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Naturaleza

Gran Adriá

Gran Adria

Un continente perdido quedó preservado en montañas del Mediterráneo

MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) –

Un trozo de corteza continental del tamaño de Groenlandia, que una vez se separó del norte de África, se hundió en el manto de la tierra bajo el sur de Europa. Restos del continente perdido del Gran Adria han sido identificados por geólogos de varios países al investigar todas las cadenas montañosas desde España hasta Irán en detalle durante diez años. Los resultados de la investigación se publican en la prestigiosa revista Gondwana Research.

Derechos de autor de la imagen Gentileza Douwe van Hinsbergen Image caption El continente de Gran Adria chocó contra el sur de Europa hace entre 100 y 120 millones de años.

Hay restos de este continente perdido en más de 30 países. Pero solo ahora un grupo de geólogos logró reconstruir su historia.

“La mayoría de las cadenas de montañas que investigamos se originaron en un solo continente que se separó del norte de África hace más de 200 millones de años”, dice en un comunicado el investigador principal Douwe van Hinsbergen, profesor de Tectónica Global y Paleogeografía en la Universidad de Utrecht. “La única parte restante de este continente es una franja que va desde Turín a través del mar Adriático hasta el talón de la bota que forma Italia”. Los geólogos se refieren a esa área como “Adria”. Van Hinsbergen ha llamado al continente perdido “Gran Adria”.

La masa terrestre ya había sido detectada por ondas sísmicas en el pasado, pero el estudio de sus restos y la reconstrucción de su historia no tiene precedentes.

Los únicos restos visibles del continente son piedras calizas y otras rocas en cadenas montañosas

Pero la mayor parte del continente se encuentra sepultada bajo el sur de Europa.

La mayor parte de este continente estaba situado bajo el agua y formaba mares tropicales poco profundos en los que se depositaban sedimentos, por ejemplo en grandes arrecifes de coral. Las rocas sedimentarias, en particular, fueron raspadas cuando el resto del continente se subdujo al manto. Estas raspaduras son ahora los cinturones de montaña de los Apeninos, partes de los Alpes, los Balcanes, Grecia y Turquía.

La región mediterránea está geológicamente entre las regiones más complejas de la Tierra. La tectónica de placas, la teoría que explica la formación de continentes y océanos, supone que las diversas placas de la Tierra no se deforman internamente cuando se mueven unas con respecto a otras a lo largo de grandes zonas de falla. Sin embargo, en la región mediterránea, y especialmente en Turquía, ese no es el caso.

“Es simplemente un desastre geológico: todo está curvado, roto y apilado. Comparado con esto, el Himalaya, por ejemplo, representa un sistema bastante simple. Allí puede seguir varias líneas de falla grandes en una distancia de más de 2.000 kilómetros”, explica el autor del estudio.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-49649848

https://www.vix.com/es/ciencia/219376/descubrieron-un-continente-perdido-bajo-europa-y-su-historia-es-fascinante

Colisión con Europa

Gran Adria tiene una historia violenta y complicada, según Van Hinsbergen.

El continente se convirtió en una masa separada cuando se desprendió del supercontinente Gondwana, que comprendía lo que es actualmente América del Sur, África, Australia, Antártica, el subcontinente indio y la Península Arábiga.

Derechos de autor de la imagen Gentileza Douwe van Hinsbergen Image caption Estas rocas de piedra caliza en las montañas Taurus en Turquía son restos visibles de Gran Adria.

Luego de esa fractura, que tuvo lugar hace cerca de 240 millones de años, el continente de un tamaño similar a Groenlandia comenzó a desplazarse hacia el norte.

Hace unos 140 millones de años el continente estaba sumergido en gran parte bajo un mar tropical, donde los sedimentos acumulados se transformaron en roca.

Y hace entre 100 y 120 millones de años esta gran masa chocó con lo que es actualmente Europa y su corteza se hizo añicos.

Gran parte de Gran Adria acabó deslizándose debajo de Europa, pero algunas rocas del continente perdido, que fueron “raspadas” en la colisión, fueron esparcidas en la superficie terrestre.

Derechos de autor de la imagen Science Photo Library Image caption Hace 258 millones de años, el supercontinente llamado Pangea no se había dividido aún entre Laurasia, al norte, y Gondwana al sur.

Si bien la colisión tuvo lugar a velocidades no mayores de 3 o 4 centímetros por año, esa presión fue suficiente para destrozar la corteza de 100 km de profundidad y enviar el resto del continente a grandes profundidades en el manto terrestre.

Los científicos señalan que partes de Gran Adria se encuentran a unos 1.500 km de profundidad.

Más de 200 millones de años después, la historia de Gran Adria ha sido reconstruida paso a paso por los geólogos de universidades de Utrecht y de Oslo, y del Instituto de Geofísica ETH, en Zúrich (Suiza).

“Todo está curvado, fracturado y apilado”

Los investigadores estudiaron la edad de las rocas y constataron la dirección de campos magnéticos atrapados en ellas.

Una de las mayores dificultades para estudiar el continente perdido es que las rocas están tan dispersas.

Y solo en la última década los científicos han contado con el software necesario para una reconstrucción geológica tan compleja, según explicó Van Hinsbergen.

“La región del Mediterráneo es simplemente un desorden desde el punto de vista geológico”, afirmó el investigador.

“Todo está curvado, fracturado y apilado”.

El hundimiento de este microcontinente, y los consiguientes movimientos tectónicos de la evolución de la Tierra, dieron posteriormente lugar a la aparición de diversos mares-océanos, como el Océano Paratetis (34 a M.años), el Mar de Panonia (10 M.años), y al final el Mediterráneo, que después de diversas vicisitudes llegó a su estado actual.

Mega Pacífico

Mega Pacífico

El Pacífico será el único océano de la Tierra en el futuro, según científicos

Científicos de la Universidad de Curtin, en Australia, aseguraron que posiblemente el océano Pacífico el cual es la parte del océano mundial de mayor extensión de la Tierra, se expandirá hasta convertirse en el único “superocéano” del nuevo “supercontinente”.

Según un estudió realizado por los investigadores, los “supercontinentes” se concentraron y se separaron mediante dos procesos alternos denominados como “introversión” y “extroversión”.

En este sentido, durante el primero de estos procesos, el continente comienza a dividirse en masas de tierra separadas por un nuevo océano interno, donde se activan procesos de subducción, haciendo que la corteza oceánica se sumerja en el caliente manto de la Tierra y el océano vuelve al interior del planeta. Los continentes se reúnen y forman un nuevo supercontinente rodeado por el mismo superocéano que estaba allí antes.

En cuanto al proceso de extroversión, los procesos de subducción ocurren en el superocéano el cual rodea un supercontinente, mientras que el océano interior se transforma en un nuevo superocéano que rodea este nuevo supercontinente.

Por otro lado, según revelaron los especialistas australianos, el supercontinente Pangea, el cual existió aproximadamente 335 millones de años, y el cual agrupaba la mayor parte de las tierras emergidas del planeta, se formó cuando el supercontinente Rodinia, el cual existió hace 1.100 millones de años, se volvió del revés a consecuencia de fuerzas tectónicas y consumió el superocéano que lo rodeaba a través del proceso de la extroversión.

El supercontinente Rodinia, se formó a través del proceso de introversión tras la fragmentación del anterior supercontinente Nuna, mejor como Columbia, el cual existió, aproximadamente unos 1.800 millones de años, según reseñó Russia Today.

Cabe destacar que tanto la reunión como la separación de los supercontinentes antiguos, se produjo mediante de ciclos alternados que duraban uno 600 millones de años, explicó el principal investigador del estudio, Zheng-Xiang Li.

Existen, fundamentalmente, cuatro escenarios probables para dicha formación: Novopangea, Pangea Última, Aurica y Amasia. Cómo se pudiera formar cada uno depende de diferentes factores, pero todos están relacionados con el modo en que Pangea se separó y con el movimiento actual de los continentes.

Todo el mundo está de acuerdo en que si se elija cualquiera de esas posibilidades, como futuro posible, se llegará a un gran mar al que se le denomina Mega Pacífico.

Algunos sugieren otra posibilidad, intermedia, como el Super Atlántico.

Novopangea

Amasia

Mar de los Sargazos

Mar de los Sargazos

Mapa del mar de los Sargazos, con indicación de las corrientes marinas circundantes

El mar de los Sargazos es una región del océano Atlántico septentrional que se extiende entre los meridianos 70º y 40º O y los paralelos 25º a 35º N, y que en los siglos XVII y XVIII tuvo la tétrica fama de ser lugar de cementerio de buques de navegación a vela. Es el único mar definido por características físicas y biológicas sin incluir la presencia de costas.

De Wikipedia

Características físicas

El sector, con una superficie total —aunque variable— de 3 500 000 km², se caracteriza por la frecuente ausencia de vientos o corrientes marinas, y la abundancia de plancton y algas, estas últimas formando «bosques» marinos superficiales que pueden extenderse de horizonte a horizonte y que constituyeron junto a las «calmas chichas»1​ un formidable escollo para la navegación desde la época del descubrimiento de América. Las corrientes circundantes se interceptan tangencialmente impulsando las aguas interiores en lentos círculos concéntricos de sentido horario, cuyo amplio centro no tiene movimiento aparente y es de una calma eólica notable. En efecto, el área, de forma ovalada, es de límites difusos ya que no baña tierra firme —con la única excepción de las islas Bermudas—, y sus límites los constituyen importantes corrientes oceánicas: al Oeste la corriente del Golfo, al Norte la corriente del Atlántico norte y al Sur una de las corrientes ecuatoriales.

Las corrientes que lo circundan determinan un sistema de aguas superficiales relativamente cálidas que se mueven muy lentamente en sentido horario, sobre las aguas más profundas del océano, mucho más frías y densas. Esta estratificación del agua por densidades, provocada por la diferencia de temperatura, tiene importantes consecuencias ecológicas. En las aguas superficiales, donde llega la luz, abunda el plancton vegetal, que consume sales como los fosfatos y nitratos. Debido a la diferencia de densidad, el agua de la superficie apenas se mezcla con el agua fría y rica en minerales de las capas inferiores, que podría reponer las sales consumidas. Por esta razón, en las regiones superiores del mar de los Sargazos apenas existe vida animal, y carecería de interés biológico si no fuera por el alga que le da el nombre, el sargazo (género Sargassum), que forma grandes campos, rebosantes de organismos marinos.

El mar de los Sargazos fue uno de los descubrimientos de Cristóbal Colón en su primer viaje a América y en el siglo siguiente se comenzó a gestar fama de cementerio de barcos.

Historia de su denominación

Alga de sargazo.

Fueron los navegantes portugueses quienes pusieron el nombre al alga y al mar. El sargazo es un alga que forma grandes conjuntos enmarañados, que se mantienen a flote por medio de vejigas llenas de gas, y se extienden hasta el horizonte. Con frecuencia, los barcos portugueses se veían frenados por las algas, e incluso llegaban a quedar atascados en ellas, lo que daba a las tripulaciones tiempo de sobra para estudiarlas. Como estos hombres venían de un país donde abundan las vides, los conjuntos de vejigas de gas de aquella planta les parecieron racimos de uvas de una variedad denominada salgazo. Así fue como el mar de los Sargazos adquirió su nombre. El sargazo desciende de un tipo de alga que suele crecer adherida a las rocas cerca de la costa, pero se adaptó del todo a la vida pelágica y ahora flota en las capas superiores del océano.

El mar de los Sargazos, de forma ovalada o elíptica, se localiza en el Atlántico norte. Al oeste se encuentra la Corriente del Golfo, al este la corriente de Canarias y al sur la Corriente Ecuatorial del Sur. Ocupa casi dos terceras partes del océano con sus 5.2 millones de km2, 1,107 kilómetros de anchura y 3,200 kilómetros de longitud. Las únicas masas de tierra dentro de su espacio natural son las islas Bermudas.

La corriente del Golfo impide que el agua caliente del mar de los Sargazos se desborde hacia aguas más frías que se encuentran fuera de sus límites. La profundidad es variable; en algunas zonas registra unos 1,500 metros y en otras alcanza 7,000 metros.

Formación

Como parte del océano Atlántico, el origen del mar de los Sargazos está ineludiblemente ligado a este, que se formó a partir de los procesos geológicos en la corteza del extinto océano Tetis. Una grieta en Pangea, entre lo que hoy son Norteamérica y África, abrió un espacio en el que se vació agua de Tetis y conformó parte del norte del océano Atlántico hace más de 100 millones de años. La fragmentación de Gondwana durante el Cretácico medio abrió el Atlántico sur, y todo el océano continuó creciendo durante la era Cenozoica. El fondo y las islas que emergen del agua fueron formados por actividad volcánica.

En realidad, el mar de los Sargazos es un giro anticiclónico en el centro del norte del Atlántico que se mueve en el sentido de las agujas del reloj, como producto de las corrientes oceánicas que lo rodean. Es parte del Giro del Atlántico Norte.

Biodiversidad

Las características de sus aguas lo hacen un mar singular. La alta salinidad y los bajos niveles de nutrientes impiden que el plancton, parte esencial de la cadena alimentaria marina, pueda sobrevivir, por lo que no existe gran diversidad de peces o de otros tipos de animales. Por estos motivos, se le ha descrito como un desierto biológico marino.

Sus habitantes más notables son los sargazos, que en conjunto han creado el ecosistema permanente de algas flotantes más grande del norte, y el que despierta gran fascinación entre los biólogos. Grandes parches de estos organismos suelen verse flotando en la superficie, debido al efecto del giro, que concentra los materiales en el centro, y a sus propias vejigas llenas de gas. Conforman el hogar de más de 60 especies de seres vivos, en especial pequeños cangrejos y peces como el atún rojo.

Línea de sargazo.

Hay 10 especies endémicas de los bosques flotantes de algas, entre ellas: el cangrejo Planes minutus, el camarón Latreutes fucorum, el pez Syngnathus pelagicus, la anémona Anemonia sargassensis, el molusco Scyllaea pelagica, el caracol Litiopa melanostoma, los anfípodos Sunampithoe pelagica y Biancolina brassicacephala y Hoploplana grubei, un platelminto. Además, se reconocen más de 145 especies de invertebrados que viven en estrecha asociación con los sargazos.

Es de especial interés el papel que el mar juega en el desove de la anguila americana (Anguilla rostrata) y la anguila europea (Anguilla anguilla), cuyas larvas emergen desde ahí y después viajan hacia sus lugares de origen, hasta que años después regresan para poner sus propios huevos. No obstante, no se conocen bien sus patrones de migración y no se sabe de ninguna anguila adulta que viva en el mar. El marlín blanco (Kajikia albidus), el tiburón cailón (Lamna nasus) y el pez dorado (Coryphaena hippurus) también desovan en sus aguas.

Las tortugas caguamas (Caretta caretta) se han visto entre los sargazos, posiblemente para protegerse de los depredadores. Asimismo, ballenas jorobadas visitan las aguas cercanas a las Bermudas durante su migración. En general, el mar de los Sargazos es una región marina que ofrece zonas de desove, hábitats, zonas de alimentación y rutas de migración a muchas especies.

Amenazas

Así como concentra gran cantidad de sargazo debido al giro como producto de las corrientes, almacena también basura. El mar de los Sargazos está amenazado por la contaminación por basura, sobre todo residuos plásticos, por el vertido de sustancias químicas, por el impacto de la navegación (tráfico) cuando esta perturba los hábitats de las especies, y la sobrepesca o explotación excesiva de otras especies marinas. Todo esto es a pesar de su lejanía con las costas. Incluso, se cree que en un futuro podría ser afectado por la recolección de abundante sargazo, el organismo clave, y que el cambio climático llevaría a la acidificación.

La importancia biológica del mar es importante para la vida natural en el Atlántico norte. Se ha establecido algunos acuerdos para protegerlo; uno de los últimos se llevó a cabo en 2014 cuando los gobiernos de Bermudas, Reino Unido, Mónaco, Estados Unidos y las islas Azores firmaron una declaración que los compromete a cuidarlo, conocida como la Declaración de Hamilton.

En la cultura popular

Las características singulares del mar de los Sargazos, con una extensión equivalente a un tercio de la superficie de Estados Unidos constituyó un formidable escollo para la navegación a vela, inspirando innumerables leyendas y mitos sobre las que posteriormente se crearon obras de ficción:

Mar de Champlain

Mar de Champlain

El mar de Champlain

El mar de Champlain fue un entrante temporal del océano Atlántico en la costa noroccidental de América del Norte creado por los glaciares en retroceso al final de la última edad de hielo.12​ El mar ocupaba tierras en lo que hoy son las provincias canadienses de Quebec y Ontario, así como partes de los estadounidenses estados de Nueva York y Vermont.3

La masa de hielo de las capas de hielo continentales había deprimido la roca bajo ella durante milenios. Al final de la última edad de hielo, mientras la roca todavía estaba deprimida, los valles del río San Lorenzo y del río Ottawa, así como el actual lago Champlain, estaban por debajo del nivel del mar y fueron inundados una vez que el hielo ya no impedía que el océano fluyera en la región.4​ A medida que la tierra se fue elevando poco a poco de nuevo (un proceso conocido como rebote isostático), la costa del mar se fue retirando gradualmente a su ubicación actual.

El mar se extendió desde hace unos 13.000 años hasta hace unos 10.000 años y se fue reduciendo de forma continua durante ese tiempo, a medida que los rebotes del continente lo elevaban lentamente sobre el nivel del mar. En su apogeo, el mar se extendía en el interior al sur hasta el lago Champlain; al oeste, poco más allá de la actual ciudad de Ottawa, Ontario; y al norte, más arriba del río Ottawa pasado Pembroke.5​ Los glaciares que permanecieron alimentaron ese brazo de mar durante un tiempo, por lo que era más salobre que el habitual agua de mar. Se estima que el mar estaba hasta 150 m sobre el actual nivel de los ríos San Lorenzo y Ottawa.6

La mejor evidencia de este antiguo mar es la gran llanura de barro depositado a lo largo de los valles de los ríos Ottawa y San Lorenzo.7​ Esto dio lugar a tipos de bosque distintivos8​ y grandes humedales. Otra evidencia moderna de ese mar se puede ver en la forma de fósiles de ballenas (belugas, ballenas de aleta,9​ y ballenas de Groenlandia) y conchas marinas10​ que se han encontrado cerca de las ciudades de Ottawa (Ontario) y Montreal (Quebec). También hay fósiles de peces oceánicos como capelán.11​ El mar también dejó antiguas líneas de costa en las antiguas regiones costeras y yacimientos de arcilla Leda en las zonas de aguas más profundas.12

La ribera norte del lago se encontraba en el sur de Quebec, donde los afloramientos del escudo canadiense forman el escarpe Eardley. Este escarpe todavía tiene plantas distintivas que pueden datarse hasta el mar.13​ El escarpe Eardley es conocido localmente como colinas de Gatineau (parte de la falla Mattawa en el borde sureste del graben Ottawa-Bonnechere, en el este de Ontario y la región Outaouais de Quebec, más comúnmente conocida como el Valle de Ottawa).

Era un ambiente estéril, frío e inhospitalario.  No sabemos si hubo seres humanos en la región en ese tiempo.

Mar de Panonia

Mar de Panonia

El mar de Panonia durante el Mioceno.

El mar de Panonia fue un mar somero localizado en el área conocida como Llanura Panónica en Europa Central.1​ Se formó hace unos 10 millones de años cuando Paratetis quedó aislado y se dividió en varios mares, siendo el mar de Panonia uno de ellos. El mar de Panonia existió durante el Plioceno, cuando tres a cuatro kilómetros de sedimentos marinos se depositaron en la cuenca de Panonia.

Historia

Paratetis se formó durante la transición entre el Oligoceno y el Mioceno (hace 34 millones de años) como una extensión del océano Tetis. La conexión entre los dos mares se interrumpió y el océano Tetis desapareció paulatinamente bajo Asia Occidental, permaneciendo únicamente Paratetis como los restos de este gran océano. El mar de Panonia formó parte de Paratetis, separándose y convirtiéndose en un mar independiente durante la última parte del Mioceno, hace alrededor de 10 millones de años. El mar de Panonia estaba conectado con el mar Mediterráneo a través del territorio contemporáneo del golfo de Rona, Baviera y la cuenca de Viena.

A través del estrecho de Đerdap, el mar de Panonia se conectaba con otro mar localizado en la cuenca de Valaquia. Durante el período con mayor nivel del mar, el panónico alcanzó la zona contemporánea del sur de Serbia: un golfo del mar Panónico localizado en el valle de Morava que se extendía hasta la depresión de Vranje, conectaba con el mar Egeo a través del valle de Preševo.

El mar Panónico existió como mar independiente durante cerca de 9 millones de años. Sus últimos restos desaparecieron en la mitad del Pleistoceno, hace unos 600.000 años, mucho después de que desapareciese el océano Tetis. El agua del mar Panónico fluyó a través del desfiladero de Đerdap en el río Danubio, dejando una amplia llanura conocida como la Llanura Panónica. Los restos de las antiguas islas del mar Panónico constituyen las Montañas de las Islas Panonias (Montañas de Fruška Gora y Montañas de Vršac).

La llanura panónica es una gran llanura de la Europa Central originada tras la desecación durante el Plioceno del mar Panonio. El precursor de la actual llanura fue un mar superficial que alcanzó una amplia extensión durante el Plioceno, depositando de 3 a 4 km de sedimentos.

El río Danubio desagua la llanura panónica, discurriendo por su parte central. La llanura panónica es un subsistema geomorfológico del sistema Alpes Himalaya.

La llanura corresponde a varios países: Hungría, que ocupa su parte central, la República de Serbia (Vojvodina), República de Croacia (Croacia central y Eslavonia), el oeste de Eslovaquia (Tierras Bajas de Eslovaquia Oriental, el extremo sudoeste de Ucrania), las regiones fronterizas del norte de Bosnia y Herzegovina, Rumania (el oeste de Transilvania), así como el este de Eslovenia y Austria.

La llanura de Panonia se puede definir como la porción de tierra que surge al desaparecer la el mar de Panonia. De ahí que la formación de la Plana de Panonia se puede dividir en dos fases: por un lado la creación del Mar de Panonia y por otro la desaparición de este dando lugar a la Plana de Panonia.

Hace una 240 millones de años a finales del Pérmico, la placa de Cimmeria (hoy en día corresponde parcialmente a la superficie de Turquía, Irán, Tibet y partes de Asia sudoriental) se separó de Gandwana (que en este momento forma parte de Pangea). 60 millones de años después chocaría con Eurasia. Durante este tiempo se fue creando el océano Tetis antecedente del mar de Panonia.

Hace 90 millones de años, durante el cretácico superior, La India comenzó a separarse de África y inició su avance hacia Eurasia. Unos 40 millones de años después, es decir, 50-55 millones de años, la India, comenzó a chocar con Asia formando el Tíbet y el Himalaya.

Este desplazamiento originó la progresiva reducción del Océano Tetis que como consecuencia de la colisión, su parte derecha se cerró, continuando así el proceso de reducción que ya había tenido lugar en gran medida. El límite occidental pasó a llamarse Mar de Tetis, amplio y abierto que inundaba grandes extensiones de Europa y del Norte de África. Europa era entonces un archipiélago de islas, con mares poco profundos. El siguiente momento significativo lo encontramos hace 34 millones de años cuando tiene lugar la orogenia alpina, que dio lugar a los Alpes y los Cárpatos.

Como consecuencia se formó el mar Paratetis, que se separó del Mar de Tetis debido a este movimiento orogénico. El Paratetis extendía del Sur de Europa desde la región Norte de los Alpes hasta el Mar de Aral. La combinación de la caída del nivel del mar y la elevación tectónica dio lugar a una gran regresión del mar y la formación de una barrera entre el Océano Tetis y el Paratetis. La aparición del mar de Panonia ya era muy cercana. Hace 20 millones de años el mar Paratetis abarcaba una amplia zona de Europa central y Asia occidental. Esta zona era cambiante. Al oeste incluía en algunas etapas de la cuenca de Molasse (lado norte de los Alpes), la cuenca de Panonia, el actual Mar negro y desde allí se extendía hasta el este hasta la posición actual del Mar de Aral. Existía una buena conexión con el Mediterráneo, que posteriormente se interrumpió.

Dentro de este periodo de 20 millones de años se pueden diferenciar dos con una extensión aproximada de unos 10 millones de años cada uno. En el segundo de estos periodos y durante el Plioceno, el mar Paratetis se quedó aislado y se fue dividiendo en varios mares interiores progresivamente separados entre sí: Mediterráneo, Negro, Caspio, Aral. El mar de Panonia que surgió como consecuencia de este proceso de división hace unos 10 millones de años. También en este periodo tuvo lugar la desecación parcial del Mar mediterráneo en la llamada crisis salina del Mesinense “hace 5,59 millones de años, fenómeno del que se trata parcialmente en el segundo apartado de este punto por la incidencia que pudo tener en el proceso de desaparición del Mar de Panonia. El Mar de Panonia existió como mar independiente durante 9 millones de ‘años aproximadamente. El proceso de su desaparición finalizó, Ya avanzado el Pleistoceno y culminaría unos 600.000 años mucho después de que desapareciera el Océano Tetis.

Es decir, el mar de Panonia se formó durante el Plioceno como consecuencia del roce descrito. Cuando desapareció, dejó de 3 a 4 km de sedimentos marinos depositados en la Cuenca de Panonia. Actualmente sólo quedan los mares Negro, Caspio, y Aral, que en épocas anteriores fue un importante mar interior.

En la cultura popular

En 1979, el cantante serbio Đorđe Balašević lanzó un single llamado Panonski Mornar (marinero panoniano).

Mar epicontinental de Sudamérica

Mar epicontinental de Sudamérica

Un mar epicontinental es una masa de agua salada con una gran extensión pero con escasa profundidad que se extiende sobre una plataforma continental.

Mar Argentino, un ejemplo de mar epicontinental.

Los mares epicontinentales se suelen asociar con las ingresiones marinas de principios del Cenozoico. Pueden ser cálidos o fríos: de hecho, a finales de la última era glacial todavía quedaban unos cuantos, cuando el aumento del nivel del mar superaba la velocidad de isostasia en algunas zonas. Un importante mar epicontinental en la prehistoria, concretamente entre el Mesozoico y Cenozoico, fue el estrecho de Turgai, que separaba el continente europeo del sureste asiático.

En la actualidad, los mares epicontinentales suponen un gran aprovechamiento económico, ya que en ellos la posibilidad de pesca es muy grande. Se asientan sobre plataformas continentales, con lechos marinos a una profundidad media de 200 m o menos. Ejemplos significativos de mares epicontinentales actuales son el golfo Pérsico, el mar del Norte, el mar Argentino, la bahía de Hudson y el mar de China Oriental.

El mar epicontinental de Sudamérica en el Mioceno Medio.

Paratetis

Mar Paratetis

Paleogeografía de la región mediterránea durante el Oligoceno. Paratetis se va cerrando (en el sur de Europa) y es sustituido por el mar Mediterráneo (al norte de África).

El Mar de Tetis quedó dividido en dos, Paratetis al Norte y el Mediterráneo al Sur.

El océano de Paratethys, el mar de Paratethys o simplemente Paratethys fue un gran mar interior poco profundo que se extendía desde la región al norte de los Alpes sobre Europa Central hasta el Mar de Aral en Asia Central. El mar se formó durante la etapa oxfordiana del Jurásico Tardío como una extensión de la grieta que formó el Océano Atlántico Central y se aisló durante la época del Oligoceno (hace unos 34 millones de años).[2] Estaba separada del océano Tethys al sur por la formación de los Alpes, Cárpatos, Dinarides, Tauro y las montañas Elburz. Durante su larga existencia, Paratethys se reconectó a veces con los Tethys o sus sucesores, el Mar Mediterráneo o el Océano Índico. Desde la época del Plioceno en adelante (después de 5 millones de años), los Paratethys se volvieron progresivamente menos profundos. El mar Negro de hoy, el mar Caspio, el mar de Aral, el lago Urmia, el lago Namak y otros son restos del mar de Paratethys.

Historia

El nombre Paratetis fue utilizado por primera vez por V. D. Laskarev en 1924.2​ La definición de Laskarevs inicialmente incluía sólo los fósiles y estratos sedimentarios en Europa Central durante el Neógeno, pero fue posteriormente ajustado para incluir también los del Oligoceno. La existencia de una gran masa de agua en la zona durante estos períodos se deduce por los fósiles de la fauna (sobre todo de moluscos, peces y ostrácodos). En los períodos en los que el Paratetis o partes de él estuvieron separados entre sí o de otros océanos, se desarrolló una fauna separada que se encuentra en los depósitos sedimentarios. De esta forma, puede estudiarse el desarrollo paleogeográfico del Paratetis.

Los estratos sedimentarios del Paratetis son difíciles de correlacionar con los de otros océanos o mares, porque estuvo durante largos períodos totalmente separado de ellos. La estratigrafía del Paratetis, por lo tanto, dispone de su propio conjunto de etapas estratigráficas que se utilizan todavía como alternativa a la escala oficial de tiempo geológico de la Comisión Internacional de Estratigrafía.

Paleogeografía

Paratetis actualmente se reparte por una amplia zona de Europa central y Asia occidental. En el oeste, se incluye en algunas etapas de la cuenca de Molasse (flanco norte de los Alpes); la parte este de la cuenca de Viena y la cuenca de Panonia, el actual mar Negro, y desde allí se extiende hacia el este hasta la posición actual del mar de Aral.

Esta parte de Eurasia fue durante el Jurásico y Cretácico una zona cubierta por mares someros, que formaron el margen norte del océano Tetis. Este océano se encontraba entre Laurasia (Eurasia y Norteamérica) y Gondwana (África, India, Antártida, Australia y América del Sur) cuando el supercontinente Pangea se fragmentó durante el Triásico (hace 200 millones de años). En el límite entre el Eoceno y Oligoceno se caracterizó por el importante descenso del nivel del mar global y por el pronunciado enfriamiento repentino de los climas mundiales. Al mismo tiempo, se produjo la Orogenia Alpina, una fase tectónica por la que se formaron los Alpes, Cárpatos, Alpes Dináricos, Taurus, Elburz y otras muchas cadenas montañosas a lo largo de la ribera sur de Eurasia.

La combinación de la caída del nivel del mar y la elevación tectónica dio lugar a una gran regresión del mar y a la formación de una barrera entre el océano Tetis y Paratetis. Las conexiones con el océano Ártico (el estrecho de Turgai), la cuenca del mar del Norte y el océano Atlántico (en forma de un estrecho al norte de los Cárpatos) también se cerraron en el Oligoceno temprano.3​ Sin embargo, es posible que permanecieran abiertas las conexiones con Rhônegraben (y con el Mediterráneo) y el Estrecho de Hessen (que conectaba la cuenca de Molasse con el mar del Norte).

Durante el Mioceno temprano (hace unos 20 millones de años) se produjo una fase de trasgresión. Durante este período Paratetis estuvo muy bien conectado con el mar Mediterráneo. Esta tendencia se invirtió a mitad del Mioceno, y partes de Paratetis estaban a menudo separadas unas de otras. Cuando el Mediterráneo se secó durante la Crisis salina del Mesiniense (hace cerca de 6 millones de años) hubo fases en las el agua de Paratetis fluía a las cuencas mediterráneas secas.

Durante el Plioceno (hace 5,33 a 2,58 millones de años), Paratetis se dividía en un par de mares interiores que a veces estaban completamente separados el uno del otro. Uno de ellos fue el mar de Panonia, el mar salobre de la cuenca de Panonia. En la actualidad, sólo quedan como remanentes el mar Negro, mar Caspio y mar de Aral, de lo que una vez fue un vasto mar interior.

Mapa paleogeográfico de Tethys y Paratethys en el Oligoceno temprano con ubicaciones de los principales grupos de peces. Mapa paleogeográfico modificado de Meulenkamp y Sissingh (2003) y ubicaciones de los ensamblajes de peces modificados de Pharisat (1991)

Mar interior occidental

Mar interior occidental

El Mar Interior Occidental durante la mitad del Cretácico, 100 millones de años a.C.

Un pedazo roto con fósiles adentro; Cretácico Tardío Pierre Shale cerca de Ekalaka, Montana.

El Mar Interior Occidental, también llamado Mar del Cretácico, Mar de Niobrara y Mar Interior de Norte América, fue un enorme mar interior que estaba en el continente de América del Norte y que lo dividía en dos partes durante el inicio y mitad del periodo Cretácico. Tenía una profundidad de 760 m, una anchura de 970 km y una longitud de 3200 km.

Origen y geología

El mar fue creado cuando las placas del Pacífico y de América del Norte colisionaron, dando lugar a las Montañas Rocosas en el oeste. Con el alto nivel del mar en todo el mundo durante el Cretácico, las aguas del norte (océano Ártico) y las del sur (golfo de México) se unieron en las tierras bajas del continente, formando un mar que creció y decreció a lo largo del Cretácico.

La primera fase del mar comenzó en la mitad del Cretácico, cuando el nivel del mar subió creando un brazo del océano Ártico que se conectaba con el oeste de América del Norte, llamado Mar de Mowry, nombre dado por la Formación Mowry, una formación de rocas ricas en materia orgánica.1​ En el sur, el golfo de México fue una extensión del mar de Tetis, que se unió con el Mar Mowry a finales del Cretácico, para formar por completo el mar interior de Norteamérica.

En su mayor apogeo, el mar se extendía desde las Montañas Rocosas hasta los Apalaches en el este, con unos 1000 m de anchura y su mayor profundidad de 800 a 900 metros, poco profundo en términos de mares, lo cual causaba un gran impacto en la flora y fauna.

La deposición de carbón sugiere que el mar era cálido y tropical, con abundantes algas calcáreas.

Al final del Cretácico, se alzó una elevación continua del terreno encogiendo el mar y retirando todas sus aguas a largo plazo.

Estrecho de Turgai

Estrecho de Turgai

El estrecho de Turgai fue una gran masa de agua salada poco profunda, es decir, un mar epicontinental, que existió en las eras Mesozoica y Cenozoica. Se extendía al norte del actual mar Caspio, hasta la región paleoártica, entre la época Jurásica media y el período Oligoceno, hace aproximadamente entre 160 y 29 millones de años.1

El estrecho de Turgai no fue totalmente continuo durante toda su existencia, aunque fue un elemento predominante dentro de la región. El estrecho fragmentaba Europa meridional y el sureste asiático en un gran número de islas.2​ Esta separación de continentes ejerció de barrera biológica entre Europa y Asia en varias épocas del pasado, causando el aislamiento de poblaciones enteras de animales. Un caso muy ilustrativo es el de los dinosaurios del grupo Ceratopsia, los cuales, debido al Estrecho de Turgai, quedaron atrapados en Asia y América del Norte, que por aquel entonces se encontraban unidas.3​ La existencia del estrecho también restringió el acceso tanto a los peces de agua dulce como a diversos anfibios.

El estrecho de Turgai debe su nombre a la región de Turgai, en Kazajistán.

 

 

 

 

 

 

 

 

Ubicaciones paleogeográficas de las faunas de insectos del Eoceno temprano en (aproximadamente 50 Ma) ámbar báltico (B) de Europa y Fushun ámbar (F) de China (modificado después de Blakey, 2015).

El ojo del Sahara o Estructura de Richat

El ojo del Sahara o Estructura de Richat

La Estructura de Richat (21°7.6′N 11°24′O) es una estructura geológica singular ubicada en el desierto del Sahara en Mauritania. La estructura, que tiene un diámetro de casi 50 kilómetros, ha llamado la atención desde las primeras misiones espaciales porque forma un raro ojo de buey en la monótona extensión del desierto.

Hace décadas se consideró como el resultado del impacto de un meteorito debido a su forma circular concéntrica, pero después de varios estudios se ha demostrado que se trata de un domo anticlinal que ha sido erosionado a lo largo de millones de años, y nos muestra su núcleo. Ninguno de los estudios realizados ha identificado evidencias de impacto meteorítico (metamorfismo de impacto).1​ La estructura está constituida por rocas del Proterozoico en el centro a Ordovícico en el exterior, con carbonatos (calizas y dolomías) que contienen brechas silíceas del Cretácico originadas por disolución y colapso kárstico, e intruidas por diques anulares de basalto, kimberlita y rocas volcánicas alcalinas. La estructura y su núcleo de brechas se interpretan como la expresión superficial de un complejo magmático alcalino de edad cretácica que afectó a las rocas más antiguas, dando lugar a la karstificación y posterior relleno de origen hidrotermal.2

El ojo del Sahara fue visto por primera vez en el año 1965 por parte de un par de astronautas de la NASA. A día de hoy sigue siendo misterioso.

Las estructuras que tan solo son visibles desde el espacio siempre han suscitado bastante atracción al ser humano.

Qué es el ojo el Sahara

El caso del ojo del Sahara es un poco peculiar. Si bien los círculos de Hadas y los puquios parecían tener algún tipo de funcionalidad, para plantas o humanos respectivamente, el ojo del Sahara o Estructura de Richat no parece tenerla. Se trata de un curioso accidente geográfico de unos 50 kilómetros de diámetro en pleno desierto, cerca de la ciudad de Ouadane (al noroeste de Mauritania).

La estructura es concéntrica, como si de una cebolla cortada se tratase. Su descubrimiento fue pura casualidad, pues lo realizaron los astronautas de la NASA James McDivit y Edward White el pasado año 1965 cuando se llevaba a cabo la misión espacial Gemini 4. Cuando dicha misión sobrevoló Mauritania, vislumbraron el accidente geográfico, el cual no es visible desde el llano, pero sí desde varios kilómetros de altura.

Hipótesis sobre el origen del ojo del Sahara

El origen del ojo del Sahara, a día de hoy, sigue siendo desconocido. Algunas hipótesis apuntantaban a que el origen de esta formación geográfica fue un antiguo meteorito hace millones de años. Sin embargo, estudios posteriores no han logrado encontrar evidencias al respecto. En la actualidad, la hipótesis mayoritaria afirma que es una estructura simétrica de un domo anticlinal, que se ha ido creando por la erosión a lo largo de millones de años.

La zona central del ojo del Sahara contiene diversos tipos de rocas, como riolíticas volcánicas, ígneas, carbonatitas y kimberlitas de hace unos 2.500 millones de años.

Suena llamativo, ¿verdad? Pues no debería serlo, pues este tipo de formaciones en forma de “cebolla” como el ojo el Sahara son bastante comunes. De hecho, en España podemos encontrar una, concretamente en Huesca, entre las localidades de Saanta y Estopiñan del Castillo. Lo que destaca de la Estructura de Richat es que se encuentra justo en medio del desierto sin nada alrededor, algo que la hace más llamativa si cabe, asociando el hecho de que tiene diferentes capas de rocas con una erosión diferente, dándole un color más llamativo a toda la estructura.

El “ojo del Sáhara” es utilizado por los astronautas como referencia en sus singladuras sobre el continente africano.

Sorprendente, no sólo porque se trata de una de las ubicaciones más inhóspitas del planeta sino porque desde dentro ni siquiera es posible detectar la estructura circundante, tan espectacular como desde el espacio.

Para ampliar datos visitar:

https://sierggaby.wordpress.com/2014/07/

Una Web rigurosa y didáctica.

Un dato curioso es que algunas personas se sorprenden por el parecido de esta estructura con la representación que tenemos de la Atlántida de Platón. Según Platón, la isla era circular, dividida en círculos concéntricos de tierra y agua.