Lugares extraños
En esta relación, se incluyen lugares con construcciones, generalmente prehistóricas, de cualquier parte del mundo, de las cuales no se tiene certeza absoluta de su uso, pudiendo ser este múltiple o desconocido. Por lo tanto no se incluyen las tumbas y similares, excepto en el caso de que sean muy representativas, únicas o excepcionales, o que estén asociadas a otra actividad. Cuando existen muchos similares, se han incluido sólo los más significativos, en alguna ocasión por países. Se ha huido de los mitos no comprobados, solo se incluyen si hay datos físicos palpables.
En ningún caso se ha pretendido ser exhaustivo.
Toda la información se ha sacado de la red, y principalmente se han utilizado los datos al efecto, de Wikipedia, y (entre otras) de las web:
http://www.ancient-wisdom.co.uk/azpages.htm
http://www.megalithic.co.uk/
http://www.stonepages.com/
http://www.stone-circles.org.uk/index.htm
Bastida de les Alcusses
Poblado íbero de la Bastida de les Alcusses
Coordenadas: 38°48′53.18″N 0°48′01.90″O (mapa)
El Bouet de Bastida, imagen del yacimiento.
El poblado íbero de La Bastida de les Alcusses es un asentamiento del siglo IV a. C. ubicado en el extremo suroeste de la Serra Grossa.1 Está situado en el término de Mogente (provincia de Valencia, España), en la cumbre de un cerro alargado y aislado, a 741 m sobre el nivel del mar. Se accede por la carretera CV-652 Moixent-Fontanars, con acceso señalizado en el km 10,5. Se puede subir en vehículo hasta el aparcamiento del poblado.
Reproducción ideal del yacimiento.
El yacimiento, situado sobre una loma, ocupa una extensión de 650 m de longitud y unos 150 m de anchura. Está a más de 720 m sobre el nivel del mar, y a unos 200 m por encima de las tierras circundantes del Pla de les Alcusses, que es una pequeña meseta elevada por la que se accede y de la cual recibe el nombre. Está considerado como uno de los principales poblados ibéricos de la Comunidad Valenciana.
El entorno actual del yacimiento es un espacio forestal, con bosque de pino y matorral mediterráneo bajo. Y aunque el cultivo actual de frutales y cereales en el llano ha transformado muchas parcelas, todavía se puede apreciar un paisaje marcado, fundamentalmente, por el ritmo tradicional de las labores agrícolas al no existir un fuerte impacto de construcciones modernas.
Historia de la investigación
Desde 1909 se conocía la existencia del yacimiento, descubierto por Luis Tortosa, pero las primeras excavaciones arqueológicas en este yacimiento no empezaron hasta 1928, a propuesta del recién creado Servicio de Investigación Prehistórica y Museo de Prehistoria de la Diputación de Valencia. Debido al buen estado de conservación se consideró un buen punto de partida para iniciar las investigaciones del Museo, y entre 1928 y 1931 se realizaron cuatro campañas de excavación enormemente fructíferas.
Se descubrieron 250 departamentos y se hallaron piezas muy destacadas como el conocido Guerrero de Mogente, pequeñas planchas de plomo escritas en ibérico, armas o adornos que comenzaron a dar justa fama al yacimiento. Hasta tal punto fueron destacables aquellas excavaciones y sus resultados que la prensa llegó a denominar el yacimiento como la “nueva Pompeya”.
Excavaciones en Bastida de les Alcusses de 1928
Durante aquellos cuatro años se excavó solo una mínima parte del poblado. Desde 1990 el Museo de Prehistoria de Valencia ha retomado los trabajos en el yacimiento con un proyecto de excavaciones, puesta en valor y actividades didácticas. Hoy en día el yacimiento puede ser visitado y cuenta con un servicio de guías.
Un importante documento es la inscripción sobre plomo, de 180 x 40 mm, con 1 mm de grosor, hallado en las excavaciones de 1928 en el departamento 48, enrollado bajo una piedra de molino. La lámina está escrita por las dos caras en escritura ibérica suroriental (también conocida como meridional) y es aparentemente un documento contable que contiene fundamentalmente registros con nombres de personas asociados a cantidades, algunos de los cuales aparecen cancelados.
Cara A del plomo de La Bastida de las Alcuses
El sistema defensivo
La Bastida es un poblado de 3’5 hectáreas con una muralla de más de tres metros de anchura en las zonas más accesibles, y por tanto más vulnerables. Además hay dos torres adosadas a la muralla para mejorar la defensa. Existe otro recinto más estrecho situado en la parte más accesible del poblado, en la zona oriental, que está inacabado y que debió realizarse para reforzar el control de los accesos. Este segundo recinto define un espacio de 1,5 hectáreas.
Cuatro puertas daban acceso al poblado. Hay tres puertas en el sector occidental y una en el extremo oriental. Todas ellas son construcciones cerradas por su parte superior y con bancos corridos en los laterales, posiblemente como puestos de guardia o espacios para el control de mercancías.
Muralla y Puerta Oeste del poblado
Estas construcciones protegían los dos batientes de madera, que estaban formados por varias tablas unidas por pletinas de hierro. La anchura de los accesos oscila entre los 150 cm de la Puerta Este y los 250 cm de las puertas Norte, Oeste y Sur. Dos de ellas, la Puerta Norte y la Sur estaban tapiadas en el momento de la destrucción del poblado. Tanto las puertas como la muralla conservan actualmente un zócalo de mampostería, pero en su día el alzado estaba hecho de adobes. Además, un adarve permitía la circulación por la muralla, las torres y las puertas.
El urbanismo y la arquitectura doméstica
La organización de las construcciones está estructurada a lo largo de una calle central que, de oeste a este, cruza todo el poblado. Otras calles perpendiculares a esta organizan espacios laterales y espacios sin construcciones a modo de plazas.
Las casas eran de diversos tamaños (entre 70 y 150 m²) y estaban formadas por varias habitaciones y algunas tenían incluso patios. La arquitectura emplea los mismos elementos que los utilizados en la muralla y las puertas. Los muros eran de adobes –que son ladrillos hechos de barro y paja y secados al sol- sobre un zócalo o base de piedras; después todas las fachadas y los espacios interiores eran encalados y, a veces, pintados. Las casas tenían una sola planta y los techos, que eran planos con leves pendientes para facilitar el desagüe, eran también accesibles para otro tipo de actividades.
La parte central de cada casa estaba formada por el hogar, centro de reunión y símbolo de la vida en familia. En las despensas de las casas se almacenaban y conservaban los productos cultivados y, además, se realizaban todo tipo de actividades como la molienda e incluso otras tareas más específicas como el trabajo del metal y el tejido junto a diversas labores artesanas.
El sustento cotidiano: tareas agrícolas e intercambios
Instrumental agrícola de la Bastida de les Alcusses
Vaso de cerámica ibérica de la Bastida de les Alcusses
Las tareas agrícolas y ganaderas eran parte fundamental para el sustento cotidiano. Los principales cultivos eran los cereales de secano -cebada, trigo y mijo- y las leguminosas –habas y guisantes- a los que se sumaba el cultivo de frutales como el olivo, la viña, el almendro y la higuera. Estos cultivos se realizaban con arados de madera reforzados con piezas de hierro que llamamos rejas, que han sido recuperado en un buen número en las casas de la Bastida. Ello permitía extraer mucho rendimiento al trabajar zonas de tierras duras o difíciles. Otras herramientas agrícolas presentes en las casas son podones, hoces, legones y arrejadas, que en conjunto ofrecen la mejor y más completa colección de aperos agrícolas de época prerromana conocidos hasta ahora en España.
La cabaña ganadera estaba formada, sobre todo, por cabras y ovejas y en menor medida, bueyes y cerdos de los que se extraía leche, lana y cuero y fuerza para el cultivo con arados y el transporte en carros. Además, no debemos olvidar, tampoco, la carne de estos animales para consumir a la que se añadía la de los animales silvestres cazados, que eran el conejo, la liebre, el ciervo, la cabra montés y el jabalí. Se han hallado, también, anzuelos lo que nos indica que la pesca en el cercano río Canyoles fue un recurso también aprovechado.
Junto a todo ello las actividades comerciales y los intercambios ocupan, también, un lugar destacado en la economía de este poblado. En la Bastida se han hallado juegos de pesas y balanzas de precisión, sin duda utilizados para transacciones y cuentas relacionadas, quizás, con el intercambio de pequeños lingotes de plata obtenidos mediante procesos de copelación de plomo argentífero.
En relación con los intercambios también sabemos que al poblado llegaban productos de varios puntos del Mediterráneo: desde el Estrecho de Gibraltar llegaban ánforas que contenían productos derivados de la pesca y salazones, y desde Atenas se transportaba vajilla de mesa -platos y copas para beber- empleados por los iberos junto a sus propias vajillas. Muchas de estas piezas eran, a veces, imitadas por los alfareros iberos como muestra de su interés por ellas.
La estructura social
Los trabajos y tareas realizadas define a los grupos que habitaron la Bastida. Campesinado, comerciantes y artesanado convivían con otros grupos cuya actividad más visible es la guerra. Los guerreros más destacados debieron ser caballeros como el de la conocida figura de bronce del Guerrero de Mogente. En esta pieza un hombre desnudo es representado con los elementos específicos de la clase dominante: las armas y el caballo. En una mano empuña la espada, que se denomina falcata, y en la otra el escudo redondo, que se llama caetra, pero destaca, sobre todo, el casco con gran penacho, todo un símbolo del poder. Junto a estos guerreros hubo otros infantes armados con lanzas y escudos. Junto a los guerreros las mujeres de rango tendrían a su cargo la administración de las casas y, quizás, de las tierras. Paralelamente, una de las actividades cotidianas de las mujeres de rango es el tejido, que conocemos, sobre todo, por las fusayolas y las numerosas pesas de telares encontradas en las casas.
Guerrero de Mogente (7,3 cm) descubierto en 1931 por el obrero Vicente Espí, en el departamento 218.
La destrucción del poblado y su abandono
El asentamiento tuvo una vida muy corta, pues se fundó y se destruyó en torno al 330 a. C. Así pues, el poblado solo estuvo habitado el curso de unas tres o cuatro generaciones. Estas fechas se han obtenido gracias al completo repertorio de importaciones griegas de barniz negro que ofrecen cronologías muy precisas. Las dos puertas de entrada tapiadas, los restos de incendios, las numerosas armas, joyas y adornos personales en las calles… todo indican que se produjo un abandono rápido y forzado del lugar. La causas de su destrucción todavía son dudosas y controvertidas, pero deben ser puestas en relación con las actividades y conflictos entre los propios grupos ibéricos, bien de la zona o bien de otras áreas más amplios, que incluirían la meseta castellana, la zona de la Hoya de Alcoy y el Condado de Cocentaina o el valle del Vinalopó. No olvidemos que estamos en un área con muchos asentamientos ibéricos, y que es una zona con pasos naturales entre el interior y la costa y que se buscó su control y el dominio de las tierras de cultivo.
El Museo de Mogente y el poblado de la Bastida de les Alcusses son visitables todo el año. En el yacimiento hay un servicio de guías y puede ser visitado siguiendo un recorrido con paneles explicativos.
Además, se ha reconstruido a escala natural una casa utilizando las técnicas y materiales ibéricos, de modo que se puede apreciar como estaban construidas estas casas y se observan los objetos y las actividades características de las personas que allí vivieron. Además, en una visita al Museo de Prehistoria de Valencia se puede admirar una selección de los mejores objetos encontrados en la Bastida.
Reconstrucción de una casa ibérica.
Los últimos hallazgos en el yacimiento de la Bastida de les Alcusses de Moixent revelan la importancia del poblado fechado hace 2.400 años – Casi un siglo después de su descubrimiento, las excavaciones siguen aportando datos a la historia
El reciente hallazgo de un buen número de piezas entre ellas cinco espadas de hierro pertenecientes a guerreros de la cultura íbera en el yacimiento de La Bastida de les Alcusses de Moixent no ha hecho más que evidenciar la importancia de este antiguo poblado para entender una civilización sobre la que existen aún innumerables interrogantes. No en balde, el desconocimiento de su alfabeto impide profundizar en el significado de muchos de sus aspectos culturales. Sin ir más lejos, la disposición y simbología del último hallazgo levanta incluso dudas entre los especialistas sobre si se trataría de un más que probable ceremonial de carácter bélico.
Según Helena Bonet, codirectora de la campaña de excavación del yacimiento que lleva a cabo el Museu de Prehistòria de València, estos hallazgos son “frecuentes en las necrópolis iberas, pero es la primera vez que este ritual se ha documentado dentro de un poblado”. “Este hecho convierte al poblado en una referencia peninsular para estudiar este periodo”, ha manifestado.
La Bastida de les Alcusses fue una de las ciudades más importantes del norte de la Contestania ibérica en el siglo IV a.C., sin embargo se desconocen las causas históricas que motivaron su destrucción en torno al 325 a.C., tras una corta existencia de 100 años.
La excavación arqueológica de esta ciudad amuralla ha desvelado, según Bonet un “urbanismo complejo, con grandes casas agrupadas en manzanas dispuestas a un lado y otro de la calle central que recorre todo el poblado”.
Asimismo, las viviendas eran de una sola planta distribuida en varias habitaciones con una superficie entre 80 y 150 metros. Los espacios se distribuían en varias habitaciones aunque predomina el modelo de habitación principal donde se encuentra el hogar, centro de la vida doméstica y estancias secundarias que se destinan a almacenes y establos.
La agricultura era la principal actividad productiva de estos pobladores, complementada con la ganadería y para la que empleaban un variado instrumental agrícola de hierro muy semejante al utilizado hasta nuestros días, compuesto por rejas de arado, hoces y alcotanas, entre otros. La caza, sin embargo, fue un recurso económico poco significativo.
Respecto a los animales domésticos, las investigaciones indican que poseían rebaños de ovejas y cabras, que eran fundamentales para el aprovisionamiento de carne y leche.
La cultura íbera tuvo una importante radicación a lo largo del actual territorio de la Comunitat Valenciana con diversos asentamientos reconocidos. Algunos de ellos son ahora fruto de excavaciones como es el caso del de la Ciudad de Kelin en Caudete de las Fuentes.
El objetivo es difundir lo que significó la ciudad
Este yacimiento es el primero que llevó a cabo el Museu de Prehistòria de València en 1928. Tras varias campañas de excavaciones, las tareas se retomaron en 1990. Según Bonet, ahora el objetivo es difundir la riqueza arqueológica del mismo “mediante la consolidación de manzanas de casas, el análisis del sistema defensivo, la realización de un estudio sobre el patrimonio y la creación de un museo con visitas guiadas y talleres”. Un proyecto de investigación muy amplio en el que trabaja un equipo interdisciplinar de expertos.
¿Cómo sería? Las reconstrucciones virtuales del asentamiento
Dólmen de Lácara
Dólmen de Lácara
El Dólmen de Lácara es del tipo de corredor. Tiene una longitud de 19,90 metros, con un largo corredor, una gran cámara y el túmulo. La cámara tiene forma poligonal de 5,10 metros de diámetro y está formada por ocho grandes losas de más de 5 metros de altura sobre el nivel del suelo.
Sin duda, las medidas son impresionantes y lo hacen merecedor de una visita, porque además en sus alrededores se podrán encontrar varias sepulturas labradas en la roca granítica, del tamaño de una persona y de 0,5 metros de profundidad.
El dolmen de Lácara es un monumento megalítico tipo sepulcro de corredor, verdadera joya arquitectónica del Calcolítico (3000-4000 años antes de Cristo) en buen estado de conservación.
¿Como llegar?
Coordenadas geográficas: Latitud: 39º 2′ 59.28″ N Longitud: 6º 25′ 14.95″ W
Desde Mérida tomamos la A-66 en dirección Cáceres hasta Aljucén, donde nos desviamos por la Ex-214 en sentido La Nava de Santiago. Recorridos unos ocho kilómetros, en la parte izquierda de la calzada encontraremos un cartel indicador del dolmen. Podemos dejar nuestro vehículo en la explanada adyacente. Para llegar hasta el túmulo debemos traspasar la portilla metálica que se abre en la valla (no tomar la pista de tierra de la derecha) y una vez dentro de la finca, seguiremos durante unos 300 metros pegados a la mencionada valla, que dejaremos permanente a nuestra derecha. En 5 minutos alcanzaremos el dolmen de Lácara, visible por sus grandes bloques de piedra que se alzan por encima de una pequeña elevación del terreno.
Dólmen de Lácara, La Nava de Santiago (Badajoz). Foto Emilio
¿Donde se encuentra?
A unos 20 kilómetros al oeste de Mérida y cerca de la ribera de Lácara, afluente por la margen derecha del Guadiana, se encuentra el que posiblemente sea el monumento megalítico más espectacular de la región Extremeña, el dolmen de Lácara. El prehistoriador D. Martín Almagro, en 1959, describía así el paisaje donde este se encuentra:
“el monumento se encuentra enclavado en medio de un típico paisaje extremeño, con suaves ondulaciones cubiertas por una abundante vegetación arbórea de monte, formada principalmente por encinas y alcornoques.
El suelo se halla cubierto por un rico manto de césped, aprovechado intensamente por la ganadería. El subsuelo es principalmente una formación granítica, que aflora en muchos sitios. La forma que generalmente presentan las rocas graníticas es redondeada, debido a la erosión. Esta clase de roca ha sido el material empleado por los constructores del dolmen, hoy en estado grande de destrucción. Fue erigido en una suave colina que domina la formación de arrastres diluviales, que se conoce con el nombre de Prado de Lácara, varios arroyos, que han creado con sus arrastres una rica zona agrícola que siempre ha sido explotada por su abundancia de agua y apropiada formación del terreno”.
El Dolmen de Lácara se encuentra junto a la carretera de la Autovía de la Plata a La Nava de Santiago, a unos 25 kilómetros de Mérida. Fue declarado monumento nacional en 1931. Dentro de su categoría, es el mayor que existe en España (en la península solo hay uno más grande en la localidad portuguesa de Évora) y un emblema de una corriente cultural común a los pueblos de la vertiente atlántica desde Irlanda hasta la Península Ibérica.
El monumento, que tenía un uso religioso, se divide en tres partes: un atrio o vestíbulo, la antecámara y la cámara principal, que cuenta con cinco metros de diámetro y otros tantos de altura. El túmulo, monte de origen artificial que soporta el peso de las piedras, tiene un diámetro de 40 metros. Su construcción se remonta al cuarto milenio antes de Cristo.
El dolmen está formado por un largo corredor cubierto, de casi 20 m de longitud, que da acceso a la cámara mortuoria. Un pasillo adintelado conduce a una cámara mortuoria que originalmente debió de alcanzar los 5 metros de altura, y que estaba cubierta de un manto de tierra que ocultaba a la vista dicha cámara. En su interior se ha encontrado ajuar funerario formado por cuchillos, puntas de flecha, y placas de pizarra, resultado de las tareas de excavación más importantes que han tenido lugar en el dolmen (años 50 del siglo XX), por el prestigioso arqueólogo Martín Almagro Basch. Además de los restos de ajuar funerario, anteriormente descritos, Almagro encontró un fragmento de cerámica de un vaso campaniforme. El corredor y la cámara fueron repetidamente saqueadas, seguro desde época romana y en etapas posteriores.
La cúpula se cubrió con una gran losa, de la que, a priori, no quedan vestigios a primera vista. La estructura de cámara y corredor estaba cubierta con piedras y tierra, hasta formar un gran túmulo. El túmulo era reforzado por bloques de piedra que ejercieron el papel de contrafuertes para evitar que la estructura se viniese abajo, pues la presión de las piedras que forman la cámara mortuoria es enorme. Estas lajas formaban un círculo alrededor del perímetro del dolmen.
La estructura del Dolmen de Lácara es la típica de un sepulcro de corredor:
El dolmen ha sido utilizado durante muchos años como vivienda y resguardo para el ganado, y a pesar del aceptable estado de conservación, se encuentra así debido a las cargas de dinamita que se utilizaron para extraer los bloques de granito que forman la edificación. El hallazgo por Almagro Basch de tégulas (pequeñas tejas) y cerámica de origen romano y medieval atestigua el uso doméstico del monumento. Se consiguió barrenar el monumento, pero los restos de lajas esparcidos por los alrededores, demuestran que fuese quien fuese quien realizó tal desaguisado, no se llevó demasiados restos de la obra mortuoria. El mismo Almagro informa en su memoria de la excavación que algunas de las piedras de la cubierta del corredor y todas las de la cámara poligonal fueron intencionadamente desmontadas, barrenadas y destruidas.
Vista del Dólmen de Lácara en 360º
La excavación más importante en el monumento tuvo lugar a finales de los 50 del pasado siglo. En aquella intervención se localizó elementos de ajuar, cerámicas, cuentas de collar y más de cien puntas de flecha. Pero hoy aún se desconocen muchos datos sobre el dolmen. Con su compra por parte de la administración regional y su puesta a punto se podrá profundizar en su investigación al tiempo que se facilitará su explotación como recurso turístico.
Vista del corredor. Al fondo la cámara mortuoria
Y la cámara es un verdadero prodigio. De las grandes piedras que se elevaban hacia el cielo (la cúpula estaría a unos 5 metros) sólo queda una intacta, que da idea de la grandiosidad de la construcción. Las demás aparecen partidas. Pero en la base se puede apreciar la precisión con la que fueron colocadas.
Toda la estructura estaba cubierta con piedras y tierra, hasta formar un gran túmulo.
Para reforzar y sujetar el túmulo se colocaban grandes piedras en la base, a modo de contrafuertes, a lo largo de un anillo exterior. Estas piedras son visibles en el perímetro del dolmen de Lácara.
Los dólmenes eran construcciones sagradas, utilizadas para enterrar a los miembros de la comunidad. La construcción de un monumento de este tipo suponía un esfuerzo enorme y necesitaba de la colaboración de muchas personas.
Sólo visitándolo se puede comprobar la majestuosidad de esta verdadera obra de ingeniería.
Cámara mortuoria
Bloques de granito que formaban parte del dolmen
Una de las joyas del patrimonio monumental de Mérida luce nueva imagen. La Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura ultima los trabajos de adecuación del entorno del Dolmen de Lácara, una construcción megalítica única en el país que fue adquirida a finales de 2009 por la administración regional.
Cultura ha destinado a esta actuación cerca de 59.000 euros con cargo al proyecto Vía Plata II, dentro del programa Alba Plata de recuperación de esta milenaria línea de comunicación a su paso por Extremadura. La empresa cacereña Atrium CRBC ha llevado a cabo los trabajos, denominados ‘Excavación y consolidación de las estructuras del Dolmen de Lácara’.
La actuación ha consistido fundamentalmente en consolidar y limpiar el entorno del monumento, sin llegar a intervenir de forma directa en el dolmen. De ese modo, si antes se encontraba cubierto por vegetación y material de relleno, ahora luce en medio de un montículo pelado, como debió de mostrarse en sus primeros años de existencia y funcionamiento.
Vista lateral del dolmen. El túmulo cubría originalmente toda la estructura.
Junto a esto, se ha adecuado un camino desde el inicio de la finca donde se encuentra el monumento, para lo que se ha ocupado una franja de suelo que formó parte de la compra realizada por Cultura en 2009. Hasta entonces, los propietarios de los terrenos permitían el acceso para realizar visitas al dolmen, pero se encontraba en un espacio privado. Ahora se puede entrar con un vehículo y aparcar junto a la entrada, tras lo que se debe recorrer a pie el sendero que lleva a la construcción megalítica.
Esta actuación contribuirá a mejorar el conocimiento científico del dolmen y a difundir una joya de la arqueología emeritense, extremeña y española.
Foto Emilio
Un monumento único
http://www.360cities.net/image/dolmen-de-lacara-europe#16.00,16.80,70.0
Knap de Howar
Knap de Howar
Vista de las dos edificaciones.
Fachada de los edificios que componen la granja de Knap de Howar, ahora cerca del mar, no así cuando fueron construidos.
El Knap de Howar, en inglés Knap of Howar o Knap o’ Howar, es una granja neolítica en la isla de Papa Westray, del archipiélago de las islas Orcadas, en Escocia. Puede ser la casa de piedra más antigua conservada en el noroeste de Europa.1 La datación por radiocarbono muestra que fue ocupado desde 3700 a. C. a 2800 a. C., tiempo antes que construcciones similares del asentamiento de Skara Brae, en la Mainland, también de las Orcadas.2 En Escocia se encuentra el quinto edificio más antiguo del mundo.
Asentamiento
Mirando hacia el interior de la casa, a través de la baja puerta de entrada de la casa principal. La mochila da una idea de la escala.
La granja consta de dos edificios rectangulares redondeados adyacentes de paredes gruesas con puertas muy bajas frente al mar. La estructura grande y más antigua está unida por un paso bajo con el otro edificio, que ha sido interpretado como un taller o una segunda casa. Fueron construidos sobre un anterior vertedero, y fueron rodeados por material de desecho que los ha protegido. No hay ventanas, por lo que las estructuras fueron, supuestamente, iluminadas por el fuego, con un agujero en el techo para dejar salir el humo. A pesar de que ahora se sitúan cerca de la orilla y la casa principal se asoma sobre el mar, habrían permanecido inicialmente hacia el interior, siendo esto el efecto del cambio del nivel del mar.3 La orilla pone al descubierto piedra local que se divide en planchas delgadas, dando una fuente de material de construcción para los muros de piedra seca.4 2
Las paredes siguen en pie y poseen un alero a una altura de 1,6 metros, y el mobiliario es de piedra, permaneciendo casi intacto, dando una impresión viva de la vida en la casa. Chimeneas, muros divisorios, camas y estantes de almacenamiento están en perfecto estado, y no se encontraron agujeros para postes que indicasen una estructura del techo.4
La evidencia de los basureros muestra que los habitantes se dedicaban a la cría de ganado, ovejas y cerdos, cultivo de cebada y trigo, marisqueo, y a la pesca, de especies que han de ser capturadas usando barcos y caza.2
Los hallazgos de cerámica Unstan de finas manufactura y decoración enlaza a los habitantes con las tumbas de tipo cairn de cámara cercanas y a sitios más lejanos, incluyendo Balbridie y Eilean Domhnuill.2 El nombre «Howar» se cree que deriva de la palabra del nórdico antiguo haugr, cuyo significado es ‘montículos’ o ‘túmulos’, por tanto el significado sería ‘loma de los montículos’.5 3
El sitio está al cuidado de la institución Historic Scotland.1
Las dos estructuras en el Knap – fotografía de Douglas Hourston
El monumento más famoso de Papa Westray, al cuidado de la Escocia histórica (véase también las tumbas en el Holm de Papay, una pequeña isla cerca de Papa Westray). Estas dos casas oblongas de piedra construidas, preservadas por la arena soplada por el viento son las primeras viviendas de pie en el norte de Europa conocidas, que se remonta a alrededor de 3800 años antes de Cristo. Se considera que representan una granja neolítica. Fueron excavados en los años treinta y setenta.
Las paredes alcanzan un máximo de 1,6 metros y la más grande abarca una superficie de 10 metros por 5,0 metros y la más pequeña de 7,5 metros por 3 metros, con losas verticales que los dividen en habitaciones. De muchas maneras similares a Skara Brae en Orkney continental, el mobiliario y accesorios incluía chimeneas, pozos, armarios empotrados y bancos de piedra.
Ellos fueron ocupados por los agricultores neolíticos durante 500 años. De los restos escarpados, el modo de subsistencia era principalmente la cría pastoral de ganado, ovejas y cerdos. Hay algunas pruebas de cultivo de cereales y la recolección de pescado y conchas. Unstan vincula el sitio a cairns estancado en lugar de los asentamientos donde estaba utilizado el arte acanalado como Skara Brae.
La entrada a las casas es por pasajes bajos y estrechos que dan refugio del clima de las Orcadas. Las casas también están conectadas por un pasillo interno – ¡mira tus cabezas!
El asentamiento más antiguo conocido en el noroeste de Europa se encuentra en la costa oeste de Papa Westray en Orkney. Consiste en dos “casas” interconectadas que datan del Neolítico o “Nueva Edad de Piedra”. El Knap fue habitado durante el mismo período que el sitio famoso de Skara Brae en Orkney continental pero fue construido anterior. También es contemporáneo con un número de cairns de cámara – los mortuorios elaborados – incluyendo uno en Holm de Papay.
Una clave para entender el Knap de Howar es que los niveles del mar -y por lo tanto la costa- han cambiado dramáticamente en los últimos cinco a seis mil años. El Knap habría estado a cierta distancia del mar, tal vez parte de un asentamiento más grande. Papay (Papa Westray) todavía podría haber estado conectado con Westray, su vecino más grande de la isla en ese momento.
El nombre Knap de Howar significa el “montículo de montículos” y describe las dunas arenosas que cubrían los restos antes de su primera excavación por Guillermo Traill y Guillermo Kirkness en 1929. La acción combinada de las tormentas del viento y del invierno había revelado el stonework y el shell- (Desechos) que se habían utilizado para aislar la estructura. Encontraron dos bien construidos, ovalados e interconectados edificios de piedra o estructuras de la casa. Pensaron que los edificios databan de la edad del hierro. En ese momento la mayoría de las estructuras neolíticas fueron etiquetadas como “Casas de Pict”, aunque William Traill sabía que estas estructuras eran probablemente mucho más antiguas que el período Picto.
El Knap desde el este
Los restos fueron dejados hasta los años 70 cuando las excavaciones frescas fueron emprendidas y las ruinas consolidadas por el Ministerio de Obras (ahora Escocia histórica). Las excavaciones fueron supervisadas por Anna Ritchie. La datación por radiocarbono de los hallazgos de estas excavaciones mostró, notablemente, que el Knap de Howar se había vivido entre 3700 y 2800 AC. De hecho. ¡Era la estructura habitada más vieja conocida en el norte de Europa!
Construcción de los edificios
El Knap de Howar – entrada principal, aspecto interior
Knap de Howar en los años 50 – del libro de Maggie por M. Harcus
Usted puede ver de las fotografías que la piedra está hábilmente construida y similar a la que se emplea en la construcción de diques (muros de campo) y casas del siglo 18-XIX en Papay. La roca que subyace a la isla se divide naturalmente en banderas y bloques y requiere poco en el modo de vestirse.
Se encontraron agujeros posteriores que una vez albergaban los soportes del techo. Estos eran hasta 120 mm (más de 7 pulgadas) de ancho. Parece difícil creer hoy que tales postes sólidos podrían haber venido de una isla prácticamente sin árboles. Quizás el clima era un poco más favorable, o los postes venían como madera a la deriva. Incluso pueden haber sido comercializados a través del mar. No había restos de techo en los edificios, lo que sugiere que habían sido cubiertos con césped o paja.
Los edificios estaban rodeados de capas de basura que cubrían unos 500 metros cuadrados. Los restos sobrevivientes habían sido construidos en la capa más vieja de desechos (lo que sugiere una vivienda aún más antigua). El midden estaba hecho de basura doméstica descompuesta, incluyendo fishbones, conchas (principalmente lapas, pero también berberechos, winkles y navajas). Los peces eran pezones costeros, pez ballan y el carbonero joven, junto con el bacalao, el carbonero más grande y otras especies de aguas profundas que sólo podían ser capturadas por lo menos 2 millas en el mar.
Entrada principal desde el suroeste
El Knap no podría haber sido construido por cazadores-recolectores primitivos. Eran «los productos de una sociedad agrícola segura» según Anna Ritchie. ¿Cómo eran estos agricultores confiados? La evidencia de los cairns chambered demuestra que han sido similares a Orcadians modernos (habitantes de Orkney). Pero, en promedio, eran ligeramente más cortos y pocos vivían en la cincuentena. Probablemente eran descendientes de personas mesolíticas (edad media de la piedra) que siguieron las capas de hielo en retirada a través del noreste de Escocia, Caithness ya través del Pentland Firth.
Los humanos modernos pueden favorecer un clima de tipo mediterráneo, pero Orkney proporcionó las condiciones ideales para la civilización neolítica: “tierra apta para la agricultura mixta, materiales de construcción para asentamientos permanentes, recursos alimentarios naturales y un clima razonable” (Ritchie). Los habitantes del Knap cultivaban ganado y ovejas además de su pesca. La cerámica que se encuentra en el Knap de Howar se conoce como mercancía de Unstan – Unstan que es el sitio donde se encontró tal cerámica primero.
Cómo la vivienda en el Knap o ‘Howar habría mirado durante el período de su uso.
El Knap de Howar es un sitio neolítico en la isla de Papa Westray en Orkney, Escocia. El nombre es noruego viejo para el “montículo de montones” o el “carro grande”. El edificio conservado en el sitio se considera la casa de piedra más antigua en el norte de Europa y está fechado a 3700-3500 BCE. El sitio se compone de dos estructuras, comúnmente conocido como “la granja”, construido a través de la construcción de piedra seca con un pasadizo contiguo entre ellos. Sobre la base de excavaciones arqueológicas, se cree que estas estructuras fueron construidas en la parte superior de un sitio mucho más antiguo y formó el centro de un establecimiento agrícola.
El viejo nombre nórdico para la isla de Papa Westray era Papay Meiri, significando la “isla grande de los papares”. Los Papares eran monjes irlandeses o escoceses legendarios, referenciados en trabajos escandinavos, que habitaron las islas del norte de las Orcadas después de salir de Islandia. Como estas fuentes para los papares datan del siglo 12 CE, y el sitio es mucho más antiguo, es posible que estos Papares fueron originalmente sacerdotes paganos que fueron cristianizados más tarde en la leyenda. No es posible, sin embargo, que los monjes cristianos fueran los primeros constructores y residentes del Knap de Howar (aunque hay mucha evidencia sobre Papa Westray para la actividad cristiana posterior) y es casi seguro que los habitantes eran una familia Orcadiana Neolítica de agricultores. La evidencia arqueológica indica que la gente allí guardó el ganado y las ovejas y, quizás, los cerdos, cultivaron la tierra para producir la cebada y el trigo, y pescados para el alimento.
Los muros de piedra de la granja tienen una altura de cinco pies (1.6 metros) y, durante el tiempo de su ocupación, habrían sido independientes (hoy el edificio parece haber sido construido en la tierra). Uno de los edificios (Casa Uno) servía como vivienda para la familia mientras que el otro (Casa Dos), accedido a través del pasaje contiguo, era un taller y espacio de almacenamiento de algún tipo. Ambas estructuras tienen puertas en el frente frente al mar. Los cuartos de estar eran relativamente espaciosos a 35×18 pies (10×5 metros) y fueron separados por losas verticales de la piedra que particionaron el área viva delantera de una cocina o de un taller trasero. La evidencia en la forma de agujeros del poste sugiere que el techo habría sido formado probablemente del césped levantado algunos pies sobre las paredes – aunque quizás no demasiado arriba para contener calor. La casa fue calentada por un fuego en el hogar de la parte trasera (cocina). El hogar se conserva intacto como lo son las camas de piedra y los estantes de la casa. Se cree que las camas se habrían cubierto de brezo para formar colchones.
La Casa Dos, la más pequeña de las edificaciones, mide 25×12 pies (7×3 metros) con paredes más delgadas que están a la misma altura que la casa principal. Este edificio está dividido en tres áreas; Dos parecen haber sido para el almacenamiento y una tercera utilizada como un taller de trabajo. Se encontraron fragmentos de cerámica y herramientas de piedra y pedernal en el suelo. Había dos hogares y piedras de moler también se encuentran in situ. El paso que conectaba los dos edificios estaba, en algún momento, bloqueado por una piedra, aparentemente a propósito, y el taller abandonado. La casa principal continuó siendo ocupada mucho después de que el pasillo fue cerrado y la arqueóloga Anna Ritchie concluyó que el sitio estaba en uso constante por más de 900 años. Hoy en día el Knap de Howar se encuentra bastante cerca de la costa, pero en sus días de ocupación habría sido tierra adentro desde el mar en lo que probablemente fue una amplia pradera. Arqueólogos y geólogos han confirmado esta teoría basada en la evidencia en el sitio y los estudios geológicos de los patrones de erosión en la isla.
El sitio fue excavado primero en el verano de 1929 cuando el dueño de la tierra, Guillermo Traill, encontró las paredes de piedra resistentes en la tierra que había sido parcialmente descubierta por fuertes vendavales el invierno anterior. Con la ayuda de un amigo, William Kirkness, descubrió los dos edificios y eliminó escombros y artefactos. Los dos hombres datan los edificios a la edad de hierro pero las excavaciones en los años 70 por Ana Ritchie colocaron las estructuras en la edad neolítica temprana y, más lejos, demostraron que los edificios fueron habitados continuamente por más de 900 años. Aunque la mayor parte del material de interés había sido removido de los dos edificios, Ritchie encontró evidencia de fragmentos de cerámica de Unstan, indicando que los habitantes habían estado en contacto y comerciado con la gente de Orkney central y posiblemente aún más al sur. Según “Adventures in Archaeology”, “Desde que se encontró Unstan ware en el primer tipo de tumba en las Orcadas, se esperaría encontrar una similar cerca de la gente de Knap de Howar”, pero hasta el momento, no se ha detectado nada. Es posible que las tumbas que existieron hace mucho tiempo cayeran en el mar a través de la erosión de la tierra o que simplemente permanecen ocultas. Recientes excavaciones en el sitio del Ness de Brodgar, en la isla principal de Orkney, han demostrado concluyentemente que asentamientos enteros, de gran importancia, todavía pueden estar enterrados a la vista a la espera de ser revelados.
Kiviks Graven
Kiviks Graven
La Tumba del Rey cerca de Kivik (Kungagraven y Kivik, Kiviksgraven) en la parte sureste de la provincia sueca de Skåne es lo que queda de un doble enterramiento, inusualmente grandioso de la Edad de Bronce nórdica c. 1600 AC. [1]
El sitio está situado a unos 320 metros (1000 pies) de la costa de la costa oriental de Scania en el sur de Suecia. A pesar de los hechos que el sitio ha sido utilizado como una cantera, con sus piedras arrastradas para otros usos, y que fue restaurada descuidadamente una vez que se sabía que era un entierro antiguo, estos dos entierros son únicos.
Tanto en construcción como en tamaño -es un sitio circular de 75 metros (250 pies) de diámetro- esta tumba difiere de la mayoría de los entierros europeos de la Edad del Bronce. Lo más importante es que los cistas están adornados con petroglifos. Las imágenes talladas en las piedras representan a personas, animales (incluyendo pájaros y peces), barcos, lurs jugados, símbolos y un carro tirado por dos caballos y con ruedas de cuatro radios.
Pocos monumentos funerarios en Escandinavia han sido estudiados tan bien como Bredarör de Kivik, un cairn de la edad del bronce, situado al norte de Simrishamn sobre la costa sudeste de Skåne. Fecha a aproximadamente 1600 AC y quizás antes, las medidas del sitio 75 metros de diámetro. Es el montículo más grande de su tipo en Suecia. Sistemáticamente saqueado para materiales de construcción en siglos pasados, una cámara central de la piedra fue descubierta en 1748, que contiene una cista de piedra central, mide 3,8 metros largo por 1 metro de ancho, formado por losas de piedra vertical, el tamaño de un sepulcro de la humano. El contenido original de la cista se desconoce, se ha retirado antes de documentación primer de cairn, así destruyendo pruebas que habrían permitido la datación más precisa. Históricamente, la excavación del sitio ha sido mal grabada.
La entrada de la tumba
El sitio fue utilizado como cantera para materiales de construcción hasta 1748, cuando dos agricultores descubrieron una tumba de 3,25 metros (11 pies), con una orientación norte-sur, construida con diez placas de piedra. Lo cavaron, con la esperanza de encontrar un tesoro en la tumba.
Pronto se rumoreó que los dos hombres habían encontrado un gran tesoro en la tumba y las autoridades les habían arrestado. Sin embargo, los dos hombres negaron haber encontrado algo, y como ninguna evidencia pudo ser proporcionada contra ellos, ellos fueron puestos en libertad.
Los investigadores anteriores en el sitio asumieron que la tumba era la de un hombre de mediana edad, probablemente un cacique. Por lo tanto el montículo llegó a ser conocido como Kungagraven-tumba del rey. En la década de 1930, los trabajos arqueológicos en el sitio revelaron una segunda tumba; cerca de la piedra más grande ataúd, levantado las losas forman otra cámara funeraria, ahora se llama Prinskammaren – cámara del príncipe, debido a su tamaño más pequeño. Sin embargo, un análisis más reciente de restos humanos encontrados dentro de la cámara indica que varios adolescentes fueron internados dentro. Excavado por huaqueros y arqueólogos, la tumba había sido casi demolida.
Pasaron varios años antes de que se descubriera que los bloques de piedra de la tumba estaban adornados con petroglifos y había comenzado una larga serie de especulaciones. Sin embargo, la explotación continuó y algunas de las piedras desaparecieron.
El sitio fue excavado por el arqueólogo Gustaf Hallström (1880-1962) a partir de 1931. Entre 1931-1933, una excavación minuciosa fue emprendida y los restos de un establecimiento de la Edad de Piedra fueron encontrados debajo del cairn masivo, incluyendo muchos fragmentos del flintstone. Sólo se encontraron dientes, fragmentos de bronce y algunas piezas de hueso, que datan de la Edad de Bronce. [2]
El montículo contenía dos cistas, sin embargo. En el lado izquierdo del extremo meridional de la cist, había losas levantadas de la piedra de una cist de 1.2 metros (3.9 pies) de largo y de 0.65 metros (2.1 pies) de ancho. Fue nombrado Tumba del Rey debido a su tamaño, mucho antes de que se supiera que contenía dos entierros. Dado que el sitio ha estado sujeto a numerosos saqueos, no hay hallazgos confiables, pero se cree que las dos tumbas fueron construidas al mismo tiempo.
Después de la excavación, la tumba fue restaurada, pero nadie sabe si se parece a su estado original. Una comparación con otras tumbas contemporáneas sugiere que el sitio podría haber sido tres veces más alto que los 3,5 metros (11 pies) como restaurado. La restauración se basó en grabados del siglo XVIII y conjeturas. Una nueva cámara fue construida de hormigón y un túnel extendido en los cistes. Hoy en día, es posible que los visitantes del sitio para entrar en la tumba y ver las piedras grabadas.
Uno de diez losas de piedra muestra un carro de caballo con dos ruedas de cuatro radios
Una de las losas de piedra muestra personas (ocho en batas largas)
Las piedras de la tumba frente a la tumba de Kivik
Ariel View c. 2004
Dibujo de siglo 18 del sitio por F. G. Feldt Kivik
Botánico Karl Linné describieron el sepulcro en 1749 en su Skanskå Resa, p. 127. La tumba cista consiste en 10 losas de piedra, establecer juntos, cada uno más de 1 metro (casi cuatro pies) de alto por aproximadamente 1 metro ancho y 20-25 centímetros de espesor. Cuatro losas forman cada lado con uno en cada extremo. La tumba puntos norte y sur y una vez fue cubierta con tres grandes capstones. En 1750, los capstones cubriendo la cista se eliminaron por primera vez, revelando imágenes grabadas en la cara interior de 7 de las 8 losas de piedra formando sus paredes laterales. Ni corte ni pulido, las superficies internas que contienen las imágenes son relativamente suaves. Entre las imágenes se encuentran grupos de figuras humanas, incluyendo a músicos; caballos carro y conductor, así como armas de estilo edad de bronce tempranas. Las cifras recién descubierto atrajeron una atención considerable y varios dibujos de ellos se hicieron en la segunda mitad del siglo XVIII, incluyendo ésos por F. G. Feldt, Nils Wessman y C. G. G. Hifleling. Dos de estas piedras eran considerados perdidos en más de 70 años en el diecinueveavo siglo temprano, pero había sido recuperado a principios del siglo XX.
Mientras que ninguna interpretación definitiva de estas imágenes puede ser realizado, su afiliación cercana a otros petroglifos de la edad del bronce (sueco: hällristninger; Noruego: helleristningar) en la región ha sido bien documentada y por lo tanto los petroglifos de la tumba de Kivik deben considerarse en el contexto de la gran cantidad de sitios de arte rupestre encontrado en Scandinavia, que data de la edad tardía del bronce (1800-500 A.C.). Una muestra de una gran variedad de estos, ver en las rocas. El área que rodea la tumba es hogar de muchos monumentos de la edad del bronce. El campo sepulcro de Ängakåsen, con un “barco de piedra” miente unos 300 metros de distancia. Desde el campo grave, un camino prehistórico una vez conducido al mar. Otros sitios importantes en la región inmediata incluyen:
Skelhøj, en Jutlandia, Sagaholm en norteño Småland y Mjeltehaugem de Giske en Sunnmøre.
- Bredarör på Kivik;
- Skelhøj on Jutland;
- Sagaholm, Northern Småland.
En las losas de piedra hacia el interior de la tumba, son grupos de figuras humanas, a menudo interpretados como participantes en escenas de un drama ritual. Las imágenes de frente hacia adentro hacia la tumba, el individuo enterrado en el cairn es así el presunto foco de la elaborada ceremonia ilustrado en las losas. Las escenas se piensan para representar ritos mortuorios de edad de bronce, símbolos religiosos y ajuares. En las losas de piedra hacia el interior de la tumba, son grupos de figuras humanas, a menudo interpretados como participantes en escenas de un drama ritual. Las imágenes de frente hacia adentro hacia la tumba, el individuo enterrado en el cairn es así el presunto foco de la elaborada ceremonia ilustrado en las losas. Las escenas se piensan para representar ritos mortuorios de edad de bronce, símbolos religiosos y ajuares.
Representación del artista que aparecen en los libros de texto sueco por Arvid Fougstedt, 1936
After Harald Faith-Ell, 1942
READING THE RUINS
Cada losa tallada cada uno está enmarcada por una cenefa estilizada, cree que imitar texile ribete por algunos eruditos. El enmarcado de cuadros grabado en las losas se encuentran entre las más notables obras de arte de la edad del bronce. Algunas placas son difíciles de leer debido a un daño y desgaste. Además de esto, un número de imágenes es único en el rock escandinavo talla de tradición, que hace del rey Kivik grave uno de los más notables monumentos arqueológicos en Suecia.
Las cuatro figuras en la parte superior derecha claramente representan a músicos. Tres parecen soplar los cuernos bronce curvados grandes conocidos como Lur, encuentran en Scandinavia. La presencia de jugadores de Lur implica actividad religiosa. El propósito de las dos figuras en el objeto en forma de U en la parte superior izquierda son desconocido, pero pueden representar bateristas de algún tipo.
En el centro, por debajo de los músicos, 8 figuras curvas se reúnen alrededor de una cisterna o un altar. Pueden representar bailarines. Estas cifras drapeadas, que podría llevar batas con capucha, son a menudo identificadas como mujer y comparadas con frecuencia con las figuras aladas y picudas representan ‘dancing’ en otros petroglifos de la edad del bronce y en el tapiz de Oseberg. En este sentido, estas cifras ‘mujeres’ son evocadores de las pájaro-disfraces usados por disir Mitología, como Freyja y Frigg las doncellas cisne de Völundarkviða.
En la parte superior de la tapicería de Oseberg (834 D.C.), también encontramos una procesión de 8 figuras túnica, caminando detrás de un hombre llevando un símbolo, todo conducido por una figura con cuernos disfrazada. Acompañan un carro cubierto, tal vez con un ídolo:
Una escena similar aparece en una piedra Götland del cuadro de la época vikinga:
Procesión de encapuchadas figuras en la piedra del cuadro Bote Garde, Götland
En la fila inferior de la misma piedra en Kivik, 8 figuras masculinas gratuito, se reúnen en dos grupos de cuatro, cada uno antes de una estructura abierta no identificada, quizá un tambor o IVA sacrificial. Sean músicos, sacerdotes o guerreros. A la izquierda, un hombre armado parece llevar a 3 cautivos, sacrificios humanos tal vez. En la piedra adyacente, algunas de las mismas figuras se repiten:
En la parte superior, 4 figuras masculinas se reúnen. Tres parecen ser armado (véase abajo). En la parte inferior de la piedra, una línea de 8 figuras ‘femeninas’ seguir un ‘bailaor’. En el panel derecho superior, un hombre está parado en un carro, tirado por un par de caballos. En fuentes más últimas divinidades y regalías con frecuencia viajan en esos carros.
Las piedras restantes en Kivik se ilustran con edad de bronce común de símbolos en arte escandinavo antiguo
En el verano de 2014, usando técnicas forenses, arqueólogos Tommy Andersson y Andreas Toreld fueron capaces de recuperar estas imágenes de una de las piedras dañadas. Visite su sitio de documentación completa de su importante labor.
Hacha de la edad del bronce con que cabezas están representadas en dos de las piedras de Kivik junto spoked ‘ruedas del sol’
Bronze Age Axe
Bronze ‘Sun-Wheels’ found near Zürich, Switzerland.
Dibujos de figuras de la edad del bronce en Grevensvænge, Zelanda en 1779, fecha entre 600-800 AC. Hoy en día, se ha conservado sólo una parte de una de estas figuras (abajo, derecha).
Numerosas figuras similares se han encontrado en los petroglifos. Aquí una figura acrobática salta sobre un barco, en una pose similar a una sola figura que se encuentra en Grevensvænge, Zelanda, junto con las figuras con cuernos, hacha en mano (arriba, derecha)
Hayu Marca
Hayu Marca
Casi 1300 kilómetros al sureste de Lima, Perú, a orillas del Lago Titikaka, se encuentra un sitio que confunde a los visitantes de todo el mundo. Los chamanes visitan este lugar para realizar rituales y ofrecer oraciones a la pared de roca situado en la meseta, como lo hacen por generaciones.
El sitio es conocido como la “Puerta de Hayu marca”, o también como “La Puerta de los Dioses”. Es desconcertante verlo: una puerta gigante, excavada en roca sólida. Parece de fácil acceso, pero no esta en cualquier lugar.
El sitio se encuentra literalmente en medio de la nada, a más de 4.000 metros de altura, en donde en una enorme roca ha sido labrado un rectángulo gigante y, en la parte inferior, hay una hendidura que parece una especie de puerta. Los nativos peruanos lo llaman la “puerta de los dioses”. Pero ¿Por qué construir una puerta en la piedra que no llevan a ninguna parte?
La llamada “Stargate” fue descubierta por José Luis Delgado Mamani, una guía de montaña local que estaba explorando la zona. Mientras disfrutaba de la vista en la región de la montaña Hayu Marca ubicada en el sur de Perú, se encontró con una estructura gigante de roca con forma de puerta de 7 metros de alto por 7 metros de ancho, en la cual fue tallada otra misteriosa puerta, pero más pequeña en el centro. Según algunas leyendas, la ‘puerta’ más pequeña representa la “entrada de la almas mortales”, mientras que la ‘entrada’ más grande y más simétrica representa la entrada utilizada por deidades para acceder a nuestro reino.
La antigua leyenda peruana dice que una vez todas las Américas se unieron bajo un solo líder y bajo una tradición espiritual común. El nombre “América” se deriva de “Amaru-ca-ca” o “Población”, “Ameri-ca”, que significa “Tierra de la Serpiente”, denominada así después del suceso relacionado con un portador de cultura y tecnología conocida históricamente como Sasan Muru o Amaru (serpiente/sabiduría).
Sasan Muru provenía del antiguo continente de Mu. Tenía consigo muchos objetos tecnológicos, incluyendo el poderoso “disco sagrado de oro”. Según los nativos del Perú, el rey sacerdote, en la antigüedad habría asistido a muchas tribus primitivas, después de llegar tras la destrucción de Mu y la Atlantis. Gracias a su ayuda, las tribus fueron capaces de construir los impresionantes templos megalíticos que son todavía visibles en el territorio mesoamericano.
Según la leyenda, este primer rey sacerdote cruzó el portal gracias a un objeto especial que desencadena la apertura transformando la piedra en una puerta estelar. Cuenta la leyenda que en el momento en que los conquistadores españoles llegaron a Perú y saquearon el oro y las piedras preciosas de las tribus incas un sacerdote inca del templo de los Siete Rayos llamado Amaru Meru (Aramu Muru) huyó de su templo sagrado con un disco de oro conocida como “la llave de los dioses de los siete rayos”, y se ocultó en las montañas de Hayu Marca. De algún modo llegó hasta la puerta que había sido cuidada por los sacerdotes chamanes. Les mostró la llave de los dioses y realizó un ritual que concluyó con un acontecimiento mágico iniciado por el disco de oro que abrió la puerta, y de acuerdo con la leyenda una luz azul emanaba de un túnel interno. El sacerdote Amaru Meru entregó el disco de oro a los chamanes y luego pasó a través del portal “para no ser visto de nuevo”
Los arqueólogos que examinaron la puerta de los dioses, han descubierto una pequeña depresión circular en el centro. Hay quienes creen que, quizás, esta depresión fue donde se colocaba el disco de oro. Según Philip Coppens, autor y periodista de investigación, parece una historia de ciencia ficción. Dice que el dispositivo se hizo de oro y otras piedras preciosas. Quien estaba en posesión, podría llegar a la puerta y activarla, para así establecer contacto con los dioses, o invocarlos.
La mayoría tiende a pensar que esto es solo coincidencia o imaginación. Sin embargo parece que algo se oculta detrás de esta leyenda histórica: este disco de oro tenía un vínculo con alguna civilización extraterrestre y era un dispositivo con el que era posible viajar entre mundos diferentes. Esto tomaba a una persona físicamente, lo llevaba a otro lugar o dimensión y lo traía de regreso.
Puerta con el orificio en donde posiblemente se colocaba el disco de oro.
Según la leyenda local, estos sacerdotes reyes, conocidos como “hermanos del espacio”, parecían provenir de otros mundos. ¿Pueden haber llegado a la Tierra a través de la puerta de los dioses?
Pero, ¿En realidad el disco de oro era un dispositivo capaz de activar esta puerta? Según los teóricos de “antiguos astronautas”, la puerta de los dioses es el final de un túnel espacio-temporal, una especie de portal que se conecta a otra parte del universo o a otra dimensión.
El túnel gravitacional es una construcción teórica basada en relatividad general. El concepto es que realmente existe la posibilidad de que el espacio y el tiempo están conectados y que varias partes del espacio y el tiempo están conectadas por un pequeño canal. Si se crea esta estructura, obtendrías un atajo entre porciones del universo muy lejanos.
La leyenda ya mencionada concluye con la profecía que la puerta de los dioses se abrirá un día “muchas veces más grande de lo que es actualmente” y permitirá que los dioses regresen en sus naves solares.
Vista ampliada del orificio.
¿Podría ser esta leyenda real? La leyenda Inca señala también que héroes pasaban por la puerta para unirse o ver a sus dioses y de vez en cuando volvían con sus dioses para “inspeccionar todas las tierras del Reino”.
Quizás todas las leyendas tengan algo de verdad en ellos. De lo contrario, ¿Por qué ellos tallarían una puerta de alguna clase en el medio de la nada? ¿Una pequeña puerta en la roca sólida? ¿En qué estaban pensando en esos tiempos? ¿Y qué decir de la leyenda del disco de oro como el factor clave? ¿Ellos realmente tallaron un espacio en la puerta para la llave?
¿Podría algún tipo de seres extraterrestres haberles ayudado a construir esta puerta y darles una llave mágica que abre algún tipo de puerta o un portal? Tal vez nunca lo sabremos. Es difícil imaginar que no tenían algo en mente cuando estaban construyendo estas estructuras. Tubo que ser por algo más que “por el placer de hacerlo” o “rituales religiosos”.
La Puerta de los dioses de Hayu Marca sería una puerta estelar según archivo del FBI Este misterioso y enigmático monumento de piedra es una evidencia que sugiere las increíbles habilidades de nuestros antepasados que habitaron la región que hoy es Perú. Esta enorme ‘Stargate‘ o Puerta Estelar es uno de los monumentos más impresionantes de la región, pero la verdad detrás de esta maravilla podría ser mucho más grande que cualquiera de nosotros alguna vez pensó.
La “Puerta de los Dioses” en Hayu Marca se asemeja a la Puerta del Sol de Tiwanaku (Tiahuanaco) y otros cinco sitios arqueológicos en los alrededores. Misteriosamente si trazamos líneas rectas entre la Puerta de los Dioses en Hayu Marca, la Puerta del Sol de Tiwanaku y otros sitios arqueológicos, obtenemos un cruce extraño que se une en el centro de la meseta del Lago Titicaca, uno de los más sagrados lugares de la región, y en donde se originó el imperio Incaico, según las leyendas.
En Cuanto algo se sale de lo común, aparacen las implicaciones esotéricas.
Stoney Littleton Long Barrow
Stoney Littleton Long Barrow
Alternate name: Bath Tumulus and Wellow Tumulus
Coordinates: 51°18′48″N 2°22′54″W
Type: Chambered long barrow
Periods: Neolithic
El Stoney Littleton Long Barrow (también conocido como el Tumulus de Baño y el Tumulus Wellow) es una tumba neolítica con varias cámaras funerarias, situada cerca de la aldea de Wellow en el condado inglés de Somerset. Es un ejemplo de la tumba de Severn-Cotswold y fue programado como un monumento antiguo en 1882. Fue uno de los monumentos iniciales incluidos cuando la Ley de Protección de Monumentos Antiguos de 1882 se convirtió en ley.
La tumba larga con cámara fue construida alrededor de 3500 AC. Las excavaciones a principios del siglo XIX descubrieron huesos de varias personas. La estructura de piedra tiene una longitud aproximada de 30 metros (98 pies) y contiene una galería de 12,8 metros (42 pies) de largo con tres pares de cámaras laterales y una cámara final.
La entrada
La carretilla se encuentra aproximadamente a 1,5 kilómetros al sudoeste de la aldea de Wellow. Está sobre un canto de la piedra caliza que mira Wellow Brook aproximadamente 200 metros (660 pies) al norte y al oeste de la carretilla. Está rodeado por un área rectangular del césped accesada vía un montante y una senda peatonal desde un aparcamiento en la granja de Stoney Littleton.
Durante el neolítico, entre el 4000 y el 2500 a. C., se construyeron casuchas largas en cámara para la inhumación ritual de los muertos. [4] Stoney Littleton Long Barrow probablemente fue construido alrededor de 3500 aC [5]
La tumba fue abierta por primera vez alrededor de 1760 por un agricultor local para obtener piedra para la construcción de carreteras. [5] [6] El sitio fue excavado por John Skinner y Richard Hoare en 1816-17, que ganó la entrada a través del agujero que fue hecho previamente. La excavación reveló los huesos (algunos quemados) de varios individuos. [5] El montículo fue restaurado en 1858 por Thomas Joliffe. [2] Algunos de los artefactos de las excavaciones están en el museo y la galería de arte de la ciudad de Bristol.
The ammonite at the entrance to the barrow
The entrance
The chamber
Curved back
Estaba programado como un antiguo monumento en 1882. [7] desde 1884 la carretilla larga de Stoney Littleton ha estado en la atención del estado, [7] y ahora está gestionada por patrimonio inglés que han proporcionado un tablero de información en el sitio. [5] otros trabajos de conservación y una prospección geofísica se llevaron a cabo en 1999 y 2000 el fideicomiso arqueológico de Cotswold. [2]
Tiene unos 30 metros de largo y 15 metros de ancho en el extremo sureste y tiene casi 3 metros de altura. Internamente se compone de una galería de 12,8 metros (42 pies) de largo con tres pares de cámaras laterales y una cámara final. [4] El paso y la entrada se alinean aproximadamente con el amanecer del pleno invierno. [10] El techo está hecho de piedras superpuestas. [11] Hay una amonita fósil que adorna la puerta de la izquierda. [12] [13]
Inusualmente, la carretilla no está situada en terreno llano y “parece como si se deslice por el lado de una colina.” [3]
Long Barrows
Las casuchas largas con cámara constituyen una etapa importante en la evolución de la sociedad prehistórica en Gran Bretaña. De élites entre las primeras comunidades campesinas – élites cuyo estatus pudo haberles llevado a desarrollar ideas sobre ancestros y posteridad que requerían estructuras impresionantes y duraderas para su expresión.
Aunque generalmente se considera que eran tumbas, es posible que muchas tumbas largas fueran de hecho santuarios – lugares donde la presencia de los muertos ancestrales ayudó a los vivos a ponerse en contacto con sus dioses, así como una iglesia medieval contiene tumbas mientras que está destinada principalmente a los vivos Comunidad que la construyó. Algunas carretillas han proporcionado pruebas de que el uso continuó incluso después de que los entierros ya no se hicieron.
FIND OUT MORE ABOUT LONG BARROWS AND THEIR FUNCTIONS
La carreta en Stoney Littleton es considerada como uno de los mejores ejemplos accesibles del tipo “true entrance” de una larga colina, donde una entrada conduce por un vestíbulo a una galería o pasaje central con pares de cámaras laterales que irradian de ella.
Como suele suceder en las carretas largas, la entrada está en el centro del extremo más ancho (sureste): el portal de entrada tiene 1,1 metros de altura. Más allá del vestíbulo, la galería tiene aproximadamente 12,8 metros (42 pies) de largo, y varía entre 1,2 y 1,8 metros (4-6 pies) de altura. Tiene paredes de piedra seca con fachada de losas verticales, y el techo se compone de cauces superpuestos de piedra que convergen a un revestimiento final de losas pequeñas.
Hay tres conjuntos de cámaras pareadas, y una séptima cámara en el extremo lejano – el único ejemplo conocido de tal disposición. En algunas parcelas posteriores las cámaras se abren directamente desde los lados de la carretilla, con la entrada principal siendo un maniquí, como las puertas falsas en algunas tumbas egipcias.
El paseo fue recompensado sin embargo, por lo que se considera ser uno de los mejores neolíticos chambered tumbas largas en esta parte del país. Orientado de sureste a noroeste, se compone de un montículo en forma de cuña de más de 30 metros de largo, 15 metros en su punto más ancho y el aumento de casi 3 metros por encima del patio en forma de cuerno. Esta explanada suroriental presenta una impresión de amoníaco fosilizada en la jamba de la puerta izquierda, siendo esta piedra obviamente seleccionada por esta razón, y toda la entrada está coronada por un dintel enorme. Como en Belas Knap, hay mucho uso de muros de piedra seca.
Durante muchos años recientemente no fue posible entrar en la tumba, a pesar de haber sido restaurado por los victorianos que se considera inseguro. El trabajo para apuntalar las cámaras ahora asegura que el visitante pueda examinar el interior del montículo, aunque a veces en una pendiente, ya que las partes del paso de 16 metros son sólo un poco más de un metro de altura. A cada lado de este paso hay 3 cámaras con una cámara terminal que hace 7 en total. No se sabe cuántos cuerpos fueron enterrados dentro de la carretilla, primero fue abierto en 1760 y pillado en los años que siguieron, aunque fue excavado precipitadamente en 1816 y el número substancial de huesos, algunos que llevaban evidencia de la quema, fue recuperado. En su restauración más de 40 años más tarde una placa fue fijada en el muro de la explanada que lleva la siguiente inscripción (inexacta)
ESTA TUMULUS – DECLARADA POR JURISMOS COMPETENTES PARA SER EL MÁS PERFECTO ESPECÍFICO DE ANTIGÜEDAD CÉLTICA AÚN QUE EXISTE EN GRAN BRETAÑA – HABIENDO MUCHA LESIONADO POR LA LAPSE OF TIME – O LA CARELESSNESS DE ANTIGUOS PROPIETARIOS, FUE RESTAURADO EN 1858 POR MR TR JOLIFFE, EL SEÑOR DEL CIENTO; EL DISEÑO DE LA ESTRUCTURA ORIGINAL ESTÁ PRESERVADO, HASTA LO POSIBLE, CON EXACTITU
Kuélap
Kuélap
Kuélap o Cuélap es un importante sitio arqueológico preinca ubicado en los Andes nororientales del Perú, en la Provincia de Luya, fue construido por la cultura arqueológica Chachapoyas. Forma un conjunto arquitectónico de piedra de grandes dimensiones caracterizado por su condición monumental, con una gran plataforma artificial, orientada de sur a norte, asentada sobre la cresta de roca calcárea en la cima del Cerro Barreta (a 3000 msnm.). La plataforma se extiende a lo largo de casi 600 metros y tiene como perímetro una muralla que en algunos puntos alcanza 19 metros de altura. Se estima que su construcción debió iniciarse hacia el siglo XI, coincidiendo con el periodo de florecimiento de la cultura Chachapoyas, y su ocupación debió culminar hacia mitades del siglo XVI. Sus colosales murallas y su compleja arquitectura interior son evidencias de su función como un conjunto poblacional bien organizado, que incluye recintos de índole administrativa, religiosa, espacios ceremoniales y de residencia permanente.
Ubicación y acceso
El complejo arqueológico de Kuélap está ubicado en las coordenadas 6°25′9.29″S 77°55′22.85″O, en el departamento de Amazonas, provincia de Luya. Se accede desde la carretera del Leimebamba, dejando la carretera asfaltada a la altura de Nuevo Tingo, cercano a la ribera del Utcubamba, donde el camino prosigue por vía carrozable en ascenso, hasta llegar a una planicie en las proximidades del monumento, donde encontramos un sendero que nos lleva directamente a la Ciudadela. También es posible el acceso por un sendero empinado que parte del poblado de El Tingo, cercano a la ribera del Utcubamba, con un recorrido de 8.9 kilómetros y un desnivel de 1200 metros. A partir del mes de octubre del 2016 se podrá hacer uso de los teleféricos, actualmente en construcción, que a parte de transportar a los turistas desde el pueblo de Nuevo Tingo en tan solo 20 minutos, permitirá disfrutar del majestuoso paisaje en plena ceja de selva.
Descubrimiento
Este monumental exponente de la arquitectura de los chachapoyas permaneció virtualmente ignorado hasta 1843. La razón estriba en lo poco accesible de la zona boscosa y lluviosa en la que se encuentra. En el año referido, al realizar una diligencia en la zona, Juan Crisóstomo Nieto, juez de Chachapoyas, pudo admirar su grandeza guiado por lugareños que ya conocían el sitio arqueológico. Con posterioridad, Kuélap mereció la atención de algunos estudiosos y curiosos en materia de antigüedades. Entre ellos descuella el francés Louis Langlois, que lo analizó en la década de los años 1930, y Adolf Bandelier, que lo describió con anterioridad.
Fachada este de la fortaleza de Kuélap.
Descripción
Acceso principal
La entrada principal atestigua su uso para personajes de alto estatus, no solamente por su forma y detalles arquitectónicos, sino además, por la ubicación de numerosos bloques de piedra en su construcción que fueron ornamentados con diversos símbolos de tipo religioso que incluyen rostros y animales míticos, serpientes y símbolos de profundo contenido religioso. En este acceso se han mantenido los testimonios del proceso de crecimiento del sitio, incluyendo grandes capas de relleno que permitieron de manera sucesiva la extensión del acceso, tanto en altura como su crecimiento hacia el interior.
Mira una de las tres entradas estrechas a la fortaleza.
Templo Mayor
El Templo Mayor es uno de los centros sagrados de mayor importancia para el monumento. Este edificio en la forma de un cono truncado invertido, tiene 13.5 m. de diámetro en su parte superior, en la cual se han registrado numerosas evidencias de ofrendas diversas en rituales complejos que incluyó el colocar huesos humanos dentro del recipiente interior, que se convirtió así en un gran osario. En torno al edificio se han encontrado diversos entierros humanos y ofrendas que proceden desde la costa norte, como desde la sierra de Ayacucho en el sur y Cajamarca en la sierra norte.
Imagen del interior de la fortaleza
Plataforma circular
La Plataforma Circular, ubicada inmediatamente sobre la muralla sur del sitio, tuvo una función íntimamente vinculada con el Templo Mayor. En esta plataforma debió residir el personaje que tuvo bajo su responsabilidad el funcionamiento del templo. El final de la historia ocupacional de Cuélap, se relaciona con una masacre de grandes proporciones que ocurrió de manera exclusiva dentro de los límites de esta plataforma, que no incluyó mujeres, pero que fue realizada por un grupo local bien organizado, en el marco de un conflicto por el poder. Este hecho fue seguido de un gran incendio que marca los días finales de ocupación del sitio. este triste acontecimiento debió ocurrir alrededor de 1570 cuando se establece el sistema de reducciones de indios por el poder colonial español. En el centro de esta plataforma hubo un osario semejante al que se registró en la parte superior y central del Templo Mayor.
Pueblo Alto
El Pueblo Alto se ubica en la parte norte y oeste del sitio y tiene una muralla que lo delimita y separa del resto del asentamiento. Tiene tres sectores bien definidos, a los cuales se accede por dos accesos, uno que permite ingresar al sector norte y central y el otro que permite el acceso solamente al sector sur, de carácter básicamente residencial.
La Tumba Inca del Pueblo Alto Sur
Dentro de una estructura especial se descubrió una tumba Inca, de un personaje adolescente, con ofrendas de alta calidad, que incluye fina cerámica, objetos de madera muy destruidos y una nariguera de metal. Es posible que se trata de una ofrenda del tipo Capacocha, costumbre Inca en los centros de mayor importancia religiosa del imperio. -Sector Central del Pueblo Alto Este sector debió cumplir una función pública durante los últimos momentos de ocupación. Por esta razón, solamente cuanta con tres estructuras de formas cuadradas y rectangulares, de época Inca, que se superponen a estructurales circulares más antiguas. En el extremo sur de este sector, se ubica una estructura cuadrangular muy destruida, que contenía numerosos entierros humanos primarios y secundarios. Este edificio debió tener un techo a dos o cuatro aguas. Debajo de ella hay evidencias de edificios más antiguos.
Callanca
Vista de Kuelap.
Este es un edificio de época Inca. Es el más grande del sitio, es de forma rectangular y ha sido propuesta su función como Callanca, un edificio que servía durante la época Inca, para propósitos ceremoniales bajo techo, pero también como hospedaje para viajeros o invitados.
El Torreón
Edificio sólido de tipo ceremonial ubicado en el extremo norte del sitio, forma parte del sector norte del Pueblo Alto y colinda con un abismo inaccesible hacia el lado oeste. En la parte superior se encontraron centenares de piedras de naturaleza caliza que fueron redondeadas para ser utilizadas como proyectiles para honda, los que debieron ser utilizados para propósitos ceremoniales, ya que para propósitos defensivos no cumplía un papel significativo. si se utilizó hondas, el espacio superior solo debió permitir la presencia de muy pocas personas, tal vez una sola que las arrojaba hacia el oeste, ya que hacia el este, los techos de las casas vecinas impedía la visibilidad.
Antigüedad y abastecimiento
Es evidente que Kuélap es un monumento anterior al Imperio inca. Considerando su carácter monumental, es indudable que debió desempeñar un papel protagónico en el pasado de la cultura chachapoyas. En efecto, la arquitectura de Kuélap es, en términos generales, la misma que se halla dispersa en el área cultural de los chachapoyas. Lo que no se ha podido precisar hasta ahora es en qué momento del largo proceso de desarrollo de la cultura chachapoyas, cuyos inicios podrían remontarse al siglo VIII, fue levantado el monumento de Kuélap. Asimismo, se desconoce el tiempo que perduró su florecimiento y cuándo y por qué fue abandonado.
Hay otros aspectos que no han podido ser dilucidados, como el transporte de los bloques de piedra hasta lo alto de la montaña y la habilidad de los arquitectos involucrados en la construcción, que supieron dotarla de un sofisticado sistema de drenaje del agua de las lluvias. En la actualidad, por estar obstruidos sus conductos, el monumento se ha ido “hinchando”. Al dilatarse la gran plataforma, las piedras de las murallas que la revisten van desprendiéndose. Tampoco ha quedado aclarado cómo se llevaba a cabo el suministro de agua para sus moradores; tal vez algunos de los recintos carentes de acceso hayan servido como reserva. Los demás recintos, en su gran mayoría, debieron ser almacenes de alimentos a la manera de los tambos incaicos, en los que se solía edificar un conglomerado de graneros.
Función
En cuanto a la función para la que se construyó Kuélap, también se carece de una respuesta satisfactoria. Popularmente, el monumento es calificado de “fortaleza”, por su ubicación y por la solidez y altura de sus muros. Adolf Bandelier, y especialmente Louis Langlois, trataron de demostrar que Kuélap, más que fortaleza, habría podido ser un lugar fortificado destinado a servir de refugio a la población en casos de emergencia. Le atribuyeron, probablemente por analogía, el mismo papel que desempeñaron los burgos en la Europa medieval.
Los altos muros que enchapan la plataforma y la estrechez del acceso a la ciudadela en su tramo final sugieren, en efecto, que el monumento de Kuélap pudo construirse con miras a servir como reducto defensivo, o que por lo menos debió ser un sitio protegido de los intrusos. Pero esta posibilidad no necesariamente anula otras interpretaciones, acaso de mayor trascendencia.
Así, teniendo en cuenta la función desempeñada por la arquitectura monumental en el pasado arqueológico peruano en general, la cual estuvo relacionada con las necesidades socioeconómicas motivadas por el medio, puede concluirse que Kuélap pudo básicamente ser un santuario precolombino en el que residía una poderosa aristocracia cuya misión primaria era administrar la producción de los alimentos, recurriendo para ello al mando y a prácticas mágicas, a fin de contar con la colaboración de los poderes sobrenaturales que gobernaban los fenómenos atmosféricos, que, de no ser bien honrados, podían hacer llover en exceso o azotar a los hombres con sequías que pudieran hacer peligrar su existencia.
Una gigantesca muralla, que alcanza los 30 metros de altura por 580 de largo nos da la bienvenida. Es la gran barrera pétrea que protege a Kúelap
Una gigantesca muralla, que alcanza los 30 metros de altura por 580 de largo nos da la bienvenida. Es la gran barrera pétrea que protege a Kúelap, la fortaleza de los chachapoyas, los «guerreros venidos de las nubes». Para entender el carácter inexpugnable de esta ciudadela, basta decir que está ubicada sobre la cima de una gran montaña, a 3.000 metros sobre el nivel del mar, y rodeada de precipicios por tres de sus cuatro lados. Para su construcción se utilizaron únicamente enormes bloques de piedra caliza unidos con argamasa.
La otra gran baza defensiva de la fortaleza reside en sus accesos: sólo hay tres puertas, en forma de estrechos callejones (también amurallados) y con una pendiente muy pronunciada. Los tres metros de ancho de la boca de entrada se van reduciendo paulatinamente hasta llegar a unos angostos 70 cm, lo que impedía el acceso a más de una persona a la vez. El mismo concepto defensivo usado, siglos atrás, por 300 espartanos en el paso de las Termópilas.
El legado histórico de Kuélap es fascinante, siendo uno de los pocos restos arqueológicos de Perú que se mantienen bien conservados. Podríamos decir que Kuélap ha tenido suerte: la dificultad de su ubicación y el gran desconocimiento general sobre la cultura de sus constructores han colaborado a preservarlo casi intacto del poder destructivo de la mano del hombre y del turismo masivo. Dentro de la ciudadela, todavía se pueden apreciar 420 casas de las más de 700 que se supone llegó a tener en su máximo apogeo, con sus tres mil habitantes. La zona residencial está conformada básicamente por dos gigantescas plataformas superpuestas, donde se edificaron las viviendas y los espacios ceremoniales. La plataforma superior, de menor superficie que la inferior, es donde se localizan 80 construcciones de mayor tamaño y refinamiento, lo que hace suponer que ésta era la zona aristocrática de Kuélap, los que gozaban de mejores vistas. Entre esas construcciones destaca «El Torreón», situado en la zona norte, con siete metros de altura; erigido sobre una terraza amurallada que ofrece una maravillosa vista panorámica del lugar. «El Tintero» está ubicado en el lado sur de la plataforma inferior, con forma cónica invertida truncada, un diámetro de 15 metros y casi seis de altura. Algunos le han atribuido funciones de observatorio astronómico o de centro ceremonial.
Todas las viviendas en Kuélap son circulares, un sello de identidad de los chachapoyas que los diferencian del concepto constructivo rectangular común en todas las demás culturas andinas. Medían entre cuatro y doce metros de diámetro y sus paredes alcanzaban los cuatro de alto, sin ventanas, para una mayor protección del frío. Los muros estaban decorados con serpientes, aves y figuras geométricas en forma de rombo y zigzag. Estudios recientes nos llevan hasta unas conclusiones sorprendentes y abrumadoras: para la construcción de Kuélap se utilizaron 25 millones de metros cúbicos de material, lo que viene a ser tres veces el volumen usado para levantar la Gran Pirámide de Egipto. Todo indica que su construcción data del año 800 d.C. y aquí vivieron y desarrollaron su cultura los chachapoyas hasta que, en 1470, después de un cruento asedio y duras batallas, fueron conquistados por los íncas.
Las momias de Leymebamba
Durante cinco siglos permanecieron ocultas en la Laguna de los Cóndores, en pleno bosque lluvioso. En noviembre de 1996, un grupo de agricultores encontró, en una de las laderas de la laguna, un conjunto de chullpas (tumbas) chachapoyas, saqueándolas indiscriminadamente y llevándose todo lo que consideraron de valor. Un año más tarde, las autoridades tomaron cartas en el asunto y rescataron 219 momias y varios quipus, un extraño sistema de cuerdas y nudos con los que los chachapoyas anotaban sucesos importantes y llevaban su contabilidad.
En el año 2000, estas momias fueron trasladadas al Museo de Leymebamba, que había sido recientemente inaugurado. Realmente, no es un museo espectacular, hasta que se llega a la sala de las momias… y se enciende la luz: ante nosotros aparecen decenas de cuerpos, algunos envueltos en sus sacos funerarios; otros, los que fueron saqueados, están desnudos, mostrando a la perfección sus rasgos físicos, algo realmente sorprendente, ya que las condiciones climáticas de esta región no son las más idóneas para conservar material orgánico durante cinco siglos. Los cuerpos están reducidos a la mínima expresión, con las extremidades atadas y en una posición similar a la fetal, con los brazos y manos recogidos sobre cuello y cara y un estremecedor rictus de dolor, como si se protegieran de algo que los amenazara.
Guachimontones
Guachimontones
Las pirámides circulares únicas
Guachimontones (o Huachimontones) es el nombre de un antiguo asentamiento prehispánico ubicado en la ciudad y municipio de Teuchitlán, aproximadamente a una hora al oeste de la ciudad de Guadalajara en el estado de Jalisco. Este asentamiento representa el sitio principal de la Tradición Teuchitlán,1 cuya área nuclear se localizó en los alrededores del volcán de Tequila durante el 300 a. C. hasta 350/400 d.C.2
Su principal centro ceremonial incluye varias construcciones con un estilo arquitectónico peculiar, entre ellas varias estructuras cónicas escalonados (una de ellas con restos de un palo de volador) rodeadas de patios circulares, dos juegos de pelota, un anfiteatro y algunas terrazas y edificios menores. Dadas sus grandes dimensiones, actualmente el sitio continúa en fase de exploración y requiere de una investigación de largo alcance.
Los Guachimontones son un conjunto único de ruinas antiguas, no lejos de Etzatlán. Visto anteriormente es la pirámide circular del Conjunto 2, el segundo más grande – y mejor conservada – del Guachimontones ‘varias pirámides. Las ruinas se encuentran en una meseta con vistas a la pequeña ciudad de Teuchitlán en la autopista 4, a unos 20 minutos en coche al este de Etzatlán. De hecho, alguien que viaja a Etzatlán desde el lago Chapala o Guadalajara tendrá que pasar justo por la ciudad en el camino. Teuchitlán está aproximadamente 1,5 horas al oeste de Ajijic del lago Chapala, y cerca de 1 hora al oeste de Guadalajara. Para localizar la ciudad y ruinas en un mapa de Google, haga clic aquí.
Vista aérea del complejo Conjunto 2. Esta foto aparece en el gran letrero a la entrada de las ruinas. Ayuda a dar una idea de cómo las pirámides circulares y sus círculos alrededor de la plataforma se establecen. El aspecto circular es lo que hace que los Guachimontones sean únicos en México, y tal vez en el mundo. Fueron descubiertos en 1970 por el arqueólogo Phil Weigand y su esposa Arcelia historiador García. Weigand murió hace sólo unos meses. La gente antigua que creó el sitio es parte de lo que se llama la cultura Teuchitlán, el nombre de la ciudad cercana. El sitio ceremonial de Guachimontones floreció tan pronto como el año 200 DC, y fue abandonado de repente alrededor del 900 dC. La cultura de Teuchitlán está relacionada con la cultura de la gente de la Tumba de Eje, vista en la Parte 5 de esta serie. Cerca de 200 sitios con un plan similar a éste fueron construidos en el occidente de México en muchas de las mismas áreas que se encontraron las Tumbas de Eje. Sin embargo, la construcción de Tumbas de Eje se detuvo aproximadamente el año 600 DC, tres siglos antes de que la tradición Teuchitlán desapareciera. Debido al saqueo en las Tumbas de Eje y a la destrucción en los sitios de cultura de Teuchitlán como los Guachimontones (partes de los cuales fueron utilizados para materiales de construcción locales) la conexión entre los dos no se entiende completamente.
Mapa del sitio de los Guachimontanes. Este mapa da una idea de todo el sitio, al menos esa parte que se ha excavado hasta la fecha. El área mostrada arriba cubre aproximadamente 19 hectáreas (47 acres). El sitio total debe ser mucho más grande, ya que en su apogeo la población antigua pudo haber llegado a 40.000 personas. Conjunto 2 es la pirámide centro de los 3 más grandes complejos circulares visto anteriormente en una línea diagonal desde la parte superior áspera derecho a la parte inferior izquierda. Conjunto 1, la pirámide más grande, no ha sido totalmente excavada. Entre Conjunto 1 y 2 hay una larga ranura estrecha que era la mayor de dos juegos de pelota. Con vistas al extremo norte de la corte de la bola es Conjunto 4, que consiste en un altar rodeado de 6 plataformas. Conjunto 3, abajo a la izquierda, es el más pequeño de los 3 complejos de pirámides centrales. El mapa también muestra varias otras ruinas periféricas que están parcialmente excavadas.
Lo que los Guachimontones puede haber parecido cuando era habitada. Visto anteriormente en el primer plano es el Conjunto 2. Detrás de ella es conjunto 1. Las pirámides tienen escaleras que conducen a sus cimas en 4 lados, correspondientes a las 4 direcciones cardinales. Establece en el nivel superior de conjunto 2 es un poste, el agujero para el cual fue descubierto por los arqueólogos. Algunas de las otras pirámides tenían agujeros similares. Los arqueólogos especulan que los postes fueron utilizados por los voladores (volantes). Las esculturas de arcilla de Tumbas de Eje parecen representar esta práctica, que implicaba sacerdotes que colgaban con cuerdas y giraban alrededor de los palos. La ceremonia puede haber sido parte de las devociones a Ehécatl, dios del viento. Se cree que las formas circulares de las pirámides están relacionadas con el hecho de que el viento sopla desde todas las direcciones. Ehécatl se asocia con Quetzalcóatl, el dios creador adorado en toda Mesoamérica. Las estructuras en la parte superior de las plataformas rectangulares que rodean las pirámides estaban hechas de materiales perecederos y por lo tanto no sobrevivieron hasta el presente. Sin embargo, los creadores de este modelo usaron las esculturas de las excavaciones de las casas y los edificios como guía para lo que estas estructuras habrían parecido. (Foto cortesía de Wikipedia)
La tierra inmediatamente alrededor de las ruinas se ha cultivado durante siglos. El arado ha desenterrado artefactos, pero también ha destruido algunos aspectos del sitio. Se cree que el área dentro de las ruinas estaba restringida a la nobleza y al sacerdocio, excepto en ocasiones religiosas especiales. La mayor parte de la gente antigua vivía en la parte inferior de la colina, en y alrededor de la moderna Teuchitlán. Comercio de la sal traída de los pisos alrededor de Sayula hacia el sur era una actividad económica importante en la antigüedad. Otra fue la producción de obsidiana. Hay más de 1.000 antiguas minas de obsidiana en la zona, y las personas que utilizan el vidrio volcánico para producir cuchillos, puntas de lanza, espejos, joyas y macahuitls, o espadas de hoja plana. Supuestamente, los macahuitls podrían cortar una pierna o un brazo con un solo golpe.
Agave azul que crece cerca de las ruinas. Agave azul es una de las muchas especies de maguey. El antiguo pueblo de agave cultivadas, al igual que sus contrapartes modernas hacen. Lo utilizaron para la producción de una bebida ligeramente alcohólica llamada pulque, así como para la fibra para hacer ropa, cestas y sandalias. Hoy en día, el Agave Azul se utiliza casi exclusivamente para producir las muchas variedades de fino tequila de Jalisco, el nombre de la ciudad cercana de Tequila. Los pueblos antiguos también operó un sistema de riego extenso incluyendo canales, presas, compuertas, y chinampas, o jardines flotantes. Las chinampas fueron similares a los utilizados después por los aztecas, cerca de su capital Mayor de Tenochtitlan (la actual Ciudad de México). Este sistema de riego es considerado uno de los más sofisticados en Mesoamérica y sin duda habría sido necesario alimentar a la población estimada de 40.000.
Conjunto 2: La Pirámide Central
La pirámide del Conjunto 2 imita el Volcán de Tequila cubierto de nubes visto detrás. Esta pirámide se construye con 13 escalones hasta una plataforma que contiene 4 pasos adicionales. La estructura total es de 18 metros (60 pies) de altura. No era raro que los antiguos construyeran pirámides para que siguieran las líneas de las montañas adyacentes. La Pirámide de la Luna en Teotihuacan está diseñada de la misma manera.
Rodeando la pirámide Conjunto 2 son 10 plataformas rectangulares. Muchas de las plataformas, como la que se ve en el fondo, tienen pasos que conducen a sus tops. Las plataformas están construidas con 2 a 4 niveles. Originalmente el nivel superior de las plataformas contenía edificios hechos de madera con techos de paja. Estos edificios pueden haber estado conectados a familias de élite o grupos de linaje particulares. La separación de las plataformas de la pirámide es una amplia pasarela, o patio, alrededor de 360 metros (1181 pies) de circunferencia. Los arqueólogos especulan que un gran número de personas se reunieron en estas plataformas y en los patios para presenciar las ceremonias “volador”.
Otro punto de vista de las plataformas Conjunto 2.
El Juego de Pelota y Plataforma de Sacrificio
La Corte de Pelota es una de las más grandes de Mesoamérica. El extremo lejano está a 111 metros de distancia, y está limitado por los árboles que se ven en el fondo lejano. Este juego de pelota es superada en tamaño sólo por el Gran Juego de Pelota de los mayas en Chichén Iza en Yucatán. Además de entretener a la población, los juegos de pelota se utilizaron para resolver importantes cuestiones políticas y económicas. Algunos de los otros campos de pelota en Mesoamerica tienen anillos colocados en sus lados, con los puntos anotados pasando el balón a través de ellos. No existen tales anillos en esta corte, así que las reglas deben haber sido algo diferentes.
La Plataforma de los Sacrificios. Los restos de ocho sacrificios humanos fueron encontrados enterrados en esta plataforma en el extremo sur de la corte. Los arqueólogos especulan que estos sacrificios se hicieron en conjunto con el juego. Según algunas teorías, fue el capitán del equipo ganador quien fue sacrificado. Esto fue considerado un gran honor y una celebración de su logro.
Conjunto 1: La Pirámide Enterrada
Conjunto 1 contiene la mayor de las pirámides en el sitio. La foto de arriba muestra cómo estaba de Guachimontones debe haber mirado a Phil Weigand y su esposa cuando llegaron por primera vez. Lo que encontraron parecía poco más que montones redondeados de piedra, cubiertos de árboles. Estas colinas le dieron al sitio su nombre. Guachi árboles crecen en los montones (pilas) de piedra.
Una pared áspera en el camino a la cima. A diferencia de la piedra cuidadosamente equipado de la pirámide Conjunto 2, la estructura aquí es todavía muy en la condición en la que se encontró. Los materiales de construcción usados en la pirámide eran piedra, cal y arcilla. La parte superior se puede ver en el fondo, todavía una cierta distancia para arriba.
Vista desde la parte superior del Conjunto 1. A través de los árboles Guachi, la pirámide del Conjunto 2 se puede ver, junto con uno de sus plataformas circundantes. Teuchitlán es visible en la distancia. Cuando la pirámide Conjunto 1 estaba en buenas condiciones, sin árboles u otros obstáculos para bloquear la vista, el efecto visual debe haber sido de gran alcance. Enterrado debajo de la parte superior de la pirámide Conjunto 1, los arqueólogos encontraron la tumba de un antepasado importante, quizás uno de los fundadores. El complejo conjunto 1 es la parte más antigua de los Guachimontones.
Otros Conjuntos
Conjunto 5, en el extremo norte del sitio, sigue siendo en su mayoría sin excavar.
Escalera al cielo. Un amplio conjunto de escaleras conduce hasta el Conjunto 4. Llegan a una amplia plataforma plana con vistas a la Corte de Pelota, las pirámides, y un buen poco de la campiña circundante.
Plataforma del Conjunto 4. En el centro de la plataforma hay un altar bajo, cuadrado y de piedra. En el fondo, las altas montañas se elevan, y en la extrema izquierda se puede vislumbrar el lago azul.
Conjunto 3 es el más pequeño de los tres complejos centrales. Hay sólo 4 niveles y la estructura es probablemente no más de 2 metros (6,5 pies) de altura. Sin embargo, se encontró un hoyo en el nivel superior, sin duda para el poste de volador. Varias plataformas rodean esta pirámide, pero la mayoría son pequeñas y no están en buenas condiciones. Conjunto 2 se puede ver en el fondo a través de los árboles.
Grave Creek Mound
Grave Creek Mound
U.S. National Register of Historic Places
U.S. National Historic Landmark
Grave Creek Mound in 2006
Location: Tomlinson and 9th Streets, Moundsville, West Virginia
Coordinates: 39°55′00.86″N 80°44′40.49″W
Con 19 m de alto y 240 m de diámetro, el Grave Creek Mound, en el valle del río Ohio, en Virginia Occidental, es uno de los montículos funerarios cónicos más grandes de los Estados Unidos. Los constructores del sitio, miembros de la cultura Adena, movieron más de 60.000 toneladas de tierra para crearla alrededor de 250-150 a.C. El montículo de tierra se encuentra en el actual Moundsville cerca de las orillas del río Ohio.
La primera excavación registrada del montículo ocurrió en 1838, y fue conducida por aficionados locales. El montículo superviviente más grande entre los construidos por el Adena, se ha designado un punto de referencia histórico nacional.
En 1978 el estado abrió el Museo Delf Norona en el sitio. Muestra numerosos artefactos e interpreta la antigua cultura de Adena. En 2010, bajo un acuerdo con el estado, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos dio casi 450.000 artefactos al museo para su archivo. Estos fueron recuperados en excavaciones arqueológicas en el sitio de la cerradura de Marmet, y representan 10.000 años de la vivienda indígena.
Descripción
Grave Creek Mound es el tipo cónico más grande de cualquiera de las estructuras constructoras de montículos. La construcción del montículo tuvo lugar en etapas sucesivas desde aproximadamente 250-150 a.C., como se indica por los entierros múltiples a diferentes niveles dentro de las estructuras. En 1838, los ingenieros de carretera midieron su altura a 69 pies (21 m) y su base como 295 pies (90 m). Originalmente un foso de aproximadamente 40 pies (12 m) de ancho y cinco pies (1,5 m) de profundidad, con una calzada a través de ella, rodeó el montículo. Dentro del montículo, los investigadores arqueológicos han descubierto Adena Hopewell restos y adornos, junto con una pequeña tableta de piedra arenisca, la Piedra Grave Creek, los eruditos modernos creen que se trata de una falsificación.
Historia
La Grave Creek Mound se cree que fué primero visto por un americano europeo en 1770, cuando Joseph Tomlinson y su hermano construyeron una cabaña de madera. El montículo de Grave Creek fue creado durante el periodo de tiempo de Woodland (período tardío de Adena alrededor de 1000 a.C. a aproximadamente 1 d.C.). Las personas que vivieron en Virginia Occidental durante este tiempo están entre los grupos clasificados como Constructores de Montes. Este túmulo o túmulo particular se construyó en etapas sucesivas durante un período de cien años. En el sepulcro Creek Flats. José descubrió el montículo accidentalmente mientras cazaba. Dos años más tarde, construyó una cabaña de 300 pies (91 m) desde el montículo para su familia. [4] Esto era 33 años antes de Merriwether Lewis escribió sobre el montículo en su diario; él vio en 1803 en su manera de conocer a William Clark en Louisville, Kentucky en su expedición para explorar la compra de Luisiana. [5] [6] Alrededor de 1830, el descendiente de Tomlinson, Jesse Tomlinson, y su socio Thomas Briggs hicieron túneles a través del montículo y encontraron dos cuartos. Uno era una cámara funeraria en el centro del montículo y otra habitación estaba cerca. Los túneles que hicieron destruyeron evidencia valiosa que podría haber sido utilizada por los investigadores para comparar con datos de otros montículos. Las habitaciones contenían esqueletos adornados con joyas. Algunas de las joyas encontradas fueron 1700 cuentas de marfil (clarificación necesaria), 500 conchas marinas y cinco brazaletes de cobre. Una vez que el montículo fue completamente excavado, Tomlinson abrió un museo dentro del montículo y cobró una cuota de admisión para los visitantes. En 1843, Henry Rowe Schoolcraft, un etnólogo temprano de nativos americanos, mapeó el área.
En 1908 el montículo fue salvado de la demolición para el desarrollo por las mujeres locales del capítulo que rueda de las hijas de la revolución americana, que levantó los fondos para adquirir una opción en la característica. En 1909 el estado de Virginia Occidental compró el sitio para la preservación. [7] Fue declarado un monumento histórico nacional en 1964. [2] [8] [9]
La investigación arqueológica adicional condujo al descubrimiento que la apariencia del montículo es absolutamente diferente debajo de la superficie comparada a la tierra alrededor de ella. A pesar de que es la misma suciedad utilizada, los restos de cadáveres de fuego cambió el color de una suciedad a azul.
Delf Norona Museum
El Museo Delf Norona muestra muchos artefactos encontrados en el sitio. Es propiedad y es operado por la División de Cultura e Historia de Virginia Occidental. Inaugurado en 1978, las exposiciones del museo interpretan la cultura del pueblo Adena y las teorías sobre la construcción del montículo.
En el siglo XXI, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EE. UU. Transfirió casi 450,000 artefactos al Museo Delf Norona para su conservación y archivo. Fueron recuperados durante los años 90 en una excavación arqueológica extensa para el sitio de reemplazo de la cerradura de Marmet en el río de Kanawha. Los artefactos, que representan 10.000 años de habitación, variando las culturas en un sitio en el Valle de Kanawha, incluyen cuchillos de proyectiles de piedra, un tazón de cocina de arenisca de 3.000 años tallado antes de que la gente empezara a hacer cerámica, . [10]
En abril de 2010, el estado montó dos exposiciones de artefactos del sitio en la rotonda del capitolio estatal en Charleston. Las exposiciones incluyeron artículos históricos que datan de la plantación de John Reynolds, incluyendo colgantes de monedas españolas de 1790, hechos por esclavos, y material relacionado con la producción de sal colonial. La mayor parte de la exposición se compone de artefactos prehistóricos de los pueblos nativos americanos, cuya ocupación del valle fue miles de años más larga que la de los europeos americanos [3]. Exposiciones adicionales serán montadas como la Oficina de Estado de Cultura e Historia tiene una oportunidad para evaluar los artefactos. Los artefactos nativos americanos se mantendrán en el Museo Delf Norona. [3]
El museo está abierto todo el año y la entrada es gratuita. Una tienda de regalos vende libros relacionados con las culturas indígenas, así como artesanías nativas americanas, baratijas y otros recuerdos.
El 9 en el mar de Barents, Noruega.
El 9 en el mar de Barents, Noruega.
Misterioso ‘9’ de 1.000 metros de largo Investigadores del fondo marino han descubierto varias extrañas formas en el fondo del Mar de Barents, al norte de Noruega. Una de las formas es un gran ‘9 ‘de 1.000 metros de largo, 60 metros de ancho y ocho metros de profundidad en el lecho marino. “Vimos corazones, formas semejantes a animales o caracteres arábigos y firmas ilegibles”, dijo Hanne Hodnesdal del proyecto MAREANO. “El signo más evidente es probablemente el gran 9. También encontraron la forma de una enorme punta de flecha, cerca de la mitad del tamaño del sur de Noruega. Ten en cuenta también los “caminos”.
Hodnesdal hace dos años, cuando el gobierno puso dinero para la exploración de los fondos marinos, nunca pensaron que iban a ver algo extraño como esas formas. “Esperábamos que el suelo sería relativamente plano”. El suelo fue mapeado con la ayuda de pulsos de sonido. La distancia a la superficie se determina midiendo el tiempo del retardo entre la transmisión de un pulso y la recepción del reflejo de ese pulso. La cresta superior es de más de 170 metros de ancho y seis metros de altura. No está claro cómo se ha formado la cordillera.
El enorme 9 se encuentra a 250 metros de profundidad, al noeste de la ciudad noruega de Vadsø, pero los oceanógrafos del lugar saben que no se trata de la caligrafía submarina de gigantes nórdicos. “Los patrones son formados por icebergs”, según la experta en glaciares Lilja Run Bjarnadottir.
Cuando enormes pedazos de hielo se desprenden de los glaciares (debido a las corrientes oceánicas y al viento, los verdaderos “autores” de esta curiosa forma de escritura) y se mueven por el océano, van dejando marcas en zonas cuya profundidad es menor que la del lugar de donde el hielo se desprendió, formando así las extrañas marcas en el fondo del mar, hecho de sedimentos finos de arena y barro, las cuales conservan su forma incluso por miles de años.
El fondo es blando y consiste sobre todo en sedimentos de arcilla de grano fino que contiene principalmente grava.
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