Lugares extraños
En esta relación, se incluyen lugares con construcciones, generalmente prehistóricas, de cualquier parte del mundo, de las cuales no se tiene certeza absoluta de su uso, pudiendo ser este múltiple o desconocido. Por lo tanto no se incluyen las tumbas y similares, excepto en el caso de que sean muy representativas, únicas o excepcionales, o que estén asociadas a otra actividad. Cuando existen muchos similares, se han incluido sólo los más significativos, en alguna ocasión por países. Se ha huido de los mitos no comprobados, solo se incluyen si hay datos físicos palpables.
En ningún caso se ha pretendido ser exhaustivo.
Toda la información se ha sacado de la red, y principalmente se han utilizado los datos al efecto, de Wikipedia, y (entre otras) de las web:
http://www.ancient-wisdom.co.uk/azpages.htm
http://www.megalithic.co.uk/
http://www.stonepages.com/
http://www.stone-circles.org.uk/index.htm
Odry
Los misteriosos círculos de piedras de Odry
Vista parcial del Círculo IV del cementerio de Odrach, Gmina Czersk. (CC BY SA 3.0)
Odry es una pequeña población de Pomerania, en el norte de Polonia. Un lugar que se hizo famoso gracias al descubrimiento del segundo monumento de círculos de piedras más grande de Europa. Es también conocido por albergar al menos 600 enterramientos del Neolítico, aunque aún oculta muchos secretos en su interior.
El lugar se encuentra en una bella zona boscosa cercana al río Wda. Durante muchos siglos, este tipo de localizaciones sufrieron daños en Polonia. La peor devastación tuvo lugar a lo largo del siglo XIX, cuando la gente destruía antiguos kurgans (enterramientos prehistóricos realizados en túmulos), círculos de piedras y otras construcciones neolíticas para cultivar la tierra. Hoy en día, la mayor parte de los yacimientos neolíticos que aún quedan en Polonia se encuentran en bosques. Podría decirse que las raíces de los árboles cuidaron amorosamente de ellos, salvándolos y protegiéndolos a lo largo de los siglos.
Un yacimiento neolítico olvidado
Odry fue investigado por primera vez en la segunda mitad del siglo XIX por dos arqueólogos aficionados: Wilhelm Stryjkowski y Abraham Lissauer. Llegaron a la conclusión de que las estructuras que habían descubierto procedían de la época neolítica.
En 1915, Paul Stephan inspeccionó el yacimiento y planteó la posibilidad de que hubiese sido creado con un propósito astronómico. Según Józef Kostrzewski, de la Universidad de Poznań, estos círculos de piedra estarían datados en los siglos I o II d. C. De todos modos, esta datación podría muy bien no ser correcta. Otros investigadores creen que son como mínimo unos cuantos siglos más antiguos. Según Michał Pawleta, de la Universidad Adam Mickiewicz de Poznań:
La interpretación de los fenómenos del pasado entre los arqueólogos, y consecuentemente el significado del pasado y de sus vestigios, no se ha mantenido constante a lo largo del tiempo. Esto ha sido también cierto en el caso de algunos monumentos en particular, en los que por ejemplo nunca se ha llegado a un consenso acerca de su datación. A principios del siglo XX, algunos arqueólogos los relacionaron con la religión monumental neolítica, y en consecuencia los dataron en los milenios III a. C. y II a. C., mientras que otros afirmaban que estaban conectados con la cultura de Wielbark, de los siglos I d. C. – III d. C. A día de hoy, como ya hemos mencionado, existe unanimidad entre los arqueólogos a la hora de datarlos en el período de la influencia romana. Por otro lado, los especialistas tampoco se ponen de acuerdo en cuanto a la identidad étnica de sus constructores. El arqueólogo polaco Józef Kostrzewski afirmó en los años 30 del siglo XX que se trataba de cementerios eslavos de los siglos I d. C. y II d. C., que habrían sido reutilizados más tarde por los godos.
Los descubrimientos realizados por Paul Stephan sugieren que las estelas centrales de cuatro de los círculos de piedras están vinculadas a los solsticios. Además, identificó varias alineaciones estelares bajo la suposición de que su construcción databa del siglo VIII a. C. A día de hoy, hay investigadores que sugieren que las hipótesis y alineaciones de Stephan son erróneas. Stephan aseguraba, no obstante, que los círculos de piedras de Odry fueron diseñados para marcar un preciso calendario.
Un templo nazi
La interpretación de Stephan fue también utilizada por arqueólogos nazis para confirmar sus teorías sobre los orígenes de Pomerania. En general, estos arqueólogos se sentían fuertemente atraídos por todo lo relacionado con la magia. Asimismo, les fascinaban el ocultismo y la brujería. Pero aparte de recopilar una impresionante biblioteca sobre estos temas, estos investigadores también estaban buscando unas localizaciones muy especiales, conocidas a menudo como “lugares de poder”.
Heinrich Himmler creía que el poder de los antiguos maestros del ocultismo podía ayudar al nacionalsocialismo a dominar el mundo. Se basaba en la hipótesis del ‘Culto de las brujas’, enunciada por Margaret Murray, famosa investigadora en este campo. Himmler creía en un punto de vista científico en relación con la brujería, y con el paso del tiempo acabó obsesionado con el tema. El dirigente de las SS confiaba en que la religión celta-germánica de culto a la naturaleza le proporcionaría todo aquello que deseaba: pero la versión habitual de sus aspectos puramente tradicionales no era suficiente para él. Los nazis crearon la más corrupta y sucia versión de la “brujería” que jamás existió.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis presentaron el origen de los círculos de piedras de Odry como prueba de que los alemanes llevaban largo tiempo habitando en Pomerania. En 1940, decidieron hacer de los círculos de piedras un nuevo templo en el que celebrar sus ceremonias ocultas. Los soldados enviados al lugar recibieron órdenes de limpiar la zona y colocar las piedras en los lugares a los que supuestamente pertenecían originalmente.
Unos círculos de piedras controvertidos
Los arqueólogos aún discuten acerca de las razones de la creación de un centro de enterramientos tan extenso entre los círculos de piedras. Resulta difícil hallar una teoría concluyente que pueda ayudar a determinar las raíces y misteriosos orígenes de estos círculos.
En 1963, Jerzy Dobrzycki, historiador astronómico, demostró que las conclusiones de Stephan habían quedado refutadas por la cronología realizada por Kostrzewski. El monumento fue también estudiado en los años 60, 70 y 80. Un equipo de investigadores, que incluía a Mirosław Dworak, Karol Piasecki, Ludwik Zajdler, Mariusz Ziółkowski, y Robert Sadowski, propuso asimismo diversas hipótesis relacionadas con las alineaciones astronómicas presentes en los círculos de piedras. Según este grupo de expertos y los arqueoastrónomos que investigaron el monumento en los años 90 y principios del siglo XXI, los supuestos alineamientos solsticiales descubiertos en el pasado podrían ser fortuitos.
Los investigadores analizaron diez círculos de piedras en esta zona, aunque probablemente existan muchos más. En una localidad cercana fueron identificados hasta 29 kurgans, aunque sabemos que había al menos 602 enterramientos en Odry.
La energía de los círculos de piedras
Imagen de Círculos de piedras de Odry, Polonia. (CC BY SA 3.0)
Odry, cerca de Czersk
En la actualidad, los círculos de piedras de Odry son muy populares. Mucha gente que practica deportes acuáticos en el río cercano aprovecha para visitar el monumento y tomarse un descanso. Los turistas que acuden al lugar afirman a menudo sentir una energía tranquilizadora. Existen muchos testimonios de gente que ha experimentado esta energía, supuestamente generada por las construcciones neolíticas.
Los círculos de piedras de Odry aún albergan muchos secretos. La zona es muy extensa, lo que dificulta las excavaciones, y en algunos puntos aún requiere una exploración más profunda y labores de reconstrucción. La investigación más reciente, utilizando imágenes tomadas por satélite, ha ayudado a los investigadores a descubrir que la extensión del área ocupada por los círculos de piedras y kurgans es mucho mayor de lo que se creía en un principio. ¿Qué nuevos descubrimientos aguardan en este lugar para el futuro?
La reserva arqueológica de Kamienne Kregi
La aldea, situada en los Bosques de Tuchola (Bory Tucholskie), cerca de Czerk, en cuyas cercanías se encuentra la reserva natural “Kregi Kamienne”, constituye uno de los más valiosos monumentos arqueológicos de Polonia. En ésta se halla un cementerio del siglo I, formado en el periodo de influencia romana. Aquí hay túmulos, círculos de piedra (algunos de los cuales llegan a los 30 m) y las llamadas tumbas planas. Se trata de un recuerdo del éxodo de los godos desde Escandinavia hasta el mar Negro en los primeros siglos de nuestra era. Un cementerio semejante se encuentra en W?siory, algunas decenas de kilómetros al norte.
Edin’s Hall Broch
Edin’s Hall Broch
Edin’s Hall Broch, muros de las habitaciones.
Nombre alternativo: Edinshall Broch
Localización: Duns; Escocia
Coordinates: 55.835506°N 2.364856°W
Tipo: Broch, torreón de poblado.
Periodo: Iron Age
Edin Broch Hall (también Edinshall Broch, Hall Odin Broch) es un torreón-fortificado del siglo II cerca de Duns en las fronteras de Escocia. Es uno de los pocos brochs encontrados en el sur de Escocia. [1] Tiene aproximadamente 28 metros de diámetro.
Nombre
A finales del siglo XVIII este sitio fue llamado “Pasillo o castillo de madera” (Woden el dios principal de la mitología anglosajona). [2] Su cambio de nombre posterior recuerda aparentemente la leyenda del gigante de tres cabezas El Ettin Rojo conocido en cuentos y baladas.
Localización
Hall Broch de Edin es una de los torreones sobrevivientes más meridionales, que se asocian más típicamente al norte de Escocia. Está 4 millas al norte de la ciudad de Duns. [3] Se coloca en la cuesta del noreste de la ley de Cockburn apenas sobre una cuesta bastante empinada abajo al agua de Whiteadder.
El torreón está en la esquina del noroeste de un hillfort de la edad de hierro que presumiblemente pre-fecha el broch. [4] El hillfort consiste en un doble terraplén y zanjas, encerrando un área ovalada unos 135 metros por 75 metros. [4] La entrada estaba en el lado oeste. [4] Una estructura circular grande (roundhouse) en el centro del fuerte, cerca del broch, pudo haber sido el edificio más importante antes de la construcción del broch. [5]
Datación
Se supone que el hillfort data de la Edad de Hierro pre-romana. La fecha del folleto es incierta pero se ha especulado que fue construida entre los dos períodos principales de la ocupación romana en Escocia: alguna vez en el siglo II d.C. Las excavaciones en Torwoodlee Broch, también en las fronteras escocesas, han demostrado que fue construida y demolida durante este período.
Dentro de la colina hay una serie de bases de piedra que marcan las posiciones de casas y otras estructuras. [5] Algunas de las casas superan las defensas – indicando que son más tardías que el hillfort y pueden ser más tarde que el broch también. [4]
Descripción
Pasaje de entrada
El broch tiene un diámetro externo de 28 metros, [4] y un diámetro interno de 17 metros. [3] Esto es inusualmente grande comparado con un folleto típico de Highland y sugiere que puede no haber sido tan alto como el norte brochs. [5] Las paredes del broch sobreviven a una altura de entre 1,0 y 1,8 metros. [4] El pasillo de la entrada está en el lado del este y tiene dos cámaras del protector que flanquean la entrada. [4] El interior del broch tiene tres células intra-murales que son todas aproximadamente de campana muda. [4] La celda en el lado sur tiene los restos de una escalera de piedra en su extremo norte, que presumiblemente se elevó a la pared.
El torreón se encuentra dentro de un recinto rectangular que mide unos 58 por 54 metros. [4]
Excavaciones
Edin Hall fue “despejado” por anticuarios en el siglo 19. [4] Las reliquias recuperadas fueron donadas al Museo Nacional de Escocia. Éstos incluyeron un whorl del huso de piedra, un pedazo de un anillo del jet, un grano ambarino, huesos, una cáscara de la ostra, y un fragmento de una pulsera de cristal.
Dos lingotes de cobre, uno de los cuales se encuentra ahora en el Museo Nacional, se encontraron aparentemente con un detector de metales dentro del broch en 1976. [4] Los lingotes procedían de minas de cobre locales y pudieron haber sido una fuente importante de riqueza para los habitantes. [4]
En 1996 se realizó una prospección arqueológica y una excavación de muestras. [4] Se recuperaron algunos artefactos, incluyendo cerámica gruesa y una espiral de huso de piedra. [4]
El broch, o rotonda, en Edin’s Hall es sólo una parte de un sitio más complejo.
El hillfort que rodea Broch de Edin Hall es anterior al propio broch – probablemente fue construido entre 2.000 y 2.500 años. El impresionante recinto doble de las murallas un área oval que mide aproximadamente 135 m por 75 m. En alguna zona se levantan hasta los 4.5m de alto.
El broch se encuentra en una esquina de la fortaleza, dentro de su propio recinto, separando este edificio del resto del sitio. Se cree que el broch fue construido en los primeros dos siglos de nuestra era.
Hacia el centro de la fortaleza se encuentran los restos de otra gran casa redonda, que probablemente fue el edificio más importante aquí, antes de la construcción del broch.
Los restos de varias otras estructuras aproximadamente circulares también se pueden ver. Estos bajos pies de piedra marcan las posiciones de las casas y otras estructuras. En algunos lugares las estructuras se encuentran sobre las murallas, indicando que son parte de una actividad posterior. Sin embargo, no podemos decir con certeza si este acuerdo se produjo antes o después de la broch – es probable que algunas de las estructuras puedan haber estado en uso al mismo tiempo.
Roundhouse o broch?
Hall de Edin tiene la mayoría de las características de un torreón. Incluyen:
- Una gruesa pared de piedra circular – más de 5 m en el caso de sEdin’s Hall
- Un paso de entrada estrecho
- Cámaras de seguridad que flanquean la puerta
- Cámaras de pared
- Una escalera de piedra entre las paredes, subiendo a la pared
Pero el extraordinario diámetro de los 22 m lo hace mucho más grande que el típico brochure Highland. Esto también sugiere que puede no haber sido tan alto como otros torreones – pero es posible que una vez se quedó con el doble de su altura actual de 2 m. Hall de Edin puede estar más cerca de una rotonda de Iron-Age sustancial que de un torreón.
Escoceses únicos
Brochs son un tipo de roundhouse sólo se encuentran en Escocia. Hay más de 500 de ellos, que se encuentran principalmente en el norte y el oeste de Escocia y las islas. Sólo un puñado existe en Escocia baja, haciendo de Edin Hall un ejemplo raro y fino.
Cráter Patomskiy
El cráter Patomskiy
Cráter de Patomskiy o cráter de Patom (ruso: El Потомский кратер, también conocido como Конус Колпакова “cono de Kolpakov”) es una formación de roca peculiar situada en un área remota en la región de Irkutsk de Siberia del sudeste, 360 kilómetros (220 millas) del centro de distrito Bodaibo. [1] Es un montículo grande hecho de bloques de piedra caliza destrozados, levantándose de la taiga densa. Su diámetro de base es de unos 160 metros (520 pies) y una altura de unos 40 metros (130 pies); La corona del cono es en forma de anillo, y en su centro hay un montículo más pequeño con una altura de unos 12 metros. El volumen del cráter se estima en 230,000-250,000 metros cúbicos (8,100,000-8,800,000 pies cúbicos), con un peso de aproximadamente un millón de toneladas.
En 1949, el geólogo Vadim Kolpakov partió en una expedición hacia Siberia, sin darse cuenta de que estaba a punto de descubrir uno de los misterios sin resolver más extraños del mundo: el cráter Patomskiy. Como Kolpakov viajó a un territorio casi inexplorado, la gente local Yakut le advirtieron de no seguir, explicando que había un mal en lo profundo del bosque que hasta los animales lo evitaban. Lo llamaron el “Nido del águila del fuego” y afirmó que la gente empezaría a sentirse mal cerca de él y algunos dirían que simplemente desaparecerían sin dejar rastro.
Pero un hombre de ciencias como Kolpakov no se deje intimidar por estas historias. Aun así, incluso él se encontró atónito para explicar lo que encontró en lo profundo de los bosques siberianos. Un cráter gigante, del tamaño de “un edificio de 25 pisos”, se alzó de entre los árboles. De cerca se parecía a una boca del volcán, pero Kolpakov sabía que no había habido volcanes en la zona durante al menos un par de millones de años. Este cráter parecía relativamente recién formado. Kolpakov estima que tendría alrededor de 250 años. Esta fecha ha sido apoyada por estudios posteriores de crecimiento de los árboles cercanos. Curiosamente, los árboles también parecen haber experimentado un período de crecimiento acelerado similar a la observada en los bosques alrededor de Chernobyl.
Debido a su particular forma muy similar a un nido, también se le conoce como el nido del águila. Mucho se ha especulado sobre su origen, desde que fue creado por una antigua civilización, o por prisioneros de un gulag secreto (los campos de trabajo forzados de Stalin).
Desde el descubrimiento del cráter, ha habido muchas teorías sobre por qué (o quién) podría haberlo creado. Algunas personas, incluyendo Kolpakov, han especulado que podría haber sido formado por un meteorito, aunque el cráter no se parece a ningún otro cráter que haya dejado algún meteorito conocido. Otros están convencidos de que se trataba efectivamente de un volcán. Muchos incluso creen que hay un OVNI escondido debajo del cráter. En 2005, una expedición se puso en marcha con la esperanza de encontrar algunas respuestas, pero entonces llegó la tragedia. El líder de la expedición murió de un ataque al corazón, a pocos kilómetros de distancia del sitio. Los lugareños estaban convencidos de que el mal que irradia ese cráter fue el que lo llevo a la muerte.
Sin embargo, una de las principales teorías acerca de la formación de esta estructura, que toma su nombre de un río cercano, apunta hacia el impacto de un cuerpo celeste, concretamente, hacia el famoso bólido de Tunguska, un meteorito que explotó sobre la región de Krasnoyarsk en 1908, y cuyo cráter jamás fue localizado. Otros estudios recientes, datan la antigüedad de esta formación en unos 250 años, por lo que si su origen se encuentra en un meteorito, debió de ser uno anterior.
El problema es que en el cono, que tiene 150 metros de ancho en la base y 80 en la cima y una profundidad central de aproximadamente diez metros, no se han hallado restos algunos de rocas procedentes del espacio. Algunos geólogos aseguran que el meteorito, de alto contenido en hierro, se encuentra a más de cien metros de profundidad bajo el cráter. Sin embargo, esta posibilidad es descartada por el resto de la comunidad científica.
Otra posible explicación a esta formación es que se trate de un volcán que, en lugar de expulsar lava, sufrió una violenta explosión de gas, probablemente hidrógeno, que le confirió su peculiar forma, por la que también es conocida como el nido del águila.
Para el geólogo Alexander Pospeev esta es la explicación más convincente para aclarar el origen de esta misteriosa formación que 65 años después de su descubrimiento sigue constituyendo un auténtico enigma para la comunidad científica.
Para algunos científicos puede tratarse de los restos del famoso meteorito de Tunguska que explotó sobre a la región de Krasnoyarsk en 1908, cuyo cráter jamás fue hallado, ya que existen reportes de que el meteorito fue avistado a sólo 70 kms del cráter a una distancia de sólo 10-15 segundos de vuelo. Pero recientes estudios han estimado que la formación tiene unos 250 años, por lo que pudo ser producto de un meteorito anterior que cayó cuando la zona aún no estaba habitada. Sin embargo no se han hallado restos de ningún meteorito. Algunos científicos creen que a 100-150 metros de profundidad se esconde algo con alto contenido en hierro, posiblemente el meteorito, aunque este dato también ha sido descartado por otros.
Viktor Voronin, doctor en biología y jefe del Laboratorio del Instituto Siberiano de Fisiología y Bioquímica de las Plantas, analizó muestras de los árboles de la zona y determinó que en 1842 algo debió ocurrir, ya que durante ese periodo los anillos de crecimiento de los árboles presentaban deformidades además de un repentino aumento del estroncio y el uranio 4 veces más de lo normal y que se mantuvo por aproximadamente 20 años para después descender.
Actualmente la radiación en la zona es baja, pero no se descarta que en algún momento se concentrara cierta cantidad de isótopos radiactivos de corta vida (30-40 años), que con el paso del tiempo se desintegraron y en consecuencia la radiactividad bajo hasta alcanzar los niveles actuales.
Si bien es cierto que fenómenos como este no se han visto antes, Pospeev nos recuerda que en geofísica cientos de años equivalen a segundos, y por lo tanto no se puede asegurar que en la zona no existan objetos similares mucho más antiguos que el cráter Patomskiy, pero que posiblemente se hubiesen deshecho o se encuentren cubiertos por vegetación, lo que ha impedido su descubrimiento. De hecho en la zona existen 3 o 4 volcanes, por lo cual no es un fenómeno único. Aunque reconoce que aún hay muchas cosas que siguen sin explicar, lo cual lo convierte este lugar en un sitio de gran interés no sólo para la geología, sino para todos aquellos amantes de los enigmas.
El cráter Patomskiy fue descubierto en 1949 por el geólogo ruso Vadim Kolpakov. Sus orígenes han sido objeto de intenso interés científico, con hipótesis como el meteorito, origen volcánico y gaseoso, pero hasta la fecha no se ha dado ninguna prueba definitiva. Se estima que sólo tiene de 300 a 350 años.
Patom Crater Conference, 2010
En 2010, el Instituto de Minería de San Petersburgo organizó una conferencia científica “Patom Crater 2010”. Viktor Sergeyevich Antipin, director de un departamento del Instituto de Geoquímica de la Academia de Ciencias de Rusia (IG SB RAS), dijo: “Desde la expedición del Instituto de Geoquímica (IGC) de 2006, RAS llegó a la conclusión de que El cráter de Patomskiy proviene probablemente de los procesos geológicos, y un hecho importante es que no se ha dado ningún argumento o evidencia seria de la naturaleza de un cráter de meteorito a la que se refirieron especialistas. Antipin señaló además que en la conferencia, por primera vez, todos los expertos rechazaron la hipótesis meteórica. “Ahora sólo tiene interés histórico”, agregó.
Según estudios de científicos siberianos, el cráter se formó hace sólo 300 a 350 años. La zonificación del cráter causada por los procesos geológicos y la introducción intensiva de flujos de gas profundos de la materia, que llevó a la transformación de rocas de silicato dentro del cráter. “Una importante confirmación de estas ideas fue el resultado de la geofísica de San Petersburgo (Universidad Estatal de Minería) e Yekaterinburg (Instituto de Geofísica, UB RAS). Realizando investigaciones gravimétricas y geoeléctricas, también llegaron a la firme convicción de que el cráter Patom Un origen de naturaleza endógena “, dijo Antipin. Según los geofísicos de San Petersburgo y Ekaterimburgo, los cráteres de impacto de meteoritos tienen una forma muy diferente, y el cráter de Patom no es uno de ellos, agregó.
El montículo podría haberse formado por la liberación subterránea de algunos fluidos, como el hidrógeno. La liberación de calor, que acompaña el lanzamiento del fluido subterráneo, podría haber provocado cambios en el tamaño de los anillos de los árboles que se interpretaron como un crecimiento anormal.
Alexander Pospeev, doctor en ciencias geológicas y mineralógicas, dijo: “El origen del cráter todavía no se descubrió, pero podemos decir con seguridad que tiene origen terrenal”.
Chesters Hill Fort
Chesters Hill Fort
Chesters Hill Fort es una fortaleza de colina, de la Edad del Hierro en East Lothian, Escocia. Se encuentra a una milla al sur de Drem, a 1.5 millas al este de Ballencrieff Castillo, 2.5 millas al norte de Haddington, y 2 millas al oeste de Athelstaneford. El nombre de “Chesters” proviene del latín castra, un lugar fortificado. Esta aldea fortificada con su sistema de murallas y zanjas alrededor de un asentamiento de una veintena de casetas está al cuidado de la Escocia histórica, que lo describe como “uno de los mejor conservados Ejemplos en Escocia de una fortaleza de la edad de hierro. “[1]
Chesters Hill Fort data de aproximadamente 2000 años. Se encuentra a unos tres kilómetros al norte de Haddington, y cinco millas al suroeste de North Berwick. Se ha sugerido que el fuerte era una base de la tribu Votadini, aliados de los romanos durante el período de la incursión romana en el sur de Escocia.
Chesters Hill Fort nunca ha sido excavado arqueológicamente, pero probablemente fue construido en el primer milenio antes de Cristo. Los terraplenes circundantes están en un estado notable de terminación, particularmente las murallas y la entrada elaborada en el lado noroeste.
Las huellas de roundhouses todavía son visibles en el sitio, algunas de las cuales se superponen con las defensas. Esto indica que el fuerte pasó por al menos dos fases distintas de ocupación. Algunas de estas casas pueden haber sido ocupadas en los primeros siglos AD, cuando partes de Escocia fueron controladas por los romanos. Es posible que haya habido menos necesidad de las defensas anteriores, ya que la tribu Votadini local parece haber disfrutado de relaciones amistosas con el ejército romano.
El recinto mide aproximadamente 115m por 45m. Está rodeado por:
- Al menos seis impresionantes terraplenes que rodean el interior, sobreviviendo hasta 5 m de alto en lugares
- Elaboradas entradas al noroeste y al este
- Pruebas de varios otros asentamientos, alineaciones de fosos, cercas y zanjas de anillo, que ya no son visibles hoy en día, pero que pueden haber sido contemporáneos de la fortaleza
Hoy en día, desde la distancia, el fuerte parece ser una colina cubierta de hierba. Sin embargo, en su apogeo habría sido mucho más impresionante. Sus murallas pueden haber sido de madera atada, con maderas verticales (conocidas como palisades) a lo largo de las murallas y alrededor de las entradas.
A diferencia de la mayoría de los fuertes de la colina de la Edad del Hierro, Chester no se sienta en el punto más alto de su área circundante. Se pasa por alto por la alta tierra al sur, que habría dejado las casas vulnerables al ataque de flechas y honda. Tal vez este fuerte fue diseñado más para el prestigio que la protección.
Chesters Hill Fort, no debe confundirse con la mejor conocida Chesters Fortaleza romana en la muralla de Adriano.
El acceso está señalizado localmente, y un área de estacionamiento está disponible justo dentro de la puerta de la propiedad a través del cual se accede a Chesters. Desde aquí se sube la unidad y cruzar una franja de hierba a su derecha para llegar a la puerta al extremo oeste de la fortaleza de la colina.
Nadie ha investigado sistemáticamente a Chesters, pero se cree que ha formado una aldea de roundhouses que ocupan la parte superior bastante extensa de la colina en la que se encuentra. Alrededor de estos se excavaron monumentales murallas, presumiblemente para la defensa. Aquellos en el extremo oeste son especialmente impresionantes, incluso después de dos mil años de atención de los conejos y las raíces de tojo.
Pero hay un misterio obvio sobre Chesters. Mira hacia el norte desde el sitio y las vistas se extienden a la Forth y más allá de ella a Fife. Un lugar magnífico para un hillfort, usted puede ser que piense. Bueno, no, en realidad no. Mire hacia el sur desde la colina y más allá de un valle cubierto de hierba, la tierra se eleva por encima de las laderas cubiertas de aulaga hasta una cresta más alta que la propia colina. Cualquiera que ocupara esa cresta podría haber llovido con facilidad piedras y flechas sobre los ocupantes de los Chesters, que hubieran estado mal preparados para responder.
Entonces, ¿por qué construir un hillfort en una posición defensiva tan pobre? Nadie sabe. Algunos han sugerido que el fuerte fue diseñado más para el espectáculo que para la defensa real. Algunos sugieren que fue una base de la tribu Votadini, aliados de los romanos, durante el período de incursión romana en el sur de Escocia.
Sea cual fuere la razón, parece que parte del área de la fortaleza de la colina fue más tarde reconstruida por un poblador para quien la protección dudosa de las murallas era menos importante. Este es un proceso que ha continuado hasta hoy, en la forma de la casa y los edificios justo al oeste de la colina.
Dos conjuntos de murallas rodean totalmente el sitio, con tres líneas más de bancos al norte. Una serie de terraplenes se extienden a través del oeste y del extremo del este, supuesto para proteger las entradas en el noroeste y al este del fuerte. Las huellas de los cimientos de la redonda son visibles dentro del área cerrada, algunos midiendo hasta 12 m (39 pies) en diámetro, con varios que cubren las defensas que sugieren un período de la ocupación posterior.
Chesters Hill Fort está a cargo del entorno histórico de Escocia.
Tumbas con alineamientos del Alto Tibet
Tumbas con alineamientos del Alto Tibet
De John Vincent Bellezza
Este número se centra en uno de los monumentos más distintivos de la principal zona paleocultural del Alto Tíbet: la necrópolis compuesta por piedras en pie y mausoleo. Estos centros de sepultura ritual aparecieron en la mitad sur de Changthang, desde Ruthok en el oeste hasta Namru en el este. Esta región expansiva está asociada con ese legendario reino de la literatura tibetana, Zhang Zhung. Las necrópolis presentan matrices cuadradas de cálculos erguidos alineados en los puntos cardinales o en las direcciones intermedias. Estas zonas contienen entre 100 y 3000 estelas o menhires en miniatura. Justo al oeste de cada campo de piedras en pie hay un edificio sobre el suelo alineado de la misma manera. Estas estructuras especialmente construidas funcionaban como templos funerarios y tumbas. Donde todavía están relativamente intactos, contienen cámaras pequeñas totalmente cerradas por paredes de mampostería masiva.
La datación de restos humanos de una de estas necrópolis hasta el siglo VII a. C. puede proporcionar alguna indicación sobre su cronología. Los huesos humanos que fueron probados AMS provenían de una tumba subterránea situada entre dos complejos de piedras y mausoleo. Si bien la fecha de este entierro no es necesariamente aplicable a la necrópolis en su totalidad, sí revela que la tierra en la que se fundó tenía asociaciones funerarias en el primer tercio del primer milenio a.C. En cuanto al período en el cual estos elaborados complejos funerarios fueron abandonados, se puede postular una fecha de no más tarde de 1000 EC. Alrededor de ese tiempo, el budismo se convirtió en la fuerza religiosa dominante en el Alto Tíbet, lo que sin duda llevó a la eliminación de aspectos más conspicuos de la herencia religiosa pre-budista. La construcción real de la necrópolis no es probable que haya continuado después de la anexión del Alto Tíbet por parte de los emperadores Purgyal del Tíbet central. El Tíbet central tenía un conjunto muy diferente de monumentos funerarios y, con la difusión de sus costumbres y su lenguaje hacia el oeste, se ejerció una gran presión asimilativa sobre las tradiciones culturales de las tierras altas.
La alineación de las piedras y los edificios de la necrópolis del Alto Tíbet apunta a un alto nivel de discernimiento astronómico. Como mínimo, el aumento y el establecimiento del sol en el transcurso del año se trazaron en estos sitios. Los cálculos lunares y siderales más complejos también pueden incumbir en los arreglos espaciales de la necrópolis, pero esto es difícil de establecer de una manera científicamente verificable. Además de las piedras erigidas, muchos sitios tienen losas largas de piedra incrustadas en el suelo para formar un patrón de cuadrícula que abarca hasta 800 m². Los pilares (la parte sobre la superficie) tienen una altura de 15 cm a 1.3 m y vienen en diferentes formas y tipos de piedras. Los especímenes tabulares invariablemente tienen sus dos lados largos orientados al norte y al sur.
Las tumbas-templo sólidamente construidas van desde solo 3 m de largo hasta más de 60 m de largo. Como ninguno de los techos ha sobrevivido intacto, solo podemos adivinar cuán altas eran originalmente estas impresionantes estructuras. Aún se alcanzan alturas de 5 m por algunas paredes, y es posible que ciertos mausoleos hayan sido significativamente más altos que este. Las tumbas de los templos estaban bellamente construidas con muros esculpidos, los ejemplos más grandes están intercalados con finas piedras de unión. Las paredes internas que rodean las cámaras funerarias (hay entre uno y cinco en cada estructura) a menudo están compuestas de mampostería más fina. Las paredes que envuelven las cámaras funerarias pueden tener un grosor de 2 mo más.
Dada la intrincada arquitectura de la necrópolis del Alto Tíbet, podemos suponer que alguna vez se realizó una compleja gama de actividades rituales en ellas. Algunos de los textos funerarios arcaicos tibetanos en los que he trabajado pueden proporcionar una indicación sobre la naturaleza de estas funciones, pero esto todavía es especulativo. Los textos sí mencionan las piedras largas (rdo-ring) y los registros de piedras erigidas (tho) utilizados en el reacondicionamiento místico de las almas de los difuntos, como un preludio a su entrada en la vida ancestral después de la muerte. Sin embargo, los textos funerarios proporcionan solo vagos indicadores geográficos y describen muy poco en el camino de la arquitectura mortuoria. Una tradición oral tibetana superior que asocia cada una de las piedras en pie en un sitio con un guerrero afligido de antaño puede influir en su función real. Claramente, recursos y mano de obra muy importantes se destinaron a la construcción de las necrópolis, proyectos que deben haber requerido la participación de una gran muestra representativa de la población local. Además, el uso y mantenimiento de estos centros funerarios solo podría haber sido un esfuerzo intensivo en mano de obra.
Las losas de piedra erigidas como pilares y como elementos en otros tipos de estructuras mortuorias se pueden rastrear en las estepas de la cultura Okunev y las cepas proto-mongoles del tercer milenio a.C. Alrededor de 1200 a.C., los pueblos pre-escitas comenzaron a erigir menhires en sus sitios de entierro, al igual que la cultura Tashtyk en el sur de Siberia más de 1000 años después. Finalmente, en los siglos V al VII CE, las tribus túrquicas crearon necrópolis similares en varias formas a los tipos del Alto Tibetano. Como está bien establecido, durante el período imperial del Tíbet hubo muchas interacciones entre los montañeses de la Meseta y los grupos turcos. Además, las referencias textuales tibetanas sugieren fuertemente que existían vínculos culturales con las tribus turco-mongolas incluso antes del siglo VII EC.
También vale la pena señalar que las estelas funerarias del Alto Tíbet y las estepas pueden haber servido de inspiración cultural para los antiguos pilares de los chinos conocidos como bei. Los bei fueron un monumento funerario dominante de las dinastías Han, Wei y Jin, que data de muchos siglos después de la aparición de prototipos del interior de Asia.
En ningún otro lugar del Tíbet se erigieron pilares funerarios, al menos en los números y configuraciones encontrados en el Alto Tíbet. Estas diferencias en el registro arqueológico apuntalan los relatos históricos tradicionales tibetanos, que sostienen que en la época preimperial, la Meseta estaba dividida en varios estados tribales, cada uno con su propio idioma.
Las estelas más pequeñas asociadas con el contexto del Alto Tibetano parecen ser una adaptación ambiental a las condiciones de gran altitud, extremadamente duras. No parece que los montañeses tuvieran el lujo de levantar grandes piedras erguidas, como lo hicieron los Scytho-Siberians. Sin embargo, lo que les faltaba de tamaño se compensaba con cifras absolutas, lo que convertía a la necrópolis del Alto Tibetano en uno de los mayores monumentos funerarios de la antigua Eurasia.
Las imágenes que aparecen a continuación son todas de expediciones realizadas entre 1995 y 2000. Algunas de estas imágenes nunca se han publicado, mientras que otras se publicaron en blanco y negro en monografías y documentos poco claros.
[No se comentan aquí, los templos o cámaras, aunque si lo hace el autor del artículo.
Fig. 1: Una vista parcial de la explanada de piedras en un sitio en el centro de Changthang. Está situado en un banco ancho sobre un valle de río principal.
La foto de arriba fue tomada a la altura del corto verano de Changthang en 1995. En aquel entonces no sabía muy bien qué había aparecido, lo que marcó el comienzo de 15 años de investigación y exploración posteriores. Tenga en cuenta las piedras largas más altas al este de la explanada, un rasgo morfológico de algunas necrópolis. Este sitio parece ser uno de los descritos por el erudito ruso George Roerich en su libro “Trails to Inmost Asia”. Otros sitios descubiertos por George Roerich en 1927 son revisados en mi obra en dos volúmenes, “Antiquities of Zhang Zhung”, que pronto se publicará. De hecho, ya puedes encontrarlo organizado en thlib.org/Bellezza. Desde el momento de la Expedición a Asia Central de Roerich y mis expediciones de los años 1990 y 2000, las necrópolis del Alto Tíbet fueron olvidadas por completo (al igual que muchos de sus otros monumentos antiguos)
Fig. 2: Una densa serie de piedras en pie con los restos débiles de un edificio anexo en primer plano. Descubierto en 1999, este sitio se encuentra en el noroeste del Tíbet. El campo de piedras de pie está en sorprendentemente buenas condiciones.
Fig. 3: Otro ejemplo de una necrópolis Upper Tibetan más pequeña; este documentado por primera vez en 2000. Conocido como “Pilares del cielo”, este sitio funerario de Changthang occidental disfruta de amplias vistas hacia el este, al igual que muchos de su tipo. Observe el edificio anexo en el lado derecho de la imagen. Se ha reducido a un túmulo rocoso
Fig. 4: Un ejemplo especialmente pequeño de un concurso de piedras de pie fotografiadas en 1999. Está compuesto por solo tres filas cortas de estelas, y aunque posiblemente haya habido una o dos filas adicionales originalmente, este era un sitio menor. Muy poco del diminuto templo-tumba adjunto ha sobrevivido
Fig. 5: En el otro extremo del espectro hay un ejemplo gigantesco llamado ‘Ruinas de la Confluencia de pasto de Onager’.
Las “ruinas de la confluencia de pasto de Onager” se documentaron por primera vez en 2000. Lamentablemente, hace unos 30 años, muchas de las piedras erguidas se sacaron del suelo y la tumba del templo fue desmantelada en gran parte por pastores locales, que los utilizaron para construir casas y corrales. A la izquierda del túmulo (los restos del mausoleo) es una de las muchas residencias construidas con las piedras robadas. Solo quedan alrededor de 100 piedras largas rotas en una explanada que originalmente pudo contener al menos 3000 de ellas. En el primer plano hay rastros de una red de pared de losa. Ruins of Onager Grass Confluence fue una de las necrópolis más grandes del Alto Tíbet y su destrucción es un gran golpe para la integridad arqueológica y cultural del Tíbet
Fig. 6: Una necrópolis de tamaño moderado ubicada en el espolón de una montaña en el centro de Changthang.
La mayoría de las piedras largas en el sitio anterior están in situ pero se han colapsado o están inclinadas en ángulos radicales. La pendiente sobre la que se construyó este monumento ha demostrado ser intrínsecamente menos estable que las que se construyen en las llanuras abiertas. Hay pocos fragmentos de pared integrales en el templo-tumba. En las inmediaciones se encuentra la ruina de un templo con muros de piedra, que según las luminarias locales, data de la época de Zhang Zhung. A pesar de que la necrópolis y el templo estaban activos en el mismo período de tiempo, representan hitos en el ciclo de vida de los contemporáneos en el antiguo Alto Tíbet. Documenté estos sitios en la Expedición del Circuito Changthang de 5 meses y medio en 1999.
Fig. 10: Los pilares de una necrópolis llamada ‘Red House’ ubicada en el oeste de Changthang.
El sitio anterior también se convirtió en uso pastoral, lo que ha tenido un impacto adverso en su conservación. Ninguna de las tumbas del templo ha perdurado. Los pastores locales no saben que, en realidad, este es un sitio funerario pre-budista. Si hubiesen sabido que nunca se hubieran establecido aquí. El drokpa promedio del Alto Tíbet evita lugares de los muertos. Posiblemente, este tabú puede ser aprovechado en la conservación de monumentos antiguos. Encontré Red House en 1999.
Fig. 11: El llamado ‘Complejo de la Torre’ en Yul Khambu. Este templo-tumba mide 14.5 m (este-oeste) por 22 (norte-sur) y la explanada de piedras erguidas 25 m (este-oeste) por 12.5 m (norte-sur). Más de la mitad de las 800 estelas estimadas en este complejo se mantienen en pie. Tower Complex es una de las seis instalaciones de este tipo en Yul Khambu, la mayoría de las cuales son aún más grandes
La espectacular necrópolis en Yul Khambu es probablemente mi descubrimiento arqueológico más impresionante en el Alto Tíbet. Lo encontré en 1999 cuando recogía información en un campamento de pastores en la cuenca debajo del sitio. Me dijeron que las ruinas de un “monasterio” y “convento de monjas” se encontraban en lo alto de las laderas. Fue hacia el final de una larga expedición y al final del día cuando llegué al campamento. Además, no estaba dedicando mucho tiempo a los sitios budistas. Aún así, pensé, ‘nunca se sabe’, y fui de excursión hasta Yul Khambu por mi cuenta. Me quedé asombrado con lo que vi, una maravilla arqueológica que anunciaba la sofisticación y el poder de los antiguos tibetanos superiores mucho antes de que el budismo echara raíces. Aún más emocionante para mí fue ver gradualmente cómo la necrópolis marcaba regiones geográficas y económicas clave de las tierras altas tibetanas, las partes constituyentes de un orden cultural arcaico con capacidades tecnológicas avanzadas. Supongo que si hubiera sido más conocedor de los medios, este descubrimiento podría haberse convertido en una sensación internacional. Sin embargo, mi enfoque de perfil bajo fue apreciado por todos los interesados, lo que me permitió continuar mis exploraciones sin obstáculos. Hasta el día de hoy, Yul Khambu y muchos otros sitios antiguos que he documentado son conocidos solo por aquellos como usted que tienen un interés real en las cosas tibetanas.
Fig. 12: El templo-tumba del complejo de la Torre. Dentro de sus paredes extremadamente gruesas hay dos cámaras funerarias.
En un momento, estas cámaras funerarias estaban cubiertas de capullos en esta mampostería. Además del enterramiento de lo que solo podrían haber sido individuos de la más alta condición social, los rituales conmemorativos bien pudieron haberse llevado a cabo en el mausoleo durante un largo período de tiempo. Trate de imaginarse esta estructura tal vez uno o dos metros más alta y con un tejado plano con piedras en voladizo. Es probable que las paredes hayan sido cubiertas con un yeso a base de arcilla, que a su vez puede haber sido pintado con brillantes pigmentos minerales. Se utilizaron piezas de cuarzo transparente y arenisca roja diseminadas por todo el sitio para embellecer la estructura. Los rituales llevados a cabo aquí giraban en torno a rendir homenaje a los muertos. Estos muertos socialmente exaltados pueden haber sido vistos como entidades que ejercen una influencia saludable sobre los vivos y sus empresas económicas y políticas.
Fig. 13: Otro de los seis grandes complejos en Yul Khambu. Esta imagen, como otras del sitio que se muestra en este boletín, fue tomada en una visita posterior a principios de la década de 2000. Para la escala, observe al individuo parado a la derecha de la tumba del templo en ruinas. En total, Yul Khambu alardeó de tener 10,000 pilares. Sorprendentemente, alrededor de 6000 siguen en pie. También en el sitio es una zona de fosas que cubren unos 10.000 m²
Fig. 14: Una tumba de templo casi nivelada en Yul Khambu de más de 60 m de longitud. El levantamiento de tales estructuras fue una gran hazaña de ingeniería hecha más notable por el hecho de que la mayoría de la población antigua (como en tiempos más recientes) residía en refugios portátiles, como la legendaria carpa negra de pelo de yak (sbra-nag).
Fig. 15: Algunos de los muchos pilares en una de las explanadas inferiores en Yul Khambu. Originalmente había alrededor de 3000 piedras en este conjunto. Un verdadero bosque de piedras de pie, ahora está cubierto con el arbusto conocido como drama (gra-ma) y otra vegetación
Fig. 16: Otra imagen del concurso de piedras en pie en la fig. 15. Debajo del sitio hay uno de los muchos miles de lagos en el Changthang.
Este lago en particular es considerado sagrado por los residentes actuales. El papel que este lago o la cordillera al oeste del sitio podría haber jugado en las actividades rituales de Yul Khambu no está claro. Los textos funerarios arcaicos dicen que las deidades de los lagos sagrados y las montañas funcionaban como aliados de los muertos, ayudando en su paso al otro mundo. No es irracional contemplar que hace entre 14 y 20 o más siglos, este tema escatológico era conocido por los constructores y usuarios de Yul Khambu.
Carolina bays
Carolina bays
Las Bahías de Carolina son grandes depresiones elípticas poco profundas y humedales con bordes elevados que se encuentran al este de las Montañas Rocosas, pero se concentran principalmente a lo largo de la costa atlántica. Las bahías fueron descubiertas en la década de 1930 a partir de las primeras fotografías aéreas de la costa atlántica. La forma elíptica y la alineación hacia los Grandes Lagos no se descubrieron antes del reconocimiento aéreo porque las bahías son muy grandes y su forma no se puede determinar fácilmente desde el nivel del suelo. Las bahías de Carolina también se llaman las cuencas de Delmarva, las cuencas de Maryland o las cuencas del agua de lluvia de Nebraska.
Carolina Bays, podríamos haberlo traducido por Bahías de Carolina, o Cráteres de Carolina, pero la verdad es que el nombre procede del hecho de que habitualmente las depresiones están rodeadas de una variedad de “bay trees”, por ejemplo sweet bays, loblolly bays y red bays. A los “bays”; en español los llamamos laureles. Por ejemplo, las “sweet bays” son Laurus nobilis de la familia de las Lauraceae .
Otras depresiones de la forma de la tierra, no aceptadas extensamente como bahías de Carolina, se encuentran dentro de la llanura costera septentrional del golfo de México en el sureste Mississippi y Alabama, donde se conocen como estanques de Grady o estanques de Citronelle. Las bahías de Carolina varían en tamaño de uno a varios miles de acres. Cerca de 500.000 de ellos están presentes en el área clásica de la llanura costera atlántica, a menudo en grupos, con cada bahía alineada invariable en una dirección noroeste-sureste. Las bahías tienen muchas estructuras vegetativas diferentes, basadas en la profundidad de depresión, tamaño, hidrología y subsuperficie. Muchos son pantanosos; Algunos de los más grandes son (o estaban antes del drenaje) lagos; 36 kilómetro cuadrado (14 millas cuadradas) El lago Waccamaw es un undrained uno. Algunas bahías son predominantemente de aguas abiertas con grandes cipreses de estanque dispersos, mientras que otras se componen de áreas gruesas y arbustivas (pocosins), con vegetación creciendo en esteras de turba flotantes. Generalmente el extremo sureste tiene un borde más alto compuesto de arena blanca. Son nombrados para los árboles de la bahía encontrados con frecuencia en ellos, no debido a la charca frecuente del agua.
Las depresiones sin drenar, a menudo circulares a ovales, que exhiben una amplia gama de área y profundidad, son también una característica muy común de la llanura costera del Golfo de México en Texas y el suroeste de Luisiana. Estas depresiones varían en tamaño de 0,4 a 3,6 km (0,25 a 2 millas) de diámetro. Dentro del condado de Harris, Texas, los bordes levantados, que tienen alrededor de 0,65 m (2 pies) de altura, encerraron parcialmente estas depresiones. En la literatura científica, son conocidos por una variedad de nombres, incluyendo los pocks, las marcas del pock,
Las bahías son especialmente ricas en biodiversidad, incluyendo algunas especies raras y / o en peligro de extinción. Las especies que crecen en los hábitats de las bahías incluyen aves, como cigüeñas de madera, garzas, garzas y otras aves acuáticas migratorias, mamíferos como ciervos, osos negros, mapaches, zorrillos y zarigüeyas.
Otros residentes incluyen libélulas, anoles verdes y ranas arbóreas verdes.
Las bahías contienen árboles como goma negra, ciprés calvo, ciprés de estanque, bahía dulce, bahía de loblolly, bahía roja, goma dulce, arce, magnolia, pino de estanque y arbustos como fetterbush, clethra, sumac, arbusto de botones, zenobia y Gallberry Plantas comunes en las bahías de Carolina son nenúfares, juncias y varias hierbas. Varias plantas carnívoras habitan las bahías de Carolina, incluyendo la vejiga de la bladderwort, butterwort, la planta de la jarra, y sundew.
Algunas de las bahías han sido muy modificadas dentro de la historia humana, bajo la presión de la agricultura, construcción de carreteras, urbanizaciones y campos de golf. Carvers Bay, uno grande en el condado de Georgetown fue utilizado como un campo de prácticas de bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial. Se ha drenado y se utiliza sobre todo para la agricultura de árbol hoy. Otros se utilizan para cultivos vegetales o de campo con drenaje.
En Carolina del Sur, la Bahía de Woods, en la línea del Condado de Sumter-Florence cerca de Olanta ha sido designada un parque estatal para preservarlo tanto como sea posible en su estado natural. También en el condado de Clarendon (cerca de Manning), otra bahía, la bahía de Bennett, es una reserva del patrimonio.
Otra bahía en el condado de Bamberg, Carolina del Sur, es propiedad de la South Carolina Native Plant Society, que ha estado desarrollando una reserva de 52 acres (210.000 m2) llamada Lisa Matthews Memorial Bay, que trata de preservar y aumentar el wildflower Oxypolis Canbyi (Canby’s Dropwort) en la bahía. El área de las tierras altas que rodean la bahía está siendo restaurada de una plantación de pino loblolly al pino de hoja larga original. Incluido en la restauración de la hoja larga es la restauración de la hierba del alambre (Aristida beyrichiana) como planta clave del sotobosque. Su inflamabilidad ayuda en la quema periódica, que es necesaria para la cañada de Canby y muchas de las otras especies únicas al ambiente.
Orientación
Croquis mostrando cráteres y Carolina Bahías general. Cabo York Meteoritos de esta fecha desde el norte de Groenlandia. El gran rojo son, evidentemente, indica el punto de ruptura principal de la cometa, por encima de la zona de la [más] Lago Glacial Agassiz. Hay algunos indicios de una gran huelga en Michigan en este momento, pero si es así, los glaciares posteriormente cubrió el área sobre e hizo las pruebas mucho más ambiguo. Más “Bahías” se presentan en América del Sur: Brasil y Venezuela, especialmente.
De acuerdo con documentos y monografías publicadas formalmente, la orientación de los ejes largos de las bahías de Carolina rota sistemáticamente hacia el norte a lo largo de la llanura costera atlántica desde el norte de Georgia hasta el norte de Virginia; La tendencia media de los ejes largos de las Bahías de Carolina varía de N16 ° W en el centro-este de Georgia a N22 ° W en el sur de Carolina del Sur, N39 ° W en el norte de Carolina del Sur, N49 ° W en Carolina del Norte y N64 ° W en Virginia . Dentro de esta parte de la llanura costera atlántica, la orientación de los ejes largos de las bahías de Carolina varía en 10 a 15 grados. [2] [9] [10] Si los ejes largos de estas bahías de Carolina, según lo medido por Johnson (1942), se proyectan hacia el oeste, convergen, ni en los Grandes Lagos ni en Canadá, sino en el área del sureste de Indiana y el suroeste de Ohio.
En el extremo norte de la distribución de las bahías de Carolina dentro de la Península de Delmarva, la orientación media de los ejes largos cambia abruptamente en unos 112 grados a N48 ° E. Más al norte, la orientación de los ejes largos se convierte, en el mejor de los casos, claramente bimodal, y exhibe dos direcciones muy divergentes y, en el peor, completamente al azar y carece de cualquier dirección preferida. La lámina 3 de Rasmussen y Slaughter, que se reproduce como la figura 51 de Kacrovowski, ilustra la naturaleza desorganizada de las orientaciones de los ejes largos de las bahías de Carolina dentro de la parte más septentrional de su distribución dentro de Somerset, Wicomico y Worcester Condados, Maryland.
En el extremo sur de su distribución, las bahías de Carolina en el sur de Georgia y el norte de la Florida son aproximadamente de forma circular. En esta área, tienen una orientación norte débil. [2] Las bahías de Carolina en el sur de Mississippi y Alabama son elípticas a circular aproximadamente en forma. La medición de los ejes largos de 200 estanques elípticos de Grady / Citronelle encontró una orientación muy definida agrupada alrededor de N25 ° W en el suroeste del condado de Baldwin, Alabama. [4]
Dentro de la llanura de la costa atlántica, la orientación medida de los ejes largos de las bahías de Carolina y la dirección de movimiento del Pleistoceno de las dunas de arena adyacentes, cuando están presentes, son generalmente perpendiculares entre sí. En el sur de Georgia y el norte de la Florida, la orientación norte se corresponde con una orientación occidental de la dirección del movimiento pleistoceno de las dunas de arena. [12]
Al norte desde el norte de Georgia hasta Virginia, la orientación media de la dirección del movimiento pleistoceno de las dunas parabólicas se desplaza sistemáticamente junto con la orientación media de los ejes largos de las bahías de Carolina, ya que siempre se encuentran aproximadamente perpendiculares a ellas. En la península de Delmarva, el desplazamiento de 112 grados en la tendencia media de los ejes largos también se acompaña de un desplazamiento correspondiente de la dirección media del movimiento pleistoceno de las dunas parabólicas, de modo que su dirección de movimiento es también perpendicular a los ejes largos, Es el caso en el resto de la llanura costera atlántica. [10]
Edad
Aunque algunas preguntas sobre su cronología siguen siendo un asunto de discusión, una variedad de técnicas de citas limitó la edad de las bahías de Carolina. La consideración de múltiples líneas de evidencia, p. Datación por radiocarbono, datación luminescente ópticamente estimulada y palynology, indican que las Bahías de Carolina son anteriores al comienzo del Holoceno al menos por decenas de miles de años a más de cien mil años. La gama de fechas se puede interpretar que se crearon episódicamente durante las últimas decenas de miles de años o se crearon en el tiempo hace más de cien mil años y han sido desde entonces episódicamente modificado [13] [14] [15]
Teorías del origen
Más de una docena de bahías se muestran en esta foto en el sureste de Carolina del Norte. Varias se limpian y drenan para cultivar.
Las teorías del origen de las bahías de Carolina se dividen en dos categorías principales: que estas características fueron creadas por fuerzas dentro de la Tierra, o que fueron arrancadas por un evento o conjunto de eventos astronómicos.
Geomorfología
Se han propuesto varias hipótesis geomorfológicas para explicar las bahías, incluida la acción de las corrientes marinas cuando el área estaba bajo el océano o el surgimiento de las aguas subterráneas en un momento posterior. Una de las principales hipótesis dentro de la comunidad académica de las ciencias de la tierra es que una combinación de procesos creó las formas y orientaciones de estas formas terrestres antiguas, incluyendo el cambio climático, la formación del karst siliciclástico por la solución del material subterráneo durante los niveles bajos del glaciar y la posterior modificación de estas depresiones. Procesos periódicos eolianos y lacustres.
Los geólogos y geomorfólogos cuaternarios sostienen que las características peculiares de las bahías de Carolina pueden ser fácilmente explicadas por procesos terrestres conocidos y modificaciones repetidas por procesos eólicos y lacustres de ellos durante los últimos 70.000 a 100.000 años [28]. Además, los geólogos y geomorfólogos cuaternarios creen haber encontrado una correspondencia entre el momento en que la modificación activa de los bordes de las bahías de Carolina ocurrió más comúnmente y cuando las dunas de arena adyacentes estuvieron activas durante la glaciación de Wisconsin entre 15.000 y 40.000 años y 70.000 A 80.000 años BP (Early Wisconsinan). [26] [27] Además, los geólogos y geomorfólogos cuaternarios han encontrado repetidamente que las orientaciones de las bahías de Carolina son consistentes con los patrones de viento que existieron durante la glaciación de Wisconsin como reconstruido a partir de las dunas parabólicas del Pleistoceno, un momento en que la forma de las bahías de Carolina estaba siendo modificada. 10]
Evento de impacto
La hipótesis del impacto cometario del origen de las bahías era popular entre los científicos de la tierra de los años 40 y 50. Después de un considerable debate e investigación, los geólogos determinaron que las depresiones eran demasiado superficiales y carentes de evidencia de que fueran características de impacto. Informes de anomalías magnéticas resultó no mostrar la coherencia a través de los sitios. No había fragmentos de meteoritos, conos de fragmentación o rasgos de deformación planar. No se encontró ninguna de las pruebas necesarias para los impactos de hipervelocidad. La conclusión fue rechazar la hipótesis de que las Bahías de Carolina fueron creadas por impactos de asteroides o cometas (Rajmon 2009).
Se propuso un nuevo tipo de hipótesis de impacto extraterrestre como resultado del interés tanto de escritores populares como de geólogos profesionales en la posibilidad de un impacto extraterrestre del Pleistoceno terminal, incluida la hipótesis de impacto de Younger Dryas. Dijo que las Bahías de Carolina fueron creadas por un cometa de baja densidad explotando sobre o impactando sobre la capa de hielo Laurentide hace unos 12.900 años. [29] Sin embargo, esta idea ha sido desacreditada por la datación OSL de los bordes de las bahías de Carolina, registros paleoambientales obtenidos de núcleos de sedimentos de la Bahía de Carolina y otras investigaciones que demuestran que muchos de ellos son tan viejos o mayores de 60.000 a 140.000 BP . [13] [14] [15] [30] [31]
Características de las Carolina Bays
Las Bahías de Carolina son depresiones elípticas que caracterizan las Bahías de Carolinain y suelos arenosos a lo largo de la costa atlántica de los Estados Unidos y en algunos estados del Medio Oeste como Nebraska. Las bahías en la costa este tienen una alineación noroeste / sureste, mientras que las de Nebraska tienen una alineación noreste / suroeste. Las bahías apuntan hacia los Grandes Lagos. Las principales características morfológicas de las Bahías de Carolina fueron resumidas por Eyton (1975):
- Las Bahías de Carolina son elipses aunque algunas carecen de simetría bilateral a lo largo del eje mayor o menor. La porción sureste de muchas bahías es más puntiaguda que el extremo noroeste y el lado noreste se abulta ligeramente más que el lado suroeste. Las dimensiones principales conocidas del eje varían de aproximadamente 60 metros a 11 kilómetros.
- Las Bahías de Carolina muestran una orientación noroeste-sureste. Las desviaciones de esta orientación parecen ser sistemáticas por latitud (Prouty, 1952).
- Las bahías son depresiones superficiales debajo de la superficie topográfica general con una profundidad máxima de unos 15 metros. Las grandes bahías tienden a ser más profundas que las pequeñas bahías, pero la parte más profunda de cualquier bahía está desplazada al sureste desde el centro de la bahía.
- Muchas bahías tienen bordes arenosos elevados con el desarrollo máximo al sureste. Las alturas del borde varían de 0 a 7 metros.
- Las Bahías de Carolina suelen superponerse a otras bahías sin destruir la morfología de cualquiera de las depresiones. Una o más bahías pequeñas pueden estar completamente contenidas en una bahía más grande.
- La estratigrafía debajo de las bahías no está distorsionada (Preston y Brown, 1964; Thom, 1970).
- Las bahías sólo ocurren en sedimentos no consolidados. Las bahías de Carolina del Sur se encuentran en playas de barreras marinas relacionadas con las fluctuaciones del nivel del mar en el Pleistoceno, en los campos de dunas, en las terrazas de los arroyos y en las porciones arenosas de los pisos de retroceso (Thom, 1970). No hay bahías en las llanuras y playas de inundación de los ríos modernos. Las bays existen en terrazas marinas hasta a 50 m sobre nivel del mar en Carolina del Sur pero también existen en las capas discontinuas de gravas fluviales en el Piedmont en Virginia (Goodwin y Johnson, 1970).
- Algunas bays contienen lagos, algunas son pantanosas, otras se drenan natural o artificialmente y se cultivan, y otras siguen siendo naturalmente secas.
- Las Bahías de Carolina parecen estar igualmente conservadas en terrazas de diferentes edades y procesos formativos.
- Las bahías están llenas o parcialmente llenas de limo de origen orgánico e inorgánico. Los fantasmas de las bahías semi-obliteradas de Carolina parecen representar bahías anteriores que fueron llenadas por sedimentos terrestres y materiales orgánicos. 10. Las bays ocurren de diversa forma, a veces en conjuntos lineales, otras en racimos complejos hasta de catorce bays, a veces son unidades dispersas, y en otras ocasiones en grupos paralelos alineados a lo largo del eje menor.
- No parece que se estén formando bays nuevas. Aunque Thom (1970) y Frey (1954) citan la evidencia de que algunas de las bays existentes en Carolina han crecido de tamaño. Price (1968) indica que la mayoría de las bays aparecen como más pequeñas por llenado.
- Las bays tienen un fondo de carbonatos y rocas clásticas y cristalinas que están recubiertas por sedimentos no consolidados de grosor variable.
- Los “fantasmas” de las bays semi-borradas de Carolina aparecen representar antiguas bays que fueron llenadas después de su formación por sedimentos terrestres y materiales orgánicos.
- Las bays pequeñas se desvían más de la orientación predominante en la región que las grandes.
- No se encontró ninguna variación en los mineral pesados encontrados a lo largo del eje principal de una bay de Carolina del Sur, aunque las muestras fueron tomadas del piso de la bay, del borde de la bay y de la terraza adyacente fuera de la bay (Preston y Brown, 1964).
Las bahías de Carolina también ocurren en las gravas de Midlothian, Virginia, en elevaciones que varían de 91 a 122 metros sobre el nivel del mar (Johnson y Goodwin, 1967). Midlothian se encuentra aproximadamente a 27 kilómetros al oeste de Richmond.
Aunque muchas bahías de Carolina han sido destruidas por la erosión, la preservación estructural de las bahías de Carolina puede ser en parte debido al hecho de que se encuentran en el paisaje plano poroso que permite que el agua de lluvia filtra rápidamente el subsuelo evitando así el flujo de agua lateral. Las bahías en Nebraska y Kansas ocurren en lo que alguna vez fueron las orillas de la Western Interior Seaway de América del Norte. Esta vía marítima desapareció por la época del Paleoceno 60 millones de años después de que la Orogenia Laramide elevó la región de las Montañas Rocosas. Las bahías del Medio Oeste están en elevaciones que van desde 400 a 900 metros sobre el nivel del mar ya unos 2000 kilómetros de las costas tanto del Pacífico como del Atlántico. Menos bahías se pueden observar en los estados del Medio Oeste, porque sólo las bahías más grandes han soportado la erosión por el agua y la acumulación de capas de polvo soplado por el viento y lodo (loess).
La conclusión es, nuevamente, que el final de la Era de Hielo, la extinción del Pleistoceno, el final del Paleolítico superior, etc, y el final del “reino de los dioses”, todo tuvo un desenlace global y catastrófico hace 12,000 años. [La Historia Secreta del Mundo].
Este es el evento que Firestone, West y Warwick-Smith discuten en su libro, The Cycle of Cosmic Catastrophes: Flood, Fire, and Famine in the History of Civilization, mencionado más arriba.
Pero si los hechos mencionados son el resultado de tal catástrofe, ¿cómo se habría visto? Lo siguiente está resumido y adaptado, capítulo 11 del libro de Firestone, West, and Warwick-Smith’:
Comenzó con meteoritos cayendo como gotas de lluvia, algunos aquí y otros allá. Quizás algunos golpearon el Sol provocando grandes llamaradas solares. Las llamaradas solares provocan coloridas auroras incluso durante el cielo de día. Luego el día de los cometas llegó. De horizonte a horizonte, creciendo segundo a segundo, entraron en la atmósfera, brillando más que el sol.
Recalentado a inmensas temperatures en su paso a través de la atmósfera, el conjunto letal explotó en miles de pedazos del tamaño de montañas y en nubes de polvo helado. Las piezas más pequeñas explotaron en la atmósfera, creando múltiples detonaciones que pintaron el cielo de rojo y naranja.
Luego el cometa más grande golpeó la estela de hielo abarcando parte del hemisferio norte, en lo que ahora es la Bahía de Hudson. Otros cometas golpearon en el Lago de Michigan, Canadá, Siberia y Europa. Luego, la Tierra fue sacudida por oleadas de impactos, agitándola violentamente durante diez minutos de gran estremecimiento. Fisuras se abrieron, árboles cayeron, y ríos desaparecieron dentro de la Tierra agrietada.
LiDAR image of Carolina Bays 20 miles (32 km) southwest of Fayetteville, NC
A segundos del impacto, la onda expansiva de aire supercaliente se expandió a más de 1000 millas por hora, atravesando la tierra, arrancando árboles del suelo por los aires, movilizando rocas de las montañas, quemando plantas, animales y también humanos en su camino. Los únicos sobrevivientes son aquellos sumergidos bajo tierra o agua.
A través de la parte superior de Norte América y Europa, la inmensa energía de los impactos sopló una serie de burbujas superpuestas, gigantes, empujadas hacia la atmósfera para crear un vacío dentro. Cuando las burbujas pasaron, la presión del aire cayó haciéndose difícil respirar. Detrás de la expansión de las burbujas, la Tierra fue despojada de su escudo protector que es la atmósfera. La explosión eyectó pequeños y rápidos granos en todas las direcciones a través del fino aire. Algunos se alojaron en árboles, plantas y animales, mientras otros se elevaron para luego caer nuevamente a increíbles velocidades ya que no había atmósfera que los destruyera. En el mismo momento, rayos cósmicos a altas velocidades bombardearon el área con radiación. Animales y humanos en el foco del bombardeo murieron. Objetos inanimados parecieron cobrar vida al temblar y sacudirse en la zona del bombardeo.
Cuando el impulso de la onda de choque cesó, el vació comenzo a extraer el aire. Mientras la atmósfera expandida volvía apresuradamente al sitio de impacto, las burbujas colapsaron, absorbiendo gases calientes y polvo hacia dentro, a la velocidad de un tornado. Parte del polvo escapó de la atmósfera de la Tierra mientras que el resto se transformó en una nube roja con forma de hongo que se exparció por miles de millas a través de la atmósfera, bloqueando el sol y sumergiendo a la Tierra en la oscuridad.
Mapa fisiográfico para Carolina Bahías de Wikipedia.
LIDAR elevation image of 300 square miles (800 km2) of Carolina bays in Robeson County, N.C.
El polvo y los desechos, que eran muy pesados, comenzaron a caer de vuelta en la Tierra. Todavía super calientes por la explosión, volvieron en forma de poderosa lava. Los pedazos que cayeron en las capas de hielo continentales, derritieron incalculables litros de agua instantáneamente causando inundaciones en todas direcciones.
El rugiente ascenso a través de los agujeros creados por las burbujas,creó una poderosa bajada de temperatura en el aire a grandes altitudes, viajando a miles de millas por hora. Con temperaturas que exedían los 150º F bajo cero, la columna de aire impactó el suelo irradiando numerosos lugares en todas las direcciones, congelando todo lo que tocaba en segundos. Los árboles y plantas se convirtieron en estatuas, y los mastodontes y mamuts todavía están congelados en Siberia.
Las rápidas fluctuaciones de temperaturas significaron el final de millones de plantas y animales… pero la destrucción fue sólo el comienzo. Los impactos y los temblores dispararon enormes terremotos a lo largo de las fallas existentes desde las Carolinas hasta California mientras se despertaban volcanes dormidos desde Islandia al otro lado del pacífico. Erupcionando con furiosa actividad, lanzaron lava caliente y químicos nocivos en el aire, agregándo componentes a la ya pesada nube que cubría todo.
© Fairchild Aerial Surveys for the Ocean Forest Company Vista aérea de una parte de la Bahía de Carolina, tomada en 1930
Los impactos y las erupciones dieron comienzo a miles de incendios, en donde quiera que había combustible para alimentarlos, algunos de los cuales duraron días. Veloces vientos expandieron los fuegos por los bosques creando un infierno moviéndose más rápido que las aves y animales. Los árboles volaron como bombas, las rocas explotaron como granadas, y explosiones de vapor tuvieron lugar mientras el fuego se movía sobre aguas congeladas. Cuando los fuegos se acabaron quemándose a sí mismos, no quedaban más que carbones encendidos en los continentes. Los nocivos químicos en la atmósfera volvieron a la Tierra en forma de lluvia venenosa. En algunos lugares, el aire era demasiado tóxico para soportar formas de vida.
Bays in Nebraska are degraded by erosion and deposition (Lat. 40.566, Lon. -98.123, elevation 545 meters)
El impacto en la Bahía de Husdon envió hacia el cielo 200,000 millas cúbicas de hielo. Una lluvia de desechos incandescentes y de hielo vaporoso cayeron sobre la mayor parte de Norteamérica, Europa y Asia. En minutos, la masiva masa de objetos, más de 500,000 de ellos, impactaron sobre las Carolinas y más al Este, explotando en bolas de fuego dando origen a las bahías de Carolina.
Pedazos de hielo y basura, grandes y pequeños cayeron en el Atlántico y en el Pacífico, desde el Golfo de México hasta el Ártico, desde Europa hasta Asia e incluso África. Más de un cuarto del planeta estaba sitiado.
Pero incluso eso no fue todo.
El impacto en el glaciar de la Bahía de Hudson envió agua derretida a alta velocidad por debajo de la capa de hielo. Las oleadas levantaron e hicieron flotar grandes porciones de hielo, causando que bloques monolíticos de hielo se movieran hacia el sur a lo largo de cientos de millas. Moviéndose rápidamente, los bloques se incrustaron en los bosques arrasando con árboles.
Los océanos también eran objetivos. Miles de pedazos de hielo y nubes de agua lodosa impactaron sobre el Atlántico causando colosales detonaciones. Las múltiples colisiones dieron comienzo a inmensos deslizamientos bajo el agua en las Carolinas y Virginia, soltando miles de millas cúbicas de barro. Gracias a ello, el barro desató una ola gigantesca de 1000 pies de alto hacia Europa y Africa a una velocidad de 500 millas por hora.
Nueve horas después la ola impactó en Europa, 1000 pies de alto a 400 millas por hora, probablemente llevándose consigo algunos de los sobrevivientes de las primeras explosiones. La ola ingresó tierra adentro cientos de millas, devastando todo en su camino. Todo ser vivo en las costas murió instantáneamente.
Luego, el agua tuvo una pequeña pausa para volver hacia la costa, llevándose consigo todos los restos de plantas y animales.
Carolina Bays, como se muestra en un mapa de la U.S. Geological Survey de la zona fronteriza entre los condados de Bladen y Cumberland. US Geological Survey, Roseboro, N.C., 1: 62.500 Cuadrángulo N3445-W830 / 15, 1959.Las Bahías de Carolina son depresiones ovaladas en la superficie terrestre concentradas en ambos lados del límite Carolina del Norte-Carolina del Sur. Son más numerosos en el Condado de Bladen, aunque algunos se encuentran tan lejos como Georgia y Maryland. Una vez que se pensó que el número de los cientos de miles, hay ahora menos de 900 notable Carolina Bays, con alrededor del 80 por ciento de estos ubicados en Carolina del Norte. Están orientados en una dirección noroeste-sureste y frecuentemente tienen un borde de arena en la porción sureste. Variando en tamaño de unos cientos de pies a unos seis kilómetros de longitud, algunas de las Bahías de Carolina, como los que forman el lago Waccamaw, Bay Tree Lake, White Lake, Little Singletary Lake y Horseshoe Lake, todavía tienen agua. Otros se han convertido en pantanos o zonas de turba o suelo franco-negro o se han secado por completo. Lago Waccamaw, el más grande, es cerca de 20 pies de profundidad, mientras que el lago blanco alcanza una profundidad de 15 pies. La profundidad de la turba en algunas de las bahías que ya no están llenas de agua mide entre 11 y 50 pies.
Estas formaciones inusuales primero fueron dadas la atención especial por los geólogos en 1895 después de L. C. Glenn observado la forma y otras semejanzas que compartieron. La opinión científica popular sostuvo una vez que las bahías son el resultado de una ducha o sucesivas lluvias de meteoritos que golpean la tierra en un ángulo, aunque otras teorías de su origen incluyeron fragmentos de hielo de un impacto del meteoro de la cuenca del río Hudson y la cola de un enorme pescado. La teoría actual de la formación sostiene que el movimiento ondulatorio del océano que retrocedía creaba charcos de agua estancada que entonces eran elípticamente formados por vientos que soplaban en la misma dirección durante un largo período de tiempo.
Carolina Bays near Ridge Spring, SC (Lat. 33.85295, Lon. -81.70358) These bays are 197 meters (646 ft) above sea level and 200 km (124 mi) from the coast.
Thermokarst lakes in Alaska (Lat. 70.297, Lon. -158.912)
Woods Bay State Park, South Carolina, winter twilight
Carolina Bays near Myrtle Beach, SC
También se ha sugerido que las Bahías de Carolina podrían haber formado cuando el suelo pantanoso se secó como los lagos de sal australianos, pero esto no crea los bordes levantados o las elipses superpuestas que son características de las Bahías de Carolina.
Australian salt lakes (Lat. -34.2468, Lon. 117.7634)
The Younger Dryas Impact Hypothesis
Las diferentes poblaciones de Bays tienen orientaciones diferentes. Pero extendemos esas orientaciones, la mayoría de ellas se centran en el centro de los Grandes Lagos.
Grey Cairns of Camster
Grey Cairns of Camster
Los Cairns Grises de Camster son dos grandes cavernas de cámara neolítica ubicadas a unos 8,5 millas (13,7 km) al sur de Watten y 5 millas (8,0 km) al norte de Lybster en Caithness, en la región de Highland de Escocia. Se encuentran entre las estructuras más antiguas de Escocia, que data de hace unos 5.000 años. Los cairns demuestran la complejidad de la arquitectura neolítica, con cámaras funerarias centrales a las que se accede a través de pasajes estrechos desde el exterior. Fueron excavados y restaurados por Escocia histórica a finales del siglo XX y están abiertos al público. [1]
Localización
Los cairns, que se consideran como ejemplos del tipo Orkney-Cromarty de cairn de cámara, fueron construidos en el tercer o cuarto milenio AC en un tramo desolado de lodoso pantano cubierto de páramos en el País de Flujo de Caithness. Consisten en dos estructuras que se colocan 180 m (590 pies) aparte, conocidas como Camster Round y Camster Long. Un tercer cairn, situado cerca de 120 metros (390 pies) lejos de la redonda de Camster, no se considera ser parte de la agrupación. [2] Los cairns se localizan apenas al oeste de una carretera menor construida en el siglo XIX para conectar Watten y Lybster. Camster Burn corre en una dirección norte-sur a unos 100 metros (330 pies) al oeste de los cairns, mientras que el Loch de Camster se encuentra a corta distancia al este. Aunque la campiña circundante es ahora inhóspita y escasamente habitada, durante la Edad de Piedra fue tierra agrícola fértil y só lo se cubrió de turba durante la Edad de Bronce.
Aunque han sido reconstruidos en los tiempos modernos, los Cairns Grises de Camster proporcionan una fascinante visión de las prácticas funerarias del Neolítico.
Los cairns están situados de manera inquietante en un páramo azotado por el viento, en medio del famoso Caithness ‘Flow Country’. Esta solitaria ubicación probablemente ha ayudado a preservar los cairns, protegiéndolos de los estragos de la agricultura moderna.
Camster Long
Camster Long es un cairn de 60 m (200 pies) de largo con “cuernos” en cada extremo, alineados en una dirección NE-SW. Tiene el doble de ancho en un extremo que en el otro; El ancho de los cuernos difiere de 20 m (66 pies) en el extremo noreste a 10 m (33 pies) en el extremo sur-oeste. Alcanza una altura máxima de 4,6 m (15 pies) sobre sus dos cámaras funerarias de unos 15 m (49 pies) de separación, que están situadas, respectivamente, alrededor de los dos tercios del camino a lo largo del cairn (comenzando en el extremo suroeste) Y adyacente al extremo noreste. [4] Las dos cámaras parecen haberse construido originalmente dentro de cairns redondos separados, que fueron incorporados más adelante solamente en un solo cairn largo por razones desconocidas.
Camster Long Cairn, Caithness
Las cámaras se ingresan a través de pasajes que llevan desde el lado sur-este del cairn. La cámara oeste consta de dos compartimentos, cada uno delineado por piedras verticales de pie de 2 m (6,6 pies) de altura. El primer compartimento tiene una anchura máxima de 1 m (3,3 pies), mientras que el segundo es de 2 metros (6,6 pies) por 1,5 m (4,9 pies). Cuando se excavó la tumba, se encontró que ambos compartimentos contenían huesos humanos mezclados con huesos de animales rotos y no quemados procedentes de caballos, bueyes, cerdos y venados.
La entrada a la cámara este se encuentra a 9 m (30 pies) del extremo noreste del cairn y consta de un pasaje de 0.6 metros de alto por 7.5 m de largo. Los primeros 5 m (16 pies) son rectos y en su mayoría intactos, aunque el extremo interior está sin techo y descompuesto. En el punto en el que alcanza la cámara, el paso gira a 45 ° a través de un portal hecho de dos losas verticales. La cámara tiene la forma de un pentágono irregular de 2 m de diámetro, subiendo a un techo cerrado por una sola piedra cuadrada situada a 2 m (6,6 pies) del suelo. Puede haber una tercera cámara aún no descubierta en el extremo suroeste, sugerida por la presencia de piedras verticales expuestas que pueden indicar la presencia de un portal [4].
Camster Round
Camster Round es, como su nombre indica, un cairn circular; Mide 18 metros (59 pies) de diámetro por 3,7 metros (12 pies) de altura. [2] Su forma puede ser similar a la de los cairns redondos separados originales que fueron amalgamados más adelante en Camster Long. Está virtualmente intacto con una cámara abovedada alta en su centro, alcanzada de un pasillo de 6 metros (20 pies) de largo y de 0.8 metros (2 pies 7 adentro) de alto en el lado del este-sureste del mojón. El pasaje parece haber sido deliberadamente puesto fuera de uso bloqueándolo con piedras apiladas hasta la altura de su techo. Cuando fue excavado, los arqueólogos descubrieron que el suelo del cairn estaba compuesto por una capa profunda de tierra negra, ceniza y huesos quemados de 0,3 metros de profundidad. Parece que los cuerpos fueron colocados allí en una posición sentada, aunque, extrañamente, sin los huesos de la pierna; Las piernas parecen haber sido removidas o haberse podido antes de que los cuerpos fueran depositados en el monte de cañón. [2]
Arqueología
Las primeras investigaciones arqueológicas de los cairns fueron realizadas entre 1865-6 por Joseph Anderson y Robert Shearer, quienes investigaron un total de siete tumbas de cámara en Caithness incluyendo las dos en Camster. El Cameron Round Cairn fue investigado en 1865, seguido por el Camarn Long Cairn en 1866. [6]
Entre 1966-1968, P.R. Ritchie realizó estudios limitados en los que se eliminaron algunos desechos y se realizaron trabajos preparatorios con el propósito de conservarlos. Posteriormente se llevaron a cabo estudios a gran escala entre 1971-3 por John Corcoran. Sin embargo, su enfermedad y muerte durante las excavaciones significó que los resultados de su trabajo no fueron publicados. [7] Lionel Masters asumió la tarea de completar la excavación y realizar la investigación arqueológica y la conservación entre 1976-80. La tarea de consolidar y restaurar los cairns se concluyó finalmente en 1981. [8]
Los dos cairns son muy diferentes en apariencia. Uno forma una estructura circular de unos 18m de diámetro, mientras que el otro se extiende a lo largo de una línea de canto para un poco menos de 70m. Ambos fueron construidos durante el Neolítico hace unos 5000 años, pero hay signos de que el cairn redondo es el primero de los dos.
Una trayectoria de madera embarcada conduce del estacionamiento de la carretera al cairn redondo, entonces de él al cairn largo, y después de nuevo a la carretera. Camarón Ronda Cairn es casi completa, aunque las piedras en el techo han derramado en gran medida sobre la acera que originalmente lo han rodeado.
Mide 18 metros de diámetro en unos 3,7 metros de altura. Un paso muy bajo y estrecho conduce a la cámara central, que conserva su construcción original en forma de corola. Durante la restauración moderna se agregó una luz de techo para permitir a los visitantes lo suficientemente ágil y esbelto como para abordar el pasaje para ver la cámara cuando la alcanzan. Las excavaciones en el siglo XIX revelaron huesos quemados, cerámica y herramientas de pedernal, junto con los restos de varios esqueletos.
Camster Long Cairn vale la pena visitar por último, ya que es, con mucho, el más impresionante de los dos. Da la impresión de gran tamaño, y es de 69,5 metros de largo. En los dos extremos hay “cuernos” donde la estructura se extiende hacia fuera para ayudar a definir forecourts. La explanada del norte incorpora una plataforma inusual que ahora está cubierta de hierba para protegerla. Hay dos cámaras internas, ambas hacia el extremo norte del cairn y ambas accesibles por los pasajes del lado del este del mojón. Las cámaras internas se habían derrumbado en algún momento y ahora están cubiertas con cúpulas de fibra de vidrio. De nuevo, la luz viene desde afuera y los pasajes aquí, especialmente el que está más cerca del centro del cairn, son ligeramente menos apretados que el del cairn redondo.
Parece que originalmente había tres cairns en Camster, construido todo al mismo patrón redondo. En algún momento posterior se decidió incorporar dos de ellos en lo que luego se convirtió en el largo cairn. Las excavaciones del largo cairn en el siglo XIX fueron más destructivas y menos bien registradas que las del cairn redondo, por lo que no se sabe si se descubrieron evidencias de enterramientos o sepulcros y no se encontró nada durante las excavaciones más modernas.
Camster Round Cairn
Front of the Long Cairn
Door to Main Passage, Long Cairn
Interior of Main Passage, Long Cairn
Path Approaching Round Cairn
Camster Round Cairn
Rear of the Long Cairn
Passage in the Round Cairn
Burial chamber inside Camster Long
Camster Long Cairn viewed from the southeast.
Los cart ruts de Turquía
Los cart ruts de Turquía
Misteriosos Surcos en Turquía
Estas marcas atraviesan el paisaje del valle de Frigia, remontándose a diversos períodos históricos, según la teoría académica convencional. Se cree que las carreteras más antiguas de esta región fueron trazadas durante el imperio Hitita (ca. 1600 a. C. – 1178 a. C.). Con el paso del tiempo, estas marcas fueron surcando más profundamente la blanda roca del valle, recorriéndolas primero los Frigios, después los Griegos, y más tarde Alejandro Magno con sus ejércitos. Finalmente acabaron formando parte de la red romana de carreteras, tal y como podemos leer en Rutas Culturales de Turquía.
Una vista aérea de los misteriosos surcos en el Valle de Frigia de Turquía
El paso repetido de vehículos habría acabado por dejar estos surcos sobre la blanda roca volcánica del valle de Frigia. Foto: Alexander Koltypin, Dopotopa.com
Relieve en basalto que representa un carro de guerra hallado en Karkemish, del siglo IX a. C. (estilo Hitita tardío con influencia Asiria). ¿Dejaron vehículos como estos los surcos en el antiguo valle de Frigia? (CC BY 2.0 )
Las profundas marcas que recorren el paisaje. Algunas de ellas tienen hasta un metro de profundidad. Foto: Alexander Koltypin, Dopotopa.com
Los surcos más profundos llegan hasta 1 metro, y sus paredes están marcadas por líneas horizontales, muy parecidas a las que hubieran dejado las puntas de los ejes que hubieran sobresalido de unas antiguas ruedas de carro.
Surcos con estrías laterales sobre la roca (Turquía)
Fotografía que muestra las marcas de líneas horizontales a lo largo de las paredes de los surcos. ¿Las dejaron los extremos puntiagudos de los ejes de antiguos vehículos? Foto: Alexander Koltypin, Dopotopa.com
Como siempre aparecen las explicaciones misteriosas, ufológicas, etc.
En lo que con toda seguridad va a levantar polémica, un investigador ha afirmado que los misteriosos y antiguos surcos que atraviesan el valle de Frigia en Turquía fueron realizados por una raza inteligente desconocida hace entre 12 y 14 millones de años.
El Dr. Alexander Koltypin, geólogo y director del Centro de Investigaciones Científicas de Ciencias Naturales de la Universidad Independiente Internacional de Ecología y Politología de Moscú, ha finalizado recientemente sus investigaciones en Anatolia, en un lugar marcado por extraños surcos, descritos como “surcos petrificados que atraviesan un terreno rocoso de depósitos de toba volcánica procedente de cenizas volcánicas compactadas,” según MailOnline.
En la web de noticias Express se informa de que Koltypin cree que los canales más profundos fueron abiertos en un suelo rocoso blando y húmedo debido al enorme peso de estos grandes vehículos prehistóricos. Continúa explicando Koltypin: “Más tarde estos surcos – y toda la superficie que los rodea – sencillamente se petrificaron y quedaron como prueba de lo ocurrido. Estos casos son bien conocidos por los geólogos. Algunas huellas de dinosaurio, por ejemplo, se conservaron ‘naturalmente’ de una forma muy parecida.”
Las tumbas colmena de Omán
Las tumbas colmena de Omán
Dramáticamente alineadas en la cima de una cresta rocosa, las “tumbas-colmena” de Bat y Al Ayn son dos de los yacimientos prehistóricos más famosos de Omán. Poco se sabe sobre las estructuras de piedra o sobre la cultura que las construyó. Sin embargo, a pesar de esta falta de conocimientos, la UNESCO conoce lo suficiente como para concluir que “la necrópolis de Bat es un característico y único testimonio sobre la evolución de las prácticas funerarias durante la primera etapa de la Edad de Bronce, en la península de Omán”. Una afirmación bastante extraña teniendo en cuenta que no se ha recuperado ni un solo hueso humano o animal de los cientos de monumentos en forma de colmena esparcidos por el accidentado paisaje.
Si visitamos cualquier web sobre los monumentos-colmena de Omán, podremos leer descripciones interminables sobre estas impresionantes “tumbas”, que forman una de las necrópolis protohistóricas más grandes del mundo. Incluso nos será posible leer descripciones detalladas de “cámaras funerarias” dentro de dichos monumentos así como cuántos cuerpos habrían podido ser guardados dentro de cada edificación. Sin embargo, lo que la mayoría de estas páginas web olvida mencionar es que nunca se ha rescatado resto alguno de sepultura de estas supuestas “tumbas”.
Desafortunadamente, las estructuras-colmena de Omán son la demostración de uno de los mayores errores cometidos dentro del campo de la arqueología: la tendencia a imponer ideas preconcebidas sobre fenómenos que no se pueden entender con nuestra mentalidad moderna. Dado que parece que no haya ningún otro propósito obvio para su construcción, sino como estructuras funerarias, la conclusión ha sido simplemente que se construyeron como tumbas: caso cerrado.
Tumbas colmenas en Al Ayn, Omán. Fuente de la imagen.
Fue durante la década de los años 70 cuando un equipo de arqueólogos daneses “descubrió” las estructuras-colmena de Omán, aunque es probable que los locales siempre hubiesen sabido de su existencia. Estos monumentos están compuestos por piedras planas locales apiladas y han sido datados entre los años 3.500 y 2.000 AC, periodo en que la península de Omán estaba sujeta a lluvias mucho más copiosas que ahora y acogía a una floreciente civilización en lo que ahora es desierto, hasta el oeste de la cadena montañosa, a lo largo del Golfo de Omán. En 1988 los monumentos fueron inscritos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Las estructuras están dispuestas en tres grupos principales: uno en Bat, el más famoso y otros dos en al-Ayn y al-Khutm. Los mejor conservados son los ubicados en al-Ayn, donde 21 estructuras-colmena aparecen alineadas sobre la cordillera, con el impresionante telón de fondo de la Jabal al Misht (“Cresta de la Montaña”).
Tumbas colmenas, Qubur Juhhal Al Ayn, Omán. Por: Alfred Weidinger. (Wikipedia)
Las primeras estructuras son las más simples, con sólo una entrada y una habitación, mientras que las tumbas posteriores contienen dos entradas y hasta cuatro habitaciones. Sólo unos pocos objetos descubiertos han logrado aportar alguna pista de esta cultura. Dichos objetos se limitan, básicamente, a algunas puntas de flechas, puñales y jarras de agua.
Tumba-colmena en Al Ayn Omán. (Wikipedia)
No muy lejos de los monumentos colmenas de Al Ayn surgen las tumbas con forma de torre circular de Hili, incluyendo la Gran Tumba de Hili: una tumba colectiva reconstruida, que es el monumento más grande de los Emiratos Árabes Unidos, en cuanto al tamaño de las piedras utilizadas. Mide 12 metros de diámetro y 4 metros de altura y tiene dos entradas decoradas con relieves humanos y animales. Las tumbas pertenecen a la Cultura Um an-Nar, una cultura de la Edad de Bronce, desarrollada a partir de la segunda mitad del tercer milenio AC. Esta cultura es conocida por sus tumbas circulares caracterizadas por piedras bien encajadas. Dentro de las tumbas de Hili los arqueólogos han recuperado centenares de restos humanos, así como objetos y artículos personales.
Las tumbas de torre circular de Hili comparten muchas similitudes con los monumentos colmenas, pero como se puede ver en la imagen, hay también marcadas diferencias.
La Gran Tumba de Hili. Fuente de la imagen.
La sensación es como si se crease la suposición de que los monumentos-colmena deben haber cumplido la misma función que las tumbas de torre circular de Hili, ya que datan aproximadamente del mismo período y se encuentran en la misma región. Sin embargo, como hemos visto más arriba, continúa existiendo una diferencia notoria y esencial: ¿por qué no se ha encontrado ningún resto humano en las tumbas colmenas?
Tal vez fueron construidas como tumbas pero nunca llegaron a utilizarse. Tal vez los difuntos fueron colocados en ellas y sus huesos trasladados a otra ubicación una vez que la descomposición tenía lugar. O tal vez cumplieron una función totalmente diferente. Algunos eruditos han sugerido que fueron usadas como silos o depósitos, mientras que el investigador Brien Foerster se ha referido a las increíbles propiedades acústicas detectadas en otros monumentos en forma de colmena encontrados alrededor del mundo.
El hecho sigue siendo que no sabemos realmente con qué propósito se construyeron los monumentos-colmena de Omán y extraer conclusiones, basadas en suposiciones, sin suficientes pruebas, sólo sirve para minar aún más el campo de la arqueología.
Imagen de portada: Tumbas colmenas en Al Ayn. Fuente de la imagen: Wikipedia
Fuentes:
Colmena Tumbas de Bat – Atlas Obscura
La Necrópolis de Bat – Oman Tours
Sitios arqueológicos de Bat, Al-Khutm y Al-Ayn – UNESCO
Resultados, límites y potencial: las prácticas funerarias y sociedades de la Edad de Bronce en la Península Omán – Por S. Mery
Extraño Fenómeno de las tumbas en forma de colmenas en el Mundo – Hidden Inca Tours
Autor: April Holloway
Traducción: Moreno Montañaroja
Revisión: Mariló T. A.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en www.ancients-origins.net y ha sido traducido con permiso.
Nadie sabe con certeza quién las construyó, pero atestiguan el antiguo esplendor comercial de la mítica tierra de Magan.
Principios de los años noventa: John Nowell, un expiloto inglés de la RAF que operaba vuelos por encargo en la zona del golfo Pérsico, no salía de su asombro. Sobrevolaba en helicóptero un remoto altiplano rocoso en las montañas de Al-Hajar ash-Sharqiyah, en el sultanato de Omán, cuando aparecieron ante su vista decenas de torres de piedra de las que no conocía ni su existencia ni su significado.
Al ver posteriormente las fotos aéreas de Nowell, los expertos corroboraron su notable importancia arqueológica. Se trataba de un conjunto de unas 60 torres de hasta ocho metros de altura sorprendentemente bien conservadas, cuya antigüedad se estimó en unos 5.000 años. ¿Cómo habían podido pasar desapercibidas para los investigadores hasta fecha tan reciente? Situado en el extremo sudoriental de la península Arábiga, Omán es uno de los países menos explorados del planeta desde el punto de vista arqueológico. Cerrado al mundo exterior hasta la década de 1970, las primeras excavaciones sistemáticas no empezaron hasta esos años. Una de las causas de la escasez de exploraciones científicas fue la guerra civil y las rebeliones que el país sufrió hasta 1975 y que dificultaron cualquier prospección e investigación sobre el terreno.
Sin embargo, Omán fue siempre un lugar de comercio para las civilizaciones antiguas: hace miles de años formidables caravanas de camellos transportaban incienso, uno de los productos de lujo más importantes de la antigüedad, a través de los desiertos de Oriente Próximo hacia Mesopotamia, mientras que el cobre y los minerales lo hacían por mar a bordo de naves. Aquel pasado de intercambio económico y cultural ha redundado en un considerable potencial arqueológico de la región. Tras la subida al poder del actual sultán Qabus en 1970, el país entró en un período de paz y sus caminos se abrieron a los investigadores. En este tiempo se han realizado importantes hallazgos, pero queda mucho por descubrir, ya sea en los escarpados macizos montañosos del norte o en los desolados desiertos de dunas y piedra que se extienden por el resto de la geografía omaní.
Noviembre de 2013: Localizar el conjunto de tumbas-torre de Shir descubiertas por Nowell no era tarea fácil. La información de que disponíamos mi compañera Eulàlia y yo era, más allá de algunos artículos científicos, escasa. Desde la ciudad costera de Sur, debíamos recorrer el complejo entramado de pistas pedregosas que atraviesa el macizo de Al-Hajar ash-Sharqiyah, en el nordeste del país, cuya cima más elevada supera los 2.220 metros de altitud. Son pistas de vértigo no aptas para temerosos, solo transitables con un 4×4 y experiencia en su conducción.
Dejamos atrás la luminosa costa del golfo de Omán armados con un mapa general, los artículos publicados en 1998 por los arqueólogos Paul Yule y Gerd Weisgerber y un GPS. Acompañados del vuelo de alimoches y buitres orejudos, nuestro vehículo superó unos vertiginosos zigzags que en pocos kilómetros nos elevaron del nivel del mar hasta un altiplano de más de 1.000 metros de altitud. Allí empezó la aventura de recorrer las abruptas montañas en busca de las torres cónicas de Shir. En nuestro camino solo encontramos algunos pequeños enclaves habitados, con viviendas que aprovechaban el refugio de cuevas naturales. Debido a la escasez de agua, la agricultura no tiene cabida en este territorio eminentemente pétreo. De hecho, la primera pista se abrió en 1985, precisamente para proveer de agua a los pueblos de montaña y poder llevar a los niños a la escuela.
Tras varias horas de conducción, una buena cantidad de baches y muchos sudores fríos, divisamos por fin la primera de las torres, erguida en la cumbre de un altozano de piedra calcárea de 1.800 metros de altitud arropado por nubes bajas. Ascendimos a pie hasta ella. Su estado de conservación era extraordinario. Alrededor de 5.000 años habían transcurrido desde que los habitantes de la tierra de Magan apilaran piedra sobre piedra hasta crear la imponente construcción en forma de cono truncado de más de 6 metros de altura y 5,75 de diámetro en honor a no sabemos quién. ¡Su origen, al parecer, es anterior a la más antigua de las pirámides de Egipto!
Después de otra hora infernal al volante entre piedras y hoyos, al atardecer alcanzamos el núcleo principal de la necrópolis: decenas de torres de alturas diversas se divisaban dispersas entre las colinas y los riscos circundantes, bañadas en la luz dorada que ahora se filtraba a través de las nubes. El altímetro indicaba 1.750 metros. Habíamos llegado a nuestro destino.
El escritor y fotógrafo Jordi Esteva, experto en temas orientales y africanos, narra sus impresiones al visitar las torres en Los árabes del mar: «Aquél bien podía haber sido el escenario donde Yahvé detuvo en el aire el brazo de Abraham en el momento en que se disponía a sacrificar, puñal en alto, a su propio hijo. Por nada en el mundo, me dije, me quedaría solo en aquel lugar. Y no debí de ser el único porque justo cuando se levantaba un repentino viento fresco que, al penetrar en las torres cónicas, producía un ulular disonante, todos se dirigieron hacia los coches para iniciar el lento descenso».
Yo quería inspeccionar y fotografiar estos inquietantes monumentos del pasado, así que buscamos un rellano donde acampar. Por la tarde, de noche y de madrugada, entre la niebla gélida, fotografié las intrigantes torres. A veces, lo reconozco, con el corazón en un puño, tal era la impresión que las antiguas tumbas ejercían sobre mí en medio de aquella desolación absoluta.
Esteva recoge en su libro la leyenda local de que las torres fueron construidas por un gigante llamado Estemsah que tenía atemorizada a la gente del valle porque devoraba sus rebaños y, a veces, algún que otro hombre. Al final sería un joven pastor quien lograría acabar con él gracias a la ayuda de una vieja yinn (genio o ser fantástico de la mitología semítica). La historia real es, por supuesto, distinta, pero tan intrigante como la quimera popular.
III milenio a.c.: Las florecientes ciudades-estado de Mesopotamia, que se desarrollaron en las fértiles tierras entre los ríos Tigris y Éufrates, en el actual Iraq, contaban con materias primas tales como arcilla, betún, cereales, lana o lino, pero carecían de minerales y de piedra. Desde la protohistoria estos materiales fueron importados de otros países.
Los textos cuneiformes de las tablillas sumerias de hacia 2300 a.C. hablan del intenso comercio existente con la tierra de Magan, de donde importaban cobre y también diorita negra, una roca oscura y extraordinariamente dura utilizada en escultura. Hablan de barcos cargueros que transportaban hasta 20 toneladas de mercancía y atravesaban el golfo Pérsico para alcanzar Mesopotamia; y de las altas montañas de Magan de las que se extraían estas materias primas. Según diversas investigaciones, el momento álgido de la extracción del metal se produjo entre los años 2200 y 1900 a.C., en lo que históricamente se conoce como el período Umm an-Nar. Hay pruebas evidentes de que solo en las montañas de Al-Hajar se extrajeron entre 48.000 y 60.000 toneladas de cobre negro (así llamado a causa de sus impurezas). Con el paso del tiempo, la extracción conllevaría la destrucción de los bosques autóctonos y terminaría de forma repentina en el siglo X de nuestra era. La historia de aquel lugar se perdió en el polvo de los siglos.
En 1974 unos geólogos canadienses encontraron en Omán numerosos indicios de la minería de cobre y de su procesado en épocas antiguas. Tras el hallazgo, el Museo Alemán de la Minería de Bochum inició en 1977 un proyecto de investigación para demostrar que Omán era el mítico país de Magan.
Con anterioridad, en 1950, un equipo de arqueólogos daneses hallaron unas tumbas en la isla de Umm an-Nar, unos kilómetros al norte de Abu Dhabi, que sirvieron para establecer un período en la historia de aquella región y dar nombre a la cultura de la Edad del Bronce desarrollada allí entre 2600-2000 a.C.
Dos décadas más tarde se descubrieron en el norte de Omán otras tumbas en forma de torres cónicas: en 1972 se produjeron los hallazgos de Bat y Al-Khutm, y en 1974 el de Al-Ayn. Según la Unesco, los tres sitios arqueológicos constituyen el conjunto más completo del mundo de asentamientos y necrópolis del III milenio a.C. Tras las excavaciones llevadas a cabo en los años ochenta, en 1988 los tres fueron incluidos conjuntamente en la Lista del Patrimonio Mundial.
Sin embargo, el descubrimiento más extraordinario aún estaba por llegar. En 1990, durante el congreso «Arabia Antiqua» celebrado en Roma, Paolo M. Costa, del Instituto Italiano para el Medio y Extremo Oriente y experto en historia y arte de la región, mostró unas fotografías aéreas tomadas en 1977 por un tal Alan Shuttleworth en las que aparecían otras torres-tumba cuya localización era desconocida. Dos años después del congreso se publicó el libro A day above Oman del piloto John Nowell, y una de sus fotografías con las torres de Shir llamó la atención de la misión alemana que seguía trabajando en sus investigaciones sobre Magan. En la imagen de Nowell aparecía una espléndida torre desconocida para los arqueólogos: la que luego sería bautizada como Shi10. El autor acabó acompañando al profesor Paul Yule hasta aquel lugar donde unas 60 torres se alzaban hacia el cielo. La foto acabaría siendo portada de The Times.
Y aquí estábamos nosotros ahora. En esos remotos riscos pedregosos, en un inquietante paraje de desolación y soledad absolutas rodeados de torres construidas en la Edad del Bronce. Aunque algunas de ellas estaban semiderruidas, otras presentaban un estado de conservación sorprendente dada su venerable edad.
A la pregunta de qué es exactamente una torre-tumba, Paul Yule responde: «Eran edificios funerarios para una, dos o posiblemente más personas prominentes fallecidas. Estaban destinados a ser hitos visibles desde lejos y por ello fueron construidos en las crestas y bordes de mesetas, colinas o montañas. Difieren en tamaño, altura y forma de construcción. Pueden constar de una pared simple o doble, finamente revestida o rematada con losas de piedra sin trabajar». El mal estado de preservación de la mayor parte de las tumbas de Umm an-Nar oculta a los observadores su aspecto original. No obstante, se supone que la mayoría de las pequeñas tumbas de esta localización de Abu Dhabi deben ser datadas en la segunda mitad del III milenio a.C. «La importancia de las torres-tumba de Shir es precisamente su estado de conservación, inusualmente bueno», añade Yule.
Paseando entre las torres de Shir apreciamos que las más imponentes, pertenecientes al período Umm an-Nar, constan de una estructura interior circular en forma de colmena que termina en una cúpula y están forradas exteriormente por la torre cónica. En algunas de ellas la pared exterior se ha derrumbado, mostrando esta doble estructura. Otras más antiguas, pertenecientes a un período anterior llamado Hafit, son de apariencia más simple y recuerdan a las que también visitamos en Al-Ayn. Allí, un total de 21 torres se alinean en una cresta rocosa con el imponente telón de fondo del Jebel Misht.
A la mayoría de las tumbas de Shir se accede por una pequeña abertura, normalmente orientada al sol naciente. Casi todos los hallazgos que se excavaron en su interior eran fragmentos de cerámica, ya que por desgracia los esqueletos humanos no se han preservado.
Desde nuestro emplazamiento divisábamos otros grupos de torres en la lejanía. Según Yule y Weisgerber, en Shir hay cuatro agrupamientos, a cierta distancia unos de otros. Todos ellos están presididos por una o dos tumbas de construcción más elaborada en lo que no parece una distribución accidental. El debate es si estos grupos, cada uno de ellos con una torre que se impone sobre sus vecinas, pudiera corresponder a algún tipo de agrupamiento social, como familias o clanes.
Al parecer existen centenares de torres que están diseminadas por el macizo de Al-Hajar. La historia sigue esperando ser desenterrada en las montañas de Omán. Hoy el petróleo sustituye al cobre, la diorita y el incienso como fuente de riqueza del país. La modernización del sultanato ha llevado a la destrucción de muchos lugares históricos antes de que pudieran ser excavados o identificados. Ojalá los arqueólogos puedan salvar el patrimonio que todavía sigue en pie antes de que sea devorado por el desarrollo de forma irreversible.
Ebla
Ebla
Ebla (árabe: عبيل، إيبلا) es una ciudad antigua localizada en el norte de Siria, a unos 55 km al sureste de Alepo. Fue una importante ciudad-estado en dos periodos, primero en el 3000 a. C. y especialmente entre los años 2400 y 2250 a. C., cuando se conocen de ella diversos reyes, varias bibliotecas e importantes documentos epigráficos. Continúa su existencia entre el 1800 a. C. y el 1650 a. C., pero ya perdida su independencia y relieve.
Unos 60 kilómetros al suroeste de Alepo, en Siria, se alza una imponente colina llamada Tell Mardikh. Se trata de un típico tell, un montículo artificial resultado de una antigua ocupación humana. El lugar sufrió numerosos saqueos, pero los arqueólogos, por su parte, lo ignoraron durante largo tiempo. Hasta que, a finales de la década de 1950, unos aldeanos que realizaban labores agrícolas descubrieron allí una magnífica pileta ritual decorada con relieves. Alertado, el Servicio de Antigüedades de Alepo llamó a Sabino Moscati, catedrático de la Universidad de La Sapienza, en Roma, para proponerle la excavación del lugar. Moscati envió allí al joven arqueólogo Paolo Matthiae, quien entonces no podía imaginar que había encontrado trabajo para los siguientes cuarenta años.
El sitio es conocido hoy como Tell Mardikh, y es sobre todo famoso por los archivos con más de 20 000 tablillas cuneiformes, datadas alrededor de 2250 a. C., en sumerio y en eblaíta, una variante lingüística del idioma semítico oriental. Buena parte de los materiales epigráficos se encuentran en el vecino museo regional de Idlib (Siria).
Tablillas: Textos de Ebla
En 1964, arqueólogos italianos de la Universidad de Roma La Sapienza, dirigidos por Paolo Matthiae comenzaron a excavar en Tell Mardikh. En 1968 recobraron una estatua dedicada a la diosa Ishtar portando el nombre de Ibbit-Lim, un rey de Ebla. Esto identificó la ciudad, largo tiempo conocida por las inscripciones egipcias y acadias.
En la siguiente década el equipo descubrió un palacio de aproximadamente del 2500–2000 a. C. Unas 20 000 bien preservadas tablillas cuneiformes (denominadas “textos de Ebla”) fueron descubiertas en las ruinas. Las tablillas estaban escritas en la escritura sumeria del período dinástico arcaico IIIA, si bien inicialmente no parecía sencillo traducirlas. Tras meses de investigación pudo aclararse que estaban escritas en un dialecto semítico llamado desde entonces “eblaíta”, además del sumerio, manifestando las estrechas relaciones de Ebla con el sur de Mesopotamia, donde fue desarrollada la escritura. Una lista de vocabulario fue hallada con las tabillas, permitiendo traducirlo.
No era la biblioteca del palacio, la cual no ha sido descubierta, sino un archivo de provisiones y tributos, casos legales y diplomáticos y contactos comerciales, y un scriptorium con textos copiados por aprendices. Las tablillas fueron originalmente almacenadas en estantes, pero cayeron al suelo cuando el palacio fue destruido. La ubicación donde las tabillas fueron descubiertas permitieron a los excavadores reconstruir su posición original en los estantes: fueron colocadas en los estantes según el tema.
Ebla en el tercer milenio a. C.
El término ebla significa ‘roca blanca’, y se refiere al afloramiento de piedra caliza en que la ciudad estaba construida. Aunque el sitio muestra signos de una ocupación continuada desde el 3000 a. C., su poder creció y alcanzó su apogeo en la segunda mitad del siguiente milenio. Llegó a la cúspide su poder hacia 2350 a. C.–2250 a. C. La mayoría de las tabillas del palacio de Ebla, que datan de este periodo, son sobre materias económicas; ellas proporcionaron un buen aspecto a la vida diaria de los habitantes, además de muy importantes ideas sobre la vida cultural, económica, y política del norte de Siria y del Oriente Próximo hacia la mitad del tercer milenio a. C. Los textos son las cuentas de los ingresos del estado, pero también incluyen cartas reales, diccionarios sumerio-eblaíta, textos escolares y documentos diplomáticos, como tratados entre Ebla y otras ciudades de la región.
Ebla fue un reino de Siria centrado en la ciudad de Ebla, la cual ya existía al comienzo del tercer milenio, momento en el que llegó a ser un verdadero centro urbano amorreo, que se desarrolló por el comercio con Mari, ciudad de la que fue tributaria hacia 2500 a. C., pero dicho tributo fue desapareciendo hasta que hacia 2400 a. C. la situación se invirtió, y Mari pasó a pagar tributos a Ebla, cuyo rey designaba al jefe de estado de Mari.
Se enfrentó a Sargón I de Acad, que aunque ocupó Mari no pudo hacerse con Ebla, que finalmente sería conquistada por su nieto Naram-Sin hacia 2250 a. C. y fue entonces cuando fue abandonada por sus habitantes durante algunos años, al final del siglo volvería a estar habitada y tendría un rey, aunque menos poderoso que antes. Pero dicho rey fue expulsado por el rey de Ur. Al final de esta segunda época, el dominio de la ciudad pasó a Yamkhad, que la convirtió en un principado vasallo.
Economía
Ebla estaba ubicada en un paraje predominantemente árido en la actualidad. Su economía se basaba en una agricultura de secano y en una poderosa ganadería de ovejas y cabras, además de obviamente su extensa red comercial. La exigencia del medio ambiente propició la dispersión del poblamiento, estando los centros de población principales bastante separados y rodeados de aldeas aledañas. La ciudad de Ebla se extendía sobre 50 hectáreas, similar a las ciudades de Mari y Aššur. Su población habría oscilado entre 15 mil y 20 mil habitantes.
En aquella época, Ebla fue el principal centro comercial. Su principal rival comercial rival era Mari, y Ebla es sospechosa de tomar parte en la primera destrucción de Mari. Las tablillas revelan que los habitantes de la ciudad poseían unas 200 000 cabezas de ganado variado (ovejas, cabras y vacas) y habrían sido las necesidades de cereal las que habrían llevado a ampliar el reino. Los principales artículos comerciales de Ebla eran probablemente madera de las cercanas montañas (y quizás del Líbano), y textiles (mencionados en los textos sumerios de la ciudad-estado de Lagash). La mayoría de su comercio parece que iba dirigido hacia Mesopotamia (principalmente Kish), y contactos con el Antiguo Egipto están atestiguados por regalos de los faraones Kefrén (Jafra) y Pepy I, que organizó campañas a Ebla. La artesanía pudo haber sido también una exportación importante: exquisitos artefactos han sido recuperados de las ruinas, incluyendo muebles de madera incrustada con madreperlas y estatuas creadas con diferentes piedras de colores. El estilo artístico de Ebla pudo haber influenciado la calidad de los trabajos del siguiente imperio acadio (ca. 2350 – 2150 a. C.).
Gobierno
La forma de gobierno no es bien conocida, aunque la ciudad parece haber sido gobernada por una aristocracia de comerciantes que elegían un rey y confiaban la defensa de la ciudad a mercenarios. A través de las tablillas se han conocido los nombres de varios reyes como Igrish-Halam, Irkab-Damu, Ar-Ennum, Ibrium e Ibbi-Sipish. Ibrium rompió con la tradición e introdujo una monarquía absoluta. Le sucedió su hijo Ibbi-Sipish.
El tratamiento que se da a muchos de los primeros reyes es peculiar, ya que frente a la tradición mesopotámica del culto reverencial al rey y su representación heroica, el monarca de Ebla es representado de manera más modesta. No se encuentran textos celebrativos para la mayor parte de monarcas, no posee títulos especiales y cuando aparece en los textos aparece como responsable de la actividad comercial, así como las tareas de organizar, defender y extender las rutas comerciales. Parece haberse tratado inicialmente de una monarquía electiva y no hereditaria, donde priman los intereses económicos antes que los dinásticos. Entre la aristocracia gobernante no parecía haber una línea clara entre los asuntos comerciales privados y los públicos. El rey controlaba el sistema de redistribución de las riquezas generadas en el comercio, derivando al palacio, templos y grupos familiares los recursos. Posiblemente el poder del rey estaba limitado por poderes locales autónomos ligados a las aristocracias locales.
El reino habría estado dividido en 14 distritos de los cuales a la capital corresponden dos. El rey tiene el título de en, mientras que sus gobernadores son denominados lugal (título empleado también por embajadores y gobernantes de ciudades importantes), como último eslabón de la cadena burocrática estaban los ugula que parecen ser representantes del gobierno de Ebla, encargados de gestionar sus intereses en terrenos remotos, como la región de Canaán. Además se mencionan consejos de accionos o abba con funciones que superan el de un órgano consultivo. La reina posee un carácter especial, limitando en poder del rey en asuntos religiosos, fenómeno similar al encontrado entre los hititas. Las reina mantiene su título de “reina madre” incluso en caso de fallecimiento del soberano.
Religión
Algunas de las bien conocidas deidades semíticas aparecen en Ebla (Dagan, Ishtar, Resheph, Kanish, Hadad), y algunas otras, por el contrario, desconocidas como Kura, Nidakul, unos pocos dioses sumerios como Enki y Ninki y dioses hurritas como Ashtapi, Hapat e Ishara. El dios principal parece haber sido Kura, que junto a su pareja la diosa Hadda y el Sol forman la tríada principal.
La destrucción de Ebla
Sargón de Acad y su nieto Naram-Sin, los conquistadores de gran parte de Mesopotamia, reclamó cada uno el haber destruido Ebla; la fecha exacta de la destrucción es el tema de un continuo debate, pero el 2240 a. C. es una candidata probable. Durante los siguientes tres siglos, Ebla alcanzó una vez más una relevante posición económica, con posiblemente la vecina ciudad de Urshu, como está documentado por textos económicos de Drehem (un suburbio de Nippur), y por los hallazgos en Kultepe/Kanesh.
Ebla en el segundo milenio a. C.
Varios siglos después de su destrucción por los acadios, Ebla consiguió recobrar algo de su importancia, y tuvo su segundo apogeo del 1850 al 1600 a. C. Su pueblo fue entonces conocido como amorreos; Ibbit-Lim fue el primer rey.
Ebla es mencionada en textos de Alalaḫ alrededor de 1750 a. C. La ciudad fue destruida de nuevo en el turbulento periodo entre el 1650 y el 1600 a. C., por el rey hitita Mursili I o Hattusili I.
Ebla nunca se recuperó de su segunda destrucción. Sobrevivió como un pequeño pueblo hasta el siglo VII, después estuvo desierta y olvidada hasta su redescubrimiento arqueológico.
La primera campaña, en 1964, sacó a la luz cerámica del III milenio a.C., mientras que en las siguientes se descubrieron templos, palacios y una puerta monumental. Tell Mardikh se revelaba así como un importante centro económico y religioso, y la misma Siria, considerada antes un lugar de paso y patria de nómadas analfabetos, aparecía como un nuevo polo de poder, comparable con los de Mesopotamia y Egipto.
En 1968, el equipo descubrió un busto de basalto mutilado con una inscripción grabada. Matthiae encargó la traducción del texto, escrito en cuneiforme y en un dialecto del acadio, al nuevo epigrafista de la expedición, Giovanni Pettinato, profesor de Sumerología de la Universidad de Heidelberg.
La ciudad olvidada
Pettinato tradujo la inscripción rápidamente: hacía referencia a un personaje llamado Ibbit-Lim, que resultó ser un rey de la ciudad de Ebla. Tal era, pues, el nombre del yacimiento en la antigüedad. La existencia de Ebla era conocida desde finales del siglo XIX, cuando Ernest de Sarzec descubrió en la ciudad sumeria de Tello una inscripción en la que se mencionaba a Ebla como lugar de procedencia de la madera para la construcción del templo de Eninnu. La inscripción especificaba también que Ebla se hallaba en algún lugar más allá de la ciudad de Urshu, tras el altiplano sirio, lo que coincidía con el hallazgo de Matthiae y Pettinato. Sin embargo, parte de la comunidad científica se resistió a aceptar la equivalencia de Tell Mardikh con Ebla, arguyendo que la Siria de ese período no podía albergar una cultura propia y tan evolucionada.
El gran hallazgo
La gran sensación de Ebla llegó, sin embargo, en 1974, cuando Matthiae halló en las estancias de un palacio del III milenio a.C. un conjunto de 42 tablillas escritas en cuneiforme, ennegrecidas por el fuego. El arqueólogo envió un telegrama a Pettinato, que entonces estaba en Roma, para notificarle el hallazgo. El epigrafista, presa de la excitación, voló enseguida hasta Damasco y llegó a la excavación a las dos de la madrugada. Ante la mirada expectante de los presentes, Pettinato estudió las tablillas. Al cabo de un rato, exasperado, levantó la vista exclamando: «No comprendo ni una palabra». Las tablillas no estaban en acadio, sino en una nueva lengua que Pettinato bautizó como eblaíta. Tras meses de profundo estudio en Roma, Pettinato logró descifrar el lenguaje y leer las tablillas. Los resultados eran contundentes: la ciudad en cuestión era la Ebla mencionada en los textos sumerios y acadios.
Las investigaciones siguientes mostraron que esas 42 tablillas formaban parte de uno de los más grandes archivos hallados en el Próximo Oriente. Bajo las ruinas del palacio real se descubrió una cámara repleta de miles y miles de tablillas, más de 20.000. Pettinato recuerda el hallazgo: «Descendí hasta una profundidad de ocho metros y agachándome empecé a examinar la primera tablilla que recogí, cubierta por la arena de siglos». Esta vez la pudo leer con claridad: era una lista de ciudades y en ella aparecían las palabras En-Ebla (rey de Ebla). El equipo había descubierto los archivos reales de la ciudad.
Una gran biblioteca
Las tablillas contenían textos muy variados: administrativos, religiosos y épicos, listas reales, tratados internacionales, diccionarios bilingües… Sin duda, completaban de modo inesperado la visión que se tenía del mundo oriental a mediados del III milenio a.C., y situaban a Siria en el plano de los grandes centros de Mesopotamia y Egipto.
Las tablillas aparecieron amontonadas como consecuencia de la destrucción de los estantes donde estaban cuando la ciudad fue incendiada por el rey acadio Naram-Sin; al quemarse, las tablillas cayeron unas sobre otras, pero los arqueólogos lograron restituir su colocación original y el sistema de archivo empleado. Estaban dispuestas en ángulo recto, con el reverso hacia fuera, ya que era aquí donde en los textos administrativos se escribían las sumas y una especie de título para identificarlas. Otro sistema de localización era su forma: las redondas indicaban el registro de entrada y las cuadradas el de salida. En el suelo, en cestos de mimbre, se guardaban las que eran de consulta más frecuente.
Desde entonces, el análisis de esta enorme cantidad de textos ha sacado a la luz nuevas y sorprendentes informaciones que iluminan la civilización del Próximo Oriente en el III milenio a.C.
Vista aérea de Tell Mardikh, en el norte de Siria, identificada con la antigua Ebla por los arqueólogos Matthiae y Pettinato en la década de 1970.
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