Archivo diario: 12 agosto, 2024
Lengua Hitita
Descubren una lengua perdida en tablillas hititas
Un texto ritual que nadie puede traducir
Nadie sabe qué dice la curiosa escritura cuneiforme, pero parece ser una lengua perdida hace más de 3.000 años
¿La última gran lengua por descifrar? Descubren un nuevo idioma indoeuropeo relacionado con el hablado en Troya. Redacción EM
Nuestra comprensión de la civilización hitita se basa principalmente en las tablillas descubiertas en Bogazköy (la antigua Hattusas), situada en el centro de Anatolia, junto al río Kizil-irmak, en la actual Turquía. Bajo la supervisión del Instituto Arqueológico Alemán, las excavaciones en la antigua capital del Imperio hitita desde el reinado de Hattusili I han producido aproximadamente 30.000 tablillas de arcilla durante el último siglo. Estas tablillas, inscritas con escritura cuneiforme, ofrecen valiosos testimonios sobre la vida social, política, comercial, militar, religiosa, legislativa y artística del segundo milenio antes de Cristo.
El estudio de estas tablillas, escritas mayoritariamente en lengua hitita-nesita (la lengua indoeuropea más antigua conocida), ha llevado al sorprendente descubrimiento de una lengua indoeuropea previamente desconocida.
El profesor Daniel Schwemer, director de la Cátedra de Estudios del Antiguo Cercano Oriente en la Universidad Julius-Maximilians (JMU) de Würzburg, Alemania, anunció el hallazgo. Mientras descifraba un texto ritual de una de las tablillas, encontró segmentos en un idioma no reconocido. El ritual hitita mencionaba este nuevo idioma como la lengua de la tierra de Kalašma, ubicada en el noroeste del territorio hitita, posiblemente cerca de las actuales Bolu o Gerede.
Los hititas tenían un interés especial en documentar rituales en lenguas extranjeras. Schwemer señaló que no fue del todo inesperado encontrar otra lengua en los archivos de Boğazköy-Hattusha, ya que los hititas solían registrar rituales en diversos idiomas.
Elisabeth Rieken, especialista en lenguas antiguas de Anatolia en la Philipps-Universität Marburg, apoyó la hipótesis de Schwemer, sugiriendo similitudes entre el idioma descubierto y el luvita, hablado en la histórica Troya, no la ciudad griega, sino una ciudad palaciega de la Edad del Bronce.
Comprende asimismo las tablillas del Tratado de Quadesh, firmado entre los hititas y Egipto. Este célebre tratado de paz perpetua garantizaba la paz y la seguridad en toda la zona.
También se encuentran en estas tablillas muchas obras literarias, de carácter principalmente épico y mitológico. Algunas de las más importantes narran las hazañas y las querellas de los dioses, quienes en sus rasgos esenciales se diferencian poco de los de otros pueblos del Oriente Medio.
La civilización de los hititas, emparentada con las de Akkad y Sumer, no estuvo exenta de influencias egipcias y hurritas; por otra parte, parece haber influido a su vez en las artes del Egeo.
Aunque las palabras específicas de este nuevo idioma aún no se han descifrado, el contexto proporcionado por el texto hitita circundante, ya interpretado, ha mejorado la comprensión.
Este descubrimiento no solo implica encontrar un nuevo idioma; también profundiza nuestro entendimiento del paisaje cultural y lingüístico de los hititas. Conocidos por su interés en los idiomas extranjeros y la preservación de rituales de diferentes culturas, las tablillas de arcilla hititas a menudo contienen citas en varios idiomas indoeuropeos, reflejando un rico intercambio cultural y preservación.
Los textos cuneiformes de Boğazköy-Hattusha incluyen pasajes en luvita y palaico, otras dos lenguas indoeuropeas de Anatolia relacionadas con el hitita, así como en hático, una lengua no indoeuropea. Ahora, también se puede agregar el lenguaje de Kalasma a esta lista.
Estos hallazgos sugieren que pueden existir más idiomas esperando ser descubiertos entre los registros hititas. Este potencial hace que las excavaciones en Turquía no solo sean una cuestión de desenterrar el pasado, sino de mapear las complejas redes lingüísticas y culturales que moldearon las civilizaciones antiguas.
En un futuro próximo, es probable que dispongamos de más información gracias a la profesora asociada a la Universidad de Ankara, Özlem Sir Gavaz. Ella pretende descifrar más de 1.954 tablillas hititas utilizando inteligencia artificial (IA) para obtener la mayor cantidad de información posible sobre esta antigua civilización. Las tablillas, procedentes de diversas colecciones turcas como el Museo Çorum, el Museo Arqueológico de Estambul y el Museo de las Civilizaciones de Anatolia de Ankara, ya están siendo escaneadas y digitalizadas para facilitar y acelerar el análisis, gracias a la capacidad de la IA para identificar patrones y procesar datos rápidamente.
En este sitio de excavación al pie de Ambarlikaya en Boğazköy-Hattusha, en Turquía, se descubrió una tablilla cuneiforme con una lengua indoeuropea previamente desconocida. / Crédito: Andreas Schachner / Deutsches Archäologisches Institut.
Las excavaciones en Boğazköy-Hattusha se llevan a cabo desde hace más de 100 años bajo la dirección del Instituto Arqueológico Alemán. Hasta ahora se han encontrado allí casi 30.000 tablillas de arcilla con escritura cuneiforme. Estas tablillas, que fueron incluidas en el Patrimonio Documental Mundial de la UNESCO en 2001, proporcionan una rica información sobre la historia, la sociedad, la economía y las tradiciones religiosas de los hititas y sus vecinos.
En la imagen, una tablilla en hitita hallada en Boğazköy-Hattusha, la antigua capital del imperio, hoy Bogazkoy, en Turquía. NUTCAT (GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO).
Boğazköy-Hattusha, incluida en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1986, ha sido durante siglos un centro muy importante en Anatolia como capital del Imperio hitita.
Se está realizando una clasificación más precisa del nuevo idioma
Al estar escrito en un idioma recién descubierto, el texto kalasmaico es todavía en gran medida incomprensible. La colega del profesor Schwemer, la profesora Elisabeth Rieken (Universidad de Marburg), especialista en lenguas antiguas de Anatolia, ha confirmado que el idioma pertenece a la familia de las lenguas indoeuropeas de Anatolia.
Según Rieken, a pesar de su proximidad geográfica al área donde se hablaba palaico, el texto parece compartir más características con la lengua luvita. La estrecha relación entre la lengua de Kalasma y los otros dialectos luvitas de Anatolia de la Edad del Bronce Final será objeto de más investigaciones.
Fuente: Universidad Julius-Maximilians (JMU) de Würzburg | 21 de septiembre de 2023
Tablillas cuneiformes
Otra tablilla cuneiforme
La Biblioteca de Hattusa
Estado actual del gran templo de Teshub, sede de la biblioteca de Hattusa
Introducción
En el Próximo Oriente antiguo no existían las bibliotecas y los archivos tal y como los entendemos en la actualidad. A día de hoy, las dos funciones, inseparables la una de la otra, que cumple un archivo son las de conservar el patrimonio documental de la cultura en la que se inscribe, y difundir y facilitar su conocimiento a la sociedad que los ha producido. Por el contrario, en el Antiguo Oriente estos archivos se ubicaban en los templos y palacios, y solo tenían acceso a ellos los reyes, los sacerdotes y los escribas.
En la actualidad se calcula que existen distribuidas por los museos y entidades científicas entre 700.000 y 1.000.000 tablillas de arcilla, de las cuales en torno a un 10% son textos literarios. Además, se ha estimado que, solo durante el periodo de tiempo que transcurre entre el 1500 y el 300 a.C., existieron más de 200 archivos y bibliotecas, distribuidos a lo largo de más de 50 ciudades diferentes de todo el Próximo Oriente antiguo.
Mapa de la península de Anatolia que señala la ubicación de Hattusa
Singularidades de la Biblioteca de Hattusa
Las fuentes de conocimiento que tenemos para descubrir la Historia del reino de Hatti son algunas de las más singulares y particulares de todas las civilizaciones próximo orientales. Esto se debe a que todo lo que conocemos sobre la civilización hitita es casi exclusivamente a través de los archivos locales, es decir, que prácticamente no se habla nada de los hititas fuera del propio reino de los hititas.
A pesar de que los dos archivos más importantes son sin duda los ubicados en Büyükkale, la ciudadela de la capital hitita, Hattusas (la actual Bogazköy, al este de Ankara), y en el templo de Nisantepe, al suroeste de la ciudadela, la arqueología también ha revelado la existencia de archivos menores en las ciudades hititas de Tappiga, Sapinuwa y Sarisa. Aunque el arqueólogo francés Ernest Chantre había sido el primero en hacer una pequeña excavación entre 1893 y 1894, no es hasta 1906 cuando empiezan las verdaderas primeras excavaciones arqueológicas de la zona por el Instituto Arqueológico Alemán del que formaban parte el arqueólogo alemán Hugo Winckler y el otomano Theodore Makridi Bey.
Solo durante las dos primeras campañas de excavación, entre 1906 y 1912, se descubrieron en el yacimiento arqueológico cerca de 25.000 fragmentos de tablillas de arcilla que según se ha calculado podrían haber pertenecido a unas 10.000 tablillas completas. Años más tarde, entre 1930 y 1939, el arqueólogo alemán Kurt Bittelsacaría a la luz más de 6.000 nuevas tablillas. En su conjunto, las temáticas predominantes en estos documentos, fechados a lo largo de toda la Historia del Imperio Hitita, son las administrativas, legislativas y literarias, aunque también llaman la atención el conjunto de textos que proponen remedios para tratar incapacidades como la impotencia sexual, los de oraciones para combatir la brujería, o los de mitología.
Estado actual de parte de Hattusa
Aportaciones de la Biblioteca de Hattusa
Uno de los primeros rasgos extraordinarios de este gran archivo real es que las tablillas se han encontrado hasta en ocho lenguas diferentes, que van desde el hitita hasta el acadio, pasando por el luvita, el hurrita o el jeroglífico egipcio. De hecho, uno de los textos más reproducidos en múltiples lenguajes fue el Poema de Gilgamesh, la epopeya sumeria que supone la obra épica más antigua de la Historia.
Sin embargo, la aportación más importante del archivo de Büyükkale al conocimiento del mundo hitita es su literatura histórica, puesto que, a diferencia de la de las otras civilizaciones próximo orientales que no aportan nada de información o la aportan de una forma totalmente exagerada y laudatoria, se caracteriza por su realismo y verosimilitud. En estos textos es el propio rey (hay literatura histórica de tiempos del reinado de Telepinu, Supiluliuma, Mursil II y Hatusil III ) el que cuenta en primera persona los acontecimientos que han pasado durante su reinado, utilizando para ello con frecuencia el estilo directo de narración y el diálogo.
Sin duda, uno de los textos más trascendentales hallados en estos archivos de Hattusa fue la tabla de arcilla de grandes dimensiones que contenía el Tratado de Qadesh, hallado por Hugo Winckler en su primer año de excavación. Este tratado realizado en 1259 a.C. sirvió para sellar la paz entre el imperio egipcio del faraón Ramsés II (1279-1213 a.C.) y el imperio hitita del rey Khattushili III (1267-1237 a.C.), después de la batalla acontecida en las proximidades de la ciudad de Qadesh, a orillas del río Orontes en el año 1274 a.C.
Los singulares rasgos de este tratado de paz, el más antiguo de la Historia conservado en la actualidad, buscaban satisfacer a la vez a ambas potencias, de tal modo que, aunque la batalla hubiera terminado en empate, los dos soberanos pudieran publicitarlo en sus reinos como si de una gran victoria se tratase. Entre estos se encontraba un pacto de no agresión, una alianza defensiva, una amnistía para los refugiados, un acuerdo de extradición, y una cláusula para salvaguardar la sucesión real en ambos imperios.
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