Archivo mensual: julio 2021
Chang’e 5
Chang’e 5
Lanzamiento de Chang’e 5 desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Wenchang
Tipo de misión: Retorno de muestras lunares
Operador: Administración Espacial Nacional China
- SATCAT: 47097
ID NSSDCA: 2020-087A
Propiedades de la nave
Fabricante: Academia China de Tecnología Espacial
Masa de lanzamiento: 3.780 kg1
Comienzo de la misión
Lanzamiento: 23 de noviembre de 202023
Vehículo: Larga Marcha 5
Lugar: Centro de Lanzamiento de Satélites de Wenchang
Fin de la misión
Deshecho: reingreso
Fecha de decaída: 16 de diciembre de 2020
Parámetros orbitales
Sistema de referencia: Lunar
Chang’e 5 (Chino: 嫦娥五号; pinyin: Cháng’é wǔhào) es una misión china de exploración lunar robótica que consta de un aterrizador y un vehículo de retorno de muestras. Su lanzamiento se realizó el 23 de noviembre de 2020 por un Larga Marcha 5, y entró en órbita lunar el 28 de noviembre y alunizó el 1 de diciembre del mismo año.245678 Chang’e 5 fue la primera misión china de retorno de muestras, retornando con al menos 2 kilogramos de muestras de suelo y rocas lunares a la Tierra el 16 de diciembre de 2020.9 Como sus naves predecesoras, ésta nave espacial lleva el nombre de la diosa china de la luna, Chang’e.
Es la primera misión de retorno de muestras lunares desde Luna 24 en 1976, convirtiendo a China en el tercer país en retornar muestras de la Luna, tras los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Visión general
El Programa de Exploración Lunar chino está diseñado para ser ejecutado en tres fases de adelanto tecnológico incremental. La primera fase consistía simplemente en lograr alcanzar la órbita lunar, una tarea completada por Chang’e 1 en 2007 y Chang’e 2 en 2010. La segunda fase consiste en aterrizar en la Luna y explorarla, tareas completadas por Chang’e 3 en 2013 y Chang’e 4 en 2019. La tercera fase consiste en recoger muestras lunares de la cara visible y retornarlas a la Tierra, tareas para Chang’e 5 y Chang’e 6. El programa pretende facilitar el aterrizaje lunar tripulado en la década de 2030 y la posible construcción de una base en el polo sur de la Luna.10
Perfil de la misión
Anteriormente estaba planeado que la misión fuese lanzada mediante un cohete Larga Marcha 5 desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Wenchang en la Isla Hainan, pero un fallo de este lanzador en 2017 creó incertidumbre sobre su capacidad para transportar a Chang’e 5.6 Actualmente sigue planeado que la nave sea lanzada mediante un cohete Larga Marcha 5, y la zona de aterrizaje prevista es Mons Rümker en Oceanus Procellarum, situada en la región noroeste de la cara visible de la Luna.1112 La ubicación es un gran montículo volcánico elevado de 70 km de diámetro con una fuerte firma espectroscópica de material basáltico de mar lunar.1314
Las partes de las que se compone Chang’e 5 y sus diferentes fases.
La misión constaría de cuatro módulos o elementos: el aterrizador que recogería aproximadamente 2 kg de muestras a 2 metros bajo la superficie12 y las colocaría en un vehículo de ascenso que será insertado en órbita lunar. El vehículo de ascenso realizaría un encuentro y acoplamiento automático con un orbitador que transferiría las muestras a una cápsula para su regreso a la Tierra.1115
La masa estimada en el lanzamiento es de 3.780 kg, el aterrizador serían 1.200 kg y el vehículo de ascenso unos 120 kg.1116
Chang’e 5-T1
Chang’e 5-T1 fue una misión lunar robótica experimental lanzada el 23 de octubre de 2014 para realizar pruebas de reentrada atmosférica del diseño de la cápsula previsto para ser utilizado en la misón Chang’e 5.1718 Su módulo de servicio, llamado DFH-3A, permaneció en órbita alrededor de la Tierra antes de ser reubicado en órbita lunar el 13 de enero de 2015 a través del punto L2 Tierra-Luna. En la órbita lunar utiliza sus restantes 800 kg de combustible para probar maniobras claves para misiones lunares futuras.19
Cargas útiles del aterrizador
El aterrizador llevará cámaras de aterrizaje, una cámara panorámica, un espectrómetro para determinar la composición mineral, un instrumento para analizar los gases del suelo lunar, un detector térmico de muestreo seccional, y un georradar.1115 Para adquirir muestras, estará equipado con un brazo robótico, un martillo rotativo-percutor, una pala para muestreo, y tubos de separación para aislar muestras individuales.
Para saber más: https://danielmarin.naukas.com/2017/01/03/primeras-imagenes-de-la-sonda-china-change-5-para-traer-muestras-de-la-luna/
El cohete Long March-5 durante su lanzamiento REUTERS/Tingshu Wang
La nave china Chang’e 5 llega a la Luna
Actualizado Martes, 1 diciembre 2020 – 19:03
El gigante asiático ha anunciado que su nave robótica ha logrado alunizar en la zona prevista, Mons Rümker. Su misión será recoger dos kilos de rocas y traerlas a la Tierra a mediados de diciembre.
La nave espacial china Chang’e 5 acaba de alunizar. Así lo han asegurado las autoridades chinas, que han ofrecido este martes las primeras imágenes de este nuevo hito histórico para su programa espacial, pues se trata de la misión más compleja que emprende el gigante asiático.
La nave robótica despegó el pasado lunes 23 de noviembre (24 de noviembre en China) desde el Centro Espacial de Wenchang, en la isla de Hainan, a bordo de un cohete Long March rumbo a nuestro satélite con el objetivo de recoger muestras de su suelo (regolito lunar) y traerlas a la Tierra a mediados de diciembre.
Su zona de trabajo es Mons Rümker, un montículo volcánico situado en una llanura de lava llamada Oceanus Procellarum en la cara visible de la Luna. El plan es que recoja unos dos kilos de rocas y otros escombros, para lo cual taladrará la superficie con su brazo robótico, que trasladará las muestras a un vehículo que ascenderá hasta acoplarse con un módulo orbitador que permitirá que el material sea enviado a la Tierra. Si todo marcha según lo previsto, la cápsula con el material lunar aterrizará en la provincia de Mongolia Interior dentro de dos semanas.
La sombra de la nave durante el alunizaje CLEP.
Desde hace más de 40 años ningún país ha traído muestras de nuestro satélite. El último que lo logró fue la URSS en 1976 con una de sus misiones robóticas Luna, que consiguió transportar unos 170 gramos de material. Los estadounidenses siguen siendo los únicos que han conseguido enviar misiones tripuladas a nuestro satélite.
El coronavirus no está afectando de manera importante al programa espacial de China, que en julio lanzó una nave robótica a Marte, la primera que manda al planeta rojo.
La Luna es sin embargo el primer foco de atención del gigante asiático, que en 2013 realizó su primer alunizaje. En enero de 2019 se convirtió en la primera nación que logra un aterrizaje controlado en la cara oculta de nuestro satélite. Lo consiguió con la sonda Chang’e 4, que llevaba a bordo un robot explorador llamado Yutu-2.
Chang’e-5: la misión china regresa a la Tierra con las primeras rocas de la Luna en más de 40 años. La misión china Chang’e-5 regresó a la Tierra con muestras de rocas y “suelo” de la Luna.
Fuente de la imagen, Getty Images
La cápsula de retorno de la sonda Chang’e-5 de China ha aterrizado en la Tierra este 16 de diciembre a las 17:59 UTC, trayendo de regreso muestras del país asiático recolectadas de la Luna, las primeras del mundo en más de 40 años.
A la 1:59 del 17 de diciembre, hora de Pekín, el retornador del proyecto de exploración lunar Chang’e-5 ha aterrizado en el área planificada de Siziwang Banner, Mongolia Interior, marcando la finalización con éxito de la primera misión de muestreo y retorno de cuerpos celestes extraterrestres de China, ha informado la Programa de Exploración Lunar China (CLEP) en su cuenta de Weibo.
Han pasado más de 40 años desde que misiones de Estados Unidos y la entonces Unión Soviética recolectaran rocas y suelo lunar para ser analizados en nuestro planeta.
Las muestras permitirán investigar la geología y la historia temprana del satélite natural terrestre.
La sonda, que comprendía al lanzamiento un orbitador, un módulo de aterrizaje, un ascendente y un retorno, fue lanzada el 24 de noviembre y su combinación de módulo de aterrizaje y ascendente alunizó en el norte del Mons Rumker en Oceanus Procellarum, también conocido como el Océano de las Tormentas, en el lado cercano de la Luna, el 1 de diciembre.
Allí recogió muestras lunares en los días siguientes tras lo cual emprendió su viaje de regreso desde la órbita lunar. El plan era recoger 2 kg de muestras, aunque todavía no se ha revelado cuánto se recogió finalmente. Son las primeras desde las traídas en los años 70 del siglo XX por soviéticos y estadounidenses.
Arroz, orquídeas, alfalfa y avena
Además de estas muestras, los científicos chinos esperan otro paquete del viaje espacial: una variedad de semillas de plantas que pueden traer mayores cosechas. Según la Space Breeding Innovation Alliance, citada por Xinhua, su programa de reproducción espacial era parte de la carga útil.
Las semillas, que incluyen arroz, orquídeas, alfalfa y avena, se embarcaron en el viaje de ida y vuelta a la Luna el 24 de noviembre cuando se lanzó la sonda. El cultivo espacial en China comenzó en la década de 1980. Después de estar expuestas a la radiación cósmica y la gravedad cero, algunas semillas pueden mutar y producir mayores rendimientos y una mejor calidad cuando se vuelven a plantar en la Tierra, dicen los científicos.
Con el desarrollo del programa espacial de China, los investigadores del Instituto de Ciencias Farmacéuticas y Ganaderas de Lanzhou han estado buscando semillas de forraje de calidad con nuevas tecnologías espaciales, con la esperanza de reducir la dependencia de China de las importaciones.
Desde 2009, el instituto ha enviado 38 lotes de semillas de nueve tipos de forrajes al espacio en siete viajes, incluidas tres naves espaciales de la serie Shenzhou, el laboratorio espacial Tiangong-1, el satélite recuperable Shijian-10 y la nave espacial tripulada de nueva generación y Chang’e-5. El instituto ha cultivado Alfalfa Zhongtian No. 1, que se cultiva ampliamente en el norte de China.
Los investigadores dicen que no es posible predecir si las semillas enviadas al espacio eventualmente mutarán o cómo lo harán. La respuesta solo se revela cuando regresan a la Tierra para plantarlas y seguir con su cultivo.
El lander Chang’e 5 chino, tras recoger con éxito muestras de la Luna, ha acabado congelado en la superficie lunar
15 Diciembre 2020Actualizado 16 Diciembre 2020, 21:41
La misión Chang’e 5 de China es una de las más excitantes en estos últimos años. Con el propósito de recoger muestras lunares por primera vez en cinco décadas, el país asiático envió a Chang’e 5 hasta nuestro satélite y ahora lo está trayendo de vuelta con dos kilogramos de muestras. Más o menos, porque parte de la nave, tras acabar su misión, se ha quedado en la Luna. Y ahora que se ha hecho de noche ahí, no lo está pasando nada bien.
Chang’e 5 se compone de varias piezas y partes que han sido cruciales en cada fase de la misión. El propulsor para llegar a la luna, el módulo de aterrizaje, la cápsula con las muestra, el orbitador… De entre estas partes destaca el lander, que fue el encargado de descender hasta la superficie lunar, recoger las muestras y ayudar a la cápsula a volver al orbitador. Para esto último se sacrificó quedándose en la Luna.
Cuando explicamos el lanzamiento de la misión avisamos de la importancia de completar la misión en menos de catorce días. Había una razón de ser para esto, y es que 14 días es lo que dura un “día lunar”. China, con el objetivo en mente de optimizar lo máximo posible la misión, no equipó a la nave con protectores térmicos. Esto ahorra de forma considerable en peso y volumen, pero también arriesga y limita la misión a que se complete durante el día lunar. De lo contrario ocurre lo que ha ocurrido: congelación de todos los circuitos y piezas de la nave.
Las frías noches lunares a -190 °C
Ahora que se ha hecho de noche en la Luna donde aterrizó el lander, este ha acabado congelado a unas temperaturas que suelen descender hasta los -190 °C. Al no contar con protectores térmicos como sí lo hacen los landers Chang’e 3 y Chang’e 4, el Chang’e 5 ha dejado de responder y sus sistemas internos se han estropeado.
Esta pérdida del lander no es un fracaso para la misión, de hecho es justamente lo planeado. El lander ya hizo su trabajo aterrizando espectacularmente bien en la superficie lunar, recogiendo datos de ahí y ayudando a la cápsula a volver al orbitador. El orbitador ahora se encuentra de vuelta hacia la Tierra.
Imágenes enviadas por el lander en el momento de lanzar de vuelta la cápsula hacia el orbitador.
Además de recoger alrededor de 2 kilogramos de muestras, el módulo de aterrizaje llevó a cabo diferentes experimentos con un radar que ha ofrecido información sobre las capas debajo del sitio de aterrizaje. Un espectrómetro de imágenes analizó la composición del regolito superficial y además con una cámara panorámica se tomaron detalladas fotografías de Oceanus Procellarum, el área de la Luna donde aterrizó.
Mientras el lander sucumbe a las frías temperaturas de la noche lunar, el resto de la nave está de camino a la Tierra con las muestras recogidas. Se espera que la cápsula con las muestras se desprenda de la nave y caiga en algún lugar de Inner Mongolia este próximo 17 de diciembre. De hacerlo con éxito y si los investigadores chinos recogen a salvo las muestras, será la primera vez en casi 50 años que lo hace de nuevo la humanidad. Previamente sólo Estados Unidos y la antigua Unión Soviética han conseguido traer muestras lunares a la Tierra. Otros como Japón las han traído recientemente de asteroides.
Sonda china Chang’e-5 regresó a la Tierra con material lunar
El último intento lo había llevado a cabo con éxito la antigua Unión Soviética en 1976, con la misión robótica Luna 24.
Una sonda china descendió en la Tierra este jueves (17.12.2020) trayendo rocas y arena de la Luna, y completó una misión que no se había realizado en cuatro décadas, informó la agencia de noticias estatal Xinhua.
El módulo de la nave espacial Chang’e-5 aterrizó en la región de Mongolia Interior, en el norte de China, informó la agencia espacial de ese país, citada por Xinhua.
China busca alcanzar a Estados Unidos y Rusia después de tomar décadas para igualar los logros de sus rivales e invertir miles de millones en su programa espacial militar.
La sonda china Chang’e 5, bautizado con el nombre de una diosa de la Luna según la mitología china, se posó sobre el satelite terrestre el 1 de diciembre y dos día después comenzó su viaje de regreso a la Tierra.
Los científicos esperan que las muestras recolectadas les permitan conocer más sobre los orígenes de la Luna, su formación y la actividad volcánica en su superficie.
La cápsula de retorno de la sonda china Chang’e-5 aterriza en Siziwang Banner, en la Región Autónoma de Mongolia Interior, norte de China, el 17 de diciembre de 2020.
Con esta misión, China será el tercer país en haber extraído muestras del satélite, después de Estados Unidos y la antigua Unión Soviética en las décadas de 1960 y 1970.
La misión incluyó extraer 2 kilos de rocas tras perforar el suelo hasta dos metros de profundidad, en el “Océano de las Tormentas”, una vasta llanura de lava.
Esta misión es una nueva etapa del programa espacial chino, que a principios de 2019 consiguió por primera vez en la historia el alunizaje de un aparato en la cara oculta de la Luna.
China espera disponer de una estación espacial de aquí a 2022, y, finalmente, enviar astronautas a la Luna.
Zhurong
Artículo entresacado de diversas publicaciones del blog de Astronáutica: Eureka
Sábado, 15 mayo 2021
China ha logrado este sábado aterrizar en Marte su sonda Tianwen-1, lo que marca un hito al ser la primera vez que consigue posar un módulo de aterrizaje en un planeta que no es la Tierra, según ha informado la agencia estatal de noticias Xinhua.
Tianwen-1 despegó de la Tierra el 23 de julio y alcanzó la órbita del planeta rojo en febrero. El vuelo es uno de los más difíciles que jamás haya emprendido China. El aterrizaje es un gran desafío, ya que Marte tiene su propia atmósfera, a diferencia de la Luna.
Si todo va según lo planeado, el rover Zhurong que transporta la sonda, llamado así por el dios chino del fuego, investigará el Marte durante al menos tres meses. Los rovers pesan alrededor de 240 kilogramos, tienen seis ruedas y cuatro paneles solares y pueden moverse sobre la superficie de Marte a 200 metros por hora, recoge la agencia DPA. Lleva instrumentos científicos que se utilizarán para recopilar información sobre la composición de la superficie del planeta y su estructura geológica y clima.
Con su primer aterrizaje en Marte, China quiere alcanzar a Estados Unidos, que ya ha enviado varios dispositivos de investigación para recorrer el planeta. La Unión Soviética tuvo un aterrizaje exitoso en la década de 1970, pero finalmente perdió el contacto con su sonda.
Pekín ha expandido constantemente su programa espacial en los últimos años y tiene misiones planeadas para décadas en el futuro. La misión china es uno de los tres vuelos a Marte que se lanzaron desde la Tierra el verano pasado. Los otros lanzamientos fueron de Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos, que logro aterrizar el rover Perseverance en febrero.
China logra posar pequeño robot en Marte
En 2011 China intentó con Rusia enviar una sonda a Marte, pero el intento fracasó y Pekín decidió proseguir la aventura solo.
“Utopia Planitia”
El aterrizaje tuvo lugar en una zona del planeta rojo denominada “Utopia Planitia”, una vasta planicie situada en el hemisferio norte de Marte.
Se trata para los chinos de su primer intento independiente y ambicioso pues esperan hacer todo lo que los estadounidenses han hecho en varias misiones marcianas desde los años 1960.
En febrero, China logró colocar la sonda “Tianwen-1” en órbita marciana y tomar fotos del planeta rojo.
Realizar estas tres operaciones en una primera misión a Marte es una primicia mundial.
Con un peso de más de 200 kg, “Zhurong” está equipado de cuatro paneles solares para su alimentación eléctrica, y pretende estar operativo durante tres meses.
También está equipado con cámaras, un radar y láser que le permitirán estudiar el entorno y analizar la composición de las rocas marcianas.
El nombre de “Zhurong” fue elegido tras un sondeo en línea y hace referencia al dios del Fuego en la mitología china. Un simbolismo justificado por la apelación china de Marte: “huoxing”, literalmente, “el planeta de fuego”.
China hará desde este 15 de mayo compañía a los róveres Curiosity y Perseverance de la NASA, activos en Marte. En los próximos días les dirá ‘nĭ hăo’ (hola), aunque a gran distancia. En un hito histórico, el país asiático ha conseguido poner en la superficie marciana un vehículo de exploración robótica o róver al primer intento. Este sábado ha posado la cápsula que lo contiene, desprendida desde la sonda Tianwen 1, que llegó a las alturas de Marte el pasado 10 de febrero.
Dentro de la cápsula está el róver Zhurong. Es la primera vez desde las misiones Viking que un orbitador despliega una cápsula para aterrizar en Marte. La llegada del orbitador a Marte, en febrero, ya hizo de China la segunda potencia espacial. Rival o cooperador en el futuro, la carrera espacial del siglo XXI se disputa oficialmente entre Estados Unidos y una China cuya agencia (CNSA) consiguió, también, recoger piedras de la Luna para explorarlas en la Tierra.
Eso sí, esta llegada a Marte de China ha estado envuelta en un silencio que contrasta con la espectacularidad de las misiones de la NASA. Nada de retransmisiones en televisión o internet. Apenas se anunció un par de días antes. Y sólo tras confirmarse en amartizaje, el presidente Xi Jinping envió un mensaje a los científicos y funcionarios de la agencia espacial elogiando el logro chino.
“Este es otro hito en los esfuerzos aeroespaciales de nuestro país”, dijo. “Habéis tenido el coraje de desafiar, de esforzaros por la excelencia y habéis llevado a nuestro país a la vanguardia mundial de la exploración interplanetaria”.
Nueve minutos de terror en silencio
El módulo de aterrizaje y el explorador se separaron de la nave espacial china Tianwen 1 a las 04.00 horas locales 22.00 del viernes, hora peninsular, y descendieron hacia el planeta rojo durante tres horas. Entraron en la débil atmósfera de Marte a una altura de 125 kilómetros, iniciando la fase más arriesgada de la misión.
Cuando la velocidad de la cápsula se redujo entonces de 4,8 kilómetros por segundo a 460 metros por segundo, un gran paracaídas con una superficie de cerca de 200 m2 se desplegó para continuar reduciendo su marcha hasta los 100 metros por segundo.
El paracaídas y la cubierta exterior de la cápsula se desprendieron entonces, mientras se activaba el retrocohete del módulo de aterrizaje para disminuir aún más la velocidad hasta casi cero. A unos 100 metros de la superficie marciana, el artefacto flotó unos instantes para identificar obstáculos y medir la pendiente de la superficie. Seleccionó un área relativamente plana y descendió lentamente (o eso creemos) posándose con éxito sobre ella con sus cuatro patas amortiguadoras.
Todo esto, claro, sin emisión en vivo. Sólo se pudo seguir el rastro de radiofrecuencia que algunos aficionados fueron publicando en sus streams y redes sociales. Las naves espaciales dejan un rastro de su comportamiento lejano y si se cuenta con instrumental adecuado, se puede captar desde la Tierra.
La entrada de la cápsula en la atmósfera de Marte, que duró cerca de nueve minutos, fue extremadamente complicada, sin control desde tierra y tuvo que ser realizada por la nave espacial de forma autónoma, explicó Gen Yan, un portavoz de la CNSA, en declaraciones recogidas por Efe.
Con el aterrizaen en Marte de hoy, China se convierte en el primer país en viajar hasta el planeta rojo, entrar en su órbita y explorarlo en una sola misión, con un coste de cerca de unos 6.600 millones de euros. La Tianwen 1, cuyo nombre en chino significa preguntas del cielo –en referencia a un clásico poema chino–, fue lanzada el 23 de julio de 2020 desde el centro espacial de Wenchang en la isla meridional de Hainan.
De todas formas, no está previsto que el rover descienda a la superficie hasta el 22 de mayo aproximadamente. El día 27 el módulo de descenso y el rover se fotografiarán mutuamente y el día 28 se recibirán los primeros datos científicos.
Zona del aterrizaje (CASC en Weibo). El control del descenso de la misión Tianwen 1 (Xinhua). Partes de la sonda Tianwen 1 (https://www.weibo.com/u/6270293881).
En cualquier caso, China lo ha logrado. Es difícil no exagerar el éxito de esta noticia y las repercusiones que puede tener a medio y largo plazo. La demostración tecnológica es apabullante para un país primerizo en la exploración de Marte. China ha conseguido aterrizar suavemente con un rover al primer intento. Ninguna nación ha llevado a cabo hasta la fecha una primera misión a Marte tan ambiciosa. Y lo ha hecho además con una misión que incorpora soluciones de alta tecnología, como por ejemplo, el empleo de un flap aerodinámico en la cápsula y navegación óptica para aumentar la precisión del descenso y garantizar que el módulo no aterrizase sobre terreno peligroso (no en vano, recordemos que la NASA solo introdujo la navegación óptica en la misión Perseverance este año). Evidentemente, el rover todavía tiene que descender y rodar por la superficie —dos sucesos que entrañan su propia complejidad y no están exentos de riesgos—, además de funcionar durante un mínimo de 92 días para completar su misión. Pero para una «misión experimental» destinada a demostrar una pléyade de nuevas tecnologías, se trata de un éxito rotundo se mire por donde se mire. Recordemos además que Zhurong tiene unas dimensiones de 2 x 1,65 x 0,8 metros y una masa de 240 kg, lo que significa que es más grande y masivo que los rovers Spirit y Opportunity de la NASA —de 185 kg—, aunque mucho menos que Curiosity y Perseverance (cerca de una tonelada).
Paracaídas de Zhurong (Weibo). El flap aerodinámico que lleva la cápsula (https://9ifly.spacety.com/).
Desde 2013 China ha aterrizado en la Luna tres sondas, dos rovers y una misión de recogida de muestras. A pesar de que han sido las primeras naves en posarse en nuestro satélite desde 1976, sus logros han sido sistemáticamente ignorados por buena parte de los medios (no así por la comunidad científica). El aterrizaje del rover Zhurong en Marte es diferente. Las dos próximas misiones a Marte que China planea lanzar en 2026 deben traer muestras del planeta rojo en 2031, quizá incluso antes de que la NASA haga lo propio con su misión MSR. La carrera por Marte ha comenzado.
Detalle del módulo de descenso durante las pruebas en Tierra (China航天 en Weibo).
Eventos del rover tras el aterrizaje:
- 05-15 08:01:24 hora de Pekín (00:01 UTC): rover en estado de reposo.
- 08:14:39: comienza el periodo comunicaciones.
- 08:32:04: finaliza periodo comunicaciones.
- 08:38:04: separación y levantamiento del rover.
- 08:59:04: se abren los paneles solares.
- 09:48:39: comienza el seguimiento del Sol.
- 12:00:39: descarga de datos de telemetría.
- 12:29:39: descarga de datos de telemetría cercana.
- 13:15:39: descarga de telemetría de los dos vehículos por separado.
La «gran pantalla roja del éxito» (CCTV). Celebrando el éxito (Xinhua).
La entrada El rover Zhurong de la misión Tianwen 1 aterriza con éxito en Marte fue escrita en Eureka.
La cápsula de la sonda Tianwen 1 desciende por la atmósfera marciana
Secuencia de descenso detallada del módulo de descenso con Zhurong (https://www.weibo.com/vony227).
La sonda Tianwen 1 llegó a Marte el pasado 10 de febrero y, tras varias maniobras orbitales, actualmente se encuentra en una órbita de reconocimiento muy elíptica de 265 x 60000 kilómetros y 87º de inclinación, con un periodo de dos días. En esta órbita la sonda ha fotografiado la zona de descenso en alta resolución con su cámara HiRIC para reducir la incertidumbre en la elipse de aterrizaje. Cinco horas antes de la entrada atmosférica, el orbitador Tianwen 1 realizará un encendido para reducir su periapsis y ponerse en una trayectoria de colisión con la atmósfera. Esta maniobra es necesaria para que la cápsula, que carece de un sistema de propulsión propio, pueda entrar en la atmósfera marciana. Poco después de la separación, el orbitador volverá a encender sus motores para elevar su periapsis hasta los 265 kilómetros, evitando así quemarse en la atmósfera del planeta rojo.
Partes de Zhurong (Eureka/China Pictorial).
Otra vista de las fases de descenso (https://9ifly.spacety.com/).
El paracaídas se abrirá a unos 1660 km/h cuando la sonda esté a más de 4 kilómetros de altura. A 3 kilómetros del suelo se separará el escudo térmico, lo que permitirá el despliegue de las cuatro patas del tren de aterrizaje y que el radar comience a proporcionar datos de altura y velocidad con respecto al suelo. El paracaídas y el escudo térmico trasero se separarán a 1,5 kilómetros de altura mientras la sonda se mueve a menos de 340 km/h. En ese momento se encenderán los propulsores, que guiarán el módulo hasta la superficie. A cien metros de altura se parará brevemente el descenso para dar comienzo a la fase de navegación óptica, en la que la sonda también empleará un LIDAR. Si todo va bien, el módulo de descenso con el rover Zhurong se posará a una velocidad de unos 3 km/h.
El orbitador Tianwen 1 tenía una masa de 3175 kg al lanzamiento, mientras que la cápsula con la etapa de descenso alcanza los 1745 kg (la etapa de descenso propiamente dicha tiene una masa de 1300 kg). El rover Zhurong tiene unas dimensiones de 2 x 1,65 x 0,8 metros y una masa de 240 kg. Es el rover más pesado construido por China, ya que los rovers lunares Yutu y Yutu 2 tienen una masa de 140 kg. También supera a los rovers MER de la NASA Spirit y Opportunity, de 185 kg cada uno, aunque queda muy lejos de la tonelada de masa de Curiosity o Perseverance. Zhurong debe funcionar durante un mínimo de 92 días. En este tiempo explorará Utopia Planitia con sus seis instrumentos: la cámara a color MSCam (Multispectral Camera), formada por dos cámaras en estéreo con 9 filtros y un sensor de 2048 x 2048 píxeles, las cámaras de navegación NaTeCam (Navigation and Terrain Camera), el radar RoPeR (Mars Rover Penetrating Radar), basado en el que han llevado los dos rovers lunares Yutu y Yutu 2 y capaz de alcanzar los 100 metros de profundidad, el espectrómetro MarSCoDe (Mars Surface Composition Detector ), que incluye un espectrómetro infrarrojo y otro láser, además de un microscopio, la estación meteorológica MCS (Mars Climate Station) y el magnetómetro RoMAG (Mars Rover Magnetometer). El espectrómetro láser LIBS (Laser-Induced Breakdown Spectroscopy) ha sido desarrollado en colaboración con el CNES francés a través del IRAP (Institut de Recherche en Astrophysique et Planétologie) y tiene un diseño parecido al de los instrumentos ChemCam y SuperCam de los rover Curiosity y Perseverance, también construidos con ayuda del IRAP y, al igual que estos instrumentos, empleará un láser para vaporizar las rocas a distancia y analizar su composición.
El rover de Tianwen 1 fue bautizado oficialmente Zhurong por la agencia espacial china (CNSA) el pasado 24 de abril. Entre los nombres finalistas se encontraban Hongyi (弘毅, «valiente/osado»), Qilin (麒麟, figura mitológica china), Nezha (哪吒, deidad popular), Chitu (赤兔, «conejo escarlata») o Qiusuo (求索, «explorador»). Finalmente ganó Zhurong —祝融— un dios del fuego en la mitología popular china.
Un modelo a escala de Zhurong (https://9ifly.spacety.com/).
Otra imagen de la HiRIC de Utopia de una zona a pocos kilómetros de la anterior. El cráter que se ve tiene 620 metros de diámetro (CNSA).
Zhurong debe convertirse en el sexto rover en recorrer Marte y en el primero de otra nación distinta a Estados Unidos. Pero, no nos engañemos, el desafío tecnológico es enorme. Marte ha demostrado ser implacable en el pasado. Mañana sabremos si China logra convertirse en el segundo país en aterrizar de forma totalmente exitosa en Marte.
Fases del aterrizaje:
- T+0: entrada atmosférica a 125 km y 4,8 km/s.
- T+4 min 44 s: despliegue del paracaídas supersónico a 1660 km/h y a más de 4 km de altura.
- T+5 min 25 s: separación del escudo térmico a 900 km/h y 3 km de altura.
- T+6 min 10 s: separación del paracaídas y el escudo térmico trasero a 340 km/h y 1,5 km de altura.
- T+7 min 30 s: aterrizaje del módulo de descenso a 3 km/h.
El módulo de descenso con Zhurong se posará en Utopia Planitia en las coordenadas 24,75º norte y 110,32º este.
En el mapa se puede ver dónde han aterrizado las distintas misiones a Marte. A la derecha del mapa, el lugar donde se espera que aterrice la nave china Tianwen-1 y a su izquierda, la mision Mars 2020, con el territorio que rastrea Perseverance.
Zhurong tiene unas de dimensiones de 2,6 x 3,0 x 1,85 metros y cuenta con seis ruedas de 30 centímetros de diámetro. Cada rueda dispone de su propio motor eléctrico independiente. Como en el caso de los rovers de la NASA o el Rosalind Franklin europeo, es capaz de girar sobre sí mismo. El rover puede desplazarse hasta 200 metros por día, pero no se espera que supere los 100 metros en un día. Zhurong dispone de paneles solares para generar electricidad, cuatro de ellos desplegables (el diseño está inspirado en las alas de una mariposa). Los dos paneles traseros son fijos, mientras que los laterales se pueden poner en posición vertical en caso necesario con el fin de que el polvo acumulado sobre ellos caiga gracias a un tratamiento especial. A diferencia de los rovers de la NASA, parece que Zhurong no lleva calefactores nucleares con el fin de sobrellevar la gélida noche marciana —sí, la gente se suele olvidar de que Sojourner, Spirit y Opportunity llevaban calefactores de plutonio-238—. A cambio, en el cuerpo central incorpora dos contenedores que almacenan calor durante el día y lo liberan por la noche aprovechando el cambio de fase de sólido a líquido del undecano (un hidrocarburo). Es la primera vez que se emplea un sistema de este tipo en una sonda espacial. Como ayuda para regular la temperatura, la superficie del rover está cubierta por aerogel. Para las comunicaciones, y como ya hemos comentado, el rover lleva una antena omnidireccional UHF y una antena de alta ganancia en banda X con un diámetro de 36 centímetros. Usando la antena UHF, Zhurong puede comunicarse una vez al día con el orbitador durante 8 o 10 minutos con una velocidad mínima de 38 kbps. El objetivo es transmitir unos 15 MB de información al orbitador cada tres días marcianos. Gracias a un acuerdo con la ESA, existe la posibilidad de que Zhurong se comunique con la Tierra a través de la sonda Mars Express, aunque, por el momento, no lo ha hecho. La antena UHF se empleará además para comunicarse con la etapa de descenso mediante una red inalámbrica WiFi a 2,4 GHz. Zhurong se comunicará todos los días con la antena de alta ganancia para transmitir telemetría y datos meteorológicos, pudiendo enviar unos 6,25 MB cada tres días marcianos.
Los dos cilindros de la cubierta de Zhurong guardan el sistema de regulación de temperatura mediante cambio de fase de undecano (Xinhua/Weibo). Partes de Zhurong (Eureka/China Pictorial).
Los datos enviados por el orbitador o, directamente por Zhurong, son captados en la Tierra por cinco antenas principalmente: dos antenas de 50 y 40 metros en Pekín, una antena de 40 metros en Yunnán, otra de 66 metros en Jiamusi y la nueva antena de 70 metros de Tianjin. China dispone de otra antena de 35 metros en Neuquén, Argentina, pero por el momento no está claro que participe en la recepción de datos del rover chino.
El rover cuenta con seis instrumentos: la cámara a color MSCam (Multispectral Camera), formada por una cámara con 8 filtros y un sensor de 2048 x 2048 píxeles, las cámaras de navegación NaTeCam (Navigation and Terrain Camera), el radar RoPeR (Mars Rover Penetrating Radar), basado en el que han llevado los dos rovers lunares Yutu y Yutu 2 y capaz de alcanzar entre 10 y 100 metros de profundidad (el radar, que opera en las frecuencias de 55 MHz y 1300 MHz, trabajará conjuntamente con el radar del orbitador), el espectrómetro MarSCoDe (Mars Surface Composition Detector ), que incluye un espectrómetro infrarrojo y otro láser, además de un microscopio, la estación meteorológica MCS (Mars Climate Station) y el magnetómetro RoMAG (Mars Rover Magnetometer). El espectrómetro láser LIBS (Laser-Induced Breakdown Spectroscopy) es el instrumento principal de Zhurong —es la mitad de la carga útil— y ha sido desarrollado por el Instituto de Física Técnica de Shanghai en colaboración con el CNES francés a través del IRAP (Institut de Recherche en Astrophysique et Planétologie) y tiene un diseño parecido al de los instrumentos ChemCam y SuperCam de los rover Curiosity y Perseverance, también construidos con ayuda del IRAP. Al igual que estos, empleará un láser para vaporizar las rocas a distancia y analizar su composición. Cada disparo y análisis con el espectrómetro láser dura unos 300 milisegundos y puede centrarse en un área de 0,1 milímetros cuadrados. El instrumento emplea un láser de granate de itrio y de aluminio (YAG) dopado con neodimio que funciona en el rango de longitudes de onda 240-850 nanometros. El láser se refleja en un espejo que puede girar en dos ejes para cubrir cualquier dirección. Para calibrarlo, hay un blanco con distintas muestras situado bajo la antena de alta ganancia. El instrumento cuenta además con una cámara para obtener imágenes.
Zhurong tiene por delante una misión primaria de 92 días. El primer rover marciano chino llega a la superficie de un planeta que hasta ahora era territorio exclusivo de la NASA (no olvidemos que la agencia estadounidense opera en estos momentos tres sondas en la superficie marciana). El éxito de Zhurong demuestra a partes iguales el avance espectacular de la tecnología china en estos últimos años y la ambición de su programa espacial. China planea traer muestras de Marte en 2031, probablemente adelantándose por muy poco a la NASA y a la ESA. Cuando el país asiático anunció este plan de retorno de muestras marcianas muy pocos creyeron que sería capaz de desarrollar la tecnología para hacerlo en menos de una década. Ahora ya no hay duda alguna.
Eureka: Las primeras imágenes de Marte tomadas por el rover chino Zhurong
Las primeras imágenes de Marte tomadas por el rover chino Zhurong
19 May 2021 02:28 PM
Ahí la tenemos; es la superficie de Marte. Ya casi es un lugar familiar. Al fin y al cabo, la hemos visto muchas veces mediante las cámaras de nueve sondas espaciales. Sin embargo, esta imagen tiene una particularidad: es la primera vez que vemos la superficie del planeta rojo a través de los ojos de una sonda no estadounidense. Con ustedes, Utopia Planitia vista por el rover chino Zhurong:
Utopia Planitia vista por Zhurong. En primer plano, la rampa desplegada (CNSA/Thomas Appéré).
La parte superior de Zhurong vista por las cámaras del rover (CNSA). Situación actual del rover sobre la plataforma (CNSA/CASC). Elementos que se ven en las imágenes anteriores (CNSA/Eureka).
La zona es excepcionalmente plana, como indicaban las imágenes obtenidas por las sondas MRO y el propio orbitador Tianwen 1. Muy diferente del pedregal donde aterrizó en 1976 la famosa sonda Viking 2, también en Utopia Planitia, pero más al norte. La imagen anterior ha sido obtenida por las cámaras en blanco y negro del rover destinadas a las tareas de conducción, equivalentes a las hazcams de los rovers de la NASA, y en ella se ve el horizonte de Utopia Planitia en las coordenadas 25,1º norte, 109,9º este. En primer plano vemos la rampa de descenso del rover, correctamente desplegada. Está previsto que Zhurong baje a la superficie por esta rampa el día 22 de mayo. Mientras, el rover chino seguirá situado en la etapa de descenso sobre la que aterrizó. La Agencia Espacial China (CNSA) también ha publicado otra imagen a color, procedente de la cámara MSCam situada en el mástil del rover. En la imagen se pueden ver los paneles solares desplegados y la antena de alta ganancia, así como los blancos de calibración para los instrumentos.
China también ha publicado los primeros vídeos de la misión, en los que se puede contemplar la separación de la cápsula del orbitador. En los próximos días está previsto que se envíen vídeos del despliegue del paracaídas y de la secuencia final de aterrizaje.
El rover Zhurong (祝融号) de la misión Tianwen 1 aterrizó con éxito en Marte el pasado 14 de mayo de 2021 a las 23:18 UTC, pero no hemos podido ver las imágenes hasta el mediodía de hoy día 19 de mayo. Estos casi cinco días de espera se han hecho muy largos debido a la opacidad informativa de las autoridades chinas, que no comunicaron los planes precisos para enviar las imágenes hasta días después del aterrizaje. El retraso en el envío de estas primeras imágenes llegó a provocar una reacción de los encargados del programa espacial del país, que tuvieron que explicar que las imágenes no estarían listas hasta hoy en un intento de rebajar las expectativas del público.
Enlace de comunicaciones entre la Tierra, Zhurong y el orbitador Tianwen 1 (CCTV).
Las imágenes han tardado tanto porque se han enviado a través del orbitador Tianwen 1. Zhurong cuenta con una antena de alta ganancia que permite el contacto directo con la Tierra, pero solo con una velocidad de transferencia de datos de 16 bps, insuficiente para enviar imágenes o vídeos. Las sondas de la NASA también transmiten el grueso de sus datos a través de orbitadores, pero la agencia estadounidense cuenta en la actualidad con una flotilla de sondas propias y de otras agencias que se hallan listas en órbita para retransmitir los datos de cualquier nueva sonda en la superficie de Marte. Para complicar las cosas, el orbitador Tianwen 1 estaba situado en una órbita elíptica con un apoapsis de 60 000 kilómetros y un periodo de dos días. Después de liberar la cápsula con el rover Zhurong y comprobar que había aterrizado correctamente, Tianwen siguió en esta órbita, hasta que el 17 de mayo cambió la órbita a una nueva de 260 x 16 000 kilómetros y un periodo de 8,2 horas. En esta nueva órbita, el orbitador Tianwen 1 pasa una vez al día sobre la zona de aterrizaje de Zhurong —sí, una vez y no tres porque el planeta gira bajo la órbita—, lo que permite recabar datos del rover con más frecuencia usando el enlace de la antena UHF.
Poco después del aterrizaje, China publicó el perfil descenso de la cápsula con el rover. La cápsula se separó del orbitador a las 20:00 UTC, aproximadamente, del 14 de mayo y unas tres horas después, a las 22:54 UTC, comenzó la entrada en la atmósfera de Marte. La cápsula realizó la tercera entrada atmosférica controlada en Marte y la primera de un país diferente a EE.UU. Solo los rovers Curiosity y Perseverance han llevado a cabo este tipo de entrada. El resto de sondas marcianas ha llevado a cabo entradas balísticas no controladas, que conllevan una menor precisión en el aterrizaje (las sondas Viking realizaron una entrada no balística, pero sin controlar su trayectoria; de hecho, esta técnica aumentó la imprecisión en el caso de estas sondas). La cápsula de Zhurong usó propulsores gaseosos para mantener su posición y, luego, desplegó un flap aerodinámico para controlar la actitud del vehículo (es la primera vez que se emplea este sistema en una entrada atmosférica en otro planeta).
Paracaídas de la cápsula de Tianwen 1 (CCTV). Paracaídas supersónico de Zhurong (Weibo). Paracaídas de Zhurong durante las pruebas en la Tierra (Xinhua).
Luego se desplegó el primer paracaídas chino que se abre en la atmósfera de otro planeta, un paracaídas supersónico que redujo la velocidad del sistema a 95 m/s. El sistema de navegación óptica permitió que el ordenador eligiese la zona más adecuada para el aterrizaje mientras la nave permanecía estacionaria a cien metros de altura (la misma técnica usada en las misiones Chang’e 3, 4 y 5). Al fin, la etapa de descenso con el rover Zhurong descendió suavemente sobre Utopia Planitia. La distancia entre el punto de aterrizaje final y el anunciado inicialmente es de unos 29 kilómetros.
Diferencia entre el lugar de aterrizaje real y la planeada (Google Earth).
La entrada Las primeras imágenes de Marte tomadas por el rover chino Zhurong fue escrita en Eureka.
Eureka: El rover Zhurong ya rueda por la superficie de Marte
22 May 2021 04:50
Las ruedas del rover Zhurong de la misión Tianwen 1 tocaron al fin el suelo de Marte el día 22 de mayo de 2021 a las 02:40 UTC. El rover bajó por la rampa desplegable de la etapa de aterrizaje y se desplazó medio metro por la superficie del planeta rojo (más específicamente, 0,522 metros, para celebrar la fecha del 22/5). Aunque Zhurong tiene todavía por delante una misión primaria de 92 días, evidentemente este hito es el más importante tras el aterrizaje. La secuencia de descenso fue filmada por las cámaras de Zhurong y de la etapa de aterrizaje, aunque, por el momento, solo se han publicado las fotos captadas por las cámaras de evasión de obstáculos delanteras y traseras —hazcams en el lenguaje de la NASA—, en blanco y negro. Curiosamente, es la primera vez que un rover desciende a la superficie de Marte por una rampa rígida desde la parte superior de una etapa de descenso (Sojourner y los MER lo hicieron por rampas flexibles a poca altura del suelo). China es ya oficialmente el segundo país tras Estados Unidos en hacer rodar un rover por la superficie de Marte.
La etapa de descenso de Tianwen 1 vista por Zhurong desde la superficie marciana con las cámaras hazcams traseras (CNSA).
La bajada de la etapa de aterrizaje tuvo lugar aproximadamente una semana después del aterrizaje en Utopia Planitia, el 14 de mayo a las las 23:18 UTC. Desde entonces, Zhurong ha logrado soportar las frías noches marcianas gracias a su novedoso sistema de control de temperatura mediante cambio de fase de un hidrocarburo (undecano) y se ha comunicado cada día con la Tierra en banda X y con el orbitador Tianwen 1 en UHF.
El rover chino Zhurong se hace un ‘selfie’ en Marte
Por Daniel Marín, el 11 junio, 2021.
Es una imagen espectacular, tanto por la perspectiva como por el autor. Hablamos del último selfie del rover chino Zhurong en la superficie de Marte. Los rovers Curiosity y Perseverance de la NASA nos han obsequiado con numerosos autorretratos marcianos, pero este es el primer selfie de un vehículo no estadounidense en la superficie de otro planeta. Además, mientras que los —sin duda alucinantes— autorretratos de los rovers de la NASA han sido tomados con la cámara del brazo robot y son en realidad un mosaico de múltiples imágenes, esta fotografía ha sido tomada por una cámara dejada en la superficie por el propio rover, toda una primicia. Para completar el cuadro, junto al rover vemos la etapa de descenso que le permitió aterrizar en el planeta rojo con la bandera de China desplegada, la primera bandera que «ondea» en Marte:
El rover Zhurong y la etapa de descenso de la misión Tianwen 1 en Utopia Planitia (la separación entre ambos es de unos 10 m). Se aprecian las banderas chinas de la etapa —desplegable— y la del rover (CNSA).
No cabe duda de que esta imagen pasará a la historia como una de las representativas de la exploración espacial de nuestro tiempo. Ahora bien, ¿cómo se ha tomado? Pues, como decíamos, gracias a una pequeña cámara desechable que se ha desprendido de la parte inferior de Zhurong (la imagen se tomó el 1 de junio).
Detalle de la bandera desplegable.
Detalle del pequeño cráter creado por el motor YF-36A de la etapa de descenso (CNSA).
En las huellas se aprecia el carácter 中, de 中国, o sea, China (CNSA).
La «cabeza» de Zhurong en la que se aprecian las cámaras NaTeCam a cada lado para navegación (a color) y la cámara multiespectral MSCam, en el centro. Sobre la MSCam vemos un sello de la dinastía Jin que representa el carácter para el fuego (火). En mandarín, Marte es el «astro de fuego», de ahí el nombre de Zhurong, una deidad china tradicional asociada al fuego (Weibo).
Vista de la cámara desplegable desde la Tianwen 1 (CNSA).
El panorama de la zona de aterrizaje (北: norte; 南: sur; 东: este; 西: oeste) (CNSA).
Eureka: El rover Zhurong continúa su viaje hacia el sur en Utopia Planitia
Saturday 10 July 2021
El rover chino Zhurong (祝融号) continúa su trayectoria hacia el sur en Utopia Planitia. Ya lleva 54 días en Marte y ha recorrido 300 metros. Recordemos que el objetivo primario de la misión era sobrevivir durante 90 días, así que Zhurong ya ha superado la mitad de su vida prevista (evidentemente, todos esperamos que pueda seguir funcionando sin problemas una vez pasado este límite administrativo). La distancia recorrida no está nada mal para ser el primer rover chino en Marte (como comparación, Perseverance, que aterrizó el 18 de febrero, ha recorrido 1,44 kilómetros hasta ahora). A este ritmo, Zhurong pronto superará la distancia recorrida por el rover Yutu 2, que ha recorrido unos 739 metros en la cara oculta de la Luna desde que aterrizó en enero de 2019 (si bien es cierto que Yutu 2 no se puede alejar demasiado de la sonda Chang’e 4).
La antena de alta ganancia de Zhurong y sus paneles solares traseros vistos en esta imagen de las cámaras NaTeCam de Zhurong publicada el 9 de julio, mirando hacia el norte. En primer plano una duna y, a lo lejos, un posible volcán de lodo (CNSA).
Zhurong aterrizó en el planeta rojo el pasado 14 de mayo y el 22 de ese mismo mes descendió de la etapa de descenso para comenzar a rodar por Marte. La CNSA publicó el primer panorama a color de la superficie de Marte tomado por Zhurong el 11 de junio, un panorama tomado mientras el rover todavía estaba situado sobre la etapa de descenso. Después de bajar a la superficie, el rover tomó imágenes de la etapa de descenso y de sí mismo mediante una cámara desplegable y, luego, prosiguió hacia el sur. El objetivo es, aparentemente, acercarse al paracaídas y al escudo térmico trasero para inspeccionarlo y, más adelante, explorar dos grandes cráteres que se hallan a 1,8 y 2.8 kilómetros, respectivamente, de la zona de aterrizaje. Se especuló en un principio que el rover podría explorar un posible «volcán de lodo» situado al norte de la zona de aterrizaje, pero, por el momento, su trayectoria es la opuesta.
Recorrido de Zhurong hasta la fecha (sol 54) y su posible ruta (NASA/MRO/@Marstianwen https://twitter.com/MarsTianwen).
Además de otros, el instrumento principal de la misión es el espectrómetro láser MarSCoDe (Mars Surface Composition Detector), destinados a analizar las rocas y el regolito mediante espectroscopía LIBS (Laser-Induced Breakdown Spectroscopy), la misma técnica empleada en los instrumentos ChemCam y SuperCam que llevan los rovers Curiosity y Perseverance. El instrumento MarSCoDe está formado por cinco partes: la cabeza óptica que emite el láser y recibe la luz, el espejo móvil BPM (Bioxial Pointing Mirror), para apuntar el láser al objetivo, la electrónica, situada en el chasis del rover, los doce blancos de calibración CTA (Calibration Targets Assembly), localizados bajo la antena de alta ganancia, y el espectrómetro propiamente dicho. MarSCoDe, al igual que sus «primos» ChemCam y SuperCam, puede analizar la composición de las rocas a distancia sin necesidad de usar brazos robots o dispositivos móviles que puedan sufrir fallos. La óptica emplea un telescopio de tipo Ritchey-Chrétien de 10,6 centímetros de apertura. El láser emite en una longitud de 1064 nanometros (infrarrojo) y tiene una energía de 23 mJ. Cada pulso dura 4,5 nanosegundos y puede disparar entre una y tres veces por segundo.
Instrumento MarSCoDe de Zhurong (Xiong Wan et al.).
Funcionamiento de MarSCoDe (Xiong Wan et al.).
Muro campo de refugiados Ain al-Hilweh
Muro campo de refugiados Ain al-Hilweh, en el Líbano
Líbano empieza la construcción de un muro en torno al mayor campo de refugiados palestinos del país.
Se trata del campo de Ain al-Hilweh, en el que viven unos 70.000 palestinos, y del que se cree que es un escondite para terroristas.
Ain al-Hilweh
Ein el-Jilue (en árabe عين الحلوة; “Pozo de agua dulce”) es el nombre del mayor campo de refugiados palestinos en Líbano.
En el local que se encuentra en las afueras de Sidón, viven 70 mil personas.1 Debido a que las fuerzas militares y la policía libanesa no pueden entrar al campo, Ein el-Jilue es conocido como una “zona sin leyes”1 y las cuadrillas criminales o de militantes controlan el campo.2
Creado en 1948 Población 47.614
Ein el-Hilweh fue establecido cerca de la ciudad de Sidón, entre 1948/1949 por el Comité Internacional de la Cruz Roja para dar cabida a los refugiados de Amqa, Saffourieh, Shaab, Taitaba, Manshieh, al-Simireh, Al-Nahr al-Sofsaf, Hitten, Ras al-Ahmar, y Al-Tarshiha Tiereh en el norte de Palestina. UNRWA inició sus operaciones en el campo en 1952, sustituyendo gradualmente las tiendas por los refugios de hormigón.
Muchos de los refugiados de otros campamentos en Líbano, en particular los campamentos cercanos a Trípoli, tuvieron que desplazarse a Ein el-Hilweh durante la Guerra Civil. Entonces, se convirtió en el mayor campamento de Líbano, tanto en términos de población como de tamaño. Entre 1982 y 1991, el campamento fue duramente golpeado por la violencia.
Los habitantes de Ein el-Hilweh trabajan principalmente como empleados temporales en construcción y talleres de bordado o en la limpieza. Existe una gran abandono escolar entre los jóvenes, ya que un número elevado de estudiantes se ven obligados a abandonar la escuela para apoyar a sus familias.
Las viviendas en el campamento son pequeñas y se encuentran muy cerca unas de otras. Algunas todavía tienen techos de chapa. UNRWA construyó un complejo de viviendas de varios pisos en el período 1993-1994 para dar cabida a 118 familias desplazadas, principalmente del campo de Nabatieh destruido por Israel en 1973. Un número de refugiados desplazados siguen viviendo en el borde del campo en condiciones de extrema pobreza.
23/11/2016
De forma silenciosa, Líbano ha comenzado a construir en los últimos días un muro de cemento en torno al campo de refugiados palestinos de Ain al Hilweh, el más grande el país, con el propósito de evitar los enfrentamientos entre las distintas facciones palestinas del campo y el ejército libanés, así como impedir la infiltración de extremistas en el interior del campo. De acuerdo con las primeras informaciones se estima que el muro tardará en completarse unos 15 meses y contará también con varias torres de vigilancia.
El empobrecido y abarrotado campo de Ain al-Hilweh, situado al lado de la ciudad de Sidón, en el sur del Líbano, es unos de los símbolos más descarnados de la impotencia palestina. Tras su fundación en 1948 después de la derrota de los árabes en la guerra árabe-israelí de ese mismo año, pronto se evidenció que no había una solución política para la crisis de refugiados. La ONU comenzó a operar en el campo en 1952, las tiendas de lona se sustituyeron por insalubres casas de cemento. En los últimos años Ain al-Hilweh ha sido noticia por esconder a yihadistas vinculados al Estado Islámico y a fugitivos de la justicia. Las autoridades libanesas han señalado en no pocas ocasiones al campo como un refugio para terroristas que planeaban atentados contra objetivos libaneses. Los palestinos del campo, unos 70.000, son igualmente testigos habituales de violentos enfrentamientos entre los diversos grupos palestinos rivales que intentan hacerse con el control del lugar.
Pese a que el levantamiento del muro forma parte de un acuerdo negociado con las facciones palestinas, lo cierto que es muchos habitantes del campo al igual que numerosos activistas han mostrado su desacuerdo y frustración con un muro que ha sido calificado ya como «muro de la vergüenza» y al que se equipara con el muro israelí en Cisjordania. El movimiento palestino Hamás ha criticado este martes en un comunicado la iniciativa por considerarla una «política de aislamiento colectivo» que hará empeorar la vida de los refugiados.
Los campamentos de refugiados palestinos del Líbano siempre han sido vistos como una especie de zona extraterritorial gestionada exclusivamente por diferentes clanes palestinos armados. En virtud de un acuerdo con el gobierno libanés, el ejército no entra a ninguno de los 12 campamentos que existen en el país y se limita a proteger los accesos. En la mayoría de los casos en los que se han producido disturbios lo único que pueden hacer las fuerzas de seguridad es vigilar la situación desde lejos. Esta decisión de no inmiscuirse en los asuntos palestinos tuvo su excepción en 2007 cuando el ejército sí se vio obligado a intervenir en el campo de Nahr al-Bared, cerca de la norteña ciudad de Trípoli, para detener unos violentos choques que causaron la muerte de más de 150 soldados libaneses, 20 civiles y 60 miembros de la organización palestina Fatah al-islam. Nueve años más tarde, Nahr al-Bared permanece destruido y es zona militar vedada.
Líbano levanta un muro en el mayor campo de refugiados del país con el permiso de los palestinos.
Con el muro, las autoridades pretenden contener los recientes enfrentamientos entre palestinos del campo y el Ejército libanés, según afirmaron representantes oficiales palestinos y libaneses. El muro se completará en los próximos 15 meses, según una información publicada por la web de noticias libanesa Al Modon.
Un responsable del movimiento islámico palestino Hamás en Ain al Hilweh, Abu Ahmad Faisal, señaló al diario libanés ‘Daily Star’ que se levantarán cuatro torres. “La construcción del muro pretende que disminuya la confrontación entre los habitantes (del campo) y el Ejército (libanés)”, señaló Faisal.
Sin embargo, muchos palestinos del campo expresaron su frustración y disgusto por la construcción de la enorme pared, a la que calificaron de “muro de la vergüenza” y compararon con el muro que Israel levantó en Cisjordania. En algunos tramos, el muro de Ain al Hilweh se situará solo a tres metros de algunas casas, según informaciones aparecidas en medios libaneses.
En el campo de refugiados de Ein el Helwe, de 1,5 kilómetros cuadrados, se hacinan 75.000 personas
Desperdigados entre los 11 campos de refugiados palestinos que alberga Líbano, el de Ein el Helwe, cercano a la sureña ciudad de Sidón, parece a primera vista un centro penitenciario. En esta microciudad de kilómetro y medio cuadrado se hacinan 75.000 personas en uno de los pedazos del mundo más densamente poblados.
Construido en 1948 tras la creación unilateral del Estado de Israel, lo que en este lado de la frontera se conoce como la Naqba (catástrofe), los refugiados y sus descendientes viven cercados por muros y vallas. Las cuatro únicas entradas y salidas del campo son custodiadas por soldados libaneses. En este agujero y dependientes de las ayudas de la ONU, conviven hasta cuatro generaciones fruto del éxodo forzado.
Hay ancianos que han nacido, vivido y muerto entre sus muros. Los barrios han sido bautizados mimetizando las regiones de origen de los refugiados. Las dos únicas calles transitables por vehículos parten el campo en dos y reflejan la misma división política que separa Gaza de Cisjordania. En la calle de arriba gobiernan Fatah y sus aliados. En la de abajo lo hacen Hamás y los grupos islamistas.
Los muros, legales, sociales y físicos, torpedean la vida de los 400.000 refugiados palestinos que habitan en el diminuto país (representado un 10% de la población total). Conscientes de que nunca podrán franquear los 62 kilómetros que separan Ein el Helwe de Palestina, las nuevas generaciones truecan el sempiterno discurso del derecho al retorno por la más factible héjira.
Saben que su única oportunidad para pisar la tierra que solo conocen por boca de sus abuelos, es cruzar ilegalmente los 1.600 kilómetros de fronteras que les separan de las costas europeas, y una vez allí, soñar con un pasaporte que les permita viajar como turistas a la tierra de sus ancestros.
Saber más en: https://federicogaon.com/ain-al-hilweh-muro-del-hablan/
Caherconnell
Caherconnell
Fuerte de piedra de Caherconnell
Vista general del Fuerte de Caherconnell.
Caherconnell (irlandés: Cathair Chonaill, que significa “anillo de piedra de Conall”)[1] es un anillo de piedra medieval excepcionalmente bien conservado en la región conocida como Burren, Condado de Clare, Irlanda. Se encuentra a aproximadamente 1 km al sur del dolmen de Poulnabrone.
Es un asentamiento arqueológico construido en torno al año 500 y que debió estar ocupado durante toda la Edad Media, quizás hasta el siglo XV. Aunque es denominado “fuerte”, su principal misión no debía ser militar, sino servir de vivienda para una familia amplia de pastores y agricultores, y se cree que la altura y grosor de los muros podría servir como signo del poder de la familia ocupante.
Este tipo de fuertes circulares son muy comunes en el Burren y en toda Irlanda, pero el de Caherconnell es especialmente significativo por su buen estado de conservación. La disposición de los restos conservados actualmente parece responder a las reconstrucciones de los últimos habitantes, aunque la entrada debió ser originalmente distinta a la conservada actualmente.
Parte del muro del fuerte de piedra Caherconnell
Ubicación: Parroquia de Kilcorney, el Burren
Coordenadas: 53.04075 ° N 9.139172 ° W
Tipo: Ringfort
Caherconnell se encuentra al oeste de la carretera R480 que conecta Ballyvaughan y el Castillo Leamaneh en la ciudad de Caherconnell, parroquia de Kilcorney, Barony of Burren, Condado de Clare. La geología local es piedra caliza kárstica y la tierra se utiliza para pastoreo [2]
Descripción
Caherconnell presenta una pared circular de cerramiento de piedra seca con un diámetro de 42 metros. Las paredes tienen hasta 3 metros de espesor y hasta 3 metros de altura. La cantidad de piedras sueltas sugiere una altura original de alrededor de un metro extra. El muro está hecho de piedra caliza local. La brecha de entrada se encuentra al este.[2]
Dentro del recinto se encuentran los restos de una pared divisoria de piedra seca, de alrededor de un metro de ancho. También hay dos estructuras visibles. La Estructura A está ubicada al lado del muro norte del fuerte. Es rectangular con el eje largo que va de este a oeste y mide aproximadamente 10 m por 5 m. La Estructura B está al lado del muro oeste de la fortaleza, midiendo alrededor de 7.5m por 5m internamente. Su pared norte es parte de la pared divisoria.[2]
Algunas estructuras adicionales rodean el ringfort. Se ha supuesto la existencia de un subsuelo, pero no se ha encontrado nada definitivo.[2]
El fuerte muestra numerosas similitudes con Cahermore Ringfort y Cahermacnaghten, otros dos anacardos que permanecieron en uso hasta una fecha relativamente tardía.[3]
Excavaciones
Según la datación por radiocarbono realizada en relación con una excavación arqueológica en el verano de 2007, la fortaleza de anillo data principalmente de principios del siglo X a mediados del siglo XII. Los depósitos de ocupación indican que el fuerte se utilizó desde principios del siglo X hasta principios del siglo XIII. La estructura posterior A con un contorno rectangular probablemente se construyó entre principios del siglo XV y mediados del siglo XVII. No es seguro si el cashel fue continuamente habitado o temporalmente abandonado en el siglo XIV.[2]
Los resultados indican que los habitantes no solo consumieron artículos de alto estado sino que también los fabricaron en el sitio (molde para hacer alfileres). Parece que ha habido trabajo de metales preciosos y hay signos de herrería (escoria, posible posición del yunque). El informe arqueológico también señala que: “La imponente morfología del sitio, sus paredes y diámetro, lo distingue de la gran mayoría de los castañuelas en el Burren”.[2] El uso relativamente largo, bien en los tiempos modernos, se atribuye al hecho de que el área, controlada por la familia O’Loghlen, no se vio directamente afectada por las influencias anglo-normandas, sino que permaneció culturalmente gaélica durante mucho tiempo.[2] [3]
Los habitantes del siglo XV / XVI no pertenecían a la rama principal de la familia, que se había mudado al castillo de Glensleade, a unos 3 km al norte.[3]
Se han encontrado postoles de una estructura de madera rectangular anterior, del Neolítico o de la Edad del Bronce, al suroeste. Fueron descubiertos durante el examen de un edificio de piedra adyacente posterior. Esto parece único en Irlanda y Gran Bretaña y sigue siendo objeto de análisis. Puede haber servido como un horno medieval de secado de maíz, pero la presencia de los restos parciales de tres personas, arrojados a su entrada y que datan de los siglos XV o XVI, presenta un misterio.[3]
Se cree que Ringforts, como Caherconnell, estuvo habitada entre 400-1200 d.C. Sin embargo, una descripción del sitio en Caherconnell, a principios del siglo XX por el historiador local fallecido Dr. McNamara de Corofin Co. Clare sugiere que la entrada al fuerte pudo haber sido reconstruida en los siglos XV o XVI. Esto sugiere que esta fortaleza pudo haber estado habitada hasta el período medieval tardío.
Hoy
El ringfort está abierto al público. El propietario dirige un centro de visitantes con una presentación audiovisual y una cafetería.[3]
Desde el verano de 2010, Caherconnell ha sido el hogar de una escuela de campo arqueológico donde los estudiantes pueden aprender técnicas arqueológicas de los principales arqueólogos.
Enlaces externos
Más información y fotos en: https://www.geograph.ie/photo/5969944
Cimientos de un edificio en el interior del fuerte de Caherconnell
Muralla interior que divide el fuerte en dos mitades
Ruinas de una edificación en el exterior del fuerte
Vista aérea del conjunto
Estado antes de las excavaciones
Trabajos de excavación
Detalles
Representación artística
Debe estar conectado para enviar un comentario.