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Archivo diario: 2 agosto, 2024

Explosión de Halifax

Explosión de Halifax

Coordenadas: 44°40′09″N 63°35′47″O

 Pirocúmulo de la explosión

Fecha: 6 de diciembre de 1917

Hora: 9:04:35 (AST)

Causa: Choque entre dos barcos, uno de los cuales tenía un cargamento altamente explosivo.

Lugar: Halifax, Nueva Escocia, Canadá

Fallecidos: Aprox. 2000

Heridos: Aprox. 9000

La Explosión de Halifax es como se denomina al desastre ocurrido en la mañana del 6 de diciembre de 1917 en el puerto de Halifax, Nueva Escocia, Canadá, provocado por el choque entre el buque de carga francés SS Mont-Blanc (cargado de explosivos de guerra) y el barco de vapor noruego SS Imo. El incidente causó la muerte de alrededor de 2000 personas, 9000 quedaron heridas y provocó daños en toda la ciudad.

Desastre

El 6 de diciembre de 1917 alrededor de las 07:30 a. m., el buque carguero francés SS Mont-Blanc dejó su lugar de anclaje fuera de la bocana del puerto de Halifax para unirse a un convoy que se estaba formando en otro puerto cercano en la bahía Bedford Basin, donde se formaba a todos los convoyes antes de salir rumbo a Europa. Estaba cargado con 2300 toneladas de ácido pícrico húmedo y seco, 200 de trinitrotolueno (TNT), 10 de algodón de pólvora y 35 de benceno, una mezcla altamente explosiva, estibada en cubierta.

Al mismo tiempo el barco de vapor noruego SS Imo salía de Bedford Basin con destino a Nueva York para cargar alimentos hacia Bélgica. Aunque se le había dado autorización para salir el día 5 de diciembre, su salida se retrasó hasta bien entrada la tarde debido a que su carga de carbón no llegó. Éste viajaría solo por lo rápido que era para la época, y fue forzado a trasladarse a un extremo del canal, probablemente por ir demasiado rápido, por lo que hizo contacto visual con el buque francés a ¾ de milla (unos 1350 metros aproximadamente).

Imo recibió autorización para salir del puerto a las 7:30 a. m. del 6 de diciembre con el piloto William Hayes a bordo, el barco entró en Narrows por encima del límite de velocidad del puerto probablemente para compensar el retraso experimentado por la carga de carbón, encontrándose con el vapor estadounidense SS Clara que estaba siendo pilotado por el lado equivocado del puerto por lo que tuvo que acercarse más a la costa justo cuando pasaba la remolcador Stella Maris.

Devastación en Halifax dos días después de la explosión. El SS Imo es visible al otro lado del estrecho.

En el Mont Blanc, el piloto Francis Mackei había preguntado por protecciones especiales pero no sé implementó ninguna. El Mont Blanc fue el segundo barco en moverse a las 07:30 a. m. dirigiéndose hacia Bedford Basin no perdiendo de vista el tráfico, vio a Imo por primera vez a 1.21 km e hizo sonar el silbato para dar señal de que su barco tenía preferencia de paso pero se encontró con 2 pitidos cortos de Imo lo que indicaba que no cedía su posición.

El buque noruego estaba en un curso de intercepción, por lo que el capitán del Mont-Blanc llevó su embarcación hacia la costa de Dartmouth, reduciendo su velocidad al mínimo para tener dirección y alrededor de 2 minutos más tarde ordenó parar las máquinas lo mismo que hizo Imo.

Alrededor de las 8:40 a. m., al no dar paso el Imo, el Mont-Blanc trató de cambiar su rumbo para que ambos buques se cruzaran por su estribor, pero fue demasiado tarde para esa maniobra y la proa del barco noruego se empotró contra el buque carguero abriéndole un socavón en estribor de unas dimensiones considerables, en principio el daño no fue severo y debido al golpe de inmediato el benceno se inflamó y empezó a arder. Conscientes del peligro y sin tener aparatos anti-incendios a bordo, el capitán ordenó abandonar el barco temiendo que explotase de inmediato y un número creciente de ciudadanos de Halifax se reunieron para ver el incendio y a los bomberos que empezaban a llegar y a los barcos que acudían a prestar ayuda, a pesar de las advertencias de los tripulantes del Mont blanc de que su barco estaba a punto de explotar.

A las 09:04:35 a. m. el fuego fuera de control en el Mont Blanc hizo estallar su cargamento de explosivos de alta potencia, la nave explotó por completo y una poderosa onda expansiva irradió desde la explosión a más de 1000m/s, temperaturas de 5.000 grados y presiones de miles de atmósferas acompañaron a la explosión exponiendo el suelo del puerto y formando un Tsunami cuando el agua llenó el vacío, un área de 1.6 km² quedó completamente destruida por la explosión que lanzó trozos del buque a 5.6 km de distancia, más de 1.600 personas murieron al instante.

Los primeros grupos de rescate organizados provinieron de los barcos militares de la Royal Navy anclados cerca, los cruceros mercantes armados HMS Highflyer, el HMS Chamginola, HMS Knight Templar y HMS Calgarian enviaron botes a tierra con grupos de rescate y personal médico y pronto comenzaron a llevar heridos a bordo. A ellos se les sumaron otros buques, El USS Tacoma llegó a la zona junto con el USS Von Steuben, llamándose a todas las guarniciones del puerto para ayudar.

En la investigación posterior, la culpa recayó en Imo aunque también el Mont Blanc era igualmente culpable de esos mismos errores aunque nadie fue procesado o condenado por ello.

Información detallada en:

https://www.practicosdepuerto.es/index.php/es/colegio-federacion/publicaciones/articulos-luis-jar/un-abordaje-con-sorpresa

El capitán francés Mackey, lo condujo por el canal hacia los muelles.  A las 8:30, cuando el barco entraba en la zona entre el océano y el puerto interior, levantó la vista y vio con estupor al SS Imo, un carguero noruego, que se dirigía hacia él.

Los dos enormes barcos hicieron sonar sus silbatos, intentaron algunas maniobras evasivas inútiles y, luego, chocaron en la parte estrecha del canal.

Después de unos momentos de pánico, los dos barcos se separaron.

En diciembre de 1917, la ciudad de Halifax en Nueva Escocia era un hervidero de trabajo.

En plena primera guerra mundial contaba con uno de los mejores y más profundos puertos libres de hielo de América del Norte.

La ciudad se convirtió en el centro neurálgico del esfuerzo bélico canadiense.

Albergaba a decenas de miles de soldados de Canadá, del Imperio Británico y de Estados Unidos en su camino a los campos de batalla de Europa, o de regreso a casa. La población, de casi 50,000 habitantes, había crecido exponencialmente.

El puerto de Halifax era también base para buques mercantes de todo el mundo. Millones de toneladas de suministros pasaban por allí rumbo a la guerra

Toda esta actividad impulsó la economía, hizo que los empleos abundaran y le dio a la pequeña ciudad una febril actividad que sus residentes no habían experimentado en décadas.

Gran parte de la actividad industrial se concentraba en el barrio de clase obrera de Richmond, situado al norte de Halifax. Se trataba de una comunidad unida, de casas de madera, escuelas e iglesias.

Antes de la guerra, el puerto de Halifax bajo control civil no permitía que los barcos que transportaban municiones o explosivos entraran al puerto.

En tiempos de guerra, el almirantazgo británico había asumido el mando, y barcos como el Mont-Blanc tenían ahora permiso para acceder.

El buque francés había llegado a Halifax el día anterior y permaneció anclado durante la noche en la desembocadura del puerto.

En la mañana del 6 de diciembre, el Mont-Blanc es autorizado a avanzar hacia Bedford Basin. A pesar de su peligrosa carga no existía en el puerto un protocolo especial para su pasa.

A los otros barcos amarrados tampoco se les ordenó mantener sus posiciones hasta que el Mont-Blanc hubiera hecho un paso seguro a través del puerto y, esta cadena de negligencias preparó el terreno de la tragedia…

El Imo era un buque mercante que atracaba en el puerto y esa mañana comenzó su marcha en dirección a Nueva York para recoger un cargamento de suministros de socorro con destino a Bélgica que estaba devastada por la guerra. Las palabras “ALIVIO BELGA” estaban impresas en letras grandes en una de sus bandas.

El mercante emergió desde Bedford Basin a través de Narrows, la sección de navegación más estrecha del puerto, en el lado este del canal de Dartmouth, y no por el lado oeste de Halifax, donde los buques salientes normalmente viajaban.

La ruta del Imo requería que las naves entrantes pasaran por estribor, en lugar de babor, que era lo habitual.

El Imo tenía a bordo un experimentado navegante local, William Hayes, que conocía las reglas de navegación del puerto. No obstante, aquella mañana, el Imo acababa de cruzarse con un remolcador y un buque de guerra estadounidense que se dirigían Bedford Basin y lo obligaron a desviarse.

En estas dos ocasiones el Imo había pasado de estribor a babor lo que resultó en una posición inusual en su trayecto, demasiado hacia el este, en el lado equivocado del estrecho y en el camino del Mont Blanc.

Cuando la brecha de 700 metros se cerró, ambos patrones hicieron lo que pudieron con sus barcos:

Luego del golpe, vinieron las chispas y los barriles de benzol se abrieron y comenzaron a arder.

La tripulación del Mont-Blanc, consciente del peligro, corre a los botes salvavidas y abandona el barco.

El incendio que se propaga a bordo y sin nadie al timón, el Mont-Blanc se va a la deriva hacia Halifax mientras las llamas aumentan.

El indefenso, tullido y ardiente buque se desplaza hacia el Muelle 6 en la costa de Halifax. Un área residencial, con negocios, barcos amarrados, el Royal Naval College of Canadá y una gran refinería de azúcar.

El buque desprendía columnas de humo negro iluminado por las llamas y los Marineros del crucero Highflyer, del buque Niobe y del remolcador Stella Maris trataron de asegurar un cabo y tirar el Mont-Blanc hacia el centro del canal mientras daban la alarma de fuego.

Los bomberos de Halifax corrieron hacia él mientras la tripulación del Imo observaba lo sucedido desde su propio barco dañado.

Los minutos fueron pasando. El Mont Blanc no llevaba marcas especiales. Casi nadie sabía lo que cargaban sus compartimentos.

Cientos de personas se detuvieron en la costa para ver el espectáculo. Las ventanas de todo el puerto se llenaron de caras de adultos y niños que miraban a través del cristal el despliegue del drama.

La tripulación del Mont-Blanc llega Remando desesperadamente a la orilla en pocos minutos. Continuaron corriendo, gritando advertencias a todos los que allí pasaban, pero lo hacían en francés. Pocas personas en Halifax hablaban francés.

El incendio duro 20 minutos y a las 9:04 el Mont Blanc Explotó.

La gran espiga del ancla de media tonelada aún yace donde aterrizó, a casi 4 kilómetros de distancia.

La onda expansiva, seguida de un tsunami se extendió violentamente sobre las costas de Halifax y Dartmouth.

Más de 2.5 kilómetros cuadrados de Richmond fueron totalmente arrasados.

El estallido lanzó secciones del Mont-Blanc hacia arriba conformando una gran bola de fuego.  Fragmentos de metal ardiendo se desparramaron sobre Halifax, junto con una lluvia negra de partículas de carbón que causaron graves heridas en miles de ciudadanos.

No quedo ni un solo trozo del buque al lado del muelle. El enorme casco de hierro desapareció y se convirtió en una ametralladora

El Imo fue arrojado como un juguete a la costa de Dartmouth.

Las personas también fueron lanzadas violentamente. Dónde y cómo aterrizaron determinó en gran medida su vida o su muerte.

Decenas de miles de ventanas volaron, y los cristales destrozaron muchos de los rostros de los allí presentes.

En las primeras horas, Halifax demostró estar especialmente preparada para ayudarse a sí misma.

Miles de militares, marineros mercantes y otros lugareños afligidos ingresaron a la zona de la explosión.

Las enfermeras del ejército entraron en acción. Los cirujanos operaron sin parar, a menudo con nada más que anestesia local.

El oftalmólogo George Cox eliminó 79 globos oculares arruinados en 48 horas.

La asistencia extranjera llegó en cuestión de minutos desde los barcos de la armada estadounidense y británica.

La explosión fue noticia en primera plana en todo el mundo y llegó más ayuda en cuestión de días.

Massachusetts despachó un tren lleno de médicos, enfermeras y suministros médicos.

Todos los restaurantes abrieron sus cocinas, dando comida gratis a los sobrevivientes y rescatadores.

Las farmacias regalaban las medicinas, los gerentes dieron días libres a los empleados para ayudar en el desastre.

Halifax fue conocida como la “Ciudad de los Camaradas”, aunque en pocos días esto se modificó, entrando en un frenesí de aumentos de precios y extorsiones.

No obstante, fue uno de los grandes momentos de solidaridad vividos en el continente.

2.000 personas murieron y otras 10.000 resultaron heridas en la explosión considerada el peor desastre provocado por el hombre en la historia de Canadá.

Alrededor de 1.600 personas murieron al instante, incluidos cientos de niños. Aproximadamente 400 más murieron a causa de sus heridas en los días siguientes.  37 personas quedaron ciegas, y más de 250 perdieron un ojo.

En las primeras horas Richmond era un escenario apocalíptico: las casas se convirtieron en montones de madera astillada provocando incendios devastadores. Las quemaduras fueron una de las principales causas de las muertes.

El paseo marítimo y los patios del ferrocarril fueron destruidos, al igual que los grandes muelles del puerto. Incluso edificios de piedra o de hormigón se redujeron a escombros.

Cientos de personas en el área inmediata fueron borrados del mapa en apenas unos segundos. Los desconcertados supervivientes, heridos o en estado de shock, vagaron o se arrastraron entre los restos, tratando de dar sentido a lo que había sucedido.

Los restos que volaron producto de la explosión decapitaron a algunos, arrancaron las extremidades de otros y dejaron muchas quemaduras, fracturas y heridas abiertas que provocaron la muerte meses después en la era preantibiótica.

Más de 1.500 edificios fueron destruidos y 12.000 dañados. 25.000 personas se quedaron sin hogar después de la explosión.

El Mont Blanc ya no existía. Irónicamente, toda su tripulación sobrevivió a excepción de un marinero. Toda la tripulación del Imo murió, incluyendo al capitán y al piloto.

Tal vez por esto, una investigación inicial culpó al Mont Blanc, particularmente a su capitán, Francis Mackey, argumentando que se debió evitar un encuentro tan peligroso a cualquier precio.

Pero, investigaciones posteriores dividieron la culpa entre los dos buques.

Por su parte, Mackey sostuvo que el Imo llevaba a una velocidad insegura para un barco tan grande en el puerto, y también que los barcos que entraban como el Mont-Blanc, tenían el derecho de paso sobre los buques que salían.

Además, que el Imo navegaba demasiado hacia el este, en lo que debería haber sido el camino del Mont-Blanc.

El mapa de arriba muestra las zonas de impacto de la Explosión de Halifax en círculos concéntricos; sin embargo, la onda de choque real habría sido impactada por una variedad de factores geográficos y probablemente no habría expandido en anillos perfectos. Las zonas mostradas aquí se basan en pruebas anecdóticas tras la explosión. (Mapa: Chris Brackley/Canadian Geographic)

Mapa que muestra la extensión del impacto y la destrucción causados por la Explosión de Halifax de diciembre. 6, 1917. (Mapa: Chris Brackley/Canadian Geographic)