Este Mundo, a veces insólito

Calendario
noviembre 2019
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930  

Archivo mensual: noviembre 2019

Gran Adriá

Gran Adria

Un continente perdido quedó preservado en montañas del Mediterráneo

MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) –

Un trozo de corteza continental del tamaño de Groenlandia, que una vez se separó del norte de África, se hundió en el manto de la tierra bajo el sur de Europa. Restos del continente perdido del Gran Adria han sido identificados por geólogos de varios países al investigar todas las cadenas montañosas desde España hasta Irán en detalle durante diez años. Los resultados de la investigación se publican en la prestigiosa revista Gondwana Research.

Derechos de autor de la imagen Gentileza Douwe van Hinsbergen Image caption El continente de Gran Adria chocó contra el sur de Europa hace entre 100 y 120 millones de años.

Hay restos de este continente perdido en más de 30 países. Pero solo ahora un grupo de geólogos logró reconstruir su historia.

“La mayoría de las cadenas de montañas que investigamos se originaron en un solo continente que se separó del norte de África hace más de 200 millones de años”, dice en un comunicado el investigador principal Douwe van Hinsbergen, profesor de Tectónica Global y Paleogeografía en la Universidad de Utrecht. “La única parte restante de este continente es una franja que va desde Turín a través del mar Adriático hasta el talón de la bota que forma Italia”. Los geólogos se refieren a esa área como “Adria”. Van Hinsbergen ha llamado al continente perdido “Gran Adria”.

La masa terrestre ya había sido detectada por ondas sísmicas en el pasado, pero el estudio de sus restos y la reconstrucción de su historia no tiene precedentes.

Los únicos restos visibles del continente son piedras calizas y otras rocas en cadenas montañosas

Pero la mayor parte del continente se encuentra sepultada bajo el sur de Europa.

La mayor parte de este continente estaba situado bajo el agua y formaba mares tropicales poco profundos en los que se depositaban sedimentos, por ejemplo en grandes arrecifes de coral. Las rocas sedimentarias, en particular, fueron raspadas cuando el resto del continente se subdujo al manto. Estas raspaduras son ahora los cinturones de montaña de los Apeninos, partes de los Alpes, los Balcanes, Grecia y Turquía.

La región mediterránea está geológicamente entre las regiones más complejas de la Tierra. La tectónica de placas, la teoría que explica la formación de continentes y océanos, supone que las diversas placas de la Tierra no se deforman internamente cuando se mueven unas con respecto a otras a lo largo de grandes zonas de falla. Sin embargo, en la región mediterránea, y especialmente en Turquía, ese no es el caso.

“Es simplemente un desastre geológico: todo está curvado, roto y apilado. Comparado con esto, el Himalaya, por ejemplo, representa un sistema bastante simple. Allí puede seguir varias líneas de falla grandes en una distancia de más de 2.000 kilómetros”, explica el autor del estudio.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-49649848

https://www.vix.com/es/ciencia/219376/descubrieron-un-continente-perdido-bajo-europa-y-su-historia-es-fascinante

Colisión con Europa

Gran Adria tiene una historia violenta y complicada, según Van Hinsbergen.

El continente se convirtió en una masa separada cuando se desprendió del supercontinente Gondwana, que comprendía lo que es actualmente América del Sur, África, Australia, Antártica, el subcontinente indio y la Península Arábiga.

Derechos de autor de la imagen Gentileza Douwe van Hinsbergen Image caption Estas rocas de piedra caliza en las montañas Taurus en Turquía son restos visibles de Gran Adria.

Luego de esa fractura, que tuvo lugar hace cerca de 240 millones de años, el continente de un tamaño similar a Groenlandia comenzó a desplazarse hacia el norte.

Hace unos 140 millones de años el continente estaba sumergido en gran parte bajo un mar tropical, donde los sedimentos acumulados se transformaron en roca.

Y hace entre 100 y 120 millones de años esta gran masa chocó con lo que es actualmente Europa y su corteza se hizo añicos.

Gran parte de Gran Adria acabó deslizándose debajo de Europa, pero algunas rocas del continente perdido, que fueron “raspadas” en la colisión, fueron esparcidas en la superficie terrestre.

Derechos de autor de la imagen Science Photo Library Image caption Hace 258 millones de años, el supercontinente llamado Pangea no se había dividido aún entre Laurasia, al norte, y Gondwana al sur.

Si bien la colisión tuvo lugar a velocidades no mayores de 3 o 4 centímetros por año, esa presión fue suficiente para destrozar la corteza de 100 km de profundidad y enviar el resto del continente a grandes profundidades en el manto terrestre.

Los científicos señalan que partes de Gran Adria se encuentran a unos 1.500 km de profundidad.

Más de 200 millones de años después, la historia de Gran Adria ha sido reconstruida paso a paso por los geólogos de universidades de Utrecht y de Oslo, y del Instituto de Geofísica ETH, en Zúrich (Suiza).

“Todo está curvado, fracturado y apilado”

Los investigadores estudiaron la edad de las rocas y constataron la dirección de campos magnéticos atrapados en ellas.

Una de las mayores dificultades para estudiar el continente perdido es que las rocas están tan dispersas.

Y solo en la última década los científicos han contado con el software necesario para una reconstrucción geológica tan compleja, según explicó Van Hinsbergen.

“La región del Mediterráneo es simplemente un desorden desde el punto de vista geológico”, afirmó el investigador.

“Todo está curvado, fracturado y apilado”.

El hundimiento de este microcontinente, y los consiguientes movimientos tectónicos de la evolución de la Tierra, dieron posteriormente lugar a la aparición de diversos mares-océanos, como el Océano Paratetis (34 a M.años), el Mar de Panonia (10 M.años), y al final el Mediterráneo, que después de diversas vicisitudes llegó a su estado actual.

Mega Pacífico

Mega Pacífico

El Pacífico será el único océano de la Tierra en el futuro, según científicos

Científicos de la Universidad de Curtin, en Australia, aseguraron que posiblemente el océano Pacífico el cual es la parte del océano mundial de mayor extensión de la Tierra, se expandirá hasta convertirse en el único “superocéano” del nuevo “supercontinente”.

Según un estudió realizado por los investigadores, los “supercontinentes” se concentraron y se separaron mediante dos procesos alternos denominados como “introversión” y “extroversión”.

En este sentido, durante el primero de estos procesos, el continente comienza a dividirse en masas de tierra separadas por un nuevo océano interno, donde se activan procesos de subducción, haciendo que la corteza oceánica se sumerja en el caliente manto de la Tierra y el océano vuelve al interior del planeta. Los continentes se reúnen y forman un nuevo supercontinente rodeado por el mismo superocéano que estaba allí antes.

En cuanto al proceso de extroversión, los procesos de subducción ocurren en el superocéano el cual rodea un supercontinente, mientras que el océano interior se transforma en un nuevo superocéano que rodea este nuevo supercontinente.

Por otro lado, según revelaron los especialistas australianos, el supercontinente Pangea, el cual existió aproximadamente 335 millones de años, y el cual agrupaba la mayor parte de las tierras emergidas del planeta, se formó cuando el supercontinente Rodinia, el cual existió hace 1.100 millones de años, se volvió del revés a consecuencia de fuerzas tectónicas y consumió el superocéano que lo rodeaba a través del proceso de la extroversión.

El supercontinente Rodinia, se formó a través del proceso de introversión tras la fragmentación del anterior supercontinente Nuna, mejor como Columbia, el cual existió, aproximadamente unos 1.800 millones de años, según reseñó Russia Today.

Cabe destacar que tanto la reunión como la separación de los supercontinentes antiguos, se produjo mediante de ciclos alternados que duraban uno 600 millones de años, explicó el principal investigador del estudio, Zheng-Xiang Li.

Existen, fundamentalmente, cuatro escenarios probables para dicha formación: Novopangea, Pangea Última, Aurica y Amasia. Cómo se pudiera formar cada uno depende de diferentes factores, pero todos están relacionados con el modo en que Pangea se separó y con el movimiento actual de los continentes.

Todo el mundo está de acuerdo en que si se elija cualquiera de esas posibilidades, como futuro posible, se llegará a un gran mar al que se le denomina Mega Pacífico.

Algunos sugieren otra posibilidad, intermedia, como el Super Atlántico.

Novopangea

Amasia

Mar de los Sargazos

Mar de los Sargazos

Mapa del mar de los Sargazos, con indicación de las corrientes marinas circundantes

El mar de los Sargazos es una región del océano Atlántico septentrional que se extiende entre los meridianos 70º y 40º O y los paralelos 25º a 35º N, y que en los siglos XVII y XVIII tuvo la tétrica fama de ser lugar de cementerio de buques de navegación a vela. Es el único mar definido por características físicas y biológicas sin incluir la presencia de costas.

De Wikipedia

Características físicas

El sector, con una superficie total —aunque variable— de 3 500 000 km², se caracteriza por la frecuente ausencia de vientos o corrientes marinas, y la abundancia de plancton y algas, estas últimas formando «bosques» marinos superficiales que pueden extenderse de horizonte a horizonte y que constituyeron junto a las «calmas chichas»1​ un formidable escollo para la navegación desde la época del descubrimiento de América. Las corrientes circundantes se interceptan tangencialmente impulsando las aguas interiores en lentos círculos concéntricos de sentido horario, cuyo amplio centro no tiene movimiento aparente y es de una calma eólica notable. En efecto, el área, de forma ovalada, es de límites difusos ya que no baña tierra firme —con la única excepción de las islas Bermudas—, y sus límites los constituyen importantes corrientes oceánicas: al Oeste la corriente del Golfo, al Norte la corriente del Atlántico norte y al Sur una de las corrientes ecuatoriales.

Las corrientes que lo circundan determinan un sistema de aguas superficiales relativamente cálidas que se mueven muy lentamente en sentido horario, sobre las aguas más profundas del océano, mucho más frías y densas. Esta estratificación del agua por densidades, provocada por la diferencia de temperatura, tiene importantes consecuencias ecológicas. En las aguas superficiales, donde llega la luz, abunda el plancton vegetal, que consume sales como los fosfatos y nitratos. Debido a la diferencia de densidad, el agua de la superficie apenas se mezcla con el agua fría y rica en minerales de las capas inferiores, que podría reponer las sales consumidas. Por esta razón, en las regiones superiores del mar de los Sargazos apenas existe vida animal, y carecería de interés biológico si no fuera por el alga que le da el nombre, el sargazo (género Sargassum), que forma grandes campos, rebosantes de organismos marinos.

El mar de los Sargazos fue uno de los descubrimientos de Cristóbal Colón en su primer viaje a América y en el siglo siguiente se comenzó a gestar fama de cementerio de barcos.

Historia de su denominación

Alga de sargazo.

Fueron los navegantes portugueses quienes pusieron el nombre al alga y al mar. El sargazo es un alga que forma grandes conjuntos enmarañados, que se mantienen a flote por medio de vejigas llenas de gas, y se extienden hasta el horizonte. Con frecuencia, los barcos portugueses se veían frenados por las algas, e incluso llegaban a quedar atascados en ellas, lo que daba a las tripulaciones tiempo de sobra para estudiarlas. Como estos hombres venían de un país donde abundan las vides, los conjuntos de vejigas de gas de aquella planta les parecieron racimos de uvas de una variedad denominada salgazo. Así fue como el mar de los Sargazos adquirió su nombre. El sargazo desciende de un tipo de alga que suele crecer adherida a las rocas cerca de la costa, pero se adaptó del todo a la vida pelágica y ahora flota en las capas superiores del océano.

El mar de los Sargazos, de forma ovalada o elíptica, se localiza en el Atlántico norte. Al oeste se encuentra la Corriente del Golfo, al este la corriente de Canarias y al sur la Corriente Ecuatorial del Sur. Ocupa casi dos terceras partes del océano con sus 5.2 millones de km2, 1,107 kilómetros de anchura y 3,200 kilómetros de longitud. Las únicas masas de tierra dentro de su espacio natural son las islas Bermudas.

La corriente del Golfo impide que el agua caliente del mar de los Sargazos se desborde hacia aguas más frías que se encuentran fuera de sus límites. La profundidad es variable; en algunas zonas registra unos 1,500 metros y en otras alcanza 7,000 metros.

Formación

Como parte del océano Atlántico, el origen del mar de los Sargazos está ineludiblemente ligado a este, que se formó a partir de los procesos geológicos en la corteza del extinto océano Tetis. Una grieta en Pangea, entre lo que hoy son Norteamérica y África, abrió un espacio en el que se vació agua de Tetis y conformó parte del norte del océano Atlántico hace más de 100 millones de años. La fragmentación de Gondwana durante el Cretácico medio abrió el Atlántico sur, y todo el océano continuó creciendo durante la era Cenozoica. El fondo y las islas que emergen del agua fueron formados por actividad volcánica.

En realidad, el mar de los Sargazos es un giro anticiclónico en el centro del norte del Atlántico que se mueve en el sentido de las agujas del reloj, como producto de las corrientes oceánicas que lo rodean. Es parte del Giro del Atlántico Norte.

Biodiversidad

Las características de sus aguas lo hacen un mar singular. La alta salinidad y los bajos niveles de nutrientes impiden que el plancton, parte esencial de la cadena alimentaria marina, pueda sobrevivir, por lo que no existe gran diversidad de peces o de otros tipos de animales. Por estos motivos, se le ha descrito como un desierto biológico marino.

Sus habitantes más notables son los sargazos, que en conjunto han creado el ecosistema permanente de algas flotantes más grande del norte, y el que despierta gran fascinación entre los biólogos. Grandes parches de estos organismos suelen verse flotando en la superficie, debido al efecto del giro, que concentra los materiales en el centro, y a sus propias vejigas llenas de gas. Conforman el hogar de más de 60 especies de seres vivos, en especial pequeños cangrejos y peces como el atún rojo.

Línea de sargazo.

Hay 10 especies endémicas de los bosques flotantes de algas, entre ellas: el cangrejo Planes minutus, el camarón Latreutes fucorum, el pez Syngnathus pelagicus, la anémona Anemonia sargassensis, el molusco Scyllaea pelagica, el caracol Litiopa melanostoma, los anfípodos Sunampithoe pelagica y Biancolina brassicacephala y Hoploplana grubei, un platelminto. Además, se reconocen más de 145 especies de invertebrados que viven en estrecha asociación con los sargazos.

Es de especial interés el papel que el mar juega en el desove de la anguila americana (Anguilla rostrata) y la anguila europea (Anguilla anguilla), cuyas larvas emergen desde ahí y después viajan hacia sus lugares de origen, hasta que años después regresan para poner sus propios huevos. No obstante, no se conocen bien sus patrones de migración y no se sabe de ninguna anguila adulta que viva en el mar. El marlín blanco (Kajikia albidus), el tiburón cailón (Lamna nasus) y el pez dorado (Coryphaena hippurus) también desovan en sus aguas.

Las tortugas caguamas (Caretta caretta) se han visto entre los sargazos, posiblemente para protegerse de los depredadores. Asimismo, ballenas jorobadas visitan las aguas cercanas a las Bermudas durante su migración. En general, el mar de los Sargazos es una región marina que ofrece zonas de desove, hábitats, zonas de alimentación y rutas de migración a muchas especies.

Amenazas

Así como concentra gran cantidad de sargazo debido al giro como producto de las corrientes, almacena también basura. El mar de los Sargazos está amenazado por la contaminación por basura, sobre todo residuos plásticos, por el vertido de sustancias químicas, por el impacto de la navegación (tráfico) cuando esta perturba los hábitats de las especies, y la sobrepesca o explotación excesiva de otras especies marinas. Todo esto es a pesar de su lejanía con las costas. Incluso, se cree que en un futuro podría ser afectado por la recolección de abundante sargazo, el organismo clave, y que el cambio climático llevaría a la acidificación.

La importancia biológica del mar es importante para la vida natural en el Atlántico norte. Se ha establecido algunos acuerdos para protegerlo; uno de los últimos se llevó a cabo en 2014 cuando los gobiernos de Bermudas, Reino Unido, Mónaco, Estados Unidos y las islas Azores firmaron una declaración que los compromete a cuidarlo, conocida como la Declaración de Hamilton.

En la cultura popular

Las características singulares del mar de los Sargazos, con una extensión equivalente a un tercio de la superficie de Estados Unidos constituyó un formidable escollo para la navegación a vela, inspirando innumerables leyendas y mitos sobre las que posteriormente se crearon obras de ficción:

Mar de Champlain

Mar de Champlain

El mar de Champlain

El mar de Champlain fue un entrante temporal del océano Atlántico en la costa noroccidental de América del Norte creado por los glaciares en retroceso al final de la última edad de hielo.12​ El mar ocupaba tierras en lo que hoy son las provincias canadienses de Quebec y Ontario, así como partes de los estadounidenses estados de Nueva York y Vermont.3

La masa de hielo de las capas de hielo continentales había deprimido la roca bajo ella durante milenios. Al final de la última edad de hielo, mientras la roca todavía estaba deprimida, los valles del río San Lorenzo y del río Ottawa, así como el actual lago Champlain, estaban por debajo del nivel del mar y fueron inundados una vez que el hielo ya no impedía que el océano fluyera en la región.4​ A medida que la tierra se fue elevando poco a poco de nuevo (un proceso conocido como rebote isostático), la costa del mar se fue retirando gradualmente a su ubicación actual.

El mar se extendió desde hace unos 13.000 años hasta hace unos 10.000 años y se fue reduciendo de forma continua durante ese tiempo, a medida que los rebotes del continente lo elevaban lentamente sobre el nivel del mar. En su apogeo, el mar se extendía en el interior al sur hasta el lago Champlain; al oeste, poco más allá de la actual ciudad de Ottawa, Ontario; y al norte, más arriba del río Ottawa pasado Pembroke.5​ Los glaciares que permanecieron alimentaron ese brazo de mar durante un tiempo, por lo que era más salobre que el habitual agua de mar. Se estima que el mar estaba hasta 150 m sobre el actual nivel de los ríos San Lorenzo y Ottawa.6

La mejor evidencia de este antiguo mar es la gran llanura de barro depositado a lo largo de los valles de los ríos Ottawa y San Lorenzo.7​ Esto dio lugar a tipos de bosque distintivos8​ y grandes humedales. Otra evidencia moderna de ese mar se puede ver en la forma de fósiles de ballenas (belugas, ballenas de aleta,9​ y ballenas de Groenlandia) y conchas marinas10​ que se han encontrado cerca de las ciudades de Ottawa (Ontario) y Montreal (Quebec). También hay fósiles de peces oceánicos como capelán.11​ El mar también dejó antiguas líneas de costa en las antiguas regiones costeras y yacimientos de arcilla Leda en las zonas de aguas más profundas.12

La ribera norte del lago se encontraba en el sur de Quebec, donde los afloramientos del escudo canadiense forman el escarpe Eardley. Este escarpe todavía tiene plantas distintivas que pueden datarse hasta el mar.13​ El escarpe Eardley es conocido localmente como colinas de Gatineau (parte de la falla Mattawa en el borde sureste del graben Ottawa-Bonnechere, en el este de Ontario y la región Outaouais de Quebec, más comúnmente conocida como el Valle de Ottawa).

Era un ambiente estéril, frío e inhospitalario.  No sabemos si hubo seres humanos en la región en ese tiempo.

Tesoro de Atreo

Tesoro de Atreo

Cerca de la salida.

Bóveda del Tesoro de Atreo.

El Tesoro de Atreo, también llamado Tumba de Atreo y Tumba de Agamenón, es la tumba abovedada, o tholos, más monumental que se conoce en Grecia se construyó en torno al 1250 a.C. Es la obra maestra de la arquitectura funeraria micénica.

Está en las afueras de Micenas, y en un principio se le atribuyó a Atreo, el padre del gran rey Agamenón, cabeza visible de la guerra de los aqueos contra Troya, puesto que suele datarse en el siglo XIII a. C.1

Esta tumba pertenece al arte cretomicénico. Sigue el modelo difundido por todo el Mediterráneo de tumba precedida por un corredor. En este caso, tiene dos cámaras, destacando la “falsa bóveda” de la más grande de ellas obtenida mediante la superposición de hiladas concéntricas de sillares que van reduciendo el espacio, por lo que sus presiones son verticales y no oblicuas, como en una verdadera bóveda.

Una parte del dintel de entrada al monumento fue sustraída por Thomas Bruce Elgin, entonces embajador británico ante el Imperio Otomano, y trasladada a Londres junto con esculturas del templo ateniense del Partenón (Mármoles de Elgin) y actualmente forman parte de la colección permanente expuesta en el Museo Británico.

Se cerraba con una doble puerta como indican los huecos de las bisagras conservados en el umbral. En su origen, la fachada estaba decorada: la puerta se enmarcaba entre dos semicolumnas de mármol verde decoradas en zigzag (algunos fragmentos están en el Museo Británico y en el Museo Arqueológico de Atenas.)

Sobre el dintel, el triángulo de descarga estaba flanqueado por dos semicolumnas y revestido con mármol polícromo adornado con bandas horizontales de espirales y rosetas. El tholos (la falsa cúpula) tiene un diámetro de 14,5 m y una altura de 13,2 m. Se construyó con 33 filas paralelas de sillares ortogonales con un estilo de construcción en el que en donde cada fila superior de piedras sobresale hacia el centro disminuyéndose así en cada una de ellas el diámetro del círculo.

El interior se hallaba decorado con piezas metálicas, fijadas con clavos, de los que aún pueden verse los agujeros que dejaron en la piedra. Una sala de menores dimensiones se sitúa en el lado norte de la cámara, cuyos muros estaban recubiertos originalmente con losas de piedra labrada. El Tesoro de Atreo fue en su época el mayor monumento arquitectónico del continente europeo. No debemos finalizar la visita a Micenas sin visitar este portentoso monumento, quizás el más impresionante de todo el yacimiento.

La visita de este colosal complejo sigue siendo hoy día uno de los momentos culminantes en un viaje a Micenas, a pesar de su desnudez, por estar desprovisto de todos los elementos que decoraban su fachada y el interior de la cámara. El dromos es extremadamente largo, unos 36 m por 6 m de ancho. En el punto de encuentro del dromos con la fachada, los muros del corredor alcanzan los 14 m de altura. El vano de la puerta, de forma trapezoidal, es también enorme: 5,4 x 2,6 m y da acceso al stomion o pasillo interior, cubierto por dos enormes dinteles de piedra, de 1 m de espesor y un peso aproximado de 120 toneladas el mayor de ellos. El bloque interior, de 8 x 5 m, presenta su cara lateral tallada siguiendo el contorno circular

Santuario Trekhostrovskoe

Santuario Trekhostrovskoe

(kapishche), región de Volgogrado, Rusia

49° 9’50.84”С  43°55’27.70”В

La estructura de culto “Santuario Trekhostrovskoe” debe su nombre al asentamiento más cercano: el pueblo de Trekhostrovskaya. Aquí está el santuario más antiguo y más grande de adoradores del fuego. Desde hace mucho tiempo la gente sabía que el lugar no es fácil. Vieron cómo las luces se queman por la noche sobre el santuario y vuelan en la oscuridad sobre la tierra. Y dicen que a veces aparece un pilar de luz sobre él, golpeando desde la tierra hasta el cielo.

El antiguo templo comenzó a revelar sus secretos a la humanidad solo a mediados de los 90. El descubrimiento, hecho famoso por el arqueólogo, profesor de la Universidad Estatal de Volgogrado, Anatoly Stepanovich Skripkin, era una sensación. La elección de los sacerdotes de la ubicación “santuario Trohostrovskoe” (energía, la seguridad de) para la construcción de un objeto tan culto claramente no era accidental. En tres lados de la zona rodeada por un canal del don, y en el noroeste de la estepa se extiende sin límites. Con toda probabilidad, el área meandro del Don percibido por la gente como el centro, una especie de “ombligo” de la tierra que habitan. La forma cíclica del santuario también es muy tradicional – que también es característico de Stonehenge (Inglaterra), Santuario de los celtas, germanos y eslavos anteriores. Es probable, evidencia de la existencia de una sola religión y la cultura en el territorio del continente euroasiático – la antigua aria (indoirania).

La elección de un lugar para la construcción del santuario, al parecer, estuvo acompañada de acciones rituales. Al menos, podría considerarse que fue elegido por los sacerdotes y fue acompañado por una cierta ceremonia. La entrega del santuario a la forma de la colina está conectada con las representaciones de la Montaña del Mundo o el Centro Mundial. El hecho es que el templo o santuario de muchos pueblos se percibía como el centro del Cosmos y se identificaba con la entrada a los tres reinos cósmicos: el cielo, la tierra y el infierno. El altar en el templo se consideraba el ombligo de la tierra, a través del cual se mantenían el orden mundial, la vida y la armonía. En la mitología india, el garante de estas virtudes era el dios del fuego Agni.

Se cree que el santuario de Trzechostrovsky es el único de su tipo en Europa, y tal vez en todo el mundo. En primer lugar, su tamaño es sorprendente: el área rodeada por un foso tiene aproximadamente 200 metros de diámetro, lo que es una vez y media más que el famoso Stonehenge inglés. Se enviaron muestras seleccionadas para el análisis de radiocarbono a diferentes laboratorios de universidades en los Estados Unidos y Alemania. Los resultados fueron impactantes: tres fechas ocurrieron a finales de la Edad del Bronce en los siglos XV-XIII. BC. e. y seis fechas de la época escita de los siglos VII-IV. BC. e. se obtuvieron en otros laboratorios.

Por lo tanto, el Santuario Trekhostrovsky es único en términos históricos. Monumentos similares en nuestra región, y de hecho el conjunto de la región de la estepa del Volga-Ural no es poco, lo que hace que sea muy importante en el estudio de la evidencia material de la edad de bronce y restaura creencias particulares y cosmovisión de los pueblos antiguos que habitaron la zona. No muy lejos del santuario está la Montaña Rumana, donde vienen ufólogos de todo el mundo.

El santuario de los adoradores del fuego parece una gran colina redonda, rodeada por todos lados por un amplio foso. El diámetro de la colina es de aproximadamente doscientos metros.

Los residentes locales han escrito sobre este lugar muchas historias misteriosas para atraer a los turistas. Pero estamos interesados ​​en el punto de vista de la ciencia.

Investigaciones de científicos mostraron que este santuario estaba dedicado al dios Agni y apareció hace unos cinco mil años. Es el edificio religioso antiguo más grande de Europa. En las fotos del satélite, el santuario parece un gran círculo. Incluyendo, y por lo tanto, algunos expertos llaman a este lugar el ombligo de la Tierra.

Había una vez una estufa gigante, un fondo y paredes, que, los constructores antiguos tendieron en piedra blanca. El calor en el horno de los adoradores del fuego, a juzgar por las piedras derretidas, alcanzó una temperatura de mil grados.

Los adoradores del fuego vienen periódicamente de todas partes de Rusia y celebran aquí sus misteriosos ritos.

Para esto, en la cima de la colina incluso pusieron círculos concéntricos de las piedras.

El suelo está cubierto de pequeñas monedas. Aparentemente, este lugar es visitado también por miembros de la secta secreta de esparcidores de monedas.

Extractos de diversos viajeros y visitantes:

***
“En el territorio de nuestra región hay un monumento arqueológico único, que no tiene análogos entre los sitios arqueológicos conocidos en el sur de Rusia. Este antiguo santuario está situado en la orilla derecha del Don en la curva de una pequeña meseta, a unos 7 km al norte de la localidad Trehostrovskoy Ilovlinsky Distrito. Es una estructura que difiere no solo en dimensiones impresionantes, sino también, como se vio después, con una arquitectura interna compleja.

Exteriormente, esta estructura es una altura artificial colina de 3 m y un diámetro de aproximadamente 150 m, rodeado por un potente ancho foso se varía de 24 a 32 m, y la moderna profundidad -. 2 m Por lo tanto, el diámetro de la construcción de acuerdo a los bordes exteriores del foso es cerca de 200 m. La parte central elevada se ve dañada por varios hoyos que quedan de la búsqueda del tesoro, que se llevó a cabo a principios del siglo 20 por la población local. Como resultado de la profundidad de excavación desde la superficie de fragmentos grandes de residuos de escoria vidriosos se han eliminado de la madera quemada, apelmazado marga rojiza masa “(c).

“A pesar de la cantidad limitada de información, ahora es posible abandonar las opiniones expresadas en el pasado por un número de investigadores sobre su propósito de producción. El análisis químico de las muestras mostró que esta estructura no era un horno de fundición de hierro, y remitirla a la Edad de Bronce generalmente elimina este problema. Las dimensiones de la estructura y nuestras ideas sobre su diseño también rechazan la posibilidad de usarlo para la preparación de carbón. La suposición hecha por nosotros desde el principio acerca de la designación religiosa del edificio nos fortaleció en este pensamiento durante su estudio posterior “(c).
“Se puede suponer que la construcción del santuario en el Don, a excepción de la salida del culto tradicional, y fue debido a algunas razones prácticas. Por ejemplo, como un acto de asignar un determinado territorio a un determinado grupo de la población. Esta existía la costumbre en la India védica, cuando se pensaba que la entrada legal a la posesión de la tierra comienza sólo después de la erección de un altar en honor del dios Agni ‘(c).

***
En general, los arqueólogos de Volgogrado tienden a creer que el “círculo de fuego” no es más que un templo gigante de zoroastrianos. Con la edad, los científicos aún no pueden determinarse – según algunas fuentes, el santuario de 3.300 años, según otros, en todas 2.500. Se han encontrado los sitios arqueológicos no hay fragmentos de cerámica o de los huesos, por lo que, en términos generales, el misterio del antiguo santuario aún no ha sido es revelado.

Es curioso que desde el descubrimiento, el “círculo de fuego” ya haya adquirido los mitos y se haya popularizado no solo entre los turistas, sino también entre los investigadores de otros mundos. Los residentes locales dicen que a veces hay ciudades enteras de tiendas de los ufólogos.

Llegamos a las montañas rumanas. No nos impresionó particularmente con su apariencia, vimos las elevaciones y son más interesantes. Aunque no, algo inusual todavía era. Habiendo llegado sin dificultad a la cumbre, nos encontramos con un paisaje tan pintoresco.

Los robles carbonizados parecían congelados en un baile extraño. Dicen que los rayos a menudo aquí, por lo tanto, los incendios. A sabiendas, la montaña atrae la atención de conocedores de ovnis y esoteristas: el espíritu místico vive allí.

Tjelvar

Tjelvar

La tumba de Tjelvars es un gran barco en Gotland.

Vista frontal del sitio funerario de Tjelvar, isla de Gotland, Suecia. ( CC BY-SA 2.0 )

Gotland, la isla más grande de Suecia, alberga iglesias medievales, ruinas de la catedral y numerosos sitios prehistóricos. Los sitios arqueológicos e históricos que salpican esta tierra forman una línea de tiempo del pasado de Gotland. Uno de esos sitios se conoce como la tumba de Tjelvar. Es un entorno de piedra en forma de barco que se encuentra en la costa este de la isla. Los sitios de este tipo se pueden encontrar en toda Escandinavia, por lo general se datan a principios de la Era Vikinga, a finales del siglo VIII dC. Sin embargo, la tumba de Tjelvar puede fecharse hasta la Edad de Bronce, anterior a los otros sitios en casi 2000 años. Desde la Edad de Bronce hasta la Era Vikinga, hasta nuestros días, este estilo ha resucitado y se siguen construyendo réplicas alrededor de Gotland y Escandinavia.

Según Gutasagan (La Saga de los Gotlandeses), escrita a principios del siglo XIII, es la tumba de Tjelvar, la primera persona en establecerse en Gotland hace unos 6000 años. Tjelvar es una figura en Gutasagan, donde se anuncia que fue el primero en hacer fuego en la isla, que antes se hundía en el océano durante el día y se levantaba por la noche, pero ahora se ponía de pie. El hijo de Tjelvar Havde (Hafþi) y su esposa Vitastjerna (Huítastierna) se convirtieron en los antepasados ​​de los habitantes. Según su nombre, será enterrado en la tumba de Tjelv en Gotland. Se ha supuesto que Tjelvar sería idéntico a Tjalve y, como sirviente del dios del trueno Tor, estaría asociado con el fuego.

La tumba de Tjelvar es una de las más famosas y populares de estas tumbas, ya que la leyenda de Tjelvar se ha entrelazado con la existencia de este sitio funerario de barcos de la Edad del Bronce durante milenios. Solo hay una fuente conocida que explica la leyenda de Tjelvar en lo que se refiere a la fundación de Gotland, pero también aparece en la Prosa Edda.

El Gutasaga es una saga sobre la historia de Gotland antes de su cristianización. Fue registrado en el siglo XIII dC y solo sobrevive en un solo manuscrito, The Codex Holm, B. 64. Fue escrito en el idioma nativo de la tierra, Old Gotnish, un dialecto del antiguo nórdico. La saga comienza con Gotland siendo descubierto por un hombre llamado Tjelvar. En esta leyenda, Gotland está bajo un hechizo que sumerge la isla en el mar durante el día y la saca del agua por la noche. Este hechizo se rompe cuando Tjelvar trae fuego a la isla. Los nietos de Tjelvar dividirían a Gotland en tres partes, o Tredingar, y esta división permaneció legal hasta 1747. Permanece dentro de la iglesia, que aún conserva esta división en tres Decanatos.

El “barco” tiene una longitud de 18 metros y un ancho de 5 metros. En las cercanías también se encuentran los restos de dos fuertes de la Edad del Hierro. Desde Slite, conduzca hacia el sur en la carretera 146 hacia Gothem y busque las señales en el lado derecho de la carretera.

Con fecha del 1100-500 aC, Tjelvar’s Grave es uno de los conjuntos de piedra en forma de barco mejor conservados de Gotland. La tumba mide 18 metros (59.06 pies) de largo y 5 metros (16.40 pies) de ancho. La altura de las piedras de la borda disminuye hacia el centro de la nave, que también se ha llenado de piedras para formar una cubierta de barco. Un ataúd de piedra saqueada, que contenía huesos cremados y algunos fragmentos de cerámica, fue descubierto en una excavación en la década de 1930.

El primer esqueleto hallado en Gotland hasta ahora data de hace 8000 años, pero esto fue antes de que los entierros en forma de barco fueran populares. Este tipo de sitios reemplazó el sitio de la tumba de estilo mojón, que estaba hecho de una pila de piedras. El barco de piedra, o la configuración del barco, era una costumbre de entierro temprana en Escandinavia. El sepulcro o el entierro de la cremación estaba rodeado por bloques o piedras ajustadas o sueltas en el contorno de un barco. Los eruditos han sugerido que el barco de piedra surgió del deseo de permitir que los muertos pasaran a la otra vida con todas sus pertenencias mortales. Alternativamente, el barco se asoció específicamente con el viaje a Hel, o donde llegaron los muertos para ingresar al más allá en la mitología escandinava La leyenda de Tjelvar

Información adicional presentada por Drew Parsons en septiembre de 2011: esta tumba data de finales de la Edad del Bronce entre el 1100 a. C. y el 500 aC, cuando los túmulos fueron reemplazados por tumbas en forma de bote. Cuando se excavó en la década de 1930, la cista robada reveló algunos huesos cremados y restos de tiestos. El esqueleto más antiguo hallado en Gotland hasta ahora data de hace 8000 años. La leyenda de que Tjelvar fue el primero en descubrir Gotland se ha entrelazado con la existencia de este sitio funerario de barcos de la Edad del Bronce durante milenios. Justo al norte de Aminne se pasa a través de Tjälder y unos cientos de metros más al norte, tomar el camino de grava al oeste hacia Bäl y Bjärs. El sitio está aproximadamente a 2 kilómetros por este carril. Referencias: Riksantikvarieämbetet Fornsök: Boge 28: 1; seegotland.se Sitio 66 Tumba de Tjelvar.

 

Ur

Ur

Situación de las ciudades de la antigua Mesopotamia. En la zona más meridional, junto a Eridu, está Ur.

Ur fue una antigua ciudad del sur de Mesopotamia. Originalmente, estaba localizada cerca de Eridu y de la desembocadura del río Éufrates en el golfo Pérsico. Hoy en día, sus ruinas se encuentran a 24 km al suroeste de Nasiriya, en el actual Irak.1

Los restos de Ur forman una colina de ruinas de 12 m de altitud en mitad del desierto de Irak, a unos 24 km al suroeste de Nasiriya. Las ruinas eran llamadas por los habitantes locales Tell al-Muqayyar (montículo de brea).

La primera investigación en la zona fue llevada a cabo por el cónsul británico en Basora J. E. Taylor en 1854 por sugerencia del Museo Británico. Ya entonces se encontraron tablillas que indicaban que los restos pertenecían a la Ur bíblica; sin embargo, esto no fue suficiente para que se realizasen investigaciones de importancia y poco después se abandonó el lugar, produciéndose saqueos. Miles de tablillas cuneiformes terminaron en los mercados de Bagdad y, desde allí, en colecciones privadas.

Restos de la ciudad de Ur con el Zigurat de Ur-Nammu al fondo. Restaurado en los años 70 para atraer turistas al área de Nasiriya.

Tras la Primera Guerra Mundial, Irak pasó a formar parte del Imperio británico. Esta situación fue aprovechada por el Museo Británico, que consiguió establecer excavaciones en Ur, Eridu y El Obeid entre 1918 y 1919. En 1920, arqueólogos de la Universidad de Pensilvania al mando de Leonard Woolley tomaron el relevo de los ingleses. En las excavaciones, que duraron hasta 1934, se encontraron numerosos objetos de valor, entre los que destacó el contenido de las llamadas Tumbas Reales.1

En la década de 1970 el gobierno de Saddam Hussein emprendió la restauración del zigurat de Ur-Nammu, que se convirtió en uno de los monumentos más importantes de Irak.

Historia

Los primeros restos de Ur pertenecen al período de El Obeid (V milenio a. C.), en el cual se produjeron los primeros asentamientos urbanos en la zona. Ur es, por tanto, una de las ciudades más antiguas de Sumeria.

Durante el IV milenio a. C. (período de Uruk) la gran cantidad de cerámica encontrada parece indicar que Ur pudo haber sido un centro importante de producción. Esta situación se prolongó hasta el período Yemdet-Nasr, hacia el 3000 a. C. En algún momento del milenio siguiente se produjo una inundación de carácter local que dejó una importante capa de lodo en los estratos.1

Período Dinástico Arcaico

El Estandarte de Ur fue hallado en una tumba perteneciente a los siglos XXVII-XXV, en el período Dinástico Arcaico. Representa diversas escenas de la vida cotidiana y de guerra.

La información de las capas pertenecientes al período Dinástico Arcaico es reducida, ya que unos 500 años después se derribó gran parte de las antiguas estructuras para construir otras más monumentales. Sin embargo, la historia de la ciudad puede reconstruirse sobre la base de inscripciones en otras ciudades.

En algunos textos de Lagash, ciertos monarcas de esa ciudad se atribuyen haber conquistado Ur, si bien no indican los nombres de los reyes derrotados. Tampoco en la lista Real Sumeria se menciona a esos conquistadores, sino que hace referencia a una cesión de la realeza desde Uruk, al monarca de Ur, Mesannepada. En los sellos de este rey se encuentra que se titulaba “rey de Kish“, título que podría hacer referencia no tanto a la ciudad acadia como a todo el territorio de la Mesopotamia central, lo cual podría estar apoyado por el uso que, posteriormente, Sargón de Acad dio a este título. Esto indicaría una posible hegemonía de Ur en la zona a mediados del Dinástico Arcaico, lo cual estaría respaldado por algunos restos, que muestran el incendio de la ciudad de Shuruppak y la destrucción del palacio de Kish.1

Se conocen algunos datos de la familia de Mesanepada. Así, una tablilla de fundación encontrada en un templo cerca de tell Obeid nombra a un tal Aanepada, hijo de Mesannepada. El hijo de Aanepada se llamaba Meskiaga-nuna, y fue él quien sucedió a su abuelo en el trono. De este rey se conoce su existencia por una tablilla que le dedicó su esposa a su muerte. La lista real sumeria menciona a estos dos reyes y a dos más, en la que denomina dinastía I de Ur. De estos dos últimos reyes destaca que sus nombres no son sumerios sino acadios.1

Los nombres de los monarcas de la dinastía II de Ur aparecen muy deteriorados en la lista Real; sin embargo, se conocen bien los acontecimientos de este período, marcado por la rivalidad entre las distintas ciudades. Hacia el siglo XXIV a. C. el rey de Umma Lugalzagesi conquista las ciudades del sur de Mesopotamia, incluida Ur, formando una hegemonía local y declarándose rey de Kish, al igual que habían hecho los monarcas de la dinastía I de Ur.2

Imperio acadio

El dominio de Lugalzagesi no duró mucho ya que hacia el 2335 a. C. Sargón I de Acad fundó Agadé y comenzó sus conquistas, venciendo primero a Lugalzagesi y después a todas las ciudades sumerias, incluida Ur, a la que derribó sus murallas. Tras esto Ur y las demás ciudades sumerias quedaron incorporadas en el Imperio acadio. Tras la muerte de Sargón todas ellas se sublevaron, siendo reprimidas por su sucesor.1

Durante el reinado del nieto de Sargón, Naram-Sin, la ciudad seguía formando parte del Imperio acadio, si bien se produjeron rebeliones. A esta época pertenece un texto escrito por Enheduanna, una sacerdotisa en y escriba en el templo de Nannar en Ur.3 La historia narra en primera persona el sufrimiento de la sacerdotisa que ha sido expulsada de Ur por el lugal local, Lugal-ane. La historicidad de los personajes parece estar demostrada; en el caso de Lugal-ane, por inscripciones en las que Naram-Sin le nombra como uno de los cabecillas de las revueltas de las ciudades del sur y, en el caso de Enheduanna, por un relieve en la que se le dibuja sentada junto al dios Nannar.

Los motivos de la expulsión de Enheduanna no están claros; el texto la menciona como hija de Sargón, lo cual podría indicar una filiación simbólica más que una relación familiar. De hecho, según su sello, fue nombrada sacerdotisa por el conquistador acadio. Así, es posible que esta designación hubiese incomodado al lugal de Ur, siendo éste el motivo de la expulsión.

La historia es representada como un conflicto entre el dios Nannar, que representa a Ur, e Innana, que representa a Agadé y al poder imperial; el árbitro del conflicto es el dios del cielo An de Uruk. Según la historia, An falla en favor de Inanna y Enheduanna recupera su posición. No se conoce cuál fue la historia real que inspiró esta alegoría, si bien se sabe que las revueltas de Ur y las demás ciudades fueron sofocadas por Naram-Sin.

A finales del siglo, durante el reinado de Sharkalisharri, hijo de Naram-Sin, el imperio se vio superado por las numerosas revueltas y los ataques de los pueblos vecinos. Así consiguió su independencia Ur.

La dinastía III de Ur

Extensión del imperio durante la Tercera Dinastía de Ur.

Pocos años después de la caída del imperio, el norte fue invadido por los nómadas gutis, si bien parece que no llegaron a afectar al área del sur, donde se encontraba Ur. En esta etapa destacó la ciudad de Lagash que según parece mantuvo algún tipo de dominio sobre Ur.

Hacia el siglo XXII a. C., Utu-hegal de Uruk expulsó a los gutis del norte consiguiendo la hegemonía en Sumeria. A su muerte fue su hermano Ur-Nammu, que posiblemente gobernaba hasta entonces en Ur, quien le sucedió en su imperio. En todo caso, el nuevo rey escogió a Ur como capital de su reino, fundando la que se ha llamado dinastía III de Ur o Ur III, que durante casi un siglo mantuvo la hegemonía sobre un territorio que abarcaba la totalidad de la cuenca mesopotámica y Elam.

En esta situación la ciudad de Ur quedó convertida en una gran capital, llegando a alcanzar los 200 mil habitantes. Es en este período cuando se destruyeron los anteriores edificios y se levantaron los que se pueden contemplar aún actualmente. Entre estas construcciones destaca el enorme zigurat de Ur, construido durante los reinados de Ur-Nammu (21132094 a. C.) y su sucesor Shulgi (20942047 a. C.) y que aún se mantiene en pie, tras su restauración parcial en los años 70. No se conoce la altura que llegó a alcanzar ya que, si bien las ruinas actuales miden 15 metros, a lo largo de 4.000 años la edificación ha debido sufrir una gran erosión. También en esta etapa se construyó el Gipar, un templo consagrado a Ningal. La tercera dinastía de Ur se caracterizó también por desarrollar un sistema de impuestos que, si bien resultaba eficaz, suponía una carga muy pesada para las clases populares.

La caída de la hegemonía de Ur estuvo marcada por la llegada de oleadas de nómadas procedentes de las regiones desérticas occidentales: los amorreos. Los recién llegados se fueron estableciendo en el curso medio del Éufrates, en la zona de Babilonia, consiguiendo cada vez más influencia. Tras la pérdida de las regiones periféricas del imperio, Shu-Sin (20372027 a. C.) dirigió la construcción de una muralla de 270 km con el objetivo de frenar a los nómadas. Su sucesor Ibbi-Sin (20262004 a. C.) tuvo que enfrentar además los intentos de independencia de las demás ciudades. En esta situación, un antiguo gobernante de Mari e influyente funcionario llamado Ishbi-Erra se asoció a los distintos enemigos de Ur dándole el golpe final, causando la disolución del imperio. Tras esto, Ishbi-Erra fundó una dinastía en Isin.

Hacia finales del siglo XXI a. C. los elamitas, dirigidos por el rey de Simash y que hasta entonces habían estado sometidos a Ur, ocuparon la ciudad, que fue arrasada. Los templos fueron saqueados y las viviendas destruidas, su monarca Ibbi-Sin fue hecho prisionero y llevado a Elam, y los campos fueron incendiados. Tras el saqueo, la ciudad cayó bajo la influencia de Ishbi-Erra.

En este contexto se desarrollan las llamadas Lamentaciones de Ur, un texto sumerio en el cual se atribuye la caída de Ur a la pérdida del favor de los dioses, tras lo cual se narran una serie de proyectos y deseos para que la ciudad recupere su estado anterior. Las lamentaciones se han interpretado como un texto de carácter político donde, tras la caída en desgracia de la ciudad, Ishbi-Erra, el nuevo gobernante, procederá a su reconstrucción con el beneplácito de los dioses.

Después de la dinastía III

En los años siguientes, el dominio de Ur y el del resto de la región se alternó entre Isín y Larsa. Tras las conquistas de Hammurabi, durante el Imperio paleobabilónico (siglos XVIII y XVII a. C.), la ciudad jugó un papel muy importante como centro de culto. Mil años después, Nabucodonosor II llevó a cabo una ambiciosa reconstrucción de los templos de Ur, que aún era un importante centro urbano. El declive de la ciudad sólo se produjo tras el final de los reinos mesopotámicos, con la conquista de la región por parte del Imperio persa.

Arquitectura

Reconstrucción por Computadora del zigurat de Ur-Nammu.

Debido a su tamaño, el montículo formado por las ruinas de Ur destacó durante siglos después de su abandono. Entre las edificaciones de las que quedan restos destacan el Gipar y el zigurat, construidos durante los primeros reinados de la dinastía III. No se conservan los templos del Imperio acadio, ya que fueron destruidos al construir los templos posteriores. Del período Dinástico Arcaico sólo se conservan algunos restos en los que se aprecia una edificación a base de ladrillos plano convexos.

Los dos edificios religiosos que se conservan estaban situados en un segmento de la ciudad rodeado por una muralla de 8 metros, cuya pared exterior estaba inclinada 45º. La sección noroeste de este recinto sagrado estaba dedicada al dios Nannar.

El zigurat de Ur-Nammu, cuyo nombre en sumerio era é-temen-ní-gùr-ru (casa de cimientos revestidos de terror) fue construido durante la primera mitad del siglo XXI a. C. y estaba rodeado por su propia muralla. La estructura aún se conserva y fue parcialmente reparada a finales de los años 70. Tiene planta rectangular de 61×45,7 metros y 15 metros de altura, si bien es probable que en su época tuviese bastante más metros de altura, perdidos debido a la erosión. El interior del zigurat no es hueco, sino que está completamente formado por ladrillos de barro. Las paredes exteriores están recubiertas por una capa de 2,4 metros de grosor de ladrillo cocido y betún y cada una de ellas está orientada a un punto cardinal. Es posible que en la cima albergase un templo. El acceso a las plantas superiores se realizaba a través de tres escaleras exteriores.

El Gippar era un recinto sagrado consagrado a Ningal situado en el sureste del recinto. Si bien fue remodelado por completo durante la dinastía III de Ur, es muy posible que su construcción se remontase al período Dinástico Arcaico. El interior del edificio estaba dividido en dos partes por un pasillo y contenía numerosas habitaciones que se situaban alrededor de patios. El Gippar funcionaba como residencia de la sacerdotisa en y su séquito. Además, la diosa Ningal tenía varias habitaciones reservadas a su uso.

En cuanto a la arquitectura residencial, la vivienda del Ur del II milenio a. C. estaba organizada en torno a un espacio central y generalmente tenía dos plantas. El espacio central ha sido interpretado en ocasiones como un patio, si bien es probable que se encontrase cubierto. En la ciudad se ha encontrado otro tipo de edificaciones de peor calidad, formadas simplemente como un agrupamiento en línea de unas pocas habitaciones. Se ha especulado sobre la posibilidad de que se tratase de comercios o talleres, si bien también es posible que fuese un tipo más humilde de vivienda.4

Las tumbas reales de Ur

Uno de los hallazgos más sorprendentes de la expedición de Leonard Wooley en Ur fue una serie de 16 sepulturas a las que se denominó las Tumbas Reales de Ur. Pertenecían al período Dinástico Arcaico y estaban construidas por paredes de ladrillo o piedra coronadas por una bóveda. Se encontraban en un cementerio mayor, destinado a todo tipo de personas y que contenía más de 2.500 tumbas. Cada una de las tumbas reales contenía un cuerpo principal y un cierto número de acompañantes, así como numerosas riquezas.

Copa de oro encontrada en la tumba de la reina Puabi, actualmente en el Museo Británico. 26002400 a. C., período Dinástico Arcaico.

De todas las sepulturas, destacaba la de una reina identificada gracias a su sello cilíndrico como Puabi. En su interior, además de la reina, se encontraban los cuerpos de cinco hombres armados y diez mujeres acompañadas por la magnífica Arpa de Ur rematada por la cabeza de un toro en oro. La cámara contenía incluso un carro y los esqueletos de dos bueyes. El cuerpo de la reina estaba envuelto en joyas y mantos con incrustaciones. Sobre la cabeza llevaba un tocado a base de hojas y una peineta rematada por estrellas de cinco puntas. Cerca de su mano tenía una copa de oro. Debajo de un baúl había un pasadizo que comunicaba con otra cámara funeraria; en ella se encontraba el rey A-kalam-dug de Ur, cuya tumba había sido parcialmente saqueada.

Otra de las tumbas reales pertenecía al lugal Meskalamdug. En otra de las fosas, cuyo dueño no se conoce, se encontraron 74 cuerpos, la mayoría de mujeres, lujosamente ataviados. Es en esta última tumba donde se encontró el Estandarte de Ur, una de las piezas más célebres de las halladas en Ur. El estandarte, está dividido en distintas franjas que contienen escenas cotidianas y de guerra, en la que destaca la representación de carros de guerra.

Se ha interpretado de diferentes formas el hecho de que las tumbas reales contuviesen cuerpos de sus sirvientes; para algunos autores, se trataba de enterramientos rituales, en los que el monarca era acompañado por éstos hacia el más allá. Sin embargo esto no ha sido demostrado y también se han barajado otras opciones, como que la tumba real fuese escogida por las élites como lugar ilustre de enterramiento, siendo sus cuerpos desplazados allí una vez construida.

Tell al-Muqayyar – más conocida como la antigua ciudad de Ur – es uno de los sitios arqueológicos más notables descubiertos en el Medio Oriente. Los restos de este antiguo asentamiento forman un montículo que se eleva a una altura de más de veinte metros por encima de la llanura de inundación del suroeste de los ríos Tigris y Eufrates en el sur de Irak, cerca de la moderna ciudad de Nasiriya. 1927.