Leyenda
Yosi
Yosi
El mono fueguino. 2009 por Austin Whittall
Las criaturas semejantes al hombre aparecen como una característica común de casi todas las culturas humanas; los nativos patagónicos no eran una excepción a esta regla y también creían en minúsculos maniquíes o enanos; pero no eran amables compañeros sonrientes, eran elfos feroces, lujuriosos, agresivos e incluso asesinos.
En este post vamos a echar un vistazo al enano fueguano llamado Yosi (también deletreado Yóshil, Joshil e incluso Joši ).
Los nativos selk’nam de Tierra del Fuego creyeron que era una criatura muy peligrosa.
Yosi vivía en el interior de los bosques más grandes, [1] sin dejarlos nunca. Era ágil y se escapó cuando los nativos le dispararon flechas. Tenía un grito estridente como el de un león, y lanzaba piedras o palos a los hombres para defenderse de ellos.
Mayormente solitario, a veces apareció en grupos de tres o incluso cuatro individuos, listos para causar problemas. [2]
Lucas Bridges, a quien ya hemos mencionado como el primer “europeo” nacido y criado en la isla, describió a Yosi como un “espíritu material”, lo que implica que no era etéreo sino real. Era parecido al hombre e incluso tenía esposa e hijos, pero poseía una naturaleza viciosa:
Corta y recoge paja y leña para un fuego que nunca puede encender. Él aparece con la mayor frecuencia al cazador solitario que pasa su noche por los casos del fuego […] se han mencionado de vagabundos solitarios que fueron encontrados muertos y mutilados por “Yosi”. [3]
Bridges también observó su rápida desaparición en los primeros años del siglo XX cuando se enfrentaba a los invasores blancos y a los naturales selk’nam que desaparecían.
Por alguna razón desconocida su número ha disminuido grandemente en algunas generaciones, y ahora raramente se encuentran, excepto de los lugares más miserables y casi impenetrables.
Tuvo un encuentro con uno mientras viajaba con tres nativos; el grupo había acampado en el bosque cuando de repente:
El chirrido de las diminutas ramas en el aire congelado convenció a mis compañeros de que “Yosi” estaba allí afuera. Parecían muy nerviosos, y cuando me reía irreflexivamente de sus supersticiones, uno de ellos me regañó diciendo que “si estuviera solo y conociera a un ‘Yosi’ sentado al otro lado del fuego, no sería tan fanfarrón” . [3]
A fines del siglo XIX, la Orden Salesiana había construido una misión en Tierra del Fuego y, sin éxito, trató de salvar a los pocos Selk’nam restantes del alcohol y las enfermedades de los hombres blancos. En el proceso aprendieron el idioma y las creencias del nativo, registrando su sabiduría sobre Yosi. Uno de ellos, el sacerdote salesiano argentino Manuel Jesús Molina (1905-1979), estaba convencido de que Yosi era una criatura real y no un mito.
Tenía la visión poco ortodoxa de que Yosi era una especie de mono, a la que llamó «mono fueguino»; creía que todavía estaban vivos en algún lugar del sur de la Patagonia, habiendo compartido su hábitat con los fueguinos nativos desde su llegada a Tierra del Fuego hace doce mil años.
Molina describió ” Yóshil ” (como él lo llamó) como una especie de mono antropomorfo, sin cola, con un color amarillo-verde parecido a un liquen, unos 80 cm (31 pulgadas) […] de bípedo alto. Añadió que llevaba un palo nudoso o una piedra y se podía encontrar durante el día sentado en los tenedores de árboles. [5]
Como prueba de su existencia, menciona un nombre de lugar cercano a Estancia Catalina, conocido como ” Yohyaltal “, que en lengua de Haush significó “Bosque de Yosi.” [5]
Hizo representaciones de estos monos en las figuras humanoides pintadas por los Paleo-indios en las rocas de la cueva de Gualichu en el lago Argentino (50 ° 17 ‘S, 72 ° 10’ W) y en la Cueva de las manos – 47 ° 09 ‘S, 70 ° 39’ W) por el río Pinturas. Entre estas pinturas hay algunas que representan a cuatro seres con patas con un cuerpo voluminoso y dedos largos y finos -o garras afiladas-; se muestran en diferentes posiciones, tal vez para sugerir agilidad y rápidos movimientos de simios. [5]
Molina publicó un artículo y le dio un nombre científico: Fuegopithecus paakensis inspirado en el de su informante Haush llamado “Pa: ka”. También registró la conducta particular de Yosi, y de acuerdo con Bridges señaló que “estos simios, imitando al hombre, recogían madera seca, la amontonaban y se sentaban a su lado, sin encenderla”. [6]
Esta falta de capacidad de creación de fuego señala a una criatura que es definitivamente no-humana y refuerza la hipótesis del “mono”.
Otro sacerdote salesiano, Antonio Tonelli, que había vivido con los Selk’nam en la Misión (1910), registró un espantoso encuentro entre un joven nativo llamado Čikiól y Joši, que lo había acosado durante su sueño hasta Čikiól despertó y lo vio:
El Joši luego le tiró un palo pero lo perdió y huyó. El indio entonces arregló su manta de piel de guanaco en el suelo para simular a un hombre durmiente, y se escondió detrás de un tronco de árbol. El Joši volvió y […] cuando llegó cerca de la piel de guanaco, el indio le disparó una flecha perforando su pecho. El Joši dejó caer lo que llevaba en la mano, gritó y cayó muerto.
A diferencia de Molina padre Tonelli no creía que Yosi era como una criatura real, él los consideraba espíritus incorpóreos asesinos. Él escribió la descripción de Selk’nam de Joši:
Los espíritus de Joši tienen un rostro como […] indio que visten guanaco o piel de zorro como los indios y mantienen palos o piedras en sus manos. Son muchos malos porque tratan de matar a hombres, y los indios los temen mucho. [7]
También señaló su desaparición gradual y ofreció la explicación de los nativos “En la antigüedad había muchos Joši, pero recientemente hay muchos menos porque temen disparos”. [7]
Según Tonelli, un joven nativo llamado Kaukokiól le había dicho que Yosi visitaba el campamento de su tribu cerca del lago Fagnano (54 ° 36 ‘S, 67 ° 16’ W) y que en el pasado también había muchos Yosi en la región de Cabo María, junto al mar. Sin embargo, ” los antiguos indios mataron a casi todos ellos. Aquellos que ahora vagan por los bosques por el Lago Fagnano […] son los hijos del Joši de Cabo María “[5]. Sugiriendo que se alejaron de la costa, tierra adentro a los bosques aislados por el lago Fagnano (véase nuestro poste en Fañanito del lago de Fagnano criatura).
Su abundancia relativa en el Cabo María también fue observada por el Padre Molina, quien añadió que en tiempos de hambre ” el antiguo Aus [Haush] tuvo que matar a muchos Yoshil, el mono fueguino, para alimentarse a sí mismos”. [6]
El sacerdote y antropólogo alemán Padre Martin Gusinde [*] escribió extensamente sobre los selk’nam y sus creencias. Sus fuentes nativas describieron a Yóši (como lo deletrea), como tener un cuerpo “que no era como el de un hombre”. No había mujeres, sólo hombres sexualmente agresivos con cuerpos bien formados y dotados de un ” pene grande”. Preferían caminar desnudos, aunque algunos usaban pieles de zorro para cubrirse; se movieron muy rápidamente y pudieron saltar lejos.
[*] Martín Gusinde (1886-1969) . El sacerdote salesiano alemán, etnólogo y antropólogo visitó Tierra del Fuego entre los Selk’nam (1918-19), el Yamana (1919-22) y el Alakaluf (1923-24). Previendo su próxima extinción documentó y fotografió.
Eran seres reales, no espíritus y por lo tanto la magia del xen o hechicero fueguino no tenía poder sobre ellos, los selk’nam sabían que tenían que matarlos con sus flechas al avistarlos y evitar los bosques, donde el Yosi se escondía detrás árboles o en sus huecos listos para atacar y matar, hombres incautos.
Gusinde citó a un nativo con el nombre de Tenensek diciendo que:
Nadie sabe de dónde vienen o cómo vinieron a nuestra tierra (…) Los Yóši ni siquiera son antepasados de los Selk’nam (…) se esconden en cuevas y barrancos entre las montañas, pero prefieren el denso bosque.
Esto da una pista de que ellos no son humanos y definitivamente no están relacionados con los hombres.
También se asemejan al mito del incubus europeo porque para satisfacer su gran ansia sexual se aprovecharon de las mujeres vulnerables, y también los hombres, acariciando sus genitales y violándolos en su sueño. También los secuestraron para usarlos como esclavos sexuales, y después de extinguir su lujuria, los dejaron morir en el bosque. Nunca tomaron niños, prefiriendo sólo adultos.
Aunque solitarios, en ocasiones se reunían en grupos de tres o cuatro para atacar a una persona solitaria. Su arma era una piedra redondeada, que lanzaban con gran exactitud para matar y mutilar a los hombres.
Esta escasa y muy incompleta evidencia recogida de testigos oculares sugiere la existencia de un lanzador de piedras pre-humano enano y que no había dominado el arte de hacer fuego. Una peligrosa criatura simiesca que vivía en los bosques fueguinos y cazaba allí hasta los años veinte, cuando desapareció repentinamente junto con los últimos Selk’nam y Haush, que nunca más volvieron a ver.
¿Estaba extendida en la Patagonia o simplemente en un ser fueguien? Como hemos visto en publicaciones anteriores, hay otros enanos míticos en Patagonia, Trauco, Tachwüll y Anchimallén, entre otros. Quizá sean representaciones diferentes del mismo ser.
Las leyendas sobre los enanos sexualmente agresivos como el de un incubus como Yosi pueden explicarse bien por las víctimas experimentando sueños ambulantes, parálisis del sueño o por la excitación nocturna y el orgasmo. Estas situaciones culpables podrían ser explicadas usando la noción de una criatura lasciva que asaltaba a la víctima y provocaba tales situaciones.
Otra explicación válida implica a monstruos de un tipo diferente; tal vez el molestador nocturno era una persona real como un amigo o un pariente. Las víctimas pueden haber encontrado más fácil explicar el ataque como sobrenatural en lugar de confrontar la idea de ser violada por alguien en una posición de confianza.
Aunque podríamos suponer que alguna raza enana arcaica se extiende hasta el sur hasta la Patagonia, no hay pruebas más allá de los mitos y cuentos de los indígenas tehuelches y los fueguinos para apoyar esta idea.
Una explicación alternativa para Yosi es la creencia del Padre Molina de que la criatura realmente existía y era un mono. El problema es que hoy en día no hay monos en la Patagonia; los más cercanos están confinados a las selvas en el norte de la Argentina, a más de 3.300 km (2.000 millas) de distancia.
La única criatura patagónica que lleva el nombre de “mono” es el “monito del monte“, un minúsculo marsupial arbóreo de menos de 10 cm (4 pulgadas) (Dromiciops gliroides). Son una especie que vive en los bosques patagónicos y son los marsupiales más australes del mundo, antepasado de todos los otros grupos marsupiales incluyendo canguros australianos.
Sin embargo, hace 20 millones de años (Ma.), Una especie de mono del Nuevo Mundo ya extinta vivía en la Patagonia, el Homunculus patagonicus. Es la especie ancestral para todos los monos americanos modernos. [1]
Más recientemente, 16 Ma., Vivió el Killikaike blakei, una especie de antropoide relacionado con los monos modernos capuchinos. Tenía un cerebro grande, era capaz de un comportamiento social complejo y como los capuchinos era capaz de manejar herramientas y tenía capacidades cognitivas superiores. [2] [3] [4]
Estos primates tempranos migraron más adelante a los bosques subtropicales más al norte cuando los Andes subieron más arriba algo 5 a 12 mA, alterando su hábitat bloqueando los vientos húmedos del oeste. Estas nuevas condiciones áridas obligaron a los bosques de haya del sur, que habían llegado a las costas atlánticas, a retirarse hacia los Andes formando una Patagonia más seca, similar a como es hoy.
¿Desaparecieron los monos patagónicos con este cambio o lograron de alguna manera sobrevivir en los bosques menguantes y más tarde dieron a luz a los mitos maniquíes?
Molina creía que Yosi era un pariente contemporáneo del H. patagonicus, y que sólo había sido exterminado recientemente por los nativos de Haush y Selk’nam. Por desgracia, aún no se han encontrado restos del mono Yosi en Tierra del Fuego para probar la teoría de Molina. Esta falta de fósiles de Yosi podría deberse a muchos factores como su inteligencia (no atrapada fácilmente en turberas), el clima húmedo de Fuegian húmedo que podría impedir la fosilización, y por último pero no menos importante, la falta de financiación e investigación en el campo, algo no es raro en la paleontología sudamericana.
Otra piedra de tropiezo es que todos los monos americanos son pequeños, arbóreos y tienen colas prehensiles; en esto difieren de los monos del Viejo Mundo que caminan sobre dos pies. Por lo tanto Yosi como un homúnculo bipedal sin cola no puede ser asociado a ningún mono americano existente.
Dejando a un lado el rigor científico, podemos especular que alguna rama de los Primates del Nuevo Mundo podría haber evolucionado, llevando a un diminuto homínido bípedo que fue aniquilado más tarde cuando los hombres modernos llegaron a América. Esta idea puede no ser tan disparatada como parece; un proceso similar ocurrió realmente en la isla de Madagascar, donde los minúsculos “Primates menores” o Lemúridos evolucionaron justo antes de la llegada del hombre hace 2.000 años en grandes agrupaciones, semejantes a los gorilas que desaparecieron cuando los seres humanos llegaron.
¿Podrían los Primates del Nuevo Mundo haber evolucionado de manera similar, adquiriendo adaptaciones homínidas (es decir, falta de cola, bipedalismo)? Tal vez, pero esta idea es sólo especulación salvaje, y no tenemos ninguna prueba para apoyarla.
Choque cultural
Una explicación más plausible sobre Yosi se deriva del hecho de que tanto Tonelli como Molina mencionan a Punta María como un lugar donde muchos Yosi solían vivir. Punta María es un punto en la costa atlántica de la isla de Tierra del Fuego. El área es la frontera entre la árida estepa de Magallanes y el bosque andino. Es una zona de transición donde los árboles se agrupan en pequeños huertos que aumentan gradualmente en densidad y altura de norte a sur e interior, lejos de la costa. Sabemos que el área fue habitada por los Selk’nam cuando llegaron los europeos; sin embargo, Molina coloca a la antigua Haush allí, confirmando que fue originalmente poblada por personas Haush que fueron desplazados más tarde por los Selk’nam hacia la inhospitalaria punta sureste de la isla.
Esto abre la posibilidad de que Yosi fueran realmente seres humanos que adquirieron estatus de enano cuando fueron golpeados por los Selk’nam.
Los Yosi llevaban pieles de guanaco, tenían esposas, niños, parecían hombres, portaban armas e intentaban matar a Selk’nam. Esta descripción (a excepción del tamaño pequeño) es aplicable a un cazador de Haush que embosca el Selk’nam invasor.
Podemos imaginar a un hombre de Haush, acechando silenciosamente a un Selk’nam solitario en el bosque, listo para matarlo para defender a su familia y su territorio cada vez más pequeño. Esto indudablemente inculcaba temor en los Selk’nam, quienes entonces evitarían los bosques y dejarían a los Haush en paz.
Tal vez Yosi (es decir, Haush) no encendían fuegos para evitar la detección de sus enemigos mortales.
La falla en esta teoría es que Molina indicó claramente que el antiguo Haush también cazó a Yosi para comerlos en Punta María. Si esto era así, Haush y Yosi son de hecho diferentes criaturas.
Comentarios de cierre
Desafortunadamente nunca sabremos con certeza cuál es la verdad porque ambos grupos, Haush y Selk’nam desaparecieron durante los primeros años del siglo XX y sus conocimientos y creencias antiguos son ahora meramente palabras escritas en libros y no recuerdos reales en las mentes de personas vivas.
Nunca más sus historias serán contadas y recontadas de padre a hijo, abuela a nieta. Están perdidos para siempre con los fantasmas de los muertos fueguinos. Yosi también desapareció con ellos, pero quién sabe, tal vez el pequeño simio sigue recogiendo ramas y lanzando sus hechizos en los sombríos bosques preguntándose por dónde han ido sus enemigos mortales.
Zana
Zana
La mujer Yeti del Cáucaso
Montañas del Cáucaso, cerca del Mar Negro.
Buenas amigos, estamos acostumbrados a oír el yeti o pie grande de forma masculina, pero hoy traemos una historia real y con base científica que os dejará impresionados. Hablamos de Zana, la posible Yeti del Cáucaso, y sí la Yeti por que tiene género femenino tal y como veremos a continuación.
Todo comenzó en el sigo XIX en el territorio costero sudoriental del Mar Negro, cerca de las montañas del Cáucaso, donde los pobladores de Abkacia atraparon viva una mujer de grandes dimensiones y cubierta de mucho pelo.
En los relatos del investigador Butsec, que relata que los cazadores abkacios persiguieron y mataron algunas personas bastantes peludas y de dimensiones anormalmente grandes que vivían en zonas aisladas de la civilización, sin embargo una de ellas la capturaron con vida y fue trasladada al pueblo donde murió años después. Estos relatos narran que fue capturada en las montañas del Zaadan muy cerca de Ochamchira, dónde corresponde con Adjara.
Ilustración de Zana, la posible mujer Yeti.
Tras vivir tres años con los pueblerinos como prisionera y con las manos atadas, fue dejada en libertad para moverse por el pueblo. Los testigos la describían como la más alta del pueblo, muy fuerte, con piel gris oscura y con muchos pelos negros y rojizos que cubría gran parte de su cuerpo pero no los pies ni manos. No conocía el lenguaje y se comunicaba mediante gritos y ruidos. Poco a poco se adaptó a hacer labores como traer leña y se fue integrando hasta tener cuatro hijos que con ayuda de los pobladores consiguió sacar adelante. El primero murió al nacer, y los demás llamados Gondi, Kodzhanar y Khviti, que a su vez tuvieron su descendencia.
Dos nietos de Zana fueron visitados por el investigador ruso en 1964, donde obtuvo información sobre su marco generacional. Por lo visto sus padres(los hijos de Zana) eran personas muy robustas, de piel más oscura de lo nomal, labios muy gruesos y carácter combativo, siendo uno de los hermanos más robusto y velloso que el otro.
Nietos de Zana, visitados y fotografiados por el investigador Butsec.
Los siguientes años se dedicaron a buscar en tumbas los descendientes de Zana y a la propia Zana.
En una de ellas encontraron una mujer que tenía un pie de 30 centímetros, equiparable a un 44-45 de pie, aunque la estructura de su cuerpo y su cráneo era el de una persona normal, se podría pensar que es uno de los descendientes de Zana y se tomaron muestras de ADN.
Ilustración facial de Zana según los datos recopilados.
En 1971 encontró la sepultura de la posible mujer Yeti, aunque aun no se sabe si podría ser ella. En el interior de la tumba se encontraba una mujer con las rodillas plegadas sobre el estómago, debido a que no cabía de otra forma en la tumba y con el cráneo especialmente ancho, al igual que sus descendientes.
Fotografía del periódico de cuando se encontró el posible cadáver de Zana.
Diferencia de cráneo humano(a la izquierda) y posible cráneo de Zana(a la derecha).
Se estudiaron sus pruebas de ADN y los genetistas habrían descubierto que Zana proviene de una madre homo sapiens y de padre diferente, que posiblemente podría ser neandertal. Este cruce era posible como hemos podido saber por los restos de fósiles.
Agogwe
Agogwe
El agogwe es descrito como un bípedo humanoide pequeño reportado en los bosques de África Oriental. Mide de 1 a 1.7 m (3.3 a 5.6ft) alto con brazos largos y un pelaje despeinado y se dice tiene piel rojiza debajo de su pelaje. También se lo describe teniendo pelaje negro o gris. Sus pies se dicen son de aproximadamente 12 cm (5in) con dedos oponibles. Se alega que es diferencias entre él y los simios conocidos incluyendo una frente redondeada, incisivos pequeños, su pelaje y color de piel.
Avistamientos
Los encuentros con estos homínido, supuestamente muy raros, proceden en su mayoría de la primera mitad del siglo XX, aunque ya, los pueblos nativos de África conocían a esta criatura
El primer avistamiento documentado fue en los 1900 por el Capitán William Hichens quién reporto su experiencia en el diciembre de 1937 en la edición de la revista de Discovery de la siguiente forma: “Hace algunos años fui enviado en un caza de leones oficial en esta área (los bosques Ussure y Simibit en el lado occidental de las llanuras Wembare) y, mientras esperaba en un claro por un come hombres, ví dos pequeñas, marrones y peludas criaturas venir del denso bosque a un lado del claro y desaparecieron entre los matorrales. Eran como hombres pequeños, de aproximadamente 4 pies de alto, caminando erguidos, pero revestidos de un pelaje rojizo. El cazador nativo que me acompañaba miraba fijamente en asombro y miedo mezclados. Eran, decía, agogwe, los pequeños hombres peludos que uno no ve nunca en su vida.”1 Después de lo sucedido, Hichens realizo varios esfuerzos por encontrarlos en aquel bosque impenetrable, pero todo este esfuerzo fue en vano.
Cuándo Hitchens fue criticado y ridiculizado, Cuthbert Burgoyne escribió una carta a la revista en 1938 relatando su avistamiento de manera similar en 1927 mientras navegaba por África Oriental portuguesa en un carguero japonés. Estaban bastante cerca de la orilla que podían ver la playa que usando un “lente de doce magnificaciones” miraron un grupo de mandriles que se alimentaban y… “mientras mirábamos, dos pequeños hombres marrones caminaban juntos fuera de un arbusto entre los mandriles. Eran ciertamente ningún mono conocido y aun así tenían que haber sido semejantes o los mandriles se habrían. Estaban demasiado lejos para ser vistos en gran detalle, pero estos pequeños animales humanoides eran entre cuatro y cinco pies de altura, bastante erguidos y de grácil figura. Para el momento estaba bastante emocionado pues no se parecían a ninguna bestia del cual había oído o leído. Más tarde un amigo y cazador me diji que estaba en la África Oriental Portuguesa con su mujer y tres cazadores, y vio una madre, padre y niño, aparentemente de la misma especie, paseando a través de un arbusto. Los indígenas ruidosamente le prohibieron disparar.” Sin la cita, un reporte del Señor Burgoyne fue hecho.2
Charles Cordier, un coleccionista de animales profesional quién trabajó para zoológicos y museos, siguió la pista de un agogwe en Zaire a finales de 1950 e inicios de 1960. Una vez, dijo Cordier, un agogwe estaba enredado en una trampa para aves. “Cayó de frente,” dicho Cordier, “giró, se sentó encima, tomó el nudo de sus pies, y camino fuera de la trampa antes de que un africano cercano pudiera hacer cualquier cosa”.3
La ilustracion muestra a un Agogwe en el extremo izquierdo. Las figuras centrales pertenecen al Kajundakari, en Zaire, junto al Tokoloshe, proveniente del folcklore Zulu, y por ultimo en el extremo derecho se muestra a un Kikomba.
Otros nombres
Es un bípedo, de aspecto pequeño y peludo, parecido a un ser humano, siendo visto en los bosques de África oriental, según dicen los testigos de sus avistamientos, estos críptidos poseen un pelaje de color castaño rojizo y una piel, aun visible detrás de su pelaje, de un color marrón rojizo, con una frente redondeada y dientes caninos pequeños, también se los han descrito teniendo pulgares ligeramente inclinado en cada pies, y presentando un tamaño no mas de 0,61 a 1,7 metros de alto. Hay que aclara que su aspecto, puede llegar a variar, ya que existen informes sobre sus avistamientos, en ellos estas criaturas son descritas con pelajes negros o grises. Tanto en Zimbabwe, como en la región del Congo, esta criatura se conoce con el nombre de Kakundakári y Kilomba, en Senegal, este ser lleva el nombre de Fating ‘ho, y en Costa de Marfil es llamado Sehité. En el suroeste asiático, específicamente en Sumatra, Indonesia, también llegan informes de un homínido bípedo semejante a los Agogwe, pero de nombre Orang Pendek. A pesar de que su es descrito como grotesco, se dice que es más malicioso que amenazador.”5
Teorías
Por supuesto que esta criatura, no esta exenta de teorías, algunas de ellas propuestas por el conocido criptozoólogo Bernard Heuvelmans (científico, explorador, investigador y escritor francés, mejor conocido como “el padre de la criptozoología”). Si el agogwe de hecho existe, puede ser una especie superviviente de Gracile australopithecine, un primate bípedo descubierto por la ciencia de hace aproximadamente 2.5-4.5 millones de años. Las huellas Australopithecine tenían un dedo un poco divergido (lejos de oponible), pero la altura global y el resto de la descripción encajan. De todas maneras, el Australopithecine el pie pudo haber cambiado hace varios millones de años.
Otro, improbable, teoría es la supervivencia de posibles de gibones en África. Los gibones son simios menores y pequeño, sin cola, con frentes redondeadas e incisivos pequeños. El problema más grande con esta teoría es que los gibones raramente andan en tierra sólida y principalmente se mueven con sus brazos. Aun así, son ciertamente capaces de andar la tierra, y, cuándo hacen tan, caminan en dos patas.
Otra posibilidad es que un chimpancé se ha adaptado al campo abierto y ha llenado el nicho parecido al del Australopithecine.6
Aun así otra posibilidad es que el agogwe son de hecho bonobos, criaturas parecida a los chimpancés que andan erguidos de correctos aproximadamente ¼ del tiempo.
Debido a la dificultad que presenta una expedición en las remotas selvas del este de África, ninguna expedición oficial en busca de esta rara criatura ha sido realizada en aquellas zonas tan remotas, en conclusión, debido a lo susodicho no ha sido posible la obtención de evidencia física la cual corrobore la existencia del Agogwe, por lo que el misterio entorno a estos críptidos continua.
Estatua de madera de origen desconocido y que supuestamente representa a un Agogwe.
Wudewasa
Wudewasa
Wild man (Hombre salvaje) (Etimología de la expresión)
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Los hombres salvajes apoyan escudos de armas en los paneles laterales de un retrato de Albrecht Dürer, 1499 (Alte Pinakothek, Munich)
El hombre salvaje (también wildman , o “wildman of the woods”, woodwose o wodewose) es una figura mítica que aparece en la obra de arte y la literatura de la Europa medieval, comparable al sátiro o fauno en la mitología clásica y a Silvanus, el romano dios de los bosques.
La característica definitoria de la figura es su “salvajismo”; desde el siglo XII, se los representaba consistentemente como cubiertos de pelo. Aparecen imágenes de hombres salvajes en los techos de techos esculpidos y pintados donde se cruzan las bóvedas conopiales que se cruzan en la Catedral de Canterbury, en posiciones donde también es probable que se encuentre con el Hombre Verde vegetal. La imagen del hombre salvaje sobrevivió para aparecer como partidario de escudos de armas heráldicos , especialmente en Alemania, hasta bien entrado el siglo XVI. Los grabadores renacentistas en Alemania e Italia eran particularmente aficionados a los hombres salvajes, las mujeres salvajes y las familias salvajes, con ejemplos de Martin Schongauer (fallecido en 1491) y Albrecht Durero (1471-1528), entre otros.
Terminología
El primer elemento de woodwose generalmente se explica como wudu “madera”, “bosque”. El segundo elemento es menos claro. Se ha identificado como un nombre hipotético * wāsa “ser”, del verbo wesan, wosan “ser”, “estar vivo”.[1] La forma del inglés antiguo no está comprobada, pero habría sido * wudu-wāsa o * wude-wāsa. También puede significar una persona abandonada o abandonada, cognado con el alemán “Waise” y holandés “wees” que ambos significan “huérfano”.
Tapiz de finales de siglo 15 de Basilea, que muestra un woodwose siendo domesticado por una dama virtuosa
La terminología en la Edad Media fue más variada. En inglés medio, estaba el término woodwose (también deletreado wodewose, woodehouse, wudwas, etc.).[2][3] Wodwos[4] aparece en Sir Gawain y el Caballero Verde (alrededor de 1390).[5] La palabra del inglés medio se atestigua por primera vez en la década de 1340, en referencia a la obra de arte decorativa “salvaje” popular en ese momento, en una descripción latina de un bordado del Gran guardarropa de Eduardo III,[6] pero como una apellido se encuentra ya en 1251, de un Robert de Wudewuse. En referencia a una criatura legendaria o mitológica real, el término se encuentra en la década de 1380, en la Biblia de Wycliffe, traduciendo שעיר (LXX δαιμόνια, Latin pilosi) en Isaías 13:21[7] Las ocurrencias en Sir Gawain y el Caballero Verde datan de poco después de la Biblia de Wycliffe, hasta ca. 1390.[8]
La pelea en el bosque, dibujo de Hans Burgkmair, posiblemente de una escena del poema alemán de la Alta Escuela Media Sigenot, sobre Dietrich von Bern
El alemán antiguo alto tenía schrat, scrato o scrazo, que aparecen en glosas de obras latinas como traducciones de fauni, silvestres o pilosi, identificando a las criaturas como seres peludos de los bosques.[3] Algunos de los nombres locales sugieren conexiones con figuras de la mitología antigua. Común en Lombardía y las partes de habla italiana de los Alpes son los términos salvan y salvang, que se derivan del latín Silvanus, el nombre del dios tutelar romano de los jardines y el campo.[3] Del mismo modo, el folclore en el Tirol y en la Suiza de habla alemana hasta el siglo XX incluía a una mujer salvaje conocida como Fange o Fanke , que deriva de la fauna latina, la forma femenina del fauno.[3] Las fuentes alemanas medievales dan los nombres de la mujer salvaje lamia y holzmoia (o alguna variación);[9] el primero se refiere claramente al demonio de la naturaleza griega Lamia, mientras que el último deriva en última instancia de Maia, una diosa grecorromana de la tierra y la fertilidad que está identificada con la Fauna y que ejerció una amplia influencia sobre la sabiduría medieval del hombre salvaje.[3] Slavic tiene a leshy “hombre del bosque”.
Varios idiomas y tradiciones incluyen nombres que sugieren afinidades con Orcus, un dios de la muerte romano e itálico.[3] Durante muchos años la gente en Tirol llamó al hombre salvaje Orke, Lorke o Noerglein, mientras que en algunas partes de Italia era el orco o huorco.[10] El ogro francés tiene la misma derivación,[10] que los orcos literarios modernos.[11] Es importante destacar que Orcus está asociado con Maia en una danza celebrada lo suficientemente tarde como para ser condenada en un penitencial español de los siglos IX y X.[12]
El término fue generalmente reemplazado en la literatura del período inglés moderno temprano por equivalentes derivados clásicos, o “hombre salvaje”, pero sobrevive en la forma del apellido Wodehouse o Woodhouse (ver familia Wodehouse ). “Hombre salvaje” y sus cognados es el término común para la criatura en la mayoría de los idiomas modernos;[3] aparece en alemán como Mann más salvaje, en francés como homme sauvage y en italiano como uomo selvatico “hombre del bosque”.[13]
Las figuras similares al hombre salvaje europeo ocurren por todo el mundo de los tiempos muy tempranos. El primer ejemplo registrado del tipo es el personaje Enkidu en la antigua epopeya mesopotámica de Gilgamesh.[14]
La representación de Nabucodonosor II en el Libro de Daniel (siglo II aC) influyó mucho en los conceptos medievales europeos.[15] Daniel 4 representa a Dios humillando al rey de Babilonia por su jactancia; enloquecido y expulsado de la sociedad humana, crece pelo en su cuerpo y vive como una bestia. Esta imagen era popular en las representaciones medievales de Nabucodonosor. Del mismo modo, las leyendas tardías medievales de San Juan Crisóstomo (fallecido en 407) describen el ascetismo del santo como algo tan aislado y salvaje que los cazadores que lo capturan no pueden decir si es hombre o bestia.[dieciséis]
Pontus y su tren disfrazados de hombres salvajes en la boda de Genelet y Sidonia. Ilustración de un manuscrito de una versión alemana de Pontus y Sidonia (CPG 142, fol. 122r, ca. 1475)
El concepto medieval de hombre salvaje también se basó en la tradición de seres similares del mundo clásico como el fauno romano y Silvanus. Varias tradiciones populares sobre el hombre salvaje se corresponden con prácticas y creencias antiguas. En particular, los campesinos de los Grisones intentaron capturar al hombre salvaje emborrachándolo y atándolo con la esperanza de que les diera su sabiduría a cambio de la libertad.[17] Esto sugiere una conexión con una tradición antigua, registrada ya en Jenofonte (murió 354 aC) y apareciendo en las obras de Ovidio, Pausanias y Claudio Aquelino, en la que los pastores capturaron un ser forestal, aquí llamado Silenus o Fauno, de la misma manera y para el mismo propósito.[17]
Además de las influencias mitológicas, el saber medieval de los hombres salvajes también se basó en los escritos eruditos de los historiadores antiguos, aunque probablemente en menor grado.[18] Estos hombres salvajes antiguos están desnudos y a veces cubiertos de pelo, aunque de manera importante los textos generalmente los localizan en alguna tierra lejana,[18] distinguiéndolos del hombre salvaje medieval que se pensaba que existía justo en los límites de la civilización. El primer historiador en describir tales seres, Herodoto (c.448 aC – c.425 aC), los coloca en el oeste de Libia junto a los hombres sin cabeza con ojos en el pecho y criaturas con cara de perro.[19] Después de la aparición del ex médico de la corte persa Ctesias ‘ Indika (en la India), que registró las creencias persas sobre el subcontinente, y las conquistas de Alejandro Magno, la India se convirtió en el hogar principal de las criaturas fantásticas en la imaginación occidental, y los hombres salvajes fueron descritos con frecuencia como viviendo allí. [19] Megasthenes, Seleucus I El embajador de Nicator en Chandragupta Maurya, escribió acerca de dos tipos de hombres que se encuentran en la India y que describe explícitamente como salvajes: primero, una criatura llevada a la corte con los pies hacia atrás; segundo, una tribu de gente del bosque que no tenía bocas y que se sostenía con olores.[20] Tanto Quintus Curtius Rufus como Arrian se refieren a que el mismo Alexander se encontró con una tribu de salvajes pescadores de pescado durante su campaña en la India.[21]
Algunas de las primeras pruebas de la tradición del hombre salvaje aparecen en el penitencial español de los siglos IX o X antes mencionado.[12] Este libro, probablemente basado en una fuente franca anterior, describe un baile en el que los participantes se disfrazaron de las figuras Orcus, Maia y Pela, y atribuye una penitencia menor a aquellos que participan en lo que claramente fue un resurgimiento de una vieja costumbre pagana.[12] La identidad de Pela es desconocida, pero la diosa de la tierra Maia aparece como la mujer salvaje ( Holz-maia en los glosarios alemanes posteriores), y los nombres relacionados con Orcus estaban conectados al hombre salvaje durante la Edad Media, lo que indica que el baile fue una versión temprana de las festividades de hombres salvajes celebradas durante la Edad Media y que sobrevivieron en los bolsillos de Europa a través de los tiempos modernos.[12]
Gente salvaje, en los márgenes de una iluminación de finales del siglo XIV
Mitología celta
El cuento irlandés del siglo IX, Buile Shuibhne[22] ( La locura de Sweeney ) describe cómo Shuibhne o Sweeney, el rey pagano de Dál nAraidi en el Ulster, ataca al obispo cristiano Ronan Finn y, como resultado, recibe una maldición de locura. Empieza a crecer plumas y garras mientras la maldición sigue su curso completo, vuela como un pájaro y pasa muchos años viajando desnuda por el bosque, componiendo versos entre otros locos. Para ser perdonado por Dios, el Rey Buile Suibhne compone un bello poema de alabanza a Dios antes de morir. Hay más poemas e historias que narran la vida y la locura del rey Suibhne.[23] Los galeses contaron una historia similar sobre Myrddin Wyllt, el origen del Merlín del romance posterior. En estas historias, Myrddin es un guerrero al servicio del rey Gwenddoleu ap Ceidio en el momento de la Batalla de Arfderydd. Cuando matan a su señor en la batalla, Myrddin lleva al bosque de Caledonian en un ataque de la locura que lo dota de la capacidad de componer poesía profética; se le atribuyen varios poemas proféticos posteriores. [24] La vida de Saint Kentigern incluye casi la misma historia, aunque aquí el loco de Arfderydd se llama Lailoken , que puede ser el nombre original.[22] El fragmentario texto bretón del siglo XVI Un diálogo Etre Arzur Roe D’an Bretounet Ha Guynglaff ( Diálogo entre Arthur y Guynglaff ) habla de una reunión entre el Rey Arturo y el hombre salvaje Guynglaff, quien predice eventos que ocurrirán hasta el siglo 16.[25]
Geoffrey de Monmouth relata la leyenda de Myrddin Wyllt en su Latin Vita Merlini de alrededor de 1150, aunque aquí la figura ha sido rebautizada como “Merlín”. Según Geoffrey, después de que Merlín fue testigo de los horrores de la batalla:
… una extraña locura se apoderó de él. Se arrastró y huyó al bosque, no queriendo que nadie lo viera irse. En el bosque se fue, contento de yacer escondido bajo los fresnos. Observó a las criaturas salvajes pastando en el pasto de los claros. A veces los seguía, a veces los pasaba en su curso. Hizo uso de las raíces de las plantas y de los pastos, de las frutas de los árboles y de las moras en el matorral. Se convirtió en un Hombre de los Bosques, como si estuviera dedicado al bosque. Así que durante todo un verano permaneció escondido en el bosque, sin ser descubierto por nadie, olvidadizo de sí mismo y de los suyos, acechando como un ser salvaje.
Mitología eslava
Las personas salvajes (divi) son los personajes de la demonología popular eslava, criaturas del bosque mítico[26]. Los nombres se remontan a dos raíces praslavianas relacionadas * dik- y * div- , que combinan el significado de “salvaje” y “sorprendente, extraño, extraño”.
En las fuentes orientales eslavas referidas: Saratov dikar, dikiy, dikoy, dikenkiy muzhichok – leshy; un hombre bajo con una gran barba y cola; Lisovi lyudi ucraniano: hombres viejos con cabello crecido que dan plata a quienes se frotan la nariz; Kostroma dikiy chort; Vyatka dikonkiy espíritu impuro, enviando parálisis; Ucraniano lihiy div – espíritu del pantano, enviando fiebre; Dika Baba de los Cárpatos Ucranianos , una mujer atractiva con botas de siete leguas, sacrifica niños y bebe su sangre, seduce a los hombres[27]. Hay similitudes entre los informes eslavos orientales sobre personas salvajes y leyendas del libro sobre los pueblos divi (personas inusuales de la novela medieval “Alejandría”) y las representaciones míticas de los pueblos milagrosos. Por ejemplo, los rusos de Ural creen que los divnye lyudi son bajos, hermosos, tienen una voz agradable, viven en cuevas en las montañas, pueden predecir el futuro; entre los bielorrusos de Vawkavysk uyezd, los dzikie lyudzi – caníbales tuertos que viven en el extranjero, también beben sangre de cordero; entre los bielorrusos de Sokółka uyezd, los dzikij narod en el extranjero han cultivado lana, tienen una larga cola y orejas como un buey; ellos no hablan, sino solo chillan[28].
Speculum Regale
Un hombre salvaje se describe en Konungs skuggsjá (Speculum Regale o “El espejo del rey”), escrito en Noruega alrededor de 1250:
Una vez sucedió en ese país (y esto parece ciertamente extraño) que una criatura viviente fue atrapada en el bosque y que nadie podía decir definitivamente si era un hombre o algún otro animal; porque nadie podía obtener una palabra de eso o estar seguro de que entendía el habla humana. Tenía la forma humana, sin embargo, en cada detalle, tanto en manos, cara y pies; pero todo el cuerpo estaba cubierto de pelo como las bestias, y en la parte posterior tenía una larga melena áspera como la de un caballo, que caía a ambos lados y se arrastraba por el suelo cuando la criatura se detenía al caminar.
Concursos medievales tardíos
El rey Carlos VI de Francia y cinco de sus cortesanos vestidos como salvajes y encadenados para una mascarada en el trágico Bal des Sauvages que tuvo lugar en París en el Hôtel Saint-Pol, el 28 de enero de 1393. Estaban “en trajes de lino” paño cosido en sus cuerpos y empapado en cera resinosa o brea para mantener una cubierta de cáñamo agrietado, por lo que se veían peludos y peludos de pies a cabeza”.[29] En medio de las festividades, una chispa extraviada de una antorcha prendió fuego a sus trajes altamente inflamables, quemando vivos a varios cortesanos; la propia vida del rey se salvó gracias a la acción rápida de su tía, Joann, duquesa de Berry, que lo cubrió con su vestido.
Recepción post-medieval
“Hombre salvaje”, c. 1521/22, bronce de Paulus Vischer
El hombre salvaje fue utilizado como un símbolo de la minería en la Alemania tardía y renacentista. Aparece en este contexto en los escudos de armas de Naila y de Wildemann. La ciudad de Wildemann en el Alto Harz fue fundada en 1529 por mineros que, según la leyenda, se encontraron con un hombre y una esposa salvajes cuando se aventuraron en las tierras salvajes de la cordillera Harz.
Pedro Gonzalez
Petrus Gonsalvus (nacido en 1537) fue referido por Ulisse Aldrovandi como “el hombre del bosque” debido a su condición, hipertricosis. Algunos de sus hijos también estaban afligidos. Se cree que su matrimonio con la dama Catalina inspiró el cuento de hadas La Bella y la Bestia.
En El cuento de invierno (1611) de Shakespeare, la danza de los doce “Sátiros” en el rústico esquila de ovejas (IV.iv), preparada por el relato sin aliento de un criado:
Maestros, hay tres carreteros, tres pastores, tres rebaños limpios, tres manadas de cerdos, que se han hecho todos hombres de pelo, se llaman a sí mismos Saltiers,[30] y tienen un baile que las mujeres dicen que es un gallimaufrey[31] de gambols …
La cuenta combina hombres salvajes y sátiros. Shakespeare pudo haberse inspirado en el episodio de la máscara de Ben Jonson, Oberon, Faery Prince (interpretada el 1 de enero de 1611), donde los sátiros tienen “muñecas de tawnie” y “muslos lanudos”; “corren saltando y haciendo acciones antiguas”.[32]
El término madera-woses o simplemente Woses es utilizado por JRR Tolkien para describir una raza ficticia de hombres salvajes, que también se llaman Drúedain , en sus libros sobre la Tierra Media . De acuerdo con el legendario de Tolkien, otros hombres, incluidos los rohirrim, confundieron a los drúedain con duendes u otras criaturas de madera y los denominaron como hombres de Púkel (hombres trasgos). Él permite la posibilidad ficticia de que su Drúedain fuera el origen “real” de los hombres salvajes del folklore tradicional posterior.
El poeta británico Ted Hughes usó la forma wodwo como el título de un poema y un volumen de 1967 de sus obras completas.[33]
Interpretaciones
Las versiones distorsionadas de los simios pueden haber contribuido a la concepción antigua y medieval del hombre salvaje. En su Historia Natural, Plinio el Viejo describe una raza de salvajes , criaturas salvajes en la India que tenían cuerpos humanoides pero una capa de pelo, colmillos y sin capacidad para hablar, una descripción que se ajusta a los gibones indígenas de la zona.[20] El antiguo explorador cartaginés Hanno el Navegante (500 antes de Cristo) informó de un encuentro con una tribu de hombres salvajes y mujeres peludas en lo que pudo haber sido Sierra Leona; sus intérpretes los llamaron “Gorillae”, una historia que más tarde dio origen al nombre de las especies de gorilas y que, de hecho, podría haberse relacionado con un gran simio.[20] [34] Del mismo modo, el historiador griego Agatharchides describe lo que pudieron haber sido los chimpancés como tribus de ágiles, promiscuos “comedores de semillas” y “comedores de madera” que viven en Etiopía.[35]
Como su nombre lo indica, la característica clave del hombre salvaje es su salvajismo. Los ciudadanos “civilizados” consideraban a los hombres salvajes como seres del desierto, y como tal representan la antítesis de la civilización. La académica Dorothy Yamamoto ha notado que el “desierto” habitado por el hombre salvaje no indica realmente un lugar totalmente fuera del alcance humano, sino la zona liminal al borde de la civilización, el lugar habitado por cazadores, criminales, ermitaños, pastores, y otros que frecuentan los márgenes de la actividad humana.[36] Otras características desarrolladas o transmutadas en diferentes contextos. Desde los primeros tiempos, nuestras fuentes asociaban a los hombres salvajes con la vellosidad; en el siglo XII, casi invariablemente se describía que tenían una capa de pelo que les cubría el cuerpo entero, excepto las manos, los pies, las caras sobre sus largas barbas y los senos y las barbillas de las hembras.[37]
En Canzo ( Brianza, Lombardía, Italia), durante la fiesta de Giubiana (una fiesta medieval de enero), el personaje de Wildman ( Omm selvadegh ) también está presente como un hombre enmascarado de madera completamente cubierto por hojas de hiedra. Su boceto consiste en distribuir nueces a los niños y bailar con la Anguana (duende femenino acuático). Representa el equilibrio entre lo natural (por ejemplo, el personaje del Oso – Urtzu ) y el poder humano (por ejemplo, el personaje del Cazador – Kashadoor ) y una figura positiva opuesta a las Brujas ( Strii picitt ).
Es posible que el folclore popular del hombre salvaje tenga su origen en una memoria cultural de pueblos agrícolas que conviven con cazadores-recolectores en el Neolítico o más tarde, cuya evidencia fósil sugiere que fue de 2,000 años en el norte de Europa.[38] Tácito (57-117 dC) incluso describe a los fenni de Europa oriental como forrajeadores primitivos al final de su Germania , lo que indica que el estilo de vida todavía estaba activo en las partes más remotas de Europa durante el siglo I d. El folklore del hombre salvaje se encuentra ampliamente en el tiempo y la geografía en el norte y el este de Europa, y puede ser anterior a los primeros registros escritos considerablemente, como lo hacen muchas figuras tradicionales. Por ejemplo, las figuras de la mitología irlandesa precristiana continuaron en formas diminutas junto a la cultura cristiana, y las deidades griegas continuaron siendo utilizadas como íconos en la Gran Bretaña victoriana; de este modo, el woodwose podría ser la encarnación mitológica de las interacciones pasadas con las últimas sociedades de forrajeo de Europa.
Yowie
Yowie
La Misteriosa Leyenda del Bigfoot Australiano
16 Septiembre, 2015 – 22:26 Bryan Hilliard
Antiguas pinturas rupestres Aborígenes de los míticos Quinkins/Yowies. Laura, Australia. ( Public Domain )
En 1804, fue publicado el libro de John Pinkerton Geografía Moderna – Descripción de los Imperios, Reinos, Estados y Colonias: con sus Océanos, Mares e Islas: En todas Partes del Mundo. En él hay un comentario que se refiere a cierta población de Aborígenes que habitaba la Bahía de Sidney junto con otra tribu. Se les describe como de nariz chata con anchas fosas nasales; cejas espesas y ojos hundidos. Sus bocas eran de una ‘anchura prodigiosa’ con labios gruesos y mandíbulas prominentes. Los aborígenes se referían a ellos como a un pueblo completamente diferente: los Yahoos o Yowies, palabras que significan “gente peluda”.
Los Dos Grupos de Yowies de Australia
La tribu Kuku Yalanji del Norte Tropical de Queensland, al norte de Australia, cree en la existencia de esta criatura. Sus miembros afirman que coexistieron con el Yowie durante siglos, y conservan un largo y detallado historial de ataques de estos seres en sus leyendas. El Yowie es el equivalente de la criatura a la que los Nativos Americanos del Noroeste llaman Sasquatch.
Los relatos históricos nos hablan de dos tipos de Yowie australianos, siendo el más destacado el Gigantopithecus. Éste es el de mayor tamaño de los dos, y se dice de sus individuos que medían entre 1,80 y 3 metros de altura, llegando a pesar más de 400 Kg. Se le describe como un ser misterioso, que se asemejaría a un hombre-simio enorme cubierto de pelo, con garras en lugar de manos. Comparado con el Sasquatch norteamericano, se cree que el aspecto de su rostro y cabeza es más simiesco, aunque también caminaría erguido. Su temperamento ha sido descrito como más agresivo y peligroso respecto a los humanos. La otra especie de Yowie es descrita como más pequeña, entre 1,20 y 1,50 metros de altura. Aunque la mayor parte de la población es escéptica respecto a estos relatos, algunos creen que se trata de una antigua especie de homínido que escapó a la extinción. Estos homínidos aparecen dibujados en algunas pinturas rupestres de la zona como figuras altas y peludas, junto a otras figuras humanas más pequeñas que representan a los propios Aborígenes.
Estatua de un Yowie en Kilcoy, Queensland, Australia ( Wikimedia Commons )
Contactos con el Yowie: Avistamientos en el Transcurso de los Años
El contacto de los europeos con el Yowie se cree que comenzó con la llegada de la Primera Flota a la Ensenada de Sidney en 1788. A principios de la época colonial, los Aborígenes a menudo advertían a los colonos británicos de que tuvieran cuidado con criaturas simiescas que acechaban ocultas en las escarpadas montañas y los espesos bosques del continente. Un relato en particular, que llegó a Londres en una carta en 1820, hablaba de un encuentro con la criatura en 1789 por parte de varios presos y un grupo de marinos que había salido de caza. Los hombres habían matado un puñado de wallabies y estaban regresando a su asentamiento cuando, en lo alto de una colina cercana, avistaron un animal que les observaba oculto entre los árboles y que más tarde afirmaron que era el doble de alto que un hombre ordinario.
Bahía de Sidney, Primera Flota, 1788, Australia (NewStars)
El primer avistamiento del Yowie en el sur de Australia del que se tiene noticia tuvo lugar en la isla Philip, Victoria, en 1849. Durante este encuentro, varias personas observaron una criatura de la que dijeron que medía 6-7 pies de alto (1,80 – 2,10 metros), y que parecía un cruce entre un babuino y un humano. Según explicaron los testigos, en ese momento, la criatura estaba sentada sobre la orilla del lago, momento en el que le dispararon.
La misteriosa fotografía tomada por Rich Jones en Batlow, Nueva Gales del Sur. Según algunos, la oscura figura que parece estar sentada al fondo a la izquierda es un Yowie (1932) ( Youtube)
Probablemente uno de los más extraños y polémicos avistamientos llegó bajo la forma de una fotografía tomada en 1936. Es parte de una serie de imágenes captadas por Rich Jones cuando trabajaba en un aislado campamento de leñadores en Batlow, población situada en los montes Snowy de Nueva Gales del Sur, 450 kilómetros (279,6 millas) al sudoeste de Sidney. En la imagen se puede observar lo que parece ser una criatura de gran tamaño sentada, con las manos sobre su regazo, detrás de dos hombres que están sentados sobre un tronco. Análisis posteriores de esta foto supuestamente demuestran que lo que parece ser la cabeza de la criatura descansa cerca de su pecho y mira hacia abajo. Esta impresión se debe a una pareidolia provocada por la presencia de árboles, ramas y follaje del bosque que se observa al fondo.
Otro bien conocido incidente ocurrió en Diciembre de 1979, cuando una pareja del lugar, Leo y Patricia George, se aventuraron en el interior del bosque y se encontraron con el cadáver mutilado de un canguro. Más tarde aseguraron que el culpable se encontraba a solo unos cuarenta pies (unos doce metros) de distancia, y lo describieron como una criatura de unos diez pies (tres metros) de altura, cubierta de pelo, que se detuvo para mirarles fijamente poco antes de perderse en la espesura.
El Yowie no es la única criatura de la historia de Australia que se ha topado con el escepticismo académico acerca de su existencia. Cuando los colonos europeos enviaron por primera vez un ejemplar de ornitorrinco a Londres, los científicos quedaron desconcertados por su sorprendente (para un mamífero) capacidad para poner huevos, su pico de pato, su cola de castor y sus garras de nutria, por lo que llegaron a la conclusión de que se trataba de algún tipo de falsificación. Pero cuando fueron recibiendo más ejemplares, los científicos no tuvieron más remedio que aceptar que era real.
Pintura de un ornitorrinco, John Lewin, Nueva Gales del Sur, Australia (1808) (Wikimedia Commons)
A día de hoy, los avistamientos del Yowie parecen darse principalmente en las regiones costeras centrales y meridionales de Nueva Gales del Sur y en la Gold Coast de Queensland (la zona de las Montañas Azules justo a las afueras de Sidney es un lugar frecuente de avistamientos)
Un experto en el tema, Rex Gilroy, afirma haber investigado más de 3.000 casos y cree que el Yowie está relacionado con el Bigfoot norteamericano. En comparación, en Norteamérica ha habido miles de avistamientos en la historia moderna (3.313 en 92 años según una web). La investigación llevada a cabo por Gilroy para diversos periódicos y revistas en los años 70 dio a conocer a esta criatura al gran público. A pesar de los numerosos avistamientos y relatos de testigos, algunos investigadores han llegado a la conclusión de que las pruebas de la existencia del Yowie son tan escasas que este ser de leyenda probablemente sea un fraude.
En el año 2006, se publicó un libro con todo lo que hace falta saber sobre este tema titulado El Yowie: En Busca del Bigfoot Australiano obra de los autores Tony Healy y Paul Cropper. Healy y Cropper admiten que existen muy escasas pruebas que apoyen la existencia de una criatura así. No se han encontrado huesos, rara vez huellas, y se dispone de muy pocas fotografías o películas, tal y
Achi, Vasitri y Kanimas
Achi, Vasitri y Kanimas
Vasitri – Encontrado en las selvas de Venezuela, estos humanoides salvajes y peludos se piensan para ser descendientes de seres humanos prehistóricos tales como erectus o neanderthalensis. Ellos son considerados como malvados y salvajes por las poblaciones locales de los humanos modernos, y se dice que hacen lanzas artesanales y otras armas primitivas con las que matan a sus presas. A veces se dice que comen carne humana y llevan a mujeres humanas para la cría.
De Loys Ape – Mono Grande Otro enigma criptozoológico muerde el polvo como el famoso Loys Ape resulta ser sólo un mono araña
by Davy Russell, Editor
29 JUNE 2001
Desconocidas criaturas hominoides han sido reportadas en numerosas ocasiones a través de las selvas de América del Sur. Las leyendas de los Didi, Vasitri, y el Mono Grande circulan en la región. Una evidencia que apoya la existencia de una versión sudamericana de bigfoot es la famosa fotografía de Loys Ape, fotografiada por un geólogo suizo, el doctor François de Loys en algún momento entre 1917 y 1920. Según De Loys, él y su expedición descansaban cerca del río Tarra en la frontera de Venezuela y Columbia. De repente, fueron atacados por dos criaturas parecidas a los simios de 5 pies de altura que agitaban las ramas amenazadoramente y arrojaban heces a los hombres. En la defensa, los hombres de Loys lucharon, disparando y matando a la hembra. El macho herido escapó de nuevo a la selva. El mono tenía extrañas características humanas, lo que llevó a De Loys a fotografiar a la criatura sentada en una caja, es el cadáver apoyado con un palo. Se dice que la criatura fue comida por los hombres hambrientos, destruyendo así todas las pruebas excepto la única fotografía controvertida.
Casi una década pasó antes de que la imagen se hiciera pública. Fascinado por la fotografía, un amigo de de Loys, el Dr. George Montandon publicó la imagen alegando que era un tipo de mono sudamericano que llamó “Ameranthropoides loysi”.
Los científicos se apresuraron a desmentir las afirmaciones del doctor Montandon. Un tal escéptico, sir Arthur Keith, proclamó que la fotografía era un engaño que representaba nada más que un mono de araña con su cola escondida detrás de la caja en la que se sentó. También señaló que la fotografía no tenía indicaciones del tamaño de la criatura. Muchos especularon que la caja era de 20 pulgadas de alto, y basado en ese cálculo, el mono sería casi 5 pies de altura. Sin embargo, la altura promedio para un mono araña es entre 15 y 27 pulgadas, su cola medir 20-35 pulgadas de largo.
Ivan T. Sanderson, respetado investigador de Fortean y autor de varios libros sobre el tema, también encuentra fallas en la afirmación de Montandon. Sanderson escribe en su libro Abominable Snowmen: Legend Come To Life, “… esta foto producida por el Dr. Francios de Loys es obviamente la de un mono araña…”. Después de calcular el tamaño real de las criaturas, continúa diciendo: “Así, este animal, con su cabeza empujada hasta un grado no natural por un palo, mide unas 27 pulgadas, es un mono araña de tamaño normal, pero ni siquiera grande. La fotografía original no es sólo un caso de identidad equivocada, es un engaño absoluto, y un desagradable en eso, siendo un engaño deliberado…”
A pesar del escepticismo que rodea a esta fotografía, otros sostienen que la criatura no es sólo un mono araña normal. El animalista Michael T. Shoemaker escribe: “El examen de la foto revela una mezcla extraña, pero lógica, de características de diferentes géneros. La nariz plana, con las fosas nasales muy separadas y abocinadas hacia fuera, es característica de los monos del Nuevo Mundo… Otras características que sugieren fuertemente un mono araña son las crestas redondas que rodean las órbitas de los ojos, el pelo largo, y los extremadamente largos dedos de las manos y los pies. Por otra parte, muchas de sus características contradicen tal identificación… Comparado con otros simios antropoides, el cuerpo de la criatura es como un gibón, pero sus miembros y pulgares reducidos son más parecidos a los de un orangután… Las características más extraordinarias se encuentran en la forma de la cabeza. Los monos araña tienen una cara distintivamente triangular, con un pronunciado prognatismo. La cara de la criatura es ovalada, con su mitad inferior mucho más pesada, y con mandíbulas más poderosas, que la de un mono araña. La criatura también tiene poco o ningún prognatismo… Aunque muchos monos del Nuevo Mundo tienden a tener una frente más prominente que los monos del Viejo Mundo, ninguno tiene una frente tan desarrollada como la frente de esta criatura.
Es interesante observar que el Dr. Montandon era un racista conocido y groseramente antisemita, y sostenía una creencia que las diversas razas evolucionaron de diversos monos. En una carta a la Anomalist Magazine publicada en el número de otoño de 1996, el criptozoólogo Loren Coleman escribe que el Dr. Montandon utilizó la fotografía para proporcionar evidencia de su hipótesis racista, sugiriendo que los indígenas descendían de Ameranthropoides loysi.
Por lo tanto, parece que un enigma criptozoológico más muerde el polvo. Aunque, como la fotografía de de Loys ha sido debunked a fondo, no permite que el caso de los monos del sur americanos sea cerrado oficialmente. Numerosos avistamientos del Mono Grande (o “mono grande”) han sido reportados en las selvas de Sudamérica. Los nativos hablan de una criatura parecida a un simio bipedal de 5 pies de altura que a menudo se dice que es peligrosa. Los testigos creíbles también reportaron encuentros con estas criaturas, el informe más reciente de Gary Samuels en 1987. Como un micólogo que trabajaba para el Jardín Botánico de Nueva York, estaba recolectando especímenes de hongos en Guyana. Después de escuchar pasos, Samuels levantó la vista para ver a un simio bipedal de 5 pies de altura cerca.
© Davy Russell, Editor XProject Magazine
Credit Source: Adam Wilder, Washington
Badang
Badang
Badang es un legendario héroe popular de la tradición Malaya. Su leyenda, normalmente situado en la antigua Singapur, se refiere que Badang fue un pobre esclavo de pequeña estatura que un día un demonio (o genio). Como recompensa por dejarlo ir, el genio se ofreció a conceder Badang un deseo. Badang pidió gran fuerza para que pudiera completar más eficientemente sus tareas y el genio obligado.
Badang fue Siamese[1], un niño de Sayong Pinang, situado en actual Johor. Él era el único hijo de dos campesinos que trabajaron hasta el día en que murieran. De joven, Badang trabajó como un coolie para el agricultor rico Orang Kaya Nira Sura en un lugar llamado Salung o Saluang en Aceh, Sumatra (hoy en día Indonesia). Badang era de pequeña estatura y el más débil de su grupo. Su trabajo consistía en clarear a través de la maleza para dar paso a nuevos campos. Como esclavos, ellos no cobraban y recibían sólo unos puñados de rice cada día. Esto fue apenas suficiente para satisfacer el hambre de trabajo tan arduo, Badang dependían de la captura de peces para el sustento adicional. Puso sus trampas de pescado a lo largo de la secuencia de cada noche y reunió a la red a la mañana siguiente…
Una mañana Badang encontró sus trampas vacías. Los huesos sobrantes y escalas resultaron que alguien había comido su captura. Esto pasó durante unos días y Badang estaba enojado. No sólo él no hacía lo suficiente para comer, sus amigos incluso se reían de su situación. Esperando esto sea hacer de algún animal salvaje, Badang armó con un rattan stick (o parang en algunas versiones) y se escondió en los arbustos de la jungla. A la deriva dentro y fuera del sueño, Badang soñó que él era lo suficientemente fuerte como para levantar un barco con su carga. Soñaba que levantó una gran roca grande y lanzó al aire. La roca viajado muchas millas y desembarcó en la desembocadura de un río. En su sueño Badang fue muy rico y vivió en un palacio con muchos servidores espera de él. Su madre, padre y hermana vestían ropas finas y vivieron con él en el Palacio. También soñó que había tragado algo que salió de la boca de una bestia horrible, le da la fuerza para levantar una roca sobre su cabeza y tirarla en el aire.
Al amanecer, Badang vio nada menos que al demonio de su sueño. La bestia tenía un aire de hantu, un espíritu de agua capaz de tomar la forma de cualquier flora y fauna que habita alrededor de cuerpos de agua. En algunas versiones que parecía un hombre bajo con pelo largo blanco. En otras versiones se ve aparentemente feroz, con colmillos, cuernos y pelo en su pecho, brazos y piernas. En cada versión se describe como teniendo ojos rojos como el fuego, largo enmarañado pelo y una barba larga que cubre su pecho o que le llega a la cintura.
Badang escapó hacia arriba sobre el demonio y la red vacía para atar su cabello a una roca. El demonio se convirtió en una criatura tímida y pidió misericordia. Prometió conceder Badang cualquier deseo si perdonaba su vida. Badang pensamiento de querer ser invisible pero sabía que sería cazado y matado. Pensamiento de pedir riquezas, pero sabía que lo que tiene pertenece a su amo. En su lugar deseado para la fuerza para que él no se cansaría durante sus tareas. El demonio dijo que si Badang querido gran fuerza tendría que tragar lo que tose encima de. El demonio vomita todos los peces que había tragado y Badang comió cada uno poco a poco. (En algunas versiones el demonio tosió hacia fuera dos gemas rojas llamadas geliga de Badang tragar.)
Fiel a la palabra del demonio Badang llegó a ser inmensamente fuerte. Mientras caminaba hacia atrás, Badang había probado su fuerza en los árboles. Nira Sura preguntó cómo una gran parte del bosque era despejó rápidamente y Badang explicó todo lo que había ocurrido. El terrateniente estaba tan agradecido por la lealtad del siervo que liberó Badang de la esclavitud a condición de que él nunca se jactara de su fuerza y lo utiliza para ayudar a los demás. Ahora era un hombre libre, Badang trabajó para un número de personas antes de dirigirse a la Kingdom of Singapura.
Un día en su nuevo hogar Badang vio a cincuenta hombres tratando de empujar un barco pesado en el agua. Badang se ofreció continuamente a pero los hombres se negaron, diciendo que alguien tan pequeño haría alguna diferencia. El rey Paduka Seri Rana Wikrama Finalmente envió 300 hombres ayudar a empujar el buque pero fue en vano. Cuando vio a Badang ser rechazado, el rey dio Badang la oportunidad para empujar el barco por sí mismo. Todos los presentes se sorprendieron al encontrar que el pequeño Badang podría mover la nave después de que 300 personas no habían podido hacerlo. Fue convocado a la corte de Seri Rana Wikrama y se le pidió mostrar su fuerza. El rey ordenó a varios de sus ministros para sentarse en un banco largo, que Badang levantó sin esfuerzo. Después de esto, fue nombrado comandante en jefe del ejército.
Badang fue más frecuente para hacer favores. Ayudó a menudo a los agricultores y aldeanos llevan sus mercancías en lugar de un caballo y un carro. El rey una vez le pidió que cogiera los kuras sabrosos de la Kuala Sayong en Sumatra, así que Badang partió en un barco por sí mismo. Cuando subió el árbol de kuras, su rama se rompió y Badang bajó mucho su cabeza golpear una roca. Para su sorpresa, Badang estaba completamente ileso, y la roca se dividió en dos. Hoy esa roca se llama la piedra de Split (Batu Belah).
Con el tiempo, Badang fue conocido en otros países cercanos. El rey de Kalinga quiso poner a prueba la fuerza de Badang contra su propio campeón, Nadi Bijaya (o Wadi Bijaya) que era la fama de ser más fuerte que todos los otros hombres fuertes de su reino. El Guerrero indio navegó hacia el archipiélago malayo y saludó al rey local con el reto amistoso. Rana Wikrama Seri tomó gran placer en las pruebas de habilidad y de acuerdo. Como decretada por el rey indio, el perdedor adeudaría al vencedor siete buques de carga. Badang compitió contra Nadi Bijaya en varios concursos de fuerza y lucha, pero el resultado siempre fue empate. Por último, Nadi Bijaya sugiere que quien puede levantar la roca grande delante del palacio será declarado el ganador. Entonces levantó la roca hasta las rodillas y soltó inmediatamente. Cuando fue el turno de Badang, él levantó la roca por encima de su cabeza y la lanzó, donde desembarcó en la desembocadura del rio. The de Singapur rock estuvo soplado a los pedazos en 1843. Un fragmento, conocido como la piedra de Singapur se encuentra ahora en el Museo Nacional de Singapur. Badang compitió en Singapura y derrotó a rivales de otros países, entre ellos al campeón de Java. Finalmente se cansó de la atención y pidió que él retirarse del servicio del rey. Tras la muerte de Badang, incluso el gobernante indio que envió Nadi Bijaya afligido y envió una piedra de mármol para colocarse a la cabeza del sepulcro de Badang.
Singapore Stone (10th–13th century AD)
Concurso final de Badang lazos con un descubrimiento arqueológico real en 1819. En junio de ese año, un grupo de marineros encontró una piedra grande cerca de la desembocadura del río Singapur, teniendo entonces indescifrables inscripciones de aparente origen hindú. La roca se rompió en 1843 durante la construcción del Fort Fullerton, aunque un pedazo de ella, llamada la piedra de Singapur, sobrevivido, ubicado hoy en el Museo de historia de Singapur. El misterio que rodea la roca alrededor de la época de su descubrimiento eventualmente condujo a la atribución a la historia de Badang, y como tal es probable que la roca-lanzar parte de la leyenda no era parte de la historia hasta el siglo XIX.
Hoy en día se realizan concursos de fuerza en Indonesia, con su nombre y en su honor.
Caballo de Ballea Castle
Caballo de Ballea Castle
County Cork, Ireland
Además de los existentes en Gran Bretaña, hay (o había) al menos cinco caballos blancos en otras partes del mundo.
Approximate location: 51° 49′ 08.2″ N 8° 25′ 17.2″ W
El castillo de Ballea se encuentra en un acantilado con vistas al río Owenabue o Owenboy en Carrigaline en el condado de Cork, Irlanda, y en el acantilado se pinta un gran caballo blanco. La leyenda local dice que una hija de la familia Hodder, que ocupó el castillo desde 1750 hasta principios del siglo XX, se enamoró del hijo de un granjero. Cuando su padre descubrió que la pareja quería casarse, se puso furioso y se produjo una discusión, durante la cual el caballo de la hija se escapó y cayó al precipicio, y la niña y el caballo murieron. La figura del caballo blanco fue pintada en el acantilado como un monumento. Gracias a Christine Disant por llamar mi atención sobre esto.
La imagen con el título White horse, Ballea, Cork, Eire, fue tomado por el fotógrafo cdbrock el 29 de junio de 2008 y publicado en Panoramio.
Caballo blanco, Ballea, Cork, Eire, está al lado de Ravenswood y se encuentra en County Cork, Munster, Irlanda.
Ruta de Don Quijote
Ruta de Don Quijote
Algunos lugares mencionados en la novela Don Quijote.
En la novela El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes relata las aventuras de Don Quijote por tierras de La Mancha, Aragón y Cataluña en las tres salidas que realizó.
Desde su publicación, ha habido cierta controversia en cuanto a la determinación de los pueblos por los que el Caballero debió pasar en cada una de esas salidas. Varios autores han propuesto rutas,1 identificando los lugares que Cervantes describe. No obstante, esas descripciones no siempre parecen suficientes para sacar conclusiones definitivas.
José Romagosa Gironella,2 propone y justifica además, como ruta más plausible, la aceptada por la Real Academia Española en 1780.[cita requerida]
Según Azorín,3 trazó su particular ruta por encargo del director de El Imparcial en 1905. En su libro, narra sus crónicas de viaje y los lugares en los que Cervantes se inspiró para narrar su obra.
Cartel oficial indicador de la Ruta de Don Quijote.
Más recientemente, tenemos la versión de La Asociación de Amigos del Campo de Montiel,4 de 1997.
Se han publicado varios mapas de la ruta o supuesta ruta, recogidos en un catálogo de exposición de la Biblioteca Nacional de España en 2005. Según esta fuente, el primer mapa fue el del cervantista inglés John Bowle (1781).
Asimismo existe el recorrido ecoturístico oficial con la denominación de Ruta de Don Quijote, de 2.500 km. de longitud y constituido por una red de caminos históricos y vías pecuarias perfectamente señalizada pese a su extensión y que une los lugares de mayor interés cercanos a puntos mencionados en la novela, si bien su recorrido no sigue criterios estrictamente ligados a la obra literaria. Esta Ruta fue distinguida en 2007 con el galardón de Itinerario Cultural Europeo otorgado por el Consejo de Europa.
Las aventuras de Don Quijote han sido difundidas universalmente a través de las traducciones que se han hecho de la novela. En la Mancha, Don Quijote, constituye todo un símbolo. Su leyenda ha generado un turismo cultural deseoso de ver la realidad social y geográfica que magistralmente describió Cervantes.
Hitos de la Ruta de Don Quijote cerca de Bienservida (Albacete).
A continuación se indican las conclusiones a las que llegaron D. Tomás López y D. Joseph de Hermosilla en lo que fue la primera propuesta de la ruta de Don Quijote, publicada en la edición de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha de 1780 por la Real Academia Española.
Primera salida (La Mancha)
- Don Quijote es nombrado caballero andante.
- El muchacho Andrés.
- Don Quijote duda qué camino tomar
Segunda salida (el Campo de Montiel)
- Los molinos de viento que creyó que eran gigantes.
- Los frailes.
- El entierro de Grisóstomo.
- Los yangüeses.
- El bálsamo de Fierabrás.
- Batalla de las ovejas.
- Don Quijote recibe el apodo de el Caballero de la Triste Figura.
- Los batanes.
- Batalla con el barbero.
- Liberación de los galeotes.
- Ocultamiento en Sierra Morena.
- Don Quijote hace penitencia.
- Cardenio y Dorotea.
- Encomienda a Sancho.
- Princesa Micomicona.
- En la venta (encuentro con Luscinda y Don Fernando, el cautivo y zoraida, el oidor, doña clara y don luis, pendencia con los cuadrilleros).
- Quijote enjaulado.
- El canónigo y pendencia con el cabrero.
- Vuelta a casa enjaulado, donde ama y su sobrina cuidarán de él.
Tercera salida
La Mancha
- Encuentra a Dulcinea.
- El carro de las cortes de la muerte.
- El caballero del bosque.
- Los leones.
- Las bodas de Camacho.
- La cueva de Montesinos.
- El rebuzno.
- Los títeres. Maese Pedro.
- La enfermedad y muerte de Don Quijote de la Mancha
Barcelona y regreso
- La batalla del caballero de la blanca luna.
- Los cerdos.–
- Palacio desde el que regresó a su pueblo.
Territorio que ocupaba la región natural de La Mancha respecto de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, según la descripción de Pascual Madoz (1848).
Sea cual sea la ruta que Cervantes imaginó para su personaje, lo cierto es que la gran mayoría de las aventuras transcurren en La Mancha. Por ello, cualquier recorrido que nos permitiera descubrir el alma manchega y sus tradiciones, bien podría considerarse «nuestra» ruta de Don Quijote.
Estas son algunas de las localidades más importantes que atraviesa el trayecto, si bien algunas de ellas no pertenecen estrictamente a La Mancha como Sigüenza (Guadalajara) o Toledo. En la mayoría de ellas existe, además, la posibilidad de obtener información sobre cualquier aspecto de la ruta.
- En Castilla-La Mancha: Albacete, Alcaraz, Alcázar de San Juan, Almagro, Argamasilla de Alba, Belmonte, Bolaños de Calatrava, Calzada de Calatrava, Ciudad Real, Consuegra, Campo de Criptana, Daimiel, El Toboso, Esquivias, Los Yébenes, Manzanares, Mota del Cuervo, Orgaz, Ossa de Montiel, Puerto Lápice, Ruidera, San Clemente, Sigüenza, Tembleque, Tomelloso, Toledo, Torralba de Calatrava, Valdepeñas, Villanueva de los Infantes, Villarrobledo, Villarrubia de los Ojos, Villanueva de la Fuente y Villarta de San Juan.[cita requerida]
- Zaragoza (alrededores).
- Barcelona.
La ruta de Don Quijote, según La Asociación de Amigos del Campo de Montiel. Página Web realizada por Acciones Integradas de Desarrollo. FEDER. Noviembre de 1997.
La ruta de don Quijote
En diversas ocasiones se ha intentado concretar sobre un mapa el itinerario seguido por don Quijote en sus diferentes salidas. Pero, debido a los pocos datos que al respecto ofrece el autor, diseñar esta ruta implica muchas imprecisiones y gratuidades.
En la Primera Parte, que nos sitúa en tierras manchegas, las referencias espaciales y las descripciones geográficas son abundantes. Pero a medida que el protagonista se aleja de tierras manches estas referencias se hacen más escasas.
Don Quijote realiza tres salidas: en cada una de ellas parte de su aldea para retornar a ella. La primera salida dura dos jornadas y es la más breve. En la segunda salida recorre La Mancha hasta las cercanías de Sierra Morena. En la tercera salida ya no se señalan distancias, el héroe viaja a tierras desconocidas recorriendo un espacio mucho más amplio que en las dos ocasiones anteriores.
Las tres salidas de don Quijote
Primera salida
Al emprender el viaje el narrador afirma que don Quijote camina por el Campo de Montiel. Más tarde será armado caballero en una venta ubicada en el Camino Real a Sevilla. De regreso se encontrará en un bosque con un rico labrador de Quintanar de la Orden, y más tarde con unos mercaderes que pretenden ir a Murcia.
Segunda salida
Don Quijote se dirige hacia Puerto Lápice (donde tiene lugar la aventura de los molinos), a través del Campo de Montiel. El viaje se desarrolla a lo largo del Camino Real, donde se encuentra la venta a la que los protagonistas volverán dos veces. Siguiendo su curso o con pequeñas salidas a bosques y montañas colindantes, vivirán sus aventuras. Una de estas aventuras, la liberación de los galeotes, les forzará a esconderse en Sierra Moreno.
Tercera salida
Don Quijote se dirige en primer lugar hacia El Toboso, con la intención de visitar a Dulcinea. Frustrada su visita, sigue por el camino de Zaragoza hasta cruzar el Ebro. A la mitad del reino de Aragón, pasará unos días en el palacio de los duques, mientras Sancho gobierna su ínsula Barataria.
En una venta del camino a Zaragoza conoce que el falso Quijote estuvo en la ciudad, lo que le hace dirigirse a Barcelona sin entrar en Zaragoza. Desde Barcelona, derrotado y enfermo, regresará a su aldea.
Posibles rutas de don Quijote
A finales del siglo XVIII, este ilustre comentarista científico y literato publicó una cronología y un mapa de las hazañas del Quijote. El trabajo se adjunta a la edición de la Real Academia de 1780. Sitúa la aldea de don Quijote en Argamasilla de Alba y la venta donde es armado caballero en un hipotético camino a Sevilla. En la segunda salida interpreta que don Quijote se dirige a Campo de Criptana y Puerto Lápice. Toma el camino de Córdoba y se dirige a Almagro, para alcanzar Sierra Morena cerca del Viso. En la tercera salida marcha hacia El Toboso y, dando un gran rodeo, llega a la cueva de Montesinos. Atraviesa el Ebro unas leguas más abajo de Zaragoza. Por Fraga, Igualada y San Sadurní llega a Barcelona.
Ruta de Antonio Pellicer
Antonio Pellicer publicó en 1797 una edición que incluye un itinerario parecido al de Vicente de los Ríos. Pero según Pellicer, don Quijote atraviesa el Ebro por Cariñena, sitúa el palacio de los duques en Pedrola y llega a Barcelona por Solsona.
Ruta de Esquivias
A partir de las investigaciones sobre la relación de la localidad de Esquivias con el Quijote, se realizó una revisión de la ruta. Las primeras investigaciones fueron realizadas por Manuel Víctor García en 1867. La característica principal de esta ruta estriba en la consideración de Esquivias como arranque y final de las tres salidas. Además, sitúa en Puerto Lápice la pelea con el vizcaíno, la venta del Alcalde en el antiguo Camino Real de Toledo a Córdoba y el palacio de los duques en el pueblo de Pedrola, en la ribera del Ebro.
En la actualidad, la Ruta de don Quijote oficialmente reconocida pasa a través de 148 ciudades a lo largo de sus más de 2000 kilómetros de rutas que cubren una vasta extensión de caminos históricos y ganaderos que se encuentran claramente señalizados. La ruta se divide en 10 itinerarios y 56 etapas que conectan los sitios más importantes mencionados en la obra maestra de Cervantes. la Ruta de don Quijote fue distinguida en 2007 como Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa.
La Ruta de Don Quijote ha sido declarada por el Consejo de Europa Itinerario Cultural Europeo en 2007, el cuarto de España, tras el Camino de Santiago, el legado de Al-Andalus y las Rutas de los Sefardíes. Es importante aclarar que no es un circuito que siga criterios estrictamente literarios, sino que marca los puntos de mayor interés citados en El Quijote y los une a través de los caminos más interesantes a nivel turístico.
Muchos autores han descrito con genio esta tierra. Jorge Manrique, el autor de la mejor elegía escrita en lengua castellana, se relaciona con Ocaña, con el castillo de Montizón, con Villamanrique, fue herido de muerte en el castillo de Garcimuñoz, murió cerca de Uclés donde fue enterrado aunque después de muchas vicisitudes no sepamos exactamente donde están las cenizas.
Viajes de Marco Polo
Viajes de Marco Polo
Marco Polo (Venecia, c. 15 de septiembre de 1254–ibídem, 8/9 de enero de 1324)1 2 fue un mercader y viajero veneciano, célebre por los relatos que se le atribuyen de viaje al Asia Oriental, manuscritos por Rustichello de Pisa con el título original de Il Milione, y conocido en español como Los viajes de Marco Polo, relato que dio a conocer en la Europa medieval las tierras y civilizaciones del Asia central y China.3
Existen discrepancias entre los historiadores sobre el hecho de que Marco Polo haya realizado efectivamente los viajes que se le atribuyen, en particular aquellos que lo ubican en Mongolia y China, de los que proviene su celebridad.4
Marco Polo tenía diecisiete años cuando, en 1271, salió de Venecia y, en compañía de su padre, Nicolás, y de su tío Mateo, emprendió el viaje a Extremo Oriente. Allí vivió en la corte del emperador Kublai Khan, presenció batallas de elefantes, habló con astrólogos chinos y magos y lamas tibetanos, habitó en palacios de reyes y tiendas de nómadas, participó en cacerías con tigres amaestrados, fue embajador, gobernador y espía del emperador. Sus ojos vieron razas y paisajes maravillosos, y su descripción asombraría al mundo occidental.
Marco Polo
En 1295, Marco Polo regresó a Venecia y se vio envuelto en el conflicto que su ciudad mantenía con Génova por la hegemonía mercantil. Al parecer, cuando en 1298 tomaba parte, como sopracomite al mando de una galera, en el combate naval de Curzola, fue apresado por los genoveses. Así fue a parar a una prisión, donde conoció al escritor Rustichello de Pisa, a quien narró su asombroso viaje a Extremo Oriente. Su relato, escrito en las postrimerías del siglo XIII, es el viaje más apasionante jamás narrado.
El libro que surgió del relato de Marco Polo a Rustichello da Pisa se tituló exactamente, según la tradición, El libro de Marco Polo ciudadano de Venecia, llamado Millón, donde se cuentan las maravillas del mundo. Con el tiempo fue llamado también La descripción del mundo, El descubrimiento del mundo, Libro de las maravillas o Libro de las maravillas del mundo y Il Milione o Milione (Millón).
Es creencia generalizada que el título de Il Milione surgió del mote irónico que los contemporáneos dieron a Marco Polo al entender que exageraba cuando hablaba de las fabulosas riquezas de Catay. “No he escrito ni la mitad de lo que vi.”, se defendía inútilmente. El erudito Giovanbattista Ramusio, en su obra Acerca de navegaciones y viajes (publicada en 1559), escribió que los jóvenes venecianos visitaban a Marco Polo para preguntarle cosas de Catay y del Gran Khan. Como Marco Polo decía que las rentas del Gran Khan “eran de diez a quince millones de oro, y así otras muchas riquezas de aquellos países las refería todas en millones, le pusieron de apodo micer Marco, llamado Millones, que así todavía, en los libros públicos de esta república donde se hace mención de él, lo he visto anotado: y la corte de su casa, desde aquellos tiempos acá, es vulgarmente llamada del Millones”.
En efecto, en Venecia hay una pequeña plaza llamada Corte Seconda del Milion, donde quedan vestigios de lo que probablemente fueron la vivienda y los almacenes de los Polo. Sin embargo, algunos estudiosos aseguran que Milion era el apodo familiar de los Polo por aféresis de Emilione, de modo que el título de Il Milione dado al libro equivaldría a “libro de Emilione” o, lo que es lo mismo, “libro de Polo”.
Marco Polo y Rustichello
No se sabe a ciencia cierta si el relato de sus aventuras en tierras de Catay fue hecho por Marco Polo a Rustichello de Pisa en su totalidad durante su estancia en la cárcel genovesa o completado más tarde en Venecia. Rustichello ha sido identificado, por unos, con un hijo de Guido Rustichelli, juez y notario de Pisa, y, por otros, con un escribano de la visita del emperador Enrique VII de Inglaterra a Italia entre diciembre de 1310 y mayo de 1313.
Ruta seguida
Marco Polo en la corte de Kublai Kan.
- Salida de Venecia.
- Desembarco en Acre.
- Marcha a través del Creciente Fértil hasta llegar a Tabriz.
- Llega a la capital imperial en Pekín
- Atraviesa China hasta llegar a Pagán, en Birmania.
- Vuelve a Pekín, donde se inicia el viaje de vuelta.
- Marcha hacia sur a Yangzhou.
- Embarco en Zaitun.
- Rodeo de las costas de China meridional, Indochina, Malaca y Sumatra.
- Cruza el golfo de Bengala hasta Ceilán y sigue la costa de la India hasta la península de Kathiawar.
- Desembarco final en Ormuz y nuevo regreso a Tabriz.
- Cruza el Cáucaso y embarca de nuevo en Trebisonda.
- Recala nuevamente en Constantinopla y regresa finalmente a Venecia.
A su regreso de China en 1295 (escoltando a una princesa china llamada Kokacín), la familia de Marco Polo se estableció en Venecia donde se convirtió en una sensación y atrajo a multitud de oyentes, que a duras penas creían sus historias sobre la lejana China.
No está claro cómo llegó Marco a la prisión genovesa donde se relata que en 1298 conoció a «Rusticiaus» de Pisa. En la primera mitad del siglo xiv en su obra Imago Mundi seu Chronica, el fraile dominico Jacopo d’Acqui afirmó que Marco fue hecho prisionero en 1296 tras una batalla marítima entre mercaderes genoveses y venecianos en las cercanías de Layas, aunque la fecha real de la batalla corresponde a 1294, el año anterior a la llegada de Marco a Venecia. De Giambattista Ramusio, en el siglo xvi, procede la versión que sitúa el origen del encarcelamiento en la batalla naval de Curzola, la gran derrota veneciana que tuvo lugar en septiembre de 1298, aunque la fecha deja escaso margen para que fuera trasladado a Génova, conociera a Rustichello y ambos comenzaran a redactar su libro. Quizá resultó capturado en algún otro enfrentamiento de menor importancia en torno a esas fechas, pero en cualquier caso debió ser liberado tras la ratificación del tratado de paz entre Génova y Venecia en julio de 1299.c 14
Es posible que, como era habitual en Génova, la «prisión» consistiera en estar confinado en casa de alguna familia, pero en cualquier caso Marco pasó los pocos meses de su encierro dictando a Rustichello un detallado relato de sus viajes por las entonces desconocidas regiones de Extremo Oriente. El manuscrito original, probablemente escrito en francés antiguo o francoitaliano, no ha sobrevivido, pero el libro,15 Il milione (‘El millón’, más conocido en español como Los viajes de Marco Polo o Libro de las maravillas) tuvo rápido éxito y fue traducido pronto a muchas lenguas europeas. Estas traducciones, incluso las más tempranas, son a menudo bastante diferentes entre sí y contienen numerosos detalles contradictorios y controvertidos.16
Existe una versión alternativa y minoritaria que considera la colaboración de Marco Polo y Rustichello en la prisión de Génova como una ficción.17 En este caso la versión de Rustichello sería la traducción al francés de un texto escrito originariamente por Marco en veneciano, un manuscrito que también se habría perdido cuya versión conservada más próxima sería la traducción al latín realizada entre 1310 y 1317 por el dominico Francesco Pipino. Rustichello habría escrito la obra para el rey Eduardo I de Inglaterra quien, en su condición de cruzado, tendría gran interés en datos sobre Asia y Oriente.18
Marco Polo murió, después de redactar testamento, entre la puesta del sol y la medianoche del domingo 8 de enero de 1324,19 fecha que podría corresponder al 9 de enero debido a la ley veneciana que fijaba el final del día en el momento de la puesta del sol.1 Fue enterrado en la iglesia de San Lorenzo, donde también reposaban los restos de su padre, Niccolò,19 aunque su sarcófago desapareció durante las obras de reconstrucción en 1592.20
La veracidad del viaje
Procede de Jacopo d’Acqui la anécdota, significativa de las dudas que ya en su momento suscitaron sus relatos, de que en su lecho de muerte su familia pidió a Marco que corrigiese o eliminase de sus historias todo lo que no fuese cierto. Marco se negó, insistiendo: «¡Solo he contado la mitad de lo que verdaderamente vi!».19
Desde entonces, gran número de historiadores han puesto en duda, en todo o en parte, la veracidad básica del relato:21 algunos mantienen abierta la cuestión mientras otros descartan basándose en la evidencia interna la presencia de Marco Polo en China. Algunos autores afirman que Marco Polo (o también a veces incluso Maffeo y Niccoló) solo llegó a algún lugar de Asia central, como Bujará o Karakórum y que todos los detalles sobre China proceden de escritos persas o relatos de segunda mano.22 Algunos hechos dudosos, omisiones o inexactitudes que señalan son:
- No figura en ninguna fuente histórica china o mongol.
- En los relatos se afirma que Marco Polo fue gobernador durante tres años de la ciudad china de Yangzhou, pero no aparece en las detalladas listas de administradores locales de la dinastía Yuan.23
- También según su relato, los Polo ayudaron a Kublai Kan en la conquista de Saianfu (Xiangyang), la última ciudad en posesión de la dinastía Song, supervisando la construcción de tres catapultas. Sin embargo la ciudad cayó en 1273, dos años antes de la llegada de Marco a China, y tanto las crónicas chinas como las persas dan los nombres de los constructores de las catapultas, una familia procedente de Siria.24
- No menciona la Gran Muralla, aunque hay que tener en cuenta que en el siglo xiii la muralla estaba en gran parte en ruinas y que casi toda la gran estructura actual es obra de la dinastía Ming en el siglo xvi. Tampoco es mencionada por otros viajeros, como Odorico de Pordenone o Giovanni Marignolli, que recorrieron esa zona en el siglo xiv.25
- No menciona la costumbre de vendar los pies de las niñas, aunque estaba circunscrita a mujeres de clase alta, que normalmente se mantenían alejadas de extraños o extranjeros.25
- No menciona el té, bebida que en época de Marco solo era conocida en el sur de China, zona que parece ser desconocida para él.25
- No menciona la escritura china y para los nombres no suele utilizar las formas chinas y en su lugar recurre a las mongolas, pero sobre todo a las persas («facfur» como emperador de China, «Mangi» para referirse al sur de China y, en general gran parte de la toponimia). Existe coincidencia general en que Marco ignoraba el chino,26 pero hay que tener en cuenta que el persa era lingua franca en la corte mongola y que es posible que, a su vuelta a Europa, redactara el libro consultando documentación o mapas persas que habría traído consigo.27
Para responder a estos argumentos algunos historiadores han supuesto que el hecho de atribuirse importante participación en algunos acontecimientos pueda responder al deseo de Marco Polo de ocupar algún puesto de relevancia a su vuelta, o también que fueran recursos de Rustichello para incrementar el interés del relato, como podría indicar el hecho de que ambas anécdotas se omitan en manuscritos que podrían corresponder a revisiones del texto hechas con posterioridad por el propio Marco.28
También se ha argumentado que en los testamentos de los Polo, estaban a su muerte todavía en posesión de varias paiza de oro auténticas, los salvoconductos que se describen como procedentes del Gran Kan en persona («magnifici chan tartarorum»), abriendo también la posibilidad de que la de Marco proviniera de su tío Maffeo.29 Además probablemente proviene del relato de Marco Polo la primera mención a Japón (Cipango) en la literatura occidental, un caso único antes del siglo xvi.30
El libro de las maravillas
El Libro de las maravillas fue la primera obra de Occidente que describió de forma sistemática el mundo oriental y en especial China, donde Marco Polo había residido durante diecisiete años al servicio del emperador Kublai Khan, de la dinastía mongola Yuan. Concebido como el libro de memorias de un mercader, sus páginas informan minuciosamente sobre la organización administrativa, monetaria, aduanera y postal de los países visitados, a la vez que recrean la exótica policromía de la sociedad oriental.
En el relato de Marco Polo se manifiesta un tono maravillado ante los espectáculos de la naturaleza y los pueblos de las riquísimas y misteriosas regiones orientales. Son famosísimas sus páginas acerca del Viejo de la Montaña (de cuya leyenda se hallan rastros en muchas novelas medievales), sobre la vida de la residencia veraniega del Gran Khan en Xanadú y los usos del antiguo imperio chino. Es bella por su aliento épico y fabuloso la descripción de la batalla entre el rey Alan (Halagu, Khan de Persia) y el rey Barca (Berke, Khan de la Horda de Oro); está reproducida de manera lograda la lucha entre los dos pueblos conquistadores, en el sentido sangriento de la lucha por la vida y por la gloria.
Ilustración de la leyenda del Viejo de la Montaña
Estupendas por sus descubrimientos de tierras nuevas son las descripciones de sus largos viajes a caballo por landas infinitas, pasando a vado los ríos, encontrando gentes desconocidas aun para los mismos orientales, y conociendo animales hasta entonces considerados como fabulosos. Son notables por su aspecto estrictamente documental, en lo que se refiere a su actividad de mercader, las noticias sobre especias raras (como por ejemplo la pimienta y el jengibre) o sobre el petróleo de Armenia, el carbón fósil del Catay y las piedras preciosas.
Marco Polo siente su orgullo de europeo, habituado a una civilización milenaria; pero del mismo modo que intuye una nueva vida de pueblos errantes llena de hechizo y de misterio, sabe sostener un tono muy suyo de moderación y prudencia, debido al conocimiento de los hombres de tierras tan lejanas de su patria. Un importante documento histórico es el constituido por la narración de la laboriosidad de Marco en Yangzhou, donde fue gobernador durante tres años. En sus actos se observa siempre una gran pericia de hombre que sabe apreciar los hechos y las cosas, y en toda ocasión aplica un espíritu de moderación justa y precisa que consigue dominar los acontecimientos. Así brilla su cordura de guiador de hombres (veneciano de antiguo cuño) aun en medio de difíciles reveses.
Ilustración del Libro de las maravillas
Pero lo que más atrae en la narración de Marco Polo (y constituye el hechizo que han experimentado siempre sus lectores europeos aun a través de malas refundiciones de su narración) es aquel sentido de estupor y maravilla por un mundo aparecido como por encanto a los ojos de un hombre habituado a la dureza de la vida cotidiana, entre la industria y el tráfico y los riesgos de marineros y mercaderes: palacios de oro y de plata, jardines fragantes de mil raras flores, ceremonias solemnes entre muchedumbres prosternadas ante ídolos y autoridades reales, tropas de guerreros en lucha tremenda por la posesión de una tierra, y costumbres, lenguas, sentimientos nunca conocidos por la antiquísima civilización mediterránea, si no eran vislumbrados a través de alguna leyenda lejana.
Esta entrega a un mundo de contrastes y de esplendores anima esta extensa narración, le confiere los caracteres de un universo poético y la sitúa entre los más ricos testimonios de la Europa medieval y de la época de los primeros descubrimientos geográficos. Y con justicia se ha podido decir que con su libro Marco Polo dio a Italia precisamente la obra épica y robusta que le faltaba, en comparación con la literatura caballeresca de los demás pueblos.
El sentido de la obra
La lectura del libro de Marco Polo es múltiple. Aunque no se trata de un relato de aventuras, la narración de algunos episodios y el hecho mismo de contar un viaje a lugares tan remotos despertó la curiosidad y la imaginación de los lectores, que han convertido a Marco en un nuevo Ulises. Las alusiones a milagros, a monstruos sacados de las tradiciones grecorromanas y a hechos inexplicables entroncan el libro con la literatura de las maravillas (marabilias), sucesos y cosas que no se desarrollaban de acuerdo con el curso normal de la naturaleza y que los hombres eran incapaces de comprender.
Kublai Khan combatiendo en una batalla
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