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Catástrofe

Destrucción de la Amazonía Ecuatoriana

Destrucción de la Amazonía Ecuatoriana

Grandes zonas de selva amazónica, en los diversos países en los que se ubica, está siendo destruida sistemáticamente por diversas causas. Aquí nos centramos principalmente en la relativa al Ecuador.

Las diversas causas de su destrucción son:

Explotación minera.

Extracción de hidrocarburos.

Deforestación para la expansión agrícola y ganadera.

Extracción de recursos madereros.

La Amazonía ecuatoriana ha perdido más de 623 mil hectáreas en dos décadas | INFORME

Antonio José Paz Cardona en 2 noviembre 2022

  • Entre el 2001 y el 2020 la región amazónica de Ecuador ha perdido, por hora, el equivalente a cinco canchas de fútbol.
  • El 77 % de la deforestación de la Amazonía se ha concentrado en cuatro provincias. La más afectada es Morona Santiago y le siguen Sucumbíos, Orellana y Zamora Chinchipe.

La Amazonía ecuatoriana representa el 1.6 % de todo el bioma amazónico, pero casi la mitad de la superficie total del país. Entre 2001 y 2020, el país tuvo una tasa de deforestación de 623 510 hectáreas, de acuerdo con datos analizados por Mapbiomas Amazonía, que en Ecuador es representado por la Fundación EcoCiencia. Esta pérdida se dio a un ritmo de cinco canchas de fútbol por hora, lo que representa aproximadamente 31 000 hectáreas en promedio por año.

EcoCiencia destaca que, a nivel regional, estas cifras ubican a Ecuador en el quinto puesto en términos de extensión total deforestada, después de Brasil, Bolivia, Perú y Colombia. Además, el país se quedó sin una extensión de bosques mayor a la que perdieron Venezuela y Surinam, países con una mayor proporción de Amazonía.

“Ecuador no siempre destaca como un país deforestador porque de por sí es un país pequeño, por lo que normalmente sus cifras no llaman la atención si se comparan con naciones mucho más extensas como Brasil y Bolivia. Pero a nosotros en Ecuador sí nos llama la atención porque, en términos proporcionales, somos uno de los países que pierden sus bosques a mayor velocidad”, asegura María Olga Borja, coordinadora técnica de Mapbiomas para Ecuador en Fundación EcoCiencia.

Las principales causas que impulsan la deforestación en esta nación sudamericana son la expansión de la frontera agrícola y ganadera, el desarrollo de infraestructura, la explotación minera y de hidrocarburos y la extracción de recursos madereros.

Solo diez cantones concentran el 50 % del total de la deforestación de la región amazónica del país entre 2001 y 2020: Orellana (8.17 %), Lago Agrio (7.35 %), Pastaza (5.90 %), Shushufindi (5.06 %), Loreto (4.38 %), Taisha (4.05 %), Morona (3.81 %), Tena (3.74 %), La Joya de los Sacha (3.54 %) y Gualaquiza (3.54 %).

Troncos de balsa extraídos ilegalmente fueron retenidos por la Dirección zonal de Sucumbíos del Ministerio de Ambiente y las Fuerzas Armadas en el interior de la Reserva Biológica Limoncocha a mediados de julio 2020. Foto: MAE Sucumbíos.

Fuertes presiones durante décadas

Uno de los datos más preocupantes es que solo dos de las seis provincias amazónicas ecuatorianas concentraron el 46 % (287 000 hectáreas) de toda la deforestación detectada entre 2001 y 2020. En Morona Santiago se perdieron más de 158 000 hectáreas de bosque (25 %) y en Sucumbíos cerca de 129 000 hectáreas (21 %). En ambas provincias hay una amplia presencia de actividades extractivas como la minería y los hidrocarburos.

El informe destaca que, por ejemplo, la minería multiplicó 24 veces su superficie en la Amazonía en solo dos décadas, alcanzando 4068 hectáreas. Para María Olga Borja, hay actividades que muchas veces no figuran entre las grandes deforestadoras, pero que sí generan impactos muy grandes y considerables, “una de las que hemos mapeado es la minería. En nuestro estudio hemos visto en los últimos años un despegue de las actividades mineras en la región, las cuales están alcanzando unos valores que nunca habíamos visto en años pasados”.

Borja asegura que la minería no se concentra en una sola zona sino que “está bastante distribuida”. Según dice, ya es muy conocido que en el sur, cerca a la frontera con Perú, hay proyectos a gran escala promovidos desde el gobierno, porque ahí se encuentran algunos de los yacimientos más grandes del Ecuador. Sin embargo, están viendo cómo crece la minería de oro de aluvión a pequeña escala que está afectando los ríos y los bosques ribereños.

“Hemos visto un aumento sobre todo en el norte, en la provincia de Sucumbíos, en frontera con Colombia. Es quizás una de las zonas donde más ha habido un despegue de la minería. En este momento no me atrevo a decir si es legal o ilegal porque no contamos con suficiente información para corroborar el estado de la actividad, pero lo que sí puedo decir es que se nota, a través de las imágenes satelitales, que es una actividad extremadamente depredadora que va devastando zonas de ríos muy amplias”, dice Borja y añade que han observado, con el monitoreo constante durante años, que los lugares donde se realizó minería no vuelven a recuperar su estado natural previo.

El análisis hecho por Mapbiomas y Fundación EcoCiencia no solo se limitó al período 2001-2020, también hizo una revisión de la situación de los bosques amazónicos ecuatorianos que se remonta a 1985.

De acuerdo con los datos analizados, los cambios acelerados de transformación de la Amazonía ecuatoriana se deben principalmente al factor humano, en el que se evidencia un aumento del uso agropecuario en 38.57 % (496 000 hectáreas) respecto a su extensión en 1985. Por otro lado, la infraestructura petrolera, hidroeléctrica y vial aumentó en 155 % respecto a su extensión en 1985 (25 700 hectáreas).

“En el periodo comprendido entre 1985 y 2020 se perdieron 379 000 hectáreas de bosque, que equivale aproximadamente al tamaño de la provincia de Bolívar”, se lee en el reporte, donde también se resalta que, en este caso, la cifra corresponde a deforestación neta, es decir, se excluyen las áreas deforestadas en donde se aprecia una posterior reforestación o regeneración del bosque natural en ese periodo.

“A mediados de la década de los noventa se pudo evidenciar mayor deforestación y cambios de uso de suelo. En los años 2000 fue bastante constante en el Ecuador y en los últimos años hemos visto una ligera estabilidad”, comenta Rodrigo Torres, coordinador del Sistema de Información Geográfica (SIG) de la Fundación EcoCiencia. Sin embargo, destaca que próximamente publicarán datos para 2021 y lo más probable es que se aprecie un aumento en la deforestación. “Queremos ver cómo la pandemia afectó a las áreas amazónicas. En el caso de Ecuador, por ejemplo, muchos empleos en ciudades se perdieron y la gente regresó a campo, y si la gente regresa a campo lo más probable es que haya cambios de uso de suelo”, añade.

Áreas protegidas y territorios indígenas como escudos

El análisis de Mapbiomas y EcoCiencia revela que, al 2020, en los territorios indígenas —que representan el 62 % de la cuenca amazónica ecuatoriana y conservan el 71.5 % de los bosques en esta región— se perdieron 124 000 hectáreas de cobertura vegetal natural (1.66 %) en 36 años.

Por su parte, en las áreas naturales protegidas —que representan el 35 % de la cuenca amazónica ecuatoriana y conservan el 38.4 % de los bosques de esta región— se perdieron 13 800 hectáreas de cobertura vegetal natural, lo que representa una pérdida neta de 0.31 % en ese mismo periodo.

El cambio en la cobertura de las áreas protegidas se dio por la expansión agropecuaria que creció en 28 000 hectáreas; la expansión de la infraestructura que se multiplicó 5.4 veces, llegando a las casi 1000 hectáreas al 2020, y la minería que alcanzó las 305 hectáreas para ese mismo año. En el caso de los territorios indígenas, la actividad agropecuaria rondó las 130 000 hectáreas, la infraestructura reportó más de 5000 hectáreas y la minería afectó 1736 hectáreas.

A pesar de las amenazas, las áreas protegidas y los territorios indígenas mostraron una menor afectación por deforestación que otras zonas. Por ejemplo, los bosques amazónicos ecuatorianos que no cuentan con ningún tipo de protección, o que no pertenecen a pueblos indígenas, representan apenas el 21 % de la cuenca amazónica del país, pero en ellos se concentró el 54 % (339 000 hectáreas) de la deforestación de las últimas dos décadas.

En medio de esta situación, María Olga Borja destaca el caso de la provincia de Pastaza que es principalmente forestal y, aunque tiene cierto grado de transformación, “hemos visto una alta proporción de recuperación del bosque, incluso en las zonas transformadas. Entonces el saldo, en muchos casos y dependiendo de la época que uno analice en Pastaza, puede ser positivo, es decir, podemos hablar de una ganancia de cobertura forestal. Muchas de esas ganancias han sido en territorios indígenas”.

Aunque existen casos de esperanza, como el de la provincia de Pastaza, la situación de toda la Amazonía ecuatoriana es preocupante. Borja señala que en los primeros años de las últimas dos décadas se registraron unas tasas mayores de deforestación y luego vino una época de oscilación: en algunos años se veían cifras más altas y en otros años se observaban cifras más bajas. No había una tendencia muy clara y marcada.

“Sin embargo, en los últimos años, estamos empezando a ver un despunte de la deforestación en las zonas amazónicas de Ecuador. Viene a ser un cambio en el patrón de lo que habíamos visto en los últimos años que era esta tendencia como oscilatoria. Esto es algo que ya se dio en Colombia y Perú”, dice y añade que “es triste porque Ecuador es un país que tiene muchísima inversión para la lucha contra la deforestación”.

Impactos Ambientales

La Amazonía ecuatoriana es única en la Tierra. Los biólogos la describen como un paraíso ecológico, donde se pueden encontrar más de 4000 tipos de plantas en una sola hectárea. Las naciones indígenas la reconocen como una tierra abundante que proporciona alimentos saludables, agua limpia, una gran cantidad de medicinas y plantas curativas y un espacio seguro que llaman hogar. La Amazonía ecuatoriana también es vista por corporaciones, gobiernos e invasores como «tierra de nadie», un área fértil, libre para explotar petróleo, madera, minerales, agua, animales, peces, tierras agrícolas y aceite de palma.

Esta combinación de diversidad, riqueza y amenazas industriales constantes hace de la Amazonía ecuatoriana un «punto crítico» de conservación, un área de importancia primordial para la protección de su patrimonio cultural y biológico. En esta sección, damos una idea de las consecuencias ecológicas del auge petrolero de la Amazonía ecuatoriana y cómo transformó esta área en uno de los frentes de deforestación más activos del Amazonas y una fuente perpetua de contaminantes que amenazan la vida.

Amazonian Oil

Después de 50 años en la región, el legado de la industria petrolera en la Amazonía ecuatoriana es ahora mundialmente conocido, principalmente debido a la batalla legal entre el gigante petrolero Chevron/Texaco y unas 30,000 personas de la zona más afectada por derrames y desechos. Si bien algunas prácticas han cambiado y los discursos han sido «enverdecidos», la huella tóxica de la industria todavía es omnipresente en el área.

D2 tuberías principales atraviesan desde los Andes amazónicos hasta el Océano pacífico, abarcando más de 500 kilómetros de terreno irregular, cruzando 94 fallas sísmicas en el camino.

Cientos de pequeñas tuberías conectan más de 3430 pozos petroleros nuevos y viejos.

Más de 1169 derrames petroleros fueron reportados oficialmente en Ecuador entre 2005 y 2015, de los cuales el 81% (952) ocurrieron en la región amazónica.

La cantidad de petróleo que ha sido “oficialmente” derramado en ésta región supera los 350000 barriles entre los años 2005 a 2015, el equivalente a más de 4000 galones (15000 litros) por día. De este petróleo derramado, dos tercios nunca han sido limpiados.

Entre los años 1972 y 1993, más de 30 millones de galones (110 mil millones de litros) de crudo y desechos tóxicos se descargaron en la tierra y las vías fluviales de la Amazonía ecuatoriana, aproximadamente 140 veces la cantidad derramada por BP en el Golfo de México en 2010.

Todavía existen 1785 piscinas y 704 pozos abiertos de desechos tóxicos registrados en la región.

Deforestacion

La industria petrolera ha penetrado la Amazonía ecuatoriana con carreteras para oleoductos, pozos petroleros y acceso a áreas vírgenes. El área ahora está entrecruzada por más de 9500 kilómetros
– o el equivalente a 1,5 veces el radio de la Tierra.

Entre 1990 y 2015, Ecuador perdió 475000 hectáreas de selva amazónica primaria, un promedio de 83 campos de fútbol despejados todos los días.

Los bloques de petróleo ahora cubren más del 68% de la Amazonía ecuatoriana, un área del tamaño de Irlanda.

El Amazonas es una gran reserva de carbono que, cuando se deforesta, conduce a emisiones masivas de gases de efecto invernadero (GEI).

Health

La extracción de petróleo en esta remota región ha dejado un legado de contaminación, específicamente metales pesados e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), amenazando la vida misma de las poblaciones que viven alrededor y aguas abajo de las operaciones petroleras. La deforestación que esto conlleva, también conduce a problemas de salud a través de la liberación de mercurio.

Nunca antes en la historia la Amazonía había estado tan amenazada. La expansión de la agricultura, la ganadería, las concesiones mineras y un dramático aumento de hidroeléctricas, son sólo algunas de las presiones que tienen en riesgo a la selva más grande del mundo. Estas son las principales actividades que tienen en peligro la integridad de los ecosistemas, las especies, las comunidades y la enorme variedad de bienes y servicios del Amazonas:

  1. CONCESIONES MINERAS

La gran riqueza de minerales y de hidrocarburos del Amazonas, es a su vez uno de sus grandes amenazas. El 15 % del bioma amazónico tiene concesiones mineras y contratos para la extracción de petróleo y gas, y las áreas protegidas no son la excepción: más de 800 concesiones mineras se han otorgado en estas zonas y alrededor de 6. 800 solicitudes están pendientes para su aprobación. De acuerdo con el informe, después de analizar 439 áreas protegidas, se encontró que más de la mitad se solapa parcial o totalmente con concesiones mineras, y los contratos en estas zonas podrían afectar 24 millones de hectáreas.

Sumado a esto, más del 37 % de los territorios indígenas están en riesgo por cerca de 500 contratos mineros para la explotación minerales e hidrocarburos. La gran mayoría se encuentra en Brasil, pero existe la posibilidad de que se expandan a otros países. Esto sin contar con que la minería del oro en la Amazonia aumenta la deforestación, y el uso del mercurio utilizado en su procesamiento contamina el agua, los peces, el aire y afecta las comunidades.

  1. AUMENTO DE REPRESAS HIDROELÉCTRICAS

En la Amazonia hay 154 represas para la producción de energía hidroeléctrica y se planea la construcción de otras 277 en los próximos años. Si todos esos proyectos salen adelante, solo quedarían sin represar los ríos Juruá, el Trombetas y el Içá-Putumayo, generando grandes impactos en la ecología, la economía y el clima del subcontinente.

El aumento de las represas en la Amazonia amenaza el flujo natural de sus ríos, altera los ciclos naturales y pone en grave riesgo especies como los delfines y peces migratorios. El suministro de agua para las comunidades locales y el transporte de alimentos, también se ven afectados por cuenta de la producción de energía en la selva amazónica.

Sumado a esto, los sitios seleccionados para las represas y los embalses a menudo se superponen con áreas protegidas y territorios indígenas, lo que genera enormes transformaciones para los ecosistemas y las comunidades. Se ha demostrado además que la deforestación en varias zonas, está impulsada por la construcción de las represas. El área que está en riesgo de sufrir el impacto de la deforestación se encuentra a una distancia de entre 40 y 100 kilómetros de las hidroeléctricas.

  1. CONSTRUCCIÓN DE CARRETERAS

Las carreteras, las vías férreas y las nuevas rutas de transporte fluvial están transformando la Amazonia. Actualmente decenas de miles de kilómetros de carreteras atraviesan sus bosques; y la construcción de nuevas rutas seguirá aumentando, en particular de este a oeste, en las vías vinculadas a los mercados de exportación en el Oriente asiático. La Carretera Interoceánica que une a Perú y Brasil, por ejemplo, atraviesa las zonas relativamente bien conservadas de Madre de Dios en Perú y Acre en Brasil.

En este momento más de 20 proyectos de construcción de carreteras gigantes ejercen presión sobre la Amazonia, lo que puede generar un rápido aumento de la pérdida de bosques.

  1. EXPANSIÓN DE LA AGRICULTURA INTENSIVA

La actividad que ha generado mayores pérdidas de hábitat natural en la Amazonia en las últimas décadas es la agricultura. Las exportaciones de soja y carne a países como China han desatado graves transformaciones en el uso del suelo de sus bosques. Pese a ser relativamente nuevos, los cultivos de palma de aceite también han afectado la Amazonia, y se prevé que su crecimiento se de más rápido en la región que cualquier otro producto.

Los pastos y la ganadería, para la producción de carne y leche, son la causa principal de la deforestación en muchas áreas y en algunos países, como Brasil, donde se registra la mayor cantidad de ganado comercial del mundo.

  1. DEFORESTACIÓN

Si no se adelantan políticas y estrategias para reducir la deforestación en el bioma amazónico, para el 2030 la Amazonia puede perder el 27%, (alrededor de 85,4 millones de hectáreas de bosques). Desde el año 2000 hasta 2013 la Amazonia perdió el 4,7 % de sus bosques, pasando de tener 575 millones de hectáreas a 548 millones de hectáreas. La expansión de pastos y cultivos, cuya extensión aumentó en 22,9 millones de hectáreas en el mismo período, es la principal causa de la deforestación en la región. Brasil tiene los índices más altos de pérdida de bosque y recientemente se han identificado seis nuevos frentes de deforestación en la Amazonia Andina y el Escudo Guayanés.

  1. CAMBIOS EN LA LEGISLACIÓN ENTORNO A LAS ÁREAS PROTEGIDAS

Los constantes cambios en la legislación de los países amazónicos, generados con el fin de permitir nuevas y mayores actividades productivas en áreas protegidas, son una de las principales amenazas que advierte el informe de WWF. La reducción del área de estos espacios, o en el peor de los casos, la eliminación de su estado de protección, son un enemigo silencioso que cada vez genera mayores impactos en la Amazonia. Actualmente la cobertura de las áreas protegidas del bioma amazónico es superior al 50 %. Sin embargo, muchas de estas áreas están en riesgo debido a la debilidad legislativa para su conservación.

La Amazonía se ha deteriorado en ocho años, muestra análisis inédito realizado en nueve países

Garimpo de Peixoto. Foto: Lalo de Almeida.

La deforestación, los incendios y la minería ilegal han aumentado en los últimos ocho años, lo que indica el avance de la devastación en la región y una tendencia que no muestra signos de revertirse, según el nuevo Atlas de Raisg.

El avance de las actividades extractivas, los proyectos de infraestructura, así como los incendios, la deforestación y la pérdida de carbono indican que la Amazonía está mucho más amenazada que hace ocho años. El nuevo Atlas Amazonía Bajo Presión de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (Raisg) fue lanzado el 8 de diciembre y toma una radiografía de las principales amenazas al bosque tropical más grande del mundo y el avance de su deterioro. La buena noticia es que los territorios indígenas y las áreas naturales protegidas siguen siendo un escudo contra la devastación.

Según el Atlas, 7% del territorio amazónico está bajo presión “muy alta” y 26%, “alta”.

Las áreas de mayor presión se ubican en las regiones periféricas del bioma, en áreas montañosas y piamontesas ubicadas en la Amazonía Occidental, especialmente en Ecuador, en el norte de Venezuela y en el sur de la Amazonía brasilera. La información generada en este Atlas puede facilitar su manejo a través de políticas públicas integrales que tomen en cuenta la conectividad ambiental y climática de todo el territorio, conectividad que trasciende las fronteras de los países que la contienen.

“Uno de los principales hallazgos de este estudio es que las áreas con mayor presión en la Panamazonía se localizan en las periferias de las mismas, entre estas destaca el territorio amazónico del Ecuador, dentro del cual en un mismo territorio se ha encontrado que actúan de modo sinérgico y acumulativo, varias presiones sobre un mismo espacio” indica María Olga Borja, especialista en deforestación de EcoCiencia.

El petróleo entra a la Amazonía a través del Río Napo en Ecuador.

Esta es la primera vez, desde 2012, que la Raisg ha decidido reunir todos sus grupos técnicos para trabajar en un retrato completo de la situación de la Amazonía. El Atlas ahora se actualiza tras el trabajo de 10 grupos técnicos que han generado 23 mapas que muestran la situación en toda la región, aparte de decenas de gráficos y cuadros informativos que facilitan la comprensión de la complejidad socioambiental de la región, sus conflictos, presiones, amenazas, así como su importancia para Suramérica y el planeta.

Mapa síntesis de las presiones en la Amazonía. Elaborado por Fundación Gaia Amazonas para RAISG, 2020 (Atlas Amazonía Bajo Presión 2020).

La actividad agropecuaria es responsable del 84% de la deforestación  Amazónica. Campos de palma aceitera en Yurimaguas, Perú. Foto: Álvaro del Campo / The Field Museum.

“Este es un esfuerzo que viene madurando desde hace algunos años ya, y si bien con periodicidad casi anual sacamos productos o mapas nuevos sobre algunos temas, este compendio y análisis de información a nivel de toda la Panamazonía para lograr una visión integral de ese importantísimo bioma, es algo que nos ha exigido bastante en el último año para poder presentar al público este producto”, comenta Carmen Josse, Directora de Fundación EcoCiencia.

Wilhelm Gustloff (1938)

Wilhelm Gustloff (1938)

Final del formulario

El Wilhelm Gustloff como buque hospital, en el puerto de Danzig en 1939

 Banderas:Alemania nazi

Nombres: KS Wilhelm Gustloff

Historial

Astillero: Blohm & Voss, Hamburgo, Alemania

Tipo: Transatlántico

Operador: Hamburg-Süd HSDG Line

Puerto de registro: Hamburgo

Iniciado: 1 de agosto de 1936

Botado: 5 de mayo de 1937

Asignado: 15 de marzo de 1938

Baja: Torpedeado y hundido el 30 de enero de 1945 por el submarino S-13

 

Características generales

Desplazamiento: 25 484 t de registro bruto.

Eslora: 208 m

Manga: 23,6 m

Puntal: 12 m

Calado: 7 metros

Propulsión

Potencia: 7100 kW

Velocidad

  • Crucero: 15,5 nudos
    • Máxima: 20 nudos

Autonomía: 20 000 km a 15 n

Tripulación: 590 marinos

Usado como transatlántico de línea, buque nodriza de submarinos, buque hospital y transporte en la Operación Aníbal.

El Wilhelm Gustloff fue un Crucero alemán construido en el astillero Blohm & Voss, que entró en servicio en 1938 durante el periodo de paz de la Alemania nazi. En la Segunda Guerra Mundial sirvió como buque nodriza de submarinos, buque hospital y transporte de evacuación durante la Operación Aníbal hacia el final de la contienda. El 30 de enero de 1945 fue torpedeado por el submarino soviético S-13 bajo el mando de Aleksandr Marinesko, y se hundió con 9343 personas a bordo,1​ lo que supuso la mayor tragedia marítima de la historia.23

Historia

El transatlántico Wilhelm Gustloff fue el proyecto número 511 de los astilleros Blohm & Voss en Hamburgo, Alemania, en 1936. Fue construido por orden directa de Adolf Hitler y entró en servicio el 14 de marzo de 1938. Inicialmente iba a ser llamado Adolf Hitler, pero para efectos propagandísticos fue bautizado en memoria del político nacionalsocialista suizo Wilhelm Gustloff, asesinado en febrero de 1937.

De diseño imponente y moderno, con ocho cubiertas, tenía una altura de 55 m medida desde la quilla. Estaba dotado de instalaciones adecuadas con cubiertas de paseo espaciosas y funcionales; sus alojamientos no tenían divisiones por clase según el poder adquisitivo, sino que todos los camarotes poseían el mismo confort. Poseía una piscina climatizada en su interior en la cubierta E, siete grandes cocinas, confortables comedores comunes y amplios gimnasios.

Piscina interior climatizada en la cubierta E.

El proyecto que materializó al Wilhelm Gustloff se enmarcó bajo el programa del sindicalista Robert Ley, denominado Kraft durch Freude (“Fuerza a través de la Alegría”, en alemán), para la clase obrera alemana que contemplaba entre otras acciones, la recreación popular a bajo costo en tiempo de paz. El programa resultó todo un éxito y los cupos para los cruceros por el mar Báltico estaban siempre copados. Su viaje inaugural fue el 21 de abril de 1938 con destino a la isla de Madeira, en Portugal. Su primer capitán, Carl Lübbe (de 55 años en ese momento), lo condujo a través del río Elba en medio de una gran cobertura periodística. Sin embargo, al día siguiente, el capitán Lübbe falleció de un ataque al corazón en el puente de mando, siendo reemplazado por el anciano capitán Friedrich Petersen (de 70 años), quien concluyó el viaje exitosamente.4

Fue operado por la firma Hamburg Süd Line en el mar Báltico, llevando en sus cubiertas a los trabajadores alemanes en periodo de vacaciones desde 1938 hasta mayo de 1939.

El Wilhelm Gustloff se utilizó para repatriar desde España a la Legión Cóndor que participó en la Guerra Civil Española y seguidamente fue anclado en Gotenhafen.

En agosto de 1939 pasó a ser transformado en buque hospital, estando destinado en el puerto de Danzig hasta mayo de 1940; fue requisado el 1 de octubre de ese año por la Kriegsmarine para servir como buque nodriza de submarinos; pero antes, desde mayo a julio, había sido utilizado como buque hospital durante la invasión de Noruega, siendo anclado en Oslo, sirviendo para los heridos de la Wehrmacht. Se le pintó sobre su casco blanco una franja verde a lo largo de la eslora del buque y además se le agregó el emblema de la Cruz Roja Internacional en la chimenea. Su designación naval fue Lazarettschiff D.

El Wilhelm Gustloff fue trasladado a Stettin en octubre de 1940 para ser preparado como transporte de tropas y buque hospital en la Operación León Marino, pero el fracaso de la Luftwaffe en conquistar la supremacía aérea sobre el Reino Unido lo devolvió a Oslo como buque hospital.

Orquesta de la policía militar tocando en la cubierta (Oslo, 1940).

Desde fines de 1940 hasta 1943 sirvió como buque cuartel y alojamiento para la Armada sirviendo como buque cuartel de submarinos en Gotenhafen. El buque fue pintado en gris naval y se le eliminaron todas las características como buque hospital. Sobre su cubierta se le dotó de armamento antiaéreo consistente en 3 cañones de 105 mm y 4 cañones automáticos de 20 mm por banda, pasando a ser un buque estrictamente militar.

Refugiados alemanes en el Puerto de Pillau, 26 de enero de 1945.

Con el avance de las fuerzas soviéticas hacia territorio alemán por la Prusia Oriental, la situación para Alemania se torna dramática por los miles de refugiados alemanes que escapan ante las atrocidades de la guerra y el embate soviético. La Kriegsmarine lo destina junto con otros trasatlánticos para la operación de rescate de refugiados civiles y militares alemanes provenientes de la Prusia Oriental que llegaban a Gotenhafen para ser enviados a Kiel o Hel, bajo la denominada Operación Aníbal.

Hundimiento

En enero de 1945, en medio de un invierno riguroso con temperaturas de -20 °C, la situación de Alemania se deterioraba dramáticamente: unos 75 000 refugiados civiles y militares alemanes convergían en los puertos de Dánzig y Pillau y unos 7 millones de fugitivos huían desde la Prusia Oriental por el corredor polaco hacia Alemania, sin apenas alimentos o medicamentos, en el frío invernal, colapsando los caminos y carreteras hacia la costa con atascos de unidades de la Wehrmacht que se dirigían al frente, atacados por la artillería y la Fuerza Aérea Soviética que bombardeaban todo y temiendo la rabia soviética por los millones de víctimas causadas por la invasión alemana.

El almirante Karl Dönitz dio la orden a sus submarinos de huir hacia los puertos del oeste y a todas las unidades de superficie mayores y menores disponibles de evacuar a los connacionales a los puertos seguros de Kiel o Hel. A esta operación de rescate se la denominó Operación Aníbal.

Entre las grandes unidades de superficie estaban los cruceros pesados Deutschland, Admiral Scheer, los transatlánticos Goya, General Steuben y Wilhelm Gustloff, el mayor de todos. Las menores eran remolcadores, yates de paseo e incluso chalupas motorizadas y pesqueros. El Wilhelm Gustloff mantenía su presentación como buque de carácter militar.

El buque estaba desde el 21 de enero en Danzig evacuando a militares y seguidamente a civiles, comenzando por las mujeres y los niños. En la piscina interior drenada se estableció un puesto de enfermería con 375 enfermeras auxiliares de la Armada que atendían a los heridos, y además se encontraban a bordo 1.000 cadetes submarinistas que acababan de terminar su entrenamiento. La cantidad de personas embarcadas en el Wilhelm Gustloff oficialmente era de 8.000 personas pero estas aumentaron a 10.500, lo que hacía que la estadía en el buque fuera insoportable, dado que muchos refugiados estaban a la intemperie en las cubiertas superiores expuestos a la hipotermia.

La Kriegsmarine estaba informada de la presencia de submarinos rusos en la salida de la bahía de Danzig y muchos transportes atestados de pasajeros se exponían a ser atacados si no contaban con protección antisubmarina.

A las 12 horas del 30 de enero de 1945, los capitanes Friedrich Petersen (civil) y Wilhelm Zahn (DKM) al mando de Wilhelm Gustloff recibieron la orden de zarpar. El barco atestado se separó del atracadero mediante remolcadores y afuera de la bahía lo esperaban dos torpederos escoltas, el transatlántico Hansa, el torpedero T-36 y el torpedero Löwe. El Hansa acusó desperfectos de máquina y debió quedarse.

Mientras salía de la bahía, los capitanes en el puente deliberaron cuál era la ruta más conveniente a tomar. Zahn abogaba por rodear la costa de Wlasislowo por dentro de la isla de Bornholm, en aguas someras para evitar el torpedeamiento; pero se impuso el criterio de Petersen de ir en aguas profundas por fuera de la citada isla al encuentro de un convoy.

Mientras el Wilhelm Gustloff navegaba al anochecer, a eso de las 20:30 horas, la radio transmitió el último discurso de Adolf Hitler con motivo del aniversario de la toma del poder,5​ el cual fue difundido en los altavoces al interior de buque para la escucha de los refugiados y que duró unos 18 minutos.

El buque navegaba en aguas sometidas a un viento borrascoso y gélido, bajo una luz lunar que se traslucía en la borrasca y con total oscurecimiento. En el interior reinaba una atmósfera de solidaridad entre los tripulantes y refugiados, quienes estaban esperanzados en el término temporal de sus penurias como fugitivos.

Hacia las 21 horas, ya traspasando el norte de la isla de Bornholm, un mensaje de radio indicó al Wilhelm Gustloff que un dragaminas se acercaba al trasatlántico. Petersen dio la orden de encender las luces de navegación a fin de no chocar con el dragaminas.6

El Wilhelm Gustloff recién pintado como buque hospital (1939).

El buque, con las luces encendidas, fue detectado por el submarino soviético S-13, al mando de Aleksandr Marinesko, quien ordenó de inmediato cargar cuatro torpedos mientras se colocaba en posición de ataque.

A las 21:08 horas, tres torpedos hicieron impacto por estribor en el Wilhelm Gustloff; el primer torpedo alcanzó el sector de proa, el segundo dio en el sector de la piscina interior en la cubierta E, matando a la mayoría de las enfermeras de la Armada y el tercero dio hacia la popa, inutilizando los generadores y cortando el suministro de energía eléctrica. El Wilhelm Gustloff se inclinó inmediatamente a estribor en medio del caos interior y la oscuridad. Miles de refugiados saltaban a las heladas aguas y otros miles luchaban por salir del navío incluso por los ojos de buey. El pánico total cundió produciendo atascos e impidió una evacuación ordenada y el correcto uso de los botes salvavidas, hubo suicidios en masa de personas convencidas de que su fin había llegado. Hacia el final del hundimiento, el navío se adrizó, lo que permitió la salida de más personas.7​ El cuarto torpedo no logró salir del tubo lanzatorpedos del submarino soviético, provocando una acción de emergencia para desactivarlo. El Wilhelm Gustloff tardó 50 minutos en irse al fondo del mar.

El rescate no se hizo esperar y acudieron inmediatamente al lugar del hundimiento el torpedero T-36, que rescató 564 sobrevivientes, el torpedero Löwe logró sacar 472 personas de las gélidas aguas, el vapor Göttingen salvó a 28 sobrevivientes, otro torpedero, el T-19 rescató a 7 personas, el carguero Gotland tomó a dos personas y una lancha schnellboot V-1703 rescató a un bebé. En total sobrevivieron y se rescataron unas 1.239 personas; pero fallecieron unas 9.300 ya fuera por quedar atrapadas y ahogarse en el interior del navío o por hipotermia. Tanto los capitanes Petersen como Zahn salvaron sus vidas, mientras que de las 375 enfermeras de la Armada sólo se salvaron tres.8​ Solo se abrió un sumario contra Zahn por el desastre pero fue archivado a causa del inminente colapso total de Alemania.

El Wilhelm Gustloff se hundió a 44 m de profundidad quedando su quilla en las coordenadas geográficas 55°04′22″N 17°25′17″E. Más tarde, los soviéticos dinamitaron el pecio para evitar futuras investigaciones por el crimen de guerra cometido sin lograr destruirlo, quedando en tres secciones que fueron redescubiertas y filmadas en 1995 por buzos de aguas profundas. El hundimiento del Wilhelm Gustloff fue la peor tragedia marítima de la historia con 9.300 fallecidos y únicamente 1.200 sobrevivientes que fueron recogidos por otros barcos, se hundió a las 22:00 horas del 30 de enero de 1945 y sus restos yacen en las heladas aguas del mar Báltico.

Legado

Sello ruso de 1996 que muestra al submarino S-13 que atacó y hundió al Wilhelm Gustloff.

Aleksandr Marinesko, el ejecutor del Wilhelm Gustloff y 10 días más tarde autor del hundimiento del General von Steuben agregando un mínimo de 4.500 víctimas más, alegó que el buque alemán era un legítimo blanco militar, ya que no llevaba la apariencia de un buque hospital y sus tácticas de torpedeamiento a estos navíos fueron consideradas como estándares a seguir por la Academia Naval Soviética.

A pesar de estos méritos militares, el Alto Mando Naval de la Unión Soviética representado por Nikolái Gerásimovich Kuznetsov se negó a reconocer a Marinesko como merecedor al título de Héroe de la Unión Soviética calificándolo no compatible con el perfil de héroe, descalificándolo principalmente debido a su alcoholismo, indisciplina y su carácter conflictivo.

Desacreditado, Marinesko fue destinado a trabajos secundarios en la Armada Soviética a cargo de una superintendencia, y poco más tarde fue acusado de dilapidación de bienes, por lo que tuvo que presentar su renuncia y pasar dos años recluido en el campo de concentración de Kolyma. Al finalizar su sanción, Marinesko era, para honor a la justicia, un hombre absolutamente arruinado e indigente, y falleció de úlcera en Leningrado. En 1990, fue reivindicado como un Héroe de la Unión Soviética cuando se cumplió el 50.º aniversario de la Gran Guerra Patria.

El hundimiento del Wilhelm Gustloff es hoy considerado como la mayor tragedia marítima de la historia.

Finalmente, quienes lograron sobrevivir a la tragedia fueron ignorados e incluso amenazados por las juventudes hitlerianas. Alemania no podía permitirse en aquel delicado momento reconocer una catástrofe como aquella y deprimir aún más a una población absolutamente desmoralizada. Por su parte, para los soviéticos representó un gran orgullo hundir uno de los símbolos del nazismo. Hoy en día, el Gustloff reposa, partido en tres pedazos, a unos 45 metros de profundidad, bajo las frías aguas del mar Báltico. En el año 2004 se organizó una expedición para filmar sus restos.

El Robert Ley

Con el éxito del Wilhelm Gustloff, se preparó la segunda nave que se estaba construyendo para la KdF. El Robert Ley fue entregado el 24 de marzo de 1939 y tras las pruebas de mar hizo su viaje inaugural el 18 de abril de 1939.

La mayoría considera al Robert Ley «estéticamente menos agradable» que su hermano, pero poseía grandes espacios abiertos e igualdad de alojamiento para los pasajeros y la tripulación. En mayo de 1939, se unió al resto de la flota de la KdF para el viaje de la Legión Cóndor a España y de regreso. El Robert Ley sólo completó 13 viajes antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, el 1 de septiembre de 1939.

Inició su servicio junto a su gemelo, el Wilhelm Gustloff, en calidad de Lazarettschiff B (buque hospital) desde el 25 de agosto de 1939 hasta el 22 de noviembre de 1939. Luego fue modificado como buque de alojamiento en 1940.

Cronología de servicio

  • 1940 – Sirve como buque de alojamiento.
  • 1942 – Sirve como buque cuartel.
  • 29 de julio de 1944 – sirvió de VTS (VTS = Verwundeten-Transportschiffe/Buque de Transporte para soldados heridos y enfermos durante grandes evacuaciones).
  • 9 de septiembre de 1944 – Sirve como buque de alojamiento.

El Robert Ley participó en las mismas evacuaciones durante las cuales se había hundido el Wilhelm Gustloff en enero de 1945, pero sobrevivió y sirvió como buque de transporte en Hamburgo hasta marzo de 1945. Sin embargo, el 9 de marzo de ese año, los bombarderos de la Royal Air Force encontraron el antiguo buque insignia en el muelle en Hamburgo y lanzaron bombas que explotaron en sus cubiertas. En cuestión de instantes, el crucero estaba en llamas de proa a popa.

Después del incendio, el buque quemado y oxidado quedó en Hamburgo hasta que fue remolcado a Inglaterra en 1947 para ser desguazado.9

En la literatura

Ruta Sepetys, escritora estadounidense, escribió la novela de ficción Lágrimas en el Mar basada en los hechos acaecidos con el Wilhelm Gustloff. «Una prima de mi padre estuvo a punto de embarcar en el Wilhelm Gustloff y me pidió que diera voz a aquellos que murieron creyendo que sus historias se habían hundido con ellos»; este es el origen de la novela, en palabras de la autora.10

Kepa Menéndez, escritor español, es autor del thriller La Ficha 145 de Núremberg, que tiene como protagonistas el naufragio del Wilhelm Gustloff, los episodios más trascendentes de la Segunda Guerra Mundial y los últimos días del Ferrocarril Vasco-Navarro. Para la realización de la novela, Kepa Menéndez contó con testimonios reales de supervivientes de la mayor tragedia marítima de la historia, así como con el asesoramiento de The Wilhelm Gustloff Museum.

En el cine

En 1959 se estrenó una película alemana en blanco y negro sobre el hundimiento, llamada Darkness fell in Gotenhafen (Nacht fell uber Gotenhafen), dirigida por Frank Wisbar y protagonizada por Sonja Ziemann. Luego, en 2008, se estrenó una película para TV, llamada Die Gustloff, dirigida por Joseph Vilsmaier y protagonizada por Kai Wiesinger.

Dibujo del Wilhelm Gustloff posado en el lecho marino tras el naufragio.

 

Imagen aérea del Wilhelm Gustloff antes del inicio de la guerra.

Desastre del lago Nyos

Desastre del lago Nyos

El 21 de agosto de 1986, una erupción límnica en el lago Nyos, en el noroeste de Camerún, mató a 1.746 personas y 3.500 cabezas de ganado.[1]

El lago Nyos como apareció ocho días después de la erupción

Fecha: 21 de agosto de 1986

Ubicación: Camerún

Coordenadas: 6,44°N 10,30°E

Tipo: erupción límnica

Fallecidos: 1.746

La erupción provocó la liberación repentina de entre 100.000 y 300.000 toneladas (1,6 millones de toneladas, según algunas fuentes [¿quién?]) de dióxido de carbono (CO2).[2][3] La nube de gas se elevó inicialmente a casi 100 kilómetros por hora (62 mph; 28 m/s) y luego, siendo más pesada que el aire, descendió sobre las aldeas cercanas, desplazando todo el aire y asfixiando a personas y ganado en 25  kilómetros (16 millas) del lago.[4][5]

Desde entonces se ha instalado en el lago un sistema de desgasificación con el objetivo de reducir la concentración de CO2 en las aguas y, por tanto, el riesgo de nuevas erupciones. Junto con el desastre del lago Monoun dos años antes, es una de las dos únicas erupciones límnicas registradas en la historia.[6]

Erupción y liberación de gases.

Se desconoce qué provocó la catastrófica desgasificación.[7][8][9] La mayoría de los geólogos sospechan que se trata de un deslizamiento de tierra, pero algunos creen que pudo haber ocurrido una pequeña erupción volcánica en el lecho del lago.[10][11] Una tercera posibilidad es que el agua de lluvia fría que cayó a un lado del lago provocó el vuelco. Otros, todavía[¿quién ] creen que hubo un pequeño terremoto, pero como los testigos no informaron haber sentido ningún temblor la mañana del desastre, esta hipótesis es poco probable. [cita necesaria] El evento resultó en que el agua profunda sobresaturada se mezclara rápidamente con las capas superiores del lago, donde la presión reducida permitió que el CO2 almacenado efervesciera fuera de la solución.[12]

Se cree que se liberaron alrededor de 1,2 kilómetros cúbicos (4,2 × 1010  pies cúbicos) de gas.[13] Las aguas normalmente azules del lago se volvieron de un rojo intenso después de la desgasificación, debido al agua rica en hierro de las profundidades que sube a la superficie y es oxidada por el aire. El nivel del lago bajó aproximadamente un metro y los árboles cercanos al lago fueron derribados.[cita necesaria]

Los científicos concluyeron a partir de la evidencia que se formó una columna de agua y espuma de 100 m (330 pies) en la superficie del lago, generando una ola de al menos 25 metros (82 pies) que barrió la orilla por un lado.[14]

Como el dióxido de carbono tiene 1,5 veces la densidad del aire, la nube se pegó al suelo y descendió por los valles, donde había varios pueblos. La masa tenía unos 50 metros (160 pies) de espesor y viajaba hacia abajo a entre 20 y 50 kilómetros por hora (12 a 31 mph; 5,6 a 13,9 m/s). Durante aproximadamente 23 kilómetros (14 millas), la nube de gas estuvo lo suficientemente concentrada como para asfixiar a muchas personas mientras dormían en las aldeas de Nyos, Kam, Cha y Subum.[4] Alrededor de 4.000 habitantes huyeron de la zona y muchos de ellos desarrollaron problemas respiratorios, lesiones y parálisis como resultado de la nube de gas.[15]

Es posible que se liberaran otros gases volcánicos junto con el CO2, ya que algunos supervivientes informaron de un olor a pólvora o huevos podridos, lo que indica que el dióxido de azufre y el sulfuro de hidrógeno estaban presentes en concentraciones superiores a sus umbrales de olor. Sin embargo, el CO2 fue el único gas detectado en muestras de agua del lago, lo que sugiere que fue el gas predominante liberado y, como tal, la causa principal del incidente.[15]

Efectos sobre los supervivientes

Ganado asfixiado por el dióxido de carbono del lago Nyos

Los periodistas de la zona describieron la escena como “parecida a las secuelas de una bomba de neutrones“.[16] Un sobreviviente, Joseph Nkwain de Subum, se describió a sí mismo cuando despertó después de que los gases golpearon:[4] [17]

No podía hablar. Quedé inconsciente. No podía abrir la boca porque entonces olí algo terrible… Escuché a mi hija roncar de una manera terrible, muy anormal… Al cruzar a la cama de mi hija… Me desplomé y caí. Estuve ahí hasta las nueve de la mañana (del viernes, del día siguiente)… hasta que un amigo mío vino y tocó a mi puerta… Me sorprendí al ver que mis pantalones estaban rojos, tenían algunas manchas como la miel. Vi algo… de almidón en mi cuerpo. Mis brazos tenían algunas heridas… No sabía muy bien cómo me salieron estas heridas… Abrí la puerta… Quería hablar, no me salía el aliento… Mi hija ya estaba muerta… Me metí en la cama de mi hija pensando que todavía dormía. Dormí hasta las 4.30 de la tarde… del viernes (el mismo día). (Entonces) logré ir a las casas de mis vecinos. Estaban todos muertos… Decidí irme… (porque) la mayor parte de mi familia estaba en Wum… Conseguí mi motocicleta… Un amigo cuyo padre había muerto se fue conmigo (para) Wum… Mientras cabalgaba… a través de Nyos no vi ninguna señal de ningún ser vivo… (Cuando llegué a Wum), no podía caminar, ni siquiera hablar… mi cuerpo estaba completamente débil.

Tras la erupción, muchos supervivientes fueron tratados en el hospital principal de Yaundé, la capital del país. Se creía que muchas de las víctimas habían sido envenenadas con gases a base de azufre. El envenenamiento por estos gases provocaría ardores en los ojos y la nariz, tos y signos de asfixia similares a los de un estrangulamiento.[9]

Las entrevistas con los supervivientes y los estudios patológicos indicaron que las víctimas perdieron rápidamente el conocimiento y que la muerte fue causada por asfixia con CO2.[18] A niveles no letales, el CO 2 puede producir alucinaciones sensoriales, de modo que muchas personas expuestas al CO 2 informan el olor de compuestos sulfúricos cuando no hay ninguno presente.[18] Las lesiones cutáneas encontradas en los sobrevivientes representan llagas por presión y, en algunos casos, exposición a una fuente de calor, pero no hay evidencia de quemaduras químicas o quemaduras repentinas por exposición a gases calientes.[18]

Desgasificación

La magnitud del desastre llevó a muchos estudios sobre cómo se podría prevenir una recurrencia.[19] Varios investigadores propusieron la instalación de columnas desgasificadoras desde balsas en medio del lago.[20][21] El principio es ventilar lentamente el CO 2 levantando agua muy saturada desde el fondo del lago a través de una tubería, inicialmente usando una bomba, pero solo hasta que la liberación de gas dentro de la tubería levante naturalmente la columna de agua efervescente, haciendo que el proceso sea autosostenible.[22]

A partir de 1995, se llevaron a cabo con éxito estudios de viabilidad y en 2001 se instaló el primer tubo de desgasificación permanente en el lago Nyos. En 2011 se instalaron dos tuberías adicionales.[22][23] En 2019 se determinó que la desgasificación había alcanzado un nivel esencialmente estado estacionario y que una sola de las tuberías instaladas sería capaz de autosostener el proceso de desgasificación en el futuro, manteniendo indefinidamente el CO 2 en un nivel seguro, sin necesidad de energía externa.[24]

Se sospecha un peligro similar en el lago Kivu

Tras el desastre del lago Nyos, los científicos investigaron otros lagos africanos para ver si podría ocurrir un fenómeno similar en otros lugares. En 2005, también se descubrió que el lago Kivu en la República Democrática del Congo, 2.000 veces más grande que el lago Nyos, estaba sobresaturado, y los geólogos encontraron evidencia de que los eventos de desgasificación alrededor del lago ocurrían aproximadamente cada mil años.[25]

Sin embargo, un estudio realizado en 2018 y publicado en 2020 encontró fallas en el estudio de 2005, incluido un posible sesgo en la conversión de las concentraciones a presiones parciales, una sobreestimación de las concentraciones o un problema de calibración de los sensores a alta presión. El estudio de 2020 encontró que cuando se tuvieron en cuenta estos errores, el riesgo de una erupción de gas en el lago Kivu no parecía aumentar con el tiempo.[26]

El desastre fue tan grave que el presidente del país apeló a la ayuda internacional.

La investigación

Pasaron varias semanas de investigaciones científicas para descubrir qué había ocurrido en la zona.

Se llamó a expertos de todo el mundo para que ayudaran a desvelar el misterio. Uno de ellos fue el médico británico Peter Baxter, quien llegó a la zona unas dos semanas después del desastre.

“Todavía había cuerpos de personas y animales muertos esparcidos en las colinas de la zona. Cuando llegamos al pueblo de Nyos, que era un grupo de pequeñas chozas de barro, todo estaba en silencio y no había señales de vida”, le cuenta el doctor Baxter al programa “Witness” de la BBC.

“Y cuando nos acercamos al lago, el lago Nyos, al que se llegaba escalando una pequeña colina, vimos que sus aguas estaban muy calmadas, inalteradas, pero había peces y vegetación muertos en la superficie en los márgenes del lago”.

“La única vida que pudimos ver en el agua eran ranas, que son muy resistentes a las alteraciones y parecían estar prosperando en estas aguas”, agrega Peter Baxter.

George Kling, profesor de la Universidad de Michigan, también fue invitado a ayudar en la investigación.

“Cuando llegamos al lago Nyos había una atmósfera escalofriante, toda la gente y todos los animales de la zona estaban muertos”, cuenta.

“Había silencio, pero todos los edificios estaban de pie y no parecía que hubiera habido un huracán o una inundación o algo por el estilo”.

No se sabe porqué cientos de personas murieron con el gas tóxico pero otros cientos que también fueron expuestas lograron sobrevivir.

Al parecer el dióxido de carbono se había estado formando en la profundidad del lago durante varios años.

Los científicos afirman que es el mismo efecto que se produce al agitar una botella de champaña y después sacarle el corcho.

Tal como explica George Kling: “Debido a que el lago estaba estratificado, o sea es muy profundo y las capas superiores no se mezclan con las capas inferiores, el gas que se formó en las capas inferiores esencialmente estaba atrapado. Eso provocó que el gas se acumulara con el paso del tiempo en una cantidad enorme y con tremenda presión”.

Testimonios del horror

Ifrain Che estaba en su choza de barro en un acantilado sobre el lago Nyos, en las volcánicas tierras altas del noroeste de Camerún. La luna iluminaba el agua, más allá las colinas y los valles. Alrededor de las 9 de la noche, Ifrain, un granjero que vivía con sus cuatro hijos, escuchó un temblor que parecía como el de un deslizamiento de rocas. Luego, una extraña niebla blanca se elevó desde el lago. Ifrain les dijo a sus hijos que parecía como que iba a comenzar a llover y se fue a la cama, sintiéndose un poco mal.

Más abajo, cerca de la orilla del lago, Halima Suley, una ganadera, y sus cuatro hijos se habían retirado para pasar la noche. Ella también sintió el retumbar; sonaba, recordaría más tarde, como “el grito de muchas voces”. De repente, un fuerte viento rugía a través del pequeño conglomerado de chozas con techos de paja de su familia, y rápidamente ella se desmayó, “como una muerta”, dijo. Con las primeras luces del día, Ifrain se dirigió colina abajo. El Nyos, normalmente de un azul cristalino, se había vuelto de un rojo opaco. Cuando llegó al único arroyo del lago, una cascada que caía desde un punto bajo en la orilla, encontró que este, contrariamente a lo normal, estaba seco. En ese momento notó el brutal silencio; aún el usual coro matutino de los pájaros y de los insectos estaba ausente. Ifrain estaba tan asustado que sus rodillas temblaban, y corrió a lo largo del lago. Luego escuchó llantos. Era Suley, quien, en un frenesí de miedo y dolor, se había arrancado las vestiduras. “¡Ifraín!”, gritó. “¡Ven aquí! ¿Por qué está mi familia tirada en este lugar? ¿Por qué no se mueven?”

Ifrain intentó mirar hacia otro lado: diseminados a su alrededor estaban los cuerpos de los hijos de Suley, los de 31 otros miembros de su familia y los cadáveres de sus 400 cabezas de vacas. Suley intentaba despertar a su fallecido padre. “Ese día no había moscas sobre los muertos”, dijo Ifrain. Las moscas también habían muerto.

Bajó corriendo la colina, hacia la villa que lleva el nombre del lago. Allí, casi todos los mil ochocientos residentes estaban muertos, incluyendo a sus padres, hermanos, tíos y tías. “Yo lloraba, y lloraba, y lloraba”, dijo. Era el 21 de agosto de 1986; el fin del mundo, o así al menos lo creyó Ifrain.

Tifón chino – 1912

Tifón chino – 1912

El tifón chino de 1912 devastó la costa de China el 29 de agosto de 1912. Se formó en el Mar de Filipinas, antes de llegar a China. El tifón trajo fuertes vientos y grandes cantidades de lluvia. En Zhejiang se informaron fuertes inundaciones a lo largo de los ríos, que provocaron entre 50.000 y 220.000 muertes. Es uno de los tifones más mortíferos registrados en la historia.

1912 tifón chino

Historia meteorológica

Formado: 25 de agosto de 1912

Disipado: 1 de septiembre de 1912

Tifón

Presión más baja: 946 hPa ( mbar ); 27,94  pulgadas Hg

Efectos generales

Muertes: 50.000–220.000

Zonas afectadas: China

Historia meteorológica

Según el Observatorio de Hong Kong, la tormenta comenzó a formarse el 13 de agosto y el 25 de agosto se convirtió en tifón. Se formó en el Mar de Filipinas,[1] al este del norte de Luzón. Había una importante zona de baja presión alrededor de Filipinas. Al día siguiente (26 de agosto), la presión disminuyó significativamente sobre los Loochoos (islas Ryukyu) y ligeramente sobre el norte de Luzón, Formosa (Taiwán) y la costa sureste de China. Viajó en dirección norte y, a las 06:00 HKT, estaba en ~ 20°N 125°E. El 27 de agosto a las 06:00 HKT, su trayectoria giró hacia el oeste. Su ubicación reportada a las 06:00 HKT fue 26°N 122°E. En ese momento, las lecturas de presión en Formosa habían disminuido dramáticamente. Se informó de una ligera disminución de la presión sobre Annam, Filipinas y el norte de China. Se informó de una débil disminución de la presión sobre el noreste de China. Las observaciones en los Loochoos a las 14:50 HKT indicaron que el tifón se desplazaba en dirección norte-noreste. En la mañana del 28 de agosto, se informó que estaba a 80 km (50 millas) al sureste de Ishigaki, viajando en dirección noroeste. El tifón llegó a China el 29 de agosto, donde fue descrito como “severo” a las 06:00 HKT. A las 14:00 HKO, llegó a Sharp Peak, Hong Kong, y viajó hacia el oeste. El tifón se convirtió en depresión el 31 de agosto, entre Pakhoi (Beihai) y Hong Kong; y el 1 de septiembre, sobre Hainan y Annam.[2][1] En su máximo, el tifón tenía velocidades de viento de 115 mph (185 km/h) y la presión más baja era de 946 mb.[3]

Impacto

El tifón es uno de los peores de la historia y provocó al menos 50.000 muertos, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.[12] Se estima que 100.000 familias resultaron afectadas.[13] Shen Bao, un importante periódico de Shanghai, cifró el número de muertos en 220.000.[14] Algunos periódicos internacionales informaron de 40.000 muertes.[15][16] La marea alta y las lluvias torrenciales durante 24 horas provocaron inundaciones en el alto Wenzhou. La prefectura de Chaozhou fue destruida.[17] En Qingtian y las ciudades cercanas, la inundación ahogó a 10.000 residentes. Se estima que entre 30.000 y 40.000 personas murieron en Pingyang y Rui’an .[18]

Las inundaciones del río Ou afectaron a Wenzhou, Qingtian y Yunhe. La crecida del río en las montañas provocó que grandes volúmenes de agua cayesen hacia abajo. Grandes olas chocaron repentinamente contra zonas pobladas, provocando una destrucción extrema. El North China Herald describió el rápido flujo del agua subiendo “cuatro o cinco pies” en unos pocos minutos. Los supervivientes informaron de la destrucción de una ciudad y de la muerte de todos sus residentes.[18]

Las infraestructuras en muchas zonas del sur de Zhejiang sufrieron graves daños. La lluvia y las redes de comunicación también fueron destruidas, empeorando la situación.[18] Los pescadores que rescataban sus capturas se ahogaron cuando sus barcos volcaron. Se cree que ocho pescadores murieron cuando fueron arrastrados al mar, pero regresaron cuatro días después. Los restos de las ciudades se confundieron con naufragios. Las playas estaban cubiertas de escombros, donde los supervivientes comenzaron a buscar artículos.[17]

Secuelas

Inmediatamente después del desastre comenzó un rescate liderado por civiles. La cooperación de civiles y funcionarios permitió salvar entre 150 y 200 vidas. Los esfuerzos de recuperación fueron completados por el gobierno regional; el gobierno central no brindó asistencia significativa. La reconstrucción fue financiada por el gobierno regional y llegó ayuda exterior.[18]

Zhejiang inundada, 1912

Alexander Ankers

La inundación de Zhejiang impostó la inundación del río Wenzhou en agosto de 1912, devastando la zona circundante durante varios meses. Los principales efectos de la inundación se sintieron en el sur de Zhejiang, en Wenzhou y las áreas circundantes, incluyendo Qingtian y Yunhe.[1] Con una cifra total estimada de muertos de alrededor de 220.000, la inundación fue descrita en ese momento por un periódico con sede en la cercana Shanghái como una de las más devastadoras jamás experimentadas.

Causas

Numerosos factores avanzaron rápidamente en un desastre en toda regla, iniciado primero por las condiciones del tifón en la región de Wenzhou el 29 de agosto, se acompañó con lluvias torrenciales y mareas altas durante un período de 24 horas.[3] Esto causó una hinchazón de la sección superior del río -que estaba rodeado por montañas y colinas- resultando en una acumulación excesiva de agua, que posteriormente se derramó en áreas urbanas a través de grandes olas, causando enormes daños.[4] Lo súbito de la inundación también fue un aspecto clave del desastre, con el aumento de agua en cuatro o cinco pies en cuestión de minutos.[5]

La escala de las inundaciones fue extensa, afectando los distritos de Qingtian y Yunhe de Zhejiang, así como Wenzhou, donde se originó el desastre. El evento fue capturado en los titulares en varios continentes, con algunos documentos en el extranjero que reportaban que alrededor de 30.000 se habían ahogado como resultado de la inundación de Quzhou y alrededor de 10.000 en “Tsingdie”, ubicado a unas 10 millas de la propia Wenzhou y situado al pie de las colinas donde comenzó la inundación.[6] Otro informe internacional sugirió que el tifón solo había matado a unas 40.000 personas.[7] Cuentas de sobrevivientes de las inundaciones indican que la ciudad de Koene fue completamente destruida, aunque no se conoce ninguna cifra de esta ciudad en particular.[8] Los distritos de Ruián y Pingyang también habían sufrido terriblemente, con una estimación total de muertes de entre 30.000 y 40.000 personas.[9] Un importante documento de Shanghái situó la cifra total de muertos por la inundación en 220.000.

Además de la grave pérdida de vidas, también hubo enormes daños a la infraestructura en muchas partes del sur de Zhejiang; no sólo se habían aniquilado los edificios, ya que muchas ciudades y pueblos fueron destruidos, sino que también las regiones afectadas fueron completamente cortadas por las comunicaciones ferroviarias y telefónicas, aumentando el impacto del desastre.[11] En los meses y años siguientes a las inundaciones se expresaron temores de que se produjeran desastres similares en la región, y como resultado los residentes levantaron viviendas temporales o temporales en zonas más altas. Al parecer, la remodelación y la reconstrucción se llevaron a cabo en gran medida por medios primitivos debido a la falta de herramientas necesarias, lo que dio lugar a la dependencia de herramientas de mano y canastas para reconstruir las zonas dañadas.[12] Sin embargo, a pesar de la gravedad de los daños causados por las inundaciones en Zhejiang en 1912, los relatos optimistas de la falta de daños a los arrozales cruciales indican la importancia del rendimiento de los cultivos, y la producción agrícola en general, al proceso de recuperación en las comunidades afectadas en ese momento.

Respuesta

La respuesta inmediata a la inundación, que comenzó al día siguiente, fue en gran medida un esfuerzo colectivo, que incorporó los esfuerzos tanto de funcionarios como de civiles.[14] Según se informa, las labores de rescate dirigidas por civiles fueron espoleadas en parte por ofertas de recompensa por cada vida salvada, que, proporcionada por los propios residentes chinos afectadas por el desastre, se saldaron con el rescate de unas 150 a 200 personas.[15] Junto con estos esfuerzos localizados, la respuesta oficial a las inundaciones reflejo la gobernanza cada vez más descentralizada del período republicano temprano (1912-1928). Hubo una evidente falta de respuesta de cualquier forma de órgano de gobierno centralizado, y en su lugar los funcionarios regionales llevaron a cabo las labores de rescate y ayudaron a la recuperación posterior. Estos funcionarios también trataron de obtener cuentas confiables del daño y el número de muertos, y gran parte de los proyectos de reconstrucción posteriores fueron financiados con subvenciones del gobierno regional. Esto se vio ayudado además por el dinero de socorro dado por los residentes extranjeros a los afectados; por ejemplo, la ayuda financiera proporcionada por los residentes de Weihai se situó en un total de 1.223,50 dólares

Alexander Ankers es estudiante de Historia en la clase 2017 en la Universidad de Manchester.

Colapso de un edificio en Savar en 2013

Colapso de un edificio en Savar en 2013

Edificio colapsado en Savar, Daca, Bangladés, el 24 de abril de 2013.

El colapso del edificio en Savar se produjo el 24 de abril de 2013 cuando un bloque de ocho pisos se derrumbó en Savar, un distrito de Daca, capital de Bangladés. Al menos 1.127 personas murieron12​ y otras 2.437 resultaron heridas.34567​ El edificio, que contenía fábricas de ropa, un banco y varias tiendas, se derrumbó durante la hora punta de la mañana.789​ Se ignoraron las advertencias para evitar el uso del edificio después de las grietas que aparecieron el día anterior.1011

Detalle del edificio derrumbado en Savar.12

Antecedentes

El edificio, conocido como Rana Plaza, es propiedad de uno de los dirigentes del partido gobernante Liga Awami, Sohel Rana,9​ alojaba cuatro fábricas de ropa independientes que empleó a unas 5.000 personas. Fue también sede de un gran número de tiendas y un banco.13​ Las fábricas de ropa fabrican para marcas como el Grupo Benetton, The Children’s Place, DressBarn, Mango, Monsoon, Inditex y Primark, así como para empresas de distribución como El Corte Inglés.101415

Aparición de grietas el día 23 y derrumbamiento el 24 de abril

A pesar de haber pedido dejar el edificio después de las grietas que aparecieron el 23 de abril de 2013, se pidió a muchos trabajadores de la confección volver al día siguiente, por parte de sus supervisores declarando que el edificio era seguro.13​ Algunos trabajadores dijeron que las grietas eran muy graves, tan graves que la aparición de las mismas fue noticia en varios canales de noticias locales.14​ El edificio se derrumbó en torno a las 09:00 am, dejando sólo la planta baja intacta.7​ Un bombero dijo que en el edificio podría haber alrededor de 2.000 personas cuando se produjo el colapso, uno de los sobrevivientes indicó que podrían albergar hasta 5.000 trabajadores.10​ Un residente del local describió la escena como si “de un terremoto se tratara”.16

Víctimas

Uno de los sitios web de la fábrica de ropa indica que más de la mitad de las víctimas son mujeres, junto con varios de sus hijos que habían sido colocados en las instalaciones de guardería dentro del edificio.10

IndustriALL Global Union y la UNI Global Union logran un acuerdo para un plan de prevención

Ante la magnitud del accidente17​ y la presión del sindicato IndustriALL Global Union18​ y la UNI Global Union, en una poderosa alianza con importantes ONG, la Campaña Ropa Limpia y el Consorcio de Derechos de los Trabajadores, han conseguido importantes mejoras para los trabajadores en Bangladés. Al menos 24 empresas multinacionales han firmado un acuerdo que, sobre el papel, prevé inspecciones independientes.19​ El gran número de muertes y accidentados ha hecho reaccionar a numerosas empresas que en anteriores ocasiones se habían mostrado indiferentes.1

Empresas que han firmado el acuerdo de prevención

Las marcas que han firmado el acuerdo son las siguientes: H&M, Inditex, C&A, PVH, Tchibo, Tesco, Marks & Spencer, Primark, El Corte Inglés, jbc, Mango, Carrefour, KiK, Helly Hansen, G-Star, Aldi, New Look, Mothercare, Loblaws, Sainsbury’s, Benetton, N Brown Group, Stockmann, WE Europe, Esprit, Rewe, Next, Lidl, Hess Natur, Switcher, A&F.

Empresas que no han firmado el acuerdo de prevención

Fast Retailing es la empresa japonesa que fabrica artículos de ropa y complementos para las firmas de moda Uniqlo y Theory. Del mismo modo que GAP20​ o Wal-Mart no han firmado el acuerdo común de prevención e indican que asumirán de forma unilateral la prevención de accidentes.21

Causas de la pobreza y de accidentes laborales en Bangladesh

Para Vicenç Navarro el problema mayor que tiene Bangladés -según las estadísticas internacionales el país más pobre del mundo junto con Haití– no es la falta de recursos, sino el control sobre estos recursos. Navarro señala que Bangladesh no puede considerarse un país pobre, aunque la inmensa mayoría de sus habitantes lo sea. El problema es que la oligarquía terrateniente -el 16% de los propietarios de tierra controlan el 60% de toda la tierra-, produce alimentos que exportan a los países llamados desarrollados consolidando una estructura agrícola que provoca un número importante de población misérrima que acaba emigrando del medio rural a las ciudades donde es explotada -en condiciones económicas, laborales y de seguridad penosas- en las distintas manufacturas e industrias urbanas, entre ellas la textil. El poder político responde únicamente a los intereses de los terratenientes rurales y los empresarios urbanos, sectores que producen según las demandas exteriores sin atender las necesidades de la población de Bangladesh.22

Según Navarro, la desgracia del Rana Plaza, ubicado a 29 kilómetros de Daca, es uno más de los accidentes que se producen en Bangladés. Desde 2005 han muerto más de setecientos trabajadores solamente provocados por incendios en fábricas, el último incendio se produjo en la fábrica textil de Tazreen el 24 de noviembre de 2012. El edificio Rana Plaza es propiedad de Sohel Rana, uno de los dirigentes del partido gobernante Liga Awami. Pocos días después del colapso de la fábrica, 20.000 trabajadores de fábricas cercanas a la que se derrumbó se manifestaron en protesta. Fueron duramente reprimidos.22

¿Por qué ocurrió el accidente del edificio Rana Plaza?

El derrumbe del edificio Rana Plaza no fue un evento fortuito. De hecho, hubo varios factores que contribuyeron al desastre. Uno de los principales fue la construcción ilegal de dos pisos adicionales en la parte superior del edificio, lo que lo hizo inestable y sobrecargado. Además, se informó que el edificio había sido construido sin permisos adecuados y que los materiales utilizados en la construcción no eran de buena calidad.

Otro factor que contribuyó al derrumbe de Rana Plaza fue la falta de medidas de seguridad adecuadas. Los trabajadores y empleados del edificio informaron haber visto grietas en las paredes y columnas, pero sus preocupaciones no fueron tomadas en serio por los propietarios del edificio y las autoridades locales. Además, muchas de las puertas y salidas de emergencia estaban bloqueadas o cerradas, lo que impidió que los trabajadores pudieran escapar del edificio cuando comenzó a temblar.

Historias

Los primeros periodistas en llegar a la escena fueron los corresponsales de varios canales de televisión. A través de las cámaras, vimos cómo un montón de gente estaba atrapada bajo los escombros. Lloraban y decían “por favor, ayúdennos”.

Era un día caliente y estaba oscuro. Toda la zona estaba cubierta de polvo. Era imposible identificar a un ser humano, a una persona viva, en esas condiciones.

Era un día caliente y estaba oscuro. Toda la zona estaba cubierta de polvo. Era imposible identificar a un ser humano, a una persona viva, en estas condiciones

Del mismo modo, era difícil concebir que en ese lugar había habido un edificio. No quedaba absolutamente nada. Parecía un gran sandwich aplastado. Era una escena increíble.

Ya entonces teníamos idea de cuánta gente había muerto. El sentimiento no puede describirse en ningún idioma. Es un peso enorme en el corazón. La cifra oficial al cierre de las labores de rescate, el 13 de mayo, fue de 1.129 muertos y 2.515 heridos.

Como es fácil imaginar, las historias de dolor comenzaron a multiplicarse, conforme se aclaraba el polvo y se adentraban los bomberos y equipos de emergencia.

Uno de mis trabajos era monitorear lo que publicaban otros medios. Hay un titular que no me abandona hasta hoy, en uno de los periódicos locales. En la primera página había sólo una cita: “Dénme algo para cortarme la mano derecha”.

Sentí como si me hubieran cruzado la cara de una cachetada. Se trataba de una mujer atrapada bajo los escombros. Sobre su mano derecha había un cadáver. Sobre el cadáver había un pedazo de concreto. No podía liberar la mano

Cuando lo leí sentí como si me hubieran cruzado la cara de una cachetada. Se refería a una mujer atrapada bajo los escombros. Sobre su mano derecha había un cadáver; sobre el cadáver había un pedazo de concreto. No podía liberar la mano.

“Saqué la mano izquierda por un hueco para atraer la atención de la gente, les grite que estaba atrapada y que no podía soltar mi mano derecha, así que les pedí que me dieran algo para cortarla”, le dijo al periódico.

Alguien le dio un cuchillo de cocina para que se la cortara ella misma. Pero no pudo hacerlo. Afortunadamente, algunas horas después fue rescatada por los bomberos.

En el otro lado de la balanza, hubo historias que me devolvieron un sentido de esperanza y de que la vida significa algo. Una de ellas fue el rescate de Resham Begum, una joven de 19 años que sobrevivió bajo ruinas de concreto y hierro, por 17 días.

Cuando la sacaron, el país entero estaba pegado al televisor: era como presenciar la ocurrencia de un milagro. Todos vimos como esta mujer, casi blanca por el polvo, era sacada en una camilla y llevada en carrera al hospital. Fue la última persona en emerger con vida de la devastación del Rana Plaza.

Un par de días después de que ocurriera el incidente, pasé por allí. Me estacioné a un lado del cordón policial, como tantas otras personas que por entonces se detenían a ver con sus propios ojos una realidad que sólo conocían a través de la televisión.

Era irreal. Uno no alcanzaba a comprender que algo de tal magnitud, con un número tan elevado de víctimas, había ocurrido en ese lugar preciso. No había absolutamente nada. Era una zanja enorme.

El derrumbe del edificio de Savar pasó a la historia como el accidente estructural más mortífero del mundo y el peor desastre industrial de la historia de Bangladesh. Pero había sido el único.

Como suele ocurrir en naciones del Tercer Mundo, sólo cuando ocurren estos eventos tan dolorosos comienza a hablarse sobre las causas de fondo y se presiona por respuestas.

En nuestros países la gente acepta la realidad tal como se le presenta. De repente ocurre algo que la conmociona y le toca que enfrentar que tiene una materia pendiente. Así ocurrió en este caso. Fue la primera vez que el país dijo: tenemos que revisar este problema y encontrar una solución.

Cuando comenzó el gran boom de la industria textil en los 80 en Bangladesh, el énfasis se puso en la mano de obra barata. La gente no tenía empleo. Se les dio una oportunidad de trabajar y aceptaron cualquier cosa que se les quisiera pagar.

Desde entonces, el gobierno de Bangladesh ha capitalizado un éxito tremendo. Ahora los trabajadores están diciendo: “nosotros somos quienes lo hacemos posible, ¿dónde está nuestra parte de las ganancias?”.

Así se dio inicio a un movimiento social en pro de salarios justos y de beneficios para los trabajadores. No sé en qué va a parar, porque todavía las partes están negociando. Pero la historia va a seguir viva por mucho tiempo dentro de Bangladesh.

Desde el punto de vista del resto del mundo, todavía hay un debate enorme. Las compañías internacionales que manufacturan productos en el país se han visto forzadas a aceptar parte de la responsabilidad. Todavía están tratando de evadirla, pero ahora no les resulta tan fácil.

El Rana Plaza desapareció físicamente. Pero promete quedarse.

El interés ciudadano por un incidente en el que murieron 1.134 personas y quedaron heridas cerca de 2.500, pero que sobre todo arrojó luz definitiva sobre las condiciones de trabajo de los talleres y fábricas textiles que en países menos desarrollados proveen de género a grandes marcas de moda, ha introducido –algo positivo- una mayor transparencia en la actuación de las compañías.

Por ejemplo, sabemos que el gigante español Inditex contribuyó con 1,63 millones de dólares al fondo global de 30 millones que en verano pasado (¡un año tarde!) se logró cubrir para compensar a las víctimas. Benetton, por su parte, puso 1,1 millones. Y C&A, uno. Mango, El Corte Inglés, GAP, Wallmart, Bonmarché y H&M también han destinado dinero, pero no han hecho pública la cuantía específica, según consta en la lista de donantes de que informa el comité de coordinación del Acuerdo del Rana Plaza que pactó la creación de un fondo fiduciario para los afectados. La lista deja claro, en todo caso, que las mayores aportaciones no las han desembolsado las grandes marcas. Basta con ver que 16 millones, más de la mitad, la puso el Fondo Humanitario de los Trabajadores del Metal, el mayor sindicato industrial de Norteamérica. El objetivo inicial del fondo era de 40 millones, aunque luego se rebajó a 30.

Según Clean Clothes Campaign, que ha elaborado un estudio sobre lo ocurrido en estos tres años, Sohel Rana, el dueño del maldito edificio derrumbado, y los propietarios de las cinco fábricas individuales en él (Ether Tex, New Wave Bottoms, New Wave Style, Phantom Apparels y Phantom Tac) no han hecho aportación alguna al fondo. De 41 personas acusadas, solo Rana y un inspector de edificios, Rajdhani Unnayan Kartripakkha, están entre rejas.

Pero además del dinero, a resultas de la tragedia hace tres años se firmó también un acuerdo sobre seguridad en la construcción y en materia de prevención de incendios en Bangladesh para evitar que una cosa similar volviera a ocurrir. H&M, uno de los gigantes mundiales de la distribución de moda, es la mayor compradora de ropa confeccionada en Bangladesh, donde cuenta con 229 fábricas que le proveen de ropa, y hace tres meses se declaró un incendio en una de ellas (Matrix Sweaters), por suerte antes del inicio de turnos del personal. Cada paso que da, pues, resulta crucial para evaluar los progresos en materia de seguridad y condiciones laborales que se han logrado desde 2013.

H&M fue la primera compañía que corrió a firmar este acuerdo, que es vinculante, y al que luego se sumaron 200 marcas, distribuidores e importadores. El objetivo del acuerdo era asegurar inspecciones independientes en las instalaciones de confección, arreglar lo que resultara negativo de las inspecciones, garantizar el derecho de un trabajador a rechazar trabajar en condiciones poco seguras y facilitar con transparencia toda la información al respecto. Fue un avance rompedor para perseguir la seguridad laboral en toda la cadena de la producción y distribución.

El problema ha sido la implementación de las cerca de 2.000 inspecciones que había que realizar, “la batalla real”, remarca Clean Clothes. Después de una ardua presión, en abril de 2016 se habían completado 1.453 inspecciones. Casi un centenar de fábricas aún no ha elaborado un plan para corregir las condiciones laborales inadecuadas. De los nada menos que 108.538 riesgos para la seguridad del trabajador detectados, los más comunes son la falta de salidas de emergencia en caso de incendio, problemas con la integridad estructural de los edificios e instalaciones eléctricas inseguras. Actualmente, un 43,7% de los problemas identificados por los inspectores en una primera fase aún no se ha corregido. Y de los nuevos problemas detectados en una segunda inspección, un 56,1% tampoco se han completado.

Una acaparadora mayoría de fábricas, 1.338 en total, llevan retraso en relación al calendario previsto en la rehabilitación y reparaciones previstas.

Protesta contra H&M

Pese a los avances que las ONG reconocen en la actitud de H&M en materia de transparencia, “un 70% de sus fábricas proveedoras estratégicas no disponen a día de hoy de puertas adecuadas a prueba de incendio”, apunta la entidad ONG Setem. En 2010, en una de las instalaciones, la de Garib&Garib, de la que es cliente el grupo sueco de moda, murieron por falta de salidas de incendio.

El 3 de mayo, el International Labour Rights Forum, United Students Against Sweatshops y Clean Clothes Campaign llamaron a la movilización coincidiendo con la celebración de junta de accionistas de H&M. Según Setem, que  coordinaba las protestas en Barcelona y Tarragona, las movilizaciones se programaron en 40 ciudades. “La idea es movilizar a la opinión pública, y entregamos firmas a distintas tiendas de H&M”, apunta una portavoz de la entidad.

Movilizarse no cuesta cuando uno escucha a Aleya Akter, secretaria general de la federación de trabajadores de la industria y la confección de Bangladesh (BGIWF, en sus siglas en inglés), que ha trabajado en el sector desde los nueve años. Akter explica su historia brutal en Our voices, our safety, un recopilatorio de opiniones del textil bangladeshí publicado por el International Labour Rights Forum que encoge el corazón, donde muchas trabajadoras denuncian abusos físicos y mentales y afirman “no tener valor” ni “alma”. “Tras un auge inicial del activismo sindical, estos avances aparentes se han ido erosionando, y la represión sindical vuelve a ser la norma”, concluye el informe de Clean Clothes. 44 de los nuevos sindicatos de los 300 que llegaron a crearse han sido forzados a cerrar, mediante despidos, renuncias forzadas y otras tácticas intimidatorias.

Aleya Akter mete el dedo en la llaga cuando explica que “todo depende de los compradores. Si el comprador dice que no dará trabajo al proveedor si no hay un sindicato, nadie podrá evitarlo”. Los compradores son, caro, las conocidas marcas que nos visten.

La Campaña Ropa Limpia conmemora el 24 de abril haciendo un llamado a todas las empresas para que firmen el Acuerdo Internacional para la Salud y la Seguridad en el Sector Textil y de la Confección. Varias marcas conocidas, como Levi’s, IKEA, Decathlon o Amazon se han negado a unirse al mecanismo de seguridad creado en respuesta al colapso.

Veremos qué podremos contar en el cuarto aniversario de la tragedia.

¿Qué es el Acuerdo de Bangladesh?

El Acuerdo de Bangladesh es un acuerdo histórico firmado en mayo de 2013 por sindicatos y organizaciones de trabajadores, marcas internacionales y minoristas, y el gobierno de Bangladés. Fue creado en respuesta al derrumbe del edificio Rana Plaza.

El objetivo principal del Acuerdo de Bangladés es mejorar la seguridad y las condiciones laborales en la industria textil de Bangladesh. Se compromete a realizar inspecciones de seguridad en las fábricas, la reparación de los edificios que no cumplen con los estándares de seguridad, y la capacitación de los trabajadores y gerentes de fábricas sobre la seguridad laboral.

Desde su creación, el Acuerdo de Bangladés ha logrado una serie de mejoras en la seguridad laboral, incluyendo la inspección de más de 1.600 fábricas textiles, la eliminación de peligros inmediatos en más de 80% de las fábricas inspeccionadas y la capacitación de más de 2,4 millones de trabajadores.

El Acuerdo de Bangladés ha sido renovado en varias ocasiones desde su creación inicial en 2013 y sigue siendo un acuerdo importante en la industria textil. Más de 190 marcas y minoristas han firmado el Acuerdo, incluyendo muchas de las marcas más grandes y conocidas del mundo, y su éxito ha llevado a la creación de acuerdos similares en otros países y sectores.

Desastre de Phillips de 1989

Desastre de Phillips de 1989

Coordenas : 29°43′41″N 95°10′53″W

El 23 de octubre de 1989, aproximadamente a la 1:05 PM Central Daylight Time, se produjo una serie de explosiones en el Complejo Quíster de Houston de Phillips Petroleum Company en Pasadena, Texas, cerca del Houston Ship Channel. La explosión inicial registró 3.5 en la escala de Richter, y los incendios resultantes tardaron 10 horas en controlarse, ya que los esfuerzos para combatir el fuego se vieron obstaculizados debido a las tuberías de agua dañadas para los hidrantes de incendios de la explosión. Se comprobó que la explosión inicial había sido resultado de la liberación de gases de proceso extremadamente inflamables utilizados para producir polietileno de alta densidad, un plástico utilizado para diversos productos de contenedores de alimentos de consumo. La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de EE.UU. multó a Phillips Petroleum Company con 5.666.200 dólares y a una multa a Fish Engineering and Construction, inc, al contratista de mantenimiento, a 729.600 dólares. El suceso mató a 23 empleados e hirió a 314.

Antes del desastre

Vista aérea de la planta de Phillips antes de la explosión, mirando desde el suroeste hasta el noreste

El HCC produjo aproximadamente 15 x 109 lb (6.8 y 106 t) por año de polietileno de alta densidad (HDPE), un material plástico utilizado para fabricar botellas de leche y otros recipientes. Aproximadamente 1500 personas trabajaban en las instalaciones, incluidos 905 empleados de la empresa y aproximadamente 600 empleados por contrata diarios, que se dedicaban principalmente a actividades regulares de mantenimiento y construcción de nuevas plantas.[1]

Causa

El accidente se debió a la liberación de gases de proceso extremadamente inflamables que se produjeron durante las operaciones regulares de mantenimiento en uno de los reactores de polietileno de la planta. Más de 85.000 libras (39 t) de gases altamente inflamables fueron liberados a través de una válvula abierta casi instantáneamente.

Durante el mantenimiento rutinario, las válvulas de aislamiento fueron cerradas y las mangueras de aire comprimidas que las accionaron físicamente desconectadas como medida de seguridad. Las conexiones de aire para abrir y cerrar esta válvula eran idénticas, y habían sido invadendamente cuando se reconectaron por última vez. Como resultado, la válvula habría estado abierta mientras el interruptor en la sala de control estaba en la posición de “cierre de válvulas”. Después de eso, la válvula se abrió cuando se esperaba que permaneciera cerrada, y finalmente pasó el contenido del reactor al aire.[2] Una nube de vapor se formó y viajó rápidamente a través de la planta de polietileno. En 90 a 120 segundos, la nube de vapor entró en contacto con una fuente de ignición y explotó con la fuerza de 2.4 toneladas de TNT.[1] Diez a quince minutos más tarde, que fue seguida por la explosión del tanque de almacenamiento isobutano de 20.000 chicas de los EE.UU. (76.000 L), luego por la catastrófica falla de otro reactor de polietileno, y finalmente por otras explosiones, probablemente unas seis en total.[2]

Explosiones

Mapa de la zona afectada por la explosión

Plano de sitio

El incidente comenzó aproximadamente a la 1:05 PM hora local del 23 de octubre de 1989, en 1400 Jefferson Road, Pasadena, Texas. Una potente y devastadora explosión e incendio arrasó el HCC, matando a 23 personas que trabajaban en las instalaciones e hiriendo a otras 314 (185 empleados de Phillips Petroleum Company y 129 empleados contratados). Además de la pérdida de vidas y heridos, la explosión afectó a todas las instalaciones del complejo, causando daños por valor de 715,5 millones de dólares más una pérdida adicional de perturbación de negocios estimada en 700 millones de dólares. Las dos plantas de producción de polietileno más cercanas a la fuente de la explosión fueron destruidas, y en el edificio de la administración HCC a casi 0.5 millas de distancia, las ventanas fueron destrozadas y ladrillos arrancados. La explosión inicial fue equivalente a un terremoto que registró 3.5 en la escala de Richter y arrojó escombros tan lejos como seis millas.[2]

Respuesta temprana

Foto aérea de complejo visto de norte a sur.

La respuesta inicial fue proporcionada por el cuerpo de bomberos de Phillips Petroleum Company, a la que pronto se sumaron miembros de la Asociación de Ayuda Mutitaria de Channel Industries (CIMA). Las agencias gubernamentales que cooperaron fueron la Junta de Control Aéreo de Texas, la Junta de Control de la Contaminación del Condado de Harris, la Administración Federal de Aviación (FAA), los EE.UU. Guardacostas, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) y EE.UU. Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA).

Bomberos

El sistema de agua contra incendios en el HCC era parte del sistema de agua de proceso. Cuando ocurrió la primera explosión, algunos hidrantes de incendios fueron cortados a nivel del suelo por la explosión. El resultado fue una presión inadecuada del agua para la extinción de incendios. Las válvulas de cierre que podrían haberse utilizado para evitar que la pérdida de agua rotaran las líneas en la planta estaban fuera de su alcance en los restos ardientes. No existían válvulas de aislamiento a prueba de fallos operadas remotamente en el sistema combinado de agua de lucha contra incendios de plantas y bomberos. Además, las bombas de bomberos de servicio regular quedaron desactivadas por el fuego que destruyó sus cables de energía eléctrica. De las tres bombas de bomberos accionadas por diésel de reserva, una había sido sacada de servicio y otra se quedó sin combustible en aproximadamente una hora. El agua de bombeo fue traída por mangueras colocadas a fuentes remotas: asentando estanques, una torre de refrigeración, una red de agua en una planta vecina, e incluso el Houston Ship Channel. El incendio fue controlado en unas 10 horas como resultado de los esfuerzos combinados de los cuerpos de bomberos de otras compañías cercanas, los departamentos de bomberos locales y los camiones de espuma de Phillips Petroleum Company y bomberos.[2]

Búsqueda y rescate

Las labores de búsqueda y rescate se retrasaron hasta que el fuego y el calor disminuyeron y todo el peligro de nuevas explosiones había pasado. Estas operaciones fueron difíciles debido a la devastación generalizada en el HCC y al peligro de colapso estructural. La Phillips Petroleum Company solicitó, y la FAA aprobó e implementó, una zona de exclusión aérea de una milla alrededor de la planta para evitar que las vibración del motor y/o el rotor de helicópteros derribo desprendiendan cualquiera de los restos. UU. Las lanchas contra bomberos de la Guardia Costera y Puerto de Houston evacuaron a un lugar seguro a más de 100 personas atrapadas a través del canal de barcos de Houston. OSHA conservó evidencia para la evaluación con respecto a la causa de la catástrofe.[2]

Lista de las bajas

Monumento de granito (exa distancia) en 924 Jefferson Rd, Pasadena, Texas.

Monumento de granito (cerrado). Algunos de los nombres difieren ligeramente de los registros oficiales de defunción mostrados a la izquierda.

Empleados de Phillips Petroleum Company

Heridos por muerte, listado por nombre, edad, ciudad de residencia dentro de Texas,[3][4] y fecha oficial de la muerte (tras la recuperación e identificación de los restos o la muerte eventual por lesiones)

  • Stephen Donald Huff, 21, 25 de octubre de 1989
  • Ruben Quilantan Alamillo, 35, Houston, 25 de octubre de 1989
  • James Edward Allen, 38 años, Pasadena, 2 de noviembre de 1989
  • Albert Eloy Arce, 34, Deer Park, 7 de noviembre de 1989 (enumerado[6] como Eloy Albert Arce)
  • James Henry Campbell, Jr., 30, Baytown, 26 de octubre de 1989
  • Eloy Gonzales, 36, Houston, 1 de noviembre de 1989
  • Mark Lloyd Greeson, 30 años, Pasadena, 28 de octubre de 1989
  • Delbert Lynn Haskell, 43 años, Deer Park, 29 de octubre de 1989
  • Scotty Dale Hawkins, 32 años, Houston, 28 de octubre de 1989
  • James Deowens Hubbard, 45, Houston, 25 de octubre de 1989 (lista[7] como James Hubbard, Jr.)
  • Richard Leos, 30, La Porte, 29 de octubre de 1989
  • James Arthur Nichols, 40 años, Baytown, 27 de octubre de 1989
  • Jesse Thomas Northrup, 43, Brookshire, 28 de octubre de 1989
  • Mary Kathryn O’Connor, 34, Houston, 29 de octubre de 1989
  • Gerald Galen Pipher, 39 años, Deer Park, 30 de octubre de 1989
  • Cipriano Rodríguez, Jr., 42 años, Pasadena, 27 de octubre de 1989
  • Jesse Oscar Trevino, 33 años, Pearland, 30 de octubre de 1989
  • Lino Ralph Trujillo, 39, Pasadena, 29 de octubre de 1989
  • Nathan Gene Warner, 30 años, Deer Park, 24 de octubre de 1989

Empleados de Ingeniería de Pesca

Mortalmente[4] y fechas oficiales de la muerte[5]

  • Juan Manuel García, 30 de octubre de 1989
  • José Lara González, 23 de octubre de 1989
  • William Scott Martin, 25 de octubre de 1989
  • John Medrano, 30 de octubre de 1989 (enumerado[8] como Juan Trejo-Medrano)

Un memorial de granito en cerca de 924 Jefferson Road, Pasadena, Texas, fue dedicada en el primer aniversario del desastre, y fue declarado por los funcionarios de la compañía para estar abierto al público en general en todo momento.[4]

Conclusiones

Los principales hallazgos de la OSHA incluyeron:[2]

  • Falta de análisis de
  • Procedimientos operativos estándar inadecuados (SOP)
  • Válvula de bloque sin seguridad
  • Sistema de permisos de mantenimiento inadecuado
  • Procedimientos de bloqueo/etagout inadecuados
  • Falta de sistema de detección y alarma de gases combustibles
  • Presencia de fuentes de ignición
  • Sistemas inadecuados de ventilación para edificios cercanos
  • Sistema de protección contra incendios no se mantiene en un estado adecuado de preparación.

Otros factores encontrados por la OSHA incluyeron:[2]

  • Proximidad de estructuras de alta ocupación (salas de control) a operaciones peligrosas
  • Separación inadecuada entre edificios
  • Equipo de proceso abarrotado
  • La insuficiente separación entre los reactores y la sala de control para los procedimientos de apagado de emergencia.

Citando de un documento clave de la OSHA:[9]

“Al concluir la investigación (19 de abril de 1990), la OSHA emitió 566 violaciones testiundos y 9 graves con una sanción total combinada propuesta de $5,666.200 a Phillips Petroleum Company y 181 violaciones testiundas y graves con una sanción total propuesta total de $729.600 a Fish Engineering and Construction, Inc., un contratista de mantenimiento en el sitio”.

OSHA citas

Como resultado de un acuerdo entre OSHA y Phillips Petroleum Company, OSHA acordó eliminar la caracterización testaruda de las citaciones y Phillips Petroleum Company acordó pagar una multa de $4 millones e instituir procedimientos de gestión de seguridad en HCC y las instalaciones hermanas de la compañía en Sweeny, Texas , Borger, Texas ; y Woods Cross, Utah.

Instalaciones hoy

Explosiones de Phillips de 19891989, 1999 y 2000 (como se fotografió en 2008).

Hoy en día, la instalación continúa fabricando polietileno.[10] Este complejo emplea a 450 trabajadores para la producción de productos químicos especiales, incluyendo 150 funcionarios de operaciones y mantenimiento.[11]

Las instalaciones sufrieron más víctimas mortales en 1999 y 2000.

El fuego tomó casi todas las plantas químicas.

El día antes del incidente, Los trabajos de mantenimiento programados habían comenzado a limpiar tres de los seis la fijación de columnas de un reactor. Constructores de mantenimiento especializados fueron contratados para hacer el trabajo. El procedimiento consistió en aislar al lugar para el servicio a realizar. Durante la limpieza de la columna n-02 uno La tubería que estaba aislada por un tapón comenzó la fuga. Este enchufe no fue el procedimiento correcto adoptado en el mantenimiento anterior cuando la línea se aisló mediante un sistema doble cerramiento o uso de brida ciegas.

Una válvula de bola neumática era la única manera de mantenerlo aislado si el enchufe no funcionaba, pero en la investigación del accidente reveló que durante la fuga del material inflamable la válvula fue operada (apertura). Se encontró que esta válvula fue abierta inadvertidamente (accidentalmente), sin embargo, el procedimiento de mantenimiento y seguridad requería que durante los servicios en ese lugar, el suministro aéreo de la válvula debe desconectarse manteniendo la válvula en posición de cierre, es decir, los procedimientos de la empresa siempre que las mangueras de aire para la Las válvulas deben apagarse antes de los trabajos de mantenimiento. Esta tarea no se ha cumplido.

Además, las válvulas de suministro aéreo para las mangueras del mecanismo de accionamiento estaban en posición abierta (considerada falla severa), de modo que el aire que fluía libremente abriendo la válvula durante los trabajos de mantenimiento.

Aparentemente el enchufe de la línea no “activó” y se fijó cuando se activó la válvula de la bola accidentalmente.

Otros defectos

Disposición Fábrica (gamastecadores y entrada de ventilación)

Pobre posicionamiento de detectores y entradas de ventilación de edificios administrativos. Las entradas de ventilación estaban a favor del viento facilitando la entrada de gases liberados por la planta de proceso. Por lo tanto, no estaban dispuestos correctamente a evitar la ingestión de gases por parte de los empleados dentro de los edificios en el caso de una una gran fuga. Otro problema era que algunos detectores no eran capaces de indicar la fuga. La ubicación de la sala de control, distancias entre las plantas y las rutas de escape (especialmente para el personal administrativo) eran todas criticadas y consideradas como inadecuado, puedo soportar situaciones de crisis (de emergencia).

Autorización de trabajo

Desobediencia de los permisos de trabajo, tanto por los empleados de Phillips como por el contratista. Incumplimiento de estas licencias para trabajar en zonas de riesgo, contribuyeron por el accidente.

La planta de Pasadena prácticamente destruida después del incendio.

Sistema de protección contra El fuego

Ausencia de pruebas e inspecciones Periódico del sistema. No había sistema de agua exclusivamente contra el fuego. El agua para la lucha contra las llamas tuvo que ser retirado de la proceso de sistema de agua. Este sistema resultó gravemente dañado en las explosiones porque las bombas de agua que combaten incendios han fallado cuando los cables de la fuente de energía fue dañada por el fuego, lo que provocó la pérdida de presión del agua. De las tres bombas de tanque diesel para combatir a Incendiaciones, una estaba en mantenimiento y otra se quedó sin combustible.

Señales de advertencia (alarma)

Se han destacado los problemas en cuanto al nivel sonoro de la alarma de emergencia, ya que algunos empleados en ciertas partes de la planta no pudieron oír la sirena. Otro problema era la interrupción de las comunicaciones telefónicas durante el incendio, lo que lo dificultaba la gestión de la crisis, porque no había forma de mantener el flujo de información.

En resumen, era evidente que el plan de emergencia local, el sistema de extinción de incendios y emisiones de El orden de servicio era extremadamente ineficiente y en este caso como causas básicas la falta de formación técnica, incompetencia para realizar el servicio, falta de gestión y ausencia de supervisión del personal de operaciones, mantenimiento y seguridad de la trabajo. trabajo. La causa inmediata fue un Abertura inadvertida de la válvula de bola neumática.

Ola de calor europea de 2003

Ola de calor europea de 2003

La ola de calor europea de 2003 provocó el verano más caluroso registrado en Europa desde al menos 1540.[2] [3] Francia se vio especialmente afectada. La ola de calor provocó crisis sanitarias en varios países y, combinada con la sequía, provocó una escasez de cosechas en algunas partes del sur de Europa. El número de muertos se ha estimado en más de 70.000.[4] [5]

Ola de calor europea de 2003

La diferencia en la temperatura promedio (2000, 2001, 2002 y 2004) desde 2003, cubriendo el rango de fechas del 20 de julio al 20 de agosto[1]

Tipo: Ola de calor

Áreas: Europa

Fecha de inicio: julio de 2003

Fecha final: agosto de 2003

Pérdidas

Fallecidos: 72.000

  • Italia: ~20.000
  • Francia: 14.802-19.000
  • España: 12.963
  • Alemania: ~9500
  • Reino Unido: ~2000
  • Portugal: 1.953
  • Países Bajos: ~1.500

El calor predominante se registró en julio y agosto, en parte como resultado del retraso estacional en Europa occidental debido a la influencia marítima de las cálidas aguas del Atlántico en combinación.

El verano boreal de 2003 se caracterizó por una ola de calor en Europa, cuya duración e intensidad superaron los valores alcanzados en otras olas sucedidas en los siglos XIX y XX.

Las consecuencias fueron dramáticas en los ecosistemas, en la población y las infraestructuras, y en algunos países, como es el caso de Francia, tuvieron lugar importantes crisis políticas relacionadas con la respuesta a los daños ocasionados por las altísimas temperaturas.

Meteorología

Como es habitual, los países del sur (España, Italia y Portugal) fueron los que registraron las temperaturas más altas. En el Alentejo, al sur de Portugal, se alcanzaron los 47,3 °C el 1 de agosto. Ese mismo día se batieron los registros de temperatura máxima en Badajoz con 45 °C y en Jerez de la Frontera con 45,1 °C. Sevilla alcanzó 45,2 °C y Córdoba 46,2 °C. Las temperaturas máximas fueron excepcionalmente altas, y también las mínimas, en algunos casos superiores a los 24 °C. Las temperaturas altas se prolongaron durante toda la primera quincena de agosto alcanzándose registros en Toledo y Orense de 42,0 °C, Bilbao de 41,9 °C, Murcia de 41,8 °C, Ciudad Real de 41,6 °C, Gerona, Granada y Jaén de 41,2 °C, Zaragoza 39 °C, Burgos 38,8 °C, San Sebastián 38,6 °C, Pontevedra 38,2 °C, Barcelona 37,3 °C y superándose los 40 °C a diario en una buena parte de la península ibérica.

En Francia, las temperaturas y la duración de la ola de calor fueron las más importantes desde 1950. Según Météo-France, se registraron temperaturas superiores a los 35 °C en dos tercios de las estaciones meteorológicas, y temperaturas superiores a los 40 °C en el 15 % de las ciudades. En París se alcanzaron los 39,8 °C durante el día, y la temperatura nocturna marca de 25,5 °C en la noche entre el 10 y el 11 de agosto.

Los países nórdicos, regiones occidentales y meridionales de Alemania y el sur del Reino Unido también fueron afectados, con temperaturas marca de 37,9 °C en el Aeropuerto de Heathrow (bajo la bomba de calor urbana actual, Reino Unido) y 32 °C en Dinamarca.

Causas de la ola de calor

Las condiciones anticiclónicas, casi generalizadas y persistentes, se prolongaron casi desde mayo hasta finales de agosto (verano en el hemisferio norte). El anticiclón de las Azores y la ZCIT (Zona de Convergencia Inter Tropical) se desplazaron hacia el norte y una masa de aire cálido y seco se situó sobre gran parte de Europa y el Mediterráneo. Mientras, las borrascas extratropicales se desplazaban más al sur en el Atlántico para tomar, posteriormente, un desplazamiento por encima de Irlanda hacia los países escandinavos en el flujo de los suroestes. El periodo de abril-agosto de 2003 destaca con una máxima anomalía anticiclónica en la zona analizada, tanto en superficie como a 500 hPa.

La situación anticiclónica pertinaz hacía que las temperaturas máximas diurnas alcanzaran récords históricos, la mínimas nocturnas se elevaban llegando a valores muy llamativos (27,6 °C en Weinbiet, Alemania) y las condiciones de sequedad fomentaban los incendios forestales. Lo peor de todo fue la elevada mortandad de seres humanos en este episodio de calor.

La presencia de un anticiclón pertinaz no puede explicar por sí solo la presencia de tal adversa ola de calor. Otros factores debieron actuar de forma sinergética. En Francia, por ejemplo, se observó importantes subsidencias que inhibían la formación de nubes de desarrollo vertical en la época estiva acompañada de advecciones cálidas.

Consecuencias de la canícula

La población humana

Por país

Francia

El río Loira casi se seca cerca de Nevers. Un cartel público en París que dice: “Para obtener información sobre las víctimas parisinas de la ola de calor, la ciudad de París ha establecido un número gratuito: …”.

El número exacto de muertes relacionadas directamente con el fuerte calor está sujeto a controversias. El Gobierno anunció al principio 3000 muertes, posteriormente 5000, y las proyecciones elaboradas por las empresas funerarias calcularon un exceso de unas 10 400 muertes en relación con años anteriores, susceptibles de ser imputables a esta canícula.

Según un estudio publicado el 25 de septiembre, fallecieron 14 802 personas entre el 1 y el 15 de agosto, lo que supone una sobremortalidad del 55 %.

Los días 11 y 12 de agosto fueron particularmente funestos debido a la ausencia de viento. Los efectos de la canícula fueron acentuados por temperaturas nocturnas muy elevadas.

La cifra de los muertos en Francia fue la mayor de Europa. Esto planteó varios interrogantes sobre la sociedad francesa, la solidaridad intergeneracional y la eficacia de los servicios sociales.

En Francia, durante la ola de calor se produjeron 14.802 muertes relacionadas con el calor (en su mayoría entre personas mayores), según el Instituto Nacional de Salud de Francia.[6] [7] Francia no suele tener veranos muy calurosos, especialmente en las zonas del norte,[8] pero se registraron ocho días consecutivos con temperaturas de más de 40 °C (104 °F) en Auxerre, Yonne, a principios de agosto. 2003.[9] Debido a que los veranos suelen ser relativamente suaves, la mayoría de la gente no sabía cómo reaccionar ante temperaturas muy altas (por ejemplo, con respecto a la rehidratación). La mayoría de las viviendas unifamiliares y las instalaciones residenciales no estaban equipadas con aire acondicionado central. Si bien se elaboraron planes de contingencia para una variedad de catástrofes naturales y provocadas por el hombre, las altas temperaturas rara vez se habían considerado un peligro importante.[cita necesaria]

La catástrofe se produjo en agosto, mes en el que muchas personas, incluidos ministros del gobierno y médicos, están de vacaciones. Muchos cadáveres no fueron reclamados durante muchas semanas porque sus familiares estaban de vacaciones. Las empresas funerarias utilizaron un almacén frigorífico en las afueras de París porque no tenían suficiente espacio en sus propias instalaciones. El 3 de septiembre de 2003, 57 cadáveres seguían sin ser reclamados en la zona de París y fueron enterrados.[10]

El elevado número de muertes puede explicarse por la conjunción de acontecimientos aparentemente no relacionados. La mayoría de las noches en Francia son frescas, incluso en verano. Como consecuencia, las casas (normalmente de piedra, hormigón o ladrillo) no se calientan demasiado durante el día e irradian un calor mínimo durante la noche, y el aire acondicionado suele ser innecesario. Durante la ola de calor, las temperaturas se mantuvieron en niveles récord incluso por la noche, rompiendo el ciclo habitual de enfriamiento.[cita necesaria]

Las personas mayores que viven solas nunca antes se habían enfrentado a un calor tan extremo y no sabían cómo reaccionar o estaban demasiado deterioradas mental o físicamente por el calor como para hacer las adaptaciones necesarias. Las personas mayores con apoyo familiar o las que residían en hogares de ancianos tenían más probabilidades de tener otras personas que pudieran hacer los ajustes por ellos. Esto llevó a tasas de supervivencia inesperadas: el grupo más débil tuvo menos muertes que los más aptos físicamente; la mayoría de las víctimas del calor procedían del grupo de personas mayores que no necesitaban atención médica constante; a menudo mujeres sin hijos que vivían solas. [11]

Que las deficiencias del sistema de salud del país puedan permitir tal cifra de muertes es una controversia en Francia. La administración del presidente Jacques Chirac y del primer ministro Jean-Pierre Raffarin culpó a las familias que habían dejado a sus ancianos sin cuidarlos, a la semana laboral de 35 horas, que afectaba el tiempo que los médicos podían trabajar, y a los médicos de familia que estaban de vacaciones en Agosto. Muchas empresas tradicionalmente cerraban en agosto, por lo que la gente no tenía elección sobre cuándo irse de vacaciones. Los médicos de familia todavía tenían la costumbre de tomar vacaciones al mismo tiempo. No está claro que más médicos hubieran ayudado, ya que la principal limitación no era el sistema de salud, sino localizar a las personas mayores que necesitaban asistencia.[cita necesaria]

La oposición, así como muchos editoriales de la prensa local francesa, culparon a la administración. Muchos culparon al Ministro de Salud, Jean-François Mattei, por no regresar de sus vacaciones cuando la ola de calor se agravó, y a sus asesores por bloquear las medidas de emergencia en los hospitales públicos (como la retirada de médicos). Un crítico particularmente vocal fue el Dr.  Patrick Pelloux, jefe del sindicato de médicos de urgencias, que culpó a la administración Raffarin de ignorar las advertencias de los profesionales de la salud y de urgencias y de tratar de minimizar la crisis. Mattei perdió su puesto ministerial en una reorganización del gabinete el 31 de marzo de 2004.[cita necesaria]

No todos culparon al gobierno. “La estructura familiar francesa está más dislocada que en otras partes de Europa, y las actitudes sociales predominantes sostienen que una vez que las personas mayores están encerradas detrás de las puertas de sus apartamentos o en residencias de ancianos, son el problema de otros”, afirmó Stéphane Mantion, funcionario de la Red francesa . Cruz. “Estos miles de ancianos víctimas no murieron a causa de una ola de calor como tal, sino por el aislamiento y la asistencia insuficiente con la que vivían día tras día, y que casi cualquier situación de crisis podía volver fatales”.[12]

Además, el episodio francés de la ola de calor de 2003 muestra cómo los peligros de las olas de calor resultan de la intrincada asociación de factores naturales y sociales. Aunque la investigación estableció que las olas de calor representan una amenaza importante para la salud pública, Francia no tenía ninguna política vigente. Hasta el acontecimiento de 2003, las olas de calor eran un riesgo muy subestimado en el contexto francés, lo que explica en parte el elevado número de víctimas.[13]

La ola de calor de 2003 sirvió como una llamada de atención para que muchas ciudades tomaran medidas para reducir los riesgos climáticos en las zonas urbanas. Al año siguiente, el país elaboró ​​el Plan Nacional de Olas de Calor basado en sistemas nacionales de previsión y alerta. A pesar de los veranos más calurosos desde entonces, el número de muertos se ha reducido significativamente. Además de un gran esfuerzo para emitir mensajes de advertencia a tiempo, el plan incluye medidas como enfriar las salas en los centros para personas mayores, reemplazar el asfalto en los parques infantiles con materiales más reflectantes del calor y el aislamiento obligatorio en la normativa de construcción. Esto refleja una creciente conciencia del beneficio de una respuesta integrada a riesgos como las olas de calor, en comparación con tecnologías y proyectos independientes, y una mayor atención prestada a la infraestructura verde y azul en la planificación urbana. Desde 2012, las normas de construcción francesas para los edificios nuevos y, en menor medida, para los edificios existentes, incluyen requisitos relacionados con el confort durante las olas de calor. En París, añadir parques y espacios verdes ha sido otra solución clave a las olas de calor. La ecologización urbana es más eficaz cuando se riegan los espacios verdes durante una ola de calor. Hacerlo aumenta el efecto refrescante de la evapotranspiración.[14]

Portugal

En Portugal, se estima que hubo un exceso de muertes de 1.953 (datos corregidos, rango de 1.866 a 2.039); 43% superior a la cifra esperada para ese año.[15] El 1 de agosto de 2003 fue el día más caluroso en siglos, con temperaturas nocturnas muy por encima de los 30 °C (86 °F). Al amanecer de ese mismo día, se desarrolló una extraña tormenta en la región sur del país. Durante la semana siguiente, un fuerte y cálido viento siroco contribuyó a la propagación de grandes incendios forestales.[16] [17]

El cinco por ciento del campo de Portugal y el 10% de los bosques (215.000 hectáreas[7] o aproximadamente 2.150 km 2 (830 millas cuadradas)) fueron destruidos y 18 personas murieron en las llamas. En Amareleja, una de las ciudades más calurosas de Europa, las temperaturas alcanzaron los 48 °C.

Luxemburgo

En Findel, Luxemburgo, la temperatura alcanzó los 37,9 °C (100,2 °F) los días 8 y 12 de agosto, lo que la convierte en la temperatura más alta del país desde que comenzaron los registros en 1947. [18] Este récord de temperatura se batió posteriormente en julio de 2019.[19]

Países Bajos

En los Países Bajos se produjeron alrededor de 1.500[7][20] muertes relacionadas con el calor, también en su mayoría personas mayores. La ola de calor no batió récords,[cita necesaria] aunque cuatro días designados como clima tropical a mediados de julio, anteriores a la ola oficial, no se cuentan debido a un día fresco en el medio y la naturaleza de la especificación/definición de ola de calor de los Países Bajos.[20]

La temperatura más alta registrada durante esta ola de calor fue el 7 de agosto, cuando en Arcen, en Limburgo, se alcanzó una temperatura de 37,8 °C, 0,8 °C por debajo del récord nacional (desde 1904). Hasta ahora sólo se había registrado una temperatura más alta dos veces. El 8 de agosto se registró una temperatura de 37,7 °C (99,9 °F) y el 12 de agosto una temperatura de 37,2 °C (99,0 °F).[21]

España

Inicialmente se atribuyeron 141 muertes a la ola de calor en España.[22] Una investigación adicional del INE estimó un exceso de 12.963 muertes durante el verano de 2003.[22] Se batieron récords de temperatura en varias ciudades, y la ola de calor se sintió más en el norte de España, típicamente más frío.

Lo que hizo que el verano fuera tan cálido fue el hecho de que se dieron un número sin precedentes de noches tropicales con temperaturas mínimas iguales o superiores a los 20 °C y la duración de las altas temperaturas, sirva como ejemplo que Córdoba tuvo 17 días consecutivos máximas por encima de 40 °C (desde el 29 de julio al 14 de agosto, ambos inclusive), cuando la temperatura media máxima es de 37 °C.

Se sintieron temperaturas récord en:

Italia

El verano de 2003 estuvo entre los más cálidos de los tres siglos anteriores.[28] La estación meteorológica de Catenanuova, en Sicilia, tuvo una media mensual de 31,5 °C (88,7 °F) en julio de 2003, con un máximo absoluto de 46,0 °C (114,8 °F) el 17 de julio, con una media máxima mensual temperaturas de 36,0 °C (96,8 °F), 38,9 °C (102,0 °F) y 38,0 °C (100,4 °F) en junio, julio y agosto, respectivamente.[29] Algunos días, el aumento del consumo de energía, junto con una reducción de 800 MW de la electricidad importada de Francia, que también hace frente a la ola de calor, obligó a las compañías eléctricas italianas a establecer apagones continuos.[30] Italia estimó que el número de muertes relacionadas con la ola de calor fue de aproximadamente 20.000.[31]

En Italia, donde las temperaturas fueron por semanas en torno a los 40 °C, según el Istat los muertos por el calor por este verano del 2003 fueron 18 000 más que los del 2012. Otras fuentes reportaron cifras más bajas como la revista New Scientist y como el Ministerio de la Salud, que indicó convenientemente “solo” 4000 decesos en Italia atribuibles a la ola de calor.3

Alemania

En Alemania, el transporte marítimo no podía navegar por el Elba ni por el Danubio debido al bajo nivel del agua. Los bajos niveles de agua en el Rin provocaron una reducción de la capacidad de carga entre un 70% y un 80%. La sequía también provocó una reducción de la producción agrícola. Las centrales eléctricas de carbón y las centrales nucleares tuvieron que reducir su producción de electricidad porque no podían descargar agua de refrigeración a los ríos debido a la ya alta temperatura del agua. Esto, junto con la limitada producción de las centrales hidroeléctricas, provocó un aumento de los precios de la electricidad.[32]

En la ciudad alemana de Roth (Roth bei Nürnberg) se registraron temperaturas de hasta 40,4 °C (104,7 °F), aunque se sospecha que las temperaturas más altas tuvieron lugar en la llanura del Rin Superior, donde suele hacer calor; aunque no se ha confirmado. Lo mismo sucedió con algunas estaciones meteorológicas privadas de Mannheim o Frankenthal (Palatinado), que dieron parte de más de 41 °C (106 °F).

El verano de 2003 fue, con una temperatura media de 19,6 °C, el más cálido registrado en la historia de Alemania. El 9 de agosto las temperaturas subieron a 40,2 °C en Karlsruhe y nuevamente a 40,2 °C el 13 de agosto en Karlsruhe y Friburgo.[33] El número de muertes relacionadas con el calor se estimó en 9500.[34]

Suiza

El derretimiento de los glaciares de los Alpes provocó avalanchas e inundaciones repentinas en Suiza. En Grono, Grisones, se registró un nuevo récord nacional de temperatura de 41,5 °C.[35]

Reino Unido

Bajo nivel de agua en el embalse de Haweswater, septiembre de 2003

El Reino Unido experimentó uno de los veranos más calurosos jamás registrados, con temperaturas muy por encima de la media. Los ciclones del Atlántico trajeron un tiempo fresco y húmedo durante un breve período a finales de julio y principios de agosto antes de que las temperaturas comenzaran a aumentar sustancialmente el 3 de agosto. Se batieron varios récords climáticos en el Reino Unido, incluido un nuevo récord de temperatura más alta jamás registrada en el país de 38,5 °C (101,3 °F) en Faversham, Kent, el 10 de agosto, que siguió siendo la temperatura más alta registrada en el Reino Unido hasta la ola de calor. en julio de 2019.[36]

Esta fue la primera ocasión en la que se registraron oficialmente temperaturas superiores a 38 °C (100 °F) en el Reino Unido.[36] Escocia rompió su récord de temperatura más alta con 32,9 °C (91,2 °F) registrados en Greycrook, en las fronteras escocesas, el 9 de agosto.

Debido a una serie de muertes, el gobierno del Reino Unido lanzó su sistema Heat Health Watch, emitiendo advertencias si las temperaturas superan los 30 °C durante el día y los 15 °C durante la noche.[37] Según la BBC, más de 2.000 personas más de lo habitual pueden haber muerto en el Reino Unido durante la ola de calor de 2003.[38]

El asfalto se derritió en parte de la M25 entre los cruces 26 y 27,[39] y los rieles se doblaron por la expansión en el día más caluroso en Inglaterra en 13 años, mientras dos adolescentes se ahogaban mientras intentaban escapar del calor excesivo.[40]

Irlanda

El verano de 2003 fue más cálido que la media en Irlanda, pero el calor fue mucho menos pronunciado que en el resto de Europa. Agosto fue con diferencia el mes más cálido, soleado y seco, con temperaturas aproximadamente 2 °C por encima de la media. La temperatura más alta registrada fue de 28,4 °C (83,1 °F) en Belderrig, condado de Mayo, el 8 de agosto.[41] [42] [43]

Impacto agrícola

Los cultivos del sur de Europa fueron los que más sufrieron la sequía.

Trigo

Estos déficits en la cosecha de trigo se produjeron como resultado de la larga sequía.[cita necesaria]

  • Francia – 20%
  • Italia – 13%
  • Reino Unido – 12%
  • Ucrania: 75% (se desconoce si se vio afectada por una ola de calor o una helada temprana ese año)
  • Moldavia – 80%

Muchos otros países tuvieron déficits del 5 al 10% y la producción total de la UE se redujo en 10 millones de toneladas, o el 10%.[cita necesaria]

Uvas

La ola de calor aceleró mucho la maduración de la uva; Además, el calor deshidrató las uvas, generando un jugo más concentrado. A mediados de agosto, las uvas de determinados viñedos ya habían alcanzado su contenido óptimo de azúcar, lo que posiblemente dio como resultado vinos de 12,0°-12,5° (ver grado alcohólico). Debido a esto, y también al inminente cambio a un clima lluvioso, la cosecha comenzó mucho antes de lo habitual (por ejemplo, a mediados de agosto en zonas que normalmente se cosechan en septiembre).

Se preveía que los vinos de 2003, aunque en cantidades escasas, tendrían una calidad excepcional, especialmente en Francia. La ola de calor hizo que Hungría obtuviera excelentes resultados en el concurso internacional de vinos Vinalies 2003: en total se concedieron nueve medallas de oro y nueve de plata a los enólogos húngaros.[44]

Impacto oceánico

El sobrecalentamiento anómalo que afecta a la atmósfera también creó anomalías en la estratificación de la superficie del mar Mediterráneo y también en las corrientes superficiales. Una corriente estacional del Mediterráneo central, la Corriente Jónica Atlántica (AIS), se vio afectada por las cálidas temperaturas, lo que provocó modificaciones en su trayectoria e intensidad. El AIS es importante para la biología de la reproducción de importantes especies de peces pelágicos comerciales, por lo que la ola de calor puede haber influido indirectamente en las poblaciones de estas especies.[45]

Impacto económico

El costo a nivel regional de las olas de calor (como porcentaje del PIB regional) en 2003

El calor extremo socava la capacidad de trabajo de las personas, lo que resulta en una menor productividad y, por tanto, en una menor producción económica. En 2003, las pérdidas económicas atribuidas al calor excesivo ascendieron al 0,5% del producto interior bruto (PIB) europeo.[46] Esto es 2,5 veces mayor que las pérdidas experimentadas durante un año promedio durante el período histórico 1981-2010. Se registraron pérdidas superiores al 1% del PIB en zonas muy expuestas al calor y con una gran proporción de trabajo al aire libre.[cita necesaria]

Catástrofe de Aberfan

Catástrofe de Aberfan

Coordenadas: 51°41′41″N 3°20′51″O

Suceso: Deslizamiento de pilas de escombros de una mina de carbón sobre el pueblo de Aberfan.

Fecha: 21 de octubre de 1966

Hora: 9:15 a. m.

Causa: Acumulación de agua dentro de la pila de escombros que hizo que se deslizara repentinamente hacia abajo en forma de lodo.

Lugar: Aberfan, Merthyr Tydfil, Gales

Resultado: Aprobación de la Ley de Minas y Canteras de 1969.

Fallecidos: 144 personas; (116 niños y 28 adultos)

Implicado

Operador: Junta Nacional del Carbón

La catástrofe de Aberfan fue el colapso de la escombrera de una mina de carbón, producida a las 9:15 de la mañana del 21 de octubre de 1966 en el pueblo galés de Aberfan, en el condado de Merthyr Tydfil, que tuvo como consecuencia la muerte de 144 personas (116 niños y 28 adultos). El siniestro fue causado por la acumulación de agua en las rocas y piedra caliza amontonadas, que de repente comenzaron a deslizarse hacia abajo en forma de barro.12

Más de 40.000 metros cúbicos de escombros cubrieron el pueblo en cuestión de minutos, y las aulas del Colegio Pantglas Junior se inundaron de inmediato, por lo que los niños pequeños y los maestros murieron por impacto o asfixia. Se hicieron grandes esfuerzos de rescate, pero la gran cantidad de barro que se agolpaba en el pueblo obstaculizó el trabajo de los equipos de rescate. Solo unas cuantas vidas pudieron salvarse en cualquier caso. La investigación oficial culpó a la Junta Nacional del Carbón por negligencia extrema, y a su presidente por hacer declaraciones engañosas. El Parlamento aprobó poco después una nueva legislación sobre seguridad pública en minas y canteras. Muchos de los residentes del pueblo sufrieron problemas médicos, y la mitad de los supervivientes sufrieron trastorno por estrés postraumático en algún momento de sus vidas.2

Mapa del informe de la investigación de 1967, que muestra la extensión del derrame de escombros (dentro de las líneas punteadas).

Aberfan, Mid Glamorgan

Antecedentes

Aberfan está situada en el fondo de la ladera oeste del valle de Taff, en la ladera este de la colina Mynydd Merthyr, aproximadamente a 6,4 km al sur de Merthyr Tydfil. Cuando se comenzó la excavación de la mina por parte de John Nixon y sus socios el 23 de agosto de 1869, Aberfan estaba formada por dos cabañas y una posada frecuentada por granjeros y barqueros locales.34​ Hacia 1966 la población había crecido hasta alcanzar los cinco mil habitantes aproximadamente, la mayoría de los cuales estaban empleados en la industria del carbón.45​ Desde la nacionalización de la industria británica del carbón en 1947, la mina de Aberfan estuvo bajo el control de la Junta Nacional del Carbón (NCB).6​ La regulación en la industria del carbón fue auspiciada por la inspección de minas de Su Majestad. Los inspectores habían trabajado como ingenieros en la industria del carbón y eran antiguos empleados de la NCB.7​ El río Taff corre de norte a sur a través de la aldea; y al oeste en las afueras, en la parte superior del asentamiento, hay un lecho del canal en desuso y un terraplén ferroviario paralelo al río.89

Los primeros residuos de la mina de carbón se depositaron en las laderas inferiores del valle, al este del canal; pero durante la década de 1910 se comenzó a verter en las laderas occidentales, sobre la línea del canal y el pueblo. Para 1966 había siete pilas de escombros, que comprendían aproximadamente dos millones de de desechos.1011nota 1​ Las pilas cuatro y cinco eran montículos cónicos en el ápice de la pendiente; aunque la pila siete, de 34 metros, contenía 227.000 que incluían desechos de relaves procedentes de la extracción química del carbón así como partículas finas igualmente de carbón y cenizas que adquirían propiedades similares a las de arenas movedizas al mojarse.4151617

La estabilidad de las pilas se vio afectada por el agua, ya que las pilas cuatro, cinco y siete habían sido ubicadas sobre los cauces de arroyos o manantiales.18​ La presencia de los manantiales era de conocimiento público en la zona, y estos se encontraban demarcados en los mapas de la Sociedad Geológica de Londres y del Estudio de Ordenanzas desde 1874.1920​ La cuarta pila, que había sido utilizada entre 1933 y 1945, era grande y se había iniciado sobre un terreno pantanoso entre dos arroyos. En el momento de su planificación, el ingeniero del municipio de Merthyr Tydfil pensó que, a pesar de la posición, era poco probable que se produjera una avalancha. Después de algunos movimientos del suelo en la punta de la pila a principios de la década de 1940, se cavó un canal de drenaje a principios de 1944. En noviembre de aquel año, parte de la punta de la pila se deslizó 490 m por la montaña para detenerse a aproximadamente 150 m sobre el pueblo.1621​ En mayo de 1963, la pila siete cambió ligeramente y para noviembre de ese mismo año hubo una caída más sustancial. La Junta Nacional del Carbón declaró que el movimiento no había sido un deslizamiento sino una corrida de relaves; es decir, un movimiento de relaves en la punta de la pila, que no afectaba a su estabilidad. Después del deslizamiento, la JNC dejó de verter relaves en la pila siete, pero se siguió depositando escombro normal.22

Aberfan se encuentra en un área de precipitaciones relativamente altas, con un promedio de 1500 mm de lluvia al año. En 1960 el total de lluvias fue de 1790 mm, la cantidad más alta en los años previos al desastre.2324​ Entre 1952 y 1965 se produjeron graves inundaciones en la zona de Pantglas de Aberfan, al menos en once ocasiones. Los residentes se quejaron de que el agua de la inundación era negra y dejaba un residuo grasiento cuando retrocedía.25​ Además, los residentes habían presentado quejas ante el Consejo Municipal del Condado de Merthyr Tydfil, que mantuvo correspondencia con la JNC entre julio de 1963 y marzo de 1964 sobre el tema del «peligro de que la lechada de carbón se vierta en la parte trasera de las escuelas de Pantglas».26​ A principios de 1965 se celebraron reuniones entre el concejo y la junta, en las que esta acordó tomar medidas sobre las tuberías y las zanjas de drenaje obstruidas, que fueron la causa de las inundaciones. Para octubre de 1966 no se había adoptado ninguna medida.27

Colapso de los escombros

Durante las primeras tres semanas de octubre de 1966 hubo 170 mm de lluvia, casi la mitad de la cual fue en la tercera semana.23​ Durante la noche del 20 al 21 de octubre, el pico de la pila siete bajó de 2,7 a 3 m y los rieles en los que se transportaba el escombro a la parte superior de la punta cayeron en el agujero resultante. El movimiento de escombros fue descubierto a las 7:30 de la mañana por los primeros miembros del turno de la mañana que se ocupaban de los montones. Uno de los trabajadores se dirigió a la mina para reportar el deslizamiento; regresó con el supervisor a las pilas, y se decidió que no se haría más trabajo ese día, pero que se decidiría una nueva posición para las pilas la semana siguiente.102829nota 2

Fotografías aéreas de Aberfan antes y después del colapso de los escombros.

Antes del colapso

Después del colapso

A las 9:15 a. m. una cantidad significativa de escombros saturados de agua se desprendieron de la pila 7 y fluyeron cuesta abajo a 18-34 km/h en olas de 6-9 m de alto nota 3​ G. M. J. Williams, un ingeniero consultor que dio evidencia en el tribunal subsiguiente, declaró que el movimiento de las 9:15 a. m.: tomó parte del material saturado más allá del punto donde ocurrió la licuefacción. Este material inicialmente licuado comenzó a moverse rápidamente, liberando energía que licuaba el resto de la porción saturada de la punta, y casi instantáneamente la naturaleza de las partes inferiores saturadas de la punta No. 7 fue cambiada de la de un sólido a la de un líquido pesado de una densidad de aproximadamente el doble de la del agua. Se trataba de la oscura y brillante ola que varios testigos vieron estallar desde la parte inferior de la punta.

G.M. J. Williams

La avalancha golpeó la Pantglas Junior School, en Moy Road, envolviendo y demoliendo gran parte de la estructura y llenando las aulas de lodo, escombros y barro; cinco maestros y ciento nueve niños murieron de los doscientos cuarenta que asistieron ese día. Los alumnos de la Pantglas Junior School habían llegado solo unos minutos antes para el último día de clases antes de las vacaciones de medio año, que debían comenzar a las 12:00 p.m. Los maestros acababan de empezar a registrar la asistencia de los niños cuando se produjo el derrumbe.32​ La escuela secundaria adyacente también sufrió daños y dieciocho casas en las carreteras circundantes fueron destruidas.33​ El barro y el agua del deslizamiento inundaron otras casas en las cercanías, obligando a muchos a evacuar sus hogares. Una vez que el material del deslizamiento se detuvo, se solidificó nuevamente. nota 4​ Un enorme montículo de lodo de hasta 9,15 m de altura bloqueó el área.313536​ El director en funciones de la escuela secundaria recordó:

La entrada de las niñas ⟨de la escuela secundaria⟩ estaba aproximadamente entre dos tercios y tres cuartas partes llena de escombros y materiales de desecho… me subí a los escombros de la puerta… cuando miré directamente delante de mí… vi que las casas de Moy Road se habían esfumado en una masa de material de desecho y que el frontón de la Junior School, o parte del techo, sobresalían de este pantano. Miré a mi derecha y vi que las casas de Moy Road habían desaparecido.37

Algunos miembros del personal murieron tratando de proteger a los niños. Nansi Williams, la encargada de la comida en la escuela, usó su cuerpo para proteger a cinco niños, todos los cuales sobrevivieron. Williams no sobrevivió y fue encontrada por los rescatadores todavía sosteniendo un billete de 1 libra que ella había estado recolectando para el almuerzo.38​ El subdirector, Dai Benyon, trató de usar una pizarra para protegerse a sí mismo y a cinco niños de la lechada que pasaba por la escuela. Él y los treinta y cuatro alumnos de su clase murieron.39​ Cuando la avalancha se detuvo, también lo hizo el ruido; un residente recordó que «en ese silencio no se podía oír ni a un pájaro ni a un niño».40

Rescate

Después de terminado el deslizamiento, los residentes corrieron a la escuela y comenzaron a cavar entre los escombros, moviendo el material a mano o con herramientas de jardinería.41​ A las 9:25 a. m. la policía de Merthyr Tydfil recibió una llamada telefónica de un residente local que dijo: «Se me pidió que les informara que ha habido un desprendimiento de tierra en Pantglas. El escombro ha llegado hasta la escuela».42​ El cuerpo de bomberos de Merthyr Tydfil recibió una llamada casi al mismo tiempo.43​ Luego se hicieron llamadas a hospitales locales, al servicio de ambulancias y al cuerpo de Defensa Civil local.44​ Los primeros operarios de la mina de carbón llegaron a los veinte minutos de la catástrofe, después de haber sido sacados de los yacimientos de carbón en los que habían estado trabajando. Dirigieron las primeras excavaciones, conscientes de que una excavación no planificada podría provocar el colapso de los escombros y los restos de los edificios; trabajaron en grupos organizados bajo el control de sus gerentes de pozo.4445

Las primeras víctimas de los escombros de la escuela llegaron al Hospital de St. Tydfil a las 9:50 a. m.; el resto de las víctimas rescatadas llegaron antes de las 11:00 a. m.: veintidós niños, uno de los cuales murió al llegar y cinco adultos. Otras nueve víctimas fueron enviadas al Hospital General de East Glamorgan.46​ No se encontraron supervivientes después de las 11:00 a. m. De las ciento cuarenta y cuatro personas que murieron en la catástrofe, ciento dieciséis eran niños, en su mayoría entre los siete y los diez años; ciento nueve de los niños murieron en el interior de la Pantglas Junior School. Cinco de los adultos que murieron eran maestros en la escuela. Otros seis adultos y veintinueve niños resultaron heridos.33

Consecuencias

El 25 de octubre de 1966, después de las resoluciones de la Cámara de los Lores y la Cámara de los Comunes del Parlamento, el Secretario de Estado para Gales designó formalmente un tribunal para investigar el desastre.47

Legado

La mina de carbón de Merthyr Vale fue clausurada en 1989.48​ En 1997, el secretario de estado para Gales, Ron Davies, reembolsó al fondo para prevención de desastres las ₤150.000 libras esterlinas con que el fondo contribuyó al coste de la remoción de escombros. No se hizo ningún aporte por la inflación, ni por los intereses que se habrían generado durante el periodo intermedio, que habrían sido de ₤1,5 millones de libras esterlinas en 1997.4950

Además de las noticias y la cobertura histórica, la catástrofe de Aberfan y sus secuelas se ha descrito en libros, incluyendo historias de lo que sucedió, memorias personales de los involucrados y colecciones de poesía, en música, en el cine y en series de televisión.51

Pasaron más de cinco décadas desde aquel día, pero Isabel II recordó hasta su muerte con dramática precisión la avalancha que golpeó al colegio primario Pantglas, de Aberfan, en Gales. Esos recuerdos le pesan como una losa: 116 niños y 28 adultos murieron asfixiados bajo la inexpugnable masa de lodo, escombros y piedras. El pueblo minero había quedado sepultado.

Cuando ese día le avisaron lo ocurrido, la Reina decidió que fuera su marido, Felipe de Edimburgo, al lugar de los hechos en representación suya. No imaginó que tantos niños muertos convertiría a la catástrofe en una tragedia nacional de proporciones inconmensurables.

Las críticas que señalaban su lentitud para reaccionar no tardaron en llegar. Ocho días después, Isabel II se presentó en Aberfan y derramó, como nunca en su vida, lágrimas en público.

Mucho tiempo después le preguntaron si tenía algo de qué arrepentirse durante su largo reinado, los que estaban presentes dicen que ella no dudó en responder: no haber asistido inmediatamente al lugar del colapso. Y, sobre ésta triste anécdota, correrían otros ríos, los de tinta y celuloide, magnificando o justificando aquel “histórico error” de la Monarca inglesa.

Los niños que murieron tenían entre 7 y 10 años. Era su último día de clase. Estaban dando el presente cuando la avalancha arrasó la escuela (Shutterstock)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Después de la tragedia se realizó un funeral masivo para 81 niños Getty Images

Quizá por eso, Elizabeth realizó más visitas a ese pueblo en los años siguientes que cualquier otro miembro de la familia real. Volvió en 1973, 1997 y 2012. En 2016, cuando se celebró el 50° aniversario de la tragedia, fue su hijo, el príncipe Carlos, quien viajó a Gales a leer un mensaje en el que ella alababa la entereza de sus habitantes.

“Recuerdo muy bien mi visita con el príncipe Philip después del desastre -dijo-. Desde entonces, hemos regresado en varias ocasiones y siempre nos ha impresionado profundamente la notable fortaleza, dignidad y espíritu indomable que caracteriza a la gente de este pueblo”.

Sete Quedas do Guaíra

Sete Quedas do Guaíra

Desastre ecológico y medioambiental, consistente en la desaparición de las mayores cataratas del mundo (por volumen de agua), por la mano del hombre, para construir una gran presa/planta hidroeléctrica (la mayor del mundo por producción eléctrica).

Coordenadas: 24°04′23″S 54°17′02″O

Características de Altura: 114 m

Ubicación de ubicación: Río: el río Paraná

País: BrasilParaguay

El Salto de Septa, también llamado Siete Cataratas del Río Paraná castelhano Saltos del Guairá, fueron las cascadas más grandes del mundo por volumen de agua con 13,3 mil m3/segundo, siendo el doble del volumen de agua de las Cataratas del Niágara, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, y trece veces más caudalosas que las Cataratas de Victoria en Zambia. Su sonido se podía escuchar a 30 km de distancia, su canal principal era de 4 km de largo y profundidades que iban desde 140 hasta 170 metros. Estaban formados por diecinueve saltos, que podrían agruparse en siete grupos, la razón del nombre Seven Falls. Las caídas fueron un éxito turístico, Guaíra se convirtió en la ciudad más visitada de Brasil.

En 1966 se decretó la inmersión de las catas de Salto das Ses a través de la Ata do Iguazú, donde su desaparición se produciría con la formación del lago de la planta hidroeléctrica de Itaipu. El gobierno había decretado que la construcción de la Planta Itaipú alabaría las Siete Caídas, una zona en disputa entre Brasil y Paraguay debido a una demarcación territorial bajo la cordillera de Maracaju. Sin embargo, los restos de ellos aparecen cuando el nivel de agua del lago Itaipú es bajo, generalmente cuando varias tomas de agua en la planta de Itaipu se utilizan simultáneamente. En los meses de noviembre, diciembre y enero de 2000/2001 y noviembre y diciembre de 2012 y en enero de 2013 una pequeña parte de uno de los saltos y la mayoría de las piedras aparecieron en el río[.[1][2]

Guaira proviene del Tupi-guarani ‘Kuaira’ y significa ‘lo intransible, además de lo que no puede pasar’, según el Vocabulario Tupi-Guarani portugués, de Silveira Bueno, profesor emérito de la USP, que menciona a varios investigadores como fuentes.

Parque Nacional de Seven Fall

El Parque Nacional de las Siete Otascas fue creado en el lado brasileño del río Paraná, el 30 de mayo de 1961 por el presidente Joao Goulart. La unidad de conservación comprendía una superficie de 144.000 hectáreas y tenía como objetivo proteger los recursos hídricos, la biodiversidad local, las islas y el monumento natural de caídas de agua. El 4 de julio de 1981 el Parque Nacional fue extinguido por el Presidente Joao Figueiredo, mediante el Decreto No 88.[071.[3][[4]

Descripción

Las negociaciones entre Brasil y Paraguay para la construcción de la central de Itaipú comenzaron en la década de 1960. Después de seis años de negociaciones, en 1966 se firmó un tratado para la construcción de una planta hidroeléctrica que se aproveeba del potencial hídrico de Sete Quedas. Además de la explotación económica, la construcción de la represa hidroeléctrica puso fin a una disputa fronteriza entre Brasil y Paraguay, que tenía reclamos sobre la posición exacta de la frontera. La división territorial estaba en la 5a Otaca, en la misma posición donde la frontera aún está.

Las 19 cascadas tras las inundaciones.

A pesar del nombre, consistían en 19 cascadas principales, agrupadas en siete grupos de caídas. Los récords mundiales en volumen de agua, las Siete Cataratas fueron el principal atractivo turístico de la ciudad de Guaíra, que en ese momento tenía 60.000 habitantes, rivalizando en importancia con las cascadas de Foz do Iguazú. (Foz do Iguazú, antes de la Central Eléctrica de Itaipú, tenía aproximadamente 20.000 habitantes) En ese momento, Guaíra era uno de los destinos brasileños más visitados por los extranjeros. Actualmente, la población de la antigua ciudad real española es de aproximadamente 30.000 habitantes.

Nombres de unos pocos Tacones: Césped arco arco, Salto Barao de Mauá, Salto Benjamim Constant, Salto do Caxias, Salto Deodoro, Salto Director Francis, Salto Floriano, Salto General Estigaríbi, Salto do Estigaríbi, Salto do Limite, Salto Marechal Lopes, Salto Maria Barreto, Salto Presidente Franco, Salto Rabisco Mendes, Salto Valisco, Salto Salto Salto Salto SaltoTacón Thomás Laranjeira.

Eran las únicas cascadas en el mundo con visitas sobre la parte alta, a través de puentes de pensamiento, una experiencia única e inexistente hasta la fecha.

Inundación

Cuando la construcción de la Planta Hidroeléctrica de Itaipú (que, al inicio de los estudios sobre el potencial hidroeléctrico del río Paraná, fue conocida como la Planta de Siete Caídas), se produjo una supervisación al Parque Nacional Seven Falls. Miles de personas, de todas partes de Brasil y del mundo, se fueron a Guaíra para presenciar los últimos días de las Siete Caídas. Debido al hacinamiento, el 17 de enero de 1982, el derrocamiento del puente del presidente Roosevelt, que dio acceso a Salto 19, resultó en la muerte de 32 personas. Seis personas sobrevivieron, rescatadas por pescadores de Guaíra. La investigación señaló dos causas del accidente: primero, la falta de cuidado del mantenimiento de los puentes, con el pretexto de que pronto se inundaría el peaje de Siete Fallua; segundo, el aumento incontrolado de la visita, porque todo el mundo quería ver los Taquillas antes de su desaparición para la formación del lago de Itaipú.

En la víspera de la inundación, se llevó a cabo una gran manifestación en el Parque Nacional Seven Falling. Cientos de personas se reunieron y realizaron el ritual indígena Quarup, en memoria de las Siete Caídas.

El 13 de octubre de 1982, el cierre de las compuertas del Canal de Itaipu Desvio comenzó a enterrar, con las aguas fangosas del lago artificial, uno de los espectáculos más grandes de la faz de la Tierra: las Siete Cataratas del Río Paraná o “Saltos del Guaíra”. Durante la inundación, los vecinos de Guaíra acudiron a la orilla del río para despedir de las Siete Caídas.

 

El puente Presidente Roosevelt después de la caída

La inundación de las Siete Caídas duró sólo 14 días, porque ocurrió en un tiempo ocupado del río Paraná, y todas las hidroeléctricas sobre Itaipú abrieron sus compuertas, contribuyendo al rápido relleno del lago. La inundación de las Siete Caídas se produjo sólo en los dos últimos días de inundación total, es decir, en el duodécimo día de inundación.

Por lo tanto, el 27 de octubre de 1982, 14 días después del comienzo del llenado del lago Itaipú, se formó el lago y las cataratas, sumergidas. En los días posteriores a la inundación, sólo las copas de los árboles estaban por encima del nivel del río.

Según los estudios altimétricos, el del primer puente -el de la Saltinho- se situaba a 204 metros sobre el nivel del mar, lo que significa que el lago formado por la Presa Itaipú, alcanzando su cuota que está a 220 metros sobre el nivel del mar, dejó este puente a menos de 16 metros bajo la profundidad del agua.

Posteriormente, la parte del aflorado rocoso, cerca del puente Ayrton Senna, fue dinamitada para mejorar las condiciones de seguridad de la navegación.

En 1982, en vísperas de los 80 años, el poeta Carlos Drummond de Andrade expresó su inconformidad con la destrucción del Salto de Se Quedas, patrimonio natural de Brasil y de la humanidad.

En la edición del 9 de septiembre, cuando se anunció el cierre de las compuertas para la creación del hidroeléctrico Itaipu, Drummond publicó este poema en Jornal do Brasil. En letras grandes, los versos ocupaban una página completa, la portada del Cuaderno B:

Siete caídas pasaron por mí, y los siete de esas estaban.

Deja el golpe de las cascadas, y con ella el recuerdo de los indios, pulverizado, ya no despierta el más mínimo frío.

Los españoles muertos, los bandeirantes muertos, los fuegos extinguidos de Ciudad Real de Guaira se unirán a los siete fantasmas de las aguas asesinadas a mano del hombre, propietario del planeta. Aquí una vez resonaron voces de la naturaleza imaginativa, fértiles en las puestas en escena teatral de sueños a hombres ofrecidos sin contrato.

Se mostró un diseño fantástico de belleza en sí mismo encarnado en alfombras y búfalos aéreos del contorno, que estaba fechado, se daba en coito gratuito a la vista humana éxtasis. Toda la arquitectura, toda la ingeniería de egipcios y asirios en vano se atrevería a crear tal monumento.

Y es una intervención desagraciada de tecnócratas. Aquí siete visiones, siete esculturas de perfil líquido se disuelven entre cálculos computarizados de un país que pasa de ser humano a convertirse en una empresa helada, nada más.

Se hace una presa del movimiento, la agitación se hace un silencio empresarial, proyecto hidroeléctrico. Ofreceremos todo el consuelo que la luz y la fuerza de las tarifas generan a costa de otro bien que no tiene precio ni rescate, empobreciendo la vida en la feroz ilusión de enriquecerla.

Siete cervezas regardas, siete toros blancos, miles de millones de toros blancos integrados, se hunden en el estanque, y en el vacío que de ninguna manera lo ocupará, que queda sino la naturaleza el dolor sin gesto, el reproche silencioso y la maldición que traerá ese tiempo?

Vendáis gente extraña, vienen hermanos brasileños de todos los semblantes, vienen y no conservan ya la obra de arte natural hoy en día de la tarjeta de color, melancuela, sino su todavía rugiente espectro de perlas irisadas de espuma y rabia, pasando, elusión, entre puentes destruidos y el inútil llanto de las cosas, sin aceptar ningún remordimiento, ni ardiente y confesado culpa.

– Asumimos la responsabilidad. Estamos construyendo Brasil grande.)

Y patati patati patatá… Siete caen a nosotros por el paso, y no sabíamos, oh, no sabíamos cómo amarlos, y los siete fueron muertos, y los siete fueron esparcidos en el aire, siete fantasmas, siete crímenes de los vivos, golpeando la vida que nunca volverá a renajar.

Cronología

  • 1979 – El 29 de octubre el Gobierno Federal concedió a Eletrosul, de acuerdo con el decreto No 84.126, la concesión para la exploración de la explotación hidráulica en un tramo del río Paraná, ubicado entre la desembocadura del río Paranapanema, en los estados de Mato Grosso do Sul y Sao Paulo, y los Siete Quedas.
  • 1982 – El 14 de octubre están cerradas las compuertas de Itaipú.
  • 1982 – El 27 de octubre ya no se expusieron las Siete Pérdidas de Guaíra.
  • 1984 – El 5 de mayo comenzaron las operaciones de Itaipú.

La presa de Itaipú, es la presa hidroeléctrica que genera más energía en el mundo, unos 14 GW de capacidad de generación de energía instalados, pero que a escala humana se comprenden mejor como el 80% de toda la energía eléctrica de Paraguay y un 18% de media de Brasil. El enclave de la presa está encima de una gran roca basáltica que le confiere una gran resistencia desde un punto de vista estructural, permitiendo la altura descomunal de 196 metros. La localización de la presa, en el río Paraná, que hace de frontera entre Paraguay y Brasil, dio paso a la creación de la empresa Itaipú Binacional en 1974, la gestora de la presa controlada a partes iguales por brasileños y paraguayos (de hecho la sala de control de la presa consta de cinco trabajadores, dos de Brasil dos de Paraguay y un supervisor que cambia dependiendo de la nacionalidad cada 6 horas). La construcción se inició en 1975 cuando se terminaron las negociaciones entre los dos gobiernos militares de Paraguay y de Brasil (el hecho de que ambos países estuvieran bajo el poder militar facilitó en gran medida la destrucción de las Sete Quedas do Guaíra), y terminó en 1985. Desde entonces hasta la actualidad la presa ha sufrido una ampliación de 18 a 20 turbinas que acabó de culminar el proyecto en 2007.

¿Cuál es el precio a pagar por la energía eléctrica? Para Paraguay y Brasil fueron las cataratas más grandes del mundo y miles de personas desplazadas y forzadas a rehacer su vida desde cero.

Ha sido por mucho tiempo la Central hidroeléctrica más grande del mundo, hasta 2011 cuando fue superado por la Presa de las Tres Gargantas en China.​ Wikipedia

Otra visión

La represa paraguayo-brasileña de Itaipú, que se erige sobre el río Paraná y que ubicó a Paraguay como líder en materia de energías limpias, intenta controlar el inmenso volumen de agua dejado por las lluvias atribuidas al fenómeno El Niño, que inundaron también Argentina y Brasil dejando unos 170.000 daminificados.

Los técnicos de la hidroeléctrica ubicada en la frontera entre Brasil y Paraguay viven días difíciles con los torrenciales aguaceros que desde la semana pasada azotan la zona y que solo en el lado paraguayo dejaron seis muertos.

José Sánchez Tillería, el director técnico paraguayo de la usina declaró que la central eléctrica no tiene una capacidad de almacenamiento en su embalse.

Según el técnico, todo el excedente de agua acumulada que no podemos turbinar se descarga en el vertedero a efectos de mantener igual el nivel del embalse aguas arriba.

Con 20 unidades generadoras y 14.000 megawatts/hora, Itaipú (“Piedra que suena” en lengua guaraní) es considerada líder mundial en producción de energía limpia y renovable. Atiende 77% de las necesidades de energía de Paraguay y el 17% de Brasil.

El funcionario admitió que la descarga en el vertedero -un espectáculo aparte para los turistas- no es habitual. Esto se hace en períodos no extraordinarios, pero sí en períodos de alta afluencia, como es este momento que se vive bajo efecto del fenómeno climático del Niño.

Con 99,4% de energía hidroeléctrica -gracias principalmente a las represas de Itaipú y Yaciretá- Paraguay encabeza, al menos en ese rubro, la lista de países “verdes” presentada en la última conferencia sobre el clima en París, la COP21. En América Latina, le siguen muy lejos Brasil (14,5%), Colombia (13%) y Uruguay (10,3%), según la organización ambientalista Energy and Climate Intelligence Unit.

La electricidad acumulada por Itaipú, que en noviembre produjo más de 2.300 millones de megavatios desde el inicio de su operación en 1984, es suficiente para satisfacer la demanda mundial durante 38 días y 10 horas.

Bajo agua

El actual drama de las inundaciones afecta a toda la llamada selva paranaense y misionera que abarca los territorios de Brasil (especialmente los estados de Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul), Paraguay, parte de Argentina y de Uruguay, en sus territorios bañados por los ríos Paraná, Iguazú, Paraguay y Uruguay.

A escasos kilómetros antes de la confluencia con el Paraná, en el río Iguazú -16 km abajo de la central eléctrica- se erigen las imponentes Cataratas del Iguazú, consideradas una de las maravillas del mundo.

Según Sánchez Tillería, las cataratas están rebosadas en su caudal, sobre el popular parque nacional ubicado en esta región azotada por las tormentas en pleno verano austral.

Las lluvias no se detienen y las inundaciones han llevado a formar cadenas de solidaridad con los miles de damnificados. Entre ellos se encuentras decenas de familias ribereñas aguas abajo de la represa.

La hidroeléctrica no corre peligro. Desde que empezó a construirse en 1974 se consumieron 12,3 millones de metros cúbicos de hormigón, mientras que el hierro y el acero utilizados permitirían construir 380 torres Eiffel, comparó Sánchez Tillería.

Con la participación de ingenieros de Europa, Estados Unidos y Japón, la represa de Itaipú -cuya altura equivale a un edificio de 65 pisos- fue construida por 40.000 obreros en un lapso de siete años, removiendo y extrayendo más de 50 millones de toneladas de tierra y rocas basálticas.

Hoy sus principales usuarios son las fábricas y los habitantes de los estados de Paraná, Sao Paulo, Rio de Janeiro y Rio Grande do Sul.

El Niño y la deforestación

Para los ambientalistas, las inundaciones que golpean a la ribera en estos días no se deben solo al fenómeno climático.

Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace, asegura que tiene más incidencia la deforestación alarmante de bosques y selvas de la región.

El activista ambiental que además de concentrar biodiversidad considerable, (los bosques) juegan un papel fundamental en la regulación climática.

Giardini recordó que los bosques son nuestra esponja natural y paraguas protector. Cuando se pierden los bosques nos volvemos más vulnerables ante las intensas lluvias y corremos serios riesgos de inundaciones.

Al respecto, el director técnico de Itaipú remarca que la represa no descuida su inversión en 10 reservas naturales que suman más de 100.000 hectáreas de bosques.

El representante de la gigantesca represa precisó que hay corredores biológicos conectando esas reservas, de manera que los animales pueden transitar de un lugar a otro. Teniendo cerca de siete hectáreas por cada megavatio instalado. Fuente: The Epoch Times en español

Desastre del Prestige

Desastre del Prestige

Coordenadas: 42°53′00″N 9°53′00″O

Suceso: Hundimiento de un petrolero y desastre medioambiental

Fecha: 13 de noviembre de 2002

Causa: Desperfectos tras un temporal

Lugar: Costa de la Muerte; España

Resultado: Hundimiento del barco y vertido tóxico

Origen: San Petersburgo

Última escala: Ventspils

Destino: Gibraltar

El desastre del Prestige fue un derrame de petróleo en Galicia provocado por el hundimiento del buque petrolero Prestige en 2002. El accidente afectó a 2000 kilómetros de costa española, francesa y portuguesa.

El miércoles 13 de noviembre de 2002, el petrolero monocasco Prestige se accidentó en una tormenta mientras transitaba cargado con 77 000 toneladas de fuel pesado frente a la Costa de la Muerte, en el noroeste de España. Tras varios días de maniobra para su alejamiento de la costa gallega, se acabó hundiendo a unos 250 km de la misma. El vertido de la carga causó una de las catástrofes medioambientales más grandes de la historia de la navegación, tanto por la cantidad de contaminantes liberados como por la extensión del área afectada, una zona comprendida desde el norte de Portugal hasta las Landas de Francia. El episodio tuvo una especial incidencia en Galicia, donde causó además una crisis política y una importante controversia en la opinión pública. El derrame de petróleo del Prestige se consideró en su momento el tercer accidente más costoso de la historia,1​ pues la limpieza del vertido y el sellado del buque tuvieron un coste de 12 000 millones de dólares según algunas fuentes,1​ el doble que la explosión del Challenger pero por detrás de la desintegración del Columbia y el accidente nuclear de Chernóbil.1No obstante, esta información viene dada de fuentes antiguas sin actualizar, que no tienen en cuenta los incidentes acaecidos en los últimos años, como el Accidente nuclear de Fukushima I o el hundimiento de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon.

El barco del Prestige

El petrolero Prestige durante el hundimiento.

El Prestige —anteriormente llamado Gladys2​ era un petrolero monocasco de clase Aframax —de 80 000 a 115 000 toneladas de carga— de registro griego que navegaba con bandera de las Bahamas. El propietario del barco era la compañía Mare Shipping de Liberia; lo explotaba la naviera griega Universe Maritime y la carga era propiedad de la compañía petrolera rusa Crown Resources, con sede en Suiza. El buque tenía 243,5 m de eslora, 34,4 m de manga, 18,7 m de puntal y 14 m de calado a plena carga. Fue construido por Hitachi Shipbuilding Engineering, en Maizuru (Japón) y botado al mar el 1 de marzo de 1976. Estaba registrado por la sociedad de clasificación estadounidense American Bureau of Shipping (ABS) y asegurado por The London Steamship Owner’s Mutual Insurance Association del Reino Unido.

La carga

La capacidad de carga del buque era de 81 589 toneladas: el barco transportaba 76 972,95 toneladas de fuelóleo de alta densidad y viscosidad tipo M-100,nota 1​ cargado en San Petersburgo (Rusia) y en Ventspils (Letonia), con probable destino a Singapur ; aunque en el cuaderno de bitácora el destino no figuraba y por radio informó de que su destino era Gibraltar a la espera de órdenes.

La tripulación estaba formada por 27 personas, 7 oficiales y 20 tripulantes, 19 filipinos y un rumano. El capitán, Apostolos Mangouras, era un marino griego de 67 años de edad y una experiencia de 44 años navegando, 30 de ellos como capitán.

El barco partió de Fujaira (Emiratos Árabes Unidos) el 23 de mayo, repostó en Gibraltar a primeros de junio y llegó a San Petersburgo a finales de ese mes. Allí permaneció atracado hasta el 30 de octubre, día en el que terminó de cargar el fuelóleo y se hizo a la mar. Dos días después completó su carga en Letonia y comenzó su viaje de vuelta hacia Gibraltar, donde debían esperar para recibir su destino definitivo.

Causa del accidente

Se especuló con la posibilidad, nunca demostrada, de que la grieta en el casco del Prestige fuese provocada por el choque con un contenedor o un tronco a la deriva. Se sabe que horas antes, tres barcos que navegaban por la misma zona transportando contenedores, troncos de madera y tubos de 1 metro de diámetro, perdieron parte de sus cargas. Un barco perdió ese mismo día 13 de noviembre unos 200 troncos de 17 m de largo por 30-50 cm de diámetro. Muchos de ellos aparecieron en la costa los días siguientes4​ y consta en las transcripciones de las cintas grabadas entre los equipos de salvamento, pues en la madrugada del día siguiente al aviso de emergencia se ordena a la embarcación Salvamar Atlántico que abandone la búsqueda de troncos en alta mar y acuda a combatir un vertido de fuel que amenazaba con entrar en la ría de Muros. El Salvamar dejó los troncos recogidos en Puerto del Son y fue a cumplir la orden. El capitán Mangouras declararía al juez, tras ser detenido, que «La fisura en el costado de estribor se produjo por un golpe externo, a causa de un contenedor o del oleaje».5

Sin embargo, la tesis más aceptada es que la rotura del casco se debió a la fatiga de los materiales ante los embates del mar, lo que provocó una grieta en el costado de estribor que afectó los tanques de carga. Esta grieta, que en un primer momento se estimó de unos 15 metros, fue ampliándose hasta alcanzar los 35 metros los días siguientes. Otra posible explicación es el desprendimiento de una plancha del casco del buque, al cual le habrían seguido otros desprendimientos según avanzaban los días.

El barco, de 26 años de antigüedad, se encontraba en muy mal estado y fue reparado en 2001 en Cantón (China); en esta reparación fueron reforzadas las paredes de los tanques de lastre 2 y 3 de estribor por presentar corrosión y deformaciones.6​ Incluso ya en 1996 fue también reparada esta misma zona en Constanza (Alemania).6​ En 1999 el buque fue sancionado en Nueva York y Róterdam por distintos errores de seguridad graves, y la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos lo tenía vetado. A pesar de eso hay que decir que el barco había pasado todas las inspecciones que se le habían hecho y que tenía todos los papeles en regla.

La mencionada reparación en China, que sirvió de base para una acusación frustrada a la empresa certificadora ABS, parece estar muy ligada al accidente. En mayo de 2001 se realizó una inspección que reveló la corrosión que sufrían los mamparos de los tanques de fuel, de un grado tal que precisaban a sustitución de al menos 1000 toneladas de acero. Los propietarios del Prestige consiguieron rebajar esta cifra a 600 toneladas, y la propia ABS rebajó el arreglo a 362 toneladas de acero. Pero la realidad es que solo se sustituyeron 282 toneladas, según las actas del astillero chino. Posteriormente, en mayo de 2002 el barco fue revisado de nuevo en Dubái, pero esa inspección no comprobó el estado de la corrosión de los mamparos de los tanques 2 y 3 de lastre.7

Según declaró en 2008 en su juicio Georgios Aleivizos, director técnico de la armadora griega Universe Maritime, el barco estaba desde hacía meses realizando labores de transporte no estuario desde San Petersburgo y no había pasado las pertinentes revisiones porque su destino era ser desguazado: «No te preocupes por el Prestige, morirá en San Petersburgo», declaró que le dijo Michail Marguetis, su superior. No obstante, se le asignó un último encargo para transportar fuel a Singapur, para lo que se contrató al capitán Efstrapios A. Kostazos, pero este denunció en varias ocasiones el pésimo estado del barco al armador y a la aseguradora, por lo que renunció a realizar el viaje. Se decidió entonces contratar al capitán Mangouras, quien se hizo cargo del barco en septiembre de 2002.8

En opinión de Alevizos, el armador griego, la causa del accidente pudo ser el desprendimiento de un mamparo longitudinal del tanque de lastre de estribor, y no un agente externo como un objeto flotante.9

El hundimiento

Recorrido del Prestige hasta su hundimiento.

Miércoles, 13 de noviembre de 2002

A las 15:10 horas del 13 de noviembre de 2002 el capitán oyó un fuerte golpe —según declaró ante el juez—, «como una explosión», y notó como el barco comenzaba a escorar rápidamente, entre 25 y 40º al cabo de diez minutos, a la vez que observó la salida de fuel por las escotillas de cubierta. Una vía de agua afectó a dos tanques de lastre de estribor. Al temer que el barco se hundiera, solicitó a las 15:15 horas ayuda a los servicios de rescate españoles para poder refugiarse en un puerto. En esos momentos, las condiciones meteorológicas imperantes eran de un fuerte temporal, con vientos entre 63 y 74 kilómetros por hora —con rachas de 90 km/hora— y olas de 6—8 metros de altura.10​ El barco se encontraba a 42º 54’N de latitud norte y 9º 54’W de longitud oeste,nota 2​ a unas 28 millas (unos 50 kilómetros) del cabo Finisterre.

Cuando el Centro de Salvamento de Finisterre recibió el mensaje de Mayday del barco, se puso en marcha el operativo de rescate: se dio la alerta al helicóptero Helimer Galicia, del Ministerio de Fomento, y al Pesca I del Servicio de Gardacostas de Galicia, con el objetivo de evacuar a la tripulación. Salvamento de Finisterre ordenó que también partiese el remolcador Ría de Vigo, fletado por Salvamento Marítimo en aquel momento.

Helicóptero Sikorsky S-61 de la Salvamento Marítimo como el que realizó las tareas de rescate de la tripulación, con capacidad para más de 30 personas.

Poco después de las seis de la tarde, 24 tripulantes se encontraban a salvo a bordo de los helicópteros, y fueron trasladados a Vigo y La Coruña. Solo permanecieron en el barco el capitán, el primer oficial y el jefe de máquinas. En ese momento, el capitán decidió llenar los tanques de lastre de babor para equilibrar el peso y consiguió corregir la escora a 8 grados, pero esta solución somete al barco a esfuerzos fuertes y debilita la estructura.

A las 18:30 horas el remolcador Ría de Vigo llega junto al Prestige, pero pasan unas horas sin que se inicien los trabajos de salvamento del barco. Según la prensa internacional el valor de un buque de esas características era de unos 22 millones de dólares, aunque un barco de 26 años como el Prestige estaría valorado en unos 4—5 millones de dólares, y la carga podría costar unos 10 millones de dólares, lo que implica una recompensa millonaria para quien realice el rescate. Por este motivo, el capitán decide atrasar el remolcado hasta recibir instrucciones de los armadores de Atenas. Al final el acuerdo alcanzado establecía el pago del 30% el valor del buque y de la carga si el rescate tenía éxito, pero se cubrirían los gastos si el barco se hundía.11​ Hasta que se alcanza el acuerdo, las 21.02 horas, el capitán no admite ser remolcado.

El problema fue que el fuerte oleaje dificultaba considerablemente la operación de rescate y no era posible enganchar y mantener los cables de los remolcadores, tanto los del Ría de Vigo como otros barcos de rescate más pequeños que habían llegado para ayudar en las tareas de rescate, el Charuca Silveira, el Ibaizabal I y el Sertosa 32. Además, la ausencia de tripulación en el barco, pues habían sido evacuados esa tarde, obligaba al personal de rescate a subir al Prestige a enganchar los amarres con los que remolcar el buque, por lo que a las 2:21 de la madrugada dos tripulantes del Ibaizabal fueron depositados en el buque. Mientras tanto, el barco seguía perdiendo fuel, que llegó esa madrugada a Mugía.

Jueves, 14 de noviembre

El Alonso de Chaves, uno de los dos remolcadores que intervinieron en el rescate.

El día 14 amaneció con el barco a 4 millas de la costa12​ y no es hasta las 8:50 cuando se fijan dos amarres del Charuca Silveira, que consiguió sujetar firmemente al Prestige en su posición, pero sin iniciar las tareas de remolcado. Una hora después el Sertosa 32 consiguió también fijar sus remolques, pero por poco rompe los amarres del primero.

El accidente, y la previsible catástrofe ecológica, ya estaban en la mesa del gobierno regional y el estatal, sin que ninguno de los dos supiese qué hacer con el barco. Los armadores proponen entonces trasvasar el carburante a otro buque o llevar el Prestige al puerto de La Coruña, para un vertido de fuel controlado en puerto, pero la capitanía marítima de La Coruña, tras consultarlo con un técnico de la Marina Mercante, desecha esas posibilidades por el grave perjuicio económico que hubiera supuesto mantener cerrado el puerto de La Coruña durante al menos un año. Las autoridades, sin embargo, solo propusieron la solución de alejar el buque de la costa para evitar que quede varado en ella. Fue entonces cuando el consejero de Pesca, López Veiga insiste en que «Hay que sacar ese barco de ahí de una puta vez».13​ Posteriormente se supo que el ministro de Fomento, Álvarez-Cascos, solo solicitó informes técnicos cinco días después del accidente, cuando ya se había tomado la decisión de abandonar el barco, decisión que tomó por lo tanto basándose en opiniones de altos funcionarios, pero no técnicos.

La tapa de la bita del Prestige, recuperada por el submarino Nautile, es la única pieza original que se conserva del buque. Se encuentra expuesta en el Museo del Mar de Galicia (Vigo).

A las 10:20, el director general de la Marina Mercante, José Luis López Sors, ordena que el barco se aleje de la costa en lo que se cree que fue una orden directa del ministro Álvarez-Cascos.14​ Tras vencer las reticencias del capitán, pues la versión oficial siempre insistió en la resistencia de Mangouras ante las maniobras de rescate ordenadas por las autoridades españolas, se consiguió que arrancasen los motores —a las 15:30 horas— y se aseguró que el barco comenzara a navegar mar adentro, a unos 6 nudos y, aparentemente, sin problemas. Díaz Regueiro abandonó el barco a las 19:30 horas, cuando ya estaba a 25 millas al noroeste de Cabo Vilán y avanzando a velocidad constante, escoltado por cinco buques de Salvamento Marítimo y la fragata Cataluña —que llegó a la zona a primera hora de la mañana— para asegurarse de que se mantuviera a una distancia mínima de la costa de 61 millas; a las doce de la noche ya se encontraba a 65 millas.

Viernes, 15 de noviembre

La Torre de control marítimo de La Coruña, donde se instaló el Centro de Coordinación de Operaciones para gestionar el rescate.

Paralelamente, los armadores contrataron los servicios de salvamento de una empresa especializada holandesa, la Smit Salvage, En cualquier caso, los técnicos que siguen el accidente ya contemplaban una probabilidad alta de que el casco se rompiera en dos en cuestión de pocos días. Con los motores parados, solo queda la posibilidad de remolcar el buque. Pero a última hora de la tarde del viernes 15 solo el remolcador Ría de Vigo se encuentra en condiciones de hacerlo, pues el Sertosa 32 se averió y el remolcador del Ministerio de Fomento Alonso de Chaves no consiguió amarrar el cabo de remolque. De hecho, los trabajos de remolcado no avanzaban y el barco se encontraba prácticamente a la misma distancia de la costa del día anterior, 62 millas. Esa misma tarde se trasladó a tierra cinco de los tripulantes y el capitán pidió la evacuación, que se llevó a cabo a las 18 horas en el helicóptero Helimer Cantábrico. El capitán Mangouras fue detenido por la Guardia Civil en cuanto llegó al aeropuerto de La Coruña, acusado de no cooperar con los equipos de salvamento y de causar graves daños al medio ambiente.

Sábado, 16 de noviembre

Alcatraz lleno de chapapote en una playa de El Grove.

Durante el sábado 16 el barco siguió siendo remolcado con rumbo Sur a una velocidad de 1.5 nudos. En la madrugada, el remolcador Ría de Vigo advirtió sobre el peligro que suponía el buque: «Esto se parte en cualquier momento»; por lo que se ordena al remolcador Alonso de Chaves que amarre la parte de popa y, así, si ocurre tal cosa, las dos mitades estarán remolcadas.

Domingo, 17 de noviembre

El domingo 17, el consejero de Pesca López Veiga intentó tranquilizar a la población: «No se trata de una marea negra, sólo de un vertido de fuel», pero prohíbe la pesca entre Mera y Finisterre. El Ministerio de Fomento trae más barreras anticontaminantes, hasta un total de 18 km sumando las que se llevaran el día 14, pero resultan ineficaces porque el fuerte oleaje hace que el fuel supere las barreras con facilidad y, en algunos casos, el temporal las rompe al poco de ser instaladas.

La grieta abierta en el casco del barco era ya de unos 50 metros, pero no acababa de hundirse y resistía a flote a 55—80 millas de la costa,nota 3​ por lo que se estudia la posibilidad de hundirlo mediante artillería o con bombas incendiarias. En Portugal se ve con recelo el itinerario hacia el Sur que seguía el barco, por lo que anunciaron que no iban a aceptar bajo ningún concepto que llegase a entrar en su zona marítima y llevaron a las proximidades del barco la corbeta Joao Coutinho y un avión de la Armada portuguesa.

Lunes, 18 de noviembre

El lunes 18 llegó a la zona el remolcador chino De Da, contratado por la empresa Smit Salvage, y sustituye al Ría de Vigo;nota 5​ el Prestige sigue rumbo sur, ahora a 3 nudos, dirigiéndose a la ZEE (Zona Económica Exclusiva) de Portugal, tal y como lo declara el capitán del De Da al de la corbeta portuguesa João Coutinho que vigila las maniobras. Esta insiste en que no consentirá que el Prestige toque esas aguas; al tercer aviso, el De Da vira unos grados al Oeste.24

El Gobierno español constituye un gabinete de crisis interministerial, en el que participan 11 ministerios, bajo la dirección de Mariano Rajoy, como vicepresidente.

Martes, 19 de noviembre

Finalmente, a las ocho de la mañana del martes 19 de noviembre, el petrolero se partió por la mitad y las dos partes se hundieron completamente al cabo de unas horas; la popa se hundió sobre las 11:45 horas de la mañana y la proa a las 16:18 horas, después de un tortuoso recorrido frente a las costas gallegas de 243 millas (437 km). En ese momento, el barco estaba a 130 millas —132 millas según otras fuentes— de la costa de Finisterre, unos 234 km, —260 km según otras fuentes—, a la altura de las Islas Cíes, de alto valor ecológico, cuando la marea negra ya afectaba 300 km de costa.

Capa de chapapote en la playa.

En el momento del naufragio se rompieron otros tres tanques que liberaron entre 10 000 y 12 000 toneladas más de carburante; y después el ahora pecio siguió liberando vertiendo fuel hasta que solo quedaron unas 13 700 toneladas que serían retiradas en 200425​ —la carga inicial era de una 77 000 toneladas

Hoy en día, la popa se encuentra a una profundidad de 3545 metros y la proa a 3820 metros, separadas una de la otra una distancia de unos 3,5 km. Tras la extracción de esas 14 000 toneladas de fuel restantes en 2004,25​ aún quedaron restos adheridos a las paredes del pecio que fueron imposibles de quitar, unas 700 toneladas en la popa y entre 300 y 400 toneladas en la proa.28

Cronología posterior (2002 y 2003) (Extracto)

Voluntarios, la “marea branca”.

Noviembre de 2002

El presidente francés y el alemán, Chirac y Schröder, pactan una serie de medidas para acelerar la prohibición de los petroleros monocasco.

  • 23 de noviembre: La mancha principal surgida tras el hundimiento se sitúa a 150 km de la costa y avanza en dirección este-noreste; algunas manchas superan el cabo Ortegal y entra en el Cantábrico. La recogida de fuel en las costas alcanza las 900 toneladas, una labor asistida por los buques anticontaminación Rijn Delta —neerlandés—, Ailette y Alcyon (franceses). La prohibición de las actividades pesqueras mantiene en puerto a 2500 barcos, 6000 marineros y 800 mariscadores.
  • 24 de noviembre: La zona afectada por la marea negra supera los 400 km de costa.
  • 25 de noviembre: La zona afectada representa ya unos 600 km de costa —136 playas—. La gran mancha de fuel está a unos 110 km y dividiéndose en dos. Llegan las primeras manchas a Asturias y la prohibición de pescar se amplia a toda la costa entre Cedeira y Riveira.
  • 26 de noviembre: La marea negra entra en Parque natural de Corrubedo. El fuelóleo avanza paralelo a la costa cantábrica hacia el Noreste.
  • 28 de noviembre: La marea negra afecta ya a ocho espacios naturales protegidos: Betanzos-Mandeo en la Ría de Betanzos, Carnota-Monte Pindo, Corrubedo, Golfo Ártabro, Costa de la Muerte; Costa de Dexo-Serantes; Estaca de Bares y Monte y Lagoa de Louro.
  • 29 de noviembre: La gran mancha está a 7 km de Finisterre según Leiro Lois, a 22 km según el diario El Mundo;29​ y a 20 km de la entrada de las rías de Muros y Noya. Se comprueba que siguen saliendo nuevas bolsas de fuel del barco hundido. Hay siete buques anticontaminantes operando entre Finisterre y la ría de Arosa, todos extranjeros ya que España no contaba con ningún barco de este tipo.nota 6​ Ya hay recogidas 3000 toneladas de fuel en alta mar y otras 5000 en tierra.
  • 30 de noviembre: La mancha de fuel ya está a 1 milla de Finisterre, mientras toda Galicia se pone en alerta máxima.

Emblema de la Plataforma Nunca Máis basado en la bandera gallega petroleada.

Diciembre de 2002

Más de 200 000 personas (150 000 según la policía) se manifiestan en Santiago de Compostela bajo el lema “Nunca máis”, convocados por la plataforma ciudadana del mismo nombre.

  • 3 de diciembre: Se prohíbe la pesca y el marisqueo hasta la frontera con Portugal.
  • 4 de diciembre: La ría de Arosa está afectada por completo y el fuelóleo llega a la boca de las rías de Pontevedra y Vigo, a pesar de que Mariano Rajoy había pronosticado el 21 de noviembre que «la marea no va a llegar a las Rías Bajas». Los marineros forman un frente contra el fuel, que recogen del mar con todos los medios posibles, hasta con las propias manos.nota 7​ Participan en esta operación unos 800 barcos y más de 7000 personas.

La marea negra afecta ya a toda la costa gallega desde Ortigueira a Bayona, y amenaza las costas del País Vasco, Francia y Portugal. La prohibición de pescar alcanza a 913 km de costa entre Cedeira y Portugal —de los 1121 km de costa gallega en total—. Ya hay recogidas 10 300 toneladas de fuel.

Se confirma que la proa hundida del barco presenta varias fugas por las que escapa fuel de forma continua, a pesar de que el Gobierno seguía negando la existencia de grietas importantes en el casco y la presencia de nuevas manchas en la zona del hundimiento. El día siguiente envió un barco anticontaminación a ese punto.

  • 6 de diciembre: Entre 10 000 y 20 000 voluntarios de toda España, coincidiendo con el puente de la Constitución, ayudan en la lucha contra la marea negra junto a vecinos, marineros y mariscadores.

2003

Marea negra

Voluntario limpiando la marea negra del Prestige en Mugía.

Las primeras declaraciones oficiales pretendían minimizar la catástrofe evitando utilizar la palabra ‘marea’ y hablar solo de un vertido, asegurando además que el hundimiento no tendría graves efectos sobre el medio ambiente. Estas valoraciones fueron matizadas después por el presidente del Gobierno, José María Aznar, el 10 de diciembre, cuando admitió que el ejecutivo había cometido «errores de apreciación».

La realidad es que en las primeras 20 horas tras el accidente, el Prestige vertió al mar entre 10 500 y 21 000 toneladas,37​ y que siguió echando fuelóleo durante todo su recorrido frente a la costa hasta el momento de su hundimiento. Este primer vertido ―el que se produjo antes de su hundimiento― provocó una marea negra a partir del día 16, que afectó a 190 km de costa de la provincia de La Coruña: Mugía, Camariñas, Corme y Lage; pero especialmente Malpica, Roncudo y Touriñán.

Una vez que el barco ya había naufragado se produjo un nuevo vertido, estimado en 10 000 toneladas, que provocó una segunda marea negra. Esta llegó a la costa a partir del 29 de noviembre, hasta el 10 de diciembre, y afectó desde Mugía hasta las Islas Cíes, aunque sobre todo al parque nacional de las Islas Atlánticas a partir del día 4 de diciembre. Las Rías Bajas se salvaron de esta marea.

Un cambio en la dirección de los vientos dirigió hacia el norte las manchas, así como las que seguía liberando el pecio, unas 125 toneladas diarias, para dar lugar a una tercera marea negra que afectó a las costas de las Rías Bajas y la Costa de la Muerte entre el 6 de diciembre y el 8 de enero. Esta gran mancha, más o menos fragmentada, superó la costa occidental gallega a partir del 23 de diciembre adentrándose en el Cantábrico, por lo que los primeros restos de chapapote llegaron a Cantabria el 4 de diciembre; y a Asturias y País Vasco el 6 de diciembre. Francia comenzó a sufrir los efectos de la marea negra el 31 de diciembre.

El volumen definitivo del fuel vertido se estimó en 63 000 toneladas, pero lo cierto es que las cifras que las autoridades iban ofreciendo en los medios de comunicación fueron muy dispares e incluso contradictorias, aumentando según se iban conociendo mejor los hechos y admitiendo la gravedad del accidente.

Sntiago Martín Criado, perito del juzgado de Corcubión, presentó en 2008 las siguientes valoraciones del fuel que vertió el barco: 23 500 toneladas las primeras horas, hasta el momento de iniciarse el remolcado la madrugada del 14 de noviembre; 18 870 toneladas durante el viaje entre el 14 y el 19, a razón de unas 130 toneladas/hora; 12 150 toneladas durante la ruptura y el hundimiento, procedentes principalmente del tanque central número 4; 8000 toneladas desde el momento del naufragio hasta que comenzaron las labores de recuperación en 2004; y 13 700 toneladas recuperadas por las bolsas lanzaderas de Repsol. Estima finalmente que el resto que pudo quedar en los tanques del pecio se puede cifrar en 700 toneladas.38

Impacto medioambiental

Un voluntario intenta limpiar el chapapote adherido en una roca de la playa.

Las consecuencias del vertido sobre los ecosistemas gallegos fueron estudiadas por diferentes organismos oficiales, universidades y colectivos ecologistas. El sector más estudiado fue el correspondiente a la avifauna, tanto por ser el más conocido antes y después del accidente, como por la menor sensibilidad social y mediática que se percibe sobre otro tipo de fauna, como sería el plancton y los invertebrados marinos.

Impacto sobre las aves

El arao fue una de las aves más afectadas por la marea negra.

Según la ONG Sociedad Española de Ornitología,39​ hasta el 31 de agosto de 2003 se recogieron un total de 23 181 aves en España, Portugal y Francia después del vertido, que pertenecían a más de 90 especies. En la costa española se recogieron 19 510 aves, un 84,16 %; de las cuales 12 223 fueron en Galicia —un 52,73 % del total—, 3533 en el País Vasco, 2767 en Asturias y 987 en Cantabria. En Francia se recogieron 2831 y en Portugal 840. Teniendo en cuenta que las experiencias en otras mareas negras calculan que se recogen entre el 10 y el 20 % de las aves realmente muertas a causa del fuel, se puede estimar que el número de aves afectadas por el vertido del Prestige osciló entre 115 000 y 230 000 aves. La Sociedad Gallega de Ornitología publicó en noviembre de 2005 un informe en el que aportaba las siguientes cifras: entre 150 000 y 250 000 aves muertas según unas fuentes,40​ y entre 250 000 y 300 000 según otras.41

La especie más común fue, con diferencia, el arao común (Uria aalge), con 11.802 aves, que representó el 51 % del total de aves recogidas y el 52,5 % de las recuperadas. Otras especies afectadas fueron el alca común (Alca torda), y el frailecillo atlántico (Fratercula arctica); cada uno aproximadamente un 17 % de las aves petroleadas que se recogieron.

Impacto sobre las tortugas y mamíferos marinos

No se ha podido cuantificar lo suficiente el impacto que pudo tener la marea negra sobre los animales marinos presentes en las costas afectadas, como son las tortugas marinas, los cetáceos o las focas, pero es cierto que se observó un considerable aumento de los varamientos de cetáceos, muchos de ellos con la piel manchada de fuel. El número total de animales varados en la costa entre el 13 de noviembre y el 13 de enero fue de 128 animales: 54 cetáceos entre delfines comunes, delfines listados, delfines mulares y marsopas, de los que 32, el 60 %, tenían restos de fuel; cuatro focas, todas con fuel; siete nutrias, también manchadas y 63 tortugas, Caretta, 54 de ellas con fuel. Sin embargo, en el mismo periodo del año anterior solo había habido 30 varamientos, aunque la ONG CEMMA, que publicó estos datos, también señaló que las condiciones meteorológicas fueron especialmente duras ese año.42

Impacto sobre las actividades pesqueras

Tampoco quedó cuantificado el efecto de la marea negra del Prestige sobre las actividades pesqueras y marisqueras, así como sobre el resto de las actividades económicas relacionadas directa o indirectamente con el mar.

El 18 de noviembre de 2002 se decretó la prohibición de las actividades pesqueras y marisqueras en la costa más afectada por el vertido, prohibición que fue ampliándose en los días siguientes. Solo tres meses después se comenzó a levantar la prohibición, también gradualmente, hasta que fue permitida en toda la costa el 15 de septiembre de 2003.

Para compensar este paro forzoso, la Junta de Andalucía aprobó inmediatamente una línea de ayudas para los marineros, que incluía un subsidio de 1200 euros mensuales y 18 000 euros para los armadores de los arrastreros, sin restricciones, mientras duraba el cierre forzoso.

Impacto sobre la salud

Monumento a los voluntarios en El Grove.

El fuel vertido por el Prestige contenía agentes tóxicos, cancerígenos e irritantes, principalmente hidrocarburos aromáticos, que representaban un 46,4 % de la masa de la carga, junto con un 19 % de hidrocarburos saturados y un 34,7 % de resinas y asfaltenos.43​ Cabe destacar que el CEDRE informó de una composición diferente calculada sobre una muestra recogida del propio Prestige el 18 de noviembre: 37,6 % de hidrocarburos aromáticos, 48,5 % de hidrocarburos saturados, 8,3 % de resinas y 5,6 % de asfaltenos.44​ Los hidrocarburos aromáticos poseen un conocido efecto nocivo sobre la salud y, en el caso de este vertido, a dos marineros que participaron en las labores de limpieza del fuel. Además, el fuel del Prestige contenía un 6,18 % de metales pesados: cobre, mercurio, cadmio, etc.; y más de un 2 % de azufre.

Otro aspecto en este sentido fue el control de la posible contaminación del pescado y el marisco por hidrocarburos. La Junta de Galicia realizó numerosos controles analíticos sobre estos productos en las industrias y en el mercado, con el objetivo de asegurar la salubridad de los alimentos de origen marino comercializados tanto en Galicia como en el resto de España.

En octubre de 2003, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria publicó un informe con los resultados de las 40 915 inspecciones realizadas en España hasta el 13 de octubre,47​ de los que 33 105 se llevaron a cabo en Galicia —un 80,9 % del total—. El 30 de octubre el SERGAS informó que se habían hecho 41 938 inspecciones y 870 análisis en peces, moluscos y cefalópodos, siempre con resultados favorables, en establecimientos de venta. Concluyó que «Los productos del mar procedentes de las zonas afectadas por la marea negra del Prestige, que se ponen a la venta en mercados y establecimientos comerciales, están en buen estado, son inocuos para la salud y se pueden consumir con total garantía de seguridad y absoluta confianza». También la Universidad de La Coruña hizo exámenes y detectó la presencia de niveles peligrosos en algunos de los productos de pesca analizados entre enero y marzo, pero en esos momentos estaba prohibida la pesca.48

A día de hoy aún no se ha hecho un estudio completo sobre los efectos del fuel sobre la salud de los voluntarios, menos aún sobre los posibles efectos a largo plazo.

Impacto social

Un grupo de voluntarios.

Una de las imágenes más representativas de la catástrofe del Prestige es la labor de los voluntarios en la limpieza de las playas y en la recuperación de aves petroleadas a lo largo de toda la costa afectada. Las autoridades contabilizaron unas 115 000 personas, así como 327 476 participaciones en tareas de limpieza por persona y día, entre noviembre de 2002 y julio de 2003. Estas acudieron de forma espontánea u organizada desde toda Galicia —55 000— y del resto de España; unos 1000 voluntarios eran extranjeros. Otras fuentes elevan la cifra de voluntarios 200 000 voluntarios49​ o incluso 300 000.

A esta cifra habría que sumar los marineros y mariscadores que recogieron gran parte del fuelóleo vertido en el mar; los militares que se desplegaron en la zona, unos 32 600,50​ y que además de participar en las tareas de limpieza ayudaron a los voluntarios al repartir unas 25 000 raciones de comida y 8300 mantas;nota 9​ y los contratados por TRAGSA para continuar con los trabajos.

Consecuencias políticas

Pancarta de “Nunca Máis” en la fachada de la casa consistorial de Pontevedra.

La magnitud de la catástrofe y la discutida gestión de la misma por parte de las autoridades competentes hicieron que en toda Galicia se multiplicasen las reacciones de indignación ciudadana en los actos de protesta, fundamentalmente, contra el gobierno del Partido Popular en Galicia y en España; toda las manifestaciones convocadas tenían como lemas comunes la crítica a la gestión del PP y pedían las dimisiones y asunción de responsabilidades de las autoridades gallegas y nacionales, en manos del PP. En Aguiño, el 3 de diciembre, José Luis Torres Colomer, presidente de la Diputación de La Coruña, y Xesús Alonso Fernández, alcalde del Partido Popular de Boiro, fueron recibidos con puñados de chapapote lanzados por los marineros. Quizás la única reacción contra alguien fuera del PP fue el lanzamiento de huevos a Zapatero durante la manifestación de Santiago del 1 de diciembre.

Siete de los once mayores vertidos de fuel europeos en los últimos 30 años habían sucedido frente a las costas gallegas, como el Polycommander en 1970 que vertió 35 000 toneladas de fuel, el Urquiola en 1976 con 100 000 toneladas, el Andros Patria en 1978 con 50 000 toneladas o el Aegean Sea en 1992 con otras 79 000, por citar los más significativos; que sumaban más de 300 000 toneladas de fuel vertidas en las costas gallegas.52

Pero en los primeros meses hubo muchas más en diferentes puntos de Galicia, acompañadas de numerosas pintadas, pancartas exigiendo dimisiones, crespones negros en las ventanas, pegatinas en los coches y sobre la ropa, coplas y disfraces en el Entroido de 2003, etc. Por otro lado, diferentes colectivos culturales, como la plataforma de intelectuales y artistas Burla negra o los artistas gráficos de Colectivo Chapapote, entre otros, organizaron numerosos eventos como conciertos solidarios, exposiciones o lecturas públicas. Los humoristas dejaron su particular visión de los hechos.

Una de las mayores críticas a la gestión de la crisis se hizo contra los intentos de minimizar el volumen vertido y sus consecuencias.

En este sentido, en la crónica de lo sucedido ya se relataron diferentes declaraciones públicas de las autoridades, a las que se puede añadir la que hizo Mariano Rajoy comparando las 125 toneladas que vertía el pecio con «hilillos de plastilina»,54​ que resultó ser la forma con la que los expertos del batiscafo Nautile explicaron la situación a los políticos implicados.5556

Lo cierto era que, en esas fechas, el volumen de fuelóleo vertido desde el fondo del mar por los restos del Prestige ascendía a unas 125 toneladas diarias. Fue a partir del 22 de diciembre cuando el Nautile comenzó a sellar las grietas, unas totalmente y otras parcialmente, y no acabó hasta finales del febrero siguiente. Cuando en 2004 se terminó de vaciar el pecio, las pérdidas quedaron reducidas a 20—50 litros diarios.

Otra de los puntos críticos tuvo que ver con la censura informativa que se impuso en los medios de comunicación públicos, así como la ejercida sobre los funcionarios a quienes se les prohibió cualquier declaración a los medios. El 13 de diciembre, el Comité de Trabajadores de TVE, RNE y RTVE publicó un comunicado.

De forma paralela, la Junta de Gobierno del Colegio Profesional de Periodistas de Galicia también denunció el silencio informativo decretado por las Autoridades.

Una tercera crítica que se hizo al Gobierno fue la ausencia de las autoridades en la zona del vertido, lo que se interpretó como una muestra de desinterés por la situación que estaba pasando Galicia.

En cualquier caso, Mariano Rajoy sobrevoló la costa petroleada el 19 de noviembre, y dio una rueda de prensa en Cayón, donde afirmó que «Las cosas se han hecho razonablemente bien».61Miguel Ángel Cortizo, del PSOE, y Beiras, del BNG, habían acudido en la mañana del día 14.

El presidente Aznar no se acercó a Galicia hasta el 14 de diciembre, pero en un viaje de tan solo 3 horas, limitándose a visitar la Torre de Control de Tráfico Marítimo de La Coruña bajo fuertes medidas de seguridad y, de regreso, sobrevolar las islas Cíes y la zona del hundimiento. Quiso justificar esos dos meses de retraso diciendo que «Dije que no vendría a hacer fotos oportunistas, sino a traer soluciones, y estoy en condiciones de hacerlo».

Pero, quizás, la crítica más grave fue que la gestión que las autoridades hicieron del naufragio, desde el mismo momento del accidente, fue que agravó sustancialmente la dimensión de la catástrofe, tanto por la carencia de medios ante una marea negra de este calibre, como por la desorganización, improvisación y descoordinación que hubo en todo el proceso.

Por último, el rumbo errático que siguió el petrolero remolcado, y el desconocimiento de los vientos y corrientes dominantes de nuestro mar, sorprenden por la gran ineptitud alcanzada por el responsable de dar órdenes.

Colectivo de Geógrafos de la Universidad de Santiago de Compostela65

Con todo, no hubo en ningún caso asunción de responsabilidades políticas ni de errores cometidos en la gestión de la catástrofe. No hubo ceses ni dimisiones y, salvo el director general de la Marina Mercante José Luís López Sors, que resultó imputado, todos continuaron con sus respectivas carreras políticas con mayor o menor éxito.

Consecuencias electorales

En las elecciones locales siguientes en mayo de 2003, el Partido Popular repitió sus buenos resultados en la Costa de la Muerte, pero en las siguientes elecciones autonómicas del año 2005 perdió la mayoría absoluta. También había perdido con anterioridad las elecciones generales de marzo del 2004.

Plan Galicia

Como medida para reparar el daño causado, el Gobierno español aprobó un plan especial de reactivación económica, el “Plan Galicia“, que preveía una inversión de 12 459 millones de euros.

Tras la derrota del PP en las elecciones de 2004, la denominación de “Plan Galicia” fue abandonada por el nuevo Gobierno, que la tachaban de ser propaganda partidista.

Limpieza

La organización de la limpieza fue asumida por los concejos, las cofradías de pescadores, directamente o en colaboración con colectivos ecologistas o civiles, y posteriormente por la Junta de Galicia a través de la empresa de capital público TRAGSA. Las labores de limpieza alcanzaron el fuelóleo vertido tanto en el mar como en las costas y el que quedó en el barco hundido; también hubo que limpiar multitud de aves petroleadas.

El éxito de la campaña de limpieza se debió, aunque con discrepancias, al esfuerzo de los voluntarios, marineros y a la Administración, que consiguieron que en el verano siguiente el fuel solo afectase significativamente a la costa comprendida entre Corrubedo y Cabo Ortegal. EL 7 de marzo, Mariano Rajoy declaró que «Confiamos en que el próximo 1 de julio las playas recuperarán la normalidad». El 1 de junio de 2013 el Gobierno cuantificaba en 12 de 702 las playas en las que seguía existiendo fuel;71​ añadir que para esta fecha ya se habían limpiado 674 000 m² de zonas rocosas y quedaban por limpiar otros 293 000 m². Sin embargo, un estudio de la situación de la costa en agosto arroja la cifra de 135 playas españolas afectadas por el fuel.72

Máquinas hidrolimpadoras en unas rocas de Lage.

Durante el verano de 2003, el entonces consejero de Medio Ambiente Xosé Manuel Barreiro califica como datos positivos la concesión de Banderas Azules en playas gallegas, pues ese año se recibieron 57, solo seis menos que el año anterior. Añadir que el 98 % de las playas estaban recuperadas.73​ Un año más tarde Galicia consiguió 24 banderas azules más, alcanzando un total de 81 playas en 32 localidades distintas; la Costa de la Muerte recuperó todas sus banderas y consiguió cuatro más. En ese verano Cataluña ostentaba 90 banderas y Valencia 87.74

El problema no resuelto era el fuel en las zonas rocosas y en el fondo del mar. En noviembre de 2004, cuando se dieron por terminadas las labores de hidrolimpieza —tras 20 meses de trabajo— aún quedaban 66 000 m² de costa con restos de fuel, en la Costa de la Muerte —60 000 m²— y en las islas Atlánticas —6000 m²—. En esas fechas, la cantidad de chapapote que se recogía en tierra era tan solo de 20—30 kg diarios, frente a las tres toneladas diarias que se recogían en los seis meses anteriores.75

No obstante, distintas prospecciones realizadas en el fondo marino confirmaron la presencia de fuel, en ocasiones enterrado bajo los sedimentos. Todo este fuel acumulado en el fondo del mar, bajo la arena o formando placas superficiales, termina constituyendo formaciones más o menos esféricas que, tiempo después, son expulsadas a la costa por el mar de fondo en forma de bolas compactas de chapapote.

Todo el fuel que se fue recogiendo desde el primer momento, unas 90 000 toneladas en total, fue depositado en balsas construidas a tales efectos en Somozas —60 000—, Cerceda —20 000— y en otros puntos —10 000 toneladas—. La mayor parte fue trasladada a las instalaciones de la Sociedad Gallega de Residuos Industriales S.A., en Somozas para su inertización, operación para la que el Gobierno dedicó 24 millones de euros. Diez años después, aún permanecían sin tratar unas 10 000 toneladas en los depósitos de la empresa, a la espera que los gobiernos estatal y gallego acordasen quien tenía que pagar los 3 millones de euros que costaría su tratamiento.78

Limpieza del pecio

El Prestige se hundió conservando unas 13 700 toneladas en los tanques que se mantenían intactos. Ese fuelóleo representaba un peligro tanto por el vertido que se producía en las grietas, que fueron parcialmente selladas en el año 2003, como por nuevos vertidos en el futuro tras la previsible corrosión del casco. El Nautile confirmó la salida del fuel desde las primeras inmersiones, algunas de ellas de grandes dimensiones. Así, el 4 de diciembre se descubrió una a través de una escotilla de 1 metro de diámetro —aun así, el día 5, Rajoy describió las fugas como «cuatro pequeños hilillos»—. En los días sucesivos se fue detectando nuevas fugas en todos los depósitos, hasta contabilizar un total de 26 fugas el día 25 de diciembre, por las que se vertían entre 125 y 150 toneladas diarias. El mismo Nautile comenzó a sellar estas fugas el día 13, fecha en la que tapona la primera; el día 22 se habían sellado ya 5 fugas, pero los responsables de esta operación advirtieron desde el primer momento que se trataba de una solución provisional que no aguantaría más que unos meses.

Lanzaderas con las que se produjo la extracción de fuel del pecio en el verano de 2004.

Para evitar este vertido continuo que podía prolongarse a lo largo de los años, el Gobierno contrató a Repsol para que extrajese el fuel de una forma segura y definitiva. El operativo de limpieza se inició en junio de 2004 se dio por finalizado en octubre.

Para llevar a cabo este trabajo se diseñaron cinco grandes bolsas lanzaderas de aluminio extruido, de 23 por 4,7 metros y una capacidad de 300 m³. Cuando se terminó el proceso de extracción, cuando solo quedaban unas 1000 toneladas de fuel adheridas a las paredes del casco, se selló el contenido con bacterias para potenciar el proceso de biodegradación que terminará por destruir todo el fuelóleo.79

En la operación intervinieron también los remolcadores Esvagt Observer, Golfo de Siam, Sertosa 14 y Punta Tarifa. El coste de las labores de limpieza ascendió a 100 millones de euros. El fuel recuperado se depositó en las instalaciones de Repsol en La Coruña en espera de la decisión de los jueces.

Los tres tanques lanzadera que quedaron fueron depositados en octubre de 2004 en el puerto de Villagarcía de Arosa, de donde fueron retiradas el 2 de octubre de 2012 con destino a la base que Salvamento Marítimo posee en Fene.

Apostolos Mangouras

El capitán griego del Prestige, Apostolos Mangouras, fue evacuado del barco y detenido a su llegada al aeropuerto de La Coruña. Fue acusado de desobediencia a las autoridades españolas y de delito ecológico. El Gobierno español le acusaba de haber obstaculizado las labores de remolque, y de obedecer a su armador antes que a las autoridades españolas.

El capitán del Prestige pretendía fondear el barco a unas cuatro millas de la costa, a una profundidad en la que podía largar anclas. Su objetivo era salvar la carga y el buque. Las autoridades españolas no le permitieron acercarse a la costa, obligándole a ser remolcado. La resistencia de Mangouras, que advirtió que el buque se rompería si era expuesto a un oleaje más duro, está en el origen de su encausamiento.85

Mangouras ha recibido varios homenajes por parte de otros marinos. Fue candidato a “Marino del Año” en 2003, premio otorgado por el Naval Institute de Londres y por la revista marítima Lloyds, y homenajeado por compañeros de la Marina Mercante. Se quejan de que el Gobierno español lo utilizó como chivo expiatorio.86

Los juicios

El capitán Apostolos Mangouras declara durante el juicio.

El juicio en Estados Unidos

El Estado español presentó el 16 de mayo de 2003 una demanda contra la sociedad de clasificación del barco, la American Bureau of Shipping (ABS), ante los tribunales estadounidenses —la sede de la empresa está en los Estados Unidos—, a la que se le exigía una indemnización de 1000 millones de euros. La empresa fue la que asignó el certificado de navegabilidad al buque, que se encontraba en unas condiciones negligentes e imprudentes —véase la sección «Causa del accidente»—, y las revisiones del buque ni siquiera se habían hecho de acuerdo con las normas internas de ABS.

En 2010, la demanda fue desestimada. ste proceso en los tribunales estadounidenses le costó a España más de 30 millones de euros.

El juicio en España

Tras una instrucción que duró nueve años —de noviembre de 2002 a noviembre de 2011– y en la que participaron directamente cinco jueces, el juicio se inició el 16 de octubre de 2012 en la Audiencia Provincial de La Coruña. En el banquillo de los acusados se sentaron los mandos del buque, el capitán Apostolos Mangouras y uno de sus hombres —otro, también acusado, estaba en paradero desconocido—, y el exdirector de la Marina Mercante José Luis López-Sors.

En octubre de 2010 la Fiscalía presentó el informe pericial definitivo, que elevó a 4442 millones de euros la indemnización exigible, correspondientes a los daños directos e indirectos de la marea negra, esto es, los daños de bienes e intereses privados y el impacto medioambiental sobre intereses públicos, de carácter más difuso.909192

Fue el sumario de la mayor causa jamás instruida en España por delito medioambiental, y contaba con 230 315 folios. El ‘macrojuicio del Prestige’, como se le denominó, tuvo que celebrarse en el recinto ferial de La Coruña debido a sus dimensiones: 2128 partes personadas, 204 declaraciones, 133 testigos, 98 peritos, 51 abogados, 21 procuradores y 3 jueces —Juan Luis Pía Iglesias, Salvador Sanz Crego y María Dolores Fernández Galiño— que celebraron 400 horas de juicio en 89 sesiones.95

Acusación

Se acusó al capitán del barco, Apostolos Mangouras; el jefe de máquinas, Nikolaos Argyropoulos; a Ireneo Maloto, otro mando del buque en paradero desconocido; y al exdirector de la Marina Mercante José Luis López-Sors, el único cargo público imputado. El Ministerio Pública de España también presentó como responsables civiles a la propietaria del barco Mare Shipping, de Liberia, y a la armadora Universe Marine de Grecia.

Al exdirector de la Marina Mercante, José Luis López-Sors, le imputó la Audiencia Provincial de La Coruña, que consideró que había «indicios racionales de criminalidad» al ordenar que el petrolero pusiera rumbo mar adentro en ese estado y perdiendo fuel. Se consideró que dar esa orden con las condiciones meteorológicas tan malas que había fue «un error clamoroso», como parte de una gestión muy desacertada.97

Inicialmente hubo otros dos altos cargos imputados, Arsenio Fernández de Mesa, entonces delegado del Gobierno en Galicia, y Ángel del Real, capitán marítimo de La Coruña, pero fueron exculpados por la misma Audiencia Provincial en febrero de 2003.

Los daños ambientales que se tuvieron en cuenta fueron los más de 1600 kilómetros de costa española, desde la desembocadura del río Miño hasta la frontera con Francia, y los causados en la costa francesa, pues el Estado español asumió la representación de los intereses de Francia como acusación en el proceso.98

Informes

El gobierno de la Junta de Galicia, del Partido Popular de Galicia, solicitó un informe a la Universidad de Santiago de Compostela, La incidencia socioeconómica del Prestige en Galicia.99​ En el plano político, este estudio fue bien recibido por las partes afines al Gobierno regional.100

El 8 de enero de 2009 el informe de la Abogacía del Estado defiende la decisión, por parte del Gobierno de José María Aznar, de alejar el buque de la costa gallega como la más acertada, así como su respuesta inmediata que permitió a pescadores y mariscadores gallegos minimizar los costes de la marea negra, siendo la recuperación ambiental casi un hecho.101​ Esta decisión no estuvo exenta de polémica, ya que la juez Carmen Vieirias afirma que “basó su decisión en la contundente defensa del alejamiento que realizó Martín Criado”. Martín Criado fue el perito contratado para investigar el accidente, pero también fue uno de los asesores y defensores de Fomento durante el accidente.102​ Este hecho fue criticado por algunas asociaciones como Nunca Máis.103

Instrucción judicial

La Herida—, escultura de Alberto Bañuelos-Fournier, de 400 toneladas de granito, en Mugía.

Fue en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Corcubión donde desde el mismo día del accidente se instruyeron todos los procedimientos judiciales que fueron sometidos a juicio oral en la Audiencia Provincial de La Coruña años más tarde.

El 20 de marzo de 2009, siete años después del accidente, se hizo pública la conclusión del procedimiento judicial abreviado del caso, que suponía la exculpación de los responsables del Ministerio de Fomento al concluir que no hubo responsabilidad alguna en el accidente.104

Sin embargo, José Luis López-Sors acabó imputado debido a un recurso posterior a este auto.105

Sentencia

El 13 de noviembre de 2013, tras nueve meses de juicio, la Audiencia Provincial de La Coruña resolvió la causa sin culpables, pues ninguno de los acusados fue encontrado culpable de delito ecológico.106​ Se condenó al capitán del barco, Apostolos Mangouras, por un delito de desobediencia grave a las autoridades españolas durante las operaciones de rescate, que le supuso una condena a nueve meses de cárcel por la que nunca entró en prisión.106​ Los otros dos miembros de la tripulación fueron exculpados, pues según la sentencia no habían actuado «ni con imprudencia, ni de forma dolosa al asumir una navegación arriesgada».106​ Por último, el fallo judicial avaló la orden del exdirector de Marina Mercante José Luis López-Sors de llevar mar adentro el navío tras el siniestro, y le absolvió de toda culpa.106​ Con esta última exculpación, el Estado español quedó libre de toda culpa penal y civil, ya que López-Sors fue el único representante de la Administración imputado en el juicio.106

Sin embargo, la Audiencia de La Coruña sí que consideró probado que el petrolero estaba en tan malas condiciones que nunca tendría que haber obtenido los permisos para navegar, y dictaminó que «solo se podrá exigir la oportuna responsabilidad civil» por la catástrofe a la clasificadora American Bureau of Shipping (ABS) y a la armadora Universe Maritime, que las autoridades españolas no consiguieron enjuiciar106​ —véase «El juicio en Estados Unidos»—; por aquel entonces la ley no contemplaba exigirle responsabilidad penal alguna a personas jurídicas por delitos económicos, lo que imposibilitó llevarlas a juicio.107​ De hecho, la fiscalía valoró después de la citada sentencia el volver a intentar enjuiciar a dicha sociedad de clasificación.108

Así pues, puesto que no existió responsabilidad penal alguna por parte de los acusados, nadie tenía que asumir la responsabilidad civil; no existía un responsable civil a quien pedir el pago de los daños de la catástrofe, unos 4300 millones de euros.107111nota 10​ La única indemnización que se pagó fueron los 171 millones que le correspondían a los afectados del FIDAC ,107​ así como los 22 millones de euros que depositó la aseguradora del barco como fianza civil antes del juicio.111

Reacciones

Como resultado del proceso judicial las opiniones sobre éste fueron muchas y muy diversas. Sin embargo, sí que hubo una opinión muy repetida: ni siquiera se había llevado a juicio a los verdaderos responsables. De hecho, la propia sentencia dictamina que de poder exigirle la responsabilidad a alguien, esta debía ser de la sociedad de clasificación que le dio al buque los permisos para poder navegar, la American Bureau of Shipping.

Los más críticos con la sentencia judicial fueron los partidos políticos de la oposición y los grupos ecologistas.112​ Así, el PSOE calificó de ‘vergüenza’ que ningún cargo político fuese hallado culpable,113​ opinión que también compartía el BNG.114​ Sin embargo, el PP se tomó la sentencia como un aval de que la gestión que habían hecho sus responsables políticos del desastre fue la «correcta y adecuada».115

Los expertos en derecho marítimo se mostraron ‘satisfechos’ con la sentencia, en tanto y cuanto aplicaba lo dispuesto por el derecho internacional en este tipo de casos, así como por los acuerdos internacionales en la materia suscritos por España.118

Pero, a pesar del revuelo mediático que causó la sentencia, las poblaciones más afectadas se mostraron más bien indiferentes y se limitaron a calificar el juicio de una pantomima mediática:119120​ las playas ya estaban limpias y muchos de los afectados ya habían cobrado sus respectivas indemnizaciones a cambio de que el Estado litigase por ellos en el juicio. Sea como sea, la Fiscalía y el Estado francés decidieron recurrir la sentencia con un recurso de casación con el principal objetivo de que se valorara el delito ecológico.122