Objetos/Símbolos
En este apartado se incluyen aquellos objetos, generalmente antiguos, que por su uso se han convertido en verdaderos símbolos, de diverso significado. De la misma forma se incluyen símbolos que se han transformado en objetos, amuletos a veces de culto, de diversa índole. La mayoría de ellos tienen un alcance o uso casi universal y atemporal.
Cetro uas (o was)
Cetro uas (o was)
El cetro uas, o was, tenía la forma de una vara recta coronada con la cabeza de un animal fabuloso, siendo el extremo inferior ahorquillado; probablemente, simbolizaba el poder, la fuerza y el dominio en la mitología egipcia. Puede aparecer acompañado de otros símbolos, como son el pilar Dyed “estabilidad, dominio” y el Anj “vida”.
Cetro uas.
El símbolo anj portando cetros uas, en Medinet Habu.
Historia
El uso del cetro uas pudiera remontarse al periodo predinástico de Egipto, como un bastón para conducir el ganado que, por algún motivo, pasó a simbolizar un elemento vinculado al poder y la fuerza. En la “tumba 100” de Hieracómpolis figura un personaje portando un cayado similar al cetro uas.
En contextos funerarios, el uas siempre estaba asociado al bienestar.
Cetro divino
En las representaciones de templos, tumbas y estelas, el cetro uas era portado por los dioses Ptah, Sokar y más tardíamente Osiris. También lo llevaron Amón–Ra y Jonsu en la capilla de Ramsés II del templo de Medinet Habu, Ra-Horajty “Horus del horizonte”, en la tumba de Tutankamón (Tutankamon), Seth en la Estela del año 400, en Tanis, Jepri o Igai, una antigua divinidad.
Aunque es un atributo típico de los dioses, a veces lo portaban diosas como Satis, o Bastet.
Tebas, la “ciudad del cetro uas”
La antigua Uaset era “la ciudad del cetro uas” aunque, posteriormente, los griegos la llamaron Tebas o Thebai, sin que se conozca la razón exacta de porqué le asignaron ese nombre.
Amuleto
El cetro uas era uno de los amuletos populares egipcios, simbolizando dominio.
Orígenes
El cetro uas consistía en un palo recto con la base ahorquillada y coronado por una pieza inclinada con la forma de cabeza de una criatura desconocida (fabulosa quizás). En origen, este cetro pudo ser un fetiche imbuido del espíritu de un animal venerado, un simple bastón de pastor, o incluso el miembro de un toro. Según una teoría, la base ahorquillada podría representar las patas de un animal y el bastón podría interpretarse como el cuerpo o el largo cuello, parecido al de una jirafa, de la criatura. Sin embargo, la única parte que se representa a veces con detalles zoomórficos es la cabeza y, aunque esta caracterización generalmente imita al animal de Seth, no existen evidencias de que esta asociación no se haya desarrollado posteriormente. Otra teoría lo identifica con la aorta de los mamíferos, representando la parte superior el cayado arterial que sale del corazón, la vara la aorta abdominal y la base en forma de horquilla la aorta femoral.
Significado
A pesar de los oscuros orígenes del jeroglífico uas, esto no limita el claro entendimiento de su significado, ya que este signo fue utilizado siempre con la connotación de “poder” y “dominio”. Este contenido conceptual se pone de manifiesto en su uso iconográfico como atributo y emblema. Desde tiempos muy antiguos, el cetro uas lo portaban divinidades como signo de su poder y en algunos casos este uso se traspasó a las representaciones de reyes y con posterioridad en contextos funerarios a las de personas comunes.
De manera similar a otros jeroglíficos que tenían gran significado amulético y ritual, el signo uas se utilizó como elemento decorativo en los extremos de relieves y en el diseño de artículos pequeños. Se le encuentra de forma habitual como soporte del símbolo para “cielo”, en la tradicional composición utilizada para enmarcar los relieves de los templos en los diferentes períodos.
Utilización
Los símbolos para “vida, estabilidad y poder”.
Frecuentemente, el uas aparece agrupado con otros jeroglíficos, especialmente el anj y el dyed. En varios templos aparecen grupos de estos símbolos sobre cestos neb o recipientes, con el significado simbólico de “toda vida, poder y estabilidad”. De igual manera que el signo anj en este ejemplo, el jeroglífico uas a menudo personificaba también en alguna medida, añadiéndsele brazos en ciertos contextos para sostener abanicos o estandartes o incluso para adoptar el gesto de adoración henu.
Variantes
Existían diferentes variantes de este signo. Los dioses Osiris y Ptah se representaban con el cetro uas que combinaba en su diseño los signos anj y dyed; por otra parte, el cetro uas decorado con una gran pluma de avestruz y una cinta colgando se convirtió en emblema de Tebas (Uaset, en egipcio, de significado “La ciudad del cetro”) y de Harmontis, su nomo del Alto Egipto. Este emblema figuraba como elemento identificador sobre la cabeza de la diosa que personificaba a esta ciudad. Otra variante de este signo se observa en el cetro dyam, de forma idéntica pero con la vara sinuosamente curva.
Fuentes y referencias
- Liungman, Carl G. Dictionary of Symbols. New York: W.W. Norton & Co., 1991.
- Wilkinson, Richard H. Reading Egyptian Art. London : Thames & Hudson, 1992.
- Elisa Castel: El cetro uas, en egiptologia.com
- http://amigosdelantiguoegipto.com/?page_id=12462
Vajra
Vajra
En idioma sánscrito, la palabra vajra (pronunciada vashra) significa tanto ‘diamante’ como ‘rayo’.
- vajra, en el sistema AITS (alfabeto internacional de transliteración sánscrita), en el que la letra jota se pronuncia como en el inglés John.1
- वज्र, en escritura devánagari.1
- Etimología: ‘lo duro’ o ‘lo poderoso’. Representa la dureza del diamante y la fuerza irresistible del rayo.1
En el hinduismo
En el hinduismo se llama así al arma de Indra, que fue realizado artesanalmente por Vishuá Karma (el artesano y arquitecto de los dioses) a partir de los huesos del rishí Dadhichi. Según la descripción en el Rig-veda (mediados del II milenio a. C.), el texto más antiguo de la literatura de la India, el vashra tenía la forma de un disco circular.1 Más tarde en los Puranas (primeros siglos antes de la era común) se lo describe como dos rayos transversales que se cruzan formando una equis. A veces se le aplica este nombre a armas similares utilizadas por varios dioses o seres sobrehumanos, o a cualquier arma mítica que puede destruir encantamientos o magias.
También se le llama maniu (‘ira’).1 Cuando está acompañado por apām (‘agua’) es un chorro de agua.2
También se llama vashra a los rayos eléctricos que caen del cielo, que se creía que evolucionaban a partir de la energía centrífuga del vashra circular de Indra cuando lo lanzaba contra un enemigo.
En la actualidad, el vashra es un arma simbólica religiosa de oro, consistente en una esfera con dos lotos a sus lados los que se prolongan en cinco o nueve rayos, habiendo siempre un rayo dispuesto de manera central.
En el budismo
En Tíbet, Bután y Nepal, el vashra tiene forma de campana1 y recibe el nombre de dorje, que también es el nombre comúnmente usado para el falo.3
Puede vérselo en la representación de numerosas deidades budistas.
Vajra o Dorje
El relámpago sagrado y el centro diamantino de los lamas
El vajra sus representaciones y simbolismos.
El vajra (o dorje en tibetano) se asocia al budismo tántrico, es el implemento que el lama o el maestro budista generalmente sostiene en su mano derecha. Representa autoridad espiritual y es denominado “cetro diamantino”. El vajra simboliza el punto central y sugiere centralidad, constituye el eje, la estabilidad y la imperturbabilidad, también esta asociado al Buda Akshobya el Buda azul cuyo nombre significa “inquebrantable” o “imperturbable”.
Aunque el Vajra se vincula particularmente al budismo tántrico, algunos antecedentes y referencias pre-budistas nos proporcionan una idea de las tempranas asociaciones que llegó a asimilar el símbolo del vajra tántrico.
Relámpago de Indra
En primer lugar significa relámpago o rayo, en particular el relámpago de Indra; de acuerdo con la mitología hindú, él es el rey de los dioses. Indra o Shakra, como a veces se le llama, es una antigua divinidad hindú. El es descrito y elogiado como el dios de la tormenta. En particular es el dios de las nubes oscuras de tormenta que traen consigo las lluvias de temporada, de las que depende la agricultura india. En el arte se representa a Indra como una figura robusta y poderosa, montado en un enorme elefante y sosteniendo con su mano derecha el relámpago o rayo, el vajra. La mitología hindú dice que el relámpago es lo más poderoso que pueda existir: no hay nada que pueda vencerlo o resistirlo -ni un arma ni una armadura ni nada-. El vajra es absolutamente irresistible. Indra utiliza esta irresistible arma para aniquilar a sus enemigos, los demonios de la sed y la sequía. Por lo tanto el término vajra significa, en primer lugar, relámpago, en particular el relámpago de Indra.
Asiento diamantino
Luego tenemos el termino vajrasana que significa “asiento diamantino” que en ocasiones se traduce como “trono diamantino”. Para poder entender lo que es el vajrasana tenemos que recordar que el Buda alcanzó la Iluminación a los treinta y cinco años en un lugar llamado Bodh-Gaya, en el estado de Bihar en India. De acuerdo con la tradición, el Buda despertó a la Realidad mientras se encontraba sentado al lado de un árbol. El punto donde se sentó al lado de este árbol ha sido conocido, desde este entonces como el “trono diamantino” o vajrasana. La tradición nos cuenta que se llama así debido a que se considera que todos los Budas anteriores, en los previos ciclos mundanos, han alcanzado la Iluminación sentados en ese punto axial.
¿Qué es el Vajra?
La palabra vajra posee un doble significado en sánscrito. En primer lugar significa relámpago o rayo, y en segundo lugar significa diamante. La mitología hindú dice que el relámpago es lo más poderoso que pueda existir y el diamante es la piedra preciosa más dura: corta todo pero nada puede cortarla, también es absolutamente puro e incorruptible y no se oxida como el hierro; además nada puede mancharlo y permanece puro aún debajo de millones de capas de polvo.
Descripción del vajra
En la iconografía budista, ya sea en dos o tres dimensiones, el vajra, a pesar de referirse a un relámpago o a un diamante, siempre aparece como una especie de rayo estilizado y nunca como un diamante.
En medio está formado por una esfera, saliendo de cada lado de ésta una flor de loto, algunas veces de cuatro pétalos y otras de ocho. De cada uno de los lotos se desprenden cinco rayos, de algunos vajras se desprenden nueve. Uno de los rayos forma el eje central, de tal manera que hay una biela que atraviesa todo el vajra. Los otros cuatro rayos se despliegan en las cuatro direcciones cardinales, después se curvan para unirse al rayo central nuevamente, en el que todos convergen. La parte de cada rayo más cercana al loto tiene forma de hoja, aunque, de hecho, no lo sea. Realmente se trata de la cabeza de una extraña bestia. En algunos vajras podemos distinguir esto de una manera clara, mientras que en otros se ha estilizado tanto a la bestia que no es posible reconocerla.
De esta forma observamos que el vajra consiste en cuatro elementos específicos: una esfera central, dos flores de loto -de cuatro u ocho pétalos-, dos conjuntos de cinco radios y la cabeza de una extraña bestia en los ocho rayos
Simbolismo de los elementos del Vajra
El centro
La esfera central representa la plenitud, la totalidad y la perfección. Por lo tanto, simboliza la Realidad. En el budismo mahayana la palabra que más se usa para denotar la Realidad es Shunyata que, de manera literal, quiere decir ”Vacuidad” o “Vacío”. Sin embargo Shunyata, no significa vacío en el sentido de la “vacuidad” o de la “nada”: se refiere al vacío en el sentido de que no hay nada que pueda identificarse con “esto” o “eso” por medio de la mente racional, no hay nada que pueda describirse como “ser” o “no ser”, “existencia” o “inexistencia”: la Realidad se encuentra más allá del pensamiento y del discurso.
Los lotos
Enseguida pasamos a analizar las flores de loto de cuatro u ocho pétalos. En un vajra encontramos una de éstas desprendiéndose de cada lado de la esfera central. Para entender lo que significan los lotos necesitamos observar la esfera central, la cual no sólo cuenta con un significado geométrico, sino que además representa algo también orgánico un huevo o una semilla. Esta porción central del vajra simboliza la Realidad como fuente (huevo, semilla) última de toda la existencia. El loto en general denota el nacimiento, el desarrollo, el crecimiento -especialmente crecimiento armonioso-. Por lo tanto, los dos lotos, que crecen en los dos lados opuestos de la esfera central, representan el surgimiento de la dualidad básica de la existencia, que surge de la Realidad indiferenciada; representan la división inicial y primordial de la Realidad en dos grandes polos, en dos grandes mitades, en dos grandes mundos.
El vajra, cuando era utilizado, era arrojado a los oponentes.
Nitin Kumar, en su artículo Implementos Rituales en el budismo tibetano , nos dice,
“Como un arma lanzada, el indestructible rayo ardía como una bola de fuego meteórica través de los cielos, en una vorágine de trueno, fuego y relámpagos.”
Las puntas abiertas del Vajra – Las armas de los Dioses
Las imágenes tradicionales del vajra lo representan como un eje de metal con tres, cinco o nueve puntas que emanan de flores de loto en cada extremo. Originalmente, de acuerdo con el antiguo texto hindú Rigveda, cuando Indra utilizaba su vajra , ésta tenía puntas abiertas.
La leyenda budista sugiere que Shakyamuni, el propio Buda, tomó el vajra de Indra y forzó sus dientes a cerrarse, transformándolo así, de un arma destructiva, a un cetro pacífico.
En el Tíbet se llama Dorje, en Japón – kongose, en China – dzingansi y Mongolia-Ochir. Se trata de un importante objeto ritual en el hinduismo, el budismo y el jainismo. A menudo vemos el vajra en la mano de Buda. Vajra representa un símbolo religioso como la Cruz para los cristianos y la media luna para los musulmanes.
En yoga, existe una postura llamada vajrasana, su significado es hacer el cuerpo fuerte como un diamante.
Como siempre, los objetos ancestrales o simplemente “antiguos”, son objeto de connotaciones esotéricas, hay muchos partidarios de estos temas, que dicen sobre el Vajra, que se trata de una poderosa arma de los antiguos dioses, o una imitación de la misma “un recuerdo”. Y en algunos casos, su mal uso produjo la desaparición de algunas civilizaciones.
Este objeto aparece, igual o similar, en diferentes mitologías, en casi todas aquellas en que los dioses arrojaban rayos, incluso dicen que algunos de estos eran radioactivos.
Según algunos “estudiosos”, el espectro radiográfico, del campo magnético de plasma del planeta Júpiter, se parece sospechosamente a la configuración del Vajra, de ahí que los dioses: Júpiter, Zeus, etc., tuviesen el poder y/o el arma para lanzar rayos.
Kufiyya
La kufiyya (árabe: كوفية, kūfīya; plural: árabe: كوفيات, kūfīyāt), también conocida como (ya)shmagh (turco: yaşmak), ghutrah (árabe: غترة), ḥaṭṭah (árabe: حطّة), mashadah (árabe: مشدة), shemagh o pañuelo palestino, es un pañuelo tradicional de Oriente Medio y Arabia usado principalmente en Jordania, los Territorios Palestinos, Irak, Israel, Líbano, el sureste de Turquía y la Península Arábiga. Esta hecha normalmente de algodón o lino, aunque también puede llevar lana. Se suele llevar envolviendo la cabeza de diversos modos, tanto para proteger dicha parte del cuerpo del frío como del sol. En ambientes desérticos también puede tener utilidad para proteger la boca y los ojos de la ventisca y la arena.
Tiene un dibujo geométrico que varía de unas zonas a otras y que es, también en función de la región, de color negro o rojo, siempre sobre fondo blanco. La kufiyya está a menudo sujetada a la cabeza por un cordón llamado agal (árabe: عقال, ʿiqāl).
Dado el peso de las consonantes en árabe y la multitud de formas vernáculas de vocalizar según la zona, la misma palabra kufiyya puede encontrarse escrita de múltiples modos: kaffiyah, keffiya, kaffiya, kufiya, kefiyyeh etc. Etimológicamente, el nombre kufiyya proviene de la ciudad de Kufa (Irak) (árabe: الكوفة, Al-Kūfa) y ha dado lugar al español cofia.
Aparte de kufiyya existen otros términos para designar el mismo pañuelo o alguna de sus variedades. Así, en el Creciente Fértil también está muy extendido el vocablo chal (árabe: شال). La misma prenda es conocida por shimag (árabe: شماغ, šimāġ), o hatta (árabe: حطّة, ḥaṭṭa) en Jordania y otros lugares, mientras que en Arabia suele usarse gutra (árabe: غطرة, ġuṭra), si bien esta palabra se refiere especialmente a una de color todo blanco.
Sus motivos tejidos podrían tener su origen en representaciones de redes de pescadores o de espigas procedentes de la antigua Mesopotamia.
En la Palestina histórica, solo los campesinos (los felahin) y los beduinos llevaban tradicionalmente una kufiyya, llamada hatta; era blanca y negra, e indicaba un estatus social humilde y rural. La kufiyya les diferenciaba de los effendi que habitaban las ciudades y que marcaban su superioridad social llevando un tarbush o fez de color marrón. En 1936, fueron los campesinos quienes emprendieron la revuelta palestina contra las autoridades mandatarias británicas, y en los primeros años de la insurrección su kufiyya les delataba cuando entraban en las ciudades, y les convertía en un blanco fácil para las tropas británicas. En agosto de 1938, época en la que la revuelta alcanzó su punto álgido, el mando palestino ordenó que todos los effendi abandonaran el fez por la kufiyya para que los rebeldes pudieran confundirse con los demás ciudadanos. Aunque algunos effendi se resistieron, las fuentes de la época relatan que rápidamente los habitantes de las ciudades adoptaron con entusiasmo la kufiyya como un símbolo de unidad nacional, a la vez que se convertía para los campesinos en un elemento democratizador que por primera vez borraba las marcas exteriores de distinción social y del antagonismo entre lo rural y lo urbano.
A mediados de la década de 1960, los fedayín palestinos retomaron la kufiyya como emblema de lucha nacional y de unidad, y los jóvenes palestinos, tanto hombres como mujeres, empezaron a llevarla como muestra de identidad nacional y de activismo. De aquella época data la asociación de la kufiyya con líderes palestinos como Yasir Arafat o Leila Khaled cuyas fotografías con kufiyya tuvieron un gran impacto mediático.1 En el extranjero se ha identificado desde entonces con la causa palestina, razón por la cual es conocida también como “pañuelo palestino”.
Yasir Arafat con su habitual kuffiyah.
Un tipo de kufiyya árabe roja y blanca.
Si bien la kufiyya tradicional de este país es blanca y negra, en el seno de la OLP los militantes de organizaciones de izquierdas se han identificado llevando kufiyyas de dibujo rojo, y por contraste las negras se han asociado con militantes de Fatah, la organización hegemónica dentro de la OLP.4
Uso y simbolismo en el siglo XXI
En la actualidad parece que la kufiyya está perdiendo su simbolismo político y está creciendo su uso meramente estético. Ello se debe al diseñador francés Nicolas Ghesquière, de la casa de alta costura Balenciaga, quien en su colección otoño invierno 2007-2008, propuso el uso de la kufiyya tanto para hombres como en mujeres, pasando así de un accesorio con un significado altamente político a una simple prenda de vestir. Pronto le imitaron las marcas Zara y H&M.
En 2011, en los cafés y restaurantes de moda de la capital libanesa, en las calles de Istambul o de ciudades estadounidenses y europeas, es normal ver a jóvenes de ambos sexos con versiones de la kufiyya en rosa, azul, marrón y otros colores. Los turistas en Oriente Medio, tanto occidentales como árabes, también se suman a la tendencia que, sin embargo, muchos ven como un insulto al símbolo tradicionalmente relacionado con la causa palestina.
Por otro lado, algunos consideran la kufyya como un símbolo de respaldo al terrorismo –debido a que terroristas suicidas palestinos se fotografiaron con la tradicional kufyya—, olvidándose de que este pañuelo es una prenda de uso milenario en los países árabes.
Judío yemenita con kuffiya, llamada sudra (סודרא) en hebreo.
Bastón de mando
El bastón de mando (o vara de mando, también denominado manípulo) es un complemento protocolario que denota en la persona que lo porta, autoridad o mando sobre un grupo o colectivo identitario.
Sus antecedentes históricos arrancan en las primeras civilizaciones, y actualmente son usados en todos los municipios españoles y de otros países por los alcaldes y los tenientes de alcaldes.
Existen otros estamentos civiles y militares que el protocolo histórico le asigna bastones de mando a personalidades concretas. En el caso de los militares: general y coronel; en el mundo judicial: juez y juez de paz.
El bastón, indistintamente a su composición material, se define por los cordones que, según sus colores, identifican la autoridad de su portador.
Bastón de mando del municipio español de Molinicos, en Albacete.
El rasgo distintivo de las personas con poder son muchos y variados pero también actualmente es fácilmente apreciable quién dispone de rango real, no sólo por la indumentaria sino por los adornos o símbolos con los que se complementan. Los símbolos en los estatus más privilegiados socialmente, son tan relevantes como significativos, éstos pueden ayudarnos a saber diferenciar su categoría, sus méritos, su nivel o su jerarquía.
Desde los orígenes de las civilizaciones, los símbolos han sido cuantiosos pero sobre todo necesarios, aquél que posee el poder debe ser visible y reconocible con total independencia de lo que actualmente consideramos riquezas pues en las sociedades tribales se le otorga al jefe, un bastón de mando, una decoración ostentosa en la cabeza, un vestuario distintivo o incluso un tatuaje determinado. Todos estos elementos determinan su grado de relevancia en el grupo y también es fácilmente reconocible para el enemigo o el aliado, es una simple cuestión de practicidad.
En los orígenes por tanto, ya hallamos el bastón de mando como herramienta de poder, pues éste encarna en sí mismo la legitimidad otorgada por la comunidad.
El bastón de mando en la antigüedad
Todas las civilizaciones han entregado a sus gobernantes o regentes elementos de mando, en Egipto el cayado y el flagelo, simbolizaba el poder del faraón y era un rasgo distintivo sólo atribuible a su persona, poseerlo significaba ser legitimado por los Dioses y por los hombres y por tanto eran símbolos sagrados. En Grecia, Zeus, el Dios de Dioses, estaba representado también por elementos simbólicos de poder como el águila, el orbe y el bastón de mando (Hasta). Estos símbolos atribuidos a lo divino tomaron forma en las sociedades y pasaron a simbolizar el poder de un hombre frente a los demás.
Así pues, se podría decir que los motivos que llevaron a escoger éste y no otro elemento pudieron ser dos, uno la representación del poder por su visibilidad frente a los demás, el segundo porque el cayado o el bastón, era el soporte de ancianos y sabios. Con los años, con los siglos, el bastón adquirió diferentes formas y tamaños para posteriormente completarse con otros símbolos representativos que fueran fácilmente reconocibles.
En los orígenes, estos bastones eran creados por materiales naturales y decorados con espigas, ramas, plumas, etc…con el tiempo la madera se convirtió en metales nobles y las decoraciones se perfeccionaron con gemas, grabados y elementos añadidos.
En la monarquía romana el imperium o autoridad era otorgado por los Dioses simbolizándose en el bastón de mando, mientras que durante la república a los cónsules o a los cargos más altos se les ofrecía el imperium domi o el militae, es decir el poder sobre lo civil o sobre las legiones, al ser cargos públicos de duración limitada se ostentaba un poder condicionado por esa duración en el tiempo repartiéndose las atribuciones entre varios cargos para evitar totalitarismos o conatos de rebelión. La representación de ese poder venía delimitada por un bastón corto de marfil coronado por un águila, símbolo de Roma por excelencia. En épocas convulsas o de necesidades específicas el imperium era otorgado a un solo hombre “Dictator” con potestad para la toma de decisiones que atañían a todos los ámbitos incluido el militar. No obstante, con la solución del problema (periodo de 6 meses prorrogables), el dictator debía renunciar a su poder y devolverlos a las estructuras políticas del senado de Roma.
Con la llegada de Augusto y por ende, con el inicio de la época imperial, el emperador tenía potestad legitimada por el senado, de incidir en las cuestiones del ámbito civil, religioso y militar, el llamado “Imperium maius”. El cetro del emperador, simbolizaba su poder total sobre todas las cuestiones de Estado, confeccionado en metales nobles y encabezado por figuras de águilas, eran acompañados por otros símbolos como el Orbe (soberano del mundo) o por una victoria alada.
Con la llegada del cristianismo, los símbolos paganos fueron sustituidos por elementos cristianos como la cruz, que simbolizaban el poder de Dios sobre los hombres y la legitimación del regente.
Las coronas, los bastones de mando o las capas púrpuras, son símbolos ancestrales de la ostentación del poder. Disponen de un origen tan antiguo como el propio hombre y permiten diferenciar el primero de todos, sea una tribu, un país o un imperio. Nada ha cambiado, sólo hay que echar un vistazo para contemplar que el poder sigue otorgándose símbolos diferenciales. Conocer sus orígenes es reubicarlos en la historia.
El bastón de mando es un complemento protocolario que denota en la persona que lo porta, autoridad o mando sobre un grupo o colectivo. Es tradicionalmente el signo de un mariscal de campo o un general, dependiendo los grados superiores existentes en cada ejército. Por lo general están fabricados en madera, pero los hay también combinados en maderas y metales o simplemente forjados en metal.
Los antecedentes más antiguos que se conocen del bastón de mando como símbolo de autoridad, se remontan a la época de los lacedemonios bajo el nombre de <<Escitalo>> siendo potestativo del que ostentaba el mando de las fuerzas, el cual también era utilizado por el comandante supremo como instrumento para la transmisión de textos encriptados. Básicamente, se trataba de un cilindro de madera de aproximadamente 40 centímetros de longitud y grosor variable, en el que se enrollaba una cinta de modo que lo cubriera en toda su extensión. A continuación se escribía la misiva y, al desenrollarse, quedaba totalmente ilegible para todo aquel que no tuviera otro de las mismas dimensiones, con lo que se evitaba que pudiera leerse en caso de caer en manos enemigas.
El escitalo era una vara de madera sobre la que se enrosca una tira de cuero o de pergamino, tal como se muestra en la figura, Cuando se desenrosca del escitalo (vara de madera) del emisor, la tira de cuero parece llevar una lista de letras al azar: S, T, S, F… Sólo al volver a enroscar la tira alrededor de otro escitalo con el diámetro correcto reaparecía el mensaje.
Cenotafio de Marcus Caelius, centurión de la Legión XVIII, muerto a los 53 años en la batalla del Bosque de Teutoburgo ( 9 d.C.) Caelius es representado vestido con su uniforme militar, con PHALERAE (un tipo de condecoración militar), armillae (un tipo de pulsera), y una corona cívica (un premio por salvar la vida de un compañero ciudadano), mientras que en la mano derecha, tiene una vitis (bastón otorgado a todos los centuriones). A cada lado de su imagen se aprecian sus esclavos, Privato y Thiaminus.
Sceptrum Imperii – Cetro imperial
Uno de los modelos más famosos de bastones de mando se produjo durante el Tercer Reich, mariscales y grandes almirantes llevaron bastones ceremoniales, especialmente fabricados por joyeros alemanes. Siete estilos fueron otorgados a 25 individuos. Hermann Göring recibió dos bastones de estilo diferente para sus promociones Mariscal de campo y Mariscal del Reich.
Detalle del bastón de mariscal de Francia otorgado durante el Primer Imperio Napoleónico.
Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel (1507-1582) Gran Duque de Alba, en un cuadro de Tiziano, portando el típico bastón de mando o bengala del reino hispánico.
Mariscales de Campo del Tercer Reich luciendo sus bastónes de mando: en primer plano, los comandantes de las cuatro fuerzas dentro de la Wehrmacht: Reichsmarschall Hermann Göring (Luftwaffe), el Generalfeldmarschall Wilhelm Keitel (jefe del OKW), Großadmiral Karl Dönitz (Kriegsmarine) y el Reichsführer-SS Heinrich Himmler (SS). Atrás los Generalfeldmarschall Erhard Milch y Fedor von Bock.
Bastón de mando del Generalfeldmarschall Maximillian Freiherr von Weichs
Lingam
En el marco de la religión hinduista, un lingam (también, linga, ling, Shiva linga, Shiv ling, Sanskrit लिङ्गं, liṅgaṃ, significando “marca”, “signo”, o “inferencia”) es una representación simbólica del dios Shivá, utilizado para su culto en los templos. 1
- liṅgaṃ, en el sistema IAST de transliteración sánscrita.
- लिङ्गं , en escritura devánagari del sánscrito.
El origen y la interpretación del lingam es un tema de intenso debate.
El lingam sería un símbolo del falo (más en su sentido de energía masculina que de pene).2 3
El lingam es a menudo representado junto con el ioni, un símbolo de la vulva y de la energía femenina.2
La unión de ambos representa «la indivisible unidad en la dualidad de lo masculino y lo femenino, un espacio pasivo y un tiempo activo desde los cuales se origina toda vida».4
Existen varios diccionarios que extienden y amplían su significado.
Origen del lingam
El antropólogo John Christopher Fuller señala que aunque la mayoría de los ídolos esculpidos (murtis) son antropomórficos, el anicónico shiva lingam es una excepción importante.21 Algunos creen que el culto al lingam era una característica de las religiones indígenas de la India.22
El lingam representa también el pilar stambha, sin principio ni fin, que sugiere la naturaleza infinita de Shivá.23 24
Un linga-yoni en el santuario Cat Tien, en la provincia de Lam Dong (Vietnam).
Existe un himno en el Átharva vedá (I milenio a. C.) que alaba a una columna sagrada (iūpa-stambha, siendo yūpa: poste al que se ataba la bestia que iba a ser sacrificada al fuego, y stambha: ‘columna’). Este podría ser un posible origen del culto al lingam.22 Algunos asocian el shiva linga con este yupa-stambha, el poste de sacrificio. En ese himno se encuentra una descripción del stambha sin principio ni fin, y se explica que dicho stambha está puesto en lugar del eterno Brahman. Después, el fuego del iagñá (‘sacrificio [védico]’), el humo, las cenizas y las llamas, la planta de soma y el buey que se utiliza para llevar en la espalda la leña para el sacrificio dio lugar a las concepciones de la luminosidad del cuerpo de Shiva, el color leonado de su cabello enmarañado, su garganta azul, montado sobre su toro. Con el tiempo, este iupa-stambha podría haber dado lugar al shiva linga.23 24 En el Linga puraná el mismo himno se amplía en forma de cuentos, destinados a establecer la gloria del gran stambha y la naturaleza suprema de Mahadeva (‘el gran dios’, Shivá).24
Cetro
Los cetros son distinciones de mando a modo de bastones cortos, se trata de bastones de mando asignados a aquellos jefes de elevada autoridad. El arqueólogo Manuel Hermann Lejarazu, en Símbolos de poder, expresa que «tanto en Mesoamérica como en otras partes del mundo uno de los principales atributos del gobernante es representado por el cetro, pues a nivel universal el cetro simboliza el eje del mundo y el centro del cosmos; de tal modo, el soberano que lo porta se constituye a sí mismo como eje rector de ese universo».1
Mercedes de la Garza Camino, en «El puesto del gobernante en el cosmos y sus ritos de poder», expresa que «el cetro es, a nivel universal, un modelo reducido del bastón de mando, símbolo vertical que representa primero al hombre y después al hombre poderoso y el poder recibido de los dioses».2
Los jefes de muchas naciones han adoptado el cetro a lo largo de los siglos como señal de autoridad, haciéndolo consistir en una vara o bastón más o menos rico y adornado que suele rematar en alguna figura simbólica. Los de la Edad Antigua, que ostentan en sus manos los dioses y emperadores, tienen la forma de asta o pértiga elevada. Los de la Edad Media se presentan más cortos y ricos y los de la Moderna todavía más pequeños y adornados.
Los primeros cetros datan del Neolítico, cuando comienzan a aparecer sociedades estructuradas y jerarquizadas.3 A partir de herramientas agropecuarias, como el mayal, el flagelo o el cayado de pastor, surgieron armas que, a su vez, se convirtieron en símbolos de autoridad. Hay estelas mesopotámicas y egipcias donde los reyes portan mazas que serían el antecedente de los cetros. Por ejemplo, en el Antiguo Egipto, los faraones portaban el llamado nejej (que parece derivar del mayal, simbolizando el poder del faraón sobre la tierra y las cosechas) o —más probablemente— de un flagelo espantamoscas; además llevaban el heqa o cayado (emblema de guía y liderazgo sobre el pueblo, que pasará a la Iglesia con el nombre de báculo, como símbolo pastoral).
Entre los celtíberos se usó una especie de cetro o bastón, distintivo de alguna autoridad según lo revelan hallazgos verificados en sepulturas de distinguidos guerreros. Tenían un remate ancho y triangular de bronce calado y adornado con motivos lineales y alguna figura simbólica. Había también cetros cortos en las civilizaciones antiguas, los cuales pueden considerarse mejor bastones de mando o de distinción propios de magistrados: así son por ejemplo la vara de los centuriones romanos y el cetro que los generales victoriosos llevaban al recibir los honores de triunfo en la magna urbe. En Roma por fin llegaron los emperadores a usar en su trono el pequeño cetro triunfal de los generales.
Entre los antiguos pobladores de la América precolombina, en la actual Nicaragua se menciona el caso del jefe náhuat Agateyte, también conocido como Acatecuhtli, nombre compuesto de acátl, ‘caña’, por extensión, ‘cetro’; y de tecúhtli, cuya metátesis es teuctli, nahualismo Teite, expresa ‘Señor’. Acatecuhtli expresa ‘El Señor de la Caña’ o ‘El Señor del Cetro’.4 5 6
Orbe
El orbe o globus cruciger, en latín, es una joya que representa un globo terráqueo rematado con una cruz. El orbe es un símbolo cristiano de autoridad utilizado a través de los tiempos y que figura hoy en día en monedas, iconografía y en las Joyas de la Corona de algún país o antiguo Estado como Austria, Baviera, Dinamarca, Rusia o Suecia.
En la iconografía occidental, el orbe simboliza el dominio de Cristo (la cruz) sobre el mundo (el orbe), literalmente sujeto por un gobernante terrenal (o, a veces, por un ser celestial como un ángel). Cuando lo sostiene Cristo mismo, esta representación de Cristo recibe el nombre de “Salvator Mundi” (el Salvador del Mundo).
El primer uso conocido del orbe se remonta al Antiguo Egipto como jeroglífico representado en un anillo portando el Nombre de Trono: Neb-Jeperu-Ra,[1], en los cofres y joyeros de Yuya y Tuya visible en la página 304 del libro Signos y Símbolos de Pearson Educación y en la Estela de Shespy,[2]
Otro uso conocido se remonta a comienzos del siglo V, probablemente entre los años 395 y 408 en el reverso de las monedas del Emperador Arcadio, pero con más seguridad en 423 en el reverso de las monedas del Emperador Teodosio II.
Como podéis ver la sostiene en su mano izquierda. Es una esfera hueca de oro que está adornada con bandas de piedras preciosas que decoran su ecuador y su meridiano. Se encuentra rematada con una cruz de joyas que simboliza el papel del monarca como defensor de la fe.
Anj
El Anj (ˁnḫ) (☥) es un jeroglífico egipcio que significa “vida”, un símbolo muy utilizado en la iconografía de esta cultura. También se la denomina cruz ansada (cruz con la parte superior en forma de óvalo, lazo, asa o ansa), crux ansata en latín, la “llave de la vida” o la “cruz egipcia”.
Se puede encontrar ocasionalmente su trasliteración inglesa, Ankh; alemana, Anch o francesa, Ânkh; todas las cuales se pronuncian /’anx/.
En Antiguo Egipto se relacionó con los dioses, necher, que eran representados portando dicho símbolo, indicando sus competencias sobre la vida y la muerte, su inmanencia y condición de eternos; relacionado con los hombres, significa la búsqueda de la inmortalidad, razón por la cual es utilizada para describir la vida o la idea de vida después de la muerte, entendida como inmortalidad, al principio sólo digna del faraón y, después del Imperio Nuevo, de todos los egipcios al evolucionar sus creencias, tal como se describe en el Libro de los Muertos. El anj se relacionó, como símbolo de renacimiento, con la diosa Isis y con su esposo Osiris, ya que cuando fue asesinado por su hermano, su esposa lo resucitó mediante la ayuda de Anubis.
Otra hipótesis presupone que la “T” de la parte inferior del “anj” representaría, estilizados, los atributos sexuales masculinos, mientras que el asa representaría el útero o el pubis de la mujer, como reconciliación de los opuestos; podría simbolizar la reproducción y la unión sexual. Hathor, la diosa de la alegría de vivir y de la muerte, daba vida con ella. En muchos aspectos se corresponde con las diosas Inanna, Ishtar, Astarté, Afrodita y Venus.
Jeroglífico de anillo con sello.
Varios faraones incluyeron este jeroglífico en su titulatura, nombre, o formando parte de sus epítetos, como el célebre Tutanjamón (Tut-anj-Amón) “Imagen viviente de Amón”.
Aunque se desconoce el origen del símbolo anj, si se observa la evolución de la escritura jeroglífica egipcia, es probable que el “anj” tuviera relación con el signo jeroglífico del anillo con sello. En el Antiguo Egipto, el jeroglífico del sello es posible precedente de los cartuchos, que se utilizaron para enmarcar y «proteger» el nombre de los faraones, al encerrar los signos de su nombre dentro de él. Por otro lado, se puede comparar el ‘anj’ con un plantador (de ahí el significado de “vida”). El asa recibe el nombre de asidero, la línea que se observa bajo este, es en realidad un círculo que actuaba como tope con la tierra y la parte baja del plantador es el cartucho donde iba la semilla para plantarla.
Desde el siglo II d. C., con la difusión del cristianismo en el Valle del Nilo, se produjeron sincretismos: uno de ellos fue la adopción por parte de los cristianos egipcios (después llamados coptos) del símbolo “anj” como una modalidad de cruz cristiana.
Las misiones de monjes cristianos que desde el siglo III partieron desde Egipto difundieron, muy probablemente, el antiguo símbolo hacia lugares distantes. Así se habrían originado la cruz irlandesa, por una parte, y la cruz armenia por la otra, ambas con un círculo en el centro.
En el primer milenio a. C. aparece representado un símbolo que guarda semejanza: el neocananeo (cartaginés) para Tanit; muchas veces el símbolo de la principal diosa cartaginesa es muy similar al del anj. En el caso del origen del símbolo de Tanit, éste parece representar, esquemáticamente, a la deidad femenina vestida con los brazos abiertos “en cruz”, siendo el círculo sobre la “T” una estilización de su cabeza.
El hecho de que en la mitología Egipcia el dios Jnum, alfarero, moldee al hombre y grave el Anj en la frente para darle vida lo relaciona con el Golem y con El Símbolo (Oth) de la cábala hebrea, un símbolo, una letra, en teoría existente en el pasado y perdido que permitía dar la vida.
Un signo muy similar, con el lazo rellenado, se ha encontrado en Perú siendo utilizado en la Cultura Mochica.
Un símbolo similar (♀) se utilizaba para representar a la diosa romana Venus. Este símbolo, llamado “espejo de Venus”, parece estar más relacionado con el útero.
En astrología el mismo símbolo se emplea para representar el planeta Venus, en biología para hacer referencia al sexo femenino, y en alquimia para el cobre.
El anj se ha relacionado con las criaturas inmortales por excelencia, los vampiros, tanto en la literatura como en la cinematografía, en mangas y animes o en juegos de rol.
Armas San Juan
⌘, una plaza con bucles en las esquinas, lo que se conoce como Armas de San Juan, el lugar de la sesión interés, o Saint Hannes cruz, es un antiguo símbolo ahora de uso común.
El símbolo aparece en una serie de objetos antiguos en el norte de Europa. Cuenta con un lugar destacado en una imagen en piedra de Hablingbo, Gotland, Suecia, que se creó entre 400-600 DC.
También es similar a una tradicional heráldico emblema llamado un nudo de Bowen.
El símbolo ⌘ como se ve en una señal de tráfico de Suecia (N º 1.9.2.30) para el patrimonio nacional
En Finlandia, el símbolo fue pintado o tallado en casas, graneros y objetos de uso cotidiano, como vajillas para proteger a ellos ya sus dueños de los malos espíritus y la mala suerte. Hallazgos más antiguos conocidos son las decoraciones en un par de 1.000 años de edad, pre-cristianas esquís de madera.
El símbolo ⌘ en una moneda finlandesa vieja.
En los tiempos modernos, el símbolo se encuentra comúnmente en Belarús, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Islandia, Lituania, Noruega y Suecia, como indicador de los lugares culturales.
El símbolo más tarde ganó el reconocimiento internacional a través de la informática. Se utiliza en las de Apple teclados como el símbolo de la tecla de comando.
En Unicode se codifica en la categoría sub 2318 ⌘ LUGAR DE LA SEÑAL DE INTERÉS ⌘ ) en el bloque Varios técnica.
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