de espesor, y al menos una tonelada de peso. Una semana más tarde, se inició la extracción de la “piedra” para su posterior estudio. La gran piedra fue transportada a la universidad.
En la República de Bashkorkostan (Bachkiria) en la región de Los Urales, al Este de Rusia, se encuentra el área representada tridimensionalmente en la Piedra de Dashka.Un hecho inexplicable para la ciencia.
Inesperadamente, ésta contenía un mapa tridimensional. La investigación adicional de un grupo de especialistas chinos y rusos determinó que el mapa mostraba la región de Ural. La estructura geológica de la excavación estaba compuesta de tres niveles: la base, una dolomía gruesa de 14 centímetros; la capa media o segunda capa, contiene la imagen grabada y es de cristal de diopside; y la tercera capa, de 2 milímetros de porcelana de calcio y que supuestamente protege el mapa contra los golpes.
En la tablilla figuran inscripciones verticales jeroglífico-silábicas. En un principio los científicos pensaron que el mapa podía ser la obra de los chinos antiguos por su similitud. Pero después de buscar en diferentes libros y no encontrar ninguna inscripción similar a ésas resultó imposible descifrarlas.
Diferentes radiografías confirmaban que la piedra fue fabricada con instrumentos de precisión, un simple tallador de piedra no hubiera sido capaz de conseguir tal relieve y probablemente la tablilla forme parte de un mosaico formado por otras losas. Probablemente forma parte de un ” rompecabezas ” de 340 m x 340 m y el Pr Chuvyrov piensa localizar los otros 4 elementos del conjunto que faltan… continuará…
El relieve geográfico de Bashkir no ha cambiado mucho en unos millones de años y con la ayuda de especialistas en cartografía, topografía, geología, etc. se consiguió rápidamente identificar el monte de Ufa, su falla, los diferentes ríos de la región de los Urales, la falla de Ufa en Sterlitimak; con lo que se pudo también deducir que el mapa está realizado a una escala de 1 cm: 1,1 km.
El mapa también indica el uso de ingeniería civil al crear un sistema gigante de canales de aproximadamente 12.000 kilómetros de longitud y 500 metros de ancho, y 12 embalses de entre 300 y 500 metros de ancho, 10 km de largo y 3 km de profundidad cada uno.
Estos embalses que alimentaban las diferentes redes de abastecimiento y necesitaron la extracción de por lo menos 1000 metros cúbicos de tierra. Si se compara con el canal existente actualmente del Volga al Don, éste parecería un simple rasguño.
El Dr. Chuvyrov y su equipo pensaban que la edad de la losa era de unos 3000 años. Los análisis realizados con carbono 14 dieron unos resultados erráticos y poco concluyentes. En un análisis más minucioso se descubrió en la piedra la presencia de dos conchas, una de 50 y otra de 120 millones de años de antigüedad; pero nada permite saber si las conchas estaban o no ya fosilizadas en el momento de la creación del mapa.
Las investigaciones realizadas por el Centro de Cartografía Histórica de Wisconsin, propusieron que el mapa únicamente se ha podido elaborar a partir de levantamientos aéreos. Esta investigación sigue en EE.UU. Necesita de un tratamiento informático muy potente y un examen aeroespacial exhaustivo, con la utilización de datos por satélite.
El Dr. Chuvyrov se muestra muy circunspecto en cuanto a los autores del mapa: “No me agrada hablar de OVNIs o extraterrestres. Entonces llamamos al autor del mapa -sencillamente – el Creador“.
Golden Rock, Birmania
El Golden Rock (Kyaik-htiyo o Kyaiktiyo), en lo alto de un acantilado cerca de Yangon, es uno de los sitios más sagrados de Birmania. Según la leyenda, la Roca de Oro en sí está precariamente encaramado en un mechón de pelo de Buda. La roca parece desafiar la gravedad, ya que constantemente parece estar a punto de rodar por la colina. En la parte superior de la roca se construyó una pequeña pagoda y cubierto con hojas de oro pegadas por los devotos. Un vistazo a la “Defying Gravity” Golden Rock se cree que es suficiente una fuente de inspiración para cualquier persona al budismo.
Se trata de una pequeña pagoda (7,3 metros (24 pies)) construido en la cima de una roca de granito cubierto de oro deja pegado en los devotos.
Es el tercer sitio de peregrinación budista más importante de Birmania después de la pagoda de Shwedagon y la pagoda de Mahamuni .
Señor de Palenque
Subcategoría: losa funeraria.
Kinich Janaab’ Pakal, rey de Palenque. Dibujo de un relieve, procedente de Palenque (Chiapas). Cultura maya, período Clásico.
El hombre del Palenque, conocido también como el señor Pakal (tal la transliteración del glifo de su nombre) es un personaje histórico que gobernó la ciudad maya de Palenque en el siglo VII.
En 1949 el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier descubre en el Templo de las Inscripciones de la ciudad de Palenque, bajo una escalera de cuarenta y cinco escalones, la tumba de un dignatario maya. La lápida del sepulcro era una gran losa cubierta de símbolos alusivos a la muerte y el renacimiento en la tradición maya.
Señor de Palenque es el nombre que se da a los soberanos mayas de B’aakal. El título es asumido principalmente por el más conocido de ellos, K’inich Janaab’ Pakal (26 de marzo de 603 – 31 de agosto de 683), conocido también como Pacal II o Pacal el Grande, cuya sede era la ciudad de Palenque. Pacal II es el más conocido de los Señores de Palenque, por los niveles de esplendor y sofisticación que alcanzó B’aakal durante su gobierno, así como por su tumba, considerada uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de mesoamérica. De la misma forma este fue uno de los líderes más reconocidos de la América Precolombina y tal vez el líder maya antiguo más reconocido de la historia mundial.
Sin embargo el término también puede ser usado para definir a los demás soberanos que reinaron en esta ciudad.
K’inich K’an B’alam II (“Chan Bahlam II”).
La lista siguiente comprende a los Señores que se sabe gobernaron Palenque, con las fechas de sus gobiernos:
• K’uk B’alam I (11 de marzo de 431 – 435)
• “11 Conejo” (sobrenombre, también apodado “Gasparín”; su nombre maya no es identificado, 10 de agosto de 435 – 487)
• B’utz Aj Sak Chiik (29 de julio de 487 – 501)
• Ahkal Mo’ Naab I (5 de junio de 501 – 1 de diciembre de 524)
• desconocido
• K’an Joy Chitam I (25 de febrero de 529 – 8 de febrero de 565)
• Ahkal Mo’ Naab II (4 de mayo de 565 – 23 de julio de 570)
• desconocido
• K’an B’alam I (8 de abril de 572 – 3 de febrero de 583)
• Yohl Iknal (gobernante femenino) (583-604)
• Aj Ne’ Ohl Mat (605-612)
• Pacal I (612)
• Sak K’uk (gobernante femenino) (612-615)
• K’inich Janaab’ Pakal (conocido también como Pacal II, o Pacal el Grande, 615-683)
• K’inich K’an B’alam II (conocido también como Chan Bahlam II, 683-702)
• K’inich K’an Joy Chitam II (702-711)
• Xoc (regente de Kan-Joy Chitam II, 711?-ca. 722)
• K’inich Ahkal Mo’ Naab III (conocido también como Chaacal III, 3 de enero de 721 – después de 729)
• K’inich Janaab’ Pakal (conocido también como Pacal III, ca. 742)
• K’inich K’uk B’alam II (8 de marzo de 765 – ?)
• Wak Kimi Janhb’ Pakal (conocido también como Pacal IV, 17 de noviembre de 799-?)
Hay que tener en cuenta que estos soberanos hacen parte de diferentes dinastías y linajes ya que el medio político de los mayas fue bastante inestable en el periodo clásico de esta cultura. No se sabe a ciencia cierta que dramas dinásticos y luchas por el poder existieron detrás del nombramiento de los señores de la ciudad.
En diversas publicaciones pseudocientíficas se afirma que el bajorrelieve de la tumba representa a un astronauta, destacando la presencia de una escafandra o casco, palancas de comando y la silueta estilizada de un cohete. Los autores de estas aseveraciones no son arqueólogos, desconocen la lengua maya y su expresión escrita (de hecho la “teoría” fue formulada antes de su descifrado) como así mismo ignoran la simbología de este pueblo, llegando al extremo de girar el sentido del relieve para que ajuste mejor a su concepto. Un estudio de las convenciones mayas al respecto permite afirmar que la imagen de Pacal está representada en posición fetal, resurgiendo de la tierra en el árbol cruciforme. La interpretación de la misma como un astronauta es, por lo tanto, un simple caso de pareidolia.
Monte Augustus
Coordenadas: 24 ° 19’50 “S 116 ° 50’37” E Coordenadas : 24 ° 19’50 “S 116 ° 50’37” E
Monte Augustus Parque Nacional se encuentra 852 kilometros al norte de Perth, 490 km por carretera al este de Carnarvon y 390 km al noroeste de Meekatharra , en la región de Gascoyne de Australia Occidental. El propio Monte de Augusto, la característica alrededor de la cual el parque nacional se basa, que se conoce como Burringurrah a los locales Wadjari los aborígenes.
El Monte Augustus es un inselberg que se encuentra 1.106 metros sobre el nivel del mar, es decir, aproximadamente 860 m sobre la llanura circundante, y cubre un área de 4.795 hectáreas. Tiene una cresta central, que es de casi 8 km de largo. Monte Augustus es ampliamente reclamado en la literatura de promoción turística y la información como “el monolito más grande del mundo”, pero la afirmación no se origina en la literatura geológica, ni está avalada por ningún otro la investigación académica.
Monte Augusto es más del doble del tamaño de Uluru. A diferencia de Uluru, que es un monolito y, en general, desprovista de crecimiento de las plantas, Monte Augusto es un monoclinal (un anticlinal asimétrico, fuente de WA Departamento de Medio Ambiente y Conservación) y tiene crecimiento de las plantas en él. La subida a la cumbre puede durar hasta 5 horas (ida y vuelta) y hay dos caminos (uno de clase 4 y el otro una clase 5) para llegar allí.
Monte Augustus se compone de piedra arenisca y conglomerado, una formación que los geólogos conocen como la piedra arenisca de Mount Augustus, que cubre más de granito cerca de su extremo norte. La piedra arenisca Monte Augustus fue depositado por los sistemas fluviales antiguas y es un poco más joven que el 1.640.000.000 años de edad por debajo de granito. Los sedimentos originalmente horizontales han sido incluidos en una asimétrica anticlinal por los movimientos tectónicos posteriores.
Francisco Tomás Gregorio llegó a la cumbre el 3 de junio 1858 durante su épica 107 días de viaje a través de la Gascoyne región, convirtiéndose en el primer registro europeo de subir a la montaña. Algunas semanas más tarde el nombre del pico después de su hermano, Sir Augustus Charles Gregory (1819-1905). En la época de Augusto estaba en su última expedición, una incursión sin éxito en el oeste de Queensland, en un intento por descubrir el paradero de Luis Leichhardt.
El Obelisco inacabado de Asuán
El Obelisco inacabado de Asuán, en Egipto, que pesa 1150 toneladas. Cerca de la isla de Sehel, en las cercanías de Assuán, se encuentran las famosas canteras de granito rojo cuyos restos dan cuenta de la industria pétrea que se desarrolló en aquella época. Todos los faraones admiraron la dureza y elegancia de este material que, entre otras cosas, dio origen al sarcófago, las paredes y los techos de la Cámara del Rey, en la Gran Pirámide: también a las columnas del templo de lsis, delante de la Esfinge, y a los grandes obeliscos del templo de Karnac. Innumerables toneladas de piedra fueron arrancadas de la tierra y transportadas por los egipcios desde aquellas canteras hasta los múltiples templos esparcidos a lo largo del Nilo. Pero también dejaron algo, algo tan grande que no pudieron mover. O quizá el famoso Obelisco Inacabado no fue realizado con tal tamaño para ser transportado, sino para dejar constancia de la desconcertante técnica con que fue diseñado.
No se ha hallado nada en él que indique el uso de cinceles o martillos, pues no quedaron restos de escoriaciones. Si se observa de cerca, se aprecian anchos surcos verticales producidos por algo parecido a una pala que modeló sus proporciones. La única explicación posible es que, cuando atacaron la cantera, la piedra estaba blanda.
Tanto en las caras laterales como en la parte superior de este Obelisco Inacabado se aprecian canales, paralelos, de igual tamaño. Se trata de huellas que han permanecido allí desde hace miles de años, pues no se sabe su antigüedad. Se dice que el monolito fue abandonado porque en él apareció una fisura, pero en los últimos exámenes que se han llevado a cabo se ha podido comprobar que tal fisura no existe, sino que en algún momento de la historia alguien quiso cortar la piedra para hacer un obelisco más pequeño. De hecho, se nota la acanaladura dejada por un cincel que se introduce en la piedra regularmente a una profundidad fija de 3 centímetros. Todo parece indicar que los autores se arrepintieron después y dejaron la mole de piedra tal cual.
A pocos metros del monolito, los químicos se entretuvieron en perforar la piedra circularmente, dejando así unos pozos de ignorado significado. En ellos cabe un hombre. Sus paredes, sin restos de golpes, no son rectas, de lo que se deduce que fueron ahuecadas de manera irregular, sin aparente esfuerzo y sin que en la operación interviniera máquina alguna.
Piedra de Rosetta
Subcategoría: estela con escrituras
La Piedra de Rosetta es un fragmento de una antigua estela egipcia de granodiorita inscrita con un decreto publicado en Menfis en el año 196 a. C. en nombre del faraón Ptolomeo V. El decreto aparece en tres escrituras distintas: el texto superior en jeroglíficos egipcios, la parte intermedia en escritura demótica y la inferior en griego antiguo. Gracias a que presenta esencialmente el mismo contenido en las tres inscripciones, con diferencias menores entre ellas, esta piedra facilitó la clave para el entendimiento moderno de los jeroglíficos egipcios.
Originalmente dispuesta dentro de un templo, la estela fue probablemente trasladada durante la época paleocristiana o la Edad Media y finalmente usada como material de construcción en un fuerte cerca de la localidad de Rashid (Rosetta), en el delta del Nilo. Allí fue hallada en 1799 por el soldado Pierre-François Bouchard durante la campaña francesa en Egipto. Las tropas británicas derrotaron a las francesas en Egipto en 1801 y la piedra original acabó en posesión inglesa bajo la Capitulación de Alejandría. Transportada a Londres, lleva expuesta al público desde 1802 en el Museo Británico, donde es la pieza más visitada.
Debido a que fue el primer texto plurilingüe antiguo descubierto en tiempos modernos, la Piedra de Rosetta despertó el interés público por su potencial para descifrar la hasta entonces ininteligible escritura jeroglífica egipcia, y en consecuencia sus copias litográficas y de yeso comenzaron a circular entre los museos y los eruditos europeos. El estudio del decreto del faraón Ptolomeo V ya estaba en marcha y la primera traducción completa del texto en griego antiguo apareció en 1803. Sin embargo, no fue hasta 1822 cuando Jean-François Champollion anunció en París el descifrado de los textos jeroglíficos egipcios, mucho antes de que los lingüistas fueran capaces de leer con seguridad otras inscripciones y textos del antiguo Egipto. Los principales avances de la decodificación fueron el reconocimiento de que la estela ofrece tres versiones del mismo texto (1799), que el texto demótico usa caracteres fonéticos para escribir nombres extranjeros (1802), que el texto jeroglífico también lo hace así y tiene similitudes generales con el demótico (Thomas Young en 1814) y que, además de ser usados para los nombres extranjeros, los caracteres fonéticos también fueron usados para escribir palabras nativas egipcias (Champollion en 1822-1824).
Más tarde se descubrieron dos copias fragmentarias del mismo decreto, y en la actualidad se conocen varias inscripciones egipcias bilingües y trilingües, incluidos dos decretos Ptolemaicos, como el Decreto de Canopus del 238 a. C. y el Decreto de Menfis de Ptolomeo IV, c. 218 a. C. Por ello, aunque la Piedra de Rosetta ya no es única, fue un referente esencial para el entendimiento actual de la literatura y la civilización del Antiguo Egipto y el propio término «Piedra de Rosetta» es hoy usado en otros contextos como el nombre de la clave esencial para un nuevo campo del conocimiento.
Desde su hallazgo la piedra ha sido objeto de rivalidades nacionales, incluida su transferencia de manos francesas a británicas durante las guerras napoleónicas, una larga disputa sobre el valor relativo de las contribuciones de Young y Champollion a su desciframiento y, desde 2003, demandas para el retorno de la estela a Egipto.
Champollion, traductor de la piedra, estaba convencido de que la lengua copta, en la que se consideraba experto, era una derivación de la antigua lengua de los faraones. “Quiero saber el egipcio como el francés, -afirmaba-. El copto lo hablo yo solo, ya que nadie me entendería”. Durante años, en la tranquilidad de su casa de Grenoble, Champollion estudia incansable una de las cien copias de la piedra que mandara imprimir Napoleón. Comparando el texto demótico egipcio con el texto griego que tradujo al copto, espera encontrar no sólo su significado, sino también el valor fonético de las palabras y caracteres egipcios.
Años de laborioso y continuado esfuerzo, sin aparente fruto, terminan por alterar su salud y su bolsillo. Presa del pesimismo y la desolación, teme que otro se le adelante y le robe finalmente la gloria de descubrir la clave de los jeroglíficos. Thomas Young, ilustre filósofo ingles, vislumbraba por aquellos días el estrecho parentesco existente entre la denominada escritura cursiva (una variante del demótico) y los jeroglíficos.
Las conjeturas del profesor inglés serían pronto evidencias para Champollion. Al comparar las inscripciones entre sí, este último consigue finalmente demostrar que la escritura cursiva es en realidad una mera simplificación de la jeroglífica. A su vez, los caracteres demóticos no son sino la última degradación a la que, con el paso del tiempo, llegaron los signos originales. Acababa de descifrar la piedra.
LA ESCRITURA EGIPCIA
La escritura jeroglífica egipcia, a pesar de lo que pudiera pensarse, se rige por principios claros y sencillos. Dos tipos básicos de signos componen este singular sistema, los ortográficos y los simbólicos o jeroglíficos propiamente dichos, también llamados ideogramas. Los primeros (que a su vez, pueden clasificarse según las épocas, en cursivos y demóticos) conforman un alfabeto de 24 letras, mientras que los segundos sobrepasan los 700.
El Egiptólogo británico sir Alan Gardiner los catalogó en su magistral y universalmente aceptada “Gramática egipcia”. Lo primero que debemos aprender es cómo interpretar el abecedario, según aparece en el cuadro de esta página. Una vez conocidos los caracteres básicos que figuran en dicho cuadro, la mejor manera de familiarizarse con ellos es tratar de escribir nuestros propios nombres. Pero no es tan sencillo como puede parecer a primera vista, porque si usted pertenece al género femenino deberá dibujar al final de su nombre una mujer sentada. Por el contrario, para indicar género masculino deberá dibujar un hombre sentado.
En la escritura egipcia existen los ideogramas, símbolos que representan ideas y no expresiones ortográficas. Su función no es otra que la de transmitir una idea relacionada con el contexto en el que aparezcan dichos símbolos. El ideograma llamado “La momia” equivale a la expresión ortográfica wi que significa momia, y de twt que significa estatua. Hace referencia a la noción de forma, de cambio y de transformación. Este importante jeroglífico es relativamente tardío: no está fechado antes de la XII dinastía, aunque la práctica de la momificación es bastante anterior. La momia aparece de pie, estrechamente ceñida y cubierta con largas bandas de lino blanco. Lleva sobre la cabeza una máscara de cartón de estuco completada por una peluca y una barba postiza. Particularmente significativa es la similitud entre este jeroglífico y las estatuas funerarias llamadas oushebis, que se depositaban en la tumba del difunto como una suerte de sustituto destinado a reemplazarle en todas las tareas desagradables del mas allá.
Seguramente no hay nada que de forma más concreta pueda sugerirnos la idea de inmovilidad que una momia; sin embargo, para el egipcio de la antigüedad la momia representa un marcado concepto de cambio, de evolución y desarrollo en la larga cadena que representa la metamorfosis que todo ser, dios o mortal debe atravesar para alcanzar la perfección. Cada apariencia, cada aspecto de la realidad no son sino un momento transitorio que complementa el engranaje sin fin de un ciclo eterno.
La Piedra de Rosetta es un fragmento de una estela más grande, aunque posteriormente no se encontraron otras partes en el lugar en que fue hallada. Debido a que le faltan fragmentos, ninguno de sus textos está completo. El más dañado es el superior, escrito en jeroglífico, del que sólo son visibles catorce líneas, todas interrumpidas en su lado derecho y doce de ellas incompletas en el lateral izquierdo. El siguiente registro escrito en demótico ha sobrevivido mejor, pues tiene treinta y dos líneas, catorce de las cuales están ligeramente dañadas en el lado derecho. El texto inferior en griego cuenta con cincuenta y cuatro líneas, veintisiete de ellas completas y el resto gradualmente dañadas por la rotura diagonal de la esquina inferior derecha de la estela.
Posible recreación de la Rosetta
La Piedra de Rosetta tiene 112,3 cm de altura, 75,7 cm de ancho y 28,4 cm de espesor, mientras que su peso se estima aproximadamente en 760 kilogramos. Presenta tres inscripciones: la superior en jeroglíficos del antiguo Egipto, la central en escritura demótica egipcia y la inferior en griego antiguo. La superficie frontal está pulida y las inscripciones ligeramente incisas en ella, los laterales están suavizados y la parte posterior está toscamente trabajada, sin duda porque no estaba a la vista en su ubicación original.
El monte Rushmore
Subcategoría: escultura en montaña
Quizá sea la escultura más famosa del mundo sobre una montaña. Las habrás visto en infinidad de películas… aunque seguramente no sepas demasiado sobre ella. Es el Monte Rushmore, y se encuentra en Keystone, Dakota del Sur. Representa los primeros años de historia de los Estados Unidos, con la imagen de sus cuatro presidentes: George Washington, Thomas Jefferson, Theodore Roosvelt y Abraham Lincoln.
Cada una de las cabezas mide 18 metros de altura, y en promedio la nariz de cada presidente mide 6 metros de largo, la boca 5,5 metros de ancho, y los ojos unos 3,4 metros de un extremo a otro.
Fue obra de Gutzon Borglum, un artista nacido en Idaho. En 1927 comenzó las tareas en el monte Rushmore, ayudado por 400 trabajadores. La obra duro 14 años, y el murió pocos meses antes de su conclusión, que fue el 31 de octubre de 1941. Su propio hijo la acabo.
Piedra de Donama
Subcategoría: petroglifos
La piedra de Donama es una roca en la Sierra Nevada de Santa Marta, en el departamento de Magdalena, Colombia, en la cual están grabados muchos petroglifos, representando símbolos zoomorfos y abstractos. Sus dimensiones son aproximadamente 4 metros de diámetro y 3 de altura.
Se supone que los que hicieron esta talla fueron los Tayronas, en una época entre el 500 y el 1525. Hasta ahora se desconoce el significado de estos petroglifos. Algunos chamanes le dan varios significados simbólicos y espirituales. Según el investigador italiano Yuri Leveratto la piedra de Donama podría ser la rapresentacion simbólica de un cerebro. De hecho, la mente fue muy importante en la cosmogonía Tayrona y lo es en la actual filosofía de los Kogui e Ika.
La Sierra Nevada de Santa Marta, en Colombia, es un macizo montañoso inmenso (aproximadamente 17.000 kilómetros cuadrados). Las cimas Colón y Bolívar (ambas a 5775 metros sobre el nivel del mar), son las más altas de Colombia y también las más altas del mundo cercanas al mar (no más de 42 kilómetros en línea recta).
En esta enorme área protegida, en la cual hay unos 40 valles diferentes, con ríos de diverso caudal y longitud, vivió, hasta 1600, el pueblo de los Tayrona, que hablaba una lengua parecida al Chibcha, como los Muiscas del altiplano cundiboyacense.
Estos indígenas vivían en cuatro centros principales: Bonda y Chairama (hoy Pueblito), cerca a la costa, Pocigueica y Teyuna (hoy Ciudad Perdida), al interior de la Sierra Nevada.
El sitio arqueológico definitivamente más importante de la Sierra Nevada es la Ciudad Perdida de los Tayrona o Teyuna, la cual fue descubierta sólo en 1975. Se trata de un conjunto de terraplenes delimitados por muros de contención donde estaban ubicadas las cabañas, usadas no sólo como casas sino también como recintos ceremoniales.
En uno de los valles de la Sierra Nevada se encuentra un imponente petroglifo llamado Piedra de Donama. Es una roca enorme, de aproximadamente cuatro metros de diámetro y tres de altura, de forma ovalada, en la cual están esculpidos extraños signos aparentemente abstractos, que se confunden los unos con los otros. En otras rocas cercanas hay algunos símbolos de aves, animales que representan el cielo, por lo que son sinónimo de cercanía al Sol, el Creador, el mundo que viene, o bien, el del futuro.
Sin embargo, los signos en la piedra son un misterio, ya que nadie conoce realmente su significado y los mismos Kogui, descendientes directos de los Tayronas, no saben o no quieren revelar el código que está escondido allí.
En mi opinión, la piedra de Donama podría ser la representación de un cerebro humano, y con esto los Tayrona tal vez quisieron decir que el cerebro del hombre es capaz de hacer cosas extraordinarias y maravillosas. De hecho, el cerebro, en la cultura Tayrona y hoy en la cultura Kogui, tiene un gran significado. Es considerado como la sede de la fuerza y la fertilidad y se tiene gran respeto al alcance de su poder.
Según algunos investigadores, los signos grabados en la roca son un código cifrado, una especie de Piedra de Rosetta de la civilización Tayrona, con la cual se fundamentaba el respeto a la naturaleza y la convivencia pacífica del hombre con sus semejantes, en total armonía con la Madre Tierra. Este orden fue destruido por la llegada del hombre blanco hace aproximadamente 500 años y aún no se ha restablecido, incluso parece que hoy en día el hombre se está arrastrando cada vez más hacia la barbarie.
YURI LEVERATTO
Piedra de Scone
La Piedra del Destino, también conocida como Piedra de Scone o Piedra de la Coronación (en Gaélico escocés clach-na-cinneamhain, clach Sgàin o también Lia(th) Fàil), es un bloque de piedra arenisca, históricamente conservada en la Abadía de Scone (hoy derruida y sustituida por el Palacio de Scone), que se empleaba en las ceremonias de coronación de los reyes escoceses durante la Edad Media. En el siglo XIII la Piedra fue capturada por el rey Eduardo I de Inglaterra y llevada a la Abadía de Westminster en Londres, para emplearla en la coronación de los reyes ingleses. En 1996, el Gobierno Británico decidió devolver la Piedra a Escocia, con la condición de que volviera a Londres para su uso en futuras coronaciones, por lo que ahora puede ser vista en el Castillo de Edimburgo, junto con las joyas de la corona escocesa.
La piedra del destino es la piedra sagrada de los escoceses, y es también conocida como piedra scone, piedra de la coronación, almohada de Jacob y piedra que canta (se dice que cantaba al coronarse sobre ella un rey de su gusto).
Esta piedra solo tiene como inscripción una cruz latina. Aunque en su libro “monumentos celtas” el cronista medieval Giraldus de Cambrai, dice que vio el siguiente lema escrito en la misma:
“Si el destino es verdadero, luego los escoceses serán conocidos por haber sido reyes donde sus hombres encuentren esta piedra”
La piedra del destino tiene un peso de unos 152 kilogramos y mide de 66 centímetros de largo, por 28 de ancho y 41,60 de alto.
La leyenda oficial de los reinos de Escocia e Inglaterra afirma que la Piedra del Destino es la utilizada por Jacob para apoyar la cabeza en el pasaje del Génesis en el que sueña con la llamada Escalera de Jacob (Génesis 28:10-18). Luego la leyenda sostiene que esta roca fue robada al heredero de la Piedra de Jacob, Moisés, luego que este la dejara a orillas del mar rojo en la guerra contra Egipto y fue llevada a Escocia por la hija de un Faraón egipcio, llamada Scota o Scot, apóstol de los pictos, durante su tarea de evangelización. Scota era la hija de un faraón egipcio, un contemporáneo de Moisés, que se casó con Geytholos (Goidel Glas) y se convirtió en la fundadora epónima de los escoceses y los galos después de ser exiliados de Egypto. Las primeras fuentes de Escocia afirman que Geytholos era “un rey de los países de Grecia, Neolus o Heolaus, por su nombre”, que fue exiliado a Egipto y entró al servicio del Faraón, casándose con la hija del Faraón llamada Scota. Varias versiones hay de cómo llegó a ser Gaythelos y su esposa expulsados de Egipto, por una revuelta tras la muerte de Faraón y su ejército en el Mar Rojo, tras ser derrotados por Moisés, o en el terror de las plagas de Egipto, o después de la invasión de los etíopes, se les da, pero el resultado es que Gaythelos y Scota se exiliaron juntos con los nobles griegos y egipcios, y asombrado los príncipes por el poder creciente del Jefe de los hebreos y por las plagas que cayeron sobre Egipto, huyeron de aquel país y se vinieron a España, trayéndose la Piedra de Jacob que ya tenía fama de operar grandes prodigios y de dar suerte y protección a quien la poseía, y se instalan en Hispania después de vagar durante muchos años. Es en la Península Ibérica donde se asientan en la esquina noroeste de la tierra, en un lugar llamado Brigantia (en la ciudad de La Coruña, que los romanos conocían como Brigantium). A pesar de que estas leyendas varían, todos coinciden en que Scota fue la fundadora epónima de los escoceses y que también dio su nombre a Escocia.
Otra variación de la historia de esta piedra tan curiosa y llena de misterios es la del escritor Joaquín Trincado Mateo en el libro Conócete A Ti Mismo, la cual coincide en la mayor parte con la leyenda escocesa pero este introduce la interpretación del sueño de Jacob al pie de esta piedra, la Escalera de Jacob, por la que, incesantemente, subían y bajaban seres que él veía y conservo esa piedra para recordarse de la visión que considero un peligro por quedarse dormido y peligro en lengua hebrea antigua se pronunciaba ”cristo” según este autor por lo que esta versión de la historia dice que esa piedra es el cristo original y de ella proviene el origen filológico de esa famosa palabra ya que así le llamaban los israelitas desde la época de Jacob. Luego varia con respecto a la leyenda escocesa en su traslado, pues esta versión dice que esa piedra, llamada cristo por los egipcios bajo el mando de Aitekes (Goidel Glas) jefe del ejercito de Faraón convencidos de que era esa piedra el dios que hacia poderoso a Moisés, en posesión de esa piedra-fetiche, la hace dios-cristo y roba a Israel sus doctrinas, llamándolas evangelio y se las da a la famosa piedra, Cristo-dios y luego aitekes, en posesión de ese dios, forma una brigada y se hace peregrino para encontrarle un reino al nuevo Dios y llega cerca de Finisterre y le hacen trono, fundando así la religión cristiana en la ciudad de Brigantium, conocida hasta hoy en Galicia, España desde hacía 17 siglos hasta que el apóstol Santiago de España llega ahí para predicar la palabra de Jesús y la piedra es llevada a Irlanda por los cristianos originales.
Silla de la Coronación o Silla de San Eduardo de la Abadía de Westminster, con la Piedra del Destino bajo el asiento.
Los orígenes históricos de la Piedra como elemento de los rituales de coronación tampoco están muy claros. Lo más probable es que se trate del antiguo sitial de coronación de los Dalriadas, originalmente instalado en Dunadd, traído a Antrim primero, luego a Argyll y finalmente a Scone (en el norte de Perth, su ubicación definitiva durante al menos cuatro siglos. Todos los reyes escoceses fueron coronados sobre esta piedra, al menos desde Kenneth I de Escocia (847) hasta John Balliol (1296).
Durante la Edad Media, la Piedra del Destino apenas sufrió traslados ni modificaciones. Una leyenda tradicional afirma que Roberto I de Escocia (Robert the Bruce) regaló un pedazo a los irlandeses en agradecimiento por su colaboración en la batalla de Bannockburn. El fragmento de piedra, otorgado a Cormac McCarthy, rey de Munster, fue instalado en su fortaleza del Castillo de Blarney, por lo que pasó a ser denominada Piedra de Blarney.
En 1296, en un intento por despojar a Escocia de sus símbolos básicos de identidad, el rey Eduardo I de Inglaterra saqueó la Abadía de Scone y se apropió de la Piedra del Destino como botín de guerra, instalándola en la Abadía de Westminster para su uso en las ceremonias de coronación. Para ello, hizo construir una silla especialmente diseñada (conocida por ello como la Silla de San Eduardo), sobre la que desde entonces han sido coronados todos los reyes británicos excepto María II de Inglaterra. Hay leyendas sin embargo que afirman que Eduardo I no logró llevarse la auténtica piedra, ya que los monjes de la Abadía de Scone la ocultaron y entregaron al rey inglés una copia o falsificación.
En 1328, durante las conversaciones de paz entre los reinos de Escocia e Inglaterra, parece ser que el rey Eduardo III de Inglaterra se comprometió a devolver la Piedra a Escocia. Sin embargo, dicha condición no formó parte del definitivo Tratado de Northampton, por lo que la piedra se conservó en la Abadía de Westminster sin interrupción durante más de seis siglos. Con la unificación de las coronas de Escocia e Inglaterra bajo la dinastía de los Estuardo, los reyes de Escocia volvieron a ser coronados sobre la Piedra del Destino, aunque sin que ésta se desplazase de su ubicación en ningún momento.
Durante el siglo XX la Piedra del Destino realizó dos viajes muy distintos a Escocia: uno furtivo y temporal, y otro oficial y definitivo.
El primero de ellos tuvo lugar en 1950, cuando, el día de Navidad, cuatro estudiantes escoceses robaron la piedra de su ubicación en la Abadía de Westminster y emprendieron un viaje con ella hacia Escocia. Durante el proceso de extracción de la Piedra de su lugar en la Silla de San Eduardo, la piedra se partió en dos. Después de esconder la mayor de las partes en Kent durante semanas, los estudiantes ocultaron la piedra en la parte trasera de un coche y se arriesgaron a cruzar la frontera, plagada de controles policiales. El fragmento más pequeño de la Piedra hizo un camino similar: tras pasar unos días en Leeds, llegó a manos de un veterano político de Glasgow, quien hizo que fuera reparada por el cantero profesional Robert Gray.
Dado que el Gobierno Británico había organizado una extensiva búsqueda, y que la opinión pública no se mostraba tan favorable al robo como sus autores esperaban, la Piedra fue abandonada en la Abadía de Arbroath, el 11 de abril de 1951. Es imposible saber si la intención de los secuestradores era devolver la piedra o si esperaban que la Iglesia de Escocia la protegiese de los ingleses. Lo cierto es que cuando la policía supo de su localización, la reclamó y la devolvió a su lugar en la Abadía de Westminster, a tiempo para la coronación de la reina Isabel II de Inglaterra en 1953. Nuevamente, circularon leyendas que decían que la piedra devuelta no era la original sino una copia, repitiendo así los rumores respecto a su entrega original en el siglo XIII.
La devolución real y definitiva de la Piedra a Escocia se produjo en 1996, a iniciativa del gobierno conservador del Primer Ministro John Major. La Piedra hizo el camino desde Londres custodiada por el ejército, hasta ubicarse en el Castillo de Edimburgo, donde hoy puede contemplarse junto al resto de las Joyas de la Corona escocesa.
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