Figuras en tierra
En este apartado se relacionan los dibujos (frecuentemente denominados geoglifos, y también figuras en colina), de grandes proporciones, realizados –por la Humanidad- en diversas épocas, con métodos varios, en zonas llanas, colinas, montañas, etc., Ya sea con objetivos conocidos o desconocidos. Se ha procurado evitar las marcas comerciales, y las imposturas, como los círculos en las cosechas, etc. Así mismo solo se incluyen algunos de los “Art Earth” naturales más significativos o excepcionales.
Leucippotomy es el arte de la talla de los caballos blancos de tiza en las colinas, en particular tal como se practica en el sur de Inglaterra. La práctica es aparentemente de origen prehistórico. La práctica de cortar las figuras humanas en colina es conocida como gigantotomy.
Letras o monogramas ladera de montaña son una forma de geoglifo (más específicamente, las cifras colina), común en el oeste de Estados Unidos, que consiste en grandes letras sueltas, abreviaturas, o mensajes de estampado en las laderas, por lo general creados y mantenidos por las escuelas o pueblos.
En ningún caso se ha pretendido ser exhaustivo.
Toda la información se ha sacado de la red, y principalmente se han utilizado los datos al efecto, de Wikipedia
Gigante de Hâ-âk
También en Estados Unidos, en Arizona, es posible contemplar otra de estas maravillas: el llamado “gigante de Hâ-âk”, muy cerca de la población de Sacaton, en la reserva de los indios “pimas”. La figura alcanza los 46 metros de longitud, habiendo sido trazada con un único surco de casi medio metro de anchura. Según la tradición de los “pimas”, el “gigante” representa a los “dioses” que un día descendieron de los cielos…
El misterioso “Hâ-âk”, en Arizona (EE.UU).
Geoglifos de Macahui
Los geoglifos de Macahui
Los geoglifos de Macahuí en el desierto de Mexicali
En la región conocida como Macahui en Baja California Norte, México en la frontera con EEUU se localizaban unos geoglifos realizados por una cultura o culturas desconocidas.
Fotos extraídas de la revista MEXICO DESCONOCIDO mayo 1982 de Harry Moller.
Fotos del mismo Harry y Ernesto I. Aguilar
En Mexicali, Hay que animarse a realizar un emocionante paseo a través del desierto y descubrir una enigmática zona arqueológica, un sitio misterioso y poco conocido, cuya principal características son sus monumentales glifos: Macahuí, a unos 36 kilómetros de la ciudad.
Es necesario contratar un guía e ir bien equipado, ya que el lugar presenta un clima bastante extremo. Al norte de El Oasis, entre las elevaciones de los cerros Centinela y Colorado, existe un lugar conocido como Macahui, planicie desértica donde se localizan figuras de tan formidables dimensiones que parecen dibujadas por la mano de un gigante. Cinco kilómetros adelante, un camino de terracería, de 55 kilómetros aproximadamente, desemboca en el Cañón de Guadalupe,
En dirección a la Sierra Cucupá, siguiendo la Carretera Federal 2. Entre las elevaciones de los cerros Centinela y Colorado se encontrará con esta zona inexplorada. Macahuí es una extensa planicie desértica en las que fueron trazadas figuras antropomorfas y geométricas de formidable dimensiones, muy parecidas a los gigantes de Nazca.
Los geoglifos de Macahuí están dispersos en el desierto y continúan sin descifrarse. Solo puede admirarse su tamaño desde arriba, motivo por el que pasaron desapercibidos durante muchos años. No se sabe bien quiénes fueron sus constructores y cuál era su función. Macahuí aún no revela todos sus secretos.
En ninguna otra parte del mundo se había encontrado un conjunto de figuras como las de Nazca, hasta que el profesor Ernesto Aguilar y el licenciado Fernando Rodríguez descubrieron, desde una avioneta, numerosas figuras en el desierto que se extiende entre Tijuana y Mexicali, entre los cerros Centinela y Colorado, a unos 25 kilómetros de Mexicali, en una desolada zona que Aguilar y Rodríguez bautizaron como Macahui.
Como nos consta, el parecido entre Nazca y Macahui es muy grande por la consistencia del piso, compacto y sin vegetación, por la técnica de colocación de las pequeñas piedras (no simplemente sobrepuestas sino semiincrustadas) una junto a otra, así como el agrupamiento que resultara de rastrillar el piso, por el tamaño de los guijarros, por la dimensión de las figuras, de muchos metros, y por la vasta superficie ocupada.
Pero la semejanza tiene una ruptura: las figuras de Nazca son antropomorfas, son una representación de gigantescos hombres con los brazos en alto. En cambio, en Macahui todas las figuras son geométricas, salvo una con forma de mono y otra con forma humana, que mide 100 metros, y cuyos brazos apuntan hacia abajo.
Y como los misterios no respetan fronteras, las figuras continúan al otro lado de la línea divisoria con EU, cerca de Blythe, California, en torno a una comunidad de indígenas Mojave; ahí también existen figuras humanas.
El tema geométrico más repetido es el de los círculos, seguido por los rombos, rectángulos, trapecios, “lágrimas” y medias lunas. En el caso de los círculos es llamativo que junto a unos cuya área interna está tapizada de piedrecillas, hay otros con el interior vacío de piedras, es decir, como si hubiera positivos y negativos.
Nos resulta inexplicable que estas figuras no hayan sido borradas por las ocasionales tormentas y violentas turbonadas del desierto, ni por las esporádicas lluvias formadoras de fugaces torrentes. ¿A qué se debe que estas formas hayan permanecido visibles durante un tiempo seguramente de centurias?
Exágono de Australia
El exágono de Australia
Antenas de la Estación de Comunicación Naval Harold E. Holt (Australia)
Aunque es una figura debido a la tecnología humana, se incluye por su espectacularidad, por ser una de las mayores del mundo, y aunque no sea “artística pura”, tiene el mismo interés que estas.
21°48′59″S 114°09′56″E
También conocida como North West Cape, esta estación militar americana situada en costa australiana noroccidental proporciona transmisión por radio de muy baja frecuencia a las flotas americana y australiana.
La estación incluye trece torres de altura de radio. La torre más alta se llama Torre cero y es de 387 m (1.270 pies) de altura, y fue durante muchos años la estructura más alta hecha por el hombre en el hemisferio sur. Seis torres, cada una de 304 metros de altura, se colocan en un hexágono alrededor de Torre cero. Las otras seis torres, que son cada una de 364 metros de altura, se colocan en un hexágono más grande alrededor de la Torre cero.
La ciudad de Exmouth fue construida al mismo tiempo que la estación de comunicaciones para proporcionar apoyo a la base y para albergar a familias dependientes del personal de la Armada estadounidense.
La estación ofrece muy baja frecuencia (VLF) de transmisión de radio de marina de Estados Unidos y la Armada Real Australiana barcos y submarinos en el Océano Pacífico occidental y oriental del Océano Índico. La frecuencia es 19,8 kHz. Con una potencia de transmisión de 1 megavatio, es la estación de transmisión más potente del hemisferio sur.
Cubo de Metatron
Círculos en Perú
Arqueólogos descubren en Perú misteriosos círculos gigantes trazados sobre el terreno
24 Septiembre, 2016
Imagen de portada: Fondo, paisaje arenoso de Quilcapampa, Perú (Google Maps, 2016). Detalle, uno de los misteriosos geoglifos descubiertos recientemente (Justin Jennings)
Un equipo de arqueólogos ha descubierto en Perú numerosos geoglifos circulares de gran tamaño cerca de la antigua ciudad y yacimiento arqueológico de Quilcapampa. Estos glifos han sido datados entre los años 1050 y 1400 d. C., y se cree que reflejan los movimientos de las rutas comerciales recorridas por los pueblos de aquella época.
Según LiveScience, los geoglifos incluyen una gran cantidad de líneas y círculos concéntricos, y han sido descubiertos en el antiguo yacimiento arqueológico de Quilcapampa, situado en el valle de Sihuas.
Los arqueólogos han identificado y registrado en el mapa docenas de geoglifos haciendo uso de vehículos aéreos no tripulados (‘drones’) e imágenes de satélite, además de las habituales exploraciones del terreno. Muchos de los círculos pueden verse desde el suelo, aunque los de mayor tamaño se aprecian mejor desde el cielo, como ocurre con las famosas líneas de Nazca peruanas.
Geoglifos circulares localizados en Quilcapampa. Éste en concreto presenta un dibujo compuesto por numerosos anillos concéntricos irregulares. (Fotografía: Justin Jennings)
El director del equipo de investigación Justin Jennings, comisario del Museo Real de Ontario con sede en Toronto, explica en LiveScience que muchos de estos geoglifos han sido datados en el Período Intermedio Tardío, y que en el pasado Quilcapampa era un centro de actividad comercial que albergaba un asentamiento con una extensión de 70 hectáreas.
Diferentes estilos y tamaños
En Archaeology.com podemos leer que algunos de los geoglifos están acompañados por túmulos de piedras. Se cree que estas estructuras formarían parte del diseño general del conjunto, y los arqueólogos han determinado que los geoglifos y el resto de dibujos fueron creados retirando piedras de la superficie y dejando al descubierto el terreno arenoso de tonalidad más clara que se encuentra por debajo.
Quilcapampa, Perú. (Google Maps, 2016/Geographic.org)
Localización geográfica del antiguo asentamiento de Quilcapampa, Perú. Este paisaje de rocas y arena alberga una gran cantidad de misteriosos geoglifos. (Google Maps, 2016/Geographic.org)
El tamaño y la forma de los geoglifos varían, siendo algunos de ellos simples círculos mientras que otros son más complejos. Uno de los diseños presenta al menos seis círculos concéntricos de forma irregular que producen un efecto de remolino.
Los geoglifos de un solo círculo tienden a medir entre dos y cuatro metros de diámetro, mientras que los de mayor tamaño con círculos múltiples pueden ocupar más de 800 metros cuadrados de superficie.
Antiguos montículos de piedras y círculos trazados sobre el terreno, hallados en Quilcapampa, Perú (Fotografía: Justin Jennings)
Círculos con una intención simbólica
Estos senderos circulares y montículos de piedras fueron creados en las cercanías de antiguas rutas comerciales. Es posible que estos geoglifos fuesen trazados rápidamente para señalar rutas específicas o marcar el final de un recorrido determinado. Los arqueólogos especulan asimismo con la posibilidad de que los dibujos tuvieran algún significado simbólico, indicando quizás también el flujo del comercio, los viajeros y las mercancías a través del asentamiento en la antigüedad.
Jennings comenta en declaraciones recogidas por LiveScience que “Durante la época en que floreció el asentamiento de Quilcapampa había mucha más interacción entre la costa y la montaña,” añadiendo a continuación que “La circulación de personas y mercancías (alimentos incluidos) a lo largo de estos senderos era necesaria para la vida cotidiana: algo que podrían simbolizar estos diseños circulares.”
Cualquiera que fuese su propósito original, los montículos de piedras no parecen albergar restos humanos ni indicios de enterramiento de ningún tipo.
El proceso de investigación se acelera
Al igual que en otros hallazgos de geoglifos y arte trazado sobre el terreno realizados en Perú, los investigadores están apresurándose a registrar los diversos elementos antes de que puedan deteriorarse a causa de las condiciones ambientales o la acción humana (principalmente la construcción y la agricultura). En el pasado, las líneas de Nazca peruanas han sufrido daños provocados por ocupantes ilegales, animales, e incluso campañas de activismo político llevadas a cabo por la organización ecologista Greenpeace.
Los pueblos que habitaban esta región antiguamente eran unos artistas muy prolíficos. Estudios realizados con anterioridad han revelado la existencia de numerosos petroglifos grabados sobre las paredes rocosas de Quilcapampa.
Está previsto que los resultados del estudio y el registro y documentación de los geoglifos se publiquen en la revista Journal of Archaeological Science: Reports, mientras que por su parte los investigadores reanudarán su trabajo en Quilcapampa el próximo verano. Quizás el futuro depare nuevos descubrimientos que ayuden a resolver el misterio de los círculos gigantes y otros dibujos trazados por antiguas civilizaciones sobre el terreno de esta región peruana.
La huella de la serpiente
La huella de la serpiente.
El enigma de la Banda de agujeros en Perú
Estos enigmáticos pozos del Valle de Pisco, en Perú, son uno de los misterios menos difundidos y permanecen casi desconocidos para la mayoría de los investigadores.
Se trata de un hallazgo realmente impresionante: una serie de agujeros excavados en un duro, reseco y pedregoso suelo, de aproximadamente 60 cm. de diámetro y 2 metros de profundidad cada uno, ordenados en columnas de 9 a 12, formando una banda que llega a alcanzar los 24 metros de ancho y que se extiende a través de casi dos kilómetros desde la base de una montaña subiendo lateralmente sobre el rocoso terreno de Cajamarquilla, muy cerca de Lima, en Perú.
Su presencia permanece inexplicable, y los pocos arqueólogos que intentaron estudiarlo desarrollaron primero diversas teorías delirantes (tumbas verticales, trincheras defensivas de algún ejército, lugares para almacenar granos) a las que luego debieron renunciar por no tener ni pies ni cabeza. Al igual que el Tridente de Paracas, no se sabe absolutamente nada de esta construcción: ni su antigüedad, ni su razón, ni su origen.
Sin embargo existe una extraordinaria coincidencia: agujeros muy similares han sido detectados en la región de Cydonia en…. Marte!!
La primera difusión pública de este misterio estuvo a cargo del famoso escritor Erich Von Däniken, en su libro “Viaje a Kiribati”. Allí nos narra que en 1978 uno de las personas que se encontraba participando del 5º Congreso Internacional de la AAS, (Ancient Astronaut Society), puso literalmente en sus manos dos fotografías aéreas extraídas de un viejo número (databa de 1930) de la revista de National Geographic.
Un área hasta entonces no determinada del Perú, estas viejas fotografías aéreas mostraban miles y miles de agujeros “como los que dejaría en una masa de harina la tabla de hacer fideos”(Von Daniken dixit), un gigantesco “sendero perforado” tallado sobre la roca, y que se perdía en el horizonte.
Däniken localizó el lugar luego de febriles investigaciones en las proximidades de la pequeña ciudad de Humay, en el Valle de Pisco, a unos 180 km, de las famosas figuras de Nazca.
Los aborígenes la llamaban desde tiempos inmemoriales “La avenida misteriosa de las picaduras de viruela”.
Luego de la difusión que diera Von Daniken a este extraño lugar, nunca más se lo volvió a mencionar seriamente como objeto de estudio hasta la reciente difusión de la Serie “Alienígenas Ancestrales ” emitida por el canal Televisivo History Channel, en la cual se incorporaron imágenes satelitales y filmaciones aéreas de la misteriosa zona.
Inmediatamente después de la Primera Guerra Mundial, comenzó a desarrollarse rápidamente el uso de la Fotografía Aérea.
En Estados Unidos, el principal rol en este desarrollo para fines geográficos, técnicos y arqueológicos, lo desempeñó la American Geographical Society publicando las primeras fotografías obtenidas por este método en 1917.
Luego de publicar varios volúmenes con este tipo de trabajos, en 1931 esta entidad envía la Expedición Shipee-Johnson al Perú para utilizar esta técnica fotográfica por primera vez en Sudamérica para localizar y documentar ruinas arqueológicas (ya en 1929 Charles Linerburg había hecho algunas tomas de ruinas mayas en México, pero no en plan sistemático de fotografiar sitios de interés arqueológico).
La “huella de la serpiente”, también conocida como la “avenida de las picaduras de viruela”. Estamos ante otro misterio: alrededor de cinco mil orificios circulares (algunos hablan de más de diez mil), con proyección cónica y una profundidad media de entre noventa y cien centímetros. Filas de hoyos idénticos, muy bien alineados y que trepan por cerros y colinas, a lo largo de kilómetros. La mayor concentración se encuentra sobre la margen izquierda del camino de Castrovirreina, y a poco más de un kilómetro del distrito de Humay. Pueden contemplarse desde el aire en una meseta que discurre entre colinas bajas. Fueron descubiertos en 1931 por la expedición Shippe-Hokhson, de la National Geography. ¿Qué representan? ¿Por qué los excavaron? Nadie lo sabe con certeza.
Imagen satelital a poco menos de 1.5 Km de altura, donde se observa una
parte de la “Huella de la Serpiente” (señalada con flechas rojas).
Estructuras en Oriente medio
Desconcertante estructuras Arabia Saudí
Miles Desconocida antiguas Estructuras vista desde el espacio: Desconcertante arqueología aérea en el Oriente Medio
MessageToEagle.com – Miles de estructuras antiguas enormes de piedra son claramente visibles desde el aire.
Su edad se estima en miles de años y su objetivo sigue siendo desconocido. Estas formas desconcertantes de ruedas, y las líneas rectas, se extienden todo el camino desde Siria a Arabia Saudita.
Algunos llaman a esta área propia versión de Oriente Medio de las Líneas de Nazca. Sólo recientemente, con la ayuda de imágenes de satélite que los arqueólogos han sido capaces de explorar esta región con más detalle.
Península Arábiga: Las líneas oscuras son los restos de muros de piedra apenas visible en el suelo.
Desde el lanzamiento de Google Earth en 2005, los arqueólogos han empezado a utilizar las imágenes de satélite públicamente, sobre todo desde su incorporación gradual, a partir de 2007, de imágenes de alta resolución. Como resultado, durante algunos países árabes-Jordan, Siria y el Líbano en particular, la resolución de las imágenes disponibles es ahora generalmente lo suficientemente alto como para realizar estudios arqueológicos fiables y generales.
En la región Harrat Khaybar de Arabia Saudita, sin embargo, “cometas” asumen completamente diferentes formas-sobre todo el “bolsillo cuadrado” y “flecha de púas”, y los muros de muchos de ellos mostrar las líneas de la regla recta, que plantean nuevos interrogantes para los arqueólogos.
Marcas misteriosas en los campos volcánicos de Arabia han desconcertado a los científicos durante mucho tiempo
Las 400 marcas impares, algunas de cientos de metros de largo, vienen en formas que se asemejan a conos, triángulos, cerraduras, cometas, círculos e incluso puertas.
Fueron descubiertos por primera vez por exploradores occidentales en la década de 1920 y han desconcertado a los expertos durante casi 100 años.
El miembro de la tribu beduina local se refiere a las formas como “Las obras de los viejos”, pero ahora se cree que los cazadores las utilizaron para ayudar a atrapar y matar a sus presas.
El profesor David Kennedy, de la Universidad de Australia Occidental, recibió un permiso especial para sobrevolar las marcas, que solo se pueden ver correctamente desde el cielo.
“Desde 500 pies, puedes ver los detalles vitales de las estructuras que son invisibles en la imagen borrosa en Google Earth”, reveló.
“Una vez que sales a las zonas desérticas, donde no esperarías encontrar mucho, están completamente llenas de sitios arqueológicos”.
Las imágenes de satélite ya han comenzado a responder algunas preguntas Crédito: Google Earth
Y según el Dr. Kennedy, las estructuras son cualquier cosa menos aleatorias, informa el New York Times.
En la región de Al-Hayit, formas de ojo de cerradura y de suspensión varían en tamaño desde unos pocos metros a decenas de metros, y que a menudo se encuentran dispuestos a lo largo “vías” que son invisibles para los constructores de carreteras modernas.
El sitio de Shuway-mas al sur de Hayil, Arabia Saudita, que ni siquiera se menciona en la edición 1998 de la Cambridge Historia ilustrada del arte prehistórico es el hogar de uno de las cuatro mejores colecciones de arte antiguo de la roca en el mundo. Aquí encontramos, numerosos cometas antiguos de piedra, montículos, y las colas.
¿Quién ha creado estas estructuras y con qué propósito?
Algunos de estos muros de piedra, muchos conocidos desde hace tiempo a los arqueólogos dentro de Arabia Saudita, han sido recientemente visible desde cualquier ordenador del mundo. Las franjas de imágenes de alta resolución revelan pruebas sorprendentemente bien conservada de la actividad humana generalizada en el pasado distante.
En la década de 1920 cuando los pilotos de la Real Fuerza Aérea británica sobrevoló el norte Harrat Harrah, que fueron golpeados por los números y variedad de restos arqueológicos visibles en ese rugoso, paisaje poco poblada.
No había ninguna construcción de alta tecnología o incluso en movimiento para ayudar a las empresas en la construcción de estos muros que hace que estos logros todo lo que mucho más impresionante.
En Jordania, hay estructuras similares visibles para el aire. Los beduinos dicen las estructuras y las paredes son “las obras de los viejos”.
Una vez más, sin las compañías móviles o herramientas sofisticadas, cómo se construyen estas estructuras y se instaló en el lugar es bastante extraordinario.
Se pueden encontrar en todo Oriente Medio, desde Siria pasando por Jordania hasta Arabia Saudita y Yemen. Desde el suelo son muy difíciles de identificar. Usando una técnica llamada de luminiscencia estimulada ópticamente (OSL), los arqueólogos han conseguido fechar dos ruedas situadas en Wadi Wisad, en el Desierto Negro de Jordania. Una de ellas se remonta a 8.500 años, una época prehistórica en la que el clima de la zona era más húmedo. La otra arrojaría la misma datación, pero habría sido remodelada más recientemente, hace unos 5.500 años.
Estructuras tipo puerta en Arabia Saudí
En cuanto a su uso los investigadores afirman que pueden haber servido para diferentes cosas. En algunas la presencia de montículos sugiere una asociación funeraria. En el caso de las del Oasis Azraq parece clara la función astronómica. Lo que está comprobado es que las de Arabia Saudí y Yemen son diferentes de las halladas más al norte. En Arabia aparecen hasta 332 estructuras con forma de puerta, una forma que no se encuentra en ningún otro lugar, y que consiste en dos cortas paredes gruesas formadas por piedras conectadas por otras más estrechas. Según los arqueólogos se asemejan a puertas de barrotes. La más larga tiene unos 500 metros. Según David Kennedy, de la Universidad de Australia Occidental, que co-dirige el proyecto, todavía no está clara la función de estas puertas.
En Arabia Saudita los investigadores han descubierto “ruedas” (si se puede llamar así) con patrones que son muy diferentes de lo que se ve en Jordania. Esta rueda particular tiene un diseño de ojo de buey. Tres estructuras triangulares son vistos apuntando a la misma. Pilas de la roca se puede ver que se extiende desde los triángulos en el centro de la diana. La fecha y la función de este sitio es desconocida. (Imagen cortesía de Google Earth)
Triángulos en el desierto
Tres triángulos se puede ver en esta imagen de satélite. Muchas estructuras triangulares se han descubierto en Arabia Saudita por un equipo con la aérea Archivo Fotográfico de Arqueología en el Medio Oriente (APAAME). Los científicos no saben a qué distancia de la fecha estructura ni saben cuál es su propósito puede haber sido. (Foto cortesía de Google Earth)
Otra puerta se encuentra al costado del volcán Jabal al-Abyad. (Imagen cortesía de Google Earth)
Rosa de los vientos
Rosa de los vientos
Dryden, el gran laboratorio de la NASA
17 noviembre 2006
Situado en pleno desierto de Mojave, a unos 120 kilómetros de Los Angeles, se encuentra el mayor centro de investigación aeroespacial del planeta, el Dryden Flight Research Center, un inmenso laboratorio que la NASA lleva utilizando desde hace más de 60 años para realizar las más inverosímiles pruebas aeronáuticas.
Integrado en las instalaciones de la base Edwards, el centro de Dryden se extiende a lo largo de más de 54 km², sobre el lecho de dos inmensos lagos que se secaron hace tiempo, el Rogers y el Rosamond. La superficie extremadamente plana del lecho, junto a las óptimas condiciones climatológicas y de visibilidad, hacen de este sitio el lugar ideal para los experimentos de la NASA. De hecho, algunos aviones comerciales son redirigidos hasta aquí en caso de aterrizajes de emergencia. Para orientar a los pilotos, los técnicos pintaron hace años sobre el desierto la que sigue siendo la mayor rosa de los vientos del planeta, una gigantesca brújula pintada en la tierra que sirve asimismo para calibrar los instrumentos de medición de las aeronaves. Su visión desde el satélite es sencillamente espectacular.
Flechas de cemento
EEUU y la larga línea de flechas de cemento
02 diciembre 2013
Si se escudriña la superficie de la Tierra desde una altura suficiente, no es difícil encontrar los restos de una época en que los aviones se orientaban a ojo. Ya hablamos por aquí en su día de la gigantesca rosa de los vientos que el ejército de EEUU pintó cerca de la base de Dryden para que los pilotos calibraran sus mediciones, y del reguero de códigos que los bombarderos usaron para poner a punto sus cámaras de fotos y que aún se pueden ver desde Google Maps.
Pues bien. De aquella época, es otro insólito sistema de señales que cruzada Estados Unidos de costa a costa: una inmensa línea de flechas de cemento que sirvió para orientar a los pilotos de la línea comercial que unía Nueva York y San Francisco.
Lo resume Wicho en Microsiervos:
“Estas balizas, situadas cada 16 kilómetros, consistían en unas torres de un poco menos de 17 metros de altura con una luz encima y unas flechas de unos 15 metros de longitud construidas en hormigón y pintadas de amarillo.
Para cubrir los 4.230 kilómetros de la ruta de costa a costa hubo que instalar varios centenares de ellas, y además se instalaron balizas en otras rutas, con lo que su número aumentó aún más”.
La mayoría de estas instalaciones han desaparecido con el tiempo, pero los restos de algunas se pueden observar desde el cielo y son visibles desde Google Maps.
Códigos aéreos para bombarderos
Códigos aéreos para bombarderos
28/02/2013 – 10:25
- Decenas de señales para ser vistas desde el cielo siguen visibles en EEUU.
- Se usaron durante la Guerra Fría para calibrar las cámaras de los bombarderos.
Base Edwards (Imagen: Google Earth) lainformacion.com
Si alguien escrutara atentamente las bases aéreas de EEUU desde el satélite, descubriría que en todas ellas existen unos pequeños símbolos pintados, a la manera de un código de barras, sobre pequeños recuadros asfaltados. Las señales reúnen grupos de tres barras en vertical y horizontal, dispuestas en un extraño patrón. Pero no se trata de ningún mensaje en clave, sino de los tests que se utilizaron durante años para calibrar los sistemas fotográficos desde bombarderos y satélites y comprobar que funcionaban correctamente: una especie de test de agudeza visual desde el aire.
El propio Centro para la Interpretación del uso de la Tierra ha recopilado recientemente las imágenes que se pueden detectar desde el servicio de mapas de Google Earth y explica que se trata de un sistema ideado y puesto en marcha entre la década de 1950 y 1960 a lo largo de todo el país. Los tests comenzaron a usarse con los aviones espía U-2 y SR-71 y han estado en uso hasta el año 2006, cuando se decidió su retirada porque no se adaptaban bien a los nuevos medios digitales.
La mayor concentración de estos “objetivos de calibración fotográfica” se encuentra en la base aérea de Edwards, en California, que acumula hasta 15 de estos códigos en una zona de 32 kilómetros, de modo que se podían realizar muchas fotografías de una sola pasada, a diferentes alturas. Si quieres poner a prueba tu agudeza visual, te invitamos a navegar por Google maps y a descubrirlos por ti mismo.
Fuente: Photo Calibration Targets (The Center of Land Use Interpretation). Vía: BLDGBlog
Geoglifos en Kazajistán 2
La NASA ofrece más pruebas sobre los misteriosos ‘geoglifos de la estepa’
Unas extrañas figuras geométricas aparecidas en Kazajistán, que solo se pueden distinguir desde el aire, podrían tener hasta 8.000 años
La construcción conocida como el Cuadrado Ushtogaysky. / DigitalGlobe / NASA
Desde lo alto de los cielos de Kazajistán, la tecnología espacial ha revelado un antiguo misterio oculto en el suelo.
Las imágenes por satélite de una estepa recóndita y pelada en el norte del país revelan geoglifos colosales: figuras geométricas de cuadrados, cruces, líneas y anillos del tamaño de varios campos de fútbol, que solo se pueden distinguir desde el aire. Según los cálculos, las más antiguas se remontan hasta 8.000 años.
La figura más grande, cerca de un yacimiento neolítico, es un cuadrado gigante formado por 101 montículos, cuyas esquinas están conectadas por una cruz diagonal, y tiene una extensión mayor que la Gran Pirámide de Keops. Otra figura es una especie de esvástica de tres brazos, acabados en zigzag en sentido contrario a las agujas del reloj.
Estos geoglifos (como mínimo 260 —entre montículos, zanjas y terraplenes— dispuestos en cinco formas básicas), en la región de Turgai, en el norte de Kazajistán, fueron descritos el año pasado en una conferencia de arqueología celebrada en Estambul como unas obras únicas y desconocidas hasta la fecha.
La figura más grande, cerca de un yacimiento neolítico, tiene una extensión mayor que la Gran Pirámide de Keops
Localizados en Google Earth por Dmitriy Dey, un economista kazajo amante de la arqueología, en 2007, los denominados “geoglifos de la estepa” siguen resultando profundamente enigmáticos y prácticamente desconocidos para el resto del mundo.
Hace dos semanas, en lo que constituye la mayor señal hasta la fecha de interés oficial por investigar los yacimientos, la NASA publicó imágenes de satélite de algunas de las figuras, tomadas desde unos 700 kilómetros de altura. “Nunca había visto nada semejante; me parece extraordinario”, comenta Compton J. Tucker, un experimentado científico de la biósfera que trabaja para la NASA en Washington y que envió las imágenes, tomadas por DigitalGlobe, un proveedor de imágenes por satélite, a Dey y a The New York Times.
Ronald E. LaPorte, científico de la Universidad de Pittsburgh que ayudó a difundir los hallazgos, define la participación de la NASA como “de enorme importancia” a la hora de movilizar apoyos para una investigación más minuciosa. La pasada semana, la NASA puso en la lista de tareas de los astronautas de la Estación Espacial Internacional el tomar fotografías espaciales de la región. “Puede que la tripulación tarde un tiempo en obtener imágenes de su yacimiento, pues estamos a merced de los ángulos de elevación solar, las restricciones meteorológicas y el calendario de la tripulación”, escribía Melissa Higgins, miembro del Departamento de Operaciones de la Misión, a LaPorte en un correo electrónico.
Las imágenes tomadas por la NASA se suman a la amplia investigación que Dey recopiló este año en una conferencia en PowerPoint, traducida del ruso al inglés.
La NASA ha pedido a los astronautas de la Estación Espacial Internacional que tomen imágenes de las figuras
“No creo que la intención fuera que las observasen desde el aire”, explica Dey, de 44 años, en una entrevista desde su ciudad, Kostanay, y descarta las conjeturas descabelladas sobre alienígenas y nazis; mucho antes de la llegada de Hitler, la esvástica era un elemento de diseño antiguo y casi universal. Su teoría es que las figuras construidas a lo largo de líneas rectas sobre elevaciones constituían “observatorios horizontales para seguir los movimientos del sol naciente”.
Los científicos sostienen que Kazajistán, una vastísima exrepública soviética rica en petróleo que comparte frontera con China, se ha movido con lentitud a la hora de investigar y proteger los hallazgos, y apenas ha difundido noticias sobre ellos. “Me preocupaba que pudiese ser un fraude”, reconoce LaPorte, profesor emérito de epidemiología en Pittsburgh, que el año pasado se topó con un informe sobre los hallazgos mientras investigaba enfermedades en Kazajistán.
Sin protección de la Unesco
Con la ayuda de James Jubilee, un exfuncionario estadounidense dedicado al control de armas y ahora coordinador de ciencia y tecnología en materia sanitaria de Kazajistán, LaPorte se puso en contacto con Dey a través del Departamento de Estado, y sus imágenes y documentación pronto les convencieron de la autenticidad y relevancia de los geoglifos. Buscaron fotos de KazCosmos, la agencia espacial del país, y presionaron a las autoridades locales para que solicitaran la protección urgente de los yacimientos a la Unesco, pero sin suerte hasta la fecha.
La esvástica de Turgai. / DigitalGlobe / NASA
En el periodo cretácico, hace 100 millones de años, la región de Turgai estaba dividida por un estrecho que iba desde el actual Mediterráneo al Océano Ártico. Las tierras fértiles de la estepa eran un destino para las tribus de la Edad de Piedra en busca de terrenos de caza, y la investigación de Dey indica que la cultura mahandzhar, que floreció allí entre el 7.000 y el 5.000 a. C., podría tener relación con las figuras más antiguas. Sin embargo, a los científicos les sorprende que una población nómada se quedase en un mismo lugar el tiempo necesario para talar y disponer los árboles de los terraplenes, y para sacar del fondo de los lagos el sedimento con el que construir los enormes montículos, que en un principio tenían entre dos y tres metros de alto y ahora tienen un metro de alto y unos 12 de ancho.
Persis B. Clarkson, arqueólogo de la Universidad de Winnipeg que vio algunas de las imágenes de Dey, explica que estas figuras y otras similares en Perú y Chile están cambiando la concepción que tenemos sobre los primeros nómadas.
“La idea de que estos pueblos pudiesen reunir el número de personas necesario para emprender proyectos de grandes dimensiones, como crear los geoglifos de Kazajistán, ha hecho que los arqueólogos reconsideren profundamente la naturaleza y los ritmos de la organización humana a gran escala y compleja, como precursora de las sociedades sedentarias y civilizadas”, explica Clarkson.
“Se dedicó un esfuerzo ingente” a las estructuras, según confirma también Giedre Motuzaite Matuzeviciute, arqueóloga de la Universidad de Cambridge y profesora visitante de la Universidad de Vilnius, en Lituania, que el año pasado estuvo en dos de los yacimientos. Matuzeviciute afirma que no estaba convencida de definir las estructuras como geoglifos —un término aplicado a las enigmáticas líneas de Nazca, en Perú, que representan animales y plantas— porque los geoglifos “se conciben como arte, más que como objetos con una función”.
Varias de las figuras podrían ser observatorios solares del estilo de Stonehenge, en Inglaterra, y las torres Chanquillo, en Perú
Matuzeviciute y dos arqueólogos de la Universidad de Kostanay, Andrey Logvin e Irina Shevnina, debatieron sobre las figuras en el encuentro de arqueólogos europeos celebrado en Estambul el año pasado.
Al no haber material genético para analizar, pues ninguno de los dos montículos en los que se ha excavado es una tumba, Matuzeviciute explica que usó la luminiscencia estimulada ópticamente —un método para medir la cantidad de radiación ionizante— con el fin de analizar el material de construcción, y descubrió que uno de los montículos se remontaba al 800 a. C. Otros estudios preliminares dataron las primeras obras como de hace más de 8.000 años, lo que podría convertirlas en las creaciones más antiguas de este tipo halladas hasta la fecha. Otros materiales apuntan a fechas en la Edad Media.
Dey sostiene que, según algunas teorías, varias de las figuras podrían ser observatorios solares del estilo de Stonehenge, en Inglaterra, y las torres Chanquillo, en Perú.
“Todo está vinculado por el culto del sol”, explica Dey, que habla en ruso por Skype a través de un intérprete, Shalkar Adambekov, estudiante de doctorado de la Universidad de Pittsburgh.
Fue un descubrimiento por accidente. En marzo de 2007, Dey estaba en su casa viendo un programa del Discovery Channel, Pirámides, momias y tumbas, y recuerda que se dijo: “Hay pirámides por todo el mundo. En Kazajistán también debería haber”.
Acto seguido, empezó a buscar imágenes de Kostanay y sus alrededores en Google Earth. No había pirámides, pero, según cuenta, unos 320 kilómetros al sur de la ciudad vio algo igual de intrigante: un cuadrado gigante de más de 275 metros de lado, formado por puntitos y atravesado por una X punteada.
Imagen del anillo Bestamskoe. / DigitalGlobe / NASA
Al principio Dey pensó que podía tratarse de una antigua instalación soviética, quizá uno de los experimentos de Nikita Jruschov de cultivar tierra virgen para la producción de pan. Sin embargo, al día siguiente, Dey localizó una segunda figura gigante, la esvástica de tres brazos con las puntas ornamentadas, de unos 90 metros de diámetro. Antes de que acabara ese año, Dey había encontrado otros ocho cuadrados, círculos y cruces. En 2012 ya eran 19, y ahora tiene registrados 260, entre ellos varios montículos con dos líneas descendientes, llamadas “bigotes” o “mostacho”.
Antes de emprender la búsqueda de las figuras en el terreno, Dey preguntó a los arqueólogos kazajos si tenían constancia de estas formas. Recibió un no por respuesta. En agosto de 2007, llevó a Logvin y a otros científicos hasta la figura más grande, ahora conocida como Cuadrado de Ushtogaysky, en honor a la aldea más cercana.
“Era difícil, dificilísimo, comprenderlo desde el suelo”, recuerda. “Las líneas se dirigen hacia el horizonte, es imposible imaginarse de qué figura se trata”.
No podemos excavar todos los montículos, sería contraproducente. Necesitamos tecnología moderna, como la que hay en Occidente”
Cuando excavaron en uno de los montículos no encontraron nada. “No era un cenotafio, donde hay pertenencias del fallecido”, explica. Sin embargo, no muy lejos de allí encontraron objetos de un asentamiento neolítico de entre 6.000 y 10.000 años de antigüedad, entre ellos varias puntas de lanza. Ahora, explica Dey, “el plan es construir una base de operaciones”.
“No podemos excavar todos los montículos, sería contraproducente”, dice. “Necesitamos tecnología moderna, como la que hay en Occidente”. LaPorte afirma que Dey, sus compañeros y él han intentado usar drones, como hace el Ministerio de Cultura peruano, para trazar mapas y proteger los yacimientos antiguos.
Geoglifo con forma de cruz, en Kazajistán
Pero el tiempo es un enemigo, sostiene Dey. Este año, una figura denominada Cruz de Koga resultó considerablemente dañada por los constructores de carreteras. “Y eso que fue después de que avisáramos a las autoridades”, subraya.
Traducción de News Clips
© 2015 New York Times News Service
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