El caballo de Uffington
El caballo de Uffington. En la región de Oxfordshire, mide 111 metros de la cabeza a la cola. Está en posición de carrera y diseñado en forma estilizada, como podrían haberlo hecho dibujantes de la actualidad; como que hasta tienen semejanza con dibujos de Picasso. ¿Cómo los hicieron? ¿Quiénes los hicieron?
La primera pregunta es de fácil respuesta. Sin duda raspando el pasto (de poco espesor) que cubre la piedra caliza (por lo tanto bien blanca), que cubre la colina. Ascendiendo por una senda lateral, pudimos situarnos en uno de sus lados y comprobar que el pasto sobre la piedra no tiene más de 10 centímetros de espesor. Por supuesto que para mantenerse tan perfectos durante tantos siglos han tenido que conservarlos evitando que las hierbas invadan al dibujo, pensamos que tijeras en mano.
Misterio añadido: dado que el que recortaba estaba subido a la colina le sería imposible tener la imagen completa de lo que estaba creando ¿cómo lo lograba para darle tal perfección? Imaginamos que previamente demarcaría los bordes y luego se dedicaría a vaciar el interior, pero… ¿no precisaba de otro que desde abajo lo fuera guiando? ¿A los gritos?
Y ¿con qué propósito?
No nos pregunten porque ni los ingleses lo saben.
La segunda pregunta: ¿Quiénes fueron los autores?
Otro enigma insondable. Lo cierto es que se cree que fueran anteriores ¡a los celtas!, es decir, más de 100 años antes de Cristo, ya que esas tribus antiguas que llegaron a las islas (como los pictos, los anglos, los normandos, etc.) ya los conocían y los veneraban como imágenes de origen divino.
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