Ciencia
Gran muralla verde
Gran muralla verde (África)
Evolución de la vegetación en África sub-sahariana.
La Gran Muralla Verde, o Iniciativa para la Gran Muralla Verde del Sahara y el Sahel, (en francés: Grande Muraille Verte pour le Sahara et le Sahel), es la iniciativa insignia en África para ayudar a combatir los efectos del cambio climático y la desertificación. Liderada por la Unión Africana, esta iniciativa intenta transformar la vida de millones de personas creando un gran mosaico de paisajes verdes y productivos cubriendo África del Norte, el Sahel y el Cuerno de África.1
Partiendo de la idea inicial de una línea de árboles que atravesara el desierto de este a oeste, la visión de la Gran Muralla Verde ha evolucionado hacia un mosaico de intervenciones dirigidas a los retos a los que se enfrentan las poblaciones del Sahara y el Sahel. Tendrá una longitud de unos 8 mil kilómetros y 15 km de ancho. Considerada una herramienta de planificación para el desarrollo rural, el objetivo general de esta sociedad sub-regional es fortalecer la resiliencia de los habitantes y los ecosistemas mediante el uso de prácticas sólidas de gestión de ecosistemas, la protección del patrimonio rural, y la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones locales.2
Mediante una mejora en los ingresos de las comunidades locales, la Iniciativa para la Gran Muralla Verde del Sahara y el Sahel será también una respuesta global al efecto combinado de la degradación de los recursos naturales y la sequía en las zonas rurales. La Iniciativa es una asociación que apoya el esfuerzo de las comunidades locales en el uso y gestión sostenibles de los bosques, pasturas y otros recursos naturales en las tierras secas. Así mismo, contribuye a la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático, mejorando a la vez la seguridad alimentaria en el Sahara y el Sahel.3
Presentación
Una cobertura forestal aporta numerosos elementos positivos para la población:
- Protección de los campos y de las aldeas contra el viento y la erosión. El muro vegetal constituye un filtro que limita la inhalación de polvo y otras partículas por parte de las poblaciones y por tanto las enfermedades que causan.
- Aporte de elementos nutritivos en un suelo casi muerto: las hojas muertas crean una capa que protege y regenera los suelos de los campos y los árboles ayudan igualmente aumentando la capacidad de los suelos para almacenar el agua.
- Aumento de la humedad y de la pluviometría local gracias a la evapotranspiración de los árboles plantados.
- Reserva de forraje de calidad para el ganado porque la hierba crece mejor a la sombra de los árboles.
Para contrarrestar dos grandes problemas de la región del Sahara, y particularmente del Sahel, uno ecológico, la desertificación y la degradación de las tierras, y otro económico, causado por el éxodo rural y la pobreza de las poblaciones involucradas, once países de la región (Burkina Faso, Yibuti, Eritrea, Etiopía, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria, Senegal, Sudán y Chad) se comprometieron a luchar contra el avance del desierto, uniéndose para este fin en la séptima cumbre de jefes de estado del CEN-SAD (Comunidad de los Estados Sahelo-saharianos) el 1 y 2 de junio de 2005 en Ouagadougou.4
Más que un proyecto técnico ha de considerarse una iniciativa política llevada adelante por un grupo de países asolados por la falta de agua, que busca despertar el interés en los pobladores y cambiar su forma de pensar, impulsando prácticas agrícolas que frenen la erosión.5 La iniciativa continúa las ideas inspiradas por la Premio Nobel de la Paz Wangari Maathai.
En 1927, un ingeniero forestal francés, Louis Lavauden, se dio cuenta de que los desiertos estaban creciendo ayudados por el uso excesivo de los pastos y la desaparición de los bosques. Lo llamó “desertificación” y no se equivocaba. Durante este siglo, el Sahara ha devorado más de 7,600 km2 cada año. Tanto es así que hoy es un 10% más grande que en 1920.
Unas décadas después, cuando ya la transformación era más que evidente, Richard St. Barbe Baker, uno de los primeros activistas pro-reforestación, propuso crear una “gran barrera verde” formada por 50km de árboles para contener la propagación del desierto.
Parecía una locura y, siendo realistas, lo era. Pero en 2005, la Unión Africana recogió la idea y se propuso usarla para hacer frente, con uñas y dientes, al desierto. Así fue como nació en 2007 la “Iniciativa para la Gran Muralla Verde del Sahara y el Sahel“. Casi quince años después de las primeras conversaciones.
La idea de comenzar con esta iniciativa nació en 1952, cuando el conocido como “hombre de los árboles”, el activista inglés Richard St. Barbe Baker, llevó a cabo una expedición en la zona y propuso la creación de una “barrera verde” para impedir el avance del desierto. En la década de 1980 la idea cobró mayor fuerza, debido al aumento de la preocupación que había en la región del Sahel por la degradación severa que estaba sufriendo el terreno en esa zona. En pocos años, la vegetación existente se había vuelto cada vez más seca y estéril debido, entre otras cosas, al cambio climático, el crecimiento de la población y las prácticas agresivas de manejo de la tierra. Como consecuencia los alimentos empezaron a escasear, los recursos disminuyeron, aumentó el desempleo y se produjo una gran migración forzada.
Para intentar frenar todo esto, los habitantes de la zona empezaron a idear su sueño épico de construir una gran muralla verde que devolviera todo el esplendor a la región. En 2002 la idea fue recordada en la cumbre de Yamena, en el Chad y en 2005 fue presentada y aprobada por la Conferencia de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados de Sahel y del Sáhara. Tan solo dos años más tarde, en 2007, los países de la región empezaron el proyecto de transformación de los paisajes degradados desde Senegal, en el oeste de África, a Djibouti, en el este, bajo el liderazgo de la Unión Africana. Así fue como empezó a extenderse a lo ancho de todo el continente la “Gran Muralla Verde”
El pensamiento que pretenden difundir sus propulsores es que:
“La Gran Muralla Verde no es sólo para el Sahel. Es un símbolo global para la humanidad que supera su mayor amenaza, nuestro ambiente cambiante. Esto demuestra que si podemos trabajar con la naturaleza, incluso en lugares difíciles, como el Sahel, podemos superar la adversidad y construir un mundo mejor para las generaciones futuras”, Great Green Wall.
El proyecto
En datos la “Gran Muralla Verde” estará compuesta por plantaciones arcaicas y árboles resistentes a las sequías, que pueden acumular el agua en sus raíces. En total se extenderá por unos 8.000 kilómetros de longitud por 15 kilómetros de ancho. El objetivo principal de este proyecto es ofrecer una resistencia al cambio climático en una región donde las temperaturas aumentan más rápido que en cualquier otro lugar en la tierra. Pero también crear una maravilla mundial en todo el ancho de África para poder cultivar tierras fértiles, aumentando así la esperanza contra la pobreza del país y aumentando la seguridad alimentaria para los millones de africanos que pasan hambre cada día. Como consecuencia crecerá el bienestar de las comunidades más pobres y también mejorará su salud y por su supuesto aumentarán las oportunidades económicas para impulsar las pequeñas empresas y el comercio local. Para que el proyecto sea visible de manera global se ha lanzado una campaña llamada “Creciendo una maravilla mundial” que pretende que la “Gran Muralla Verde” sea famosa en todo el mundo y para que se puedan emprender acciones colectivas para que el sueño africano siga creciendo, presionando a los gobiernos para que realicen inversiones a largo plazo. Artistas, músicos, cineastas y creadores de cambios globales han colaborado con esta campaña, incluso actualmente el productor Fernando Meirelles en colaboración con las Naciones Unidas está a punto de publicar un documental sobre el gran muro, en el que explica las características principales de este proyecto épico.
Situación actual
El grupo de los 11 pueblos que quisieron participar desde el principio en este proyecto ha ido creciendo poco a poco y ya son más de 20 países de África los que forman parte de este movimiento que está devolviendo el color verde y la vida a la región del Sahel; Argelia, Burkina Faso, Benin, Chad, Cabo Verde, Yibuti, Egipto, Etiopía, Libia, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria, Senegal, Somalia, Sudán, Gambia, Túnez.
En la actualidad ya está ejecutado el 15 % del proyecto y en las zonas en las que se está llevando a cabo ya han empezado a notar los beneficios. Sus habitantes solo ven cosas buenas y han encontrado en la “Gran Muralla Verde” la esperanza para terminar con las migraciones a Europa y poder empezar una vida asentados en un lugar rico en recursos.
En Senegal ya se han plantado más de 12 millones de hectáreas, en Etiopía unos 37 millones y en Nigeria 5 millones de hectáreas de terreno han sido ya restauradas. Para el año 2030 se pretende que estén restauradas 100 millones de hectáreas de tierra degradada, que 250 millones de toneladas de óxido de carbono hayan sido absorbidos a través de la muralla verde y que se hayan creado unos 10 millones de empleos en las áreas rurales de la zona.
Cuando esa muralla verde esté finalizada se espera que sea la estructura viva más grande de la tierra y una nueva Maravilla del Mundo, pero no será la única. En China, la erosión producida por el viento ha provocado la destrucción de gran parte de la vegetación, esto unido a la mala gestión de los recursos hidráulicos, ha derivado en una desertificación acusada en algunas zonas como en el desierto de Gobi. En el año 1978, el gobierno chino puso en marcha un proyecto muy parecido al que se está llevando a cabo en África. Otra gran muralla verde que pretendía plantar a lo largo de la frontera norte más de 4.500 kilómetros de ancho en el desierto. El proyecto aún está en ejecución y se prevé que esté finalizado para el año 2050. Por el momento ya se han plantado cerca de 67.000 millones de árboles y en su mayoría predominan los “Enterolobium cyclocarpum” por su adaptabilidad al terreno. El año pasado la superficie forestal del norte de China había aumentado al 12,4% y en los últimos 10 años se ha notado un descenso en el número de tormentas de arena primaverales en Pekín.
¿Para cuándo estará disponible La Gran Muralla Verde?
Solo se ha completado un 15% de La Gran Muralla Verde en los últimos 9 años desde que se inició su proyecto. A pesar de que aún este proyecto es sumamente joven, ese 15% ya ha brindado muchos beneficios.
Podemos decir que el pueblo Fulani desde 2010 ha reducido considerablemente sus movilizaciones debido a que ahora hay más zonas verdes que antes de que arrancara la creación de la gran muralla.
A pesar de que podría parecer que se ha avanzado muy poco, la realidad es otra muy diferente. De hecho, aún se esperan muchos años más para poder terminar el proyecto, ya que no solo se trata de la plantación de los árboles, sino que también están pensando en la creación de un dique y un gran sistema de riego para potenciar la agricultura en los países africanos más afectados por el hambre.
La Gran Muralla Verde tiene como intención crear una especie de zona utópica en el que hombre y naturaleza trabajen en conjunto, ya que en el proyecto está contemplado recuperar varias técnicas de cultivo tradicionales que se han perdido por muchos avances, del mismo modo también pretende reincorporar varias especies que se han alejado de la zona a causa de la desertificación.
La creación de esta muralla natural es sumamente necesaria para evitar una catástrofe humanitaria en el futuro a causa del hambre, ya que según cifras de la ONU, cerca de 500 millones de africanos verán cómo disminuye su calidad de vida por culpa del calentamiento global, mientras que cerca de 60 millones van a tener que abandonar sus hogares por culpa de la desertificación del Sáhara y el Sahel, algo muy triste, ¿verdad?
Cómo frenar la deforestación
Si lo miramos en conjunto, las cifras de crecimiento del Sahara son alarmantes; pero si nos fijamos en el detalle, en seguida vemos que su expansión ha sido particularmente pronunciada hacia el sur. Desde las sequías en el Cuerno de África y la sabana sudanesa de la década de la década de los 70, el desierto ha robado más de 554,000 km2 al Sahel.
Eso significa que, hoy por hoy, hay unos 232 millones de personas que viven en el borde del desierto y cuyas vidas se verán afectadas a corto plazo. Cuando la Unión Africana empezó a pensar en la Gran Muralla Verde reunió solo a 11 países. Hoy son más de 20 los que están plantando árboles para crear la que muchos dicen que será la “estructura” viviente más grande del mundo.
En estos diez años de trabajo, se han invertido alrededor de 8.000 millones no sólo en recuperar la vegetación, sino, también, el establecimiento de nuevas prácticas sostenibles que permiten aumentar la calidad del suelo. Las estimaciones más confiables hablan de unas 200.000 hectáreas recuperadas al año.
En Senegal ya se han plantado 11 millones de árboles, el país que más ha avanzado en este proyecto, recuperando 27.000 hectáreas de tierra perdida. Las tierras recuperadas han permitido a las comunidades aumentar sus ingresos y producir alimentos para sus familias al mismo tiempo. Senegal ya ha ejecutado una extensión de unos 150 km. Cada año se plantan casi dos millones de plantones y sobreviven entre el 70 y el 75%.
Eliminando CO2 de la atmósfera
Otra ventaja adicional de este proyecto es que eliminará unos 250 millones de toneladas de CO2 de la atmósfera. Sé que solo es una gota en medio de un océano, pero, con un poquito de optimismo, si consideramos la gran muralla verde como la primera batalla ganada en la guerra contra la expansión del Sahara, esta gota podría llegar a convertirse en un torrente.
Sombras de la gran muralla verde
Sin embargo, el objetivo de restaurar 100 millones de hectáreas antes de 2030 parece lejano. Aunque en algunos países como Senegal se han plantado más de 12 millones de árboles resistentes a la sequía en poco más de una década, las cifras no cuadran. Los informes de la Organización para la Alimentación y la Agricultura señalan que aún quedan, como mínimo, 128 millones de hectáreas por rescatar.
Eso significaría que los equipos de la Iniciativa para la Gran Muralla Verde tendrían que recuperar 5 millones de hectáreas anuales para cumplir con el plan y eso es algo que, no hace falta ni decirlo, está muy lejos de parecer posible.
Por ello, muchos expertos llevan años buscando alternativas que permitan reconducir el impulso del proyecto hacia objetivos más factibles. Sea como sea, el proyecto sigue adelante. Porque con dificultades o sin ellas, lo que parece que no se acaba nunca es el hambre del Desierto.
Críticas y modificaciones
La muralla de árboles africana para detener al Sahara es una mala idea. Es hora de replantearla.
9 Julio 2017
Solo acelerando el ritmo de trabajo (por lo menos) diez veces, los avances en el terreno se corresponderán con las altas ambiciones políticas. Lamentablemente, existe un desajuste importante entre la ambición y los esfuerzos, pero no debemos tirar la toalla.
Los motivos de una idea tan cambiante
Los críticos argumentan que un desierto es un ecosistema sano y natural que no debe ser considerado como una enfermedad porque no se propaga como una enfermedad. De hecho, para finales de los 90, ya era difícil defender la idea de invadir los desiertos porque ya había pruebas científicas de que la deforestación era culpa de la variabilidad del clima.
Póngame millones de árboles. (NASA)
Los críticos también han señalado que la idea de una barrera vegetal es contraproducente para los objetivos de desarrollo, puesto que hace hincapié en el perímetro de la zona en vez de el lugar del problema en sí. Para aumentar la seguridad alimentaria y apoyar a las comunidades locales, lo mejor sería centrarse en amplias superficies de cultivos en vez de partes estrechas. Es importante que el proyecto siga adelante porque se estima que alrededor de 232 millones de personas viven en zonas próximas a la Gran Muralla Verde.
Por eso se mantuvo el nombre de muralla, pero en realidad el proyecto es casi irreconocible.
La muralla ya no es una estrecha línea de árboles a lo largo del borde sur del Sáhara, sino que la idea ahora es rodear el Sáhara con un cinturón de vegetación ancho: árboles y arbustos para cubrir la zona de verde y proteger el paisaje agrícola. Este nuevo proyecto involucra a todos los países que rodean el desierto, incluyendo a Argelia y a otros países del norte de África, y no solo a los 11 países originales subsaharianos del Sahel.
Por lo tanto, la Gran Muralla Verde ya no es ni una muralla ni grande, al menos no todavía.
Un proyecto poco realista
Si analizamos la situación a nivel general nos podemos dar cuenta de lo difícil que será terminar la Gran Muralla Verde dentro de los plazos acordados.
En un informe actual de la Organización para la Alimentación y la Agricultura se indica que 128 millones de hectáreas cuentan con menos árboles que paisajes similares en las dos zonas de aridez situadas en la línea de precipitaciones de 400 mm alrededor del Sahara.
No es tan malo como parece. (Pixabay)
Si tenemos en cuenta que la mitad (65 millones de hectáreas, o el 8% de la superficie total de dichas zonas áridas) necesita algún tipo de intervención y que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas establece el año 2030 como fecha de finalización del proyecto, la Iniciativa para la Gran Muralla Verde debería llevar un ritmo de 5 millones de hectáreas anuales (10 millones de hectáreas supondría cumplir el objetivo de poner todas las tierras por encima de la media).
Una fecha menos ambiciosa es la que marca la Agenda 2063 de la Unión Africana, pero incluso entonces sería necesario trabajar a un ritmo de 2 millones de hectáreas por año.
Se desconoce el ritmo real al que se está trabajando, pero es probable que sea mucho menor de 200.000 hectáreas por año. A este ritmo, cien años serían una predicción optimista sobre el tiempo necesario para completar la muralla. Habría que acelerar mucho el ritmo de trabajo si queremos ver cómo la muralla pasa a ser un logro importante de la humanidad.
Es obvio que cada vez hacen falta más recursos y que es poco probable que consigamos multiplicar los esfuerzos por diez. ¿Qué es lo que realmente deberíamos hacer?
Hay que barajar otras opciones
Mucha gente está convencida de que la única opción para construir una muralla verde es plantar árboles, pero no siempre es la única opción y algunas de las tierras menos secas se pueden tratar con técnicas basadas en la capacidad de la tierra para regenerar flora por sí misma: su memoria ecológica.
Hay alternativas. (NASA)
Las inundaciones y los animales trasladan las semillas a lugares donde pueden brotar y los sistemas de raíces de árboles antiguos a veces pueden producir nuevos brotes donde establecerse, a diferencia de las idea de simplemente plantar nuevos árboles. De esta forma se podría volver a llenar un paisaje de color verde, reduciendo la necesidad de plantar árboles, siempre y cuando los agricultores protejan el paisaje de los fuegos y del ganado.
Esta técnica (conocida como la regeneración natural gestionada por agricultores) ha demostrado dar buenos resultados con un bajo coste en áreas donde la memoria ecológica basta para que los brotes surjan por sí mismos y donde los agricultores tienen derecho a utilizar los árboles una vez que hayan crecido. La reforestación puede ser una realidad con esta idea.
Pero la regeneración natural gestionada por agricultores no funcionaría en todas partes y también es necesario utilizar otros métodos, como la excavación de medias lunas (para recolectar agua) y la siembra de plántulas. Aplicar los métodos adecuados en el lugar adecuado es la forma más rápida y eficaz para acelerar la creación de la Gran Muralla Verde.
Autores: Lars Laestadios, profesor adjunto en la Universidad Sueca de Ciencias de la Agricultura.
Otro proyecto
Ciudades de África y Asia construirán una Gran Muralla Verde
La iniciativa pretende hacer frente al cambio climático en las urbes de crecimiento más acelerado con soluciones basadas en la naturaleza
La semana pasada, en un acto paralelo de la Cumbre sobre la Acción Climática de Nueva York donde se trataron Soluciones basadas en la naturaleza (SbN) para las ciudades, Qu Dongyu —Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)—, anunció la creación de una iniciativa a escala mundial para apoyar las soluciones al cambio climático basadas en la naturaleza.
Bautizada como la Gran Muralla Verde para las Ciudades, el proyecto es una extensión de la Gran Muralla Verde del Sahara y el Sahel, e implicará la creación de zonas verdes urbanas para restaurar los paisajes arrebatados por el asfalto y el hormigón a lo largo de urbes de África y Asia.
El anuncio llega en un momento en que las ciudades han adquirido un peso crucial para los Objetivos del Desarrollo Sostenible. Hoy, se estima que para 2050 cerca del 70 por ciento de la población mundial vivirá en ciudades, y que gran parte de este crecimiento se producirá en urbes de África y Asia, que están viviendo una urbanización mucho más acelerada que en otros puntos del planeta. Es por ello que los principales organismos responsables de frenar los efectos devastadores del clima están haciendo hincapié en la necesidad de dedicar más recursos en planificación del uso de la tierra para que el impacto ambiental sea menor.
La FAO ya ha hecho pública su intención de apoyar al menos a tres ciudades de cada uno de los 30 países de estos dos continentes, con la intención de crear una gran infraestructura ecológica con 500.000 nuevos bosques urbanos para 2030, así como restaurar o mantener hasta 300.000 hectáreas de bosques naturales ya existentes en las ciudades del Sahel y Asia Central, y sus alrededores.
Según la propia Organización, una vez terminada, la Gran Muralla Verde para las Ciudades podría capturar entre 0,5 y 5 gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2) anualmente, reduciendo los costos de prevención y tratamiento de los efectos del cambio climático y mejorando el bienestar de los habitantes de dichas ciudades, de sus espacios cercanos y del Planeta en general.
Los bosques y árboles urbanos son determinantes a la hora de hacer frente y paliar el cambio climático a nivel mundial, y pueden hacer descender hasta 8 grados la temperatura del aire, rebajando los costes del aire acondicionado hasta en un 40 por ciento según informan en la nota de prensa. Además, otros beneficios directos serían la reducción de los flujos de aguas pluviales y la mejora de la calidad del aire, filtrando el polvo y los agentes contaminantes, según explicó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura desde Nueva York.
Piedras de sol
Piedras de sol, de Dinamarca
Los arqueólogos no encuentran explicación a las enigmáticas «piedras de sol» halladas en Dinamarca
Bornholm es una isla de Dinamarca ubicada en el mar báltico, al este del país y próxima a la costa sur de Suecia.
A menudo, los daneses, se refieren a ella como “la isla de la luz del sol” y por este motivo han sido llamadas “piedras de sol” a las aproximadamente 300 piedras encontradas recientemente en Vasagård en el sur de esta isla y mayormente de forma redonda.
Estas piedras y fragmentos contienen intrincados patrones de diseños grabados en ellas por personas de la Edad de Piedra hace 5.000 años. Los historiadores y los arqueólogos todavía no están seguros de cuál podría haber sido el propósito de las piedras.
El hallazgo también incluye piedras cuadradas talladas que se asemejan a campos y granos y otros patrones. Algunas piedras parecen mostrar un patrón de tipo tela de araña, mientras que otras tienen un solo anillo de marcas de grabado.
Según Ole Sonne Nielsen, arqueólogo principal del Museo de Bornholm, que colaboró con el Museo Nacional de Dinamarca, Universidad de Aarhus, y la Universidad de Copenhague en la excavación, “Muchas de las piedras están muy gastadas, por lo que parece que alguien las haya llevado en el bolsillo”
“Conocimos las piedras solares por un tiempo, pero las piedras de campo son algo completamente nuevo, ayer encontramos cuatro, y la variación entre ellas con las telas de araña es algo que no sabíamos que existía”, dijo Nielsen.
Una de las piedras misteriosas, hallada en una zanja en Bornholm (Dinamarca) por estudiantes de arqueología, se ha demostrado que es un mapa con 5.000 años de antigüedad.
De acuerdo con la revista Skalk, la piedra fue descubierta durante los trabajos de excavación arqueológica en el santuario neolítico Vasagård.
La piedra ha sido estudiada por investigadores del Museo Nacional de Dinamarca. A diferencia de hallazgos anteriores y similares, el arqueólogo e investigador en el Museo Nacional, Flemming Kaul está razonablemente seguro de que la piedra no muestra el sol y los rayos del mismo (a diferencia de otras piedras halladas), sino que muestra los detalles topográficos de un trozo de la naturaleza de la isla tal como ella debía parecer entre los años 2700 y 2900 antes de Cristo.
Piedras rituales
Flemming Kaul califica la piedra un hallazgo “sin paralelo”en Dinamarca. En los últimos años, en las excavaciones de Vasagård han aparecido varias piedras inscritas con patrones rectangulares llenos de diferentes filas de líneas y sombreado.
“Algunas de las líneas pueden ser reproducciones de mazorcas de maíz o plantas con hojas”, dijo el profesor Kaul.
Un mapa de piedra en el templo neolítico de Vasagård (Dinamarca)
“Estos no son arañazos accidentales”, afirma. “Vemos estas piedras como una clase de mapas que muestran diferentes tipos de terrenos”.
La piedra hallada no está completa. Se compone de dos piezas y una tercera sigue desaparecida. Los arqueólogos creen que tales piedras fueron utilizadas en rituales prehistóricos relacionados con los cultivos.
Foto: Otro ejemplo de piedra grabada hallada en el santuario neolítico de Vasagård
Una roca con grabados de hace casi 5.000 años parece representar el paisaje de la isla en la que ha aparecido
La antigüedad de estas piedras está datada alrededor del año 3.000 antes de Cristo. Los investigadores sospechan que el templo en el que fueron halladas podría estar consagrado al culto al Sol, dado que su entrada está alineada con los solsticios, así que es muy posible que estos discos tengan un significado religioso.
Pero también hay otros que muestran imágenes diferentes al Sol, y en las que se puede ver campos de maíz o montañas. Esto ha hecho que otros especialistas especulen con que todas juntas podrían formar una especie de mapa. También hay algunas que están dañadas de un modo deliberado, según los arqueólogos, y que tal vez se usaron en algún rito funerario.
La campaña de excavaciones del pasado verano en el templo neolítico de Vasagård proporcionó el hallazgo de una piedra con grabados algo diferente a las que ya habían aparecido en el yacimiento. Mientras que las anteriores representaban al sol y a los rayos solares, en esta ocasión, los investigadores del Museo Nacional de Dinamarca han llegado a la conclusión de que podría tratarse de un mapa, una representación de los distintos tipos de campos que había en el entorno del santuario, entre los años 2900 y 2700 a.C. Por ahora se trata de un mapa incompleto, ya que originalmente constaba de dos piezas de la que sólo se ha localizado una, por ahora.
Una curiosa roca encontrada en una zanja en Bornholm por estudiantes de arqueología el pasado verano se ha revelado como un mapa de hace 5.000 años.
La piedra fue descubierta durante los trabajos de excavación arqueológica en el templo neolítico de Vasagård.
El hallazgo ha sido estudiado por investigadores del Museo Nacional de Dinamarca. A diferencia de otros hallazgos similares anteriores, el arqueólogo e investigador del museo Flemming Kaul se muestra razonablemente convencido de que la piedra no representa el sol y los rayos solares, sino que muestra los detalles topográficos de una parte del paisaje de la isla en la que ha aparecido entre los años 2700 y 2900 a.C.
Rocas rituales
En palabras de Kaul, la piedra no tiene paralelos conocidos. En los últimos años, las excavaciones en Vasagård han proporcionado diversas piedras grabadas con patrones rectangulares rellenos con diferentes líneas y sombras.
“Algunas de las líneas pueden ser reproducciones de espigas o de plantas con hojas“, afirma Kaul.
“Estos no son arañazos accidentales”, dice. “Vemos las piedras como tipos de mapas que muestran diferentes tipos de campos”.
Este último hallazgo no está completo. Estaba formado por dos partes y una de ellas aún no ha sido encontrada. Los arqueólogos creen que las rocas fueron usadas en rituales prehistóricos.
Mapa de Vasagard / Foto Bornholms Museum
Las excavaciones que se llevan a cabo en la isla danesa de Bornholm en el mar Báltico han descubierto unas 300 piedras de pequeño tamaño decoradas con diferentes motivos, datadas en la Edad de Piedra, hace unos 5.000 años.
Muchas de ellas son piedras solares, de forma redonda y con motivos circulares, ya conocidas por los investigadores desde 1995 y que se cree representan el sol. Pero otras son cuadradas y la decoración parece representar campos cercados, un motivo nunca visto antes.
Según Lars Larsson, profesor emérito de la Universidad de Lund en Suecia, estas piedras cuadradas son especialmente extrañas, es imposible saber para qué las utilizaron.
Una de las piedras con motivos solares / foto Vasagaard Vest
Aparecieron al sur de la isla, en un área llamada Vasagård, que está dividida en dos por un río y parece haber sido utilizada para realizar rituales durante la Edad de Piedra. De hecho la zona estaba rodeada completamente por varias empalizadas concéntricas, dentro de las cuales debieron existir numerosos templos redondos donde se realizarían rituales solares.
Piedras con motivos de campos cercados / Foto Bornholms Museum
Tanto las empalizadas como los templos fueron renovados continuamente a lo largo de los siglos, utilizando para ello ingentes toneladas de madera para mantener en pie el gigantesco monumento. Por ello los arqueólogos piensan que algo de esa envergadura tiene que tener relación con la religión y los rituales.
Esta teoría parece reforzarse por el hecho de que las piedras aparecieron rotas y quemadas en depósitos concentrados. Quizá pudieron ser usadas como amuletos o representan una especie de transición entre la vida y la muerte.
Algunas de estas piedras cuadradas llevan además decoraciones que parecen telas de araña, un motivo igualmente desconocido hasta ahora.
Según el arqueólogo Flemming Kaul, del Museo Nacional de Dinamarca, las piedras cuadradas representarían campos de grano con algún tipo de protección. Y probablemente en alguna época del año el ritual implicaría sostener una piedra solar y hacerla pasar simbólicamente sobre las piedras que representan campos, esperando que eso produjera algún tipo de reacción mágica.
Pero tampoco descartan que puedan haber sido utilizadas para otros fines, como la transmisión de algún tipo de información cultural. Muchas de las piedras parecen haber formado parte de un panel mayor que se habría roto, cortando luego las piedras en forma redonda y cuadrada y depositándolas en tumbas.
En el mismo yacimiento aparecieron también las tallas de roca más antiguas de Dinamarca, datadas a finales de la Edad de Piedra, y que se consideran ya las primeras esculturas realizadas al sur de Escandinavia antes de la Edad del Bronc
Piedras con motivos de tela de araña / Foto: René Laursen, Bornholms Museum
La isla de Bornholm, frente a la costa sur de Suecia, acoge algunos de los yacimientos arqueológicos más fascinantes del mundo. El último es un templo de hace 5.000 años en el que han aparecido 300 piedras solares grabadas. La cuestión es que nadie sabe para qué sirven ni por qué intentaron quemarlas.
No es la primera vez que aparecen estos artefactos en el norte de Europa, pero nunca en un número tan grande. Las piedras solares son discos de roca tallada con líneas y símbolos que recuerdan a un sol, de ahí su nombre. Sin embargo, hasta ahora nadie ha logrado descubrir si los dibujos de las piedras tienen algún tipo de significado o son simplemente decorativos. Algunas piedras apenas tienen unas muescas. Otras están profusamente grabadas.
Los artefactos han aparecido en un yacimiento especialmente enigmático: Vasagård. Los arqueólogos suponen que se trata de algún templo dedicado al sol, porque las entradas al edificio están alineadas con los solsticios, pero es solo una suposición. La construcción y los discos datan del año 3.500 al 2.700 antes de Cristo.
¿Para que servían las piedras solares? Es la pregunta del millón. Los investigadores creen que quizá se trataba de algún tipo de moneda o tributo para entrar al templo. Quizá incluso son algún sistema de cómputo para medir el paso del tiempo. Lo que está claro es que eran importantes porque nadie se hubiera tomado las molestias y el tiempo necesario para tallarlas si fueran simple decoración. Para enredar aún más la cuestión, hay discos que no muestran un patrón solar, sino marcas que recuerdan a una telaraña o figuras geométricas que parecen campos de cultivo vistos desde arriba. No faltan los arqueólogos que postulan la idea de que podrían ser algún tipo de mapa.
Una de las hipótesis juega con la idea de que los discos formaran parte de algún tipo de rito funerario, porque muchos de ellos están rotos y muestran señales de haber sido arrojados a un fuego. Las excavaciones en Vasagård continúan. Quizá acaben desenterrando otros artefactos que permitan explicar para qué usaban el asentamiento los seres humanos de aquella época.
Mar Mastogloia
Mar Mastogloia
De Wikipedia
El actual Mar Báltico sufrió (y seguirá sufriendo) modificaciones en su estructura y extensión, por las diversas glaciaciones, geología, movimientos tectónicos, etc. Esto ha originado diversas denominaciones a lo largo del tiempo, según se modificaba su contorno y composición. Estas denominaciones fueron, de más antigua a más moderna: Mar de Yoldia, Lago Ancylus, Mar de Littorina, Mar Mastoglia, Mar de Linnea y el actual Báltico.
El mar de Mastogloia es una de las etapas prehistóricas del mar Báltico en su desarrollo después de la última edad de hielo. Esto tuvo lugar ca. Hace 8000 años, siguiendo la etapa del lago Ancylus y precediendo la etapa del mar de Littorina .
Nota: Las fechas utilizadas en este artículo se expresan en años de radiocarbono antes del presente (“presente” en el contexto de radiocarbono que significa, por razones históricas, el año 1950 DC). Expresado en años calendario antes del presente, todas las fechas serían varios cientos de años más antiguas.
Resumen
Hacia el final de su historia, el nivel del lago Ancylus estaba cayendo después de la formación de una nueva salida en el Gran Cinturón. El lago Ancylus alcanzó el nivel del mar ca. Hace 8500 años, marcando el comienzo del Mar de Mastogloia (Björck 1995, Donner 1995).
En este momento, el nivel global del mar aumentaba rápidamente a medida que continuaba el derretimiento de los últimos restos de las grandes capas de hielo de la edad de hielo (Fleming et al. 1998). Como resultado, algunas cantidades de agua salada comenzaron a penetrar en la cuenca del Báltico a través del estrecho danés, mezclándose en el vasto cuerpo de agua dulce. Esto dio lugar a condiciones ligeramente salobres en el Báltico. El Mar de Mastogloia lleva el nombre del género de diatomeas de agua salobre Mastogloia , cuyas especies se consideran características de los depósitos geológicos de esta etapa (Donner 1995, Eronen 1974).
El continuo aumento del nivel del mar durante la etapa del mar de Mastogloia tuvo el efecto de profundizar los estrechos que conectan el Báltico con el océano, aumentando así la afluencia de agua salada al Báltico. Un cambio hidrográfico significativo ocurrió hace 8500 años, que corresponde a cambios en las corrientes en el Skagerrak, Kattegat y el Canal de Noruega, a medida que pasan al moderno sistema de circulación en el este del Mar del Norte. Esto es una consecuencia de la apertura del Canal de la Mancha y el estrecho danés y el aumento de la afluencia de aguas del Atlántico, y el posterior desarrollo de la corriente de Jutlandia del Sur.[1]
Entre 8000 y 7000 años atrás, el Báltico se volvió claramente salobre, comenzando desde las partes meridionales más cercanas al océano y extendiéndose desde allí al centro del Báltico y finalmente al Golfo de Finlandia y el Golfo de Botnia. La llegada de condiciones marcadamente salobres marca el comienzo de la etapa del Mar de Littorina (Miettinen 2004). La etapa del mar de Mastogloia constituye, por lo tanto, una fase de transición entre la etapa del lago Ancylus de agua dulce y la etapa del mar de Littorina durante la cual el Báltico era claramente salobre (Donner 1995, Hyvärinen et al. 1988)
Estado en disputa
Muchos investigadores no han estado dispuestos a reconocer el Mar de Mastogloia como una etapa separada en el desarrollo del Mar Báltico, favoreciendo su inclusión en la etapa del Lago Ancylus o en la etapa del Mar de Littorina (Hyvärinen et al. 1988, Miettinen 2002).
En la estratigrafía de los sedimentos bálticos, la etapa de Mastogloia es difícil de detectar, ya que sus sedimentos son visiblemente idénticos a los del lago Ancylus (Donner 1995, Eronen 1983). Incluso el contenido de diatomeas fósiles de los sedimentos de Mastogloia, empleado por los investigadores como el método clave para distinguir depósitos de diferentes etapas bálticas, es ambiguo, en muchos lugares no muestra diferencias con el de los depósitos de Ancylus, y en el mejor de los casos incluye una mezcla de la Mastogloia mencionada anteriormente diatomeas en una flora típica de Ancylus (Eronen 1974). Los depósitos del Mar de Littorina, por otro lado, muestran un cambio drástico tanto en las características visibles del sedimento como en su contenido de diatomeas (Donner 1995, Eronen 1974) Por lo tanto, se podría argumentar a favor de la inclusión de la etapa del Mar de Mastogloia en el Lago Ancylus escenario. Otros prefieren incluirlo en la etapa del Mar de Littorina como una fase de transición después del establecimiento de la conexión marina (Hyvärinen et al. 1988).
Sin embargo, a pesar de estas objeciones, el concepto de un mar de Mastogloia persiste en la literatura sobre el desarrollo del mar Báltico. Se ha observado que una etapa de Mastogloia separada es útil para mantener la claridad del sistema, delimitando el período con una influencia marina innegable, aunque leve, después de la caída del lago Ancylus al nivel del mar que precede a los profundos cambios al comienzo del Mar de Littorina etapa (Eronen 1983).
Evolución de la Glaciación, y de los mares propios de la zona.
Mar de Littorina
Mar de Littorina
El actual Mar Báltico sufrió (y seguirá sufriendo) modificaciones en su estructura y extensión, por las diversas glaciaciones, geología, movimientos tectónicos, etc. Esto ha originado diversas denominaciones a lo largo del tiempo, según se modificaba su contorno y composición. Estas denominaciones fueron, de más antigua a más moderna: Mar de Yoldia, Lago Ancylus, Mar de Littorina, Mar Mastoglia, Mar de Linnea y el actual Báltico.
El Mar alrededor de 7000 años BP.
El mar de Littorina (también mar de Litorina) es una etapa de agua salobre geológica del mar Báltico, que existió alrededor de 7500-4000 BP y siguió al mar de Mastogloia, etapa de transición del lago Ancylus. El Mar de Littorina lleva el nombre del bígaro común (Littorina littorea), luego un molusco predominante en las aguas del Báltico, lo que indica la salinidad del mar.
El Mar de Littorina fue un período de transgresión y máxima salinidad durante el período más cálido del Atlántico de la climatología europea. En el óptimo, aproximadamente 4500 BP, el mar contenía el doble del volumen de agua y cubría un 26.5% más de superficie de lo que lo hace hoy. Al final del período aparecieron los accidentes geográficos modernos, incluidas las lagunas, asadores y dunas actualmente visibles.
Durante el período, el bosque caducifolio templado se movió hacia el norte para cubrir las costas y la región circundante.
Evolución de la Glaciación, y de los mares propios de la zona.
Lago Ancylus
Lago Ancylus
De Wikipedia
El actual Mar Báltico sufrió (y seguirá sufriendo) modificaciones en su estructura y extensión, por las diversas glaciaciones, geología, movimientos tectónicos, etc. Esto ha originado diversas denominaciones a lo largo del tiempo, según se modificaba su contorno y composición. Estas denominaciones fueron, de más antigua a más moderna: Mar de Yoldia, Lago Ancylus, Mar de Littorina, Mar Mastoglia, Mar de Linnea y el actual Báltico.
Ancylus Lake es un nombre dado por los geólogos a un gran lago de agua dulce que existió en el norte de Europa aproximadamente entre 9500 y 8000 años BP, siendo uno de los varios predecesores del mar Báltico moderno.
Origen, evolución y desaparición
El Lago Ancylus reemplazó al Mar de Yoldia después de que este último se separó de su consumo de solución salina a través de una vía marítima a lo largo de las tierras bajas del centro de Suecia, aproximadamente entre Gotemburgo y Estocolmo. El corte fue el resultado del aumento isostático más rápido que el aumento simultáneo del nivel del mar postglacial.[1]
En palabras de Svante Björck, el lago Ancylus “es quizás el más enigmático (y discutido) de las muchas etapas bálticas”. [2] La salida y la elevación del lago en relación con el nivel del mar estuvo durante mucho tiempo rodeada de controversia.[2] [3] Ahora se sabe que el lago estaba sobre el nivel del mar, incluido el lago Vänern, y drenó hacia el oeste a través de tres salidas en Göta Älv, Uddevalla y Otteid.[2] Como resultado del continuo levantamiento isostático de Suecia, se cortaron las salidas en el centro de Suecia. A su vez, esto provocó que el lago se volcara sobre un sustrato de labranza en lo que ahora es el Gran Cinturón en Dinamarca. Ubicado a no menos de 10 m sobre el nivel del mar, el lago comenzó a drenar hacia el mar por el llamado río Dana entre 9000 y 8900 años BP. Se cree que la formación del río Dana causó una dramática erosión de sedimentos, turberas y bosques a lo largo de su camino. Esto condujo inicialmente a una caída relativamente rápida en el nivel del lago durante cientos de años para luego continuar a un ritmo más bajo.[2] Otra consecuencia de la bajada del lago y la elevación isostática fue que se formó un puente terrestre norte-sur entre el lago Vänern y el lago Ancylus, lo que hizo del lago Vänern una cuenca separada.[2]
El lago Ancylus existió aproximadamente de 9500 a 8000 años de calibración de BP, durante todo el período boreal . El lago se convirtió en el mar de Littorina cuando el aumento del nivel del mar atravesó el río Dana formando el Gran Cinturón. Esta transformación fue gradual a medida que el agua salada había comenzado a entrar en el lago Ancylus 8800 años BP[2] [4] El agua salada que ingresó al lago se diluyó constituyendo pulsos episódicos de agua salobre. [4] Sin embargo, el final apropiado del Lago Ancylus se produjo entre 7800 y 7200 años de BP cuando Øresund se inundó, causando una entrada masiva de agua salada.[4]
Las costas del lago Ancylus se pueden encontrar hoy en c. 60 m sobre el nivel del mar en el sur de Finlandia y c. 200 m cerca del norte del Golfo de Botnia.[1]
Historia de la investigación
Descubrimiento
Ancylus Lake alrededor de 8700 años BP. La capa de hielo escandinava encogida se muestra en blanco. “Svea älv” era un estrecho dentro del lago, mientras que Göta älv formaba una salida al mar Atlántico.
En 1887, Henrik Munthe fue el primer geólogo en llegar a la conclusión de que el Mar Báltico debe haber sido un lago de agua dulce. Munthe lo hizo después de encontrar fósiles del caracol Ancylus fluviatilis en sedimentos. Si bien estos fósiles también fueron encontrados un poco antes que él por otros geólogos, pensaron que pertenecían a ríos, pequeños lagos o aguas salobres, por lo que no se dieron cuenta de la existencia del lago.[3] Los geólogos se habían suscrito hasta entonces a un esquema simple para la evolución del Mar Báltico, donde pequeños lagos de hielo locales fueron exitosos por el Mar de Yoldia que luego evolucionó directamente al Mar de Littorina. El lago fue nombrado por Gerard De Geer en 1890 después de los fósiles.[3]
Controversia
La falta de una salida obvia del lago condujo a debates intermitentes que involucraron no solo a Munthe y De Geer, sino también a Ernst Antevs, Arvid Högbom, Axel Gavelin, NO Holst y H. Hedström.[3] Como faltaba la salida, había dudas sobre si el lago Vänern había sido parte del lago o no, y sobre la posición de su salida o si realmente existía teniendo en cuenta que el lago podría haber estado al nivel del mar. 3]
Lennart von Post descubrió por accidente un pequeño cañón cerca de Degerfors en 1923, que pensó que podría ser la salida evasiva. Esto llegó con el tiempo para ser conocido como el río Svea. Von Post colaboró inicialmente con Munthe para estudiar el río Svea, pero su colaboración se desmoronó en 1927 por cuestiones personales.[3] La idea de que el cañón del río Svea era la salida del lago Ancylus gradualmente perdió terreno por las obras de Sten Florin, Astrid Cleve y Curt Fredén.[2] En 1927 Cleve, que ya era “un paria de la comunidad geológica” [5] comentó en un artículo de opinión en Svenska Dagbladet sobre una propuesta de hacer del río Svea un monumento nacional. Ella apoyó la idea de proteger el área, pero criticó la interpretación establecida de Munthe y von Post. Munthe respondió en Dagens Nyheter y el debate pasó a una disputa personal en dos cartas más de periódico en enero de 1928.[6] Cleve resumió sus ideas para el río Svea y el lago Ancylus en 1930 haciendo una teoría alternativa e intrincada que involucra movimientos tectónicos. Para 1946, había cambiado de opinión cuando propuso una teoría completamente diferente que afirmaba los cañones y baches del río Svea formados por el drenaje subglacial y no tenía nada que ver con el lago Ancylus.[3] El río Svea fue finalmente despedido en 1981 cuando se descubrió que los baches eran anteriores al lago.[2] [7]
La desaparición del río Svea llevó a los autores a fines de los años setenta y ochenta a revisar la idea de que el lago Ancylus de agua dulce estaba al nivel del mar. Otros estudios confirmaron que Vänern era parte del lago y que estaba sobre el nivel del mar, descartando la idea de un lago a nivel del mar por segunda vez.[2]
El lago Ancylus se cambia a Mar de Litorina
Hace aproximadamente 9,000 años, el nivel del océano era tan alto debido a los deshielos de los glaciares del hemisferio norte que las aguas salinas inundaron el estrecho de Dinamarca hasta el lago Ancylus. En la cuenca del Báltico, comenzó la etapa del Mar de Littorina. El mar de Littorina no llegó a las partes bajas de Saimaa.
Evolución de la Glaciación, y de los mares propios de la zona.
Mar de Yoldia ((10300 a 9500 años)
Lago Ancylus (9500 a 8000 años-7200)
Mar de Littorina (7500 a 4000 años)
Mar de Mastoglia (8000 a 7000 años)
Mar de Linnea (2500
El actual Mar Báltico sufrió (y seguirá sufriendo) modificaciones en su estructura y extensión, por las diversas glaciaciones, geología, movimientos tectónicos, etc. Esto ha originado diversas denominaciones a lo largo del tiempo, según se modificaba su contorno y composición. Estas denominaciones fueron, de más antigua a más moderna: Mar de Yoldia, Lago Ancylus, Mar de Littorina, Mar Mastoglia , Mar de Linnea y el actual Báltico.
Mar de Yoldia
Mar de Yoldia
De Wikipedia
El actual Mar Báltico sufrió (y seguirá sufriendo) modificaciones en su estructura y extensión, por las diversas glaciaciones, geología, movimientos tectónicos, etc. Esto ha originado diversas denominaciones a lo largo del tiempo, según se modificaba su contorno y composición. Estas denominaciones fueron, de más antigua a más moderna: Mar de Yoldia, Lago Ancylus, Mar de Littorina, Mar Mastoglia, Mar de Linnea y el actual Báltico.
Mar de Yoldia es un nombre dado por los geólogos a una etapa variable de agua salobre en la cuenca del mar Báltico que prevaleció después de que el lago de hielo báltico fue drenado al nivel del mar durante la glaciación de Weichsel. Las fechas para el mar de Yoldia se obtienen principalmente por material de datación por radiocarbono de sedimentos y líneas de costa antiguas y de la cronología de las varillas de arcilla. Tienden a variar hasta mil años, pero una buena estimación es 10,300 – 9500 años radiocarbono BP, equivalente a aproximadamente 11,700-10,700 años calendario BP. El mar terminó gradualmente cuando el ascenso isostático de Escandinavia cerró o casi cerró sus efluentes, alterando el equilibrio entre el agua salina y el agua dulce. El mar de Yoldia se convirtió en el lago Ancylus. La etapa del Mar de Yoldia tenía tres fases, de las cuales solo la fase media tenía agua salobre.
El nombre del mar está adaptado del nombre obsoleto del bivalvo, Portlandia arctica (anteriormente conocido como Yoldia arctica), que se encuentra alrededor de Estocolmo. Este bivalvo requiere agua salina fría. Caracteriza la fase media del mar de Yoldia, durante la cual se vierte agua salina en el Báltico, antes de la aceleración del derretimiento de los glaciares.
Descripción
El nivel del mar postglacial, combinado con el rebote isostático, dio como resultado una secuencia de lagos y mares bálticos.
El lago de hielo báltico, el mar de Yoldia, el lago de Ancylus y el mar de Littorina son cuatro etapas reconocidas en la progresión posglacial de la cuenca del Báltico; también hay períodos de transición que pueden considerarse como etapas secundarias. [1] Desde la más antigua hasta la más reciente, ejecutan:
- El Lago Báltico de Hielo – lago proglacial de agua dulce con un nivel superior al nivel del mar – embalsada por hielo glacial hasta que la presa de hielo se liberó en la ladera norte de las tierras altas de Billingen – el nivel del lago luego cayó ~ 26 metros al nivel del mar – ~ 10,000 años antes el presente (BP). [1]
- Período de transición: entre el lago de hielo del Báltico y el mar de Yoldia hubo una etapa transitoria del lago antes de la entrada de agua salada. Esto duró ~ 300 años (en el registro geológico se observan 292-309 varvas de deposición anual, dependiendo de dónde se mida).[1]
- El mar de Yoldia, una conexión de corta duración con el mar a través del centro-sur de Suecia sobre el estrecho de Närke, aproximadamente de 10,000 a 9,600 BP.[1] [2]
- El lago Ancylus: creación de un lago de agua dulce a través del levantamiento, que bloqueó el estrecho de Närke: 9.600 a 7.800 ΒP. [1]
- El Mar de Littorina: con el aumento del nivel del mar y la inmersión del estrecho de Øresund, el Báltico se comunicó nuevamente con el Mar del Norte desde ~ 7.800 ΒP hasta el presente. [1] Esto a veces se divide en subetapas:
- El Mar de Mastogloia, un subgrupo que a veces se usaba para distinguir el período entre 8000 y 7000 años atrás, cuando el Báltico se volvió claramente salobre, durante este período se estableció la circulación del estrecho del Canal de la Mancha y el Danés, aumentando la afluencia del agua del Atlántico.
- El Mar de Limnea, una subestación que a veces se usa para distinguir la transición del Mar Báltico a una fase más estancada, que actualmente existe: alrededor de 2.500 BP.[1]
El lago báltico de hielo llegó a su fin cuando se desbordó por el centro de Suecia y se drenó, un proceso que se completó en aproximadamente 10.300 BP (años de radiocarbono). Los estrechos a través de la actual región de Estocolmo (a través del lago Vänern y el estrecho de Närke) hasta el Atlántico eran la única salida en ese momento. Cuando el nivel del lago alcanzó el nivel del mar, la diferencia en la salinidad causó un flujo de retorno desde el Mar del Norte, creando regiones salinas en las que floreció el bivalvo marino Yoldia. Esta fase duró hasta aproximadamente 10,000 BP.[3]
Posteriormente, el aumento de la fusión del glaciar proporcionó agua dulce adicional y el lago se estratificó (meromíctico), con agua salada en el fondo y fresca en la parte superior. Durante la vida del mar y de un lugar a otro, la salinidad fue variable. Es discutible si es posible hablar de etapas de salinidad que se apliquen uniformemente a todo el mar.[3]
Aproximadamente a 10,000 BP, la salida continuó subiendo y el lago / mar rompió a través de Dinamarca creando los primeros canales del Gran Cinturón. La apertura total tenía menos de 1 km de ancho e incluía dos canales en el extremo norte. Los canales del Gran Cinturón fueron bloqueados nuevamente por el aumento de la tierra del rebote post-glacial que creó el Lago Ancylus.[3]
Geográficamente, el Golfo de Botnia permaneció bajo el hielo. El golfo de Finlandia estaba abierto, pero la mayor parte de Finlandia era un archipiélago, sobre el cual se extendían gradualmente los desechos transportados por las corrientes glaciares. Un puente terrestre unía Alemania al sur de Suecia a través de Dinamarca. Aliviada de su peso de hielo, Finlandia se levantó gradualmente y de manera desigual del mar. Algunas partes de la costa de Yoldia están hoy sobre el nivel del mar, mientras que otras partes permanecen debajo. El mar de Yoldia hacia su final estaba a unos 30 metros por debajo del nivel actual del mar. Un canal en la ubicación del río Neva conectaba el mar de Yoldia con el lago Ladoga.[3]
El mar de Yoldia existió completamente dentro del período Boreal Blytt-Sernander . Los bosques y especies que bordean sus costas eran boreales. Las culturas mesolíticas continuaron ocupando Dinamarca / sur de Suecia y las costas meridionales del mar. El mar como sistema ecológico llegó a su fin cuando Escandinavia se levantó lo suficiente como para bloquear el flujo a través del área de Estocolmo y el equilibrio salino cambió nuevamente hacia una ecología lacustre.[3]
Evolución de la Glaciación, y de los mares propios de la zona.
Kerguelen
Meseta Kerguelen
En azul claro, la meseta Kerguelen emergiendo del fondo marino (azul oscuro). En rojo, el continente antártico.
La Meseta Kerguelen es una meseta submarina de origen volcánico, situada en el océano Índico meridional. Se encuentra a unos 3.000 km al suroeste de Australia, extendiéndose a lo largo de 2.200 km en dirección noroeste-sudeste, con un tamaño superior al millón de kilómetros cuadrados, unas tres veces la superficie de Japón.
El origen de la meseta se debe al Punto Caliente de Kerguelen, que comenzó a funcionar tras la ruptura de Gondwana hace unos 130 millones de años. La meseta emerge sobre la superficie oceánica formando las islas Kerguelen y las islas Heard y McDonald, donde todavía se aprecia vulcanismo de forma intermitente.
Accidentes geográficos similares en la región
En el océano Índico sur y oriental existen varias estructuras geológicas relacionadas con fenómenos magmáticos ligados con puntos calientes que han sido asociados a plumas del manto. Estas zonas que han sufrido fenómenos magmáticos intensos en un tiempo breve en términos geológicos, con gran acumulación de rocas ígneas, son conocidas como gran provincia ígnea o por su acrónimo en inglés, LIP (Large Igneous Province).
La meseta volcánica submarina denominada Dorsal Broken está situada entre la Dorsal Oceánica Índica y el extremo oeste de Australia. Esta meseta menor o dorsal estuvo en un momento contigua a la Meseta Kerguelen antes de la apertura (rifting) producida por la dorsal mediooceánica.
Al norte de la Dorsal Broken se encuentra también la dorsal lineal asísmica conocida como Dorsal Noventa Este, que continúa con rumbo prácticamente norte hacia el Golfo de Bengala. Ésta dorsal es el mejor ejemplo existente de dorsal asísmica lineal y, como tal, se considera la traza dejada en la corteza oceánica por un punto caliente del manto, al desplazarse ésta sobre él.
Historia
La Meseta Kerguelen se empezó a formar hace unos 110 millones de años a partir de una serie de grandes erupciones volcánicas. La presencia de capas de suelo en el basalto con inclusiones de restos vegetales carbonosos y de conglomerados con cantos de gneis indican que gran parte de la meseta estuvo por encima del nivel del mar y por ello constituyó un microcontinente en tres momentos diferentes dentro del periodo comprendido entre los -100 y los -20 millones de años.
El también llamado continente Kerguelen podría haber tenido flora y fauna tropicales hace alrededor de 50 millones de años. Finalmente se hundió hace 20 millones de años y ahora está a profundidades de hasta 1 o 2 km por debajo del nivel del mar. Tiene rocas sedimentarias similares a las encontradas en Australia y la India, sugiriendo que estuvieron alguna vez conectados.
El continente sumergido de Kerguelen. Imagen a partir de Regional petroleum geology of Australia
Gran Adriá
Gran Adria
Un continente perdido quedó preservado en montañas del Mediterráneo
MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) –
Un trozo de corteza continental del tamaño de Groenlandia, que una vez se separó del norte de África, se hundió en el manto de la tierra bajo el sur de Europa. Restos del continente perdido del Gran Adria han sido identificados por geólogos de varios países al investigar todas las cadenas montañosas desde España hasta Irán en detalle durante diez años. Los resultados de la investigación se publican en la prestigiosa revista Gondwana Research.
Derechos de autor de la imagen Gentileza Douwe van Hinsbergen Image caption El continente de Gran Adria chocó contra el sur de Europa hace entre 100 y 120 millones de años.
Hay restos de este continente perdido en más de 30 países. Pero solo ahora un grupo de geólogos logró reconstruir su historia.
“La mayoría de las cadenas de montañas que investigamos se originaron en un solo continente que se separó del norte de África hace más de 200 millones de años”, dice en un comunicado el investigador principal Douwe van Hinsbergen, profesor de Tectónica Global y Paleogeografía en la Universidad de Utrecht. “La única parte restante de este continente es una franja que va desde Turín a través del mar Adriático hasta el talón de la bota que forma Italia”. Los geólogos se refieren a esa área como “Adria”. Van Hinsbergen ha llamado al continente perdido “Gran Adria”.
La masa terrestre ya había sido detectada por ondas sísmicas en el pasado, pero el estudio de sus restos y la reconstrucción de su historia no tiene precedentes.
Los únicos restos visibles del continente son piedras calizas y otras rocas en cadenas montañosas
Pero la mayor parte del continente se encuentra sepultada bajo el sur de Europa.
La mayor parte de este continente estaba situado bajo el agua y formaba mares tropicales poco profundos en los que se depositaban sedimentos, por ejemplo en grandes arrecifes de coral. Las rocas sedimentarias, en particular, fueron raspadas cuando el resto del continente se subdujo al manto. Estas raspaduras son ahora los cinturones de montaña de los Apeninos, partes de los Alpes, los Balcanes, Grecia y Turquía.
La región mediterránea está geológicamente entre las regiones más complejas de la Tierra. La tectónica de placas, la teoría que explica la formación de continentes y océanos, supone que las diversas placas de la Tierra no se deforman internamente cuando se mueven unas con respecto a otras a lo largo de grandes zonas de falla. Sin embargo, en la región mediterránea, y especialmente en Turquía, ese no es el caso.
“Es simplemente un desastre geológico: todo está curvado, roto y apilado. Comparado con esto, el Himalaya, por ejemplo, representa un sistema bastante simple. Allí puede seguir varias líneas de falla grandes en una distancia de más de 2.000 kilómetros”, explica el autor del estudio.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-49649848
Colisión con Europa
Gran Adria tiene una historia violenta y complicada, según Van Hinsbergen.
El continente se convirtió en una masa separada cuando se desprendió del supercontinente Gondwana, que comprendía lo que es actualmente América del Sur, África, Australia, Antártica, el subcontinente indio y la Península Arábiga.
Derechos de autor de la imagen Gentileza Douwe van Hinsbergen Image caption Estas rocas de piedra caliza en las montañas Taurus en Turquía son restos visibles de Gran Adria.
Luego de esa fractura, que tuvo lugar hace cerca de 240 millones de años, el continente de un tamaño similar a Groenlandia comenzó a desplazarse hacia el norte.
Hace unos 140 millones de años el continente estaba sumergido en gran parte bajo un mar tropical, donde los sedimentos acumulados se transformaron en roca.
Y hace entre 100 y 120 millones de años esta gran masa chocó con lo que es actualmente Europa y su corteza se hizo añicos.
Gran parte de Gran Adria acabó deslizándose debajo de Europa, pero algunas rocas del continente perdido, que fueron “raspadas” en la colisión, fueron esparcidas en la superficie terrestre.
Derechos de autor de la imagen Science Photo Library Image caption Hace 258 millones de años, el supercontinente llamado Pangea no se había dividido aún entre Laurasia, al norte, y Gondwana al sur.
Si bien la colisión tuvo lugar a velocidades no mayores de 3 o 4 centímetros por año, esa presión fue suficiente para destrozar la corteza de 100 km de profundidad y enviar el resto del continente a grandes profundidades en el manto terrestre.
Los científicos señalan que partes de Gran Adria se encuentran a unos 1.500 km de profundidad.
Más de 200 millones de años después, la historia de Gran Adria ha sido reconstruida paso a paso por los geólogos de universidades de Utrecht y de Oslo, y del Instituto de Geofísica ETH, en Zúrich (Suiza).
“Todo está curvado, fracturado y apilado”
Los investigadores estudiaron la edad de las rocas y constataron la dirección de campos magnéticos atrapados en ellas.
Una de las mayores dificultades para estudiar el continente perdido es que las rocas están tan dispersas.
Y solo en la última década los científicos han contado con el software necesario para una reconstrucción geológica tan compleja, según explicó Van Hinsbergen.
“La región del Mediterráneo es simplemente un desorden desde el punto de vista geológico”, afirmó el investigador.
“Todo está curvado, fracturado y apilado”.
El hundimiento de este microcontinente, y los consiguientes movimientos tectónicos de la evolución de la Tierra, dieron posteriormente lugar a la aparición de diversos mares-océanos, como el Océano Paratetis (34 a M.años), el Mar de Panonia (10 M.años), y al final el Mediterráneo, que después de diversas vicisitudes llegó a su estado actual.
Mega Pacífico
Mega Pacífico
El Pacífico será el único océano de la Tierra en el futuro, según científicos
Científicos de la Universidad de Curtin, en Australia, aseguraron que posiblemente el océano Pacífico el cual es la parte del océano mundial de mayor extensión de la Tierra, se expandirá hasta convertirse en el único “superocéano” del nuevo “supercontinente”.
Según un estudió realizado por los investigadores, los “supercontinentes” se concentraron y se separaron mediante dos procesos alternos denominados como “introversión” y “extroversión”.
En este sentido, durante el primero de estos procesos, el continente comienza a dividirse en masas de tierra separadas por un nuevo océano interno, donde se activan procesos de subducción, haciendo que la corteza oceánica se sumerja en el caliente manto de la Tierra y el océano vuelve al interior del planeta. Los continentes se reúnen y forman un nuevo supercontinente rodeado por el mismo superocéano que estaba allí antes.
En cuanto al proceso de extroversión, los procesos de subducción ocurren en el superocéano el cual rodea un supercontinente, mientras que el océano interior se transforma en un nuevo superocéano que rodea este nuevo supercontinente.
Por otro lado, según revelaron los especialistas australianos, el supercontinente Pangea, el cual existió aproximadamente 335 millones de años, y el cual agrupaba la mayor parte de las tierras emergidas del planeta, se formó cuando el supercontinente Rodinia, el cual existió hace 1.100 millones de años, se volvió del revés a consecuencia de fuerzas tectónicas y consumió el superocéano que lo rodeaba a través del proceso de la extroversión.
El supercontinente Rodinia, se formó a través del proceso de introversión tras la fragmentación del anterior supercontinente Nuna, mejor como Columbia, el cual existió, aproximadamente unos 1.800 millones de años, según reseñó Russia Today.
Cabe destacar que tanto la reunión como la separación de los supercontinentes antiguos, se produjo mediante de ciclos alternados que duraban uno 600 millones de años, explicó el principal investigador del estudio, Zheng-Xiang Li.
Existen, fundamentalmente, cuatro escenarios probables para dicha formación: Novopangea, Pangea Última, Aurica y Amasia. Cómo se pudiera formar cada uno depende de diferentes factores, pero todos están relacionados con el modo en que Pangea se separó y con el movimiento actual de los continentes.
Todo el mundo está de acuerdo en que si se elija cualquiera de esas posibilidades, como futuro posible, se llegará a un gran mar al que se le denomina Mega Pacífico.
Algunos sugieren otra posibilidad, intermedia, como el Super Atlántico.
Novopangea
Amasia
Mar de los Sargazos
Mar de los Sargazos
Mapa del mar de los Sargazos, con indicación de las corrientes marinas circundantes
El mar de los Sargazos es una región del océano Atlántico septentrional que se extiende entre los meridianos 70º y 40º O y los paralelos 25º a 35º N, y que en los siglos XVII y XVIII tuvo la tétrica fama de ser lugar de cementerio de buques de navegación a vela. Es el único mar definido por características físicas y biológicas sin incluir la presencia de costas.
De Wikipedia
Características físicas
El sector, con una superficie total —aunque variable— de 3 500 000 km², se caracteriza por la frecuente ausencia de vientos o corrientes marinas, y la abundancia de plancton y algas, estas últimas formando «bosques» marinos superficiales que pueden extenderse de horizonte a horizonte y que constituyeron junto a las «calmas chichas»1 un formidable escollo para la navegación desde la época del descubrimiento de América. Las corrientes circundantes se interceptan tangencialmente impulsando las aguas interiores en lentos círculos concéntricos de sentido horario, cuyo amplio centro no tiene movimiento aparente y es de una calma eólica notable. En efecto, el área, de forma ovalada, es de límites difusos ya que no baña tierra firme —con la única excepción de las islas Bermudas—, y sus límites los constituyen importantes corrientes oceánicas: al Oeste la corriente del Golfo, al Norte la corriente del Atlántico norte y al Sur una de las corrientes ecuatoriales.
Las corrientes que lo circundan determinan un sistema de aguas superficiales relativamente cálidas que se mueven muy lentamente en sentido horario, sobre las aguas más profundas del océano, mucho más frías y densas. Esta estratificación del agua por densidades, provocada por la diferencia de temperatura, tiene importantes consecuencias ecológicas. En las aguas superficiales, donde llega la luz, abunda el plancton vegetal, que consume sales como los fosfatos y nitratos. Debido a la diferencia de densidad, el agua de la superficie apenas se mezcla con el agua fría y rica en minerales de las capas inferiores, que podría reponer las sales consumidas. Por esta razón, en las regiones superiores del mar de los Sargazos apenas existe vida animal, y carecería de interés biológico si no fuera por el alga que le da el nombre, el sargazo (género Sargassum), que forma grandes campos, rebosantes de organismos marinos.
El mar de los Sargazos fue uno de los descubrimientos de Cristóbal Colón en su primer viaje a América y en el siglo siguiente se comenzó a gestar fama de cementerio de barcos.
Historia de su denominación
Fueron los navegantes portugueses quienes pusieron el nombre al alga y al mar. El sargazo es un alga que forma grandes conjuntos enmarañados, que se mantienen a flote por medio de vejigas llenas de gas, y se extienden hasta el horizonte. Con frecuencia, los barcos portugueses se veían frenados por las algas, e incluso llegaban a quedar atascados en ellas, lo que daba a las tripulaciones tiempo de sobra para estudiarlas. Como estos hombres venían de un país donde abundan las vides, los conjuntos de vejigas de gas de aquella planta les parecieron racimos de uvas de una variedad denominada salgazo. Así fue como el mar de los Sargazos adquirió su nombre. El sargazo desciende de un tipo de alga que suele crecer adherida a las rocas cerca de la costa, pero se adaptó del todo a la vida pelágica y ahora flota en las capas superiores del océano.
El mar de los Sargazos, de forma ovalada o elíptica, se localiza en el Atlántico norte. Al oeste se encuentra la Corriente del Golfo, al este la corriente de Canarias y al sur la Corriente Ecuatorial del Sur. Ocupa casi dos terceras partes del océano con sus 5.2 millones de km2, 1,107 kilómetros de anchura y 3,200 kilómetros de longitud. Las únicas masas de tierra dentro de su espacio natural son las islas Bermudas.
La corriente del Golfo impide que el agua caliente del mar de los Sargazos se desborde hacia aguas más frías que se encuentran fuera de sus límites. La profundidad es variable; en algunas zonas registra unos 1,500 metros y en otras alcanza 7,000 metros.
Formación
Como parte del océano Atlántico, el origen del mar de los Sargazos está ineludiblemente ligado a este, que se formó a partir de los procesos geológicos en la corteza del extinto océano Tetis. Una grieta en Pangea, entre lo que hoy son Norteamérica y África, abrió un espacio en el que se vació agua de Tetis y conformó parte del norte del océano Atlántico hace más de 100 millones de años. La fragmentación de Gondwana durante el Cretácico medio abrió el Atlántico sur, y todo el océano continuó creciendo durante la era Cenozoica. El fondo y las islas que emergen del agua fueron formados por actividad volcánica.
En realidad, el mar de los Sargazos es un giro anticiclónico en el centro del norte del Atlántico que se mueve en el sentido de las agujas del reloj, como producto de las corrientes oceánicas que lo rodean. Es parte del Giro del Atlántico Norte.
Biodiversidad
Las características de sus aguas lo hacen un mar singular. La alta salinidad y los bajos niveles de nutrientes impiden que el plancton, parte esencial de la cadena alimentaria marina, pueda sobrevivir, por lo que no existe gran diversidad de peces o de otros tipos de animales. Por estos motivos, se le ha descrito como un desierto biológico marino.
Sus habitantes más notables son los sargazos, que en conjunto han creado el ecosistema permanente de algas flotantes más grande del norte, y el que despierta gran fascinación entre los biólogos. Grandes parches de estos organismos suelen verse flotando en la superficie, debido al efecto del giro, que concentra los materiales en el centro, y a sus propias vejigas llenas de gas. Conforman el hogar de más de 60 especies de seres vivos, en especial pequeños cangrejos y peces como el atún rojo.
Línea de sargazo.
Hay 10 especies endémicas de los bosques flotantes de algas, entre ellas: el cangrejo Planes minutus, el camarón Latreutes fucorum, el pez Syngnathus pelagicus, la anémona Anemonia sargassensis, el molusco Scyllaea pelagica, el caracol Litiopa melanostoma, los anfípodos Sunampithoe pelagica y Biancolina brassicacephala y Hoploplana grubei, un platelminto. Además, se reconocen más de 145 especies de invertebrados que viven en estrecha asociación con los sargazos.
Es de especial interés el papel que el mar juega en el desove de la anguila americana (Anguilla rostrata) y la anguila europea (Anguilla anguilla), cuyas larvas emergen desde ahí y después viajan hacia sus lugares de origen, hasta que años después regresan para poner sus propios huevos. No obstante, no se conocen bien sus patrones de migración y no se sabe de ninguna anguila adulta que viva en el mar. El marlín blanco (Kajikia albidus), el tiburón cailón (Lamna nasus) y el pez dorado (Coryphaena hippurus) también desovan en sus aguas.
Las tortugas caguamas (Caretta caretta) se han visto entre los sargazos, posiblemente para protegerse de los depredadores. Asimismo, ballenas jorobadas visitan las aguas cercanas a las Bermudas durante su migración. En general, el mar de los Sargazos es una región marina que ofrece zonas de desove, hábitats, zonas de alimentación y rutas de migración a muchas especies.
Amenazas
Así como concentra gran cantidad de sargazo debido al giro como producto de las corrientes, almacena también basura. El mar de los Sargazos está amenazado por la contaminación por basura, sobre todo residuos plásticos, por el vertido de sustancias químicas, por el impacto de la navegación (tráfico) cuando esta perturba los hábitats de las especies, y la sobrepesca o explotación excesiva de otras especies marinas. Todo esto es a pesar de su lejanía con las costas. Incluso, se cree que en un futuro podría ser afectado por la recolección de abundante sargazo, el organismo clave, y que el cambio climático llevaría a la acidificación.
La importancia biológica del mar es importante para la vida natural en el Atlántico norte. Se ha establecido algunos acuerdos para protegerlo; uno de los últimos se llevó a cabo en 2014 cuando los gobiernos de Bermudas, Reino Unido, Mónaco, Estados Unidos y las islas Azores firmaron una declaración que los compromete a cuidarlo, conocida como la Declaración de Hamilton.
En la cultura popular
Las características singulares del mar de los Sargazos, con una extensión equivalente a un tercio de la superficie de Estados Unidos constituyó un formidable escollo para la navegación a vela, inspirando innumerables leyendas y mitos sobre las que posteriormente se crearon obras de ficción:
- Alice Munro en su libro La vida de las mujeres, hace mención varias veces al conocimiento de este mar como prueba de inteligencia entre niños.
- William Hope Hodgson ambientó en el mar de los Sargazos varios de sus cuentos de terror marino, en un estilo similar al de H.P. Lovecraft.
- Horacio Quiroga menciona al mar de los Sargazos en su cuento Los buques suicidantes.
- El «mar super sargazo» es la dimensión donde van las cosas perdidas, según propuso Charles Hoy Fort, escritor e investigador de fenómenos anormales.
- El libro de A. Bertram Chandler En el universo alternativo2 parece haberse inspirado en la idea de Fort, ya que describe un «super mar» en el espacio, donde los protagonistas descubren muchas naves espaciales y marinas perdidas, algunas históricas y otras ficticias, que «han atravesado una barrera dimensional».
- Arthur C. Clarke lo nombra en 2001: A Space Odyssey.
- Ernesto Sabato lo nombra en Sobre héroes y tumbas, también como una fortaleza infranqueable.
- Julio Cortázar lo menciona en Prosa del observatorio.
- Jean Rhys sitúa la acción de su segunda novela en el Caribe, titulada Ancho mar de los Sargazos.
- Adrian Conan Doyle, escritor inglés hijo de Sir Arthur Conan Doyle, sitúa en él la acción del relato titulado El enamorado de los llanos coralinos.
- Julio Verne lo describe en su novela Veinte mil leguas de viaje submarino.
- Patrick O’Brian lo menciona en la décima novela de la saga Aubrey-Maturin La costa más lejana del mundo, dando precisiones sobre la posición donde los vientos alisios pierden fuerzas y las maniobras que debían efectuar las naves a vela en el S. XVIII para evitar quedar atrapadas.
- El poema Retrato de una dama de Ezra Pound abre con este verso: «Tu mente y tú son nuestro mar de los Sargazos».3
- El primer disco de Skay Beilinson (exguitarrista de los Redonditos de ricota) se llama A través del mar de los Sargazos.
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