Este Mundo, a veces insólito

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Atlas Catalán

Atlas Catalán

Detalle del Atlas catalán de Cresques.

El Atlas catalán o Mapamundi de los Cresques es un libro del siglo XIV que contiene varios mapas manuscritos que cubren todo el mundo conocido por los europeos de aquel entonces. Se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia en París (BNF, Esp. 30) y constituye una de las obras cartográficas más importantes de la Edad Media. No está firmado ni fechado, aunque se sabe que la fecha aproximada de producción es el año 1375 por el registro que figura en el calendario que incluye.1​ Se atribuye su autoría al judío mallorquín Cresques Abraham.2Es también el primer atlas conocido que incorpora una rosa de los vientos.

Autoría

No se puede asegurar fehacientemente que los Cresques sean los autores del Atlas de Cresques, si bien está documentado que en esa misma época elaboraron diversos mapas del mismo tipo y que los reyes de la Corona de Aragón los ofrecieron como presentes. Concretamente, y con referencia al propio Atlas, está documentado que en noviembre de 1381, el infante Juan, duque de Gerona y primogénito de Pedro el Ceremonioso, quiso hacer un regalo al nuevo rey de Francia, el joven Carlos VI, y decidió enviarle un mapamundi de su propiedad que estaba depositado en los archivos de Barcelona. Con esta finalidad hizo buscar al autor del documento, Cresques el Judío («Cresques lo juhueu qui lo dit mapamundi a fet»), y a su hijo Jehuda Cresques, para que le facilitase todas las informaciones útiles que serían trasmitidas al rey de Francia, por lo que se le pagó 150 florines de oro de Aragón y 60 libras mallorquinas.

Se ha identificado a Abraham Cresques con Elisha ben Abraham Cresques, iluminador del manuscrito conocido como Biblia Farhi y que vivió en Mallorca entre 1325 y 1387.3

En el palacio Topkapi de Estambul se conserva un pequeño fragmento de un mapamundi circular monumental que muestra grandes coincidencias con las hojas del Atlas de Cresques correspondientes al Extremo Oriente. Esto ha llevado a proponer que el Atlas Mallorquín pudo ser copiado de dicho mapamundi, hoy casi totalmente desaparecido.4

En el año 1959 se editó en Barcelona una copia del Atlas catalán.5

El Atlas

El atlas se trata esencialmente de un mapamundi del mundo conocido a finales del siglo XIV, siempre desde una óptica centrada en el Mediterráneo. Las características aproximadas del atlas son: seis hojas dobladas por la mitad, cada una pegada sobre tablas de madera. Cada hoja tiene unas dimensiones de 65 × 50 cm, lo que le da una envergadura total de 65 × 300 cm.

Primera parte (Cosmografía)

La obra se inicia con un resumen de los treinta días de un mes lunar y dos diagramas circulares. El primero incorpora una rosa de los vientos para calcular la marea alta durante la luna llena. El otro, se cree que disponía de un indicador móvil, que permitía el cálculo de las fiestas movibles del año: carnaval, pascua y pentecostés.

Se encuentra a continuación una anatomía médica astrológica, con una tabla para encontrar la Luna en el zodiaco. En esta segunda tabla existe un texto extenso sobre la Tierra, su origen, dimensiones y la interpretación de algunos fenómenos naturales.

A la Tierra, esférica, se le atribuye una circunferencia máxima de 180 000 estadios. Si el autor utilizó el «estadio común» (de 185,12 m) la circunferencia de la Tierra mediría 33 321 km; y si el autor utilizó el «estadio grande», de 222,34&nbsp m, la circunferencia mediría 40 021 km (cuando la real en el ecuador es de 40 075 km).

Segunda parte (Calendario)

En esta hoja se pueden encontrar dos grandes calendarios, uno solar y otro lunar, rodeados por las cuatro estaciones del año.

Al lado de los calendarios se encuentran datos astronómicos basados en el modelo geocéntrico de Claudio Ptolomeo, el más extendido en la época. La humanidad sobre la Tierra se encuentra rodeada por los tres elementos básicos, el aire, el agua y el fuego. En las sucesivas anillas azules se pueden encontrar la Luna, Mercurio, Venus, el Sol, Marte, Júpiter y Saturno, y el firmamento con dieciocho estrellas. El siguiente círculo contiene alegorías clásicas de estos astros: el sol es el rey, Venus es una dama, etcétera, terminando con un Marte guerrero.

A continuación se pueden encontrar los nombres y los símbolos de las doce divisiones del Zodiaco. Seguidamente las fases de la luna, con la luna nueva en el norte, la luna llena en el sur, luna menguante en el este y luna creciente en el oeste. Esta composición es un recordatorio de la importancia de la primera luna nueva de la primavera y de su relación con el primer mes sagrado de los judíos.

La precisión y el cuidado empleado para marcar las estaciones se puede ver en este ejemplo; la primavera, en el ángulo NE, está colocada entre Aries y Cáncer, los correspondientes signos lunares de Alnath y Albatra, e incluye tres divisiones XXX, que corresponden a Aries, Tauro y Géminis, en un cuadrante de noventa grados.

Tercera y cuarta partes (Finisterre y el Mediterráneo)

Estas hojas comprenden todo el mundo conocido en el siglo XIV, desde los 10º a los 60º de latitud norte.

En la «Mar Océana» se encuentran todas las islas conocidas y puntos de referencia, por un deseo explícito del príncipe Juan.[cita requerida] De esta manera, en la isla de Tenerife se puede apreciar un punto blanco, que representa el Teide.

La representación de la línea de costa del Mediterráneo está muy cuidada, hecho que puede ser un reflejo del intenso tráfico marítimo de la Corona de Aragón en aquel período.

Una de las características de la escuela cartográfica mallorquina es la presencia de muchas banderas y leyendas con datos físicos, económicos y demográficos de gran interés. A veces quedaban también anotadas tradiciones literarias, como en el caso de las paradisíacas Islas Afortunadas (Canarias) y las fábulas sobre su oro.

Tercera parte.

La rosa de los vientos de este mapa es la primera vista en una representación cartográfica.[cita requerida] Contiene las treinta y dos direcciones y el nombre de los ocho vientos principales, hecho que denota el dominio por parte de los Cresques de los instrumentos náuticos. Este modelo de treinta y dos direcciones y ocho vientos ha sido el prototipo conservado hasta nuestros días: el norte es el norte magnético, con 10º de desviación hacia el este.

Cuarta parte.

El primer rumbo N-S cruza la isla de El Hierro, lo cual algunos investigadores han puesto en relación con la tradición del primer meridiano de Claudio Ptolomeo.[cita requerida]

Finalmente, en la rosa de los vientos, el norte y el este están indicados con símbolos. Hay una representación de la estrella polar en el norte y en una singularidad (en lugar de la clásica cruz latina del este de otros mapas) se ve una estilización de una cruz que recuerda el candelabro sagrado de los judíos, la menorah. Buscando este símbolo en otros mapas del mismo periodo, se ha podido identificar otros trabajos anónimos de los Cresques.

Los nombres geográficos están escritos perpendicularmente en relación a la costa, Los nombres del hemisferio sur están escritos en una dirección y los del norte en otra. Las ciudades cristianas están diferenciadas de las musulmanas por una cruz. La única excepción es Granada, que contiene la cruz pero presenta una bandera con inscripciones arábigas, en una posible alusión al vasallaje de la dinastía nazarí a la Corona de Castilla.

El color de los accidentes orográficos es el ocre, y en caso de vegetación pasa a ser verde. Así los fiordos noruegos y las montañas de los Atlas son ocres, mientras que los Pirineos son verdes.

Las cuencas hidrográficas y ríos están representados en color verde. El río Nilo, de acuerdo con la tradición, nace en un lago del oeste, hecho basado sin duda en la confusión con el río Níger.

Quinta parte (Mapa de Delli)

Mapa de Delli.

Siguiendo hacía el oeste, el tercer mapa se inicia con el curso bajo del río Volga y sus características bocas al mar Caspio. El Cáucaso, el río Éufrates y la península arábiga completan, de norte a sur, la geografía de identificación inmediata de este mapa.

El río Amu Daria fluye hacia el mar de Aral desde su nacimiento en la Cordillera de Pamir. Hacía el sur, Delhi llama la atención, con el sultán que gobernó la India de 1206 al 1320. La mayoría de los nombres de esta región provienen del viaje de Marco Polo.

La cordillera del norte, donde se aprecia la caravana de la Ruta de la Seda de camino a Catay, corresponde a las montañas asiáticas del Tian Shan. Todas las líneas de la costa están hechas con un trazo continuo y con menos detalle, hecho que denota un conocimiento más continental que no marítimo del sector.

Entre las ciudades más destacadas por explicaciones e importancia está La Meca. Otras ciudades significativas son Bagdad, Samarcanda y Astracán, que son las respectivas rutas sur, central y norte hacia Pekín. En el límite de este mapa, al SO de la India, se encuentra representada Colombo, en la isla de Ceilán. Dado que en el año 1173 Benjamín de Tudela viajó hacia estas tierras para conocer las comunidades judías, es posible que los Cresques tuvieran acceso a datos de este viaje, así como a los escritos del misionero Jordanus del año 1340.

Las islas identificables del golfo Pérsico y del golfo de Adén son las islas de Ormuz y Socotora.

Sexta parte (Mapa de Catay)

Sexta parte.

La falta de información geográfica queda compensada por una rica ornamentación, llenando así la sensación de vacío y alimentando a la vez la curiosidad de los humanos de la Edad Media acerca de las fabulosas y enormes tierras de Catay.

La orografía y la hidrografía no son las típicas representaciones de otros mapas, sino que contribuyen a estructurar los espacios. Las ciudades son la información cartográfica más relevante, siendo la más importante Chanbalech, la ciudad del Gran Kan (la actual Pekín). También se encuentran los puertos más importantes de la costa.

El río Indo marca el límite de Catay, tal y como recogía la tradición, y nace en un valle de montañas de gran magnitud en una posible alusión al Himalaya.

En el océano Índico se encuentran dos grandes islas, Iana, en una posible alusión a Java, y Trapobana, que seguramente alude a Ceilán.

Se nombra la riqueza del resto de las islas, así como su número, 7548. Marco Polo había anotado 7459. En la entrada del 14 de noviembre de 1492 del Diario atribuido a Cristóbal Colón se lee: «Estas islas son aquellas sin numerar que en el mapamundi están ubicadas en los confines del este» y tras descubrir la isla de Cuba se lee: «La encontré tan grande, que pensé que podría ser la tierra seca de la provincia de Catay».

Detalle

Mapamundi de Paulinus Venetus

Mapamundi de Paulinus Venetus

Paolino Minorita

Obispo católico, político y escritor italiano.

 Cargos desempeñados: Obispo de Pozzuoli

 Nacido: Alrededor de 1270

Obispo consagrado: 1324

Fallecido: 22 de junio de 1344 en Pozzuoli

Paolino Minorita, también conocido como Fra ‘Paolino da Venezia o Paolino Veneto (alrededor de 1270Pozzuoli, 22 de junio de 1344), fue un obispo , político y escritor católico italiano.

Biografía

Sus orígenes son casi desconocidos: nada se sabe de la familia e incluso se desconoce el lugar de nacimiento, pues el apelativo “de Venecia” podría indicar simplemente que se hizo franciscano en el convento de la laguna de Frari. Probablemente se formó en las escuelas de la provincia religiosa de Sant’Antonio (incluido el Triveneto) y de hecho el primer documento que lo nombra lo ve el 12 de diciembre de 1293 en el convento de Padua , quizás como alumno del studium dei minor . . 11 de octubre de 1295 en cambio, ya no estaba en la ciudad Euganea porque tuvo que enviar un representante, fray Clarello, para recoger un legado testamentario[1].

Participó activamente en acciones políticodiplomáticas. De hecho, fue primer inquisidor en la zona de Treviso y más tarde obtuvo el cargo de embajador de la República de Venecia al servicio de Roberto de Anjou y Juan XXII.

En 1324 fue elegido obispo de Pozzuoli y en 1328 asumió el cargo de consejero de Roberto de Anjou.

Obras

Las obras de Paolino Minorita, de las que Boccaccio se inspiró mientras criticaba al autor como historiógrafo, son principalmente de carácter histórico y enciclopédico, como el Historiarum Epitoma, el Compendium (o Chronologia magna) y la Historia Satyrica, que remiten al Speculum Historiale del fraile dominico Vicente de Beauvais.

Entre sus escritos también encontramos el Liber de regimine rectoris, un tratado en lengua vernácula veneciana de 1314 sobre la forma de gobernar.

El ejemplar editado por él mismo nos ha llegado muchas veces. El aparato de imágenes que acompaña al texto constituye una etapa importante en la historia de la decoración de libros y de la representación cartográfica[2]: una hoja dentro del Compendio contiene un mapa de Venecia, una representación cartográfica de la ciudad de Venecia entre las más antiguas conocidas de la ciudad.[3]

 

 

Roma Siglo XIV

 

 

 

 

 

 

 

 

Frate Paolino Minorita, Pianta di Venezia, 1346

 

 

 

 

Península Ibérica

 

 

 

 

Extracto de un estudio de Michelina Di Cesare

Las obras históricas de Paulinus Venetus (también conocido como Paolino da Venezia o Paolino Minorita; m. 1344) son intrigantes por su intento de combinar la presentación visual y textual, por su amplitud de enfoque histórico y geográfico, y por las conexiones de su autor con Venecia, la Orden Franciscana, y las cortes de Aviñón y Nápoles bajo el Papa Juan XXII y el Rey Roberto el Sabio.

Un franciscano que sirvió en la oficina papal de la Penitenciaría y eventualmente se convirtió en obispo de Pozzuoli, Paolino estuvo conectado con algunos de los movimientos, lugares e individuos más intrigantes de la Baja Edad Media en Italia. Fue suficientemente reconocido como escritor para atraer un comentario de Boccaccio (aunque bastante desfavorable); también fue el primer autor medieval conocido en trabajar con los Anales de Tácito, asegurando su interés por los estudiosos que siguen el desarrollo del movimiento humanista en sus primeras generaciones. Más importante para el libro de Michelina Di Cesare, los manuscritos de sus obras históricas contienen mapas importantes (incluido un mapa mundial, mapas regionales de Italia y mapas de Tierra Santa y sus ciudades) y un pequeño tratado geográfico, De mapamundi, que acompaña al mapamundi.

Probablemente la pieza más conocida de los escritos de Paolino entre los estudiosos modernos, contiene la declaración citada con frecuencia de que dos mapas, textual y visual, son esenciales para comprender el mundo. Como justificación para el uso de mapas y como una declaración más amplia sobre la importancia de lo visual, este es un texto importante para los estudiosos de la evidencia visual a la par de la disculpa de Bartolo da Sassoferrato por su uso de diagramas en Tyberiade .

En todo momento se destaca el papel de Venecia, Aviñón y Nápoles como centros intelectuales, influyentes en la recopilación y producción de conocimiento geográfico e histórico. En Nápoles, la proximidad de la biblioteca de Monte Cassino permitió a Paolino encontrarse con Tácito, mientras que la corte conservó la memoria de Pedro de Éboli y su obra ilustrada sobre las aguas termales del sur de Italia en la época de Federico II. En Venecia, la influencia de la obra cartográfica de Petrus Vesconte es atestiguada por el uso que hace Paolino de ella en sus historias y por el uso independiente que hace Marino Sanudo de las cartas de Vesconte en su Liber secretorum fidelium crucis.

El mapamundi híbrido de Vesconte es un artefacto fascinante en sí mismo, ya que combina la vista circular del oikumene familiar del mappaemundi con una vista de la cuenca mediterránea derivada de las cartas portulanas. Finalmente, Avignon se revela como un centro de información geográfica donde tanto Paolino como Marino Sanudo se inspiraron en materiales de la biblioteca papal para sus respectivos proyectos. Se postula una fuente perdida para De mapa mundi de Paulino, quizás una miscelánea que contiene extractos del trabajo geográfico de Pomponius Mela.

Se esclarecen las relaciones entre tres figuras importantes del pensamiento geográfico de principios del siglo XIV, Paolino Minorita, Marino Sanudo el Viejo y Petrus Vesconte. Las conexiones obvias entre sus obras (especialmente sus mapas) han intrigado a los estudiosos durante algún tiempo, y el análisis cuidadoso de su uso respectivo de las fuentes existentes crea una nueva imagen de la interrelación de tres pensadores y creadores independientes que se basaron en un conjunto similar de pero con diferentes propósitos y con diferentes horizontes intelectuales. Como todas las obras

De mapamundi, Jerusalén está en el centro del globo, según la geografía de la marca teológica más exquisita; en cuanto a África, es mejor callar; Asia rebasa los límites de lo creíble, con esos ríos hechos trizas, y la India ha desaparecido en la compresión general del continente. El Mediterráneo es la única parte en gracia de Dios, y su relativa verosimilitud garantiza que el resto andaba a tientas en la oscuridad.

Paulinus Venetus, Chronologia Magna 1343

Mapa de Jerónimo

Mapa de Jerónimo

San Jerónimo (Hieronimous Sophronius) nació en Dalmacia (Croacia), hacia 340 y murió en Belén en 420. Pasó su vida en Roma, Constantinopla y Antioquía. Tras muchos viajes se estableció en un monasterio en Belén, donde se dedicó al estudio y traducción de textos religiosos del Antiguo Testamento. Es el traductor de la Biblia al latín conocida como la Vulgata. Tradujo varias obras de Eusebio de Cesárea, y entre ellas el Onomastikon, que según creen algunos autores iba acompañado de un mapa comprensivo de los territorios bíblicos, hoy perdido, si es que existió. Jerónimo hizo una traducción (con algunas correcciones) del Onomastikon, concluida hacia 390, a la que acompañaba un mapa de Tierra Santa, que según algunos autores estaba basado en el mapa de Eusebio. Esta traducción latina es la llamada “versión de Jerónimo” o Liber locorum (De situ et nominibus locorum hebraicorum liber, Libro de la situación y los nombres de los lugares hebreos).

El manuscrito más importante, del siglo XII, se conserva en la British Library (Additional MS 10049), y fue elaborado en la abadía benedictina de Saint Martin en Tournai, Bélgica. Contiene dos mapas, el de Tierra Santa y un mapa de Asia (partes de Asia y de Europa) llamados a veces mapas de Tournai. Ambos son de igual tamaño, unos 32 x 25 cm. En la reseña de la British Library se indica que están basados en originales del siglo III, pero dado que el manuscrito es de finales del siglo XII no se puede asegurar su concordancia con el original de Eusebio o el de Jerónimo. Konrad Miller estima que salvo alguna excepción obviamente posterior, la toponimia es concordante con el Liber Locorum y el siglo III, por lo que el copista debió tener a la vista un modelo muy antiguo, concluyendo que el mapa es una copia del de Jerónimo, basado a su vez en la obra de Eusebio, pero esto está en discusión. En general se acepta que no es obra de Jerónimo sino de un autor del siglo XII. Pau  Harvey ha relacionado la caligrafía del mapa con otros documentos creados en el mismo periodo en la abadía de Tournai.

El “mapa de Asia” (Fig. 170), que según K. Miller está cortado de otro superior, está orientado al este y comprende desde Grecia y los Balcanes hasta el océano Índico en dirección este, y desde el mar Caspio hasta Fenicia en dirección sur. Aunque no responde a una fiel representación topográfica, no es difícil interpretarlo. Siguiendo a R. Galichian (nota 73), que data el mapa hacia 420, las montañas están indicadas por series de semicírculos, los ríos se muestran con una línea doble y las ciudades se indican con símbolos de edificios o castillos. En la parte superior (este), se halla el océano Índico (1), con una serie de islas. El mar Arábigo y el golfo Pérsico se encuentran a la derecha, en rojo (2). El situado más arriba es el mar Arábigo, en el que desemboca el río Indo, y el inferior, de mayor tamaño, es el golfo Pérsico, en el que desembocan los ríos Tigris y Éufrates. A orillas de éste se encuentra Babilonia (3). En la zona inferior se dibuja el mar Mediterráneo (4), que termina en forma de dedo, que es su extremo oriental, con la isla de Chipre (5), y abajo el mar Egeo, con varias islas, como Rodas, Samos, Delos o Samotracia (6). El mar Egeo, a través del Bósforo, enlaza con el mar de Mármara (7), con Constantinopla mal situada (8), y llega hasta el mar Negro (9), que se prolonga hacia arriba, quedando correctamente delimitado el contorno de Turquía. Grecia, con la indicación de Atenas (10), se encuentra en la esquina inferior derecha. Se reconocen el estrecho de Corinto (11) y el Peloponeso (12). Los Balcanes (13) están en la parte inferior izquierda.

Fig 170. Mapa de Jerónimo. Asia. Add. Ms 10049

En Oriente Medio (Fig. 171), pueden señalarse, entre los mares, el Caspio (1), el Negro, euxinus Pontus (2), el Mediterráneo (3), y el golfo Pérsico (4). Entre los ríos, el Éufrates (6), el Tigris (7), ambos naciendo en una cadena montañosa denominada armenia pile (11), y el Tanais (río Don, 8). También se indican regiones, como Armenia superior (9), Armenia inferior (10), Capadocia (13), Caldea (14), Partia (15), Albania (18), Cólcide, cholchi, a orillas del mar Negro, mencionada en el poema de los argonautas (19), y Cilicia (20). Entre los números 11 y 16, la leyenda dice Hiberia, nombre con el que conoce en la geografía greco-romana el antiguo reino de Kartli, actualmente en el este de Georgia.

 

Fig. 171. Oriente Medio en el mapa de Jerónimo. Add.MS. 10049

Las cadenas montañosas aparecen con sus nombres, como las montañas del Cáucaso (23), los Montes Taurus (24), y el Monte Ararat (12), donde se dibuja una estructura en forma de carpa con la leyenda arca Noe. Y en cuanto a las ciudades, las más importantes aparecen con símbolos de edificios, como Babilonia (21), y por encima de ella, en Persia, Persépolis y Susa. Al norte de Persia, en la parte superior del mapa  figura una de las Alejandrías fundadas por Alejandro. El resto figura solo con sus nombres, como Tiro y Sidón, en la costa del Mediterráneo (3). El mapa contiene bastantes errores de localización, tanto de ciudades como de regiones. Por ejemplo, Galilea, en lugar de estar situada al este del Mediterráneo se encuentra al sur, y las cadenas montañosas de Caucasus y Taurus aparecen al este del mar Caspio en lugar de estar al oeste y sudeste, respectivamente. Pero se trata de errores desde el punto de vista moderno de la cartografía, respetuosa con la geografía. Tratándose de un mapa originado en el siglo IV, y trazado probablemente sin ayuda de la cartografía griega, debe ser calificado con arreglo a la metodología de la época. El segundo mapa de Jerónimo es el de Palestina (Fig. 172). Está orientado también al sur y su concordancia con la geografía real es, asimismo, lejana. Comprende desde Constantinopla hasta el mar Arábigo en dirección este, y desde los mares Caspio y Negro hasta Egipto en dirección sur.

Al igual que en el mapa general, las cadenas montañosas se dibujan como semicírculos conectados, los ríos como una línea doble, y las ciudades con símbolos de edificios con torres. En la esquina izquierda, donde hay una zona ovalada que ha sido restaurada, se encuentran los mons caucasus, de donde fluyen los ríos phison (1) (Ganges, que se desvía hacia la India), indus (2) y tigris (3). El Éufrates (4) parte de otra cadena montañosa, en Armenia (en donde figura la leyenda “arca de Noe”), y desemboca, junto con el Tigris, en el persicus sinus (5) (golfo Pérsico), que es la “bahía” superior en la esquina derecha. La “bahía” inferior es el arabic sinus (6) (mar Arábigo) y ambas proceden de la zona rojiza, que es el mar Arábigo. En la zona derecha (sur), se encuentra Egipto (7), con el río Nilo (8), cuya fuente está dibujada como dos lagos conectados, fluyendo hacia la parte inferior (de este a oeste), y desembocando, tras un giro al norte, en el Mediterráneo, junto a Alejandría (9), representada con su faro. Encima de Alejandría hay una prolongación en forma de lengua, con la leyenda egiptium mare, que es el mar Rojo (10). En la parte inferior del mapa (oeste) se dibuja la costa mediterránea (11), jalonada con ciudades representadas con símbolos de edificios, hasta alcanzar el mar Egeo, con sus islas (12), semejantes al mapa general. Y a continuación, la costa de Turquía, con Constantinopla en la parte inferior (13), dibujada como un castillo con las torres invertidas, terminando en la costa sur del mar Negro. Por encima de éste, en la esquina superior izquierda, la figura en forma de “puro” es el caspiu mare (14), el mar Caspio. En el centro del mapa se encuentra Palestina y, destacadamente, la ciudad de jrsim (15) que es Jerusalén. Está dibujada en forma anular, con un doble círculo, que simboliza las murallas, en las que hay cuatro puertas. Junto a una de las puertas puede verse el mons sion (Monte de Sion), en el que se alza la Torre de David. Las montañas dibujadas encima de Jerusalén son el Monte de los Olivos. Toda el área circundante presenta inscripciones con nombres bíblicos. También se aprecia con claridad el río Jordán, el mar de Galilea y el mar Muerto, que, erróneamente, tiene menor tamaño que el mar de Galilea. En las montañas de Armenia una leyenda dice: “la montaña de Armenia donde descansó el Arca”.

Fig. 172. Mapa de Jerónimo. Tierra Santa. Add. MS. 10049

Aparte de los elementos geográficos en los mapas de Jerónimo, hay un contenido bíblico destinado a ilustrar la toponimia del Onomastikon. Una peculiaridad es la representación de los cuatro ríos del Paraíso (Gihón, Phison, Tigris y Éufrates). Jerónimo, en su texto, menciona los ríos del Paraíso, en donde sitúa su nacimiento. Por ejemplo, dice que río Phison, que algunas fuentes llaman Ganges, fluye desde el Paraíso y atraviesa las regiones de India hasta desembocar en el mar. Jerónimo cita la opinión de Salustio de que el Tigris y el Éufrates tienen sus fuentes en Armenia, pero añade que está en desacuerdo, sabiendo de la existencia del Paraíso y sus ríos. Sin embargo, en los mapas los ríos nacen de las montañas del norte, Armenia o Cáucaso, y no se representa el Paraíso en el este, lo cual podría ser una modificación del copista del siglo XII o de otro anterior. Otra característica de los mapas de Jerónimo, es que pueden encajar en lo que Evelyn Edson ha llamado el elemento espacio-temporal (v. pág. 111), cuando los mapas comprenden datos de la historia junto a los lugares en los que sucedieron los eventos, a fin de llevar al lector a un viaje espiritual. En este caso, se trata de eventos bíblicos, y así, según destaca esta autora, se incluyen lugares como Hur (Ur), cuna de Abraham: el monte Gilboa, donde tuvo lugar una batalla entre los filisteos y los israelitas, comandados por Saúl; el lugar del desierto de Egipto donde habitaron como eremitas San Antonio y San Pablo; la isla de Patmos, donde San Juan recibió las Revelaciones; Caná, donde Jesús realizó su primer milagro: y varios lugares relacionados con San Pablo, incluyendo Tarso, donde nació.

Mapa de Ranulf Higden

Mapa de Ranulf Higden

Ranulf Higden o Higdon (c.  1280  – 12 de marzo de 1364) fue un cronista inglés y un monje benedictino del monasterio de St. Werburgh en Chester.[1] Se cree que nació en el oeste de Inglaterra, tomó el voto monástico (benedictino) en Chester en 1299 y viajó por el norte y Midlands de Inglaterra, incluidos Derbyshire, Shropshire y Lancashire.

Higden fue el autor del Polychronicon, una larga crónica, una de varias obras de este tipo de historia y teología universal. Estaba basado en un plan tomado de las Escrituras y escrito para la diversión e instrucción de su sociedad. Es comúnmente llamado Polychronicon, del título más largo Ranulphi Castrensis, cognomine Higden, Polychronicon (sive Historia Polycratica) ab initio mundi usque ad mortem regis Edwardi III in septem libros dispositum. La obra está dividida en siete libros, en humilde imitación de los siete días del Génesis., y, a excepción del primer libro, es un resumen de historia general, una recopilación realizada con considerable estilo y gusto. Escrito en latín, fue traducido al inglés por Juan de Trevisa (1387) e impreso por Caxton (1480) y otros. Durante dos siglos fue una obra aprobada. Ha sido descrita como “la historia universal más exhaustiva producida en la época medieval y… el best seller de su época”.[2]

El primer libro consta de 60 capítulos y proporciona un estudio geográfico del mundo. Comienza con un prólogo y una lista de autores elaborados, cubre Asia, África y Europa y concluye con 23 capítulos que describen Inglaterra.[3] Las primeras letras de estos 60 capítulos crean un acróstico: presentem cronicam conpilavit Frater Ranulphus Cestrensis monachis.[2] Los siguientes seis libros proporcionan una historia del mundo: desde la Creación hasta Nabucodonosor (Libro 2); al nacimiento de Cristo (Libro 3); a la llegada de los sajones a Inglaterra (Libro 4); a la llegada de los daneses a Inglaterra (Libro 5); a la conquista normanda (libro 6): a la conclusión en el reinado de Eduardo III (libro 7).[3]

Un manuscrito latino de 281 folios en poder de la Biblioteca Huntington en California termina inicialmente en 1340 y se afirma que es una versión final posiblemente escrita por el propio Higden y editada por él hasta aproximadamente 1352. Perteneció a la Abadía de St. Werburg durante su vida y se mantuvo en la biblioteca monástica hasta que la abadía se disolvió en 1540[2]. El texto latino del Polychronicon nunca se imprimió antes del siglo XIX, aparte de una sección sobre la historia británica del Libro 1 que se publicó en una compilación reunida por Gale en 1691[4]. Hay más de 100 versiones de las versiones en latín o inglés publicadas antes de 1800 en bibliotecas del Reino Unido, Bélgica, Irlanda, Estados Unidos, Francia, España y la Ciudad del Vaticano[5].

Mapa del mundo en un manuscrito de finales del siglo XIV del Polychronicon de Ranulf (Biblioteca Británica).
Oriente está en la cima y Jerusalén en el centro; el Mar Rojo en la parte superior derecha está coloreado de rojo.

Parece haber gozado de considerable popularidad en el siglo XV. Era el trabajo estándar sobre historia general y se sabe que existen más de cien manuscritos. El manuscrito de Christ Church dice que Higden lo escribió hasta el año 1342; este documento se puede ver en línea.[6] El excelente manuscrito en Christ’s College, Cambridge, afirma que escribió hasta el año 1344, fecha posterior a la cual, con la omisión de dos años, Juan de Malvern, un monje de Worcester, llevó la historia hasta 1357, año en el que fecha en que termina.

Sin embargo, según un editor, la parte de Higden del trabajo no va más allá de 1326 o 1327 a más tardar, después de lo cual fue llevada a cabo por dos continuadores hasta el final. Thomas Gale, en su Hist. Brit. & c., scriptores , xv. (Oxon., 1691), publicó esa parte, en el latín original, que se remonta a 1066.

Existen tres primeras traducciones del Polychronicon  El primero fue realizado por Juan de Trevisa, capellán de Lord Berkeley, en 1387, y fue impreso por Caxton en 1480; el segundo por un escritor anónimo, fue escrito entre 1432 y 1450; el tercero, basado en la versión de Trevisa, con la adición de un octavo libro, fue preparado por Caxton. Estas versiones son especialmente valiosas para ilustrar el cambio del idioma inglés durante el período que cubren.

El Polychronicon, con las continuaciones y las versiones en inglés, fue editado para la Serie Rolls (núm. 41) por Churchill Babington (vols. I. Y ii.) Y Joseph Rawson Lumby (1865-1886).[3] [7] Esta edición fue criticada negativamente por Mandell Creighton en el Eng. Hist. Rev., de octubre de 1888. Hay una traducción reciente de sus sermones por Margaret Jennings y Sally A. Wilson.[8]

Higden está enterrado en la catedral de Chester.

Dos imágenes del mapa de Ranulf Higden (en este caso, muy simplificadas, casi esquemáticas, sin contornos continentales) que se encuentran en dos manuscritos del Polychronicon del siglo XV en la Biblioteca Vaticana.

Saber más: https://blogcatedranaval.com/2019/11/12/el-mar-mediterraneo-en-el-s-xiv/

Esta página de la colección de manuscritos reales contiene la mitad derecha de un mapa del mundo. Inglaterra está en la parte inferior derecha, con fondo rojo. Catorce ciudades están representadas e identificadas, incluidas Londres, Winchester, Lincoln, Oxford, Worcester, Gloucester, Norwich, Northampton, York y Exeter. Las cabezas alrededor del mapa representan los 12 vientos que rodean el mundo.

Mapa del mundo elaborado a finales del siglo XIV por el cronista y monje inglés Ranulf Higdon.

Una posible versión anterior.

Mapamundi de Opicinus de Canistris

Mapamundi de Opicinus de Canistris

Diagrama con símbolos zodiacales, folio 24r. Aviñón, Francia, 1335–50. Biblioteca Apostólica Vaticana, Pal. Lat. 1993.

Opicinus de Canistris (1296-c. 1353), también conocido como Anonymous Ticinensis, fue un sacerdote, escritor, místico y cartógrafo italiano que generó una serie de escritos inusuales y diagramas cosmológicos fantásticos.123 Originalmente autobiográficos, proporcionan la mayoría de la información sobre su vida. Cuando sus obras fueron redescubiertas a principios del siglo XX, los estudiosos las consideraron de carácter “psicótico, debido a sus reflexiones teológicas extraordinarias y diagramas esquemáticos. Los méritos de esta interpretación psicoanalítica, sin embargo, son actualmente objeto de debate.

Biografía

Norte de Italia (1296-1329)

Opicinus nació el 24 de diciembre de 1296 en Lomello, cerca de Pavía, Italia. Su familia, que era bien conocida en Pavía, apoyó activamente los güelfos contra los gibelinos.

Fue a la escuela desde los seis años. Luego estudió artes liberales y progresivamente recibió una formación enciclopédica ecléctica. Desde muy temprana edad se interesó por el dibujo. Tuvo varios empleos temporales para ayudar materialmente a su familia.

La toma de Pavía por los gibelinos el 8 de octubre de 1315 obligó a la familia de Canistris a exiliarse a Génova durante tres años. Opicinus se distanció entonces de la parte güelfista de su familia, especialmente a raíz de la muerte de su padre y uno de sus hermanos menores.

En Génova estudió teología y la Biblia con mayor profundidad y desarrolló su talento para el dibujo. Durante este periodo fue capaz de ver el primer “mapa marítimo” (erróneamente conocidos como “portulanos”). Cuando regresó a Pavía en 1318 estudió para ser sacerdote y desde 1319 elaboró tratados religiosos. Fue ordenado en Parma el 27 de febrero de 1320 y en 1323 obtuvo una parroquia modesta en Pavía (Santa Maria Capella).

Entre 1325 y 1328 cometió un delito simoníaco y fue excomulgado por el obispo de Pavía. Huyó y vagó durante varios meses, viviendo de la mendicidad.

Aviñón (1329 – circa 1353)

Cuando llegó a Aviñón en abril de 1329, donde se encontraba la corte papal, Opicinus recuperó su fuerza y una vez más persiguió sus ambiciones. El papa Juan XXII reparó en él y escribió varios tratados, entre ellos dos de carácter oportunista (De preeminentia spiritualis imperii y De laudibus).

Obtuvo un puesto de escribano en la Penitenciaría apostólica el 4 de diciembre de 1330. Sin embargo, poco después, fue encontrado por los que le habían estado persiguiendo desde los acontecimientos en Pavía. Una demanda fue presentada contra él ante la Rota. Poco se sabe acerca de la demanda, como en sus escritos, Opicinus es bastante vago acerca de su naturaleza. El 24 de enero de 1337 ganó su juicio ante la Rota.

Enfermedad y visiones

Catedral de Pavía. Aviñón, Francia; 1335–50. Biblioteca Apostólica Vaticana, Pal. Lat. 1993.

El 31 de marzo de 1334 Opicinus sufrió una grave enfermedad por la que estuvo en estado de coma durante casi dos semanas. Cuando se recuperó, descubrió que gran parte de su memoria había desaparecido, que no podía hablar y que su mano derecha era inútil.

Escribió: El 31 de marzo 1334 caí enfermo. Recibí los sacramentos y estuve cerca de la muerte durante el primer tercio del mes de abril. Cuando volví en mí encontré que mis miembros habían dejado de funcionar… Había olvidado todo y ni siquiera podía recordar cómo era el mundo fuera de nuestro dormitorio… Debido a las consecuencias de la enfermedad quedé mudo, mi mano derecha quedó incapacitada y había perdido de una manera milagrosa una gran parte de mi memoria literal.

En última instancia, Opicinus recuperó su memoria, el habla y alguna función en su mano. Atribuyó esta curación a una visión que experimentó el 15 de agosto (casualmente la fecha de la festividad de la Asunción de la Virgen).

En la noche del 15 de agosto tuve un sueño de la Virgen con el Niño en su regazo… y a través de sus méritos me devolvió no la littera (conocimiento) sino un doble espíritu. Desde el 1 de febrero de 1335 comencé a retirarme, poco a poco, del trabajo en nuestra oficina debido a la debilidad de mi mano.

Opicinus creía que su enfermedad era el resultado de pecados ocultos que habían corrompido su cuerpo. Sin embargo, interpretó su recuperación como un don espiritual que le permitió revelar la verdad espiritual.

En un trabajo espiritual, sin embargo, esta misma mano resultó ser más fuerte que antes: desde entonces ha dibujado todas estas imágenes sin ningún tipo de ayuda humana. En la actualidad mi conocimiento literal perdido es sustituido por conocimiento espiritual; mi mano derecha es débil en el trabajo mundano, pero fuerte en los esfuerzos espirituales.

Las “imágenes” que refiere son unas series complejas de mapas y diagramas esquemáticos en dos manuscritos actualmente albergados en la biblioteca del Vaticano, Palatinus 1993 y Vaticanus 6435. Para Opicinus, estos dibujos eran un medio con el que trazar las realidades espirituales que creía constituían las bases del mundo físico.

Muchos estudiosos han interpretado la enfermedad de Opicinus como psicosomática, específicamente el producto de la esquizofrenia. Sin embargo, cualquier sintomatología que pueda ser extraída de los abstrusos escritos de Opicinus parece sugerir que sufrió un derrame cerebral además de posibles episodios psicóticos.

Murió en Aviñón alrededor de 1353.

Obras

Escritos con anterioridad a 1334

Estos son tratados sin dibujos y conocidos por escritores amigos. Solo De preeminentia spiritualis imperii y De laudibus Papie han sobrevivido hasta la fecha en forma de copias.4​ Su contenido es clásico.

  • 1319: Liber metricus de parabolis Christi
  • 1320: De decalogo mandatorum
  • 1322: tratados religiosos
  • 1324: Libellus dominice Passionis secundum concordantiam IIII evangelistarum
  • 1329: De paupertate Christi, De virtutibus Christi, Lamentationes virginis Marie, De preeminentia spiritualis imperii
  • 1330: Tractatus dominice orationis, Libellus confessionis, De laudibus Papie
  • 1331: Tabula ecclesiastice hierarchie
  • 1332: De septiloquio virginis Marie
  • 1333: De promotionibus virginis Marie

Obra después de 1334

Opicinus es mejor conocido por los dos manuscritos que creó a raíz de su enfermedad, “BAV, Pal. lat. 1993” y “BAV, Vat. lat. 6435”. Estos dos manuscritos contienen una variedad de dibujos y escritos autobiográficos que trazan la vida y la enfermedad de Opicinus.

Manuscrito Vaticanus latinus 6435

Mapa del mundo, 1296 – 1300. Biblioteca Apostólica Vaticana, Vat. lat. 6435.

Diagrama con crucifixión. Aviñón, Francia; 1335–50. Biblioteca Apostólica Vaticana, Pal. Lat. 1993.

Opicinus escribió el Vaticanus latinus entre junio y noviembre de 1337, insertando con posterioridad addita (la última en diciembre de 1352). Este manuscrito, que sólo fue identificado en la víspera de la Segunda Guerra Mundial, fue recientemente publicado por completo y traducido por la medievalista Muriel Laharie, además de objeto de varios estudios realizados por el psiquiatra Guy Roux – una colaboración multidisciplinar esencial para examinar esta singular obra.

El Vaticanus se presenta en forma de un códice en papel de 87 folios, con solo texto escrito en la primera mitad y texto y dibujos (a menudo mapas) en la segunda. Es un documento muy denso.

Este códice es similar a un diario escrito en orden cronológico. Sin embargo, su contenido polimorfo difícil de descifrar da testimonio de la cultura enciclopédica de su autor. Opicinus utiliza todo su conocimiento para construir una identidad cósmica que aparece en numerosas formas; él es Dios, el Sol, el Papa, Europa, Aviñón, etc. Sus mapas antropomórficos en color de la zona mediterránea, precisos y curiosamente organizados, ilustran personajes “buenos” y “malos” y animales en los que se proyecta a sí mismo y a sus enemigos. El uso de símbolos, su gusto por disimular y manipular (palabras, números, espacio), y su atracción por lo obsceno y escatológico son omnipresentes y se relacionan fuertemente con temas similares que se encuentran ampliamente en la cultura medieval.

Manuscrito Palatinus latinus 1993

Opicinus comenzó el Palatinus latinus en 1336, como una secuela del Vaticano. Identificado en 1913 (por lo tanto, antes que el códice), este manuscrito fue objeto de un estudio realizado por Richard Salomon en 1939, con una edición parcial del documento y comentarios.

Con 52 grandes dibujos a color sobre pergamino (a menudo usado por ambos lados) y cubierto con notas, Palatinus utilizó y desarrolló las ideas del pecado y de la conciencia expresadas en Vaticanus, pero depende mucho menos de un formato cartográfico. Los dibujos son sumamente esquemáticos, usando figuras humanas cubiertas de círculos y elipses. Opicinus también incluyó una gran cantidad de citas bíblicas, calendarios, cartas astrales e imaginería médica.

 

El “mapa del Astrólogo”

El “mapa del Astrólogo”.

Se conoce como “Mapa del Astrólogo” un curioso mapa, anónimo, elaborado en algún lugar de Egipto, en fecha coetánea o posterior a Ptolomeo, aunque muy discutida. Incluimos este mapa en por comprender elementos geográficos junto a otros astrológicos. Se conoce su existencia por dos tipos de fuentes.

En primer lugar, aparece en nueve de las doce copias que se conservan de unos escolios anónimos a los Comentarios de Teon de Alejandría a las tablas astronómicas del Almagesto ptolemaico; y en segundo lugar, aparece también en tres copias medievales (S. XV a XVII) de un antiguo compendio de textos astrológicos, en griego y árabe, con tablas, diagramas y dibujos, uno de los cuales es el mapa. En todos ellos, el mapa es muy parecido, casi idéntico, lo que permite afirmar que los ejemplares que han llegado hasta nosotros son fiel reproducción del original, lo que a su vez significa que no obstante su sencillez, poco más que un bosquejo, es el mapa de confección griega más antiguo que conocemos, pues todos lo demás son como hemos dicho, reconstrucciones más o menos fiables.

De acuerdo con este contexto el mapa debe ser interpretado, quizá, como un instrumento destinado a la docencia, y de ahí su carácter esquemático, y comprensivo tanto del cosmos como de la Tierra. En este sentido, Edson y Savage-Smith entienden que “el propósito del mapa era orientar al usuario sobre su lugar en el mundo, tanto geográfico como cosmológico. Esta orientación era la finalidad de la Astrología, que ligaba los sucesos de la Tierra con los movimientos de los astros”. Otros autores estiman, sin embargo, que no hay que descartar que los elementos geográficos hayan sido añadidos con posterioridad a un mapa en origen únicamente astrológico.

MS Marsh 42, Oxford

La mención en el mapa a varios lugares de Egipto y la preeminencia del símbolo romboide que lo representa, así como la omisión del Mediterráneo, ha inducido a creer que el mapa original fue confeccionado en ese país, pero la época de su elaboración es discutida. Sin duda es anterior a los textos y compendios a los que se adjuntó, pero se ha situado, según los autores, desde el siglo II hasta el siglo VI. Para datarlo, se han fijado en los componentes del mapa. Por ejemplo, la mención de varios lugares de Egipto mencionados en la Geographia de Ptolomeo induce a considerarlo coetáneo o posterior a éste. A su vez, la mención de Hierasycaminus, que era una colonia romana en la frontera de Egipto, abandonada en 298, sugiere que no debe ser muy posterior a esta fecha. Neugebauer lo sitúa en el siglo II, pues la inclusión de elementos “paganos”, como el inframundo situado en el hemisferio sur, induce a creer que es de factura precristiana. J. Christian estima que puede ser incluso del siglo I. El autor que lo data más tardíamente es Dilke. Estima que debe ser del siglo V o VI, pues la vaga referencia al “Bajo Egipto” (Kato Choras) y la omisión del Mediterráneo y Alejandría indica que su autor radica en el Alto Egipto en una época ya desconectada de las enseñanzas de Alejandría. También Edson y Savage-Smith lo datan en ese periodo.

Mapa del Astrólogo. Esquema gráfico.

El mapa es una curiosa composición, que comprende no solo el mundo habitado sino también la esfera celestial, la rosa de los vientos y el inframundo. Tiene forma redonda, conectando con ello con las antiguas creencias. Está dividido en las clásicas zonas o climas, dos templadas, dos tórridas y dos frígidas, separadas por el ecuador y los trópicos. En el mundo terrenal se indican varios países, con Egipto en forma preeminente, representado en un destacado romboide en el cuadrante superior izquierda, dividido por el trópico de Cáncer. En la parte superior se sitúan el Bajo Egipto y Heptanomia, y en la parte inferior, Hyerasycaminus, Syene y Meroe. Todas estas localidades figuran en la Geographia de Ptolomeo con sus respectivas coordenadas. A la derecha de Egipto se sitúan Persia y el mar Eritreo (Arábigo) dentro de una semicircunferencia, y el océano Índico dentro de un triángulo. A la izquierda de Egipto, Libia y Etiopía, representando el resto del continente africano.

Un anillo, con indicación de la dirección de los vientos, rodea el mapa, representando la esfera celestial o, quizá, un océano circundante. Un línea o meridiano central discurre entre los Polos, y la línea ecuatorial divide los hemisferios. La línea correspondiente a la eclíptica atraviesa el ecuador oblicuamente. Bajo el Ecuador hay un “ardiente mar innavegable”, y más al sur se halla el “contramundo”, en zona cálida pero inhabitada. De sus mares parten el Río del Olvido y el Río del Fuego, tributarios del Río de la Muerte, que trazan un círculo (único en Marsh 42, doble en MS Phill 1479 y MS Barocci 94), creando la imagen y sensación de un agujero que desciende al inframundo.

Resulta desconcertante la expresión de que “la región intermedia, entre el trópico de invierno y el círculo antártico está en latitud 40 estadios”. Se ha discutido mucho su interpretación. Neugebauer estima que la palabra “mu” (40) debe interpretarse como una abreviación de “murioi”, que significa

10.000. Otros entienden que es un error de los primeros copistas al copiar el número o que debe leerse grados en lugar de estadios, indicando la distancia angular entre el trópico de Capricornio y el círculo antártico.

Angelino Dulcert

Angelino Dulcert

Nacimiento::Siglo XIVjuliano Palma de Mallorca (Reino de Aragón)

Fallecimiento: Siglo XIV

Ocupación: Cartógrafo

Angelino Dulcert, también referido como Angel Dolcet o Angelino Dalorto fue un cartógrafo mallorquín del siglo XIV, autor de los más antiguos mapas portulanos de la llamada “escuela mallorquina“; es autor del primer ejemplar conocido y atribuido a dicha escuela, el portulano de 1339.

Existen tres cartas náuticas, dos firmadas y una anónima, que pueden atribuirse a la misma persona, aunque aparece con distintos nombres, que han sido leídos o transcritos de distinta forma, dado que las últimas letras son casi ilegibles. Por un lado, Angelino Dulcert (o Dulcet, Dulceti, Dulceto y Dulceri), y por otro, Angelino Dalorto. El nombre de Dalorto se encuentra en la primera carta, de 1330, que no indica el lugar de su composición, y el nombre de Dulcert (o sus variantes) en la segunda, de 1339, que indica haber sido hecha en Mallorca. La similitud entre ambas cartas y la tercera, anónima, las agrupa como obras del mismo autor, aunque su filiación ha originado una controversia sobre su origen italiano o mallorquín que ha durado muchas décadas. La controversia se centró, fundamentalmente, en las deducciones que se obtienen del uso de la toponimia y de otros rasgos y elementos de las cartas, como el colorido o las banderas, pero no ha podido evitar las influencias nacionalistas, dado que la cuestión está ligada al origen genovés o mallorquín de las cartas náuticas.

Carta de Angelino Dulceti de 1330. 106 x 66 cm.

Las pruebas apuntan a que era mallorquín, tanto su estilo, que es 100 % de la escuela mallorquina,1​ como ciertos elementos de sus mapas que se encuentran en las cartas mallorquinas y en cambio no están en las cartas genovesas de la misma época, pero a pesar de estas evidencias, todavía hay autores que mantienen que podría ser originario de Génova, de nombre Dalorto,2​ habiendo emigrado posteriormente a Mallorca.34

La primera de sus cartas fechadas es la de 1330 (Que se conserva en la colección del Príncipe Corsini en Florencia, donde fue descubierta a finales del siglo XIX. Está fechada en marzo del año  indicado en números romanos, pero de forma confusa, que unos interpretaron como MCCCXXV (1325) y otros como MCCCXXX (1330). Pero Pujades ha determinado con argumentación paleográfica que debe ser 1330, que es la fecha actualmente aceptada.

Portulano de 1339

Carta portulana de Angelino Dulceti de 1339

Está fechado en Palma de Mallorca el 1339. Tiene notas y leyendas escritas en latín, y se caracteriza porque representa aspectos desconocidos a las obras contemporáneas producidas en Génova y Venecia (El rey de Malí, las Canarias descubiertas en 1312, una isla con nombre Antil y otra isla llamada Brasil), y tiene en cambio el mar Rojo “pintado de rojo” y la forma de representar las montañas, aspectos típicos de la escuela mallorquina.12

Este mapa también intenta representar la Europa del Norte, e incluye información relativa a África, sin centrarse sólo en las representaciones relativas al Mediterráneo que caracterizan las obras de la época. Se distingue además por ser el primer portulano que identifica la isla de Lanzarote (la más oriental del archipiélago Canario), como la isla de Lanzarotus Marocelus, una referencia al navegante genovés Lanceloto Malocello.

El portulano está dibujado en dos piezas de pergamino manuscritas y unidas en una sola pieza, con unas dimensiones de 750 × 1020 mm. Se encuentra en la Biblioteca Nacional de Francia en París.5

Hay otro portulano muy similar, dibujado entre los años 1325 y 1330, que se atribuye también a Angelino Dulcert. Tiene el más puro estilo de la escuela mallorquina,1​ pero, de nuevo, hay algunos que dudan si fue dibujado en Mallorca o en Génova, ya que no está especificado.6

La tercera carta fue descubierta con posterioridad, ya en el siglo XX, y se conserva en la British Library (Add. Ms 25691). Es una carta anónima, pero dada su semejanza con las anteriores, no se duda de que procede del mismo autor. Su datación es discutida. Heinrich Winter mantiene que es anterior a las otras dos porque es la primera en situar la bandera de Aragón en Sicilia, que fue conquistada en 1282, pero no en Cerdeña, que fue conquistada en 1324, donde sí aparece en la carta de 1330, por lo que la de la British Library debe ser anterior a ésta. Esta opinión ha sido rechazada por otros autores, en especial por Giuseppe Caraci, y también por otros posteriores, como Gerald Crone, Tony Campbell y Ramón Pujades, pues las conclusiones obtenidas de emplazamiento de banderas nunca pueden considerarse definitivas, y en cambio, del análisis de la evolución de la toponimia se deduce una datación posterior, entre 1339 y 1350, probablemente 1340.

Carta atribuida a Angelino Dulceti. Add. Ms 25691

Estas son las primeras cartas mallorquinas. No puede decirse que sean una creación puramente mallorquina, no solo por el probable origen y formación genovesa de Dulceti, sino porque, como hemos indicado anteriormente, todas las cartas son en realidad resultado de la utilización de otras anteriores, copias unas de otras a las que se van añadiendo nuevos datos en la búsqueda de un constante perfeccionamiento. Pero es indudable que las cartas de Dulceti son innovadoras de un estilo que se convertirá en el llamado estilo mallorquín, consistente en la inclusión de contenido geográfico y político en el interior de los continentes.

La cartografía de Dulceti es, en conclusión, la iniciadora del llamado estilo mallorquín, que agrupó a numerosos cartógrafos trabajando en Mallorca, y un claro precedente del Atlas Catalán de 1375. Dice Tony Campbell que en materia de decoración, lo más razonable es considerar que la obra genovesa (aun siendo de origen más antiguo) es una imitación o continuación de la obra mallorquina. Como dice Monique Pelletier, la carta de 1339 constituye, junto con las otras dos del mismo autor, un conjunto que anuncia las obras maestras de la cartografía mallorquina. Su originalidad proviene de un nuevo estilo y de un contenido que introduce al lector en el interior de los países. Se combinan los circuitos marítimos con los terrestres, de modo que su lectura no puede hacerse sin una evocación de los circuitos económicos que existían en el Mediterráneo a principios del siglo XIV.

LAURA JURADO Palma

Aquel día de 1885 los telediarios habrían abierto con su nombre de haberlos habido. Un hallazgo en el archivo del príncipe Tomás Corsini de Florencia ponía patas arriba la historia de la cartografía. Una carta, firmada en 1339, que adelantaba en casi cuatro décadas la que hasta entonces se había considerado la primera. Su autor, un grabador de la Escuela Mallorquina: Angelino Dulcert.

Al capitán, escritor e historiador zamorano Cesáreo Fernández Duro, le tocó hacer de corresponsal por encargo del responsable de la Biblioteca Nacional de París. Suya era la primicia pero también, la falta de datos con la que completar aquel maravilloso titular. «Era el portulano más antiguo que se conoce firmado y fechado en Mallorca», explica el matemático y experto en Historia de la ciencia, Ernesto García Camarero.

Según el corresponsal amateur, la carta estaba «en admirable estado de conservación», salvo un «desgarrón» entre el Mar Rojo y la Península Arábiga. «Casi todas las inscripciones se leen fácilmente; no está sucia, ni manchada y ni siquiera ha adquirido color amarillento», detallaba. Un portulano dibujado en dos piezas de pergamino manuscritas unidas, con unas dimensiones totales de 750 por 1.020 milímetros. Aún hoy se conserva en la Biblioteca francesa.

Hasta entonces, el Atlas catalán de 1375 -atribuido a Los Cresques- se consideraba la carta náutica más antigua. El hecho de que la recién descubierta llevara fecha, 1339, hizo que el título de pionero pasara pronto a quien la autografiaba: Angelino Dulcert. «Pero aunque […] tiene fecha y firma, nada se sabe de la vida de sus autores», se lamentaba Fernández Duro.

«Los cartógrafos eran gente socialmente oscura», asegura García Camarero en el artículo La escuela cartográfica de Mallorca. «Eran artesanos que trabajaban en talleres establecidos en los puertos, en los que también se fabricaban otros instrumentos náuticos», añade. Su obra y la lengua que en ella utilizara, en este caso el latín, eran las únicas pistas sobre su autor.

Las pruebas apuntan a que Dulcert era mallorquín. Su estilo coincide al 100% con el de la escuela cartográfica de la Isla, y en su mapa aparecen elementos que sólo se encuentran en las cartas elaboradas aquí y no en las genovesas de la misma época. Entre ellas, el Mar Rojo pintado de rojo y una particular forma de representar las montañas.

«El inicio de la ciencia y la tecnología marinas en España se remonta a la Baja Edad Media y está ligado a la necesidad de disponer de cartas náuticas que facilitasen la navegación por los distintos reinos marítimos», señala el experto. En general, todos los portulanos tenían el Mediterráneo como zona principal, pero incluían también el Mar Rojo, el Mar Negro, una parte del océano Atlántico y la costa noroccidental de África.

Pero Angelino Dulcert era pionero no sólo por una cuestión temporal, sino también por la introducción en su mapa de aspectos hasta entonces ausentes en otras contemporáneas. Su carta se extendía, también, hacia Europa del Norte -retratando la Península Escandinava- y era la primera en representar las Islas Canarias, redescubiertas por los europeos en aquel siglo XIV. De hecho, identificaba incluso la isla de Lanzarote, donde el navegante Lancellote Malocello había desembarcado sólo 20 años atrás.

«Según el conocimiento actual podría considerársele como iniciador de la cartografía mallorquina. Dada la originalidad de este tipo de representaciones no existen antecedentes», reconoce García Camarero. Los problemas surgieron después. Cuando alguien comparó aquella obra recién descubierta con otra que ya se conocía, fechada entre 1325 y 1330 por un tal «Angellinus de Dalorto». ¿Se trataba de una versión italiana del nombre de Dulcert? ¿Acaso el cartógrafo era, en realidad, un genovés afincado en Mallorca? De hecho, existía una tercera, ésta anónima, que Winter había fijado como elaborada en 1327.

Los expertos las analizaron con lupa. «En estas tres cartas están las raíces de la fecunda escuela mallorquina», asegura García Camarero. «Además, entre ellas hay una semejanza estilística tan notable que muestran que existió una estrecha relación entre los autores, si éste no fue el mismo en los tres casos. Cosa muy probable», añade. Todas ellas creadas antes del atlas de Los Cresques. Dulcert se hacía, de repente, pionero por partida triple.

Dulcert que en su mapa de 1339, dibujó el mar Mediterráneo y Europa desde Irlanda hasta Rusia, con una precisión de nuestro tiempo. En él las latitudes son perfectamente exactas y el error máximo de las longitudes no llega al semigrado.

Pietro Vesconte

Pietro Vesconte

Imagen de un cartógrafo trabajando, que se supone es del propio Vesconte Pietro, del atlas de Vesconte de 1318 (Museo Correr, Venecia)

Pietro Vesconte (fl. 1310–1330) fue un cartógrafo y geógrafo del siglo XIV de la República de Génova, un pionero en el campo de las cartas portulanas que influyó en la cartografía italiana y catalana a lo largo de los siglos XIV y XV. Parece haber sido el primer cartógrafo profesional en firmar y fechar sus obras con regularidad.1

Aunque Vesconte nació en Génova, produjo gran parte de su trabajo en Venecia. Estuvo activo entre 1310 y 1330,1​ produciendo numerosos mapas. Sus cartas náuticas se encuentran entre las primeras en cartografiar con precisión regiones del mar Negro y del mar Mediterráneo. También produjo representaciones cada vez más precisas de las costas del norte de Europa, en particular las de Gran Bretaña y, en menor medida, de Irlanda.

Su carta portulana de 1311 del Mediterráneo oriental es la carta náutica firmada y fechada más antigua que se conserva de la época medieval.2​ Es también el autor de al menos cuatro hojas firmadas de diversos atlas (1313, 1318a, 1318b, c. 1321), en los que las diversas hojas se pueden combinar en una sola carta náutica. También hay un atlas (1321) y una solitaria carta portulana (1327) firmados por Perrino Vesconte, que se supone son del propio Pietro o posiblemente de un pariente más joven de su familia que usó el diminutivo de ‘Pietro’.1​ La imagen de un cartógrafo trabajando, que aparece en un atlas de Vesconte de 1318, es posible que represente al propio Vesconte.3

Pietro Vesconti trasladó su experiencia como fabricante de portulanos en el mapamundi (mapa circular del mundo) que produjo, que introdujo una precisión nunca antes vista en el género.1​ Proporcionó un mapa del mundo, un atlas náutico, un mapa de Tierra Santa y las plantas de las ciudades de Acre y Jerusalén, para que fueran incorporadas en el Liber secretorum fidelium cruces, Marino Sanuto, una obra que tuvo por objeto fomentar una nueva cruzada.3​ Hay tres copias conocidass del Liber de Sanuto (c. 1320-21, c. 1321 y c. 1325) que incluyen mapas de Vesconte, estando solamente el primero de ellos firmados, aunque los dos últimos se supone que con seguridad fueron hecho por él, o, al menos, bajo su dirección.

Obras de Vesconte (o atribuidas)

Las siguientes obras han sido firmadas, o atribuidas, a Pietro Vesconte.4

  • 1311 – Carta portolana del Mediterráneo oriental, firmada y fechada, perteneciente (C.N.1) al Archivio di Stato en Florencia, Italia.
  • 1313 – Atlas de seis hojas, firmado y fechado, perteneciente (DD 687) a la Biblioteca nacional de Francia en París, Francia. (1. Calendario, 2. Mar Negro, 3. Mar Egeo, 4. Mediterráneo oriental, 5. Mediterráneo central, 6. Mediterráneo occidental e Islas Británicas)5
  • 1318 – Atlas de siete hojas, firmado y fechado, perteneciente (Port. 28) al Museo Correr en Venecia, Italia. (1. Calendario, 2. Mar Negro, 3. Mediterráneo oriental, 4. Mediterráneo central, 5. Mediterráneo occidental, 6. España y África norte, 7. Atlántico norte)
  • 1318 – Atlas de diez hojas, firmado y fechado, perteneciente (MS 594) a la Biblioteca Nacional de Austria de Viena, Austria. (1.Calendario, 2. Mar Negro, 3. Mediterráneo oriental, 4. Mediterráneo central (sur), 6. Mediterráneo central (norte) 7. Mediterráneo occidental, 8. España y costa Atlántica francesa, 9. Islas Británicas, 10. Mar Adriático)
  • c.1320-21 – Mapamundi más atlas de cinco hojas, sin datar pero firmado por Vesconti, del Liber secretorum de Marino Sanuto (parcialmente perdido), perteneciente (Pal.Lat.1362A) a la Biblioteca Apostólica Vaticana en la Ciudad del Vaticano (2. Mar Negro, 3. Mar Egeo, 4. Palestina y Mediterráneo oriental. 5. Adriático y África norte, 6. Mediterráneo occidental y Atlántico norte)
  • 1321 – Atlas Perrino Vesconte de cinco hojas, firmado y fechado, perteneciente (R.P.4) a la Biblioteca Central de Zúrich, Suiza (1 Calendario, 2. España y Atlántico norte, 3. Mediterráneo central, 4. Mediterráneo oriental. 5. Mar Negro)6
  • c.1321 – Atlas de nueve hojas, sin datar, perteneciente (MS 175) a la Biblioteca municipal de Lyon, Francia. (1. Calendario, 2. rhumb network, 3. Mar Negro, 4. Mediterráneo oriental, 5. Mediterráneo central (norte), 6. Mediterráneo central (norte) 7. Mediterráneo occidental. 8. Islas Británicas & Francia, 9. Mar Adriático)
  • c.1321 – Mapamundi y atlas de cinco hojas, sin datar ni firmar, atribuido a Vesconte, del Liber secretorum de Marino Sanuto, perteneciente (Vat. Lat. 2972) a la Biblioteca Apostólica Vaticana en la Ciudad del Vaticano (1. Mar Negro, 2. Aegean y África norte, 3. Palestina & Mediterráneo oriental 4. Mediterráneo central, 5. Mediterráneo occidental y Atlántico norte)
  • c.1325 – Mappa mundi y atlas de cinco hojas, sin datar ni firmar, atribuido a Vesconte, del Liber secretorum de Marino Sanuto, perteneciente (Add MS 27376) a la Biblioteca Británica, en Londres, UK. (1. España y Atlántico norte, 2. Mediterráneo central, 3. Palestina y Mediterráneo oriental, 4. Mar Egeo y África norte, 5. Mar Negro)

Galería de imágenes

 

Portulano de 1311 de Pietro Vesconte del Mediterráneo oriental, la primera carta portulana firmada (Archivio di Stato de Florencia)

 

Calendario astronómico del atlas de 1313 de Pietro Vesconte. (Biblioteca nacional de Francia, París)

 

 

Atlántico mapa, hoja del atlas de 1313 de Pietro Vesconte. (Biblioteca nacional de Francia, París)

 

Mapa del mar Adriático, hoja del atlas de 1318 de Pietro Vesconte (Biblioteca Nacional de Austria, Viena)

 

 

 

Mapa del Atlántico, hoja del atlas de 1321 de “Perrino” Vesconte (Biblioteca Central de Zúrich)

 

 

Mapa del Mediterráneo occidental, hoja del atlas de c. 1321 de Pietro Vesconte (Biblioteca municipal de Lyon)

 

 

Mapa del Atlántico norte (Francia, Britain, Ireland), hoja del atlas de Pietro Vesconte c. 1321 (Biblioteca municipal de Lyon)

 

 

 

 

Mapa del Atlántico, sheet from Vesconte’s c.1321 atlas for Marino Sanuto’s Liber Secretum (Biblioteca Vaticana)

 

 

Mapa del Atlántico, sheet from Vesconte’s c.1325 atlas for Marino Sanuto’s Liber Secretum (Biblioteca Británica)

 

 

 

Ejemplos

Aragón en el Mapamundi de Pietro Vesconte 1320. Aragoneria.

Mapa del mundo incluido en el Liber secretorum fidelium cruces de Marino Sanuto

 

Mapamundi de Pietro Vesconte 1320

 

Pietro Vesconte (fl. 1310–1330) fue un cartógrafo y geógrafo genovés.

Pionero en el campo de la carta portolana, influyó en la cartografía italiana y catalana a lo largo de los siglos XIV y XV.

Parece haber sido el primer cartógrafo profesional en firmar y fechar sus trabajos regularmente.

Aunque Vesconte nació en Génova, produjo gran parte de su trabajo en Venecia.

Estuvo activo entre 1310 y 1330, produciendo numerosos mapas.

Sus cartas náuticas se encuentran entre las primeras en cartografiar con precisión las regiones mediterránea y del Mar Negro.

Detalle del Mapamundi de Pietro Vesconte de 1320, donde aparece Aragón como “aragonia” al este (más arriba) de navarra y dentro de la región geográfica conocida como “Yspania” en rojo.

También produjo retratos progresivamente más precisos de las costas del norte de Europa, en particular de Gran Bretaña y, en menor medida, de Irlanda.

En el mapa del Atlantico, la hoja de Vesconte c.1321 para el atlas de Marino Sanuto, en el “Liber Secretum Fidelis Crucis” (Biblioteca Vatican)

Se puede ver la bandera de Aragón situada sobre el espacio geográfico del Reino de Aragón.

Pietro Vesconte, Carta nautica del Mediterraneo orientale, del mar Nero e del mar d’Azov, 1311 (Archivio di Stato di Firenze).

La carta náutica de 1311 de Pietro Vesconte del este del Mediterráneo es la carta náutica más antigua firmada y fechada que se conserva en la época medieval.

También es autor de al menos cuatro atlas de varias hojas firmadas (1313, 1318a, 1318b, c. 1321), donde las diferentes hojas se pueden combinar en una sola carta náutica.

También hay un atlas (1321) y una carta portuaria solitaria (1327) firmada por “Perrino Vesconte”, que se supone que es el mismo Pietro o posiblemente un miembro más joven de su familia que utiliza una forma diminuta de “Pietro”.

Pietro Vesconte aportó su experiencia como fabricante de portolanos para influir en el mappa mundi (mapa del mundo circular) que produjo, lo que introdujo una precisión nunca antes vista en el género.

Proporcionó un mapa del mundo, un atlas náutico, un mapa de Tierra Santa y un plan de Acre y Jerusalén para incluirlos en el Liber secretorum fidelium cruces de Marino Sanuto, un trabajo que tenía como objetivo fomentar una nueva cruzada.

Hay tres copias conocidas del Libro de Sanuto (c. 1320–21, c. 1321, c. 1325) que incluyen los mapas de Vesconte, solo el primero de los cuales está firmado; en los dos últimos se asume que los hizo él, o al menos se hicieron bajo su dirección.

Imagen del Libro de Sanuto de 1320 a gran tamaño

Más información sobre Pietro Vesconte y Marino Sanuto

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Pietro Vesconte. Mapa del Atlántico, España y las Islas Británicas. Marino Sanuto “Liber Secretorum Fidelium Crucis”. 1325.

1311 Mapa Portolan del mundo por Pietro Vesconte

Innovaciones:

Las principales innovaciones introducidas por Vesconte, algunas incluso desde su primera carta de 1311, son las siguientes, que se convirtieron en regla general durante siglos:

– El uso de tres colores para distinguir los 32 vientos o direcciones de compás: negro para las ocho principales, verde para las intermedias entre éstas y rojo para el resto.

– Formas significativas para determinadas islas, especialmente en el complejo archipiélago del Egeo.

– Banderas para la representación de ciudades. (Con el precedente de la carta Lucca).

– Inserción de la escala, a partir del atlas de 1318, en una barra rectangular, abandonando su inserción en un círculo, forma habitual desde la carta Pisana.

– Diseño de los bancos de arena y lagunas costeras con puntos rojos y cruces negras. (Con el precedente de la carta Riccardiana)

– Intento de solución (en la carta de 1327, con posible precedente en las cartas Lucca y Riccardiana) al problema de que con el uso de dos rosas de los vientos quedan espacios triangulares a cada lado del punto de tangencia de los dos círculos, en los que las costas no están provistas de líneas de rumbos, lo que ocurre especialmente en el mar Adriático.

– En algunas cartas de Vesconte aparece por primera vez el elemento de la decoración, en los bordes y sobre todo en las esquinas, decoradas con retratos de santos o evangelistas con un fondo dorado. Esta cuestión ha sido estudiada por Laura di Marchi. Su estudio muestra que los atlas son el resultado de una colaboración de Vesconte con artistas iluminadores de Venecia, y que las santas figuras pudieran tener un uso práctico relacionado con la oración. Pero hay que tener en cuenta que las cartas decoradas no iban destinadas al uso náutico, sino que eran productos comerciales a petición del cliente.

– Finalmente, Vesconte es el primero en producir colecciones de cartas parciales formando un atlas, costumbre que arraigó sobre todo en Venecia. Estos atlas no fueron confeccionados para su uso en el mar sino a petición y encargo de acaudalados clientes como un producto de lujo o prestigio para sus bibliotecas, y gracias a ello se han conservado algunos hasta nuestros días. Respecto de los atlas de Vesconte hay otra particularidad. Al existir varios atlas bien datados y en un cierto periodo de tiempo (de 1311 a 1327) es fácilmente observable el progreso en el conocimiento de datos que transporta a sus cartas, no solo en la toponimia sino también en la configuración de las líneas de costas. Un ejemplo claramente observable es la evolución del diseño de las islas Británicas.

Carta Pisana

Carta Pisana

Fotografía de la Carta Pisana

La Carta Pisana es un mapa (Anónimo) realizado a finales del siglo XIII, alrededor de 12751300. Se encontró en Pisa, de ahí su nombre. En él se muestra el conjunto Mar Mediterráneo, el Mar Negro y una parte del Océano Atlántico, desde el norte del actual Marruecos (hasta aproximadamente el paralelo 33º norte, con la ciudad de Azemmour) que hoy día se encuentra en Holanda, aunque la precisión de detalle del mapa se limita principalmente al Mediterráneo. Es la carta náutica más antigua (es decir, no simplemente un mapa, sino un documento que incluye instrucciones de navegación). Se trata de una carta portulana, que muestra un estudio detallado de las costas, y muchos puertos, pero no tiene ninguna indicación de la topografía o de la toponimia del interior. En el mapa, el norte está en la parte superior, en contraste con otros mapas de la misma época, como el mapa de Hereford (ca. 1300), donde es el Este el que se encuentra en la parte superior.12

Origen y contenido

Los posibles lugares de origen para el mapa son Pisa, donde fue encontrado, Venecia, y Génova, que es el lugar de origen aceptado por los expertos. Respecto a la densidad de los puertos a que hace referencia el mapa es más alta en la costa del mar Tirreno, y más baja en el Mar Jónico. Esta es una posible evidencia de que el mapa es de origen genovés, dado que en aquellos momentos, Génova era una gran potencia en el mar Tirreno. Además, la primera referencia textual de la utilización de una carta marítima detallada, en 1270, está referida a un barco de la cruzada de San Luis a quien ayudaron los genoveses. La inexactitud de la parte atlántica de la Carta Pisana, especialmente en comparación con su parte del Mediterráneo, puede ser ejemplificada con su representación de Gran Bretaña: una forma irregular, rectangular, situada en un eje Este-Oeste, con sólo seis nombres de lugares indicados para toda la isla de Gran Bretaña. Civitate Londra (Londres) se coloca en el centro de la costa sur de la isla.

En cuanto a la fecha del mapa, su antigüedad viene limitada por la mención de la ciudad de Manfredonia, que fue fundada por el rey Manfredo de Sicilia en 1256.

Las fuentes utilizadas en la elaboración de la Carta Pisana son difíciles de determinar. El uso de algunas variantes dialectales en los nombres de lugares indicados en el mapa tiende a sugerir que fueron compilados de diversas fuentes regionales para hacer el mapa. Otras posibilidades incluyen una hipotética carta portulana anterior, hoy desaparecida, o la influencia de la cartografía romana antigua. Sin embargo, no hay absolutamente ninguna evidencia que apoye la existencia de una carta portulana anterior, y el hecho de que el mapa tiene errores flagrantes sobre Italia socavaría la teoría de una influencia romana antigua.

Aspectos de navegación y su relación con la brújula

El mapa abarca casi todo el Mediterráneo con dos círculos de rumbos, uno para el Mediterráneo occidental, y otro para la zona oriental. Estos círculos están divididos en dieciséis partes, correspondiendo cada una de las dieciséis divisiones del mapa a una dirección de la rosa de los vientos. Además, cuenta con una escala bidireccional (ver mapa), subdividida en varios segmentos que corresponden a 200, 50, 10, y 5 millas. El valor exacto de la “milla portulano” es difícil de calcular en unidades de hoy en día, ya que hay discrepancias entre las zonas geográficas de este mapa y los demás, pero está convencionalmente consensuado en alrededor de 1,25 kilómetros.

La metrología de la carta Pisana

Se puede leer en el artículo de Wikiversidad: La carta Pisana

Para saber más: https://es.wikiversity.org/wiki/Portulanos/La_carta_Pisana

La Carta Pisana, del año 1300, es un portulano que emplea los dedos árabes como unidad de medida e incluye una representación del Atlántico Este, el Mediterráneo y una parte del mar Negro (el estrecho de Gibraltar aparece en el ángulo inferior izquierdo). Se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia y puede consultarse en la web Gallica.

Andalucía, la imagen cartográfica: Carta Pisana

Denominada Carta Pisana por el lugar de su hallazgo, cubre desde el Atlántico al Oriente Medio.

Con respecto a Andalucía, apunta los trazos esenciales de su costa, enfatizando el saliente del cabo de Gata, la fisonomía del Estrecho, la bahía e isla de Cádiz y la desembocadura del Guadalquivir. Recoge una prolija nómina de topónimos, repetida y ampliada en cartas posteriores, desde Vera a Cartaya. Mientras la mayoría de los nombres se rotulan en negro (cabo de Gata, Almuñécar, Nerja, Fuengirola, Marbella, Estepona, monte de Gibraltar, Tarifa, Trafalgar, Cádiz, Salmedina, río de Sevilla, entre otros), algunos puertos principales (Almería, Salobreña, Málaga y Algeciras) se iluminan en tinta roja.

Escribe John Hessler (2015, 7-8), especialista en cartografía de la Biblioteca del Congreso de Washington1, que “muchos tipos de cartografía siguen desconcertando a los expertos actuales, al igual que el propio origen de la disciplina. Una forma misteriosa apareció en torno al año 1250 y desapareció a mediados del siglo XVI. Los historiadores modernos no saben casi nada acerca de quién originó esta forma pragmática de hacer mapas (…), que adoptan la forma de las cartas medievales de navegación y [que] se elaboraron para su uso a bordo de los buques comerciales que navegaban el Mediterráneo y, más tarde, el océano Atlántico. Estos mapas, conocidos como portulanos, proporcionaban a los marineros los nombres de los puertos, así como direcciones de brújula y la trayectoria de los vientos predominantes. Pero no se molestaban en anotar ningún elemento interior. (…). Dado que no tienen antepasados, da la impresión de que surgieron en la mente medieval completamente formados, sin modelos ni precursores”.

El más antiguo que se conserva es la Carta pisana, un portulano del Mediterráneo, el mar Negro y parte de la costa Atlántica dibujado en 1290. Para elaborarlo, el cartógrafo eligió dos puntos, los centros de dos circunferencias tangentes, de las que irradian las líneas rectas que indican los puntos cardinales y las direcciones intermedias. Sobre esta red, dibujó las costas de los continentes y las islas, escribió los topónimos de la costa y de los puertos, pero las masas terrestres no incluyen ningún detalle, ningún dibujo, porque esta carta náutica se ideó para navegar y los detalles interiores habrían sido superfluos.

Mapamundi de Hereford

Mapamundi de Hereford

Es posible que le suene a más de un lector por la polémica que protagonizó en 1988 el párroco de Hereford, donde se conserva, cuando propuso venderlo en una subasta de Sotheby’s para afrontar los problemas financieros de la diócesis. Al final, por suerte para los escandalizados vecinos, el mecenazgo solventó la cuestión con la construcción de una gran biblioteca en la que se expone al público. Pero involuntariamente -se supone-, el sacerdote le hizo una gran publicidad a lo que era una pieza excepcional.

Se trata de un mapamundi, dibujado sobre un pergamino de medidas 132 x 162 cm y enmarcado en roble, que colgaba de una pared de la catedral local excepto en períodos turbulentos, en que se escondía bajo el suelo de una de las capillas, hasta que en 1855 se procedió a su limpieza y restauración por parte del British Museum. La autoría se atribuye a un tal Richard de Haldingham, notable de Lafford -su firma está en la esquina inferior izquierda-, quien admite haberse documentado en las obras de Solino y Orosio. Ha sido datado en tiempos medievales, en el año 1285 d.C.

Como era normal por entonces, el mapa representa un O.T, es decir, un Orbis Terrarum, que es un tipo de representación cartográfica creada por San Isidoro para su obra Etimilogías, pero que bebía de la tradición romana iniciada por Marco Vipsanio Agripa. De ese mismo estilo hay otros importantes ejemplos que también se pueden considerar atlas visuales, caso del de Beato de Liébana, el Salterio de la abadía de Westminster, etc. En ellos destaca la T con que se articula la representación, formada por el Mediterráneo (brazo vertical) separando Europa de África y los ríos Nilo y Don más el Mar Negro (brazo horizontal) que separan nuestro continente de Asia. Y el Mar Rojo, pintado de rojo. El anillo exterior correspondería al océano y la población humana, descendiente de los hijos de Noé, se reparte por el trifolio terrestre.

El mapamundi de Hereford sigue ese esquema. Tiene forma circular, estando presidido por un Pantocrátor (Cristo en majestad) en el Paraíso, situado en la parte alta (que corresponde al Este porque por allí sale el sol) y rodeado de un muro de fuego que cierra el paso a los condenados al infierno por el Juicio Final. Debajo está el mundo conocido, con Jerusalén en el centro (un pequeño agujero indica que se hizo con un compás) y los continentes excepto América (porque aún quedaban más de dos siglos para su descubrimiento). No faltan océanos y mares, así como la señalización de casi medio millar de localidades, muchas de ellas habitadas entonces y otras sólo citadas en la Biblia.

Detalle del centro, Jerusalén:

Pero también hay otros elementos bíblicos, hasta una quincena. Así, fijándose detalle a detalle, podemos ir viendo la torre de Babel, el Arca de Noé o la ruta seguida por los judíos en su Éxodo (con el Mar Rojo pintado de ese color). Igualmente, abundan las referencias a leyendas medievales: el unicornio, los hombres salvajes, una treintena de criaturas antropomórficas fantásticas… Otros mitos son clásicos (8), como las columnas de Hércules en Gibraltar, el Vellocino de Oro o el laberinto del Minotauro en Creta. No todo es imaginario porque también aparecen el campamento de Alejandro Magno, la medición del mundo ordenada por Julio césar y una pequeña recopilación de 33 animales y plantas de todo el mundo, algunos tan exóticos de aquélla como el camello asiático o los elefantes de guerra que aparecían en los relatos clásicos, otros fantásticos.

Visión simplificada:

Reconstrucción del emplazamiento original.

El mapa contiene 1.091 topónimos o inscripciones, brillantemente estudiados y catalogados por Scott Westrem (notas 292 y 293), incluso agrupando las que pueden atribuirse a sus respectivas fuentes. Algunas, como Orosius, Solinus o Isidoro de Sevilla son expresamente mencionadas en el mapa. Otras son la Biblia, Plinio, el itinerario de Antonino, San Jerónimo, Julius Honorius, Martianus Capella, Aethicus Ister, Hugues de Saint-Victor y otros textos, entre los que destaca la Expositio mappe mundi, datado hacia 1190, al que pueden atribuirse nada menos que 437 inscripciones. Casi todas están en latín, salvo algunas leyendas especiales en franco-normando. Gran parte de las inscripciones son nombres de ciudades, ríos, montañas o islas, pero muchas contienen información cosmológica, etnográfica, histórica, teológica y zoológica, en relación con monumentos, animales, plantas, gentes, sitios bíblicos y elementos legendarios o mitológicos, y hay centenares de inscripciones que llevan una adjunta ilustración. Scott Westrem ha efectuado también un examen empírico del pergamino, destacando su extraordinaria calidad,  junto a la enorme información que suministra el mapa y la destreza que muestran las ilustraciones, ice que nos encontramos ante lo que puede ser calificado de lujosa o suntuosa cartografía medieval. Naomí Reed Kline ha publicado en 2001 un libro en el que, en el contexto del arte medieval y la historia intelectual, realiza un completo y detallado análisis de las imágenes y textos del mapa de Hereford, relacionándolo con otros mapas medievales.

En su conjunto, el mapa de Hereford es una verdadera enciclopedia de conocimientos geográficos, históricos, bíblicos, mitológicos, zoológicos y botánicos, pero se destaca su fuerte carácter religioso, mostrando a Dios como el creador del mundo y los elementos geográficos solo proporcionan el marco o estructura para almacenar la información relativa a su creación e historia. Dice Naomí Reed Kline (nota 99) que en los mapas medievales se presenta el mundo como un compendio de tiempo y espacio, pero trascendido por símbolos que relacionan la Creación con el tiempo eterno a través de la Resurrección y el juicio Final.