Aficiones-Temas
En estas páginas se muestran, aquellas aficiones y curiosidades (que a lo largo de mi vida) he encontrado interesantes. Ahora que tengo tiempo las quiero compartir.
Evidentemente habrá errores y omisiones, involuntarias, que espero corregir y actualizar con vuestra ayuda, por lo que será bienvenido cualquier comentario al efecto.
En ningún caso se ha pretendido ser exhaustivo.
Toda la información se ha sacado de libros, revistas y de la red, y principalmente se han utilizado los datos al efecto de Wikipedia.
Gracias por vuestra atención.
Valla Bulgaria-Turquía
El pasado 14 de enero de 2015, el gobierno búlgaro aprobó la construcción de 82 kilómetros adicionales de valla en la frontera turca. Su construcción, que inicialmente era de 30 kilómetros, comenzó en enero de 2014 como una de las políticas adoptadas por el gobierno para impedir la entrada irregular de Turquía. Según las autoridades búlgaras, más de 38.500 personas intentaron cruzar irregularmente la frontera entre Bulgaria y Turquía en 2014. Apenas 6.000 de ellas -en su mayoría ciudadanos sirios, afganos e iraquíes- lograron llegar a Bulgaria. Se trata de una importante disminución con respecto a las 11. 500 llegadas irregulares -de más de 16.700 intentos- registradas en 2013.
http://www.publico.es/internacional/europa-levanta-siete-vallas-mayor.html
Castros
Subcategoría: Poblado
Un castro es un poblado fortificado, por lo general prerromano aunque existen ejemplos posteriores que perduraron hasta la Edad Media, existentes en Europa y propios de fines de la Edad del Bronce y de la Edad del Hierro. Antiguas investigaciones los asociaron a la de la cultura céltica, pero en la actualidad se ponen en duda dichos resultados. Se encuentran con frecuencia en la Península Ibérica, en particular en el noroeste con la cultura castreña y en la meseta con la cultura de las cogotas.
La palabra castro proviene del latín castrum, que signfica “fortificación militar” (de ahí viene la palabra española castrense, “relativo a lo militar”).
El castro es un poblado fortificado que se empezó a habitar desde el siglo VI a. C., carente de calles que formen ángulos rectos y llenos de construcciones de planta casi siempre circular. Las casas más antiguas eran mayormente de paja–barro y las más recientes de mampostería. El techo era de ramaje y barro y después de varas largas. Fundamentalmente, eran estancias únicas. Se sitúan en lugares protegidos naturalmente (alturas, revueltas de ríos, pequeñas penínsulas), cerca de fuentes y terrenos cultivables y en el límite entre estos y zonas más altas de pastoreo.
Los castros estaban protegidos por uno o más fosos, parapetos y murallas que bordeaban el recinto habitado, pudiendo tener en sus accesos un torreón que controlaba las vías de entrada al mismo o en otro lugar estratégico.
En tiempo de conflictos, las gentes que vivían en campo abierto se trasladaban a estas construcciones, situadas en lugares estratégicos con el fin de garantizar su seguridad. Asimismo podían tener otras finalidades como la de control del territorio, vigilancia de sembrados, etc.
Su situación en el territorio respecto a otros castros hace pensar que existía una estrategia definida a la hora de elegir su localización, permitiendo la comunicación por señales entre ellos a modo de red defensiva.
Los castros eran recintos fortificados, rodeados de fosos y murallas. En su interior las viviendas de piedra, con planta circular y techos de paja, se distribuían en barrios, separados por calles y plazas. Otras construcciones más alargadas funcionaban como espacios de reunión o de culto, y algunos poblados incluso tenían baños de vapor. El Castro de Coaña, en Asturias, y el de Santa Tecla en la localidad gallega de A Guarda (Pontevedra), son dos ejemplos representativos, pero hay más.
Los castros son poblados fortificados, recintos rodeados de obras defensivas. Presentan por lo general una planta oval o circular.
Son muy numerosos, calculándose unos 2000 o 2500. Su distribución, sin embargo, no es uniforme, sino que se agrupan preferentemente en la costa y en la media montaña (buscando siempre lugares de fácil defensa).
En general sus dimensiones son modestas (70 por 100 m.) y su fisionomía queda determinada por una serie de elementos defensivos: terraplenes, murallas, fosos y torres; los habitantes de los castros poseían una destacada técnica de fortificación.
El emplazamiento de castros en lugares elevados, en muchas ocasiones con desniveles pronunciados, hizo necesario el empleo de escaleras de acceso y de muros de contención de tierras para habilitar terrazas donde asentar las viviendas.
A los habitantes de los castros les preocupaba mucho la humedad y para ello usaron el enlosado, normalmente de piedra pequeña, en sus calles. No podemos hablar con propiedad de un auténtico urbanismo dentro de los castros.
Lo primero que llama la atención es la tendencia a aislar las edificaciones unas de otras. Este hecho guarda relación con el carácter individualista de sus habitantes. En algunos casos se llega a definir “barrios”, conjuntos de varias casas que corresponderían a una sola familia, rodeados de un muro de poca altura. La organización de estos poblados muestra, dentro de su evidente primitivismo, la existencia de una incipiente urbanización.
La tipología de la casa castreña más abundante presenta planta circular, a la que se le puede añadir un vestíbulo; también hallamos construcciones de forma cuadrangular (sobre todo en la época romana, aunque no se puede establecer con ello una secuencia cronológica). La casa presenta unas dimensiones reducidas, llegando incluso a plantear problemas por su extrema pequeñez (las viviendas circulares tienen una media de 4 o 5 m. de diámetro, las plantas alargadas son de un tamantilde; o algo mayor).
Es muy raro encontrar divisiones dentro de la vivienda ya que lo más habitual es que aparezca una sola estancia. La cubierta de la vivienda sería cónica en las de planta circular, y a dos aguas en las de planta cuadrangular, como material de cubrimiento se utilizaban ramas y paja, recubiertas de barro (a medida que avanzó la romanización se cambió el sistema con el empleo de teja, “tegula”). El pavimento más cotidiano es simple: a base de tierra pisada. En la gran mayoría de las habitaciones castreñas se encendía fuego directamente en el suelo, poniendo piedras alrededor para evitar la dispersión de brasas y para mantener los pucheros. En otros castros había lugares especiales para el fuego, los hogares. Su tipología es variada, pero no parece haber evolucionado. Muchas veces se sitúan en el centro de las hbitaciones, aunque no es raro verlos también junto a la pared o incluso fuera de la vivienda.
Puede haber hornos para hacer pan, fundición de metal o de cerámica. Su presencia está poco atestiguada, aunque conocemos algunos hornos rudimentarios para hacer el pan. Suelen aparecer en los vestíbulos. La escasez de hornos contrasta con la abundancia de molinos, lo que nos hace pensar que los hornos fueran de uso comunitario.
En la organización de cualquier poblado es muy importante el abastecimiento de agua. En algunos castros aprovecharían los ríos o arroyos cercanos, pero en otros se recurriría ya a fuentes emplazadas en el interior de las murallas.
El monte Santa Tecla, de 341 m. de altura, está situado en la desembocadura del río Miño, dentro del término municipal de A Guarda, constituyendo por si mismo un espacio geográfico de excepcional belleza.
A partir de los 200 m. de altura se configura un gran poblado amurallado, de construcciones circulares en su gran mayoría, con vestíbulos y dependencias anejas cuyos orígenes se remontan a la Edad de Bronce, 1900 anos A. de C. y que alcanza su esplendor en los primeros años del período Galaico-Romano, decayendo y pasando al olvido a partir del siglo II de nuestra era.
Paralelamente al comienzo de las excavaciones, la sociedad Pro Monte funda el Museo Arqueológico de Santa Tecla en 1914, recogiéndose en el mismo, desde entonces, innumerables piezas de todo tipo que forman un conjunto de incalculable valor.
La colección de Esvásticas es, probablemente, una de las más importantes conocidas.
Castro de Santa Tecla, castro celta, (Galicia, España)
Petroglifos Judaculla Rock, North Carolina
Judaculla Rock. En lo profundo en las montañas del Condado de Jackson, en las afueras de Sylva, Carolina del Norte, se establece una desconcertante, piedra. Es una roca de esteatita y se cubre con una gran cantidad de dibujos extraños que algunos arqueólogos creen que puede ser 2.000 a 3.000 años.
Para esta foto de la década de 1930, las marcas crípticas estaban llenos de tiza. Desde que se hizo esta valiosa imagen, la roca ha continuado erosionándose, haciendo los estudios serios cada vez más difícil. Foto cortesía Jerry Parker
24 enero 2004
Misterio envuelve antiguos petroglifos en Carolina del norte
Judaculla Rock es boulder más que roca; con forma de algo como un ventilador gigante, es relativamente plana en un lado. Pero en esta roca hay marcas, garabatos y goteo, spidery líneas, que se pusieron allí hace quizás 10.000 años. Como ahora se sienta en el borde de una pradera, protegido por el Condado de Jackson (Carolina del norte occidental, los E.E.U.U.) Judaculla roca, es un misterio envuelto en la mitología y diversas historias.
Scott Ashcraft, arqueólogo de personal para el servicio forestal de Estados Unidos en Asheville, ha estudiado y fotografiado la roca desde hace varios años. Él y otros voluntarios en el estado hacen el seguimiento de tales monumentos en los estudios de arte rupestre de Carolina del Norte desde 1998. Cuando el estudio comenzó, eran conocidas sólo unos siete de tales rocas. En la actualidad, el estudio tiene más de 50 identificadas, y la lista está creciendo, especialmente a lo largo de la frontera de Tennessee-North Carolina. Ashcraft llama rock arte “racimos.” Se espera, dijo, que los grupos de frontera harán gran avance en el arte rupestre.
“Americanos nativos fue por todas partes”, dijo. Y arte rupestre era mucho más frecuente por aquí de lo que pensamos en los últimos años.” Hallazgos importantes en el este de Tennessee, dijo, se han descubierto en cuevas. “La arqueología en el este de Tennessee es algunos de los mejores en los Estados Unidos porque los mudglyphs están inalterados. Alrededor del 60 a 65 por ciento del arte de la roca en Carolina del Norte ha sido molestado.” En algunos casos, dijo, todo cantos rodados han sido movidos o destruidos.
Ashcraft ha mapeado la roca de Judaculla, lo que significa que divide en cuadrantes para tener una idea de cuántas tallas hay y muchos diseños. De esto, él ha venido con algunos resultados inusuales. Por ejemplo, piensa que algunos de los patrones tallados no son exactamente lo que parecen ser. Algo que parece dos círculos grandes al lado de uno son más que círculos. Piensa que pueden representar los búhos. Dijo que las tallas representan obviamente los seres humanos, animales y combinaciones de hombres y animales. “Pero el arte indio es casi siempre…”
No es la cosa extraña solo sobre la roca. Su nombre es más que un poco interesante. Es de la mitología india Cherokee, sólo fue escrito diferentemente, como la palabra sale de Tsulkalu, que se traduce en ‘ojos de inclinación gigante’, una figura mítica que gobernó sobre el pueblo. El nombre se corrompió cuando los europeos blancos intentaron envolver sus lenguas alrededor de la palabra. Se convirtió en Jutaculla y Tulicula y se desarrolló eventual en Judaculla.
La roca se encuentra en la cima de un depósito de piedra natural, y se especula que los indios de hace varios miles de años cavaron alrededor de la roca para obtener esteatita para utensilios y adornos. Ashcraft dijo que una buena suposición es que los petroglifos son aproximadamente 4,500 años. Pero algunos consideran que las tallas son tanto como 10,000 años de edad.
Judaculla Rock es bastante suave y puede dañarse fácilmente cuando las ‘fechorías’ para hacer los glifos se destacan. Sobre los años, gente ha subido sobré la roca o incluso la encaladas para ver las tallas. Productos químicos en la lechada de cal y tiza han reaccionado con la roca a dañar las tallas, dijo Ashcraft.
Jeff Carpenter, director de Jackson County Parks and Recreation, dijo que el condado está pensando en crear un espacio interpretativo alrededor de la roca. “Esto es realmente un sitio único,” dijo y debe ser preservado.
Cashtal yn Ard (cerca de Maughold)
Cashtal yn Ard (El castillo en las alturas) es uno de los monumentos prehistóricos mejor conservados de la Isla de Man y las Islas Británicas. Cashtal yn Ard en la parroquia de Maughold se encuentra en el noreste de la isla en una colina entre Glenmona y Cornaa. Fue descubierta en la década de 1930 y excavado en 1999. Una nota de 1.795 llamadas al monumento “Cashtal y mucklagh vagileragh y” (el Castillo de la pocilga de campo).
Es uno de un puñado de Neolítico megalíticos tipo Clyde tumba en la isla, que data de cerca de 3000 AC. El monumento es de más de 100 m de largo orientada aproximadamente de este a oeste y uno de los más grandes de su tipo. Originalmente fue un 16 a 13 m de ancho cónico con un mojón en la fachada empedrada con una gran incisión, que forma una herradura alrededor de nueve veces de dos metros del atrio, que está más cerca de las tumbas Corte que son comunes. Detrás de ellos están en medio de la línea, cinco cámaras de gran tamaño (aproximadamente 3,0 x 1,8 m) que son accesibles a través del acceso a unos 50 cm de ancho. Algunas de las rocas de hasta tres metros de altura de granito, que limitan el patio, y las piedras que bordean la instalación, incluidas las de cuarzo blanco, son in situ conservadas. Las piedras a ambos lados de acceso son particularmente impresionantes. El sistema consta de dos fases, ya que su parte trasera es muy diferente. Yace en el centro, en el eje de un área oval (zona quemada) con el material quemado.
En las inmediaciones está el Tholtan Cashtal yn Ard, las ruinas de una abandonada y en ruinas, sin techo, antigua casa de labranza.
La Muralla de Rodas
La muralla que rodea casi en su totalidad a la ciudad medieval de Rodas es sin duda uno de los mayores atractivos de la isla. La muralla y sus numerosas puertas las pueden ver en el siguiente plano de Rodas medieval. Destaca la grandiosidad de la muralla que llega a cubrir unos cinco kilómetros que protegen la ciudad medieval. Construida en piedra y con numerosas almenas y puestos defensivos. Sus bastiones defensivos se encuentran muy bien conservados. Otro atractivo más de las murallas son sin duda sus imponentes y bellas puertas de la ciudad fortificada.
Destacamos la Puertas de la Muralla de Santa Catalina, la puerta de Amboise, la Puerta de San Antonio, la puerta de an Juan, la puerta de San Pablo, la puerta de San Atanasio hasta llegar a la Puerta de los Molinos.
La ciudad medieval de Rodas, protegida por las murallas de 4 kilómetros de longitud construidas por los Caballeros de San Juan durante la ocupación del 1309 al 1523, está considerada un obra maestra de la arquitectura militar. La ciudad custodia el barrio Collacchio, el palacio de la Armería, el Hospital de los Caballeros, el Palacio del Gran Maestro y la calle de los Caballeros.
Las colosales murallas, consideradas una obra maestra de la arquitectura militar medieval, se extienden durante tres kilómetros y en algunos sitios llegan a tener 12 metros de espesor. Un total de 11 puertas, de entre las que destacan la de la Marina y la de Amboise, permiten la entrada a la ciudad. En el interior del casco antiguo existía otra muralla que lo dividía en dos zonas: el Collachium o Castello, donde residían los caballeros, y Chora o Burgo, donde residía el resto del pueblo.
Los Cart-ruts de Malta
Subcategoría: Surcos en la piedra.
- 22 abril 2009 – 20:01
- Escrito en ARQUEOLOGIA, Hechos insólitos, Lugares desconocidos, Ooparts y objetos extraños, Rarezas
Los apodados “Cart-ruts” (surcos de carro). Estos surcos milenarios en las rocas se encuentran en muchos puntos del planeta como; Libia, Francia, España, Grecia, la isla de Sicilia o el lejanísimo Azerbaijan. Pero en este artículo me centraré en los de las islas de Malta y Gozo, ambas pertenecientes al país de Malta.
Los Cart-ruts son una serie de surcos o caminos, de profundidad y ancho variable que recorren casi todos los rincones de la orografía del archipiélago maltés sin mucho orden ni concierto. Pese al nombre tan gráfico con el que se los conoce, la teoría de que estos surcos fueron creados por el paso continuado de carros o algún otro medio de transporte, como trineos, no es más que una hipótesis, pues las lagunas existentes en dicha hipótesis dejan muchas dudas al respecto.
Los canales tienen forma de V o de U y su profundidad media va de los 8 a los 15 cm, aunque en muchos puntos superan los 60 cm de profundidad y en otros, apenas son una suave marca superficial. Los surcos suelen recorrer el terreno en pares paralelos y la distancia entre ellos varía de 110 a 140 cm. Su distribución, en muchos puntos parece ser totalmente aleatoria cruzándose entre ellos o formando curvas de 90º y su distancia también es variable, recorriendo algunos varios centenares de metros y otros, apenas unos palmos. Cabe decir que la roca en aquel lugar de de origen calcáreo coralino, lo que la hace relativamente blanda y más expuesta al desgaste de cualquier acción exterior.
Algunos de estos caminos están claramente relacionados con las antiguas canteras de las islas. El caso más claro está cerca de la ciudad de Rabat, en la isla de Gozo. Este lugar, “Misrah Ghar, il-Kbir” o “Clapham Junction”, como lo apodó el investigador David Trump, por su parecido al mar de vías de la estación de Clapham Londinense, es el sitio con mayor concentración de surcos y en sus inmediaciones se encuentran varias canteras. Aquí se ve claramente que estos caminos fueron usados para sacar de las canteras los bloques de piedra, aunque no queda claro hacia donde fueron dirigidos posteriormente esos bloques. Pero no todos los surcos están relacionados con las canteras ni con los templos y construcciones megalíticas de las islas, que es otra de las teorías planteadas, y transcurren por lugares que no llevan a ningún sitio en concreto acabando en algunas ocasiones en abruptos acantilados e, incluso en otras, adentrándose en el mar mediterráneo hasta grandes profundidades.
Zona de Clapham Junction
La primera referencia que se encuentra sobre este tema data del año 1647 donde Gian Francesco Abela sugirió que se utilizaron para transportar las piedras de las canteras al mar para la exportación a África durante el régimen árabe en Malta. Aunque no aporta ningún dato más que haga esta mención fiable. Más tarde Zammit Temi propuso que los caminos se crearon para el transporte de materiales en la construcción de los templos, cosa que no se ha demostrado falta de fundamento.
Los surcos en el interior del Mediterráneo
También los arqueólogos Parker y Rubinstein propusieron que los surcos se crearon para el transporte de piedras, aunque para la construcción de terrazas artificiales. ¿?¿?.
Si su utilización es confusa, más lo es su datación. Los turistas que acuden al lugar pueden ver carteles que datan los Cart-ruts en la edad de Bronce, aunque también esto es una mera suposición pues ante la falta de restos orgánicos, no se puede hacer una datación exacta de esas rocas. La mayoría de investigaciones las datan entre el año 2000 y 3000 AC. Entre la época púnica y fenicia. Por esta isla han pasado infinitud de pueblos, fenicios, griegos, romanos y árabes, entre otros muchos anteriores. Incluso los últimos hallazgos dan que pensar que la civilización atlante pasó por aquí en una época pretérita. Algunas de las construcciones megalíticas del archipiélago están datadas de hace unos 5000 años, de modo que si estos surcos se originaron por su construcción, se tiran por los suelos las hipótesis que los encuadran en la época púnica. Si tenemos en cuenta que estos caminos en algunas ocasiones se adentran en las profundidades del mar, se debería dar por sentado que aparecieron cuando el nivel del mar estaba mucho más bajo, con lo cual casi que doblamos su antigüedad y nos vamos a la época de la última glaciación, hace unos 10000 años, a estos 10000 años hay que sumar el tiempo suficiente para que la erosión forme el surco, con lo cual, podemos imaginar un total de 11 o 12000 años.
Teniendo en cuenta que la rueda apareció en el neolítico, sobre el quinto milenio AC, los surcos más antiguos se deberían de haber creado con métodos de transporte más rudimentarios como trineos, y se hace bastante complicado imaginar que estos trineos fuesen de fácil manejo encastados en estos canales tan irregulares. También es posible que en este lugar y en esa época se conociese la rueda con mucha anticipación que el resto de la humanidad.
Así deberían de quedar tras el paso de animales de carga. (Este es de Azerbajian)
Dicho esto, paso a otros temas en los que surgen también unas cuantas incógnitas. La primera de ellas es la ausencia de un tercer surco central, que debería de haberse formado por el paso continuado de los medios de arrastre, suponiendo que estos pesados carros hubiesen sido tirados por grandes animales de carga como bueyes o caballos, y que lógicamente, estos hubiesen pasado tantas veces como los carros, debería de haberse formado un surco ancho y desigual, no tan profundo, pero perfectamente visible. Para pasar por alto este hecho, algunos investigadores han dicho que no existe ese surco central porque la vegetación existente amortiguaba su paso, algo que, sinceramente, insulta a mi inteligencia. Otros, para salvar este detalle han puesto sobre la mesa la hipótesis de que los surcos fueron escavados artificialmente hasta cierta profundidad, a modo de raíles para que los carros no se deslizaran hacia los costados de los caminos embarrados. Esta teoría tiene cierta lógica, pero ante ella también aparecen cierto número de problemas o incógnitas como:
El paralelismo de los surcos no es perfecto ni mucho menos, acercándose y alejándose el centro de estos en algunos casos, en más de 30 cm. A no ser que los carros tuviesen un sistema en el que las ruedas pudiesen correr por sus ejes y ajustarse a los surcos, no cabe la posibilidad de que pudiesen transitar por estos lugares. Y de haberse excavado artificialmente, estos fallos en las medidas habrían sido toda una chapuza.
En algunos lugares, varios pares de surcos transcurren el uno junto al otro, llegándose a solapar en varios casos. ¿Para qué se iban a excavar varios caminos a escasos centímetros de distancia unos de otros? Ciertamente, no tiene mucho sentido.
En los lugares más profundos, el fondo de los surcos alcanza 50 o 60 centímetros, contando que en el centro de ambos el terreno no está aplanado y que existen desniveles como piedras o montículos, las ruedas para salvar dichos obstáculos deberían de tener un radio de por lo menos un metro, lo que nos daría unas enormes ruedas de dos metros de diámetro. Los surcos encuentran en algunos lugares giros de 90º, en estos lugares, esas gigantescas ruedas no hubiesen podido girar de ninguna de las maneras.
Por último, queda la teoría de que estos canales se crearan como modo de sistema de riego o de achique de las aguas tras las lluvias. Esta hipótesis, pese a ser la que menos fuerza tiene entre la comunidad de arqueólogos es la que personalmente me parece más lógica de todas, aunque no he conseguido encontrar ningún lugar que explique convincentemente el porqué. La cuestión es que si los Cart-ruts son originalmente muchísimo más antiguos de lo que se cree, es bastante lógico pensar que los antiguos moradores de este archipiélago ideasen un sistema de pequeños canales para aprovechar los escasos recursos fluviales que la rocosa isla aporta. Hay que tener en cuenta los pocos recursos hídricos de este lugar y la orografía complicada, harían bastante difícil el cultivo de forma natural en la mayor parte de las islas. De este modo, con el laberíntico entramado de canales, se conseguiría llevar el agua hasta nuevas zonas de cultivo e incluso almacenarla para épocas de escasez en algunas depresiones del terreno. Esto también explicaría el porqué algunos de estos canales acaban en acantilados o directamente en el mar, pues por estos se achicaría el agua sobrante en épocas de lluvias excesivas, imposible de canalizar hacia los sitios deseados. Hoy en día, los desniveles de estos surcos hacen descartar esta idea, pero nadie sabe a ciencia cierta cómo eran esos desniveles ni la orografía hace 10 o 12000 años.
Queda la incógnita de porqué se crearon por duplicado, hasta ahí no llego.
A partir de esto, es posible que las distintas civilizaciones que han pasado posteriormente por el archipiélago hayan aprovechado en cierto modo estos canales adaptándolos a sus necesidades. Algunos surcos parten de antiguos poblados de la edad del bronce, otros parten, o llegan, hasta algunos templos megalíticos, otros están directamente enlazados con las canteras fenicias y romanas y otros muchos, simplemente, están en montañas desnudas sin ningún fin en concreto. La teoría de los canales de riego sería un punto de unión entre todos estos casos a lo largo de los siglos.
Pero no queda aquí todo el misterio de los Cart-ruts, y para el final os he dejado el plato fuerte, o quizás, el más interesante de todos. Recientemente, y gracias a la tecnología, se han descubierto desde las vistas satelitales unas marcas en la península maltesa de Qawra que conforman una serie de tres perfectos círculos concéntricos, partidos por un eje recto desde el centro de los círculos hacia el exterior. El círculo exterior tiene unos cien metros de diámetro y el eje está perfectamente orientado en dirección norte sur. Seguro que a la mayoría, al leer este párrafo os ha venido a la mente la famosa imagen de la Atlántida narrada por platón, y no habéis sido los únicos pues en los foros atlantes, este lugar ha entrado a formar parte de los muchos que se disputan ser el lugar exacto de tan famosa ciudad.
Penísula de Qawra, donde se puden ver los tres círculos concétricos y el transversal.
Las marcas que conforman los círculos apenas son visibles a distancia corta, simplemente son una franja con una coloración, o pigmentación más clara que el resto. No está perforada ni marcada de modo manual o mecánico y, por el momento, no se conoce el sistema que se usó para decolorar dicha franja. En el centro de los mencionados círculos se encuentra una pequeña poza que sí que parece haber tenido un origen artificial, pues en sus laterales se ven marcas de alguna herramienta y pequeños canalillos.
Los detractores de esta teoría afirman que esta especie de diana se creó en la segunda guerra mundial para realizar prácticas de tiro aéreo, pero esto no hay quien lo defienda, puesto que nadie en la isla había oído hablar nunca de esta diana ni de estas prácticas y no existe ninguna documentación al respecto que lo reafirme ni restos de proyectiles o cráteres formados por estos, aparte de que ya existía en esa época una población cercana a este lugar con elevado número de habitantes y para estas prácticas de tiro, se elegían pequeños islotes despoblados y alejados.
Platón situaba la Atlántida más allá de las columnas de Hércules, con lo cual este lugar quedaría descartado, aunque quizás Platón estaba equivocado o, de no estarlo, también es posible que hasta aquí llegasen los supervivientes del continente hundido. Según el “Timeo” y el “Critias”, los atlantes se extendieron por todo el mediterráneo, desde el golfo de Cádiz hasta Egipto, Grecia y el Asia Menor. Es posible que las marcas de Qawra se crearan como representación u homenaje de la mítica ciudad que describe Platón y quizás en el centro, sobre la pequeña poza, hubiese alguna vez una estatua o un pequeño santuario en honor a Poseidón, al igual que en el templo que presidía la capital atlante. Este pueblo fue conocido por su habilidad para dominar el agua y, de ser cierta esta teoría de los atlantes, todavía toma más fuerza la hipótesis de que los canales tuviesen una directa relación con el agua. También las fechas podrían cuadrar, pues se supone que la Atlántida existió hace unos siete u ocho mil años, con el margen de error que puede existir en dichas fechas. De este modo, algunos de los Cart-ruts que existen en otros países del mediterráneo quizás tengan un origen similar.
En estas imágenes se puede ver como las edificaciones están acabando con estos restos.
En todo caso, estos misteriosos surcos seguirán siendo una incógnita para el mundo de la arqueología puesto que ninguna de las teorías existentes se puede respaldar de un modo certero. En la actualidad, la erosión y la acción del hombre han destruido muchísimos de estos caminos y son pocos los que quedan enteros. Pero gracias al turismo algunas zonas se están conservando y todavía se pueden visitar.
Ahu Te Pito Kura
Ahu Te Pito Kura
Piedra magnética
Siguiendo la carretera de la costa norte, frente a una cala pesquera en la bahía La Pèrouse se encuentra el Ahu Te Pito Kura, una plataforma que se ha mantenido intacta con su moai en la posición en que quedó cuando fue derribado por los Rapa Nui. Este moai es la escultura más grande que jamás se haya transportado desde la cantera de Rano Raraku y levantado sobre un ahu.
El nombre original de este moai es Paro, y es uno de los pocos nombres que se han preservado a través del tiempo. Las dimensiones de este gigante son espectaculares, tiene una altura de 10 metros, sólo sus orejas miden 2 metros y se estima que su peso debe superar las 70 toneladas. A su costado yace su, también gigantesco, tocado con casi 2 metros de altura y alrededor de 10 toneladas de peso.
Éste fue el último moai que fue visto en pie por un visitante extranjero, según relató el explorador francés Abel Du Petit-Thouars, que visitó la isla en 1838. Con posterioridad a esa fecha ningún otro viajero europeo mencionó haber visto ningún moai en pie.
A unos 40 metros a la izquierda del ahu, se encuentra una gran roca con forma ovoide y completamente pulida, rodeada por un muro de piedra y por otras cuatro piedras que hacen las veces de asiento. Cuenta la leyenda que el Ariki Hotu Matua’a, el primer rey de la isla, llego a la Isla de Pascua llevando consigo esta enorme piedra portadora de mana (poder espiritual otorgado por los dioses).
La piedra de la isla que simboliza el ombligo del mundo. Es una piedra esférica que según la tradición rapanui fue transportada por Hotu Matua desde la mítica Hiva, tragada por las aguas. La piedra, el único vínculo material de los antiguos pobladores de la isla con su tierra de origen, está flanqueada por cuatro esferoides de menor tamaño que representan las cuatro direcciones.
Por su alto contenido en hierro esta piedra se calienta más que las demás y ocasiona que las brújulas se comporten de forma extraña. Muchos visitantes ponen las manos sobre ella buscando cargarse de energía e incluso se dice que aumenta la fertilidad femenina.
La piedra de Hotu Matu’a, realmente tiene propiedades magneticas. Cuando se le acerca una brujula marca una declinacion de hasta 45 grados Oeste, dependiendo de la posiscion de la brujula sobre la piedra. Sin embago esto es muy comun en rocas de magnetita. La magnetita es un mineral de hierro constituido por óxido ferroso-diférrico (Fe3O4). Su fuerte magnetismo se debe a un fenómeno de “ferrimagnetismo” del que resulta un momento magnético no compensado.
Despues de hacer las mediciones correspondientes con una brujula o compas de precision topografica, pude establecer que los cuatro esferoides estan alineados en posicion aproximada a los cuatro puntos cardinales, tomando en cuenta la declinacion magnetica de la Isla de 15° 15′ E @ 0° 1′ W/ano, para enero del 2010
Te Pito Kura significa “ombligo de luz” y hay quienes relacionan el nombre del lugar con las cualidades especiales de la roca y con uno de los nombres con los que se conoce a la Isla de Pascua Te Pito O Te Henua u “ombligo del mundo”
Carrowmore
Subcategoría: Tumbas y Círculos de piedras.
El conjunto megalítico de Carrowmore (Irlanda), situado en la península Knocknarea de Co. Sligo, es una de las mayores concentraciones de tumbas de corredor de toda Irlanda, conservándose actualmente, una treintena de estructuras megalíticas. Se trata de dólmenes que se encuentran rodeados por un cercado de piedras.
La mayoría de los enterramientos realizados en los megalitos de Carrowmore se trata de cremaciones. Los arqueólogos han identificado más de 60 tumbas, de las que pueden verse 30. Una casa de campo restaurada alberga una exposición sobre el lugar.
En cuanto a las dataciones de estos monumentos existe una gran controversia al respecto, ya que el profesor Göran Bürenhult, en base a diversas excavaciones llevadas a cabo, ofrece una cronología que se situaría en el mesolítico, en contra de las teorías tradicionales que sitúan este tipo de monumentos dentro del Neolítico irlandés. Bürenhults situó una de las tumbas de Carrowmore entre el 4.300 y 3.500 a.C., en época muy temprana, pero ya muy cercano y entroncando con la tradición neolítica. Son las construcciones más antiguas del continente.
Cerca del Túmulo de West Kennet se encuentra Listoghil, en Irlanda, estructura que se posiciona como octava en la lista de edificios más antiguos del mundo. Data del año 3550 antes de Cristo y se incluye dentro del grupo de tumbas prehistóricas de Carrowmore.
Murallas de Lucca
Lucca es una ciudad en la Toscana, centro-norte de Italia, situada sobre el río Serchio en una fértil llanura cercana (pero no sobre ella) y sobre el Mar Tirreno. Es la capital de la Provincia de Lucca. Cuenta con unos 86.000 habitantes.
Situada en la región de Toscana, la ciudad italiana de Lucca se diferencia de sus vecinas en que es una de las pocas ciudades que cuenta con una muralla defensiva que rodea el perímetro de la ciudad. En la actualidad las murallas de Lucca están prácticamente intactas a pesar de que comenzaron a construirse en tiempo de los romanos.
Existen muchas ciudades en Italia con recinto de murallas, pero pocas las que como Lucca pueden presumir de cuatro recintos que la defienden y de las que se conservan, todavía hoy, tantas partes intactas.
La primera se remonta al tiempo de los romanos y tenia forma cuadrangular, presumiblemente alta unos ocho y nueve metros, se extendía a lo largo de las actuales vías de la Rosa, del Angelo Custode, Mordini, de Gli Asili, San Giorgio, Galli Tassi, San Domenico, de la Cittadella y avenida Garibaldi. Construida con grandes bloques de piedra caliza, es de la que obviamente queda una parte menar, aunque se puede ver todavía un trozo en el interior de la iglesia de Santa Marìa de la Rosa.
Cuatro eran las puertas que se abrían en ella: la del norte, llamada después de San Frediano, desde la que se accedía a la Clodia y a la Cassia en dirección a Parma; la del este, llamada de San Gervasio en tiempo posterior, con las vías para Florencia y Roma; la del sur, llamada después de San Pedro, desde la que se tomaba el camino para Pisa; y la del oeste, bautizada de nuevo como de San Donato, que conducía a Luni.
El segundo recinto es el medieval y su construcción duró desde el siglo XII hasta el siglo XIII. La ciudad se amplió así hacia el noreste y fue necesario proteger las nuevas zonas habitadas (la de San Frediano, de San Pietro Somaldi, de Santa Marta Forisportam) con nuevos baluartes.
Construido con piedras escuadradas, tenìa cuatro puertas, de las que solamente se conservan dos para testimoniar su existencia: la de los Borghi y la de los Santos Gervasio y Protasio.
Como las otras dos, estaban provistas de puente levadizo que permitía pasar por el foso exterior. Tenían a sus lados dos torres laterales. En el interior de este recinto, pocos años después, por voluntad de Castruccio Castracani y con un proyecto de Giotto, se realizó una posterior defensa, la Augusta, que comprendía al menos un cuarto del territorio ciudadano comprendido entre los dos lados de las murallas.
El tercer recinto de murallas se remonta en cambio al siglo XVI. Fue realizado con torreones que delimitaron una parte del territorio hacia el lado noreste, mientras que al sur y al oeste la construcción se limitó sólo a grandes torreones circulares a lo largo de las viejas fortificaciones.
Finalmente el cuarto recinto, el que todavía hoy sorprende a los visitantes por su majestuosidad. Su construcción se prolongó por más de un siglo de trabajos, y se comprende el porqué al pensar por ejemplo a la increíble extensión de este espléndido “cinturón”: 4200 metros. Pero a parte de la extensión de la obra, es necesario considerar también que a lo largo de la “carrera” alrededor de la ciudad, el cuarto recinto tenía once baluartes, doce cortinas (con largas hileras de plantas) y foso externo con su respectivo terraplén y medias lunas. Por tanto, una obra colosal, para la que incluso los ciudadanos ofrecieron sus contribuciones privadamente que a menudo consistían en decenas de carros de piedras.
Detrás de las troneras de los baluartes, se hallaba la artillería: 126 cañones que estuvieron en el mismo lugar hasta la llegada de los austriacos, en el año 1799, que se los llevaron. Además de baluarte defensivo eran lugar de asilo y avituallamiento: de hecho, en los locales subterráneos, bajo bóvedas de ladrillos, se conservaban las municiones y cuanto podía servir para resistir a un ataque incluso prolongado.
En su origen tenía tres puertas: de San Donato, de San Pietro y de Santa María. La cuarta, Puerta Elisa, la hizo abrir la hermana de Napoleón en el año 1804 sobre el lado oriental de la ciudad. Otras dos, finalmente, Puerta San Jacopo y Puerta Santa Anna, se abrieron en época más reciente.
Lo más singular es que la grande y majestuosa fortificación, en realidad nunca sirvió para defender la ciudad de los ataques enemigos. Fue muy útil en cambio en el año 1812 cuando un aluvión habría podido destruir Lucca que, sin embargo, fue salvada gracias a su presencia. EI río Serchio, de hecho, se desbordó, inundando los campos de los alrededores pero la ciudad, cerrando herméticamente sus muros, consiguió quedarse al seguro.
Un detalle curioso fue el hecho de que Elisa Bonaparte Baciocchi, cuando tuvo noticia del aluvión, intentó entrar en la ciudad y para poder hacerlo tuvo que ser izada por encima de las murallas con una grúa.
Su aspecto actual es, sobre todo, agradable a los ojos: parques, jardines, un paseo memorable, hacen de las murallas algo irrepetible e inigualable.
Carnac
Subcategoría: Alineaciones y círculos de piedras.
En la zona de Carnac, cerca de la costa sur de Bretaña (Francia), se contabilizan más de 2.600 menhires alineados en largas hileras que en su conjunto forman el monumento prehistórico más grande del mundo.
Se agrupan en diversos sitios. Lamentablemente, la llegada de turistas a la zona ha tenido consecuencias desastrosas, se ha erosionado el suelo en el que se hunden los menhires, con el peligro de que se caigan. Pero además se han producido agresiones directas y robos masivos de piedras, incluso algunas se han empleado para los jardines locales. Por lo tanto, algunos de estos sitios se encuentran cercados y pueden observarse desde la distancia.
Estas formaciones fueron levantadas durante el neolítico, a lo largo de varios siglos, entre el 4.500 y el 2.500 a.c., aunque se sabe que el asentamiento de Carnac tiene una antigüedad de 8.000 años, aproximadamente, siendo también el enclave arqueológico más viejo de Europa.
Se dividen en cuatro grandes áreas: Le Ménec, Kermario, Kerlescan y Le Petit Ménec.
No lejos de Kermario está el cuadrilátero de Manio. También se halla próximo el Gigante de Manio.
Le Ménec – Formado por 1099 menhires dispuestos en 11 hileras de 100 m de ancho por 1,2 km de largo. Entre todos dibujan un ámplio y extenso entramado, con dos círculos o cromlechs en sus extremos.
Curiosamente las piedras van disminuyendo en tamaño de oeste a este. Las más grandes alcanzan los 4 metros de altura.
Kermario– Unos 900 menhires que recorren más de 1 kilómetro en varias filas, con algunos ejemplares de hasta 7 metros de altura. Es el más conocido y también el más visitado.
Kerlescan – Al este de Kermario, consta de 540 piedras, organizadas en 13 hileras de 139 m de ancho y 880 m de largo. En su extremo occidental hay un crómlech de 39 menhires. Es el alineamiento mejor conservado.
Petit Ménec – Más al este aún, en un bosque, se encuentra el alineamiento de Le Petit Ménec, recientemente restaurado, con 100 piedras. Se sospecha que Le Petit Ménec es en realidad una prolongación de Kerlescan.
Petit Ménec y Kerlescan, en la zona, son yacimientos más pequeños pero igualmente significativos. Entre los dos podemos encontrarnos con 70 menhires aproximadamente.
No lejos de Kermario está el cuadrilátero de Manio, un recinto o túmulo funerario delimitado por una serie de piedras de 1 m de alto que forman un cuadrado.
También se halla próximo el Gigante de Manio, un menhir solitario con una altura de 6 m.
TEORIAS SOBRE SU ORIGEN
Quizás el aspecto más curioso de este lugar se centra en las distintas teorías que existen sobre su origen: vestigios del Diluvio Universal, restos de un campamento romano, balizas para la navegación, etc.
1- Jerome Penhouet sugirió en 1826 que los alineamientos podían ser el fósil de una enorme serpiente que se habría desplazado sobre Bretaña en eras prehistóricas.
2- Otros creían que eran enormes avenidas que habían conducido a antiguos templos hoy inexistentes.
3- Hans Hirmenech propuso a principios del siglo XX, que las filas de menhires eran las tumbas de soldados de la Atlántida que habían muerto durante la guerra de Troya.
4- James Fergusson decía que la erección de estos monumentos debe conmemorar alguna gran batalla que tuvo lugar en esta llanura en tiempos remotos.
5- Un francés, llamado Jacques Cambry, aventuró, en 1794, la idea de una relación con los cuerpos celestes y el zodiaco.
6- En 1970, el ingeniero inglés Alexander Thom retomó la idea y aplicó a Carnac los estudios que el astrónomo Gerald Hawkins había realizado sobre Stonehenge. Afirmó que Carnac es un observatorio astronómico, donde las hileras de menhires y sus perpendiculares están orientadas hacia los puntos solsticiales y equinocciales de salida del Sol, creando así un calendario que permitía predecir las etapas importantes de la vida agrícola. El gran menhir caído de Locmariaquer sería el centro del inmenso observatorio astronómico.
Pero se sabe que básicamente: los menhires son tumbas y el conjunto una gran necrópolis, como muchos otros monumentos megalíticos. Tal vez pudieran haber tenido otro fin además del funerario, pero se desconoce.
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