Pascual
Merrivale stone rows
Subcategoría: Alineamientos de piedras.
Merrivale es probablemente el mejor conocido y el más visitado de los sitios prehistóricos en Dartmoor, en el oeste de Devon región de Devon, Inglaterra, en parte debido a su facilidad de acceso y en parte debido a la riqueza de monumentos que saludan al invitado. Los más visibles de éstos son el par de filas de piedra largas que cruzan el paisaje de Longash. Pero cerca también hay un círculo de piedras con una alta piedra, un par de mojones de toque y una cista, así como varios otros mojones y una longitud de nueva avenida.
Un aspecto curioso de la fila del sur es la mitad localizada del círculo de un mojón camino a lo largo de su longitud. Este mojón con su bordillo de siete bajo derecho las piedras se sientan a horcajadas sobre la avenida que con eficacia lo corta en dos y eran claramente de algún significado. La pregunta es, se han construido al mismo tiempo como la fila, estaba ello ya aquí y la fila construida alrededor de ello o era ello añadido más tarde. Si esto viene más tarde hizo esto llena un hueco entre dos separado las avenidas de la piedra para crear una fila continua o eran piedras de el ¿fila quitada para acomodarlo y quizás formar el bordillo del mojón?
Otros dos monumentos, están de pie al inmediato al sur del sur fila. El primer es una cista mutilada al sudeste del círculo de mojón cuyo capstone grueso ha sido o cortado en dos pedazos o tenía a la sección cortó de ello de modo que esto ahora dé una vista fácil en un rectangular la losa rayó la tumba que mide aproximadamente 2 metros x1 y casi un metro de hondo. El otro monumento es posiblemente un mojón de toque con un mojón de bordillo interno. Este está de pie hacia el final del sur de la fila y comprende un ahuecado el montículo de escombros que son rayados con un anillo del juego de cantos rodados bajo dentro de un banco bajo externo que mide aproximadamente 17 metros en diámetro. Otro anillo el mojón existe al noroeste de la fila del norte, pero este un difícil encontrar en la tierra que tiene enseguida un puñado de juego de piedras en 9 metros en un amplio anillo bajo de tierra crecida demasiado y escombros.
Otras estructuras notables en Merrivale son una sección del Gran Occidental, un banco prehistórico de escombros que corren por delante del este de las dos filas principales que tiene varios mojones empotrados en ello y un círculo de piedra.
En una plana meseta, rodeada por un número de una Tors rocosa, se encuentra este complejo muy notable de los sitios prehistóricos. Entre los numerosos círculos de chozas, mojones y cistas se puede encontrar un círculo de piedra, un menhir solitario, una hilera de piedra y dos filas de piedra espectacular doble.
Al norte de la avenida, de 182m de largo y un metro separa las dos líneas de piedras en posición vertical. La avenida está alineada EW y se termina en su extremo oriental con una gran piedra triangular perpendicular a las filas. Aproximadamente 160 piedras aún se pueden ver, aunque algunos de ellos son muy pequeños.
Por el S, es una avenida más larga, con más de 200 piedras. Que tiene una duración de 264 m, casi paralelo a la avenida del norte. De hecho, las dos avenidas se ven compensados por sólo 2º, más cerca en el extremo oriental que en el extremo occidental. Una vez más, una gran piedra triangular, perpendicular a las líneas de piedras termina el extremo más alto del este. En el extremo occidental hay un par de piedras formas similares, un pilar y una losa de ancho. Se ha sugerido que estos podrían ser los restos de un montículo de piedras en ruinas. Muchas filas en Dartmoor llevar a un montón de piedras o carretilla, por lo que tal vez esto es un verdadero análisis. Sin embargo, el mojón se encuentra generalmente en el extremo superior.
El sur de esta avenida está marcada casi en su punto medio de un círculo de piedras pequeñas, en el centro del cual se puede ver una cista. Estas piedras son los restos de un túmulo redondo. Es el único ejemplo en Dartmoor de una carretilla de hecho de incorporarse a una fila de piedra. Si el monumento fue diseñado de esta forma o el resultado de una adición posterior no se conoce. No hay registro de ningún encuentra que se realizan en la propia carretilla.
A mayor distancia corta S es una sola fila que consta de sólo ocho piedras y tiene sólo 42 metros de longitud. Se alinea SSW a NNE como la mayoría de las filas de Dartmoor, y conduce a un montón de piedras pequeñas en ruinas, cerca de la avenida del sur. Informes desde el siglo XIX indican la existencia de una fila más, ahora perdido.
Un Burlubrey es escéptico acerca de las sugerencias de que estas líneas fueron utilizadas como observatorios astronómicos o lunar. La estrechez de las vías, y la ausencia de mojones en sus extremos se descarta la idea de ellos es rutas procesionales. En su lugar, se ha sugerido que forman las líneas de demarcación entre los territorios. Señala que las dos filas dobles tienen un círculo de piedra, una piedra en pie y cistas sepultura a la S, y los círculos de chozas sólo a la N.
Una excavación de la zona en el siglo XIX por el Comité de excavación Dartmoor reveló un raspador de sílex, lascas de sílex y una piedra pequeña para el pulido de los utensilios de metal. Estos fueron encontrados en la cista de gran tamaño que se encuentra al S, a 14m de la avenida del sur, cerca del extremo oriental. La piedra angular grande fue partida en dos, gracias a los esfuerzos de un cantero local, que talló un poste fuera de ella en 1860.
Locall y las piedras que forman las filas, se conoce como el mercado de la plaga, ya que fue aquí que los feligreses sejaban la comida a las víctimas desterrado de la Gran Peste de mediados del siglo XVII
El círculo de mojón hacia el centro de la fila del sur – Oeste, aspecto.
Dartmoor está lleno de las reliquias de sitios prehistóricos. Lamentablemente, visitar a la mayor parte de ellos requiere a mucho tiempo, el paseo a través del terreno áspero, y el páramo es un lugar peligroso para perderse. Las filas de piedra Merrivale, sin embargo, están a la vista desde el camino B3357. Cerca está también un círculo de piedra y una piedra permanente.
En Dartmoor hay más de 60 filas de piedra conocidas, pero los ejemplos más impresionantes son también el más inaccesible. Estas filas, algunos de las cuales tienen pequeños círculos de mojón a sus finales más altos, son todavía un enigma: nadie sabe seguro por qué ellos fueron construidos. Ellos no son para la observación astronómica. Ellos son demasiado bajo, lejos estirados a través de las ondas de páramo, demasiado sinuoso para cualquier observación a lo largo de ellos. Y cuando son dobles, son demasiado estrechos (por lo general menos de 1 m – 3 pies de ancho) para una procesión.
Algunas filas están en buenas condiciones, pero los más, han sido privadas de muchas de sus piedras para paredes y caminos. En Los Merrivale allí son tres filas: dos dobles y un solo. Ambos el doblan el este dirigido al Oeste, pero ellos no son la paralela. Primero se alcanza del camino de 182 ms (596 pies) mucho tiempo, y esto contiene aproximadamente 170 piedras, pero unas son muy pequeñas. El sur adicional-27m (30 yardas) – es una fila más larga (264 ms – 865 pies) contiene más de 200 piedras. El final del Este es bloqueado por una piedra triangular grande.
La tercera fila, es muy corta (43 ms – 140 pies) y con muy pocas piedras, que conducen en un del sudoeste dirección.
Las filas de piedra Dartmoor pertenecen a un período bien en el segundo milenio A.C., cuando antes las tradiciones se habían hecho recubridas de variaciones locales en ceremonias.
Dartmoor stone row
Diágoras de Rodas
Diágoras fue un atleta griego del siglo V a. C., nacido en Ialisos, en la isla de Rodas. Descendiente del rey de su ciudad natal, Damágenes, se hizo famoso por triunfar en varias ocasiones en los cuatro grandes juegos griego: olímpicos, nemeos (2), ístmicos (4) y píticos.
Y ahora, con la música de flauta y Lira tanto que ha llegado a la tierra con Diágoras, cantando el mar-hijo de Afrodita y novia de Helios, Rodas, para que pueda alabar a este hombre recto-luchador, un tremendo que tenía sí mismo coronado al lado del Alfeo y cerca de Castalia, como una recompensa por su boxeo… Píndaro, olímpica 7, líneas 13-17
Nuevamente aparece aquí un vencedor en la disciplina del boxeo, año 464, aunque también venció en los Juegos Ístmicos, en los de Nemea y en Delfos. Al igual que a Teágenes, Diágoras era también considerado por los griegos hijo de otro personaje mítico, en este caso Hermes. Se sabe, según los autores clásicos, que poseía una estatura muy intimidatoria de alrededor de 2 metros, por lo que era considerado casi como un coloso o un gigante. Sus hijos también se erigieron en campeones olímpicos. Así, Acusilaos y Damagetos vencieron en los Juegos de 448 a.c. en las modalidades de boxeo y pancracio.
Píndaro cantó su victoria en el pugilato en el año 464 a. C., en la Séptima Olímpica y se le levantó una estatua en Olimpia, obra del escultor Calicles.
Ya anciano tuvo la satisfacción de ver a sus dos hijos Damageto y Acusilao vencedores en los Juegos Olímpicos. Dice la leyenda que tras ser coronados se dirigen a Diágoras, se quitan las coronas de sus cabezas y las colocan en sobre los blancos cabellos de su padre. Luego lo levantan sobre sus vigorosos hombros y le dan una vuelta al estadio. Entonces uno de los espectadores gritó Κάτθανε Διαγόρα, ουκ εις Όλυμπον αναβήση («Ya puedes morir, Diágoras, pues no esperes subir al Olimpo») y Diágoras, lleno de felicidad y reconocido por todos, soltó su último aliento. Otro hijo suyo, Dorieo, fue vencedor de pancracio, en varias ocasiones.
Otro de sus hijos, Dorieus, ganó el pancracio por lo menos en tres Olimpiadas consecutivas y sus nietos Eucles y Pisírodo, también inscribieron sus nombre entre los vencedores olímpicos.
Como anécdota, su cuenta, que estando prohibida la presencia de mujeres en las Olimpiadas, Calipatira, hija de Diágoras y madre de Pisírodo, decidió que no se iba a perder el día que su hijo triunfaría. Así que, se vistió con las ropas de los entrenadores y consiguió colarse. Tal y como ella había soñado, su hijo consiguió hacerse con la victoria pero, llevada por su alegría, saltó la valla para felicitar a su hijo y la ropa se quedó enganchada… Calipatira quedó desnuda frente a todos. Según las reglas de las Olimpiadas, el castigo para las mujeres que infringiesen la ley sería ser despeñadas por el monte Tipeo.
En honor a su padre, hermanos e hijo, campeones olímpicos, los jueces le perdonaron la vida. Además, desde aquel momento se promulgó una nueva norma que obligaba a los entrenadores a ir desnudos, igual que los atletas, para que no volviese a ocurrir.
Olympia ha coronado tres generaciones de la familia de Diágoras, añadiendo a la fama que el boxeador ganó por méritos propios y sin duda alimentando otras leyendas de la ascendencia inmortal de la familia de Diagoras.
Le Grande Menhir Brise
Subcategoría: Menhir y alineación.
El megalito conocido como Er Grah (Piedra de las Hadas), o Le Grand Menhir Brisé, así denominado por estar roto en la actualidad. Quedan de él cuatro grandes fragmentos, en el extremo de un antiguo montículo de tierra, cerca de Locmariaquer, (Francia).
Las sociedades prehistóricas podían ser bastante complejas, pero poco se sabe de su estructura, aparte de lo que pueda conjeturarse. Por ejemplo, los eruditos calculan hoy día que se necesitó un equipo de trabajo mínimo de 3.800 personas sanas para arrastrar el gigantesco gran menhir brisé unos 3 kilómetros a la cima de una colina que mira al mar en Locmariquer. Si considera a los viejos, los jóvenes y los enfermos, cuyo trabajo probablemente no hubiera sido obligatorio, tendría una idea de la escala humana de este empeño. Seguramente se organizaron varias comunidades para respaldar el esfuerzo.
Le Grand Menhir es una de las tres estructuras en el sitio Locmariaquer. Se encuentra junto al túmulo de Er-Grah y la Table des Marchand, tanto en torno a 3300 aC. Es también la piedra último sobreviviente de una construcción anterior que data de alrededor de 4500 aC (6). La estructura original se cree que se han roto alrededor de 4000 AC.
La piedra, ahora caído en 4 trozos, se estima que pesaba alrededor de 355 toneladas cuando esté completa y se han mantenido más de 20 metros de altura (1). Fue la mano “mutilado” en su forma actual y una figura hacha arado que una vez fue visible en el fragmento intermedio. John Michell informes de la fuente más cercana de piedra similar en más de 50 millas de distancia (4), y aunque informes recientes sugieren una distancia de sólo 10 km al norte de Auray (5), aún destaca el hecho de que la ubicación superado las dificultades en el transporte como piedras grandes a largas distancias.
El transporte de tales piedras de gran tamaño desde tan lejos indica a la vez que la ubicación era importante para los constructores y que el tipo de piedra.
- John Michell registros de un informe del Almirantazgo de 1659, en un local de naufragio, que señaló que:
‘La Grande-Pierre-de Locmariaker era visible desde el lugar del naufragio “(4).
- Una imagen de Robien de 1725 muestra la piedra caída, que sitúa el momento de la caída entre 1659 y 1725.
Esto se relaciona la información con la sugerencia de que se cayó “durante un terremoto en 1722». La forma en que las piedras cayeron apoya esta teoría en modelos de computadora.
Con más de 20 metros de altura esta vez fue la piedra más grande de pie en Europa, pero la arqueología ha demostrado que es la última piedra existente de un caso de la alineación, con otros 18 pozos de otros, sigue siendo visible en una fila que conduce a Le Grand Menhir. Se cree que por varias razones, que la estructura fue utilizada como un lugar nuevo, a la vista, la participación de otros sitios importantes de la zona, y que una vez fueron capaces de medir con precisión las lunas 18,6 ciclo de un año.
Las piedras que faltan: El monumento original fue construida en torno al 4.000 antes de Cristo. Fue destruido en torno a un millar de años más tarde, y las piedras fueron reutilizadas para nuevas construcciones en la zona. Se sospecha que las piedras de tope para la tabla-des-Marchand, Gavr’inis y Er-Lannic túmulo son todos parte de uno de los menhires original de la construcción.
La ubicación y el tamaño de las otras piedras que faltan son un tema de especulación, pero hay varios posibles candidatos en el campo circundante. Las diversas fases de la construcción en Carnac que ofrece la tentadora posibilidad de que (algunos) de estos otros cálculos pueden ser los que faltan en el monumento Morbihan original.
Según Thom, el gran menhir caído de Locmariaquer era el centro de un inmenso observatorio astronómico apto para predecir eclipses. El inmenso menhir caído de Locmariaquer, conocido como Er Grah (la Piedra de las Hadas), medía más de 20 metros de alto y se cree que estaba en combinación con menhires hoy desaparecidos.
Diego García de Paredes
Diego García de Paredes (Trujillo, España, 30 de marzo de 1468 – † Bolonia, Italia, 15 de febrero de 1533), más conocido como El Sansón de Extremadura, fue un militar español célebre por su extraordinaria fuerza física y sus múltiples hazañas. Combatió como capitán de infantería en las guerras de Italia, norte de África y Navarra. Duelista invicto en numerosos lances de honor; capitán de la guardia personal del Papa Alejandro VI; condotiero al servicio del Duque de Urbino y de la familia Colonna; coronel de infantería de los Reyes Católicos bajo el mando del Gran Capitán durante la conquista de Nápoles; cruzado del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros; Maestre de Campo del Emperador Maximiliano I, coronel de la Liga Santa y Caballero de la Espuela Dorada al servicio de Carlos V. Fue el soldado español más famoso de la época, admirado por sus contemporáneos como prototipo del valor, la fuerza y la gloria militar.
La información fiable sobre la vida de Diego García de Paredes comienza en 1496, tras el fallecimiento en Trujillo de su madre, doña Juana de Torres. Libre de lazos familiares (Sancho de Paredes, el padre, había fallecido en 1481), su espíritu aventurero le llevó a la Italia del Renacimiento. Diego desembarcó en Nápoles a finales de ese mismo año, acompañado de su medio hermano por vía paterna, Álvaro de Paredes. Sin embargo, la guerra por el reino napolitano entre españoles y franceses había cesado recientemente, y ante la falta de jornal para subsistir, ambos hermanos viajaron a Roma para servir al Papa. Durante un breve periodo, por escasez de sueldo, se ganaron la vida junto a otros españoles buscando ventura de enemigos, duelos nocturnos en las calles y suburbios de Roma, tras los cuales despojaban a los oponentes de sus capas, la prenda de vestir más valiosa de la época, que luego vendían en el mercado clandestino de Nápoles. Diego no quería llevar esta vida deshonrosa para un hidalgo, y decidió darse a conocer a un pariente suyo en el Vaticano, el cardenal Bernardino de Carvajal, quien mejoró notablemente su situación social. El Papa Alejandro VI no necesitó demasiadas recomendaciones: durante uno de sus ratos de ocio en los alrededores del Vaticano, el Pontífice observaba a los españoles que estaban a su servicio practicar el juego de lanzar la barra, uno de los deportes de la época, cuando una comitiva papal de italianos recelosos provocó una disputa. Diego García, armado solamente con la pesada barra de hierro, destrozó a todos sus rivales, que habían echado mano de las espadas, «matando cinco, hiriendo a diez, y dejando a los demás bien maltratados y fuera de combate». Alejandro VI, asombrado por la fuerza del extremeño, nombró a Diego guardaespaldas en su escolta. Como jefe de la guardia Papal del Castillo Sant’Angelo, Paredes estuvo presente en Roma el 14 de junio de 1497, cuando el cadáver de Juan de Borja y Cattanei, hijo del Papa Alejandro VI, apareció cosido a puñaladas en las aguas del Tíber. Roma, convulsionada entonces por las profecías apocalípticas del monje Girolamo Savonarola, hervía de siniestros rumores, miedos y murmuraciones. Diego fue uno de los españoles que durante esas fechas estuvieron con los ánimos encendidos, prestos a empuñar sus enormes mandobles, buscando a los culpables de un crimen que ha quedado para siempre en el misterio. Ese mismo año, una facción de los nobles de Italia, encabezados por los Orsini (inducidos por el cardenal Juliano della Rovere), habían tomado las armas contra Alejandro VI. Su hijo, César Borgia, emprendió la destrucción de aquellos tiranos, y concibió el gran proyecto de la unidad de Italia bajo el poder del Soberano Pontífice: gran ocasión para que García de Paredes emplease su denodado arrojo. Como capitán de los Borgia intervino junto a las tropas españolas al mando de Gonzalo Fernández de Córdoba en la captura del corsario vizcaíno Menaldo Guerra, que se había apoderado del puerto de Ostia bajo bandera francesa, se encargó de tomar Montefiascone (donde demostró sus fuerzas descomunales al arrancar de cuajo las argollas de hierro del portón de la fortaleza para dar entrada al ejército pontificio) y participó en la campaña contra los Barones de la Romaña: conquistas de Imola, diciembre de 1499, y Forlí, enero de 1500, defendida heroicamente por Catalina Sforza. En estas acciones coincidió con otros capitanes españoles al servicio de los Borgia, como Ramiro de Lorca, Hugo de Moncada o Miquel Corella (Micheletto).
Por estas fechas, se vio involucrado en uno de sus famosos lances de honor: el desafío se produjo con un capitán italiano de los Borgia, llamado Césare el Romano. El duelo se celebró en Roma y acabó con la victoria de Diego, que no tuvo piedad y cortó la cabeza a su enemigo «no queriendo entenderle que se rendía». Sin embargo, el muerto debía ser personaje de importancia y el suceso produjo gran revuelo en el Vaticano, trayendo como consecuencia el cese de García de Paredes en el mando de su Compañía y su posterior encarcelamiento. Diego García logró fugarse del ejército Papal y pasó a servir como mercenario del Duque de Urbino, enemigo de los Borgia, ayudándole a conservar sus posesiones. Después de la guerra de la Romaña, como de momento no podía volver con el Pontífice ni había tropas españolas a las que incorporarse, durante un tiempo pasó a servir como condotiero a sueldo de la poderosa familia italiana de los Colonna, bajo las órdenes de Prospero Colonna.
De nuevo bajo las banderas de España, Diego García de Paredes sirvió a las tropas del Gran Capitán en el asedio de Cefalonia, en Grecia, ciudad que había sido arrebatada recientemente por los turcos a la República de Venecia. Setecientos jenízaros defendían aquella fortaleza situada sobre una roca de áspera y difícil subida. Españoles y venecianos sufrieron cerca de dos meses todo género de penalidades en aquel sitio sin poder rendirla. Los turcos tenían entre sus armas ofensivas una máquina provista de garfios que los españoles llamaban «lobos», con los cuales aferraban a los soldados por la armadura y levantándolos en alto los estrellaban dejándolos caer, o bien, los atraían hacia la muralla para matarlos o cautivarlos. Diego García, como siempre en primera línea de combate, fue uno de los hombres que de esta manera fueron llevados al muro, donde le echaron los garfios, y tras luchar en fuerzas con el artilugio para no ser sacudido al suelo le subieron encima de la muralla. Paredes realizó entonces la primera de sus grandes gestas, coincidentemente consignada en las crónicas de su tiempo. Conservando espada y rodela, puso pie sobre las almenas, y una vez abierto el artefacto quedó en libertad de acción para comenzar una lucha que parece increíble y es, sin embargo, completamente cierta: con una violencia desenfrenada empezó a matar a los turcos que se acercaban para derribarle, y ni la partida encargada de dar muerte a los prisioneros ni los refuerzos que llegaron pudieron rendirle; refuerzos y más refuerzos vinieron contra él, estrellándose ante la resistencia del hombre de energías asombrosas, a quien «parecía que le aumentaba las fuerzas la dificultad». Resistió heroicamente en el interior de la fortaleza haciendo «cosas tan dignas de memoria defendiéndose varonilmente que nunca le pudieron rendir»; los musulmanes, «que muertos muchos perdían la esperanza de sujetarle», solo le pudieron capturar cuando «la fatiga del cansancio y hambre, después de haberse defendido durante tres días, le rindió». Aquella lucha titánica fue algo sobrenatural, y ante semejante muestra de coraje los turcos respetaron su vida y le tomaron prisionero esperando obtener por su rescate mejores condiciones en caso de rendir Cefalonia. Restablecidas sus fuerzas, Diego esperó hasta que se inició el asalto final por parte de sus compañeros, momento que aprovechó para escapar de su prisión «a pesar de sus guardas» (Según la tradición popular, Diego arrancó las cadenas de su prisión, echó abajo las puertas del calabozo y arrebató el arma a los centinelas después de acabar con ellos; de una forma u otra, lo cierto es que no fue rescatado y consiguió liberarse de su propia mano) y colaboró en el ataque hasta que se tomó la fortaleza, haciendo «tal estrago en los turcos» que «despedazó tantos como el ejército había acabado».
Fue aquí, en las murallas de Cefalonia, donde comenzó realmente la leyenda de Diego García de Paredes: la pujanza de un hombre de fuerzas increíbles resistiendo tres días contra una guarnición de soldados turcos sólo pudo encontrar semejanza en los relatos de las hazañas de Hércules y Sansón; con ellas lo ligó el comentario de la tropa, siendo conocido a partir de ese momento entre los soldados españoles como El Sansón de Extremadura, el gigante de fuerzas bíblicas, y por aliados y enemigos como El Hércules y Sansón de España.
El Sansón español se cubrió de gloria en los campos de Italia y luchó heroicamente en las memorables batallas de Ceriñola y Garellano en 1503. Durante una de las fases previas de esta última batalla, llevó a cabo la más célebre de sus hazañas bélicas, recogida por las crónicas de la historia e inmortalizada en su leyenda: «hecho tan verdadero, como al parecer increíble» que «acreditó tanto la fama de Diego García, que aún a la posteridad dejó la memoria de aquél tiempo». Paredes se sintió herido en el orgullo tras un reproche del Gran Capitán por una propuesta táctica del extremeño, y cegado por un arrebato de locura, presa de uno de sus famosos humores melancólicos, se dirigió con un montante a la entrada del puente del río Garellano, desafiando personalmente a un destacamento del ejército francés (La tradición cita 2.000 hombres de armas, cifra aparentemente exagerada por la imaginación popular, pero aceptada tanto por José de Vargas Ponce como por Miguel Muñoz de San Pedro). Diego García de Paredes, blandiendo con rapidez y furia el descomunal acero, se abalanzó en solitario sobre sus enemigos y comenzó una espantosa matanza entre los franceses, que solamente podían acometerle mano a mano por la estrechez del paso, ahora repleto de cadáveres, incapaces de abatir al infatigable luchador español, firme e irreducible, sin dar un paso atrás ante la avalancha francesa. Las palabras del Gran Capitán le quemaban, generando en él esta locura heroica: «Con la espada de dos manos que tenía se metió entre ellos, y peleando como un bravo león, empezó de hacer tales pruebas de su persona, que nunca las hicieron mayores en su tiempo Héctor y Julio César, Alejandro Magno ni otros antiguos valerosos capitanes, pareciendo verdaderamente otro Horacio en su denuedo y animosidad». Ni franceses ni españoles daban crédito a sus ojos, comprobando como García de Paredes se enfrentaba en solitario al ejército enemigo, manejando con ambas manos su enorme montante y haciendo grandes destrozos entre los franceses, que se amontonaban y se empujaban unos a otros para atacarle, pero «como Diego García de Paredes estuviese tan encendido en ira…tenía voluntad de pasar el puente, a pelear de la otra parte con todo el campo francés, no mirando como toda la gente suya se retiraba, quedó él solo en el puente como valeroso capitán peleando con todo el cuerpo de franceses, pugnando con todo su poder de pasar adelante». Acudieron algunos refuerzos españoles a sostenerle en aquel empeño irracional y se entabló una sangrienta escaramuza. Al fin, dejando grandes bajas ante la aplastante inferioridad numérica y el fuego de la artillería enemiga, los españoles se vieron obligados a retirarse, siendo el último Paredes, que tuvo que ser «amonestado de sus amigos, que mirase su notorio peligro». «Por su fuerza y valor salió del poder de los franceses, que aquél día le pusieron en muy gran peligro la vida, y cierto nuestro Señor le quiso favorecer y guardar aquél día en particular…librándole Dios su persona de peligro»; «Túvose por género de milagro, que siendo tantos los golpes que dieron en Diego García de Paredes los enemigos…saliese sin lesión». Citan las Crónicas del Gran Capitán que «entre muertos a golpe de espada y abnegados en el río fueron aquél día más de quinientos franceses». La misma cifra de bajas maneja el historiador Tomás Tamayo de Vargas, quien afirma que Paredes «había satisfecho a la ira que le encendieron en su pecho las palabras del Gran Capitán con muerte de quinientos enemigos, que o cayeron a su montante, o en el río huyendo de sus manos».
Diego García, que fue un hombre muy pendenciero y con un sentido del honor al límite, participó en numerosos duelos a lo largo de toda su vida, desde cuchilladas en reyertas de taberna con vulgares fanfarrones y matones hasta duelos concertados, extendidos bajo salvoconducto ante notario, frente a coroneles del ejército español, capitanes italianos o la élite del ejército francés (durante el encierro del ejército español en Barletta, ante la superioridad francesa en las Guerras de Nápoles, se estuvo batiendo en duelo durante sesenta días en liza abierta con caballeros franceses, que llegaron a esquivar las contiendas, a faltar a ellas o a responder que de ejército a ejército se verían en el campo de batalla); todos estos incidentes, que generalmente terminaban con la muerte de uno de los oponentes, tuvieron un vínculo en común: Diego García de Paredes jamás sufrió la afrenta de verse vencido, fue un consumado especialista en este tipo de lances, resultando imbatible para todos sus adversarios, como asegura, entre otros, el reconocido doctor cacereño Juan Sorapán de Rieros, quien afirma que Paredes sostuvo más de trescientos duelos sin ser derrotado:
De todos estos encuentros, tal vez, el más famoso fue el «desafío de Barletta», celebrado en septiembre de 1502, al originarse un torneo caballeresco que enfrentó a once caballeros franceses frente a once españoles, donde los principales paladines de los dos ejércitos defendieron el honor de su patria. Por aquellos días, Diego estaba convaleciente de unas heridas, pero el Gran Capitán fue a su cámara y le dijo que era uno de los elegidos para luchar contra los franceses. Paredes le hizo saber de su estado, pero Gonzalo le replicó que así como estaba participaría en el torneo. Diego García se incorporó, pidió sus armas y aceptó el reto. Un batallón de soldados venecianos guardaba el campo donde iban a lidiar los caballeros, y en cuyos alrededores se situaron los jueces, así como gran número de espectadores. Los paladines de Francia estaban capitaneados por el célebre caballero Pierre Terraill de Bayard. Según las crónicas, la épica lucha duró más de cinco horas. De los españoles fue hecho prisionero Gonzalo de Aller, y de los franceses falleció un caballero a manos de Diego de Vera y otro fue rendido por Diego García de Paredes. Otros siete caballeros franceses fueron desmontados por sus rivales, pero se atrincheraron detrás de sus caballos muertos y los españoles no pudieron terminar de acometerlos, ya que sus propios caballos se espantaban del olor de la sangre de los animales muertos. En este punto, y con la noche encima, los franceses solicitaron detener la disputa, dando a los españoles por «buenos caballeros». A la mayoría de los españoles les pareció conveniente, igualmente fatigados por la interminable contienda y satisfechos al dejar su honor a salvo, ya que habían llevado la mejor parte durante la lucha y habían obtenido el reconocimiento del contrario. Sin embargo, Diego García de Paredes, quien solo concebía la victoria absoluta, no estaba conforme con esta resolución y sentenció que «de aquel lugar los había de sacar la muerte de los unos o de los otros». En una demostración más de sus fuerzas prodigiosas, «con muy grande enojo de ver cómo tanto tiempo les duraban aquellos vencidos franceses», con su caballo gravemente herido y viéndose con las manos desnudas tras romper la lanza y perder accidentalmente la espada, se dirigió a las enormes piedras con las que se había señalado el término del campo y empezó a arrojarlas brutalmente contra los caballeros franceses, ante el asombro de la multitud y de los propios jueces, que parecían rememorar «las luchas de los héroes en Homero y Virgilio, cuando rotas las lanzas y las espadas, acuden a herirse con aquellas enormes piedras, que el esfuerzo de muchos no podían mover de su sitio». Este momento fue aprovechado por los franceses, que «salieron del campo y los españoles se quedaron en él con la mayor parte de la victoria». Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos de Paredes, los jueces del tribunal dictaminaron tablas, sentenciando que la victoria era incierta, de tal manera que a los españoles «les fue dado el nombre de valerosos y esforzados, y a los franceses por hombres de gran constancia».
El 11 de febrero de 1504 terminaba oficialmente la guerra en Italia con el Tratado de Lyon. Nápoles pasó a la corona de España y el Gran Capitán gobernó el reino napolitano como virrey con amplios poderes. Gonzalo quiso recompensar a los que le habían ayudado combatiendo a su lado y nombró a Diego García de Paredes marqués de Colonnetta (Italia). Tras el final de la guerra, Diego regresó a España como un auténtico héroe, aclamado por el pueblo allí por donde pasaba. Sin embargo, fue en su patria donde se encontró con la dura realidad: la ingratitud real. A pesar de que Fernando el Católico le había entregado el marquesado de Colonnetta, Diego García, a quien nadie compraba con títulos nobiliarios, fue uno de los más fervientes defensores de Gonzalo de Córdoba dentro de la atmósfera de intrigas en la Corte, y cuando todos evitaban su cercanía, ahora que parecía caer en desgracia, llegó a defenderle públicamente desafiando ante el mismísimo rey Católico a todo aquél que pusiera en entredicho la fidelidad del Gran Capitán al Monarca.
En el año santo de 1533, tras regresar de hacer frente a los turcos en el Danubio, asistió a la reunión oficial del Emperador Carlos V y el Papa Clemente VII en Bolonia, donde, triste ironía del destino, aquel héroe invicto que burló la muerte bajo mil formas, las más terribles y violentas, durante quince batallas campales, diecisiete asedios e innumerables duelos, que fue asombro y terror de su edad, cuya fuerza no tiene parangón en la historia de la humanidad, falleciera a consecuencia de las heridas recibidas al caer accidentalmente de su caballo en un juego fácil y pueril, al intentar derrocar una débil paja en una pared compitiendo con unos chiquillos. Antes de fallecer, conocedor de que su final estaba cerca tras la fatal caída, «parece que le place a Dios que por una liviana ocasión se acaben mis días», dejó escritas sus memorias: «Breve suma de la vida y hechos de Diego García de Paredes». Cuando lavaron el cadáver antes de ponerlo en el sepulcro, se le halló todo cubierto de cicatrices, consecuencia natural de más de cuarenta años de activa vida militar dedicada al oficio de las armas. Durante su funeral en Bolonia, los soldados «le llevaron en hombros de todos, deseando cada uno hacerle estatuas con su imitación». Los restos del Sansón de Extremadura fueron repatriados a España en 1545 y enterrados en la Santa María la Mayor de Trujillo, donde permanecen en la actualidad.
La naturaleza dotó a Diego de un físico hercúleo y cualidades innatas para el ejercicio de las armas. Su extraordinaria fuerza se complementó con la prodigiosa elasticidad de todos sus músculos: no era el gigante pesado, adiposo, patológico, sino el atleta fuerte, corpulento, proporcionado y enjuto. El autor italiano Massimo D’Azeglio nos hace esta descripción tan acertada de Diego García de Paredes en su novela Héctor Fieramosca (1833):
Diego García de Paredes fue un héroe a un tiempo histórico y legendario, mitificado por el pueblo y enormemente conocido en la España del Siglo de Oro a causa de sus hechos reales. En este proceso de exaltación del héroe, las hazañas que tenemos sobre Paredes se caracterizan por mezclar realidad y fantasía, pues la figura de este trujillano pertenece tanto a la historia como a la tradición escrita y oral. En este sentido, de su fuerza hercúlea hay multitud de anécdotas: Se dice que durante uno de sus galanteos nocturnos arrancó la reja que le molestaba mientras cortejaba a una dama, y para no ensuciar su nombre, seguidamente arrancó todas las demás rejas de la calle, ocultando así la identidad de la joven a la mañana siguiente; cuentan también que arrancó de cuajo la pila de agua bendita de la Iglesia de Santa María la Mayor de Trujillo y se la llevó a su madre enferma para que se santiguase, (esta pila aún se conserva a los pies del templo y asombra por su gran tamaño a todos los visitantes); dicen que detenía con sus manos la rueda de un molino girando a toda velocidad, otras veces detenía con una sola mano la marcha de una carreta de bueyes, y que habitualmente y sin mayor dificultad trasladaba enormes bloques de piedra granítica. Estas historias nos resultan increíbles, la más elemental y pura lógica nos lleva a rechazarlas; sin embargo, las pruebas indudables que dio García de Paredes, recogidas por la más veraz historia, de su arrolladora potencia muscular, nos abren una interrogante dubitativa que concede margen a la posibilidad de un fondo verdadero indudable; de la misma manera, disponemos de documentos históricos totalmente serios que nos cuentan hazañas de García de Paredes, tanto verosímiles como increíbles.
Nadie en vida fue capaz de vencer al Sansón de Extremadura y la memoria de sus hazañas, que en su tiempo asombraron al mundo, se mantuvieron en las mentes y conversaciones de las tropas españolas. No hay duda de que la leyenda de sus hazañas increíbles le cubrió siempre con un inmenso escudo de respeto entre sus enemigos: tales fueron la admiración, el temor y la desesperación que Diego García de Paredes despertó entre sus rivales que llegó a ganar duelos sin necesidad de batirse, como en el caso de Gaspard I de Coligny, futuro Mariscal de Francia, quien se comprometió ante sus camaradas en lidiar con Paredes tras un desaire, pero no tuvo valor para presentarse a la liza donde le esperaba el campeón español, declarado ganador por los jueces. Coligny prefirió perder la honra y conservar la vida.
La fama de Diego García de Paredes no se detuvo a su muerte, y mucho tiempo después su nombre seguía siendo sinónimo de fuerza y valentía. Miguel de Cervantes inmortalizó sus hazañas en su obra universal, El Quijote.
Mendiluze
Subcategoría: Cromlech con cista.
El crómlech de Mendiluze fue descubierto en 1983 en las campas de Legaire, en la Sierra de Entzia, y excavado un año después por el arqueólogo José Ignacio Vegas Aramburu.
En el lugar denominado como Mendiluce, situado al oeste de las Campas de Legaire en la Sierra de Encia (Álava), se excavó en 1984 un círculo de piedras que contenía el depósito parcial de un cuerpo humano incinerado y restos de ajuar. Se dató en el 750 AC y se atribuyó a la Edad del Hierro. El círculo de 10,35 m de diámetro lo forman 4 menhires situados en cuatro puntos desviados 29º 30´ de los actuales cardinales y entre 70 y 80 piedras
El monumento tiene cerca de 2700 años de antigüedad. En él fueron enterrados los habitantes de la zona.
Se trata de un círculo de 10,35 m de diámetro formado por cuatro menhires de 3 / 2,30 / 1,80 y 1,20 m de altura y entre 70 y 80 piedras de diferentes tamaños pero siempre más pequeñas que los menhires y simplemente dispuestas y no hincadas.
Se vació el interior del círculo hasta la roca base dividiendo el área del círculo en cuadros de 2×2 m sacando la tierra de los 40 primeros cm en capas de 10 cm y el resto, hasta llegar a la roca base, de una vez. La zona excavada fue de unos 130 m2 y se extrajeron cerca de 60 m3 de tierra.
En el centro del círculo existía una cista de forma tendente a circular. Todas las piedras son calizas del terreno.
En el centro aproximado del círculo se reconoció, a partir de los 14 cm desde la superficie, un depósito de huesos quemados y carbones. Se encontraron en el interior de una estructura de piedras, en su mayoría de pequeño tamaño y que no cerraban por completo el perímetro, cuya forma geométrica resulta difícil de definir, pero que podríamos considerar como circular con un diámetro interior de 1,60 m.
Se excavó con gran meticulosidad dividiendo el área de la posible cista en cuadrados de 5×5 cm y extrayendo capas de 4 cm.
Los restos obtenidos fueron estudiados por Francisco Etxeberria determinando que se trataba de parte de las cenizas (153 grs) de un individuo del género homo, probablemente masculino, que fue totalmente incinerado a una temperatura estimada de unos 600º C.
Don Reinhoudt
Donald Reinhoudt (nacido el 6 de marzo de 1945) es un potencista y strongman estadounidense. Tras obtener un título en finanzas, Reinhoudt comenzó a trabajar como contador.
Durante su adolescencia Reinhoudt fue un jugador de baloncesto y fútbol americano, además de practicar lanzamiento de peso.
Don comenzó a levantar pesas a los 18 años, cuando jugaba como defensor para su colegio. Además de jugar fútbol americano Reinhoudt practicaba atletismo.
Más tarde Don compitió en seis campeonatos de halterofilia, incluido un campeonato nacional de 1967.
Don Reinhoudt comenzó a participar en powerlifting en 1969.
En 1972 Reinhoudt quedó en 3.er puesto en el campeonato internacional de ese año, logrando un total de 975 kg. Entre 1973 y 1976 quedó en 1º puesto en el campeonato internacional de powerlifting, y ganó el título de EEUU en esos años. Fue el primer hombre en superar el total de 1100 kg.
En este tiempo Reinhoudt medía 1.90 m y pesaba 145 kg.
Resultados en powerlifting
Campeonato mundial de 1972
Sentadilla: 376 kg, Press: 267 kg, Peso muerto: 331 kg
Campeonato IPF DE 1973
Sentadilla: 407 kg, Press: 263 kg, Peso muerto: 362.5 kg
Campeonato IPF DE 1974
Sentadilla: 410 kg, Press: 252 kg, Peso muerto: 375 kg
Campeonato IPF DE 1975
Sentadilla: 400 kg, Press: 260 kg, Peso muerto: 380 kg
Campeonato IPF DE 1976 +110 kg
Sentadilla: 390 kg, Press: 252.5 kg, Peso muerto: 372.5 kg
Strongman
Don Reinhoudt comptió tres veces en el hombre más fuerte del mundo, en la primera competición, en 1978, quedó segundo. En esa ocasión ganó Bruce Wilhelm, pero al año siguiente Reinhoudt ganó la competición superando al joven Bill Kazmaier.
En la competición de 1980 Reinhoudt se desgarró el bíceps y debió abandonar la competición.
Mayburgh Henge
Subcategoría: Henge con monolito.
El Mayburgh Henge es un monumento prehistórico grande, en el condado de Cumbria en Inglaterra del norte. El Mayburgh Henge está en las afueras del pueblo del Puente de Eamont cerca de la confluencia de los Ríos Eamont y Lowther alrededor de 1 milla al sur de Penrith, sólo a unas cientos de yardas de la autopista M6.
Consiste en un banco circular, construido solo usando piedras de adoquín de los ríos cercanos. El banco está a la altura de 15 pies (6.5 metros) altos, y 50 metros a través de su base con un diámetro de alrededor de 383 pies (117 metros). Contenido dentro de ello es un monolito solo de 9 pies (2.8 metros) altos. Coronado por los árboles, el banco varía de 8 a 16 pies de altura y es interrumpida por una única entrada hacia el este hacia la Ronda de King Arthur’s Table, un pequeño Henge a unos 400 metros de distancia.
Según Thomas Pennant, a principios del XVIII siglo hubo cuatro piedras permanentes en el centro (marcadas en su plan de 1769, mostrado aquí), y unos cuatro adicionales en la entrada, pero su contemporáneo Robert Hutchinson, escribiendo en 1773, dieron una versión ligeramente diferente:
“Los habitantes en la vecindad dicen, que dentro de la memoria de hombre, otras dos piedras de la naturaleza similar, y colocado en una especie de figura angular con la piedra que ahora permanece, debían ser vistas allí, pero cuando ellos eran hirientes a la tierra, fueron destruidos y quitados.”
Ninguna excavación apropiada ha sido hecha en Mayburgh, entonces esto es difícil hasta ahora los henge con cualquier certeza, pero la presencia de hachas Neolíticas y de Bronce encontradas cerca del sitio indican una fecha en la Edad Neolítica o de Bronce. En 1992 una revisión de magnetómetro fue realizada por Revisiones Geofísicas de Bradford y Herencia inglesa, para confirmar cualquier ajuste de piedra dentro del interior y tasar la presencia de una zanja, interna o externa.
No hay ninguna explicación obvia de por qué Mayburgh fue construido, pero el hecho que está cerca de la confluencia de los ríos Lowther y Eamont han dado ocasión a la teoría que era una vez un centro comercial en una ruta para el comercio de hacha de piedra de la fábrica de hacha Neolítica en Langdale.
El Consejo de Artes de Edén erigió un obelisco de granito cerca, llamado “la Piedra de Milenio” para marcar el año 2000.
Está probablemente construido en medio 2000 a 1000 A.C., y puede haber sido un lugar de reunión para una comunidad prehistórica grande.
El Mayburgh Henge piedra central con la Cruz Se cayó y el Pennines a la distancia.
Donald Dinnie
Donald Dinnie (1837-1916) era un hombre fuerte escocés, nacido en Balnacraig, Birse, cerca de Aboyne, Aberdeenshire. Ha sido reconocido como “Atleta más grande del siglo XIX”, la carrera atlética de Dinnie abarcó más de 50 años, y más de 11,000 competencias exitosas.
Donald Dinnie, el hijo de un cantero, ganó su primer evento deportivo, a la edad de 16, en el cercano pueblo de Kincardine O’Neil. Derrotó al local de la lucha libre fuerte de David Forbes, y se llevó el primer lugar que incluía £ 1 recompensas. En 1860, Dinnie emprendió una hazaña de fuerza que iba a dar a luz a un legado duradero. Llevaba dos rocas, con un peso combinado de 775 libras (352 kg), por una distancia de unos 5 metros (4,6 m), a través del Puente Potarch y la espalda. Cada piedra tenía un anillo de hierro fijada a la misma, por lo que los andamios se podrían unir a partir del cual los trabajadores podrían reparar el puente, sobre el río Dee cerca de Kincardine O’Neil. Las piedras originales se encuentran ahora fuera del Potarch hotel del siglo XVIII, en la orilla sur del río por el puente de Potarch.
A medida que pasaba el tiempo, se convirtió en un atleta en todos los aspectos, el cultivo y la construcción de sus habilidades durante un reinado de 20 años como campeón de Escocia (1856-1876). Se destacó en carrera, obstáculos, de largo y salto de altura, salto con pértiga, poniendo la piedra, lanzamiento de martillo, lanzamiento de tronco y la lucha libre. La comparación de sus mejores actuaciones, que tuvieron lugar mucho antes de los Juegos Olímpicos de Atenas de 1896, nos lleva a imaginar que fuera capaz de ganar siete medallas de oro, una de plata y una medalla de bronce. Sin embargo, en 1896, Dinnie se acercaba el ocaso de su carrera deportiva.
Dinnie era una superestrella del siglo XIX, con amplia fama, el éxito y la riqueza. Dinnie ostentaba el título de “Campeón Mundial Wrestler”, y obtuvo los títulos no oficiales de “Atleta Más Grande del Mundo”, y “El hombre más fuerte del mundo”. Él era tan conocido que los “proyectiles de artillería pesada en la Primera Guerra Mundial se apodan ‘Donald Dinnies’. Este hombre trajo el miedo en el Estados Unidos. No sólo por intimidar a los hombres fuertes de América, pero además también capturó la mayor parte de la atención del mundo también. Sus logros documentados en todo el mundo consisten en “2.000 concursos de lanzamiento de martillo, más de 2.000 combates de lucha libre, 200 concursos de levantamiento de pesas, y cerca de 500 eventos de carreras y vallas. También hizo una buena vida a todo esto, al ganar al menos £ 25.000 en su carrera, una suma eso sería un valor aproximado de EE.UU. $ 2.500.000 en la actualidad. Y hasta el día de su imagen continúa para promocionar productos comerciales en Escocia”.
Como atleta más grande de Escocia, Dinnie compitió en dieciséis temporadas de Highland Games en su tierra natal. La primera vez que realizó una gira por los Estados Unidos Caledonian Circuito en 1870. En ese año se ganó una fortuna. Dinnie, después de treinta y tres, se titulaba “El atleta más grande del siglo XIX”. Sin embargo, otros lo despreciaban y criticó Dinnie por su increíble fuerza. Continuó de gira, y en su 60 º año que estaba en Nueva Zelanda y Australia como un atleta profesional de éxito.
Donald siguió participando en los cines y en juegos de la montaña como un juez, o en eventos de veteranos, hasta 1912. En 1903 Robert Barr le invitó a respaldar su refresco Hierro Brew, utilizando la imagen de Donald en la etiqueta con Donald proclamando: “Puedo recomendar de BARR IRN BRU a todos los que deseen aspirar a la fama atlética, firmó Donald Dinnie, todo tipo de atleta campeón del mundo”. Más tarde en la vida de Donald luchaba financieramente, y en sus años 70 todavía estaba actuando como un hombre fuerte en Londres. Su acto fue apoyar una plataforma a partir de una tabla de gran tamaño, mientras que dos de los montañeses bailaban en él. Finalmente autoridades de Londres terminó su licencia de realizar debido a su avanzada edad. Para ayudar con su situación, se organizó un concierto benéfico que proporcionó a Dinnie con una pequeña pensión.
Donald y su familia vivieron en Glasgow, donde poseían un restaurante de pescado y chip y salón de té en el Govan área. Luego vivieron durante 2-3 años en Newcastle, antes de asentarse finalmente en Londres, donde Dinnie murió en 1916, a la edad 78 años. En los Estados Unidos, The New York Times elogió en la columna de obituarios del periódico.
En 2002, Donald Dinnie fue instalado en el Palacio de Deportes de Escocia de la Fama en Edimburgo. Relativa Gordon Dinnie de Donald aceptó un trofeo de cristal tallado en nombre de Donald. Gordon Dinnie también todavía posee un original de astracán coraza que lleva 19 medallas ganadas por Donald Dinnie 1860-1896. A 23 pulgadas (58 cm) talladas estatuilla de Donald Dinnie, grabado con las palabras “Presentado a Donald Dinnie, Campeón Atleta En La apreciación de su destreza atlética, por sus Scotch Amigos, En Newcastle 1870 “, se encuentra en la Galería de Arte Aberdeen, junto con muchas de las medallas de Dinnie.
Títulos
- Campeón Mundial Wrestler
- Campeón de Escocia;1856-1876
- El hombre más fuerte del mundo
- Atleta Más Grande del Mundo
Algunos de sus más famosas hazañas incluyen (Willoughby 542):
- jerk apretó un par de mancuernas de 56 libras para 52 repeticiones
- llevado las piedras Dinnie (uno era £ 445 y las otras 340 libras) 10 yardas
- llevar una piedra 22 libras 42’3″, y piedra de 18 libras 44’8″ y una libra de piedra 52 ’14
- hizo un gran salto en carrera (tijeras estilo) de 5’11 “
- hizo un amplio salto en carrera de 20’1 “
- hizo un salto, paso y saltar de 44′
- corrió los cien en 10,4
- 168 libras una arrancada del brazo (grande)
- 252 libras de dos manos de todos modos (grande)
Maumbury Rings
Subcategoría: Henge.
Maumbury Rings, south of Dorchester, Dorset, England
Las excavaciones entre 1908 y 1913 indicaron el origen de este sitio para ser henge neolítico. Había una amplia zanja dentro del banco circular, con una serie de ejes afilados aproximadamente 3 metros aparte (parece que 45 en total). La excavación de ocho de los ejes reveló que estuvieron deliberadamente llenos, algunos cráneos de ciervos rojos que contienen (o fragmentos de cráneo) objetos de creta esculpidos.
El banco henge es casi circular, con un diámetro de más de 100 metros, la parte interna de 85 m. Tiene una sola entrada al nordeste. Una piedra derecha estuvo de pie en la entrada de henge (registrado en el siglo XVIII).
Como muchos otros sitios antiguos fue adaptado más tarde, primero por los romanos para formar un anfiteatro. Durante los siglos 17 y 18, el henge fue usado como un sitio de ejecución, con 80 rebeldes de la Rebelión Monmouth que encuentra sus muertes allí. Presentando en la novela de Thomas Hardy el Alcalde de Casterbridge como un lugar de los enfermos presagio, hoy Maumbury Suena es usado para conciertos, festivales y nuevas promulgaciones históricas. Luego se remodeló durante la guerra civil inglesa cuando fue usado como una fortaleza de artillería, guardando el acercamiento del sur a Dorchester.
Edward Aston
Nacido en la localidad de Yeadon, Yorkshire, Inglaterra, en 1884, Edward Aston comenzó a levantar pesas a la edad de diez.
En la cima de su carrera se puso 5 ‘7 3/4 “de altura, pesaba 170 lbs., y tenía manos grandes poderosas.
Tomó el mundo de la fuerza por asalto al ganar el campeonato de Peso Medio de levantamiento de pesas, en el mundo de Maxick el famoso Hércules bávaro en Granville Music Hall, Watham Green, Fulham, Londres, el 4 de agosto 1910.
En 1913, en el Palacio de Cristal de Londres, hizo un Aston Mano Derecha. De todos modos (una mano “hasta el final”, de pie en la barra final al hombro, de 300 1/2 libras.
Ese mismo año en París, hizo un Dos Manos peso muerto de 496 libras., en una barra de 2 1/4 “con un agarre.
En 1911, Edward Aston ganó el título de “hombre más fuerte de Gran Bretaña”, al derrotar al gran Thomas Inch en un partido de desafío. Aston conservó el título durante los próximos 23 años y se retiró invicto. Aston fue el primer inglés en levantar 300 libras, sobre la cabeza con una mano y le vendría bien un fragmento de un brazo con 180 libras, así como de un brazo limpia para el hombro con 250 libras. Edward Aston levantó 496 libras en una barra de 2,25 pulgadas de espesor con un agarre en pronación – una tremenda hazaña de la fuerza de agarre. Escribió el curso grip ‘Cómo desarrollar un apretón de gran alcance’ en 1946.
En otra ocasión, durante un desafío en un acto de teatro de variedades, que recogió de Apolo (Wm Bankier) saco de harina de £ 280, lo puso en su espalda, y caminó fuera del escenario! Vide Press declaró que él era “mayor fortaleza atleta de Inglaterra nunca!” Aston recorrió las salas de música durante años con su acto de hombre fuerte.
Fue muy respetado por su honestidad en el espectáculo y que con frecuencia salta la etapa de muchos un hombre fuerte, bajo mano profesional exponerlos para el uso de accesorios falsos o pesos que eran menos que el peso en libras afirmó.
Aston era un gran fan de entrenamiento del agarre. Se puede decir esto con bastante facilidad por el tamaño de sus malditos antebrazos en sus cuadros. Peso muerto con 500 libras en una barra de espesor 2 y 1/2 pulgadas con un agarre en pronación doulbe. Eso es casi el triple de peso corporal de doble rizo en una barra gruesa. Escribió un libro llamado “Cómo desarrollar un fuerte apretón” que puede hacerse con el Kindle. Mientras que su más orientado hacia el hombre promedio que el levantador de pesas es está lleno de ejercicios más básicos como apretar una rubberball y arrugando el papel, lo que hace dar lo que creo que es realmente el secreto de su fuerza de agarre.
En el cambio de siglo la mayoría de los pesos y pesas fueron hechas típicamente con un mango grueso de alrededor de 2 pulgadas de diámetro. Esto no se debía a que los fabricantes de mancuerna todos habían leído la formación de los dinosaurios, sino porque sencillo no podían hacer una barra delgada suficientemente fuerte como para manejar cualquier cantidad decente de peso. Así Aston junto con todos los otros levantadores de esos días regularmente formados con barras gruesas manejados de manera predeterminada y que tuvieron que construir un agarre fuerte para manejar cualquier cantidad sustancial de peso. Más tarde, se mejoró la tecnología de las barras. Observaciones lo fácil que es realizar elevaciones como el brazo desnudo con un 3/4inch gruesa barra de saltador que los habituales de espesor. Formación bar Grueso se ha vuelto más popular en los últimos años con tipos como Brooks Kubik empujándolo, así como empresas como FAT Gripz hacer sus propios mangos para encajar en las barras regulares.
Aston informó en su libro levantamiento de pesas moderna: Y ¿Cómo ganar fuerza que algunos de sus mejores ascensos preferidos incluyen:
- Con una sola mano limpia y prensa de 243lbs
- Con una sola mano limpia para el hombro de 250 libras
- A dos manos limpias de 282lbs
- sacudida de dos manos de 311lbs
- arrancada con una sola mano de 180 libras
“Esta fotografía de las últimas posiciones para el” tirón una parte limpia”. El señor Aston es sin duda el máximo exponente de esta posición. Él se ha retirado en 250 lbs. En este estilo. Tenga en cuenta la distancia desde el suelo hasta la barra, es de hecho muy corto. el quince por ciento más de peso puede ser levantada en esta posición que en el viejo estilo de poner el codo sobre la cadera “.
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