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Religión

Taputapuatea marae

Taputapuatea marae

Tiki en Taputapuatea marae

 País: Francia, Polinesia francesa

Identificación: 1529

Inscripción: 2017 (XLI sesión)

El Taputapuatea marae es un gran complejo de marae en Opoa en Taputapuatea, en la costa sureste de Raiatea, Polinesia francesa. La isla es una de las Islas de la Sociedad, parte del territorio de la Polinesia Francesa, y es venerada por muchos polinesios. El sitio cuenta con una serie de estructuras de piedra y otras marae y una vez fue considerado el templo central y centro religioso de la Polinesia Oriental. En 2017, el área de Taputapuatea se inscribió en la lista de Sitios del Patrimonio Mundial dela UNESCO, y se describió a Taputapuatea marae como el centro del sitio1

Historia

El área sagrada del Cabo Matahira-i-te-ra’i se llama Te Po, donde residen los dioses. La marae original fue dedicada a Ta’aroa. Eventualmente prevaleció la adoración de ‘Oro’, el dios de la vida y la muerte. Según la leyenda, el descendiente de Oro, Hiro, construyó las maraes, dándole el nombre de Taputaputea, «Sacrificios desde lejos». El tambor Ta’imoana se usaba durante los sacrificios humanos. La roca blanca Te Papatea-o-Ru’ea en la playa cercana fue utilizada para investir a los jefes de Ra’iatea con la faja de plumas rojas maro ‘ura. La imagen de tres pies de alto del dios se llamaba “Oro-maro-‘ura”, «Oro de la faja de plumas rojas». Taputapuatea se convirtió en el centro de una red de viajes al extenderse el culto a Oro.2

La marae fue establecida ya en el año 1000, con una expansión significativa después de este tiempo. La marae era un lugar de aprendizaje donde los sacerdotes y los navegantes de la Polinesia de todo el Pacífico se reunían para ofrecer sacrificios a los dioses y compartir su conocimiento de los orígenes genealógicos del universo, y de la navegación en las profundidades del océano.

Se estableció una alianza conocida como Ti’ahuauatea con las islas circundantes que demarcaban las del oeste de Raiatea, Te Aotea, y las del este, Te Aouri. Esta alianza incluyó a las Islas Cook, Islas Austral, Kapukapuakea en Hawái, y Taputapuatea en Nueva Zelanda. Nuevas maraes fueron establecidas en cada una de estas islas con una roca que era tomada de Taputapuatea, Raiatea, para actuar como un enlace espiritual. Sacerdotes de la divinidad Oro de las islas se reunían aquí periódicamente, participando en sacrificios humanos a ‘Oro.2

Sin embargo, la alianza finalmente se rompió cuando la lucha estalló en una reunión y los dos sumos sacerdotes que representaban a la alianza fueron asesinados. La gente de Ao-tea huyó de la isla, saliendo por el pasaje del arrecife de Te Ava-rua en lugar del pasaje sagrado de Te Ava-mo’a, que era considerado un mal presagio. En 1995 se hizo un intento de reparar esta situación. 3

Alrededor de 1763, los guerreros de Bora Bora atacaron la isla, derrotando a Tupaia, y saquearon la isla. Esto incluyó la destrucción de las maraes de los dioses en Taputapuatea, la demolición de la plataforma y la tala de los árboles de refugiarse. 4

James Cook, Joseph Banks, Daniel Solander y Tupaia llegaron a bordo del HMB Endeavour el 20 de julio de 1769, para tomar posesión de Raiatea, Taha’a, Huahine y Bora Bora en nombre del rey Jorge III del Reino Unido. Esto pareció ser la culminación de una profecía hecha por el sacerdote mago Vaita, de que un nuevo pueblo llegaría a bordo de una canoa sin un voladizo y tomaría posesión de las islas. 5

Investigación y restauración

Vista de una marae en el complejo arqueológico de Taputapuatea, restaurada en 1994.

Cuando Te Rangi Hīroa visitó Taputapuatea en 1929 quedó asombrado por el lamentable estado en el que encontró la gran marae y escribió:

Había hecho mi peregrinación a Taputapuatea, pero los muertos no podían hablarme. Fue triste hasta el borde de las lágrimas. Sentí un profundo pesar, un pesar por… no sabía de qué. ¿Fue por el golpeteo de los tambores del templo o por los gritos de la población cuando el rey fue consagrado? ¿Fue por los sacrificios humanos de los viejos tiempos? No fue por ninguno de estos motivos individualmente, sino por algo en el fondo de todos ellos, un espíritu viviente y un coraje divino que existía en la antigüedad y del cual Taputapuatea era un símbolo mudo. Fue algo que los polinesios hemos perdido y no podemos encontrar, algo que anhelamos y no podemos recrear. El trasfondo en el que se engendró ese espíritu ha cambiado más allá de la recuperación. El sombrío viento del olvido se había apoderado de Opoa. Hierbas foráneas crecían sobre el patio desatendido, y piedras habían caído del altar sagrado de Taputapuatea. Los dioses se habían ido hacía mucho tiempo.6

Los restos arqueológicos de Marae Taputapuatea fueron restaurados en 1994 y continúan los trabajos de conservación del sitio. La Asociación Na Papa E Va’u Raiatea, es una asociación cultural formada por el pueblo de Opoa que actúa para la preservación de la Marae Taputapuatea.7​ Gracias a su trabajo, Marae Taputapuatea está inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial desde el 9 de julio de 2017. La asociación está creando y reviviendo conexiones entre las comunidades del triángulo polinésico y de toda la región del Pacífico.

Una, regalos simbólicos que los fieles dejaron en el marae (Kennedy, H & R / CC BY NC-ND 2.0)

Debido a que el marae era un centro religioso tan importante, los visitantes de las islas vecinas vinieron aquí para realizar ceremonias y como resultado se desarrolló una alianza política entre las diversas islas. A principios del siglo XVIII, sin embargo, se derrumbó en violencia y muchas personas huyeron de la isla. Más tarde, en 1760, los invasores de Bora Bora saquearon el marae y fue abandonado hasta que las Islas de la Sociedad fueron ocupadas por los británicos y luego por los franceses.

Para el siglo XX, el marae estaba en mal estado y descuidado. Fue reconstruido por personas locales bajo la supervisión de arqueólogos y hoy en día muchos polinesios consideran a Taputapuatea marae como su hogar espiritual. Lamentablemente, el aumento del nivel del mar está amenazando algunas partes del sitio.

Taputapuatea Marae y el origen del triángulo polinesio

Parece que Taputapuatea fue donde los navegantes y marineros de diferentes islas compartirían sus conocimientos e intercambiarían ideas sobre la construcción de embarcaciones. Como resultado, este paisaje sagrado también jugó un papel fundamental en las migraciones que poblaron las Islas del Pacífico.

Un tiki de Taputapuatea marae ( CC BY 2.0 )

Se considera que la Polinesia Francesa está en el centro del triángulo polinesio que se extiende desde Hawai, Nueva Zelanda y hasta la Isla de Pascua. Cuando la gente de lo que ahora son las Islas de la Sociedad viajaron al Pacífico sur y este en la Edad Media, tomaron una piedra del Taputapuatea marae con ellos en su viaje. Cuando se instalaron en sus nuevos hogares, colocaron la piedra en sus nuevas maraes.

El Ahu y Tiki de Taputapuatea Marae

El marae es un área abierta, libre de vegetación, con vista a una laguna azul. De forma rectangular, el espacio está pavimentado con piedras y rodeado por paredes bajas, tres construidas de roca volcánica y la pared posterior construida con losas de piedra.

La piedra central de Taputapuatea Marae (Amanderson2 / CC BY 2.0)

Alrededor de las marae hay lugares sagrados construidos con piedras y en el centro del espacio se encuentra una roca llamada ahu o a’u que puede haber representado al dios de la guerra polinesio. También hay una serie de tiki esculpidos en piedra que representan figuras humanas, que pueden simbolizar antepasados ​​o reyes muertos.

Los marae originales alguna vez tuvieron casas de dioses donde los ídolos estuvieron almacenados en plataformas de madera, pero todos fueron destruidos por los asaltantes de Bora Bora.

El primer sitio de ocupación humana en las Islas de la Sociedad es en Maupiti, donde los primeros polinesios llegaron en sus canoas en aproximadamente 850. Eran los maohi, similares a los maoríes en Nueva Zelanda, y antepasados ​​de los polinesios de hoy. Se extendieron hacia el este y se asentaron en Raiatea unos 100 años después.

En la cultura tahitiana en el siglo XVIII, las personas se clasificaban en tres grupos: los ‘arii’ eran los jefes y las personas sagradas; los ‘raatira’ eran supervisores y mayordomos de la tierra; y los ‘manahune’ eran la gente común. ‘Mana’ era una fuerza divina que emanaba de los dioses necesarios para la prosperidad de una comunidad. Los espíritus, tikis, jefes y personas dedicadas a la oración y el sacrificio se consideraban ‘raa’ o sagrados para poder moverse libremente en el marae. Sin embargo, las mujeres, los niños y la mayoría de los hombres eran considerados ‘noa’ o no sagrados, por lo que estaban restringidos a dónde podían ir.

Algunas de las estructuras de madera construidas en las plataformas de piedra fueron:
Tarifa Tupapau: la casa fantasma, una estructura temporal hecha para albergar el cuerpo de una persona muerta de las clases sociales superiores.

Fare ia Manaha: la casa de los tesoros escondidos, una de las casas más importantes del marae donde se guardaron todas las imágenes sagradas, artefactos religiosos y objetos de arte o de alto valor.

Fare Atua: la Casa de Dios portátil, ubicada dentro de Manaha, una pequeña estructura utilizada para el culto.

Tarifa Vaa: la casa de canoas donde se guardaban las grandes canoas de guerra o pahi, canoas de doble casco con dos mástiles.

Los huesos de los muertos de alto rango se mantuvieron y, después de varias generaciones, sus antepasados ​​se convirtieron en dioses y sus restos físicos fueron atados con pelos, plumas y conchas para crear un ‘to-o’. Este era un objeto muy sagrado y valioso, o talismán, que los jefes usaban para el poder político y religioso.

Las piedras verticales, o losas de coral, erigidas a lo largo de una pared del marae o en el centro de una plataforma tenían diferentes funciones. En el centro podían representar a un honorable jefe, y a lo largo del muro, el tamaño y la posición de las piedras representaban a los miembros de la familia gobernante. La piedra más central estaba reservada para el hijo primogénito, y los de ambos lados eran para sus hermanos varones. En el Marae Hauviri hay un bloque de coral de 2,7 m de altura que es la piedra de inauguración del rey Tamatoa.

En la época del rey Tamatoa, tenía un mapa de Polinesia y los Reinos circundantes llamado Tumu Rai Fenua, el Gran Pulpo Mítico. Raiatea era Havaii, el centro de su mundo. Los polinesios viajaron a lo largo de las líneas de latitudes en sus canoas, por lo que la gente de los Tuamotos se unió a los de Raiatea y Tonga; la gente en los australes estaba vinculada con los isleños de Cook, y la gente más al norte de las Marquesas estaba en contacto con los del norte de las Islas Cook e incluso Hawai. Los nuevos límites trazados por los europeos invasores no tenían sentido para la gente local, pero ¿cuándo lo hacen?

La plataforma de los arqueros (donde practicaban para la guerra)

Marae Taputapuatea, la marae más grande del sitio

TePapaTeaoRuea, la piedra de inauguración del rey Tamatao

El centro de la foto es la entrada al Marae desde el mar, con Marae Hauviri y la piedra de inauguración a la izquierda, y la mucho más pequeña Marae Oputeina a la derecha.

La marapu Taputapuatea de Raiatea es una de las marae más importantes de la Polinesia Francesa, tanto por su símbolo como por su carácter internacional. Este sitio, dedicado al dios de la guerra Oro, está en el corazón de la mitología y la antigua religión de la Polinesia Oriental.

Este marae no siempre fue internacional y no siempre llevó el nombre de Taputapuatea. En un momento muy remoto y antes del nacimiento de Oro, él era solo marae nacional de Raiatea y se llamaba Tini-rau-hui-mata-tepapa-o-Feoro (innumerable fértil que grabó las rocas de Feoro), por abreviatura Feoro. Incluía ocho piedras, que representaban a los ocho reyes que habían gobernado el país, que luego se convirtieron en ocho símbolos de la realeza. Cuando Oro, el dios de la guerra, nació en Opoa, su padre le dio la casa de Opoa con el Feoro mara’e. Pronto se hizo muy poderoso y los lugareños y las regiones distantes de Raiatea lo reconocieron como el Dios supremo de la Tierra y el Aire. El nombre de Feoro fue cambiado a Vaiotaha (…) y se convirtió en el nombre de todos los mara’e dedicados a Oro. En este marae, la imagen de Oro estaba hecha de una cuerda finamente trenzada, y representaba a un hombre, de 80 cm a 1 m de longitud, decorado con plumas amarillas y rojas y un cinturón de plumas rojas.

Una de las marae del vasto complejo sagrado Te Pö, la marae Hauviri contiene en su patio la gran piedra llamada Te-Papa-tea-o-Ruea (“La roca blanca de la investidura”) que supuestamente trajo Hiro para marca la fundación de los ari’i (“jefes”) en la isla de Ra’i-ātea. Fue utilizado para la investidura de los jefes. (foto 2)

El Taputapuatea marae y todo el complejo sagrado de Te Pö fueron particularmente sagrados para los sacerdotes y miembros del movimiento Arioi que, bajo los auspicios del dios Oro y bajo la bendición del antiguo rey Tamatoa, viajaron de isla en isla para practicar ceremonias donde la cultura y la espiritualidad se entrelazaron. Se tomaron piedras de las marae Taputapuatea para ser transportadas durante estos viajes, y para implantar las nuevas marae llamadas “Taputapuatea” dedicadas al dios Oro. Hoy en día, hay los llamados marae “Taputapuatea” en Fakarava, Rarotonga, Tahití (Pirae, Hitiaa, Punaauia, Tautira) en Moorea (Papetoai), Tubuai, Hawai y Nueva Zelanda.

Sacsayhuamán

Sacsayhuamán

Coordenadas: 13°30′28″S 71°58′56″O

Saqsaywaman

Una parte de los muros de Sacsayhuamán.

Localización geográfica

Continente América

Región: Andes Centrales

Cordillera: Andes

Valle: Valle del Huatanay

Ecorregión: Quechua

Ciudades próximas: Cusco

Localización administrativa

País: Perú

 

Historia del sitio

Tipo: Templo fortificado

Uso original: templo empleado con fines rituales y ceremoniales

Estilo: Arquitectura incaica

Época: Horizonte Tardío

Cultura: Inca

Eventos históricos

Fecha construcción: Siglo XV

Constructor: Pachacútec

Sacsayhuamán (en quechua Saqsaywaman, de saqsay, lleno o satisfecho, y waman, halcón, es decir, “halcón satisfecho”) es un templo ceremonial inca, ubicada a dos kilómetros al norte de la ciudad de Cuzco (Perú). Se comenzó a construir durante el gobierno del sapa inca Pachacútec, en el siglo XV; sin embargo, fue Huayna Cápac quien la culminó en el siglo XVI.1

No se conoce con exactitud los métodos empleados para la construcción de esta monumental fortaleza o santuario, a pesar de que son descritos por cronistas como Bernabé Cobo y Felipe Guamán Poma de Ayala (uso de terraplenos, rampas y maromas), la cual produjo la admiración de Francisco Pizarro y sus hombres. Pedro Sánchez de la Hoz, secretario de Pizarro, dejó una primera descripción del edificio, pero la más detallada es la del cronista Inca Garcilaso de la Vega.

Desde el centro arqueológico se tiene una singular vista panorámica de los entornos, incluyendo la ciudad de Cusco.

Ubicación

Sacsayhuamán está ubicada a 2 km de Cuzco, capital del antiguo Imperio inca; se encuentra a una altura de 3.700 m s. n. m. y abarca una extensión de 3.093 hectáreas. El valle se encuentra cercado por las montañas Ausangate, Pachatusán y Cinca, y está bañado por el río Tullumayu. Esta zona posee un paisaje con flora y fauna abundantes, entre la que destacan las llamas y los halcones.

Entrada con escaleras.

 

Reconstrucción de una cabaña.

Arquitectura

Imagen panorámica de los restos.

Diseño

La zona donde se encuentra esta construcción corresponde a la forma de la cabeza de un animal sagrado, y una de las traducciones que tiene esta palabra es, precisamente, cabeza de puma. Pachacútec, el noveno sapa inca, rediseñó la ciudad y le dio forma de puma acostado (el puma es el guardián de las cosas terrenales).

El espacio que abarcan sus construcciones es particularmente grande; lo que más llama la atención son los tres muros de piedra que sugieren la figura de la fortaleza.

Plano de Sacsayhuamán.

Características

La construcción es típica de la arquitectura inca, aunque es el lugar donde esta técnica se usó a mayor escala. La roca se cortaba en la cantera de forma tosca con la forma aproximada requerida. Luego era arrastrada con cuerdas por cientos de hombres hasta el lugar de construcción, donde se le daba el tallado definitivo. Las cuerdas usadas eran tan impresionantes que fueron mencionadas por el conquistador español Diego de Trujillo en 1571 tras inspeccionar una habitación llena de material de construcción.

 

 

Detalle del muro.

 

Cisterna para retener agua de lluvia.

 

 

 

 

Detalle de un muro.

 

 

Puerta en el muro.

 

 

La suavidad aterciopelada de la piedra resalta en estas formaciones. Hay figuras diseñadas en las piedras y rocas, entradas a túneles subterráneos o chicanas, anfiteatros, construcciones de carácter ritual, probablemente relacionadas con el culto al agua. Este sitio desempeñó un importante rol en las actividades rituales incaicas.

Se piensa que correspondió a una fortaleza militar, en donde se entrenaba a los guerreros. Hay dudas al respecto, ya que, de acuerdo a su arquitectura, podría haber tenido un fin religioso y haber sido construido como un gran templo al Dios Sol. Sin embargo, durante la época de la conquista, mostró su eficacia como fortaleza para defender la ciudad. Su principal característica es la forma en que fue construida; cuenta con grandes bloques de piedra, alcanzando los más altos los 9 m. Se asevera que su construcción demoró 50 años aproximadamente, iniciándose en el período del Inca Túpac Yupanqui. Fue construida por 20 000 hombres.

Dentro de Sacsayhuamán había grandes almacenes de alimentos y armas, y también canales para la distribución del agua. El trono del Inca, ubicado junto a la fortaleza, consistía de una gran roca tallada y pulida en varios niveles, desde donde el soberano presidía las fiestas, celebraciones, desfiles y daba órdenes.

En la actualidad, quedan vestigios de las tres murallas escalonadas edificadas de piedra caliza de origen sedimentario y formación fasilífera.

Sacsayhuamán está dividida en diferentes sectores: Sacsayhuaman, Rodadero, Trono del Inca, Warmi K’ajchana, Baño del Inca, Anfiteatros, Chincana y Bases de Torreones, entre otros.

Los torreones

Hubo tres torreones ubicados en la parte superior de la fortaleza: Muyucmarca, Sallacmarca y Paucamarca. El primero tenía una forma cilíndrica con una altura equivalente a unos cuatro pisos y un diámetro de unos 22 metros. Se encontraba en el centro. El segundo tuvo forma cuadrangular. Desde allí se divisaba toda la ciudad del Cuzco. El tercero, también de forma cuadrada, estaba ubicado al otro extremo del Sallacmarca.

Templo

La fortaleza fue el escenario donde los Incas adoraban al sol en este templo para ceremonias religiosas. Se piensa que decenas de miles de personas se movilizaban en las fiestas especiales y hacían ofrendas y cierto tipo de peregrinaciones.

Datos adicionales

  • De acuerdo a imágenes obtenidas por medio de radar, Sacsayhuamán se comunica en línea recta con el Coricancha, con Marcahuasi (Convento de Santa Catalina en Cuzco), el templo de Inca Huiracocha (hoy Catedral de Cuzco), el Palacio de Huáscar, el templo de Manco Cápac (Colcampata) y Huamanmarca.
  • Las investigaciones sugieren que la perfecta alineación astronómica de los templos descartaría la antigua presunción de que los incas solo tenían al planeta Venus como referencia astronómica, sino que a partir del descubrimiento se podría establecer que también se guiaron por el Sol, la Luna, la Cruz del sur y Las Pléyades (estrellas de la constelación de Tauro).
  • Actualmente se puede apreciar solo el 20% de lo que fue el grupo arquitectónico, ya que, en la Conquista, los españoles desarmaron sus muros y torreones para neutralizar su uso en un eventual ataque como el ocurrido en el levantamiento de Manco Inca en 1536. Fueron aprovechadas sus piedras para construir casas e iglesias en el Cuzco.

¿Quién construyó Sacsayhuaman?

Su construcción la comenzó el Inca Pachacuteq en el siglo XV y fue concluido por Huayna Capac en el siglo XVI. En 1536, Manco Inca, quien era el líder de la resistencia inca de Vilcabamba, combatió a los españoles en este recinto.

A consecuencia de esta batalla, hoy en día sólo podrás apreciar el 20% del complejo arqueológico.

Historia de Sacsayhuaman

Hacía el año 1450, Pachacutec, noveno gobernante inca, ordenó iniciar la construcción de un vasto santuario, donde se llevarían a cabo la celebración de las victorias de conquista de su hijo Tupac Yupanqui.

Fue necesaria la mano de obra de más de 20,000 hombres que llegaron de diversas partes del imperio a partir del sistema de mitas. Estos hombres tuvieron que transportar los enormes bloques de piedra desde diversas canteras cuzqueñas y encajar estos bloques a la perfección, de modo que no existiera ningún espacio entre rocas.

La arquitectura de este centro es parte de un gran diseño llevado a cabo por Pachacutec, quien al trazar los planos del Cusco buscó darle a las calles la forma de un puma, animal representativo del Kay Pacha.

Los Torreones

Están ubicados sobre los muros en zig zag. Son denominados Muyucmarca, Paucamarca y Sallaqmarca. Este lugar había abundante agua. Incluso ahora podrás ver los acueductos alrededor de la Fortaleza.

Torreones incaicos

Las Murallas

Los historiadores afirman que los primeros españoles que vieron estas murallas les atribuyeron su construcción a demonios. Incluso hoy en día, su elaboración sigue siendo un misterio.

El primer piso de los baluartes presenta las murallas de mayor tamaño. La de mayor tamaño pesa hasta 128 toneladas.

Debido a esta y muchas formidables construcciones, Sacsayhuaman se ha ganado el título de uno de los lugares más misteriosos del planeta.

Murallas de Sacsayhuaman

Suchuna o Rodaderos

Los rodaderos son una formación natural de diorita de origen volcánico. Con el pasar de los años, se moldeó de forma arqueada a modo de deslizadero (tobogán).

 

El Trono del Inka

Es una estructura de piedra en forma de asiento o escaño. Fueron pulidas de forma simétrica con tanta perfección que se ganó la dimensión de ‘Trono’.

Chincanas o Túneles

Las ‘chincanas’ son túneles o cuevas subterráneas en Sacsayhuaman. Son dos, la más pequeña mide alrededor de 15 metros y se ha convertido en una distracción para los viajeros.

Según la tradición, muchas personas intentaron encontrar el final del túnel más grande sin éxito. Incluso algunos no lograron salir. Se cree que este túnel conduce al Coricancha o Templo del Sol.

Actualmente, la entrada a esta chincana está cerrada.

Curiosidades de Sacsayhuamán

 Es increíble, pero más del 70 % de todo lo que un día fue realmente este lugar aún se encuentra bajo tierra.

Muchas de las estructuras significativamente se encuentran alineadas con diversos cuerpos celestes como el planeta venus, así como constelaciones como la cruz del sur y más aun con acontecimientos solares específicos como solsticios y equinoccios.

Un grupo de investigadores alemanes realizó durante el año 2016 diferentes investigaciones en los suelos que Sacsayhuamán y descubrieron sin querer algo muy interesante, descubrieron que la densidad de las piedras o rocas que se encontraban en la base de los muros era distinta a la del resto de piezas del muro, era como si aquellas piedras primarias hubieran sido elaboradas de alguna forma y recubiertas de tal manera que parecían tener un cascaron sobre ellas, estos atributos les permitía una mayor flexibilidad entre el peso del muro y un posible impacto venido de la tierra por algún sismo o terremoto. Lo impresionante es que aun si nos pusiésemos en la posición de que los incas lograron elaborar o manejar algún tipo de mezcla similar al cemento, ellos la usaron solo para dar mayor resistencia a sus muros, frente a eventos sísmicos y no las usaron en el resto del muro en el que se uso rocas de gran dureza.

La impresión que causa este lugar a primera vista lleva a muchas personas a permanecer escépticas frente la posibilidad de que hayan sido solo hombres los que hayan construido este impresionante lugar y se conjeturan teorías fantásticas que atribuyen su construcción a los aliens o extraterrestres, sin embargo para poder entender el como se pudo lograr, es necesario primero dejar de pensar como hombres modernos, y dejar de lado primeramente nuestro sentido individual, este pueblo consideraba al hombre como la mas importante fuerza de trabajo y este entregaba su vida entera a la realización paciente de tareas que eran continuadas por otros de la misma forma a lo largo del tiempo.

Hemos mencionado a las llamada chincanas, de ellas se contaban fantásticas ideas que decían que estas comunicaban subterráneamente con lugares de importancia tales como el Qorikancha, lo cual no se ha podido probar.

 

Necrópolis Ibérica de Tútugi

Necrópolis Ibérica de Tútugi

País: España

Situada en las proximidades del casco urbano de Galera, provincia de Granada, comunidad autónoma de Andalucía, España, esta necrópolis que tiene sus inicios en el siglo V a.C., representa a nivel nacional una de las muestras más extensas y significativas de la Cultura Ibérica. La Necrópolis Ibérica de Tútugi está compuesta por un conjunto de tumbas, la mayor parte muy monumentales. La tipología de la planta de estos enterramientos podía ser muy variada y era frecuente que presentaran una cavidad abierta en el suelo para contener las urnas cinerarias.

Historia de las investigaciones arqueológicas

La Necrópolis Ibérica de Tútugi es conocida a nivel arqueológico desde el año 1920, fecha de la publicación de la Memoria de las excavaciones practicadas en la campaña de 1918 por Juan Cabré y Federico de Motos.

Después de continuos expolios, Federico de Motos, con permiso de la Junta Superior de Excavación y Antigüedades, realiza algunas excavaciones entre los años 1916 y 1917 con el patrocinio del Marqués de Cerralbo, pero al continuar el expolio y venta de objetos, decide ofrecer las excavaciones de esta necrópolis al Estado, que designa un delegado-director (Juan Cabré), quien viene a Galera y lleva a cabo un importante trabajo de documentación de los túmulos existentes y de recogida de materiales.

En el año 2000, a raíz de la realización de un campo de trabajo para la limpieza de algunos túmulos, se ven las posibilidades que la necrópolis ofrece para la puesta en valor de la misma. Se desarrollan nuevas campañas de excavación y limpieza en 2001 y 2006 que culminan con la restauración de varios túmulos y el acondicionamiento de las infraestructuras que permiten su apertura pública en 2007.

Las necrópolis ibéricas

Sepultura 50

Una de las novedades que caracteriza a la Cultura Ibérica (s. VI a.C.) es el desarrollo sistemático de auténticos cementerios. La necrópolis se suma así al poblado como elemento configurador del paisaje y lugar de alto contenido simbólico y social. La génesis de este tipo de expresiones funerarias está relacionada con el nacimiento de una aristocracia que expresa, en parte, su privilegiada posición a través de las sepulturas (por su situación y monumentalidad) y los ajuares (por su composición y riqueza). Por ello, el estudio de los diversos componentes del mundo funerario permite conocer en gran medida las características de la sociedad que lo genera, así como los principios ideológicos en los que se fundamentan las prácticas funerarias.

El ritual funerario

El ritual funerario de los Íberos consistía en la cremación de los cadáveres. Estos se depositaban sobre una pira de leña con sus vestimentas y, en el caso de los guerreros, con sus armas, las cuales eran a menudo objeto de inutilización. Este proceso se realizaba mellando los filos de las falcatas, doblando las espadas y soliferrea y aplastando los cascos metálicos de cuero. Una vez reducidos a cenizas los huesos que quedaban eran metidos en vasijas cerámicas o cajas de piedra que se depositaban en el interior de túmulos funerarios junto con los restos de las armas, adornos personales y con recipientes con ofrendas de alimentos.

El sistema de enterramiento

Destacan los túmulos artificiales que recubren una cámara de diversas formas. En Tútugi tenemos diversas variantes: de aljibe, cuadrangulares con pasillo, circulares y semicirculares con pasillo y con nichos. Suelen ser construidas en piedra o adobe o ambas a la vez. Al interior, generalmente presentan las paredes y suelos revocados de yeso, en muchas ocasiones con decoraciones realizadas en rojo, el color funerario ibérico, y negro. También en su interior encontramos bancos y nichos. Las tumbas más sencillas son hoyos practicados en el suelo, a veces revocados con yeso, y cistas donde se introducen las urnas. Estas pueden ser vasijas cerámicas, que se introducen en oquedades del terreno, o cajas de piedra.

El espacio funerario

Sepultura 21 en primer plano y cubierta de la sepultura 20 al fondo

La necrópolis de Tútugi se distribuye en tres núcleos cercanos al poblado. Los dos primeros y más extensos se sitúan al norte del poblado, en la margen derecha del río Orce, y el tercero en una pequeña cañada al este del poblado, en su misma margen del río.

La “Zona I” es la más grande y la que actualmente es visitable. En esta zona se pueden distinguir tres subzonas tanto por su topografía, perfectamente delimitada, como por su conjunto de sepulturas. Los arqueólogos Juan Cabré y Federico de Motos hablan de la existencia de 88 sepulturas de las que se han identificado 54 y se han localizado 3 nuevas.

La “Zona II”, separada de la “Zona I” por el camino de Riego Nuevo, se extiende por los cerros y las explanadas de la margen izquierda del río Huéscar. En esta zona también podemos distinguir dos subzonas atendiendo a la topografía. De los 38 túmulos de esta zona se han identificado 22 y 2 posibles nuevos.

En la “Zona III”, Cabré y de Motos excavaron un número importante de sepulturas pero, al no tener una arquitectura monumental, no las numeraron. Actualmente se pueden observar algunos de los nichos y oquedades que se utilizaron para el depósito de urnas funerarias aunque aquí la erosión ha actuado fuertemente. Se han identificado dos nuevos túmulos.

Las sepulturas visitables

Subzona Ia

Dama de Galera

En esta subzona se han restaurado las sepulturas 20, 21, 22, 32 y 50. De estas destacamos la número 20 que tiene dos fases de uso. La primera, como sepultura, tiene la cámara y el pasillo excavados en la roca. Presenta un pilar central de adobe que sujetaría la cubierta de madera.

En la segunda fase, se rellena la cámara con piedras y se recorta la roca para conformar una plataforma oval pintada de rojo. En el centro de esta plataforma se construye, como proyección de las estructuras subterráneas, un espacio cuadrangular con corredor de entrada. Este edificio al aire libre queda enmarcado dentro de la plataforma por la forma del lingote chipriota pintado en blanco. El corredor de acceso tiene orientación equinoccial y durante dos períodos al año de 21 días el sol ilumina el fondo de la cámara. En esta sepultura apareció la escultura conocida como Diosa de Galera.

Subzona Ib

En esta subzona son visitables las sepulturas 57 y 62, de las que destacamos la número 57. Esta sepultura presenta cámara cuadrangular con pasillo lateral, construidos con losas de arenisca poco consolidada. El suelo de la cámara y el corredor se hizo con yeso que se pintó de color rojo. Entre los materiales recuperados de esta tumba destaca una figura de alabastro que representa 3 imágenes distintas: por un lado, es un pie humano; por otro, representa una cabeza de esfinge, y por último, la suela del zapato es un sello que representa la doble S enlazada coronada por dos líneas quebradas.

Subzona Ic

En la subzona Ic se han musealizado las sepulturas 73 y 78, destacando esta última, que presenta una cámara de planta cuadrangular. Se construyó en una plataforma artificial sobre la que se montaron los uros que conforman la cámara y el corredor. Para estos muros se utilizaron losas de arenisca hacia el interior y piedras gruesas hacia el exterior. El interior de la cámara y el corredor están revocados con yeso y decorados con una banda de color rojo en la parte inferior. En esta subzona, Cabré y Motos pudieron documentar los túmulos 75 y 76, previamente saqueados, y de una enorme envergadura, que los convierten en los de mayores dimensiones de la necrópolis.

Enlaces externos

 

Sepulcro de Tutugi. Planta y sección

Fecha: Siglo IV a.C.

Tipo: 1

Dentro de la cultura ibérica, uno de los aspectos más importantes es el relacionado con el mundo funerario. El rito de enterramiento más común fue la incineración, siendo depositadas las cenizas en urnas, como vasos cerámicos, cajas de piedra o esculturas también en piedra, como las Damas de Elche o de Baza.Este recipiente, a su vez, se depositaba en una tumba que, en función del rango social del difunto, podía ir desde un simple hoyo hasta una gran construcción funeraria, como la sepultura en forma de torre del Pozo Moro, en la que se debió enterrar a un jefe militar .Otra variante de tumbas relevantes son las llamadas de cámara, como ésta hallada en Galera, Granada. Se trata, en este caso, de construcciones subterráneas de planta cuadrangular a las que se accede por un estrecho pasillo o dromos. La cámara se cubre con grandes losas planas sostenidas por un pilar central y el dromos con una falsa bóveda. A su alrededor se ha dispuesto un cúmulo de piedras de planta circular y forma atuladada, que sirve para reforzar las paredes de la cámara y como base de un cuerpo superior de tierra y piedras con anillos de refuerzo formados por hiladas de piedra de mayores dimensiones. En el interior de la tumba, del siglo IV antes de Cristo, además de los objetos que habrían de acompañar al difunto en el otro mundo, se hallaba una urna funeraria realizada en piedra y decorada con bandas horizontales y ondas pintadas en rojo. Estos motivos fueron copiados de ciertos detalles ornamentales que aparecen en los vasos griegos importados por los iberos.

 

 

 

Imago Mundi de Pierre D´Ailly

Imago Mundi de Pierre D´Ailly

Pierre d’Ailly

InformaciónNacimiento: 1350; Compiègne (Francia)

Fallecimiento: 9 de agosto de 1420; (69 años); Aviñón (Francia)

Nacionalidad: Francés

Religión: Iglesia católica

Educado en: Institut catholique de Paris. Faculté de théologie

Ocupación: Teólogo, astrólogo, catedrático, filósofo, sacerdote católico, cartógrafo y astrónomo

Área: Filosofía

Conocido por: la cosmografía “Imago Mundi

Cargos ocupados

  • Legado apostólico de Alemania
  • Obispo de Limoges
  • Obispo diocesano (1389-1414)
  • Obispo diocesano (desde 1395juliano)
  • Cardenal (desde 1411)
  • Administrador apostólico (desde 1412juliano)
  • Administrador apostólico (desde 1413juliano, hasta 1418)
  • Legado apostólico de Aviñón (desde 1414)

Empleador: Universidad de París

Alumnos: Juan Gerson

Obras notables: Imago Mundi

Pierre d’Ailly (en latín Petrus Aliacensis, Petrus de Alliaco) (Compiègne, 1351Aviñón, 9 de agosto de 1420) fue un geógrafo y teólogo francés que escribió un tratado cosmográfico en 1410, el Imago Mundi (imagen del mundo).

Biografía

D’Ailly nació en Compiègne en 1350 o 1351 de una familia burguesa próspera. Estudió en París, recibiendo la licenciatura en artes en 1367 y la maestría un año después.1​ Estuvo activo en los asuntos universitarios desde 1372.2​ D’Ailly se dedicó a la enseñanza de la Biblia en 1375 y de Las oraciones de Pedro Lombardo desde 1376 hasta 1377. Recibió la licenciatura y el doctorado en teología en 1381. Ingresó en el Colegio de Navarra de París, ejerciendo como rector desde 1384. Juan Gerson y Nicholas de Clémanges fueron sus alumnos.

D’Ailly saltó a la fama por ser el protagonista de los principales esfuerzos de la universidad para asegurar la eliminación de John Blanchard como director (“chancellor”) de la Universidad de París. Blanchard fue acusado por d’Ailly de abuso de autoridad.3​ D’Ailly fue rector de la Universidad de 1389 a 1395, y fue sucedido por Gerson. Ambos participaron en la expulsión de la Orden Dominica de la universidad por negarse a aceptar la idea de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y en el esfuerzo por poner fin al Cisma de Aviñón mediante un concilio ecuménico. D’Ailly, aunque indeciso al principio para abrazar la solución conciliar al Cisma, participó tanto en el Concilio de Pisa (1409) como en el Concilio de Constanza (1414-18). Con Gerson, d’Ailly fue uno de los principales teólogos del Concilio de Constanza.4

A partir de entonces, la carrera eclesiástica de D’Ailly prosperó notablemente. Fue nombrado Obispo de Le Puy (1395), Obispo de Noyon y Obispo de Cambrai (1397).5​ El antipapa Juan XXIII le nombró cardenal en 1411, siendo conocido desde entonces como Cardenal de Cambrai. También fue nombrado capellán real y “almoner” (miembro adscrito a la Casa Real de Francia).2

Escribió extensamente sobre el Cisma, la reforma, la astrología y otros temas. Sus ideas sobre los poderes del Colegio Cardenalicio y la infalibilidad del Consejo General fueron muy influyentes.6

Sus opiniones sobre la astrología, expresadas en varias obras, trataron de equilibrar la omnisciencia divina y el libre albedrío humano. Los escritos de D’Ailly sobre el Cisma7​ manifiestan la gravedad de la crisis y la necesidad de una reforma en un contexto apocalíptico.8​ Su astrología también estaba atada al Cisma, tratando de discernir si la división de la iglesia era una señal de la venida del Anticristo.9

Después del concilio, D’Ailly regresó a París. Cuando en la guerra civil de Francia la facción borgoñona se apoderó de París en 1419, matando a algunos profesores en la revuelta, D’Ailly huyó al sur y se retiró a Aviñón.10​ Su antiguo alumno Gerson se instaló cerca en una casa de la orden celestina. D’Ailly murió en 1420. Sus obras comenzaron a aparecer en la imprenta antes de finales del siglo XV.11

Teoría del Imago Mundi

D’Ailly consideraba que existía una simetría en la configuración de los continentes, lo que influyó en Cristóbal Colón (que estaba en posesión de una edición del Imago Mundi impresa en Lovaina hacia 1483) motivándole a embarcarse hacia las Indias. La teoría de la Imago Mundi planteaba que existían cuatro continentes, dos en el norte y dos en el sur, o bien, vistos desde otra perspectiva, dos en el este y dos en el oeste. Esto daba como resultado un continente al norte, que era Europa; y otro al sur, que era África, ambos en el lado este del globo. Del lado oeste se encontraba otro continente al norte, que era Asia; y la otra extensión de tierra debía encontrarse al sur. Sin embargo era un continente desconocido; el que se encargó de encontrar Cristóbal Colón. Es por este motivo que Colón consideraba que había navegado en aguas australes, es decir, al sur del ecuador, pues tenía idea de haber llegado al sur de Asia.

Obras

Lectura ad formandos libellos, manuscrito. Toledo, Biblioteca de la Catedral de Toledo. Además de la Imago Mundi publicó algunas obras para fomentar la reforma de la Iglesia.

Esta edición incunable de la Imago mundi fue impresa en Lovaina por Johannes de Westfalia entre 1477 y 1483, y aunque el libro es conocido por el título de este tratado, contiene las obras de Pierre d’Ailly Imago mundi, Epilogus mappae mundi, De legibus et sectis contra superstitiosos astronomos, Exhortatio super calendarii correctione, De vero cyclo lunari, Cosmographiae compendium, Concordantia astronomiae cum theologia, Apologeticae defensiones astronomicae veritatis y De concordia discordantium astronomorum, y de Jean de Gerson Trilogium astrologiae theologistae y Contra superstitiosam dierum observationem.

Las ideas de Crates, Mela y Macrobio influyeron en la Imago Mundi (1410) de Pierre D´Ailly. En efecto, en esta obra, se defiende la existencia de una tierra habitada, entre el trópico y el círculo antártico, semejante a la nuestra y en la que viven los antípodas (Imago Mundi, p. 41).

Mapa mundi según Imago Mundi de Pierre D´Ailly (Biblioteca Nacional Francesa).

Esas tierras existían, aunque se descubrieran mucho tiempo después. Australia fue descubierta por el marinero portugués (al servicio de la corona española) Luis Váez de Torres en 1606; en la misma fecha Pedro Fernández de Quirós tomó posesión para España de todas las tierras al Sur hasta el Polo, en la isla de Vanuatu, pensando que se trataba de la Terra Incognita. No obstante la colonización de Australia se llevó a cabo por parte inglesa a partir del s. XVIII.

“Imago Mundi” es el título de un conjunto de 12 tratados de cosmografía, escrito en 1410 por el teólogo francés Pierre D’Ailly. Estos libros que orientaron a Colon en sus primeros viajes, proponían una posible lectura formal del mundo desde la intuición y el cálculo de las estrellas.

Imago es un latinismo que significa imagen o representación. Por tanto, el título del libro es “Imagen del Mundo”. Interpretación y representación del mundo en un momento de la historia.

En 1410, el cardenal y canciller de Francia, Pierre d’Ailly, publicó un mapa, el Imago Mundi, que representaba a África.

Mapa de Vercelli

Mapa de Vercelli

El mapamundi de Vercelli es llamado así porque se conserva en el archivo de la catedral de Vercelli (Piamonte), donde ha estado durante siglos, e inventariado en el siglo XVIII como “diseño antiguo que representa un esquema sinóptico”. En 1908, con motivo de una reorganización del archivo, Carlo Errera descubrió que era en realidad un mapa en pergamino, anónimo y bastante deteriorado. Había estado archivado como un rollo sin envoltura de protección y resultó afectado por la humedad y el fuego y, además, en una desafortunada restauración en 1970 quedó perjudicado, encontrándose en la actualidad casi desvanecido. En 1935, estando en mejor estado de conservación, Yossouf Kamal hizo una buena reproducción. Y en 2013-2014, en una intervención del Lazarus Proyect de la Universidad de Rochester, ha sido objeto de tratamiento con avanzadas tecnologías ópticas a fin de obtener una imagen digital que recupere la legibilidad, pero para entender su estructura básica es mejor fijarse en el esquema gráfico.

El mapa de Vercelli es un mapa importante, que ha despertado el interés de los especialistas. Por su tamaño (84 x 72 cm, aunque faltan porciones), es el más pequeño de los tres grandes mapamundis del siglo XIII (junto con los de Ebstorf y Hereford), pero posiblemente el más antiguo, aunque la cuestión de su origen y datación es objeto de controversia. En un primer estudio, en 1911, Carlo Errera apreció que la información que proporciona el mapa está en relación de origen con Hispania o Italia, en especial con los Beatos, y con asistencia de dos paleógrafos lo dató a finales del siglo XIII. El principal detalle para datarlo fue la figura una gigantesca ave (¿avestruz?) con una espuela en el pico, situada sobre los montes Atlas, y, cabalgándola, una figura humana que sujeta en su brazo izquierdo lo que puede ser un látigo o una bandera (Fig. 193, de la reconstrucción de Y. Kamal). Lo importante es que una leyenda lo presenta como Philippus rex Francie. La duda es si se trata de Felipe II (1180- 1223) o Felipe III (1270-85). Carlo Errera estimó que debe tratarse de Felipe III porque es el único que viajó a África, donde está situada la figura, por lo que el mapa debe ser de finales del siglo XIII. En 1935 Anna Maria Brizio estimó que el estilo de las figuras del mapa se asemeja a las miniaturas románicas del estilo hispánico de la primera mitad del siglo XIII. La propuesta más aceptada parece ser la de Carlo Capello en 1957. Intentando descifrar las leyendas del mapa, de dificultosa legibilidad, y comparándolas con los mapas de Ebstorf y Hereford encontró muchas similitudes, y también una relación con los Beatos. Llegó a la conclusión de que su origen es inglés, y, en concreto, propuso que llegó a Vercelli gracias al cardenal Guala Bicchieri, nacido en Vercelli, legado papal en Inglaterra, que visitó en 1216-18, y se sabe que donó a la Catedral de Vercelli manuscritos anglosajones que trajo de Inglaterra. Por ello, Carlo Capello estima que la datación correcta del mapa es hacia 1200. Pero Anna- Dorothee von den Brincken, en un trabajo de 1990 sobre la metodología de la datación de manuscritos, advierte que la propuesta de Capello, aun siendo fascinante, no puede considerarse probada. Esta autora, tras un examen de las características externas del documento, del estilo de las imágenes y de la epigrafía de las leyendas, entiende que hay argumentos para considerar más acertada la datación de Carlo Errera. La fecha “post quem” es finales del siglo XII, porque aparece la ciudad de Alessandría en Lombardía, que fue fundada en 1167, llamada así en honor del Papa Alejandro III. Otros detalles indican que debe ser de la segunda mitad del Siglo XIII: la vestimenta de montar del rey Enrique es una moda de la segunda mitad del siglo XIII; y las figuras (hombres, animales y monstruos) parecen ser de un estilo gótico que sugiere también esas fechas. Y en cuanto a su origen, entiende que, aunque la comparación con los mapas de Ebstorf y Hereford es interesante y revela similitudes (por ejemplo, en el mapa de Hereford hay un avestruz semejante, aunque en el norte de Europa), es más importante la comparación con el mapa de Munich, de origen francés, que sugiere una misma fuente o tradición, aunque no puede negarse tampoco su contacto con los Beatos como revela la indicación del lugar de sepultura de algunos apóstoles. En definitiva, aunque no puede saberse hasta qué punto Inglaterra estaba representada, pues formaba parte del área desaparecida, el mapa de Vercelli, según dicha autora, parece un mapa continental de procedencia europea, no inglesa, inclinándose por su origen francés como modelo.

El mundo está dividido en los tres continentes, separados por el Mediterráneo y los ríos Tanais y Nilo, como en los mapas T-O, pero no puede decirse que sea un mapa T-O, pues no es diagramático, sino que está completamente lleno de leyendas, dibujos y toponimias, siendo uno de los más ricos en este aspecto. Los elementos están en cuatro colores: sepia, verde, rojo y negro. La orografía, en sepia, se indica con grupos de tres arcos de círculo con doble línea y de semicírculos para montañas aisladas. La hidrografía fluvial es de color verde, con líneas sinuosas dobles. Los topónimos, títulos y leyendas están escritos en negro. Los ríos y los brazos de mar no se distinguen entre sí. Están marcados con grandes líneas de grosor variable y sin distinción de importancia. La excepción es el río Jordán, con un gran mar de Galilea y el mar Muerto en un cuadrado lleno de texto. Las ciudades están indicadas con construcciones cuadrangulares de color rojo y negro, en cuya base se escribe el nombre. Si se trata de ciudades importantes, la estructura es más compleja, con más pisos con arcos o ventanas, y la sepultura de los apóstoles se simboliza mediante edificios eclesiales con torres-campanario. Dice A.D. von den Brincken que las estructuras son convencionales, la mayoría en forma de fortalezas, de un tipo que puede ser encontrado en mapas italianos y franceses, semejantes a los que hay en los itinerarios de Matthew Paris y en los mapas de Ranulf Higden. En cuanto a los mares, indica que si el mapa de Vercelli se compara con sus mapas hermanos, se ve poco interés en áreas acuáticas. En los mapas de Ebstorf y Hereford, el Mediterráneo y el mar Rojo son importantes masas de agua, con abundancia de islas, así como el océano circundante, mientras que en el mapa de Vercelli el autor está más interesado en los desiertos que en los mares: una ancha banda recorre la región desértica de Etiopía, con dibujos de ondas, simbolizando las dunas, rasgo único de este mapa, y se pregunta A. D. von den Brincken si el autor habría acompañado al rey Felipe III en su viaje a África.

Tierra Santa

El desinterés por las masas de agua lleva a rellenar su espacio, como ocurre en el Mediterráneo, dibujado con bastante anchura, pero ocupado íntegramente por islas, o el mar Rojo, ocupado por viñetas con leyendas. Por otra parte, da la impresión de que el autor desea rellenar a toda costa, con leyendas o animales, los territorios desconocidos. Por ello, como ha observado C. Capello, el mapa parece incompleto pues hay áreas en blanco y espacios para ciudades que no se han rellenado. Asimismo, el autor parece fascinado con toda clase de animales, pintados en formas heráldicas y con trazos bien compuestos, de un estilo gótico. Así, Asia y África carecen casi de edificios, pero en cambio hay numerosos animales, como se observa en la figura 195, que corresponde a Asia.

El Paraíso

El mapa de Vercelli, como casi todos los mapamundis medievales, es una suma de conocimientos obtenidos de diferentes fuentes concentrados en una imagen que muestra lugares y eventos de tiempos diferentes, una historiografía mostrada conjuntamente y por tanto sin atención a la cronología, mezclando además eventos históricos con lugares míticos. La figura 198 es una ampliación del norte de Asia (resaltando colorido, contraste y claridad) que proporciona un ejemplo de esta idea. Junto a varias regiones y ciudades nominadas, como Armenia, Capadocia, Casaria, Colchis, Anagne, Macria, Carres y Serapolis, pueden identificarse: entre los mares, el mar Caspio (1), con un diseño en forma de flecha que recuerda al mapa de Ripoll, y el mar Negro (2): entre las cadenas montañosas, los montes del Cáucaso (3) y el mons caspius (4); y entre los lugares míticos o bíblicos, el Arca de Noé (5) dibujada como una embarcación de tres pisos posada sobre el monte Ararat (6), las Puertas de Alejandro (7), el cordero (8), cerca de la región de Colchis, que simboliza el relato mítico del vellocino de oro capturado por Jasón y los argonautas en Colchis, y el sepulcro del apóstol San Bartolomé (9).

Detalle del norte de Asia

Una imagen curiosa en el noroeste de África de un rey coronado con un mayal, montando un ave gigante muy estilizada que porta un objeto en forma de herradura en el pico. Esto es quizás el avestruz comedor de hierro. La inscripción que lo acompaña está, como muchas, desgastada. Capello da ‘philipjus] rex f[ra)ncie’ [Rey Felipe de Francia]. Una lectura más probable sería ‘philipjus] rex f[ra)ncor[um) [Rey Felipe de los franceses], la frase más común para reyes de Francia durante el período 1268-1314

La presentación del mapa de Europa difiere de la de Asia, tierra de historia y Sagrada Escritura. En lugar de grandes bloques de texto, hay grupos de ciudades, que son consistentemente renderizado, con algunas excepciones. Tienen una banda, generalmente amarilla, en su base, rematada por un panel rectangular. Cuando hay un topónimo, el panel lo enmarca, y ese panel toponímico luego está rematado por otra banda, a veces amarilla. Que segunda banda es seguida por uno o dos paneles asentados en una banda amarilla, y el conjunto es coronado por un techo inclinado hacia adentro en cada lado y denotado por una cumbrera que se extiende pasado el techo.

Estado actual del mapa original

Autor desconocido

Fecha 1217

Beato de Escalada

Beato de Escalada

Conocido también con otros nombres (Asburnham, Morgan 644, Ashmolean, Nueva York I), se encuentra en la Pierpont Morgan Library de Nueva York (Ms. M 644). Fue realizado en el Monasterio de San Salvador de Tábara (Zamora), fundado hacia 900, para el Monasteriode Escalada, León. Pasó a poder de la Orden Militar de Santiago en 1556, y a partir de 1840, cuando fue vendido al italiano Roberto Frasinilli en Madrid, fue objeto de numerosas ventas hasta ser adquirido por la Pierpont Morgan Library en 1919. Es un bello manuscrito, con gran profusión de ilustraciones, y es el Beato más antiguo que se conserva. Es del siglo X, pero se ha discutido su fecha concreta, desde 926 a 960, e incluso hay quien lo data a finales del siglo IX. En cuanto a su autor, Charles R. Beazley, en 1949,222 lo atribuyó a un monje llamado Oveco, pero recientemente John Williams (obra citada en nota 207), estudiando el colofón en el folio 293r, ha identificado al autor, al parecer tanto del texto como de las ilustraciones, que es un monje llamado Magius del monasterio de San Salvador de Tábara, en León, donde murió y fue enterrado en 968, quien afirma haberlo realizado para el abad Victor del Monasterio del arcángel San Miguel (San Miguel de Escalada), y “para que los instruidos teman la llegada del Juicio Final”. John Williams lo ha datado entre 940 a 945, y ésta es la posición actualmente más seguida, adscribiendo el manuscrito a la familia IIa, procedente de la versión póstuma de hacia 940. La letra es de tipo visigótico y las ilustraciones de estilo hispánico-mozárabe.

Los mapas de la Familia II guardan más semejanza entre sí que los de la Familia I. En el mapamundi del Beato de Escalada, el mundo conocido se compone de los tres continentes, con sus nombres, aunque África está dividida por el Nilo (con su ramal este-oeste), entre Libia y Ethiopía, lo cual quiere significar el África mediterránea, conocida, y el África interior, desconocida. En Europa hay topónimos para países (Spania, Gallias. Italia, Germania) imprecisamente colocados, y para varias ciudades, como Roma, Narbona, Miesilia (Marsella), Rebenna (Rávena) y Constantinopoli. Las cuatro cadenas montañosas, que no llevan denominación, son de difícil identificación, salvo la que separa Spania del resto de Europa. Europa está separada de Asia por el río Tanais, que carece de nombre y está conectado al océano. El río que desemboca en el Tanais debe ser el Danubio, más allá del cual está Gotia y los legendarios Montes Rifei. Asia también contiene muchos topónimos para países y ciudades, entre éstas Troia, Sodoma, Babilonia, Ninive e Ihrim (Jerusalén), que es la única ciudad simbolizada con un edificio. En Asia las montañas sí están nominadas (Caucasus, Taurus, Libanus, ésta dos veces), pero algunas son desconocidas, como los montes Aquilo, Saucerani y Ceraunius, todo ello común en los mapas de la misma familia, al igual que leyenda hicabefenix (aquí el Ave Fénix) al oeste de India. En África hay varios topónimos junto al Mediterráneo, como alejandria, cartago magna y mauritania cesariensis. En el interior (Etiopía) figura la leyenda sobre sus especies monstruosas y sus plantas de canela y bálsamo. En las dos montañas de la parte inferior figura duo calpes contrarii sibi (dos montañas confrontadas), que es la referencia habitual a las dos montañas en África y Europa asimiladas a las columnas de Hércules. Hay referencias a algunas tribus (garamantes, getuli y mauri), y en el oeste (al igual que en el noreste de Asia) se indica deserta o deserta et arenosa. El mar Mediterráneo está lleno de islas de forma cuadrada, colocadas como si fueran peldaños, con nombres casi ilegibles, pero en otros mapas de esta familia se identifican las islas de Sicilia, Corsice, Maiorca, Minori, Gaddis, Samino y Tarsis. El océano circundante está cubierto de decorativos peces azules que siguen direcciones opuestas, quizá para mostrar corrientes marinas, y en el sur de la cuarta parte del mundo parece haber dos animales marinos de mayor tamaño. También hay nueve islas, algunas con nombre, como Crise y Argire, Tile, Britania y Scotia, y embarcaciones con remeros, cuyos contornos se dibujan, pero no se colorean los interiores.

Hay otras características peculiares de este mapa, que lo diferencian de los demás, incluso de la misma familia, y que hacen de él un caso especial. Una es que salvo los ríos Tanais y Danubio, dibujados en azul, el resto de las masas de agua están en un color de tono ocre, incluso el mar rojo (rubrum) que en los demás mapas está en rojo. Y la otra es la representación de la vegetación: en la mayor parte de las montañas hay arbolado, y en Asia Menor y África, las plantas brotan del suelo y probablemente son cereales (sorgo y trigo), lo que ha hecho decir que este mapa es el más naturalista de todos los Beatos. El cuarto continente está separado por una franja de agua, con el nombre de rubrum mare (mar Rojo) y no tiene más rasgo que la habitual leyenda sobre su inaccesibilidad por el calor y sin referencia a los antípodas ni a los esciápodos. El Paraíso se representa con la escena del pecado original. Adán y Eva se muestran cubriendo su desnudez, mientras la serpiente observa enroscada en e árbol. Lleva la leyenda Paradisus, que se omite en otros mapas.

Beato de Escalada, Ms M 644, folios 33v-34r. 51 x 36 cm

Como en casi todos los mapas europeos medievales, esta imagen rectangular del mundo mide 51 x 36 cm (20 x 14 pulgadas), ocupa dos páginas del manuscrito y es orientada con el Este en la parte superior donde se puede ver una imagen enmarcada de Adán y Eva en el Paraíso Terrenal en Asia. Se muestra a Adán y Eva agarrando sus hojas de higuera mientras una serpiente mira desde un árbol cercano. Como en todas las demás copias de Beatus, la tierra es rodeada por un océano continuo, aquí pintado de ocre y salpicado de adornos peces azules, barcos incoloros y nueve islas cuadradas. El Mediterráneo ocupa el centro con islas cuadradas dispuestas como escalones. El Nilo desemboca en él desde el oeste, mientras que el río Tanais [el complejo del Mar Negro/río Don], sin etiquetar y pintado azul, fluye directamente hacia el norte hasta el océano circunfluente. Sólo se representa otro río y parece ser el Danubio, aunque tampoco está etiquetado.

Jerusalén

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Paraíso terrenal

Mapamundi del Beato de Navarra del siglo XII.

Mapamundi del Beato de Navarra del siglo XII.

Entre las diversas copias del Beato, destacaremos el denominado Beato de Navarra, también llamado Beato Gascón, un códice que, tanto por su escritura como por sus imágenes, ha sido considerado de origen español. Sabemos, gracias a las noticias que sobre él da el P. José Moret, que en el siglo XVII existía en la Biblioteca de la catedral de Pamplona un Beato, que desapareció en fecha desconocida. Casualmente en 1897, un manuscrito de las mismas características fue vendido a la Biblioteca Nacional de Francia. En un estudio posterior se descubrió que este Beato llevaba adosado en el interior de una de sus tapas un privilegio de Carlos III el Noble del 4 de mayo de 1389, lo que despeja la duda sobre su coincidencia con el Beato que existía en Pamplona. No tenemos noticias sobre cómo había llegado a la catedral de Pamplona.

Se desconoce su procedencia, dado que algunos expertos suponen su origen en algún monasterio de Navarra o el Pirineo Francés, mientras otros lo asocian al entorno de Silos, aunque por el tratamiento especial que se da en su mapamundi a la ciudad de Astorga, que es la única que se señala como inscrita en una rueda dentada, también se podría pensar que fue encargado, posiblemente, a un scriptorium leonés o castellano para una iglesia de esa diócesis.

En esa línea es muy interesante la opinión de las profesoras Elisa Ruiz García y Soledad de Silva y Verástegui, en su Libro de Estudio que acompaña al facsímil del Beato de Navarra editado por Millennium Liber, sobre la posibilidad de que haya sido creado en algún monasterio cisterciense, dado que parece que el Comentario al Apocalipsis fue un libro que interesó especialmente a esta orden, pues de los últimos ocho o diez Beatos tardíos, fechados a finales del siglo XII y comienzos del XIII, cinco de ellos están relacionados con monasterios cistercienses.

Mapamundi del Beato de Navarra del siglo XII.

Por lo tanto, es una copia del Comentario al Apocalipsis de Beato de Liébana, fechada en el siglo XII, en el que tanto el texto como sus magníficas ilustraciones lo convierten en el último Beato que corresponde a la versión pictórica más antigua del códice original y también el último de la segunda versión textual, la considerada del año 784. Su tipo de letra, carolina de transición al gótico, de gran calidad, y sus múltiples miniaturas, cuyo estilo corresponde al románico pleno, confieren a este manuscrito gran interés.

La representación en una página doble (fol. 24v-25) del mapa del mundo o mappamundi es una de las ilustraciones expresamente importantes en el texto. Después de haber comentado los nombres de los apóstoles y las tierras que corresponde a cada uno evangelizar, el autor invoca la eficacia didáctica de la imagen. Este mapa, al igual que sus precedentes, refleja la antigua concepción isidoriana del mundo, en forma circular, rodeado por el océano; la tierra está dividida allí por mares y ríos en tres partes, a saber, los tres continentes entonces conocidos: Asia, Europa y África, según un diagrama que inscribe en el texto del orbe una T, la inicial de Terrarum.

  

Mapamundi del Beato de Navarra del siglo XII, detalle de la zona de Europa.

 

Comparado con otros mapas, este mappamundi se caracteriza por su extravagante cosmografía, como ya ha observado el profesor Moralejo, quien ve en su testimonio una simple curiosidad. Sin embargo, el mapa del Beato navarro presenta una estrecha relación con el Beato de Osma, que lo antecede en un siglo, haciéndose eco de varias novedades introducidas por él. Una de las más originales es la representación del esciápodo, habitante de la tórrida tierra desconocida, situada en el hemisferio sur, que se ensombrece con su singular y gigantesco pie, pero que en el Beato navarro se situó fuera del lugar habitual.

En él, asimismo, están presentes otros motivos incluidos en los anteriores, como la representación de la imagen del sol, de edificios para figurar ciudades, la presencia del faro de Alejandría o la diseminación de las islas por todo el orbe oceánico; un rasgo añadido, que tiene su origen en tradiciones cosmográficas distintas a las del Comentario al Apocalipsis que, según el profesor Moralejo, es la personificación de los vientos que el Beato Navarro comparte con el mapa mural de San Pedro de Rocas (Esgos, Ourense), del siglo XII. Además, cuenta con otro elemento que llama la atención a diversos investigadores como es la importancia otorgada a Asturica entre los raros topónimos reconocibles, es decir, Astorga, representada con una gran rueda dentada, lo que pudiera ser una indicación del verdadero origen del manuscrito, dada su incierta procedencia.

En definitiva, tal y como apunta S. Moralejo, se trata de un mappamundi semejante, en ciertos aspectos, al que contienen otros Beatos, pero caracterizado por su disparatada cosmografía que reduce su testimonio a mera curiosidad. Sigue diferentes modelos anteriores pero sus copistas, que no debían de entender nada de geografía, reprodujeron sin criterio nombres y emplazamientos de manera caprichosa, por lo que se puede decir que, en cuanto a la ubicación de territorios y ciudades, nada está en su sitio.

Beato de Navarra. Reconstrucción gráfica

Mapa Vaticano

Mapa Vaticano.

Se le conoce como Mapa Vaticano y se encuentra en un manuscrito que contiene una miscelánea de varios textos del siglo IX, entre ellos dos de Isidoro (Crónica y Etimologías) aunque no completos, otros relacionados con temas de computus y con comentarios bíblicos, y algunos no identificados. Se conserva en la Biblioteca Vaticana (Ms Lat. 6018). El mapa precede a varios textos sobre computus, pero no hay material geográfico que explique su presencia. Es un mapa de gran tamaño (21 por 14,5 cm) ocupando dos folios en posición horizontal, aunque por su orientación este debe contemplarse en forma vertical. Fue descubierto en la Biblioteca Vaticana en la década de 1920 y se ha datado en el siglo VIII, por lo que es uno de los más antiguos mapamundis medievales que se conservan. Habitualmente, desde Konrad Miller, se viene incluyendo dentro de la tradición isidoriana, dado que contiene el mundo tripartito en forma circular, el océano circundante y la orientación este (Tierra Santa). Así lo entendió también Richard Uhden, autor, en 1931, de un estudio de este mapa, quien sugiere que podría ser un descendiente directo de la construcción original de Isidoro. Pero en la actualidad se tiende a considerarlo una variante muy alejada y se le califica de “pseudoisidoriano”. Como dice Evelyn Edson, el examen del manuscrito revela que, aunque contiene textos de la Etimologías de Isidoro, no se incluyen los capítulos geográficos, y en realidad forma parte de una colección de computus. En el mismo sentido, Leonid S. Chekin dice que, aunque es considerado tradicionalmente como un mapa isidoriano, está íntimamente relacionado con las tablas de los cómputos de Pascua. Vemos, que cuando se alejan del tipo isidoriano se tiende a considerarlos como no isidorianos. No obstante, desde un punto de vista cartográfico la pervivencia de las características antes indicadas permite examinarlos como variantes, pero dentro del contexto de la tradición isidoriana.

El mapa muestra el mundo tripartito en forma circular, pero con un océano circundante que atribuye al conjunto una forma ovalada. El Mediterráneo alcanza gran extensión y se encuentra lleno de islas con diferentes formas, conservando Sicilia su habitual forma triangular. Es importante la representación del Nilo. No es la frontera entre Asia y África, como en el tipo básico del mapa T-O, sino un dibujo de un curso fluvial que nace en Etiopía, pero en este lugar coincide con otro curso fluvial que nace en Mauritania. Nos encontramos aquí, seguramente por primera vez en un mapa medieval, con una figura que parece proceder del mapa de Agripa y que desde la minuciosa descripción de Plinio se ha interpretado como un ramal oeste del Nilo. La descripción de Plinio fue adoptada por Orosio y por su influencia se reflejó en muchos mapas medievales, como, por ejemplo, el mapa Anglosajón.

Según los autores, hay indicios de que este mapa es una copia de otro de mayor tamaño y con mayor cantidad de datos que el copista no ha podido introducir. Así parece deducirse del hecho de que los nombres aparecen escritos desde todos los ángulos y de que hay varios sitios marcados simplemente con una c (de civitas), sin introducir el nombre completo. No obstante, la toponimia es muy extensa, casi toda procedente de Orosio e Isidoro. Hay más de 130 topónimos, lo que le convierte en el mapa de mayor riqueza de contenido de su época. Las ciudades más importantes (Jerusalén, Babilonia, Constantinopla, Roma, Cartago y una sin nombre que debe ser Alejandría) están representadas por figuras geométricas semejantes a estrellas de ocho puntas. De los Mons Taurus, dibujados con cuatro picos, parten los grandes ríos de Asia (Tigris, Éufrates, Indo y el Ganges, llamado Phison), pero también el río Crisacoras, que es un río mítico que circunda el Paraíso, y cuya referencia también procede de Orosio. Un dato importante es que puede ser el primer mapa en incorporar elementos de la historia judeo-cristiana, como el río Jordán, el mar Muerto, Belén, el Monte Sinaí (M. Sina) y el paso de los israelitas por el mar Rojo, que está dibujado con gran tamaño y con líneas ondulantes que simulan el agua. La península ibérica, con su típica forma triangular con la que se concebía en la Antigüedad, está dividida entre Ispania Ulterior e Ispania Inferior, separada de Galia por los Pirinei. No contiene ciudades ni ríos, pero en Galia se dibujan los ríos Ródano y Garona, y en Germania el Rhin (Rinus flumen). En el Atlántico, frente a Hispania, hay una isla con el nombre de Gadis, que desde tiempos antiguos se consideró una isla. El río Tanais figura en su lugar habitual, así como el mar Caspio, como un entrante del océano.

Mapa Vaticano pseudoisidoriano. Vat. Lat. Fol. 63v y 64. 21 x 14,5 cm

Hay varios elementos interesantes. Uno es la enorme figura con forma de dos “salchichas” en el noroeste de Europa con las leyendas de mare mortuum oceanus y oceanus occiduus. Richard Uhden estima que debe ser un error del copista y que debe tratarse de las islas Británicas. Evelyn Edson sugiere que quizá no se refieren a las islas, sino que son etiquetas para el océano circundante. Otro es la isla en el oeste de África con una enigmática leyenda que dice insola incognita ori sl iiii partes mundi, que podría referirse al cuarto continente mencionado por Isidoro, separado por la zona tórrida (ori sl iiii podría significar ardoris solis). En tercer lugar, las figuras en forma de luna en ambos extremos del mapa, que han sido interpretadas de diferente forma: el Sol y la Luna, el alba y el ocaso, o cuerpos celestes en el contexto de un computus. Y por último, la roseta que simboliza el Paraíso. La roseta es un legado del mundo pagano, pero fue asimilado en el mundo bizantino para simbolizar el Paraíso en obras artísticas, y se extendió después en la Edad media a otros motivos artísticos. Esto es un indicio del origen bizantino del original. Leonid.S. Chekin dice que un análisis de las tablas que contiene el manuscrito revela vestigios de un original bizantino y muestra que las tablas fueron compiladas en Italia entre 762 y 777.

Mapa Vaticano pseudoisidoriano. Reproducción gráfica

 

Mapamundi de Paulinus Venetus

Mapamundi de Paulinus Venetus

Paolino Minorita

Obispo católico, político y escritor italiano.

 Cargos desempeñados: Obispo de Pozzuoli

 Nacido: Alrededor de 1270

Obispo consagrado: 1324

Fallecido: 22 de junio de 1344 en Pozzuoli

Paolino Minorita, también conocido como Fra ‘Paolino da Venezia o Paolino Veneto (alrededor de 1270Pozzuoli, 22 de junio de 1344), fue un obispo , político y escritor católico italiano.

Biografía

Sus orígenes son casi desconocidos: nada se sabe de la familia e incluso se desconoce el lugar de nacimiento, pues el apelativo “de Venecia” podría indicar simplemente que se hizo franciscano en el convento de la laguna de Frari. Probablemente se formó en las escuelas de la provincia religiosa de Sant’Antonio (incluido el Triveneto) y de hecho el primer documento que lo nombra lo ve el 12 de diciembre de 1293 en el convento de Padua , quizás como alumno del studium dei minor . . 11 de octubre de 1295 en cambio, ya no estaba en la ciudad Euganea porque tuvo que enviar un representante, fray Clarello, para recoger un legado testamentario[1].

Participó activamente en acciones políticodiplomáticas. De hecho, fue primer inquisidor en la zona de Treviso y más tarde obtuvo el cargo de embajador de la República de Venecia al servicio de Roberto de Anjou y Juan XXII.

En 1324 fue elegido obispo de Pozzuoli y en 1328 asumió el cargo de consejero de Roberto de Anjou.

Obras

Las obras de Paolino Minorita, de las que Boccaccio se inspiró mientras criticaba al autor como historiógrafo, son principalmente de carácter histórico y enciclopédico, como el Historiarum Epitoma, el Compendium (o Chronologia magna) y la Historia Satyrica, que remiten al Speculum Historiale del fraile dominico Vicente de Beauvais.

Entre sus escritos también encontramos el Liber de regimine rectoris, un tratado en lengua vernácula veneciana de 1314 sobre la forma de gobernar.

El ejemplar editado por él mismo nos ha llegado muchas veces. El aparato de imágenes que acompaña al texto constituye una etapa importante en la historia de la decoración de libros y de la representación cartográfica[2]: una hoja dentro del Compendio contiene un mapa de Venecia, una representación cartográfica de la ciudad de Venecia entre las más antiguas conocidas de la ciudad.[3]

 

 

Roma Siglo XIV

 

 

 

 

 

 

 

 

Frate Paolino Minorita, Pianta di Venezia, 1346

 

 

 

 

Península Ibérica

 

 

 

 

Extracto de un estudio de Michelina Di Cesare

Las obras históricas de Paulinus Venetus (también conocido como Paolino da Venezia o Paolino Minorita; m. 1344) son intrigantes por su intento de combinar la presentación visual y textual, por su amplitud de enfoque histórico y geográfico, y por las conexiones de su autor con Venecia, la Orden Franciscana, y las cortes de Aviñón y Nápoles bajo el Papa Juan XXII y el Rey Roberto el Sabio.

Un franciscano que sirvió en la oficina papal de la Penitenciaría y eventualmente se convirtió en obispo de Pozzuoli, Paolino estuvo conectado con algunos de los movimientos, lugares e individuos más intrigantes de la Baja Edad Media en Italia. Fue suficientemente reconocido como escritor para atraer un comentario de Boccaccio (aunque bastante desfavorable); también fue el primer autor medieval conocido en trabajar con los Anales de Tácito, asegurando su interés por los estudiosos que siguen el desarrollo del movimiento humanista en sus primeras generaciones. Más importante para el libro de Michelina Di Cesare, los manuscritos de sus obras históricas contienen mapas importantes (incluido un mapa mundial, mapas regionales de Italia y mapas de Tierra Santa y sus ciudades) y un pequeño tratado geográfico, De mapamundi, que acompaña al mapamundi.

Probablemente la pieza más conocida de los escritos de Paolino entre los estudiosos modernos, contiene la declaración citada con frecuencia de que dos mapas, textual y visual, son esenciales para comprender el mundo. Como justificación para el uso de mapas y como una declaración más amplia sobre la importancia de lo visual, este es un texto importante para los estudiosos de la evidencia visual a la par de la disculpa de Bartolo da Sassoferrato por su uso de diagramas en Tyberiade .

En todo momento se destaca el papel de Venecia, Aviñón y Nápoles como centros intelectuales, influyentes en la recopilación y producción de conocimiento geográfico e histórico. En Nápoles, la proximidad de la biblioteca de Monte Cassino permitió a Paolino encontrarse con Tácito, mientras que la corte conservó la memoria de Pedro de Éboli y su obra ilustrada sobre las aguas termales del sur de Italia en la época de Federico II. En Venecia, la influencia de la obra cartográfica de Petrus Vesconte es atestiguada por el uso que hace Paolino de ella en sus historias y por el uso independiente que hace Marino Sanudo de las cartas de Vesconte en su Liber secretorum fidelium crucis.

El mapamundi híbrido de Vesconte es un artefacto fascinante en sí mismo, ya que combina la vista circular del oikumene familiar del mappaemundi con una vista de la cuenca mediterránea derivada de las cartas portulanas. Finalmente, Avignon se revela como un centro de información geográfica donde tanto Paolino como Marino Sanudo se inspiraron en materiales de la biblioteca papal para sus respectivos proyectos. Se postula una fuente perdida para De mapa mundi de Paulino, quizás una miscelánea que contiene extractos del trabajo geográfico de Pomponius Mela.

Se esclarecen las relaciones entre tres figuras importantes del pensamiento geográfico de principios del siglo XIV, Paolino Minorita, Marino Sanudo el Viejo y Petrus Vesconte. Las conexiones obvias entre sus obras (especialmente sus mapas) han intrigado a los estudiosos durante algún tiempo, y el análisis cuidadoso de su uso respectivo de las fuentes existentes crea una nueva imagen de la interrelación de tres pensadores y creadores independientes que se basaron en un conjunto similar de pero con diferentes propósitos y con diferentes horizontes intelectuales. Como todas las obras

De mapamundi, Jerusalén está en el centro del globo, según la geografía de la marca teológica más exquisita; en cuanto a África, es mejor callar; Asia rebasa los límites de lo creíble, con esos ríos hechos trizas, y la India ha desaparecido en la compresión general del continente. El Mediterráneo es la única parte en gracia de Dios, y su relativa verosimilitud garantiza que el resto andaba a tientas en la oscuridad.

Paulinus Venetus, Chronologia Magna 1343

Mapa de Ranulf Higden

Mapa de Ranulf Higden

Ranulf Higden o Higdon (c.  1280  – 12 de marzo de 1364) fue un cronista inglés y un monje benedictino del monasterio de St. Werburgh en Chester.[1] Se cree que nació en el oeste de Inglaterra, tomó el voto monástico (benedictino) en Chester en 1299 y viajó por el norte y Midlands de Inglaterra, incluidos Derbyshire, Shropshire y Lancashire.

Higden fue el autor del Polychronicon, una larga crónica, una de varias obras de este tipo de historia y teología universal. Estaba basado en un plan tomado de las Escrituras y escrito para la diversión e instrucción de su sociedad. Es comúnmente llamado Polychronicon, del título más largo Ranulphi Castrensis, cognomine Higden, Polychronicon (sive Historia Polycratica) ab initio mundi usque ad mortem regis Edwardi III in septem libros dispositum. La obra está dividida en siete libros, en humilde imitación de los siete días del Génesis., y, a excepción del primer libro, es un resumen de historia general, una recopilación realizada con considerable estilo y gusto. Escrito en latín, fue traducido al inglés por Juan de Trevisa (1387) e impreso por Caxton (1480) y otros. Durante dos siglos fue una obra aprobada. Ha sido descrita como “la historia universal más exhaustiva producida en la época medieval y… el best seller de su época”.[2]

El primer libro consta de 60 capítulos y proporciona un estudio geográfico del mundo. Comienza con un prólogo y una lista de autores elaborados, cubre Asia, África y Europa y concluye con 23 capítulos que describen Inglaterra.[3] Las primeras letras de estos 60 capítulos crean un acróstico: presentem cronicam conpilavit Frater Ranulphus Cestrensis monachis.[2] Los siguientes seis libros proporcionan una historia del mundo: desde la Creación hasta Nabucodonosor (Libro 2); al nacimiento de Cristo (Libro 3); a la llegada de los sajones a Inglaterra (Libro 4); a la llegada de los daneses a Inglaterra (Libro 5); a la conquista normanda (libro 6): a la conclusión en el reinado de Eduardo III (libro 7).[3]

Un manuscrito latino de 281 folios en poder de la Biblioteca Huntington en California termina inicialmente en 1340 y se afirma que es una versión final posiblemente escrita por el propio Higden y editada por él hasta aproximadamente 1352. Perteneció a la Abadía de St. Werburg durante su vida y se mantuvo en la biblioteca monástica hasta que la abadía se disolvió en 1540[2]. El texto latino del Polychronicon nunca se imprimió antes del siglo XIX, aparte de una sección sobre la historia británica del Libro 1 que se publicó en una compilación reunida por Gale en 1691[4]. Hay más de 100 versiones de las versiones en latín o inglés publicadas antes de 1800 en bibliotecas del Reino Unido, Bélgica, Irlanda, Estados Unidos, Francia, España y la Ciudad del Vaticano[5].

Mapa del mundo en un manuscrito de finales del siglo XIV del Polychronicon de Ranulf (Biblioteca Británica).
Oriente está en la cima y Jerusalén en el centro; el Mar Rojo en la parte superior derecha está coloreado de rojo.

Parece haber gozado de considerable popularidad en el siglo XV. Era el trabajo estándar sobre historia general y se sabe que existen más de cien manuscritos. El manuscrito de Christ Church dice que Higden lo escribió hasta el año 1342; este documento se puede ver en línea.[6] El excelente manuscrito en Christ’s College, Cambridge, afirma que escribió hasta el año 1344, fecha posterior a la cual, con la omisión de dos años, Juan de Malvern, un monje de Worcester, llevó la historia hasta 1357, año en el que fecha en que termina.

Sin embargo, según un editor, la parte de Higden del trabajo no va más allá de 1326 o 1327 a más tardar, después de lo cual fue llevada a cabo por dos continuadores hasta el final. Thomas Gale, en su Hist. Brit. & c., scriptores , xv. (Oxon., 1691), publicó esa parte, en el latín original, que se remonta a 1066.

Existen tres primeras traducciones del Polychronicon  El primero fue realizado por Juan de Trevisa, capellán de Lord Berkeley, en 1387, y fue impreso por Caxton en 1480; el segundo por un escritor anónimo, fue escrito entre 1432 y 1450; el tercero, basado en la versión de Trevisa, con la adición de un octavo libro, fue preparado por Caxton. Estas versiones son especialmente valiosas para ilustrar el cambio del idioma inglés durante el período que cubren.

El Polychronicon, con las continuaciones y las versiones en inglés, fue editado para la Serie Rolls (núm. 41) por Churchill Babington (vols. I. Y ii.) Y Joseph Rawson Lumby (1865-1886).[3] [7] Esta edición fue criticada negativamente por Mandell Creighton en el Eng. Hist. Rev., de octubre de 1888. Hay una traducción reciente de sus sermones por Margaret Jennings y Sally A. Wilson.[8]

Higden está enterrado en la catedral de Chester.

Dos imágenes del mapa de Ranulf Higden (en este caso, muy simplificadas, casi esquemáticas, sin contornos continentales) que se encuentran en dos manuscritos del Polychronicon del siglo XV en la Biblioteca Vaticana.

Saber más: https://blogcatedranaval.com/2019/11/12/el-mar-mediterraneo-en-el-s-xiv/

Esta página de la colección de manuscritos reales contiene la mitad derecha de un mapa del mundo. Inglaterra está en la parte inferior derecha, con fondo rojo. Catorce ciudades están representadas e identificadas, incluidas Londres, Winchester, Lincoln, Oxford, Worcester, Gloucester, Norwich, Northampton, York y Exeter. Las cabezas alrededor del mapa representan los 12 vientos que rodean el mundo.

Mapa del mundo elaborado a finales del siglo XIV por el cronista y monje inglés Ranulf Higdon.

Una posible versión anterior.