Escritura
Códigos del Gran Capitán
Código de las cartas del Rey Fernando el Católico a Gonzalo Fernández de Córdoba.
En la Campaña de Nápoles, principios del S. XVI, hubo una correspondencia entre el Rey Fernando el Católico, y el jefe de las operaciones Gonzalo Fernández de Córdoba “El Gran Capitán”.
En sus cartas más secretas, el Rey Católico mostró enérgicamente su disconformidad con algunas decisiones del Gran Capitán durante la campaña de Nápoles, en las que percibía un enorme riesgo para el futuro del reino y para su propio liderazgo. Este es uno de los primeros detalles palpables al desvelar un secreto que ha durado más de 500 años. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) acaba de desentrañar el que sin duda ha sido uno de los más importantes misterios de la Historia de España: el código de las comunicaciones secretas entre Fernando el Católico y Gonzalo Fernández de Córdoba, héroe militar cuya figura se agranda a la luz de las misivas.
Nadie había podido descifrarlas porque no se conservaba la tabla de sustitución múltiple que aplicaron a los textos. Los correos iban y venían continuamente entre la corte de los Reyes Católicos y el Reino de Nápoles sin que nadie pudiera leerlos más que el destinatario. Portaban órdenes, veladas amenazas, instrucciones contundentes y llamadas al orden. Hoy, ese misterio ha llegado a su fin. Los hallazgos realizados por los expertos del centro confirman la gran sofisticación del código empleado, muy por delante de su tiempo.
Dos cartas de 1502 y 1506
En 2015, el Museo del Ejército expuso un conjunto de cartas, procedentes del archivo de los duques de Maqueda, en una muestra dedicada al Gran Capitán y solicitó la ayuda de expertos del CNI para que intentaran dar con la clave, según confirma a ABC el coronel Jesús Anson desde la institución toledana.
En el CNI se lo tomaron como un desafío: abordar sistemas no convencionales sirve de entrenamiento y la historia de las comunicaciones secretas es un conocimiento útil. Pero además el trabajo sobre estas cartas que abren una nueva ventana a la historia incumbe a un centro que se considera «más servicio que secreto», en palabras de su director Félix Sanz Roldán.
El Museo del Ejército, presentó dos cartas al CNI, fechadas el 27 de mayo de 1502 y el 14 de abril de 1506. Es un momento hirviente de nuestra historia, justo antes de la segunda invasión francesa de Nápoles, la más importante. Al pie de una de ellas, por fortuna, el Gran Capitán había descifrado apresuradamente unas pocas frases. Era como tener en las manos un fragmento de la piedra Rosseta.
Aunque las cartas cifradas eran un sistema común en la Italia de la época, las tablas del Rey Católico estaban «muy bien pensadas», según los técnicos españoles de «sigint» (inteligencia de señales), a prueba de ojos indiscretos. Es un precursor del sistema Vigenère, pero bastante avanzado, tanto que no se hallará nada parecido hasta el siglo XVII.
Combinatoria realizada por el CNI sobre las cartas
Conviene explicar, primero, que las palabras cifradas no tienen separaciones para evitar detectar los finales y los principios. Existen símbolos sueltos, que corresponden a letras. Pero no siempre son los mismos. Las de más uso tienen cinco o seis correspondencias diferentes, con lo que no es posible detectar las repeticiones. Por otro lado, hay palabras que se transcriben como conjuntos de dos o tres letras y, como en el caso de los símbolos, las palabras que más veces aparecen pueden ser transcritas de cinco o seis maneras distintas.
Aplicaron los símbolos conocidos en el trozo de la carta «Rosetta» al texto de la otra carta y empezaron a extraer coincidencias. Uno de los primeros casos fue la F de Felipe, que correspondía con el símbolo 31. Así fueron desvelando pieza a pieza, como si fueran píxeles, una imagen oculta que permitía decodificar las cartas. Una y otra vez sometieron a nuevas combinatorias los textos de estas dos misivas y luego hicieron lo mismo con otras dos cartas cifradas, más largas, de 7 y 11 folios, disponibles en la misma colección. El castellano antiguo aportaba otra dificultad añadida al desafío. En total se han contabilizado 88 símbolos y 237 códigos de letras combinadas, y la tabla del «código Gran Capitán», en el momento inicial del imperio español, ha sido completada.
Uno de los primeros hallazgos: 31=F
De la primera transcripción se desprende que las cartas se corresponden con fragmentos de otras «en claro» que había en el mismo archivo, pero incluso en este caso se han podido descifrar cuatro párrafos que no figuraban en las copias y resultan reveladores.
Reproches del Rey
A la luz de este descubrimiento, estos primeros párrafos arrancados a un misterio de cinco siglos retratan al Rey Fernando reprochando al Gran Capitán, que también era su pariente, que hubiera escrito «al Rey de los romanos y al Rey y Archiduque mi fijo y han lo mirado algunos queriendo poner nota en vuestra limpieza». Esas dudas las expresa el Rey porque Fernández de Córdoba había escrito al archiduque con el fin de contratar mercenarios lansquenetes, una infantería profesional armada con picas que precisaba para completar sus formaciones. Pero Fernando se lo prohíbe: «No cureys de escrevirles cosa alguna y si algo vos escrivieren o movieren consultad conmigo sobrello y esperad mi rrespuesta antes de rrespondelles porque para todo cumpll fazerlo asi».
En el fragmento de la misiva que ahora conocemos tampoco le permite enviar emisario alguno «a negociar cosas dese reyno porque faze alli mucho danno a nuestros negocios fazerse mediante divisio apartamiento y si alguno allí teneys escrevidle que luego se bvelva para vos que ya otras vezes lo avemos escrito y en ninguna manera se dilate el rremedio».
En opinión de José Enrique Ruiz-Domènec, el mayor especialista en la figura de Gonzalo Fernández de Córdoba, estamos ante un hallazgo fundamental para revisar uno de los momentos más importantes de la historia de España. Fernando el Católico tiene muchas reservas «ante una campaña muy peligrosa en la que se jugaba mucho. Y las expresa de un modo diferente a lo que decía en documentos oficiales». El secreto de estas misivas ha durado 500 años. Ahora, los historiadores deberán aplicar la aportación del CNI al resto de cartas cifradas con los secretos del reinado que iba a fundar un imperio.
No obstante hay una controversia, ya que un historiador consiguió “casi” idénticos resultados, 150 años antes. Gustave Bergenroth planteó un siglo y medio antes con la ayuda de su compatriota Paul Friedmann, otro hispanista que deambulaba por el Archivo de Simancas en esa época. Se puede decir que de esta forma, los expertos españoles habrían completado ahora la misma línea que el aficionado y gran historiador.
Este historiador alemán buscaba información sobre las relaciones entre España e Inglaterra y encontró un montón de legajos. Un buen número de ellos estaba cifrado, así que Bergenroth tuvo que descifrarlos personalmente. Sus experiencias como criptoanalista pasaron a un conjunto de documentos llamados State Papers, y puede usted leer aquí algunas clave sobre cómo logró descifrarlos. No se trata de usar ordenadores sofisticados sino papel, lápiz y paciencia.
El descifrado del CNI, según el diario ABC, revela un total de 88 símbolos y 237 códigos de letras; yo he conseguido (bueno, Bergenroth consiguió) listar un total de 198 símbolos, de los cuales 89 tienen significado conocido. Por ejemplo, LUQ significa “Capitán”, TA representa “Turco” y UAE es “Papa”
Algunos articulistas hacen comentarios críticos, sobre el “procedimiento” y/u “olvido”. Aduciendo extensas razones sobre investigaciones, la falsa sofisticación de los documentos, etc.
Se pueden seguir estos, a principios de 2018, en los diarios de tirada nacional.
Ejemplo:
Código del Gran Capitán descifrado por Bergenroth. Los símbolos resultados en amarillo que se corresponden casi idénticamente con los del CNI porque es el mismo código.
Más adelante, en su segundo viaje en 1867 explica: “Cuando regresé a Simancas inicié una nueva búsqueda de claves para descifrar los documentos encriptados que me permitió romper un código completo y el fragmento de otros dos El primero era el que más se había usado en la extensa correspondencia entre el doctor De Puebla [Pedro de Ayala, el embajador de los Reyes Católicos en Inglaterra] con el gobierno español”. De los otros dos fragmentos a los que se refiere el historiador alemán, uno sería el utilizado por el Gran Capitán con Fernando el Católico, el que custodia la BNE copiado por Nemesio Alday.
La pista de Gustave Bergenroth la ha proporcionado el profesor de Física la Universidad de Granada, Arturo Quirantes, que ya había publicado parte de los hallazgos del historiador y quien ha explicado a El Confidencial que “ambos descubrimientos son el mismo código, porque el documento original con la clave completa no se ha descubierto, pero corresponde a la misma cifra”. Quirantes basa su explicación precisamente en el documento que se encuentra en la BNE -legajo MSS 20.211.52-. “Para algunas letras el documento del siglo XIX descifra más símbolos, para otras algunos menos”. En total, “el CNI descifra ahora a partir de otros textos un total de 88 símbolos .
Tablas de Gradeshnitsa
Tablas de Gradeshnitsa
Las dos caras de las tablas de Gradeshnitsa
Principios de la escritura Vinca.
Las Tablas de Gradeshnitsa (en búlgaro: Плочката от Градешница), desenterradas en 1969 en el noroeste de Bulgaria, en la localidad de Gradeshnitsa, provincia de Vratsa, son, junto a las Tablas de Tărtăria, un importante testimonio de la posible proto-escritura neolítica conocida como escritura Vinča. Las tablas están fechadas en el quinto milenio antes de Cristo y en la actualidad se conservan en el Museo Arqueológico Vratsa de Bulgaria.1 En 2006, estas tablas fueron objeto de atención en los medios de comunicación búlgaros, debido a las alegaciones formuladas por Stephen Guide, quien afirmó que había descifrado los símbolos.234
La investigación ha demostrado que, a partir del VII milenio a.C., la Península de los Balcanes era una puerta de entrada o pasillo por donde la cultura neolítica, incluyendo la agricultura y la ganadería, se extendió desde Anatolia y el Oriente Próximo.
Las tabletas datan del 4º milenio a. C. Fueron encontrados a unos 400 kilómetros al oeste de Lake Town. Hay varias docenas de ellos. Algo está presumiblemente escrito en su parte superior. En su parte posterior parece haber un símbolo que se asemeja a una rueda de sol. ¿Podría ser esto un ejemplo de un símbolo de esvástica? ¿Quién y cuándo podrá descifrar estas tabletas?
A partir del V milenio a.C., las poblaciones humanas del centro y este de los Balcanes comenzaron a desarrollar tecnologías para el tratamiento de los metales, especialmente el de cobre, con una industria relativamente a gran escala por primera vez en la historia. Las minas de cobre más antiguas del mundo, por ejemplo, fueron encontradas por los arqueólogos cerca de Rudna Glava, en Serbia, y en Mechikladenets/Ai bunar, cerca de Stara Zagora, en Bulgaria.
Además, escriben Boyadzhiev et. al.: “La evidencia arqueológica muestra que en el V milenio a.C., estas culturas prehistóricas disfrutaron de un aumento constante de la población y de la riqueza, y experimentaron una estratificación social debido al intenso comercio con productos de metal, sal y otros bienes, con el resto de los pueblos de Europa y Asia.
Estas culturas balcánicas de la Edad del Cobre tenían todas las características de las primeras civilizaciones, entre ellas: los primeros asentamientos urbanos en Europa (Tell Yunatsite, Durankulak y Provadia, en Bulgaria), densas redes de asentamientos, proporción “industrial” de producción de bienes, en especial productos de metal y sal, el desarrollo del comercio, distinción social y estratificación profesional, pictogramas y caracteres interpretados por algunos investigadores como la escritura más antiguo del mundo (las tablas de Gradeshnitsa), por ejemplo, se remonta hasta el VI o principios del V milenio a.C.), así como preciosos artefactos hechos de oro, cerámica, hueso y piedra (el tesoro de oro más antiguo del mundo fue encontrado en la necrópolis de Varna correspondiente a la Edad del Cobre)”.
Esta primera civilización en Europa fue pre-indoeuropea y emergió durante no más de un milenio, cubriendo gran parte de los Balcanes, noroeste de Anatolia y Europa oriental. Se derrumbó a finales del V milenio a. C., debido a la presión de drásticos cambios climáticos y a la invasión de los primeros indo-europeos.
Losa de Maikop
Losa de Maikop
La losa de Maikop es un resto arqueológico que contiene símbolos sin descifrar, posiblemente una escritura de tipo jeroglífica. Su factura ha sido atribuida a la cultura de Maikop o una cultura más antigua.
Descubrimiento
La losa de piedra fue encontrada por casualidad en 1960, en el territorio de la colonia Koeschevskogo.1
La primera publicación fue en la revista soviética “Техника — молодежи” № 11, de 1964,1 siendo con posterioridad investigada también por E. Krupnov I.2 y G. F. Turchaninov,3 quienes realizaron las primeras tentativas de descifrado.45
La losa con la inscripción tiene forma triangular y está almacenada en el Museo de Etnografía de San Petersburgo.6
Datación
La pieza está databa como contemporánea de la cultura de Maikop (ca. 3700–2500 a. C.).
La losa de Maikop es la creación material más antigua de estas características de los pueblos aborígenes de la antigua Unión Soviética, y por lo tanto de Rusia.1
En 1960, se encontró una piedra con signos misteriosos en una de las granjas cercanas a Maykop (Adygea)… La piedra habría estado en la bóveda con una gran cantidad de otros materiales arqueológicos, si a principios de 1963 el etnógrafo L. no se había reunido con él. I. Lavrov, un conocido experto en la epigrafía del Cáucaso. Lo condujo a Leningrado y mostró a los principales expertos soviéticos en escritos antiguos…
El profesor G.F. se encargó de descifrar el texto en la placa de Maikop. Turchaninov de la sucursal de Leningrado del Instituto de Lingüística de la Academia de Ciencias de la URSS. Lo comparó con la carta pseudo-jeroglífica bíblica y encontró en ella algunos elementos que le recordaban a los jeroglíficos hititas. De acuerdo con las características paleográficas, él fechó la inscripción 13-12 siglos antes de Cristo. y lo consideró una obra de Kolkhs que alguna vez vivió en estos lugares.
Pero lo más sorprendente fue que, según Turchaninov, la inscripción era fácil de leer en abjasio. Y parecía ser sobre la ciudad de Ayia, que pertenecía a un gobernante local y se construyó en algún lugar en las estribaciones. Según Turchaninov, la inscripción dice:
“Esta ciudad, a quien pertenece, es el rey, nuestro gran rey, el Moran”. La ciudad de Aya es su pericia, y el gobernante del X-3 la construyó en el año 21 en las afueras de las montañas”. Más tarde, Turchaninov revisó este texto: “Este Azeg rey del Gran Marna es un descendiente (hijo)”. La fortaleza de Aya es de su propiedad. La pava de Hiza llegó aquí a principios de mes para sembrar en el año 21, construyó esta fortaleza en el país de las rocas, en una tierra de oro, en el valle de Pahu”.
Turchaninov vio en esta inscripción una lista con el mito de los Argonautas. Escribió sobre los posibles contactos de los antiguos abjasios con los fenicios y los hititas, e incluso está listo para identificar a los Sind que vivieron en la antigüedad en Taman con los abjasios. En cuanto a la antigua ciudad mencionada en la inscripción, supuso que una vez estuvo en el valle del río. Blanco, es decir en el territorio de Adygea. (Turchaninov, 1965a, 1966, 1971. C 11-33).
El erudito y arqueólogo Adyghe N. G. Lovpache reveló su versión de la traducción sobre la base de la letra jeroglífica hitita en el antiguo idioma Adigah: “El gran sacerdote Hebatu, el virrey del dios Kasutawa, el marido de 51 años, había venido a los jardines y construyó la ciudad para el vástago de la casa real Sapule. El hermano de Arnuwada, el gobernante, el matala y el hagar trajeron un gobernante a la ciudad. En el año 25 del hatham (prosperidad?), el gobernante consagró la fortaleza del palacio de Mae con un sacrificio de 21 ovejas a la deidad del grano Hayama, arando “.
Cultura de Maikop
Extensión de las culturas Maikop y Yamna.
La cultura de Maykop o cultura de Maikop (ca. 3700–2500 a. C.) fue una importante cultura arqueológica situada en Rusia meridional, desde la península de Tamán en el estrecho de Kerch hasta la frontera moderna de la república de Daguestán, y por lo tanto centrada en la actual Adigueya, cuya capital es Maikop, en el valle del río Kubán. La cultura toma su nombre de una tumba real encontrada en esa localidad. El Carro de Maikop, extremadamente rico en artefactos de oro y plata, fue descubierto en 1897.
Es aproximadamente contemporánea y está aparentemente influenciada por la cultura Kura-Araxes (3500–2200 a. C.) que se asentaba sobre el Cáucaso y se extendía a la Anatolia oriental. Hacia el norte y el oeste se extendía la contemporánea cultura Yamna, e inmediatamente al norte se encontraba la cultura Novotitorovka (3300-2700 a. C.), que la solapa en su extensión territorial.
Es conocida principalmente por sus prácticas funerarias, enterrando típicamente en un hoyo, a veces rodeado de piedra, coronado por un kurgán o túmulo. En las inhumaciones más tardías los kurganes son sustituidos por cairns de piedra.
La cultura es notable por la gran cantidad de artefactos de bronce bien decorados asociados a ella, sin paralelo en su tiempo. También se han encontrado objetos de oro y plata.
Inscripciones chinas Shang
Inscripciones oraculares chinas Shang
La dinastía Shang (chino: 商, Wade-Giles: Shang1, pinyin: Shāng) (1766a.c–1122a.c), 商 quiere decir “comercio”, por lo tanto, quiere decir “la dinastía comercial”. También conocida como dinastía Yin (殷), (殷 también quiere decir ardiente o apasionado) es la segunda dinastía en la historia de China y la primera cuya existencia histórica está documentada. Su extensión territorial abarcaba el valle del río Amarillo.
Hasta el siglo XX muchos expertos dudaban de la existencia real de la dinastía Shang, dado que no se disponía de evidencias al respecto; todas las menciones a los reyes Shang aparecían en obras chinas escritas muchos siglos después, durante la época Zhou. Sin embargo, numerosos descubrimientos arqueológicos realizados a lo largo del siglo XX confirmaron la existencia de esta dinastía y por tanto la fiabilidad de los textos del periodo Zhou.
Los principales hallazgos arqueológicos en el valle del río Amarillo que han confirmado la existencia de los reyes Shang son los objetos rituales de bronce y, muy en especial, los huesos oraculares, caparazones de tortuga (plastrones) y grandes omóplatos de animales (en su mayor parte de ganado bovino) sobre los que se realizaban y escribían predicciones oraculares basadas en la piromancia.
Estas inscripciones tenían típicamente tres secciones: una pregunta para el oráculo, la contestación del oráculo, y el resultado que reflejaba si el oráculo tenía razón. Estos textos escritos en los huesos oraculares son la forma más antigua que se ha conservado de la escritura china y han desempeñado un papel fundamental en las investigaciones recientes sobre el origen y desarrollo de los caracteres chinos. La información proporcionada por los huesos oraculares provee una visión privilegiada de las primeras etapas de la civilización china sobre variados aspectos, como política, economía, cultura, religión, geografía, astronomía, calendario, arte y medicina.
Yinxü y Las inscripciones sobre caparazones de tortugas
La existencia de la civilización china se ha registrado durante el transcurso de miles de años, y ha podido ser comprobada en los tiempos actuales de muy rica sobre todo en reservas subterráneas. A partir del siglo 20 en que se introdujo en China la arqueología contemporánea, se han producido muchos e importantes descubrimientos arqueológicos.
En el municipio An´yang de la provincia de Henán, en el centro de nuestro país, existe una ruina metropolitana de 24 kilómetros cuadrados de superficie, mundialmente reconocida como la ruina Yinxü. Conforme a los registros históricos, en el siglo 14 antes de nuestra era, el rey de la dinastía Shang, Pan Geng, trasladó hasta allí la capital desde Qüfu, provincia de Shandong. En los 300 años posteriores ese lugar resultó el centro político, cultural y económico de la dinastía.En el año 1046 a.n.e., el rey Wu de la dinastía Zhou, derrotó al último rey Zhou de la dinastía Shang, de modo que este lugar fue convertido en una ruina. Como la dinastía Shang se nombraba Yin, y la palbra ruina se pronuncia en chino como Xü, de ahí se derivó el nombre de Yinxü, el que mantiene desde entonces.
(foto: Yinxü)
La exploración y descubrimiento de Yinxü, ha sido el logro arqueológico más importante del siglo 20. Se han desenterrado gran cantidad de reliquias, incluidas las inscripciones sobre caparazones de tortugas, objetos de bronce, entre otros. El primer descubrimiento ha sido clasificado como uno de los grandes eventos en la historia arqueológica del mundo.
(foto: las inscripciones sobre caparazones de tortugas)
Esas inscripciones son letras antiguas inscritas en las cubiertas y los huesos de los animales. Para lograr tal hecho, primeramente se extraía la sangre y la carne de los huesos y se cortaban, luego eran grabados con alguna herramienta de corte, en la parte interior del caparazón o la parte exterior del hueso del animal. Los grabados se realizan por medio de ordenanzas. Los divinatorios, o sea, los encantadores, esculpen su nombre, la fecha de adivinación y las preguntas a plantear en el caparazón o hueso. Queman luego las grabaduras, que al ser calentadas, se agrietan y esas aberturas son llamadas “zhao”. Los encantadores analizan las direcciones de esas grietas y dan finalmente un resultado. Esculpen también las envolturas o los esqueletos de ser exactos los resultados de la adivinación. Finalmente esos caparazones o huesos con toda grabadura son conservados como archivos oficiales.
En Yinxu, se han desenterrado hasta la fecha más de 16,000 pedazos de caparazones y huesos, algunos completos, y otros, pedazos sin escrituras. Según estadísticas realizadas, los diversos tipos de caracteres grabados en ellos, totalizan más de 4,000, y aproximadamente 3,000 han sido estudiados e investigados por los eruditos, los que mediante sus explicaciones han planteado que solamente han identificado mil de esos caracteres, pues los restantes no se encuentran legibles, presentando grandes divergencias por parte de los eruditos. A pesar de esto, a través de estos mil caracteres, la gente ha podido conocer en general la política, economía, cultura, entre otros, de la dinastía Shang.
Además de las inscripciones realizadas en la dinastía Shang, últimamente se han descubierto otros idénticos grabados de más temprana edad, pertenecientes a la dinastía Zhou del Oeste. Pero no catalogados de tanta importancia como los de la dinastía Shang, por su poco contenido y cantidad.
El significado más importante del desenterramiento en Yinxü, no reside sólo en las letras en los caparazones y los huesos, ya que los arqueólogos han descubierto allí más de 50 ruinas de palacios, templos y otras construcciones, 12 tumbas de emperadores, miles de cementerios de aristócratas y plebes, mil fosas de sacrificio, cinco talleres de artesanía, más de 30 hoyas de carretas y caballos, así como gran cantidad de objetos de bronce, jade, cerámica, hueso, todo lo cual ha ofrecido una representación e imagen de la sociedad antigua de nuestro país.
Algunos descubrimientos arqueológicos se correlacionan poco con relatos escritos acerca de la dinastía Shang, que gobernó desde la caída de la dinastía Xia hasta la época de la Dinastía Zhou de alrededor de 700 años, hasta alrededor de 1000 a.C. La fecha es sólo aproximada porque los historiadores no están de acuerdo en la datación. Los principales relatos antiguos están en las Actas del Gran Historiador que fueron escritos entre aproximadamente 109 a.C y 91 a.C por Sima Qian y otro texto que se llama los Anales de bambú (竹 书 纪年) que era un texto que se dice que fue enterrado con el rey de Wei, que murió en el 296 a.C y fue redescubierto en el 281 d.C, durante la dinastía Jin. El texto fue escrito en piezas planas de bambú, y es por eso que se llama los Anales de bambú. Sin embargo, al igual que las historias acerca de la dinastía Xia, las historias sobre Shang puede ser mitos o fábulas simplemente que estaban vigentes en la época de los Reinos Combatientes. A diferencia de la dinastía Xia, en la dinastía Shang había registros escritos en forma de inscripciones sobre huesos y objetos de bronce. El Imperio Shang tenía una jerarquía gobernante, un alto nivel de la artesanía de bronce, y un sistema de escritura jeroglífica.
Los Antiguos Registros Escritos
Está escrito que el rey Tang de la tribu Shang (1675-1646) vio caer al ultimo gobernante Xia. El último rey Xia, Jie, fue nombrado, y vivía en el lujo y la decadencia, y además él era opresivo. Así que empezó a atacar el pueblo de Xia, Tang empleó hombres sabios para que lo ayudaran. Hubo una rebelión, y Tang Shang conquistó a los Xia en el año 1600 antes de Cristo. El propio pueblo de Jie se puso del lado de los Shang. Se dice que él gobernó bien, porque bajó los impuestos y las tribus periféricas se convirtieron en vasallos. Su territorio se incrementó de manera que incluyó territorios mucho más al sur y llegó hasta el mar.
El último rey Shang se llamó Shang Zhou. Una tribu vecina se llamaba Zhou. Al igual que el rey Jie de la Dinastía Xia, fue derrotado por los gobernantes Zhou debido a esto su propia gente se rebeló. Sus propias tropas y los esclavos se unieron a los Zhou en la última batalla. El nuevo gobernador Zhou fue llamado Zhou Wu. Él permitió que el hijo de Shang Zhou gobernase el pueblo Shang como vasallos. Los gobernantes Zhou también desterraron a personas destacadas de los Shang a otros lugares.
Descubrimientos Arqueológicos de la Era de Cultura Shang
Se han encontrado ciudades de la era Shang alrededor de todo el río Amarillo y al sur, cerca del río Yangtze. Estos pueblos, aparentemente compartían una cultura similar. Las ciudades tenían murallas para su defensa. Se cree que la ciudad Yin de la dinastía Shang fue nombrada capital. Se encontró cerca de Anyang. El sitio se llama las Ruinas de Yin. Las tumbas Yin y lugares rituales contenían armas y los restos de los seres humanos y los animales sacrificados. El pueblo Shang practicaba el sacrificio humano. Fueron encontrados miles de huesos del oráculo con inscripciones. Los huesos de oráculo son los huesos en los que las personas inscribían jeroglíficos. Se cree que estos huesos fueron utilizados para la adivinación o la magia. Los jeroglíficos muestran que las personas tenían un lenguaje escrito.
En 1976, los arqueólogos abrieron una tumba sin saquear llamada Tumba 5. Era la tumba de Lady Fu Hao. Ella tuvo una carrera militar, y un historiador llamado Robert Thorp dijo que la variedad de armas en su tumba se correlacionan con las inscripciones de huesos del oráculo. Las vasijas de bronce y herramientas demostraron que la gente Shang tenía un alto nivel de tecnología de la metalurgia del bronce. Ellos fueron capaces de producir grandes ollas.
De acuerdo a los relatos históricos, la civilización en la región se desarrolló alrededor del río Amarillo bajo el reinado de las dinastías Xia, Shang y Zhou. No hay mención de ningún otro reino avanzado en la región. Sin embargo, los arqueólogos han descubierto otras culturas la Edad del Bronce que desmienten la idea de que la civilización de los pueblos de la región sólo se desarrolló a lo largo del río Amarillo.
Sanxingdui (2000-1250 a.C)
La más importante de las civilizaciones la Edad del Bronce que existieron contemporáneamente con la cultura Shang que se llama la cultura de Sanxingdui. Fue descubierta hace unos 25 años. La tecnología del bronce de este reino era diferente a la del pueblo Shang y tal vez más avanzada. Esta cultura también construyó grandes ciudades amuralladas. Sin embargo, la cultura era muy diferente. Arqueólogos chinos descubrieron esta civilización en el año 1986. El sitio arqueológico se encuentra en la provincia de Sichuan unos 40 kilómetros al noreste de Chengdu. Análisis de plomo y otros metales en las piezas fundidas de bronce indica que algunos de los metales se obtienen de los mismos lugares que las personas Shang obtuvieron su metal. Al parecer, hubo un contacto entre los dos pueblos, pero la gente Sanxingdui no se menciona en los relatos antiguos, como los Anales de bambú. Esto contradice la historicidad de los antiguos registros escritos.
La civilización tuvo la alta tecnología de fundición de bronce, y fueron capaces de hacer objetos de bronce inusualmente grandes y finamente diseñados, mediante la adición de plomo para hacer la aleación de bronce. No hay textos o no se han encontrado inscripciones, y no hay ninguna mención de esta cultura en los registros de otras culturas. Esta cultura sigue siendo intrigante y misteriosa. Lea más en Sanxingdui.
Desarrollo de Escritura china en Dinastía Shang
Los escritos en la zona se remontan a los jeroglíficos que se usaron en la dinastía Shang. No se sabe mucho acerca de la dinastía Shang, o su escritura. No se han encontrado documentos, apenas sólo unos miles de jeroglíficos escritos en objetos de bronce y los huesos del oráculo. Los primeros textos que se han descubierto datan de la dinastía Zhou (1045-256 a.C), que conquistó la dinastía Shang. El sistema de escritura jeroglífica más tarde evolucionó en los caracteres chinos ideográficos y parcialmente fonéticos que se utilizan hoy en día. Lea más sobre la escritura china.
Profecías chinas
Las inscripciones tienen más de 3.000 años de antigüedad. (Museo Nacional de Escritura China)
El Museo Nacional de Escritura China de Anyang, en la provincia de Henan, solicita ayuda. Lleva ya años estancado con unas escrituras de más de 3.000 años de antigüedad. Tienen miles de caracteres tallados en huesos y conchas, quizá los primeros registros de la civilización china, esperando a ser traducidos, pero no hay manera. A estas alturas, se les hace bola, nadie en el departamento sabe qué significan y, por eso, el museo ha difundido un SOS global en busca de auxilio y ha ofrecido una jugosa recompensa para aquellos que resuelvan el misterio: nada menos que 100.000 yuanes, alrededor de 13.000 euros, por cada símbolo descifrado.
Aunque las inscripciones, que se remontan a los tiempos de la dinastía Shang (reinó desde el 1766 a.C. hasta el 1122 a.C.), se parecen a los caracteres de la escritura china moderna, llevan siendo un enigma durante siglos. Aquí no hay piedra Rosetta ni nada que se le parezca. No obstante, los investigadores ya han logrado descifrar alrededor de 2.000 caracteres, y son los 3.000 restantes los que se les atascan. Se cree que los símbolos fueros esculpidos en conchas de tortuga y omóplatos de bueyes por adivinos y que registran predicciones de todo tipo, desde el clima o los impuestos de la época hasta el paso de un cometa o un eclipse.
Si traducimos un sustantivo o verbo, el hallazgo puede resucitar el estudio de otras escrituras y ayudarnos a entender la historia
El museo espera que los 13.000 euros de recompensa sean incentivo suficiente para que los expertos emerjan. Asimismo, ofrece 50.000 yuanes, unos 6.300 euros, para cualquiera que proporcione una explicación definitiva para uno de los caracteres en disputa. En este sentido, las autoridades chinas alientan a estos futuros investigadores a utilizar, junto con los métodos más tradicionales, las técnicas que la tecnología ofrece (como los big data y la nube), para comprender y compartir los progresos que se vayan produciendo. Aquellos que soliciten la recompensa tendrán que escribir un informe que debe ser recomendado al menos por dos especialistas de alto nivel antes de su presentación.
Quedan más de 3.000 símbolos por descifrar. (Museo Nacional de Escritura China)
Nombres de personas o lugares
La teoría principal hasta ahora asegura que la mayoría de los caracteres que quedan por traducir hacen referencia a nombres de personas o lugares. “Los textos se escribieron hace miles de años y muchos lugares han cambiado sus nombres, por eso es difícil verificarlos”, señala Liu Fenghua, especialista de la Universidad de Zhenghou, en el diario ‘Chengdu Economic Daily’.
Se cree que los símbolos fueros esculpidos por adivinos y que registran predicciones sobre el clima o los impuestos de la época
Dada la expectación que gira en torno a los extraños símbolos, dar significado a uno de ellos sería un logro considerable en la carrera de cualquier científico. “Si interpretamos un sustantivo o un verbo, el hallazgo puede resucitar la investigación de muchas escrituras de este tipo y nos puede ayudar a entender mejor la historia antigua”, asegura Zhu Yanmin, profesor de historia de la Unviersidad de Nankai, en el ‘Beijin Youth Daily’. Sin embargo, el proceso está durando más de la cuenta y, como señala Fenghua, “muchos investigadores han cambiado su foco de investigación a otros temas por razones económicas”.
Una nueva era de la arqueología
El misterio pervive no solo desde que se inició la investigación, sino que se conoce desde hace siglos, cuando los huesos fueron desenterrados por unos granjeros de la provincia de Henan. Muchos de ellos se vendieron en los mercados de medicina tradicional y no fue hasta 1899 cuando el anticuario chino Wang Yirong hizo públicas las inscripciones talladas en lo que se creía que eran “huesos de dragón”.
Entrada del museo. (Museo Nacional de Escritura China)
El descubrimiento provocó un gran interés entre los coleccionistas ricos, a muchos de los cuales se les dio gato por liebre y terminaron comprando falsificaciones. El misterio se adormeció hasta 1920, cuando la Academia de las Ciencia de China descubrió más huesos que se remontan al comienzo de la Edad de Bronce y, en concreto, a la dinastía Shang. Desde entonces, se han desenterrado cerca de 200.000 fragmentos óseos y cerca de un cuarto de ellos tienen inscripciones.
De superar el punto muerto en el que se encuentra la investigación ahora, se iniciaría así una nueva era en la que gracias a las nuevas tecnologías y la ayuda de personas fuera de los círculos habituales del museo o académicos se podría encontrar solución a los enigmas que aún plantean los artefactos de la antigüedad.
Los siete sabios de Grecia
Los siete sabios de Grecia
La denominación de Siete Sabios fue el título dado por la tradición griega a siete antiguos sabios griegos (alrededor del 620 — 550 adC), renombrados por su sabiduría práctica que consistía en una serie de aforismos y dictámenes memorables. Merecieron dicho nombre a debido a que sus enseñanzas o frases son una guía de la vida de los hombres. Este conjunto incluye tanto a filósofos como a estadistas o legisladores.
Los siete sabios de Grecia: Quilón de Esparta, Bías de Priene, Cleóbulo de Lindos, Periandro de Corinto, Pítaco de Mitilene, Solón de Atenas, Tales de Mileto.
Mosaico de los 7 sabios en Mérida
Les dejo también, para su edificación moral, las sentencias de los siete sabios:
Sentencias de los Siete Sabios
Recopiladas por Demetrio de Falero
- Cleobulo de Lindos, hijo de Evágoras, dijo:
La medida es lo mejor.
Debes respetar a tu padre.
Manten bien el cuerpo y el alma.
Sé amigo de escuchar y no muy hablador.
Aconseja lo mejor a los ciudadanos.
Domina el placer.
No hagas nada por la violencia.
Considera tu adversario al enemigo del pueblo.
No pelearse con la mujer propia ni acariciarla en exceso delante de otros, pues lo uno puede parecer embobamiento y lo otro desvarío.
No castigues a los criados mientras bebes, pues parecerá que no sabes soportar el vino.
Cásate con mujer de tu rango, pues si la tomas entre las de clase más alta, ganarás amos y no parientes.
No te rías en compañía del burlón, pues te ganarás el odio de los burlados.
En el éxito no te ufanes, en la desdicha no te humilles.
- Solón de Atenas, hijo de Ejecéstides, dijo:
Nada en demasía.
No hagas de juez; en ese caso, te enemistarás con el juzgado.
Huye del placer que procura pesar.
Guarda la bondad de carácter, que es más segura que el juramento.
Sella tus palabras con el silencio, y el silencio con la oportunidad. No mientas, sino manten la verdad.
Ocúpate en cosas serias.
No digas cosas más justas que tus padres.
No adquieras amigos deprisa, y no rechaces deprisa a los que tienes.
Si aprendes a obedecer sabrás mandar.
Cuando exijas que otros presenten cuentas, ofrécelas tú también.
Aconseja no lo más agradable, sino lo mejor a los- ciudadanos.
No trates con los malos.
No digas lo que no has visto.
Sabe y calla.
Sé suave con los tuyos.
Conjetura lo invisible por lo visible.
- Quilón de Esparta, hijo de Damageto, dijo:
Conócete a ti mismo.
Cuando bebas no hables mucho; porque te equivocarás. A los convites de los amigos ve despacio, y a sus desgracias deprisa.
Celebra tus bodas sin gran gasto. Considera feliz al que ha muerto. Honra al de más edad.
Elige antes un castigo que una ganancia vergonzosa. Pues lo uno aflige una sola vez, y lo otro para siempre.
No te rías del desgraciado.
Que tu lengua no se anticipe a tu mente.
Domina tu carácter.
En el camino no te apresures en adelantar.
No ansies lo imposible.
No muevas las manos al hablar, que es de locos.
Obedece a las leyes.
Si eres injuriado, responde con justicia; si maltratado, toma tu venganza.
- Tales de Mileto, hijo de Examias, dijo:
Da fianza, y ya tienes ruina.
Acuérdate de tus amigos, presentes y ausentes.
No embellezcas tu aspecto, sé hermoso en tus actos.
No te enriquezcas mal.
No dudes en adular a tus padres.
Como los regalos que ofrezcas a tus padres, tales serán
los que tú, en tu vejez, recibirás de tus hijos.
Es difícil conocerse a sí mismo.
Lo más dulce es conseguir lo que deseas.
La actividad es un tormento.
La intemperancia es dañina.
La falta de educación es pesada.
No estés inactivo, ni aunque seas rico.
Oculta tus males en casa.
Mejor ser envidiado que compadecido.
Usa la medida.
No creas a cualquiera.
- Pitaco de Lesbos, hijo de Hirras, dijo:
Conoce el momento oportuno.
Lo que quieras hacer, no lo digas; pues si fallas se burlarán de ti.
Cuando castigues al vecino, no lo hagas personalmente.
Devuelve los préstamos.
No hables mal del amigo, ni bien del enemigo; que no es consecuente eso.
Firme la tierra, inseguro el mar.
La ganancia es insaciable.
- Bías de Priene, hijo de Teutámides, dijo:
La gran mayoría de los hombres son malos.
Debes mirarte al espejo. Si eres hermoso, haz bellas obras; si eres feo, corrige el defecto de tu naturaleza con la belleza de tu conducta.
Ponte a la obra lentamente; pero lo que comiences, asegúralo.
No seas ni bonachón ni taimado.
Acerca de los dioses di que existen.
Escucha mucho.
Habla lo oportuno.
Siendo pobre no censures a los ricos, a no ser que saques gran provecho.
No alabes a un hombre indigno por su riqueza.
Gana después de persuadir, no haciendo violencia.
Lo que te salga bien, atribuyelo a los dioses, no a ti mismo.
- Periandro de Corinto, hijo de Cípselo.
Todo es práctica.
La serenidad es algo hermoso.
La precipitación es resbaladiza.
Los placeres son mortales, las virtudes inmortales.
La democracia es mejor que la tiranía.
En la ventura sé moderado, en la desdicha prudente.
Muéstrate digno de tus progenitores.
Busca el elogio para tu vida, y la felicidad tras la muerte.
Para tus amigos, felices o desdichados, sé el mismo. No hagas ninguna revelación de cosas secretas.
Insulta como si fueras a hacerte pronto amigo.
Sírvete de leyes antiguas y de alimentos frescos.
No sólo castiga a los que delinquen, sino deten a los que quieren hacerlo.
Oculta tus desgracias para no regocijar a tus enemigos.
(Estobeo, 3,1, 172)
La tradición de los siete sabios se mantuvo a lo largo de los siglos. Por ejemplo, Plutarco compondría un Ágape para siete sabios. Aunque la relación de sabios ha sufrido cambios, la más moderna incluye a los siguientes:
- Cleóbulo de Lindos: se le atribuye la máxima La moderación es lo mejor. Gobernó como tirano de Lindos, en la isla griega de Rodas, c. 600 a.C. También se conoce su aforismo Aceptar la injusticia no es una virtud, sino todo lo contrario.
- Solón de Atenas: acuñó la máxima Nada en exceso para guiar el comportamiento práctico de los hombres. Solón (640 a.C. – 559 a.C.) adquirió fama como legislador y reformador social en Atenas. Otro aforismo atribuido a él es No tengas prisa en buscar nuevos amigos, pero una vez encontrados no tengas prisa en deshacerte de ellos
- Quilón de Esparta: autor de la máxima No desees lo imposible. Político del s. VI a.C., intenta mejorar los sistemas para controlar mejor a los más altos funcionarios del estado. Asimismo, se le atribuye la militarización de la vida civil de Esparta y las primeras medidas para la educación castrense de la juventud.
- Bías de Priene: La mayoría de los hombres son malos, indica la máxima atribuida a este político griego que alcanzó gran fama como legislador en el s. VI a.C.
- Tales de Mileto: Filósofo y matemático, destacó gracias a su sabiduría práctica, a su notable capacidad política y a la gran cantidad de conocimientos que poseía. La máxima que se le atribuye, que figuraba en el frontón del templo de Apolo en Delfos, es Conócete a tí mismo.
- Pitaco de Mitilene: fue un estadista griego (c. 650 a.C.) que gobernó en Mitilene (Lesbos), junto con el tirano Mirsilo. Pitaco intentó restringir el poder de la nobleza, y ejerció el poder apoyándose en las clases populares. El aforismo por el que se le conoce es Debes saber escoger la oportunidad.
- Periandro de Corinto: como tirano de Corinto, intentó mantener la estabilidad política interna y propició la prosperidad del país durante el período entre los s. VII-VI a.C. Se ocupó de reglamentar y humanizar el trabajo de los esclavos, protegió a la clase social de los campesinos pobres y obligó a la nobleza a reducir la suntuosidad de sus gastos. También llevó a cabo una sistemática política colonial de conquistas. La larga estabilidad de que gozó Corinto bajo su mandato contribuyó a que fuera incluido en el grupo de los sabios de Grecia. Es autor de la máxima Sé previsor con todas las cosas
Sócrates se refiere oblicuamente a un cuento de los Siete Sabios que apunta a que la humildad es la madre de la sabiduría (la historia es registrada por Diógenes Laercio). La historia cuenta que unos pescadores de la isla de Cos encontraron entre sus redes el trípode de Helena de Troya, la cual lo echó al agua en su viaje de retorno desde Troya a Esparta. Los pescadores habían vendido por anticipado el contenido de sus redes a unos viajeros de Mileto, pero al encontrar el trípode se negaron a dárselo a los viajeros de Mileto. De esta forma, estalló una guerra entre Cos y Mileto. Viendo que la guerra no tenía fin, los combatientes acudieron al Oráculo de Delfos, para saber qué hacer con el trípode. El oráculo mandó que el trípode fuese entregado al hombre más sabio, así que aquel fue entregado a Tales de Mileto. Sin embargo, modestamente rechazó el título y le mandó el trípode a Bías de Priene, el cual también rechazó el honor y se lo envió a otro miembro del grupo. Al final, el trípode fue dedicado a Apolo.
Quilón de Esparta
Bías de Pirene
Cleóbulo de Lindos
Periandro de Corinto
Pítaco de Mitilene
Solón de Atenas
Tales de Mileto
Piedra Grave Creek
Piedra Grave Creek
La piedra de sepulcro Creek, en un molde de yeso de la piedra de la colección de la Smithsonian Museo de Nacional de la historia.
http://www.econ.ohio-state.edu/jhm/arch/grvcrk.html
La Piedra Grave Creek es un pequeño disco de arenisca inscrito en un lado con unos veinticinco caracteres, supuestamente descubierto en 1838 en Grave Creek Mound en Moundsville, Virginia Occidental. Si es genuino, podría proporcionar evidencia de un alfabeto primitivo, pero el descubrimiento de que los caracteres pueden encontrarse en un libro de 1752 sugiere que probablemente es un fraude. La única imagen conocida de la piedra real es una fotografía de artículos en el E.H. Davis (circa 1878) antes de que la mayoría de la colección fuera vendida al museo de Blackmore (ahora parte del museo británico).
Descubrimiento
En 1838, una excavación arqueológica de Grave Creek Mound, dirigida por Jesse y Abelard Tomlinson, descubrió las ruinas de dos grandes bóvedas, una situada directamente debajo de la otra. Las bóvedas contenían varios esqueletos humanos y una considerable cantidad de joyas y otros artefactos. De acuerdo con Henry Rowe Schoolcraft, un renombrado geólogo que visitó el sitio en 1843, la Piedra Grave Creek fue descubierta en la bóveda superior, junto con diecisiete bolas, quinientas conchas marinas, cinco pulseras de cobre y ciento cincuenta placas de mica. Era “una pequeña piedra plana, de forma ovalada, que contenía una inscripción en caracteres desconocidos”. [1] Schoolcraft fue el primero en someter la piedra a un examen crítico, cinco años después de su descubrimiento; Encontró que “estaba desprotegido entre los utensilios rotos de piedra, piezas de cerámica antigua y otros artículos semejantes”, lo que sugiere que los que la encontraron no habían reconocido la importancia potencial del artefacto [2].
El primer relato publicado del hallazgo, junto con un grabar en madera de la inscripción, ocupó la primera página de la Crónica de Cincinnati del 2 de febrero de 1839, en un artículo escrito por el Dr. Thomas Townsend [3]. Otro dibujo de la piedra, “diferenciando esencialmente en sus caracteres”, fue publicado en el pionero americano en el mayo de 1843, acompañado por el testimonio de Abelard Tomlinson del testimonio del descubrimiento de la piedra. Dice que la piedra fue descubierta el 9 de junio de 1838, a unos dos pies del esqueleto en la bóveda superior. No tenía “grabado en él, excepto por un lado”. [3] En una declaración posterior, Tomlinson afirma que “lo quité con mis propias manos… de su cama antigua.” [2] Una carta fechada el 10 de abril de 1839, escrita por el Dr. James Clemens, que pasó dos semanas en el sitio de Grave Creek recolectando datos en el verano de 1838, parece corroborar la versión de Tomlinson de los acontecimientos. Clemens escribe que “Abelard Tomlinson, Thomas Biggs, yo y otros estuvimos presentes cuando la piedra fue descubierta con las pulseras de cobre y el collar de la concha”. [3]
Peter Catlett, uno de los trabajadores involucrados en la excavación, ofrece un relato contradictorio: “Yo era el hombre que encontró la piedra… La piedra grabada se encontraba en el interior de un arco de piedra”. Su testimonio fue apoyado por el coronel Wharton, quien asegura haber descubierto la piedra entre la suciedad y los escombros sueltos que salieron del montículo ese día. Stephen Williams, autor de Fantastic Archaeology, considera que la historia de Catlett es la más creíble, explicando que “la descripción de Tomlinson de la excavación del eje y de la deriva no coincide con ninguna de las declaraciones hechas por ninguno de los observadores de las excavaciones”. [4] La misma opinión fue expresada por M.C. Reid, en su informe de 1878, publicado en The American Antiquarian. Reid también señaló numerosos errores fácticos en la declaración de Tomlinson, concluyendo que “es muy cierto que el señor Tomlinson está equivocado y que no encontró la piedra inscrita”. [2]
Artefacto
El disco de piedra arenisca tiene aproximadamente: ¿1 pulgada (4,8 cm) de ancho y 1 pulgada (3,6 cm) de alto?. Un lado de la piedra está inscrito con 23 caracteres alfabéticos / pseudo-alfabéticos dispuestos en tres líneas con un símbolo final no alfabético en la parte inferior. No hay inscripciones en el reverso. La piedra había pasado a través de varias colecciones, pero su ubicación actual es desconocida. Mientras estaba en E.H. La colección de Davis a finales de 1800, él hizo un molde de él, que depositó al museo nacional del Smithsonian de historia natural. El Smithsonian ahora tiene cuatro moldes de la piedra. La Asociación Nacional de Antropología también tiene una impresión de cera de la piedra hecha por Davis. [5]
Inscripción
Los 23 símbolos alfabéticos / pseudo-alfabéticos inscritos en la Piedra Grave Creek han sido objeto de mucha controversia. Henry Rowe Schoolcraft fue el primero en estudiar este aspecto de la piedra. Se esforzó por determinar si los símbolos eran o no alfabéticos consultando a expertos en la materia. Su correspondencia con los antiguos anticuarios le llevó a la conclusión de que la inscripción contiene cuatro caracteres que corresponden al griego antiguo: cuatro etruscos, cinco rúnicos, seis gauleses antiguos, siete viejos Erse, diez fenicios, catorce viejos británicos, dieciséis celtíberos, Semejanza con el hebreo”. Sin embargo, estaba “inclinado a considerar toda la inscripción como Celtiberic”. [2]
M.C. Reid realizó un experimento a finales de la década de 1870, en el que pidió a cuatro personas: una profesora y una estudiante de derecho, una colegiala, un farmacéutico y un profesor universitario, crear para él “veinte o más caracteres arbitrarios que no se asemejaban a figuras o caracteres alfabéticos conocidos a ellos”. Dado que la Piedra Grave Creek fue inscrita usando sólo líneas rectas (lo cual es bastante común, ya que las líneas rectas son mucho más fáciles de inscribir que las de curva), Reid instruyó a los cuatro participantes a usar sólo “líneas rectas o combinaciones de líneas rectas”. Para simular más la inscripción real de la piedra, a los individuos no se les permitió mejorar en su primer intento (ya que uno no puede borrar todo o parte de un símbolo una vez que se inscribe). Al igual que la inscripción en la Piedra Grave Creek, estos símbolos se encontraron para parecerse a los caracteres encontrados en los alfabetos del viejo mundo. Reid fue “obligado a concluir que no hay nada en la forma de los caracteres de la Piedra Grave Creek que nos obligan a decidir que son viejos, que son alfabéticos, o si por orden alfabético que se derivan de cualquier alfabeto conocido”. [ 2]
Búsqueda reciente
En una reunión de la West Virginia Archaeological Society en octubre de 2008, el antropólogo David Oestreicher sugirió que la inscripción había sido falsificada por James W. Clemens, un médico local que había financiado la excavación a través de préstamos. Oestreicher afirmó haber encontrado la fuente de la inscripción; Un libro del siglo XVIII sobre cartas desconocidas sobre monedas y monedas españolas. “Todo en la piedra”, incluyendo “secuencias imposibles de caracteres con los mismos errores”, fue copiado directamente de este libro. [6] [7]
Como en muchas ocasiones, se trata de un oopart sospechoso de ser un fraude.
Inscripción de Behistún
Inscripción de Behistún
La inscripción de Behistún, grabada en la pared de un acantilado, contiene el mismo texto en tres idiomas, donde se explica la historia de las conquistas del rey Darío I, y está ilustrada con imágenes talladas del soberano con otros personajes presentes.
Coordenadas: 34°23′26″N 47°26′09″E
País: Irán
N.° identificación: 1222
La inscripción de Behistún (en persa: بیستون ) es una inscripción monumental en piedra de la época del imperio aqueménida (s. VI a.C.). Está inscrita sobre la pared de un acantilado en la provincia de Kermanshah, al oeste de Irán, a unos 100 metros de altura. Fue ordenada inscribir por Darío I de Persia en algún momento posterior a su accesión al trono del imperio persa en 522 a.C. y antes de su muerte en 486 a.C.
La inscripción incluye tres versiones del mismo texto, en tres lenguajes diferentes, empleando escritura cuneiforme: persa antiguo, elamita y babilonio. Un oficial del ejército británico, Sir Henry Rawlinson, transcribió la inscripción en dos momentos, en 1835 y 1843. Rawlinson pudo traducir el texto cuneiforme en antiguo persa en 1838, y los textos elamitas y babilonios fueron traducidos por Rawlinson y otros después de 1843. Está inscripción es a la escritura cuneiforme lo que la Piedra de Rosetta a los jeroglíficos egipcios: el documento clave para el desciframiento de una escritura antigua desconocida que muestra el mismo texto en otro idioma conocido. El lenguaje babilonio era una forma tardía del acadio; ambas son lenguas semíticas. La inscripción de Behistún fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2006. Abarca una zona de protección de 187 ha y una zona de respeto de 361 ha.
La inscripción
El texto de la inscripción es una proclamación de las hazañas de Darío I de Persia previas a su acceso al trono. Los tres textos, que presentan básicamente el mismo contenido, están escritos en tres lenguas distintas, usando para cada uno una adaptación de la escritura cuneiforme. El panel inmediatamente bajo el friso está escrito en persa antiguo, una lengua indoeuropea. Los otros dos textos fueron escritos en elamita y babilonio, ambas lenguas semíticas. Darío gobernó el Imperio Persa desde el año 521 a. C. hasta el 486 a. C. En algún momento hacia el 515 a. C. ordenó la creación de esta inscripción, que describiera un largo relato de su ascenso frente al usurpador Gaumata y las subsecuentes guerras victoriosas de Darío y el sofocamiento final de la rebelión, para ser así inscritas en un acantilado cercano a la moderna ciudad de Bisistun, en las colinas de los Montes Zagros de Irán, en el punto donde se yerguen desde el llano de Kermanshah.
La inscripción mide aproximadamente 15 metros de alto por 25 de ancho, y se halla 100 metros por encima de un acantilado al lado de un antiguo camino que unía las capitales de Mesopotamia y Media (Babilonia y Ecbatana). Su acceso es muy complicado, ya que, después de su finalización, las laderas fueron eliminadas para hacer la inscripción más perdurable.
Columna 1 (DB I 1-15), boceto de Fr. Spiegel (1881).
El texto en persa antiguo contiene 414 líneas en cinco columnas; el texto elamita incluye 593 líneas en ocho columnas y el babilonio tiene sólo 112 líneas. La inscripción fue ilustrada con un bajorrelieve de la vida de Darío, dos sirvientes y diez figuras de un metro de altura, que representan los diferentes pueblos conquistados; el dios Ahura Mazda, representado como Faravahar, se muestra flotando sobre el conjunto de figuras mientras bendice al rey. Una figura parece haber sido agregada después de que las otras estuvieran acabadas, al igual que la barba de Darío, que es un bloque de piedra separado unido a la figura con pernos de hierro y plomo, un hecho realmente excepcional.
En la historia antigua
La primera referencia histórica de que se tiene noticia sobre la inscripción es a través del autor griego Ctesias de Cnido, quien conoció su existencia sobre el 400 a. C. Tácito asimismo la menciona e incluye una descripción de algunos de los antiguos monumentos auxiliares en la base del acantilado, donde había un manantial. Lo que se ha podido recuperar de ellos es coherente con la descripción de Tácito. Diodoro de Sicilia también escribe sobre el “Bagistanon” y sostiene que fue inscrito por la reina Semíramis de Babilonia.
Tras la caída del Imperio Persa y los reinos herederos (el imperio macedonio, el imperio parto y el imperio sasánida), y después de que la escritura cuneiforme cayera en desuso, la naturaleza de la inscripción fue olvidada, y se le atribuyó un origen cuando menos fantasioso o mítico. Durante siglos, en vez de ser atribuida a Darío (uno de los primeros reyes persas), se creyó que procedía del reino de Cosroes II de Persia (uno de los últimos). Una leyenda narraba que había sido creada por Farhad, amante de la esposa de Cosroes, Shirin. Exiliado por su transgresión, se encomendó a Farhad la tarea de horadar la montaña para encontrar agua; si tenía éxito, le darían autorización para casarse con Shirin. Tras muchos años y ya con media montaña suprimida, Farhad encontró agua, pero Cosroes le informó que Shirin había muerto. Se volvió loco, y se lanzó desde lo alto del acantilado. Naturalmente, Shirin no había muerto, y se ahorcó al enterarse de la noticia.
Descubrimiento
Textos cuneiformes de la inscripción de Behistún.
No fue hasta 1598, cuando el inglés Robert Sherley la vio durante una misión diplomática en Persia en nombre de Austria, que la inscripción atrajo por primera vez la atención de los eruditos de Europa Occidental, quienes llegaron a la conclusión de que era un relato de la ascensión de Jesús. Las interpretaciones bíblicas erróneas por parte de los europeos fueron abundantes en los dos siglos siguientes, incluyendo teorías tales como que se trataba de Cristo y sus apóstoles, las tribus de Israel o Salmanasar I de Asiria.
En 1835, Sir Henry Rawlinson, un oficial del ejército británico que entrenaba al ejército del Sah de Persia, empezó a estudiar seriamente la inscripción. Como en esa época el nombre de la ciudad de Bisistun se había anglicizado en “Behistun”, el monumento empezó a ser conocido como la “inscripción de Behistun”. A pesar de su inaccesibilidad, Rawlinson consiguió escalar el acantilado y copiar la inscripción en persa antiguo. La versión en lengua elamita se encontraba al borde de un abismo, y la versión en lengua babilonia estaba cuatro metros más abajo; ambas estaban lejos de ser fácilmente alcanzables y se dejaron para ulteriores intentos.
Pertrechado con el texto persa, y con una tercera parte de un silabario puesto a su disposición por el experto en escritura cuneiforme Georg Friedrich Grotefend, Rawlinson empezó a trabajar para descifrar el texto. Afortunadamente, la primera sección del texto contenía una lista de reyes persas idéntica a la descrita por Heródoto. Emparejando los nombres y los caracteres, Rawlinson pudo descifrar en 1838 la forma cuneiforme usada por el persa antiguo.
Vinieron luego los dos textos restantes. Después de una prolongación de su servicio en Afganistán, Rawlinson volvió a estudiar la inscripción en 1843. Con unos tablones cruzó el espacio existente entre el texto en persa antiguo y el elamita, y lo copió. Entonces encontró a un resuelto chico de la zona que escaló por una grieta del acantilado con cuerdas y aparejos hasta el texto babilonio, de manera que se pudieran tomar moldes en papel maché. Rawlinson tradujo el texto y el lenguaje babilonios, independientemente de Edward Hincks, Julius Oppert y William Henry Fox Talbot, quienes también contribuyeron al descifrado. Edwin Norris y otros fueron los primeros que hicieron lo mismo con el elamita. Conociendo tres de los lenguajes primarios de Mesopotamia, y tres variaciones de la escritura cuneiforme, estos descifrados fueron una de las claves para situar la Asiriología en una situación de modernidad.
La figura inferior muestra los estilos de escritura de tres grandes sistemas cuneiformes: babilónico, ugarítico y asirio.
Se cree que Darío quiso situar la inscripción en un lugar inaccesible para mantenerla a salvo de modificaciones. Su legibilidad jugó un papel secundario, pues el texto es completamente ilegible desde el nivel del suelo. El monumento sufrió algunos daños en la Segunda Guerra Mundial porque los soldados británicos lo usaban para prácticas de tiro. El rostro de Ahura Mazda está completamente destrozado.
http://www.proel.org/index.php?pagina=alfabetos/sumerio
https://reydekish.com/2016/06/10/el-redescubrimiento-de-las-lenguas-ancestrales/
Se conocen signos más o menos desde 3.400-3.200
Piedras de Okinawa
Piedra de Okinawa
Durante siglos se ha dado por sentado que las civilizaciones más antiguas habían nacido en Mesopotamia, pero no es ningún secreto que hay vestigios que muchas personas consideran mucho más longevos: se trata de las ruinas sumergidas de Yonaguni. La isla de Yonaguni (archipiélago de Ryūkū), de 29 km2, está situada a 100 km de Taiwan, a 480 al suroeste de Okinawa y a 2.000 km de Tokyo.
En las costas cercanas de la isla Yonaguni se han encontrado unas tablillas de piedra las cuales están grabadas con dibujos, símbolos y una escritura de tipo jeroglífica que para algunos se trata de un lenguaje paleo-sánscrito.
Algunos pretenciosamente la denominan “La Piedra Rosseta de Okinawa”, y describe la historia de un legislador pacifista que vive en un Castillo, que finalmente se sumerge bajo el Mar. Esta piedra es distinta de la Piedra Rosseta encontrada por Champollion en el delta del Nilo. Su historia, induce a creer que se trataba de inscripciones realizadas en Lemuria.
Parece ser que la Piedra Rosetta de Okinawa se encuentra en el Museo de la Prefectura de Okinawa.
Hay una serie de teorías sobre la civilización temprana en esta área, especialmente en la isla más al sur de Yonaguni, donde algunos creen que hay un asentamiento submarino abandonado que es evidencia de una civilización perdida. Graham Hancock et al …
Es bastante posible. Depende de lo que llames avanzado. Ciertamente, el sitio de Yonaguni es intrigante, pero no es imposible que la formación tenga un origen totalmente geológico.
Esta piedra es una de un número encontrado en la isla de Okinawa en 1952 (?). El personal del museo afirmó que su significado y fecha de origen son desconocidos. Estos objetos podrían ser antiguos o podrían ser más recientes. En la parte continental de Japón hay una serie de textos sintoístas supuestamente antiguos que utilizan sistemas de escritura únicos que son, de hecho, recientes de reciente invención. Dichos textos se utilizan para apoyar la idea de que la cultura japonesa estaba bien alfabetizada antes de la llegada de los sistemas de escritura chinos desde el continente y, por lo tanto, Japón es verdaderamente la tierra de los dioses. Bla, bla, bla.
La imagen incisa que se puede considerar que dibujaron un barco, un Takakura y herramientas de cultivo en una paleta de pizarra como una tabla de roca natural, o los que se consideran un signo o un personaje, están picados. Se llama la Piedra de Rosetta de Okinawa “, en honor a la” Piedra de Rosetta “que llevó a formar la base de la egiptología después de romper el hierógrafo escrito allí más tarde con una paleta de pizarra que se encontró en el alimentador del río Nilo debido a caracteres indescifrables o su forma. Hay 12 paletas de pizarra en este tipo de paleta de pizarra que se encontró en Kadena-cho y Hokutan-cho ahora, pero se dice que el Dr. Yamasaki Seidou, quien era jefe de la universidad de Kumamoto Medical University y el Sr. Shimabukuro Gen-Ichiro recolectó por ahí, una paleta de piedra encontrada por primera vez en el octavo año de la era Showa, cuando visitaron la tumba del Sr. Noguni Sokan. Después de eso, las mismas paletas de pizarra que se encontraron a través de la preguerra y la posguerra, los datos se trataron a medias porque la situación encontrada no estaba clara, pero recientemente está atrayendo la atención de las personas como una clave para resolver la historia en la era Sin personajes en Okinawa. Hay algunos aspectos de una paleta de pizarra, pero como ejemplo representativo, se cree que (1) los datos de la herramienta agrícola moderna, (2) los caracteres antiguos en Ryukyu vistos en el “Jisoushi”, y (3) el que La escena del puerto fue dibujada, pero no hay una teoría aceptada y es una paleta de pizarra muy misteriosa.
¿Podría estar ocurriendo algo similar aquí? ¿Estas piedras datan de un período anterior a la llegada de la cultura china? ¿Alguien tiene una broma arqueológica? Ni idea. Ciertamente son seductores.
Leer más: https://el-libertario.webnode.es/nuestra-historia-perdida/
Calendario europeo
Calendario europeo
El calendario europeo más antiguo conocido está basado en la constelación de Orión – 19 Julio, 2016
A finales de los años 70 del siglo XX, durante la construcción de un refugio atómico, fue descubierta una antigua vasija hecha pedazos entre los escombros. Los arqueólogos de entonces quedaron muy perplejos ante los extraños dibujos geométricos que se observaban en esta pieza cerámica, datada en torno al año 2600 a. C., hasta que el Dr. Aleksandar Durman finalmente descifró su código: se trataba de un calendario. Aunque, a diferencia de los calendarios egipcios o sumerios de la misma época, este calendario europeo no estaba basado en el sol o en la luna, sino más bien en las estrellas. En el centro de las constelaciones trazadas sobre su superficie se encontraba la que recibe el nombre del noble cazador de la mitología griega: Orión.
Esta pieza cerámica fue desenterrada el 21 de marzo del año 1978, en el transcurso de la construcción del que es ahora el Hotel Slavonija de Vinkovci, Croacia. Los arqueólogos reconocieron rápidamente el hallazgo como perteneciente a la antigua cultura Vučedol, que se desarrolló en las márgenes occidentales del Danubio entre los años 3000 a. C. y 2200 a. C. Sin embargo, aunque los investigadores sabían que la pieza pertenecía al pueblo Vučedol, sus dibujos no fueron descifrados hasta décadas más tarde.
La cultura Vučedol era contemporánea de la incipiente Troya, el Imperio Antiguo de Egipto y el imperio sumerio de Mesopotamia. A diferencia de estas civilizaciones, los Vučedol eran de origen indoeuropeo, y por lo tanto no adoraban a la luna. Era el sol el astro al que los Vučedol rendían culto, aunque no pudiera ayudarles a comprender las estaciones siendo un pueblo que vivía en el paralelo 45. Como muchos ya sabrán, en el hemisferio norte el sol no nace y se pone en el mismo lugar a lo largo del año, como ocurre en el Ecuador. De este modo, los Vučedol tomaron como referencia en su lugar los precisos movimientos de las estrellas.
Mapa del área de influencia de la cultura Vučedol. (Public Domain)
De suma importancia era Orión, una constelación fácilmente reconocible por el ‘cinturón’ del mítico cazador, constituido por tres brillantes estrellas que forman una línea recta. En la región en que vivían los Vučedol, Orión se ocultaba en el horizonte cierto día del año para desaparecer durante todo el verano.
“En la época de la cultura Vučedol, el cinturón de Orión, que es la constelación invernal dominante, se ocultaba en el horizonte exactamente el 21 de marzo, marcando de este modo el equinoccio de primavera,” afirma el Dr. Aleksandar Durman. Los Vučedol observaron que Orión indicaba el comienzo de un nuevo año. A partir de esta sencilla constatación, fueron capaces de construir un calendario completo para todo el año.
Este calendario Vučedol puede observarse en la vasija hallada en el año 1978. Sus dibujos decorativos están divididos en cuatro hileras, una para cada estación. La hilera inferior, cercana al fondo de la vasija, representa la primavera. La pieza cerámica está rota, de modo que no pueden verse todos los cuadrantes de cada una de las hileras, pero los dibujos que se conservan de la primera franja representan al sol y al cinturón de Orión.
La segunda hilera representa el verano. En los cuadrantes de esta franja aparecen las constelaciones de las Pléyades, el Cisne y Casiopea: constelaciones igualmente importantes que fueron también utilizadas por los griegos para determinar los movimientos celestes. Casiopea en particular resulta útil para llevar la cuenta del paso del tiempo a lo largo del año. Durante el verano, sus cinco estrellas forman una ‘W’. A medida que el año progresa, la W gira hasta que, cuando llega el invierno, las cinco estrellas adoptan la posición de una ‘M’. En la leyenda griega, Casiopea está encadenada a su trono y condenada a girar eternamente en el cielo porque había afirmado que su hija era más bella que las Nereidas.
La constelación de Orión a simple vista (CC BY-SA 3.0)
La tercera franja representa el otoño. Los cuadrantes de esta hilera nos muestran las Pléyades, Géminis y Pegaso/Piscis. Finalmente, la franja superior es la del invierno. Aquí podemos observar el símbolo de Casiopea girado 180 grados, así como a Pegaso/Piscis, las Pléyades, Géminis y el regreso de la constelación dominante de invierno, Orión.
Aunque no podemos estar seguros de cuáles eran algunos de los dibujos de la vasija, al encontrarse incompleta, los investigadores creen que cada hilera tenía en un principio 12 cuadrantes, lo que podría corresponderse con el número de semanas de cada estación.
La sociedad Vučedol estaba muy jerarquizada. Se han hallado evidencias de personajes de esta cultura, que aparentemente gozaban de una alta consideración, enterrados con joyas de oro. En un principio ganaderos, los Vučedol alcanzaron la maestría en la fundición del cobre hacia el año 3000 a. C. El trabajo con el cobre no solo aportaba beneficios económicos, sino que también estaba considerado poderosamente mágico. El escalafón superior de la cultura Vučedol era por tanto el de los artesanos del cobre, una casta dominada por los chamanes. Se creía antiguamente que estos chamanes-artesanos podían alcanzar el corazón de la tierra y extraer de él su esencia vital: el cobre.
Además, el chamán artesano era capaz de manipular el mineral por medio de procesos naturales a fin de alterar su naturaleza para que prestara un mejor servicio al ser humano. Debemos tener en mente que la fundición del cobre no es tarea fácil. El chamán-artesano sabía cómo evitar las emanaciones de gas venenoso, arsénico, inherentes a la fundición del cobre. Con el tiempo, el chamán-artesano acababa perdiendo su capacidad de coordinar los movimientos corporales, ya que el arsénico, cuya inhalación nunca podían evitar por completo, le mataba lentamente. En la cultura Vučedol, cada individuo nacía con una casta y una profesión que le acompañaba hasta su muerte.
Bilqis
La ciudad de Marib, conocida también como Al Mahwit, está situada al este del Yemen, rodeada de altas montañas y valles, y no muy lejos del desierto.
Marib, que data de hace más de 3.500 años, es la ciudad más famosa y antigua del Yemen. Su situación estratégica fue de gran importancia durante la época de las caravanas, ya que por ella pasaban los traficantes de especias, que venían de Oriente hacía Occidente.
Uno de los monumentos más conocidos es el templo del Sol, el de mayor tamaño y el más importante del complejo. Su forma elíptica lo hace único, y sus columnas de diez metros de altura le dan un aspecto majestuoso. En él se ofrecían sacrificios a la Luna y al Sol, dioses de gran culto entre los habitantes de Marib. El trono de Bilquis es otro de los templos de la antigua Mahram. Fue dedicado al dios Almaqa (Luna) y también se cree que se rindió culto al Dhat Hameen (Sol). El templo fue descubierto por arqueólogos belgas.
Mahram Bilqis (templo del refugio, este monumento remontaría al año 400 a. C. aproximadamente; fue conocido al principio bajo el nombre del templo de Awwan, en Yemen. No es un santuario ordinario sino un lugar haram (prohibido o sagrado). Las personas perseguidas encontraban allí refugio, hasta lo peor de los criminales podía resguardarse allí temporalmente.
Hace 3200 años se desarrolló la Ruta del Incienso por mar y por tierra y con ella empezaron a crecer los reinos en el sur de Arabia.
El más importante fue el reino de Saba, entre el 1000 y el 500 aC, que estaba en el actual gobernorado de Marib. De esta civilización quedan restos como los del templo de Bilqis (Mahram Bilqis), el templo de la Luna (Ras Bilqis) o la Gran presa en el Wadi Adhana. Los sabeos dominaron a otros reinos de la ruta comercial como Awsan, Ma’in, Hadramut y Qataban.
En 1951 Wendell Phillips, realizó las primeras excavaciones en el templo de Mahram Bilqis (templo de la luna) en las cercanías de Marib y dedicado al dios Almaqah. Por motivos de enfrentamientos militares en los que su vida y la de su equipo corrían peligro, tuvo que abandonar precipitadamente la excavación. Posteriormente su hermana, Merilyn Phillips, patrocinó una nueva excavación en 1998, con el arqueólogo William Glanzman, de la Universidad de Calgary. Entre los elementos del santuario, destaca sus ocho pilares de piedra caliza, un peristilo y frente a ellos se abre un recinto ovoidal de más de 100 metros de ancho.
Junto al templo de Mahram Bilqis, también conocido como templo de Awam, se encuentra un cementerio sabeo utilizado desde el siglo VIII aC hasta el IV dC. Las tumbas principales tienen inscripciones monumentales con nichos de alabastros y en los ajuares funerarios hallados destacan objetos en miniatura de la vida cotidiana.
Escritura antigua en la piedra en el Bilqis Temple Ancient escritura sobre piedra en el templo Bilqis ruinas en el valle de Saba. Uno de los sitios arqueológicos más famosos de Yemen, que una vez fue la capital del Reino de Saba (Saba)
Otro de los templos alrededor de Marib es el de Bar´an, en la lengua vernácula “arsh Bilqis” o Trono de Bilqis, conocido por sus cinco pilares monumentales. A lo largo de su historia se sucede la superposición de cuatro construcciones templarías. En su estrato más bajo, el primer templo se asocia a una construcción anterior al siglo X o IX aC y el cuarto templo se realizó durante el siglo V aC. De este último se conserva sus formas básicas, podio, y peristilo. En las galerías del patio hay bancos y bajorrelieves de alabastro con figuras de antílopes y cabras monteses.
Trono de Bilqis-Marib-Yemen: Al-Amadi, el Trono de Bilqis o Templo de Bar’an es un templo Sabeo dedicado a Almaqah, dios de la luna. El templo se supone que fue construido en el s. X a.d.C. en la epoca de Bilqis, Reina de Saba. Tenía 6 columnas de 12 metros de altura, hoy solo 5 y la sexta rota.
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