Naturaleza
Balancing Rock, Digby, Nueva Escocia
La Roca de equilibrio en la bahía de St. Mary en Long Island, Nueva Escocia, parece desafiar la gravedad, ya que se encuentra en su extremo en el borde de la roca que hay debajo. La columna de 9 metros de alto de la roca está unida por dos pequeños tramos con una brecha entre los que se puede ver a través.
Esta roca es una parte de las rocas de montaña del norte de basalto columnar que forma los acantilados a lo largo de la bahía de Santa María y la Bahía de Fundy.
La Sierra Norte está hecha de basalto del Triásico, que es muy duro, rock pesado volcánico que se encuentra a veces en forma de columnas. Estas columnas se erosionan con el tiempo y caer en el mar. Por alguna razón, éste se ha mantenido alto y más de 200 años.
Calzada del Gigante
La Calzada del Gigante o de los Gigantes (en inglés: The Giant’s Causeway) es un área que contiene unas 40.000 columnas de basalto provenientes del enfriamiento relativamente rápido de la lava en un cráter o caldera volcánica que ocurrió hace unos 60 millones de años. Se encuentra en la costa nororiental de la isla de Irlanda, unos 3 km al norte de Bushmills en el Condado de Antrim, Irlanda del Norte. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986, y Reserva Natural Nacional (National Nature Reserve) en 1987. Fue descubierta en 1693. La leyenda dice que fue construida por el gigante Finn McCool.
Cuenta la historia que había dos gigantes, uno de Irlanda (Finn) y otro de Escocia (Bennandoner), que se llevaban muy mal y continuamente se tiraban rocas. De tanto tirar rocas se formó un campo de piedras sobre el mar. El gigante escocés decidió pasar el camino de rocas y derrotar a su adversario, pues éste era más fuerte que el otro. La mujer del gigante (Oonagh) irlandés vio cómo venía el gigante escocés, así que decidió vestir a su marido de bebé. Al llegar el escocés y ver que el bebé era tan grande, pensó que su padre sería el triple de grande, así que huyó pisando muy fuerte las rocas, que se hundieron en el mar para que el otro gigante no pudiera llegar a Escocia.
Algunas de sus columnas tienen hasta 12 metros (36 pies) de altura.
En la majestuosa costa cercana también se pueden encontrar alfombras de algas marinas, así como pequeñas cabañas de pescadores y varaderos.
Monte Augustus
Coordenadas: 24 ° 19’50 “S 116 ° 50’37” E Coordenadas : 24 ° 19’50 “S 116 ° 50’37” E
Monte Augustus Parque Nacional se encuentra 852 kilometros al norte de Perth, 490 km por carretera al este de Carnarvon y 390 km al noroeste de Meekatharra , en la región de Gascoyne de Australia Occidental. El propio Monte de Augusto, la característica alrededor de la cual el parque nacional se basa, que se conoce como Burringurrah a los locales Wadjari los aborígenes.
El Monte Augustus es un inselberg que se encuentra 1.106 metros sobre el nivel del mar, es decir, aproximadamente 860 m sobre la llanura circundante, y cubre un área de 4.795 hectáreas. Tiene una cresta central, que es de casi 8 km de largo. Monte Augustus es ampliamente reclamado en la literatura de promoción turística y la información como “el monolito más grande del mundo”, pero la afirmación no se origina en la literatura geológica, ni está avalada por ningún otro la investigación académica.
Monte Augusto es más del doble del tamaño de Uluru. A diferencia de Uluru, que es un monolito y, en general, desprovista de crecimiento de las plantas, Monte Augusto es un monoclinal (un anticlinal asimétrico, fuente de WA Departamento de Medio Ambiente y Conservación) y tiene crecimiento de las plantas en él. La subida a la cumbre puede durar hasta 5 horas (ida y vuelta) y hay dos caminos (uno de clase 4 y el otro una clase 5) para llegar allí.
Monte Augustus se compone de piedra arenisca y conglomerado, una formación que los geólogos conocen como la piedra arenisca de Mount Augustus, que cubre más de granito cerca de su extremo norte. La piedra arenisca Monte Augustus fue depositado por los sistemas fluviales antiguas y es un poco más joven que el 1.640.000.000 años de edad por debajo de granito. Los sedimentos originalmente horizontales han sido incluidos en una asimétrica anticlinal por los movimientos tectónicos posteriores.
Francisco Tomás Gregorio llegó a la cumbre el 3 de junio 1858 durante su épica 107 días de viaje a través de la Gascoyne región, convirtiéndose en el primer registro europeo de subir a la montaña. Algunas semanas más tarde el nombre del pico después de su hermano, Sir Augustus Charles Gregory (1819-1905). En la época de Augusto estaba en su última expedición, una incursión sin éxito en el oeste de Queensland, en un intento por descubrir el paradero de Luis Leichhardt.
Piedra de Donama
Subcategoría: petroglifos
La piedra de Donama es una roca en la Sierra Nevada de Santa Marta, en el departamento de Magdalena, Colombia, en la cual están grabados muchos petroglifos, representando símbolos zoomorfos y abstractos. Sus dimensiones son aproximadamente 4 metros de diámetro y 3 de altura.
Se supone que los que hicieron esta talla fueron los Tayronas, en una época entre el 500 y el 1525. Hasta ahora se desconoce el significado de estos petroglifos. Algunos chamanes le dan varios significados simbólicos y espirituales. Según el investigador italiano Yuri Leveratto la piedra de Donama podría ser la rapresentacion simbólica de un cerebro. De hecho, la mente fue muy importante en la cosmogonía Tayrona y lo es en la actual filosofía de los Kogui e Ika.
La Sierra Nevada de Santa Marta, en Colombia, es un macizo montañoso inmenso (aproximadamente 17.000 kilómetros cuadrados). Las cimas Colón y Bolívar (ambas a 5775 metros sobre el nivel del mar), son las más altas de Colombia y también las más altas del mundo cercanas al mar (no más de 42 kilómetros en línea recta).
En esta enorme área protegida, en la cual hay unos 40 valles diferentes, con ríos de diverso caudal y longitud, vivió, hasta 1600, el pueblo de los Tayrona, que hablaba una lengua parecida al Chibcha, como los Muiscas del altiplano cundiboyacense.
Estos indígenas vivían en cuatro centros principales: Bonda y Chairama (hoy Pueblito), cerca a la costa, Pocigueica y Teyuna (hoy Ciudad Perdida), al interior de la Sierra Nevada.
El sitio arqueológico definitivamente más importante de la Sierra Nevada es la Ciudad Perdida de los Tayrona o Teyuna, la cual fue descubierta sólo en 1975. Se trata de un conjunto de terraplenes delimitados por muros de contención donde estaban ubicadas las cabañas, usadas no sólo como casas sino también como recintos ceremoniales.
En uno de los valles de la Sierra Nevada se encuentra un imponente petroglifo llamado Piedra de Donama. Es una roca enorme, de aproximadamente cuatro metros de diámetro y tres de altura, de forma ovalada, en la cual están esculpidos extraños signos aparentemente abstractos, que se confunden los unos con los otros. En otras rocas cercanas hay algunos símbolos de aves, animales que representan el cielo, por lo que son sinónimo de cercanía al Sol, el Creador, el mundo que viene, o bien, el del futuro.
Sin embargo, los signos en la piedra son un misterio, ya que nadie conoce realmente su significado y los mismos Kogui, descendientes directos de los Tayronas, no saben o no quieren revelar el código que está escondido allí.
En mi opinión, la piedra de Donama podría ser la representación de un cerebro humano, y con esto los Tayrona tal vez quisieron decir que el cerebro del hombre es capaz de hacer cosas extraordinarias y maravillosas. De hecho, el cerebro, en la cultura Tayrona y hoy en la cultura Kogui, tiene un gran significado. Es considerado como la sede de la fuerza y la fertilidad y se tiene gran respeto al alcance de su poder.
Según algunos investigadores, los signos grabados en la roca son un código cifrado, una especie de Piedra de Rosetta de la civilización Tayrona, con la cual se fundamentaba el respeto a la naturaleza y la convivencia pacífica del hombre con sus semejantes, en total armonía con la Madre Tierra. Este orden fue destruido por la llegada del hombre blanco hace aproximadamente 500 años y aún no se ha restablecido, incluso parece que hoy en día el hombre se está arrastrando cada vez más hacia la barbarie.
YURI LEVERATTO
Piedra Movediza de Tandil
La Piedra Movediza de Tandil fue una roca de aproximadamente 300 toneladas que se localizaba en la ciudad bonaerense de Tandil. La particularidad de dicha mole de granito fue que logró mantenerse en equilibrio al borde de un cerro hasta el día de su caída definitiva, el jueves 29 de febrero de 1912 entre las 5 y las 6 de la tarde (sin haberse podido determinar el momento exacto) y aparentemente sin testigos directos en el preciso momento de su derrumbamiento.
Se cree que su caída fue un acto de vandalismo o producto de las vibraciones provocadas por las explosiones en las canteras cercanas.
La piedra original se encuentra en la base del cerro, partida en tres grandes pedazos. Desde 2007 existe una réplica ubicada exactamente en el mismo lugar, siendo el mayor símbolo de la ciudad de Tandil. El predio recibió el nombre de Parque Lítico La Movediza.
Dice la leyenda que un cacique de esta zona debía abandonar a sus cinco esposas para casarse con otras cinco, una de ellas se llamaba Mini a quién quería entonces decidió quedarse con ella. El Concejo de Ancianos resolvió secuestrar a la joven y atarla en una punta de una piedra de un cerro, esta medida contó con el apoyo del pueblo porque el cacique no siguió las costumbres de la tribu. El cacique murió en la pelea y Mini murió de tristeza atada a la gran piedra que comenzó a moverse porque su corazón continuaba latiendo.
Piedra de los doce ángulos
Piedra de los doce ángulos en la Calle Hatum Rumiyoc (Ciudad del Cuzco), es considerada por muchos como la figura más representativa de la perfección lograda en la arquitectura inca. Corresponde al estilo arquitectónico: Cuzqueño, al tipo arquitectónico: Engastado o Enchased y a la Fase incaica: Regional o de la Confederación.
Ésta piedra es muy conocida, la peculiaridad que la hizo famosa es la presencia de 12 ángulos con los cuales encaja perfectamente a las piedras puestas alrededor, formando parte del muro de la calle Hatun Rumiyoc, en el centro del Cusco.
Hatun Rumiyoc, es una palabra quechua que en español significa “Piedra Grande”.
Éste un muro (construido con el tipo de piedra “diorita verde”) está ubicado en el exterior del palacio atribuido a Inca Roca (Sexto soberano de los incas – siglos XIII-XIV). La muralla es admirable por su arquitectura poligonal y por tener superposiciones de muro inca, colonial y republicano en su construcción.
En la actualidad forma parte del Palacio Arzobispal – Museo de Arte del Cusco.
Algunos de sus ángulos no están definidos.
Piedra de 14 ángulos
Piedra más pequeña que las anteriores y con algunos ángulos curvos.
Piedras Shangrao
Extrañas piedras formadas unos 300 millones de años atrás en China.
Tienen una textura particularmente dura y son diferentes de las piedras de las montañas en esa área.
Las piedras con formas de “ovni” encontradas en el condado de Shangrao, provincia de Jiangxi pesan entre 800 kilos y 1 tonelada. (La Gran Época)
Las piedras datarían de la última época de la era Paleozoica Carbonífera y la temprana Permiana.
El 27 de mayo de 2007, varias docenas de piedras minerales con formas de “ovni” fueron encontradas en el condado de Shangrao, provincia de Jiangxi, China continental. Expertos indican que las piedras minerales se formaron hace cerca de 300 millones de años atrás.
Las piedras fueron encontradas dentro de un montón de piedras minerales. Hay varias minas de cobre en las cercanías de ese montón de piedras. Las piedras minerales son materiales abandonados dejados después de extraer el carbón de la roca. Entre esas piedras “ovni”, varias de ellas tienen un diámetro cercano a los 1,5 metros y con un espesor de entre 20 centímetros a 60 centímetros. Pesan entre 800 kilos y 1 tonelada. Un ingeniero de la Oficina de Carbón de Shangrao cree que la edad de las piedras minerales con formas de “ovni”, es cercana a 300 millones de años, de la última época de la era Paleozoica Carbonífera y la temprana Permiana.
Las piedras con forma de ovni en Las Tres Gargantas, condado de Badong, están cuidadosamente alineadas. Las piedras “ovni” no sólo aparecieron en Jiangxi, sino también fueron encontradas cerca del proyecto de la Represa Shuibuya de la reserva de agua Tres Gargantas en Sichuan. Esas piedras “ovni” pesan cerca de 20 kilos cada una.
Los pueblerinos de la zona, quienes construían una autopista, encontraron estas piedras ovni. Las piedras estaban localizadas cerca de la Gran Cueva Bahía en el PuebloShanlicheng de Badong Shuibuya. La Gran Cueva Bahía es natural, afuera corre un claro arroyo. Xiang Zhiyu, un residente del Pueblo Qizu quien trabajó en una sección de la autopista, encontró estas extrañas piedras cuando estaban explotando las rocas cerca del área de la Gran Cueva Bahía.
Las piedras ovni están alineadas horizontalmente con 49 centímetros de distancia entre una y otra y están distribuidas uniformemente. Se informó que estas piedras tienen una textura particularmente dura. Obviamente, son diferentes de las piedras de las montañas en esa área.
Rocas Trovant
Piedras vivas que crecen y se reproducen
Las piedras sorprendentes se encuentran lejos de las ciudades en el centro y el sur de Rumania. Trovant – así las llaman los residentes locales. Resulta que estas piedras no sólo pueden crecer, pero, para gran sorpresa, reproducirse.
En general, estas piedras están sin puntos agudos, son redondas o tienen forma aerodinámica. En estas zonas hay muchas rocas de los cuales no difieren mucho estas piedras trovant únicas. Sin embargo, después de la lluvia con esas piedras pasa algo increíble: crecen como los hongos, aumentando en tamaño.
Por ejemplo, un trovant pequeño, que pesa unos pocos gramos, eventualmente puede crecer hasta un tamaño gigante y puede llegar a pesar más de una tonelada. Cuanto mayor sea la roca, tanto más lento crece. Las rocas jóvenes crecen más rápido.
El principal componente de las trovantes crecientes es el gres. De acuerdo con su estructura interna, también tienen un aspecto inhabitual: si cortas la piedra por la mitad, entonces el corte se parece al corte de un árbol, podemos observar los llamados anillos de edad, centrados en torno a un núcleo sólido pequeño.
Pero, sin embargo, los geólogos no tratan de referir estas rocas a los fenómenos inexplicables de la categoría de la ciencia, a pesar de su origen increíble. Los científicos llegaron a la conclusión de que las piedras crecientes, aunque poco inusuales, pero su naturaleza se puede explicar fácilmente. Los geólogos creen que trovant – es sólo un largo proceso de cementación de arena que se está llevando a cabo durante millones de años en las entrañas de la tierra. Y con la ayuda de fuerte actividad sísmica tales piedras aparecen en la superficie.
Los científicos buscaron y explicaron el crecimiento de trovantes: las rocas aumentan en el tamaño gracias a alto contenido de sales minerales diferentes, que están bajo su caparazón. Cuando la superficie se empapa, estos productos químicos están empezando a ampliar y ejercer presión sobre la arena, por lo que la piedra “crece”.
La reproducción por gemación. Sin embargo, trovantes tienen una característica que los geólogos no pueden explicar. Las piedras vivas, además de que aumentan, también son capaces de reproducirse. Se pasa cómo: después de que la superficie de la piedra se empapa, en ella aparece una pequeña protuberancia. Con el tiempo crece, y cuando el peso de la piedra nueva se convierte en suficientemente grande, se desprende de la madre.
La estructura de un trovant nuevo es la misma que la de otras rocas, más viejos. Dentro está el núcleo también, lo que es el principal misterio para los científicos. Si el crecimiento de la piedra de alguna manera se puede explicar desde un punto de vista científico, el proceso de división del núcleo duro no admite ninguna lógica. En general, el proceso de reproducción de trovantes se parece a la gemación, por lo que algunos expertos piensan seriamente en el tema, si no sean la forma hasta ahora desconocida de la vida inorgánica.
Los residentes locales hace más de cien años, que conocen las propiedades inusuales de trovantes, pero no prestan la atención especial a ellos. Antes las piedras fueron utilizadas como los materiales de construcción. Trovantes a menudo se puede ver en los cementerios rumanos, las piedras de gran tamaño se instalan como las tumbas, debido a su aspecto singular.
Hay alguna otra habilidad fantástica de trovantes. Al igual de las rocas famosas que se arrastran en la Valle de la Muerte en el territorio reservado de California, a veces estas rocas también se pasan de un lugar a otro.
Rocas del Valle de la Muerte
Llanura conocida como “Racetrack Valley”
Uno de los parajes más espectaculares y hermosos de Norteamérica es sin duda alguna el Valle de la Muerte, en California y Nevada. Un lugar inhóspito para el ser humano donde es muy difícil sobrevivir. Con unas temperaturas extremas que son incluso motivo de descargo en caso de asesinato: Alguno se ha librado de la pena de muerte por algún crimen cometido allí por el hecho de que la temperatura superaba los 50ºC…
El Valle de la Muerte está dentro del Parque Nacional homónimo, que cubre otros valles menores y tiene una extensión de más de 13.500 kilómetros cuadrados; para hacerse una idea, merece la pena recordar que Doñana cubre poco más de 500 km cuadrados.
La geología del Valle de la Muerte es impresionante, y es un lugar muy estudiado por los geólogos desde siempre. Toda California en sí es como un laboratorio geológico natural a gran escala.
Sin embargo, para el profano en esta ciencia, el hecho que más llama la atención es el movimiento que presentan algunas rocas en la llanura conocida como “Racetrack Valley”.
Estas piedras se encuentran en toda la llanura, sobre superficies resquebrajadas por la desecación. Y cada una, está al final de una huella alargada, como si alguien las hubiese arrastrado hasta allí. Pero, ¿Las piedras se mueven solas, o alguien las ha arrastrado?
Pues sí, se mueven solas, y los geólogos las han estado observado durante suficiente tiempo como para tener una teoría bastante consistente. Se suele decir, popularmente, que las piedras las mueve el viento. Pero hay rocas de hasta 320 kg, y eso… no cuadra mucho con la teoría de que el viento las arrastra. Y, ¿si las arrastrase el viento después de una lluvia cuando el barro es resbaladizo? Tal vez. Pero, 320 kg no se mueven así como así.
Pues un poco de todo… Y algo más. No se sabe con certeza quién observó por primera vez este fenómeno, pero ya cuando se cartografió su movimiento en 1948 por los geólogos Jim McAllister y Allen Agnew se descartó por completo que se movieran sólo por efecto de la gravedad.
Las primeras teorías proponían que las piedras se movían después de las tormentas, pero no siempre lo hacían. El valle donde están, “Racetrack Playa”, es una planicie donde se registran menos de 50 ml de lluvia al año, y la idea era que el fuerte viento que se registra allí, al humedecerse el terreno y formar una gran llanura de barro, movería fácilmente las rocas. Sin embargo esto es inconsistente con el movimiento de grandes bloques de más de 200 kg, para los cuales esta explicación no es suficiente.
Pero en 1955 George M. Stanley publicó una teoría que, aunque no muy conocida hasta mediados de los años noventa, explica satisfactoriamente el movimiento errático de las rocas. La explicación es… hielo.
Se ha observado que las rocas se mueven cada dos o tres años, y siempre tras tormentas (la huella que dejan solo es compatible con movimiento cuando el terreno está húmedo). Pero no tras todas las tormentas, sino únicamente en invierno.
Si el viento y el barro fuesen suficientes, ¿por qué no se mueven en cada tormenta? Pues “sencillo”: porque las tormentas tienen que suceder en invierno, de tal modo que el lago de 2-5 cm de profundidad que se forma sobre el suelo duro y desecado se hiela rápidamente, en cuestión de horas.
El Valle de la Muerte es conocido por sus temperaturas en verano de más de 50ºC, ¡pero es que en invierno la temperatura es bajo cero!.
Así, las piedras se ven inmersas en una gran superficie de hielo, como un glaciar. Cuando el hielo comienza a romperse, la acción del viento hace lo demás: las placas de hielo, que comienzan a deshelarse, “flotan” sobre una película acuosa, que lubrica el contacto con el barro, y todo se desplaza, incluso las rocas. Algo así como cuando una piedra se encaja bajo una puerta, y deja marcado el parqué con una fea marca. Esta teoría explica el movimiento de todas las piedras. La situación de Racetrack Playa deja un precioso túnel de viento en la esquina sudoeste del área. Si el viento impulsa las piedras, sus trayectorias deberían corresponder a la dirección de los vientos dominantes como así revela un estudio.
A mediados de los noventa, un investigador y su equipo publicaron en Geology la corroboración de la teoría, basado en el seguimiento GPS de varias piedras, comprobando que efectivamente se movían tras ciertas tormentas.
En el estudio de las trayectorias de las piedras se encontró un dato que encaja perfectamente con la explicación: no parece haber correlación entre el tamaño y peso de la piedra, o su composición, con la longitud del rastro que deja. Uno esperaría que las piedras más ligeras dejaran rastros más largos, o más erráticos, pero no es así. Esto es debido a que lo que se mueve es la placa de hielo que lleva “incrustadas” las rocas y no las rocas de manera individual. El fenómeno de las rocas viajeras del Valle de la Muerte no es único, ha sido observado en otras planicies del mundo, aunque quizá el de Racetrack Playa sea el más conocido.
Así pues, sí, las rocas se mueven, y algunas han dejado rastros de casi 900 m de largo. La causa, el viento, empujando superficies muy finas de hielo sobre un suelo reblandecido en invierno.
Roca Tarpeya
La Roca Tarpeya en la actualidad.
La Roca Tarpeya (“rupes Tarpeia” en latín) era una abrupta pendiente de la antigua Roma, junto a la cima sur de la colina Capitolina. Tenía vistas al antiguo foro romano. Durante la República, se utilizó como lugar de ejecución de asesinos y traidores, que sin ninguna piedad eran lanzados desde ella.
Según la leyenda, cuando Tito Tacio atacó Roma tras el rapto de las Sabinas, la virgen vestal Tarpeya, hija de Espurio Tarpeyo, que era gobernador de la ciudadela de la colina Capitolina, traicionó a los romanos abriendo las puertas de la muralla. El motivo de la traición fue bastante vulgar: Obtener lo que los sabinos “traían en sus brazos”… Tarpeya poco se esperaba que, en lugar de brazaletes de oro, obtendría golpes de sus escudos y que sería arrojada al vacío desde la roca que aún hoy lleva su nombre.
Hacia el año 500 a. C., Lucio Tarquino el Soberbio, séptimo rey de Roma, niveló la cima de la roca, retirando de ella los altares construidos por los sabinos, y construyendo un templo dedicado a Júpiter Capitolino. En la cima también se construyó un templo dedicado a Saturno, que contenía el tesoro de Roma, y que fue saqueado por Julio César en el año 49 a. C.
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