Ciudad
Kuhikugu
Kuhikugu
Kuhikugu es un sitio arqueológico ubicado en Brasil, en la cabecera del río Xingu, en la selva amazónica. El área alrededor de Kuhikugu se encuentra hoy en parte del Parque Nacional Xingu. Kuhikugu fue descubierto por primera vez por el antropólogo Michael Heckenberger, que trabajó junto con el pueblo local Kuikuro, que son probablemente descendientes de los habitantes originales de Kuhikugu.[1]
Complejo arqueológico e historia.
En sentido amplio, el nombre se refiere a un complejo arqueológico que incluye veinte ciudades y pueblos, repartidos en un área de alrededor de 7.700 millas cuadradas (20.000 km2), donde alguna vez vivieron cerca de 50.000 personas. Kuhikugu probablemente estuvo habitado desde hace unos 1.500 años hasta hace tan solo 400 años, cuando las personas que vivían allí probablemente murieron a causa de enfermedades traídas por los europeos. Aunque es probable que los europeos no la transmitieran directamente a los habitantes de Kuhikugu, sí transmitieron enfermedades directamente a socios comerciales de otras áreas. Cuando los europeos llegaron a esta zona, la civilización ya se estaba desmoronando.[2] Los primeros conquistadores que exploraron esta área probablemente vieron los últimos momentos de estas ciudades, y sus registros brindan una idea de cómo habrían sido estos lugares. Y cuando los europeos regresaron algún tiempo después, las ciudades y pueblos ya estaban consumidos por la selva tropical. Los indígenas ahora vivían en tribus alejadas de las ruinas, y la memoria de esa civilización se recordaba a través de la tradición oral.
Lo que distingue a las personas que habrían habitado Kuhikugu de otras civilizaciones sudamericanas son sus monumentos horizontales. A diferencia de los pueblos aztecas y mayas que construyeron pirámides, estos pueblos construyeron largos monumentos en el suelo para sus dioses. Presumiblemente, esto se debe a que sería imposible mantener una pirámide grande en una selva tropical y quedaría eclipsada por los árboles circundantes. La ingeniería era lo suficientemente sofisticada para puentes que cruzaban grandes secciones de río y fosos con fines defensivos. Además, la tierra negra que rodea la zona indica actividad agrícola a gran escala[1] [3]
Asentamiento X11
Estrictamente hablando, Kuhikugu es el asentamiento X11 de este complejo, ubicado cerca de Porto dos Meinacos en la orilla oriental del lago Kuhikugu (ahora Lagoa Dourada) a 12°33′30″S 53°6′40″W. Allí, así como en otros antiguos asentamientos del complejo Kuhikugu, las imágenes de satélite revelan que aún hoy el bosque difiere de las áreas prístinas circundantes, y la exploración terrestre revela que esto es un efecto del antrosol (cf. terra preta), conocido al Kuikuro como egepe. Directamente al norte del sitio X11 hay una aldea Kuikuro, cuyo pequeño tamaño proporciona una comparación interesante con la gran área de egepe que indica el asentamiento prehistórico.[4]
Se construyeron grandes zanjas defensivas y empalizadas alrededor de algunas de las comunidades de Kuhikugu.[1] [4] También existen grandes plazas en algunas de las ciudades de la región, algunas de alrededor de 490 pies (150 m) de ancho.[1] [4] Muchas de las comunidades en Kuhikugu estaban conectadas, con caminos que unían algunos ríos a lo largo de sus caminos y con canales para canoas que corrían a lo largo de algunos de los caminos. Los sitios X35 y X34 son comunidades importantes conectadas por dos de estos caminos. El sitio X11 tiene un total de 4 suburbios que se conectan a través de un río o una carretera, y todos parecen tener una relación constante entre sí.[4]
Es posible que existieran campos de mandioca (yuca) alrededor de las comunidades de Kuhikugu, lo que sugiere que la gente allí eran agricultores.[4] [5] Las presas y estanques que parecen haber sido construidos en el área también sugieren que los habitantes de Kuhikugu pueden haber estado involucrados en la piscicultura, que todavía practican algunos de sus descendientes Kuikuro de hoy en día.
La ciudad perdida de Z
Existe la posibilidad de que las leyendas sobre Kuhikugu hayan convencido al explorador británico, el teniente coronel Percy Fawcett, de emprender su expedición a la “Ciudad Z“. Fawcett afirmó haber descubierto una gran cantidad de fragmentos de cerámica en el Amazonas mientras realizaba trabajo de campo, y los sitios de Kuhikugu podrían haber tenido potencialmente una gran cantidad de cerámica en la superficie. Hay más de 20 sitios que abarca Kuhikugu, cada uno de los cuales podría haber albergado a más de 5.000 personas, y la planificación urbana sofisticada y las estructuras restantes podrían haber sido lo que Fawcett estaba buscando. Todos los sitios siguen un diseño similar, lo que significa que cualquiera de los sitios podría haber influido en Fawcett para buscar la Ciudad Perdida de ‘Z’.[3]
source : http://www.sciences-faits-histoires.com/blog/archeologie/bresil-kuhikugu-ou-site-x11-la-cite-z.html
Kuhikugu, ciudad perdida de Amazonia
Actualmente se acepta que el Amazonas ha sido el hogar de civilizaciones urbanas comparables en tamaño a las ciudades medianas de Europa Occidental. En los años 90, Hecklenberger revivió el mito de las ciudades perdidas de la Amazonia al estudiar los sitios arqueológicos del Alto Xingu, Brasil, entre ellos el famoso X11: Kuhikugu (M. Hecklenberger, pour la science n°388, 2010).
Sin embargo, el Amazonas ha transmitido durante mucho tiempo en la imaginación occidental moderna el Eros de la naturaleza original, virgen e inocente, luchando contra los thanatos de la modernidad destructiva. Las tribus, a diferencia de otras civilizaciones del sur o de Mesoamérica, no dejaron ninguna construcción duradera allí. Durante mucho tiempo se redujeron a los primitivos pueblos cazadores-recolectores que vivían en la Edad de Piedra y se conformaban con lo que la naturaleza estaba dispuesta a darles. En 1982, Pierre Gourou, en su obra seminal «Tierras de Buena Esperanza», contrastó las altas densidades del Delta del Mekong con las muy bajas densidades de la cuenca del Orinoco. Justificó esto por la ausencia o el dominio de las «técnicas de enmarcado». ¿Cómo podemos entonces concebir civilizaciones amazónicas pasadas que sean diferentes de las actuales? Esta visión cambiará gradualmente a partir de la década de 1970. Los investigadores redescubrieron entonces los escritos de los primeros exploradores. Michael Heckenberger cita los relatos de Gaspar de Carvajal, quien escribió en 1542 que «más de 200 piraguas, cada una de las cuales transportaba de 20 a 30 indios y unos 40, surgieron de las islas amazónicas que él pensaba que estaban deshabitadas». Casi dos siglos más tarde, el brasileño Antonio Pires de Campos se aventura cerca del Río Tapajos, al oeste de Xingu, y también evoca muchos pueblos bien conectados entre sí por amplios caminos. Estas observaciones serán corroboradas por R. Carneiro y especialmente por M. Heckenberger, «El alto Xingu es la única zona de la Amazonia brasileña que muestra claramente la continuidad de la ocupación indígena desde la prehistoria hasta la actualidad». Hacia el 1400 d.C., si no antes, las aldeas prehistóricas habían alcanzado proporciones impresionantes (20 a 50 hectáreas). Esto los hace entre los más grandes en cualquier área de tierras bajas de América del Sur en tiempos prehistóricos. Comprendían una variedad de estructuras, incluyendo calzadas lineales a lo largo de los márgenes de los caminos principales, patios centrales y zanjas profundas. Sin duda, esto habría ido acompañado de estructuras sobre el terreno como empalizadas, puentes y puertas de entrada. Se estima que tales aldeas podrían albergar alrededor de mil personas y que más de diez mil indios probablemente vivían al oeste del río Culuene en la región del alto Xingu. (povos indigenas brasil). Heckenberger cartografiará con la precisión de un agrimensor zanjas amplias y profundas y caminos anchos como las actuales autopistas, empalizadas que protegen pueblos, territorios explotados más o menos intensamente, numerosos pueblos unidos entre sí por una red de caminos muy sofisticada. Luego toma conciencia de un alto grado de integración regional. Los espacios ocupados se organizaron sobre cerca de 250 km², incluyendo 50 km² para conjuntos urbanos en el sentido estricto del término. Más recientemente, las excavaciones llevadas a cabo por el equipo anglo-brasileño de Jonas Gregorio de Souza revelarán un continuo de ciudades interconectadas de la civilización arahuaca en más de 400.000 km².
«Al mismo tiempo, regiones como la del sudoeste de la Amazonia albergaban una de las mayores diversidades de familias lingüísticas de la Amazonia, y la naturaleza multiétnica/multilingüística de los sistemas regionales queda ejemplificada por el Alto Xingu34». Se ha formulado la hipótesis de que el cinturón de arahuacos y otros grupos a lo largo del SRA constituye un sistema formativo suprarregional que estuvo presente desde finales de la época precolombina. De ser cierto, esta conexión sugeriría una distribución ininterrumpida de los movimientos de tierra a lo largo de 1800 Km. de este a oeste en el SRA y un impacto humano precolombino más intenso en los bosques de esta región que el anteriormente postulado «Los constructores de tierra precolombinos se asentaron a lo largo de todo el borde sur del Amazonas».
Se trata de una visión que demuestra la imposibilidad para las civilizaciones amazónicas de desarrollar intercambios complejos entre ellas y de cultivar intensamente un terruño amazónico latinoamericano y estable que se encuentra en estado puro. Lo que se considera en el mejor de los casos como «bons sauvages» es un modelo para la salvaguarda del planeta, ¿lo sigue siendo?
Hecklenberger compara en efecto las ciudades del Alto Xingu con las ciudades-jardín que podrían ser el modelo más conciliador de urbanización duradera y de protección de la biodiversidad. Pero las reservas indias parecen ser muy frágiles en cuanto a la deforestación amazónica, la soja OGM y las tierras extensas.
(Este texto está ampliamente basado en el artículo de M. Hecklenberger en la revista Pour la science n°388, 2010)
La civilización Kuhikugu
En 2008, la prestigiosa revista científica Scientific American publicó un artículo redactado por David Biello (editor asociado) bajo el título Antigua amazonía realmente altamente Urbanizada, en la cual resumía las investigaciones del antropólogo Michael Heckenberger —publicadas, a su vez, en Science— en donde exponía las conclusiones de años de investigación que demostraban que en el estado brasileño de Mato Grosso, especialmente en proximidades del Alto Xingú , se habrían descubierto 28 «ciudades», pueblos y aldeas que habrían sostenido una población de unas 50.000 personas.
No se trataba de «Z», ni de templos y viviendas de piedra, sino de espacios urbanos donde lógicamente se había aprovechado al máximo los recursos naturales del lugar: árboles y tierra.
Lo hallado fueron evidencias de zanjas, circulares en la mayoría de los casos, cuadrangulares en otros, de unos tres metros que supieron tener de profundidad y diez de ancho, redescubiertas porque la lamentable deforestación habría dejado al descubierto, observable en ocasiones desde aeronaves y en otras desde tierra, de las evidencias de esas construcciones. Estamos ante grandes conglomerados sedentarios, construidos entre el año 400 y 1.400 de nuestra era, rodeados por esas zanjas y empalizadas de madera.
A su vez, estos pueblos estaban comunicados entre sí por canales navegables, rectilíneos, donde canoas llevaban y traían mercaderías (volveremos enseguida sobre este detalle), y caminos que cortaban la selva también de manera rectilínea. De estos «caminos» supe ver evidencias en lo profundo del Paraguay hace ya años, y me comentaban los lugareños que «los antiguos» procedían de la siguiente forma: talaban la selva en sentido y ancho de donde querían establecer la vía de comunicación. Dado que la vegetación, en esas latitudes, tarda pocas semanas en hacer desaparecer todo vestigio de haber sido destazada en algún momento, lo que hacía era sembrar, en esos espacios despejados, un tipo de pastizal llamado «paja brava», que crece hasta unos 50 o 60 centímetros de altura. Grueso, áspero, literalmente mata todo brote, toda extensión de la vegetación selvática que tratara de ganar el espacio anterior, con lo cual décadas y hasta siglos después era posible seguir observando evidencias de donde pasaban estas «carreteras en la selva».
La «cultura Kuhikugu» (nombre que se ha dado a este todavía tan poco conocido horizonte cultural tomando el nombre de los relatos orales de los «kuikuros», etnia local que ya merecerá toda nuestra atención, y que se consideran herederos de esos ancestrales pobladores) compartía la particularidad que todas las aldeas y ciudadelas tenían una carretera principal que corría de noreste a suroeste a lo largo del eje del Solsticio de Verano y se disponían a un promedio de cinco kilómetros unas de otras. Y, finalmente, se supone que desaparecieron sus habitantes exterminados por las enfermedades que se extendieron por el subcontinente más rápidamente que los feroces y salvajes conquistadores, al punto que luego la selva recuperó sus espacios naturales.
Estos espacios descritos quizás no serán suficientes, a ojos del lector crítico, para justificar el sueño de Fawcett; sin embargo, es apenas la parte emergente de una trama muy cerrada y extensa de historias civilizatorias sobre las que apenas —acudo a la metáfora blavatskyana— estamos levantando un extremo de velo.
Porque si nos dirigimos un poco más al oeste, más precisamente en buena parte del estado de Beni en Bolivia y algo de Rondónia en Brasil, encontramos los llamados «Llanos de Mojos». Los «Moxos» (o los «Musus», como los encontramos denominados en escritos ya del siglo XVI) son asiento de otro misterio ya conocido de más antaño pero hasta ahora desconsiderado: las «lomas». ¿Qué son las mismas? Pues montículos absolutamente artificiales. Muchos, de tierra acarreada y apisonada; otros muchos, de ladrillos y bloques de adobe cubiertos de tierra. ¿Dimensiones?: algunos, los más grandes, llegan a los 20 metros de altura, por cien o ciento cincuenta metros de lado. Más aún: sobre esas plataformas en muchos casos se levantan terrazas, muros, empalizadas y verdaderas pirámides truncadas. ¿Ubicación?: unos 20 cerca de la ciudad de Trinidad; unos 380 alrededor de la población llamada Casarabe (llamada así porque entre fines del siglo XVIII y principios del XIX comenzaron a radicarse muchos inmigrantes de origen libanés y sirio, con lo cual se le llamaba coloquialmente la «casa árabe», que devino en el toponímico de referencia), y en toda la región mencionada… ¡se estiman unos 20.000!
En un interesantísimo estudio disponible en Internet, bajo el título A la sombra de los Andes. Arquitectura monumental en los Llanos de Mojos, los arqueólogos Carla Jaimes Betancourt y Heiko Prümers desarrollan un completo estudio sobre estos «montículos», señalando, muy acertadamente, que si estuvieran en Perú serían reconocidos como «huacas» o «pirámides truncadas» (esto, para contrarrestar la tendencia descalificadora con que la mirada de los lugareños —y también las autoridades zonales— contemplan estas ruinas). Pero además de su revalorización, estos profesionales ilustran sobre aspectos apasionantes. En efecto, aquí también tenemos Caminos Elevados, terraplenados, que comunican entre sí los montículos.
Ahora bien; en temporada de lluvias, toda esta enorme extensión —que cubriría dos veces la superficie de Suiza— se inunda. Los montículos, entonces, emergen como «islas» en el mar, siempre comunicados por los caminos elevados. Esa concepción visual, de sitios culturales unidos por caminos artificiales en medio de un enorme lago poco profundo, ¿a dónde nos remite?
A la Huey Tenochtitlán, con sus «chinampas» o islas artificiales, y los pueblos aledaños (hoy, absorbidos por el crecimiento de la urbe) como Xochimilco o Tlatelolco.
Los Llanos de los Mojos quedaban en el camino, desde tiempos ancestrales, del «Gran Paititi», el reinado extraño que ya los conquistadores supieron buscar por esas latitudes. En Santa Cruz encontramos Samaipata, a la que algunos estudios le adjudican autoría a los poco conocidos Mojocoyas, y que yo creo la avanzada occidental de la civilización de Kuhikugu. Que, por cierto, no es la Kuhikugu decadente de las aldeas con empalizadas descritas párrafos antes: la «civilización de los Mojos» surge alrededor del 500 a.C, extendiéndose, según algunos autores, hasta el 1.000 d.C.
Interesante fenómeno: tomando ambos horizontes señalados, cuanto más atrás vamos en el tiempo más avanzada es la cultura.
De modo que tenemos esta cultura, que tanta sintonía tiene con ciertas particularidades mexicas, por remota que esta última parezca. Es más; se ha descubierto que junto a los caminos terraplenados y elevados discurrían canales por donde, en tiempos de sequía, sin duda grandes canoas continuaban llevando y trayendo mercaderías (además de servir de administrador de sistemas de riesgo). Insisto: esta descripción visual es absolutamente coincidente con lo que los «nahuas» habrían hecho en esos mismos tiempos en el Ánahuac, el México prehispánico.
Y aquí comienza a asomar un «secreto tolteca» anticipado en el título: en Rondónia y Mato Grosso —y esto ya lo señala Fawcett— existía una etnia (literalmente exterminada, aunque algunos descendientes se hayan mestizado completamente) que se llamaban a sí mismo «nahuas».
Recordemos que los «nahuas» han sido la etnia troncal de donde salen distintos «horizontes culturales» o pueblos, que conocemos como zapotecas, olmecas, totonacas, mixtecas, otomíes, etc y etc., en el Ánahuac prehispánico. Ánahuac que, justamente, significa «tierra de nahuas».
Que una «tribu» en el Amazonas se identifique con el mismo nombre, cuando menos, llama poderosamente la atención. Pero aún debemos señalar que todos estos pueblos amazónicos tenían dialectos y lenguas de origen Arawak. Es Fawcett quien, por esta correspondencia lingüística, supone que los «arawaks» (que hemos conocido como «caribes», los «araucas», los «araucanos» del sur de Chile y los «antis» de Perú (de donde surge el toponímico «Andes») pertenecen a la misma raza original.
Hoy sabemos que los «caribes» se extendieron por Sudamérica, dando origen a ramas como los Tupíes, los Tapuyas y los Carijós. De hecho, los Tupíes originan los guaraníes, de presencia dominante en el escenario sudamericano precolombino.
Fuertes en el NE brasileño, se supone que cierta rama de los caribes es responsable de lo que hoy conocemos como «Stonehenge del Solsticio de Verano»: una extraña construcción megalítica en cercanías de Rego Grande, en el estado de Amapá, donde un conjunto de moles de granito de autores desconocidos y formas extrañas que remiten a reminiscencias lovecraftianas desconcierta a propios y extraños. Se le llama de esa particular forma porque en una de las rocas existe un orificio por donde, en el solsticio de verano, atraviesa el sol a mediodía creando un círculo sobre otra piedra a alguna distancia.
Por ciertos restos hallados al pie de estos monolitos (fuegos, quizás rituales, encendidos en los puntos donde fueron instalados) se estima su erección aproximadamente en el 3.000 a.C. Sin duda no tiene relación con la cultura Kuhikugu por su antigüedad, pero demuestra que a lo largo y a lo ancho de lo que hoy llamamos Brasil hubo numerosos pueblos, aún desconocidos, en un período temporal dilatadísimo.
En la desembocadura del Amazonas sobre el Atlántico se encuentra (ya la mencionamos) la Isla de Marajó. En la misma se han encontrado «montículos» en un todo afines a los de los Llanos de los Mojos, aunque si se mira un mapa llama la atención la enorme distancia entre un área y otra. Empero, la identidad de construcciones da a suponer que de alguna manera —quizás ocupando el río Amazonas como vía de comunicación— grupos que se influyeron mutuamente migraron por ese conducto.
Del río Amazonas, mientras tanto, hay un par de cosas que debemos comentar. Por ejemplo, que su nombre autóctono original no era, obviamente, el de Amazonas, sino «Solimoes», y es aquí donde Fawcett se pregunta si en ese nombre no vemos la presencia del nombre de Salomón, y lo vincula con las famosas «minas» de donde fluía el oro y la plasta que este rey hebreo, especulando si, quizás, no habrían navegado en tiempos remotos a través del Atlántico y, por este río, llegado a casi sus fuentes en territorio peruano donde el oro y la plata —especialmente la segunda— abunda.
Sabemos que se le llamó «amazonas» por las historias de mujeres guerreras que vivirían en sus márgenes. Pues bien, sépase que las mismas efectivamente existieron y no se trata de un fábula de los conquistadores. Estas mujeres eran llamadas «Aikembenanas» por los otros pueblos y ya es una certeza etnográfica su existencia.
El secreto tolteca
Si bien Fawcett no había dedicado años a explorar las culturas antiguas del México prehispánico, es un hecho —sencillo de demostrar— que cuando menos, en teoría, lo había estudiado profundamente. No solamente se trata aquí de esa hilación de conocidos y amigos que pudieron hacerle llegar hallazgos de Maler y otros, voy a citar algunas referencias no menores.
Por ejemplo, en su libro ya citado, al hablar de los Toltecas los llama «sabios artistas». Puede parecer un detalle menor, y no lo es: aún hoy, son (somos) un número reducido los que conocemos algo del idioma náhuatl original donde la palabra tolteca se traduce, efectivamente, como «sabio artista»; mucho menos común hubiera sido ese conocimiento a fines del siglo XIX o principios del XX salvo que se esté profundamente empapado de estudios sobre el particular.
Fawcett con
struye su propia teoría. Según la misma, en tiempos remotísimos lo que hoy llamamos Brasil era apenas una de varias islas que ocupaban el Hemisferio Sur. Grandes cataclismos hicieron que el océano se hundiera en ciertos puntos y se elevara en otros (no podemos obviar aquí ver la influencia teosófica, con la presencia intensa de Mu y Lemuria). Tierras que emergieron se habrían fusionado con esa «isla» y formó lo que hoy conocemos como Sudamérica. Al mismo tiempo, otra isla se hundía en el Atlántico. Atlántida. De la misma escapa una casta de sabios artistas, sacerdotes y educadores, los primitivos toltecas —Fawcett mismo dice que emplea ese término a falta de uno mejor— quienes luego de permanecer durante siglos en México extendieron su influencia hacia el Sur. Aislados los grupos (si por guerras, hambrunas, cataclismos; vaya a saberse) un grupo de toltecas «degenerados» se transforma en los «caribes» que conocemos como tales.
Permítaseme hacer aquí una digresión: hace años señalé que hubo una corriente civilizatoria que se inició en la Atlántida y, cruzado a través de décadas hacia Occidente y Oriente, cruzó el Atlántico y llegó a América, siguiendo a un líder (o las enseñanzas y directivas de ese líder) que habría pasado a la historia y la leyenda con el nombre de «Kar», «K’ar» o «K’a’r’» (según las pronunciaciones). Señalé en su momento el «rastro toponímico» que dejaba su nombre a través de la geográfica, y en esa ocasión algunos críticos me atacaron diciendo que se trataba de una tontería pues, según ese razonamiento, una «car-nicería» indicaría el paso de Kar por allí. Sin embargo, no necesito discutir mucho: todos ustedes saben que muchísimos toponímicos se crean usando como raíz adjetivos calificativos del lugar y nombres propios. El pensamiento de Fawcett, entonces, ratifica ésta mi teoría.
Bien, sigamos. El explorador señala en su libro esa presencia «nahua» ya mencionada en proximidades del Alto Xingú. Cerca, también, se encuentra otro grupo cultural, los «Maxubis», con quienes conviviera un tiempo, llamándole poderosamente la atención el ritual de, todos los amaneceres, formar toda la aldea mirando al naciente Sol, elevar sus manos en esa dirección y cantar al unísono un himno de salutación al mismo (costumbre que se encontraba hasta épocas muy recientes entre los mexicas). Estos «toltecas», incluso y siempre según la mirada de Fawcett, habrían llegado a ser los fundadores de Tiwanaku.
Podría decirse que era una teoría demasiado simplista ese «difusionismo excesivo» que proponía el inglés. Por cierto, llega a señalar que veía como posible que una rama de los Tupíes hubiera migrado a través del Pacífico hasta la Polinesia, ocupando en el camino Rapa Nui (Isla de Pascua).
Puede parecer excesivamente simplista este «difusionismo», pero en puridad no podría negarse puntualmente el extraordinario parecido que tienen las tallas en madera de los «fueguinos» (en puridad, los selk’nam, onas y yámanas) con los moais de la Isla de Pascua. Puede verse como exagerado ese difusionismo. Pero quien, como un servidor, ha tenido la oportunidad de estar frente a los moais y contemplar directamente las tallas onas conservadas en museos, no puede negar su extraordinario parecido.
Permitan ustedes que yo agregue, a las ideas de Fawcett, un elemento menor pero sugestivo. He hablado ya de los «kuikuros», el grupo tribal (hoy, de unos 500 individuos) que en los Altos del Xingú son los herederos (dicen serlo) de la cultura Kuhgikugu. Muchos de ellos ya están integrados a la civilización occidental, y de los que permanecen viviendo en sus aldeas originales supongo lo hacen por la interesante conveniencia del turismo. Con un altísimo cociente intelectual uniformemente distribuido entre ellos (es hasta simpático verles totalmente inmersos en su ambiente folklórico… pero sin dejar de revisar —algunos, claro— periódicamente sus celulares, aceptando sin ambagues que cuidar sus raíces no va en detrimento de estar enterados de lo que pasa en el mundo vía redes sociales), una de sus costumbres es conservar vestimentas rituales que emplean en ceremonias ancestrales. En ese ajuar se ocupan sólo cuatro colores: negro, rojo, amarillo y blanco. Los cuatro colores, precisamente, que identifican desde siempre a los «cuatro rumbos» del pensamiento mexica, a las nahui mitl, las «cuatro flechas» simbólicas. Son los colores de los «rezos» que se cuelgan ceremonialmente en el «Árbol de Rezos», los colores de las «cuatro puertas» de la ceremonia del Temazcal Guerrero…
Nixtun Ch’ich’
Nixtun Ch’ich’
Nixtun-Chʼichʼ es un sitio arqueológico maya itzá en el departamento de Petén, Guatemala. Tiene una trama urbana con calles y avenidas bastante ordenadas que datan de hace unos 2500 años. Esta es una de las primeras redes urbanas de América y probablemente surgió cuando los antiguos mayas desarrollaron formas más complejas de organización política. Probablemente era un medio para regular y quizás dominar a los habitantes. Sin embargo, el sistema de cuadrícula de Nixtun-Chʼichʼ no tuvo éxito y no se ve en ciudades mayas posteriores.
Ubicación: Central, Petén
Región: Guatemala
Historia
Fundado: Período Preclásico
Abandonado: 1734
Culturas: maya
Ubicación
Nixtun-Chʼichʼ se encuentra en el borde occidental del lago Petén Itzá. Limita con el lago al sur y al este; por colinas kársticas al norte; y terreno irregular al oeste. El área del sitio es relativamente plana, pero fue construida sobre una cresta baja que se extiende de este a oeste. Los sitios mayas generalmente están dispersos, pero Nixtun-Chʼichʼ se trazó con una cuadrícula urbana. También incluye un eje urbano compuesto por una hilera de más de 15 edificios que se extiende de este a oeste. El eje y la grilla fueron establecidos en el período Preclásico Medio (800-400 a.C.). El sitio también cuenta con importantes construcciones en el Período Preclásico Tardío (400 a. C.-200 d. C.), después del cual el sitio parece haber sufrido un declive, una tendencia que se observa en muchos sitios en el centro de Petén. El sitio también estuvo ocupado desde el Clásico Tardío hasta el período Colonial (600-1734 d.C.).
Misión de San Jerónimo, Petén, Guatemala
Un anzuelo encontrado en Nixtun Chʼichʼ
Cuenta de vidrio encontrada en Nixtun Chʼichʼ
Un tiesto de olivo encontrado en Nixtun Chʼichʼ
Período Preclásico
Durante las temporadas 1995, 2006-2008 y 2013-2014 en Nixtun-Ch’ich, Proyecto Itza encontró construcciones del período Preclásico (ca.1000 a.C.-200 d.C.) en casi todas las unidades de prueba excavadas. Estaba claro que las construcciones más importantes del sitio, ocurrió antes del año 200 d.C. En 2013-2014, Proyecto Itza volvió a mapear el sitio y descubrió que contenía una red urbana . En 2015, Proyecto Itza comenzó a investigar intensamente las ocupaciones del período Preclásico junto con su trabajo sobre el período Posclásico.
Período posclásico tardío y colonial
Se han encontrado asentamientos de los períodos Posclásico y Colonial en Nixtun-Chʼichʼ en el Sector QQ ( período Posclásico Medio a Tardío), el Sector WW (período Posclásico Medio a Tardío), el Sector XX (período de Contacto o Colonial) y el Sector ZZ (período Colonial).
Arqueología Subacuática
En 2015, Proyecto Itza inició un programa de arqueología subacuática en el lago Petén Itzá y comenzó a tomar muestras en 2018. El objetivo de este trabajo es discernir depósitos en el lago dejados como ofrendas o arrojados accidentalmente al lago como resultado del comercio. Proyecto Itza ha identificado varias áreas que “parecen” puertos en Nixtun-Chʼichʼ y probaremos esta hipótesis mediante muestreo submarino.
Documental Nixtun Ch’ich’
En 2017, Proyecto Itza comenzó a filmar un documental sobre el desarrollo de la planificación urbana y el estado en Nixtun-Chʼichʼ.
Se descubre que una ciudad maya de 2.600 años de antigüedad tiene un diseño de cuadrícula único
Imagen de portada: Vista aérea de la ciudad (foto de Timothy Pugh)
Una ciudad maya amurallada de hace 2.600 años estaba dispuesta en una cuadrícula que sugiere que el gobernante que supervisó el diseño era una persona particularmente poderosa. La ciudad, Nixtun-Ch’ich’ en Petén, Guatemala, está siendo protegida de los saqueadores por los ganaderos propietarios de las tierras en las que se sitúa la antigua ciudad.
La ciudad tiene pirámides de cima plana y otras estructuras grandes que estaban orientadas en un eje este-oeste que se desviaba sólo un 3 por ciento del verdadero este, dice un artículo en Live Science. Es la única ciudad maya diseñada en forma de cuadrícula. Otra antigua ciudad mexicana, Teotihuacán de los aztecas, estaba dispuesta en forma de cuadrícula, pero se trataba de una civilización diferente.
“Es una organización vertical”, dijo a WordsSideKick.com el arqueólogo Timothy Pugh del Queens College de Nueva York. “Algún tipo de gobernante muy, muy poderoso tuvo que organizar esto”.
Pugh presentó recientemente la investigación de su equipo en la reunión anual de la Sociedad de Arqueología Estadounidense.
Live Science informó:
Tienes alrededor de 15 edificios en línea recta exacta; esa es el área ceremonial principal’, dijo [Pugh]. Estos 15 edificios incluían pirámides de cima plana que se habrían elevado hasta casi 100 pies (30 metros) de altura. Los visitantes habrían subido una serie de escalones para llegar a la estructura del templo en la cima de cada una de estas pirámides. Al final del camino ceremonial, en el extremo oriental de la ciudad, hay una estructura o grupo “tríadico”, que consta de pirámides y edificios que se construyeron uno frente al otro en una. Estructuras como este grupo triádico (el nombre proviene de las tres pirámides o edificios principales del grupo) se han encontrado en otras ciudades mayas tempranas. Las áreas residenciales de la ciudad se construyeron al norte y al sur de la ruta ceremonial y también se incluyeron en el diseño de cuadrícula de la ciudad, dijo Pugh.
Al orientar los edificios de este a oeste, es posible que los diseñadores intentaran ayudar a las personas a seguir los movimientos del sol en el cielo, algo que posiblemente fuera importante para su religión.
Algunos de los edificios de la ciudad estaban cubiertos de un yeso blanco brillante, y los investigadores suponen que la ciudad era de un blanco brillante. El edificio estaba rodeado por un muro de piedras y tierra, lo que indicaba que las personas que vivieron allí, aproximadamente entre el 600 y el 300 a. C., estaban preocupadas por la defensa. Este es el mismo período en el que se construyeron por primera vez ciudades en la región, en lo que hoy es Petén, Guatemala.
Pugh dijo que los europeos que vivían en ciudades cuadriculadas no estaban contentos con el diseño. Especuló que tal vez la gente de Nixtun-Ch’ich’ podría haber estado igualmente disgustada. Otras ciudades mayas también tenían calles anchas, pero no estaban organizadas en cuadrícula.
Las personas que ahora viven en las cercanías de la ciudad conocen las ruinas desde hace años, dice Live Science. Pugh dijo que está agradecido de que los ganaderos lo estén protegiendo. Los ganaderos también han estado plantando un tipo de pasto que crece rápidamente y por lo tanto disminuye la erosión de lo que queda de los edificios antiguos de la ciudad.
La ciudad probablemente estaba aislada políticamente de otras ciudades mayas y era una entidad en sí misma, de acuerdo con la norma maya. Los mayas tenían una forma de escritura con glifos, un sistema de calendario, agricultura, arquitectura sofisticada y el panteón y la religión que acompañan a toda civilización conocida. Las enfermedades traídas al Nuevo Mundo por los conquistadores españoles tuvieron un efecto devastador en los mayas y mataron a muchos. Pero hay millones de mayas, sus descendientes, que viven hoy en México y en otros lugares.
Hubo cazadores-recolectores en Centroamérica durante miles de años antes de que surgiera la civilización maya, pero los científicos no están seguros de qué pueblos del mundo habitaron por primera vez el Nuevo Mundo.
Pugh comenzó su investigación en Nixtun-Ch’ich’ en 1995 y se centró en los restos del pueblo maya mucho después de que la ciudad fuera abandonada. Mientras tanto, él y sus colegas han estado cartografiando y excavando la ciudad.
Relieve de un príncipe maya; Los investigadores especulan que un gobernante poderoso supervisó el diseño de la ciudad de Nixtun-Ch’ich’. (Foto de Wolfgang Sauber/Wikimedia Commons)
Jeroglíficos mayas que representan signos diurnos (Wikimedia Commons)
Mounds City
Mounds City
Tremper Mound y Earthworks
Coordenas : 38o48o05oN 83o00o35-W
Tremper Mound y Obras
Una foto de 2003 de Tremper Mound
Ubicación: West Portsmouth, Ohio, Condado de Scioto, Ohio, EE.UU.
Región: Condado de Scioto, Ohio
Historia
Fundada: 100 a.C.
Abandonado: 500 d.C.
Culturas: La tradición Hopewell
Fechas de excavación: 1915
Arqueólogos: William C. Molinos Sociedad Histórica de Ohio
Arquitectura
Estilos arquitectónicos: obras de tierra
Detalles arquitectónicos: Número de monumentos: 1
Tremper Mound y Earthworks: UU. Registro Nacional de Lugares Históricos
NRHP referencia No.: 72001041[1]:
Añadido a NRHP: 6 de diciembre de 1972[1]; Organismo responsable: privado
El Tremper Mound and Works es un cerramiento de tierra Hopewell (100 a.C. a 500 CE) y un gran montón de forma irregular. El sitio se encuentra en el condado de Scioto, Ohio, a unas cinco millas al noroeste de Portsmouth, Ohio, en la segunda llanura de inundación, con vistas al Scioto River. Fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos en 1972.
Descripción
Las obras de Tremper incluyen un gran recinto de tierra en forma de un óvalo aplanado. Con una medición de 480 pies (150 m) por 407 pies (124 m), el óvalo fue introducido a través de una abertura en la parte suroeste del recinto. En el centro del óvalo hay un gran montículo de forma irregular. Creído por algunos como un montaje de la efigie construido en la forma de un animal, aunque nunca ha habido ninguna prueba concluyente de esto.[2]
El sitio fue inspeccionado en la década de 1840 por Charles Whittlesey para E. G. Squier y E. H. Davis, y un grabado fue incluido en su libro Monumentos Antiguos del Valle del Mississippi.[3] El sitio fue excavado por William C. Mills de la Sociedad Histórica de Ohio en 1915. Descubrió numerosos postmoldos en la base del montaje, revelando el contorno de una estructura de madera de 200 pies (61 m) de largo por 100 pies (30 m) de ancho. El patrón mostró que había habido un gran edificio con varias cámaras más pequeñas en su extremo oriental.[2]
El sitio es de propiedad privada y una vez fue una granja de trabajo.[4]
Pipas
Figura de pájaro de Tremper Mounds
Otro descubrimiento significativo hecho en Tremper fueron más de 500 objetos que habían sido rotos deliberadamente y dejados en una de las cámaras orientales. Los objetos incluían 136 tubos humeantes hechos de catlinita o tubería. Noventa eran tubos de efigie esculpidos en las formas de animales, especialmente osos, lobos, perros, castores, cougaras, nutrias, tortugas, grúas, búhos, garzas y halcones.[2]
Se había pensado que el material utilizado para fabricar las tuberías había sido extraído de los afloramientos de piedras de Ohio a través del río Scioto desde Tremper, pero nuevas pruebas han demostrado que la mayoría de las tuberías estaban hechas de tuberías Sterling desde el noroeste de Illinois. Muchas de las tuberías Tremper están en exhibidas en el Centro Histórico de Ohio en Columbus, Ohio.[2]
Este es un mapa del sitio Tremper Mound. Fue publicado en 1848 por Squire y Davis en “Monumentos antiguos del valle del Mississippi”. El sitio Tremper Mound consiste en un montículo de forma irregular de aproximadamente ocho a nueve pies de altura y mide alrededor de 120 pies de ancho y 250 pies de largo. El montículo está rodeado por un terraplén ligeramente ovalado que mide 400 por 500 pies.
ACERCA DEL SITIO
Hay 23 montículos y un muro bajo que lo rodea; cada uno cubre los restos de un edificio funerario. Algunos tenían colecciones espectaculares, como pipas en forma de efigie o mantas relucientes de mica. Este lugar es único entre los sitios sobrevivientes de la era Hopewell y puede reflejar un período de tiempo en el que la construcción de montículos comenzaba a verse aumentada por ideas más grandes y grandiosas sobre la forma geométrica y el recinto envolvente. Aquí la gente creó un monumento cultural colectivo a una escala mucho mayor, un posible prototipo para las figuras geométricas más precisas y complejas que vendrían.
Mound City se concedió por primera vez a un propietario blanco en 1798; y en menos de 40 años pasó cerca del concurrido canal de Ohio y Erie. Cuando Squier y Davis inspeccionaron el sitio en 1846, el bosque aún conservaba la mayoría de los montículos. Pero pronto se despejó la tierra para la agricultura. Los arados pasaban por encima de los muros y de la mayoría de los montículos, año tras año. En 1917, el gobierno federal compró el terreno para Camp Sherman, un campo de entrenamiento de la Primera Guerra Mundial. El ejército estaba recortando todos los montículos para construir cuarteles cuando Henry Shetrone, de la Sociedad Histórica de Ohio, intervino y pidió que se salvara el montículo central. En 1923, el sitio se convirtió en Monumento Nacional y tres años más tarde, la Sociedad Histórica de Ohio restauró los montículos. Desde 1992, Mound City ha sido el centro del Parque Histórico Nacional de la Cultura Hopewell.
El enorme Camp Sherman cubría Mound City y gran parte de la tierra circundante a principios del siglo XX.
Para sus constructores, esta elaborada necrópolis debe haber sido un lugar de memoria reverente, como la Abadía de Westminster en Gran Bretaña o los monumentos conmemorativos a lo largo del Mall en Washington, DC. Todos estos montículos cubren los pisos y los huecos para postes de los edificios ceremoniales. Los patrones muestran una variedad de diseños, aunque la mayoría de las veces son rectángulos con esquinas redondeadas.
En el interior, los fuegos ardían en cuencas de arcilla poco profundas. Las ceremonias incluían la cremación de los muertos y ritualmente mataban (rompían o quemaban) los objetos para dejárselos con ellos. Las cenizas y los restos fueron barridos y colocados cuidadosamente en el suelo del edificio o en plataformas bajas de tierra. En una ceremonia final, cada edificio fue derribado o quemado y se construyó un montículo sobre sus restos y contenido.
Los descubrimientos bajo los muros sugieren que la gente vivía y celebraba rituales aquí mucho antes de que se construyeran la mayoría de estos montículos. Durante el siglo I d. C. se construyeron algunas casas ceremoniales; sus fogones y puertas tenían una variedad de orientaciones. Algunos de ellos probablemente ya estaban amontonados cuando comenzó la segunda fase, a principios del siglo II. Se erigieron tres edificios centrales, creando un nuevo foco ritual. Se construyeron al menos otros siete edificios que apuntan hacia este enfoque. Y se agregó el muro bajo para encerrar las cosas, fortaleciendo la formalidad del sitio y su sentido de propósito común. Se asemeja a la forma de un edificio individual; y sus dos puertas definen un eje. Esta centralización y cerramiento de todo el sitio puede reflejar una creciente organización y clasificación social entre la gente. A principios del siglo III, el montículo estaba completo.
Plano de Mound City que muestra la orientación de las estructuras del submontículo y el predominio de las características centrales.
El Montículo Central era el más alto aquí: 19 pies cuando se midió por primera vez en la década de 1840. El edificio debajo era complejo. Se accedía a una habitación hundida por una rampa. Cuando esta habitación dejó de utilizarse, los constructores dejaron sólo una zona hueca poco profunda, cuyo revestimiento de arcilla se había cocido de rojo por muchos fuegos. Algún tiempo después, dejando una serie de postes en su lugar, llenaron la habitación y construyeron una nueva pila de arcilla exactamente encima de la antigua. Sobre un nuevo piso, de arcilla y arena encharcadas, erigieron un edificio y dispusieron diez entierros cremados sobre plataformas de tierra sustentadas por troncos y techadas con corteza.
Tres elaborados entierros en el Montículo Central probablemente correspondían a líderes o ancianos respetados. Los objetos que les quedaban probablemente significaban muchas cosas, incluido el trabajo especial de una persona en la vida, su estatus y sus conexiones con la comunidad y con fuerzas poderosas de la naturaleza. El hongo amanita, conocido por sus cualidades venenosas y alucinógenas, se representa como una efigie de cobre y puede
Debajo de otro montículo, una bolsa grande (colocada junto a una palangana de arcilla) estaba llena de cenizas, cuentas, algunos artículos de cobre y alrededor de 200 tubos en forma de efigie tallada, todos rotos intencionalmente. Los cuencos para pipa representan una variedad de animales, tallados con precisión y gran arte. Varios mostraban cabezas humanas. Otro depósito de tuberías casi idénticas se encontró en Tremper Mound, 40 millas al sur de Mound City a lo largo del río Scioto.
Los animales que se muestran en las pipas de Mound City son figuras tradicionales de las historias de Eastern Woodland, criaturas con voluntad y poder propios.
Cerca de la entrada occidental había dos montículos, inusualmente juntos. Aquí hubo una vez dos edificios: uno más antiguo y otro más nuevo y más pequeño, conectados por una galería. En el interior había varios pozos y palanganas de arcilla, lo que sugiere que pudo haber sido el lugar de preparación para los rituales y depósitos más formales de al lado. El edificio más grande albergaba entierros elaborados. En una plataforma baja, cuatro personas fueron enterradas en lo que William Mills llamó “un esplendor de mica”, junto con muchos objetos preciosos. Otros cuatro entierros en plataformas estaban marcados de manera similar por objetos preciosos, ahora en el Centro de Visitantes: placas de buitre de dos cabezas, un inusual tocado de animal de cobre con orejas móviles, astas de ciervo de cobre y un torso humano de mica, tal vez la parafernalia de representaciones rituales, míticas recreaciones. Este “edificio doble” pudo haber sido modelo para otras versiones más grandes en
En su día, Mound City era mucho más que una “necrópolis” silenciosa o una “ciudad de los muertos”. Aquí sucedieron muchas cosas, incluidos varios proyectos de construcción hasta que se construyó el muro final. Y tal vez muchas fiestas y festivales: las capas más bajas de tierra depositadas en el muro contienen grandes cantidades de carbón y huesos de ciervo. Arqueólogo del sitio Bret Ruby:
Era un lugar mucho más activo; se utilizaba para una gran variedad de funciones, incluidos los banquetes. Otro punto que esto muestra sobre Mound City es que el muro del terraplén fue probablemente una de las últimas cosas construidas. Lo que vemos hoy es su forma final, esencialmente después de su abandono. Así que es importante pensar en esto como un lugar que creció con el tiempo, tal vez hasta cuatro siglos, lo cual es un lapso de tiempo increíblemente largo, muchas generaciones.
La sociedad Hopewell se benefició de la fertilidad de los ecosistemas de la región, pero también practicó una agricultura bien desarrollada. La arqueóloga Ruby explica:
La gente de Hopewell eran agricultores y participaban en la transición entre un estilo de vida de caza y recolección a un estilo de vida agrícola, incluida la domesticación de plantas aceitosas y almidonadas. Estaban limpiando terreno, plantando y cosechando cultivos: agricultores plenamente comprometidos. Habría habido importantes aberturas en el bosque, provocadas por la tala de terrenos para la agricultura. Se están mudando, limpiando parcelas, usándolas durante un período de años y luego limpiando otras parcelas. Entonces es un movimiento cambiante a través del paisaje. Se abren nuevas parcelas, se abandonan antiguas parcelas y se las reclama a la naturaleza.
Hopeton Earthworks, al otro lado del río desde Mound City, se puede visitar como parte del Parque Histórico Nacional de la Cultura Hopewell.
La forma general de Mound City es un cuadrado con esquinas redondeadas que se asemeja a las casas debajo de sus montículos. Hasta hace poco parecía único entre los movimientos de tierra. Pero el arqueólogo Jarrod Burks ha descubierto varios movimientos de tierra ahora invisibles que fueron dibujados como círculos por exploradores del siglo XIX, pero que la teledetección moderna ha demostrado que son cuadrados con esquinas redondeadas:
Quizás todos estos mapas antiguos, digamos, Squier y Davis u otras publicaciones que muestran un círculo: parece que un número significativo de estos círculos no son círculos, en realidad son cuadrados con esquinas redondeadas. Esto es significativo porque especialmente Mound City parece aparecer de la nada, cuando en realidad eso no es cierto: parece haber muchos otros movimientos de tierra con estas formas, estos cuadrados con esquinas redondeadas.
El mapa de Mound City de Squier y Davis también muestra un círculo enorme, justo al sur. Sus restos yacen en los campos a lo largo de la Ruta 104. Ahora muy degradados, sus restos fantasmales todavía son visibles en antiguas fotografías aéreas. Cuando la carretera se amplió recientemente, los arqueólogos investigaron: la zanja exterior tenía originalmente doce pies de profundidad y estaba cuidadosamente revestida con una capa de arcilla de un pie de espesor para contener las pendientes y el agua. Los entierros asociados en el montículo central sugieren que esta obra monumental estuvo aquí antes que Mound City.
Es probable que Shriver (círculo) y Mound City (cuadrado) se convirtieran en prototipos de un nuevo diseño híbrido en Hopeton Earthworks (justo al otro lado del río) y, a su vez, condujeran a toda la experimentación y perfección geométrica que se encuentra en Paint Valley y en Newark. y en otros lugares durante la era Hopewell.
Hopeton y High Bank son dos importantes movimientos de tierra geométricos que permanecen (aunque degradados) en el área inmediata de Chillicothe, ahora bajo la protección del Parque Histórico Nacional de la Cultura Hopewell. Hopeton ahora está abierto a los visitantes, mientras que High Bank sigue siendo una reserva de investigación.
El círculo y el octágono vinculados en High Bank se parecen notablemente a otro par en Newark, Ohio. Los arqueólogos todavía están investigando, pero parece que las formas están conectadas de manera similar con eventos astronómicos. El eje transversal del octágono señala la salida de la luna más al norte. Y una de las paredes del octágono señala el amanecer del solsticio de verano. Entre ellos, estas dos alineaciones determinan la orientación y la forma del octágono. Más misteriosos son los muros y círculos que se extienden hacia el suroeste.
Si bien Newark y High Bank están separados por aproximadamente 70 millas, fueron diseñados utilizando principios similares. Sus círculos comparten el mismo diámetro y cada uno armoniza con su octágono: en High Bank, los puntos en el centro de los ocho lados del octágono se pueden unir para formar un círculo de igual diámetro. Ray Hively y Robert Horn han demostrado que High Bank, al igual que Newark, codifica las ocho paradas lunares, además de los cuatro solsticios, mientras que los ejes de los dos diseños están separados exactamente 90 grados. Los constructores no pudieron simplemente replicar el diseño de Newark debido a la diferencia de latitud, por lo que tuvieron que crear aquí otro instrumento igualmente complejo y sutil.
High Bank Earthworks se centra en una línea axial que también conecta otros dos movimientos de tierra gigantes a lo largo de una distancia de varios kilómetros.
Directamente al otro lado del río Scioto desde Mound City se encuentran los movimientos de tierra de Hopeton: un gran cuadrado, con un círculo ligeramente superpuesto. Dos círculos más pequeños marcan las puertas de entrada a la plaza de diferentes maneras; y largas paredes paralelas conducen a la orilla de un antiguo cauce del río. Los antiguos muros alguna vez tuvieron tres metros de altura, pero los agricultores los han arado e incluso demolido con topadoras, por lo que sólo quedan débiles rastros. Sin embargo, en fotografías aéreas antiguas o con nuevos sensores magnéticos, las líneas antiguas todavía cobran vida.
El Dr. Mark Lynott explica sus descubrimientos dentro del muro de Hopeton, durante el verano de 2002:
Estamos cerca del centro del muro aquí, y esto muestra muy claramente una sección de cómo está construido el muro. En la base tenemos un subsuelo amarillo donde se había quitado la capa superior del suelo. Y entonces llegó el Hopewell y puso aquí esta sección negra de arcilla esterilizada. Tiene un poco de material quemado pero ningún artefacto. Y luego encima agregaron esta arcilla roja, algo más arcillosa; y esto es altamente magnético, y eso es lo que funcionó tan bien con nuestros magnetómetros.
El Dr. Lynott continúa:
Esto se debe, a su manera, a la organización del pueblo Hopewell, tan espectacular como las pirámides mayas, como las pirámides egipcias, porque estos pueblos no son sociedades agrícolas; no están organizados de esa manera. Son un grupo de personas mucho más igualitario; Son mucho más móviles y aun así lograron construir aquí algunos monumentos de tierra espectaculares. Y lo que es increíble es que eso no encaja con los modelos antropológicos tradicionales de organización y logros sociales.
Después de la década de 1930, la agricultura mecanizada aceleró rápidamente la destrucción de muchos de los gigantescos movimientos de tierra geométricos como Hopeton. Podemos rastrear este proceso comparando fotografías aéreas: en 1938, las paredes todavía se veían claramente, incluso los largos paralelos que bajaban hacia el río. Pero en 1985 ya no se ve nada. Las paredes han sido aplanadas hasta adquirir formas bajas y anchas, y apenas son visibles, ya sea desde el aire o a la altura de los ojos.
Una fotografía aérea de 1938 muestra los contornos claros del círculo y el cuadrado de Hopeton, similares en tamaño a Shriver Circle y Mound City, respectivamente.
Plataformas pipas tabaco
La tubería de la plataforma fue conocida como la tubería de “Monitor” por George A. West, que los describió inicialmente en 1939, por su parecido con el barco de la Guerra Civil con ese nombre. Estas tuberías fueron introducidas por la cultura Hopewell alrededor de 1200 B.C. Su uso comenzó a menguar en algún momento durante el período de Middle Woodland alrededor de 500 d.C. D.R. Gehlbach señaló que estas tuberías se utilizaron en ceremonias funerarias y fueron enterradas con individuos de alto estatus. Muchos estaban adornados con efigies animales y de aves, incluyendo osos, lobos, perros, castores, cougars, nutrias, tortugas, grúas, búhos, garzas y halcones (abajo). Debido a que estas tuberías son muy deseables, a menudo son objeto de reproducción. La tubería de la imagen anterior (arriba izquierda) fue recuperada del sitio Hopewell en el condado de Scioto, Ohio y está hecha de Feurt Ohio tanpio. La gran mayoría de estas tuberías también se encuentran en Ohio y sus alrededores. La tubería superior derecha es una tubería de efigie de la tubería de la Tremper Mound, también ubicada en el condado de Scioto, Ohio. Este sitio produjo unas 136 pipas humeantes hechas de tubería Sterling o catlinita del noroeste de Illinois. C.B. Moore recuperó un ejemplo de una tubería de plataforma de un montaje bajo (menos de 3 pies de altura) en la granja Markham cerca de Tiptonville, Tennessee. La tubería estaba hecha de piedra arcillosa y estaba muy rota. La cerámica del entierro fue descrita como “coron” y “llain” y no fue ilustrada. Gordon Willey ilustró un ejemplo de este tipo del sitio de Gaston en Carolina del Norte, afirmando que la tubería pertenecía a la tradición Hopewellian Woodland, fase de Vincent (periodo del montaje II). Una de esas tuberías, similar en forma a la que se ve en la parte superior izquierda, también fue recuperada en un contexto mortuorio del sitio Tunacunnhee en el noroeste de Georgia. El resto de tuberías (abajo) también son del Tremper Mound en Ohio.
ILLUSTRACION DE 1848 “ANCIENT MONUMENTOS DEL MISSISSIPPI VALLEY” EARLY MAP DE CIUDAD MOUND SITE DESDE SQUIRE y DAVIS HOPEWELL SITE ROSS COUNTY, OHIO
Paquimé
Paquimé
Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
Coordenadas: 30°21′58.67″N 107°56′50.74″O
Zona arqueológica de Paquimé.
Localización
País: México
Datos generales
Tipo: Cultural
Identificación
Región: América Latina y el Caribe
Inscripción: 1998 (XXII sesión)
Paquimé es una zona arqueológica de la Cultura de Paquimé, está localizada aproximadamente a 260 km al noroeste de la ciudad de Chihuahua, México, a medio kilómetro del poblado de Casas Grandes y a 5 kilómetros de la ciudad de Nuevo Casas Grandes. Esta zona arqueológica fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998.1
Fue un asentamiento prehispánico que influyó en el noroeste de la Sierra Madre Occidental; la mayor parte del oeste de Chihuahua y algunas áreas de los estados de Sonora, Arizona, Utah, Colorado y México. Los investigadores calculan que la población probablemente llegó a tener unos 3500 habitantes, pero se desconocen su filiación lingüística y étnica.
El sitio es famoso por sus construcciones de adobe y sus puertas en forma de “T”. De su extensión total solo una fracción está cercada y una menor excavada. Sus edificios tienen rasgos de la cultura de Oasis-América y demuestra la destreza de los arquitectos prehispánicos de la región.
En el oeste de esta población hay una hilera de estructuras construidas con relleno y piedra que probablemente estuvieron cubiertas con cal pintada; esos fueron los centros ceremoniales.
Algunos investigadores sostienen que Paquimé tuvo un desarrollo cultural autóctono de la cultura Dulce de Oasis-América. Otros afirman que fue el resultado de la invasión de una élite del altiplano mexicano o México central.
Así se generó un puesto de comercio foráneo dedicado a la producción de plumas de guacamayas, al intercambio de conchas, cerámica, cobre, etcétera.
Los objetos que más distinguen a Paquimé son justamente sus vasijas de barro; a las que se les denomina Olla. Esto, porque más que un artículo de uso simple, como sería un jarro, son ceremoniales o decorativas y por ende sería más apropiado llamarles jarrones. En México, es más usual llamar jarro a una vasija para agua u otra bebida.
Los pobladores de Paquimé dejaron como legado miles de vasijas decoradas en las que plasmaron sus propios rostros, las formas de sus cuerpos, la decoración de los mismos, los animales de su entorno y muchas otras figuras más.
Paquimé alcanzó su máximo desarrollo en entre 1060 y 1340. Durante esa época se construyeron viviendas de varios pisos, las cuales contaba con servicios de drenaje y calefacción. También se edificaron lugares especiales para adorar a sus dioses y acueductos para abastecerse de agua.
Hacia 1340, la ciudad de Paquimé inició una etapa de debilitamiento y fue abandonada por sus habitantes. Se desconoce el motivo por el cual la población emigró hacia otros lugares.
Historia
Cerámica de la Cultura Paquime, Galería Norte de México, Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México.
Olla, de la cultura Casas Grandes. Forma parte de la colección del Museo de Stanford (Estados Unidos).
Olla con forma humana, de la cultura Casas Grandes. Forma parte de la colección del Museo de Stanford (Estados Unidos).
Cerámica de la Cultura Paquime, Galería Norte de México, Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México.
Alrededor del año 700 se dio inicio la cultura Paquimé en la región con la introducción de la agricultura y construcción de pequeñas casas de adobe semi subterráneas construidas a la orilla de los ríos Piedras Verdes, San Pedro y San Miguel, dichos ríos forman al unirse el río Casas Grandes.
Charles Di Peso, arqueólogo que ha estudiado la zona, ha propuesto seis etapas que muestran el desarrollo de la cultura.
I.- Horizonte precerámico. Se ignora su inicio y concluyó entre los siglos I y II.
II.- Período de la cerámica sin decoración. Concluyó alrededor del siglo VIII.
III.- Período viejo. Concluyó alrededor del siglo XI. El período viejo se subdivide en: a) Fase Convento. b) Fase Pilón. c) Fase Perros Bravos.
IV.- Período medio. Terminó en el siglo XIV. El período se subdivide en: a) Fase Buena Fe. b) Fase Paquimé. c) Fase Diablo.
V.- Período tardío. De 1340 a 1660. El período se subdivide en: a) Fase Robles. b) Fase de los primeros contactos esporádicos con los españoles.
VI.- Período de los españoles. De 1660 a 1821.
Durante el período viejo se establecieron las primeras aldeas y sus pobladores practicaban la agricultura de temporal además que aprovechaban los escurrimientos de agua de la sierra.
Durante las fases Convento y Pilón inició la construcción de casas circulares construidas por la excavación de un círculo a la profundidad de menos de un metro que servía de base, el área de tales viviendas era de 10 m² aproximadamente y la puerta redondeada, en el centro de la aldea se erigía una vivienda comunitaria de mayor tamaño que las casas familiares.
Durante la fase Perros Bravos aumentó el tamaño de las viviendas, se empezaron a construir pegadas unas a otras y su base dejó de ser circular para adoptar la forma cuadrada. La cerámica decorada se hizo presente en este período, además aparecen pedazos de concha, collares, cuentecitas de turquesa y cobre trabajado.
Durante el período medio se transformó la organización social y el aspecto de la ciudad. Durante la fase Buena Fe las casas son de un solo piso, las puertas tienen la forma de T y los techos son de viga.
Durante la fase Paquimé la población alcanza su mayor esplendor, las relaciones comerciales con otras poblaciones aumentan y se construyen montículos ceremoniales. La población está atravesada por un sistema de acequias que le proporcionan agua, se construyó un juego de pelota y dio inicio la construcción de casas de varios pisos, algunas construcciones alcanzaron hasta cuatro niveles.
Durante la fase Diablo el asentamiento fue abandonado parcialmente e inició la decadencia a causa del hostigamiento de los pueblos enemigos, para 1340 la población sucumbe al asedio enemigo y muchos de sus habitantes fueron asesinados, eso se concluye por la cantidad de restos humanos que en posturas grotescas fueron encontrados.
Contexto político del norte de México alrededor de 1350. Presencia de 3 familias lingüísticas alrededor de los 3 reinos determinados por la arqueología. El mapa de las posiciones de 1519 prácticamente permite determinar los grupos que controlaban estas 3 entidades.
Epílogo
Después que Paquimé fue abandonada, pueblos originarios nómadas ocuparon el sitio. Una incipiente cultura del desierto había muerto.
En 1562, el explorador español Francisco de Ibarra señaló que había visitado regiones no exploradas y pobladas por nativos bien vestidos, que vivían en casas de adobe, se dedicaban a la agricultura y contaban con canales de riego y les sobraban alimentos. En 1566 regresó de nuevo a la región y llegó hasta Paquimé o Casas Grandes, población habitada para ese entonces por los nativos sumas, quienes no practicaban la agricultura y vivían de la caza y de la recolección de frutas y raíces.
Francisco de Ibarra escribió:
Está muy poblado de casas de mucha grandeza, altura e fortaleza, de seis a siete sobrados, torreadas o cercadas de fuerte a manera de fuertes para amparo y defensa de los enemigos (…) Tiene grandes y hermosos patios, losados de hermosas, lindas y grandes piedras a manera de jaspe; e piedras de navajas sostenían los grandes y hermosos pilares de gruesa madera, traída de lejos; las paredes bellas enjalbegadas e pintadas de muchos colores, matices e pinturas de su edificio, compuesto a manera de tapias, aunque tejida e revuelta con piedra e piedra más durable e fuerte que la tabla.
Había gruesas e anchas canales del río a los pueblos con que solían llevar agua a sus casas. Tienen grandes y anchas estufas en lo bajo de las casas y edificios para ampara del frío que es allí mucho, porque nieva mucha parte del año e vienen los nortes en extremo fríos de hacia los llanos e de las sierras a donde nieva más de ordinario. Halláronse trazas de metales que los naturales debían de beneficiar e piedras de amolar (…) Hallamos caminos empedrados.
Esta gran casería e congregación de casas no está junta sino dividida en espacio de ocho leguas río abajo (…) Estaban estas casas la mayor parte de ellas caídas, gastadas de las aguas e desbaratadas, porque demostraba cantidad de años que las dejaron y despoblaron sus dueños, aunque había cerca de ellas gente silvestre, rústica y advenediza que dejaban de habitar en casas de tanta grandeza por asistir a morar en bohíos de paja como silvestres animales al sol, aire y frío. Son cazadores, comen todo género de caza e sabandijas silvestres e bellotas; andan desnudos; ellas traen faldellines de cuero de venado adobado, y algunos de las vacas (cíbolos).2
Cerámica Mata Ortiz y Paquimé
A partir de los años 1970 se inició un movimiento artístico basado en estas ollas de barro, la cerámica de Mata Ortiz. Elaborada originalmente por el artesano de la localidad de Mata Ortiz (nombre de un pueblito vecino a Paquimé) Juan Quezada Celado, y descubierta para el mundo por el antropólogo estadounidense Spencer MacCallum. Habiendo iniciado como réplicas de las vasijas u ollas de Paquimé, esta cerámica ha alcanzado a ser la más grande manifestación de arte en barro en México. Ahora, en muchos museos del mundo, se exhiben estas piezas, iniciando con el Museo de Las Culturas del Norte, dentro del sitio arqueológico de Paquimé, operado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Casas Grandes, plano de la ciudad con dos líneas paralelas a 38º. Dibujo: Georgina Parada, a partir del levantamiento y la digitalización de estructuras arquitectónicas realizadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia y del plano publicado en Di Peso, Rinaldo y Fenner, Casas Grandes (vid. supra n. 1), vol. 5, fig. 85.
Mapa Zona Arqueológica de Paquimé, Chihuahua, Mexico
El origen de la cultura Paquimé (superárea cultural mesoamericana) tuvo lugar unos 2 mil años después de la separación de las culturas Mesoaméricanas y Aridoaméricanas. Algunos de los pueblos aridoamericanos empezaron a practicar el cultivo en la zona desértica del norte de México y el sur de los Estados Unidos, en un proceso fue gradual y dilatado. Así, : hacia el año 600 d. C. (periodo que coincide con la época del ocaso teotihuacano), algunos grupos aridoaméricanos recién habían adquirido las técnicas agrícolas, aunque otros –que tempranamente ocuparon el territorio luego poblado por los Hohokam, en el desierto de Sonora— practicaron la irrigación mucho antes, en el periodo que media entre los SS. IX y V AC.1
Epílogo
A la llegada de los primeros europeos, las cuevas aún estaban habitadas por el grupo original, por lo que los españoles pudieron recabar información acerca de su forma de vida, los aborígenes se autonombraban Jovas, y con ese nombre se referían a un grupo o familia más amplio. Esa etnia se considera en la actualidad extinta.
Zona arqueológica Paquimé.
El éxito de este pueblo se refleja en sus obras para controlar el agua y a la vez retener el suelo mediante la construcción de trincheras y terrazas. Estos sistemas se extendieron desde las montañas hasta los valles del río Casas Grandes. En Paquimé el sistema hidráulico es uno de las instalaciones más importantes del complejo residencial. Construyeron aljibes, canales, acequias, drenajes y laguna de oxidación de desechos, que atravesaban las Casas a través de muros y pasillos ara el manejo del agua en la Ciudad.
El pueblo de Casas Grandes se extendió por todo el noroeste de Chihuahua. Sus límites fueron hacia el Este las Dunas de Samalayuca y la región de Villa Ahumada, Hacia el Sur, La región Babícora, Hacia el Oeste las Casas en los Acantilados de la Sierra Madre Occidental y Hacia el Norte la región de Janos, Carretas y Ascensión.
En Paquimé se conjugan elementos culturales provenientes de Mesoamérica y elementos culturales de los pueblos del desierto. Esto quedó plasmado con los montículos ceremoniales que aquí se encuentran; El juego de Pelota es un símbolo de la fertilidad. La serpiente y la guacamaya también. El simbolismo que Paquimé encierra tiene que ver con la reproducción de la vida, la fertilidad, el florecimiento y la muerte. Paquimé es el Centro Ceremonial de la Cultura Casas Grandes.
Distribuidos de acuerdo a la historia de quienes les dieron vida se encontraron cerca de 24 toneladas de materiales arqueológicos. Entre algunos de estos podemos mencionar objetos de concha, turquesa, cerámica, madera, cestería, plumería, piedras, tierras, cobre, pigmentos, pieles, fibras, cultivos, granos, textiles, adornos personales, fetiches, instrumentos de trabajo, instrumentos musicales, guacamayas, guajolotes, representaciones mágicas en arte mural y rupestre, detalles y acabados arquitectónicos, restos óseos, enterramientos y ofrendas. Son algunos de los muchos objetos que se exhiben en el museo de sitio.
Desde 1936 el Instituto Nacional de Antropología e Historia ha orientado sus esfuerzos a la investigación, conservación y divulgación del bien. De 1956 a 1962 el Arqlgo. Charles Di Peso excavó 2/3 de las casas. El Arqlgo. Eduardo Contreras inició entonces el proyecto de conservación de los vestigios. En 1985 el Arqlgo. Ben Brown continúo con esa labor. Hoy en día al proyecto de investigaciones arqueológicas y de conservación del sitio las dirige el Arqlgo. Eduardo Gamboa Carrera.
Actualmente se pueden observar los muros expuestos a la intemperie de la construcción de un masivo arquitectónico de uso habitacional hecho de barro, empleando moldes de madera, ascendían en hileras formando muros que después cubrían con vigas y tierra apisonado. Al método usado para llevar a cabo la conservación de los vestigios de Las Casas Grandes lo denominamos “Aplanados de Sacrificio”; que consiste en recubrir los elementos originales mediante una capa del mismo material, tierra batida. Este procedimiento permite encapsular los muros y mantener la apariencia de originalidad que requieren los criterios de restauración demandado por los acuerdos internacionales en cartas respaldadas por la UNESCO.
A un costado de esta zona se encuentra el Museo de las Culturas del Norte, un recinto que alberga una de las más bellas colecciones arqueológicas del norte de México recuperada durante las excavaciones en este sitio con proyectos de investigación. Entre algunos de los objetos que se exhiben se pueden mencionar piezas de cerámica de tipos polícromos y en especial vasijas antropomorfas y zoomorfas, madera, cestería, lítica, piedras semi-preciosas, textiles, objetos suntuarios, restos óseos, maquetas didácticas del sitio y su arquitectura, dioramas, materias primas (concha, minerales etc.)
Casas Grandes o Paquimé fue una importante ciudad precolombina que floreció debido a sus extensas redes comerciales entre c. 1150/1200 – 1450 EC en el noroeste del actual Chihuahua, México. Paquimé es uno de los sitios arqueológicos más grandes e importantes de la región de Oasisamérica, y la ciudad jugó un papel clave en la transmisión de bienes y conocimiento entre las culturas del suroeste del desierto precolombino y aquellas de Mesoamérica. La construcción de Paquimé se atribuye ampliamente a personas que demostraron las marcadas características de la cultura mogollón, que existió desde el c. 200 – 1450 EC en lo que es el sur de Nuevo México y Arizona, así como el norte de México, pero continúa un animado debate académico sobre las etnias exactas y los orígenes de los pueblos que vivieron y fundaron Paquimé. Aunque solo el 20% del sitio ha sido excavado y examinado, la UNESCO designó a Paquimé como Patrimonio de la Humanidad en 1998 EC.
Paquimé se encuentra en lo que hoy es el estado mexicano de Chihuahua. Bendecida en términos de hidrología, Paquimé se ubica entre muchos ríos: el río Bavispe y el río Yaqui se encuentran al oeste de la Sierra Madre, y el río Bravo y río Carmen al este. La ciudad está a 56 km al sur de la ciudad de Janos y 240 km al noroeste de la ciudad de Chihuahua. La zona arqueológica de Paquimé abarca 146 hectáreas, y la ciudad cubrió más de 750,000 m2 en su apogeo (27 veces más grandes que Pueblo Bonito en el Cañón del Chaco). La periferia de Paquimé incluía aproximadamente 10,000 habitantes adicionales. Cercas de Paquimé existían alrededor de 350 asentamientos de diversos tamaños, pero eruditos y arqueólogos creen que la zona de influencia política de Paquimé solo se extendía unos 30 kilómetros del centro de la ciudad.
La ciudad incluye montículos de plataforma, vastas plazas para uso público y mercantil, corrales especializados para la cría de guacamayos y pavos, y dos campos, para el juego de pelota, en forma de I construidos en un estilo similar a aquellos encontrados en Mesoamérica. También hay montículos de efigie y montículos ceremoniales en Paquimé. Un montículo ceremonial tiene la forma de serpiente emplumada, el cual podría haber estado dedicado al dios mesoamericano Quetzalcóatl. Otro montículo tiene forma de pavo o alguna especie de ave. También se pueden encontrar un baño de sudor, patios privados, cementerios y varios espacios de almacenamiento ceremonial a través de Paquimé. El sitio tiene puertas en forma de T y columnatas cuadradas al igual que los sitios anasazi en el Cañón del Chaco. Sin embargo, a diferencia de otros sitios en el desierto, Paquimé no tiene kivas (cámaras ceremoniales subterráneas).
Mehrgarh
Mehrgarh
Mehrgarh es un sitio arqueológico neolítico (fechado c. 7000 a. C. – c. 2500/2000 a. C.) situado en la llanura de Kacchi de Baluchistán en Pakistán.[1] Está situado cerca del paso de Bolan, al oeste del río Indo y entre las actuales ciudades paquistaníes de Quetta, Kalat y Sibi. El sitio fue descubierto en 1974 por la Misión Arqueológica Francesa[2] dirigida por los arqueólogos franceses Jean-François Jarrige., y su esposa, Catalina Jarrige. Mehrgarh fue excavado continuamente entre 1974 y 1986,[3] y nuevamente desde 1997 hasta 2000.[4] Se ha encontrado material arqueológico en seis montículos y se han recolectado alrededor de 32.000 artefactos del sitio. El asentamiento más antiguo en Mehrgarh, ubicado en la esquina noreste del sitio de 495 acres (2,00 km 2), fue una pequeña aldea agrícola que data de entre el 7000 a. C. y el 5500 a. C.
Ruinas de casas en Mehrgarh, Baluchistán
El sitio arqueológico de Mehrgarh consta de una serie de montañosos arqueológicos bajos en la llanura de Kachi, cerca de la desembocadura del paso de Bolan. Situados junto a la orilla oeste del río Bolan, se encuentran a unos 30 kilómetros de la ciudad de Sibi. Cubrimiento de una superficie de unas 250 hectáreas, la mayoría de los yacimientos arqueológicos están sepultados bajo las acumulaciones de aluvión, aunque en otras áreas se pueden ver erosionando en la superficie. Actualmente los restos excavados expuestos en el lugar comprenden un complejo de grandes estructuras de ladrillo de barro compartimentado. Construido en ladrillos de barro plano-convexos formados a mano, la función de estas unidades subdivisadas todavía es incierta, pero se cree que muchas eran para almacenamiento en lugar de residencial. Los montañosos, MR3 y MR1 también contienen cementerios formales, partes de las cuales han sido excavadas.
Nombre alternativo: Mehrgahr, Merhgarh, Merhgahr
Ubicación: Baluchistán, Pakistán
Región: Asia del Sur
Coordenadas: 29°23′N 67°37′E
Historia
Fundado: C. 7000 a. C.; Hace 9023 años
Abandonado: C. 2600 a. C.
Periodos: Neolítico
Notas del sitio
Fechas de excavación: 1974–1986, 1997–2000
Arqueólogos: Jean-François Jarrige, Catherine Jarrige
Seguido por: Período Harappa temprano
Historia
Mehrgarh es el sitio más antiguo conocido en el sur de Asia que muestra evidencia de agricultura y pastoreo.[5] [6] [nota 1] Fue influenciado por la cultura neolítica del Cercano Oriente,[16] con similitudes entre “variedades de trigo domesticadas, fases tempranas de agricultura, cerámica, otros artefactos arqueológicos, algunas plantas domesticadas y animales de rebaño”.[17] [nota 2] Según Asko Parpola, la cultura migró al valle del Indo y se convirtió en la civilización del valle del Indo de la Edad del Bronce.[18]
Situado en la misma zona que Mohenjo-Daro y Harappa, menos extensa que estas, pero mucho más antigua, forma la base de la denominada Cultura del Indo.
Jean-François Jarrige aboga por un origen independiente de Mehrgarh. Jarrige señala “la suposición de que la economía agrícola se introdujo plenamente desde el Cercano Oriente hasta el sur de Asia”[19] [nota 2] y las similitudes entre los sitios neolíticos del este de Mesopotamia y el oeste del valle del Indo, que son evidencia de un “continuo cultural” entre esos sitios. Sin embargo, dada la originalidad de Mehrgarh, Jarrige concluye que Mehrgarh tiene un trasfondo local anterior” y no es un “‘remanso’ de la cultura neolítica del Cercano Oriente”.]
Ubicación dentro de la provincia paquistaní de Baluchistán
Lukács y Hemphill sugieren un desarrollo local inicial de Mehrgarh, con continuidad en el desarrollo cultural pero con un cambio poblacional.[35] Según Lukács y Hemphill, si bien existe una fuerte continuidad entre las culturas neolítica y calcolítica de Mehrgarh, la evidencia dental muestra que la población calcolítica no descendió de la población neolítica de Mehrgarh,[36] lo que “sugiere niveles moderados de flujo de genes.”[36] Escribieron que “los descendientes directos de los habitantes neolíticos de Mehrgarh se encuentran al sur y al este de Mehrgarh, Pakistán, en el noroeste de la India y en el borde occidental delDeccan Plateau“, con el Neolítico Mehrgarh mostrando mayor afinidad con el Calcolítico Inamgaon, al sur de Mehrgarh, que con el Calcolítico Mehrgarh.[36] [nota 3]
Ubicación del sitio de Mehrgarh.
Gallego Romero et al. (2011) afirman que su investigación sobre la tolerancia a la lactosa en la India sugiere que “la contribución genética de Eurasia occidental identificada por Reich et al. (2009) refleja principalmente el flujo de genes de Pakistán, Irán y Medio Oriente“.[39] Gallego Romero señala que los indios que son tolerantes a la lactosa muestran un patrón genético con respecto a esta tolerancia que es “característico de la mutación europea común”.[40] Según Romero, esto sugiere que “la mutación de tolerancia a la lactosa más común realizó una migración bidireccional desde el Medio Oriente hace menos de 10.000 años. Si bien la mutación se extendió por Europa, otro explorador debe haber llevado la mutación hacia el este, a la India, probablemente viajando a lo largo de la costa del Golfo Pérsico donde se han encontrado otros focos de la misma mutación”.[40] Señalan además que “[l]a evidencia más antigua de pastoreo de ganado en el sur de Asia proviene del sitio de Mehrgarh en el valle del río Indo y data de 7.000 años antes”.[39] [nota 4]
Periodos de ocupación
Los arqueólogos dividen la ocupación del lugar en ocho períodos.
Período I de Mehrgarh (antes del 7000 a. C.-5500 a. C.)
El Período Mehrgarh I (antes del 7000 a. C. – 5500 a. C.)[nota 5] fue neolítico y cerámico (sin el uso de cerámica). La agricultura más antigua de la zona fue desarrollada por pueblos seminómadas que utilizaban plantas como el trigo y la cebada y animales como ovejas, cabras y ganado vacuno. El asentamiento se estableció con edificios de adobe sin cocer y la mayoría de ellos tenían cuatro subdivisiones internas. Se han encontrado numerosos entierros, muchos de ellos con bienes elaborados como cestas, herramientas de piedra y hueso, cuentas, brazaletes, colgantes y, ocasionalmente, sacrificios de animales, y quedan más bienes en los entierros de hombres. Adornos; Se han encontrado conchas de mar, piedra caliza, turquesa, lapislázuli y arenisca, además de sencillas figuritas de mujeres y animales. Las conchas marinas de costas lejanas y el lapislázuli de lugares tan lejanos como el actual Badakshan muestran un buen contacto con esas áreas. Se descubrió un hacha de piedra molida en un entierro y se obtuvieron varias más de la superficie. Estas hachas de piedra molida son las más antiguas procedentes de un contexto estratificado del sur de Asia.
Los períodos I, II y III se consideran contemporáneos de otro sitio llamado Kili Gul Mohammad.[43] La fase neolítica cerámica en la región originalmente se había llamado la ‘fase Kili Gul Muhammad’. Si bien el sitio de Kili Gul Muhammad en sí probablemente comenzó c. 5500 aC , los descubrimientos posteriores permiten ahora definir las fechas del 7000-5000 aC para esta fase neolítica cerámica.[44]
En 2001, los arqueólogos que estudiaban los restos de nueve hombres de Mehrgarh descubrieron que la gente de esta civilización sabía protoodontología. En abril de 2006, se anunció en la revista científica Nature que la evidencia más antigua (y la primera del Neolítico temprano) de la perforación de dientes humanos in vivo ( es decir,en una persona viva) fue encontrado en Mehrgarh. Según los autores, sus descubrimientos apuntan a una tradición de protoodontología en las primeras culturas agrícolas de esa región. “Aquí describimos once coronas molares perforadas de nueve adultos descubiertas en un cementerio neolítico en Pakistán que data de hace entre 7.500 y 9.000 años. Estos hallazgos proporcionan evidencia de una larga tradición de un tipo de protoodontología en la cultura agrícola temprana”.[45]
Período II de Mehrgarh (5500 a. C. – 4800 a. C.) y Período III (4800 a. C. – 3500 a. C.)
El Período Mehrgarh II (5500 a. C. – 4800 a. C.) y el Período Merhgarh III (4800 a. C. – 3500 a. C.) fueron neolíticos cerámicos, con alfarería, y posteriormente calcolíticos. El Período II está en el sitio MR4 y el Período III está en MR2.[46] Se han encontrado muchas pruebas de actividad manufacturera y se utilizaron técnicas más avanzadas. Se produjeron cuentas de loza vidriada y las figurillas de terracota se hicieron más detalladas. Las figuras de mujeres estaban decoradas con pintura y tenían diversos peinados y adornos. En el Período II se encontraron dos entierros flexionados con un color ocre rojo., cubierta sobre el cuerpo. La cantidad de bienes funerarios disminuyó con el tiempo, limitándose a adornos y quedando más bienes en los entierros de mujeres. Los primeros sellos de botones se fabricaron en terracota y hueso y tenían diseños geométricos. Las tecnologías incluían perforadoras para piedra y cobre, hornos de corriente ascendente , grandes hornos de pozo y crisoles para fundir cobre . Hay más evidencia de comercio a larga distancia en el Período II: importante como indicación de esto es el descubrimiento de varias cuentas de lapislázuli, una vez más de Badakshan. Los períodos Mehrgarh II y III también son contemporáneos de una expansión de las poblaciones asentadas de las tierras fronterizas en el borde occidental del sur de Asia, incluido el establecimiento de asentamientos como Rana Ghundai, Sheri Khan Tarakai, Sarai Kala, Jalilpur y Ghaligai.[46]
El período III no fue muy explorado, pero se encontró que la fase Togau ( c. 4000 -3500 a. C.) era parte de este nivel, cubriendo alrededor de 100 hectáreas en las áreas MR.2, MR.4, MR.5 y MR.6. , que abarca ruinas, cementerios y vertederos, pero el arqueólogo Jean-François Jarrige concluyó que “una extensión tan amplia no se debió a una ocupación contemporánea, sino más bien al desplazamiento y la superposición parcial en el tiempo de varias aldeas o grupos de asentamientos a lo largo de varios años” siglos.”[47]
Fase Togau
A principios de Mehrgarh III, apareció cerámica Togau en el sitio. La cerámica Togau fue definida por primera vez por Beatrice de Cardi en 1948. Togau es un gran montículo en el valle Chhappar de Sarawan, 12 kilómetros al noroeste de Kalat en Baluchistán. Este tipo de cerámica se encuentra ampliamente en Baluchistán y el este de Afganistán, en sitios como Mundigak, Sheri Khan Tarakai y Periano Ghundai. Según Possehl, hasta la fecha está documentado en 84 sitios. Anjira es un sitio antiguo contemporáneo cerca de Togau.[48]
La cerámica Togau está decorada con diseños geométricos y ya se hacía con un torno de alfarero.
La época del Período III de Mehrgarh, durante la segunda mitad del IV milenio a. C., se caracteriza por importantes novedades. Hay un gran aumento en el número de asentamientos en el valle de Quetta, la región de Surab, la llanura de Kachhi y otras partes de la zona. La cerámica Kili Ghul Mohammad (II-III) es similar a Togau Ware.[49]
Mehrgarh Períodos IV, V y VI (3500 a. C.-3000 a. C.)
El período IV fue del 3500 al 3250 a. C. El período V fue del 3250 al 3000 a. C. y el período VI fue alrededor del 3000 a. C.[50] El sitio que contiene los Períodos IV a VII se designa como MR1.[46]
Período VII de Mehrgarh (2600 a. C.-2000 a. C.)
En algún momento entre 2600 a. C. y 2000 a. C., la ciudad parece haber sido abandonada en gran medida en favor de la ciudad más grande y fortificada de Nausharo, a cinco millas de distancia, cuando la civilización del valle del Indo se encontraba en sus etapas intermedias de desarrollo. El historiador Michael Wood sugiere que esto ocurrió alrededor del 2500 a.C.[51]
El arqueólogo Massimo Vidale considera que una serie de semicolumnas encontradas en una estructura en Mehrgarh, fechadas alrededor del 2500 a. C. por la misión francesa allí, es muy similar a las semicolumnas encontradas en el Período IV en Shahr-e Sukhteh . [52] : min.12:10
Período VIII de Mehrgarh
El último período se encuentra en el cementerio de Sibri, a unos 8 kilómetros de Mehrgarh.[46]
Estilo de vida y tecnología
Los primeros residentes de Mehrgarh vivían en casas de adobe, almacenaban su grano en graneros, fabricaban herramientas con mineral de cobre local y recubrían sus grandes cestas con betún. Cultivaban cebada de seis hileras , trigo escanda y escanda , azufaifa y dátiles, y pastoreaban ovejas, cabras y ganado vacuno. Los residentes del período posterior (5500 a. C. a 2600 a. C.) pusieron mucho esfuerzo en la artesanía, incluida la talla de pedernal, el curtido, la producción de cuentas y el trabajo del metal.[53] Mehrgarh es probablemente el centro agrícola más antiguo conocido en el sur de Asia.[54]
El ejemplo más antiguo conocido de la técnica de la cera perdida proviene de un amuleto de cobre con forma de rueda de 6.000 años de antigüedad encontrado en Mehrgarh. El amuleto estaba hecho de cobre puro, una innovación inusual que luego fue abandonada.[55]
Artefactos
Diosa Madre sentada, 3000-2500 a.C. Mehrgarh.[56]
Figuras humanas
Las figurillas de cerámica más antiguas del sur de Asia se encontraron en Mehrgarh. Ocurren en todas las fases del asentamiento y prevalecían incluso antes de que apareciera la cerámica. Las primeras figuras son bastante simples y no muestran características complejas. Sin embargo, su sofisticación crece con el tiempo, y hacia el 4000 a.C. comienzan a mostrar sus característicos peinados y sus típicos pechos prominentes . Todas las figurillas hasta esta época eran femeninas. Las figurillas masculinas aparecen sólo a partir del período VII y gradualmente se vuelven más numerosas. Muchas de las figuras femeninas sostienen bebés y fueron interpretadas como representaciones de la “diosa madre”. Sin embargo, debido a algunas dificultades para identificar de manera concluyente estas figuras con la “diosa madre”,[57] [58] [59]
Cerámica
Cerámica pintada de Mehrgarh. 3000-2500 a.C.[60]
La evidencia de cerámica comienza a partir del Período II. En el período III, los hallazgos se vuelven mucho más abundantes a medida que se introduce el torno de alfarero, y muestran diseños más complejos y también motivos animales.[46] Las características figuras femeninas aparecen a partir del Período IV y los hallazgos muestran diseños más intrincados y sofisticación. Los diseños de hojas de pipal se utilizan en la decoración del Período VI.[61] Se utilizaron algunas técnicas de cocción sofisticadas desde los Períodos VI y VII y se ha encontrado un área reservada para la industria alfarera en el montículo MR1. Sin embargo, en el Período VIII, la calidad y complejidad de los diseños parecen haber sufrido debido a la producción en masa y al creciente interés en las vasijas de bronce y cobre.[50]
Entierros
Hay dos tipos de entierros en el sitio de Mehrgarh. Había entierros individuales en los que un solo individuo estaba encerrado en estrechos muros de adobe y entierros colectivos con delgadas paredes de adobe dentro de los cuales se descubrieron esqueletos de seis individuos diferentes. Los cuerpos en los entierros colectivos se mantenían en posición flexionada y se colocaban de este a oeste. Se encontraron huesos de niños en grandes tinajas o entierros en urnas (4000 ~ 3300 a. C.).[62]
Metalurgia
Los hallazgos de metales datan del Período IIB, con algunos objetos de cobre . [46] [61]
Identifican el amuleto metálico más antiguo confeccionado con un molde
Científicos utilizaron una técnica de fotoluminiscencia. Y determinaron que el objeto fue confeccionado con un molde de arcilla, a partir de una figura de cera.
El amuleto de Mehrgarh, el primero realizado con moldes de cera.
Un amuleto de 6.000 años de antigüedad ha sido identificado como el objeto metálico más antiguo conocido hasta ahora confeccionado con un molde de arcilla, a partir de una figura de cera, según un estudio que publica hoy la revista Nature. (15/11/2016)
Científicos del sincrotrón nacional francés Soleil han utilizado una técnica de fotoluminiscencia para estudiar microestructuras invisibles para los microscopios convencionales en el amuleto, encontrado en Mehrgarh (Pakistán).
Para desentrañar los secretos de su fabricación, los investigadores analizaron el espectro lumínico que refleja la pieza metálica.
A partir de esos datos determinaron que el amuleto está compuesto por dos tipos de óxidos de cobre, que han sufrido dos procesos de corrosión paralelos.
El análisis desvela que el objeto es el ejemplo más temprano del que se tiene constancia de la llamada “fundición a la cera perdida”, una técnica para elaborar figuras de metal idénticas a partir de un molde.
Para obtener ese molde, se daba forma primero a una figura con cera de abeja, que se rodeaba más tarde con arcilla.
El amuleto de Mehrgarh, el primero realizado con moldes de cera.
Al introducir el objeto en un horno, la cera del interior se fundía y la arcilla se podía rellenar con metal fundido, que al solidificarse constituía una réplica exacta de la figura inicial de cera.
El análisis en el sincrotrón francés confirma que el amuleto de Mehrgarh se fabricó en una sola pieza y demuestra que se hizo a partir de cobre fundido sobre un molde de arcilla.
Durante ese proceso, el cobre absorbió una pequeña cantidad de oxígeno, cuyos rastros han permitido a los investigadores desentrañar el proceso.
Los investigadores subrayan en su trabajo que la misma técnica de luminiscencia puede ser una herramienta útil en campos como la geofísica, la ingeniería y las ciencias medioambientales.
Terremoto de Lisboa
Terremoto de Lisboa de 1755
8.7-9.0 en potencia de Magnitud de Momento (MW)
Epicentro y tiempo de llegada del tsunami
Parámetros
Fecha y hora: 1 de noviembre de 1755 (09:30-09:45)
Tipo: Terremoto submarino originado en la falla Azores-Gibraltar
Profundidad: 58 km
Consecuencias
Zonas afectadas: Portugal, España, Marruecos
Víctimas: Más de 100 000 muertos, 90 000 solo en Lisboa, más de 5000 en España, más de 10 000 en Marruecos.
El terremoto de Lisboa de 1755, también llamado Gran Terremoto de Lisboa, tuvo lugar entre las 09:30 y las 09:40 horas del 1 de noviembre de 1755,12 se caracterizó por su gran duración, dividida en varias fases y por su violencia, causando la muerte de entre 60 000 y 100 000 personas.34 Los sismólogos estiman que la magnitud del terremoto de Lisboa habría sido de entre un 8.7 a 9.0 en la escala de magnitud de momento, con su epicentro en algún lugar desconocido en algún punto del océano Atlántico a menos de 300 km de Lisboa.5
El terremoto fue sucedido por un tsunami y un incendio que causaron la casi destrucción total de Lisboa.678 Este gran temblor acentuó las tensiones políticas en Portugal e interrumpió abruptamente las ambiciones imperiales de este país durante el siglo XVIII.8
Es el primer terremoto cuyos efectos sobre un área grande fueron estudiados científicamente, por lo que marcó las bases de la sismología moderna. Además, el acontecimiento fue discutido extensamente por los filósofos ilustrados europeos, inspirando grandes debates especialmente en el campo de la teodicea.98
El terremoto
Lisboa ya había sido devastada anteriormente por otro desastre natural, el terremoto del 26 de enero de 1531, de una magnitud en torno a 8 en la escala de magnitud de momento. El de 1755 tuvo lugar la mañana del día de Todos los Santos, festivo nacional en Portugal y otros países católicos.3 Los informes contemporáneos indican que el terremoto duró entre tres minutos y medio y seis minutos, produciendo grietas gigantescas de cinco metros de ancho que se abrieron en el centro de la ciudad.3 Los supervivientes, huidos en pos de seguridad al espacio abierto que constituían los muelles pudieron observar cómo el agua empezó a retroceder, revelando el lecho del mar cubierto de restos de carga caída al mar y los viejos naufragios. Cuarenta minutos después del terremoto, tres olas de entre 6 y 20 metros engulleron el puerto y la zona del centro,10 subiendo aguas arriba por el río Tajo.7 En las áreas no afectadas por el maremoto, los incendios surgieron rápidamente, iniciados en su mayor parte por las velas encendidas en recuerdo a los difuntos en las iglesias, y las llamas asolaron la ciudad durante cinco días.118
De una población lisboeta de 275.000 habitantes,12 unas 90.000 personas murieron. Otras 10.000 murieron en Marruecos, mientras que en Ayamonte (Huelva, España) murieron más de 1.000 personas, y se registraron víctimas y daños de consideración en más puntos del sur de España y de toda la península ibérica.13
Aunque generalmente se le llama terremoto de Lisboa y fue en España y Portugal donde la sacudida alcanzó su mayor violencia, sus efectos se extendieron por la mayor parte de Europa, África y América. Se sintió en Groenlandia, las Antillas, Madeira, Noruega, Suecia, el Reino Unido e Irlanda. La conmoción fue casi tan violenta en África como en Europa. Gran parte de Argel fue destruida y, a corta distancia de Marruecos, una ciudad de ocho a diez mil habitantes desapareció. Una ola formidable barrió las costas de España y África, sumergiendo ciudades y causando inmensa desolación.14
Efectos
En Portugal
El Marqués de Pombal mostrando la reconstrucción de Lisboa por Louis-Michel van Loo, 1766.
Ruinas del Convento do Carmo en Lisboa.
Epicentro estimado del terremoto.
Daños materiales
A causa de ser la festividad de Todos los Santos había numerosas lamparillas encendidas y eso provocó un voraz incendio ulterior. El ochenta y cinco por ciento (85 %) de los edificios de Lisboa resultaron destruidos, incluyendo palacios y famosas bibliotecas, así como la mayoría de los ejemplos de la arquitectura manuelina, distintiva del siglo XVI portugués.15 Varios edificios que habían sufrido pocos daños a causa del terremoto fueron destruidos posteriormente por el fuego. El recién estrenado Teatro de la Ópera (inaugurado solamente seis meses antes), resultó destruido por el fuego hasta sus cimientos. El Palacio Real, situado junto al río Tajo donde hoy se encuentra el Terreiro do Paço, fue destruido por los efectos sucesivos del terremoto y el maremoto, al igual que el Teatro Real do Paço da Ribeira, situado frente al palacio. Dentro de este, la biblioteca real que constaba de unos 70 000 volúmenes, así como de centenares de obras de arte, incluyendo pinturas de Tiziano, Rubens y Correggio, resultó destruida.
Los archivos reales desaparecieron junto con los detallados expedientes históricos que describían las exploraciones de Vasco da Gama y otros exploradores tempranos portugueses. El seísmo también destruyó importantes iglesias de Lisboa, como la catedral de Santa María, las basílicas de São Paulo, Santa Catarina, São Vicente de Fora, y la iglesia de la Misericordia. El Hospital Real de Todos los Santos (el hospital público más grande de la época) fue consumido también por el fuego y centenares de pacientes murieron carbonizados. La tumba del héroe nacional Nuno Álvares Pereira se perdió también. Los visitantes de Lisboa pueden todavía caminar entre las ruinas del Convento do Carmo, que fueron preservadas para recordar a los lisboetas la destrucción causada por el temblor.8
Reacción del Gobierno
En Portugal reinaba José I, que accedió al trono portugués a los 35 años de edad, tras la muerte de su padre, y casi de inmediato dejó el poder en manos de Sebastião José de Carvalho e Melo, hoy conocido como marqués de Pombal. Este último ocupó el puesto de primer ministro, siendo el favorito del rey, pero la aristocracia lo desdeñaba como el advenedizo hijo de un hacendado rural. Por su parte, el primer ministro sentía aversión por los viejos nobles, a los que consideraba corruptos e incapaces de tomar acciones prácticas. Antes del 1 de noviembre de 1755 había una lucha constante para conseguir el poder y el favor real, pero más tarde, la respuesta competente del marqués de Pombal, cercenó con eficacia el poder de las viejas facciones aristocráticas. La oposición y el resentimiento silenciosos hacia el rey José I comenzaron a manifestarse, lo que culminaría con un intento de magnicidio en la persona del rey, y la eliminación del poderoso duque de Aveiro y de la familia Távora.
Debido a un golpe de suerte, la familia real portuguesa escapó ilesa de la catástrofe que supuso el terremoto del 1 de noviembre de 1755. El rey José I y la corte habían salido de la ciudad, después de asistir a misa al amanecer, satisfaciendo el deseo de una de las hijas del rey de pasar el día de la fiesta de Todos los Santos lejos de Lisboa. Después de la catástrofe, José desarrolló un gran miedo a vivir bajo techo, y la corte fue acomodada en un enorme complejo de tiendas y pabellones en las colinas de Ajuda, entonces en las cercanías de Lisboa. La claustrofobia del rey no disminuyó nunca y, por eso, hasta después de su muerte, su hija María I no comenzó a construir el Palacio de Ajuda, que se encuentra en el sitio del viejo campo de tiendas.
Al igual que el rey, el primer ministro Carvalho e Melo, marqués de Pombal, sobrevivió al temblor. Se cuenta que respondió a quien le preguntó qué hacer: «Cuidar de los vivos, enterrar a los muertos». Con el pragmatismo que caracterizó todas sus acciones, el primer ministro comenzó inmediatamente a organizar la recuperación y la reconstrucción.16
El primer ministro envió bomberos al interior de la ciudad para extinguir los incendios, y a grupos organizados para enterrar los millares de cadáveres. Había poco tiempo para disponer de los cadáveres antes de que las epidemias se extendieran. Contrariamente a la costumbre y contra los deseos de la Iglesia, muchos cadáveres fueron cargados en barcazas y tirados al mar, más allá de la boca del Tajo. Para prevenir los desórdenes en la ciudad en ruinas, y, sobre todo, para impedir los saqueos, se levantaron patíbulos en puntos elevados alrededor de la ciudad y al menos 34 saqueadores fueron ejecutados. El ejército fue movilizado para que rodeara la ciudad e impidiese que los hombres sanos huyeran, de modo que pudieran ser obligados a despejar las ruinas.
No mucho después de la crisis inicial, el primer ministro y el rey rápidamente contrataron arquitectos e ingenieros, y en menos de un año, Lisboa estaba ya libre de escombros y comenzando la reconstrucción. El rey estaba ansioso de tener una ciudad nueva y perfectamente ordenada. Manzanas grandes y calles rectilíneas, amplias avenidas fueron los lemas de la nueva Lisboa.
Los edificios pombalinos están entre las primeras construcciones resistentes a los terremotos en el mundo. Se construyeron pequeños modelos de madera para hacer pruebas, y los seísmos fueron simulados por las tropas que marchaban alrededor de ellos. La nueva zona céntrica de Lisboa, conocida hoy como Baixa Pombalina, es una de las atracciones turísticas más conocidas de la ciudad. Secciones de otras ciudades portuguesas, como Vila Real de Santo António en el Algarve, se reconstruyeron también siguiendo los principios pombalinos.
El nacimiento de la sismología
El terremoto de 1755 contribuyó enormemente en el nacimiento de la sismología moderna, al haberse convocado un equipo importante de científicos y especialistas en torno al evento; sobre todo gracias al marqués de Pombal. Su respuesta no se limitó a los aspectos prácticos de la reconstrucción. El marqués ordenó que una detallada encuesta fuese enviada a todas las parroquias del país con respecto al terremoto y a sus efectos. Las preguntas incluyeron:
- ¿Cuánto tiempo duró el terremoto?
- ¿Cuántas réplicas se sintieron?
- ¿Qué daños fueron causados?
- ¿Se comportaron los animales de modo extraño? (esta pregunta se adelantó a los estudios de sismología chinos durante la década de 1960)
- ¿Qué sucedió en los pozos y albercas?
Las respuestas a estas preguntas y otras todavía se encuentran archivadas en la Torre de Tombo, el archivo histórico nacional. Estudiando y comparando los informes de los sacerdotes, los científicos modernos pudieron reconstruir el acontecimiento desde una perspectiva científica. El marqués es considerado el precursor de la sismología occidental moderna, ya que fue el primero que trató de conseguir una descripción científica objetiva de las variadas causas y consecuencias de un terremoto.
La hipótesis más aceptada es que el epicentro se situó en la zona de fractura Azores-Gibraltar, al norte del banco Gorringe. Esta zona de fractura, que representa la frontera entre la placa africana y la euroasiática, tiene forma de escalón fracturado a causa de los efectos compresivos que sufre.17 Analizando los testimonios contemporáneos recogidos por el marqués —especialmente los referidos a los tres maremotos que sufrió la ciudad— se puede concluir que una superficie del fondo marino equivalente a un círculo de 300 km de radio bajó unos 30 m durante el terremoto a causa de la subsidencia de la parte inferior del escalón.
En España
En España, el rey Fernando VI, ante la magnitud del fenómeno y por haberlo vivido en primera persona, una semana más tarde del triste suceso ordenó al gobernador del Supremo Consejo de Castilla la preparación de un informe sobre el terremoto. Para realizar la encuesta se elaboró un cuestionario de ocho preguntas dirigido a las personas de «mayor razón» de las capitales y pueblos de cierta importancia, para que contestaran lo más rápido posible y con sus respuestas tener una idea más acertada de la incidencia del terremoto en el reino.
Las preguntas eran las siguientes:
- ¿Se sintió el terremoto?
- ¿A qué hora?
- ¿Cuánto tiempo duró?
- ¿Qué movimientos se observaron en los suelos, paredes, edificios, fuentes y ríos?
- ¿Qué ruinas o perjuicios se han ocasionado en las fábricas?
- ¿Han resultado muertas o heridas personas o animales?
- ¿Ocurrió otra cosa notable?
- Antes de él, ¿hubo señales que lo anunciasen?
Se recibieron respuestas de 1273 localidades, advirtiéndose en algunas de ellas carencias importantes de información, exageraciones o imprecisiones. Toda esta documentación se guarda en el Archivo Histórico Nacional.18
Es difícil estimar las pérdidas personales producidas por este movimiento telúrico en el territorio español, algunas fuentes hablan de en torno a las 5300 víctimas, y de unas pérdidas materiales valoradas en 53 157 936 reales de vellón. Sobre este aspecto, algunas de las noticias conocidas son:
- Andalucía:
- Las costas de la provincia de Huelva fueron afectadas gravemente por el maremoto posterior. En Ayamonte murieron 1000 personas; en Lepe se produjeron 400 muertes, además de la destrucción del 81 % de su flota pesquera.19
- En la Ciudad de Huelva, los daños que se produjeron fueron numerosos. El castillo de San Pedro, ubicado en lo alto de uno de los cabezos de la ciudad, donde actualmente se encuentra la Iglesia de San Pedro, cayó en picado. Las murallas prerrománicas que rodeaban esa zona, también quedaron sumidas ante la magnitud del terremoto. Parte de los cabezos de Huelva, como es el Cabezo del Conquero, provocó desprendimientos de tierra que sepultaron las viviendas de los habitantes que vivían en las laderas del mismo.
- En Cádiz el maremoto alcanzó los 20 metros de altura,20 frente a los cinco metros que alcanzó en Lisboa. Para poder comparar, en Madeira el mar subió cuatro metros, en Oporto un metro y en Ceuta, Cornualles y Gibraltar el mar subió dos metros.21 A pesar de ello, las altísimas murallas que rodean a la ciudad, aunque sufrieron graves daños, protegieron a gran parte de la población. De máxima importancia fue la orden dada por el gobernador de cerrar las Puertas de Tierra, para evitar que entrara la ola, evitando así las muertes y destrucción. Con todo, no se pudo evitar que las altas olas rompieran las murallas portuarias y que el mar invadiera el Barrio de la Viña tres veces, falleciendo quince personas ahogadas. No tuvieron la misma suerte los asentamientos al exterior de las Puertas de Tierra de la ciudad de Cádiz, los pueblos de la bahía de Cádiz y el resto de la costa atlántica gaditana que quedaron todos destruidos en su mayoría. Así, Conil de la Frontera se vio afectado con la destrucción parcial de la Torre de Castilnovo, y en Chiclana, Sanlúcar de Barrameda,22 Rota, El Puerto de Santa María y Jerez de la Frontera hubo cuantiosas víctimas y desperfectos.
- En la provincia de Jaén, se produjeron daños en las torres de la catedral de la capital. Estas se agrietaron y la estabilidad del edificio se vio comprometida, lo que obligó a la construcción de la iglesia del Sagrario en 1761 para darle estabilidad a la catedral. También hay constancia de los daños ocasionados en otras localidades de la provincia, como los producidos en el castillo de Alcaudete que, aún habitado en aquella época, tuvo que ser abandonado por los destrozos. En Baeza se derrumbó parte de una pared de la Catedral (por la zona de la Puerta de la Luna), sufriendo igualmente daños la torre del convento de la Merced, el coro del de los Padres Trinitarios Descalzos, una esquina de la torre de Nuestra Señora de la Alcázar, y se agrietó la bóveda de la Capilla Benavides del convento de San Francisco, que hubo de ser desmontada para su reparación (quedando esta intervención sin finalizar debido a la Invasión Napoleónica). Por su parte, en Úbeda se cayeron algunas piedras de la Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares y de la Capilla del Salvador, sufriendo especialmente daños el convento de San Juan de Dios y la iglesia de San Juan (cayendo gran parte de la torre sobre los tejados)23
- En Sevilla afectó a gran parte del caserío de la ciudad. Según las crónicas de la época, se hundieron unas trescientas casas y causó daños en otras cinco mil. A pesar de todo parece ser que solo causó nueve muertes en la ciudad. La Giralda sufrió pocos daños, solo la caída de algunos remates y adornos; pero las campanas tocaron solas con la fuerza del movimiento de tierra. La fantasía popular dijo ver a las santas patronas de la ciudad, Justa y Rufina, sosteniendo a la torre en el aire para que no sufriera. Desde entonces se suele decir que se las representa en la iconografía sevillana de esta manera, sin embargo esto no es exacto, ya que las santas aparecen sosteniendo la Giralda en cuadros muy anteriores, como el de Miguel de Esquivel.24 Esto se debe a que la historia de Santa Justa y Rufina sosteniendo la Giralda se remonta al terremoto de Carmona de 1504. En la catedral se desprendieron los remates y barandas de las azoteas, cayendo unos a la calle y otros hacia las cubiertas, con lo que el interior se llenó de polvo, cayendo algunas esquirlas de las bóvedas, causando el pánico en los que asistían a la misa del día de los Difuntos. Como dice la inscripción, se interrumpió la celebración, que se concluyó una vez terminado el seísmo en el lugar donde más adelante se levantaría el Triunfo, monumento que da nombre a la plaza. También la Torre del Oro sufrió tales desperfectos que se llegó a proponer que fuera derribada.
- En Écija, causó importantes daños en varias de sus doce torres y sus templos.
- En Utrera, la torre de la iglesia de Santa María de la Mesa quedó totalmente destruida por las vibraciones del seísmo.
- En Córdoba: El 1 de noviembre de 1755, casi a las 10 de mañana, se produjo el terremoto de Lisboa, que en Córdoba no hubo que lamentar daños personales. Tan solo una niña resultó herida al caérsele encima una imagen de Santa Inés, del convento del mismo nombre. Respecto a los daños materiales, los barrios más afectados fueron el de Santa Marina y San Lorenzo, si bien se da noticia de que apenas quedó casa o templo que no mostrara señales del terremoto. En los citados barrios, las torres de ambas iglesias quedaron seriamente dañadas a tal punto que ordenó el corregidor el desalojo de las casas que estaban en los alrededores, prohibiendo incluso la circulación de carros. En la Catedral algunos muros se resquebrajaron y los cuerpos superiores quedaron tan afectados que se ordenó su demolición para evitar que un desplome pudiera causar un accidente. Del convento de San Francisco se desprendió el altar y la capilla mayor. Uno de los muros del Colegio de Santa Catalina se resquebrajó, cayendo algunos sillares de las paredes. Otros edificios afectados fueron el Conventos de los Terceros, el del Corpus o las Casas del Ayuntamiento.
- En la ciudad de Cabra derribó parte de su muralla (actualmente puede verse una torre truncada) y parte de la torre del campanario de la Iglesia de la Asunción y Ángeles.25
- En la ciudad de Aguilar de la Frontera derribó una torre circular del castillo.26
- En Palma del Río, la Iglesia de la Asunción sufrió el agrietamiento de cuatro arcos de su nave principal.
- Extremadura:
- En Coria (Cáceres), el terremoto derrumbó la cubierta de la catedral, sepultando a numerosos fieles que se hallaban congregados en misa en aquel momento.
- En Plasencia, el terremoto causó la destrucción de las vidrieras policromadas góticas de las Catedral Nueva de Plasencia, daños en la torre sur del Palacio de los Monroy (causa de su posterior demolición en 1913) y una grieta todavía visible en el rosetón de la iglesia de San Nicolás.
- Reino de León:
- La torre oeste de la catedral de Astorga (León) sufrió importantes daños y por ello no pudo ser finalizada hasta 1965.
- En Salamanca sufrieron importantes daños muchos de sus edificios. Entre ellos, la catedral nueva, en la que fueron de tal magnitud que se consideró la posibilidad de derribar su torre ante el peligro de desplome, y se tuvo que desmantelar la cúpula del cimborrio de la misma catedral para volverla a levantar posteriormente. Sufrió también el claustro de la catedral vieja, el Colegio Viejo, que hubo que derruir, el palacio del obispo y especialmente la linterna de la cúpula de la iglesia de la Clerecía, que hoy todavía puede verse seriamente inclinada desde el Patio de Escuelas. La inclinación de la torre de la catedral se palió con el levantamiento de un talud en la cara oeste, que todavía subsiste. Por suerte, no se produjeron en dicha ciudad víctimas fatales. En agradecimiento por la milagrosa salvación del edificio catedralicio, al mediodía de cada 31 de octubre el Mariquelo escala la torre hasta la esfera armilar, llamada La Bola, que la corona.
- De la provincia de Zamora hay información directa de cinco localidades: Alcañices, Benavente, Puebla de Sanabria, Toro y Zamora, e indirecta de Pedralba de la Pradería, Rábano de Aliste, Ribadelago, San Ciprián, San Martín de Castañeda, Vigo y Villalpando.
- El informe de Alcañices fue remitido por el alcalde mayor y en él da cuenta que no se habían producido víctimas ni daños materiales. Como fenómeno extraño, la fuente de Rábano de Aliste que rompió con agua de color de barro, después la despedía de color ceniza. También se habían visto la noche anterior señales en el cielo sin especificar nada más.
- El alcalde mayor de Benavente informó que sobre las 9:45 de la mañana del día uno sobrevino el terremoto que duró de siete a ocho minutos, se «vieron mover todas las habitaciones» y no hubo desgracias en personas ni edificios. Los ríos Esla y Órbigo se salieron de madre cosa de 12 varas y al mediodía se volvió a repetir el temblor por unos dos minutos. Como no podía ser menos por parte del cabildo eclesiástico y del ayuntamiento se hicieron rogativas públicas.
- El gobernador de Puebla de Sanabria informó que el terremoto se había producido a las 10 de la mañana con una duración de cuatro minutos, sacó las aguas del Tera más de dos varas y derribó el retablo mayor de la iglesia parroquial de Pedralba de la Pradería. A las diez y cuarto se padeció otro temblor más débil y a las nueve de la noche otro parecido en intensidad al primero. El día 15 del mismo mes se había producido otro temblor entre la una y las dos de la madrugada; otro el día 27 a las seis de la mañana y el último el día 29 a las siete de la noche. De extraordinario calificó el gobernador que a pesar del «tiempo muy templado» que hacía, los días 17 y 18 de octubre cayeran sendas nevadas de dos varas que acabaron con árboles y frutos y ocasionaron mucho más daño que el terremoto.
- El intendente de Toro apenas remitió información alguna.
- El intendente de Zamora informó el 15 de noviembre que se produjo el terremoto a las diez de la mañana con una duración de seis a siete minutos en los que se movieron los edificios y se alteraron los ánimos de la gente que atropelladamente salió a las calles huyendo de lo que parecía una ruina inminente, a pesar de todo «ni aun lo leve de una tapia se vio caer». También se vieron alteradas las aguas del río Duero. A las 10 de la noche se volvió a repetir otro temblor aunque de una manera más tenue. Como signos premonitorios, un centinela de la plaza observó al amanecer de ese día una línea encendida que se fue desvaneciendo y los religiosos del convento de San Francisco vieron fuego sobre unos molinos cercanos. Además, conocemos el testimonio escrito de don Pedro Losada de Baños, escribano público de la capital zamorana que dejó anotadas en su notaría las impresiones que le produjo dicho fenómeno. No es ciertamente exhaustivo pero es un documento de primera mano, vivido por el propio autor. Según dicho notario, el movimiento se produjo a las 10 de la mañana y duró lo que suelen durar dos credos (dos otres minutos). Aunque varios edificios sufrieron su empuje no hubo que lamentar «desgracias ni quiebra alguna». Fernández Duro tampoco dedicó mucho espacio en sus Memorias Históricas al terremoto, solamente alude a pequeños daños en algunos edificios: la torre de San Ildefonso quedó ladeada, se resintieron una pared del consistorio y la torre de la casa del marqués de Castronuevo y otros pequeños daños que no cita. En agradecimiento el pueblo organizó dos fiestas solemnes celebradas en la catedral y en San Ildefonso aunque no pudieron sacar en procesión los cuerpos de los santos por el elevado presupuesto (30 000 reales) que presentó la cofradía.
Poco más conocemos de los efectos del terremoto en la provincia de Zamora, sabemos que dañó de importancia al templo parroquial de Torregamones ocasionando desperfectos importantes. El propio concejo decidió tomar cartas en el asunto y en reunión mantenida a la salida de la misa del pueblo acordó proveer lo necesario para los reparos de la iglesia pues según los vecinos, estaba «sentida con el motivo de los continuados terremotos universales que se han experimentado». Muchas de las obras que se hicieron en las iglesias parroquiales en los años inmediatamente posteriores al terremoto pudieron deberse a los daños ocasionados por el seísmo. Sin duda alguna, de la consulta de los archivos parroquiales podemos obtener información directa o indirecta de las consecuencias materiales que tuvo el célebre terremoto en los edificios religiosos de nuestra provincia.
- Castilla la Vieja:
- En Palencia, la torre de la iglesia de San Miguel tuvo que ser protegida, ya que casi se desploma. En el municipio de Torremormojón afectó a la estructura del castillo, conocido como la Estrella de Campos, lo que pudo ser una de las causas de su posterior derrumbamiento.
- En Valladolid, la torre de la catedral sufrió graves daños, derrumbándose en 1841.
- Castilla la Nueva:
- En Los Navalucillos (Toledo) la primitiva torre mudéjar de su iglesia sufrió importantes daños, tan graves, que tuvo que ser demolida posteriormente.
- En Aldea del Rey (Ciudad Real), el castillo de Calatrava la Nueva fue seriamente dañado, quedando destruidas las vidrieras del rosetón de la iglesia. Esta fue la causa de que finalmente fuera abandonado en 1802 por las malas condiciones en las que quedó el edificio.
- En Almagro (Ciudad Real), la antigua iglesia de San Bartolomé, situada en el extremo oeste de la Plaza Mayor, fue gravemente dañada por lo que finalmente se demolió en el siglo XIX.
- En Viso del Marqués (Ciudad Real), el Palacio renacentista del marqués de Santa Cruz perdió sus cuatro torres.
- El 4 de noviembre de 1755, La Gaceta, semanario de Madrid, de ocho páginas y de información general, se refirió a un temblor de tierra en San Lorenzo de El Escorial que llevó a los reyes a trasladarse al palacio del Buen Retiro, a pesar de que a esa misma hora el terremoto también se había sentido en Madrid capital por un espacio de ocho minutos, sin que el hecho transcendiera aparentemente más allá de lo transcrito por el periódico.27
- Cataluña:
- Posiblemente, a causa del terremoto, se abrió una grieta cerca de la montaña de Montserrat donde se halló agua termal, del cual dio paso al futuro balneario de la Puda de Montserrat en el Bajo Llobregat (Barcelona).
En Marruecos
Impactó de manera fuerte a lo largo de la línea costera, ocasionando la muerte a 10 000 personas aproximadamente.28 El terremoto y el tsunami alteraron la configuración del estuario del Bu Regreg lo que inutilizó el puerto de Salé, hasta entonces importante centro de piratería y principal puerto de Marruecos en el Atlántico. Esto llevaría a la construcción de Esauira.
Los restos de la ciudad romana de Volubilis quedaron destruidos por el terremoto de Mequinez de 1755, que sucedió el 27 de noviembre de ese año. Aunque este terremoto no se considera una réplica del terremoto de Lisboa del 1 de noviembre, puede haber sido un ejemplo de terremoto desencadenado debido a la transferencia de tensiones.29
En el resto del mundo
Las ondas sísmicas causadas por el terremoto fueron sentidas a través de Europa hasta Finlandia y en África del Norte. Maremotos de hasta 20 m de altura barrieron la costa del Norte de África, y golpearon las islas de Antigua, Martinica y Barbados al otro lado del Atlántico.30 Un maremoto de 3 m golpeó también la costa meridional inglesa.
Implicaciones sociales y filosóficas
El terremoto sacudió mucho más que ciudades y edificios. Lisboa era la capital de un país devotamente católico, con una larga historia de inversiones en la Iglesia y la evangelización de las colonias. Más aún, la catástrofe tuvo lugar un día de fiesta católico, cuando la gente estaba en las iglesias, y destruyó prácticamente casi todos los templos importantes, matando a la gente que estaba en ellos. Para la teología y filosofía del siglo XVIII, esta manifestación de la cólera de Dios era difícil de explicar.9
El terremoto influyó profundamente en muchos pensadores de la Ilustración europea. Muchos filósofos contemporáneos mencionaron o hicieron referencia al seísmo en sus escritos, notablemente Voltaire en Cándido y en su Poème sur le désastre de Lisbonne (Poema sobre el desastre de Lisboa).8
El carácter arbitrario de la supervivencia fue probablemente lo que más marcó a Voltaire, llevándolo a satirizar la idea, defendida por autores como Gottfried Wilhelm Leibniz o Alexander Pope, de que «este es el mejor de los mundos posibles». Como escribió Theodor Adorno, «el terremoto de Lisboa fue suficiente para curar a Voltaire de la teodicea de Leibniz».31 A finales del siglo XX, siguiendo a Adorno, el movimiento telúrico de 1755 ha sido presentado a veces como análogo al Holocausto, en el sentido de que tan enorme catástrofe tuvo un impacto transformador en la cultura y la filosofía europeas. El concepto de lo sublime, aunque existía antes de 1755, fue desarrollado en filosofía y elevado a su más alta expresión por Immanuel Kant, en parte como resultado de sus intentos para comprender la enormidad del seísmo y del maremoto de Lisboa. Kant publicó tres textos separados sobre el terremoto de Lisboa. El joven Kant, fascinado con el seísmo, recogió toda la información disponible en gacetillas de noticias y la usó para formular una teoría sobre las causas de terremotos. Su teoría, que implicaba cambiar de sitio enormes cavernas subterráneas llenas de gases calientes, fue (aunque errónea en última instancia) una de las primeras tentativas sistemáticas modernas para explicar los terremotos mediante causas naturales, antes que sobrenaturales. Según Walter Benjamin, el delgado libro elaborado por un joven Kant sobre el terremoto «representa probablemente el principio de la geografía científica en Alemania. Y ciertamente el comienzo de la sismología».8
Por otra parte, Werner Hamacher (un pensador posmoderno, entusiasta de Hegel) ha afirmado que las consecuencias del seísmo penetraron en el vocabulario de la filosofía, haciendo inestable e incierta la común metáfora que establecía firmes bases sobre la tierra en las discusiones de los filósofos: «Bajo la impresión ejercida por el terremoto de Lisboa, que tocó la mentalidad europea en una [de] sus épocas más delicadas, la metáfora del suelo y el temblor perdió totalmente su aparente inocencia; ya no se usaron más como figuras del discurso» (263). Hamacher afirma que la certeza fundacional de la filosofía de Descartes comenzó a convulsionarse como consecuencia del terremoto de Lisboa.
La escritora estadounidense Elena G. de White, una de las fundadoras de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, afirmó que este terremoto corresponde al cumplimiento de algunas profecías bíblicas (Apocalipsis 6:12 y Marcos 13:24-26): «En cumplimiento de esta profecía, en 1755 se sintió el más espantoso terremoto que se haya registrado. Aunque generalmente se lo llama el terremoto de Lisboa, se extendió por la mayor parte de Europa, África y América. Se sintió en Groenlandia en las Antillas, en la isla de Madera, en Noruega, en Suecia, en Gran Bretaña e Irlanda. Abarcó por lo menos diez millones de kilómetros cuadrados».32
Los daños del terremoto de Lisboa en el interior de la península ibérica
El terremoto de Lisboa sucede en 1755 y aún no tenemos claro ni su origen -qué falla fue la que se disparó-, aunque sabemos que el epicentro se sitúa en el mar al suroeste del cabo de San Vicente, en Portugal. Ni tampoco su magnitud (probablemente en torno a 9, una de las mayores registradas en los últimos siglos).
Grabado de 1755 que muestra las ruinas de la ciudad de Lisboa en llamas y un maremoto arrollando los barcos del puerto tras el gran terremoto. Autor desconocido. Dominio público. Obtenida de Wikipedia.
Pero sí conocemos la distribución de daños que generó en superficie. Esto es, su intensidad.
En este mapa puedes ver la distribución de intensidades del terremoto de Lisboa, desde la máxima X hasta IV, que afectó a toda la península ibérica.
Salamanca, Segovia, Ávila, Madrid o Toledo quedan dentro de la zona de intensidad V, en la cual ya se producen ciertos daños. Aunque la incidencia en esta zona está muy lejos de la destrucción enorme provocada en Lisboa o en la costa atlántica de la península, por supuesto.
Mapa tomado de Silva y colaboradores (2023).
Grietas en los muros
Sin embargo, este fenómeno natural de proporciones enormes dejó un registro de daños muy característico en la zona central de la península ibérica.
Son visibles en iglesias, palacios, monasterios y murallas construidas con anterioridad a 1755 y muchas veces pasan desapercibidas: las grietas que en ocasiones tienen un calado importante que rompe la continuidad de muros. Muchas de ellas reparadas en su momento.
Mapa de isoistas del terremoto de Lisboa
Khara-Khoto (Ciudad negra)
Khara-Khoto (Ciudad negra)
La ciudad abandonada de Khara-Khoto
Coordenas: 41.-45o54o 101-08-42E
La ciudad Eji Nai (lengua Tangut, transcrita al chino como 亦集乃 Yijinai) o Khara-Khoto (Ciudad Negra en idioma mongol).1 fue una ciudad Tangut en la región de Ejin que se encuentra en la prefectura de Alxa, en la parte occidental de Mongolia Interior, cerca del antiguo lago Gashun. Se ha identificado como la ciudad de Etzina o Edzina, que aparece en Los viajes de Marco Polo.
Historia
La ciudad fue fundada en 1032 y se convirtió en un próspero centro del Imperio tangut en el siglo XI. Hay restos de murallas de 9,1 metros de altura y muros exteriores de 3,7 m de espesor.2 Los muros exteriores miden 421 m de este a oeste y 374 m de norte a sur.3
La fortaleza amurallada fue tomada por primera vez por Genghis Khan en 1226,4 pero a diferencia de lo que se piensa, la ciudad continuó prosperando bajo el señorío mongol. Durante el reinado de Kublai Khan, la ciudad se amplió, llegando a un tamaño tres veces mayor que durante el Imperio tangut. Togoontemur Khan concentró su preparación para la reconquista de China en Khara-Khoto. La ciudad se encuentra en el cruce de caminos de Karakorum, Xanadú y Kumul.
En Los viajes de Marco Polo, Marco Polo describe una visita a una ciudad llamada Etzina o Edzina,4 que se ha identificado con Khara-Khoto.56
Al salir de la ciudad de Campichu andas durante doce días, y luego llegas a una ciudad llamada Etzina, que esta hacia el norte, al borde del desierto de arena, y que pertenece a la provincia de Tangut. Las personas son idólatras y tienen un montón de camellos y ganado, y en el país se produce un número enorme de buenos halcones, ambos Sakers y Lanners. Los habitantes viven de sus cultivos y su ganado, ya que no tienen comercio. En esta ciudad se debe preparar para las necesidades de víveres durante cuarenta días, porque al salir de Etzina, se entra en un desierto que se extiende a cuarenta días de viaje hacia el norte, y en el que te encuentras sin vivienda ni lugar de aprovisionamiento.
Marco Polo, Los viajes de Marco Polo, traducido por Henry Yule, 1920
Según una leyenda local de la población Torghut, en 1372 un general mongol llamado Khara Bator2 (en Mongol: Héroe Negro) estaba rodeado por los ejércitos de la dinastía Ming de China. Estos habían desviado el Río Ejin, la fuente de agua de la ciudad que fluía a las afueras de la fortaleza, dejando a Khara-Khoto sin agua para sus jardines y pozos. A medida que pasaba el tiempo y Khara Bator se daba cuenta de su destino, él asesinó a su familia y luego se suicidó. Después de su suicidio, los soldados de Khara Bator esperaron dentro de la fortaleza hasta que el ejército de los Ming finalmente atacó y mató a los habitantes restantes. Otra versión de la leyenda sostiene que Khara Bator abrió una brecha en la esquina noroeste de la muralla de la ciudad y escapó a través de ella. Los restos de la ciudad tiene efectivamente una brecha por la que un jinete puede pasar.
Después de la derrota, y, además, posiblemente por la falta de agua,4 la ciudad fue abandonada y dejada en ruinas.
Exploración
Una pintura de seda de Khara-Khoto, ahora situado en Museo del Hermitage, San Petersburgo.
Los Exploradores rusos Grigory Potanin y Vladimir Obruchev habían oído rumores de que en algún lugar aguas abajo del río Ejin una antigua ciudad estaba esperando. Este conocimiento dio impulso al Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia, para lanzar una nueva expedición al Asia Central bajo el mando de Piotr Kozlov.7
Durante la expedición al Asia Central 1907-1909, en 1908, Kozlov hizo el descubrimiento histórico de Khara-Khoto. Con una cena y un regalo de un gramófono a un señor local torghut Beile Dashi, Kozlov obtuvo un permiso para excavar en el sitio, llegando el 1 de mayo de 1908 a las ruinas de Khara-Khoto.7 Más de 2.000 libros, pergaminos y manuscritos en la lengua tangut fueron descubiertos.8 Kozlov inicialmente envió diez cajas de manuscritos y objetos budistas a San Petersburgo, volviendo nuevamente en mayo de 1909 para más objetos. Los libros y grabados en madera fueron encontrados en junio, mientras se llevaba a cabo la excavación de una estupa fuera de los muros de la ciudad a unos 400 m (1.300 pies) hacia el oeste.7
Sir Marc Aurel Stein excavó Khara-Khoto durante su tercera expedición a Asia Central6 en 1917. Los hallazgos de esta investigación fueron incorporados en el capítulo 13 del primer volumen de Stein de Asia íntima.910
Langdon Warner visitó Khara-Khoto en 1925.4
Exploracion
Plano de Khara-Khoto, expedición Aurel Stein
Los exploradores rusos Grigory Potanin y Vladimir Obruchev escucharon rumores de que en algún lugar aguas abajo del río Ejin estaba esperando una antigua ciudad. Este conocimiento dio impulso al Museo Asiático, St. Petersburgo, para lanzar una nueva expedición mongol-esichuan bajo el mando de Pyotr Kuzmich Kozlov.[8]
Mapa de expedición Khara Khoto Kozlov, la mezquita está en la esquina extrema de la izquierda del mapa a las afueras de las murallas de la ciudad, indicado por una forma rectangular con las palabras. En cursiva
Folke Bergman viajó por primera vez a Khara-Khoto en 1927, regresando en 1929 y permaneciendo durante un año y medio en la zona. Hice mapas de Khara-Khoto y la zona del río Ejin, observó atornillas y fortalezas, encontrando un gran número de xilógrafos. Bergman señaló que las visitas de Kozlov y Stein eran superficiales y parte de su documentación publicada era parcialmente incorrecta.[14]
Sven Hedin y Xu Xusheng dirigieron la Expedición Sino-Swedish en las excavaciones arqueológicas del yacimiento entre 1927-31.[5] Después de Hedin, John DeFrancis visitó en 1935.
Otras excavaciones chinas entre 1983 y 1984 de Li Yiyou, Instituto Enmonero Interior de Arqueología, han producido unos 3.000 manuscritos más.[1][1][15] Además de los libros, estas excavaciones desenterraron materiales de construcción, artículos diarios, instrumentos de producción y arte religioso.[16]
Conclusiones
Los hallazgos de Kozlov, unas 3.500 pinturas y otros objetos, están en el Museo del Hermitage, St. Petersburg, mientras los libros y los xilografías están en el Instituto de Estudios Orientales.[5] Estos afortunadamente sobrevivieron al Sitio de Leningrado y algunos de ellos se perdieron hasta su redescubrimiento en 1991,[17] formando la base para la investigación de la lengua Tangut, escrita en escritura de Tangut en años posteriores. Los libros y manuscritos enviados de vuelta a St. Petersburgo por Kozlov fue estudiado por Aleksei Ivanovich Ivanov, quien identificó varios diccionarios de Tangut, incluyendo un glosario chino-Tangut titulado Perla en la Palma (chino: , compilado en 1190.[16]
Además de artefactos escritos, la colección Khara-Khoto en el Museo del Hermitage incluye pinturas sobre seda, principalmente de sujetos budistas en estilo chino y tibetano. Además, también se han encontrado fragmentos de seda murciélago.[18] Un pequeño fragmento de pintura de la pared de barro confirma el uso de cobalto como pigmento en forma de maldad.
Según la curadora de Hermitage Kira Samosyuk, “la mayoría de las pinturas de la colección datan de los siglos XI a XIII, mientras que la mayoría de los fragmentos de porcelana con acristalamiento decorativo cobalto son del siglo XIV. Ninguna pintura es de una fecha posterior a 1378-1387; ningún texto chino más tarde de 1371; no Tangut texto más tarde de 1212. Así parece que la vida de la ciudad cesó en algún momento alrededor de 1380″.[20]
Uno de los rompecabezas de Khara-Khoto es que había un edificio justo fuera de las paredes del castillo. A juzgar por su forma, parece ser una mezquita. Parecía que había musulmanes entre la gente que estaban gobernados por el Tangut. Debido a la creencia politeística de la gente local, los musulmanes construyeron sus mezquitas afuera. Comerciantes de la India y del otro lado del oeste habrían rezado en la mezquita y encontrado alivio después de su arduo viaje a lo largo de la Ruta de la Seda[21]
Imagen de la visita de Aurel Stein. Una tumba (posiblemente una mezquita) en la esquina sureste, vista desde el este, alrededor de 1914.
Khara-Khoto, o ciudad negra en mongol fue fundada en 1032 d.C. como la capital de la dinastía Xia Occidental (1038-1227) y pronto se formó para convertirse en un próspero centro comercial. La ciudad fue capturada por Genghis Kahn en 1226, pero en lugar de destruirla como la Horda de Oro del Khan solía hacerlo a las ciudades capturadas, Khara-Khoto realmente floreció bajo el dominio mongol. Durante el tiempo de Kublai Khan, la ciudad se expandió a tres veces su tamaño original, e incluso fue mencionada por Marco Polo en su viajero por su nombre Tangut de Etzina:
Bajo los mongoles, el pueblo Tangut pudo disfrutar de la existencia pacífica durante casi 150 años, hasta que la dinastía Ming asedió la ciudad en 1372. Nadie sabe exactamente cómo cayó Khara-Khoto, pero la leyenda local afirma que los astutos gobernantes Ming desviaron el río Ejin, la única fuente de agua de la ciudad, que fluyó justo fuera de la fortaleza negando así a las tropas de la ciudad y habitantes del elixir vivificante. Mientras las tropas Ming asfiinaban la ciudad sin necesidad de poner un pie dentro de sus muros, la gente de Khara-Khoto se dio cuenta de que deben tomar una decisión terrible: morir de sed, o enfrentarse a los soldados Ming en combate.
Cuatro de las cinco estupas de la dinastía Yuan ubicadas en la parte superior de la esquina noroeste de las paredes de Kharakhoto.
Ahora todo lo que queda de esta gran ciudad son murallas de 30 pies de altura, unas pocas pagodas de 40 pies de altura, y lo que parece ser una mezquita a las afueras de las murallas de la ciudad, lo que indica que había musulmanes entre la gente que estaba gobernada por el Tangut.
Pilas de ladrillos de barro para trabajos de reparación fuera de la pared sur de Kharakhoto.
Tolmo de Minateda
Tolmo de Minateda
Coordenadas: 38°28′41.37″N 1°36′32.46″O
El Tolmo de Minateda es un yacimiento arqueológico ubicado en Hellín (Albacete, España) excavado desde el año 1988 por un equipo conjunto de la Universidad de Alicante y el Museo Arqueológico de Albacete, dirigido por Lorenzo Abad Casal, Sonia Gutiérrez, Blanca Gamo y Pablo Cánovas,1 con financiación y autorización de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
El Tolmo es una planicie de aproximadamente 7 hectáreas, que se levanta en un estratégico cruce de caminos entre la zona meridional de la Meseta Central y la costa sureste del mar Mediterráneo; esta ruta seguía la vía romana Complutum–Carthago Nova (Toletum–Carthago Spartaria en época medieval).
El Tolmo de Minateda visto desde el este.
Un ramal de este camino pasa por la vaguada que conduce al Tolmo, conocida con el nombre de El Reguerón y que presenta profundos surcos labrados por las ruedas de los carros, ya que durante milenios constituyó el único camino de acceso al cerro. Su posición estratégica del Tolmo permitió que fuera habitado ininterrumpidamente durante más de 3.000 años, desde la Edad del Bronce hasta la ocupación islámica.
Historia
Su eclosión llegó con íberos y romanos. En el año 9 a. C., la ciudad alcanzó rango de municipio, probablemente con el nombre de Ilunum. Sin embargo, a partir de mediados del siglo II declinó poco a poco en beneficio de las villas del valle. La actual Minateda no se recuperó hasta el siglo VI, durante el intento de Justiniano de restaurar el Imperio romano de Occidente.
Tras el restablecimiento del control visigodo, surgió aquí una sede episcopal con el nombre de Eio, cuyos obispos firmaban en las actas conciliares como ilicitanae, qui et eiotanae; esta alusión a Ilici (La Alcudia, Elche) supondría algún tipo de dependencia del entonces poderoso obispo de esta ciudad.2
Tras la llegada de los musulmanes, la ciudad fue una de las que se incluyeron en el pacto firmado en el año 713 entre el comes o dux Teodomiro y el conquistador Abd al-Aziz ibn Musa. Mantuvo su existencia durante casi doscientos años, aunque la iglesia debió perder pronto su carácter religioso. Su lugar lo ocupó un barrio islámico hasta que a finales del siglo IX la ciudad se abandonó de manera definitiva. Desde entonces el lugar se conoció como Madīnat Iyyuh (adaptación árabe de Eio), nombre del que procede la Minateda actual.
La importancia del cerro en la Antigüedad empezó a vislumbrarse en el siglo XIX, pero no ha sido hasta las últimas tres décadas cuando la excavación de sus ruinas se ha intensificado.
Intervenciones arqueológicas
A la entrada del yacimiento las excavaciones han puesto al descubierto tres estructuras defensivas. La más antigua es de los siglos II-I a. C., de forma ataludada y construida con mampostería, aunque en su interior existen vestigios que se remontan a la Edad del Bronce. En época augustea se le revistió de un muro de sillería para conmemorar la concesión a la ciudad del estatuto municipal, seguramente con el nombre de Ilunum. Algunos sillares con inscripción monumental nos han permitido conocer que esta obra se hizo en la segunda mitad del año 9 a. C., bajo los auspicios del emperador Augusto y la intervención más o menos directa de Lucio Domicio Enobarbo, gobernador de la provincia.
En el siglo VI, los restos de ese muro se utilizaron en la construcción de un baluarte adelantado en forma de L, con puerta abovedada flanqueada por dos torres. Debió arruinarse pronto, quizás a causa de un movimiento sísmico. Su ángulo septentrional se desmoronó sobre el camino, inutilizándolo.
En la parte alta del yacimiento se ha excavado un complejo religioso y palacial de época visigoda. El edificio principal es una basílica de tres naves separadas por columnas, con ábside en la cabecera y baptisterio también tripartito a sus pies. Adosado a su lado norte, un edificio de grandes dimensiones y estructura monumental parece tener funciones de representación, administración y residencia. Es posible que se trate del palacio de la sede de Elo o Eio, creada entre los años 589 y 610 para administrar la parte de la diócesis de Ilici que permanecía en manos visigodas, puesto que el resto estaba en poder de Bizancio. Alrededor del complejo se extendía un cementerio con numerosas inhumaciones, enterramientos reservados a las élites laicas y religiosas, que buscaban la protección de las reliquias de la iglesia.
Acceso al yacimiento
Estructuras defensivas.
Antigua basílica en el Tolmo de Minateda.
Al sur del yacimiento se encuentra un recinto cerrado por una larga muralla, probable «castellum» visigodo, que confirma la estratégica ubicación de El Tolmo y su relación con el camino que le dio sentido.
A finales del siglo XIX, las laderas se fueron poblando de casas semirrupestres que llegaron a conformar una pequeña entidad, hasta su abandono a mediados del siglo XX. Dentro del proyecto de El Tolmo de Minateda se ha iniciado la restauración de las mejor conservadas.
Entrada al Parque Arqueológico
Al norte del cerro son visibles vestigios de monumentos funerarios escalonados de época romana republicana, hechos con sillería o adobe. En su interior se encontraba la urna con las cenizas del difunto, junto con su ajuar. Por encima se documentaban niveles de época imperial, con sepulturas de cremación en urnas depositadas en hoyos abiertos en el suelo. Posteriormente se ubicó en el lugar una necrópolis de inhumación, en uso desde la época tardorromana a la islámica. En el mismo cementerio confluían enterramientos de rito cristiano e islámico, algo raramente atestiguado en otros lugares.
Parque arqueológico
Centro de Interpretación
La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha declaró en su momento El Tolmo de Minateda como uno de sus cinco parques arqueológicos, junto a Segobriga, Alarcos, Carranque y Recopolis. Ello conllevó trabajos de consolidación y mejora de las estructuras, la adecuación de dos circuitos visitables y la construcción de un centro de interpretación. El proyecto se terminó completamente a principios de 2011 y se abrió por fin al público el día 4 de marzo de 2019.
Visita al Tolmo de Minateda
Camino y murallas
Lo primero que se aprecia es el camino que conducía a la ciudad, una pista de piedra en la que se observan claramente surcos, debidos al paso de carros con ruedas de hierro hacia finales de la época visigoda.
El asentamiento fue fortificado desde sus primeros tiempos, construyéndose un muro en la Edad de Bronce y una muralla en la época ibérica. Después, al pasar al dominio romano con el nombre de Ilunum, se levantó otra muralla en la época de Augusto, con una puerta de la que quedan algunos restos que fueron utilizados en la construcción de una posterior muralla visigoda.
En el mismo lugar donde estuvo la puerta romana, estuvo posteriormente la puerta visigoda, que presumiblemente estuvo flanqueada por dos torres, aunque nada de conserva en la actualidad.
También se encontró una inscripción haciendo referencia a los primeros gobernantes romanos del lugar: Titus Martius, Gaius Grattius Grattianus y Vibius Fulvius.
Complejo religioso visigodo y barrio islámico
Es el núcleo principal del asentamiento. Gran parte del mismo lo ocupan los restos de una basílica, un baptisterio anexo y un palacio episcopal. De entre todos destaca la basílica, cuya planta en forma de cruz se aprecia en su totalidad, sobre todo el ábside en uno de los extremos. En tono a él, existe un cementerio, con varias tumbas excavadas en la roca.
El baptisterio tiene una piscina bautismal, pero está cubierta, por lo que no se aprecia muy bien.
En el lateral exterior de la basílica, se pueden ver restos de viviendas islámicas, cuando el lugar pasó a llamarse Madînat Iyih, que se construyeron aprovechando los materiales visigodos al dejarse de utilizar los edificios religiosos.
La acrópolis, castellum o alcázar
Aquí estaba la parte más alta de la ciudad, un último reducto al que podía acudir la población para refugiarse. Fue construido en la época visigoda y también se utilizó en la islámica. Poco se conserva a excepción de algunas oquedades excavadas en la roca, que pudieron servir de aljibes y silos, y algo de la muralla que rodeaba el lugar.
Puerta norte y actividades diarias
Hubo un acceso secundario, la puerta norte, solamente peatonal y de la que actualmente no se conserva nada, y cerca de la cual, se pueden ver restos de elementos utilizados en las actividades diarias de sus habitantes, tales como silos, canteras, las paredes de una posible habitación tallada en piedra…
Necrópolis norte
Por uno de los itinerarios secundarios se llega a los restos de una necrópolis que fue utilizada casi desde el inicio del asentamiento hasta la época islámica.
Casas semirrupestres
Por otros itinerarios secundarios se llega a casas adosadas al tolmo, construidas durante el siglo XIX y utilizadas hasta mediados del siglo XX.
Hay que mencionar que los objetos encontrados en las excavaciones se encuentran en el Museo Comarcal de Hellín y en el Museo Arqueológico de Albacete, así como algunos restos de construcciones, siendo reproducciones lo que se ve en el yacimiento.
Alrededores del Tolmo de Minateda
A unos 2 kilómetros al sur, también formando parte del Parque Arqueológico Tolmo de Minateda, hay un conjunto de 5 abrigos rupestres, entre los que destaca el Abrigo Grande, con hasta 600 figuras humanas y de animales. Este conjunto fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998, como parte del Arte Levantino del Arco Mediterráneo. La visita ha de ser necesariamente guiada, pues el acceso a la cueva es difícil y además se encuentra protegida por una verja cerrada.
Se describe con más detalle la denominada basílica de Eio
BASÍLICA DE EIO (Tolmo de Minateda)
Una inscripción de época romana, que demuestra que se trata de la ciudad de Ilunum, y los significativos restos visigodos que se han excavado, han permitido reconocer en ella la importante sede episcopal visigoda de Eio -ó Elo-, creada a finales del siglo VI para sustituir a la diócesis de Ilici, que estaba en poder de los bizantinos.
Descripción
Hasta ahora se ha completado únicamente la excavación de la zona de la iglesia. Se trata de una basílica de forma tradicional, con tres naves y un único ábside orientado al este. También existe un contracoro opuesto al ábside con un baptisterio adosado, que ocupan los últimos tramos de la nave central y cuatro compartimentos laterales, tres en el costado meridional y uno de acceso a en el primer tramo del septentrional.
La basílica con una longitud de 37,5m es una de las mayores que se conocen del prerrománico español. Su Anchura, de 12,5m en el primer tramo, se va reduciendo ligeramente en las naves laterales hasta 11,5m en el último tramo, siendo fija -de 5m- la de la nave central. Las naves están separadas por dos filas de ocho columnas reutilizadas -aunque en la posición de la cuarta columna del lado sur se utilizó un pilar-, formando ocho tramos a los que se añade el baptisterio, de mayor longitud y diferente estructura. Las columnas se apoyan sobre basas áticas que también provienen de construcciones anteriores y que se sustentan sobre huecos tallados en la roca, cimentados con argamasa. Los tramos estarían cubiertos por arquerías de medio punto de las que se ha encontrado algunas dovelas y una gran parte de uno de los arcos.
Aunque no se sabe si las naves eran de la misma altura o si era más alta la central con ventanas en la parte superior de sus muros, esta opción parece la más probable porque era lo habitual en este tipo de basílicas y además en las excavaciones se han encontrado los restos de varias ventanas monolíticas que probablemente pertenecían a este edificio. La cobertura sería plana a dos aguas la central, soportada sobre los muros laterales y las arquerías de separación entre las naves. El suelo de toda la iglesia, en el que existen varios canales de desagüe, es la propia roca tallada, recubierta de una capa de mortero de cal mezclada con la misma roca machacada, excepto en algunas áreas en las que se ha encontrado un pavimento de tierra arcillosa, se supone que producto de una modificación posterior.
El ábside es exento, en forma de medio punto peraltado, tanto exterior como interiormente, y está formado por un muro doble de sillares reutilizados, con relleno interior, formando una estructura muy sólida que soportaba una cúpula de cuarto de esfera en ladrillo de la que se han encontrado restos in situ. Su acceso se efectuaba mediante un arco de medio punto en ladrillo que apoyaba directamente sobre los muros laterales. El suelo, como la mayor parte de la iglesia es la propia roca, recubierta por una ligera capa de opus signinum. Delante del ábside, ocupando el primer tramo de la nave central, se encuentra el coro, un espacio rectangular con el suelo elevado sobre el resto de la basílica. En él se han encontrado dos fases distintas de construcción, en la primera, a un nivel intermedio entre el suelo del ábside y el de la basílica y que estaba pavimentado con ladrillos, tendría acceso por los tres lados, mientras posteriormente el suelo se elevó a la misma altura que el ábside y se añadieron canceles que cerraban el paso en los costados y dejaban sólo un paso en el frente. También en esta fase se añadieron canceles de separación entre el ábside y el coro.
Mención aparte merece el contracoro situado en el último tramo de la nave central. Se trata de un espacio separado del resto de la iglesia por muros bajos en los que sólo hay dos accesos, uno desde la nave central y otro en su costado meridional. No se sabe si existe desde la construcción inicial aunque se supone que se añadió posteriormente, ni cual fue su uso, ya que aunque se puede relacionar con el doble ábside de las iglesias norteafricanas y con otras basílicas en las que existe un espacio de este tipo para uso funerario, en este caso parece más bien relacionado con la circulación de los catecúmenos en el rito del bautismo. La zona del baptisterio mantiene las tres naves, en este caso separadas por medio de canceles, sin columnas ni arquerías. La pila bautismal, cuatrilobulada, inicialmente ocupaba toda la parte central, pero fue reducida posteriormente mediante varias capas de relleno, quizá debido a la sustitución del bautismo por inmersión. No tenía ningún acceso exterior ni desde el contracoro, sino únicamente desde las naves laterales de la basílica a las del baptisterio, y de éstas con la central.
El edificio tiene adosados cuatro espacios exteriores. El primero, único situado en el costado norte, es un acceso que estaba porticado sobre pilares, con una escalera que ascendía al primer tramo de la nave. Se trataba de una entrada monumental a la basílica desde la pequeña plaza que la separaba del palacio, en la que existían dos bancos de piedra y en la que se han encontrado restos de decoración.
En el costado sur existen otros tres compartimentos, todos ellos construidos en la remodelación posterior de la basílica. Uno está situado enfrente de la entrada monumental del costado norte y es de un tamaño algo mayor, con dos pequeñas puertas, una de acceso desde el exterior, al este y otra, escalonada, hacia la basílica. Se supone que su uso era exclusivamente litúrgico, posiblemente como sacrarium, y en él se encontró una fosa vacía y tapada con ladrillos, una caja cuadrada tallada en el suelo, se supone que para incrustar el pie de una mesa, y un banco adosado al muro occidental. El segundo es semejante al descrito pero sin acceso exterior y con un banco corrido en tres de sus costados. Está situado en el extremo occidental del lado sur, en la zona del baptisterio.
Por último, la basílica tiene otros dos accesos principales en el centro de cada uno de los muros laterales, al estilo de las basílicas de tipo norteafricano. Mientras el situado al norte parece que pudo tener un pequeño pórtico, el del costado sur disponía de un vestíbulo cubierto, elevado sobre el suelo de la iglesia, también con acceso escalonado. En general, los vanos, tanto entre los diversos compartimentos como los de los accesos exteriores, estaban flanqueados por jambas monolíticas, que se conserva in situ en bastantes casos.
Como ya hemos indicado, la mayoría de los materiales utilizados en la construcción de la basílica procedían de edificaciones anteriores, en algunos casos, como las columnas de la nave, de distinta procedencia y medidas, y conformando paramentos de estructuras muy diversas, aunque todo ello quedaba oculto por un enlucido que cubría toda la basílica y que también se utilizaba para ocultar las diferencias en algunas columnas, basas y otros elementos. El resultado final debió ser una obra muy bien planificada, consistente y con una terminación de calidad.
Pero en Eio nos encontramos con el hecho sorprendente de que la basílica fue modificada, parece ser que por motivos litúrgicos, muy poco tiempo después de su terminación. Estos cambios implicaron en su interior la elevación del coro incluyendo el añadido de los canceles, la construcción del contracoro y la modificación del espacio del baptisterio, reduciendo el tamaño de la pila bautismal, mientras que en el exterior se añadieron los tres compartimentos exteriores del costado sur y posiblemente se modificó el compartimento de acceso norte.
Conclusiones
Al analizar estas modificaciones se puede considerar como significativo que en las zonas de la segunda fase hayan aparecido canceles con decoración tallada a dos planos con cruces inscritas en un círculo y círculos entrelazados, todo ello habitual en el arte visigodo, mientras toda la construcción inicial se había mantenido dentro del tipo más clásico de basílica convencional paleocristiana y sin ninguna relación con el arte visigodo, tanto en la decoración como en la forma de los arcos, todos de medio punto, o en el coro abierto en el que no existían las zonas aisladas tan típicas de la liturgia católica visigoda.
Por otro lado, la sede episcopal de Eio aparece mencionada por primera vez en un concilio provincial cartaginense celebrado en Toledo en 610. Este hecho ha llevado a pensar que la basílica se construyó a finales del siglo VI y, por lo tanto, después de la conversión de Recaredo, ya que está totalmente descartada la posibilidad de que se trate de una construcción paleocristiana, entre otros motivos, porque antes de la llegada de los bizantinos esta zona pertenecía al obispado de Ilici (La Alcudia de Elche) y no se justificaba la existencia de una sede de esta importancia en Eio.
Sin embargo, teniendo en cuenta lo extraño que resulta que sufriera una remodelación litúrgica inmediatamente después de su construcción, pensamos que sería interesante plantearnos la posibilidad de que la construcción inicial se hubiera producido unos años antes, en tiempos del rey Leovigildo y, por lo tanto, que se tratara inicialmente de una basílica arriana, lo que justificaría su remodelación para volver a consagrarla como sede católica.
Leovigildo fue un rey guerrero y constructor; luchó contra los suevos, los vascones y los bizantinos y construyó al menos dos nuevas ciudades: Recópolis como futura nueva capital del reino y Victoriacum protegiendo la frontera con los vascos. No sería nada extraño que hubiera creado también Eio como defensa contra los bizantinos, incluyendo la nueva sede episcopal arriana.
Otro detalle a tener en cuenta es que si comparamos la estructura de esta basílica con otras construcciones de esa época, vemos que tiene semejanza con otras iglesias visigodas del siglo VI, como Algezares, Segóbriga o el Germo, todas ellas de tipo basilical con tres naves separadas por columnas, aunque la de Eio es la de estructura más clásica y, por lo tanto, muy diferente a la de Recópolis, en la que empieza a modificarse la planta de las iglesias visigodas ya que en ella las naves laterales se separan con muros de la central, apartándose de la forma basilical, y aparece lo que podríamos considerar una especie de nave de crucero, cuyo desarrollo completo encontraremos en las iglesias cruciformes del siglo VII. Todo ello parece indicar que la basílica de Eio pudo ser algo anterior a la creación de Recópolis.
Lubaantún
Lubaantún
Coordenadas: 16°16′52″N 88°57′54″O
Localización administrativa
País: Belice
División: Toledo
Municipio: San Pedro Columbia
Historia
Época: Periodo Clásico de América
Cultura: Maya
Construcción: 700 CE
Abandono: 900 CE
Excavaciones: 1926–1927 · 1970–1973
Arqueólogos: T.A. Joyce, Norman Hammond
Dimensiones del sitio
Altura: 18 m s. n. m.
Mapa de localización
Lubaantun
Ubicación en Belice
Lubaantún es una ciudad precolombina correspondiente a la cultura maya, que se localiza en el actual territorio de Belice. Lubaantún se encuentra en el distrito de Toledo, alrededor de 30 kilómetros al noroeste de Punta Gorda (cabecera distrital), y a unos 3.5 kilómetros de San Pedro Columbia.
Lubantuún está datado hacia los años 700 al 900, en el periodo clásico. A lo largo del tiempo las construcciones del sitio se dañaron y las piedras con las que se habían edificado empezaron a caer. De hecho el nombre de Lubantuún deriva precisamente del nombre maya que significa lugar de piedras caídas.
Uno de los rasgos más distintivos de este yacimiento arqueológico es la amplia colección de objetos miniatura de cerámica que se encontraron en el lugar.
En torno a cinco plazas, 11 estructuras principales fueron edificadas encajando las piedras, sin argamasa alguna.
Se encontró una amplia colección de objetos miniatura, y el aventurero inglés Mitchell-Hedges (1888-1959) sostiene haber encontrado la “Calavera de la Muerte”, tallada en cristal de roca.
Reserva Arqueológica Lubaantun
Las ruinas mayas de Lubaantun, a 1,3 millas al noroeste de San Pedro Columbia, están construidas en la cima de una colina natural y muestran un método de construcción inusual en el antiguo mundo maya de bloques de pizarra negra, cuidadosamente cortados y sin mortero. Los arqueólogos postulan que Lubaantun, que floreció entre el 730 y el 860 d. C., puede haber sido un centro administrativo que regulaba el comercio, mientras que el cercano Nim Li Punit era el centro religioso y ceremonial local. El sitio maya comprende una colección de siete plazas, tres juegos de pelota y estructuras circundantes.
En la entrada hay un pequeño centro de visitantes que exhibe cerámica, figuras de cerámica, mapas y paneles que detallan la controvertida “calavera de cristal”, que se dice que fue encontrada aquí en 1926 por Anna Mitchell-Hedges, de 17 años. Lubaantun es conocido por las numerosas figuras de cerámica hechas con moldes que se encuentran aquí, muchas de las cuales representan a antiguos jugadores de pelota.
En 1924, el entonces director médico de Belice, Thomas Gann, un arqueólogo aficionado, otorgó el nombre de Lubaantun (Lugar de las piedras caídas) a estas ruinas. Desde 1970 se han realizado más trabajos arqueológicos profesionales y gran parte del sitio ahora está limpiado y restaurado.
Hay dos puntos de entrada a Lubaantun desde Southern Hwy, ya sea a través de Silver Creek (señalizado justo al norte de Big Falls) o San Pedro Columbia. De cualquier manera, son alrededor de 23 millas desde Punta Gorda por caminos de terracería una vez que se sale de la carretera. Los autobuses del pueblo que circulan entre San Pedro Columbia y San Miguel pueden dejarlo en el desvío hacia el sitio, luego está aproximadamente media milla más.
Las ruinas mayas de Lubaantun ha tenido una desafortunada historia “reciente”.
Descubierto y escrito en 1903, fue revisado en 1917 por Thomas Gann que usó dinamita al azar en su búsqueda de tesoros. Este método contra-intuitivo de búsqueda de tesoros diezmó muchas de las ruinas y obstaculizó posibles investigaciones futuras.
Fue visitado nuevamente por un equipo de arqueólogos británicos entre 1921 y 1930, pero se documentó poco más y la evidencia sugiere que se preocuparon muy poco por la historia de las ruinas. Thomas Gann regresó a las ruinas en 1924, con el aventurero FA Mitchell-HedgesAnna Mitchell-Hedges, hija de FA Mitchell-Hedges, afirmó haber tropezado con la infame calavera de cristal mientras acompañaba a su padre. Si bien era una historia encantadora, no hay absolutamente nada que respalde la afirmación, ymucho para desacreditarlo, incluida la improbabilidad de que el joven Mitchell-Hedges alguna vez pusiera un pie en Belice.
En lo que respecta al cráneo, muchos dicen que la tecnología utilizada para fabricarlo es demasiado avanzada para los mayas. Por supuesto, algunos afirman que los extraterrestres intervinieron, que es la base de la película de Indiana Jones de 2007. Otros dicen que el cráneo es un engaño, fabricado en Alemania y comprado en Londres en 1920 un año antes de la expedición. Los lugareños de Belice creen que el cráneo, real o no, debería devolverse al lugar que le corresponde en Lubaantun.
El cráneo es propiedad y está actualmente en manos de Bill Holmes, un rico coleccionista.
Aunque no es tan emocionante como el misterioso artefacto de calavera de cristal, muchas piezas de cerámica se han conservado gracias a expediciones más exitosas, y todavía es posible encontrar piezas de cerámica, dientes y herramientas en el sitio hoy en día.
Ruinas mayas de Lubaantun. Si crees que el tamaño importa, un viaje a Lubaantun, una ruina única en el sur de Belice que tiene la distinción de tener características arquitectónicas y de construcción únicas, debe encabezar tu lista de atracciones imprescindibles. Lubaantun no tiene nada en común con la mayoría de los otros sitios mayas y por innumerables razones, tal vez el más dramático es su enorme tamaño. Este pueblo era tan expansivo, que servía como centros comerciales, residenciales y religiosos, todos los cuales experimentarías cuando recorreras este magnífico sitio.
Lubaantun 11 grandes estructuras, imponentes. plus cinco plazas y tres canchas de pelota son maravillas que no tienen igual, según el Instituto de Arqueología de Belice y arqueólogos que supervisaron la excavación de este hito. No hay puertas para ser vistas, y los edificios son alrededor en lugar de cuadrados. Tendrás que imaginar estructuras de paja y madera que una vez coronaron estos edificios porque ahora se fueron. El musgo verde asoma desde cada gripe, recordando a los visitantes que Lubaantun prosperó durante el Período Clásico (730 a 890 d.C.), pero no queda más que un eco del pasado hoy.
Por qué visitaría las ruinas mayas de Lubaantun?
No hay necesidad de ser un gran fan de estilo arquitectónico para ser impresionado por edificios hechos de bloques de piedra caliza sostenidos en su lugar por nada más que aire. Los constructores mayas utilizaron métodos avanzados de construcción, literalmente cortando cada bloque para alinearse con los que lo rodeaban. Como centro ceremonial, Lubaantun no tuvo igual, aunque con el tiempo, que la construcción sin mortero llevó a la desintegración de este sitio, erosionado aún más por Thomas Gann. En 1924, el arqueólogo usó dinamita para revelar aspectos del complejo, y como resultado, se le atribuye haber otorgado el nombre actual de Lubaantun que se traduce como “Lugar de las Rocas Caítas”.
Hechos Acerca de Lubaantun
- Las grandes pirámides y residencias están hechas de bloques de piedra sin mortero que los unen.
- Los edificios en la parte superior de las pirámides estaban hechos de materiales perecederos en lugar de mampostería y por lo tanto no permanecen.
- El nombre es Maya para la Casa de Piedras Caídas.
- El sitio que nombró las Ruinas de Río Grande fue renombrado Lubaantun por el Dr. Thomas Gann en 1924.
- Entre 1915 y 1927 se realizaron intensas excavaciones que arrojaron una gran cantidad de información sobre la antigua maya del sur de Belice.
- Los hallazgos notables incluyen 3 canchas de pelota talladas descubiertas por R. E. Merwin que se aloja en el Museo Peabody de la Universidad de Harvard.
- En 1924 Gann regresó a Lubaantun junto con la F.A. Mitchell-Hedges, donde este último afirmó haber desenterrado la Cráneo de Cristal de la Perdición en el lugar.
- Mientras que la arqueología de Lubaantun fue muy expuesta, numerosos artefactos de Lubaantun se celebran ahora en el Museo Británico.
- Al igual que otros sitios en el sur de Belice, Lubaantun fue construido sin el uso de mortero y las superestructuras fueron construidas a partir de materiales perecederos y no permanecen hoy.
- Pocos monumentos tallados fueron encontrados en comparación con sitios cercanos como Nim Li Punit y Pusilha, sin embargo, muchas figuras cerámicas y ocarinas de excelente calidad han sido desenterradas.
Dónde se encuentra Lubaantun en Belice?
Lubaantun se encuentra al norte del río Colombia, a una milla del pueblo de San Pedro Colombia, y es accesible en transporte público. Desde Belmopan, tome la autopista Hummingbird durante 45 millas hasta el cruce de la salida de la autopista del sur. Gire a la derecha a la Carretera del Sur y recorra 70 millas adicionales (2 horas) hasta que llegue al Silver Creek cortado. Viaja por los pueblos de San Miguel y San Pedro Columbia. Salga justo en toda la carretera de grava del tiempo y continúe por unas 1 1/2 millas hasta llegar a la reserva.
El fraude de las calaveras de cristal
Un explorador inglés otorgó un valor especial a la calavera de cristal encontrada (supuestamente) por su hijastra en unas ruinas mayas de Belice.
En Lubaantun, una ciudad maya del sur de Belice datada entre 700 y 900, fue donde nació el mito de las calaveras de cristal. Allí decía el explorador inglés Frederick Albert Mitchell-Hedges que su hija adoptiva había encontrado en 1924 una pieza que él creía que era obra de los atlantes. Conocida como la Calavera del Destino, mide 13 centímetros de alto y 18 de largo, pesa unos 5 kilos y está hecha con dos bloques de cuarzo, uno para el cráneo y otro para la mandíbula. Es la calavera de Indiana Jones en su última aventura, un objeto que los seguidores de la Nueva Era consideran mágico y que los científicos no pudieron examinar hasta hace poco.
A las calaveras de cristal se les han otorgado casi todos los poderes posibles: funcionar como amplificadores telepáticos, curar a la gente, cambiar de color según las posiciones de los planetas, ver imágenes en las cuencas de sus ojos… Todo sorprendente y todo falso. Incluso la historia del hallazgo original de Mitchell-Hedges. Las piezas poseen gran belleza, pero ni son de origen misterioso ni tienen poderes. Los exámenes científicos realizados en los últimos años han fechado todas estas reliquias en el siglo XIX, así que no pudo haber ni atlantes ni mayas de por medio.
Hasta mediados de los años 90, la pieza del Museo Británico estuvo catalogada como “probablemente azteca, de entre 1300 y 1500”; pero en 1996 el microscopio electrónico descubrió en ella huellas de torno de joyero y ahora se etiqueta como “probablemente europea, del siglo XIX”. En mayo de 2008 se supo que para hacer la calavera del Instituto Smithsonian usaron como abrasivo carburo de silicio, compuesto químico que no se sintetizó hasta 1890. Y un examen de la de Mitchell-Hedges descubrió que se talló con herramientas que no existían hasta finales del XIX.
En manos de un falsificador
No hay constancia de que la Calavera del Destino estuviera alguna vez en Lubaantun. Durante años se sospechó que Mitchell-Hedges la había enterrado en la ciudad maya para que la encontrara su hija como regalo de cumpleaños. Sin embargo, el aventurero no compró la reliquia hasta 1944, 20 años después del supuesto hallazgo, cuando pagó 400 libras por ella a Sydney Burne, que la poseía desde 1936 y que en 1943 ya había intentado subastarla en Sotheby’s. Es posible que casi todas las calaveras fueran fabricadas y vendidas por el francés Eugène Boban, un conocido falsificador.
Cráneo de cristal Mitchell-Hedges estaba en Belice, porque creía que encontraría las ruinas de la Atlantis. El cráneo Mitchell-Hedges está hecho de cristal de cuarzo claro, y se cree que tanto el cráneo como la mandíbula provenían del mismo bloque sólido. Pesa 11.7 libras y mide unas cinco pulgadas de alto, cinco pulgadas de ancho y siete pulgadas de largo. Excepto por leves anomalías en los temporales y pómulos, es una réplica prácticamente anatómicamente correcta de un cráneo humano.
Para ampliar información sobre las calaveras de cristal, visitar: https://www.esascosas.com/craneo-de-cristal/
El Pilar
El Pilar
Coordenadas: 17°15′24″N 89°09′19″O
Localización administrativa
País: Belice
División: Cayo
Historia
Época: Preclásico mesoamericano
Cultura: Maya
Construcción: 800 до н. е. — 1000
Excavaciones: 1983 ·
Arqueólogos: Anabel Ford
Dimensiones del sitio
Superficie: 20 km²
Altura: 200 m s. n. m.
Mapa de localización
El Pilar
Ubicación en Belice
El Pilar es un yacimiento arqueológico maya ubicado en la frontera entre Belice y Guatemala. En el distrito de Cayo de Belice a 19 km al noroeste del pueblo de San Ignacio, y desde el departamento del Petén en Guatemala, a 30 km al norte de Melchor de Mencos.1 El nombre traduce del español como «lleno de agua» (por los numerosos ríos y arroyos de la región).
Descripción
Existe una denominada Reserva Arqueológica, de Flora y Fauna El Pilar declarada monumento histórico y área protegida por los dos países. Es administrada conjuntamente por el Instituto de Arqueología de Belice y por el Instituto de Antropología e Historia de Guatemala.12 El Pilar es el yacimiento de mayor tamaño sobre el río Belice conteniendo más de 25 plazas y centenas de edificaciones en un área total de 50 ha.
Historia
Con base en los análisis practicados a la cerámica encontrada en el lugar, se sabe que los monumentos fueron construidos a partir del período preclásico medio, esto es ca. 800 a. C.. Hacia 250 a. C. existían en el sitio grandes construcciones y había una ocupación extensa en toda el área de El Pilar. Se estima que en su apogeo El Pilar dio alberga a cerca de 20,000 personas. La ocupación del lugar y las construcciones se mantuvieron a lo largo de los siglos hasta aproximadamente el año 1000, después de lo cual se produjo un abandono del sitio.1 El nombre español de El Pilar (pila) de alguna manera refleja la abundancia de agua en el área.
Desde 1993 se ha conducido un programa de excavación en el lugar, aunque para fines de conservación, la mayoría de los monumentos no estén expuestos al visitante. La única estructura expuesta en su totalidad es una casa denominada Tzunu’un, representativa en las unidades de habitación de El Pilar.1 También existe en el sitio un jardín botánico maya que reproduce las prácticas agrícolas de los antiguos moradores-.1
El Pilar ha estado sujeto al saqueo y al vandalismo en forma tal que fue colocado en 1996 en la lista del Fondo Mundial de Monumentos (WMF por sus siglas en inglés) de los 100 sitios arqueológicos en mayor riesgo en el mundo.3
Ciudadela maya antiguo descubierto en Belice es una anomalía
Hace muchos siglos en la frontera de Belice y Guatemala, los mayas construyeron una gran ciudad rodeada de un jardín de la selva cultivada que fue el hogar de alrededor de 20.000 personas, lo que los arqueólogos llaman El Pilar. Tenían grandes estructuras, incluyendo palacios y pirámides, y allanaron sus plazas en enlucido de cal para desviar el agua de lluvia en los embalses. Los arqueólogos utilizan láser desde el aire han identificado recientemente una estructura de fortaleza cercana cubierta por vegetación.
El uso de la tecnología láser LIDAR desde un helicóptero para Light Detection and Ranging, los arqueólogos han identificado una estructura de tipo ciudadela ahora forestada sobre en la antigua ciudad maya de El Pilar en Belice. Aunque un equipo de arqueólogos ha estado estudiando las ruinas desde hace más de 20 años, esta fortaleza de 600 metros (656 yardas) de distancia desde el borde de la ciudad principal era desconocido hasta que comenzaron a utilizar LiDAR para estudiar el paisaje hace un par de años.
Los mayas comenzaron a construir estructuras monumentales en El Pilar 800 antes de Cristo. Las ruinas de los edificios de piedra se cubren gran parte por los bosques, excepto una casa llamada el colibrí. Los arqueólogos han estado permitiendo que las ruinas permanezcan forestadas a conservarlos al excavar cuidadosamente y la exposición de estructuras en áreas limitadas.
Los arqueólogos que trabajan en el lugar están tratando de obtener una comprensión de la vida de la gente común, en oposición a las élites y los gobernantes. Un hecho que han descubierto en El Pilar es que los habitantes se alimentaban en parte a través de lo que se llama la agricultura «jardín de los bosques», en el que el propio bosque se cultiva.
El sitio de la casa Maya Tzunu’un, lo que significa que los medios «colibrí» en maya (Congobongo1041 / Wikimedia Commons)
El nuevo descubrimiento en Belice es algo así como una anomalía en comparación con los otros monumentos que ya han sido estudiados en la zona.
«Hemos descubierto un nuevo componente de la mayor sitio que no cumple con las expectativas tradicionales,» Anabel Ford de la Universidad de California-Santa Bárbara, el arqueólogo plomo, dijo populares Arqueología . «Se comparte nada en común con los centros del Clásico Maya: hay un claro plaza abierta, sin orientación estructura cardinal, y curiosamente ninguna relación evidente con el principal sitio del Clásico de El Pilar, poco más de 600 metros de distancia.»
Las especies en peligro de árbol Brosimum Alicastrum o Maya nogal proporciona una nuez o semilla nutritiva. El pueblo maya de la zona creció en un jardín forestal que proporciona abundante comida de la ciudad maya de El Pilar, que llegó a tener 20.000 habitantes. (Congobongo1041 / Wikimedia Commons)
Ford llama a la estructura en una colina cerca de la Ciudadela debido a su construcción de fortaleza. Tiene terrazas concéntricas, dispuestas como en fortificaciones defensivas. También en la Ciudadela son cuatro edificios que los arqueólogos llaman templos, cada uno de aproximadamente 3 a 4 metros (3.3 a 4.4 metros) de altura. La era de la construcción seguirá siendo desconocido hasta que los arqueólogos excavan y examinan la cerámica y hacen C14 datación de materiales orgánicos alrededor de las ruinas. Ford dijo que tomaría una temporada para determinar si los restos son del periodo pre-clásico antes del 250 aC, el Clásico de 200 a 1000 dC o la era post-clásico después de 1200 AD.
El Pilar está en la frontera de Belice occidental y el noreste de Guatemala. Es el mayor sitio Maya identificado en el área del río Belice. Tiene cientos de estructuras, incluyendo 25 plazas. Siglos después de la construcción comenzó alrededor de 800 aC a más de 20.000 personas vivían en la ciudad, que cubre 120 acres, el artículo en estados populares Arqueología.
Ford escribió un artículo para el popular Arqueología sobre El Pilar hace un par de años en la que decía: «Con la excepción de una estructura de la casa Maya totalmente expuesto, templos piramidales aparecen como colinas cubiertas de vegetación y árboles, juegos de pelota están todavía disfrazados como naturales extensiones del paisaje de la selva y de élite edificios residenciales son detectables sólo como meros aumentos bajo el dosel del bosque. Pero esto no se debe a que los arqueólogos no han tenido la oportunidad de excavar el sitio como lo han hecho en el famoso turístico atrae de Tikal o Caracol. En realidad, es por diseño.
«En El Pilar, la conservación es más importante, y el concepto, conocido como ‘Arqueología Bajo el Canopy’ dice que los monumentos están mejor protegidos bajo el follaje. El objetivo es, pues, para exponer de forma selectiva y parcialmente sólo en las zonas estratégicas, características que demostrarían visualmente los conocimientos esenciales sobre el sitio. Además, de acuerdo con el enfoque de El Pilar en la investigación de las formas de vida Maya (en oposición a la vida y los restos de los gobernantes y las élites), el sitio es a la vez un laboratorio a cielo abierto y escaparate para conocer y demostrar la práctica agrícola tradicional Maya de la jardinería forestal, una metodología para la sostenibilidad piensa que es una clave para la prosperidad y florecimiento de la civilización maya».
Un ejemplo de Arqueología Debajo del toldo en la Plaza Axcanan en El Pilar. Note la exposición parcial de la pared exterior del monumento, mientras que las paredes interiores están protegidas por el techo de paja. El resto del monumento está protegido por las hojas de las plantas y el suelo por lo que será preservado para las generaciones futuras. ( Wikimedia Commons)
Antes de encontrar la Ciudadela, los arqueólogos habían identificado tres grandes sectores de arquitectura en El Pilar, uno en Guatemala y dos en Belice. Nohol Pilar en Belice tiene una plaza llamada Plaza enyesada Copal de más de 1,5 hectáreas. En torno a ella son cuatro grandes pirámides y un juego de pelota. Un área residencial de la élite está en el sur. Las entradas a la plaza son del norte a través de una escalera y desde el sur a través de una rampa. La zona llamada Xaman Pilar en Belice tiene un laberinto de plazas, las estructuras del palacio, escaleras, pirámides y túneles subterráneos.
Nohol Pilar está conectado a Pilar Poniente en Guatemala por un sistema de plazas y calzadas. Pilar Poniente también tiene una gran pirámide y la bola de tenis y grandes plazas.
Los habitantes de El Pilar allanaron las plazas en enlucido de cal para desviar el agua de lluvia a los embalses.
«Alrededor de la monumental barrio de ‘centro’ fue una gran población que vive en el complejo residencial», escribió D. Clarence Wernecke, participante en los estudios de El Pilar, en un artículo en Belice Primera . Los arqueólogos han encontrado cerca de 540 estructuras por milla cuadrada. Trabajar con expertos en conservación bajo la dirección del Departamento de Arqueología de Belice, han encontrado una arquitectura única y representativa Maya, incluyendo parte de un palacio maya, un templo-pirámide y un túnel subterráneo hecho forma de piedra abovedado. Los mayas vivieron en pequeños compuestos dispersos, que tenían áreas significativas con ninguna construcción en ellos.
«Es nuestra creencia de que los mayas practicaban un tipo especial de policultivo, levantando una serie de cultivos entremezclados alrededor de sus casas», Wernecke escribió. «Esto ha sido llamado la agricultura» jardín de los bosques. El área alrededor de Tzunu’un ha sido cuidadosamente podados y eliminados para promover el tipo de cultivos de árboles, arbustos y raíces que los mayas habrían utilizados y otras plantas han sido traídos para completar el jardín de los bosques».
Los misteriosos templos y la ciudadela de El Pilar permanecen ocultos en las espesas selvas de Belice
Según un informe reciente de Arqueología Popular, la Ciudadela es diferente a las demás construcciones encontradas en El Pilar. Parece ser una estructura defensiva, diferenciada de los demás edificios del lugar.
Utilizando LiDAR (Light Detección y Rango) y un helicóptero para inspeccionar el lugar, “los científicos pudieron delinear las características de la construcción encaramadas en lo alto de una cresta con apariencia de fortificaciones, que consisten en terrazas concéntricas y seis estructuras, incluidos dos ‘templos’, cada uno unos cinco metros de altura”, escribe Arqueología Popular.
Una vez que el equipo identificó dónde necesitaban investigar, en marzo de 2015, los investigadores regresaron y procedieron con excavaciones cuidadosas y limitadas. La espesa maleza y las enredaderas obstaculizaron el progreso, y se reveló que el sitio había sido víctima de un extenso saqueo, dejando escombros detrás. Se habían excavado profundos túneles y trincheras en los templos de la Ciudadela, y estaba claro que se había arrancado con picos alguna hermosa piedra labrada. A pesar de la destrucción de los saqueadores, los arqueólogos pudieron comprender mejor El Pilar y la antigua Ciudadela.
Se espera que los fragmentos de cerámica encontrados en el sitio cuenten más sobre la historia de los pueblos mayas.
Anabel Ford , directora del Programa Pilar del Centro de Investigación MesoAmericano de la Universidad de California, dice sobre la naturaleza única de la Ciudadela: “No tiene nada en común con los centros mayas del Clásico: ninguna plaza abierta y clara, ninguna orientación cardinal de la estructura y, curiosamente, ninguna relación evidente con el principal sitio Clásico de El Pilar, a poco más de 600 metros de distancia”.
El periódico beliceño El Guardian informa que la huella de la Ciudadela se extiende a lo largo de 10.000 metros cuadrados (107.639 pies cuadrados) y las murallas de 4 metros (13 pies) de altura rodean una colina natural. La intención protectora es clara, dicen los investigadores, y combina ingenio con defensa.
Las murallas inferiores han sido excavadas en canteras, lo que produce paredes verticales que los invasores no pueden escalar. Los niveles superiores están hechos con muros de contención y relleno, una técnica defensiva que se dice que se empleó en muchos monumentos mayas, explicó Ford.
Arco en la Plaza Jobo en El Pilar (lado de Belice). Dominio publico
Lo más sorprendente de todo fue el descubrimiento de la ubicación de los templos y plataformas. Contrariamente a las expectativas de que los bordes estarían alineados con los puntos cardinales, el templo central principal en la cima de la colina está orientado hacia el sureste.
Hasta hace poco, este tipo de búsquedas de monumentos cubiertos de vegetación y siglos de suelo habrían resultado casi imposibles para los investigadores. Los drones y la tecnología LiDAR hacen posible hoy estas investigaciones. LiDAR se desarrolló en la década de 1960 para analizar los océanos y el hielo en el Ártico, pero desde entonces se ha utilizado en topografía, geología y cartografía.
El objetivo principal de las investigaciones iniciales del Estudio sobre los asentamientos arqueológicos del río Belice (BRASS) fue inspeccionar los sitios para ver cómo vivían los pueblos antiguos, dónde construyeron monumentos y qué tipo de trabajo estaban haciendo específicamente en El Pilar. Se supo que los residentes cultivaban parte de sus alimentos a través de lo que se llama agricultura de “jardín forestal”, donde se cultiva el propio bosque.
Nuez maya o nuez de Ramón en el suelo del bosque de El Pilar.
“El Pilar es considerado el sitio más grande en la región del río Belice, y cuenta con más de 25 plazas conocidas y cientos de otras estructuras, cubriendo un área de aproximadamente 120 acres. La construcción monumental en El Pilar comenzó en el período Preclásico Medio, alrededor del año 800 a. C., y en su apogeo siglos después sostenía a más de 20.000 personas”, escribe Arqueología Popular.
Se prevé que continúen las excavaciones cuidadosas y más estudios colaborativos bajo la dirección de Ford y su equipo. El Centro de Investigación MesoAmerican escribe que los programas de investigación en El Pilar “promueven la administración del patrimonio cultural, la conservación de la naturaleza y el desarrollo comunitario. Gracias a la colaboración de los aldeanos locales, las naciones de la región y académicos internacionales, este programa está haciendo realidad la visión”.
De hecho, por mucho que persiguiera a los arqueólogos, era el espeso follaje el que proporcionaba protección contra los peores saqueos. La conservación de las construcciones mayas es lo más importante, y la maleza de la jungla continúa preservando los monumentos hasta el momento en que los expertos puedan redescubrirlos cuidadosamente.
Puede encontrar más información sobre la preservación de los antiguos cultivos y jardines forestales en El Pilar en la página de Facebook “ Reserva Arqueológica El Pilar para Flora y Fauna Maya ”.
Los misterios y descubrimientos continúan desarrollándose en este intrigante sitio antiguo.
Imagen de portada: Imagen LiDAR que muestra el área de contral de El Pilar y la Ciudadela en el extremo derecho (al este del área central). Crédito: BRASS/El Pilar
Tuerca Maya o la tuerca Ramón en el suelo del bosque en El Pilar (Congobongo1041 / Wikimedia Commons )
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