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Mundo de Hecateo de Mileto
Mundo de Hecateo de Mileto
Hecateo de Mileto (Ἑκαταῖος ὁ Μιλήσιος: 550 a. C. – 476 a. C.) fue un historiador griego. Lo primitivo de su método histórico lleva a clasificarlo entre los logógrafos; sin embargo, en sus Genealogíai fue el primero en intentar separar el pasado mitológico del histórico, lo que significó un paso crucial en el desarrollo de la historiografía. Es la única fuente que Heródoto citó por su nombre. También puede considerársele precedente de la geografía y la cosmografía. No debe confundirse con su homónimo Hecateo de Abdera, también historiador, que vivió dos siglos después.
Nació en Mileto de rica familia y recibió el nombre de la diosa Hécate. Llegó a la madurez en el tiempo de la invasión persa. Tras largos viajes se asentó en su ciudad natal, donde ocupó altos cargos y se dedicó a la composición de trabajos históricos y geográficos. Cuando Aristágoras convocó un consejo de los jonios en Mileto para organizar la revuelta jónica contra el poder persa, Hecateo trató en vano de disuadir a sus compatriotas de llevarla a cabo (Heródoto 5.36, 125). En el 494 a. C., cuando los derrotados jonios se vieron obligados a negociar la rendición, él fue uno de los embajadores ante el sátrapa persa Artafernes, al que persuadió que permitiera la reconstrucción de las ciudades jonias.1
Hecateo fue uno de los primeros autores clásicos que mencionan a los pueblos celtas.2
Se le suele considerar como padre de la Geografía.
Obra
Se atribuye a Hecateo el Ges Periodos (“Viajes alrededor de la Tierra”), obra en dos libros, cada uno de los cuales se organiza a manera de periplo (navegación costera con escalas). El primero, sobre Europa, es esencialmente un periplo mediterráneo, describiendo una por una cada región visitada, llegando incluso a Escitia. El segundo, sobre Asia, se organiza de modo similar al Periplo del Mar Eritreo, del que sobrevive una versión del siglo I. Hecateo describe los países y pueblos del mundo conocido, siendo la parte de Egipto particularmente completa. Las descripciones se acompañan de un mapa, basado en el de Anaximandro, que corrige y aumenta. Se conservan 374 fragmentos de la obra, la mayor parte citados en el léxicon geográfico Étnica, compilado por Esteban de Bizancio.
También se le conoce las Genealogiai, compendio racionalmente sistematizado de las tradiciones y mitología griegas, que rompe con la tradición épica de construcción de mitos. Se conservan pocos fragmentos, pero suficientes para considerar su importancia.
Escepticismo
Las obras de Hecateo, especialmente las Genealogiai, muestran un marcado escepticismo:
“Esto dice Hecateo de Mileto: Escribo lo que considero verdad; las historias de los griegos me parecen ridículas“.
Al contrario que su contemporáneo Jenófanes, no critica los mitos partiendo de los mitos mismos, sino que su incredulidad proviene de su amplia exposición a las muchas mitologías contradictorias que encuentra en sus viajes.
Es ilustrativa la anécdota de la visita a un templo egipcio en Tebas (Heródoto II, 143). El sacerdote muestra a Heródoto una serie de estatuas en el sagrado interior del templo, cada una supuestamente erigida por el sumo sacerdote de cada generación. Hecateo, dice Heródoto, habiendo presenciado el mismo espectáculo, mencionó a los sacerdotes que él mismo podía reconstruir su línea de antepasados a través de dieciséis generaciones hasta llegar a un dios del que descendía. Los egipcios, comparando su genealogía con la suya propia manifestada en 345 estatuas, todas de mortales, se negaron a creer la pretensión de Hecateo de descender de una figura mitológica. Este encuentro con la antigüedad inmemorial de Egipto se considera una influencia crucial en el escepticismo de Hecateo. El pasado mitologizado de los griegos se vuelve insignificante cuando se lo compara con la historia de una civilización que ya era antigua antes de que se fundase Micenas.
Hecateo fue probablemente el primero de los logógrafos en intentar una seria historia en prosa y en emplear el método crítico para distinguir el mito del hecho histórico, aunque acepta a Homero y otros poetas como autoridades fidedignas. Heródoto debe a Hecateo el concepto de historia en prosa, aunque a veces discuta su contenido.
Periegesis: La Geografía de Hecateo de Mileto
Hecateo fue uno de los primeros cartógrafos griegos. Miembro de una familia poderosa de Mileto, destacó por su papel de consejero durante la época de la revuelta jonia (500 a. C.). Deseoso de ampliar sus conocimientos sobre el mundo, realizó numerosos viajes, entre ellos a Egipto, como nos cuenta Herodoto (II, 143). Al igual que Anaximandro, fue autor de un mapamundi en el que se refleja su concepción oriental del mundo, que se representa como un disco rodeado por el océano. En el mapa de Hecateo se señalaban cuatro cuadrantes terrestes marcados por un eje Oeste-Este, con el mar Mediterráneo y el Mar Negro, y un eje Sur-Norte, con el Nilo al Sur y el Istro (el Danubio) al Norte. Representa el Mar Caspio como abierto.
Resumen de su obra
- Fue el primer geógrafo científico, quizá por ello se le considera el padre de la geografía.
- Autor de un mapamundi en el que se refleja su concepción oriental del mundo, que se representa como un disco rodeado por el océano.
- En el mapa de Hecateo se señalaban cuatro cuadrantes terrestres marcados por un eje oeste-este, con el mar Mediterráneo y el Mar Negro, y un eje Sur-Norte, con el río Nilo al sur y el río Istro (el río Danubio) al norte.
- La obra llamada Periegesis, donde se alternaban los datos geográficos, enumerados de una manera un tanto árida, con un abundante material etnográfico sobre los pueblos visitados en su ruta desde el Mediterráneo hasta el Mar Negro. Ésta es quizás más importante de Hecateo y, de hecho, fue utilizada por el historiador Heródoto, quien, a pesar de todo, se burlaba con frecuencia de los mapas de su predecesor.
- Representó en él la Tierra como un disco circular, de unos 8000 kilómetros de diámetro, rodeado de océano con Grecia en el centro. La península ibérica era el fin del mundo conocido, las llamadas columnas de Hércules (el estrecho de Gibraltar).
Además de esta obra de naturaleza histórica, Hecateo escribió cuatro libros de Genealogías, donde narraba los orígenes de compatriotas célebres (y, entre ellos, el suyo propio) y analizaba algunos mitos como el de Hércules y el de Deucalión. Los escasos fragmentos conservados dejan ver cómo su espíritu racionalista intentaba explicar algunos mitos que no se rechazan por completo. Así, afirma por ejemplo que Cerbero no es más que una serpiente o que las hijas de Dánao no fueron cincuenta sino veinte (número bastante más verosímil). Este deseo de dar una versión más racional de los mitos clásicos se exponía ya desde el comienzo de la obra, que se inicia con las siguientes palabras: “Hecateo de Mileto habla así: yo escribo lo que creo que es verdad, porque las historias de los griegos son diversas y me parecen absurdas”.
El mundo de Anaximandro
El mundo de Anaximandro
Anaximandro con un reloj solar. Mosaico romano de principios del siglo III d. C.
Información personal
Nombre nativo: Ἀναξίμανδρος
Nacimiento: 610 a. C.; Mileto, Jonia
Fallecimiento: 546 a. C. (65 años); Mileto, Jonia
Alumno de: Tales de Mileto
Ocupación: filósofo, astrónomo, matemático y geógrafo1
Alumnos: Pitágoras y Anaxímenes
Movimiento: Filosofía presocrática y Escuela de Mileto
Anaximandro (en griego antiguo Ἀναξίμανδρος; Mileto, Jonia; c. 610 a. C.–c. 546 a. C.)2 fue un filósofo y geógrafo de la Antigua Grecia. Discípulo y continuador de Tales,34 además compañero y maestro de Anaxímenes, consideró que el principio de todas las cosas era lo ápeiron.5
Se le atribuye solo un libro, conocido con el título Sobre la Naturaleza.6 El libro se ha perdido y su palabra ha llegado a la actualidad mediante comentarios doxográficos de otros autores.7 Se le atribuye también una carta terrestre, la medición de los solsticios y equinoccios por medio de un gnomon, trabajos para determinar la distancia y tamaño de las estrellas y la afirmación de que la Tierra es cilíndrica y ocupa el centro del universo.58
Biografía
Anaximandro, detalle en La escuela de Atenas.
Anaximandro, hijo de Praxíades, nació en Mileto durante el tercer año de la 42ª Olimpiada (610 a. C.).9 Según Apolodoro de Atenas,10 tenía la edad de sesenta y cuatro años durante el segundo año de la 58ª Olimpiada (547-546 a. C.) y murió poco tiempo después, habiendo vivido principalmente en la época de Polícrates, tirano de Samos (538-522 a. C.).
Compatriota y alumno de Tales, también parece que fue uno de sus parientes (según la Suda).11 La muerte de Anaximandro fue contemporánea al nacimiento de Heráclito.1213
En sus Discursos,14 Temistio menciona que Anaximandro habría sido «el primero de los griegos conocidos en publicar una obra escrita sobre la naturaleza» y, por este mismo hecho, sus textos habrían estado entre los primeros documentos griegos escritos en prosa.1516
Sin embargo no existe ninguna mención de sus textos antes de Aristóteles, y por esa razón se supone a veces17 que, en tiempos de Platón, su filosofía había caído en el olvido; fue Aristóteles quien la redescubrió, y es debido a Aristóteles, a Teofrasto y a varios doxógrafos que sus fragmentos han sido conservados.18 Teofrasto escribió que Anaximandro fue el primero en llamar «mundo» al universo.19
Las Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres20 de Diógenes Laercio cuentan que Anaximandro, cantando en cierta ocasión, se le burlaron los muchachos, y habiéndolo advertido, dijo: «Es menester cantar mejor por causa de los muchachos».
De acuerdo con Eliano, los milesios le habrían encargado dirigir una colonia en Apolonia, en la costa tracia del Ponto Euxino, lo cual hace pensar que fue un ciudadano de cierta notoriedad.21 Explica Eliano, en la Varia Historia,22 que los filósofos dejaban a veces la comodidad de sus pensamientos para ocuparse de asuntos políticos. Es muy probable que fuera enviado en calidad de legislador para aportar una constitución o incluso para mantener allí el poder en nombre de Mileto.
La cuestión del arjé
Para Anaximandro, el arjé es lo ápeiron (de a: partícula privativa; y peras: ‘límite, perímetro’), es decir, lo indefinido, indeterminado e ilimitado. Lo que es principio de determinación de toda realidad ha de ser indeterminado, y precisamente ápeiron designa de manera abstracta esta cualidad. Lo ápeiron es eterno, siempre activo y semoviente. Este es inmortal, indestructible, ingénito e imperecedero y de él se engendran todas las cosas. Todo sale y todo vuelve al ápeiron según un ciclo necesario. De él se separan las sustancias opuestas entre sí en el mundo y, cuando prevalece la una sobre la otra, se produce una reacción que restablece el equilibrio según la necesidad, pues se pagan mutua pena y retribución por su injusticia según la disposición del tiempo.
De Anaximandro se conserva este texto, que es el texto filosófico más antiguo que se ha mantenido con el tiempo y que, según dice Temistio, es el primer texto griego escrito en prosa:24
El principio (arjé) de todas las cosas es lo indeterminado (ápeiron). Ahora bien, allí mismo donde hay generación para las cosas, allí se produce también la destrucción, según la necesidad; en efecto, pagan las culpas unas a otras y la reparación de la injusticia, según el orden del tiempo. Anaximandro.25
La «injusticia» puede tener dos sentidos. Primero, que toda existencia individual y todo devenir sea una usurpación contra el arché, en cuanto que nacer, individuarse, es separarse de la unidad primitiva. Y segundo, que los seres que se separan del arché estén condenados a oponerse entre sí, a cometer injusticia unos con otros: el calor comete injusticia en verano y el frío en invierno. El devenir está animado por la unilateralidad de cada parte, expresada ante las otras como una oposición.
Cosmología
Aspecto probable del perdido primer mapa del Mundo, ideado por Anaximandro.
En Anaximandro se encuentra ya una cosmología que describe la formación del cosmos por un proceso de rotación que separa lo caliente de lo frío. El fuego ocupa la periferia del mundo y puede contemplarse por esos orificios que llamamos estrellas. La tierra, fría y húmeda, ocupa el centro.
Postula Anaximandro que los opuestos se encuentran unidos en lo ápeiron, y se separan para formar todas las cosas nivelados por ciertos ciclos de dominancia de cada uno. Así, el mundo se formó cuando se separó lo frío de lo caliente, se formó la Tierra (fría) rodeada por una capa ígnea y otra capa de aire interior. Esta capa se rompió (de alguna manera) y esta desestabilización produjo el nacimiento del Sol, la Luna y las estrellas. El Sol y la Luna son comprendidos como anillos de fuego y aire que circundan la Tierra; El Sol es 27 o 28 veces mayor (en diámetro) que la Tierra, y la Luna 18 veces. Sin embargo, solo vemos una parte de estos astros, mediante unos orificios en la bóveda celeste. Sobre las estrellas y los planetas no existe claridad. A los radios de estos anillos o ruedas que sujetan las estrellas, la Luna y el Sol les asigna distintas magnitudes numéricas, colocándolos a diferentes distancias de la Tierra; el filósofo milesio rompe así con la idea tradicional de que existía una bóveda o cúpula celeste —como límite superior del mundo— por la que se desplazaban los astros, y es capaz de intuir la profundidad del cielo e introducir por primera vez la idea del cosmos como un espacio abierto.26
Anaximandro observa empíricamente un descenso de las aguas en las zonas geográficas que conoce, y de ahí deduce que «la Tierra se está secando». Esto podría entenderse como la «reivindicación» de lo caliente y seco (cielo, Sol, Luna) frente a lo húmedo y frío (mundo conocido), indicando que pronto se cambiarán los papeles.
Para Anaximandro, la Tierra tiene forma de cilindro o tambor. Pero el concepto revolucionario que expuso por vez primera fue el presentar a nuestro planeta como un cuerpo finito que flota en equilibrio sobre el espacio; es decir, tanto por encima como por debajo de la Tierra hay cielo. Esta idea ha sido calificada de revolucionaria para la evolución del pensamiento científico;27 en palabras del filósofo de la ciencia Karl Popper: «Esta idea de Anaximandro es una de las ideas más audaces, revolucionarias y portentosas de toda la historia del pensamiento humano […] abrió el camino hacia las teorías de Aristarco, Copérnico, Kepler y Galileo».28
Realizó muchas aportaciones en varias ramas de las Ciencias: Matemáticas, Física, Naturaleza, Especies (orígenes de animales y el hombre), etc…
Anaximandro, creador del ápeiron
Como astrónomo, Anaximandro dedicó gran parte de su vida a realizar numerosas investigaciones, se le ha atribuido la creación de un mapa terrestre, así como diversos trabajos para la medición de los solsticios y equinoccios mediante la utilización de un gnomon o el cálculo del tamaño y distancia entre las estrellas.
Otras atribuciones fueron el desarrollo de un reloj de sol y una esfera celeste.
Anaximandro desarrolló una cosmogonía en la que se describía la formación del universo como un proceso de rotación en el que se separaba lo caliente de lo frío. De esta manera los astros eran porciones de aire comprimido.
Anaximandro explica la creación de la Tierra a partir de un movimiento rotatorio que hizo que los materiales más pesados del universo se hundieran hacia el centro, formando así nuestro planeta con forma de disco, al tiempo que el fuego se desplazó hacia el exterior dando lugar al Sol y las estrellas.
Mapamundi de Anaximandro según la descripción de Herodoto.
Imago Mundi de Babilonia
Imago Mundi de Babilonia
Imago Mundi es el título original y en latín de varios libros incluyendo el más famoso que es un texto de cosmografía, escrito en 1410 por el teólogo francés Pierre d’Ailly. Imago es un latinismo que significa imagen o incluso representación. Por tanto, el título del libro es “Imagen del Mundo”. Posteriormente se ha generalizado su uso para expresar la interpretación y representación del mundo en un momento de la historia.
Se deduce que han existido varios Imago Mundi, aquí nos centramos en el de la antigua Babilonia.
Aprox. 600 a. C.: El mundo según los antiguos babilonios
El mapa del mundo más antiguo, el primero que se conoce, se remonta a cerca del siglo 6 a.C. Se denomina Imago Mundi y se descubrió en Irak. Este mapa babilónico en tablilla de arcilla muestra el mundo mesopotámico como un disco plano rodeado de agua. Babilonia se ve en el centro, junto a Asiria y Urartu (Armenia). En la parte alejada de las ‘aguas saladas’ que rodeaban la tierra, siete islas forman una estrella de siete puntas. Para los babilonios este mapa representaba el mundo entero. No solamente era el mundo real, sino también el mitológico.
Fuente de la imagen: Ancient Pages
Este mapamundi, el más antiguo que se conoce, fue realizado por los babilonios en el siglo VII o VI a.C., aunque una de sus inscripciones indica que es una copia de un mapa más antiguo que, por los reinos descritos en el mapa debe ser como mínimo del siglo IX a.C. El mapa está grabado en una tableta de arcilla sin cocer de 122 x 82 milímetros, se encuentra en el British Museum y proviene de Sippar o Borsippa, en el actual Irak. Puesto que Babilonia ocupa el centro del mapa se piensa que el mapa fue creado allí. La parte superior y todo el reverso está escrito y el propio mapa tiene también inscripciones así como anotaciones en líneas y círculos para que no haya dudas sobre su interpretación.
Imago Mundi es más que el mapa del territorio conocido, es un mapa cosmológico con una interpretación del universo. Con el norte en la parte superior, muestra a Babilonia, marcada con un rectángulo, junto al Éufrates y rodeada por una masa terrestre circular donde se localizan varias regiones como Asiria, Der, Bit-Yakin (un territorio habitado por varias tribus arameas aguas abajo del Éufrates), Habban (un territorio de los casitas) y Urartu (un reino independiente situado cerca de la frontera actual entre Rusia, Irán y Turquía). También se marcan con puntos y círculos varias ciudades. El río no está etiquetado y se representa con dos líneas paralelas, termina en una marisma que se bifurca en un estuario. También aparece marcado un canal, un antecedente del actual Shatt-el-Arab y una montaña al nordeste. Hay también algunos detalles que pueden corresponder a la historia local como un sitio marcado como el «fuerte del dios» y también una «gran muralla» que no sería desde luego la de China sino un lugar donde según textos sumerios habría nacido un personaje demoníaco. Toda esta masa terrestre está rodeada por un «río amargo» (el océano) con siete u ocho lugares alejados, distritos o islas dispuestos en triángulos que forman una estrella.
Se han conservado las descripciones de cinco de estos lugares:
- El tercer distrito es «donde los pájaros alados no finalizan su viaje» es decir, no consiguen llegar allí.
- En el cuarto distrito, «la luz es más brillante que en la puesta de sol o las estrellas» es decir está en el noroeste y después de la puesta de sol en verano queda en una semioscuridad.
- La quinta zona, al norte, está en oscuridad completa, una tierra «donde no se ve nada» y «el sol no es visible»
- La sexta isla es «donde se esconde un toro que ataca al recién llegado».
- La séptima isla está en el este y es «donde la mañana amanece».
El texto también señala varios monstruos mitológicos que viven más allá del océano. La descripción de zonas remotas, personajes imaginarios y animales exóticos parece señalar el interés del autor por zonas muy lejanas, por explicar cómo es el mundo más allá de las fronteras conocidas, en concordancia con una época donde los imperios babilónico y asirio alcanzaron su máxima extensión y en la que, probablemente, sentían que eran el centro del universo.
Por último, la orientación del mapa tiene en la parte superior el Noroeste. Esto es debido a que, a diferencia de nuestro sistema de puntos cardinales, el sistema de orientación babilonio se basaba en los vientos predominantes, siendo el viento del noroeste un viento soplado por la diosa Ishtar.
Acerca del significado o interpretación de este enigmático mapa se ha discutido mucho y existen opiniones muy encontradas entre sí. La interpretación oficial es que el mapa representa la Mesopotamia de la época, Babilonia y, representados por pequeños círculos, los territorios comprendidos por las cuencas del río Eufrates y Tigris desde su nacimiento en las Montañas de la Anatolia, también representadas por encima del rectángulo que marca Babilonia hasta su desembocadura por el Golfo Pérsico y el mar que rodea toda la tierra que confluye con el cielo por la línea del horizonte siendo los triángulos externos otras tierras lejanas a Mesopotamia.
Fuera de estas tierras, el cosmos con las constelaciones y los astros según los conocimientos de astronomía de aquel entonces, bastante influenciados por la mitología tal y como se puede observar en la leyenda que acompaña al misterioso mapa.
De ser esta la interpretación correcta, esta representación a vista de pájaro implicaría algo absolutamente excepcional, pues no es un tipo de representación propio de la época, sino más bien del primer siglo después del nacimiento de Cristo, un periodo muy posterior.
En cambio una interpretación literal del enigmático mapa lo vería como una representación de Babilonia y el cosmos de donde proviene su dios creador Marduk. Por ello se representa en el interior del círculo a las regiones de Mesopotamia, los ríos, las montañas y el océano que limita con el cielo y hasta aquí todo está igual; la discrepancia viene en la interpretación de las regiones triangulares que parecen salir del horizonte que, para algunos estudiosos, son los puentes que llevan a las 18 constelaciones de los dioses que Marduk derrotó según el Enuma Elish, el poema que explicaría la creación del mundo. Todo esto porque alrededor de estos triángulos están esculpidas las constelaciones y en la leyenda estas islas son una creación de Marduk.
El mapa babilónico de Imago Mundi es una representación bastante simplista y esquemática del mundo conocido según lo observado o percibido por los babilonios. Inciso en una tablilla hecha de arcilla, el mapa colocaba a Babilonia al norte de su centro, mientras que las ramas que salían del centro hacia otras partes del círculo representaban otras regione conocidas.
Fueron los habitantes de Grecia durante entre los siglos VI al IV a. C. que recogerían el saber de las regiones mesopotámica y egipcia y lo ampliarían. Los filósofos de esa época plantearían las bases de la cartografía moderna que no serían superadas hasta el siglo XV cuando se redescubriría a Ptolomeo.
Una vista de cerca del mapa babilónico del mundo. Esta tablilla de arcilla parcialmente rota contiene inscripciones cuneiformes y un mapa único del mundo mesopotámico. Probablemente de Sippar, Mesopotamia, Irak. 700-500 a. C. Museo Británico de Londres.
Hay siete pequeños círculos interiores en las áreas perimetrales dentro del círculo, y parecen representar siete ciudades. Ocho secciones triangulares en el círculo externo (perímetro del agua) representan «regiones» denominadas (nagu). La descripción de cinco de ellas ha sobrevivido.
Objetos en el mapa babilónico del mundo 4
1 – “Montaña” (du-ú)
2 – “Ciudad” (uru)
3 – Urartu (ú-ra-áš-tu)
4 – Asiria (kuraš+šurki)
5 – Der (dēr)
6 – ¿?
7 – Pantano ( ap-pa-ru )
8 – Susa (šuša)
9 – Canal / “salida” (bit-qu)
10 – Bit Yakin (bĩt-ia-‘-ki-nu)
11 – “Ciudad” (uru)
12 – Habban (ha-ab-ban)
13 – Babilonia (tin.tirki), dividido por el Éufrates
14 a 17. Océano (agua salada, idmar-ra-tum)
18 a 22. “regiones” exteriores (nagu)
23 a 25. Sin descripción.
Mundo de Homero
Mundo de Homero
Homero, quien para los griegos era el padre de la Geografía, mostraba un mundo circular rodeado por un solo océano gigantesco, en la famosísima descripción del escudo de Aquiles.
Conocer un territorio es dibujarlo, representarlo, traducirlo a unas coordenadas precisas. Conocer el mundo es definir sus límites. En la representación cartográfica se aúna el trazado escueto de caminos, ríos y ciudades, con la visión ideológica y la concepción del universo.
En la Antigüedad, en la narración de Homero (700 a.C.), el Océano marca los límites de las tierras conocidas, concebidas como un disco circular con Grecia en su centro, y es también el mar el que desdibuja los contornos de los reinos y ciudades míticas.
Pero los caminos del mar están abiertos, y fenicios y griegos transforman la vaguedad y la bruma de los primeros mapas en puertos florecientes, dársenas bañadas por el sol y ciudades a la medida del hombre.
Mapa del mundo según las narraciones de Homero. Fuente: https://commons.wikimedia.org/
Existen varias interpretaciones o reconstrucciones, según autor y época, algunas de ellas son:
Nuzi
Nuzi
El mapa cartográfico más antiguo de la historia (2300 AC)
Nuzi: Entidad subnacional
Coordenadas: 35°18′09″N 44°14′51″E
Entidad: Ciudad y Yacimiento arqueológico
Situación de Nuzi.
Nuzi (o Nuzu; en acadio: Gasur; hoy, Yorghan Tepe) era una ciudad de Mesopotamia situada al sudoeste de Kirkuk en el actual Irak, cerca del río Tigris.
Historia
Primeros años
Las primeras menciones de esta ciudad, se encuentran en textos cuneiformes provenientes de Mesopotamia, correspondientes al período Acadio. En estas inscripciones, es mencionada como Gasur (Ga Sur).
Dominio hurrita-mitanio
En 1500 a. C., fue ocupada por los hurritas, quienes le dieron a la ciudad el nombre de Nuzu, de donde deriva el término Nuzi. Desde el siglo XV a. C., y hasta 1350 a. C. aproximadamente, pasó al dominio del reino hurrita de Mitani, constituyendo el punto extremo este y límite sudoriental del reino.
Dominación asiria
Hacia 1365 a. C., con el comienzo del reinado de Ashur-uballit I, Asiria ve el comienzo de la llamada expansión Mesoasiria, que comienza cuando esta se libera de la dominación de sus vecinos, los mitanios. Tras la caída del Imperio Mitanita ante las fuerzas del ejército asirio, Nuzi, pasa al dominio de Asiria.
Historia arqueológica
Ofrenda de terracota en forma de casa. Harvard Museum of the Ancient Near East, Cambridge (Massachusetts).
Esquema explicativo, en francés, del Mapa de Nuzi, el mapa geográfico más antiguo conocido. Sobre tablilla de arcilla sumeria (c. 2500 a. C.). Harvard Museum of the Ancient Near East.
El yacimiento consta de un tell de múltiples períodos de tamaño medio y dos pequeños montículos de un único período.
Las excavaciones llevadas a cabo en 1920 desenterraron no solo la ciudad, sino también millares de tablillas escritas en cuneiforme. Son alrededor de 5000 tablillas, muchas de ellas, de tipo legal y comercial, y aproximadamente una cuarta parte se refieren a transacciones comerciales de una sola familia.1 La gran mayoría de estos hallazgos son del período hurrita durante el II milenio a. C. y el resto se remonta a la fundación de la ciudad durante el Imperio acadio. Un archivo contemporáneo al archivo hurrita en Nuzi ha sido excavado en el ‘Palacio Verde’ en el sitio de Tell al-Fajar, 35 kilómetros al suroeste de Nuzi.2
Esto dio una luz inestimable a los investigadores en cuanto a las actividades legales, comerciales y militares de la ciudad. También ayudó a comprender la cultura del Antiguo Oriente Próximo, incluyendo versiones primitivas de las historias de personajes bíblicos como Labán o Jacob.
Se encontraron múltiples objetos de la Edad del Bronce Final y se identificó por primera vez un tipo de cerámica común en el norte de Mesopotamia durante el período del reino de Mitanni, la denominada “cerámica de Nuzi”, caracterizada por una decoración pintada en blanco sobre un fondo oscuro.3 Los motivos suelen ser geométricos (triángulos, bandas), curvilíneos (rosetas, volutas) o florales. También se han encontrado objetos que muestran el desarrollo de la técnica de vidriado-esmaltado, marcando el inicio de la producción de objetos de vidrio: ladrillos esmaltados, fritas, ‘fayenzas‘ (de vidrio coloreado). Y otros objetos como armas de metal, estatuillas de terracota y representaciones de edificios.
Quizás el objeto más famoso encontrado hasta el momento es el mapa de Nuzi, considerado el mapa descubierto más antiguo conocido.
De: http://tochoocho.blogspot.com/2012/01/el-mapa-cartografico-mas-antiguo-de-la.html
En 1931, cerca de la ciudad de Kirkuk, en el norte de Iraq, se halló el que por ahora es el mapa más antiguo de la historia, trazado sobre una tablilla de barro, fechado entre el 2500 y el 2300 aC (Semitic Museum, Harvard University, Cambridge, Mass., SMN 4172).
Aunque no se ha identificado con precisión el lugar, todo apunta a que representa un territorio concreto cerca de la ciudad de Gasur, más tarde conocida como Nuzi.
La tablilla muestra varios brazos de un río o varios canales. Circulan por un valle entre montañas (lo que asegura que la zona cartografiada pertenece al norte, y no al sur de Mesopotamia). Indica varias poblaciones; los nombres son de difícil o imposible lectura, salvo el que se halla en un círculo en el margen inferior izquierdo, donde se logra leer (los signos mas2 -en forma de cruz: borde, límite-, dur -asentamiento- e ibla -cinturón, defensa-, se reconocen): Mashkan-dur-ibla, una población no hallada hasta ahora; quizá un bastión o una plaza fuerte.
En el centro de la tablilla se indica una superficie: 20 bur, 1 eshe, unas quince hectáreas, y el nombre del propietario: Azala.
El mapa está orientado: se indican, como era habitual en la planimetría mesopotámica, los nombres de los vientos del este (en la parte superior izquierda), oeste (abajo) y norte (izquierda). El nombre del viento sureño está borrado.
Es probable que el curso se dirigiera del norte al sureste. No se sabe si se trata de un río con afluentes, canales, o un conjunto de afluentes de un río mayor no dibujado por estar fuera del marco.
Las montañas se representan mediante una franja compuesta por un mosaico de pequeñas semi-circunferencias (o parábolas).
Se descubre que en el tercer milenio no se distinguía entre representación naturalista y esquemática o sígnica, como tampoco se distinguía entre planta y alzado en algunas ocasiones: se trata de un mapa, por tanto de una proyección ortogonal. Los cursos fluviales están plasmados horizontalmente, y se reconocen bien las convenciones gráficas que permiten distinguir ríos y caminos. Sin embargo, el tipo de convención para representar una cadena montañosa era la misma en un relieve en un sello-cilindro (una representación de frente o en alzado) y en un relieve esculpido (es decir, en una representación que hoy cualificaríamos de “artística”): en los tres casos, las montañas son representadas mediante una convención gráfica.
Pero salvo esta ambigüedad, todos los elementos de una representación cartográfica precisa utilizados aún hoy ya están presentes: un mapa tiene que estar orientado, y se tienen que emplear unos códigos para distinguir los distintos hitos naturales. La línea o el contorno es el elemento gráfico principal, y todas las formas se representan en proyección, casi siempre horizontal.
Mapa estelar sumerio
La Tabla SUMERIA de hace 5000 mil años resulta ser un Mapa Estelar
En Nínive, capital de la antigua asiria, lo que hoy es Irak, se halló hace unos 150 años, una tablilla circular hecha de arcilla de 140 mm de diámetro. La tablilla muestra los dibujos de constelaciones y pictogramas basados en texto conocido como escritura cuneiforme, que fue utilizado por los sumerios, la primera civilización conocida en el mundo.
Inicialmente se pensaba que era una tableta asiria, pero un análisis informático ha emparejado con el cielo por encima de Mesopotamia en el año 3300 aC.
LA TABLA SUMERIA de hace 5000 MIL AÑOS resulta ser un Mapa Estelar de la Antigua Nínive, 3300 AC Tableta Circular de piedra de fundición, de 140 mm de diámetro (aproximadamente 5.5 pulgadas), pálido ocre terracota, con el negro de madera soporte de exhibición del museo y la descripción de pergamino. Reproducción de un arcaico mapa estelar o” planisferio” sumerio recuperado del 650 aC, de la biblioteca subterránea del rey Asurbanipal en Nínive, Iraq en el siglo XIX. Inicialmente se pensaba que era una tableta asiria, pero un análisis informático ha emparejado con el cielo por encima de Mesopotamia en el año 3300 AC y demuestra que es de origen sumerio mucho más antiguo.
La tableta es un “Astrolabio”, el instrumento astronómico más antiguo conocido. Se trata de un mapa de las estrellas segmentado, en forma de disco con las unidades marcadas de medida del ángulo inscrito sobre la llanta.
Desafortunadamente partes considerables del planisferio de esta tableta faltan (aproximadamente 40 %), el daño que data del saqueo de Nínive. El reverso de la tableta no está inscrito. Aún está en estudio por los eruditos modernos, el planisferio proporciona pruebas extraordinarias para la existencia de la astronomía sumeria. Las líneas que irradian desde el centro definen ocho sectores estelares de 45 grados cada uno. Figuras de estrellas se encuentran en seis de estos sectores.
Figuras de estrellas se encuentran en seis de estos sectores. “Los nombres de Dios” se utilizan para indicar Orión y la Vía Láctea, además de los nombres de las estrellas/constelaciones sumerios conocidos. Los ocho sectores incluyen constelaciones representadas además de ser escrito, junto con los nombres de estrella y sus símbolos concomitantes. Las secciones intactas muestran texto cuneiforme de nombres particulares las estrellas y constelaciones, así como los puntos y diagramas, como flechas, triángulos, líneas de intersección y de una elipse, que comprenden dibujos esquemáticos de seis estrellas y constelaciones. Las constelaciones representadas en cada sector se dibujan como puntos que representan estrellas, conectados por líneas. Figuras de las constelaciones son identificables en los seis sectores en buen estado.
Las estrellas y las constelaciones que se muestran son identificados como: (1) Piscis (2) no se identifica (3) Sirius (Flecha) (4) Pegaso y Andrómeda Campo y Plough) (5) no se identifica (6) Pleiades (7) Géminis (8) Hydra, Corvus y Virgo. Así, el mapa de las estrellas circular divide el cielo nocturno en ocho sectores e ilustra las constelaciones más prominentes y su dirección de movimiento. En 2008 dos autores, Alan Bond y Mark Hempsell publicó un libro sobre la tableta llamada “Un Observación Sumeria del evento de impacto los Köfels.” El aumento de una tormenta en los círculos arqueológicos, volvieron a traducir el texto cuneiforme y afirman la tableta registra un impacto de asteroide antiguo, Impacto de los KFELS‘, que golpeó Austria algún momento alrededor de 3100 AC.
“Los nombres de Dios” se utilizan para indicar Orión y la Vía Láctea, además de los nombres de las estrellas y constelaciones sumerios conocidos. Los ocho sectores incluyen constelaciones representadas además de ser escrito, junto con los nombres de estrella y sus símbolos concomitantes.
Las secciones intactas muestran texto cuneiforme de nombres particulares las estrellas y constelaciones, así como los puntos y diagramas, como flechas, triángulos, líneas de intersección y de una elipse, que comprenden dibujos esquemáticos de seis estrellas y constelaciones. Las constelaciones representadas en cada sector se dibujan como puntos que representan estrellas, conectados por líneas.
Durante décadas los científicos no han podido descifrar el contenido. En el 2008 dos científicos, Alan Bond y Mark Hempesell de la Universidad de Bristol, finalmente descifraron el código de caracteres cuneiformes. Mediante el uso de un programa de computadora que puede reconstruir el cielo de la noche de hace miles de años.
Los dos científicos fueron capaces de establecer que la tablilla es un bloc de notas de los astrónomos Sumerios y se refiere a los acontecimientos en el cielo antes del amanecer el 29 de junio de 3123 AC. Lo que hace sorprendente a este descubrimiento es que muestra a un gran objeto viajando a través de la constelación de piscis, lo que probablemente fue un asteroide que impacto en la Tierra.
Según la trayectoria este debió caer en la zona de Kofels, Austria, pero no hay señales de impacto, así que se presume que este se haya desintegrado al entrar en la atmósfera.
Se conserva también un planisferio posterior. Fue encontrado en Nínive, la capital asiria, y pertenece al reinado del rey Asurbanipal (668-626 a.C.).
El planisferio asirio es posterior (683 a.C.)
https://mysteriesrunsolved.com/es/2020/09/the-sumerian-planisphere-star-map.html
El objeto se encuentra en el Museo Británico y está catalogado como el artefacto No. K8538, y se trata efectivamente de un antiguo mapa estelar.
Murallas de Barcelona
Murallas de Barcelona
Trazado de los diversos recintos amurallados de Barcelona
Las murallas de Barcelona son, en esencia, dos conjuntos amurallados diferenciados correspondientes a épocas históricas diferentes. El primero, del siglo I aC, se reforzó hacia el siglo iii. En el otro, iniciado el siglo xiii, se distinguen dos partes que acabaron formando un todo, el segundo y el tercer recinto -o las segundas y las terceras murallas, abarcando el actual distrito de Ciutat Vella.
Visión general
En el momento de su fundación como Barcino bajo el imperio de Augusto, Barcelona fue dotada de un primer recinto amurallado que rodeaba completamente el reducido espacio urbano. Hacia el siglo III dC, esta muralla fue reforzada por una segunda cortina, adosada a la primera, que en duplicaba el grosor y la proveía de numerosas torres. Este trazado corresponde al que normalmente se denomina muralla romana de Barcelona.[1] En los siglos XIII a XV se fueron construyendo las murallas medievales de Barcelona, un nuevo y ampliado recinto amurallado que incluía dentro de su trazado los burgos, nombre que reciben los barrios exterior a una villa amurallada de la Edad Media, que habían ido creciendo fuera de los muros de Barcelona, especialmente a partir del siglo xi.[2] En el siglo XVI, la llegada de las armas de fuego y los conflictos de la época propiciaron una ola de reformas y mejoras de la muralla, si bien la fortificación que acabará constituyendo las murallas modernas de Barcelona no sustituyó la muralla medieval sino que se superpuso a los muros ya existentes, aunque completando el cierre de la línea marítima de amurallado, por lo que el trazado de la ciudad no se vio alterado. Se aumentó el grosor de los muros, se disminuyó la altura y uno de los elementos característicos de refuerzo fueron los baluartes, elementos defensivos con forma poligonal, que se situaban en las esquinas de los muros.[2] Este acoplamiento, y el hecho de que la construcción del conjunto se extendiera desde el siglo xiii hasta el siglo XVII, lleva a la denominación, usada frecuentemente, de muralla medieval y moderna de Barcelona.
En la conformación del recinto de Barcino se distinguen claramente una fase alto-imperial, también llamada “fundacional”, y una fase bajo-imperial.[1] La única variación del trazado de la muralla bajo-imperial respecto al del primer recinto consistió en una ampliación del sector SE para incluir en el perímetro urbano un edificio público de época flavia próximo a la línea de costa del momento.[3]
En cuanto las murallas de la época medieval, una primera fase de construcción se podría haber llevado a cabo en época de Jaume I, pasaría a lo largo de la rambla y tendría cinco portales, por lo que se la conoce como Muralla de Jaume I o Muralla de la Rambla.[2] Estudios más recientes indican que la existencia de estos portales no implica necesariamente que hubiera un recinto amurallado que los conectara. Durante bastante tiempo se había mantenido el modelo propuesto por Francesc Carreras Candi de tres recintos: la muralla romana, las murallas “dichos de Jaume I” y las murallas “dichos de Pedro III”.[4] De hecho, el segundo de estos recintos, que rodeaba la ciudad por el interior desde las Ramblas hasta lo que sería la Ciutadella, aunque haberse asociado con Jaime I, quien murió en 1276, debió su construcción a las órdenes dadas por Pedro II el Grande, en 1285, de una fortificación urgente de Barcelona.[5] Coincidiendo con la compleción de aquella obra, cuando el año 1357 Pedro III recurrió al Consejo de Ciento para que mejorara la defensa de la ciudad, también se llevó adelante el proyecto del “tercer recinto” que, partiendo del punto superior de las Ramblas, rodeaba el Raval hasta incluir las Atarazanas, con un punto significado en el Portal de San Antoni.[2]
Los siglos XVI Y XVII, ya en la época moderna, vieron como se completaba el frente marino y adaptaban las murallas a tiempo de armas de fuego modificando las dimensiones y construyendo los diversos baluartes.[2]
A finales del siglo XVIII, las murallas de la Rambla se empezaron a derribar para urbanizar definitivamente la calle y llevar a cabo el paseo que dará lugar a la actual Rambla. En el año 1854, bajo la consigna Abajo las murallas !!!, Se terminó de derribar el resto del recinto amurallado.[6]
La muralla romana
Cuando en el siglo I aC se fundó la Colonia Iulia Augusta Faventia Barcino en el nuevo imperio de Augusto, fue emplazada, respondiendo a criterios de estrategia geopolítica, en una situación particularmente favorable, proyectada hacia la línea de costa y enmarcada, por los lados laterales, en el espacio comprendido entre dos arroyos naturales. El perímetro de las murallas fue fijado con forma de polígono octogonal, una forma regular facilitada por el hecho de tratarse de la fundación de una ciudad ex novo.[7] El emplazamiento de la ciudad se extendía a lo largo de la leve pendiente formada por dos pequeños cerros, el mayor conocido en época medieval como mundos Taber. La línea de la costa estaría situada, en aquella época, a poca distancia de su límite meridional y los historiadores consideran la posible presencia de un puerto natural en el sector.[3]
La muralla original, diferenciada como “fundacional” o “alto-imperial”, fue reforzada, alrededor del último tercio del siglo III dC, por una segunda cortina adosada a la primera, que en duplicaba el grosor y la proveía de numerosas torres, compartiendo casi íntegramente el mismo trazado. Esta es la fase “bajo-imperial”, o “tardía”, de la muralla, a la que corresponden la mayor parte de los restos.[1]
Del siglo V al siglo XIII
Entre el siglo v y mediados del siglo xi la muralla romana de Barcelona se reaprovecha, y en los últimos momentos de este periodo debió de haber un reforzamiento del carácter de plaza fuerte de la ciudad, con la refortificació de tres de las puertas de acceso a la ciudad (el castillo Viejo , el castillo Nuevo y el castillo de Regomir). El todavía magnífico aspecto y las buenas prestaciones poliorcéticas y defensivas de esta fortificación, hace que Barcelona sea elegida como sede regia de la corte visigoda, que se convierta en plaza fuerte andalusí, y que se establezca como su condal del reino franco.
También en este último momento muchos tramos de la muralla bajo-imperial fueron reaprovechar para adosar nuevas edificaciones privadas, además de la eliminación de algunos pasos de peatones de las puertas de entrada, sólo dejando abierta la arcada principal. Extramuros, se produjo un crecimiento urbanístico considerable con la aparición de varios burgos o arrabales al abrigo de las iglesias, justo a las afueras de las puertas de entrada a la ciudad. Pero fue sobre todo durante los siglos xii y xiii cuando Barcelona entra en una etapa de gran crecimiento urbanístico, con la expansión planificada de los burgos (villanuevas los Bolos, de San Pedro, del Santo Sepulcro, del Mar, del calle Montcada…), gracias a la iniciativa de la Corona, o bien en relación con la fundación de nuevos conventos bajo la cobertura de las órdenes mendicantes de franciscanos y dominicos. Todo este crecimiento urbanístico hubo integrarlo dentro de la trama urbana de la ciudad, sobre todo a nivel defensivo, y fue por este motivo que se habilitaron nuevos portales (Puente de en Campderà, de la Boqueria, del Pozo de en Moranta, de la Astillero, del Born, de la Portaferrissa, de Santa Ana y Jonqueres) En las vías de entrada fuera del núcleo amurallado, configurándose unos nuevos límites que marcaron el futuro nuevo trazado del lienzo medieval. Desgraciadamente no se han localizado ninguna prueba arqueológica de ninguno de estos portales, pero los indicios apuntan a que su configuración aprovechaba los accidentes geográficos (camas de rieras y torrentes), las obras públicas (cloacas o el Rec Comtal), o una combinación de ambas.
Murallas medievales de Barcelona
La primera muralla medieval del siglo XIII
En 1285, durante una confrontación con Francia, el rey Pedro II el Grande ordenó fortificar urgentemente Barcelona con muros de tapial y torres de madera, como se constata en la Crónica de Bernat Desclot, y donde pretendía cerrar toda la ciudad excepto por la parte de mar. Una vez el conflicto bélico decayó, las tareas de fortalecer debidamente Barcelona recayeron en el Consejo de Ciento, convirtiéndose en la gran primera obra pública de la que se hacía cargo. El nuevo lienzo defensivo incluyó algunos portales ya construidos (Boqueria, Portaferrissa o Jonqueres), y añade de nuevos como el del Portal Nouel año 1295. Únicamente la documentación escrita de principios del siglo XIV permite constatar este nuevo perímetro: La Rambla, calle Fontanella, plaza Urquinaona, calle de Trafalgar, Arco de Triunfo y el Parque de la Ciutadella.
Campañas de fortificación de la segunda mitad del siglo XIV
Barcelona en una vista por los alrededores del 1535. A Civitates Orbis Terrarum de Georg Braun y Frans Hogenberg
Debido a un conflicto bélico con Castilla, en 1357 el Consejo de Ciento decidió afianzar y mejorar las murallas de finales del XIII, y con este objetivo adquirió tres canteras en la montaña de Montjuïc. Los trabajos se iniciaron en los dos extremos del frente marítimo, San Daniel y San Francisco, y junto al monasterio de Santa Clara. Sin embargo los trabajos de finales del siglo XIII no resolvieron la defensa de estos puntos, y fue necesaria su fortificación urgente.
Por el lado de La Rambla se realizó el cierre definitivo del cercado, tal vez aprovechando el cierre de finales del XIII, y que permitió fijar el perímetro de la Ciudad Vieja, exceptuando el Raval. Los trabajos constructivos en la Rambla fueron especialmente complejos, incluyendo el traslado del arroyo.
Respecto al espacio ocupado por el frente marítimo, dada la habilitación de esta zona de la ciudad para nuevos usos comerciales y mercantiles, conllevó la construcción de edificios específicos como la Lonja. Ello determinó que no se cerrara este frente de la ciudad, priorizando la principal puerta de acceso de la ciudad: el mar.
Diferentes intervenciones arqueológicas han permitido encontrar varios tramos de este lienzo (paseo Picasso-parque de la Ciutadella, la Rambla, monumento de Colom- torre de las Pulgas), Y constatan que la muralla se construyó con un doble hoja de menaje, llenando el espacio intermedio con la tierra extraída del valle o foso defensivo externo, como el localizado en el sector de la Rambla. Las torres tendrían una planta semiheptagonal o semioctagonal, o heptagonal en el caso de la Torre de las Pulgas. Los restos arqueológicos documentados en la Torre de las Pulgas o torre esquinera de la muralla marítima y de la Rambla, permiten constatar que la parte inferior del muro es compacto, con un espesor de 3 metros, y unos paramentos externos hechos con sillar regular ligado con mortero de cal. El paramento externo presenta una pátina de color anaranjado (óxido de hierro), de función estética. Este elemento defensivo fue derribado a mediados del siglo XVIII.
Restos de las dos torres poligonales del Portal de San Daniel (S.XIV)
Los trabajos arqueológicos realizados en el Portal de San Daniel (Parque de la Ciutadella) permitieron documentar la muralla, el portal y el puente del mismo nombre, el cual permitía el acceso a la ciudad por el lado oriental.[8] Este portal estaba flanqueado por dos torres poligonales, y mediante el puente de piedra de San Daniel se atravesaba el foso defensivo que protegía este punto.
La intervención realizada en la avenida de los Tilos del Parque de la Ciutadella identificó los segmentos de muralla comprendidos entre el Portal Nuevo y el Portal de Sant Daniel, además de dos torres, una de poligonal y una segunda cuadrangular, separadas unos 30 metros. El lienzo de muralla presentaba una altura conservada de 2 metros y un espesor de 3 metros, y estaba hecha con hiladas horizontales de sillares regulares y con un doble hoja de mampostería, relleno con piedras y mortero.
En los trabajos realizados en el Pla de la Boqueria-Estación Metro Liceu se localizaron los restos parciales de la torre oriental del portal de la Boqueria, que ya se conocía desde el siglo XIII y que fue reconstruido en este momento. Según las planimetrías del proyecto de alineación de la Rambla en el siglo XVIII , eran de forma poligonal y de gran tamaño.[9]
Muy próxima, en la plaza de Joaquim Xirau, se localizó un tramo importante de la muralla, tradicionalmente llamada de “Jaume I”, muy cercana al portal de Escudellers, llamado antiguamente de Trentaclaus o los Ollers. Los materiales asociados a este tramo de muralla permitieron fecharse entre los siglos xiii y xiv.
Entre la Rambla y el Portal del Ángel, teniendo en cuenta el método constructivo y su ubicación, se identificaron dos tramos de muros que podrían corresponder a los restos de las cimentaciones de dos torres asociadas al lienzo de muralla levantada a mediados siglo xiv.
No fue hasta el 1368 cuando el Consejo de Ciento pidió a los ciudadanos de Barcelona que colaboraran en la construcción de los nuevos recintos defensivos, aunque se ejecutó mediante la iniciativa privada, donde la excavación de los diversos tramos del valle eran contratados por constructores privados.
Vista de Barcelona, 1579. Autor F. Valesio
Los vecinos del barrio del Carmen (el Raval) exigieron que se incluyera su barrio dentro de la zona amurallada. Este barrio adquirió una gran notoriedad durante el siglo xiv, creciendo en torno al convento del Carmen, del monasterio de Nazaret y del hospital de Colón. Aquí se reprodujo el mismo modelo que lo ocurrido en el siglo XIII: un cierre de las vías de comunicación con posibles elementos defensivos (como el portal de Godai), que se configuraban siguiendo los accidentes geográficos de la zona (rieras y torrentes). Así en 1368 se empezó a construir la muralla dicha del Raval.
Esta idea original fue modificada entre los años 1372 y 1378, cuando con la modificación y ampliación de las Atarazanas, comportó que el cercado amurallado extendiera hasta este zona, incluyendo este edificio, así como el monasterio de Sant Pau del Camp y el Hospital de San Lázaro, hasta ir a cerrar con el portal de Talleres. La construcción de este tramo de muralla y de las torres se prolongó durante todo el siglo xv. Se trata de una muralla de piedra, con talo defensivo, y con torres tanto de planta circular o ultracircular (calle Pelayo y calle de las Flores), como de cuadradas (Drassanes). Este cambio de tipología constructiva permite diferenciar entre las construcciones del siglo XIV y principios del XV al sector de Santa Madrona. En este lugar se buscó una misma integración con los Astilleros del XIII, y con el resto del conjunto, desde San Pablo hasta la Rambla, que serían del siglo xv. El tipo de paramento también permite diferenciar su momento constructivo. Mientras que el sector anexo a Astilleros emplea un sillar análogo a la muralla del XIV, el paramento de los restos de la calle Pelai están hechos con piedra de hilo y con unos sillares mayores. Los sillares eran de piedra de Montjuïc, y la parte exterior estaba encintada. A lo largo de la calle Pelai diversas intervenciones arqueológicas han permitido documentar parte del lienzo que cerraba el barrio del Raval por este sector, desde la actual Rambla hasta la plaza Universidad.[10]
La ciudad de Barcelona en 1563 y su recinto amurallado de época medieval. Autor Anthonis van den Wyngaerde.
La muralla moderna (S. XVI-XVII): la muralla de mar y los baluartes
Mapa de Barcelona, realizado con fines militares en 1694, donde se aprecian los baluartes incorporados en la muralla moderna
La evolución de las armas de fuego, en concreto de los cañones y las bombardas, determinó que, en menos de doscientos años, se tuviera que modificar en gran medida la forma de construir las fortificaciones. La primera noticia de un arma de fuego en Barcelona fue durante la Batalla naval de Barcelona de 1359: la Pedro el Ceremonioso hace mención de cómo la nave mayor que defendía la ciudad de una flota castellano-genovesa, disparó dos bombardas que hicieron huir a los agresores.[11] Casi doscientos años más tarde, desde el segundo cuarto del siglo xvi, Se hizo necesaria una nueva configuración de lienzo amurallado barcelonés, a fin de soportar el impacto de proyectiles muchos más efectivos y destructivos. Para compensar el incremento de esta potencia de los disparos se tuvo que incrementar notablemente el espesor de los muros, y reducir su altura para ofrecer una superficie de impacto menor. Un problema a solucionar urgentemente eran las torres, las cuales ofrecían un objetivo muy apetecible por los cañones. Inicialmente se optó por las torres circulares, que parecían resistir mejor los impactos, pero esta solución resultó inefectiva. La respuesta a este problema se encontró en la construcción de los baluartes: terraplenes avanzados al lienzo amurallado, de planta poligonal, y que se construían en los ángulos salientes del trazado de la muralla, y nunca sin superar la altura de ésta.El valle se vio modificado, dejando de ser una zanja más o menos ancha, convirtiéndose en un gran espacio completado con una contraescarpa o talud previo al terreno inclinado (glacis) que ascendía hacia la muralla, para permitir crear un ángulo favorable para la defensa.
La muralla de mar fue el tramo escogido para construir los primeros baluartes. Las obras en este sector se iniciaron en el año 1358,[12] pero no fue hasta finales del siglo XV cuando se decidió cerrar en su totalidad este frente. Los constantes temporales que golpeaban este tramo de muralla, fueron otro motivo de preocupación por parte del Consejo de Ciento, ya que periódicamente estropeaban y destruían puntos de esta fortificación, y eran necesarias reparaciones constantes para rehacerla o fortalecer más. La duración de estos trabajos se prolongaron aún más con la construcción de estos nuevos baluartes. Según las Rúbricas los trabajos de fortificación de la fachada marítima se iniciaron en 1513 con la construcción del baluarte de Levantey continuaron en 1527 con el baluarte de Mediodía, y en 1540 el de poniente, también llamado Baluarte de San Ramón o de la plaza del Vi. Estos trabajos conllevaron la desaparición de cuatro manzanas de la calle de las piojos, lo que hizo aumentar el coste y el tiempo, debido a su expropiación y derribo.
En 1542, durante la Guerra de Italia, el ejército francés sitió Perpiñán, la presión de los piratas se intensificó, y estalló una epidemia de bandolerismo en el principado[13] y en agosto el capitán general del ejército Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel decidió, conjuntamente con los consejeros de Barcelona, la fortificación de la muralla de Barcelona para convertirla en una plaza fortificada,[14] mientras los diputados de la Generalidad y los consejeros decidieron armar las cofradías de los gremios barceloneses.
Desde la segunda década del siglo xvi , había la intención de construir un baluarte como final de la muralla moderna de la ciudad, formando parte de una dársena junto a las Atarazanas,[15] que se empezó a construir en 1552.[16] Finalmente, entre 1554 y el 1559 se llevó a cabo la última gran obra en la muralla de la fachada marítima: el portal de Mar. Con esta construcción se dio por cerrado la totalidad del perímetro de la ciudad.
Diferentes intervenciones arqueológicas han permitido documentar los restos de la muralla moderna de mar. La excavación en extensión del solar ubicado en la plaza Pau Vila y calle Dr. Aguador han puesto al descubierto el baluarte del Mediodía, de planta cuadrada, y un tramo de la muralla del primer tercio y mediados del siglo xvi que defendía la ciudad por el lado de mar, así como la contraescarpa construida a principios del siglo xviii . La cara exterior del baluarte está realizada con sillares rectangulares (35 por 25 cm), con una mampostería de mortero de cal y piedra irregular. Su fundamento está hecho con encofrado y el segundo con piedras irregulares.
En un punto muy cercano, entre Pla de Palau y la Plaza de Pau Vila, la realización de una zanja de 120 metros lineales puso al descubierto el Portal de Mar, construido a mediados del siglo xvi , así como una reforma realizada en frente mismo de la puerta en 1632, consistente en la construcción de un parapeto, con planta tipo baluarte, así como un foso de 17 metros de ancho y, finalmente, una contramuralla a mediados del siglo xVII , que amortizaba parcialmente el foso antes mencionado.
Por el lado de la muralla de tierra, el nuevo conjunto de reformas consistieron en descabezar las torres e incluso derribar un buen número, además de añadir terraplenes y baluartes. Así pues, la fortificación moderna en Barcelona se añadió a la medieval, sin alterar el trazado en ningún sector más allá de la ampliación en el sector de la calle de las pollas. De este modo, entre mediados y finales del siglo XVII, Barcelona quedó protegida por once baluartes: el baluarte de Mediodía, el baluarte de Levante, el baluarte de Santa Clara, el baluarte del Portal Nou, el baluarte de Jonqueres, el baluarte de San Pedro, el baluarte del Ángel, el baluarte de Talleres, elbaluarte de San Antonio, el baluarte de Santa Madrona, y el baluarte de San Francisco.
Grabado dibujado por el pintor francés J. Rigaud en 1714 donde se muestra el sitio de la ciudad de Barcelona por parte de las tropas de Felipe V, y que se correspondería al baluarte del Portal Nou.
El año 1635 se inició un largo conflicto con Francia, y que a pesar del Tratado de los Pirineos, no se solucionó hasta el fin de la Guerra de Sucesión española. Entre los años 1636 y 1650 se llevaron a cabo un gran número de actuaciones en la muralla, que comportaron obras de alcance diverso. El año 1637, el Consejo de Ciento redactó un memorial de las actuaciones necesarias que requería la fortificación barcelonesa, como terraplenes y otras estructuras defensivas ante los portales, obras las cuales continuaron hasta el año 1648, invirtiendo en este momento hasta 30.000 libres. El baluarte de Santa Madrona fue comenzado en torno al 1641, año en que se terraplenó la muralla delante del monasterio.
Aunque dentro del marco de esta larga confrontación con Francia, también se sucedieron períodos de revuelta por parte de los catalanes, como la Guerra de los Segadores (1652), que convirtió Barcelona en una ciudad estratégica. A raíz de esta última revuelta, el Consejo de Ciento perdió la competencia de la gestión y mantenimiento de las fortificaciones de la ciudad a manos de la Corona,[17] y provocó la construcción de los primeros baluartes, con un objetivo y finalidad muy definida: además de defender la ciudad de los ataques exteriores, se convirtió en un instrumento de la Corona para controlar una ciudad que se sublevaba constantemente contra la autoridad real. La Corona también previó un reforzamiento de las defensas mediante la construcción de fuertes asociados, pero complicaciones financieras sólo permitieron actuaciones parciales en el castillo de Montjuïc. Pasada la Guerra de los Segadores, entre el 1672 y el 1675 se inició, por parte del Estado, la construcción de los baluartes del Portal Nou y del Ángel, mientras que en 1694 se acabó el baluarte de San Francisco, y en 1697 se finalizaron los trabajos de los baluartes de los Talleres, San Pedro y Juncales.
El derribo de las murallas (1854-1881)
Al iniciarse el siglo XIX el pueblo de Barcelona detestaba las murallas y exigía el derribo, de forma prácticamente unánime. Esto se explica por dos grandes factores. Primero, la ciudad, en plena expansión modernizadora y con voluntad de convertirse en una gran capital europea, necesitaba nuevos espacios para la industria, la vivienda y la movilidad; por el contrario, se ahogaba dentro del recinto amurallado: aumento de la población, sobreocupación del suelo, estallido de la industrialización, insalubridad. Un segundo factor, y de gran importancia, fue la carga simbólica que implicaba la muralla, claramente vinculada al antiguo régimen ya la represión militar impuesta a partir de 1714.[18]
Barcelona, con la fortaleza de la Ciudadela de 1716, medio siglo antes del derribo de las murallas
Así, ya en el Trienio Liberal (1820-1823) se reclamó el derribo de las murallas, sin éxito. Puesta en marcha la Regencia de Espartero, el 31 de diciembre de 1840 del Ayuntamiento de Barcelona convocó un concurso público de textos que argumentaran la necesidad de eliminar las murallas; el 11 de septiembre de 1841 lo ganó Pere Felip Monlau con el célebre opúsculo Abajo las murallas!!! . En dos ocasiones, en octubre de 1841 y junio de 1843, sendas insurrecciones populares arrancaron el derribo, y en ambas ocasiones el Estado respondió con el bombardeo de la ciudad, fuertes multas y la obligación de reconstruir los tramos destruidos.
Finalmente, en el verano de 1854 se puso en marcha el derribo de la muralla de tierra. Lo facilitó una coyuntura muy especial: cambio de régimen en Madrid (Bienio Progresista) y enorme inestabilidad social en Barcelona, con epidemia de cólera y gran número de jornaleros parados a que había que dar trabajo. El Ayuntamiento puso en marcha el derribo el 7 de agosto, aunque la autorización gubernativa no se publicó en Madrid hasta el día 15. La Junta de Derribo fue disuelta el 2 de enero de 1856, aunque la tarea continuaría aunque durante años. Barcelona pasaba a estar abierta al Plan. Inmediatamente se puso en marcha el proceso que conduciría al plan Cerdà (1859) y la construcción del Eixample (a partir de 1860).
Una segunda etapa fue el derribo de la Ciutadella, particularmente odiada porque su función exclusiva, desde siempre, había sido la vigilancia y represión contra la ciudad. En el contexto de la Revolución Gloriosa, el nuevo Ayuntamiento inició el derribo de la Ciutadella el 16 de octubre de 1868, una vez más sin esperar la autorización gubernativa. El 15 de diciembre de 1869 el gobierno español, gracias a la intervención de Prim, cedió los terrenos de la Ciudadela en el Ayuntamiento de Barcelona. En surgirían el parque de la Ciutadella y el barrio que la rodea.
Sólo quedaba la muralla de mar, bastante popular entre los barceloneses como paseo. Fue derribada entre 1878 y 1881, y permitió la reforma del puerto y la definitiva integración de la Barceloneta en el continuo urbano.
Para saber más: https://www.geografiainfinita.com/2017/05/la-evolucion-de-barcelona-a-traves-de-los-mapas/
Iulia Augusta Paterna Faventia Barcino
Portal del Bisbe, antigua puerta Praetoria de la Barcino romana, con las dos torres de defensa y restos de la muralla y del acueducto
Portella de la Porta Decumana al c/ del Regomir
Muralla al Pati Llimona.
Torre i muralla al c/ Sotstinent Navarro.
Subsòl i interior d’una torre al Museu de la Ciutat
Calle Tapineria
Harhoog
Harhoog
El Harhoog es un dolmen, una tumba megalítica rectangular de la cultura Funnelbeaker, ubicada cerca de Keitum en la isla de Sylt en Schleswig-Holstein, Alemania.[1] Descubierto en 1925, se trasladó al sitio actual en 1954 cuando se desarrolló un nuevo aeropuerto.
Región: Alemania; Keitum, Sylt
Coordenadas: 54.8907 ° N 8.3826 ° E
Tipo: Tumba megalítica
Períodos: Neolítico
Las cámaras funerarias megalíticas de Harhoog se ubicaron originalmente cerca de las llanuras de barro entre Keitum y Tinnum. Las piedras fueron trasladadas al área cerca del Tipkenhoog en la costa cerca de Keitum en 1954,[2] cuando el aeropuerto de Sylt estaba en desarrollo.[3]
Las tumbas en Harhoog datan del Neolítico y pertenecían a antiguos asentamientos de la cultura Funnelbeaker de la isla, probablemente alrededor del año 3000 antes de Cristo. Hubo una vez aproximadamente 600 de ellos, pero hoy solo existe la mitad de ellos.[4]
Las tumbas megalíticas están construidas con grandes losas de piedra en bruto (una o más) que están dispuestas en diferentes patrones. El dolmen Harhoog es un dolmen extendido, según la clasificación de seis categorías de Ernst Sprockhoff; los otros cinco tipos son dolmen simple, gran dolmen, tumba de paso, largas carretillas (sin cámara funeraria) y cista.
Harhhog fue descubierto en 1925 durante las excavaciones de tierra para la construcción de Hindenburgdamm, pero solo fue inspeccionado arqueológicamente en 1936.[3] : 148
Diseño de los dólmenes de Harhoog con tumbas paralelas y transversales
Las cámaras contienen secciones paralelas y transversales.
Foel Drygarn
Foel Drygarn
Foel Drygarn (también llamado Foel Trigarn o Foel Drigarn) es una colina en una cumbre de las colinas de Presili al oeste de Crymych en Pembrokeshire en Gales.
Tipo de sitio Hillfort
Defensa de clase amplia
En la cima hay un asentamiento en la colina de la Edad del Hierro, con vestigios de casas y tres mojones de la Edad del Bronce que dieron nombre a la montaña (Moel Drygarn en alemán “tres mojones”). El Hillfort de 1.2 hectáreas consta de un muro en forma de D y una fortificación inferior adicional en el lado norte y oeste. Consiste en una presa hecha de piedras y tierra sin zanja. Se supone que el sistema fue construido en múltiples fases. Se encontraron fragmentos de cerámica y perlas desde la Edad del Hierro hasta el período romano.
Son los restos de una gran colina de la Edad del Hierro que cubre casi 4 hectáreas, con tres recintos defendidos y tres grandes montículos cada uno de tres metros de altura. Los historiadores afirman que es probable que haya sido una aldea fortificada muy poblada que se construyó en algún momento entre 650 AC y 100 DC.
Foel Drygarn es un monumento programado.
Descripción del lugar
Fotografiado con frecuencia y uno de los picos de la Edad del Hierro más dramáticamente ubicados y visualmente impactantes en Gales, Foel Trigarn ocupa la cresta más oriental de Mynydd Preseli, su silueta característica domina gran parte del horizonte este de Pembrokeshire.
Se pueden rastrear tres recintos principales, definidos por paredes de piedra o bancos revestidos de piedra, con rastros de una zanja alrededor de la muralla interior. Probablemente, el primero fue probablemente en la misma cumbre, un fuerte ovalado frente a los acantilados naturales en su lado sur, que abarca 1,2 hectáreas y con puertas principales en los lados este, oeste y sur. Adjunto a este primer recinto, y probablemente representando períodos posteriores de expansión, hay un segundo recinto en el lado norte y este que refleja las murallas exteriores del primero, y un tercer anexo exterior al este.
La característica más llamativa de Foel Trigarn es su interior con marcas de viruela, los sitios de al menos 227 plataformas de casas niveladas donde alguna vez estuvieron las casas de la Edad del Hierro. También hay rastros más débiles de otras 42 plataformas inciertas que acercan el total a 270 sitios de viviendas.
Es altamente improbable que todos estos sitios de casas estuvieran ocupados al mismo tiempo. Probablemente, todo el monte fue ocupado y ampliado durante muchos siglos, en lugar de ser utilizado por un solo líder o grupo de personas.
Estamos viendo efectivamente los restos de una aldea prehistórica compleja y duradera, con todas sus fases de ocupación en exhibición.
Las primeras excavaciones en 1899 por S Baring Gould desenterraron la Edad de Hierro y la cerámica y artefactos romanos que incluían espirales, finas cuentas de vidrio y un anillo de chorro de algunas de las plataformas de la casa. También se encontraron piedras de honda en ‘… grandes números … algunos en pilas …’ (Baring Gould et. Al., 1900, 210). Una nueva encuesta realizada por la Comisión Real e investigadores del Politécnico de Portsmouth (en 1988) proporcionó el primer plan detallado.
En la cumbre se encuentran tres macizos mojones de piedra que llevan el nombre de la colina. Estos se interpretan como mojones funerarios de la Edad de Bronce, monumentos comunales masivos que cubren los huesos, o cenizas, de uno o varios individuos especiales.
Se pueden ver ejemplos similares de mojones preexistentes que sobreviven en fortalezas de piedra posteriores en Carn Goch en Carmarthenshire, Pen Dinas, Aberystwyth en Ceredigion y en Tre’r Ceiri en la península de Llyn, Gwynedd. Como estos mojones nunca fueron saqueados por su piedra, a pesar de estar rodeados por cientos de casas, debemos concluir que los ocupantes veneraban a sus ancestros distantes, al mismo tiempo que obtenían poder y estatus social de la adquisición de un lugar tan prominente y sagrado, cima de la colina.
El tamaño y la complejidad de Foel Trigarn, una de las mayores colinas del norte de Pembrokeshire junto con Carn-ingli, Garn Fawr y St David’s Head, sugiere un papel y una función distintos de las numerosas colinas más pequeñas como Castell Henllys. Es probable que este fuera un importante centro de población en su tiempo, su diseño y construcción iniciados y supervisados por un poderoso líder regional. Si, como lo indica una interpretación del lugar mencionado por Ptolomeo, la tribu Octapitai ocupó la cabeza de San David, quizás un grupo similar cuyo nombre nunca fue registrado por los romanos ubicaron aquí su ‘capital tribal’, al mando de las tierras de la Edad del Hierro.
Fuentes: Baring-Gould y otros en Archaeological Cambrensis 5th series 17 (1900), 189-211
Limes Sarmatiae
Limes Sarmatiae
Las “Limes Sarmatiae“, “Devil’s Dyke” o “Devil’s Ditch” en la llanura de Panonia oriental, un grupo de líneas de fortificaciones romanas realizadas por Constantino I.
En Inglaterra existen otros “Devil’s Dyke” o Diques del Diablo.
Son varios los nombres con que se conocen. Los Limes Panonio o Los Diques del Diablo (en húngaro: Ördög árok), también conocidos como Csörsz árka (“Csörsz Ditch”) o Limes Sarmatiae (en latín, “frontera sármata”), son varias líneas de fortificaciones romanas construidas principalmente durante el reinado de Constantino I (312–337), que se extiende entre la actual Hungría, Rumania y Serbia.
Aunque son distintos, se suelen confundir, por su proximidad y el territorio que ocuparon. Los L. Panonio se encuentran más al oeste y contienen más fortificaciones. Los Sarmatas se encuentran al este y son más sencillos: zanjas, empalizadas, etc.
Historia
Las fortificaciones consistían en una serie de terraplenes y zanjas defensivas de tierra que rodeaban la llanura del río Tisia (Tisza). Se extendían desde Aquincum (dentro de la moderna Budapest) hacia el este a lo largo de la línea de las montañas del norte de los Cárpatos hasta las proximidades de Debrecen, y luego hacia el sur hasta Viminacium (cerca de la moderna Stari Kostolac). [1]
Los Sármatas en la zona de la cuenca del Danubio. El Limes está indicado por las líneas negras que indican murallas. El límite iba desde Aquincum, hoy Budapest, hasta el este de Singidunum, ahora Belgrado. Vindobonum (arriba a la izquierda) es hoy Viena. (15)
Probablemente fueron diseñados para proteger a los Iazyges, una tribu sármata que habitaba la llanura de Tisza y había sido reducida a estado tributario por Constantino, de las incursiones de los godos y gépidos circundantes.[2]
Algunos elementos de las fortificaciones, sin embargo, datan del siglo II d.C. y probablemente constituyeron una línea defensiva anterior construida por el emperador Marco Aurelio (gobernado por 161-80) en el momento de las Guerras Marcomanas, la ocasión anterior en la que la llanura de Tisza fue ocupada por los romanos.
El “Limes Sarmatiae” tenía la intención de expandir el Limes romano, y fue construido al mismo tiempo que el Muro de Constantino en Valaquia (conectado con el Limes Moesiae). Sin embargo, fue destruida después de unos años, a finales del siglo IV.
De hecho, en 374 d. C., los Quadi, una tribu germánica en lo que ahora es Moravia y Eslovaquia, resintieron la construcción de fuertes romanos de las “Limes Sarmatiae” al norte y este del Danubio en lo que consideraban su territorio, y más exasperado por el asesinato traicionero de su rey, Gabinio, cruzó el río y arrasó la provincia de Panonia.
En 375 EC, el emperador Valentiniano I retomó Panonia con varias legiones. Después de una corta campaña que derrotó rápidamente a los Quadi, se repararon las fortificaciones de las “Limes Sarmatiae”. Sin embargo, durante una audiencia con una embajada del Quadi en Brigetio en el río Danubio (ahora Szőny en Hungría), la actitud de los enviados enfureció tanto a Valentiniano que sufrió un derrame cerebral mientras les gritaba enojado, lo que lo llevó a la muerte el 17 de noviembre.[3]
Tras su muerte, las luchas políticas internas y la falta de un buen liderazgo en el Imperio Romano llevaron a que las “Limes Sarmatiae” fueran invadidas y destruidas.
Localización
Las barreras consisten en varias filas de muros de tierra y zanjas escalonadas una detrás de otra, que se suponía que protegían el área de las grandes tierras bajas húngaras alrededor del río Tisia (Tisza = Tisza) de los enemigos. Una vez se extendieron desde la curva del Danubio hasta Aquincum, hoy Budapest, hacia el este a lo largo de las elevaciones de los Cárpatos del norte hasta las cercanías de la ciudad de Debrecen, y se encontraron de nuevo en el sur, en el sitio de la legión Viminacium (cerca de la actual Stari Kostolac) en el Limas del Danubio.
Fortificaciones en el Limes Danubio
El sistema de murallas del norte comenzó en la curva del Danubio, cerca de la cabeza de puente romana Verőcemaros-Dunamező, esta sección del Limes estaba particularmente bien asegurada por los romanos. A esta distancia también se creó, posiblemente Constantino II, el almacenamiento de Visegrád (Pone Navata).[3] La construcción del campamento vecino de Pilismarot (Castra ad Herculem) también puede haber tenido lugar en este momento.
Durante el primer reinado de Valentiniano I (364-375), a. también construyó la fortaleza de Hideglelöskereszt.[4] Entre Visegrád y Esztergom, se construyeron hasta 24 nuevas torres de vigilancia y pequeños fuertes en una distancia de aproximadamente 20 km solamente. Su construcción estaba estrechamente relacionada con el relleno de las murallas de Limes Sarmatiae, ya que estaban destinadas a dirigir las cuñas de atacar a los pueblos bárbaros específicamente sobre esta parte de Limes. Una segunda línea tan densa de fortificaciones estaba nuevamente solo en el bajo Danubio (Moesia), entre Viminiacum y Drobeta, en el extremo sur de los sistemas de murallas sármatas.
Fortificaciones al este del Danubio
En este contexto, no debemos olvidar las numerosas cabezas de puente de la Antigüedad tardía como la B. el Burgus Tahitótfalu-Balhavár y el Burgus Szentendre-Dera. Las principales tareas de sus tripulaciones fueron probablemente el seguimiento y la señalización. Eran sistemas de vertederos más pequeños, arquitectónicamente en gran parte uniformes, para los que una gran estructura central central, en su mayoría apoyada en dos pilares y muros alados que se extendían hasta las orillas del Danubio con torres más pequeñas en los extremos, era característica (Ländeburgus). A través de ellos, las islas más grandes del Danubio (isla Szentendre), z. B. estacionando botes patrulleros estar seguro en cada burgus. En caso de crisis, servían como lugares de desembarco seguros para los cruces fluviales del ejército romano, pero también para controlar a los aliados sármatas. Debido a la gran cantidad de grano quemado que se encontraba esporádicamente en ellos, también podrían haber sido utilizados como almacenes de suministros. El comercio minorista y nacional también podría haber jugado un cierto papel, ya que apareció un peso de bronce en una de las torres.[5]
Además de este perno de bloqueo de prueba, los romanos también construyeron a lo largo de la muralla puestos avanzados avanzados, como exactamente dos días a pie al este del Danubio, en Barbaricum ubicado burgus Hatvan-Gombospuszta [6] y se aplicaron en la época de Valentiniano, pero nunca se completó la gran fortaleza. de Göd-Bócsaújtelep, que a menudo se conoce como la contraparte del fuerte del Danubio Constantia, que se construyó en territorio imperial romano, pero en realidad debe considerarse como la guarnición fronteriza más occidental de las Limes Sarmatiae.[7] Su tarea puede estar relacionada con el final de Limes Sarmatiae poco después de la muerte de Valentiniano.
Citas e importancia estratégica
Algunas partes de los muros de tierra datan de finales del siglo II y probablemente fueron creadas como un cerrojo bajo el emperador Mark Aurel (161-180). Después de las Guerras Marcomanas, las tropas romanas se establecieron en el territorio de los Jazygens derrotados para privarlos de su sustento y evitar que huyeran. Para este propósito, algunas secciones a lo largo de las fronteras del asentamiento de Yazygian podrían haberse asegurado con muros de tierra. El hecho de que Marco Aurelio tuviera la intención de establecer dos nuevas provincias, Marcomannia y Sarmatia, como lo describieron posteriormente los historiadores antiguos, sigue siendo controvertido hasta el día de hoy.[15] En una investigación cerca de Mezökövesd y Kötegyán, el arqueólogo se convirtió en Sándor Soproni (1926–1995) debajo de los terraplenes algunos hoyos del siglo II al III y un sepulcro sármata (cerca de Tarnazsadany), que fue creado hacia 220–300. Los estudios estratigráficos mostraron claramente que las primeras murallas se levantaron en la segunda mitad del siglo III.
La construcción de tales muros no era infrecuente en el Imperio Romano. Se utilizaron para marcar la frontera imperial en regiones donde no era claramente reconocible a partir de características topográficas como ríos o cadenas montañosas. Entonces z. B. en Germania, Gran Bretaña o Dacia. Las limas germánicas-réticas superiores, en particular, muestran grandes similitudes con las limas sarmatias . La construcción del sistema de murallas sármatas también muestra que su construcción fue planificada y dirigida por ingenieros romanos.
El tipo de construcción de las presas de tierra sugiere que se pretendía hacer más difícil para los pueblos ecuestres nómadas del Período de Migración, que viajaban en su mayoría a caballo y en carro, para penetrar las áreas rodeadas por las murallas, pero probablemente no lo fueron. un serio obstáculo.[16] Los movimientos de tierra también se levantaron para proteger a los Jazygens, un afluente tributario de los sármatas, que también se establecieron en la llanura de Tisza y se suponía que debían proteger a Panonia de antemano contra las incursiones de los godos y los gépidos que vivían en la parte superior de Tisza. El Limes Sarmatiae sirvió principalmente como zona de amortiguamiento y para aliviar el Danube Limes, así como el llamado Muro de Constantino en la actual Valaquia, que a su vez se unió a Limes en Moesia. Sin embargo, el Muro de Constantino fue invadido a finales del siglo IV y abandonado por los romanos.
Ver también
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