Naturaleza
Torysh
Torysh: el Valle de las Esferas
”El valle de las Bolas en las premontañosas de Karatau”
Mangystau de Kazajstán
La región de Mangystau de Kazajstán, cerca de las fronteras de Turkmenistán y Uzbekistán, es un lugar enorme y vacío. En total, cubre 165.600 kilómetros cuadrados – un área más grande que Inglaterra.
Torysh es el nombre con el que se conoce a un impresionante lugar situado al oeste de Kazajistán, cerca de la ciudad de Shetpe.
La región de Manguistau es un fenómeno único de la naturaleza. El escenario natural de Manguistau asombra por su forma y las dimensiones de sus concreciones rocosas. El sol, el viento y el agua se han encargado de moldear las bolas de roca formando pintorescas formas que rivalizan con las creaciones de los pintores mas inspirados. El camino hacia el lugar lleva a los turistas al cañón Zhemsen-Say. El paseo por el lugar, de unas horas de duración, incluye el paso junto a las paredes verticales del cañón impregnado por el aroma de la maleza o especies vegetales como la menta, los espinos cubiertos de jugosas bayas y multitud de flores blancas que se abren en la época primaveral, así como bosques cuyos árboles habitan pequeñas bandadas de perdices. El recorrido termina cerca de una manantial que surge ante el viajero casi como una recompensa por la larga travesía.
Este valle estepario, se encuentra -sembrado de extrañas esferas de piedra, de tamaños muy diversos. Algunos de ellos alcanzan un diámetro superior a los cuatro metros.
Estas extrañas esferas de piedra han intrigado a científicos rusos durante más de dos siglos desde su descubrimiento en Mangistau, Kazajstán, en la época del imperio ruso. Algunas piedras son muy pequeñas, algunas son grandes, aquí puedes observarlas de cerca.
Los curiosos megalitos, parecen haber sido tallados a propósito. Aunque se desconoce su origen, se barajan varias hipótesis. Una de ellas explica que las curiosas bolas se formaron hace más de 120 millones de años, a partir de un núcleo duro, volcánico, al que se fueron adhiriendo sedimentos que fueron erosionados.
Esta hipótesis es la más verosímil, aparte de que es fácil reconocer el núcleo y diferentes capas, en algunos ejemplos que se han partido en dos mitades.
La leyenda local cuenta la historia de una invasión por parte de las hordas enemigas a la región de Mangystau.
Los habitantes de la estepa, en un intento desesperado por sobrevivir a la batalla, pidieron ayuda a sus dioses.
Éstos lanzaron desde el cielo una lluvia de rayos y truenos, convirtiendo a los enemigos en bolas de piedra. Desde entonces, el valle quedó cubierto por centenares de misteriosas esferas.
En el campo de la geología, a este tipo de rocas se las conoce con el nombre de megaesferulitas.
Se cree que las bolas son concreciones -una masa dura y compacta formada por la precipitación de minerales. A menudo son esféricas y generalmente se forman en la roca sedimentaria o en el suelo. El fenómeno no es raro – ejemplos de tales concreciones se encuentran en todo el mundo. Lo que es raro, sin embargo, es el tamaño que estas concreciones han alcanzado. Concreciones tan grandes como las del valle de las bolas se encuentran sólo en pocos lugares en la tierra. El Moeraki Boulders de Nueva Zelanda es otro ejemplo.
Lo que sí es poco común, sin embargo, es el tamaño que estas concreciones han alcanzado, ya que aquí se pueden observar algunas de las más grandes del mundo.
Gran muralla verde
Gran muralla verde (África)
Evolución de la vegetación en África sub-sahariana.
La Gran Muralla Verde, o Iniciativa para la Gran Muralla Verde del Sahara y el Sahel, (en francés: Grande Muraille Verte pour le Sahara et le Sahel), es la iniciativa insignia en África para ayudar a combatir los efectos del cambio climático y la desertificación. Liderada por la Unión Africana, esta iniciativa intenta transformar la vida de millones de personas creando un gran mosaico de paisajes verdes y productivos cubriendo África del Norte, el Sahel y el Cuerno de África.1
Partiendo de la idea inicial de una línea de árboles que atravesara el desierto de este a oeste, la visión de la Gran Muralla Verde ha evolucionado hacia un mosaico de intervenciones dirigidas a los retos a los que se enfrentan las poblaciones del Sahara y el Sahel. Tendrá una longitud de unos 8 mil kilómetros y 15 km de ancho. Considerada una herramienta de planificación para el desarrollo rural, el objetivo general de esta sociedad sub-regional es fortalecer la resiliencia de los habitantes y los ecosistemas mediante el uso de prácticas sólidas de gestión de ecosistemas, la protección del patrimonio rural, y la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones locales.2
Mediante una mejora en los ingresos de las comunidades locales, la Iniciativa para la Gran Muralla Verde del Sahara y el Sahel será también una respuesta global al efecto combinado de la degradación de los recursos naturales y la sequía en las zonas rurales. La Iniciativa es una asociación que apoya el esfuerzo de las comunidades locales en el uso y gestión sostenibles de los bosques, pasturas y otros recursos naturales en las tierras secas. Así mismo, contribuye a la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático, mejorando a la vez la seguridad alimentaria en el Sahara y el Sahel.3
Presentación
Una cobertura forestal aporta numerosos elementos positivos para la población:
- Protección de los campos y de las aldeas contra el viento y la erosión. El muro vegetal constituye un filtro que limita la inhalación de polvo y otras partículas por parte de las poblaciones y por tanto las enfermedades que causan.
- Aporte de elementos nutritivos en un suelo casi muerto: las hojas muertas crean una capa que protege y regenera los suelos de los campos y los árboles ayudan igualmente aumentando la capacidad de los suelos para almacenar el agua.
- Aumento de la humedad y de la pluviometría local gracias a la evapotranspiración de los árboles plantados.
- Reserva de forraje de calidad para el ganado porque la hierba crece mejor a la sombra de los árboles.
Para contrarrestar dos grandes problemas de la región del Sahara, y particularmente del Sahel, uno ecológico, la desertificación y la degradación de las tierras, y otro económico, causado por el éxodo rural y la pobreza de las poblaciones involucradas, once países de la región (Burkina Faso, Yibuti, Eritrea, Etiopía, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria, Senegal, Sudán y Chad) se comprometieron a luchar contra el avance del desierto, uniéndose para este fin en la séptima cumbre de jefes de estado del CEN-SAD (Comunidad de los Estados Sahelo-saharianos) el 1 y 2 de junio de 2005 en Ouagadougou.4
Más que un proyecto técnico ha de considerarse una iniciativa política llevada adelante por un grupo de países asolados por la falta de agua, que busca despertar el interés en los pobladores y cambiar su forma de pensar, impulsando prácticas agrícolas que frenen la erosión.5 La iniciativa continúa las ideas inspiradas por la Premio Nobel de la Paz Wangari Maathai.
En 1927, un ingeniero forestal francés, Louis Lavauden, se dio cuenta de que los desiertos estaban creciendo ayudados por el uso excesivo de los pastos y la desaparición de los bosques. Lo llamó “desertificación” y no se equivocaba. Durante este siglo, el Sahara ha devorado más de 7,600 km2 cada año. Tanto es así que hoy es un 10% más grande que en 1920.
Unas décadas después, cuando ya la transformación era más que evidente, Richard St. Barbe Baker, uno de los primeros activistas pro-reforestación, propuso crear una “gran barrera verde” formada por 50km de árboles para contener la propagación del desierto.
Parecía una locura y, siendo realistas, lo era. Pero en 2005, la Unión Africana recogió la idea y se propuso usarla para hacer frente, con uñas y dientes, al desierto. Así fue como nació en 2007 la “Iniciativa para la Gran Muralla Verde del Sahara y el Sahel“. Casi quince años después de las primeras conversaciones.
La idea de comenzar con esta iniciativa nació en 1952, cuando el conocido como “hombre de los árboles”, el activista inglés Richard St. Barbe Baker, llevó a cabo una expedición en la zona y propuso la creación de una “barrera verde” para impedir el avance del desierto. En la década de 1980 la idea cobró mayor fuerza, debido al aumento de la preocupación que había en la región del Sahel por la degradación severa que estaba sufriendo el terreno en esa zona. En pocos años, la vegetación existente se había vuelto cada vez más seca y estéril debido, entre otras cosas, al cambio climático, el crecimiento de la población y las prácticas agresivas de manejo de la tierra. Como consecuencia los alimentos empezaron a escasear, los recursos disminuyeron, aumentó el desempleo y se produjo una gran migración forzada.
Para intentar frenar todo esto, los habitantes de la zona empezaron a idear su sueño épico de construir una gran muralla verde que devolviera todo el esplendor a la región. En 2002 la idea fue recordada en la cumbre de Yamena, en el Chad y en 2005 fue presentada y aprobada por la Conferencia de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados de Sahel y del Sáhara. Tan solo dos años más tarde, en 2007, los países de la región empezaron el proyecto de transformación de los paisajes degradados desde Senegal, en el oeste de África, a Djibouti, en el este, bajo el liderazgo de la Unión Africana. Así fue como empezó a extenderse a lo ancho de todo el continente la “Gran Muralla Verde”
El pensamiento que pretenden difundir sus propulsores es que:
“La Gran Muralla Verde no es sólo para el Sahel. Es un símbolo global para la humanidad que supera su mayor amenaza, nuestro ambiente cambiante. Esto demuestra que si podemos trabajar con la naturaleza, incluso en lugares difíciles, como el Sahel, podemos superar la adversidad y construir un mundo mejor para las generaciones futuras”, Great Green Wall.
El proyecto
En datos la “Gran Muralla Verde” estará compuesta por plantaciones arcaicas y árboles resistentes a las sequías, que pueden acumular el agua en sus raíces. En total se extenderá por unos 8.000 kilómetros de longitud por 15 kilómetros de ancho. El objetivo principal de este proyecto es ofrecer una resistencia al cambio climático en una región donde las temperaturas aumentan más rápido que en cualquier otro lugar en la tierra. Pero también crear una maravilla mundial en todo el ancho de África para poder cultivar tierras fértiles, aumentando así la esperanza contra la pobreza del país y aumentando la seguridad alimentaria para los millones de africanos que pasan hambre cada día. Como consecuencia crecerá el bienestar de las comunidades más pobres y también mejorará su salud y por su supuesto aumentarán las oportunidades económicas para impulsar las pequeñas empresas y el comercio local. Para que el proyecto sea visible de manera global se ha lanzado una campaña llamada “Creciendo una maravilla mundial” que pretende que la “Gran Muralla Verde” sea famosa en todo el mundo y para que se puedan emprender acciones colectivas para que el sueño africano siga creciendo, presionando a los gobiernos para que realicen inversiones a largo plazo. Artistas, músicos, cineastas y creadores de cambios globales han colaborado con esta campaña, incluso actualmente el productor Fernando Meirelles en colaboración con las Naciones Unidas está a punto de publicar un documental sobre el gran muro, en el que explica las características principales de este proyecto épico.
Situación actual
El grupo de los 11 pueblos que quisieron participar desde el principio en este proyecto ha ido creciendo poco a poco y ya son más de 20 países de África los que forman parte de este movimiento que está devolviendo el color verde y la vida a la región del Sahel; Argelia, Burkina Faso, Benin, Chad, Cabo Verde, Yibuti, Egipto, Etiopía, Libia, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria, Senegal, Somalia, Sudán, Gambia, Túnez.
En la actualidad ya está ejecutado el 15 % del proyecto y en las zonas en las que se está llevando a cabo ya han empezado a notar los beneficios. Sus habitantes solo ven cosas buenas y han encontrado en la “Gran Muralla Verde” la esperanza para terminar con las migraciones a Europa y poder empezar una vida asentados en un lugar rico en recursos.
En Senegal ya se han plantado más de 12 millones de hectáreas, en Etiopía unos 37 millones y en Nigeria 5 millones de hectáreas de terreno han sido ya restauradas. Para el año 2030 se pretende que estén restauradas 100 millones de hectáreas de tierra degradada, que 250 millones de toneladas de óxido de carbono hayan sido absorbidos a través de la muralla verde y que se hayan creado unos 10 millones de empleos en las áreas rurales de la zona.
Cuando esa muralla verde esté finalizada se espera que sea la estructura viva más grande de la tierra y una nueva Maravilla del Mundo, pero no será la única. En China, la erosión producida por el viento ha provocado la destrucción de gran parte de la vegetación, esto unido a la mala gestión de los recursos hidráulicos, ha derivado en una desertificación acusada en algunas zonas como en el desierto de Gobi. En el año 1978, el gobierno chino puso en marcha un proyecto muy parecido al que se está llevando a cabo en África. Otra gran muralla verde que pretendía plantar a lo largo de la frontera norte más de 4.500 kilómetros de ancho en el desierto. El proyecto aún está en ejecución y se prevé que esté finalizado para el año 2050. Por el momento ya se han plantado cerca de 67.000 millones de árboles y en su mayoría predominan los “Enterolobium cyclocarpum” por su adaptabilidad al terreno. El año pasado la superficie forestal del norte de China había aumentado al 12,4% y en los últimos 10 años se ha notado un descenso en el número de tormentas de arena primaverales en Pekín.
¿Para cuándo estará disponible La Gran Muralla Verde?
Solo se ha completado un 15% de La Gran Muralla Verde en los últimos 9 años desde que se inició su proyecto. A pesar de que aún este proyecto es sumamente joven, ese 15% ya ha brindado muchos beneficios.
Podemos decir que el pueblo Fulani desde 2010 ha reducido considerablemente sus movilizaciones debido a que ahora hay más zonas verdes que antes de que arrancara la creación de la gran muralla.
A pesar de que podría parecer que se ha avanzado muy poco, la realidad es otra muy diferente. De hecho, aún se esperan muchos años más para poder terminar el proyecto, ya que no solo se trata de la plantación de los árboles, sino que también están pensando en la creación de un dique y un gran sistema de riego para potenciar la agricultura en los países africanos más afectados por el hambre.
La Gran Muralla Verde tiene como intención crear una especie de zona utópica en el que hombre y naturaleza trabajen en conjunto, ya que en el proyecto está contemplado recuperar varias técnicas de cultivo tradicionales que se han perdido por muchos avances, del mismo modo también pretende reincorporar varias especies que se han alejado de la zona a causa de la desertificación.
La creación de esta muralla natural es sumamente necesaria para evitar una catástrofe humanitaria en el futuro a causa del hambre, ya que según cifras de la ONU, cerca de 500 millones de africanos verán cómo disminuye su calidad de vida por culpa del calentamiento global, mientras que cerca de 60 millones van a tener que abandonar sus hogares por culpa de la desertificación del Sáhara y el Sahel, algo muy triste, ¿verdad?
Cómo frenar la deforestación
Si lo miramos en conjunto, las cifras de crecimiento del Sahara son alarmantes; pero si nos fijamos en el detalle, en seguida vemos que su expansión ha sido particularmente pronunciada hacia el sur. Desde las sequías en el Cuerno de África y la sabana sudanesa de la década de la década de los 70, el desierto ha robado más de 554,000 km2 al Sahel.
Eso significa que, hoy por hoy, hay unos 232 millones de personas que viven en el borde del desierto y cuyas vidas se verán afectadas a corto plazo. Cuando la Unión Africana empezó a pensar en la Gran Muralla Verde reunió solo a 11 países. Hoy son más de 20 los que están plantando árboles para crear la que muchos dicen que será la “estructura” viviente más grande del mundo.
En estos diez años de trabajo, se han invertido alrededor de 8.000 millones no sólo en recuperar la vegetación, sino, también, el establecimiento de nuevas prácticas sostenibles que permiten aumentar la calidad del suelo. Las estimaciones más confiables hablan de unas 200.000 hectáreas recuperadas al año.
En Senegal ya se han plantado 11 millones de árboles, el país que más ha avanzado en este proyecto, recuperando 27.000 hectáreas de tierra perdida. Las tierras recuperadas han permitido a las comunidades aumentar sus ingresos y producir alimentos para sus familias al mismo tiempo. Senegal ya ha ejecutado una extensión de unos 150 km. Cada año se plantan casi dos millones de plantones y sobreviven entre el 70 y el 75%.
Eliminando CO2 de la atmósfera
Otra ventaja adicional de este proyecto es que eliminará unos 250 millones de toneladas de CO2 de la atmósfera. Sé que solo es una gota en medio de un océano, pero, con un poquito de optimismo, si consideramos la gran muralla verde como la primera batalla ganada en la guerra contra la expansión del Sahara, esta gota podría llegar a convertirse en un torrente.
Sombras de la gran muralla verde
Sin embargo, el objetivo de restaurar 100 millones de hectáreas antes de 2030 parece lejano. Aunque en algunos países como Senegal se han plantado más de 12 millones de árboles resistentes a la sequía en poco más de una década, las cifras no cuadran. Los informes de la Organización para la Alimentación y la Agricultura señalan que aún quedan, como mínimo, 128 millones de hectáreas por rescatar.
Eso significaría que los equipos de la Iniciativa para la Gran Muralla Verde tendrían que recuperar 5 millones de hectáreas anuales para cumplir con el plan y eso es algo que, no hace falta ni decirlo, está muy lejos de parecer posible.
Por ello, muchos expertos llevan años buscando alternativas que permitan reconducir el impulso del proyecto hacia objetivos más factibles. Sea como sea, el proyecto sigue adelante. Porque con dificultades o sin ellas, lo que parece que no se acaba nunca es el hambre del Desierto.
Críticas y modificaciones
La muralla de árboles africana para detener al Sahara es una mala idea. Es hora de replantearla.
9 Julio 2017
Solo acelerando el ritmo de trabajo (por lo menos) diez veces, los avances en el terreno se corresponderán con las altas ambiciones políticas. Lamentablemente, existe un desajuste importante entre la ambición y los esfuerzos, pero no debemos tirar la toalla.
Los motivos de una idea tan cambiante
Los críticos argumentan que un desierto es un ecosistema sano y natural que no debe ser considerado como una enfermedad porque no se propaga como una enfermedad. De hecho, para finales de los 90, ya era difícil defender la idea de invadir los desiertos porque ya había pruebas científicas de que la deforestación era culpa de la variabilidad del clima.
Póngame millones de árboles. (NASA)
Los críticos también han señalado que la idea de una barrera vegetal es contraproducente para los objetivos de desarrollo, puesto que hace hincapié en el perímetro de la zona en vez de el lugar del problema en sí. Para aumentar la seguridad alimentaria y apoyar a las comunidades locales, lo mejor sería centrarse en amplias superficies de cultivos en vez de partes estrechas. Es importante que el proyecto siga adelante porque se estima que alrededor de 232 millones de personas viven en zonas próximas a la Gran Muralla Verde.
Por eso se mantuvo el nombre de muralla, pero en realidad el proyecto es casi irreconocible.
La muralla ya no es una estrecha línea de árboles a lo largo del borde sur del Sáhara, sino que la idea ahora es rodear el Sáhara con un cinturón de vegetación ancho: árboles y arbustos para cubrir la zona de verde y proteger el paisaje agrícola. Este nuevo proyecto involucra a todos los países que rodean el desierto, incluyendo a Argelia y a otros países del norte de África, y no solo a los 11 países originales subsaharianos del Sahel.
Por lo tanto, la Gran Muralla Verde ya no es ni una muralla ni grande, al menos no todavía.
Un proyecto poco realista
Si analizamos la situación a nivel general nos podemos dar cuenta de lo difícil que será terminar la Gran Muralla Verde dentro de los plazos acordados.
En un informe actual de la Organización para la Alimentación y la Agricultura se indica que 128 millones de hectáreas cuentan con menos árboles que paisajes similares en las dos zonas de aridez situadas en la línea de precipitaciones de 400 mm alrededor del Sahara.
No es tan malo como parece. (Pixabay)
Si tenemos en cuenta que la mitad (65 millones de hectáreas, o el 8% de la superficie total de dichas zonas áridas) necesita algún tipo de intervención y que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas establece el año 2030 como fecha de finalización del proyecto, la Iniciativa para la Gran Muralla Verde debería llevar un ritmo de 5 millones de hectáreas anuales (10 millones de hectáreas supondría cumplir el objetivo de poner todas las tierras por encima de la media).
Una fecha menos ambiciosa es la que marca la Agenda 2063 de la Unión Africana, pero incluso entonces sería necesario trabajar a un ritmo de 2 millones de hectáreas por año.
Se desconoce el ritmo real al que se está trabajando, pero es probable que sea mucho menor de 200.000 hectáreas por año. A este ritmo, cien años serían una predicción optimista sobre el tiempo necesario para completar la muralla. Habría que acelerar mucho el ritmo de trabajo si queremos ver cómo la muralla pasa a ser un logro importante de la humanidad.
Es obvio que cada vez hacen falta más recursos y que es poco probable que consigamos multiplicar los esfuerzos por diez. ¿Qué es lo que realmente deberíamos hacer?
Hay que barajar otras opciones
Mucha gente está convencida de que la única opción para construir una muralla verde es plantar árboles, pero no siempre es la única opción y algunas de las tierras menos secas se pueden tratar con técnicas basadas en la capacidad de la tierra para regenerar flora por sí misma: su memoria ecológica.
Hay alternativas. (NASA)
Las inundaciones y los animales trasladan las semillas a lugares donde pueden brotar y los sistemas de raíces de árboles antiguos a veces pueden producir nuevos brotes donde establecerse, a diferencia de las idea de simplemente plantar nuevos árboles. De esta forma se podría volver a llenar un paisaje de color verde, reduciendo la necesidad de plantar árboles, siempre y cuando los agricultores protejan el paisaje de los fuegos y del ganado.
Esta técnica (conocida como la regeneración natural gestionada por agricultores) ha demostrado dar buenos resultados con un bajo coste en áreas donde la memoria ecológica basta para que los brotes surjan por sí mismos y donde los agricultores tienen derecho a utilizar los árboles una vez que hayan crecido. La reforestación puede ser una realidad con esta idea.
Pero la regeneración natural gestionada por agricultores no funcionaría en todas partes y también es necesario utilizar otros métodos, como la excavación de medias lunas (para recolectar agua) y la siembra de plántulas. Aplicar los métodos adecuados en el lugar adecuado es la forma más rápida y eficaz para acelerar la creación de la Gran Muralla Verde.
Autores: Lars Laestadios, profesor adjunto en la Universidad Sueca de Ciencias de la Agricultura.
Otro proyecto
Ciudades de África y Asia construirán una Gran Muralla Verde
La iniciativa pretende hacer frente al cambio climático en las urbes de crecimiento más acelerado con soluciones basadas en la naturaleza
La semana pasada, en un acto paralelo de la Cumbre sobre la Acción Climática de Nueva York donde se trataron Soluciones basadas en la naturaleza (SbN) para las ciudades, Qu Dongyu —Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)—, anunció la creación de una iniciativa a escala mundial para apoyar las soluciones al cambio climático basadas en la naturaleza.
Bautizada como la Gran Muralla Verde para las Ciudades, el proyecto es una extensión de la Gran Muralla Verde del Sahara y el Sahel, e implicará la creación de zonas verdes urbanas para restaurar los paisajes arrebatados por el asfalto y el hormigón a lo largo de urbes de África y Asia.
El anuncio llega en un momento en que las ciudades han adquirido un peso crucial para los Objetivos del Desarrollo Sostenible. Hoy, se estima que para 2050 cerca del 70 por ciento de la población mundial vivirá en ciudades, y que gran parte de este crecimiento se producirá en urbes de África y Asia, que están viviendo una urbanización mucho más acelerada que en otros puntos del planeta. Es por ello que los principales organismos responsables de frenar los efectos devastadores del clima están haciendo hincapié en la necesidad de dedicar más recursos en planificación del uso de la tierra para que el impacto ambiental sea menor.
La FAO ya ha hecho pública su intención de apoyar al menos a tres ciudades de cada uno de los 30 países de estos dos continentes, con la intención de crear una gran infraestructura ecológica con 500.000 nuevos bosques urbanos para 2030, así como restaurar o mantener hasta 300.000 hectáreas de bosques naturales ya existentes en las ciudades del Sahel y Asia Central, y sus alrededores.
Según la propia Organización, una vez terminada, la Gran Muralla Verde para las Ciudades podría capturar entre 0,5 y 5 gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2) anualmente, reduciendo los costos de prevención y tratamiento de los efectos del cambio climático y mejorando el bienestar de los habitantes de dichas ciudades, de sus espacios cercanos y del Planeta en general.
Los bosques y árboles urbanos son determinantes a la hora de hacer frente y paliar el cambio climático a nivel mundial, y pueden hacer descender hasta 8 grados la temperatura del aire, rebajando los costes del aire acondicionado hasta en un 40 por ciento según informan en la nota de prensa. Además, otros beneficios directos serían la reducción de los flujos de aguas pluviales y la mejora de la calidad del aire, filtrando el polvo y los agentes contaminantes, según explicó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura desde Nueva York.
Preikestolen
Preikestolen
EL PULPITO DE STAVANGER (NORUEGA)
Se lo conoce como Preikestolen, y significa “el púlpito”, un nombre apropiado para una gigantesca plataforma de roca que se asoma al abismo, muy cerca de la ciudad de Stavanger, en Noruega.
En cuanto a la roca misma, se trata de un saliente que se asoma sobre el Lysefjord, con una caída vertical de 604 m. La meseta superior mide unos 25 m x 25 m. La saliente es medida cada año y no presenta mayores variaciones con el paso de los años. Sin embargo, desde el punto de vista geológico, algún día el púlpito cederá y caerá al fiordo. La caída del fiordo ocurrirá, según la leyenda, cuando cinco hermanos se casen con cinco hermanas.
La excursión al Púlpito de Roca (Preikestolen), se realiza a través de un sendero de montaña en un paisaje abrumador, en la región de Rogalán, en Noruega. Para realizar la travesía se sigue un camino a través de senderos de montaña y lagos glaciares. Partiendo de la zona situada en la base (donde aparcan los autobuses turísticos) el recorrido es de unas 4 h. Esto incluye más o menos dos horas de subida, media hora de estancia en lo alto y hora y media de bajada. Sin embargo, los tiempos de recorrido pueden variar dependiendo de la experiencia del visitante, así como de las condiciones climáticas.
En todo caso, hay tramos muy escarpados, y no debe pensarse en este trayecto como un paseo más o menos duro: no lo es, está en un nivel superior de dificultad. Sin embargo, familias con niños pequeños o gente de avanzada edad consiguen a diario realizar el recorrido. Preikestolen recibe unos 80 000 visitantes cada año, la mayoría en los meses de verano.
Preikestolen se formó durante la última edad de hielo, hace aproximadamente unos diez mil años, cuando el agua derretida de los glaciares se congeló de nuevo en las grietas de la montaña, fracturándola en enormes bloques angulares y modelando la curiosa forma de este gigantesco púlpito de roca. En la actualidad, a lo largo de esta inmensa y plana roca aún podemos observar una profunda grieta que nos indica que en un futuro Preikestolen cederá, cayendo por su propio peso a la sima sobre la que asoma, aunque las investigaciones geológicas han revelado que esto no va a suceder en un futuro cercano.
Desde la ciudad de Stavanger, conectada por aeropuerto con las principales ciudades de Noruega, parten cada día excursiones en autobuses hasta la base donde comienza la caminata hacia el Púlpito de roca. El alojamiento en la zona, incluye opciones variadas, que van desde los hoteles, hasta cabañas o camping. La excursión, recomendable para realizar en un día, nos brindará sensaciones únicas e imágenes imborrables en sintonía con un lugar capaz de erizar la piel con sus dimensiones fuera de escala.
Las vistas desde lo alto, son imponentes, aún en pleno invierno:
Pedra Pintada
Pedra Pintada
La Pedra Pintada es una roca enorme, de una longitud de unos 85 metros, una altura de 35 m y otros 30 m de ancho, donde se han encontrado pinturas rupestres y otras evidencias arqueológicas, situada en la sabana de Boa Vista, en el municipio de Pacaraima, estado de Roraima, en el norte de Brasil. Está dentro del territorio indígena San Marcos, en el cual habitan los pueblos Taurepan, Makuxi y Wapishana.1
En la pared principal de la roca (larga 100 m, alta 30 m, y ancha 30 m) hay grabados y varias pinturas rupestres que fueron estudiadas por el investigador francés Marcel Homet en el 1950. La mayoría de estas pinturas son signos de origen amazónico. En la parte posterior hay una caverna y algunos abrigos de roca. Marcel Homet encontró varios cráneos y huesos humanos pintados de rojo y por eso pensó que la caverna fue utilizada en el pasado como lugar sagrado donde guardar tumbas.2
En el levantamiento arquelógico realizado entre 1985 y 1987 se estimó que la ocupación del sitio data de hace 4.000 años3 y clasificaron las pinturas en dos estilos, Parime (abstracto) y Surumu (naturalista en tanto que los grabados rupestres se consideraron similares a los del ya caracterizado estilo Aishalton de las Antillas y el norte de América del Sur.34
No confundir con la Gruta de la Piedra Pintada, un sitio arqueológico localizado en la Sierra de Paituna, municipio de Monte Alegre, estado de Pará, Brasil
La Pedra Pintada en el estado norteño de Roraima, a pesar de su poca divulgación, esta es otra de rincones misteriosos de Brasil por la extrañeza de sus registros y por su gran importancia en la investigación arqueológica y la comprensión de la historia de nuestra tierra. Se encuentra en una región de rara belleza, asentado sobre una llanura amplia, como un enorme monumento megalítico, esperando a ser descifrados por los investigadores interesados en la historia de estas tierras brasileña más antigua.
Se encuentra a orillas del río Parimé, unos 145 km de Boa Vista, la BR-174 hacia Venezuela, en la reserva. Se asemeja a un gigantesco huevo de piedra. Habría sido cubierto por los pueblos primitivos en el pasado muy remoto, desaparecidos hace miles de años. En la grandeza de la piedra pintada y sus antiguos registros, encontramos la razón de su nombre, porque la medida que nos acercamos le ante un imponente dique de granito, llenado de pinturas, algunas de ellas alcanzando incluso sobre de 15 m de altura.
Para algunos investigadores habría aparecido en el período Mesozoico, Cretácico y Jurásico, sobre 67 y 137 millones de años. Otros envían la teoría de que la región habría sido un gran lago llamado lago Manoa y cubriendo parcialmente la roca pintada, justificando así la altura en que se encuentran ciertas pinturas grabadas en sus paredes rectilíneas. Esta teoría nos lleva a la antigua leyenda de la ciudad de oro, perdidos en la selva amazónica y bien buscado por los descubridores españoles y audaces aventureros, el misterioso El Dorado.
Detalle de pictogramas en la Pedra Pintada
Las pinturas de este insólito monumento están grabadas en pigmentos rojos, muchos de los cuales están en perfecto estado de conservación, mientras que otras, más escasas, ya se pueden ver bien manejadas por el tiempo. Alrededor de la roca pintada son otros bloques de proporciones más pequeñas, donde la piedra también puede ser vistos diseños diferentes, todo escrito en rojo brillante del pigmento y que constituyen el conjunto de lo que denomina el sitio arqueológico de Pedra Pintada.
Los sitios visitados son expresivos y variados espectáculos de pinturas en racimos en el pétreo Pedra Pintada, indican una cierta complejidad cultural de las personas que los produjeron. Por lo tanto hay variadas figuras, constan de líneas y puntos con la presencia tradicional del círculo, un símbolo del sol, circundando un símbolo menor de luna y centrada por un punto. Otros símbolos si piensan que hay representan como líneas en zigzag, secuenciales puntos, rectángulos y representaciones estilizadas de difíciles identificación.
En la parte superior, a unos 15 m de altura, representado en forma de onda, una gran serpiente, por su expresión, podría ser dos, una superposición de la otra. Es extraño que su representación ondulada sigue un patrón lógico y expresivo, como si quisiera jugar una idea bien definida o un conjunto de ideas, porque sólo allá abajo es una profusión de diversas representaciones alineadas verticalmente a su base. Pueden identificar también de pequeños soles brillantes y figuras con motivos desconocidos al lado de riesgo secuencias yuxtapuestas que nos llevan a preguntarse si tratando con cartas esporádicas o incluso una forma de escritura.
Mar Mastogloia
Mar Mastogloia
De Wikipedia
El actual Mar Báltico sufrió (y seguirá sufriendo) modificaciones en su estructura y extensión, por las diversas glaciaciones, geología, movimientos tectónicos, etc. Esto ha originado diversas denominaciones a lo largo del tiempo, según se modificaba su contorno y composición. Estas denominaciones fueron, de más antigua a más moderna: Mar de Yoldia, Lago Ancylus, Mar de Littorina, Mar Mastoglia, Mar de Linnea y el actual Báltico.
El mar de Mastogloia es una de las etapas prehistóricas del mar Báltico en su desarrollo después de la última edad de hielo. Esto tuvo lugar ca. Hace 8000 años, siguiendo la etapa del lago Ancylus y precediendo la etapa del mar de Littorina .
Nota: Las fechas utilizadas en este artículo se expresan en años de radiocarbono antes del presente (“presente” en el contexto de radiocarbono que significa, por razones históricas, el año 1950 DC). Expresado en años calendario antes del presente, todas las fechas serían varios cientos de años más antiguas.
Resumen
Hacia el final de su historia, el nivel del lago Ancylus estaba cayendo después de la formación de una nueva salida en el Gran Cinturón. El lago Ancylus alcanzó el nivel del mar ca. Hace 8500 años, marcando el comienzo del Mar de Mastogloia (Björck 1995, Donner 1995).
En este momento, el nivel global del mar aumentaba rápidamente a medida que continuaba el derretimiento de los últimos restos de las grandes capas de hielo de la edad de hielo (Fleming et al. 1998). Como resultado, algunas cantidades de agua salada comenzaron a penetrar en la cuenca del Báltico a través del estrecho danés, mezclándose en el vasto cuerpo de agua dulce. Esto dio lugar a condiciones ligeramente salobres en el Báltico. El Mar de Mastogloia lleva el nombre del género de diatomeas de agua salobre Mastogloia , cuyas especies se consideran características de los depósitos geológicos de esta etapa (Donner 1995, Eronen 1974).
El continuo aumento del nivel del mar durante la etapa del mar de Mastogloia tuvo el efecto de profundizar los estrechos que conectan el Báltico con el océano, aumentando así la afluencia de agua salada al Báltico. Un cambio hidrográfico significativo ocurrió hace 8500 años, que corresponde a cambios en las corrientes en el Skagerrak, Kattegat y el Canal de Noruega, a medida que pasan al moderno sistema de circulación en el este del Mar del Norte. Esto es una consecuencia de la apertura del Canal de la Mancha y el estrecho danés y el aumento de la afluencia de aguas del Atlántico, y el posterior desarrollo de la corriente de Jutlandia del Sur.[1]
Entre 8000 y 7000 años atrás, el Báltico se volvió claramente salobre, comenzando desde las partes meridionales más cercanas al océano y extendiéndose desde allí al centro del Báltico y finalmente al Golfo de Finlandia y el Golfo de Botnia. La llegada de condiciones marcadamente salobres marca el comienzo de la etapa del Mar de Littorina (Miettinen 2004). La etapa del mar de Mastogloia constituye, por lo tanto, una fase de transición entre la etapa del lago Ancylus de agua dulce y la etapa del mar de Littorina durante la cual el Báltico era claramente salobre (Donner 1995, Hyvärinen et al. 1988)
Estado en disputa
Muchos investigadores no han estado dispuestos a reconocer el Mar de Mastogloia como una etapa separada en el desarrollo del Mar Báltico, favoreciendo su inclusión en la etapa del Lago Ancylus o en la etapa del Mar de Littorina (Hyvärinen et al. 1988, Miettinen 2002).
En la estratigrafía de los sedimentos bálticos, la etapa de Mastogloia es difícil de detectar, ya que sus sedimentos son visiblemente idénticos a los del lago Ancylus (Donner 1995, Eronen 1983). Incluso el contenido de diatomeas fósiles de los sedimentos de Mastogloia, empleado por los investigadores como el método clave para distinguir depósitos de diferentes etapas bálticas, es ambiguo, en muchos lugares no muestra diferencias con el de los depósitos de Ancylus, y en el mejor de los casos incluye una mezcla de la Mastogloia mencionada anteriormente diatomeas en una flora típica de Ancylus (Eronen 1974). Los depósitos del Mar de Littorina, por otro lado, muestran un cambio drástico tanto en las características visibles del sedimento como en su contenido de diatomeas (Donner 1995, Eronen 1974) Por lo tanto, se podría argumentar a favor de la inclusión de la etapa del Mar de Mastogloia en el Lago Ancylus escenario. Otros prefieren incluirlo en la etapa del Mar de Littorina como una fase de transición después del establecimiento de la conexión marina (Hyvärinen et al. 1988).
Sin embargo, a pesar de estas objeciones, el concepto de un mar de Mastogloia persiste en la literatura sobre el desarrollo del mar Báltico. Se ha observado que una etapa de Mastogloia separada es útil para mantener la claridad del sistema, delimitando el período con una influencia marina innegable, aunque leve, después de la caída del lago Ancylus al nivel del mar que precede a los profundos cambios al comienzo del Mar de Littorina etapa (Eronen 1983).
Evolución de la Glaciación, y de los mares propios de la zona.
Mar de Littorina
Mar de Littorina
El actual Mar Báltico sufrió (y seguirá sufriendo) modificaciones en su estructura y extensión, por las diversas glaciaciones, geología, movimientos tectónicos, etc. Esto ha originado diversas denominaciones a lo largo del tiempo, según se modificaba su contorno y composición. Estas denominaciones fueron, de más antigua a más moderna: Mar de Yoldia, Lago Ancylus, Mar de Littorina, Mar Mastoglia, Mar de Linnea y el actual Báltico.
El Mar alrededor de 7000 años BP.
El mar de Littorina (también mar de Litorina) es una etapa de agua salobre geológica del mar Báltico, que existió alrededor de 7500-4000 BP y siguió al mar de Mastogloia, etapa de transición del lago Ancylus. El Mar de Littorina lleva el nombre del bígaro común (Littorina littorea), luego un molusco predominante en las aguas del Báltico, lo que indica la salinidad del mar.
El Mar de Littorina fue un período de transgresión y máxima salinidad durante el período más cálido del Atlántico de la climatología europea. En el óptimo, aproximadamente 4500 BP, el mar contenía el doble del volumen de agua y cubría un 26.5% más de superficie de lo que lo hace hoy. Al final del período aparecieron los accidentes geográficos modernos, incluidas las lagunas, asadores y dunas actualmente visibles.
Durante el período, el bosque caducifolio templado se movió hacia el norte para cubrir las costas y la región circundante.
Evolución de la Glaciación, y de los mares propios de la zona.
Lago Ancylus
Lago Ancylus
De Wikipedia
El actual Mar Báltico sufrió (y seguirá sufriendo) modificaciones en su estructura y extensión, por las diversas glaciaciones, geología, movimientos tectónicos, etc. Esto ha originado diversas denominaciones a lo largo del tiempo, según se modificaba su contorno y composición. Estas denominaciones fueron, de más antigua a más moderna: Mar de Yoldia, Lago Ancylus, Mar de Littorina, Mar Mastoglia, Mar de Linnea y el actual Báltico.
Ancylus Lake es un nombre dado por los geólogos a un gran lago de agua dulce que existió en el norte de Europa aproximadamente entre 9500 y 8000 años BP, siendo uno de los varios predecesores del mar Báltico moderno.
Origen, evolución y desaparición
El Lago Ancylus reemplazó al Mar de Yoldia después de que este último se separó de su consumo de solución salina a través de una vía marítima a lo largo de las tierras bajas del centro de Suecia, aproximadamente entre Gotemburgo y Estocolmo. El corte fue el resultado del aumento isostático más rápido que el aumento simultáneo del nivel del mar postglacial.[1]
En palabras de Svante Björck, el lago Ancylus “es quizás el más enigmático (y discutido) de las muchas etapas bálticas”. [2] La salida y la elevación del lago en relación con el nivel del mar estuvo durante mucho tiempo rodeada de controversia.[2] [3] Ahora se sabe que el lago estaba sobre el nivel del mar, incluido el lago Vänern, y drenó hacia el oeste a través de tres salidas en Göta Älv, Uddevalla y Otteid.[2] Como resultado del continuo levantamiento isostático de Suecia, se cortaron las salidas en el centro de Suecia. A su vez, esto provocó que el lago se volcara sobre un sustrato de labranza en lo que ahora es el Gran Cinturón en Dinamarca. Ubicado a no menos de 10 m sobre el nivel del mar, el lago comenzó a drenar hacia el mar por el llamado río Dana entre 9000 y 8900 años BP. Se cree que la formación del río Dana causó una dramática erosión de sedimentos, turberas y bosques a lo largo de su camino. Esto condujo inicialmente a una caída relativamente rápida en el nivel del lago durante cientos de años para luego continuar a un ritmo más bajo.[2] Otra consecuencia de la bajada del lago y la elevación isostática fue que se formó un puente terrestre norte-sur entre el lago Vänern y el lago Ancylus, lo que hizo del lago Vänern una cuenca separada.[2]
El lago Ancylus existió aproximadamente de 9500 a 8000 años de calibración de BP, durante todo el período boreal . El lago se convirtió en el mar de Littorina cuando el aumento del nivel del mar atravesó el río Dana formando el Gran Cinturón. Esta transformación fue gradual a medida que el agua salada había comenzado a entrar en el lago Ancylus 8800 años BP[2] [4] El agua salada que ingresó al lago se diluyó constituyendo pulsos episódicos de agua salobre. [4] Sin embargo, el final apropiado del Lago Ancylus se produjo entre 7800 y 7200 años de BP cuando Øresund se inundó, causando una entrada masiva de agua salada.[4]
Las costas del lago Ancylus se pueden encontrar hoy en c. 60 m sobre el nivel del mar en el sur de Finlandia y c. 200 m cerca del norte del Golfo de Botnia.[1]
Historia de la investigación
Descubrimiento
Ancylus Lake alrededor de 8700 años BP. La capa de hielo escandinava encogida se muestra en blanco. “Svea älv” era un estrecho dentro del lago, mientras que Göta älv formaba una salida al mar Atlántico.
En 1887, Henrik Munthe fue el primer geólogo en llegar a la conclusión de que el Mar Báltico debe haber sido un lago de agua dulce. Munthe lo hizo después de encontrar fósiles del caracol Ancylus fluviatilis en sedimentos. Si bien estos fósiles también fueron encontrados un poco antes que él por otros geólogos, pensaron que pertenecían a ríos, pequeños lagos o aguas salobres, por lo que no se dieron cuenta de la existencia del lago.[3] Los geólogos se habían suscrito hasta entonces a un esquema simple para la evolución del Mar Báltico, donde pequeños lagos de hielo locales fueron exitosos por el Mar de Yoldia que luego evolucionó directamente al Mar de Littorina. El lago fue nombrado por Gerard De Geer en 1890 después de los fósiles.[3]
Controversia
La falta de una salida obvia del lago condujo a debates intermitentes que involucraron no solo a Munthe y De Geer, sino también a Ernst Antevs, Arvid Högbom, Axel Gavelin, NO Holst y H. Hedström.[3] Como faltaba la salida, había dudas sobre si el lago Vänern había sido parte del lago o no, y sobre la posición de su salida o si realmente existía teniendo en cuenta que el lago podría haber estado al nivel del mar. 3]
Lennart von Post descubrió por accidente un pequeño cañón cerca de Degerfors en 1923, que pensó que podría ser la salida evasiva. Esto llegó con el tiempo para ser conocido como el río Svea. Von Post colaboró inicialmente con Munthe para estudiar el río Svea, pero su colaboración se desmoronó en 1927 por cuestiones personales.[3] La idea de que el cañón del río Svea era la salida del lago Ancylus gradualmente perdió terreno por las obras de Sten Florin, Astrid Cleve y Curt Fredén.[2] En 1927 Cleve, que ya era “un paria de la comunidad geológica” [5] comentó en un artículo de opinión en Svenska Dagbladet sobre una propuesta de hacer del río Svea un monumento nacional. Ella apoyó la idea de proteger el área, pero criticó la interpretación establecida de Munthe y von Post. Munthe respondió en Dagens Nyheter y el debate pasó a una disputa personal en dos cartas más de periódico en enero de 1928.[6] Cleve resumió sus ideas para el río Svea y el lago Ancylus en 1930 haciendo una teoría alternativa e intrincada que involucra movimientos tectónicos. Para 1946, había cambiado de opinión cuando propuso una teoría completamente diferente que afirmaba los cañones y baches del río Svea formados por el drenaje subglacial y no tenía nada que ver con el lago Ancylus.[3] El río Svea fue finalmente despedido en 1981 cuando se descubrió que los baches eran anteriores al lago.[2] [7]
La desaparición del río Svea llevó a los autores a fines de los años setenta y ochenta a revisar la idea de que el lago Ancylus de agua dulce estaba al nivel del mar. Otros estudios confirmaron que Vänern era parte del lago y que estaba sobre el nivel del mar, descartando la idea de un lago a nivel del mar por segunda vez.[2]
El lago Ancylus se cambia a Mar de Litorina
Hace aproximadamente 9,000 años, el nivel del océano era tan alto debido a los deshielos de los glaciares del hemisferio norte que las aguas salinas inundaron el estrecho de Dinamarca hasta el lago Ancylus. En la cuenca del Báltico, comenzó la etapa del Mar de Littorina. El mar de Littorina no llegó a las partes bajas de Saimaa.
Evolución de la Glaciación, y de los mares propios de la zona.
Mar de Yoldia ((10300 a 9500 años)
Lago Ancylus (9500 a 8000 años-7200)
Mar de Littorina (7500 a 4000 años)
Mar de Mastoglia (8000 a 7000 años)
Mar de Linnea (2500
El actual Mar Báltico sufrió (y seguirá sufriendo) modificaciones en su estructura y extensión, por las diversas glaciaciones, geología, movimientos tectónicos, etc. Esto ha originado diversas denominaciones a lo largo del tiempo, según se modificaba su contorno y composición. Estas denominaciones fueron, de más antigua a más moderna: Mar de Yoldia, Lago Ancylus, Mar de Littorina, Mar Mastoglia , Mar de Linnea y el actual Báltico.
Mar de Yoldia
Mar de Yoldia
De Wikipedia
El actual Mar Báltico sufrió (y seguirá sufriendo) modificaciones en su estructura y extensión, por las diversas glaciaciones, geología, movimientos tectónicos, etc. Esto ha originado diversas denominaciones a lo largo del tiempo, según se modificaba su contorno y composición. Estas denominaciones fueron, de más antigua a más moderna: Mar de Yoldia, Lago Ancylus, Mar de Littorina, Mar Mastoglia, Mar de Linnea y el actual Báltico.
Mar de Yoldia es un nombre dado por los geólogos a una etapa variable de agua salobre en la cuenca del mar Báltico que prevaleció después de que el lago de hielo báltico fue drenado al nivel del mar durante la glaciación de Weichsel. Las fechas para el mar de Yoldia se obtienen principalmente por material de datación por radiocarbono de sedimentos y líneas de costa antiguas y de la cronología de las varillas de arcilla. Tienden a variar hasta mil años, pero una buena estimación es 10,300 – 9500 años radiocarbono BP, equivalente a aproximadamente 11,700-10,700 años calendario BP. El mar terminó gradualmente cuando el ascenso isostático de Escandinavia cerró o casi cerró sus efluentes, alterando el equilibrio entre el agua salina y el agua dulce. El mar de Yoldia se convirtió en el lago Ancylus. La etapa del Mar de Yoldia tenía tres fases, de las cuales solo la fase media tenía agua salobre.
El nombre del mar está adaptado del nombre obsoleto del bivalvo, Portlandia arctica (anteriormente conocido como Yoldia arctica), que se encuentra alrededor de Estocolmo. Este bivalvo requiere agua salina fría. Caracteriza la fase media del mar de Yoldia, durante la cual se vierte agua salina en el Báltico, antes de la aceleración del derretimiento de los glaciares.
Descripción
El nivel del mar postglacial, combinado con el rebote isostático, dio como resultado una secuencia de lagos y mares bálticos.
El lago de hielo báltico, el mar de Yoldia, el lago de Ancylus y el mar de Littorina son cuatro etapas reconocidas en la progresión posglacial de la cuenca del Báltico; también hay períodos de transición que pueden considerarse como etapas secundarias. [1] Desde la más antigua hasta la más reciente, ejecutan:
- El Lago Báltico de Hielo – lago proglacial de agua dulce con un nivel superior al nivel del mar – embalsada por hielo glacial hasta que la presa de hielo se liberó en la ladera norte de las tierras altas de Billingen – el nivel del lago luego cayó ~ 26 metros al nivel del mar – ~ 10,000 años antes el presente (BP). [1]
- Período de transición: entre el lago de hielo del Báltico y el mar de Yoldia hubo una etapa transitoria del lago antes de la entrada de agua salada. Esto duró ~ 300 años (en el registro geológico se observan 292-309 varvas de deposición anual, dependiendo de dónde se mida).[1]
- El mar de Yoldia, una conexión de corta duración con el mar a través del centro-sur de Suecia sobre el estrecho de Närke, aproximadamente de 10,000 a 9,600 BP.[1] [2]
- El lago Ancylus: creación de un lago de agua dulce a través del levantamiento, que bloqueó el estrecho de Närke: 9.600 a 7.800 ΒP. [1]
- El Mar de Littorina: con el aumento del nivel del mar y la inmersión del estrecho de Øresund, el Báltico se comunicó nuevamente con el Mar del Norte desde ~ 7.800 ΒP hasta el presente. [1] Esto a veces se divide en subetapas:
- El Mar de Mastogloia, un subgrupo que a veces se usaba para distinguir el período entre 8000 y 7000 años atrás, cuando el Báltico se volvió claramente salobre, durante este período se estableció la circulación del estrecho del Canal de la Mancha y el Danés, aumentando la afluencia del agua del Atlántico.
- El Mar de Limnea, una subestación que a veces se usa para distinguir la transición del Mar Báltico a una fase más estancada, que actualmente existe: alrededor de 2.500 BP.[1]
El lago báltico de hielo llegó a su fin cuando se desbordó por el centro de Suecia y se drenó, un proceso que se completó en aproximadamente 10.300 BP (años de radiocarbono). Los estrechos a través de la actual región de Estocolmo (a través del lago Vänern y el estrecho de Närke) hasta el Atlántico eran la única salida en ese momento. Cuando el nivel del lago alcanzó el nivel del mar, la diferencia en la salinidad causó un flujo de retorno desde el Mar del Norte, creando regiones salinas en las que floreció el bivalvo marino Yoldia. Esta fase duró hasta aproximadamente 10,000 BP.[3]
Posteriormente, el aumento de la fusión del glaciar proporcionó agua dulce adicional y el lago se estratificó (meromíctico), con agua salada en el fondo y fresca en la parte superior. Durante la vida del mar y de un lugar a otro, la salinidad fue variable. Es discutible si es posible hablar de etapas de salinidad que se apliquen uniformemente a todo el mar.[3]
Aproximadamente a 10,000 BP, la salida continuó subiendo y el lago / mar rompió a través de Dinamarca creando los primeros canales del Gran Cinturón. La apertura total tenía menos de 1 km de ancho e incluía dos canales en el extremo norte. Los canales del Gran Cinturón fueron bloqueados nuevamente por el aumento de la tierra del rebote post-glacial que creó el Lago Ancylus.[3]
Geográficamente, el Golfo de Botnia permaneció bajo el hielo. El golfo de Finlandia estaba abierto, pero la mayor parte de Finlandia era un archipiélago, sobre el cual se extendían gradualmente los desechos transportados por las corrientes glaciares. Un puente terrestre unía Alemania al sur de Suecia a través de Dinamarca. Aliviada de su peso de hielo, Finlandia se levantó gradualmente y de manera desigual del mar. Algunas partes de la costa de Yoldia están hoy sobre el nivel del mar, mientras que otras partes permanecen debajo. El mar de Yoldia hacia su final estaba a unos 30 metros por debajo del nivel actual del mar. Un canal en la ubicación del río Neva conectaba el mar de Yoldia con el lago Ladoga.[3]
El mar de Yoldia existió completamente dentro del período Boreal Blytt-Sernander . Los bosques y especies que bordean sus costas eran boreales. Las culturas mesolíticas continuaron ocupando Dinamarca / sur de Suecia y las costas meridionales del mar. El mar como sistema ecológico llegó a su fin cuando Escandinavia se levantó lo suficiente como para bloquear el flujo a través del área de Estocolmo y el equilibrio salino cambió nuevamente hacia una ecología lacustre.[3]
Evolución de la Glaciación, y de los mares propios de la zona.
Meseta de las Mascareñas
Meseta de las Mascareñas
La Meseta de las Mascareñas es una meseta oceánica situada al este de Madagascar que se extiende alrededor de 2000 kilómetros a lo largo entre las Seychelles al norte hasta la isla de Reunion en el sur. De este modo, cubre un espacio 115000 kilómetros cuadrados, con lo que es la meseta más grande del Océano Índico, que ocupa en el centro-oeste, a una profundidad de entre 8 y 150 metros que contrastan con la profundidad del lecho de 4000 m.
La meseta formaba parte del área oriental de Gondwana, un “supercontinente” surgido hace 600 millones de años, que comenzó a fracturarse en el período jurásico. La meseta se sitúa al este de Madagascar y al sudoeste del Océano Índico, y actualmente se extiende en un arco hasta el norte de las islas Seychelles. Situándose en ella los restos del antiguo y pequeño continente prehistórico desgarrado al que bautizaron como Mauritia bajo las tierras emergidas de las islas Mauricio y Reunión.1
Luego de sucesivos desprendimientos que dieron lugar a Madagascar, India, Australia y la Antártida, que derivaron hasta ocupar sus actuales posiciones, un pedazo de esas masas continentales a la deriva, empezó a hundirse, por periodos de tiempo, estando emergida por última vez según estimaciones, hace unos 6000 años, cuando el nivel del mar bajó 130 metros durante la última glaciación.
La meseta de las Mascareñas, como Zealandia, son los restos de un continente casi sumergido, que se hundió después de separarse de India hace 60-85 millones de años. La mayor parte está hundida bajo el océano Índico, excepto el área de las Seychelles graníticas, que ocuparía las áreas montañosas remanentes que no se sumergieron. Las extensas islas situadas sobre la meseta corresponden a erupciones volcánicas que recubrieron la meseta o a crecimientos coralinos en las aguas poco profundas.
Fue un continente prehistórico, cuyos fragmentos quedaron tapados en parte por erupciones volcánicas y disimulados bajo una espesa capa de lava.
Kerguelen
Meseta Kerguelen
En azul claro, la meseta Kerguelen emergiendo del fondo marino (azul oscuro). En rojo, el continente antártico.
La Meseta Kerguelen es una meseta submarina de origen volcánico, situada en el océano Índico meridional. Se encuentra a unos 3.000 km al suroeste de Australia, extendiéndose a lo largo de 2.200 km en dirección noroeste-sudeste, con un tamaño superior al millón de kilómetros cuadrados, unas tres veces la superficie de Japón.
El origen de la meseta se debe al Punto Caliente de Kerguelen, que comenzó a funcionar tras la ruptura de Gondwana hace unos 130 millones de años. La meseta emerge sobre la superficie oceánica formando las islas Kerguelen y las islas Heard y McDonald, donde todavía se aprecia vulcanismo de forma intermitente.
Accidentes geográficos similares en la región
En el océano Índico sur y oriental existen varias estructuras geológicas relacionadas con fenómenos magmáticos ligados con puntos calientes que han sido asociados a plumas del manto. Estas zonas que han sufrido fenómenos magmáticos intensos en un tiempo breve en términos geológicos, con gran acumulación de rocas ígneas, son conocidas como gran provincia ígnea o por su acrónimo en inglés, LIP (Large Igneous Province).
La meseta volcánica submarina denominada Dorsal Broken está situada entre la Dorsal Oceánica Índica y el extremo oeste de Australia. Esta meseta menor o dorsal estuvo en un momento contigua a la Meseta Kerguelen antes de la apertura (rifting) producida por la dorsal mediooceánica.
Al norte de la Dorsal Broken se encuentra también la dorsal lineal asísmica conocida como Dorsal Noventa Este, que continúa con rumbo prácticamente norte hacia el Golfo de Bengala. Ésta dorsal es el mejor ejemplo existente de dorsal asísmica lineal y, como tal, se considera la traza dejada en la corteza oceánica por un punto caliente del manto, al desplazarse ésta sobre él.
Historia
La Meseta Kerguelen se empezó a formar hace unos 110 millones de años a partir de una serie de grandes erupciones volcánicas. La presencia de capas de suelo en el basalto con inclusiones de restos vegetales carbonosos y de conglomerados con cantos de gneis indican que gran parte de la meseta estuvo por encima del nivel del mar y por ello constituyó un microcontinente en tres momentos diferentes dentro del periodo comprendido entre los -100 y los -20 millones de años.
El también llamado continente Kerguelen podría haber tenido flora y fauna tropicales hace alrededor de 50 millones de años. Finalmente se hundió hace 20 millones de años y ahora está a profundidades de hasta 1 o 2 km por debajo del nivel del mar. Tiene rocas sedimentarias similares a las encontradas en Australia y la India, sugiriendo que estuvieron alguna vez conectados.
El continente sumergido de Kerguelen. Imagen a partir de Regional petroleum geology of Australia
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