Líneas en Italia en la 2ª. G.M.
Líneas de la campaña de Italia, 1943-1945
En el año 1943, los aliados, después de diversas posibilidades optaron por la invasión de Italia. Las operaciones contra la Italia continental dan inicio con los desembarcos poco coordinados de Calabria y Salerno, que casi acaban en un desastre.
Los Alemanes por su parte, evacuaron adecuadamente Sicilia, y se plantearon cual sería el siguiente paso de Los Aliados. Había dos opiniones: Rommel postulaba retirar todas sus fuerzas al norte, argumentando que la península era indefendible debido a los extensísimos flancos y a la superioridad naval y aérea aliada; y el mariscal Kesselring, menos derrotista, creía que podría fijar a un número muy superior de unidades enemigas con unas pocas divisiones gracias al terreno montañoso de la península, retirándose gradualmente hacia líneas de defensa establecidas de antemano. Hitler, siempre partidario de la defensa a ultranza, adoptó el plan de Kesselring. Fue una “buena decisión”, ya que lograron (con un gran coste en vidas y materiales) retrasar la “derrota” durante dos años.
En la península italiana se construyeron un gran número de Líneas de defensa, desde el sur hasta los Alpes. Tanto al sur como al norte de Roma. Algunas de ellas iban de costa a costa, otras eran parciales y se apoyaban en las anteriores. Por ejemplo: la Línea Bernhardt y la Línea Hitler eran complementos de la parte occidental de la Gustav, entre las tres formaban la llamada Línea de Invierno. Varias eran casi paralelas con 12 a 18 Km. de separación. Y muchas de ellas tenían varios nombres, según eran nombradas por alemanes o aliados. Unas pocas tenían una gran categoría.
Para tener una visión adecuada, y ordenada, de las mismas, se crea esta Subclase de los Muros.
Sólo se realizarán artículos de las más importantes y/o decisivas.
La relación (no exhaustiva) de Sur a Norte es:
Línea del Volturno o Viktor
Línea Barbara
Línea Bernhardt o Reinhard o B.
Línea Gustav. En algunos puntos línea de Invierno o línea Helena
Línea Hitler o Senger-Riegel
Línea César
Línea Albert o Trasimeno
Línea de Viterbo
Línea del Arno
Línea Gótica o Verde
Línea Pisa-Rímini
Línea Gengis Khan
Línea del Po
Línea Adige
Línea Veneciana
Muro Alpino
Muro de Liguria, en la zona del oeste/norte de Italia, en la costa mediterránea. Este, en su extremo oeste, enlaza con el denominado Muro Mediterráneo o Muro del Sur, que llegaba hasta los Pirineos (aunque no es italiano, se incluye en este apartado). Ninguno de los dos llegó a utilizarse, no entraron en batalla.
Debido a la relativa poca información existente, de las fortificaciones al ser tan efímeras en el tiempo, se hace más hincapié en las campañas bélicas de las mismas, que en su estructura.
Mapa de Italia que detalla, algunas de las sucesivas líneas defensivas construidas por los alemanes
El Muro Alpino
El Muro Alpino
La impresionante línea defensiva italiana excavada en la roca de los Alpes
El Muro Alpino / foto Luca Lorenzi en Wikimedia Commons
Desde tiempos remotos los pueblos, las ciudades y las naciones han construido muros defensivos, algunos tan impresionantes como la Gran Muralla China, el Muro de Adriano o las murallas de Ston. Más recientemente, los conflictos bélicos del siglo XX en Europa dejaron el continente salpicado de fortificaciones fronterizas y líneas defensivas compuestas de búnkers, trincheras, alambradas y fosos.
Entre ellos destacan el Muro Atlántico levantado por los alemanes, que recorre toda la costa occidental de Francia desde la frontera española, y continúa por Bélgica, Holanda y Dinamarca hasta cruzar a Noruega. Es una mezcla de grandes estructuras de hormigón y barreras naturales que, como todo el mundo sabe, al final sirvió de poco frente al empuje y la determinación de los aliados.
Tampoco fue demasiado útil la francesa Línea Maginot, construida entre 1929 y 1938 para defenderse de una invasión alemana. Ni las impresionantes fortificaciones checoslovacas, comenzadas en 1936 y que no llegaron a terminarse a tiempo de evitar la anexión de los Sudetes por Hitler.
La Línea Sígfrido era la defensa alemana opuesta a la francesa Maginot, con más de 18.000 búnkeres a lo largo de 630 kilómetros, construida entre 1938 y 1940. Esta sí sería un hueso duro de roer para el avance aliado, resistiendo unos seis meses y causando grandes bajas al enemigo.
Una de las fortificaciones más espectaculares, por su ubicación, es el Muro Alpino construido por Italia a lo largo de 1.851 kilómetros de su frontera norte, desde el comienzo de la frontera con Francia en el Mediterráneo, pasando por la frontera con Suiza y Austria, hasta llegar al Adriático y la frontera con la antigua Yugoslavia. Si bien casi toda esa zona cuenta con la impresionante defensa natural de los Alpes, Mussolini ordenó la construcción de las fortificaciones, que comenzaría en 1931, situando búnkers y puestos de observación en los pasos más vulnerables y accesibles, conformando un continuo con las altas cumbres y accidentes geográficos.
Tramos del Muro Alpino / foto Andre86 en Wikimedia Commons
Bunker del Muro Alpino en Rocca la Meja, Piamonte
Enormes búnkers fueron excavados en la roca de las montañas, protegiendo los pasos por los que un ejército enemigo debería obligatoriamente de pasar en caso de invasión.
El objetivo, evidentemente, era defender Italia de una posible invasión francesa o yugoslava, pero Mussolini también temía las ambiciones germanas sobre la provincia italiana de Bolzano (más conocida como Tirol del Sur), cuyos habitantes eran de origen mayoritariamente alemán. Todavía hoy un 70 por ciento de la población de Bolzano habla alemán, por un 25 por ciento de italianoparlantes.
Torre de observación del Muro Alpino en Mont Cenis
La construcción del Muro Alpino se extendió durante 11 años hasta 1942. En total se levantaron 208 estructuras equipadas con 647 ametralladoras y 50 piezas de artillería, mezclando armas modernas con otras antiguas de la Primera Guerra Mundial.
Todas las fortificaciones fueron camufladas, en la medida de lo posible, para que se confundiesen con el entorno pétreo. Disponían de túneles y galerías que los conectaban bajo tierra, protegidos con puertas anti-gas, así como de rutas de escape alternativas. Un sistema de teleféricos permitía las comunicaciones entre los diferentes puestos, y el envío de provisiones.
Los encargados de defender el muro eran los 21.000 miembros de la Guardia ella Frontiera, un cuerpo especial dentro del ejército italiano creado en 1937, entrenado específicamente para el combate en alta montaña.
Pero pese a los esfuerzos italianos el Muro Alpino no sirvió de mucho. La invasión aliada se produjo por Sicilia, en lugar de a través de los Alpes, y los alemanes tampoco necesitaron atravesarlo para tomar el control y reponer a Mussolini en el poder en septiembre de 1943.
Al final de la Segunda Guerra Mundial algunas de las fortificaciones de la parte Oeste fueron demolidas, mientras que en la zona oriental quedaron en territorio ocupado por Yugoslavia y hoy se encuentran en territorio esloveno.
Curiosamente la construcción del Muro Alpino provocó que los yugoslavos iniciasen también su propia fortificación defensiva, la Línea Rupnik, en 1937, que discurre paralela al Muro Alpino. Sin embargo la fecha de finalización de los trabajos se estableció en 1947, por lo que cuando los blindados del Eje la atravesaron en 1941 enseguida se vino abajo.
El Muro Alpino revivió durante la Guerra Fría con la entrada de Italia en la OTAN. Se construyó una nueva línea de torretas armadas con cañones que iba desde la frontera austríaca hasta el Adriático, y que estuvieron en servicio hasta principios de la década de 1990. En 1992 se abandonaron y sellaron definitivamente los búnkers y el resto de estructuras.
Fuentes: The Underground fortifications of the Alpine Wall / The Forts and Fortifications of Europe 1815-1945 (J.E. Kaufmann y H.W. Kaufmann) / Fortifying Europe’s Soft Underbelly (Aleksander Jankovic Potocnik) / Wikipedia.
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