Archivo diario: 12 julio, 2023
Portulano de Gabriel de Vallseca
Portulano de Gabriel de Vallseca
Mapa de 1439 de Gabriel Vallseca.
Gabriel Vallseca o Gabriel de Vallseca (Barcelona, antes de 1408 – Palma de Mallorca, después de 1467) fue maestro de cartas de navegar (cartógrafo), brújulas y mercader; era descendiente de judíoconversos. Al menos desde 1433 ya tenía taller en la ciudad de Mallorca, y antes había residido en Barcelona, donde habría nacido poco antes o poco después de los asalto al call de 1391, posiblemente sus ascendientes maternos eran mallorquines y familiares de su esposa.123
Residía en la parroquia de Santa Cruz, la barriada marinera y comercial de la ciudad; se casó con Floreta Miró y tuvo dos hijos, Francisco y Juan, el primero de los cuales fue Penitenciarias por la inquisición y un hijo del segundo se casó con una mujer condenada por el tribunal, ambos por judaizantes, circunstancias que hacen pensar que él mismo lo era. Hizo testamento en la ciudad de Mallorca en 1467.4
La obra
Se conservan tres obras firmadas por Gabriel Valleseco:5
- Carta de 1439 conservada en el Museo Marítimo de Barcelona (inv. 3236), mapamundi parcial.
- Carta de 1447 en la Biblioteca Nacional de Francia (Res. Ge. C4607), área mediterránea.
- Carta de 1449 en el Archivo de Estado Florencia (CN 22), área mediterránea.
También dos anónimas son atribuidas a su taller:
- Carta sin fecha, aprox. 1440, en la Biblioteca Nacional Central de Florencia (portulano 16), mapamundi parcial.
- Carta sin fecha, aprox 1447, en la Biblioteca Nacional de Francia (Res. Ge. D 3005), fragmentos del Mediterráneo oriental.
Desde el punto de vista cartográfico del ámbito geográfico máximo que abarca, contando los anónimos que le son atribuidos, va desde Islandia y Escandinavia, al norte, al Río de Oro y Somalia, al sur, y desde las Azores, al oeste, al Turquestán y la península arábiga, en el este. Salvo las Azores, redescubiertas en 1427 y que Vallseca cartografía por primera vez de manera completa y correctamente ubicadas, las zonas extremas no forman parte del área portulana, sino que son incorporadas con diseños convencionales.
Su diseño litoral y la toponimia son las propias de la cartografía portulana, pero incorporando las novedades provenientes de cualquiera de los talleres mediterráneos:
- Homogeneiza la escala entre el Mediterráneo y el Atlántico, que fue realizada por Francesco Beccari en Barcelona hacia el año 1400, pero que hasta Vallseca no fue incorporada por la cartografía mallorquina (no así el Mar Negro que continúa sobredimensionado).
- También incorpora las adaptaciones toponímicas de Beccari, en la península ibérica y las de la escuela veneciana en la Adriático.
Desde el punto de vista decorativo, sus cartas decoradas conservan las principales características de la iconografía mallorquina anterior: representación de la rosa de los vientos, miniaturas humanas, animales y vegetales, representación de la cordillera del Atlas en forma de palmera, los Alpes en forma de pie de gallo, Bohemia en forma de herradura, el río Danubio en cadena, el Tajo en forma de cayado, el Mar Rojo de color rojo, leyendas explicativas y uso del catalán en los textos y toponimia.6
En definitiva, la originalidad de Vallseca radica en no estar sometido a las rigideces de un taller en concreto, tradicionalmente reacios a modificar el modelo tradicional, y por eso su obra se puede considerar la más actualizada del momento.
El obrador
Se conserva un documento de reconocimiento de deuda por parte de Gabriel Vallseca, amortizado con cartas portulanas, de gran interés para conocer el funcionamiento de un taller cartográfico medieval. Por él sabemos que el margen de beneficio de la actividad en el siglo XV era más bien bajo y que el tiempo necesario para elaborar una carta de uso náutico (no decorada), era una semana, 24 en seis meses dice el documento, por lo tanto a este ritmo, el taller de Gabriel Vallseca pudo elaborar unas 2.000 cartas a lo largo de su periodo de actividad.
Estos datos nos indican que los talleres cartográficos eran centros artesanos de producción en serie, seguramente el más importante precedente medieval de la producción impresa, más que centros de captación de conocimiento científico como ha querido transmitir la historiografía romántica, y que se dedicaban especialmente a una producción utilitaria. La elaboración de las cartas más lujosas y rentables, que son las que se han conservado, debían ser encargos extraordinarios.7
Las vicisitudes de la Carta de 1439
Su obra más famosa es la carta de 1439 que se conserva en el Museo Marítimo de Barcelona. Sus vicisitudes se pueden seguir a lo largo de la historia: En su dorso contiene una nota según la cual la habría comprado Amerigo Vespucci por ochenta ducados de oro a finales del s. XV. Antes de 1785 fue propiedad del Cardenal Antonio Despuig y Dameto, que la adquirió en Florencia y la depositó en Raixa, donde la conservaron sus herederos los condes de Montenegro. En 1836 George Sand la observó, pero hubo un accidente con un tintero que la dejó manchada. A principios del siglo XX el conde de Montenegro se desprendió de la colección del Cardenal Despuig y, pese a las protestas de los círculos culturales, las instituciones insulares no la compraron. Finalmente la carta fue vendida en 1910 al catalán Pere Bosc y Oliver, el cual a su vez la vendió al Institut d’Estudis Catalans en 1917, que la entregó a la Biblioteca de Cataluña, institución que finalmente en 1960 la dejó en depósito en el Museo Marítimo de Barcelona donde se encuentra actualmente expuesta.8
Notas
Aunque una parte considerable de la costa africana al sur de Cabo Bojador está representada, esta es solo una representación conjetural importada de cartas más antiguas de catalán origen, como la carta de Angelino Dulcet de 1339, la carta de Cresoues de c. 1375, y Mecla carta de Viladestess de 1413. Sólo con la carta de Andrea Bianco de 1448, realizada catorce años después de que se doblara el cabo Bojador (1434), que los portugueses los descubrimientos en el sur se representaron por primera vez en un gráfico. Dos características hacen que este gráfico sea históricamente importante. La primera es que es el primer trabajo cartográfico para representar las nueve islas de las Azores en su tamaño aproximado ubicaciones geográficas. El segundo es la inscripción cerca del archipiélago de las Azores, dando el nombre de su descubridor y la fecha del descubrimiento; Aques tes illes foram trobades p. diego de silues I pelot delrey de portogall an lay Mccc xxvij (estas islas fueron encontradas por Diogo de Silves I piloto del rey de Portugal en el año 1427). También vale la pena señalar es la inscripción en el reverso de la carta que indica que perteneció a Amerigo ves oucct, quién pudo haber pagado una cantidad considerable por él: Questa ampia pella di geographia fue pagata da Amerigo Vespuci – LXXX ducati di oro di marco (esta gran piel geográfica fue pagado por Amerigo Vespucci – 80 ducados de oro) Algunos historiadores consideran la leyenda ser la falsificación de un comerciante sin escrúpulos que justifica pedir un precio más alto por el manuscrito.
El cuadro contiene casi dos mil nombres de lugares, y es el más antiguo mapa superviviente en el que las Azores, visitadas por primera vez doce años antes, están representadas en una forma moderna y precisa. Se trata de un documento excepcional ya que se trata del único bajomedieval Carta náutica española conservada en España. Este gráfico está realizado sobre pergamino y mide 75 x 112 cm. representa el Mediterráneo, Europa, Cercano a Asia y norte de África, así como parte del Atlántico Oceano. El gráfico está enmarcado por una franja azul-oro, y la firma de Vallseca escribió su firma en el borde izquierdo del mapa. Sin embargo, una de las características más interesantes de la carta es su información gráfica, con abundantes ilustraciones de ciudades, banderas y reyes. En el norte de África podemos ver la representación de varios gobernantes, acompañados de textos explicativos, algo habitual en las cartas náuticas catalano-mallorquinas de la época. Aunque la carta sigue la tradición cartográfica del portulano del siglo XV cartas [náuticas], con abundantes topónimos escritos perpendicularmente a las costas y precisión relativamente buena, también podemos ver referencias tradicionales y bíblicas, como el Tres Reyes Magos cabalgando
Existen tres cartas portolanas firmadas por Gabriel Vallseca: • Mapa de 1439, en el Museu Marítim de Barcelona (inv. 3236) – mappa mundi parcial • Mapa de 1447, en la Bibliothèque nationale de France (Rés. Ge. C4607) – Solo mediterráneo • Mapa de 1449 en el Archivio di Stato di Firenze (CN 22) – Mediterráneo solamente También se le atribuyen dos mapas anónimos: • Mapa sin fecha (est. 1440) en la Biblioteca Nazionale Centrale di Firenze (portolà 16) – mapa mundi parcial • Mapa sin fecha (est. 1447) en Bibliothèque nationale de France (Rés. Ge. D 3005) – Fragmentos del Mediterráneo oriental Aunque su estilo se ajusta a la escuela cartográfica tradicional mallorquina, Vallseca incorporó algunas innovaciones más contemporáneas en la cartografía de Italia, Portugal y otros lugares, sobre todo de Francesco Beccario (por ejemplo, la homogeneización de la escala entre el Mediterráneo y el Atlántico). Las cartas de Gabriel de Vallseca conservan algunos motivos decorativos mallorquines característicos, como la rosa de los vientos, humanos en miniatura, animales y plantas, las montañas del Atlas en forma de palmera, los Alpes en forma de pata de gallina, Bohemia como herradura, el Danubio como cadena, el Tajo como cayado de pastor, el Rojo Mar de color rojo, y notas y rótulos dispersos en lengua catalana
Testigo de aventuras.
Fragmento norte.
Monarca de cara a su norte.
Monarcas representados.
Paseo de monarcas.
Extremo oriental de la carta.
Detalle norte de la carta.
Mapa de 1440 de Gabriel Vallseca.
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