Aficiones-Temas
En estas páginas se muestran, aquellas aficiones y curiosidades (que a lo largo de mi vida) he encontrado interesantes. Ahora que tengo tiempo las quiero compartir.
Evidentemente habrá errores y omisiones, involuntarias, que espero corregir y actualizar con vuestra ayuda, por lo que será bienvenido cualquier comentario al efecto.
En ningún caso se ha pretendido ser exhaustivo.
Toda la información se ha sacado de libros, revistas y de la red, y principalmente se han utilizado los datos al efecto de Wikipedia.
Gracias por vuestra atención.
Al-Biruni
Al-Biruni
Nombre en persa::ابو ریحان بیرونی
Apodo: أبو الريحان
Nacimiento: 4 de septiembre de 973jul.; Kath (Corasmia, Imperio samánida)
Fallecimiento: 9 de diciembre de 1048jul.; (75 años) Gazni (Afganistán)
Residencia: Rayy, Gazni y Gorgan
Religión: Islam
Alumno de: Abu Nasr Mansur
Información profesional
Ocupación
Filósofo, químico, geógrafo, polímata, matemático, cartógrafo, astrónomo, traductor, antropólogo, físico, astrólogo, historiador, lingüista, indólogo, escritor, farmacéutico, humanista y botánico
Área
Física, matemáticas, astronomía, ciencias naturales, historia, cronología, lingüística, indología, ciencias de la Tierra, geografía, filosofía, cartografía, antropología, astrología, química, medicina, psicología, teología, farmacología, historia de las religiones y mineralogía
Al-Biruni (Kath, Corasmia, 15 de septiembre del 973 – Gazni, 13 de diciembre de 1050)1 fue un matemático, astrónomo, geógrafo, físico, filósofo, viajero, historiador y farmacéutico persa.2
Fue uno de los intelectuales más destacados del mundo islámico. Estudió casi todas las ciencias de su época y fue recompensado abundantemente por su incansable investigación en muchos campos del saber.3 La realeza y otros elementos poderosos de la sociedad financiaron la investigación de Al-Biruni y participó con proyectos específicos. Influyente por derecho propio, Al-Biruni fue influenciado por los eruditos de otras naciones, como los griegos, de quienes se inspiró cuando se dedicó al estudio de la filosofía.4 Escribió cerca de 150 obras sobre historia, astronomía, astrología, matemáticas y farmacología, de las cuales apenas ha sobrevivido una quinta parte de ellas.
Vida
Al Biruni nació el 15 de septiembre de 973 en la ciudad de Kath (en el actual Uzbekistán), en Corasmia. Su nombre completo era Abū ‘r-Raihān Muhammad ibn Ahmad al-Bīrūnī (en árabe: أبو الريحان البيروني; en persa: ابوریحان بیرونی). También se lo conoció como Alberuni.
A la edad de 17 años fue capaz de calcular la latitud de Kath, gracias a la altitud máxima alcanzada por el Sol, y a los 22 años ya había escrito varias obras cortas sobre la ciencia de la cartografía que incluían un método para la proyección de un hemisferio en un plano. A los 26 años sus escritos incluían temas como el estudio del paso del tiempo (cronología) y los astrolabios, el sistema decimal, la astrología y la historia. También calculó el radio de la esfera terrestre (la supuestamente extendida creencia medieval en una tierra plana es un mito moderno) con un error inferior al 1% de su valor medio actualmente aceptado; el mundo occidental no llegó a tener un resultado equivalente hasta el siglo XVI.
Fue discípulo y amigo de Abu Nasr Mansur y mantuvo una relación epistolar bastante intensa con el filósofo y médico Avicena, así como con el historiador, filósofo y moralista Ibn Miskawayh. Era capaz de hablar varios idiomas, entre los que se cuentan el griego, el hebreo, el sirio y el bereber, aunque escribió su obra en persa (su lengua materna) y árabe. Acompañó a Mahmud de Gazni en sus campañas militares en la India, lo que le permitió aprender sánscrito y prácrito y estudiar su religión y su filosofía, así como escribir las Ta’rikh al-Hind (Crónicas de la India).
Aunque muchos piensan que tuvo una gran afición por la astrología, de la lectura de sus obras se desprende que no creía tanto en esta (como podría intuirse de los títulos de sus obras); antes bien, la utilizó como base para sus estudios verdaderamente científicos. Era un verdadero devoto del islam, pero no mostraba prejuicios racistas ni contra los practicantes de otras religiones.
Muchas de las ideas de Al-Biruni derivaron de los debates que mantuvo con académicos de su tiempo. Por ejemplo, hizo importantes observaciones sobre la naturaleza de la luz y el calor que fueron el resultado de su larga correspondencia con Avicena. En realidad Al-Biruni no fue un gran innovador ni sus escritos estaban llenos de teorías originales… sus ideas están fundadas en el método experimental y en la observación. Su don de lenguas le permitió leer de primera mano muchos tratados de la época y su idea preclara del desarrollo evolutivo de la ciencia le convirtieron en un gran enciclopedista y erudito.
Murió en Gazni (en el actual Afganistán), el 13 de diciembre de 1048 (a los 75 años).
Obra
Hizo contribuciones matemáticas en campos como:
- La aritmética teórica y práctica.
- La suma de series.
- El análisis combinatorio.
- La regla de tres.
- Los números irracionales.
- La teoría de las razones (cocientes) numéricas.
- Definiciones algebraicas.
- Los métodos de resolución de ecuaciones algebraicas.
- La geometría.
- Los teoremas de Arquímedes.
- La trisección del ángulo.
- Gnomónica.
Aunque también estudió y reflexionó sobre otros temas, lo que queda reflejado en obras como:
- La cronología de las naciones antiguas (también conocida como Cronología), obra temprana recopilatoria de diversos trabajos de juventud sobre astrolabios, astrología e historia.
- Un estudio crítico de lo que la India dice, bien sea racionalmente aceptado o refutado (en árabe تحقيق ما للهند من مقولة معقولة في العقل أم مرذولة) —más conocida como India—, compendio de las doctrinas de la religión hinduista.
- Sobre los signos que permanecen de los siglos pasados (en árabe الآثار الباقية عن القرون الخالية), estudio comparativo de los calendarios de diferentes culturas y civilizaciones, salpicado con reflexiones sobre las matemáticas así como con los hechos astronómicos e históricos.
- El canon Mas’udi (en árabe القانون المسعودي) —también llamado Canon—, libro sobre astronomía, geografía e ingeniería; toma su nombre de Mas’ud, hijo de Mahmud de Ghazni, a quién le fue dedicado.
- El libro de instrucción sobre los elementos del arte de la astrología (en árabe التفهيم لصناعة التنجيم) —normalmente referido como Elementos de astrología— libro escrito árabe y persa y que, en forma de preguntas y respuestas, trata sobre las matemáticas y la astronomía.
- Farmacia, sobre drogas y tratamientos medicinales.
- Gemas (en árabe الجماهر في معرفة الجواهر) sobre geología, minerales y gemas; dedicado al hijo de Mas’ud, Mawdud.
- El astrolabio.
- Biografías de Mahmud de Ghazni y de su padre Sebük Tigin.
- Historia de Corasmia.
Eponimia
- El cráter lunar Al-Biruni lleva este nombre en su memoria.5
- El asteroide (9936) Al-Biruni también conmemora su nombre.6
En 998, se dirigió a la corte del Ziyarid emir de Tabaristán, Shams al-Mo’ali Abol-Hasan ibn Ghaboos Wushmgir . Allí escribió su primera obra importante, al-Athar al-Baqqiya “una célula de al-Qorun al-Khaliyya (literalmente: ‘El resto de las trazas de los siglos pasados” y se traduce como “Cronología de las antiguas naciones” o “vestigios del pasado”), probablemente alrededor del año 1000, aunque más tarde introdujo algunas modificaciones en el libro. También visitó la corte del Bavandid gobernante Al-Marzuban.
Despues del 1017 Biruni fue nombrado astrólogo de la corte de Mahmud de Ghazni Tenía 44 años de edad cuando acompañó al monarca en sus viajes a la India. Durante este tiempo escribió su estudio de la India, terminando alrededor de 1030. Junto con su escritura, Al-Biruni también amplió sus estudios científicos durante las expediciones. Trató de encontrar un método para medir la altura del sol, y creó una primera versión de un astrolabio para ese propósito. En los frecuentes viajes que continuó a lo largo de las tierras de la India Al-Biruni fue capaz de hacer grandes progresos en sus estudios e investigaciones.
La fama de Bīrūnī como indólogo se basa principalmente en dos textos. Biruni escribió una obra enciclopédica en la India llamado Taḥqīq mā li-l-Hind min maqūlah maqbūlah fi al-‘aql aw mardhūlah (traducido diversamente como “Verificación de todo lo que el recuento indios, lo razonable y lo irrazonable” o “El libro que confirma lo se refiere a la India, ya sea racional o despreciable “) en el que exploró casi todos los aspectos de la vida indígena, incluyendo la religión, la historia, la geografía, la geología, la ciencia y las matemáticas. Durante su viaje a través de la India, no se centró en historias militares y políticas, en su lugar, decidió documentar las áreas más civiles y académicas de la vida hindú como la cultura, la ciencia y la religión. También tradujo las obras de sabio indio Patanjali con el título Tarjamat Ketab Bātanjalī hombres fi’l-Kalaš al-ertebāk
Akhbar S. Ahmed llegó a la conclusión de que Al-Biruni se puede considerar como el primer antropólogo. Biruni escribió acerca de los pueblos, costumbres y religiones del subcontinente indio. De acuerdo con Akbar S. Ahmed, al igual que los antropólogos modernos, se involucró en una extensa observación participante con un grupo determinado de personas, aprendió su lengua y estudió sus textos primarios, presentando sus hallazgos con la objetividad y la neutralidad utilizando comparaciones entre culturas.
En el campo de la geografía utilizó avances en matemáticas como el álgebra y la trigonometría para determinar con mayor precisión las ubicaciones exactas de lugares en la Tierra y así revisar la información de latitud y longitud en sus cartas. Ideó un método para determinar el radio de la tierra por medio de la observación de la altura de una montaña. Lo llevó a cabo en Nandana en Pind Dadan Khan en Pakistán. Estaba muy interesado en el funcionamiento de la tierra, e incluye la investigación sobre el planeta en muchas de sus obras. El resultado de su descubrimiento del radio de la medición se debió a su ardua investigación sobre la tierra.
En su Masud Canon (1037), Al-Biruni teorizó la existencia de una masa de tierra a lo largo del vasto océano entre Asia y Europa, o lo que se conoce hoy como las Américas. Dedujo su existencia sobre la base de sus estimaciones precisas de la circunferencia de la Tierra. Descubrió el concepto de gravedad específica, de la que dedujo que los procesos geológicos que dieron origen a Eurasia también deben haber dado lugar a tierras en el vasto océano entre Asia y Europa. También la teoría de que la masa debe ser habitada por seres humanos, que se deduce de su conocimiento de los seres humanos que habitan la amplia zona, de norte a sur, que se extiende desde Rusia al sur de la India y el África subsahariana. Utiliza sus datos de observación para defender el movimiento de rotación y traslación. Dibujó muchas representaciones diferentes de los diversos instrumentos que se consideran los precursores de los objetos más modernos como los relojes y el astrolabio, que otros científicos fueron capaces de utilizar para completar estos inventos en los próximos años. Más recientemente, los datos del eclipse de Biruni fue utilizado por Dunthorne en 1749 para ayudar a determinar la aceleración de la luna, y sus datos de observación han entrado en el registro histórico astronómico más grande y todavía se utiliza hoy en día en la geofísica y la astronomía. El cráter lunar Al-Biruni y el asteroide 9936 Biruni recibieron estos nombres en su honor y memoria.
En lo relativo a la física, Al-Biruni Al-Biruni contribuyó a la introducción del método científico, unificando estática y dinámica en los experimentos de la ciencia de la mecánica, y combinando los campos de la hidrostática con la dinámica de crear hidrodinámica. Aportó diferentes métodos para la exploración de densidades, peso, e incluso de la gravedad. Junto con estos métodos, Biruni fue tan lejos como para describir los instrumentos que van junto con cada una de esas áreas. Aunque ninguno de sus libros se centra sólo en la física, el estudio de la física está presente a lo largo de muchas de sus diversas obras. Biruni también aportó diferentes hipótesis sobre el calor y la luz.
Y en mineralogía, tuvo éxito en la determinación de la gravedad específica de un cierto número de metales y minerales con notable precisión gracias a un aparato que diseñó y construyó el mismo.
En farmacología su obra más importante fue una de las principales farmacopeas, el “Kitab al-saydala fi al-tibb” (Libro de la Farmacopea de Medicina), que describe esencialmente todos los medicamentos conocidos en su tiempo. En él se enumeran sinónimos de nombres de fármacos en siríaco, persa, griego, Baluchi, Afganistán, Kurdi, y algunos idiomas de la India.
Hizo contribuciones matemáticas en campos como: La aritmética teórica y práctica. La suma de series. El análisis combinatorio. La regla de tres. Los números irracionales. La teoría de las razones (cocientes) numéricas. Definiciones algebraicas. Los métodos de resolución de ecuaciones algebraicas. La geometría. Los teoremas de Arquímedes. La trisección del ángulo. Gnomónica.
Entre sus obras más importantes es Kitab Al Tafhim Li Awail Sinat Al Tanjim, su estudio más amplio sobre astronomía; Densidades, que registra la densidad de diversos metales, líquidos y gemas; Astrolabio, e Historia de la India, su obra más conocida, en la que utiliza sus conocimientos del sánscrito para describir las costumbres, lengua, ciencia y geografía de la India.
Hasta su muerte en Afganistán, al-Biruni continuó escribiendo, centrando su atención en problemas de gravedad específica, gemología, farmacología y filosofía india (el Patanjali), entre otros temas.
En junio de 2009, Irán donó un pabellón a la Oficina de las Naciones Unidas en Viena -en la céntrica Memorial Plaza del Centro Internacional de Viena, llamado el Pabellón de los sabios, que cuenta con las estatuas de cuatro prominentes sabios iraníes: Avicena, Abu Rayhan Biruni, Zakariya Razi (Rhazes) y Omar Khayyam.
Mapa de al-Biruni.
En su libro Kitab al-tafhim li-awa il sina at al-tanjim (Libro de enseñanzas sobre los elementos del arte de la astrología), conocido abreviadamente por Kitab al-tafhim, y en la sección de astronomía, incluye un debate sobre geografía, cosmología y cronología en cuyo contexto aparece un peculiar mapa del mundo, que es su única aportación a la cartografía, pero que tuvo gran influjo en geógrafos posteriores, como Yaqut y al-Qazwini, que contienen mapas casi idénticos. La copia más antigua se encutra en el manuscrito de la British Library, Ms Or. 8349, fol. 58a, fechado en 1238. Tiene un diámetro de 9,5 cm.
El mapa, orientado al sur, lleva el esquematismo a su máxima expresión, pues su finalidad no es la representación del mundo en forma reconocible con la realidad, ni siquiera en la forma del tipo de Balkhi. Su pretensión es mostrar la proporción entre la masa continental y el océano circundante. Por ello, engloba Asia, África y Europa en un solo bloque continental, sin divisiones, y sin más interrupción que el mar Caspio (12), que al-Biruni conoce bien por estar cerca de su lugar de nacimiento, marcado en el mapa con el nombre de Khurasan (15). La masa continental presenta varias penínsulas, que corresponden a China (1); Makran (3), que en realidad es un territorio situado en la costa de Pakistán; Arabia (4); África (5), muy reducida, con una leyenda en su extremo que indica “Montañas de la Luna”, (fuentes del Nilo); y Maghrib (6) o norte de África. Entre las penínsulas se hallan los mares: el océano Índico (7), el golfo Pérsico (8), el mar Rojo (9), el mar Mediterráneo (10), y curiosamente, el mar Báltico, Bahr Warank (11). En el interior, hay varias leyendas, p. ej. China (2), Siria (13) y Persia (14).
Si comparamos este mapa con el tipo de Balhki, la principal diferencia es la reducción del tamaño de África, que en este ocupa la mitad del mundo conocido. De este modo, al sur de la masa continental asiática solo hay océano, y se rompe con la tradición ptolemaica que conectaba África con Asia convirtiendo el Índico en un océano interior. Y esto es un importante avance, que tuvo mucha influencia en geógrafos posteriores, como al-Qwazvini y al-Mutawfi.
El mapa del mundo circula junto con la visión del Atlas islámico del mundo en copias de enciclopedias medievales árabes y persas en el último tramo de la Edad Media. Se encuentra, por ejemplo, en copias de al-Qazwini (d. 682/1283, #222) ‘Ajapib al-makhluqat wa gharaqib al-mawjudat (Maravillas de las criaturas y las maravillas de creación) y el Kitab muqjam al-buldan del siglo XIII de Yaqut al-Hamawi (Compendio de tierras).
Estas imágenes emplean un lenguaje de formas estilizadas que las hace difíciles de reconocer como mapas. Los estudiosos de la ciencia y la geografía islámicas a menudo ignoran y menosprecian estos mapas sobre la base de que no son representaciones miméticamente precisas del mundo. Lo que estos estudiosos pasan por alto, según la historiadora Karen Pinto, es que estas imágenes esquemáticas, geométricas y a menudo simétricas del mundo son iconográficas, representaciones, carte-ideografías de cómo los artistas cartógrafos musulmanes medievales y sus los mecenas percibían su mundo y elegían representar y difundir esta percepción.
Año 1238. El croquis de al-Biruni más antiguo del mundo que muestra la distribución de la tierra y el mar, fechado 635/1238, 9,5 cm de diámetro. Junta de la Biblioteca Británica, Londres. Sra. O. 8349, fol. 58ª
Cada mapa consta de un conjunto de configuraciones geométricas. Aunque algunos son más geométricas que otras, la mayoría de las líneas son rectas o arqueadas, los ríos son líneas paralelas anchas y los lagos son a menudo círculos perfectos. Las ciudades son a veces cuadrados, círculos o estrellas de cuatro puntas, o si son paradas en una ruta recta, se asemejan a pequeñas tiendas de campaña o tal vez puertas para caravanas. Por lo tanto, gran parte del draft se gobierna con una escalera o una borde curvo Las únicas excepciones son las montañas, que se dibujan como una colección de picos o tal vez montones de rocas, aunque incluso aquí la base, que probablemente representa la posición del rango en el mapa, es una línea recta o una curva regular.
Mapa mundial de al-Biruni, Distribución de tierra y mar
Traducción de un mapa mundial de al-Biruni, Distribución de Tierra y Mar
DART La primera prueba de defensa planetaria de la historia
Artículo extraído de varios archivos de la revista de Astronáutica Eureka
Nave
Partes de DART (NASA).
DART fue lanzada el 24 de noviembre de 2021 mediante un Falcon 9 que despegó desde la base de Vandenberg (California). La sonda, construida y gestionada por el APL (Applied Physics Laboratory) de la Universidad Johns Hopkins, tenía inicialmente una masa de 610 kg, pero ha gastado cerca de 60 kg de propelente en su camino al sistema Dídimo. En concreto, la nave ha consumido 10 kg de xenón como propelente de su motor iónico NEXT-C y unos 50 kg de hidrazina que alimentan doce propulsores monopropelentes MR-103G de Aerojet Rockedtyne para el control de posición que son capaces de generar 1 newton de empuje cada uno (estos son los motores empleados en la fase final del choque). El NEXT-C (NASA Evolutionary Xenon Thruster–Commercial) ha sido desarrollado por el centro Glenn de la NASA y esta es la primera misión que se usa este motor de propulsión solar eléctrica avanzado, con un empuje variable de entre 25 y 235 milinewton. Sin embargo, el equipo de DART solo usó el NEXT-C durante unas dos horas debido a varios problemas que surgieron con el voltaje del sistema. En caso de que DART hubiese fallado su objetivo, el motor NEXT-C podría haber sido empleado para regresar al asteroide Dídimo dentro de dos años. DART tenía un cuerpo central cúbico con unas dimensiones de 1,2 x 1,3 x 1,3 metros y una envergadura de 18 metros gracias a sus paneles solares flexibles de tipo ROSA (Roll-Out Solar Arrays), con una superficie de 22 metros cuadrados y capaces de generar hasta 7,4 kilovatios de potencia. Cada panel ROSA tiene una longitud de 8,5 metros. DART es la primera sonda planetaria que emplea este tipo de paneles solares flexibles.
Elementos de DART (NASA).
La cámara DRACO (Reconnaissance and Asteroid Camera for Optical navigation) de DART está basada en la cámara LORRI de la sonda New Horizons. La cámara usa un telescopio de 20,8 centímetros de apertura y tiene un ángulo de visión de 0,29º. La cubierta protectora de DRACO fue eyectada el pasado 7 de diciembre de 2021 y su primera imagen fue un campo estelar de las constelaciones de Perseo, Tauro y Aries. En total, DRACO ha obtenido unas 150 000 imágenes para poder ser calibrada adecuadamente. Por ejemplo, el 10 de diciembre tomó una imagen del cúmulo M38 y el 27 de mayo una de la estrella Vega. El 27 de julio la cámara DRACO pudo captar el sistema Dídimo por primera vez cuando estaba a 32 millones de kilómetros del objetivo. DRACO volvió a fotografiar el asteroide binario los días 12, 13 y 22 de agosto. El 1 de julio y el 2 de agosto la cámara se empleó para probar el sistema de navegación autónoma SMART Nav con imágenes de Júpiter. Los encargados de la misión se aprovecharon de la aparición de Europa después de permanecer oculta por el disco de Júpiter para simular la detección de Dimorfo por DRACO al ser visible a medida que DART se acerque al sistema Dídimo. DRACO lleva el detector de tipo sCMOS CIS2521 de BAE, con 5 terapíxels en una matriz de 2560×2160. El ordenador de DART, denominado SBC (Single Board Computer) se encarga de procesar y enviar las imágenes. El ordenador emplea un procesador UT700 LEON3 e incluye 32 MB de memoria SRAM y 16 GB de almacenamiento flash. En las últimas tres semanas antes del choque, DART ha realizado tres maniobras para corregir su trayectoria utilizando imágenes de la cámara DRACO tomadas cada cinco horas. La última maniobra tuvo lugar apenas un día antes del choque, el 25 de septiembre.
Características de la cámara DRACO (NASA).
Cámara DRACO (NASA).
Una de las primeras imágenes de DRACO del 10 de diciembre de 2021: un campo estelar con el cúmulo M38 (NASA).
Imagen de Júpiter y sus lunas tomada por DRACO en agosto para probar el sistema SMART Nav (NASA).
Primera imagen de Dídimo captada por DRACO (un mosaico de 243 imágenes), del 27 de julio (NASA).
El otro gran protagonista del evento ha sido la pequeña sonda italiana LICIACube, encargada de grabar el choque. LICIACube (Light Italian Cubesat for Imaging of Asteroids) —recuerda que ‘Licia’ se pronuncia licha en italiano—es un cubesat 6U de 14 kg construido por la empresa Argotec para la Agencia Espacial Italiana (ASI). Sus dimensiones, una vez desplegados los paneles solares, son de 91,2 x 36,6 x 23,9 centímetros. LICIACube es la primera sonda de espacio profundo italiana. Lleva dos instrumentos, las cámaras LEIA y LUKE (se ve que a alguien de la misión le gusta Star Wars…). LEIA (LICIACube Explorer Imaging for Asteroid), es una cámara en blanco y negro con una resolución máxima de 1,38 metros por píxel a 55 kilómetros de distancia, una distancia focal de 220 milímetros y un campo de 2,06º. Por su parte, LUKE (LICIACube Unit Key Explorer), es una cámara a color con una distancia focal de 70,55 milímetros y un campo de visión de 5º, capaz de obtener imágenes de Dimorfo con una resolución máxima de 4,31 metros por píxel. Por tanto, LEIA tomará imágenes en alta resolución en blanco y negro y LUKE imágenes de mayor campo a color.
LICIACube (ASI).
Con suerte, LICIA Cube habrá obtenido un mínimo de tres imágenes del material eyectado por el impacto de DART y otras tres del hemisferio opuesto al choque. Se espera que la cámara LEIA haya captado el momento del impacto de DART contra Dimorfo y, luego, que tanto LEIA como LUKE hayan visto la evolución del material expulsado y, quizá, el nuevo cráter. Tras sobrevolar Dídimo, LICIACube habrá quedado en órbita solar, desde donde enviará las imágenes los próximos días. LICIACube tiene unas dimensiones de 36,6 x 23,9 x 11,6 centímetros plegado y 91,2 x 36,6 x 23,9 centímetros una vez desplegado. Ha sido diseñado tomando como base el cubesat Argomoon que viajará en la misión Artemisa I. LICIACube se separó de DART el pasado 11 de septiembre mediante un mecanismo de muelles. Dentro del proceso de calibración de las cámaras, el 21 de septiembre la cámara LEIA captó una imagen de la Tierra y el día 22 la cámara LUKE fotografió las Pléyades.
LICIACube (ASI).
La órbita del asteroide binario Dídimo alrededor del Sol es marcadamente elíptica, con un perihelio cercano a la órbita de la Tierra, a 150 millones de kilómetros (1 Unidad Astronómica), y un afelio a 340,5 millones de kilómetros (2,27 UA). La inclinación del plano orbital es de solo 3,4º de inclinación. Estas características permiten que Dídimo pueda ser alcanzado fácilmente —en términos de Delta-V— por una sonda lanzada desde la Tierra mientras está cerca de su perihelio.
Las Pléyades vistas por la cámara LUKE de LICIACube (ASI).
Originalmente, DART debía ser parte de la misión AIDA (Asteroid Impact and Deflection Assessment mission), realizada conjuntamente con la agencia espacial europea (ESA). La ESA se iba a encargar de suministrar la sonda AIM (Asteroid Impact Mission) para observar el impacto de DART contra Dimorfo y estudiar en detalle el cráter resultante. Lamentablemente, AIM fue cancelada por la ESA y DART se quedó sin sonda que contemplase el choque en primera fila. Posteriormente, la ESA logró sacar adelante la misión Hera, que debe despegar en 2024. Evidentemente, Hera no podrá grabar el choque de DART, pero podrá analizar en detalle el cráter y los efectos de la colisión cuando llegue a Dídimo en 2026 (la sonda, de 1050 kg, llevará además los cubesats Juventas y Milani). Ahora queda esperar a las imágenes de LICIACube y, por supuesto, de los observatorios terrestres, el Hubble y el James Webb para estudiar los efectos del choque y la naturaleza de Dimorfo y Dídimo. Sea como sea, DART ya es historia tras haber cumplido con éxito su misión.
Trayectoria de DART y órbita de Dídimo (NASA).
Misión: colisionar con un asteroide (posiblemente peligroso), y alterar su trayectoria de choque.
DART se ha volatilizado en la colisión (NASA).
Acercamiento y colisión
La primera prueba de defensa planetaria de la historia: DART choca contra el asteroide Dimorfo
Tuesday 27 September 2022 — 01:49
El asteroide Dimorfo momentos antes del choque de DART (NASA).
La NASA ha vuelto a hacer historia. El 26 de septiembre de 2022 a las 23:14 UTC la sonda DART ha chocado contra el asteroide Dimorfo, volatilizándose en el proceso y completando así la primera prueba de defensa planetaria de la Humanidad. Nuestra especie ha decidido al fin que no quiere terminar como los dinosaurios y otras tantos seres vivos extinguidos por culpa del choque caprichoso de cuerpos menores del sistema solar contra la Tierra. La sonda DART (Double Asteroid Redirection Test), de 550 kg de masa en el momento del choque, ha impactado a 21 960 km/h (6,1 km/s) contra el asteroide Dimorfo, de 163 metros de diámetro. Dimorfo (Dimorphos en inglés) es en realidad un satélite del asteroide Dídimo (Didymos), de 780 metros, de ahí que ambos objetos también reciban la denominación Dídimo A y Dídimo B, respectivamente. Esto no es una casualidad, pues la idea es que el choque de DART contra Dimorfo cambie su órbita alrededor de Dídimo, permitiendo medir con precisión la energía depositada en el proceso. Es decir, la órbita del asteroide binario 65803 Dídimo alrededor del Sol no ha cambiado tras la colisión, pero sí la de Dimorfo alrededor de su hermano mayor. El sistema Dídimo (‘gemelo’ en griego) no es actualmente una amenaza para la Tierra, motivo por el cual esta misión se considera una prueba de concepto del método de interceptor cinético para un futuro sistema de defensa planetaria, un sistema que ahora mismo no existe. Por otro lado, conviene recordar que DART no es la primera misión que chocará a alta velocidad contra un cuerpo menor del sistema solar, ya que este honor le corresponde a la subsonda de la misión Deep Impact de la NASA, que se estrelló el 4 de julio de 2005 contra el cometa Tempel 1.
Dídimo (a la izquierda) y Dimorfo en la última imagen que se pudo ver de ambos objetos en el mismo campo (NASA).
Los momentos finales de la aproximación y el choque fueron captados por la cámara DRACO, que es el único instrumento de la sonda. De hecho, las imágenes de DRACO han servido para que la propia sonda pueda fijar el objetivo y maniobrar en consecuencia, ya que el error en la órbita de Dídimo y la posición de Dimorfo hacen imposible planificar la colisión con antelación desde la Tierra. DART ha usado el sistema SMART Nav (Small-body Maneuvering Autonomous Real-Time Navigation) para guiar la nave hasta el asteroide mediante las imágenes de esta cámara. Las imágenes se han enviado a la Tierra en tiempo real al ritmo de una por segundo hasta el momento del impacto usando la antena de alta ganancia del vehículo, de diseño RLSA (Radial Line Slot Array). La cámara DRACO solo fue capaz de resolver Dimorfos como un objeto independiente unas cuatro horas antes del impacto. Una hora antes ya fue capaz de resolverlo con una extensión de 1,4 píxeles. Según las previsiones, la imagen final se obtuvo a pocos metros de distancia de Dimorfo. Aunque toda la secuencia fue automática, los controladores de la misión tenían capacidad de intervenir en caso necesario hasta unos minutos antes del choque, una limitación impuesta por el retraso en las comunicaciones debido a la distancia de Dídimo con respecto a la Tierra (en estos momentos, de unos 11,4 millones de kilómetros). El equipo de DART cree que la sonda impacto a tan solo 70 metros del punto previsto.
Antepenúltima imagen de la superficie de Dímorfo (NASA).
Última imagen de DART antes de suicidarse (NASA).
Dimorfo ha resultado ser, aparentemente, un objeto de tipo ‘pila de escombros’ como los asteroides Ryugu y Bennu, visitados recientemente por las misiones Hayabusa 2 y OSIRIS-REx. A pesar de que, por motivos obvios, DART no pudo grabar su propio impacto, se espera que el pequeño satélite italiano LICIACube, que se separó de DART el pasado 11 de septiembre, sí pudiera hacerlo. Con suerte, las cámaras LEIA y LUKE de LICIACube grabaron el choque de DART contra Dimorfo y expulsión de material provocado por este (el momento del impacto solo fue grabado por la cámara LEIA). LICIACube sobrevoló Dimorfo 165 segundos después del impacto a una distancia mínima de unos 55 kilómetros para intentar fotografiar el cráter generado DART. No obstante, las imágenes de LICIACube, con una resolución máxima de entre 5 y 2 metros por píxel, tardarán varios días en llegar a la Tierra usando la Red de Espacio Profundo (DSN) de la NASA (se espera, eso sí, que la primera llegue a lo largo de hoy). Varios observatorios terrestres, los telescopios espaciales Hubble y James Webb, así como la sonda Lucy, también observaron el choque a millones de kilómetros (visto desde la Tierra, Dídimo tiene una magnitud de 14-15).
DART y Dimorfo a escala (NASA).
La NASA estima que serán necesarios unos dos meses para determinar con precisión el cambio de periodo orbital de Dimorfo debido al impacto usando observaciones de telescopios terrestres y espaciales. Dimorfo orbita Dídimo a una distancia de 1,2 kilómetros, con un periodo de 11 horas y 55 minutos, por lo que su velocidad orbital es de tan solo 17 cm/s. El periodo de rotación de Dimorfo alrededor de su eje se supone que será similar al de traslación por las fuerzas de marea —el de Dídimo es de 2,26 horas—, pero bien podría ser diferente. De ser así, los efectos del impacto de DART también serán muy distintos. La masa de Dimorfo se estima en unas 5 millones de toneladas y el impacto de DART apenas modificará su velocidad en 1 mm/s, aproximadamente. Este cambio de velocidad es minúsculo, pero cambiará el periodo orbital de Dimorfo en un 1% más o menos. Si Dimorfo orbitase directamente el Sol, los efectos del impacto apenas habrían cambiado su periodo alrededor de nuestra estrella en un 0,000006%.
Secuencia planeada de imágenes antes del choque (NASA).
Resumen de las fases de la misión (NASA).
El choque de DART debe haber cambiado el periodo orbital de Dimorfo en un 1% más o menos (NASA).
Confirmado: DART ha desviado al asteroide Dimorphos
El tiempo que Dimorphos tarda en recorrer su órbita se ha acortado 32 minutos tras el impacto
11-10-2022 | 20:42 H
La NASA ha confirmado que DART ha logrado desviar al asteroide Dimorphos con su colisión. Aunque, es posible que esta noticia te parezca desactualizada. ¿No se había confirmado ya, acaso? En cierto modo sí, teníamos indicios, pero por otro lado no, de hecho, ni siquiera se ha confirmado del todo, pero ahora tenemos un nuevo dato que parece apuntar en la dirección correcta. Hasta ahora teníamos imágenes de la colisión y del resultado del impacto, con el material eyectado en torno a Dimorphos e incluso una cola de partículas, como si fuera un cometa, pero lo que acaba de confirmarse es algo diferente. Tras medir el tiempo que tarda Dimorphos en orbitar a su asteroide Didymos, parece que su periodo se ha acortado en 32 minutos. Hasta hace poco sabíamos que su periodo de 12 horas se había recortado un poco, pero no estaba claro cuánto. Ahora, Bill Nelson, director de la NASA lo ha confirmado en rueda de prensa.
Con DART, lo que realmente queríamos era comprobar si podíamos desviar determinados asteroides para así protegernos en un futuro de los potenciales peligros astronómicos que nos acechen. Esa era la idea, así de simple y así de compleja. Aparentemente sacada de una película de ciencia ficción, pero tan seria y rigurosa como la NASA suele ser. Todavía se están estudiando los resultados de la misión, pero, mientras tanto, va llegando información sorpresa. Detalles predecibles pero que la prensa no había advertido hasta ahora y que, lógicamente, inquietan al público.
Antes de seguir, conviene recordar algunos detalles básicos sobre la misión DART. Porque desviar un asteroide impactando una sonda es como intentar mover un coche disparándole bolas de billar, hacía falta una buena estrategia. El objetivo elegido fue el asteroide Dimorphos, que da vueltas en torno a uno mayor llamado Didymos. Si el impacto conseguía ralentizar mínimamente a Dimorphos, este aproximaría su órbita a Didymos y cambiaría su trayectoria, como si fuera una reacción en cadena. La otra clave era la velocidad de la sonda, que colisionó a 22.530 kilómetros por hora mientras que Dimorphos viajaba a 0,72 kilómetros por hora. De ese modo se compensaba algo su diferencia de peso, entre los 610 kilos de la sonda y los 5.000 millones de kilos de Dimorphos. A falta de una confirmación más precisa, parece que el impacto logró su objetivo y redujo en unos minutos las 12 horas que tarda Dimorphos en rodear a Didymnos.
Los 32 minutos de DART: por primera vez la humanidad cambia la órbita de un asteroide.
Los 32 minutos de DART: por primera vez la humanidad cambia la órbita de un asteroide
12 October 2022 — 01:07
32 minutos. Esa es la diferencia en el periodo del asteroide Dimorfo provocada por el choque de la sonda DART a 6,1 km/s. Por primera vez, la humanidad ha logrado cambiar de forma apreciable la órbita de un asteroide. Bien es cierto que Dimorfo no suponía ninguna amenaza para la Tierra y que giraba alrededor del asteroide Dídimo, pero lo importante es que la órbita ha sido modificada significativamente, de tal modo que hemos sido capaces de medir los cambios desde observatorios terrestres. Dimorfo orbitaba alrededor de Dídimo con un periodo de 11 horas y 55 minutos. Tras la colisión de DART el pasado 26 de septiembre a las 23:14 UTC, ahora lo hace con un periodo de 11 horas y 23 minutos, con un error de 2 minutos. Es decir, un cambio en el periodo dl 4%. Los modelos, muy poco precisos al desconocerse la composición y estructura interna de Dimorfo, predecían un cambio de entre 73 segundos y unas pocas decenas de minutos, por lo que el choque de DART se sitúa en la parte más alta de los posibles resultados.
La nube de fragmentos generada por el choque de DART contra Dimorfo vista por el satélite italiano LICIACube. Dídimo aparece pegado a Dimorfo abajo a la derecha (ASI/NASA/APL).
Cuatro telescopios terrestres (Observatorio de Las Campanas y el telescopio danés en el observatorio de La Silla, ambos en Chile, así como la red del observatorio de Las Cumbres en Chile y Sudáfrica) se han usado para determinar el nuevo periodo de Dimorfo, empleando los eclipses mutuos entre los dos cuerpos del asteroide doble como hitos. También se ha usado los radaiotelescopios de Goldstone (California) y Green Bank (Virginia Occidental) para determinar la posición de Dimorfo mediante radar, confirmando la variación en el periodo. El día del impacto, el descubrimiento de que Dimorfo era un asteroide de tipo pila de escombros hizo pensar que los efectos del choque no serían muy marcados (los impactos en este tipo de asteroides son menos efectivos que en asteroides sólidos). Aunque todavía no se ha analizado a fondo la dinámica del choque, que depende de muchos factores (densidad, cohesión del material, etc.), es posible que los llamativos e impresionantes chorros de material eyectado hayan servido para «propulsar» al asteroide en la dirección contraria al sentido de avance orbital.
Las observaciones de telescopios terrestres han permitido medir el cambio en el periodo de Dimorfo, especialmente gracias al uso de los eclipses (NASA/Johns Hopkins APL/Astronomical Institute of the Academy of Sciences of the Czech Republic/Lowell Observatory/JPL/Las Cumbres Observatory/Las Campanas Observatory/European Southern Observatory Danish (1.54-m) telescope/University of Edinburgh/The Open University/Universidad Católica de la Santísima Concepción/Seoul National Observatory/Universidad de Antofagasta/Universität Hamburg/Northern Arizona University).
Dídimo y Dimorfo vistos mediante radar desde la Tierra. El círculo verde muestra la posición actual de Dimorfo y el azul la posición en la que debería estar de no haber chocado DART contra él ( NASA/Johns Hopkins APL/JPL/NASA JPL Goldstone Planetary Radar/National Science Foundation’s Green Bank Observatory).
La formación de estos chorros, captados por el pequeño satélite italiano LICIACube (Light Italian CubeSat for Imaging of Asteroids), es un proceso que no se entiende muy bien, pues cabría esperar que un impacto como el de DART generase una nube homogénea de fragmentos. No obstante, el proyectil lanzado por Hayabusa 2 contra Ryugu produjo unos chorros parecidos, aunque a mucha menor escala. Parece ser que estos chorros se forman no solo en los asteroides, sino también en cualquier mundo sin atmósfera, como por ejemplo la Luna o Mercurio, y podrían estar detrás de los característicos rayos que emanan de los cráteres más jóvenes.
Dídimo (izquierda) y Dimorfo con la nube de escombros del choque vistos por la cámara LUKE de LICIACube segundos antes de pasar a la mínima distancia del conjunto (LICIACube está ahora en órbita solar) (ASI/NASA).
La nube de escombros vista por LICIACube después de pasar por el punto más cercano al sistema (ASI/NASA).
Sea como sea, las imágenes de LICIACube serán determinantes para entender el impacto de DART hasta que la sonda europea Hera llegue a Dídimo para analizar en alta resolución el cráter creado por el choque. Esta nube de material ha servido para convertir al asteroide Dídimo en un pequeño cometa, con una cola de polvo que se extiende más de diez mil kilómetros por efecto de la presión de radiación de la luz solar. La dinámica de esta cola, que presenta una estructura doble, también es toda una sorpresa para los investigadores. La cola, además de por telescopios terrestres, ha sido observada por observatorios espaciales como el Hubble y el James Webb. Gracias a que la magnitud en el cambio del periodo ha sido muy alta, la NASA ha podido confirmar el éxito del choque de DART pocas semanas después del suceso, aunque antes del 26 había anunciado que podría tardar meses en determinar la nueva órbita.
Vista de la nube de fragmentos por el Hubble y el James Webb el 8 de octubre (NASA/ESA/STScI).
Por otro lado, conviene recordar que no es la primera vez que la humanidad cambia la órbita de un objeto astronómico, pues ese es un mérito que podríamos conceder a la misión Deep Impact o, ya que estamos, a cualquier sonda que haya realizado una maniobra de asistencia gravitatoria. Pero sí es la primera vez que se cambia la órbita de un objeto de forma apreciable y, además, podemos medir ese cambio con precisión. Pero, ¿serviría una misión como DART para desviar la órbita de un asteroide peligroso que amenazase la Tierra? Hay que tener en cuenta que Dimorfo es un pequeño asteroide de 163 metros de diámetro y que DART apenas tenía 550 kg en el momento del choque. El principal objetivo de DART no era tanto el cambio de órbita en sí —que depende de muchos parámetros desconocidos— como verificar el funcionamiento del sistema de guiado autónomo de una sonda mediante el uso de imágenes en tiempo real. Un cambio del 4% en el periodo de un pequeño asteroide que orbita alrededor de otro no significa que una sonda similar pueda cambiar la órbita de un asteroide peligroso alrededor del Sol en la misma magnitud, pero sin duda deja la puerta abierta al desarrollo de un sistema de defensa planetaria con interceptores cinéticos (veremos qué tal le va a la misión china de 2026). No olvidemos que los asteroides más peligrosos no son los más grandes, que están prácticamente todos catalogados, sino los que tienen un tamaño de entre 200 y 500 metros, pues existen todavía muchos de este rango de tamaños sin descubrir.
Mapa del manuscrito Ms Fitzwilliam 254
Mapa del manuscrito Ms Fitzwilliam 254
El llamado mapamundi Fitzwilliam es un mapa peculiar por suscitar varias cuestiones enigmáticas. Se encuentra en el manuscrito Ms Fitzwilliam 254, en el Fitzwilliam Museum, Cambridge, datado hacia 1220-1230, y confeccionado en Inglaterra, probablemente en la región de Londres. Lo extraño es que este manuscrito es un bestiario, donde resulta totalmente inesperado encontrar un mapamundi y su presencia es sorprendente. Los bestiarios medievales eran libros con descripciones de animales y otras criaturas, y a veces plantas o incluso piedras y rocas (lapidarios), generalmente ilustrados, y con una intención didáctica y moralizante, pues sus elementos se interpretaban como una alegoría de los humanos, Cristo y el diablo, y en relación con el orden divino de la Naturaleza. Este manuscrito es el único bestiario medieval que contiene un mapamundi. Es posible que otro bestiario similar, conservado en la Biblioteca de la Universidad de Cambridge (Ms KK. 4.25) contuviera un mapamundi, pero las dos páginas donde podría haber estado han desaparecido. El mapa del manuscrito Fitzwilliam 254 ha recibido poca atención. Solo ha sido estudiado con detenimiento por Chet Van Duzer y Ilya Dines. El mapa está titulado en la parte superior, en palabras separadas, mappa mundi. Su estructura es realmente inusual y no responde a ninguno de los tipos conocidos. El mapa, de 16,5 cm de diámetro, ocupa casi todo el folio (que mide 2,63 x 17,8 cm), está orientado al este y muestra un mundo circular, rodeado por un océano de extraordinaria anchura y lleno de islas. Parece que el autor modificó el tipo TO para adaptarlo a sus propósitos. Lo más llamativo es que el mundo está dividido en dos partes por una banda horizontal de agua que es identificada en el texto que hay bajo el mapa como el Mediterráneo, y las islas nominadas son, en efecto, islas mediterráneas. Esto no significa que se divida el mundo en dos continentes, pues en dicho texto se dice que está dividido en tres partes, cuyos nombres aparecen, además, en el exterior del mapa, junto al círculo del océano. Sin embargo, el Mediterráneo se desplaza para marcar la frontera de Asia con el resto del mundo (función que en los demás mapas corresponde a los ríos Nilo y Tanais), mientras que entre África y Europa no hay masa de agua que las separe, y en su lugar hay un simple espacio en blanco.
La división del mundo en dos partes no es una total anomalía. Tanto Isidoro como Orosio habían mencionado que según algunos antiguos autores el mundo estaba dividido en dos partes (refiriéndose a que Asia era tan grande como Europa y África juntas), y han sobrevivido dos mapas medievales que dibujan un mundo esquemático dividido en dos partes, pero en ninguno de ellos se identifica el Mediterráneo como divisoria entre Asia y el resto del mundo, que es la característica única del mapa Fitzwilliam. Como hemos indicado en su lugar, Isidoro escribió que “Asia ocupa una mitad del mundo, y Europa y África la otra mitad, separadas por el gran mar llamado Mediterráneo”, pero de estas palabras no resulta que el Mediterráneo fuera la divisoria, y, sin embargo, en el texto inferior del mapa Fitzwilliam se dice que la línea azul que cruza el mapa es el gran mar “llamado Mediterráneo porque fluye a través de la mitad de la tierra”. Puede que el texto de Isidoro sea la inspiración del autor de este mapa, y si no es así, no parece haber otra explicación, salvo que se quiera reflejar la división del mundo en dos partes de igual tamaño, utilizando el Mediterráneo, en una labor de máximo esquematismo, como divisoria, prescindiendo de su orientación real (este-oeste) que habría disminuido la perfecta simetría, dibujándose, en cambio, y deliberadamente, con orientación norte-sur.
Otro enigma de este mapa es la razón de su presencia en un bestiario. No hay explicación convincente. Hay que descartar que se haya inserto para ilustrar el ámbito geográfico del contenido del bestiario, pues el autor presta poca atención a India y África, que son los lugares donde abundan las exóticas maravillas y los animales y monstruos, varios de los cuales, según el propio texto, son nativos de África. Solo hay una conexión entre el mapa y el texto del bestiario: la insula bragmannorum, que puede conectarse con los bragmanni (hombres sabios), citados en el folio 2v. Van Duzer y Dines su-gieren una explicación resultante de la comparación de este bestiario con el citado manuscrito Ms KK. 4.25, que es muy similar, incluso en fecha, En el Ms K.K. 4.25 hay al comienzo algunos capítulos de la Imago mundi de Honorius Augustodunensis, al igual que en otros bestiarios conocidos. Es muy probable que el manuscrito Fitzwilliam tuviera también estos textos, y puesto que la Imago mundi describe la creación y la forma de la Tierra, es posible que el mapa fuera una ilustración de este texto, mapa que, en el K.K. 4.25 podría haber estado, como hemos indicado anteriormente, en sus dos folios desaparecidos. El inconveniente, según los propios autores, es que el mapa Fitzwilliam se encuentra en el folio 1v y, por tanto, no estaría junto a los supuestos capítulos perdidos de la Imago Mundi, pero, no obstante, ésta es, en su opinión, la única explicación razonable de la presencia del mapa.
El único signo pictórico del mapa es un edificio de estilo vagamente gótico, rematado con una cruz, representativo de Jerusalén, y el resto del contenido son topónimos, muchos de los cuales están escritos, extrañamente, con su primera letra más pequeña y separada de las restantes. También es extraño que algunos de ellos estén en rojo (Jerusalén, Acre, Asiria, Roma y Paris) y todos los demás en negro. La única referencia religiosa, aparte de Jerusalén, es el paradisus terrestris, en el extremo este. De la totalidad de los topónimos, solo cuatro corresponden a elementos geográficos: el mare rubrum (mar rojo); el río cyrus (probablemente el Kura, que vierte en el mar Caspio); y las cadenas montañosas del Cáucaso y los Alpes. El resto de los topónimos corresponden a regiones o países, y las únicas ciudades citadas son Babilonia, Alejandría, Roma y París. La mayor concentración de topónimos (cerca de treinta) corresponde a Asia, con nombres habituales en otros mapas medievales (India, Babilonia, Caldea, Siria, Armenia, Arabia, Antioquia, Capadocia, Palestina, Licia, Judea y otras). A diferencia de Asia, en donde los topónimos se sitúan de forma aproximadamente correcta, en la otra parte del mundo se han colocado como si se tratara de una única masa terrestre, y como un mapa de listas. Por ejemplo, a la derecha del espacio en blanco que debía ocupar el Mediterráneo se listan Apulia, Italia, Roma, Alpes. Hispania minor, Francia, Parisius (París) y normanida, por lo que en realidad, la mayoría de los topónimos del territorio de África son lugares de Europa, con pocas regiones africanas, como getulia, mauritania y ethiopia, lo que supone otra más de las extrañas peculiaridades de este mapa, En territorio europeo se citan sitia interior, barbaria, mecia, germania superior, pannonia, tracia, germania inferior, Alemania y norwagia, sin indicación de ríos y sin consideración a su localización geográfica. En realidad, si tenemos en cuenta que el mapa carece de diseño de costas y de representación gráfica de elementos geográficos, ni orográficos ni hídricos, y que solo contiene una lista de países o regiones, puede afirmarse que como mapa terrestre su naturaleza se asemeja a los llamados mapas de listas.
En cambio, se destaca la relevancia de las islas, que con enorme tamaño llenan de forma casi geométrica las masas de agua. En la franja horizontal, identificada como mar Mediterráneo, se encuentran creta, rodos, cyprus, delos, tenedos y sitera (estas dos últimas mencionadas por Isidoro entre las Cícladas), es decir, islas del mediterráneo oriental, sin referencia alguna a Sicilia, que no suele faltar en ningún mapa, ni otras del mediterráneo occidental, lo cual parece ser un reflejo de lo indicado en el texto inferior (“el Mediterráneo es llamado también mar griego”). La mayor relevancia se atribuye a las islas del océano, que se ensancha para contenerlas. Realmente, es llamativo el contraste entre la simplicidad geográfica del mundo y la relevancia de las islas oceánicas. Dicen Van Duzer y Dines que interpretando conjuntamente el énfasis de la ciudad de Jerusalén y de las islas oceánicas, puede entenderse que éstas se representan como los lugares más lejanos a los que debe extenderse la palabra de Dios, enfatizando así el principio y el final de la evangelización.
Las islas son las habituales en otros mapas, pero la mayoría están colocadas de forma arbitraria, por ejemplo, las islas Británicas junto a la costa africana, o gades (Cádiz) en el extremo norte del Mediterráneo. Hay en total diecisiete islas, que Van Duzer y Dines describen con precisión. La situada en la parte superior es Tylos, que no es Tyle u Thule (Islandia) sino una isla en el océano Índico mencionada por algunos autores antiguos, como Plinio, Solinus e Isidoro. A continuación, figura bragmannorum, que en las leyendas clásicas (los bragmanni) eran hombres sabios que habitaban en India, pero aquí se les trata en el texto como una raza fabulosa que habita en una isla. Después figuran las islas Fortunatorum, mal situadas, y las islas Gor y Gorgodes, (que es una duplicación), habitadas por mujeres que tienen erpientes n lugar de cabellos, referencia que procede de Isidoro. Las siguientes son las islas Británicas, enfati adas, no solo por su tamaño sino por el texto adyacente, en azul, que las menciona por sus nombres. Una de las islas es Hybernia (Irlanda) y la otra Gran Bretaña, compuesta por Anglia/Wallia (Gales) y Scotia, separadas por una línea que probablemente es la muralla de Adriano. También están enfatizadas las islas Orcades (Orkney), con una leyenda indicando que hay treinta y tres islas, de las cuales veinte están desiertas y trece cultivadas, texto que procede de Isidoro y Orosio. A continuación figuran tres islas, Gades y otras dos con la letra G, que probablemente son una duplicación o contracción de Gades, pero Van Duzer y Dines aventuran una hipótesis: la isla nominada G/G pudiera ser un error del escriba en lugar de C/C, alusivo a las columnas de Hércules, situadas en Gades o junto a Gades. El resto de las islas son las míticas Crise y Argyria, que hemos visto en otros mapas medievales, y la habitual isla de Taprabana (Taprobane, Siri-Lanka), pero entre ambas hay una línea que cruza el océano cuyo significado es otro enigma. DicenVan Duzer y Dines que puede ser una simple ayuda gráfica para iniciar el dibujo de las islas o una indicación del comienzo del océano Índico, dado que se encuentra junto a Taprobane.
Cometas en el desierto de Sud-África
Cometas en el desierto de Sud-África
Hallan cometas del desierto de la Edad de Piedra en el sur de África
Un equipo de investigadores del Instituto de Paleo-Investigación de la Universidad de Johannesburgo ha encontrado múltiples casos de cometas del desierto en una parte de Sudáfrica. En su artículo publicado en la revista Archaeological and Anthropological Sciences, el grupo describe su estudio de antiguas “pistas” de caza construidas para acorralar animales salvajes.
Investigaciones anteriores han demostrado que los antiguos cazadores-recolectores que vivieron durante el Neolítico y la Edad del Bronce construyeron lo que se ha llegado a describir como cometas del desierto, esto es, corrales destinados a facilitar la captura de animales salvajes. Las cometas se hicieron apilando piedras para formar dos pares de muros uno frente al otro, y que se unen entre sí en un punto o vértice formando una trampa. Las paredes, pues, al converger confinan en una especie de corral a los animales que se desea capturar.
Un estudio previo de cometas en el Medio Oriente, en lugares como Israel, Jordania y Siria, ha demostrado que los muros suelen tener casi un metro de ancho y hasta un metro y medio de alto. La función de las cometas implica perseguir a los animales dentro de las mismas hasta que llegan al corral de confinamiento en el vértice. Luego, a los animales pueden se les puede dar muerte con armas básicas. Las cometas se usaban para capturar cerdos, ciervos y bueyes, etc. En este nuevo esfuerzo, los investigadores han encontrado varias de estas cometas cerca del pueblo de Keimoes, en Sudáfrica.
Estos dispositivos de caza se han encontrado en múltiples ubicaciones al estudiar el paisaje sudafricano mediante la utilización de un equipo LiDAR desde un avión durante los años 2016 a 2019. Los investigadores también encontraron que sus antiguos constructores a veces habían realizado varias cometas cerca unas de otras, cada una con el objetivo de capturar diferentes animales.
Su descubrimiento marca el uso más meridional de cometas en el África subsahariana. Una inspección minuciosa de las mismas muestra que habían sido construidas mucho más recientemente que las cometas encontradas en el Medio Oriente, quizás tan recientemente como hace 2000 años. Los investigadores también sugieren que la estructura de tales cometas y las formas en que fueron utilizadas por los pueblos antiguos demuestran una comprensión clara del comportamiento animal, incluidos los patrones migratorios. También estaban convenientemente situadas: todas las cometas se construyeron a 2 kilómetros de los recipientes de agua y permitían correr cuesta abajo dada la leve inclinación de las pendientes.
Fuente: phys.org | 25 de mayo de 2021
La gran mayoría se encuentran en el parque nacional Karoo en Sudáfrica.
Karoo
El Karoo (del khoikhoi, karusa: estéril, seco) es una meseta semidesértica situada entre el sur de Sudáfrica y el sur de Namibia. Tiene un área de más de 400 000 kilómetros cuadrados.
Fue explorada por el alemán Heinrich Lichtenstein, durante el periodo comprendido entre 1803 y 1806, llevando a cabo muchas confirmaciones astronómicas y describiendo con precisión el Karoo. Después del descubrimiento de oro en Transvaal, se dio un nuevo impulso al estudio de la geología de la zona y se amplió su geografía.
El Karoo es muy fértil en aquellas zonas en que está irrigado. Se cultivan pastos para el ganado, cítricos y cereales.
Este nombre se aplica también a la vegetación de tipo matorral que se encuentra en las regiones semiáridas.
Se divide en el Pequeño Karoo, el Gran Karoo y el Karoo del Norte.
Karoo
(Karusa)
Vista de satélite de la región (la línea verde distingue dos ecorregiones, el “Succulent Karoo” y la “Nama Karoo”
Cometa del Desierto (imagen ilustrativa). Crédito: Captura Google Earth
Las cometas del desierto eran unas estructuras o muros de piedra construidos en forma de V, que conducían a los animales a un punto donde se abría un foso o se elevaba en torno un recinto desde donde ya se podía matar a la presa sin dificultad.
La presencia de estas construcciones en la zona de Keimoes, en Sudáfrica, demuestra que «los cazadores-recolectores de las regiones áridas del sur de África modificaron intencionadamente su paisaje para optimizar la recolección de ungulados como la gacela migratoria, en este caso, la gacela saltarina de El Cabo, adaptada al desierto», sostienen los autores del estudio.
«Además, descubrimos que el de las cometas de Keimoes probablemente era un paisaje interconectado complejo, con patrones dinámicos del uso de la tierra por parte de los humanos, entrelazados con conceptos de custodia hereditaria a través de las generaciones», agregaron.
En un estudio publicado en la revista Archaeological and Anthropological Sciences, los científicos presentaron su análisis de las recién descubiertas cometas del desierto, como se conocen esas trampas de cazar encontradas previamente en zonas similares de Oriente Próximo, y señalaron que son muy similares a las del desierto de Néguev, situado al sur de Israel.
Una nueva investigación ha confirmado que las antiguas estructuras de piedra descubiertas en Arabia, Jordania, Kazajistán y Armenia, conocidas como cometas del desierto, eran enormes y sofisticadas trampas para cazar animales en masa, diseñadas por humanos del Neolítico hace unos 5.000 años.
Una exhaustiva investigación ha arrojado nueva luz sobre los orígenes y evolución de una serie de antiguas estructuras de piedra, conocidas como cometas del desierto, descubiertas hace un siglo en Arabia Saudita y Jordania. Posteriormente también se han encontrado en Kazajstán, Armenia y Sudáfrica.
Solo en Arabia Saudita, que hace 20 años había descubierto entre 700 y 800 cometas del desierto, en la actualidad se han identificado al menos 6.500, y se descubren otras nuevas cada cierto tiempo.
Las cometas del desierto de Sudáfrica, situadas en la zona de Keimoes, se dieron a conocer el año pasado en un artículo publicado en la revista Archaeological and Anthropological Sciences y se cree fueron construidas hace solo 2.000 años.
Los autores de esta investigación señalan que las de Sudáfrica son muy similares a las descubiertas en el desierto de Néguev, situado al sur de Israel, y por extensión podría decirse también que a las de Yemen o Siria, que figuran también en este inventario.
Fotografías ortográficas aéreas de los emplazamientos de cometas en Keimoes con las estructuras individuales resaltadas en negro.
Representación esquemática de un embudo de cometa y las unidades morfométricas medidas en el
estudio publicado.
Mapamundi de Ebstorf
Mapamundi de Ebstorf
El Mapamundi de Ebstorf es un mapa mural en pergamino de aproximadamente 3.57 m de diámetro y 13 metros cuadrados de superficie, el mayor de su tiempo, realizado en torno a 1230 y probablemente en el mismo monasterio benedictino de Ebstorf, en la Baja Sajonia, donde fue localizado en 1830. El original resultó destruido en un bombardeo sobre Hanóver en 1943 y se ha reproducido a partir de fotografías.
El mapa pretende reflejar los conocimientos teológicos y simbólicos acerca del mundo conocido y no la forma real de los continentes y lugares representados, que se presentan sin una escala homogénea “Germania” y la propia región del convento tienen un desarrollo mayor que el de las tierras limítrofes. El mapamundi recoge el mundo habitado dividido en tres continentes, Europa, abajo, la izquierda, Asia, ocupando la mitad superior, y África, abajo, la derecha, inscritos en una circunferencia al modo de los mapas isidorianos, donde el disco -letra O – aparece dividido en tres segmentos por la T de la cruz, significándose en ambas letras el Orbis Terrarum. En el centro del mapa se sitúa Jerusalén, dibujándose en ella la Resurrección de Jesús. La propia forma circular remite la sagrada forma, el cuerpo de Cristo, que aparece abrazando el mundo: arriba, al Este, junto al Paraíso terrenal localizado en Asia y rodeado por una muralla de fuego, asoma la cabeza de Jesús, cuyos pies se sitúan al Oeste, en la parte inferior del mapa, cerca de las columnas de Hércules. Las manos llagadas asoman al Norte y al Sur.
Muchos de los textos del mapa proceden de las Etimologías de san Isidoro, posiblemente a través de Rabano Mauro. Se ha tratado de identificar al autor del mapa, Gervasio de Ebstorf, con Gervasio de Tilbury, pero hasta ahora sólo puede darse por probado que Gervasio de Ebstorf tomó parte de la información de la obra Otia imperialia, de su homónimo de Tilbury.
El concepto de atlas visual -representación de historia, técnica, arte y otros aspectos en un trasfondo geográfico- es muy reciente pero, sin ser nombrados de esa manera, hace ya muchos siglos que se elaboraron mapamundis que contenían mucha más información que la meramente geográfica y la exponían gráficamente. Dos buenos ejemplos son los llamados mapamundis Hereford y Ebstorf, que además son los mapas medievales más grandes del mundo.
Se desconoce quién era Gervasio de Ebstorf, el autor, identificándolo algunos expertos con Gervasio de Tilbury (un sabio inglés autor de la obra Otia imperialia, una especie de enciclopedia sobre historia, geografía y naturaleza concebida para la pedagogía de la realeza), aunque no es seguro. En cualquier caso, su mapamundi es del mismo estilo O.T. que el de Hereford -en realidad una cruz, más bien- y tiene bastantes similitudes con él: esa forma circular con el oikumene (el mundo habitado conocido) distribuido entre los tres continentes: Asia en la parte superior, África en la inferior y Europa a la izquierda; Jerusalén, en el centro una vez más.
En este caso, el Pantocrátor no queda al margen sino colocado de una peculiar manera: como si estuviera detrás, con la cabeza asomando arriba (recordemos, el Este), los pies abajo y las manos a los lados, tal cual estuviera sosteniendo el conjunto formando la referida cruz. El Paraíso queda en Asia, de nuevo rodeado por un muro de fuego, junto a China y el Ganges; más abajo, la tierra de Gog y Magog separada del resto por la muralla de Alejandro. Al oeste, las amazonas y la Cólquida. El continente africano, más pequeño por desconocido, aparece poblado de trogloditas, 24 razas imaginarias y el bestiario habitual. Muestra el Jardín de las Hespérides en Marruecos y sitúa el nacimiento del Nilo en Mauritania. El océano vuelve a rodear el mundo y, otra curiosidad, los Pirineos cruzan transversalmente la Península Ibérica.
Estos atlas eran también auténticas guías de viaje -no de bolsillo precisamente- y pretendían ser útiles, tal como el propio Gervasio de Ebstorf dijo, recalcando esa idea en un texto al margen de su obra: “Puede verse que este mapa es de no poca utilidad para sus lectores, dando direcciones a los viajeros de las cosas más placenteras en el camino”.
Que haya guías medievales de viajes puede sorprender a algunos. La mayoría supone que la gente de la Edad Media nunca salía de su comarca. Quizá por nuestra educación escolar creemos que las comunidades medievales vivían aisladas las unas de las otras y que los contactos entre ellas eran mínimos. Sin embargo, eso no es cierto. Quien revise las biografías de los académicos medievales, por ejemplo, se encontrará con que viajaban extensamente por Europa y dictaban clases en Italia, Francia, Inglaterra, Alemania o España. Tomás de Aquino, por mencionar a uno cualquiera, estuvo en París, Colonia, Nápoles, Orvieto, Roma y Viterbo, entre otras. Y quien revise las biografías de los grandes guerreros también sabrá que estuvieron luchando por toda Europa y Tierra Santa.
Carta de Tavistock
Carta de Tavistock
La misteriosa “Carta de Tavistock” de Charles Dickens que nadie ha logrado descifrar
La organización Dickens Code Project ofrece 400 dólares a quien ayude a “traducir” total o parcialmente el documento del autor de “Oliver Twist” o “David Copperfield”
Carta de TavistockDickens Code Project
El británico Charles Dickens (1812-1870) es considerado por muchos como el mejor novelista de la época victoriana y hay que agradecerle obras como “Grandes esperanzas”, “David Copperfield”, “Oliver Twist”, “Historia de dos ciudades” o “Cuento de Navidad”. Pero además de un gran escritos, Pero además de escritor, Dickens -un gran amante del El Quijote” probó la faceta de actor, fundó el “Daily News”, fue un firme defensor de las prostitutas y de los derechos de autor, divulgador científico y un activista contra la pena de muerte.
Pero además, este coetáneo de Julio Verne y de Alejandro Dumas -con los que coincidió en París-, Tolstói, Tom Wolfe o George Orwell, era un apasionado de los juegos de palabras y de los rompecabezas.
Sus obras han sido traducidas a 150 idiomas… Bueno, casi todas. Hay algunos trabajos del creador de Mark Twain que aun no han sido descifradas. Se trata de varios manuscritos escritos en un código complejo.
Sin embargo, hay un cuerpo de su trabajo que ha permanecido sin leer y todavía resulta un misterio para los académicos. La razón: Dickens lo escribió en un código complejo, en una versión modificada de la braquigrafía, una forma de taquigrafía muy popular en el siglo XVIII. A pesar de que el sistema de taquigrafía de Dickens ha sido parcialmente descifrado gracias a un cuaderno de la Biblioteca John Rylands de la Universidad de Manchester, hay varios textos que siguen siendo un misterio.
El más popular es el conocido como “Carta de Tavistock” y que la organización Dickens Code Project, dirigida por investigadores de las universidades de Leicester y Foggia pretende descifrar. Para ello, ha convocado un concurso, en el que ofrecen 400 dólares (unos 360 euros) para aquél que consiga “traducirla” antes del 31 de diciembre. La clave está en conseguir un patrón para lograr ordenar la escritura del autor
Hugo Bowles, profesor de inglés en la Universidad italiana de Foggia en Italia, indicó al diario “The Times” que parece una tarea sencilla, pero no lo es. Lees las consonantes y llenas los espacios. Es un poco como jugar al Scrabble en tu cabeza”. “A Dickens le gustaban los juegos de palabras y los rompecabezas era muy bueno, de ahí que usara este sistema”, indicó.
El reto es mayúsculo porque, según matizó Bowles, la taquigrafía de Dickens no ha podido ser desvelada ni si quiera por un ordenador porque no sólo tiene las letras desordenadas sino que la taquigrafía también lo está.
Hasta ahora, los investigadores han buscado buscar textos ya traducidos para comparar las técnicas y tratar de emplear el aprendizaje automático. El resultado no ha sido el deseado porque no hay suficiente material como para establecer un patrón.
Los participantes podrán optar al premio si logran descifrar total o parcialmente la carta, custodiada por la Biblioteca y Museo Morgan. Las bases del concurso establecen lo siguiente: “Buscamos soluciones que identifiquen lo que realmente dice la carta de Tavistock. Debido a que el proceso de decodificación es tan importante como la solución, también se les pide a los participantes que escriban un breve informe sobre cómo han llegado a su solución y las dificultades que han encontrado en el camino. Fecha límite: 31 de diciembre de 2021 a las 5 p.m. (GMT)”.
Otros misterios de taquigrafía y cifrado que sí ha sido resueltos
Postal del Museo Casa Natal de Charles Dickens FOTO: Universidad de Leicester
Esta postal, escrita mediante taquigrafía de Pitman, fue descifrada por Beryl Pratt y decía lo siguiente: “Estimada señorita Worthington. Muchas gracias por las lindas postales que me enviaste. Me temo que pensará que soy una persona muy ingrata por no haber respondido antes, pero durante el último mes he estado extremadamente ocupado y como las clases nocturnas que comienzan la próxima semana lo estaré más, pero espero que dentro de quince días hayan terminado. El trabajo que está ocupando todo mi tiempo libre en el día. Lo peor es que tendré el Ladies Own en unos días y me gusta leer eso y tenía la intención de dar algo original esta vez. Pasé mis vacaciones este año en el Distrito de los Lagos y pensé en dar cuenta de mis viajes, pero no puedo hacerlo esta vez porque me tomará demasiado tiempo. Esta casa se venderá en subasta muy pronto, la Corporación Portsmouth probablemente la compre para hacer un museo. Te volveré a escribir más tarde. Saludos cordiales de EG Meade”.
Postal a Frank Pope FOTO: Universidad de Leicester
La postal a Frank Pope es una combinación de caracteres de la taquigrafía de Pitman y fue resuelto por Kathryn Baird y Beryl Pratt. En la parte delantera, en la que hay una foto de dos personas jóvenes, pone al pie “La madre sabrá quiénes son”.
Por detrás añade: “Mi querido Frank. Muchas gracias por tu carta del lunes. Dile a Annie que debe escribir ella misma para las fotos, pero no importa, las enviaré tan pronto como pueda terminarlas. Dígale a la madre que Connie dice que escribirá hacia el final de la semana. Nos mudaremos a nuestra nueva casa 58 Leslie Rd, East Finchley NW el 8 de julio el próximo sábado, pero volveré a escribir en unos días o el próximo lunes. Percy”.
El misterio de la Carta Tavistock de Dickens: han hecho falta 160 años y un concurso internacional para descifrarla
13 Febrero 2022
Ni ‘Oliver Twist’, ni ‘David Copperfield’. La obra de Charles Dickens a la que más atención ha dedicado en 2021 Shane Baggs es una carta, un manuscrito garabateado con tinta azul que se conoce como misiva Tavistock por el nombre que figura en su membrete. No es que Baggs sea un erudito empeñado en exprimir al máximo el documento. Qué va. En realidad se encarga de ofrecer soporte técnico informático en California (EEUU) y es aficionado a los códigos. De hecho, si ha dedicado tantas horas a la carta es precisamente porque Dickens usó taquigrafía idiosincrásica para escribirla, una técnica tan compleja que llevaba unos 160 años siendo un misterio indescifrable.
Hasta ahora.
Cansados de tener un papel de Dickens que nunca habían podido leer, en octubre de 2021 un grupo de expertos en el escritor victoriano lanzó “The Dickens Code”, un concurso para que aficionados a los acertijos de todo el mundo pudieran echarles una mano. El premio: 300 libras. Y la satisfacción de conocer mejor al autor de ‘Cuento de Navidad’, claro. En solo tres días el archivo se descargó un millar de veces, pero a la hora de la verdad solo 16 personas presentaron soluciones.
Un rompecabezas con premio
Entre las propuestas estaba la de Ken Cox, un estudiante de 20 años de Ohio, que quedó en segundo lugar; y la de Baggs, que gracias a su larga experiencia con cartas codificadas —las escribía de niño para sus amigos, le explicó a The Guardian— se alzó con el primer puesto del desafío. El premio gordo sin embargo se lo llevaron los organizadores. Gracias a las pistas que encontraron los diferentes participantes y tras cotejar la información con otras fuentes, los investigadores lograron resolver algo más del 60% de los esquemas de Dickens.
“Recolectamos los destellos de las bombillas de diferentes participantes y todo encajaba. Podrías llamarlo ‘lectura de rompecabezas’”, anota Hugo Bowles, profesor de la Universidad de Foggia y uno de los académicos que ha impulsado la iniciativa. Según relata, uno de los concursantes descifró la palabra “Día de la Ascensión”, otro “la próxima semana”, otros identificaron la abreviatura “HW”, que se corresponde con el la revista Household Words, editada por el propio Dickens en la década de 1850; y también el símbolo con el que el novelista se refería a All the Year Round.
Poco a poco el contenido de la Carta Tavistock fue sacudiéndose el misterio que la había marcado durante más de un siglo y medio. Eso sí, los eruditos comprobaron que no incluía ningún relato o el bosquejo de una nueva novela, sino una carta relacionada con las gestiones de Dickens. Puede sonar decepcionante después de una espera de décadas, pero el resultado ha sido de todo menos eso: ha permitido a los académicos conocer mejor una etapa clave en la vida del escritor.
“Cuando otros participantes encontraron las palabras ‘anuncio’, ‘rechazado’ y ‘devuelto’ supimos que estaba escribiendo sobre un anuncio suyo que había sido rechazado. Las palabras ‘falso e injusto’ y ‘en audiencia pública’ sugirieron que se quejaba de que el rechazo no tenía base legal”, explican.
La carta llevó a los investigadores hasta el Morgan Library & Museum de Nueva York, que conserva el manuscrito de una carta que Mowbray Morris, de The Times, dirigió a Dickens el 9 de mayo de 1859. Gracias a su contenido pudieron poner en contexto la hasta ahora misteriosa Carta Tavistock y —lo que es mejor— arrojar luz sobre una época relevante en la vida del novelista: cuando acababa de separarse de su esposa Catherine y estaba a punto de dejar la revista Household Words por una disputa con sus socios para crear una nueva publicación llamada All The Year Round.
Durante ese trámite el escritor quiso publicar un anuncio en The Times y del borrador de la carta que dirigió a los responsables del diario, el 6 de mayo de 1859, surgió la Carta Tavistock. “El trabajo de los descodificadores ayuda a arrojar luz sobre esta tensa época de la vida de Dickens. En la carta vislumbramos al Dickens hombre de negocios, que utiliza sus contactos personales para promover sus intereses y argumenta”, reflexiona la doctora Claire Wood, otra de las organizadoras.
La experiencia ha sido tan positiva que los responsables de The Dickens Code han decido prorrogarla un año, hasta febrero de 2023. El objetivo: encontrar soluciones totales y parciales para los otros manuscritos taquigráficos del novelista, documentos que —al igual que la Carta Tavistock hasta ahora— aún no se han podido descifrar. Entre el material que se escrutará están por ejemplo los cuadernos taquigráficos de Arthur Stone, alumno de Dickens, que se conservan en Filadelfia.
“Parte de lo emocionante de este proyecto es que todavía hay cosas nuevas por descubrir sobre un autor de fama internacional más de 150 años después de su muerte. Los fragmentos taquigráficos supervivientes pueden ser breves, pero no obstante son significativos”, recalca Wood: “Tavistock una idea de los tratos comerciales de Dickens; los otros manuscritos podrían incluir extractos de libros en los estantes del escritor, discursos improvisados o incluso un cuento desconocido”.
El autor de ‘Oliver Twist’ no se lo pondrá nada fácil. Además de novelista universal Dickens era aficionado a la taquigrafía y estudió de joven un manual del siglo XVIII sobre braquigrafía de Thomas Gurney, una experiencia que revive de pasada en su novela David Copperfield. Con el tiempo añadió sin embargo sus propios símbolos para escribir notas personales y fue cambiando su propio sistema, volviéndolo cada vez más complejo… e indescifrable para los cazadores de códigos del siglo XXI.
Para los más valientes y dispuestos a embarcarse en la aventura, hay al menos una decena de manuscritos conocidos con la taquigrafía de Dickens elaborados entre la década de 1830 y 1860.
Mapa Beato San Andrés del Arroyo
Mapa Beato San Andrés del Arroyo
Sus principales fuentes son las etimologías de San Isidoro de Sevilla y su visión del mundo, Ptolomeo y las Sagradas Escrituras, el Génesis, que describe una tierra plana sobre la que se eleva una bóveda celeste que aloja al sol y la luna. Beato San Andrés del Arroyo. S. XIII
- Referencia: Bibliothèque Nationale de France (Nouv. acq. lat. 2290).
- Dimensiones: 300 x 457mm.
- 167 folios de pergamino. escritos en letra carolina.
- 69 miniaturas decoradas con oro y plata.
Este Beato y el de Las Huelgas son los dos únicos que proceden de monasterios femeninos, ambos cistercienses, y se da la coincidencia de que son también considerados como los más tardíos. No incluye ninguna información sobre su scriporium de origen ni sobre sus autores, aunque por sus similitudes con el Beato de San Pedro de Cardeña, parece obra de este monasterio. Lo que resulta indudable es que se trata de una obra plenamente románica, que se puede datar hacia el año 1220 y que fue creada en el entorno castellano-leones, aunque con importantes influencias europeas, que se reflejan no sólo en el estilo de sus imágenes, sino también en su iconografía.
Se trata de uno de los últimos beatos, y uno de los más suntuosos, con gran cantidad de oro, plata y profusión del uso del lapislázuli. Debido a la importancia y riqueza de esta obra, se cree posible que fuera un encargo de Fernando III el Santo para donarlo al monasterio cisterciense femenino de San Andrés de Arroyo, fundado por rey Alfonso VIII y su esposa Leonor de Plantagenet en 1181, como monasterio dependiente de Santa María la Real de Las Huelgas de Burgos. Resulta significativa la coincidencia de los beatos de estos dos monasterios, ambos de la misma época, posiblemente creados en el mismo scriptorium, de la misma familia -la IIb- y ricamente decorados, aunque las características de sus imágenes tienen diferencias significativas, mucho más románico y europeo el de Arroyo.
El manuscrito permaneció en San Andrés de Arroyo hasta la desamortización de Mendizábal en 1836. Posteriormente, en 1882, fue adquirido por la Biblioteca Nacional de Francia, en París, donde se conserva en la actualidad.
Descripción
Este manuscrito está encuadrado dentro del último grupo de copias del Comentario al Apocalipsis de Beato de Liébana, creadas a finales del tercio del siglo XII y comienzos del XIII, fase de la que conocemos al menos diez beatos, de ellos ocho iluminados de los que tres, los de Lorvao, Arroyo y Las Huelgas, fueron encargados para monasterios cistercienses, así como los dos no ilustrados de Poblet y Alcovaça.
A pesar de que en él se respeta la estructura de los beatos mozárabes de siglos anteriores, no hay ninguna duda que en el de San Andrés del Arroyo nos encontramos ante una obra románica, posiblemente el beato más representativo de este estilo en España, hasta el punto de que algunas de sus imágenes, como las dedicadas al Juicio Final, tienen una gran semejanza con la decoración de los algunos pórticos románicos españoles del siglo XIII.
En sus 69 miniaturas, en las que domina el azul del lapislázuli y la ornamentación en oro y plata, se refleja no sólo la personalidad de un artista que, a pesar de seguir fielmente la tradición de la familia IIb, incluso con algunas imágenes que parecen indicar que también conocía la familia I, se separa definitivamente de la tradición artística mozárabe, para presentarnos una figuración totalmente enmarcada en la imaginería románica.
En ellas también destaca su gusto por el detalle presentando, a diferencia de lo habitual en los demás beatos, las figuras personalizadas con ropajes que corresponden a los representantes de los distintos estamentos sociales de su época: reyes, obispos, caballeros, monjes, artesanos y ciudadanos en general. Este interés por el detalle también se manifiesta claramente en la forma de representar las historias, que se esfuerza por describir en sus mínimos detalles. Por ejemplo, es el único beato de su familia que ilustra en «El incendio de Babilonia» la huida de sus habitantes, presentando incluso algunos que están saliendo por la puerta de la ciudad dentro de la que se ven las llamas del incendio.
En este Beato, el de datación más tardía de todos los que han llegado hasta nosotros si exceptuamos el pequeño fragmento del Beato de México, nos volvemos a encontrar 300 años después del comienzo de la saga de las copias del Comentario al Apocalipsis, los rasgos que consideramos más significativos de toda la Miniatura Altomedieval Española: por un lado un profundo respeto al contenido, la estructura y el mensaje del original del siglo VIII, y por el otro una sucesiva actualización del estilo de sus imágenes, basado en las múltiples influencias previas y las que van apareciendo a lo largo de más de tres siglos, pero siempre sobre la base de una gran libertad para el artista, que le permite expresarse de acuerdo con su personalidad, que se convierte en el gran elemento diferenciador de las diferentes copias.
En efecto, a pesar de mantener semejanzas estilísticas con otras obras del scriptorium de San Pedro de Cardeña, este beato se diferencia claramente de las dos últimas obras conocidas de este monasterio. Existe una enorme diferencia en el espíritu de su autor respecto a los anteriores, que se refleja en una modernidad que le permite trasladar todo el mensaje de Beato, utilizando ya sin limitaciones todas las novedades que aporta la expresión artística románica, incluyendo elementos iconográficos europeos no aparecen hasta este manuscrito en la miniatura española. Se podría llegar a la conclusión que el Beato de Arroyo es un cierre de oro de la tradición de los beatos españoles, basada en la fidelidad al mensaje y la libertad artística.
El Beato de San Andrés de Arroyo presenta un gran número de novedades debidas muy posiblemente a la interpretación personal que el artista debió de dar a sus modelos. Uno de los rasgos más personales de este miniaturista es la sustitución de los personajes impersonales que desfilan generalmente en los demás Beatos por personajes reales, de la época que se llevó a cabo esta copia. Es posible que con ello se pretendiese recalcar la actualidad del mensaje del Comentario al considerarlo un libro de alcance universal cuyo contenido es válido para los cristianos de todas las épocas. Su estilo está próximo al del Beato de San Pedro de Cardeña, pero ignoramos por el momento el scriptorium en el que fue miniado el manuscrito, ya que no parece probable que haya sido el de San Andrés de Arroyo.
Saber más: https://www.cafedelobos.com/simbolos-en-los-manuscritos-iluminados-de-la-edad-media/
Mapamundi de Munich
Mapamundi de Munich
Mapamundi Bayerische Staatsbibliothek
Este mapamundi se encuentra en la Bayerische Staatsbibliothek de Munich.
Mapamundi de Munich
Se trata de un mapamundi conservado en la Bayerische Staatsbibliothek de Munich, que sigue las ideas geográficas aportadas por Marciano Capella y posteriormente Hugo de San Víctor.
Conformando una suerte de barrera final, los últimos fragmentos de tierra (conocidos o no) de la ecúmene. Aquí vemos una representación del Atlántico marcada por las islas que lo conforman. Aparecen Hibernia -actual Irlanda-, Escocia e Inglaterra, las Islas Afortunadas, etc., conforman el límite del mundo, lindando las más suroccidentales con un espacio en el que, según su representación gráfica, abundan los monstruos, dragones y…
Este mapa, una copia del siglo XII de la obra de san Isidoro de Sevilla, es un precursor de los mapamundis enciclopédicos, como el de Hereford. Además de ciudades, ríos y montañas, muestra el arca de Noé en la montaña de Ararat y una serie de animales exóticos a lo largo del margen del sur (a la derecha).
La presencia del archipiélago Canario en un mapamundi del siglo XI conservado en la Bayerische Staatsbibliothek de Munich en el que vemos seis islas situadas frente a las costas mauritanas, en las que leemos «For tu nate in su lae». La presencia de las islas en este mapa nos remite a la descripción que de las mismas hace Hugo de San Víctor en su Descriptio Mappaemundi24. Si bien el mapa de Munich presenta las descripciones que San Víctor hace del mundo conocido, debemos tener en cuenta que, a su vez, la contribución del sajón apunta a la interpretación que Solino realiza de las Afortunadas, y que llega a los copistas medievales a través del filtro de Capella e Isidoro. Ahora ya podemos considerar dos líneas divergentes en la representación cartográfica de Canarias en la Edad Media: vemos los primeros pasos de una idea que se basa en la representación de seis islas, situadas cerca de las costas de la Mauritania Tingitana, que iconográficamente irán sustituyendo de manera gradual e irregular las ambiguas alusiones formales de las Afortunadas como una masa de tierra indefinida en el Atlántico, línea seguida fundamentalmente por la tradición de los Beatos.
Si bien esta divergencia representativa a la hora de aludir iconográficamente al archipiélago canario se hace patente con los diversos ejemplos de mapas medievales a los que podemos acudir, no se trata de dos corrientes claramente diferenciadas en el tiempo; al igual que ocurre con las fuentes escritas, las dos maneras de representar las Afortunadas se muestran casi coetáneamente, llevándonos a rechazar la idea de un desarrollo claro y diferenciado. Si tomamos como ejemplo el mapa de la Staatsbibliothek de Munich y lo comparamos cronológicamente con el mapa- mundi del Beato de Burgo de Osma, vemos que, si bien ambos están producidos en un mismo marco cronológico, se trata de dos formas diferenciadas de representar las Insulae Fortunatae, factor que nos indica la superposición de fuentes que, por regla general, se produce en la producción de los mapamundis medievales cuando se refieren al archipiélago.
Cetro uas (o was)
Cetro uas (o was)
El cetro uas, o was, tenía la forma de una vara recta coronada con la cabeza de un animal fabuloso, siendo el extremo inferior ahorquillado; probablemente, simbolizaba el poder, la fuerza y el dominio en la mitología egipcia. Puede aparecer acompañado de otros símbolos, como son el pilar Dyed “estabilidad, dominio” y el Anj “vida”.
Cetro uas.
El símbolo anj portando cetros uas, en Medinet Habu.
Historia
El uso del cetro uas pudiera remontarse al periodo predinástico de Egipto, como un bastón para conducir el ganado que, por algún motivo, pasó a simbolizar un elemento vinculado al poder y la fuerza. En la “tumba 100” de Hieracómpolis figura un personaje portando un cayado similar al cetro uas.
En contextos funerarios, el uas siempre estaba asociado al bienestar.
Cetro divino
En las representaciones de templos, tumbas y estelas, el cetro uas era portado por los dioses Ptah, Sokar y más tardíamente Osiris. También lo llevaron Amón–Ra y Jonsu en la capilla de Ramsés II del templo de Medinet Habu, Ra-Horajty “Horus del horizonte”, en la tumba de Tutankamón (Tutankamon), Seth en la Estela del año 400, en Tanis, Jepri o Igai, una antigua divinidad.
Aunque es un atributo típico de los dioses, a veces lo portaban diosas como Satis, o Bastet.
Tebas, la “ciudad del cetro uas”
La antigua Uaset era “la ciudad del cetro uas” aunque, posteriormente, los griegos la llamaron Tebas o Thebai, sin que se conozca la razón exacta de porqué le asignaron ese nombre.
Amuleto
El cetro uas era uno de los amuletos populares egipcios, simbolizando dominio.
Orígenes
El cetro uas consistía en un palo recto con la base ahorquillada y coronado por una pieza inclinada con la forma de cabeza de una criatura desconocida (fabulosa quizás). En origen, este cetro pudo ser un fetiche imbuido del espíritu de un animal venerado, un simple bastón de pastor, o incluso el miembro de un toro. Según una teoría, la base ahorquillada podría representar las patas de un animal y el bastón podría interpretarse como el cuerpo o el largo cuello, parecido al de una jirafa, de la criatura. Sin embargo, la única parte que se representa a veces con detalles zoomórficos es la cabeza y, aunque esta caracterización generalmente imita al animal de Seth, no existen evidencias de que esta asociación no se haya desarrollado posteriormente. Otra teoría lo identifica con la aorta de los mamíferos, representando la parte superior el cayado arterial que sale del corazón, la vara la aorta abdominal y la base en forma de horquilla la aorta femoral.
Significado
A pesar de los oscuros orígenes del jeroglífico uas, esto no limita el claro entendimiento de su significado, ya que este signo fue utilizado siempre con la connotación de “poder” y “dominio”. Este contenido conceptual se pone de manifiesto en su uso iconográfico como atributo y emblema. Desde tiempos muy antiguos, el cetro uas lo portaban divinidades como signo de su poder y en algunos casos este uso se traspasó a las representaciones de reyes y con posterioridad en contextos funerarios a las de personas comunes.
De manera similar a otros jeroglíficos que tenían gran significado amulético y ritual, el signo uas se utilizó como elemento decorativo en los extremos de relieves y en el diseño de artículos pequeños. Se le encuentra de forma habitual como soporte del símbolo para “cielo”, en la tradicional composición utilizada para enmarcar los relieves de los templos en los diferentes períodos.
Utilización
Los símbolos para “vida, estabilidad y poder”.
Frecuentemente, el uas aparece agrupado con otros jeroglíficos, especialmente el anj y el dyed. En varios templos aparecen grupos de estos símbolos sobre cestos neb o recipientes, con el significado simbólico de “toda vida, poder y estabilidad”. De igual manera que el signo anj en este ejemplo, el jeroglífico uas a menudo personificaba también en alguna medida, añadiéndsele brazos en ciertos contextos para sostener abanicos o estandartes o incluso para adoptar el gesto de adoración henu.
Variantes
Existían diferentes variantes de este signo. Los dioses Osiris y Ptah se representaban con el cetro uas que combinaba en su diseño los signos anj y dyed; por otra parte, el cetro uas decorado con una gran pluma de avestruz y una cinta colgando se convirtió en emblema de Tebas (Uaset, en egipcio, de significado “La ciudad del cetro”) y de Harmontis, su nomo del Alto Egipto. Este emblema figuraba como elemento identificador sobre la cabeza de la diosa que personificaba a esta ciudad. Otra variante de este signo se observa en el cetro dyam, de forma idéntica pero con la vara sinuosamente curva.
Fuentes y referencias
- Liungman, Carl G. Dictionary of Symbols. New York: W.W. Norton & Co., 1991.
- Wilkinson, Richard H. Reading Egyptian Art. London : Thames & Hudson, 1992.
- Elisa Castel: El cetro uas, en egiptologia.com
- http://amigosdelantiguoegipto.com/?page_id=12462
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