El gran Yggdrasil Escandinavo
Yggdrasil es un fresno, no es cualquier árbol de fresno, él es el mayor y mejor de todos los árboles: sus ramas se extienden por todos los mundos y llegan más allá del cielo. Tiene tres grandes raíces, una llega donde viven los Ases (o Aesires, una de las razas de los dioses, la otra es Vanir), otra raíz llega donde viven los gigantes del hielo, el lugar donde estaba el Ginnungagap (el espacio cósmico lleno de fuerza mágica), y la tercera raíz está sobre el Niflheim, y bajo esta raíz está Hvergelmir; Nídhögg (el monstruo que vive en Hel) mordisquea las raíces. Bajo la raíz que va donde están los gigantes de hielo está la fuente de Mímir, allí está oculta la sabiduría y el conocimiento.
Un águila se sienta sobre las ramas del fresno, y es muy sabia; entre sus ojos se sienta un halcón que se llama Vedrfölnir. Una ardilla, que se llama Ratastok (diente roedor) corre por todo el árbol y les cuenta habladurías al águila y a Nidhögg. Hay cuatro ciervos que corren por sus ramas y las roen , ellos se llaman asi: Dáinn, Dvalinn, Duneyr, Durathrór.
En Hvergelmir hay tantas serpientes que no se pueden contar
…. 31 Tres las raíces que en tres direcciones
del fresno Yggdrasil arrancan:
la primera a Hel, la segunda a los ogros,
la tercera a los hombres cobija.
En las ramas del fresno un águila está;
sabedora de mucho es ella;
hay un azor _Vedrfólnir se llama_
que está entre sus ojos puesto.
32 Ratastok se llama la ardilla que corre
por el fresno Yggdrasil:
a Nídhogg abajo llevarle debe
las palabras del águila arriba.
33 Cuatro los ciervos que vueltos de cuello,
en lo alto del árbol muerden:
Dain y Dvalin, Dúneyr y Dúratror.
34 Más serpientes anidan bajo el fresno Yggdrasil
que mico ignorante piensa:
Goin y Moin _de Grafvítnir hijos_,
Grábak, Grafvóllud,
Ófnir y Sváfnir siempre del árbol
las ramas royendo están.
35 El fresno Yggdrasil penas soporta
más que los hombres creen:
muerde el ciervo arriba, sus lados se pudren,
abajo lo masca Nídhogg…..
“El canto de grímnir” Edda Mayor
En la “visión de la adivina” o Völuspá también encontramos en los versos 19 y 20 a Yggrdrasil:
Yo sé que se riega un fresno sagrado,
el alto Yggdrasil, con blanco limo;
eso es el rocío que baja del valle;
junto al pozo de Urd siempre verde se yergue.
Vienen de allá muy sabias mujeres,
tres, de las aguas que están bajo el árbol;
una Urd se llamaba, la otra Verdandi,
_su tabla escribían_ Skuld la tercera;
los destinos regían, les daban sus vidas
a los seres humanos, su suerte a los hombres…
En estos versos, la adivina está contando como estas tres gigantas, llamadas Nornas riegan el árbol, y también nos dice sobre el pozo de Urd que es fuente de sabiduría, ellas toman esa agua y el lodo que hay en torno a la fuente y rocían el fresno para que no se seque o se pudran sus ramas. El agua de Urd es tan sagrada que todo aquello que llega a la fuente se vuelve blanco.
El rocío que cae de él sobre la tierra los hombres lo llaman rocío de miel, y de él se alimentan las abejas. Dos cisnes se alimentan de la fuente de Urd y de estas nace la especie de los cisnes.
También el Padre de todo Odín cuenta en Hávamál que colgado de Yggdrasil en sacrificio recibió el conocimiento además de las runas. Fue un sacrificio si lo pensamos, chamánico donde Odín atraviesa los 9 mundos hasta Hel (las tinieblas, la muerte) recibe el conocimiento de las sabias runas que quedan grabadas en su ser como un código encriptado.
Sé que pendí nueve noches enteras
del árbol que mece el viento;
herido de lanza y a Odín ofrecido
_yo mismo ofrecido a mí mismo_
del árbol colgué del que nadie sabe
de cuáles raíces arranca.
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Yggdrasil
De Wikipedia, la enciclopedia libre.
En la mitología escandinava, fresno perenne cuyas raíces y ramas mantienen unidos los diferentes mundos: el Asgard, el Midgard, el Utgard y Hel. De su raíz mana la fuente que llena el pozo del conocimiento, custodiado por Mimir.
A los pies del árbol se encuentra el dios Heimdall que es el encargado de protegerlo de los ataques del dragón Hvergelmir y de una multitud de gusanos que trataban de corroer sus raíces y derrocar a los dioses a los que este representaba. Pero también contaba con la ayuda de las hadas que lo cuidaban regándolo con las aguas de la fuente de Urdar, la de Asgard. Un puente unía el Yggdrasil con la morada de los dioses, el Bifröst, el arco iris, todos los dioses cruzaban por el para entrar en el Midgard.
Yggdrasil rezuma miel y cobija a un águila que entre sus ojos tiene un halcón que se llama Vedrfölnir, a una ardilla llamada Ratatösk y a cuatro ciervos. Cerca de sus raíces habitan las nornas.
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Etimología
Su etimología es incierta pero se cree que Yggdrasil puede significar en escandinavo antiguo el caballo de Odín, siendo uggr, temible, uno de los apelativos del dios y drasill caballo.
El poeta y escritor sueco Alf Henrikson (1905-1995) publicó en 1981 una hermosa narración basada en los relatos fantásticos de la antigua mitología nórdica. Puso en el centro de su historia al mítico árbol Yggdrasil, un inmenso fresno que, según las viejas leyendas escandinavas, fue el árbol del mundo, es decir, fue el mundo mismo antes de que la tierra se volviera redonda y comenzara a girar alrededor del sol.
En las tres raíces de ese árbol cósmico estaban las fuentes del destino, el tiempo y la muerte. En su gigantesco follaje vivían y luchaban los seres prodigiosos que dieron origen y sentido a los pueblos nórdicos: dioses y gigantes, seres humanos y animales fantásticos, hadas, gnomos, dragones, en un torbellino de luchas y encuentros en que lo real y lo mágico se confundían sin que a nadie le importara un comino saber qué era lo real y qué era lo mágico. El árbol Yggdrasil era el Padre-Madre original, el escenario majestuoso de la vida, el tronco primordial, el eje de la existencia. Sus ramas, que abarcaban los confines del universo, fueron la morada de los dioses, los animales y los seres humanos. A la sombra de sus hojas innumerables nacieron el día y la noche, fue creado el calendario y los humanos aprendieron el rito mágico de la escritura. El árbol Yggdrasil fue, pues, el centro y el origen de la historia.
Al escribir su relato, Alf Henrikson escogió el camino del creador. No repitió punto por punto las antiguas leyendas ni se ajustó, como lo haría un etnógrafo, a la exactitud de la reproducción del mito. Pensando en los lectores modernos, elaboró de nuevo las figuras, los tiempos y las situaciones para ofrecer una narración de aventuras, magia, ironía y humor. No se detuvo en discusiones académicas en torno a las múltiples interpretaciones que hoy se ofrecen sobre el símbolo del árbol Yggdrasil. Tampoco intentó alimentar el sentimiento heroico con la apología de dioses y guerreros más o menos brutales y casi siempre estúpidos, como ha sido la costumbre de los facistoles en todo tiempo y lugar. No hizo de su relato una expresión de culto a la fuerza, al coraje o a la capacidad de combate. Se limitó a contar hechos, luchas, conflictos, grandezas y pequeñeces de dioses, humanos y animales. El resultado fue una obra admirable.
Ahora, gracias a los traductores Ramón Latorre y Víctor Rojas, podemos disfrutar el relato de Alf Henrikson en español. La versión que nos ofrecen Latorre y Rojas es algo más que una traducción correcta: es una obra de indudable valor literario, en la cual se ha logrado transferir la maestría narrativa de Henrikson a un español bien cuidado, de gran exactitud y transparencia expresiva. La edición (Simon Editor, Jonköping, 2003), tiene además el mérito de respetar el formato del original, e incluye los dibujos excelentes de Edward Lindahl (1907-1986) que ilustraron la edición sueca y dieron vida a las situaciones descritas en el texto.
Particularmente bien descritas son las aventuras de Odín, el dios escandinavo que se construyó una fortaleza en la copa del árbol Yggdrasil. La llamó Valhalla y tenía quinientas cuarenta puertas, y cada puerta era tan grande que ochocientas personas podían entrar o salir al mismo tiempo por ella. Después de construir su casita, Odín decidió que necesitaba una mujer. Echó una ojeada hacia las ramas de abajo, donde vivían los gigantes con sus mujeres e hijos, y cuando vio a la mujer que le pareció apropiada, lanzó un silbido, y la muchacha entendió de inmediato de qué se trataba. Ella subió volando hasta donde estaba Odín y se unió a él. Se llamaba Frigg y fue muy feliz con Odín, dándole muchos hijos con el correr de los años. Aunque no les voy a contar toda la historia, no puedo resistir la tentación de mencionar a las criadas de Odín, Rista y Mista, al parecer muy bonitas y, además, a los animalitos que Odín tenía en su casita: los cuervos Hugin y Munin, los lobos Geri y Freki, y el caballito Sléipnir, que solamente tenía ocho patas.
Otras leyendas dicen que
Una de las primeras razas que habitaron Escandinavia fueron los denominados los ases, dicen que son de origen divino. Fueron formados por su dios Odín, de dos deformes troncos de árbol, el uno de un fresno, y de un olmo el otro. Al del fresno lo convirtió en hom¬bre, y al del olmo en mujer; de ellos proviene la actual huma¬nidad, que tuvo en primer lugar el alma y la vida; en segundo, la inteligencia y el movimiento; en tercero, la palabra, el oído y la vista; dándoles Odín al hombre y a la mujer un sitio ex¬cepcional como morada (una especie de paraíso.
Una parte de sus leyendas dicen:
…………Ningún hombre otorgará el perdón a otro, hasta que el mundo sea destruido. Con él jugarán entonces las olas del mar, que quedarán libres, porque la gran serpiente que rodea a toda la tierra sentirá la furia de los gi¬gantes, y las empujará. El árbol del mundo (1) quedará abra¬sado por el fuego del gran dios Surtur, que aparecerá enton¬ces. Las águilas, con su torvo pico, cebaránse en los cadáveres; la barca en que son transportados los muertos será puesta a flote.» (¿Y no piensa ahora el lector en la barca de Aqueronte, entre los griegos?) «Surtur, el dios supremo, el oscuro, el para todos velado, que destruye y renueva el mundo, viene del Mediodía, echando llamas su mortífera espada; las rocas se quiebran; los gigantes reaparecen y andan errantes; ábrese el cielo; los genios de la naturaleza, como son los ases y los elfos, tiemblan impotentes; el sol y las estrellas se obscurecen; el Universo está ardiendo….. Pero de pronto surge del mar una nueva tierra, cubierta de verdor; precipítanse como antes las cascadas; ciérnense en los aires las águilas, aunque su caza serán sólo los peces, al revés de ahora; el mundo se renueva; será una edad de oro en que las mieses crecerán y madurarán sin necesidad de ser sembradas; y en medio de la universal armonía, porque los poderes del mal habrán sido destruidos, Odín, desde su nuevo palacio celeste, presidirá la perpetua felicidad……..
(1) El inmenso, famoso fresno sobre el que descansa, dotado de maravilloso poder.
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