Códigos famosos
En esta relación, mayoritariamente, se incluyen Escrituras y/o Códigos famosos (generalmente sin descifrar), en cualquier formato y soporte, y de cualquier época. Unos son escrituras, generalmente antiguas, otros son códigos que pueden tener origen desconocido o no. Algunos se han descifrado sólo en parte, o su descifrado ofrece dudas. Otros ya están descifrados, pero se incluyen debido a su fama.
Evidentemente debido al avance de la criptografía, cada día quedan menos códigos por descifrar.
Se ha huido de los mitos no comprobados, solo se incluyen si hay datos físicos palpables.
Cyrillic Projector Cipher
Subcategoría: escritura criptográfica.
Washington DC, el escultor Jim Sanborn, famoso por la escultura Kryptos de la CIA, también creó algunas esculturas relacionadas, en las que incluye tanto el texto de Kryptos, y algo de texto encriptado de Rusia sobre las operaciones de la KGB. El mejor ejemplo fue el proyector cirílico, que se creó en la década de 1990 y después se instala de forma permanente en la Universidad de Carolina del Norte, Charlotte en 1997. Se resolvió en septiembre de 2003 por un equipo internacional con participación del Grupo de Kryptos.
El mensaje en el proyector cirílico ha resultado ser en dos partes. La primera parte descifrada es un texto en ruso alentando agentes secretos para controlar psicológicamente las posibles fuentes de información. La segunda parte parece ser una cita parcial de la correspondencia clasificada KGB soviética sobre el Sajarov disidente, con la preocupación de que su informe a la Conferencia Pugwash estaba siendo utilizado por los estadounidenses para un programa anti-soviético.
El proyector cirílico fue originalmente una pieza se muestra en la galería muestra Sanborn en la década de 1990. En 1997, se instaló de forma permanente en la Universidad de Carolina del Norte, de Charlotte. El proyector es un cilindro de bronce, de cinco pies de ancho y varios metros de altura, con cientos de caracteres cirílicos cortados a través de su circunferencia de metal. Por la noche, una luz brillante en el interior del cilindro brilla a través de las letras, iluminando el patio del campus con el texto cifrado cirílico.
Los desafíos de RSA
Competición de cifrado.
La Competición de factorización RSA fue un desafío propuesto por los Laboratorios RSA el 18 de marzo de 1991 para fomentar la investigación en la teoría computacional de números y la dificultad práctica de la factorización de números enteros grandes. Publicaron una lista de semiprimos (números que tienen exactamente dos factores primos) conocida como los números RSA, con un premio en metálico para la factorización con éxito de algunos de ellos. El más pequeño de todos, un número con 100 cifras decimales conocido como RSA-100 fue factorizado en pocos días[cita requerida], pero la mayoría de los números más grandes aún no han sido factorizados y se espera que permanezcan así durante bastante tiempo. La compañía RSA canceló la competición en el año 2007.
Este desafío estaba diseñado para seguir el ritmo al estado del arte en la factorización de enteros. Una aplicación importante es la elección de la longitud de la clave del algoritmo de cifrado mediante clave pública de RSA. Los avances en este desafío deberían ser un indicador de qué longitudes de clave son todavía seguras y por cuánto tiempo. Como los laboratorios RSA son los proveedores de los productos basados en RSA, el desafío se usa como incentivo a la comunidad académica para atacar el núcleo de sus soluciones, esto es, para comprobar su fortaleza.
Hay una serie de desafíos modernos juegos de ordenador, entre ellos varios desafíos de factoring de los laboratorios RSA que tienen implicaciones para la fortaleza de los sistemas de clave pública, y algunas equivalente difíciles desafíos de curvas elípticas, también en relación con la clave pública agrietamiento (ver aquí por Bruce Schneier alta matemática análisis del debate curva RSA / elíptica). Al escribir estas líneas, el desafío RSA más recientemente resuelto, fue en noviembre de 2005, cuando el RSA-640, un número de 193 dígitos, se ha conseguido factorizar (ganó un premio de $ 20.000). Hay varios más en la lista, con premios de hasta $ 200,000, que aún no se han roto. Muchos fly-by-noche de aceite de serpiente empresas de cifrado también se puso a desafíos que son sin duda famosa por los medios de comunicación a veces recoger el desafío sin sentido crítico, pero no son por lo general vale la pena mencionar en esta lista.
Números de RSA son números compuestos que tienen exactamente dos factores primos (es decir, los llamados semiprimes) que se han enumerado en el Desafío de Factoring de RSA Security ®.
Mientras números compuestos se definen como números que se pueden escribir como un producto de menor número conocido como factores (por ejemplo, 6 = 2 x 3 es compuesta con los factores 2 y 3), los números primos no tienen tal descomposición (por ejemplo, 7 no tiene ningún otro factor de 1 y sí mismo). Factores primos por lo tanto, representan un elemento fundamental (y único) la descomposición de un entero positivo dado. Números RSA son tipos especiales de números compuestos especialmente elegidos para ser difícil de factor, y que se identifican por el número de dígitos que contienen.
Aunque RSA-640 es un número mucho menor que el monstruo de 7.816.230 dígitos primo de Mersenne conocido como M 42 (que es el número primo más grande conocido), su factorización es significativo debido a la curiosa propiedad de que probar o refutar una serie de ser primo (“tests de primalidad”) parece ser mucho más fácil que la identificación de los factores de un número (“factorización en números primos”). Así, mientras que es trivial para multiplicar dos números grandes P y Q conjuntamente, puede ser extremadamente difícil determinar los factores si sólo su producto pq es dado. Con algunos ingenio, esta propiedad puede ser utilizada para crear sistemas de cifrado práctico y eficiente para los datos electrónicos.
Números de RSA fueron separados inicialmente en intervalos de 10 decimales cifras de entre uno y 500 dígitos, y se entregaron los premios de acuerdo a una fórmula complicada. Estos números originales se denominan según el número de dígitos decimales, por lo que RSA-100 era un número cien dígitos. Mientras que las computadoras y los algoritmos se hizo más rápido, los números de desafío sin mayorar fueron retirados de la lista de premios y se sustituye por un conjunto de números fijos con premios en efectivo. En este punto, la convención de nomenclatura también se cambió de modo que el número final indica el número de dígitos en el binario representación del número. Por lo tanto, el RSA-640 tiene 640 dígitos binarios, lo que equivale a 193 dígitos decimales.
Aunque RSA-640 cuenta con cifras levemente inferior a las anteriormente factor RSA-200, su factorización lleva la ventaja adicional de una recompensa en efectivo de $ 20,000 de RSA Laboratories para el equipo responsable de esta hazaña.
Números de RSA recibido una amplia atención cuando un número de 129 dígitos conocido como RSA-129 fue utilizado por R. Rivest, Shamir R., L. y Adleman para publicar uno de los primeros mensajes de clave pública junto con una recompensa de $ 100 para el descifrado del mensaje (Gardner 1977). A pesar de la creencia generalizada en el momento en que el mensaje codificado por el RSA-129 se necesitarían millones de años en degradarse, fue factor en el año 1994 con un cálculo distribuido que aprovecharse ordenadores de la red extendió por todo el mundo realizando un múltiplo polinomio de criba cuadrática (Leutwyler 1994). El resultado de todo el procesamiento de números concentrada fue descifrado del mensaje codificado para obtener el profundo mensaje de texto sin formato “Las palabras mágicas son aprensivos quebrantahuesos”. (El quebrantahuesos es una rara buitre rapaz encuentra en las montañas de Europa.)
Factorización de RSA-129 seguido factorizaciones anteriores de RSA, RSA-100-110, y RSA de 120. Los números reto RSA-130, RSA-140, RSA-150, RSA-155, RSA-160, RSA-200, y RSA 576-también fueron factor posteriormente entre 1996 y mayo de 2005.
Como muestra la tabla siguiente, el RSA-704 a RSA-2048 permanecerá abierta, llevando premios de $ 30.000 a $ 200.000 para el que es inteligente y persistente como para seguirles la pista. Una lista de los números de desafío abierto puede ser descargado de RSA o en la forma de un paquete de Mathematica desde el repositorio de paquetes MathWorld .
Disco de Festos
Subcategoría: escritura ideográfica.
El disco de Festo (o disco de Phaistos) es un disco de arcilla cocida con inscripciones en ambas caras fechado a finales de la edad de Bronce. Fue descubierto el 15 de julio de 1908 por el arqueólogo italiano Luigi Pernier en la excavación del palacio minoico de Festos, cerca de Hagia Triada, en el sur de Creta. El propósito de uso y su origen aún no han sido determinados, lo que ha convertido a este objeto en uno de los más famosos misterios de la arqueología. Actualmente se encuentra en el museo de Heraklion en Creta.
La inscripción fue realizada mediante presión de sellos jeroglíficos preformados sobre la arcilla blanda, en una secuencia espiralada hacia el centro del disco. Este fue luego cocido a alta temperatura. Algunos arqueólogos suponen que la escritura del disco de Festos es minoica, pero no se trata ni del lineal A ni del lineal B. Aproximadamente 10 signos del disco son similares a signos de la escritura lineal. Por esa razón, otros especialistas le atribuyen un origen no cretense. Por ejemplo, según la teoría «protojónica», el disco sería la obra de un pueblo cicládico.
Yves Duhoux (1977) lo data entre 1850 y 1650 a. C., basándose en el informe de Pernier que indica que el disco fue hallado en un contexto Minoico Medio inalterado. Jeppesen (1963) lo ubica con posterioridad a 1400 a. C., basándose en una traducción errónea del informe de Pernier. Dudando de la viabilidad del informe de Pernier, Louis Godart (1990) se limita a admitir que arqueológicamente el disco puede datarse a cualquier momento de las épocas minoicas media y tardía. J. Best (en Achterberg et al. 2004) sugiere una fecha en la primera midad del siglo XIV a. C., fundamentándola en su datación de la tablilla PH1 hallada junto con el disco.
El doctor Jerome M. Eisenberg, editor jefe del Minerva, The International Review of Ancient Art & Archaeology, publicó un artículo afirmando con rotundidad que el disco es un fraude. Según Eisenberg, el disco fue obra de su supuesto descubridor, Luigi Pernier.
Eisenberg sostiene que Luigi Pernier estaba “desesperado” por impresionar a sus colegas y decidió crear él mismo una “reliquia” con un texto pictográfico imposible de traducir. Pero los bordes de la pieza, perfectamente lisos y afilados, han levantado la sospecha. “Las piezas minoicas de arcilla se cocían de forma accidental; Pernier no se dio cuenta de esto”, asegura Eisenberg en el último número de la revista Minerva, publicada por la Sociedad de Anticuarios de Londres.
Para demostrar o refutar la teoría de Eisenberg bastaría con hacer un test de termoluminiscencia a la pieza que permita establecer su fecha exacta. Sin embargo, las autoridades griegas no le han dado de momento permiso para sacar el disco de su caja argumentando que es demasiado delicado
Texto de la inscripción
Hay 61 «palabras», 31 en el lado A y 30 en el lado B, numeradas A1 a A31 y B1 a B30, respectivamente, de afuera hacia adentro. La siguiente transcripción es una lectura siguiendo ese orden (con los signos «cabeza emplumada» al comienzo de las palabras y los signos de tachadura al final). La palabra más corta tiene dos símbolos, y la más larga siete. Las marcas o tachaduras se transcriben aquí como barras diagonales (/). La transcripción comienza en la línea vertical de cinco puntos, circulando una vez por el borde del disco en el sentido de las agujas del reloj (13 palabras en A, 12 en B) antes de continuar en espiral hacia el centro (18 palabras más en cada lado). El signo final de una palabra en A8 está borrado; Godart hace notar que podría parecerse a los signos 3 o 20. Evans consideró el lado A como el frente, pero desde entonces nuevos argumentos técnicos hacen inclinarse a pensar que el lado frontal es el B.
Hay que mencionar que el sentido de lectura es uno de los clásicos temas de discusión entre los especialistas. La lectura de exterior a interior mencionada en el párrafo anterior no es la más aceptada ni mucho menos.
Los signos de la transcripción que se muestra más abajo aparecen orientados de izquierda a derecha (o de derecha a izquierda, si se comienza la lectura por el centro de la espiral en lugar de su borde exterior), y el lector puede leerlos siguiendo las faces de las figuras humanas y animales (tal como se leen los jeroglíficos egipcios o anatolios).
En transcripción numérica:
Lado A:
02-12-13-01-18/ 24-40-12 29-45-07/ 29-29-34 02-12-04-40-33 27-45-07-12 27-44-08 02-12-06-18-? 31-26-35 02-12-41-19-35 01-41-40-07 02-12-32-23-38/ 39-11
02-27-25-10-23-18 28-01/ 02-12-31-26/ 02-12-27-27-35-37-21 33-23 02-12-31-26/ 02-27-25-10-23-18 28-01/ 02-12-31-26/ 02-12-27-14-32-18-27 06-18-17-19 31-26-12 02-12-13-01 23-19-35/ 10-03-38 02-12-27-27-35-37-21 13-01 10-03-38
Lado B:
02-12-22-40-07 27-45-07-35 02-37-23-05/ 22-25-27 33-24-20-12 16-23-18-43/ 13-01-39-33 15-07-13-01-18 22-37-42-25 07-24-40-35 02-26-36-40 27-25-38-01
29-24-24-20-35 16-14-18 29-33-01 06-35-32-39-33 02-09-27-01 29-36-07-08/ 29-08-13 29-45-07/ 22-29-36-07-08/ 27-34-23-25 07-18-35 07-45-07/ 07-23-18-24 22-29-36-07-08/ 09-30-39-18-07 02-06-35-23-07 29-34-23-25 45-07/
La «cabeza emplumada» (02) sólo está al comienzo de las palabras, seguida en 13 ocasiones por el «escudo» (12, que en algunas ocasiones está al final de una palabra). Seis palabras aparecen dos veces cada una: la secuencia de tres palabras 02-27-25-10-23-18 28-01/ 02-12-31-26/ aparece dos veces (A14-16, A20-22). En A19 aparece por tercera vez 02-12-31-26/. Otras cuatro palabras aparecen dos veces cada una, 02-12-27-27-35-37-21 (A17, A29), 10-03-38 (A28, A31), 22-29-36-07-08/ (B21, B26) y 29-45-07/ (A3, B20).
Los desciframientos propuestos del disco de Festo son innumerables y van en todos los sentidos posibles: vasco, chino, dravídico, hitita, griego, luvio, pelásgico, semítico, eslavo, sumerio, por nombrar algunos. De todas formas, si uno de ellos es correcto, todos los otros son erróneos.
Diciembre de 2014
“Es lo más parecido a una Piedra de la Rosetta minoica que se conoce”, ha afirmado Gareth Owens
Louis Godart, haciendo referencia al halo de misterio e incertidumbre que rodea al disco de Festos, escribió: “Nadie puede descifrar un texto de tan sólo 242 signos si no posee ninguna base firme a propósito del mismo texto y del mensaje que contiene. Junto a la fascinación que ejerce, el disco, por ahora, está condenado a guardar celosamente su misterio“.
Sin embargo, Gareth Owens afirma haber resuelto parcialmente enorme enigma arqueológico. Las claves para conocer su significado habrían sido descubiertas por él (experto en lenguaje minoico) y por John Coleman (profesor de Fonética en la Universidad de Oxford). También han contado con la ayuda de Christophoros Charalambakis, (profesor de Lingüística en la Universidad de Atenas y maestro del propio Gareth Owens).
Gareth Owens junto al disco de Festos, en el Museo de Heraklion
Fotografía realizada por cretazine.com
Owens y Coleman creen en torno al 80% del disco de Festos puede ser leído usando valores de sonido de la Micénica Lineal B -descubierto por Ventris en 1952-. Owens ha llegado a afirmar que”es lo más parecido a una Piedra de Rosetta minoica”
El siguiente paso, y el más difícil es comprender qué expresan exactamente sus símbolos, aspecto en el que continúan trabajando. Por el momento, la idea que consideran más factible es que se trate de una escritura sagrada de los minoicos,”algo así como una biblia minoica”, ya que en el disco se hace referencia en varias ocasiones a una diosa minoica, muy ligada a la figura de la maternidad.
Elamita Antiguo
Subcategoría: ecritura desconocida.
Elamita antiguo era un alfabeto silábico deriva del proto-elamita y fue utilizado entre 2250 y 2220 aC en el reino de Suse en el sudoeste de Persia (actual Irán). Fue nombrado después de Elam, la capital de Suse, aunque fue inventado probablemente en una fecha anterior. Elamita antiguo sólo ha sido parcialmente descifrado, principalmente por Walter Hinz.
Elamita Antiguo consistió en cerca de 80 símbolos y fue escrito en columnas verticales de arriba a abajo y de izquierda a derecha.
La escritura cuneiforme elamita lineal, de 103 signos conocidos, en su mayoría silábicos, representa una simplificación de los viejos pictogramas proto-elamitas cuyo número ascendía a unos 400.
La escritura lineal elamita se desarrolló a partir de la escritura proto-elamita, conocida por unas 1.400 inscripciones relacionadas con transacciones económicas encontradas sobre todo en Susa (3100-2900 a. C.).
Los primeros testimonios de la lengua elamita provienen del siglo vigésimo tercero antes de Cristo. El denominado Tratado de Naram-Sin, escrito en cuneiforme fue hecho entre Naram-Sin (2254-2218) e Hita, el noveno rey de Awan, en contra de sus enemigos, los gutios. El sucesor de Hita, Puzur-Insusinak, último de doce reyes de Awan (c. 2200 a. C.) desarrolló la escritura elamita lineal, conocida por diecinueve inscripciones del siglo vigésimo tercero a. C. La creación de esta escritura se puede explicar como una reacción contra los siglos de dominación cultural y política de Mesopotamia sobre Elam. El contenido de las inscripciones es conocido gracias a los textos paralelos acadios que representan un paso clave en el desciframiento de la escritura.
A través de los siglos, tres guiones distintos elamita desarrollados.
• Protoelamita es el más antiguo sistema de escritura conocido de Irán. Fue utilizado durante un breve período de tiempo (alrededor de 3100 a 2900 aC), tablillas de arcilla con escritura proto-elamita se han encontrado en sitios diferentes a través de Irán.
• Elamita lineal es un sistema de escritura de Irán acreditada en unas pocas inscripciones monumentales solamente. Con frecuencia se afirma que elamita lineal es un sistema de escritura silábica derivada del proto-elamita, aunque esto no puede ser probada.
• Elamita cuneiforme escritura fue utilizada de alrededor de 2.500 a 331 aC, y fue adaptado de la acadio cuneiforme.
Tablilla de Susa (3.000 a. C.)
Tablilla trilingüe: persa antiguo, babilonio y elamita
Escritura Pictográfica del Valle del Indo
Subcategoría: escritura ideográfica.
Escritura Pictográfica del Valle del Indo
La civilización del valle del Indo floreció alrededor de 2600 a 1800 aC en el sub-continente indio, dejando tras de sí miles de objetos con inscripciones de una escritura pictográfica que parece haber sido compuesto por cerca de 400 signos.
Una gran cantidad de trabajo que se ha hecho en el análisis de los mensajes que están disponibles, pero hasta la fecha la escritura todavía no ha sido descifrada.
Rajesh Rao, profesor de ingeniería y ciencias informáticas en la Universidad de Washington, es el autor principal del estudio. En éste han colaborado también expertos de diversas instituciones hindúes.
El término escritura del Indo —también llamado idioma protoíndico — se refiere a breves secuencias agrupadas de símbolos vinculadas con la cultura del valle del Indo.
Sellos con caracteres en la escritura del Indo, actualmente en poder del Museo Británico.
Según se estima, dicha civilización de rasgos netamente urbanos floreció buena parte del III milenio (2600 a 2500 a. C.) y se extinguió aproximadamente a mediados del II milenio (1800 a 1500 a. C.). No obstante, debido a nuevas excavaciones arqueológicas que se están llevando a cabo en la región, los límites temporales forzosamente estarán bajo debate considerando el nuevo material de interés que pueda surgir. Los yacimientos proto-históricos más importantes emparentados con la supuesta escritura son, Harappa y Mohenjo-daro Por ahora, el conjunto de signos y símbolos que poseían los habitantes de esos centros, no suele aparecer inciso sobre paredes, lápidas de tumbas, estatuillas, tablillas de arcilla, papiro o códigos como en otros tipos conocidos de sistemas de escritura, sino que viene grabado principalmente en lajas —piedras lisas— de forma cuadrada y rectangular, llamados por los peritos «sellos» (seals en inglés). También se ha encontrado sobre otros materiales imperecederos, como por ejemplo en vasijas o fragmentos de vasijas de cerámica, tablillas de cobre, utensilios variados de bronce y sobre varas de marfil y de hueso. Las piedras lisas que llevan inscripciones se destacan por su estilo particular de incisión y su apariencia exquisita.
Características de la escritura del Valle del Indo
• Los objetos descubiertos en el curso de los años muestran un número reducido de símbolos en su superficie. El promedio de los signos grabados es de cuatro o cinco. De manera similar, el documento que registra ‘la inscripción’ más larga comprende 17 signos no repetitivos, conocido como M-314 o 26 signos, i. e., M-494 (Parpola, 1994) Esa conspicua brevedad de signos sobre ‘los sellos’ ha dado origen a hipótesis diferentes respecto a su función. Es posible que contuvieran nombres personales, títulos profesionales, administrativos o de propiedad o bien podían haber servido de documentos de identidad, tarjetas de intercambio, amuletos u objetos votivos.
• En muchas lajas aparecen estampadas figuritas de animales identificables como cebúes, búfalos, rinocerontes, [http://www.catshaman.com/121Indus/stiger.JPG tigres, elefantes y asimismo ciertas criaturas fantásticas como unicornios o seres tricefálicos. Por algún motivo, no aparecen animales típicos del escenario campestre y salvaje hindú, tales como cobras, pavos reales, vacas lecheras, camellos, monos y asnos. Hasta que no se obtengan más datos sobre esa cultura, no se puede decir con precisión si las lajas servían para catalogar animales y por qué se observa la presencia de determinados animales, mientras se da la ausencia de otros.
• Los objetos incisos no vienen acompañados de otro código de símbolos o de otra forma de escritura paralela para que los expertos especulen acerca de textos bilingües.
• La dirección de la escritura parece ser de derecha a izquierda.
• El número de signos, conforme numerosos autores, puede variar de 50 a más de 500 dependiendo de la manera de identificarlos y contarlos. Con eso se intenta decir que aún hay polémica en cuanto a las ligeras modificaciones o combinaciones de los signos básicos, técnicamente llamados alógrafos.
• Hasta el día de hoy se han recuperado más de 4000 artefactos incisos.
Sin embargo, en vista de nuevas evidencias, se espera que las afirmaciones de arriba sean descartables y/o mejorables.
Los mayores obstáculos al desciframiento
Los siguientes factores se consideran como los mayores obstáculos a la comprensión y al desciframiento de dicha escritura:
• La escritura del Indo desapareció hace mucho tiempo, lo cual dificulta aún más la identificación de la lengua de sustrato o de la familia de lenguas a la que pertenece. En el caso de que fuera una lengua aislada, sería casi imposible llegar al codiciado desciframiento.
• La longitud media de las inscripciones es de menos de cinco signos.
• La falta de textos bilingües va a ocasionar más dudas y más investigación de naturaleza intuitiva.
• No hay una segmentación final de los minitextos que sea aceptada por todos los expertos. Más allá de las especulaciones personales, la sintaxis y la morfología de dicha lengua resultarán por tanto oscuras.
• Tampoco hay acuerdo respecto a un número fijo de signos que componen la escritura.
Intentos de desciframiento
A lo largo de los años se ha intentado numerosas veces (el profesor Gregory Possehl habla de más de 60 intentos, mientras el autor hindú Iravatham Mahadevan menciona más de 100 intentos) descifrar la escritura en cuestión, pero ninguna de las propuestas ha sido recibida con júbilo por la comunidad científica. Las reprensiones ásperas, ligeras o el mero silencio han sido constantes entre los autores respecto a lo propuesto y enunciado.
Algunos de los estudiosos que han abogado primero por un entendimiento y luego por un posible desciframiento han sido:
• En 1877, Alexander Cunningham pensó que la escritura era el arquetipo de escritura brahmi usada en la época del eemperador Aśoka.
• En 1982, S. R. Rao —en su libro The Decipherment of the Indus Script (‘el desciframiento de la escritura del Indo’) — se ofrece a comentar que la lengua de sustrato tiene que ser el sánscrito védico, o sea una forma temprana del sánscrito (que es un idioma indoeuropeo empleada en los textos védicos). Además, opina que muchos de los signos son compuestos y que hay un conjunto básico de signos simples, a partir de los cuales se han formado los compuestos.
• En 1932, Flinders Petrie era de la opinión de que la escritura del Indo funcionaba como los jeroglíficos egipcios, aunque no se ofreció a sugerir que los idiomas subyacentes estuvieran genéticamente emparentados.
• En 1974, J. V. Kinnier Wilson —en su libro Indo-Sumerian: A New Approach to the Problems of the Indus Script (‘el indo-sumerio: un nuevo acercamiento a los problemas de la escritura del Indo’) — intentó establecer un vínculo entre la cultura del valle del Indo y la civilización sumeria. El autor consideró que ambas culturas eran ramas del mismo tronco étnico, aunque por otro lado se ha confirmado que epigráficamente no hay pruebas de conexión entre ellas. Su metodología se basaba en la comparación de las formas externas de signos de ambas civilizaciones. Esa manera de dilucidar el problema es similar a la de Guillaume de Hevesy, quien vio una semejanza sorprendente entre los símbolos del valle del Indo y los glifos rongo rongo de la Isla de Pascua, alegando su origen común.
• En 1992, Walter Fairservis Jr. —en su libro The Harappan Civilization and its Writing: A Model for the Decipherment of the Indus Script (‘la civilización de Harappa y su escritura: un modelo de desciframiento de la escritura del Indo’) — analizó la forma de los signos y seleccionó palabras procedentes de un idioma drávido para que se adaptaran al icono escogido. Al final, el autor determinó el significado del símbolo particular tomando por referencia el drávido. Entre las lenguas de la familia drávida, se pueden citar, entre otras, el tamil antiguo, el telugu, el malayam y el kannada.
• Yuri Knorozov —uno de los responsables principales del desciframiento de los glifos mayas— y sus colaboradores rusos realizaron un análisis distributivo de los signos y hallaron que la estructura indicaba una lengua de naturaleza sufijante y aglutinativa, como el turco o el japonés de hoy. De ese modo, según ellos, el candidato más probable en ese contexto sería una lengua del tronco drávido.
• Otros investigadores de peso que han apostado por el drávido como lengua de sustrato son el profesor finlandés Asko Parpola, que ha editado el corpus de inscripciones en varios tomos, creyendo que los símbolos reflejan una escritura logo-silábica y el hindú Iravatham Mahadevan.
• Finalmente, hay que decir que si los signos fueran exclusivamente pictogramas o logogramas, existiría la alternativa de que no contuvieran información alguna sobre la lengua hablada por los antiquísimos escribas, ya que no se puede denominar una escritura en el sentido más restringido de la palabra. En un artículo publicado online en 2004, un trío de estudiosos estadounidenses, Steve Farmer, Richard Sproat y Michael Witzel, basado en análisis comparativos, estructurales y de frecuencia de los signos, han favorecido la idea de que la escritura del Indo no estaba asociada a un definido lenguaje oral. Careciendo, por tanto, de valores fonéticos, tendría un estatus meramente emblemático, lo que por otra parte explicaría la extrema brevedad del material gráfico inciso. Los sellos, según ellos, parecen ser artefactos producidos en masa, destinados a ser utilizados en rituales comunitarios y llevarían encima símbolos religiosos y de sacrificio.
La antigua y misteriosa cultura del Indo fue contemporánea de las civilizaciones egipcia y mesopotámica, y aproximadamente entre los años 2600 y 1900 a.C. ocupó el valle del río Indo en la zona que hoy comprende el Pakistán oriental y el noroeste de la India. Se trató de una avanzada civilización urbana que dejó símbolos escritos en sellos, amuletos, objetos de cerámica y pequeñas tablillas.
El caso es que la civilización del Indo data del 2500 AC o más y que tal conexión, implica que se trataba de un pueblo que conocía muy bien el océano y que probablemente expandió su actividad por el continente americano.
Civilización tan misteriosa como la de la Isla de Pascua, ya que desapareció después de habernos legado un testimonio rarísimo y único. Se trata del testigo mudo de una sociedad urbana y moderna que construía ciudades en cuadrículas urbanísticas, asfaltaba sus calles y poseía red de alcantarillado amén de una rigurosa planificación constructora.
La Piedra Roseta permitió que eruditos del siglo XIX tradujeran símbolos dejados por una antigua civilización y consiguieran gracias a ello descifrar el significado de los jeroglíficos egipcios. Pero los símbolos encontrados en muchos otros artefactos antiguos permanecen envueltos en un manto de misterio, incluyendo los de un pueblo que habitó el valle del Indo en lo que hoy es la frontera entre India y Pakistán.
Algunos expertos se cuestionan incluso si esos símbolos del valle del Indo representan realmente una lengua o por el contrario son sólo meros pictogramas sin relación alguna con la lengua hablada por sus creadores.
Un científico informático, Rajesh Rao de la Universidad de Washington, ha dirigido un estudio estadístico del alfabeto del Indo, comparando los patrones de los símbolos con varios alfabetos lingüísticos y sistemas no lingüísticos, incluyendo el ADN y un lenguaje de programación de ordenadores. Los resultados apuntan a que los patrones del alfabeto del Indo están más cerca de los de las palabras habladas, apoyando ello la hipótesis de que ese alfabeto es tal cosa y codifica una lengua por el momento desconocida.
Las relaciones comerciales con otras civilizaciones próximas como la mesopotámica han sido puestas de relieve por los arqueólogos. Una tienda de Harappa se encontró en la ciudad de Eshunna, a unas 20 millas de Bagdag, y objetos de lujo de la propia Harappa han sido hallados en excavaciones en ciudades como Ur.
Pero esta civilización del Valle del Indo nos ha dejado una herencia que es todavía una incógnita: su escritura no ha podido ser descifrada como la que aparece en los jeroglíficos cretenses o la escritura Rongorongo de la Isla de Pascua.
La encontramos en tablillas de barro, objetos de metal y piedras lisas utilizadas como sellos. Se trata de una escritura en parte pictográfica que muestra motivos humanos y animales, pero su significado y organización es todo un misterio.
No tenemos a día de hoy información sobre la lengua subyacente de esta escritura. Algunos investigadores hindúes creen que la escritura se podría leer como una forma ancestral del sánscrito, pues el Hindi, uno de los idiomas oficiales de la India, se basa en él.
Sin embargo, la escritura del Indo podría estar relacionada con otras familias de idiomas de la India, lo mismo que la familia del dravidiano meridional, que incluye también el tamil.
La escritura no hace referencia a ningún personaje o líder que aparezca en otros textos históricos de otra civilización como ocurre con el faraón Ramsés II, que lo encontramos en textos griegos que hablan de los antiguos egipcios.
Además, a día de hoy, no se cuenta con un epígrafe como la piedra de Rosetta, que fue clave pare descifrar los jeroglíficos egipcios, para la escritura del Indo.
Ha habido más de 100 intentos por descifrar la escritura del Indo desde los años 20 del siglo pasado, y lo más discutido son cuántos signos tiene.
En 1982 el arqueólogo indio Shikaripura Ranganatha Rao publicó un estudio en el que afirma que la escritura está basada en el sánscrito y contiene solo 62 signos. No obstante, en 1994, el investigador finlandés Asko Parpola describió 425 signos; fue secundado por Iravatham Mahadevan, el más destacado investigador de esta escritura.
Andrew Robinson, de Nature, apunta que la mayoría de los investigadores creen que hay demasiados signos en la escritura del Indo para que sea un alfabeto o un silabario, en el que los signos representan sílabas. Por el contrario, lo más probable es que sea una escritura logo silábica, que mezcla cientos de símbolos por palabras y conceptos, y un menor número de signos que representan sílabas.
La evidencia se inclina por que esta escritura está escrita en un idioma proto-dravidiano. Algunos investigadores han sido capaces de descifrar el significado de algunos grupos de signos usando el viejo tamil.
Se espera que la excavación de más enclaves arqueológicos en el valle del río Indo, no llegan al 10 por ciento los lugares excavados, revele a la comunidad científica el misterio de esta escritura.
Escritura Issyk
Subcategoría: escritura desconocida.
Inscripción del cuenco de Issyk.
La escritura Issyk es un sistema de escritura formado por varias inscripciones encontradas entre las montañas de Pamir y de Tian Shang.
El ejemplo más famoso de la escritura es probablemente la inscripción en la parte exterior de un cuenco de plata, encontrado en un kurgán en Issyk Kazajstán, a 50 km de Alma-Ata). La inscripción consta de 26 caracteres, a menudo se cree que se asemejan a las inscripciones de Orjón . El recipiente data de alrededor del 4 º siglo antes de Cristo.
La escritura de Issyk se encontró también en numerosos fragmentos de cerámica y piedra desde el sur de Uzbekistán, el sur de Tayikistán y el norte de Afganistán, que datan del 600 aC al 100 aC.
El cuenco fue encontrado junto al “hombre de oro”, un esqueleto de una persona de sexo indeterminado que tenía equipos de guerrero y ricos ajuares funerarios, entre ellos 4000 adornos de oro.
Es posible que la inscripción sea la escritura de un dialecto escita lo que la convertiría en uno de los pocos restos epigráficos de ese idioma
Escritura epiolmeca
Subcategoría: escritura de glifos.
Detalle mostrando tres columnas de glifos de la estela 1 de La Mojarra. Las dos columnas de la derecha están escritas con glifos epi-olmecas. La columna de la izquierda muestra una fecha de la cuenta larga, el 8.5.16.9.9 o 156 d.C.
La escritura epiolmeca o escritura ístmica es uno de los sistemas de escritura de Mesoamérica utilizado en la región del istmo de Tehuantepec en el marco de la Cultura epiolmeca, desde aproximadamente el 500 a.C. hasta el 500 d.C., aunque existen desacuerdos sobre estas fechas.
La escritura epi-olmeca es estructuralmente similar a la escritura maya, empleando un conjunto de caracteres para representar logogramas y otro conjunto para representar sílabas, mostrando inscripciones epigráficas fechadas, así por ejemplo el texto de la Estela de Chiapa de Corzo contiene la inscripción más antigua conocida en el sistema de cuenta larga, que usualmente se asocia con los mayas del clásico (Pérez de Lara y Justeson, 2007). Esta inscripción corresponde al año 36 a. C., en el Preclásico Tardío Mesoamericano.
Las inscripciones epigráficas fueron posibles debido a que la cultura epiolmeca desde época temprana comenzó a utilizar un conjunto de signos calendáricos a largo plazo, siendo los textos más detallados de esta época en Mesoamérica. De acuerdo con Justeson (1986: 447), el sistema de escritura conocido como epi-olmeca o istmiano es una derivación del antiguo sistema empleado por los Olmecas, emparentado con otros sistemas de escritura empleados en el sureste de Mesoamérica, incluidos la escritura clásica maya y las escrituras izapanas. Joh Justeson y Terrence Kaufman, en un artículo publicado en 1993, afirmaron haber logrado un desciframiento parcial de la escritura epiolmeca de la estela de La Mojarra. De acuerdo con este intento de desciframiento la lengua de esas inscripciones parece ser una lengua mixe-zoque, de hecho podría ser un descendiente directo del proto-mixe-zoque reconstruido pero anterior a la separación de estas lenguas en dos ramas, los actuales idiomas mixe y zoque. En 1997, los mismos epigrafistas publicaron un segundo texto sobre la escrita epi-olmeca, en el que afirmaban haber descifrado una nueva parte de la estela de la Mojarra. El silabario epi-olmeca propuesto por Justeson y Kaufman (2001) ha sido criticado por autores como Stephen Houston y Michael D. Coe, quienes, basándose en la propuesta de Justeson y Kauffman no pudieron descifrar un texto epi-olmeca de la máscara de estilo teotihuacano descubierta por ellos y desconocido por estos dos últimos autores.
Los cuatro textos epi-olmecas más extensos son:
- La estela 1 de La Mojarra.
- La estatuilla de Tuxtla.
- La estela C de Tres Zapotes.
- Una máscara de estilo teotihuacano descubierta por Coe y Houston.
- Algunos glifos en cuatro estelas muy deterioradas (las número 5, 6, 8 y 15) del Cerro de las Mesas.
- Aproximadamente 23 glifos en la “máscara O’Boyle”, un objeto de barro de una colección privada, de origen desconocido.
- Un pequeño número de glifos en un fragmento de cerámica de Chiapa de Corzo. A este fragmento se le atribuye la mayor antigüedad: 450 a 300 a.C.
Máscara con inscripciones Istmicas o Epi-olmecas.
Estatuilla de Tuxtla
La Estatuilla de Tuxtla es un pequeño objeto de aproximadamente 16 centímetros tallado en nefrita (una piedra verde similar al jade, aunque no tan dura). Fue encontrada en 1902 por un agricultor en el piedemonte occidental de la Sierra de los Tuxtlas (sureste del estado mexicano de Veracruz). El Instituto Smithsoniano la adquirió poco tiempo después.
Se trata de una pieza redondeada que representa a una persona en cuclillas. El rostro humano tallado en la piedra es calvo, parece tener ojos orientales y grandes orejeras redondas. El rasgo más llamativo es que, en lugar de boca, la estatuilla tiene un largo pico que le llega hasta el pecho. Este pico se identificó como el de la garza cucharera, un ave local que abunda a lo largo de Tabasco y la costa sur del Golfo de Veracruz. Las alas o capa de forma alada envuelven el cuerpo, y los pies están tallados en la base.
Sobre ella se esculpieron alrededor de 75 glifos de escritura epiolmeca. La pieza constituye uno de los pocos ejemplos conocidos de este antiguo sistema de escritura mesoamericano. Los glifos incisos en la superficie corresponden a marzo de 162 d. C.
En la actualidad se encuentra en Dumbarton Oaks (Washington, D.C.).
Estatuilla de Tuxtla
Escritura proto-elamita
Subcategoría: escritura desconocida.
Hacia el 3300 a. C. las tablillas de Susa dan a conocer mediante signos figurativos, es decir pictogramas, cifras para contar el ganado. En el 2900 a. C. aparece la escritura proto-elamita. No es seguro si la escritura proto-elamita puede considerarse directa predecesora del elamita lineal. Ambos alfabetos permanecen en gran medida sin descifrar y es sólo mera especulación postular una relación entre las dos.
Unos pocos signos proto-elamitas parecen ser préstamo de las tablillas del ligeramente más antiguo proto-cuneiforme (uruk tardío) de Mesopotamia, o quizás más probablemente comparten un origen común. Mientras que el proto-cuneiforme está escrito en jerarquías visuales, el proto-elamita está escrito en un estilo en-línea: signos numéricos siguen a los objetos que cuentan; algunos signos no numéricos son imágenes de los objetos que representan, aunque la mayoría son totalmente abstractos.
El proto-elamita se usó durante un período breve alrededor del 3000 a. C. (presumiblemente contemporáneo con Uruk III o Jemdet Nasr en Mesopotamia), mientras que el elamita lineal está acreditado durante un periodo breve de tiempo similar durante el último cuarto del III milenio a. C.
Quienes proponen una relación elamo-drávida han buscado similitudes entre el proto-elamita y la escritura del Indo.
El sistema de escritura proto-elamita se usó en una amplia zona geográfica, que va desde Susa en el Oeste hasta Tepe Yahya en el Este, y quizás más allá. El corpus conocido de inscripciones está formado por alrededor de 1.600 tablillas, la mayor parte de ellas desenterradas en Susa.
Las tablillas proto-elamitas se han encontrado en los siguientes yacimientos (en orden según el número de tablillas recuperadas):
• Susa (más de 1.500 tablillas)
• Malyan (más de 30 tablillas)
• Tepe Yahya (27 tablillas)
• Sialk (22 tablillas)
• Jiroft (dos tablillas)
• Ozbaki (una tablilla)
• Shahr-i-Shokhta (una tablilla)
Ninguno de los objetos escritos de Ghazir, Chogha Mish o Hissar pueden considerarse proto-elamitas. Las tablillas de Ghazir y Choga Mish son estilo Uruk IV o tablillas numéricas, mientras que el objeto de Hissar no puede clasificarse en la actualidad. La mayoría de las tablillas de Sialk tampoco son proto-elamitas, hablando en sentido estricto, pero pertenecen al período de estrecho contacto entre Mesopotamia e Irán, correspondiendo presumiblemente a Uruk V – IV.
Aunque el proto-elamita permanece sin descifrar, el contenido de muchos textos se conoce. Esto es posible porque ciertos signos, y en particular una mayoría de los signos numéricos, son préstamo directo del sistema de escritura de la vecina Mesopotamia, proto-cuneiforme. Además, una serie de signos proto-elamitas son imágenes reales de los objetos que representan. Sin embargo, la mayoría de los signos proto-elamitas son totalmente abstractos y su significado sólo podrá ser descifrado a través de un análisis grafotáctico cuidadoso.
Mientras que el idioma elamita se ha sugerido como un candidato probable para subyacer en las inscripciones proto-elamitas, no hay evidencia positiva de ello. Las más tempranas inscripciones proto-elamitas, al ser puramente ideográficas, de hecho no contienen ninguna información lingüística, y después del estudio de Friberg de 1978/79 de la metrología antigua del Oriente Próximo, los intentos de descifrado se han apartado de los métodos lingüísticos.
El sistema de escritura proto-elamita es mixto y floreció hacia mediados del III milenio a. C. El sentido de la escritura es horizontal de izquierda a derecha o de derecha a izquierda.
El tipo más antiguo de escritura aparece en varios cientos de tablilla de arcilla, con textos de evidente naturaleza económica. Ni uno siquiera de los cientos de signos de esta escritura puede aún leerse con seguridad.
El único resultado relativamente seguro de su descifrado es la interpretación de algunos signos numéricos y la determinación de la existencia de un sistema decimal.
Una forma más desarrollada de la escritura proto-elamita, también sin descifrar, aparece en una docena aproximada de inscripciones en piedra del período acadio arcaico, fechadas hacia 2.200 antes de Cristo.
Hasta el momento se conocen dos variantes de escritura protoelamita. Por un lado están las escrituras en tablas de barro con textos comerciales (facturas para mercancías) y por el otro tenemos las inscripciones sobre piedra o metal. Sin embargo, ambas variantes parecen compartir solamente un reducido número de signos. También es posible que al cambiar de medio, los signos sufrieran modificaciones de tal calibre que su reconocimiento no resulte sencillo. Si bien hasta el momento se ha podido descifrar el significado de algunas letras (ideogramas) y de los números, debido a las dificultades mencionadas no se ha conseguido una transliteración y traducción completa de los textos en el sentido habitual del término.
Tablilla de Jemdet Nasr
La tablilla inferior es de arcilla y probablemente registra una lista de nombres. Las inscripciones circulares profundas representan numerales. Procede de Jemdet Nasr, cerca de Kish al sur de Irak.
Copa de plata de Marvdasht, Fars, con una inscripción elamita-lineal en ella, 3,000 a. C. Museo Nacional de Irán. El Proto-elamita es el escrito no descifrado más antiguo del mundo – suponiendo que realmente es un sistema de escritura completamente desarrollado, que no es en absoluto cierto. Se utilizó tal vez durante 150 años, alrededor del 3,050 a.C. en Elam, el nombre bíblico para un área que corresponde aproximadamente a los actuales campos petroleros del oeste de Irán. Es casi tan antiguo como la escritura más antigua de todas, la primera escritura cuneiforme de Mesopotamia. Poco se sabe acerca de las personas que lo escribieron.
El Proto-elamita precedió un escrito parcialmente descifrado, el Elamita lineal, utilizado en la misma zona 750 años más tarde. El Elamita lineal a su vez precedió una tercera secuencia de escritos, una escritura cuneiforme que los elamitas utilizaron durante muchos siglos a partir del siglo 13 a.C. El Elamita cuneiforme fue finalmente descifrado en el siglo 19.
Así que hay tres tipos de escrituras Elamitas, separadas por unos 800 años. La relación entre el Proto-elamita y el Elamita lineal es controvertida. El descubridor del Proto-elamita a principios del siglo 20 estaba convencido de que las dos escrituras estaban el mismo idioma. Más tarde, los estudiosos estuvieron de acuerdo. Pero desde el decenio del 1980, los especialistas se han convencido cada vez más de que no hay pruebas de un lenguaje ni cultura en común. Han trabajado con la aritmética Proto-elamita con impresionante detalles, pero el idioma de las inscripciones es todavía completamente desconocido.
Descifran una de las lenguas más antiguas del mundo y uno de los últimos enigmas
El texto que se ha traducido tenía 4.400 años de antigüedad y estaba inscrito en un jarrón funerario
Última actualización: 05-10-2021 | 15:22 H
Igual que Champollion. Un arqueólogo francés, François Desset, ha descifrado el elamita, una de las lenguas que todavía no se habían traducido de Oriente Próximo. Ha tardado más de diez años en poder “hackear” uno de los idiomas más antiguos y más importantes de las grandes civilizaciones de Oriente Próximo, lo que abre una ventana a entender la historia, la sociedad del pasado y, también, a adentrarnos en la Historia de este pueblo. De hecho, las líneas que ha conseguido leer tienen más de 4.400 años de antigüedad y pertenecen al reino elamita, que vivía en la zona de Irán. La revista Sciences et Avenir informa de este crucial descubrimiento, que está a la altura de la traducción de los jeroglíficos.
El reino de Elam, que estaría situado en la actual Irán, existió entre el tercer y segundo milenio antes de nuestra era. Y su sistema de escritura todavía continuaba siendo un verdadero misterio para los científicos, una verdadera caja blindada que nadie lograba abrir, igual que sucede todavía hoy con el lineal A, de la civilización minoica, en Creta, que solo se ha conseguido descifrar en parte (el lineal B, en cambio, ya se comprende desde hace décadas). El arqueólogo francés, que imparte clases desde 2014 en la ciudad de Teherán, explica en la revista “Sciences et Avenir” que “el escrito que ha traducido había sido descubierto en la antigua ciudad de Susa (famosa por albergar a Alejandro Magno) en 1901 y durante los siguientes 120 años no podíamos acceder a lo que se había escrito en ella hace 4.400 años”.
François Desset encontró la clave en unas líneas que aparecían en un jarrón de plata. Un adorno de carácter funerario que le permitió observar que se repetían los nombres de diversos personajes, como informa el diario francés “Le fígaro”. Al estudiar estas inscripciones comprendió que se referían a una serie de gobernantes. De hecho, acabó por identificar a dos. Fue el primer paso. Después, reconoció el nombre propio de Napirisha, una diosa vinculada a este área y cuyo culto tiene una extraordinaria relevancia. A partir de ahí comenzó un juego deductivo y de relaciones lingüísticas que le llevaron a entender la lengua elamita y desentrañar su misterio, uno de los últimos que quedaban. Desset, en declaraciones al diario francés “Le fígaro”, asegura: “Este trabajo me permite confirmar que la escritura no apareció por primera vez solo en Mesopotamia, sino que aparecieron dos escrituras en dos zonas distintas”. Pero el historiador va más allá y, en este mismo diario francés, asegura que esto supondrá también otra ventaja: “Esto nos va a permitir acceder al propio punto de vista de los hombres que vivían en la zona de Hatami”.
Mapa del reino de Elam. Fuente: Wikipedia FOTO: Wikipedia Wikipedia Commons
El elamita es una escritura protocuneiforme y según confirma Desset a “Sciences et Avenir”, esto ayuda a confirma que alrededor del 2300 a. de C., había una escritura paralela en Irán, la llamada protoelamita, que se empleó entre el 3300 a. de C. y el 2900 a. de C, las mismas fechas que los primeros textos cuneiformes mesopotámicos.
Proto-Sinaitica secuencia de comandos
Subcategoría: escritura ideográfica.
Una muestra de la proto-sinaítico de comandos que contiene una frase que puede significar “Ba’alat ‘. La línea que va desde la parte superior izquierda a la inferior derecha pueden leer mt libras c lt.
Proto-Sinaí es de la Edad de Bronce Medio guión atestiguado en una colección muy pequeña de las inscripciones en Serabit el-Khadim en la península del Sinaí. Debido a la escasez extrema de los signos proto-Sinaitic, muy poco se sabe con certeza acerca de la naturaleza de la escritura. Debido a que el guión co-existido con los jeroglíficos egipcios, es probable que representaba verdadera escritura, pero esto no es en absoluto cierta. También se ha argumentado que el proto-Sinaitic era un alfabeto y antepasado de la del alfabeto fenicio, de la que casi todos los alfabetos modernos descienden.
Ha habido dos grandes descubrimientos de inscripciones que puedan estar relacionados con la escritura proto-sinaítico, la primera en el invierno de 1904-1905 en el Sinaí por Hilda y Flinders Petrie, que data de mediados del siglo 19 aC, y más recientemente en 1999 en Egipto Medio, por John y Deborah Darnell, de fecha al 18 siglo AEC.
Las inscripciones del Sinaí son los más conocidos del tallado de graffiti y votivas los textos de una montaña en la península del Sinaí llama Serabit el-Khadim y su templo a la diosa egipcia Hathor (HWT-HR). La montaña contiene minas de turquesa que fueron visitados por expediciones repetidas a lo largo de 800 años. Muchos de los trabajadores y los funcionarios eran del delta del Nilo, e incluyó un gran número de ” asiáticos “, oradores de la lengua cananea que era ancestral a fenicia y hebrea, que se le había permitido resolver el Delta oriental.
El sistema de escritura proto-sinaítico es consonántico y se usó desde los siglos XVIII al XVI a. C. El sentido de la escritura es horizontal de izquierda a derecha o de derecha a izquierda y vertical de arriba hacia abajo.
La mayoría de las inscripciones, más o menos treinta, se han encontrado entre los más numerosos hierático y jeroglífico inscripciones, rayados en las rocas cercanas y en las minas de turquesa ya lo largo de las carreteras que conducen al templo. Cuatro se han encontrado inscripciones en el templo, en dos estatuas humanas pequeñas y de cualquier lado de una pequeña esfinge de piedra. Se hace con crudeza, lo que sugiere que los trabajadores que los hechos eran analfabetos, aparte de este script.
Proto-Sinaí es la hipótesis de ser un paso intermedio entre los jeroglíficos egipcios y el alfabeto fenicio. Si este es el caso, el proto-Sinaitic puede ser el primer alfabeto. Según la teoría de alfabeto, el alfabeto se inició con el proto-Sinaí a finales de la Edad del Bronce Medio y división en la secuencia de comandos del sur de Arabia y la secuencia de comandos de proto-cananea en la Edad de Bronce tardía.
En la Edad del Bronce Medio un aparentemente “sistema alfabético” conocido como la escritura proto-Sinaitic; se cree por algunos que fue desarrollada en la península del Sinaí durante el siglo XIX A.C., por los trabajadores de Cananea en las minas de las turquesa egipcias. Otros sugieren que el alfabeto, abecedario o abc, se desarrolló en el centro de Egipto durante el siglo XV A.C., por o para los trabajadores semíticos, pero sólo uno de estos primeros escritos ha sido descifrado y su naturaleza exacta sigue abierta a la interpretación y tema de debate. Sobre la base de las aparentes letras y los nombres, se cree que se basa en los jeroglíficos egipcios un antiguo alfabeto, abecedario o abc para algunos para otros simplemente un conjunto de logogramas que no alcanzan a ser un alfabeto completamente, según la opinión de algunos conocedores del tema.
Estos escritos no tenían caracteres que representarán las vocales. Una lista alfabética de escritura cuneiforme con 30 señales, incluyendo 3 que indican la vocal siguiente, fue entonces inventado en Ugarit antes del siglo XV antes de Cristo. Este tipo de escritura o especie de alfabeto, abecedario o abc, no fue utilizado después de la destrucción del Ugarit.
La secuencia de comandos proto-Sinaitic finalmente se convirtieron en el alfabeto, abecedario o abc fenicio en el año 1050 A.C.; alfabeto que convencionalmente se llama “alfabeto, abecedario o abc proto-cananea”. El texto más antiguo de escritura fenicia es una inscripción en el sarcófago del rey Ahiram. Esta secuencia de comandos es un conjunto de inscripciones de los padres de todos los alfabetos occidentales. En el siglo X, otras dos formas se pueden distinguir a saber, Canaanita y Arameo. El alfabeto, abecedario o abc arameo, dio lugar de alguna forma al alfabeto, abecedario o abc Hebreo. Arabia del Sur se puede decir que es una hermana del alfabeto, abecedario o abc fenicio, es el guión de la que el Ge’ez alfabeto (Una abugida) Es descendiente.
Tenga en cuenta que las secuencias de comandos mencionados anteriormente no se consideran alfabetos completos como tal, ya que todos los personajes carecen de la representación de las vocales. Estos alfabeto, abecedario o abc vowelless se llaman abjads. Actualmente se ejemplifica en las secuencias de comandos incluidas el alfabeto, abecedario o abc Árabe, el alfabeto, abecedario o abc Hebreo; y el alfabeto, abecedario o abc Siríaco. La omisión de vocales no era una solución satisfactoria y algunas consonantes “débiles” se utilizan para indicar la calidad vocal de una sílaba. (Matres lectionis). Estas tenían una función doble, ya que también se utilizaron como consonantes puras.
El proto-Sinatic o escritura Protougaríticaabc con un número limitado de signos, en contraste con los otros sistemas de escritura utilizados en el momento, Cuneiforme, los jeroglíficos egipcios; y la Lineal B. La secuencia de comandos fenicios fue probablemente la primera secuencia de comandos fonémica y que sólo contenía unas dos docenas de cartas distintas, por lo que es una escritura bastante simple para los comerciantes comunes y así facilitar el proceso de aprendizaje y divulgación de la misma entre ellos. Otra ventaja del alfabeto, abecedario o abc fenicio era que podía ser utilizado para escribirlo en varios idiomas, ya que registró las palabras fonéticamente.
La escritura, alfabeto, abecedario o abc, fue difundida por los fenicios, a través del Mediterráneo. En Grecia, el alfabeto, abecedario o abc, fue modificado para añadir las vocales, dando lugar al ancestro de todos los alfabetos en Occidente. La indicación de las vocales es la misma forma que la indicación de las consonantes, por lo que fue el primer verdadero alfabeto, abecedario o abc. Los griegos tomaron cartas que no representan sonidos que existían en griego, y cambió para representar las vocales. Las vocales son importantes en la lengua griega, y la syllabical Lineal B de la escritura que fue utilizado por los Micénicos Griegos desde el siglo XVI A.C., tenía 87 símbolos de los cuales 5 eran vocales. En sus primeros años, hubo muchas variantes del alfabeto, abecedario o abc griego, una situación que hizo que muchos alfabetos, abecedario o abc, evolucionarán de diferente manera..
En 1.906 el arqueólogo británico, Flinders Petrie, exploró en la península del Sinaí las antiguas minas de turquesa explotadas desde tiempo inmemorial. El más importante de esos lugares era Serabit el-Khadim, donde halló los restos de un templo dedicado a Hathor, la principal diosa de la zona del Sinaí.
Aquí fue donde Petrie hizo sus más sustanciales descubrimientos, incluyendo un gran número de inscripciones, muchas dedicadas a Hathor. La gran mayoría estaban escritas en egipcio, pero algunos de los monumentos contenían textos en una escritura que era una mezcla de jeroglífico egipcio… aunque ni una palabra de egipcio normativo podía leerse.
Este sistema de escritura no es, estrictamente hablando, un alfabeto en el sentido real de la palabra, sino un silabario, en el que cada signo representa una consonante + cualquier vocal.
Las características del sistema proto-sinaítico podríamos resumirlas en estos puntos:
(1) Fue inventado hacia el 1.700 antes de Cristo por cananeos que tenían conocimiento de la escritura egipcia.
(2) El número de letras fue inicialemnte 27. Luego (siglo XIII a. C.) fueron reducidas a 22.
(3) Los signos eran pictográficos y muchos tenían valor acrofónico. Estos evlucionaron hacia letras lineales.
(4) El concepto pictográfico permitió escribir en cualquier dirección: de derecha a izquierda, de izquierda a derecha, en columnas verticales y hasta bustrófedon en horizontal y vertical. La escritura vertical desapareció hacia el 1.100 a. C. .
Esfinge de Serabit el-Khadim (lado derecho)
Escritura Meroítica
Escritura
La escritura meroítica posee un alfabeto originado del jeroglífico y del demótico egipcio que fue usado en el idioma meroítico del Reino de Meroe y posiblemente en el idioma nubio de los posteriores reinos nubios. El Reino de Meroe o de Kush fue uno de los estados tempranos organizados en el Subsahará africano. Siendo inicialmente alfabéticos, los escritos se representaban de un modo bastante diferente de los jeroglíficos egipcios. Algunos especialistas, p.ej. Haarman (1998), creen que el alfabeto griego jugó un papel en la formación del meroítico, principalmente debido a que el meroítico tiene vocales, aunque en otros aspectos no se encuentra mucha más semejanza con el griego.
La escritura meroítica fue esencialmente alfabética, pero con una vocal por defecto (la /a/) asumida si no se escribía otra vocal. No había ninguna manera de distinguir una consonante individual de una consonante más una /a/. Así, m representaba tanto la sílaba /ma/ como la consonante /m/, mientras que mi era únicamente la consonante /mi/. En este sentido es reminiscente de los alfabetos indios abugida que surgieron aproximadamente en la misma época. Muchas consonantes de final de sílaba, como la /n/ o la /s/, fueron a menudo omitidas.
Estela funeraria de Waleye, hijo de Kadite, escrita en jeroglíficos meroíticos. En el primer milenio antes de Cristo, el reino de Kush floreció alrededor de las dos grandes curvas del río Nilo entre Abu Simbel y Jartum, en lo que hoy es Sudán. Kush es la palabra egipcia para Nubia. La historia del antiguo Reino de Kush se puede dividir en dos fases, la napatiense y la meroítica. La etapa napatiense (aprox 750-300 a.C.) tenía todavía una fuerte imprenta egipcia. Se sepultaba al rey en la necrópolis de Napata. A partir de 300 a.C. empezaron a sepultar a los monarcas en Meroe, lo que marca el cambio de los períodos.
El Reino de Meroe emergió entonces como uno de los más importantes estados del África. En el 712 a.C., los reyes de Kush conquistaron Egipto y fueron aceptados como su 25ª dinastía. Los “Faraones Negros” gobernaron durante casi 70 años, hasta que la guerra contra los asirios los forzaron a regresar a su patria en el 656 a.C.
Los jeroglíficos meoríticos, datan después de esta fecha, a partir de la derrota: los faraones de Kush utilizaron jeroglíficos egipcios, pero a partir del 3 ª siglo a.C. aparecieron junto a éstos, cada vez más, una nueva lengua indígena. Al igual que en Egipto (por ejemplo, en la Piedra de Rosetta), hay dos formas: jeroglífica, que se utilizó en los monumentos, en los que habían signos pictográficos, y cursivas del diario vivir, ambos muchas veces mezclados.
Hay 23 símbolos en cada forma de Meroítico. En ese sentido, se asemeja a un alfabeto moderno – a diferencia de los jeroglíficos egipcios, que utilizan cientos de símbolos. Alrededor del 1911, Francis Llewellyn Griffith, un egiptólogo de la Universidad de Oxford, descifró los valores fonéticos de ambos: Meroítico y Egipcio.
Las palabras meoríticas, por consiguiente, se pueden “leer”, como las etruscas. Frustrante es, sin embargo, que éstas no pueden entenderse, porque el idioma Meorítico es desconocido. Nombres propios pueden ser descifrados, y unas pocas docenas de otras palabras, como Tenke (oeste) y ATO (agua), se pueden adivinar a partir de sus contextos, pero eso es todo.
Griffith siempre creyó que el Meroítico iba a ser descifrado con el tiempo.
Pero a pesar de décadas de comparaciones entre las palabras meoríticas y las antiguas y modernas palabras de las lenguas africanas de la región, no parecen convincentes.
Muestra de jeroglíficos meroíticos.
El sistema de escritura meroítico es mixto, como el egipcio, y fue usado desde el siglo I a. C. al III-IV d. C. El sentido de la escritura es de derecha a izquierda.
El sistema tiene dos formas, una jeroglífica y otra cursiva.
Jeroglíficos meroíticos y escritura demótica.
La inferior es una tablilla de Aniba.
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