Antigüedad
Geoglifos en Kazajistán
Los medios kazajos han informado del hallazgo en el sur de Kazajistán de unos geoglifos a los que comparan con las famosísimas líneas de Nazca.
Los geoglifos de Kazajstán (foto de arriba, gracias al reportero gráfico N. Dorogov) parecen representar una figura humanoide encajada entre dos estructuras inusuales. Los dibujos se encuentran en las remotas montañas Karatau en el sur de Kazajstán
En cuanto a explicaciones científicas, poco puedo decir. En el reporte original no se esbozaban, y desafortunadamente no he conseguido averiguar a qué tribu o civilización pertenecen.
Geoglifos de Azapa
Se ubican a 4 Km. al sureste de Arica. En Azapa, destacan los paneles denominados La Tropilla y Cerro Sagrado.
El primero lo integra un hermoso conjunto de camélidos encabezados por dos personajes con caracteres “Chamánicos”, que podrían simbolizar los espíritus que guían la tropa hacia la costa.
El segundo panel conserva un conjunto heterogéneo de dos figuras antropomorfas asociadas a otros animales que estarían vinculados a una aldea de colonos Incas altiplánicos, en relación a ritos de la actividad agrícola ganadera.
Además destacan en Azapa, las representaciones gigantescas de dos camélidos en técnica extractiva, contiguos a la aldea de Cerro Sombrero.
Técnica extractiva: Consiste en sacar o raspar el material superficial, arena, cascajo o piedra de tono oscuro, determinando una figura de tonalidad más clara.
En el Valle de Azapa en las laderas de los cerros se aprecian los llamados geoglifos. En esta área encontramos muchos cerros llenos de piedras negras de origen volcánico, y otros cerros blancos pelados de tierras claras característicos de desierto. Los pueblos originarios usaron distintas técnicas para hacer estas figuras gigantescas, la técnica de “adición” se traen piedras de otros lugares para adicionarlas a las laderas de los cerros de superficie más claras para formar los mosaicos; en cambio la “substracción” consiste en extraer las piedras de las laderas pedregosas para amontonarlas y así formar las figura dejando a su alrededor una zona despejada de piedras. En muchos casos usaban un combinación de las dos técnicas. En el Valle de Azapa la mayor parte de los mosaicos de geoglifos están formados usando la técnica de la adición de piedras más oscuras que contrastan con la tierra más clara de los cerros de esta parte del desierto de Atacama. Como les expliqué anteriormente los petroglifos son “grabados de figuras” en la piedra de las laderas de los acantilados. Para ello los aborígenes usaron la percusión y su herramienta de trabajo generalmente era una piedra más dura.
Unos camélidos de La Tropilla usan la técnica de adición.
Cerro Sagrado visto del Mirador de Alto Ramírez
Desde el Mirador de Alto Ramírez vemos en lontananza las extensas plantaciones de viñedos, olivares, invernaderos para la plantación de tomates y verduras; pero la maravilla que tenemos al frente es el llamado Cerro Sagrado en el cual los mosaicos han sido hechos por adición. Vemos claramente las figuras antropomorfas, y otras geométricas hechas con piedras volcánicas oscuras. Según el libro de Nuño estos geoglifos fueron recientemente restaurados, y representan figuras humanas, camélidos, serpientes, lagartos y otras figuras de carácter abstracto.
Los arqueólogos tienen distintas teorías para explicarnos cómo y porqué los pueblos originarios escogían sitios específicos para hacer los geoglifos ; unos dicen que marcan el sitio de la ubicación de aguadas, pozos de agua dulce, o la ruta de los antiguos caminos indígenas por los cuales transitaban las caravanas de camélidos en las que sus amos transportaban distintos productos para intercambiarlos en sus mercados de pueblos distantes hacia la costa, y los valles de las quebradas, desde los pueblos del altiplano. Algunos consideran que los geoglifos hayan sido santuarios donde se habrían realizado ceremonias religiosas relacionadas con el viaje. Estos además estaban ubicados cerca de algún centro administrativo de los incas. Algunos de estos geoglifos han sido restaurados, como los del Cerro Sagrado; sin embargo el guía nos explica que en general sólo se permite una restauración de un 25% pues por ser tan extensos no se puede garantizar que la “restauración” no afecte o altere otra zona del geoglifos. Su “lenguaje” o mensaje no han sido totalmente descifrados.
La Tropilla
Otra muestra de este arte la encontramos en el La Tropilla donde vemos una caravana de llamas que se dirige hacia la costa. Esta es una indicación que estos geoglifos señalaban las rutas de comercio. En el área de Cerro Sombrero se han descubierto grandes depósitos de guano de llamas, siendo esto prueba que esta era el cruce de las rutas de comercio de los pueblos del altiplano con los de la costa y resto del imperio incaico. Las fotos que siguen muestran los camélidos y la figura de un sacrificador.
La Tropilla en Cerro Sombrero, un cerro pedregosos en que se ha usado la técnica de substracción, amontonando las piedras para formar las figuras dejando despejado la tierra más clara de la falda del cerro.
La imagen del “sacrificador” y de unas llamas que lo acompañan tomada con teleobjetivo desde la carretera. Se distingue claramente la técnica usada.
Geoglifos de Chen Chen – Moquegua
Hacia el Sureste de la ciudad de Moquegua a 1,500 m. De distancia se encuentra el complejo arqueológico de Chen Chen, a una altura de entre 1474 y 1534 mts., sobre el nivel del mar.
Es uno de los asentamientos más importantes de la cultura Tiwanaku en la costa del sur andino del Perú, su población fue de origen altiplánico, floreciendo alrededor de los años 700 a 1000 D.C.
Desde 1958 diferentes investigadores y especialistas han realizado estudios y trabajos de rescate, se han podido analizar huesos humanos y se ha hecho un fechado radiocarbonico donde se da testimonio de una importante población en el valle de Moquegua y Osmore
La carretera binacional hacia Bolivia pasa por el lado sur del área habitacional y de cementerios y a unos 100 m., se ubican las colinas de mediana altura, allí se encuentran los geoglifos de Chen Chen, que son mayormente representaciones zoomórficas sobre el suelo y guardan similitud con áreas de Nazca, Palpa, Vitor Osmore, Caplina, Azapa, Sam Pedro de Atacama.
Las técnicas empleadas para grabar estas figuras eran el emplantillado y raspado como en cerro Sobrero en Azapa y otros. El investigador Lautaro Núñez sostiene que estos geoglifos están relacionados con la actividad de complementariedad que existía entre las poblaciones altoandinas. Los geoglifos están orientados hacia el este y oeste para señalar probablemente determinadas rutas.
Los geoglifos son siluetas de camélidos conformados por dos grupos bien definidos, el mas numeroso e interesante es el conjunto ubicado en el centro de esta cadena de colinas donde hay nueve animales, entre otros símbolos. Esta es la única evidencia de esa forma de arte cultural tiwanaquense que esta quedando in situ para la posteridad y que podemos observar preferentemente desde muy temprano o al atardecer.
Los geoglifos de Chen- Chen son un circuito turístico de la presencia milenaria, que no es observado a simple vista, pues hay que buscar los ángulos apropiados para poder ser divisado, a simple vista es un simple cerro de color rojo, con amontonamiento de piedras, pero si nos vamos ubicando, podemos ir apreciando unas figuras representativas de auquénidos, que se pueden encontrar en la parta más alta del cerro, a manera de siluetas representativas de los conocidos camélidos sudamericanos.
Se pueden apreciar que todos ellos están reunidos muy próximos y cercanos a manera de manada (algunos estáticos y otros en posición de movimiento); es necesario agudizar la vista para poder identificarlos, hay en tamaño grande y pequeños., todos ellos pueden observarse y apreciarse de acuerdo a la dirección del sol, se sugiere realizar esta caminata, por ser una zona seca, entre las primeras horas de la mañana o las últimas horas de la tarde, para ser observado en toda su dimensionalidad ya que esta se convierte en una experiencia muy significativa.
La interpretación de dichas imágenes, nos indica o muestra, que en este lugar; en el pasado habría una gran cantidad de alpacas, guanacos y vicuñas, que viven aquí en forma libre y espontánea, tal vez la presencia de bofedales y ojos de agua, que todavía se pueden encontrar en forma muy esporádica halla significado como la mayor muestra de la forma de vida de estas especies, que le dieron un encanto especial la paisaje natural del pasado; en el cual seguramente se organizaron y formaron grupos de cazadores que realizaron estas actividades primigenias para perseguirlos y cazarlos con la finalidad de obtener carne, piel y lana; cuyo beneficio les permitió sobrevivir al hombre de Chen – Chen.
Vista panorámica, en donde se puede apreciar en toda su amplitud a los GEOGLIFOS DE CHEN – CHEN. (Se puede observar a las figuras de la manada de auquénidos en actitud de movimiento)
Geoglifos de Chiza
Coordenadas: ¿19°12 ’12.51? ¿S, 70 ° 0’ 29.37? W.
Otro ejemplo de geoglifo Inca antiguo en el desierto de Atacama de Chile es el geoglifo de Chiza. Estos geoglifos no están demasiado lejos de los localizados en Tiliviche. Estos diseños son creados arreglando piedras oscuras grandes en la arena ligera. Estos geoglifos particulares representan imágenes de las personas, aves y otros animales. Lo que es notable sobre estos geoglifos Inca a diferencia de las líneas Nazca es que están por lo general colocados en lados de colina y visibles a la gente no sólo en el aire, sino también en la tierra, desde un camino cercano. Algunos son bastante grandes, tan alto como 400 pies.
El Pilar Ashoka
El Pilar Ashoka en India, al menos del 423 a. C. También se le conoce como ”Columna de hierro «inoxidable» de Mehauli en la India”. El pilar de casi siete metros de altura y con un peso de más de seis toneladas, fue construido por Atheas Chandragupta II (375-413). Está constituido por 98% de hierro forjado de pura calidad, y es un testimonio del alto nivel de conocimientos alcanzado por los antiguos indios herreros, en la extracción y el procesamiento de hierro. Ha atraído la atención de arqueólogos y metalúrgicos ya que ha resistido la corrosión de los últimos 1600 años, a pesar de las difíciles condiciones climáticas.
El pilar de hierro de Delhi: mide 7 metros de altura por 50 centímetros de diámetro, pesa unas 6 toneladas y a pesar del rigor del clima (monzón) ¡¡¡ nunca se oxida!!!
Tiene un epitafio grabado en 413, pero ya era reconocido como mucho más antiguo.
Desafortunadamente, por considerarlo como un objeto sagrado, ninguna investigación meditada atentamente ha sido posible.
El 18 de julio del 2002, los metalúrgicos del Instituto Indio de Tecnología de Kanpur anunciaron que ¡habían solucionado el misterio!
Durante los tres años siguientes a la erección del pilar, se habría formado de una forma natural una fina capa de “misawite” compuesto de hierro, oxígeno e hidrógeno, que protege el pilar del orín.
Esta capa protectora hubiera seguido espesándose hasta conseguir el 1/20° de milímetro actual.
La protección se formó por catálisis, gracias a la concentración importante de Fósforo, debida a la fabricación del hierro por los antiguos indios que mezclaban directamente el mineral con carbón de leña.
Recordemos que los seudoracionalistas explicaban la ausencia de corrosión por el clima seco de Delhi (¡¡¡ sic !!!) ¿Delhi estaría fuera de la zona del Monzón?
Otra explicación era que, a diario, los creyentes hindúes untaban el pilar con grasa (¡hasta una altura de 7 metros de altura, y sin que nadie los viera!).
Con este caso tenemos el ejemplo perfecto de un conocimiento perdido… y rescatado del olvido…
Así es la Ciencia que nos gusta, la que busca… con humildad…porque tenemos que aceptar la idea de que los antiguos todavía tienen mucho que enseñarnos.
Aun hoy en día nadie sabe realmente el por qué, pero este pilar de hierro que desde hace 1600 años se remonta soberbiamente hacia el cielo parece ser inmune a la corrosión y oxidación. Las teorías son muchas: desde el clima especial de Delhi, quizás el material utilizado o tal vez algún secreto cuyo ingeniero se llevó consigo a la tumba. Casi tan curioso como sus propiedades anticorrosivas es el método con el que fue construido, un complejo proceso de soldaduras primitivo. Estas propiedades obviamente llevaron a que la población local comience a explicarlas mediante magia y leyendas.
Algunos hechos físicos acerca de la columna son razonablemente bien establecidos: que es de 7,3 metros de altura, con un metro por debajo de la tierra, el diámetro es de 48 centímetros en el pie, disminuyendo a 29 cm en la parte superior, justo debajo de la base de la maravillosamente hecho a mano, que pesa aproximadamente 6,5 toneladas, y fue fabricado por la soldadura de forjado. Pero, dicho esto, casi todo lo demás en la columna está rodeada por la controversia aguda: ¿Para quién se hizo? Exactamente cuándo? ¿De dónde se trasladó a Delhi? ¿Cuál es el verdadero significado de la larga inscripción en caracteres Brahmi grabado en ella? Que ha realizado las inscripciones más tarde, y cuando? ¿Quién tenía la columna cuando se trasladó a su ubicación actual, y por qué? ¿Qué procesos exactos fueron seguidos en la creación que en la forma en que los principios de un punto del tiempo, el 4to/5to siglo después de Cristo? Por encima de todo, desde el punto de vista de los científicos, ¿cuál es el secreto, el gran misterio, detrás del hecho de que sea prácticamente no tenga oxidación? Parece no haber fin a las preguntas.
Tomemos el caso de la inscripción Brahmi solo. Lecturas de esta de seis líneas, la inscripción de tres estrofas en verso sánscrito varían considerablemente, la que más se publica es que por la flota, que se tradujo en 1888. Se habla, en términos muy poética, de los poderosos, todo monarca conquistador que tenía el pilar hecho: “Aquel sobre cuyo brazo la fama fue inscrito por la espada, cuando en la batalla en los países Vanga, que amasó (y vuelta) de nuevo con (su) seno a los enemigos que, uniendo así, vinieron contra él…, por las brisas de cuyas proezas del océano del sur es aún todavía perfumado”. Sin embargo, este panegírico elocuente además, cuando se trata de identificar al rey con claridad y dar más detalles acerca de la erección de la columna, la inscripción de repente deja algunas preguntas sin respuesta: obviamente, no para los que vivían en aquellos primeros tiempos, pero para las generaciones posteriores, para los que tanta información se perdió en los siglos que han transcurrido.
Así, el verso concluye con las palabras: “El que, teniendo el nombre de Chandra, llevaba una belleza de rostro, como (la belleza de) la luna llena, que en la fe fija la mente en (el Dios) Vishnu, (había) esta norma elevada de lo divino Vishnu establecido en la colina (llamada) Vishnupada”. Pero ¿quién era el rey Chandra sigue siendo un rompecabezas. Por otros motivos, históricos o paleográfico, se puede concluir que el pilar pertenece al período Gupta, pero, de entre los Gupta imperial, que es lo que se refiere aquí simplemente por el nombre de ‘Chandra’: Chandragupta I, Chandragupta II, también se celebra como Vikramaditya, o, como algunos creen firmemente, Samudragupta? Una vez más, los Gupta se sabe que han sido devotos del Señor Vishnu, pero ¿dónde estaba el cerro llamado “Vishnupada” ubicado?
Preguntas como éstas son, sin embargo, sólo una muestra relativamente simple de los temas que se centran en el gran pilar. Hay otros, los muy complejos, que han participado las mentes de los estudiosos. El profesor Balasubramaniam se dirige a ellos en su investigación, sin perder de vista una vez de la elegancia pura del pilar, especialmente de su capital exquisitamente hecho sobre el que una figura de Garuda, el ‘Sun-pájaro’, que es el vahana de Vishnu, o una chacra, el disco que es su emblema, una vez que hubiera sostenido. Hay capítulos de larga y detallada sobre las características estructurales de la columna, la metodología de su elaboración, una investigación general sobre otros objetos de hierro grande en la antigua India, incluyendo los pilares de hierro en Dhar y Mandu en Madhya Pradesh, en el monte Abu en Rajasthan, la Kodachadri Hill en Karnataka. Pero, lógicamente, el capítulo más densamente argumentado está en la naturaleza resistente a la corrosión de este pilar de hierro, el contenido de P y el S-contenido del acero al carbono de baja leve de la que se hace, el proceso de protección contra la oxidación, el color de lo que la oxidación no es, análisis espectroscópicos, son todos los temas, algo que ha llevado a ser considerado como un “milagro” de la tecnología, teniendo en cuenta los tiempos en que se forjó el pilar y erigido.
Con tantas incógnitas sobre este pilar, se han creado innumerables posibles orígenes sobre la misma, siendo la que explica que el pilar de hierro de Delhi fue construido por extraterrestres y su función era la de servir de antena para comunicarse con su mundo, donde había otro pilar con las mismas características, era como un puente de comunicación o gran antena de envío de datos o de teletransportación.
Pirámide de Gordonvale
También cerca de Gordonvale, al sur de Cairns (Australia), existe otra construcción de tipo escalonado.
Pirámide de Penrith
En Penrith al oeste de las Montañas Azules (Australia), se descubrió una supuesta pirámide escalonada, construido de grandes bloques de granito, similar a la de Gympie, de unos 50 pies de altura.
Pirámide de Port McQuarie
Otra de estas construcciones piramidales más famosas se localiza cerca de Port McQuarie, en Nueva Gales del Sur. Para su construcción se emplearon bloques de piedra que en algunos casos alcanzaban las 40 toneladas.
El planeador Saqqara o Pájaro de Saqqara
El planeador Saqqara, en Egipto, descubierto en una tumba. Esta pieza del Museo Egipcio de El Cairo con el número 6.347 constituye todo un enigma para los expertos en aeronáutica. Tiene un pico, agujeros para las plumas, ojos, y fue pintado originalmente para asemejarse a un halcón, con imágenes y tallas que representan las plumas de las alas.
El pájaro de Saqqara.
El Planeador de Saqqara (nombre que recibe en medios pseudocientíficos), también llamado el Pájaro de Saqqara es un objeto tallado en madera de sicómoro y hallado en 1891 en la tumba de Pa-di-Amón en la antigua necrópolis egipcia de Saqqara, que se asemeja a un aerodinámico avión en miniatura. Datado hacia 200 a. C. (durante la dinastía ptolemaica), se encuentra en el Museo egipcio de El Cairo. Fue clasificado como objeto de culto por sus descubridores.
Mide 15 cm, posee una envergadura de 18,30 cm y pesa 39 gramos; fue pintado originalmente para asemejarse a un halcón.
Significado
Otra vista del objeto.
El propósito o utilidad del pájaro de Saqqara son desconocidos, debido a la carencia de documentación del objeto, pero se ha especulado respecto a su significado.
Algunos piensan que puede ser un objeto ceremonial, ya que el halcón, el ave al que se asemeja, es una forma usada comúnmente para representar a varios de los dioses más importantes de la mitología egipcia, el más notable Horus. Otros indican que pudiera ser el juguete de un niño de la clase alta, o una veleta. Incluso se ha especulado que pudiera ser un tipo de bumerán, objeto que era utilizado en el Antiguo Egipto para la caza de aves acuáticas.
Veletas similares
En Egipto perduran dibujos grabados de veletas con formas similares al pájaro de Saqqara:
Existen varios relieves que se encuentran en el templo de Jonsu en Karnak, fechados a finales del Imperio Nuevo. Muestran veletas situadas en la parte superior de los mástiles de tres barcos, todos ellos utilizados en los festivales de Opet. El primero está sobre el mástil de un barco de Ramsés III, el segundo sobre el mástil de un barco del reinado de Herihor, y el tercero en una nave de Mery-Amón.
Teorías pseudocientíficas
Se considera en medios pseudocientíficos un clásico «objeto fuera de tiempo».
Algunos investigadores consideran el objeto como una evidencia de que los principios de la aviación eran conocidos desde muchos siglos antes de lo que generalmente se cree. Hay quien asegura que las dimensiones y la forma del pájaro lo asemeja a una maqueta de planeador; el médico y parapsicólogo egipcio Khalil Messiha ha especulado que los antiguos egipcios desarrollaron la primera aeronave. Messiha escribió en 1983 que la figura…representa el modelo a escala de un monoplano todavía presente en Saqqara. Aseguró que podría funcionar como un planeador si tuviese un estabilizador horizontal que él supone “que se ha perdido” , señalando que los egipcios colocaban con frecuencia miniaturas de su tecnología en las tumbas.
Messiha explica que el pájaro de Saqqara se diferencia perceptiblemente de otras estatuas y modelos de pájaros expuestos en el museo de El Cairo. Según Messiha, el pájaro de Saqqara tiene un estabilizador vertical que difiere de la forma horizontal más frecuente en la cola de pájaros reales. Además, el hecho de que no tenga patas y el ángulo de sus alas que considera similar al de un avión moderno sería un intento de conseguir una sustentación aerodinámica según su teoría.
A pesar de estas conjeturas, no se ha encontrado ningún avión del Antiguo Egipto ni existe alguna otra evidencia que sugiera su existencia. Consecuentemente, la teoría de que el pájaro de Saqqara es un modelo de máquina voladora no es aceptada por los egiptólogos.
En esta época existía la Biblioteca de Alejandría, donde acudían los mejores pensadores del mundo helénico (como Arquímedes), y ninguno dejo constancia de la existencia de aviones en Egipto.
Tentativas de probar dicha teoría
Kahlil Messiha construyó un modelo del Pájaro de Saqqara para probar su eficacia aerodinámica. Su modelo era seis veces más grande y le añadió un estabilizador horizontal, que consideraba un elemento perdido en el original. Messiha aseguró que pudo hacer volar su modelo.
Martin Gregorie, constructor y diseñador de planeadores de vuelo libre, construyó una maqueta en madera de balsa a partir de la figura de Saqqara para intentar probar sus posibilidades de vuelo. Después de probar la réplica, Gregorie concluyó que “el Pájaro de Saqqara nunca voló. Es totalmente inestable sin un estabilizador… Incluso cuando se le ajustó un estabilizador el desarrollo del desplazamiento fue decepcionante”. Y añade “En mi opinión, el pájaro de Saqqara probablemente era un juguete para un niño o una veleta.”
Geoglifos en la Amazonía
Descubren una civilización avanzada en el Amazonas
Habría vivido en el estado brasileño de Acre durante un milenio, hasta el año 1270
Fue al detectar 210 “geoglifos” en 200 sitios que quedaron visibles por la tala.
Algunos de los geoglifos circulares descubiertos en acre tienen hasta 300 metros de diámetro.
A mediados de los 80, el doctor Alceu Ranzi, geólogo y paleontólogo de la Universidad de Acre, miraba por la ventanilla de un avión esa deforestada zona del oeste del Amazonas, cuando lo descubrió: un círculo doble, que parecía grabado en la tierra. En 1999, en otro vuelo comercial, avistó otra gigantesca estructura similar. Se acordó de las líneas de Nazca. Y cayó en la cuenta de que sólo una civilización avanzada podía haber tallado formas geométricas tan perfectas. Ahora, esa civilización precolombina desconocida intriga a los arqueólogos de todo el mundo.
Algunas de esas estructuras habían sido descubiertas en 1977 por el profesor Ondemar Dias. Pero únicamente desde el aire, ya mediante sobrevuelos, Ranzi pudo percibir la real dimensión y extensión del hallazgo. Era evidente que, como los de Nazca, se trataba de geoglifos: grandes diseños labrados en el suelo -geométricos, zoomorfos o antropomorfos-, que pueden ser mejor observados desde lo alto, y a veces sólo así.
La tala y la tecnología de Google Earth permitieron detectar 210 geoglifos en 200 sitios, en una franja de 250 kilómetros por 10 kilómetros de ancho, a lo largo de la ruta BR-317. En esa zona cercana a Bolivia -el alto río Purús, importante afluente del Amazonas-, “se desarrolló ganadería, pero bajo la selva podría haber muchos geoglifos más”, reveló Ranzi a Clarín.
Se trata de prolijas zanjas o fosos de 1 a 4 metros de profundidad, y 11 a 12 metros de ancho. Los hay de diferentes formatos y diseños: círculos, cuadrados, rectángulos, figuras compuestas, rectas, paralelas. Las cunetas están reforzadas por muros en ambos márgenes, construidos con la tierra de la excavación. Además, las figuras están conectadas entre sí por lo que parecen ser “caminos: dos líneas paralelas, más elevadas, como si estuvieran protegidos”, describe Ranzi.
¿Qué función cumplieron los fosos? En algunos casos, tal vez defensiva, ya que en otras zonas de Brasil hay evidencias de que hubo levas de esclavos. Otros, dentro de los muros, quizá sirvieron “como reservas de agua para productos básicos, como peces, tortugas y almejas”, señala el profesor Martti Pärssinen, del Instituto Iberoamericano de Finlandia, quien comparte la investigación con Ranzi y con Denise Schaan, de la Universidad Federal de Pará (Brasil). Pero además, “su perfecta geometría habla de su significado simbólico”, destacan los investigadores en un artículo recién publicado en Antiquity.
El dominio de la geometría y las dimensiones de los geoglifos -hay círculos de hasta 300 metros de diámetro- revelan algo más fascinante, y que revoluciona la historia del Amazonas: “Se creía que sólo hubo cazadores y recolectores, nómades. Pero por el número y el tamaño de las estructuras, tenían que ser sedentarios y organizados, haciendo trabajos en cooperación”, deduce Ranzi. Calcula que, al menos en los sitios descubiertos, la población rondaba las 70.000 personas.
Es poco lo que se extrajo hasta ahora: alfarería, utensilios de piedra y carbón, que permitieron datar en el año 1270 el fin de esta civilización, que habría permanecido en la zona desde un milenio antes. Ahora, los investigadores buscan dar a conocer su hallazgo, “para que el progreso no dañe esos monumentos históricos -alerta Ranzi-. Posiblemente pueda desarrollarse en el área una industria turística sustentable, como en Nazca, basada en los sobrevuelos”.
El paso siguiente será el trabajo de campo, excavar para identificar cocinas, cementerios o enterramientos. En el Amazonas, la humedad y el calor destruyen los restos orgánicos (textiles, cestos, objetos de madera y de cuero); por eso, para descifrar su contexto intervendrá un equipo multidisciplinario de expertos en paleoclima, paleobotánica, palinología (estudio del polen y las esporas), geografía y geomorfología.
¿No había selva cuando existía esa civilización? ¿O la talaron, como hicieron los mayas? ¿Cómo vivieron? “No sabemos quiénes fueron. Hasta ahora -confiesa Ranzi- hay más preguntas que respuestas”.
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