Lugares extraños
En esta relación, se incluyen lugares con construcciones, generalmente prehistóricas, de cualquier parte del mundo, de las cuales no se tiene certeza absoluta de su uso, pudiendo ser este múltiple o desconocido. Por lo tanto no se incluyen las tumbas y similares, excepto en el caso de que sean muy representativas, únicas o excepcionales, o que estén asociadas a otra actividad. Cuando existen muchos similares, se han incluido sólo los más significativos, en alguna ocasión por países. Se ha huido de los mitos no comprobados, solo se incluyen si hay datos físicos palpables.
En ningún caso se ha pretendido ser exhaustivo.
Toda la información se ha sacado de la red, y principalmente se han utilizado los datos al efecto, de Wikipedia, y (entre otras) de las web:
http://www.ancient-wisdom.co.uk/azpages.htm
http://www.megalithic.co.uk/
http://www.stonepages.com/
http://www.stone-circles.org.uk/index.htm
Çatalhöyük
Çatalhöyük
Coordenadas: 37°40′03″N 32°49′42″E
Çatalhöyük, también conocido como Çatal Höyük, Çatal Hüyük o Catal Hüyük (del turco çatal: ‘tenedor’, y höyük: ‘túmulo’), es un antiguo asentamiento de los períodos Neolítico y Calcolítico, siendo el conjunto urbano más grande y mejor preservado de la época neolítica en el Oriente Próximo. En su apogeo este asentamiento llegó a cubrir 13 hectáreas.
Çatalhöyük está ubicado al sur de la península de Anatolia, en la planicie de Konya, cerca de la actual ciudad de Konya (antigua Iconium) y aproximadamente a 140 km del volcán Hasan Dağ, en Turquía.
Situada a 11 kilómetros de la ciudad de Konya Çumra Çatalhöyük es considerado como uno de los primeros asentamientos de la humanidad con densa población de ocho mil personas.
Un canal del río Çarşamba fluía antiguamente entre los dos montículos que forman el yacimiento, levantado sobre terrenos de arcilla aluvial que pudieron ser favorables para una precoz agricultura. El que está situado hacia el este pudo llegar a alcanzar unos 20 metros de altura sobre la llanura en los últimos momentos de ocupación del Neolítico. El del oeste forma una elevación menor y hay también un yacimiento bizantino a unos cientos de metros hacia el este. Los asentamientos de época prehistórica fueron abandonados antes de la Edad del Bronce. En sus capas inferiores (y más antiguas) el yacimiento data de hacia mediados del VIII milenio a. C. y las más recientes hacia el 5700 a. C. Aunque, según la «Escuela de Lyon», pertenece a los períodos 4 y 5 de la prehistoria del Oriente Próximo (6600-5600 a. C.)1
El desarrollo de esta civilización se interrumpió bruscamente hacia el 5700 a. C. por un gran incendio, que coció el adobe y permitió que paredes de hasta tres metros quedaran en pie. La mayor parte del asentamiento fue destruido o abandonado.
En 2012, la Unesco lo incluyó dentro de la lista del Patrimonio de la Humanidad.2
Descubrimiento
Mapa del Creciente Fértil asiático, con los principales centros de desarrollo cultural conocidos, entre los cuales se encuentra Çatalhöyük.
Descubierto inicialmente en 1958, el sitio de Çatalhöyük no atrajo la atención mundial hasta las excavaciones de James Mellaart, llevadas a cabo entre 1961 y 1965,3 las cuales revelaron que esta región de Anatolia era un foco de cultura avanzada durante el período Neolítico. Pero Mellaart fue expulsado de Turquía debido a su implicación en el asunto Dorak, al haber publicado los dibujos de unos artefactos de la Edad del Bronce supuestamente importantes, que luego desaparecieron (ver Pearson y Connor, más abajo).
Después del escándalo, el yacimiento permaneció inactivo hasta el 12 de septiembre de 1993, cuando comenzaron las investigaciones dirigidas por Ian Hodder, entonces en la Universidad de Cambridge. Dichos trabajos están entre los más ambiciosos proyectos de excavación actualmente en marcha, de acuerdo con, entre otros, Colin Renfrew. Además del uso extensivo del método arqueológico, se buscan también interpretaciones psicológicas y artísticas del simbolismo de las pinturas murales. Hodder, un antiguo discípulo de Mellaart, escogió el lugar como el primer ensayo real a nivel mundial de su entonces controvertida teoría académica de la arqueología postprocesual. El éxito de la excavación ha validado el método postprocesual como un nuevo enfoque que ha creado escuela.4
El yacimiento
Vivienda restaurada (interior).
Según unos autores todo el asentamiento de Çatalhöyük estaría formado por edificios de uso residencial, sin que se pueda establecer la existencia de edificios públicos de manera irrefutable. Para otros, el hecho de que las mejores y más exuberantes pinturas murales estén en los locales más grandes, les lleva a definir éstos como lugares rituales. Pero el propósito de estas habitaciones profusamente decoradas no resulta claro.3
La población de la colina este ha sido estimada por encima de las 10 000 personas, pero la población total probablemente variaría a lo largo de la historia del poblado. Un promedio de entre 5000 y 8000 habitantes sería una estimación razonable. Estos vivían en casas rectangulares construidas con adobe, adosadas, sin calles ni pasajes entre ellas, apiñadas como si formaran un panal de abejas. El acceso a las viviendas se hacía por los techos, caminando sobre ellos como si de calles se tratara, utilizando escaleras, interiores y exteriores, para comunicar los diversos niveles. Los muros también eran de adobe y para conformar la cubierta utilizaron vigas de madera y barro apisonado sobre esteras vegetales. Las aberturas de los techos servían también como la única fuente de ventilación, proporcionando aire fresco y permitiendo salir el humo producido por cocinas y hogares abiertos.
Al estar las casas en medianera, se configuraba una especie de muralla defensiva hacia el exterior, sin aberturas. Esto debió resultar suficiente para salvaguardar a sus habitantes de ataques, pues no se han encontrado signos de luchas en el yacimiento.
Todos los interiores de las casas están enyesados con un acabado muy suave y se caracterizan por la ausencia de ángulos rectos. Constan generalmente de una habitación común de 20 a 25 m² y algunas estancias anexas. La pieza principal dispone de bancos y plataformas para sentarse y dormir, de un hogar rectangular elevado del suelo y de un horno para hacer pan, sirviendo para un amplio abanico de actividades domésticas. Las habitaciones auxiliares se usaban como almacenes y se accedía a ellas desde la sala principal por unas aberturas bajas.3
Las habitaciones se mantenían escrupulosamente limpias: los arqueólogos han identificado muy poca basura o desechos en el interior de los edificios, pero los montones de desperdicios que hay en el exterior de las ruinas contienen aguas residuales y restos de comida, así como significativas cantidades de ceniza vegetal. Posiblemente, cuando hacía buen tiempo muchas de las actividades diarias se realizarían en las terrazas, que así podrían haber formado un espacio abierto similar a una plaza. Al parecer, en época tardía en las terrazas se construyeron grandes hornos comunales. En el transcurso de los siglos las casas se fueron renovando mediante demoliciones parciales y reconstrucciones sobre unos cimientos formados por escombros, lo cual provocó el crecimiento de la colina. Se han descubierto hasta 18 niveles de asentamientos.
Cultura y rituales
Reconstrucción de una habitación de Çatalhöyük con las posiciones originales de los bucráneos y la figura humana en relieve.
Los pobladores de Çatalhöyük enterraban a sus muertos dentro de la aldea: han sido encontrados restos humanos en hoyos debajo de los suelos de las estancias, especialmente bajo los hogares, las plataformas de las habitaciones principales y las camas. Los cuerpos eran plegados al máximo y, a menudo, introducidos en cestos o envueltos en esterillas rojas. Los huesos desarticulados de algunas tumbas sugieren que los cuerpos pudieron ser expuestos al aire libre durante un tiempo, antes de ser recogidos y enterrados. En ciertos casos, las tumbas han sido removidas y las cabezas de los individuos separadas del esqueleto, pudiendo haber sido usadas dichas calaveras de manera ritual, ya que algunas han sido encontradas en otras zonas de la comunidad. Varios cráneos fueron emplastados y pintados con ocre para recrear la cara humana, una costumbre más característica de los sitios neolíticos de Siria y de Jericó, que de yacimientos más cercanos.
Se han hallado restos de hasta cuarenta edificios (repartidos entre nueve de los niveles de la población) que parecen dedicados a sepulcros y santuarios. En los muros de estos santuarios se encontraron frescos que mostraban escenas de caza, danzas rituales, hombres con penes erectos, representaciones en rojo de los ahora extintos uros (Bos primigenius o toro salvaje) y ciervos, así como buitres precipitándose sobre figuras descabezadas. Un fresco que aparentaría ser la aldea con los dos picos gemelos del Hasan Daği al fondo se cita frecuentemente como el “mapa más antiguo del mundo” y la primera pintura paisajística.3 Pero algunos arqueólogos cuestionan tal interpretación: Stephanie Meece, por su parte, argumenta que el fresco es más parecido a la piel de un leopardo que a un volcán, a un diseño geométrico decorativo que a un mapa.5
Modelados en relieve, en los muros de estos “santuarios” hay personajes femeninos (mujeres en posición de dar a luz y la figura de la «Diosa Madre» dominando animales), cabezas de animales, como leopardos, cabras, osos y, destacando entre todos ellos, los bucráneos de arcilla provistos de verdaderos cuernos de toros (abajo, a la izquierda). Las características figurillas de mujer hechas de arcilla o piedra, y descubiertas por todo el asentamiento, dentro y fuera de sus muros, incluso en el interior de recipientes para conservar el grano, pertenecen a los niveles superiores del yacimiento (los más recientes).
Aunque según algunos investigadores, no se han encontrado aún templos claramente identificables, es indiscutible que las tumbas, los murales y las figurillas sugieren que la población de Çatalhöyük poseía una religión compleja, rica en simbología y que se reunían en ciertas salas, abundantes en tales hallazgos, que serían capillas o zonas de encuentro.3
Economía y sociedad
Cabezas de toro de Çatalhöyük.
Al parecer, los pobladores de Çatalhöyük vivían de manera relativamente igualitaria, sin que tengamos constancia de que existieran clases sociales, ya que no se han encontrado hasta ahora casas con características diferenciadas (que pertenecieran a la realeza o a la jerarquía religiosa, por ejemplo). Las investigaciones más recientes también revelan poca diferenciación social basada en el género, recibiendo una alimentación equivalente tanto hombres como mujeres y, aparentemente, teniendo un estatus social similar relativo, hecho establecido como propio de las culturas paleolíticas.6789
Las enfermedades más corrientes entre la población del asentamiento fueron la anemia, la artritis y la malaria, endémica en la región debido a unos pantanos cercanos. La esperanza de vida sería de unos 34 años para los hombres y de 29 para las mujeres, aunque algunos individuos pudieron llegar a los 60.
En los niveles superiores del sitio resulta evidente que los habitantes de Çatalhöyük fueron ganando conocimientos en la agricultura y en la domesticación de animales. Se cultivaban cereales tales como el trigo y la cebada, así como guisantes, garbanzos, lentejas y lino, mientras que de los árboles de las colinas circundantes se recogían frutos como almendras, pistachos y manzanas. Se extraían aceites vegetales de plantas y semillas, lo mismo que una especie de cerveza. Aunque la mayoría de las proteínas animales procedían de la pesca y de la caza (ciervo, jabalí y onagro), la oveja ya había sido domesticada y las evidencias sugieren que los bóvidos comenzaban a estarlo también.
La elaboración de cerámica y la fabricación de utensilios de obsidiana (obtenida en el volcán Hasan Daği) eran unas industrias florecientes, lo cual les permitía mantener relaciones comerciales con puntos distantes de la península anatólica, obteniendo a cambio conchas del Mediterráneo y sílex de Siria. También trabajaban la madera y el cobre, siendo los artesanos de Çatalhöyük expertos en su fundición, lo cual supondría el ejemplo más antiguo de actividad metalúrgica en el Oriente Próximo. La lista de productos que manufacturaban estos artesanos incluiría puntas de flecha, lanzas y puñales de obsidiana o de sílex, mazas de piedra, figurillas en piedra y arcilla cocida, prendas textiles, cuencos y otros recipientes de madera o cerámica, y joyería hecha con perlas o cobre.
Gracias al clima seco de esta zona se han conservado restos de tejidos de excelente calidad. También se han encontrado sellos de arcilla para estampar los trajes con diversos dibujos, cuyo diseño guarda muchas semejanzas con los de las alfombras turcas actuales.
Religión
Mujer sentada de Çatalhöyük, la figura femenina aparece sentada en un trono flanqueado por dos felinos.
Un rasgo distintivo de Çatalhöyük son sus estatuillas femeninas: Mellaart sostenía que estas figurillas realizadas esmeradamente en materiales tan diversos como mármol, calizas azules y pardas, esquisto, calcita, basalto, alabastro y arcilla, representaban una deidad femenina del tipo Diosa Madre. Aunque existía también un dios masculino, el número de las figurillas femeninas era muy superior y este dios no aparece realmente hasta después del nivel VI, habiéndose identificado, hasta la fecha, 18 niveles. Las figurillas fueron encontradas ante todo en zonas que Mellaart consideraba que fueron capillas. La imponente diosa sentada en un trono flanqueado por dos felinos (ilustración de la derecha) fue hallada dentro de un recipiente usado para almacenar el grano, lo que le sugirió a Mellaart que era una deidad que aseguraría la cosecha o protegería las provisiones almacenadas.10
Mientras Mellaart excavó cerca de doscientos edificios en cuatro temporadas, actualmente, Ian Hodder dedica una temporada entera a excavar un único edificio.11 Durante 2004 y 2005 Hodder y su equipo comenzaron a creer que el modelo propuesto por Mellaart de una cultura de signo matriarcal era falso. Habiendo encontrado solamente una figurilla similar al modelo de Diosa Madre que Mellaart propugnaba, entre la gran cantidad de ellas desenterradas, Hodder decidió que el yacimiento no ofrecía suficientes indicios como para establecer si era una cultura matriarcal o patriarcal, sino que apuntaba más bien hacia una sociedad relativamente igualitaria.121314
El catedrático Lynn Meskell expone, en apoyo de esta teoría, que mientras en las excavaciones iniciales se encontraron sólo 200 estatuillas, los nuevos trabajos han desenterrado 2000, de las cuales muchas son de animales, siendo únicamente un 5 % de las figurillas de mujeres.14
Montículos este y oeste
Los montículos están formados por la acumulación de destrucción como resultado de destrucciones como terremotos y guerras. Por esta razón, constituyen un asentamiento arqueológico de varias etapas y un sitio reliquia que pertenece a diferentes historias.
Los montículos orientales y occidentales en Çatalhöyük están ubicados en dos colinas diferentes a diferentes altitudes. El montículo oriental, la edad neolítica y el montículo occidental se usaron como área de asentamiento en la edad calcolítica. Las excavaciones del montículo Este a Çatalhöyük se hace entre el primero descubierto por el arqueólogo británico James Mellaart y su equipo en 1961-1965 y situado al lado de uno al otro como 18 casas de adobe fueron descubiertos capa de asentamiento neolítico. En las capas fechadas entre 7400 y 6200 aC, se han alcanzado muchas reliquias y conocimientos que se han establecido y se han creado importantes archivos que contienen obras arquitectónicas y artísticas.
El höyük occidental está fechado entre 6200 y 5200 aC y tiene características que pertenecen a la Edad Calcolítica. El montículo revela que la estructura cultural vista en el primer período del montículo oriental se mantuvo. Además, los restos de cerámica y cerámica de los Períodos bizantino y helenístico y los fosos de enterramiento pertenecientes al Período Bizantino se encontraron en los niveles superiores del montículo occidental.
Los montículos, distribuidos en un área de aproximadamente 14 hectáreas, se han utilizado como área de asentamiento durante más de 2000 años sin interrupción. El hecho de que las capas expuestas muestren las etapas de transición del pueblo a la ciudad diferencia a la ciudad neolítica de Çatalhöyük de otros asentamientos neolíticos.
Casas agrupadas
Çatalhöyük tiene una luz importante sobre la historia arquitectónica de la humanidad con la primera arquitectura de la casa datada del 5500 aC El tamaño y el diseño de las casas en la ciudad muestran un ejemplo temprano de urbanismo basado en ideales sociales e igualitarios.
Las casas de una sola planta están hechas de ladrillos de barro y madera. Los techos planos están cubiertos con juncos y arcilla compacta, que se forman con vigas procedentes de los árboles plantados entre las paredes. Las casas generalmente consisten en dos habitaciones. En las habitaciones, hay plataformas elevadas y almacenes para facilitar la vida doméstica.
Las paredes interiores de las casas están enlucidas con un yeso blanco para lograr suavidad. Los tallos de las plantas y los fragmentos de hojas se agregaron a las grietas de las parcelas que se encontraron enterradas 160 veces. Las paredes estaban decoradas con figuras geométricas, patrones kilim, círculos, estrellas, motivos florales, representaciones de caza y danza. En las paredes de la casa, además de los dibujos y pinturas, también hay cabezas reales de toro, ciervo y carnero con escayola. Además, se encontraron relieves humanos y animales como decoración de paredes.
Las tumbas de la casa también se usaron como tumbas. Las excavaciones encontraron entierros, especialmente en el fondo de la estufa, en las plataformas dentro de las habitaciones principales y debajo de las camas.
Sin calle y sin desperdicio
No hay una calle en la ciudad neolítica de Çatalhöyük debido al orden secuencial de las casas. Los techos estaban funcionando en la calle y, por lo tanto, el transporte se realizó sobre los techos. Se cree que las presas se han construido sobre los techos de muchas actividades que se llevan a cabo en la vida diaria y se usan en tiempos especiales porque se usan como calles. Históricamente se encontraron capas más cercanas en hogares colocados en las presas. Esta situación sugiere que actividades como comer y beber en conjunto, especialmente en clima favorable, también se realizan en el techo.
Se ha tenido mucho cuidado con el cuidado y la limpieza de las casas. Durante las excavaciones, se encontraron muy pocas cuevas en las casas. Los montones de cenizas afuera de las casas muestran que la basura, los alimentos y las aguas residuales se recolectan y queman. La ventilación de las casas es proporcionada por las ventanas que emergen de las diferencias de altura de las paredes que ocurren con las casas adyacentes debido a la inclinación de la tierra.
Transición y comercio
Como resultado de las excavaciones, los primeros pobladores de Çatalhöyük fueron una comunidad de cazadores-recolectores; se ha entendido que han pasado a la sociedad agrícola desde la sexta capa revelada. El hecho de que una rama del río Çarşamba hubiera fluido a través de los montículos orientales y occidentales en ese momento creó la estructura de suelo aluvial adecuada para la agricultura. El trigo, la cebada y los guisantes son las primeras plantas en ser cultivadas. Se cree que las estatuas en las cajas que cultivan se guardan en cajas para fertilidad y protección. Tanto la ganadería como la agricultura han sido tratadas, el ganado y las ovejas comenzaron a domesticarse.
La comunidad que vive en Çatalhöyük no solo ha comenzado a dedicarse a la agricultura y la cría de animales, sino también a la producción de sal, tejidos, alfarería, joyería, cestería, herramientas y mano de obra de madera. Habiendo sido encontrados en excavaciones hechas de conchas de mar que se cree que vinieron de la costa mediterránea, demuestra que están comerciando con comunidades que viven en diferentes lugares.
No hay clase social
Çatalhöyük es un asentamiento que experimentó la fase de urbanización. Esta característica la separa de otros asentamientos neolíticos. La población que excedió los ocho ha causado que el asentamiento se expandiera espacialmente y resultó en una fuerte tradición de cultura.
Se cree que la colonia no fue fundada por inmigrantes de otras regiones sino por una pequeña comunidad indígena, y que creció con el tiempo debido al crecimiento de la población. Las casas en los primeros niveles son menores que las de los niveles superiores. El número de casas aumenta a medida que sube las capas superiores. Este hallazgo demuestra que la ciudad creció con el tiempo.
No hay construcciones como palacios, templos, edificios públicos que se separen de las casas de la ciudad. No hay distinción de clase social en la vida social. Además, las mujeres y los hombres tienen el mismo estatus social.
Primeros santuarios?
No hay templos en Çatalhöyük. Sin embargo, se cree que tienen una rica dinastía, como se entiende a partir de las pequeñas estatuillas hechas de la tierra y las pinturas murales en la era prehistórica donde se da el nombre de la estatuilla. Se estima que estos tipos de hallazgos son intensos y que las salas que son más grandes que otras son áreas religiosas públicamente abiertas.
Las paredes de estas habitaciones, que se cree que son lugares religiosos, incluyen adornos relacionados con la caza y la abundancia, así como representaciones de eventos de la naturaleza que han tenido lugar. En el höyük oriental, muchos edificios con estas características fueron descubiertos. Si estas habitaciones se usaron para fines religiosos como se pensaba, son las estructuras sagradas más antiguas que se encuentran en Anatolia.
Estatua de la diosa madre
Numerosas esculturas de la Diosa Madre se encontraron en excavaciones en el höyük oriental. La longitud de las esculturas hechas de tiza cocida, mármol o piedra caliza varía entre 5 y 15 centímetros. Algunas de estas figurillas con formas elaboradas, llamadas figurillas, representan la abundancia, y algunas de ellas representan el mal y la muerte.
Aquellos que tienen la forma de una cara quebrada, grasa, pecho grande y caderas grandes simbolizan la vida, la abundancia y la abundancia. Algunas de estas figurillas se representan como dar a luz, y el énfasis de la abundancia se esclarece aún más. Vista fea y fertilidad figuras que tienen la reversión simboliza la vida, mientras que los figurines encontraron un ave de presa en las manos simboliza el vínculo con la madre diosa de los muertos.
Como resultado de la datación de estos hallazgos, se considera que uno de los centros más antiguos de la Diosa Madre en Anatolia es Çatalhöyük.
El primer mapa del mundo
Se encontró un mapa en las paredes norte y este de una habitación que se creía sagrada en las primeras excavaciones en 1963. El mapa, que se entiende que es el plano de la ciudad de Çatalhöyük, data de hace unos 8200 años. Las pruebas de carbono realizadas indican 6200 aC con más o menos 97 años de desviación. El mapa, que mide aproximadamente 3 metros de largo y 90 centímetros de alto, es el primer mapa conocido del mundo. Todavía se exhibe en el Museo de las Civilizaciones de Ankara Anatolia.
Último estado en excavaciones
Todos los restos arqueológicos descubiertos por investigaciones y excavaciones de Çatalhöyük, que habían sido abandonados antes de la Edad del Bronce en aproximadamente 5700 aC, han sido documentados y bien conservados.
Los hallazgos de excavación se encuentran en el Museo de Arqueología de Konya. Algunos de ellos fueron exhibidos y otros fueron protegidos en almacenamiento.
Las excavaciones están dirigidas por Ian Hodder en la Universidad de Cambridge; Gran Bretaña, Turquía, Grecia y llevado a cabo por un equipo mixto de investigadores de Estados Unidos. El trabajo de excavación continuará hasta 2018. Después de esta fecha, se iniciarán los trabajos de protección y restauración para finalizar el trabajo de excavación.
La autoría de las fotografías son de:
Fotoğraf: Elelicht Ev içi canlandırma
Fotoğraf: Stipich Béla
Fotoğraf: catalhoyuk.com
Fotoğraf: Dr. Colleen Morgan
Fotoğraf: Omar Hoftun
Fotoğraf: Roweromaniak
Mohenjo-Daro
Mohenjo-Daro
Localización: Distrito de Larkana, Sindh, Pakistán
Tipo: Asentamiento
Área: 250 ha (620 acres) [1]
Historia
Fundado: 26-25 siglo a. C.
Abandonado: Siglo XIX a. C.
Culturas: Civilización del valle del Indo
Efigie de piedra de un rey sacerdote, encontrada en Mohenjo-Daro (fotografía de Mamoon Mengal).
Fotografía del libro Mohenjo Daro and the Indus Civilization (del arqueólogo británico sir John Marshall; Londres, 1931) que muestra un sello de esteatita del 1500 a. C. Se puede ver la imagen de una persona sentada sobre una mesa baja. Marshall creyó que podría ser el dios indio Shivá sentado en meditación, por lo que afirmó que el yoga había sido creado en el II milenio a. C.
Mohenjo-Daro y Harappa, son las dos ciudades más importantes de la denominada Cultura Harappa, de la Civilización del valle del Indo.
Mapa de la zona ocupada por la cultura del valle del Indo, mostrando la ubicación de Mohenjo-Daro.
Puerta de entrada al complejo Mohenjo-Daro.
Mohenjo-Daro (sindhi: موئن جو دڙو, AFI: [moˑin ʥoˑ d̪əɽoˑ]) fue una ciudad de la antigua cultura del valle del Indo. Sus ruinas se encuentran en territorio del actual Pakistán. Se desconoce su nombre antiguo. El actual nombre Mohenjo Daro significa literalmente ‘montículo de la muerte’. Fue habitada durante el tercer milenio antes de nuestra era (entre el 2600 a. C. y el 1800 a. C.) a orillas del río Indo.
Fue uno de los primeros y más importantes asentamientos urbanos del mundo, existente al mismo tiempo que las civilizaciones de Mesopotamia, Caral, el Antiguo Egipto, y Creta. Probablemente un cambio en el curso del río provocó el abandono de la ciudad.
Descubrimiento
En 1920, el arqueólogo británico John Marshall descubrió estas ruinas urbanas y describió por primera vez la cultura del valle del Indo. Sus estudios fueron completados por otros investigadores como Wheeler, Marshall Mackay y Sahni, además de arqueólogos indios y pakistaníes a partir de 1960. Las ruinas de Mohenjo-Daro están algo mejor preservadas que las de Harappa, la otra gran ciudad de la cultura del valle del Indo, por lo cual constituyen una mejor fuente de información acerca de esta cultura. En 1980 la Unesco declaró las ruinas de Mohenjo-Daro como Patrimonio de la Humanidad.
Significación histórica
Mohenjo-Daro fue muy probablemente una de las mayores ciudades de la antigua cultura del valle del Indo, también conocida como cultura Harappa, por la ciudad de Harappa, otra importante localización del valle del Indo, ubicada a 570 km al noreste de Mohenjo-Daro en el Panyab (Pakistán).1
La cultura prehistórica del Indo dio origen a la civilización del valle del Indo alrededor del 3000 a. C. La civilización se extendió por Pakistán y la India del Norte, pero de repente empezó a declinar alrededor del 1900 a. C. Los asentamientos de la civilización del Indo se extendían por el oeste hasta la frontera con Irán, con un puesto avanzado en Bactria, y por el sur hasta la costa del Mar Arábigo en la India Occidental, en Gujarat. Entre los principales asentamientos urbanos se encuentran Harappa, Mohenjo-Daro y Lothal.
En su apogeo, Mohenjo-Daro fue la ciudad más desarrollada y avanzada del sur de Asia, mostrando una ingeniería (con pozos, avanzados sistemas de desagüe y baños en las casas) y planificación urbana muy sofisticados para su época.2
Algunos estudiosos opinan que los sumerios, establecidos en Mesopotamia ―que inventaron la rueda en el 3500 a. C. y la escritura en el 3300 a. C.―, no tendrían un origen completamente autóctono, sino que tendrían influencias de la cultura Harappa, representada por enclaves como Mohenjo-Daro (que alcanzó su apogeo entre el 2600 a. C. y el 1800 a. C.).3 Los escasos registros genéticos de los sumerios (“cabezas negras”) obtenidos hasta la fecha apuntan también en ese sentido, una proveniencia nor-india.
Sitio arqueológico
Se estima que en su momento de mayor ocupación, Mohenjo-Daro contaba con 35000 habitantes. La ciudad se encontraba cercada por murallas defensivas de ladrillo cocido. Abarcaba un kilómetro cuadrado de extensión, y comprendía dos zonas: la ciudadela, sobre un montículo, en donde se encontraba el centro administrativo y quizás religioso; y la “ciudad baja”, donde se agrupaban los barrios de artesanos, zonas residenciales, graneros y almacenes. Esta organización parece que es el resultado de una planificación urbana.
La ciudadela
La ciudadela está elevada sobre un montículo artificial. Este monte fue estudiado por Marshall, quien llegó a la conclusión de que hubo habitantes sobre el período Harappa inicial que construyeron el muro que encontramos bajo estas estructuras. Después este muro fue rellenado de tierra y trozos de ladrillo y sirvió de base para la construcción de las diferentes estructuras que encontramos en ella. La entrada a este monte está curiosamente en la parte trasera u oeste y contiene unas escaleras de unos siete metros de ancho. Después hay una pequeña puerta en la esquina sudoeste. Como estructuras significativas en la ciudadela tenemos tres edificios: el Gran Baño, el Granero y la Casa de los Sacerdotes.
Los Grandes Baños son un tanque rectangular que mide unos 12 metros de largo por 7 m de ancho y 2,4 m de profundidad. Alrededor de este tanque se encuentra una serie de columnas que se abren desde el sur, por lo tanto se puede situar la entrada en el sur del edificio. Además del tanque y la columnata hay un carril que parece ser público que rodea la estructura. Así pues la estructura del edificio se divide en tres zonas concéntricas que sirven para rodear el tanque.
Según Marshall, el agua provendría de un pozo que tiene una estructura concéntrica, dentro de una pequeña habitación lateral y saldría por un desagüe que está en la esquina sudoeste del baño. El agua pasaría por una galería bien elaborada, cubierta con un arco y con un tamaño suficiente para que un hombre pudiese caminar por ella. Posiblemente el tamaño de la galería fuese así para permitir la limpieza de esta y, en ocasiones, sería una buena vía de escape secreta; esto último, es solo una hipótesis.
Al oeste del gran baño está el Granero (según Wheeler). Es una gran construcción hecha en su mayor parte de madera y con un fuerte y grueso techado plano. Se aprecia que fue arreglado varias veces. Su construcción no es muy elaborada y su peso indica que necesitaba bastantes soportes.
Originalmente medía 50 metros por 27 y tenía 1350 metros cuadrados. Consiste en una plataforma hecha a base de ladrillos puestos unos sobre otros hasta llegar a la altura de 6 metros y en la parte superior encontramos unos canales de ventilación. Esto era simplemente la base de la construcción, después, se hacía el edificio de madera. Al norte encontramos una plataforma de carga.
La casa de los sacerdotes, actualmente, es un conjunto de muros difícil de entender. Algunas hipótesis hablan de la residencia de un posible alto sacerdote o bien de una institución religiosa. Mide aproximadamente 70 metros de largo por 24 m de ancho y ha ido sufriendo diversos cambios en su estructura interior. Al norte y al sur de la estructura se encuentran grandes habitaciones y hacia el centro son más pequeñas. Parece tener una puerta en el muro oeste y hay una sección que se asemeja a la construcción del muro norte del gran baño, con ventanas interiores.
La ciudad baja
Mohenjo-Daro se distingue por haber sido una ciudad en la que no existían grandes desigualdades sociales. En la ciudad baja, las casas más grandes, que eran una minoría, podían contar con más de 200 metros cuadrados y veinte habitaciones, dispuestas alrededor de uno o más patios abiertos con escaleras que conducían a un piso superior o techo plano. La mayor parte de la población moraba en viviendas de entre 50 y 100 metros cuadrados y una sola habitación (de entre 5 × 10 m y 5 × 20 m); estas viviendas constituían la mitad del total. La otra mitad, exceptuando las pocas casas de gran superficie que se han mencionado, estaba formada por casas de entre 100 y 150 metros cuadrados (de entre 5 × 20 m y 5 × 30 m). El principal material de construcción era el adobe (ladrillo de tierra sin cocer). Muchas calles y pasajes tenían alcantarillado conformado con ladrillos y con aberturas para inspecciones periódicas. Las casas individuales tenían baños y retretes con agua corriente. Estos últimos se vaciaban en un receptáculo o, a través de un tubo de bajada hecho de arcilla, al alcantarillado público. Todo un sorprendente sistema de saneamiento en una cultura que floreció hace 4500 años.
Algunas de las construcciones más destacables de la ciudad baja se encuentran en la calle principal. Esta vía mide unos 9,5 metros de ancho, atraviesa la ciudad de norte a sur y está provista de alcantarillado; además estaba pavimentada con una argamasa de trozos de ladrillo y mortero, lo que no era muy común en las demás calles. Esta pavimentación hizo pensar a los arqueólogos que transitaban carros por esta calle y por eso se necesitó pavimentarla, sobre todo cuando el tiempo era lluvioso; no obstante no se han encontrado marcas de ruedas.
También es interesante la casa VIII del bloque 10 dentro del área HR. Esta casa está situada en la parte norte de la excavación y consiste básicamente en un patio central con una distribución de diferentes habitaciones alrededor. Toda ella mide 29,5 metros, sus muros tienen un espesor de aproximadamente 1,5 metros y tiene dos puertas exteriores, una delante y otra detrás, pero ninguna ventana, algo que es típico de la cultura de Harappa.
En la ciudad baja también encontramos talleres de alfareros, tintoreros, herreros, artesanos de conchas y de cuentas (abalorios). Algunos de estos artículos artesanales se fabricaban con materiales importados, mientras que otros pueden haberse destinado exclusivamente para la exportación. Por lo anterior se sabe que sus actividades incluían la agricultura, la manufactura y el comercio.
Según el escritor estadounidense Will Durant, las monedas que se han encontrado en Mohenjo-Daro datan del año 2900 a. C.:
En Mohenjo-Daro, en la India [sic, por “en Pakistán”], se han hallado monedas del año 2900 a. C., más antiguas que las monedas lidias de Creso (570-546 a. C.). […] Senaquerib (hacia el 700 a. C.) acuñó monedas de medio siclo.
Will Durant4
Fortificaciones
La excavación de la ciudad reveló pozos muy altos (izquierda), que parece que se construyeron continuamente a medida que las inundaciones y la reconstrucción aumentaron la elevación del nivel de la calle. [21]
Mohenjo-daro no tenía una serie de murallas, pero estaba fortificado con torres de vigilancia al oeste del asentamiento principal y fortificaciones defensivas al sur. Considerando estas fortificaciones y la estructura de otras ciudades importantes del valle del Indo como Harappa, se postula que Mohenjo-daro era un centro administrativo. Tanto Harappa como Mohenjo-daro comparten relativamente el mismo diseño arquitectónico y, por lo general, no estaban fuertemente fortificados como otros sitios del valle del Indo. Es obvio a partir de los diseños idénticos de la ciudad de todos los sitios del Indo que hubo algún tipo de centralidad política o administrativa, pero la extensión y el funcionamiento de un centro administrativo sigue sin estar claro.
Más en: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/cultura-valle-indo_8008
Artefactos notables
Barco con búsqueda de aves para encontrar tierra. [32] Modelo del sello Mohenjo-Daro, 2500-1750 a. C.
Numerosos objetos encontrados en la excavación incluyen figuras sentadas y de pie, herramientas de cobre y piedra, sellos tallados, balanzas y pesas, joyas de oro y jaspe y juguetes para niños. [33] Se han recuperado del lugar muchas piezas de bronce y cobre, como figurillas y cuencos, lo que demuestra que los habitantes de Mohenjo-daro sabían cómo utilizar la técnica de la cera perdida.[34] Se cree que los hornos encontrados en el sitio se utilizaron para trabajos de cobre y fundición de metales en lugar de fundición. Incluso parece haber una sección completa de la ciudad dedicada al trabajo de conchas, ubicada en la parte noreste del sitio.[35] Algunas de las obras de cobre más destacadas recuperadas del sitio son las tablillas de cobre que tienen ejemplos de la escritura e iconografía del Indo sin traducir.[36] Si bien el guión aún no se ha descifrado, muchas de las imágenes de las tabletas coinciden con otra tableta y ambas tienen el mismo título en el idioma indio, y el ejemplo que se muestra tres tabletas con la imagen de una cabra montesa y la inscripción en el reverso se leen las mismas letras para las tres tabletas.[37]
Se han recuperado tiestos de cerámica y terracota del sitio, y muchas de las ollas tienen depósitos de ceniza, lo que lleva a los arqueólogos a creer que se usaron para contener las cenizas de una persona o como una forma de calentar una casa ubicada en el sitio.[38] Estos calentadores, o braseros, eran formas de calentar la casa al mismo tiempo que se podían utilizar para cocinar o filtrar, mientras que otros creen que se usaron únicamente para calentar.[38]
Los hallazgos de Mohenjo-daro se depositaron inicialmente en el Museo de Lahore, pero luego se trasladaron a la sede de ASI en Nueva Delhi, donde se estaba planificando un nuevo “Museo Imperial Central” para la nueva capital del Raj británico, en el que al menos un se mostraría la selección. Se hizo evidente que se acercaba la independencia de la India, pero la Partición de la India no se anticipó hasta el final del proceso. Las nuevas autoridades paquistaníes solicitaron la devolución de las piezas de Harappan excavadas en su territorio, pero las autoridades indias se negaron. Finalmente se llegó a un acuerdo, por el cual los hallazgos, por un total de unos 12.000 objetos (la mayoría de los tiestos de cerámica), se dividieron en partes iguales entre los países; en algunos casos esto se tomó muy literalmente, con algunos collares y fajas cuyas cuentas se separaron en dos pilas. En el caso de las “dos figuras esculpidas más célebres”, Pakistán pidió y recibió al Sacerdote-rey , mientras que India retuvo a la Dancing Girl , mucho más pequeña,[39] y también el sello Pashupati.
La mayoría de los objetos de Mohenjo-daro retenidos por India están en el Museo Nacional de India en Nueva Delhi y los devueltos a Pakistán en el Museo Nacional de Pakistán en Karachi, y muchos también en el museo ahora establecido en Mohenjo-daro. En 1939, un pequeño grupo representativo de artefactos excavados en el sitio fue transferido al Museo Británico por el Director General del Estudio Arqueológico de la India.[40]
Ídolo de la diosa madre
Descubierto por John Marshall en 1931, el ídolo parece imitar ciertas características que coinciden con la creencia de la Diosa Madre común en muchas civilizaciones tempranas del Cercano Oriente.[41] Se han observado esculturas y estatuillas que representan a mujeres como parte de la cultura y religión de Harappa, ya que se recuperaron múltiples piezas femeninas de las excavaciones arqueológicas de Marshall. [41] Estas cifras no se categorizaron correctamente, según Marshall, lo que significa que no está claro dónde se recuperaron del sitio. Una de dichas figuras, que se muestra a continuación, mide 18,7 cm de alto y se encuentra actualmente en exhibición en el Museo Nacional de Pakistán, en Karachi.[41] Los aspectos de fertilidad y maternidad que se exhiben en los ídolos están representados por los genitales femeninos que se presentan en un estilo casi exagerado como lo afirma Marshall, y él infiere que tales figurillas son ofrendas a la diosa, a diferencia del entendimiento típico de ellos siendo ídolos que representan la semejanza de la diosa.[41] Debido a que las figuras son únicas en términos de peinados, proporciones corporales, así como tocados y joyas, existen teorías sobre a quién representan estas figuras.[41] Shereen Ratnagar teoriza que debido a su singularidad y descubrimiento disperso por todo el sitio, podrían ser figurillas de mujeres domésticas comunes, que encargaron que estas piezas se usaran en rituales o ceremonias de curación para ayudar a las mujeres mencionadas anteriormente.[41]
Bailarina
En 1926, se encontró una estatuilla de bronce apodada la “Dancing Girl”, de 10,5 centímetros (4,1 pulgadas) de alto [42] y de unos 4.500 años de antigüedad, en la “zona de HR” de Mohenjo-daro; ahora se encuentra en el Museo Nacional de Nueva Delhi.[42] En 1973, el arqueólogo británico Mortimer Wheeler describió el artículo como su estatuilla favorita:
Creo que tiene unos quince años, no más, pero está parada allí con brazaletes hasta el brazo y nada más. Una chica perfectamente, por el momento, perfectamente segura de sí misma y del mundo. Creo que no hay nada como ella en el mundo.
John Marshall, otro arqueólogo de Mohenjo-daro, describió la figura como “una niña, con la mano en la cadera en una postura medio imprudente y las piernas ligeramente adelantadas mientras marca el ritmo de la música con las piernas y los pies”.[43] El arqueólogo Gregory Possehl dijo de la estatuilla: “Puede que no estemos seguros de que fuera una bailarina, pero era buena en lo que hacía y lo sabía”. La estatua condujo a dos descubrimientos importantes sobre la civilización: primero, que conocían la mezcla de metales, fundición y otros métodos sofisticados de trabajar con minerales, y segundo, que el entretenimiento, especialmente la danza, era parte de la cultura. [42]
Sacerdote-Rey
En 1927, se encontró una figura masculina de esteatita sentada en un edificio con ladrillos inusualmente ornamentales y un nicho en la pared. Aunque no hay evidencia de que sacerdotes o monarcas gobernaran Mohenjo-daro, los arqueólogos llamaron a esta figura digna un “Sacerdote-Rey”. La escultura mide 17,5 centímetros (6,9 pulgadas) de alto y muestra a un hombre pulcramente barbudo con perforaciones en los lóbulos de las orejas y un filete alrededor de la cabeza, posiblemente todo lo que queda de un peinado o tocado que alguna vez fue elaborado; su cabello está peinado hacia atrás. Lleva un brazalete y una capa con motivos de trébol perforado, círculo simple y círculo doble, que muestran rastros de rojo. Sus ojos podrían haber sido originalmente incrustados.[44]
Sello pashupati
Una fosa descubierta en el sitio tiene la imagen de una figura sentada, con las piernas cruzadas y posiblemente itifálica rodeada de animales. La figura ha sido interpretada por algunos eruditos como un yogui, y por otros como un “proto- Shiva ” de tres cabezas como “Señor de los animales”.
Collar de siete hebras
Sir Mortimer Wheeler estaba especialmente fascinado con este artefacto, que creía que tenía al menos 4.500 años. El collar tiene un broche en forma de S con siete hebras, cada una de más de 4 pies de largo, de pepitas de bronce y metal en forma de cuentas que conectan cada brazo de la “S” en filigrana. Cada hebra tiene entre 220 y 230 de las pepitas multifacéticas, y hay alrededor de 1,600 pepitas en total. El collar pesa alrededor de 250 gramos en total y actualmente se encuentra en una colección privada en la India.[cita requerida]
Decadencia
Se cree que Mohenjo-Daro fue atacada en la mitad del segundo milenio a.C. La identidad de los atacantes es incierta. No obstante, la ciudad ya se encontraba en una etapa de decadencia antes de que fuera destruida. Fuertes inundaciones habían dejado bajo el agua, en más de una vez, a grandes zonas.
Conservación y estado actual
Un acuerdo inicial para financiar la restauración se acordó a través de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en París el 27 de mayo de 1980.
El trabajo de conservación de Mohenjo-daro se suspendió en diciembre de 1996 después de que se interrumpiera la financiación del gobierno paquistaní y de organizaciones internacionales. El trabajo de conservación del sitio se reanudó en abril de 1997, utilizando fondos puestos a disposición por la UNESCO. El plan de financiación de 20 años proporcionó $ 10 millones para proteger el sitio y las estructuras en pie de las inundaciones. En 2011, la responsabilidad de la preservación del sitio se transfirió al gobierno de Sindh.[45]
Actualmente, el sitio está amenazado por la salinidad del agua subterránea y una restauración inadecuada. Muchos muros ya se han derrumbado, mientras que otros se están derrumbando desde cero. En 2012, los arqueólogos paquistaníes advirtieron que, sin mejores medidas de conservación, el sitio podría desaparecer para el 2030. [5] [46]
Las ruinas del gran baño en la ciudadela de Mohenjo-Daro, en el actual territorio de Pakistan. Las ruinas de Mohenjo Daro son Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO.
Mohenjo-Daro, la gran sorpresa
El hallazgo de Mohenjo-Daro, en el valle del Indo, puso al descubierto una civilización tan grandiosa como ignorada.
María Domínguez: 13/09/2019
La arqueología británica vivía momentos de euforia a comienzos del siglo XX. Estaba redescubriendo las primeras civilizaciones de la historia gracias a los hallazgos de sir Arthur Evans en Creta y a los de varios equipos en Egipto y Mesopotamia. En esta coyuntura, exactamente en 1922 (el mismo año en que el Valle de los Reyes asombró al mundo con los tesoros de Tutankhamón), un monje budista condujo a un oficial del Servicio Arqueológico de la India hasta un convento. El edificio se alzaba en lo alto de un montículo junto a una stupa.
Pronto se supo que el túmulo no escondía reliquias de Buda. Era mucho más antiguo, dos milenios anterior. La gente de la región, a duras penas bañada por el río Indo, llamaba al lugar el Montículo de la Muerte, en lengua sind Mohenjo-Daro, por la desolación que lo rodeaba. Sin embargo, bajo ese enclave desértico no tardaron en surgir vestigios de una época mejor, plena de vida. De cuando, como en el Nilo, el Indo se desbordaba cada primavera, alimentado por la nieve derretida del Himalaya, y dejaba su cuenca cubierta por un limo muy fecundo tras el paso de las aguas de camino hacia el mar de Arabia. Este fenómeno, junto al sol radiante de Asia meridional, había permitido el florecimiento, en el remoto III milenio a. C., de una cultura agrícola y urbana tan próspera, organizada y avanzada como desconocida en el Valle del Indo.
Similitudes con Harappa
Rakhaldas Banerji, el oficial guiado por el religioso, comprendió al instante la relevancia del sitio en cuanto lo tanteó. La zona que excavó en torno a la stupa reveló los primeros indicios de una ciudad arcaica que, según se vería en las décadas siguientes, abarcó 1,5 km2 durante su apogeo, entre 2600 y 1900 a. C. Lo cierto es que el estudioso no había apostado a ciegas por este yacimiento.
Se tenían vagas nociones de lo que se conocería como la civilización del río Indo desde mediados del siglo XIX, cuando el Servicio Arqueológico de la India se topó con restos de Harappa, la otra gran metrópolis de esta cultura, buscando reminiscencias de peregrinaciones chinas en tiempos de Buda. No obstante, nadie imaginó entonces la antigüedad real de las evidencias localizadas. Eso ocurrió luego, coincidiendo con la Primera Guerra Mundial y con la investidura como caballero de un nuevo director de la entidad, John Marshall.
Se tenían nociones de lo que se conocería como la civilización del río Indo desde mediados del siglo XIX, cuando el Servicio Arqueológico de la India se topó con restos de Harappa, la otra gran metrópolis de esta cultura.
Este flamante sir impulsó una investigación a fondo de Harappa, que siete años después se materializó en un desenterramiento sistemático del lugar. Luego se comprobó que algunos de los hallazgos correspondían al período Calcolítico, a la transición del Neolítico a la Edad del Bronce. De ahí el entusiasmo que embargó a sir John cuando le llegó la noticia de que su empleado Banerji, sin haber presenciado los descubrimientos protohistóricos de Harappa, había encontrado en paralelo en Mohenjo-Daro sellos de barro de una antigüedad similar.
Mohenjo-Daro está a 590 km de distancia de su coetánea, lo que significa que el ámbito geográfico de influencia de la cultura que empezaba a asomar había sido amplio. Con respecto a su antigüedad, cualquier duda se disipó gracias a la aportación de un tercer arqueólogo. Se trataba de Ernest MacKay, un catedrático de la Universidad de Chicago especializado en Mesopotamia que un día vio en una publicación la fotografía de un sello hallado en Mohenjo-Daro. Para su sorpresa, era exactamente igual a uno que él había recuperado en Sumeria. Se había cerrado el ciclo descubridor. En el río Indo había existido una civilización asombrosa, capaz de comerciar con la lejana región del Tigris y el Éufrates, e ignorada durante milenios.
El rescate de la Unesco
Las excavaciones en Mohenjo-Daro adquirieron un ritmo incesante a partir de ese momento. Durante los años veinte y treinta trabajaron en el yacimiento Marshall y MacKay. Y en los cuarenta y cincuenta, otra estrella de la arqueología anglosajona, sir Mortimer Wheeler, descubridor de un presunto granero en la localidad. Unos y otros, con ayuda de colegas indios y pakistaníes, sacaron a la luz hasta un tercio de la vieja capital. Mientras, la supervisión del lo que ocurría en el Valle del Indo pasaba del gobierno colonial británico al de la India independiente y luego al de Pakistán, tras la secesión de este país.
No obstante, a mediados de los sesenta, finalizada una última campaña a gran escala emprendida por la Universidad de Pennsylvania, hubo que detener las obras ante la fragilidad del yacimiento. Este reposaba sobre capas tectónicas inestables que, al reacomodarse o ser removidas, hacían aflorar agua salada. El salitre erosionaba el principal material de construcción empleado en Mohenjo-Daro, los ladrillos de adobe, que se resquebrajaban al mojarse con la sal y calentarse por el fuerte sol de la zona.
En los sesenta se comprobó que el salitre de las aguas subterráneas resquebrajaba los ladrillos de adobe, y la Unesco tomó cartas en el asunto.
La amenaza era tan grave que la Unesco tomó cartas en el asunto. Por un lado, inició un proyecto de colaboración con las autoridades pakistaníes para bombear y desviar el agua subterránea del yacimiento. Por otro, declaró a Mohenjo-Daro Patrimonio de la Humanidad, con la protección global que ello implica.
¿Aún más antiguos?
En el sitio, mientras tanto, el cese de las excavaciones en profundidad dejó lugar a tareas de conservación y documentación y también a prospecciones superficiales. Especialmente dinámicas desde los años ochenta, estas actividades, internacionalizadas desde la intervención de la Unesco, han deparado grandes avances en el conocimiento de la civilización del Indo. Hoy se saben muchos detalles de ella gracias a estudiosos como el alemán Michael Jansen, el italiano Maurizio Tosi o los norteamericanos Gregory Possehl y Jonathan Kenoyer. Por ejemplo, que su área de influencia abarcaba el equivalente a tres veces el tamaño de España, que el grueso de su sociedad urbana lo formaba una próspera burguesía de mercaderes y artesanos y que en las ciudades había un alcantarillado muy moderno, similar al romano, pero dos milenios anterior.
En las ciudades había un alcantarillado muy moderno, similar al romano, pero dos milenios anterior.
Los arqueólogos locales también han contribuido de forma notable a aportar más datos sobre esta cultura asombrosa. Es el caso de los indios Braj Basi Lal y Shikaripur Ranganatha Rao y, hace tan solo tres meses, del pakistaní Ghulam Mustafá Shar, quien, al frente de una veintena de colegas, descubrió en enero de 2009 el sitio de Lakhian Jo Daro no lejos de Mohenjo-Daro. Pese a que aún se investiga, se podría cifrar la fecha de inicio de esta civilización en 9.000 años de antigüedad, en vez de los 5.500 que se creía hasta ahora. Así permite aventurarlo el hallazgo de un taller de cerámica vidriada datado en el V milenio a. C.
Mientras se despeja esta incógnita –u otras como la lengua, la poca belicosidad y la misteriosa desaparición de este pueblo–, la primitiva civilización del Indo continúa teniendo en Mohenjo-Daro su recuerdo arqueológico por excelencia. Tanto por ser la más antigua de las dos metrópolis que edificaron como por tratarse de la mejor conservada, a pesar del destructivo salitre contra el que se sigue luchando.
Este artículo se publicó en el número 493 de la revista Historia y Vida. Si tienes algo que aportar, escríbenos a redaccionhyv@historiayvida.com.
Cahuachi
Cahuachi
Patrimonio Cultural de la Nación
Coordenadas: 14°49′07″S 75°07′00″O
País: Perú
Cahuachi era un centro ceremonial de la cultura Nazca que vivió su época de esplendor entre el año 1 y el 500, y estaba situado en el valle del río Nazca, a 28 km de la ciudad del mismo nombre y cerca de las Líneas de Nazca. Su nombre significa lugar donde viven los videntes.1
El arqueólogo italiano Giuseppe Orefici ha estado excavando el lugar desde 1982.2 Debido al clima seco, los hallazgos son abundantes e incluyen material efímero, tal como ropa; en 1998 se descubrió un depósito de ropas, con 200 prendas de tela estampada. Esto es algo fuera de lo corriente en la cultura nazca, que en general usaba tejidos de un único color, bordados posteriormente. Cahuachi también ha sido estudiado por Helaine Silverman, que ha escrito un libro sobre esta ciudad.3
La ciudad
Sus habitantes permanentes eran pocos y vivían de la agricultura, pero era un centro de peregrinaje cuya población crecía en las fechas de acontecimientos ceremoniales importantes, acontecimientos que implicaron probablemente las Líneas de Nasca y la duna gigante.
También tenía una necrópolis llamada Chauchilla, otra causa de viajes periódicos. Esta teoría del peregrinaje está apoyada tanto por evidencia arqueológica de la escasez de población en Cahuachi como por las figuras de Nasca, que muestra criaturas como una orca, mono, perro, etc que no existen en la región Nasca, aunque esto también puede explicarse por el comercio o por expediciones de otro tipo.
La ciudad fue fundada antes del nacimiento de la Cultura Nasca, durante el siglo IV a. C., y declinó cerca el 300 d. C., tras la invasión de los Huari.
Hallazgos
Sus construcciones eran de adobe, en forma cónica, alcanzando 24 km², siendo una de las zonas urbanas más grandes del mundo andino y la más importante de la Cultura Nazca (400 a. C. – 400 d. C.). Los restos apuntan a que los techos, puertas y ventanas eran sostenidos con madera de guarango y la techumbre se hacía con cañas entrecruzadas atadas con cuerdas de pelo de llama y algodón.
Hasta ahora se han descubierto 34 construcciones dentro de la muralla, entre los que destacan:
- Gran pirámide, que tiene 150 metros de largo y 28 de altura, y de la que se han descubierto siete niveles escalonados. Era el centro ceremonial del culto.
- Templo escalonado, del que se ha descubierto un muro con inscripciones y frisos, de 5 metros de alto y 25 de largo.
- Montículos: 40 montículos con construcciones de adobe.
En la necrópolis se han investigado varias tumbas, encontradas con su ajuar intacto.
Todo el material arqueológico procedente de este yacimiento se encuentra exhibido en el Museo Arqueológico Antonini de Nasca.
Ciudad perdida de Cahuachi
El tamaño que abarca la ciudad perdida de Cahuachi es enorme y el trabajo necesario para restaurarlo va a llevar muchísimos años. Únicamente los veranos (Junio a Agosto), son usados por el equipo de Giuseppe Oreficci para su restauración, por lo que me temo de que si el gobierno de Perú no financia la excavación y añade más recursos, jamás será desenterrada esta maravilla del desierto de Nazca.
No son muchos los senderos habilitados y no se tiene acceso directo a las pirámides, sólo a sus alrededores por lo que te puede defraudar un poco. Eso sí, lo más impactante es que te puedes encontrar con huesos humanos por casi cualquier camino. Increíble para una ciudad construida alrededor del 450 A.C.
A unos 28 kilómetros al oeste de Nasca surgen las imponentes ruinas del centro ceremonial de Cahuachi, el más notable centro ceremonial de la costa sur del país.
Es unos de los lugares más sagrados y más espectaculares de la cultura Nasca. De hecho, se le considera como el centro religioso más grande del antiguo Perú, la ciudad en adobe más grande del mundo y el centro de peregrinación más grande del sur de Perú.
Entre 300 a.C. y 400 d.C. se convirtió en un centro religioso de gran prestigio, y se construyeron treinta y cuatro grupos principales de templos destinados al culto de las deidades adoradas por la población nasca.
No se conoce el origen del topónimo, pero se puede interpretar de diferentes maneras, incluyendo el lugar donde se puede “ver” u “observar” o bien, según otra dicción del idioma quechua, lugar de castigo. Sin embargo los Nascas hablaban un idioma de origen proto-aymara, entonces estas diferentes denominaciones son sólo especulaciones.
Cahuachi fue construida en la parte más baja del valle, donde la capa freática emerge naturalmente en la superficie. En la antigüedad, el agua era un símbolo de poder y, en el caso de Cahuachi, este poder pertenecía a la casta sacerdotal.
Las ruinas cubren una extensión de hasta 24 km cuadrados y algunas de ellas están separadas de la famosa pampa de San José donde se encuentran los geoglifos de Nasca sólo por el Río Nasca. No hay duda de que exista una correlación entre el centro ceremonial de Cahuachi y los geoglifos de la Pampa, lo que podría llamarse una alternativa al centro ceremonial de espacios abiertos, delimitado únicamente por la presencia de contornos exteriores formados por hileras de piedra.
Los principales arqueólogos que se han dedicado a su excavación, están de acuerdo en afirmar que fue un lugar sagrado y de grandes peregrinaciones por las poblaciones del valle del Rio Grande, que aquí realizaban importantes ceremonias. Por su relevancia religiosa y su majestuosidad incluso fue descrito como “Vaticano Prehispánico”.
En uno de los sectores arqueológicos de Cahuachi se descubrieron los restos humanos más antiguos del área de Nasca, que remontan a hace 4.200 años. Se trata de un personaje femenino sacrificado en la base de un pequeño altar ceremonial dentro de la estructura llamada Gran Pirámide 2.
Cahuachi fue construida en 5 fases, relativas a las diferentes fases de desarrollo de la cultura Nasca, y que incluye alrededor de 900 años, entre 450 a.C. y 450 d.C. aproximadamente. Cada una de estas fases se caracterizan por el uso de diferentes elementos constructivos: las paredes fueron construidas con “adobes” (ladrillos de barro), y luego cubiertas con arcilla. Las estructuras eran templos, escalonados y con grandes recintos ceremoniales. Las escaleras daban acceso a los distintos niveles. En su mayoría, las paredes eran de color.
En ciertas épocas del año, diferentes grupos humanos procedentes de lugares hasta muy remotos accedían al centro ceremonial para participar en los rituales. La danza y la música eran elementos constantes en las liturgias colectivas. Dentro de las estructuras existían talleres textiles y áreas de conservación de productos agrícolas. En Cahuachi se encontraron muchas ofrendas de tipo votivo, incluyendo: antaras y tambores, llamas y cuyes sacrificados, tejidos refinados, cabezas-ofrenda y vajillas de cerámica en la que son representadas algunas deidades.
Entre los 34 grupos principales de templos descubiertos, se distingue sobre todo el Grande Templo, la Gran Pirámide y el Templo Escalonado, la Pirámide Naranja, la Gran Pirámide 2
.La Gran Pirámide constituye el templo emblemático de todo el complejo y puede medir 22 metros de altura y más de 100 metros por cada lado, a través de 7 niveles de escaleras, cada una con columnas de huarango enlucidas para sostener los techos elaborados con frisos de colores. En el lado oriental de la pirámide, se elaboró una escalera de grandes dimensiones que conducía al interior del edificio orientado hacia el Cerro Blanco, una duna considerada sagrada.
Entre 400 y 450 d.C. hay evidencia de desastres naturales, como un terremoto catastrófico, precedido y seguido de dos grandes inundaciones, que cubrieron gran parte de los edificios del centro ceremonial. La vida en el centro ceremonial se recuperó y se procedió a sellar los templos con una gran cantidad de material de construcción, con el fin de cristalizar el lugar sagrado más allá del tiempo y del espacio. Posteriormente, tras el abandono de Cahuachi, el sitio se convirtió en una “huaca” y sus espacios se utilizaron para contener grandes necrópolis.
Saber más en: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/cahuachi-gran-ciudad-milenaria-sur-peru_16784
Fuerte de Otzenhausen
Fuerte de Otzenhausen
El castro celta de Otzenhausen es una de las fortificaciones más grandes que jamás hayan construido los celtas. Fue construido por galos de la tribu Treveri, que vivían en la región al norte del fuerte. El fuerte se encuentra en la cima de Dollberg, una colina cerca de Otzenhausen en Alemania, a unos 695 m sobre el nivel del mar. Los únicos restos visibles son dos murallas de tierra circulares, cubiertas de piedras.
La muralla de Otzenhausen, es conocido popularmente como el «Círculo de los Hunos»
Historia
En tiempos de guerra, la muralla circular era una fuerte fortificación contra los enemigos. Las teorías sugieren que este podría haber sido más que un refugio. Podría haber habido un asentamiento permanente, una aldea o la sede de un líder local.
La primera fortificación se construyó en el siglo V o IV a.C., pero el verdadero apogeo de la construcción data de los siglos II y I a.C. Por razones aún desconocidas, el fuerte fue abandonado poco después de esta expansión.
Descripción
Reconstrucción de una muralla celta en Donnersberg
El sitio tiene la forma de un triángulo con extremos redondeados. Una muralla rodea todo el fuerte. En el lado sur, se construye otro terraplén similar a unos 40 metros frente al principal. Los extremos de esta muralla exterior se acercan a la principal pero no la tocan. Debido a que la entrada de la muralla principal está ubicada en el lado occidental, no se ha determinado ningún propósito significativo para el exterior. De oeste a este el fuerte se extiende 460 m, de norte a sur 647 m. La longitud total de las murallas es de 2500 metros y contienen 240.000 metros cúbicos de piedra. A las murallas se unieron miles de vigas que, como muestra el diagrama, probablemente presentaban un muro vertical de piedra al exterior.
Diseño de una muralla defensiva celta
Julio César describe tales murallas en el libro siete, capítulo 23 de su De Bello Gallico.[1] “Pero esta suele ser la forma de todos los muros galos. Vigas rectas, conectadas a lo largo y a dos pies de distancia entre sí a intervalos iguales, se colocan juntas en el suelo; estas están embutidas en el interior y cubiertas con abundante tierra. Pero los intervalos que hemos mencionado están cerrados al frente por grandes piedras. Así colocadas y cementadas juntas, se agrega otra fila arriba, de tal manera que se pueda observar el mismo intervalo, y que las vigas no pueden tocarse entre sí, pero interviniendo espacios iguales, cada hilera de vigas se mantiene firmemente en su lugar por una hilera de piedras. De esta manera se consolida todo el muro, hasta completar la altura regular del muro. Esta obra, con En cuanto a apariencia y variedad, no es desagradable, debido a las hileras alternas de vigas y piedras, que conservan su orden en línea recta; y, además, posee grandes ventajas en cuanto a utilidad y defensa de las ciudades, pues la piedra la protege del fuego, y la madera del ariete, ya que (la madera) está embutida en el interior con hileras de vigas, generalmente de cuarenta pies de largo cada una, no puede romperse ni romperse en pedazos “. En el lado occidental, había una puerta de entrada, construida de madera, que se levantaba sobre ocho postes. Esta puerta tenía dos alas y 6 m de ancho. Un poste central dividía la pasarela en dos puertas de 2,5 m cada una. Los postes de madera hundidos en los agujeros del poste de la puerta estaban encajados con piedras. La roca rota en el suelo impidió que la tierra fuera arrastrada.
Quizás había una segunda puerta en el lado este, pero su existencia aún no está probada.
Por otros ejemplos de fortalezas celtas, se sabe que la puerta de entrada presumiblemente era una almena de madera con dosel. Debido a que esta puerta de entrada está construida en el lado interior del muro, los extremos del muro y la almena forman un pequeño cuadrado, que puede ser atacado desde tres lados sin dejar cobertura.
Importante para el uso del fuerte es la existencia de un manantial en la cima de Dollberg. Este manantial es el resultado de la cuarcita impermeable que compone el suelo.
Agujeros en el suelo, zócalos para los postes de madera, prueban la existencia de edificios. Se desconoce si el propósito de los edificios era alojamiento o almacenamiento.
Los restos de las murallas
Secuelas
En la época romana se construyó un pequeño templo de 2,15 x 2,70 metros, que data del siglo II o III d.C. de piedra de escombros de cuarcita y piedra arenisca en forma de ladrillo. Cuando las tribus germánicas invadieron los territorios romanos en el siglo IV d.C., se volvió a utilizar el fuerte.
Durante la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), los habitantes de los pueblos de los alrededores se refugiaron nuevamente en los restos del fuerte celta.
La primera aparición documentada de las murallas circulares ocurrió dentro del Grimburger Salbuch, un registro geológico de 1589, la primera imagen del recinto en la Gazette de Metz de 1836.
El mismo año, el conde Villers von Burgesch dirigió una petición al rey prusiano Friedrich Wilhelm III para prohibir a los habitantes de las aldeas cercanas que se llevaran piedras para usarlas como material de construcción. En respuesta a esta petición, el Príncipe Heredero, más tarde el Rey Friedrich Wilhelm IV visitó el fuerte en 1837.
Las excavaciones se llevaron a cabo en 1883 y de 1936 a 1939.
Regalo
El sitio se puede visitar durante todo el año, pero no tiene acceso para personas discapacitadas. Tres rutas de información conducen a través del fuerte:
- Una ruta de información arqueológica ilustrada multilingüe (D, GB, F, NL) conduce a los sitios más interesantes de la fortificación.
- También hay un camino de aventuras y experiencias para niños con 9 estaciones.
- El Camino Europeo de las Esculturas “Cerda & Celtoi” está inspirado en el arte y la cultura celtas. Las 18 esculturas conectan el centro de arte moderno de la Europäische Akademie Otzenhausen con el centro histórico “Hunnenring”.
Desde 1999, Terrex GmbH organiza excavaciones en la fortificación y sus alrededores.
Hoy toda la zona, a excepción de los círculos de piedra, está cubierta de bosques.
En el Keltenpark, al pie del muro circular de Otzenhausen, se está construyendo actualmente un pueblo celta “real”, tal como podría haber sido hace 2.000 años dentro de las poderosas fortificaciones en la cima de Dollberg. La reconstrucción de un auténtico asentamiento celta es una parte esencial del emergente Parque Celta.
Muralla celta de Otzenhausen
Otzenhausen. Panorámica del Anillo Celta (foto: Gemeinde Nonnweiler))
Estructura del Murus Gallicus
Otzenhausen. Muralla celta (foto: spuren-der-kriege.de)
Otzenhausen. Templo romano (foto: spuren-der-kriege.de)
Harhoog
Harhoog
El Harhoog es un dolmen, una tumba megalítica rectangular de la cultura Funnelbeaker, ubicada cerca de Keitum en la isla de Sylt en Schleswig-Holstein, Alemania.[1] Descubierto en 1925, se trasladó al sitio actual en 1954 cuando se desarrolló un nuevo aeropuerto.
Región: Alemania; Keitum, Sylt
Coordenadas: 54.8907 ° N 8.3826 ° E
Tipo: Tumba megalítica
Períodos: Neolítico
Las cámaras funerarias megalíticas de Harhoog se ubicaron originalmente cerca de las llanuras de barro entre Keitum y Tinnum. Las piedras fueron trasladadas al área cerca del Tipkenhoog en la costa cerca de Keitum en 1954,[2] cuando el aeropuerto de Sylt estaba en desarrollo.[3]
Las tumbas en Harhoog datan del Neolítico y pertenecían a antiguos asentamientos de la cultura Funnelbeaker de la isla, probablemente alrededor del año 3000 antes de Cristo. Hubo una vez aproximadamente 600 de ellos, pero hoy solo existe la mitad de ellos.[4]
Las tumbas megalíticas están construidas con grandes losas de piedra en bruto (una o más) que están dispuestas en diferentes patrones. El dolmen Harhoog es un dolmen extendido, según la clasificación de seis categorías de Ernst Sprockhoff; los otros cinco tipos son dolmen simple, gran dolmen, tumba de paso, largas carretillas (sin cámara funeraria) y cista.
Harhhog fue descubierto en 1925 durante las excavaciones de tierra para la construcción de Hindenburgdamm, pero solo fue inspeccionado arqueológicamente en 1936.[3] : 148
Diseño de los dólmenes de Harhoog con tumbas paralelas y transversales
Las cámaras contienen secciones paralelas y transversales.
Foel Drygarn
Foel Drygarn
Foel Drygarn (también llamado Foel Trigarn o Foel Drigarn) es una colina en una cumbre de las colinas de Presili al oeste de Crymych en Pembrokeshire en Gales.
Tipo de sitio Hillfort
Defensa de clase amplia
En la cima hay un asentamiento en la colina de la Edad del Hierro, con vestigios de casas y tres mojones de la Edad del Bronce que dieron nombre a la montaña (Moel Drygarn en alemán “tres mojones”). El Hillfort de 1.2 hectáreas consta de un muro en forma de D y una fortificación inferior adicional en el lado norte y oeste. Consiste en una presa hecha de piedras y tierra sin zanja. Se supone que el sistema fue construido en múltiples fases. Se encontraron fragmentos de cerámica y perlas desde la Edad del Hierro hasta el período romano.
Son los restos de una gran colina de la Edad del Hierro que cubre casi 4 hectáreas, con tres recintos defendidos y tres grandes montículos cada uno de tres metros de altura. Los historiadores afirman que es probable que haya sido una aldea fortificada muy poblada que se construyó en algún momento entre 650 AC y 100 DC.
Foel Drygarn es un monumento programado.
Descripción del lugar
Fotografiado con frecuencia y uno de los picos de la Edad del Hierro más dramáticamente ubicados y visualmente impactantes en Gales, Foel Trigarn ocupa la cresta más oriental de Mynydd Preseli, su silueta característica domina gran parte del horizonte este de Pembrokeshire.
Se pueden rastrear tres recintos principales, definidos por paredes de piedra o bancos revestidos de piedra, con rastros de una zanja alrededor de la muralla interior. Probablemente, el primero fue probablemente en la misma cumbre, un fuerte ovalado frente a los acantilados naturales en su lado sur, que abarca 1,2 hectáreas y con puertas principales en los lados este, oeste y sur. Adjunto a este primer recinto, y probablemente representando períodos posteriores de expansión, hay un segundo recinto en el lado norte y este que refleja las murallas exteriores del primero, y un tercer anexo exterior al este.
La característica más llamativa de Foel Trigarn es su interior con marcas de viruela, los sitios de al menos 227 plataformas de casas niveladas donde alguna vez estuvieron las casas de la Edad del Hierro. También hay rastros más débiles de otras 42 plataformas inciertas que acercan el total a 270 sitios de viviendas.
Es altamente improbable que todos estos sitios de casas estuvieran ocupados al mismo tiempo. Probablemente, todo el monte fue ocupado y ampliado durante muchos siglos, en lugar de ser utilizado por un solo líder o grupo de personas.
Estamos viendo efectivamente los restos de una aldea prehistórica compleja y duradera, con todas sus fases de ocupación en exhibición.
Las primeras excavaciones en 1899 por S Baring Gould desenterraron la Edad de Hierro y la cerámica y artefactos romanos que incluían espirales, finas cuentas de vidrio y un anillo de chorro de algunas de las plataformas de la casa. También se encontraron piedras de honda en ‘… grandes números … algunos en pilas …’ (Baring Gould et. Al., 1900, 210). Una nueva encuesta realizada por la Comisión Real e investigadores del Politécnico de Portsmouth (en 1988) proporcionó el primer plan detallado.
En la cumbre se encuentran tres macizos mojones de piedra que llevan el nombre de la colina. Estos se interpretan como mojones funerarios de la Edad de Bronce, monumentos comunales masivos que cubren los huesos, o cenizas, de uno o varios individuos especiales.
Se pueden ver ejemplos similares de mojones preexistentes que sobreviven en fortalezas de piedra posteriores en Carn Goch en Carmarthenshire, Pen Dinas, Aberystwyth en Ceredigion y en Tre’r Ceiri en la península de Llyn, Gwynedd. Como estos mojones nunca fueron saqueados por su piedra, a pesar de estar rodeados por cientos de casas, debemos concluir que los ocupantes veneraban a sus ancestros distantes, al mismo tiempo que obtenían poder y estatus social de la adquisición de un lugar tan prominente y sagrado, cima de la colina.
El tamaño y la complejidad de Foel Trigarn, una de las mayores colinas del norte de Pembrokeshire junto con Carn-ingli, Garn Fawr y St David’s Head, sugiere un papel y una función distintos de las numerosas colinas más pequeñas como Castell Henllys. Es probable que este fuera un importante centro de población en su tiempo, su diseño y construcción iniciados y supervisados por un poderoso líder regional. Si, como lo indica una interpretación del lugar mencionado por Ptolomeo, la tribu Octapitai ocupó la cabeza de San David, quizás un grupo similar cuyo nombre nunca fue registrado por los romanos ubicaron aquí su ‘capital tribal’, al mando de las tierras de la Edad del Hierro.
Fuentes: Baring-Gould y otros en Archaeological Cambrensis 5th series 17 (1900), 189-211
Círculo de Vinoř
Círculo de Vinoř
Descubren una estructura de 7.000 años cerca de Praga
Vinoř (en alemán Winor) es un antiguo pueblo, desde 1974 un distrito de la ciudad y territorio catastral de Praga, desde el 24 de noviembre de 1990 bajo el nombre de Praga-Vinoř también un distrito de la ciudad. Está ubicado en el noreste de la ciudad capital de Praga, en la parte noreste distrito de Praga 9, a lo largo de la calle Mladoboleslavská que conduce hacia Brandýs nad Labem. Tiene una superficie de 599,92 ha .
El círculo de Vinoř es más antiguo que Stonehenge y las pirámides de Egipto y ahora ha quedado al descubierto todo el complejo
Pablo Javier Piacente
Una vista aérea de la rotonda Vinoř cerca de Praga, que muestra tres entradas separadas. Crédito: Instituto de Arqueología de la Academia Checa de Ciencias.
Arqueólogos que realizan excavaciones cerca de Praga han descubierto los restos de una estructura de la Edad de Piedra, que es más antigua que Stonehenge e incluso que las pirámides egipcias: se trata de un enigmático complejo conocido como círculo de Vinoř. Hace casi 7.000 años, durante el Neolítico tardío o Nueva Edad de Piedra, una comunidad agrícola local pudo haberse reunido en este edificio circular, aunque aún se desconoce su verdadero propósito.
Investigadores del Instituto de Arqueología de la Academia Checa de Ciencias han identificado cerca de la ciudad de Praga una misteriosa estructura, llamada círculo de Vinoř, con una antigüedad de 7.000 años. El círculo excavado posee alrededor de 55 metros de diámetro: sería obra de la cultura Stroked Pottery, que floreció entre los años 4.900 a. C. y 4.400 a. C.
También conocida como la cultura del Danubio Medio, Stroked Pottery es la sucesora de la cultura de la Cerámica Lineal, identificada a través de un importante centro arqueológico del Neolítico europeo en Europa Central. La influencia de Stroked Pottery se centró en los actuales territorios de Polonia, el este de Alemania y el norte de la República Checa, superponiéndose con las culturas Lengyel, al sur, y Rössen, hacia el oeste.
Construcción en círculos
Según un artículo publicado en Live Science, la antigüedad de las construcciones supera al mítico Stonehenge y a las icónicas Pirámides de Egipto. Los científicos checos indicaron que los antiguos pobladores se organizaban en aldeas agrícolas sedentarias, compuestas por amplias construcciones circulares denominadas Roundels. Al parecer, el conocimiento de la construcción en círculos cruzó las fronteras de varias culturas de la época, ya que existen evidencias de este tipo de construcciones en círculos en diferentes puntos de Europa central.
Como las personas que construyeron los círculos solo tenían herramientas de piedra con las que trabajar, los tamaños de estas residencias circulares son bastante impresionantes, llegando por lo general a alrededor de 60 metros de diámetro, aproximadamente la mitad de la longitud de un campo de fútbol. Sin embargo, se sabe poco sobre las personas que las construyeron y las habitaron, ya que se han encontrado muy pocos entierros que puedan proporcionar más información sobre sus vidas hace siete milenios.
A pesar de esto, la datación por carbono de los restos orgánicos hallados podría confirmar definitivamente la fecha de creación de estas estructuras. Además, se encontraron fragmentos de cerámica, huesos de animales y herramientas de piedra. Se cree que cada uno de estos enormes círculos albergaba de 20 a 30 personas, según un artículo publicado en la web de Radio Praga Internacional y ampliado en otro informe previo.
Centros de comercio o de culto religioso
Hasta la fecha, se han encontrado alrededor de 200 Roundels en toda Europa central, 35 de ellos ubicados en el territorio de la República Checa. El círculo de Vinoř, que se descubrió originalmente en la década de 1980, tiene una planta inusual con tres entradas separadas. Lo que hace única a la nueva investigación es que los arqueólogos han revelado la estructura casi en su totalidad. A pesar de estos hallazgos, aún no está claro para qué se utilizaron estas enigmáticas estructuras circulares.
Según Miroslav Kraus, científico líder de la investigación, una de las teorías indica que podrían haber sido utilizadas como un centro económico o de comercio. También podrían haber funcionado como sede de algún culto religioso, donde se realizaban rituales relacionados con las distintas épocas del año. Vale recordar que los Roundels se construyeron durante la Edad de Piedra, cuando la gente aún no había descubierto el hierro. Las únicas herramientas que podían usar estaban hechas de piedra y huesos de animales.
Los redondeles comenzaron a conocerse y estudiarse hasta hace unas décadas, cuando la fotografía aérea con drones se convirtió en una parte fundamental de las excavaciones arqueológicas.
Hoy se sabe que “los redondeles son la evidencia más antigua de la arquitectura en toda Europa”, dijo Řídký a Radio Praga Internacional.
En 1991, se encontró en Alemania el redondel más antiguo conocido, el cual también corresponde a la cultura de la cerámica de los trazos. A esta estructura se le conoce como Círculo de Goseck.
Dos de las tres entradas que tiene esta construcción se corresponden con la salida y la puesta del sol durante los solsticios de invierno y verano.
Por ello es que se cree que el Círculo de Goseck funcionaba como una especie de observatorio o calendario.
Fotografía: Archaeological Institute of the Academy of Sciences
Hale O Pi’ Ilani Heiau
Hale O Pi’ Ilani Heiau
Hale O Pi’ Ilani Heiau, cerca de Hana en Maui, Hawái.
Un heiau es un templo hawaiano que consiste en una tribuna de piedra con varias estructuras construidas sobre ella. Estas estructuras se utilizaban como alojamiento de los sacerdotes, para albergar los tambores sagrados ceremoniales, los artículos sagrados y las imágenes del culto que representaban a los dioses vinculados a ese templo concreto. Había también altares en los que se ofrecían sacrificios (plantas, animales y personas). Los heiau eran lugares sagrados; tan sólo se permitía la entrada de los kahuna (sacerdotes) y determinados aliʻi sagrados (jefes supremos).
El kapu o sistema ʻai kapu fue abolido en 1819 por Liholiho, Kamehameha II. La abolición del sistema kapu supuso el final de la utilización de los heiau como lugares de culto y sacrificio. A este periodo le siguió una época a la que se hace referencia como ʻAi Noa o “alimentación libre”. A mediados de 1820, la Cristiandad había llenado este vacío religioso. Lamentablemente, todos los heiau fueron finalmente abandonados, siendo la mayoría de ellos destruidos con el paso del tiempo. A menudo se desmantelaron y se aró debajo para dejar paso a los campos de caña de azúcar.
Saber más en: https://www.nps.gov/puhe/espanol/index.htm
Piʻilanihale Heiau
Este es el heiau más grande de Hawai (y tal vez Polinesia) que aún está intacto (está situado cerca de Hāna, Maui).
Con más de 40 pies de altura, la plataforma de piedra mide 289 pies por 565.5 pies; Piʻilanihale Heiau es una plataforma de roca de lava escalonada del tamaño de casi dos campos de fútbol.
La construcción interior consta de ocho paredes menores, tres recintos, cinco plataformas, dos piedras verticales y 22 pozos.
El muro norte es el más largo y mide 565.5 pies. También es la pared más alta, que mide aproximadamente 43 pies en su punto máximo.
Este muro contiene la característica más inusual del Heiau, el inmenso muro de contención que llena un barranco entre las dos crestas que comprenden la base de Heiau.
Según Cordy, este muro es único en Hawai: “está construido con piedras magníficamente ajustadas….., y tiene cuatro escalones [en terrazas] en su cara”.
Piʻilanihale Heiau (también identificado como Hale-o-Piʻilani Heiau) es uno de los sitios arqueológicos más importantes en las islas hawaianas y es impresionante en tamaño y calidad arquitectónica.
Los arqueólogos creen que el heiau (templo) se construyó en cuatro etapas, comenzando ya en el siglo XII.
Los primeros santuarios y rituales parecen haber sido simples construidos por familias y pequeñas comunidades y dedicados a los dioses de la paz, la salud, la fertilidad y una buena cosecha de los productos de la tierra y el mar.
Con el aumento del crecimiento de la población y la complejidad de la organización social, la religión, la sanción legitimadora del cambio social y político dirigido, evolucionó para integrarse con el gobierno a nivel estatal, así como a nivel local y personal. Se construyeron templos grandes y complejos para ceremonias públicas dedicando grandes eventos.
A veces las ceremonias duraban días. Entre estos eventos importantes, el templo podría quedar desatendido, lo que explica el aparente descuido de algunas de estas estructuras registradas por los primeros viajeros a las Islas.
Según Kamakau, los templos estatales fueron construidos en los sitios que anteriormente eran construidos por personas de la antigüedad. Los estudios han verificado que estos templos fueron construidos en una serie de etapas.
La ocupación y el uso arqueológico de Piʻilanihale Heiau abarcan tanto los períodos prehistóricos como los históricos.
Cada episodio de reconstrucción puede conmemorar un evento significativo en el reinado de un jefe o rey en particular. Los cambios estilísticos encarnados en estas estructuras, por lo tanto, no solo documentan cambios evolutivos en la organización social y la evolución de la religión, sino que pueden identificarse estilísticamente con linajes o personajes prominentes.
Además de servir como heiau, algunos arqueólogos creen que esta estructura también puede ser el complejo residencial de un alto jefe, tal vez el del Rey Piʻilani.
El complejo real probablemente habría incluido el templo personal del rey.
La traducción literal de Piʻilanihale es “casa (hale) [de] Piʻilani”.
No se sabe si el primer rey de la línea Piʻilani construyó la estructura o si fue construida por uno de sus varios descendientes conocidos: sus hijos Lono-a-Piilani y Kihapiilani, y su nieto Kamalalawalu.
Según la tradición oral, en el siglo XVI, Piʻilani unificó toda la isla de Maui, reuniendo bajo una sola regla los reinos de múltiples distritos de la isla que anteriormente competían en el este (Hāna) y el oeste (Wailuku).
Hāna sirvió como uno de los centros reales del reino.
Varias generaciones más tarde, a través de la conquista entre islas, el matrimonio de su hermano con la Reina de Kauaʻi y el nombramiento de su hijo para gobernar alternativamente Maui, Lānaʻi, Kahoʻolawe y Oʻahu durante sus ausencias periódicas, Kahekili en 1783 dominó todas las islas hawaianas, excepto para Hawaiʻi.
Hāna continuó siendo un centro de poder real hasta 1794, cuando Kamehameha I, gobernante del Reino de Hawai’i, derrotó al ejército de Maui y Maui quedó bajo su mando.
En 1848, se creó la Monarquía hawaiana y se estableció la propiedad privada de la tierra. Como resultado directo de este nuevo sistema de propiedad de la tierra, Kauikeaouli (Rey Kamehameha III) otorgó al jefe Kahanu la mitad de la ahupua’a de Honomā’ele, aproximadamente 990 acres.
En 1974, los miembros de la familia Kahanu / Uaiwa / Matsuda / Kumaewa (descendientes del jefe Kahanu) y el rancho Hāna entregaron 61 acres de tierra al entonces Jardín Botánico Tropical del Pacífico para establecer el Jardín Kahanu.
A cambio, la institución prometió restaurar Pi’ilanihale, compartirlo con el público y proporcionar cuidado perpetuo para este sitio sagrado, así como para las tumbas familiares que se encuentran en este ‘āina (tierra).
Vía Cava
Vía Cava
Los misteriosos caminos tallados en la roca por los etruscos o pueblos anteriores
Por Guillermo Carvajal, y otros.
Tramo de la Vía Cava de Pitigliano / foto Myotome en Flickr
Al sur de la Toscana, alrededor de las localidades de Sovana, Sorano y Pitigliano, existe una red de caminos o vías excavados en la roca viva, de los que se sabe que sus autores fueron los etruscos o pueblos anteriores a ellos, pero se desconoce absolutamente su función original.
Via Cava de San Rocco / foto Assia Carannante en Flickr
Se los denomina Vía Cava o Cavoni, y consisten principalmente en trincheras de ancho y largo variable, excavadas como acantilados casi verticales en diferentes tipos de lecho rocoso, a veces de hasta 20 metros de altura.
Se ha especulado con que pudieron servir como sistema de defensa contra invasores, animales salvajes o fuerzas de la naturaleza. Aunque a menudo datados como tallados por civilizaciones prerromanas en el primer o segundo milenio a.C., los constructores y el propósito de la red de carreteras son en gran medida confusos, y hay indicios de que son mucho más antiguos de lo que se suponía.
Via Cava de la necrópolis de Sovana / foto Sidvics en Wikimedia Commons
Estos caminos, algunos de los cuales conectan varios asentamientos con una antigua necrópolis etrusca, discurren en profundidad a través de colinas y cimientos rocosos. Se dice que su construcción es el resultado del desgaste a través de la toba blanda por el paso de carros de ruedas con armazón de hierro, creando surcos profundos que requerían que la carretera se recortara con frecuencia a una superficie lisa. En ese sentido se asemejarían mucho a los famosos Cart Ruts de Malta.
Aparentemente proporcionaban un camino razonablemente inclinado para transportar cosas arriba y abajo por los acantilados de la Toscana, y muchos conectan también las colinas con el fondo de los valles o asentamientos entre sí. En cualquier caso las marcas de cinceles son visibles en toda la superficie rocosa de las vías, lo que indica que efectivamente fueron talladas y el laborioso proceso por el que se crearon estos singulares pasadizos, pero con qué propósito sigue siendo un misterio. Sobre todo porque resulta extraño que quien lo hizo prefiriese tallar la roca en lugar de construir el camino sobre ella o a su alrededor.
En la época romana, algunos segmentos de la Vía Cava pasaron a formar parte de la red de carreteras que estaba conectada con el tronco principal de la Vía Clodia, una antigua carretera que unía Roma y Manciano a través de la Toscana. Más tarde ya en la Edad Media, pequeños santuarios y crucifijos fueron tallados y añadidos en las paredes de la roca.
Via Cava de San Giusseppe / foto Luca_Sbarra
Hoy en día, estos senderos son un atractivo turístico más de la zona
Para saber más: http://www.maneggiobelvedere.it/vie%20cave.htm
http://www.italiamedievale.org/portale/linsediamento-rupestre-di-santa-cecilia/?lang=es
En la zona de Pitigliano, hoy en día todavía se pueden practicar senderismo en muchas formas: la Via Cava di Poggio Cani (la más cercana al pueblo), la Via Cava di Fratenuti (la más particular, con paredes de hasta 20 m de altura), la Via Cava la Madonna delle Grazie (que sube al santuario del mismo nombre), la Via Cava del Gradone (dentro del museo al aire libre Alberto Manzi, con dos necrópolis etruscas), la Via Cava di San Giuseppe, más allá del río Lente. Esta última, en particular, se encuentra entre las calles más sugestivas de la zona, además de ser la más larga y principal, pasando la Fontana dell’Olmo (un elemento arquitectónico que se conserva en el Museo Arqueológico Cívico de la Civilización Etrusca), hasta a SovanaTambién en este caso, una necrópolis etrusca es visible en el camino. Finalmente, la tradicional procesión de antorchas de San Giuseppe, que tiene lugar el 19 de marzo, está vinculada a esta Vía Cava. El vínculo entre los antiguos ritos paganos y la atmósfera, que continúa hoy, de la oscuridad en el camino, se remonta a la era cristiana, cuando se cavaron pequeños nichos con imágenes sagradas pintadas, los llamados “cazadores”, para proteger Los caminantes, con el fin de proteger a los viajeros.
Algunos de los más importantes tramos son:
Via Cava di San Giuseppe
Via Cava di San Rocco
Via Cava della Madonna delle Grazie
Via Cava di Fratenuti
Vie Cave di Sorano
Via Cava di San Sebastiano
Via Cava di Poggio Prisca
Vía Cava de Pitigliano
Via Cava de la necrópolis de Sovana
Via Cava di San Giuseppe
Asentamiento rupestre de San Rocco
Vie Cave e le Tombe Etrusche di Sovana
Área arqueológica de Pitigliano
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