Pascual
Wadi el-Hol inscripciones
Subcategoría: escritura ideográfica
Las inscripciones de Wadi el-Hol (en árabe وادي الهول ‘Barranco del Terror “Wādī al-Hawl) fueron esculpidas en los laterales de piedra del desierto, entre una antigua zona militar y la carretera que une el comercio de Tebas y Abydos, en el corazón de Egipto. Se encuentran en una rambla en el Qena curva del Nilo, a aprox. 25 ° 57’N 32 ° 25’E, entre las decenas de inscripciones hieráticas y jeroglífica. Las inscripciones son gráficamente muy similares a las inscripciones Serabit, pero muestran una mayor influencia jeroglífica, como un signo para un hombre que aparentemente no se lee en orden alfabético.
Las huellas de los 16 y 12 caracteres de inscripciones de los dos Wadi el-Hol:
H 1 es una figura de la celebración [Gardiner A28], mientras que el H 2 es o bien la de un niño [Gardiner A17] o de la danza [Gardiner A32]. En este último caso, H 1 y H 2 pueden ser variantes gráficas (por ejemplo, dos jeroglíficos utilizados tanto para escribir la palabra cananea hillul “júbilo”) en lugar de consonantes diferentes.
Los jeroglíficos que representan la celebración, un hijo, y el baile, respectivamente. El primero parece ser el prototipo de 1 h, mientras que los dos últimos han sido sugeridos como el prototipo de 2 h.
La historia de la escritura, uno de los mayores descubrimientos de la humanidad, es fascinante y está llena de misterios y de sorpresas. Una de las últimas la acaba de proporcionar el hallazgo en un remoto paraje de Egipto del que parece ser el ejemplo más antiguo conocido hasta la fecha de escritura alfabética.
Se trata de dos inscripciones en piedra caliza datadas entre el 1900 y el 1800 antes de Cristo, es decir, anteriores en cerca de dos siglos a los textos protocananeos hallados en la zona siriopalestina y que eran considerados los más antiguos.
La escritura alfabética protosinaítica y la escritura alfabética protocananea, era la más antigua de su clase hasta el nuevo hallazgo en Egipto. El descubrimiento de las inscripciones, que aún no han sido descifradas, lo han realizado egiptólogos norteamericanos que exploraban antiguas rutas caravaneras en el desierto, entre Tebas y Abydos, según informaba en su edición de ayer el Herald Tribune. En un paraje perdido de la mano de Dios conocido como Wadi el Hol, el profesor John Coleman, de la Universidad de Yale, y su esposa Deborah, ambos egiptólogos, hallaron muros de piedra caliza con grafitos, que han sido luego estudiados por especialistas en escritura antigua.
Sin embargo, nuevas inscripciones halladas durante el verano de 1998 por el egiptólogo John Darnell han obligado a replantear algunos aspectos de la teoría actual sobre el origen de nuestro alfabeto. Darnell las encontró fortuitamente, mientras realizaba una investigación en una región denominada “Valle de los Horrores” (Wadi el-Hol), junto a una carretera que enlazaba Tebas y Abydos.
Como no era experto en escritura antigua, el egiptólogo se limitó a fotografiar la roca y a presentar las imágenes a Chip Dobbs-Allsopp, un especialista en escritura de la Edad del Hierro. Fue este último quien, tiempo después, se dio cuenta de su verdadero valor y antigüedad. Las dos inscripciones, analizadas por expertos de la Johns Hopkins University, la Yale University, el Princeton Theological Seminary y el West Semitic Research Project (EE.UU.), fueron escritas alrededor de 1900 a.C. o quizá antes.
Las formas y ángulos de los glifos (dibujos) son semejantes a graffittis hieráticos de alrededor del año 2000 a.C. El nuevo descubrimiento sugiere que el alfabeto fue inventado al menos dos siglos antes por gente que dominaba la lengua semítica y vivía o trabajaba en Egipto. En 2004 otro equipo de científicos se encargó de fotografiar y documentar las inscripciones. Hasta el momento no ha sido posible completar una interpretación literal de las mismas, si bien se han encontrado en ellas rasgos semíticos claros, como las palabras “dios” y “jefe”, así como otros representativos de esta lengua.
El Árbol egipcio
Los antiguos egipcios describieron el cielo como un inmenso árbol que sombreaba la tierra, las estrellas eran sus frutos y hojas y los dioses, como estrellas, se balanceaban en sus ramas. Estos frutos guardan en eterna juventud a los dioses y a las almas de los muertos elegidos.
En la mitología egipcia, en la Enéada de Heliópolis, la primera pareja, aparte de Shu y Tefnut (humedad y sequedad) y Geb y Nut (cielo y tierra), son Isis y Osiris. Se dice que surgieron de la acacia de Saosis, que los egipcios consideraban el “árbol de la vida”, refiriéndose a él como “el árbol en el que se encerraba la vida y la muerte”. Un mito muy posterior, cuenta cómo Seth mató a Osiris, colocándolo en un ataúd, y arrojándolo al Nilo. El ataúd llegó a ser embebido en la base de un tamarisco.
El Sagrado Sicomoro de los egipcios también estaba en el umbral de la vida y la muerte, conectando los dos mundos.
Kryptos
Subcategoría: escritura criptográfica.
Fotografía de la escultura ubicada en el cuartel general de la CIA en Langley, Virginia (Imagen de Jim Sanborn)
Kryptos es una escultura instalada en el exterior de las oficinas de la CIA en Langley, Virginia desde 1990. Fue encargada por la CIA al escultor Jim Sanborn.
Está hecha de bronce y tiene 4 m de altura, en forma de S como una hoja saliendo de una impresora. Contiene varios cientos de caracteres en los que se ocultan cuatro mensajes cifrados. Estos mensajes están escritos en inglés y contienen errores gramaticales intencionados y son un acertijo.
Hasta el (2005), sólo tres de los cuatro mensajes han sido descifrados. David Stein, un analista de la CIA y Jim Gillogly un informático californiano fueron los primeros en descifrarlos. La última parte, compuesta de 97 ó 98 caracteres (dependiendo de si en el texto se incluye o no el signo de pregunta entre esta sección y la anterior), no ha podido ser resuelta aún.
Además de la escultura principal (La “S” de bronce), se encuentran dispersas en la zona varias piezas con más partes del código, como fragmentos de piedra inscritos con código Morse parcialmente enterrados.
Texto de la escultura
http://dlerch.blogspot.com/2008/05/la-escultura-kryptos.html
Kryptos es la primera escultura criptográfica hecha por Sanborn. Después Kryptos, sin embargo, él se encendió hacer varias otras esculturas con códigos y otros tipos de escritura, incluyendo una llamaron Antipodes que está en el Museo de Hirshhorn en Washington, la C.C., un “pedazo de Untitled Kryptos” que fue vendido a un colector privado, y a Proyector cirílico con cifrado Ruso texto, que incluyó un extracto del clasificado KGB documento. La cifra en un lado de Antipodes repite el texto de las Cia Kryptos. La cifra en su lado ruso se duplica en Proyector cirílico. La porción rusa de la cifra en Proyector cirílico y Antipodes fue solucionado en 2003 vía un esfuerzo internacional organizado cerca Elonka Dunin, con el componente criptográfico agrietado independientemente por las balas francas de Corr y de Mike.
A Sanborn le tiene algo frustrado tanta espera. “Pensé que este acertijo sería descubierto en un tiempo bastante más corto”, confiesa al Times. En 1999 se consiguió dar sentido a en torno a un millar de los caracteres, que son los que configuran tres de las leyendas. Para facilitar despejar la incógnita, el artista ofrece el significado de una serie de seis caracteres –NYPVTT–, que una vez descifrados se leen como Berlín. Todavía quedan otros 91 y sus órdenes correspondientes por determinar. Los expertos empeñados en esta tarea se felicitan por la ayuda, aunque reconocen que aún falta mucho trecho. Es el texto más corto de todos y, a su vez, el más complejo.
El Árbol del Conocimiento
Un mármol bajorrelieve por Lorenzo Maitani en la Catedral de Orvieto, en Italia, retratando a Eva y el Árbol
El árbol del conocimiento del bien y del mal, también llamado árbol de la ciencia del bien y del mal, es presentado como el instrumento de la caída de Adán.2 A diferencia del árbol de la vida (ver más adelante) que se presenta como unidad, el árbol del conocimiento del bien y del mal presenta una dualidad.
El conocimiento del Árbol
El mayor conocimiento adquirido fue la capacidad moral: los seres humanos comenzaron a juzgar si los hechos eran buenos o malos (como la desnudez natural) y se dieron cuenta de las consecuencias de sus actos (se sintieron avergonzados). El acto de desobediencia abrió los ojos de Adán y Eva al mal.
El origen del nombre
Gordon y Rendsburg5 han sugerido que la frase “טוֹב וָרָע”, traducida como bien y mal, es un merismo, una figura retórica en la cual un par de opuestos son usados juntos para crear una idea de totalidad (como en la frase “soy Alfa y Omega”, que significa que lo es todo). Ellos conjeturan a partir de esto que árbol del conocimiento del Bien y el Mal significa Árbol del Conocimiento Total. Este significado puede también verse en traducciones alternativas como Árbol del conocimiento, tanto del bien como del mal.
Ambos árboles en el libro de Enoc
En el libro de Enoc, Enoc hace una descripción del paraíso, con numerosos árboles, entre ellos menciona al “árbol del conocimiento del bien y el mal” con el nombre del “árbol de la sabiduría”. El árbol estaba ubicado al lado del Paraíso de Justicia, en un lugar con árboles numerosos en exceso y grandes, diferentes unos de otros, en donde destaca un árbol distinto de todos los demás, muy grande, bello y magnífico, el árbol de la sabiduría. El árbol es descrito tan alto como un abeto, sus hojas se parecen a las del algarrobo y su fruto es como un racimo de uvas, muy bonito; y con una fragancia que penetra hasta muy lejos, Igualmente se menciona que los que comen de su fruto aprenden gran sabiduría. En esta descripción, Remiel le menciona igualmente a Enoc que:
Es el árbol de la sabiduría, del cual comieron tu primer padre y tu primera madre y aprendieron la sabiduría y sus ojos se abrieron y comprendieron que estaban desnudos y fueron expulsados del jardín del Edén.
Lineal B
Subcategoría: escritura ideográfica.
Lineal B es el sistema de escritura usado para escribir el griego micénico, desde el 1600 hasta el 1110 a. C. Precedió en varios siglos al uso del alfabeto para escribir la lengua griega. El lineal B consiste de signos silábicos, es decir, que cada uno de los signos representa una sílaba, y de un gran número de signos ideográficos.
En 1900, sir Arthur Evans encontró los primeros vestigios en Cnosos (Creta).
El arquitecto inglés Michael Ventris descifró este sistema de escritura en julio de 1952. M. Ventris llevaba investigando desde joven y en 1940, con sólo 18 años, publicó su primer artículo sobre la materia, titulado Presentación de la lengua minoica.
El desciframiento fue posible debido a tres factores:
• la reunión de un gran volumen de material (unos 30.000 signos),
• el uso de un método sistemático de chequeo (cuadrícula silábica) con el que analizaba la repetición de signos, y
• la casualidad de que la lengua escrita en lineal B era un antepasado del griego, una lengua sumamente atestiguada y conocida por los filólogos.
En 1950 Ventris ya había identificado 9 signos, había detectado el empleo las vocales muertas y el parecido del lineal B con el silabario chipriota. El desciframiento de Ventris se completó con la ayuda de John Chadwick, profesor de Cambridge y filólogo especialista en griego arcaico, y con las aportaciones de otros estudiosos (Alice Kober, Emmet L. Bennet Jr., etc.).
El mismo Ventris anunció el desciframiento en la radio BBC en Londres en 1952. Su alocución fue seguida por John Chadwick, quien se animó a colaborar con él. El desciframiento fue corroborado por el arqueólogo Carl Blegen, quien poseía una tablilla desconocida para Ventris (PY Ta 641) y cuya interpretación, según el entonces reciente descubrimiento, fue sorprendentemente exacta.
El periodo de implantación del Lineal B estaría situado antes del Heládico Reciente I (momentos anteriores al 1600 a. C.), cuando la cultura micénica estaba más en auge, pues parece ser que ya en el Minoico Reciente III estaba plenamente desarrollada a nivel lingüístico y paleográfico. Sabemos con seguridad de su uso durante el 1300 a. C. en Pilos, Micenas, Tirinte, Tebas, La Canea y Cnosos.
Acordar el lugar en el que fue creado este sistema de escritura es controvertido, pues para algunos investigadores su lugar de origen se encontraba en Creta y para otros en la Grecia continental. No se ha hallado ningún vestigio arqueológico ni paleográfico distintivo en ninguno de los dos lugares que permita a los estudiosos posicionarse definitivamente.
La finalidad de prácticamente todas las inscripciones que tenemos era la de registrar la administración del palacio durante un periodo de un año. Cuando pasaba el año administrativo, se destruían las tablillas y se comenzaba de nuevo. Tenemos, sin embargo, algún caso de tablillas que aún se guardaban del año anterior.
Las tablillas son listas de compras, ventas o entregas de productos manufacturados o materias primas (prendas, bronce, aceite…), de ganado o de esclavos a particulares, talleres u otros palacios, inventarios (de armas, carros, caballos…), ofrendas a deidades o a santuarios (de miel, vino…), listas de trabajadores de palacio, su trabajo y remuneración etc.
A pesar de que los textos son monótonos, nos han ayudado a conocer de primera mano aspectos de una sociedad anterior a la griega arcaica, de la que tenemos muchos más datos. Con estas listas hemos podido descubrir cómo funcionaba el gobierno de esta cultura, los tipos de trabajos dentro del palacio, cómo era su economía, nombres de los principales dioses, tipos y partes de armaduras y carros, valor de las unidades de medida, fases de elaboración de algunos objetos manufacturados, nombres de territorios, fiestas populares, nombres de meses (pero en muchos casos no tenemos mayor información que el propio nombre), etc.
No hay ningún tipo de inscripción de tipo literario, ni parece una posibilidad muy viable por el tipo de escritura que es el Lineal B que las haya habido.
“Lineal B” quizás no sea un nombre muy romántico para un tipo de escritura. Tampoco lo es el de su posible predecesora, la lineal A. Pero obviamente estos no serían los nombres que usarían para designarlas sus hablantes, los habitantes de la Grecia continental y la isla de Creta de las épocas minoica (3000-1600 a.C.) y micénica (1600-1100 a.C.).
La lineal B, concretamente, apareció hacia el 1600 a.C. como evolución de la lineal A, según coinciden muchos investigadores. De los 87 símbolos que la componen, 64 provendrían de la lineal A y el resto, 23, serían de creación propia.
Se trata de una escritura silábica, donde cada símbolo representa dos sonidos, normalmente una consonante seguida de una vocal. También cuenta con algunos ideogramas que representaban palabras enteras muy utilizadas: hombre, mujer, oro, vaca, etc.
El Árbol de la Vida
EL Árbol de la vida representado en la Cábala, conteniendo al Sephiroth.
La historia de este árbol también está relatada en el Génesis, entre los capítulos 2 y 4. El segundo de los árboles ofrecía la vida eterna a quien lo comiese. Luego del “pecado original”, Dios expulsa a Adán y Eva del Paraíso para evitar que comiesen de él. Los Árboles de la vida son símbolos presentes en muchas mitologías.
El árbol de la vida en el Apocalipsis
Se hace una descripción explícita sobre el árbol de la Vida en el libro del Apocalipsis, en el Nuevo Testamento, donde se dice que al vencedor se le dará de comer del árbol de la vida que “está en medio del paraíso de Dios” (Apocalipsis 2:7). Igualmente se menciona que está ubicado en medio de la calle de la ciudad, en la cual a uno y otro lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones (Apocalipsis 22:2).
Ambos árboles en el libro de Enoc
En el libro de Enoc, Enoc hace una descripción del paraíso, con numerosos árboles, entre ellos menciona al “árbol del conocimiento del bien y el mal” con el nombre del “árbol de la sabiduría”.
Igualmente se menciona detalladamente en el paraíso un árbol que proporciona vida, siendo lo más posible la descripción del “árbol de la Vida”. Enoc lo describe como un árbol rodeado por árboles aromáticos, el cual supera a los demás árboles en altura a la manera de un trono. Ese árbol presentaría un perfume que exhala una fragancia superior a cualquiera y sus hojas, flores y madera no se secan nunca, y presenta un fruto hermoso que se parece a los dátiles de las palmas. En esta descripción, Miguel, que estaba encargado de esos árboles, le menciona igualmente a Enoc que:
Esta montaña alta que has visto y cuya cima es como el trono de Dios, es su trono, donde se sentará el Gran Santo, el Señor de Gloria, el Rey Eterno, cuando descienda a visitar la tierra con bondad. No se permite que ningún ser de carne toque este árbol aromático, hasta el gran juicio cuando Él se vengará de todo y llevará todas las cosas a su consumación para siempre, pero entonces será dado a los justos y a los humildes. Su fruto servirá como alimento a los elegidos y será trasplantado al lugar santo, al templo del Señor, el Rey Eterno. Entonces ellos se regocijarán y estarán alegres; entrarán en el lugar santo y la fragancia penetrará sus huesos; y ellos vivirán una larga vida, tal y como la que sus antepasados vivieron. En sus días no los tocará ningún sufrimiento ni plaga ni tormento ni calamidad.
Enoc 25:2-6
Lineal A
Subcategoría: escritura ideográfica.
En el año 1900, un gran número de tablillas de arcilla que datan de 1800 aC se descubrió en Creta. Las tabletas parecen usar dos tipos diferentes de secuencias de comandos, los cuales fueron nombrados “Lineal A” y “B”. Lineal B fue descifrado por último, en la década de 1950. Lineal A sigue sin resolverse.
Tablilla con escritura lineal A encontrada en Akrotiri, Santorini.
El lineal A es una escritura de la civilización minoica de Creta. Se empleó del siglo XVII al XV a. C para escribir el idioma eteocretense. La escritura sólo ha podido ser descifrada en una pequeña parte.
Se conocen aproximadamente 70 caracteres silábicos, 100 caracteres con significado propio (que se combinan en parte con los caracteres silábicos y han podido ser determinados así) y diversos signos de cifras. Comparte al menos 55 caracteres con su contemporánea la Lineal B.
Se ha llamado a la lengua escrita con este sistema minoica o eteocretense, lengua que nos es desconocida. Aunque la lengua eteocretense nos es desconocida y no se ha podido incluir en ninguna familia de lenguas, se ha deducido el valor de muchos de los signos por medio de la comparación con el lineal B, de forma más o menos segura. La gran cantidad de signos logográficos permite deducir el contenido de los textos encontrados. Las notas grabadas en tablillas de barro servían para la administración, lo que permite entrever las relaciones económicas de la época.
La escritura en tablillas de barro no es muy práctica, es muy poco adecuada para el grabado de líneas como las empleadas en el lineal A. De ello se deduce que se escribía principalmente sobre otros materiales que han desaparecido, como el papiro o el pergamino. Las tablillas de barro no eran más que para tomar notas que sólo se guardaban durante un año contable. Han sobrevivido gracias al incendio de los edificios en los que se encontraban los archivos, con lo que el barro se coció y se han conservado el material y los textos.
En el 2001, la revista Ugarit-Forschungen, Band 32 publicó el artículo de Jan Best, “The First Inscription in Punic—Vowel Differences in Linear A and B” (La primera inscripción en púnico – Diferencias vocálicas entre el lineal A y B). En él, Best pretende demostrar que el lineal A es una forma arcaica de idioma fenicio.
La escritura lineal A (calificada “lineal” porque el trazado de los signos pudo parecer menos “dibujado”, menos “realista” que el de los jeroglíficos cretenses) aparece sin duda ya hacia el siglo XVIII antes de Cristo y se utiliza durante el período de los segundos palacios cretenses, de 1625 a 1450 aproximadamente.
Esta (figura de la derecha) es una de las ciento cincuenta tablillas de Hagia Triada. Se trata de una cuenta de trigo: el ideograma 120, precedido del nombre del proveedor (o del beneficiario) está seguido por cifras que van de 20 a 74.
Sir Arthur Evans distinguió tres tipos de escritura usados en Creta durante la Edad del Bronce. Una de ellas es la Lineal B, otra es la pictográfica cretense y otra es la Lineal A.
El número de inscripciones conocidas en Lineal A es relativamente pequeño en comparación con las existentes en Lineal B.
Más aún, una comparación basada en el número de signos en vez de en el de documentos, aumenta esa desproporción porque muchos documentos en Lineal A están mal preservados o son muy breves.
La colección más amplia de tablillas en Lineal A proviene del palacio minoico de Hagia Triada, muy cerca de Faistos, al sur de Creta. Pero se han encontrado tablillas diseminadas por toda la isla, por lo que podemos asumir que este sistema de escritura era general en Creta con fines mercantiles.
También hay algunas inscripciones halladas en Grecia continental y en zonas más alejadas, por lo que podemos concluir que el Lineal A fue el sistema de escritura de la civilización minoica de Creta y sus posesiones en ultramar.
El manuscrito Voynich
¿Manuscrito esotérico?
En la Librería Beinecke, perteneciente a la Universidad de Yale, podemos encontrar uno de los más misteriosos e interesantes desafíos que la Historia nos ha dejado. Se trata de un manuscrito de 235 páginas, donado en 1969 por H.P Kraus, que en 1912 había sido adquirido por Wilfrid M. Voynich a un colegio de Villa Mondragone, cerca de Roma. Este libro fue escrito por un autor desconocido (aunque algunos lo atribuyen a Roger Bacon, uno de los personajes del S.XIII con un pensamiento científico más avanzado), y constituye en sí mismo todo un enigma, ya que está escrito en un lenguaje desconocido, con unos caracteres desconocidos, y hasta la fecha nadie ha logrado descifrarlo.
EL MISTERIO
La primera noticia fiable que se tiene de él data de principios del siglo XVII. Sabemos que el emperador Rodolfo II de Bohemia (1552-1612) lo compró por una cifra desorbitada para la época (600 ducados), y que luego pasó por varias manos hasta llegar en 1666 a las de Atanasio Kircher, un sacerdote jesuíta. Desde ese momento hasta 1912, nadie sabe a ciencia cierta qué le ocurrió al libro.
Para cualquier criptógrafo y estudioso de los lenguajes este libro constituye un estimulante reto, ya que ni siquiera sabemos a ciencia cierta cuál es el tema que trata Sus numerosas ilustraciones parecen indicar que es un tratado de alquimia cuyo auténtico contenido se quiso mantener en secreto, pero esto no son más que especulaciones. Posee diferentes secciones, que parecen tratar los siguientes temas: Botánica (la mayoría de los dibujos representa plantas no identificadas), Astronomía (aparecen casi todos los símbolos zodiacales), Biología (con algunos dibujos sobre anatomía), Cosmología y Farmacia. Al final se incluye lo que parece un recetario.
Además, el libro posee numeración de páginas, algunas anotaciones en alemán, otras en algún alfabeto desconocido, y una anotación en la última página en caracteres tradicionales que parece representar una clave para descifrar el texto. No obstante, ni siquiera sabemos a ciencia cierta si el texto está cifrado o no. Como puede verse, tenemos todos los ingredientes para poner a prueba nuestras habilidades.
A partir de las vestimentas de los personajes dibujados, podría decirse que el manuscrito fue escrito en Europa durante el siglo XIII, aunque una de las ilustraciones se parece a un girasol, lo cual sugiere que en parte fue escrito después del descubrimiento de América. De todas formas, tampoco está descartado que el libro sea un simple engaño hecho para estafar a alguno de sus poseedores, ya que sabemos que en ocasiones se han pagado increíbles sumas de dinero por él.
ESTUDIOS REALIZADOS
Hasta la fecha se han llevado a cabo multitud de estudios sobre el Manuscrito Voynich, e incluso en más de una ocasión ha habido personas que aseguran haberlo traducido, pero todavía ninguna de las traducciones ha sido reconocida por la comunidad. Afortunadamente, Internet está permitiendo dar a conocer este misterio, lo cual ha permitido que en los últimos años hayan surgido varios estudios interesantes, y se hayan elaborado herramientas para apoyar las investigaciones.
El problema principal es que no sabemos apenas nada sobre el posible significado real del libro (aunque a estas alturas casi nadie niega que cuando se descifre, sólo contenga un compendio de los conocimientos de la época). De hecho, ¡ni siquiera sabemos si está cifrado!, por lo que decidir cómo dar por válida una posible solución constituye un problema en sí mismo. Parece evidente que la traducción debería cumplir una serie de condiciones mínimas: ser criptológicamente coherente, no permitir soluciones alternativas, cubrir todo el manuscrito, ser factible con los medios de la época, dar un significado coherente al libro, etc.
A pesar de este complicado entramado de dificultades, hay una serie de hechos cuando menos estimulantes:
• Existen dos grandes bloques con tipos de escritura claramente diferenciados en el libro. Esto se ha logrado analizando estadísticamente el contenido. La causa de esto puede ser múltiple: diferentes autores, mismo autor pero diferente estilo, o simplemente temas diferentes.
• El texto del manuscrito cumple con las propiedades estadísticas principales de los lenguajes naturales, aunque presenta alguna peculiaridad, que puede deberse a la presencia de abreviaturas.
• Apenas hay correcciones en el texto.
PERSPECTIVAS
El proyecto EVMT (European Voynich Manuscript Transcription) pretende recoger y aglutinar todo lo que en la actualidad se sabe acerca del libro, y elaborar una transcripción completa en formato electrónico. Cuando esta versión esté finalizada, probablemente permita efectuar análisis numéricos más precisos que corroboren o refuten algunas de las teorías expuestas hasta la fecha. En la página “web” del proyecto, podremos encontrar entre otras muchas cosas varias transcripciones diferentes, herramientas para visualizarlas y convertirlas, programas de análisis del texto, etc.
Todavía quedan muchas cuestiones abiertas, pero sin duda el Manuscrito Voynich ha de constituir un perfecto banco de pruebas para nuestras teorías sobre el lenguaje y los códigos criptográficos. Cuando muchos algoritmos de cifrado son abandonados por presentar fisuras en su estructura matemática, seguimos teniendo un texto codificado a mano que se resiste a nuestras poderosas técnicas de criptoanálisis. ¿Quién sabe? tal vez sólo sea una cuestión de (des)interés económico…
Mary E. D’Imperio: “Voynich Manuscript, An Elegant Enigma“. Aegean Park Press, 1981
Información sobre el manuscrito: http://www.research.att.com/~reeds/voynich.html
Voynich Manuscript Resources, enlaces sobre el manuscrito:
http://www.engl.virginia.edu/~bpn2f/ENLT255/voynich.html
Fotos del manuscrito: http://inky.library.yale.edu/voy/voy2.html
Información en francés sobre el manuscrito: http://www.almaleh.com/voynichf-e.htm
Este artículo está inspirado en el boletín de kriptópolis escrito por Manuel J. Lucena López.
Los lingotes de oro chinos
Subcategoría: escritura criptográfica.
Los lingotes de oro chinos
En 1933, siete barras de oro habrían sido concedidas al General Wang en Shanghai, China. Estas barras de oro parecen representar los certificados relacionados con un depósito bancario, con un Banco de USA. Los lingotes de oro en sí tienen imágenes, la escritura china, alguna forma de escritura de guiones, y criptogramas en latín. Nadie ha dado todavía con una teoría correcta, en cuanto a su significado.
No es de extrañar, hay una disputa sobre la validez de la reclamación de la fianza. Puede ayudar a resolver la disputa, si alguien es capaz de descifrar los criptogramas en las barras. La escritura china se ha traducido, y se analiza una operación de más de $ 300.000.000. También se refiere a estas barras de oro que pesan un total de 1,8 kilogramos.
El mapa de Ptolomeo
Mapamundi
El mapa de Ptolomeo
El mapamundi de Ptolomeo es un mapa que se basó en la descripción del mundo recogida en el libro Geographia de Ptolomeo, escrito hacia el año 150. A pesar de que nunca se hayan encontrado auténticos mapas de Ptolomeo, la Geographia contiene miles de referencias a varias partes del mundo antiguo con coordenadas para la mayor parte de él, lo cual permitió que los cartógrafos pudieran reconstruir la visión ptolemaica del mundo cuando sus manuscritos fueron redescubiertos alrededor del año 1300.
La obra de Claudio Ptolomeo, quien vivió en Alejandría y trabajó en el siglo II de nuestra Era en su mítica biblioteca, es una de las más influyentes en el pensamiento occidental, y por casi 15 siglos el Almagesto (denominado así por los árabes en el siglo IX; Almagesto o Al Magisti significa “El más grande”) se convirtió en canon incontrastable e irrefutable del universo que nos rige. Uno de los tomos de aquel opus magnum fue denominado Cosmographia (algunos lo llaman Geographia) y contiene una mirada detallada de la tierra y su entorno geográfico, tal como era conocida en aquel entonces. También contiene las bases geométricas para la su construcción cartográfica.
El aporte más importante de Ptolomeo y sus mapas posiblemente sea el primer uso de líneas longitudinales y latitudinales, así como también la especificación de sitios terrestres mediante observaciones de la esfera celeste. Cuando su Geographia fue traducida del griego al árabe en el siglo IX y, posteriormente, al latín en Europa Occidental al comienzo del siglo XV, la noción de un sistema de coordenadas global revolucionó el pensamiento geográfico del Islam y la Europa medievales, y depositó sus bases científicas y numéricas.
El mapa diferencia dos grandes mares cerrados: el primero se trata del mar Mediterráneo y el segundo es el océano Índico (Indicum Pelagus), que se extiende hasta el mar de China (Magnus Sinus) al Este. Los principales lugares geográficos son Europa, el Oriente Medio, India y una Sri Lanka (Taprobane) demasiado grande, la península del Sureste Asiático (Aurea Chersonesus o “península dorada”), y China (Sinae).
La Geographia y los mapas derivados de ella probablemente hayan tenido un papel importante durante la expansión del Imperio romano hacia el Este. El comercio en el océano Índico fue intenso desde el siglo II, y se han identificado varios puertos comerciales romanos en India. Desde aquellos puertos, los romanos habrían establecido embajadas en China, las cuales aparecen en documentos históricos chinos aproximadamente a partir del año 166.
No es en realidad una clave o en cifra, pero un misterio similar que debe ser “descifrado” para responder a un misterio histórico de las antiguas ciudades de Alemania, que debieron haber sido encontradas por los romanos, donde se encuentran actualmente. Los romanos encontraron muchos alemanes, pero donde están los lugares donde los encontraron? Este sigue siendo un misterio ya que nadie ha sido capaz de equiparar las 96 ciudades que aparecen en el mapa histórico de Alemania, con un mapa moderno.
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