Religión
Piedras de Ale
Subcategoría: Barco de piedra
El monumento de Las piedras de Ale, en Kåseberga, Suecia.
Las piedras de Ale (o Ales stenar en sueco) es el nombre de un conjunto megalítico que se encuentra en la región de Escania, en el s
ur de Suecia. Está formado por 59 bloques de granito alineados en forma de barco.
El conjunto tiene 67 metros de longitud, lo que le convierte en el mayor de los monumentos megalíticos de este tipo. Según el folclore de la región, bajo el monumento se encuentra enterrado el legendario rey Ale el Fuerte.
Las estimaciones más fiables realizadas mediante la técnica del carbono 14 sitúan su creación hace unos 1400 años, hacia el final de la edad de hierro nórdica, en el año 600 DC aproximadamente.
Localización
Ales Stenar (Ship Barrow)
55.780476N
12.531748E
El conjunto se encuentra asomado al mar Báltico y situado en el término de la localidad de Kåseberga, a 10 kilómetros hacia el sureste de la ciudad de Ystad, en la región de Escania, en el sur de Suecia.
El barco que se dibuja con los bloques de piedra tiene unas dimensiones de 67 metros de longitud en su eje más largo por 19 metros de ancho.
Origen
Como con casi cualquier otro monumento megalítico ha habido bastante especulación sobre el origen y significado de las piedras de Ale. La mayoría de las construcciones de tipo barco se consideran monumentos funerarios, y en muchos de los yacimientos de este tipo que hay en Escandinavia se han encontrado efectivamente tumbas de una o varias personas. Aún así, en el área que rodea a las piedras de Ale en la que se han realizado excavaciones arqueológicas no se ha identificado de manera totalmente cierta ninguna tumba.
Una teoría es que si el monumento en forma de barco no fuera un lugar de enterramiento podría haber sido construido en honor a la tripulación de algún barco que pereciera en el mar. Otra teoría dice que el barco fue construido como calendario, para determinar ciertas fechas a lo largo del año. La alineación de las piedras en relación al sol es tal que el sol se pone sobre la punta noroeste del monumento durante el verano, y sale por la punta opuesta en invierno.
Excavaciones
Durante las excavaciones llevadas a cabo para intentar datar científicamente el origen del monumento, en 1989, los arqueólogos encontraron dentro de la forma del barco una vasija decorada hecha de barro y con restos de huesos humanos calcinados en su interior.
Se piensa que los huesos provienen de una pira y que fueron colocados en la vasija en una fecha posterior al origen del monumento. De hecho los contenidos de la vasija pertenecen a varias épocas: hay material datado entre como de entre 330 y 540 dC y también hay restos del entre el año 540 y el 650 dC.
Ahu Vaihu – Pascua
Subcategoría: Plataforma y cículo de piedras.
El Ahu. Es imposible separar a los moai de sus ahu, la estructura de piedra sobre la cual reposan. Se cuentan alrededor de 272 ahu en toda la isla, aunque sólo decenas de estos altares repartidos en Rapa Nui acogían alguna estatua. La mayoría de ellos se erigían cerca del mar, pero también existen 25 ahu relativamente grandes en el interior de la isla, como el ahu Akivi o el ahu Uri a Uranga. En realidad, un ahu podía tener una primera vida y, tras el paso del tiempo y las guerras, destruirse para reutilizar sus piedras y estatuas con el fin de edificar un segundo ahu. Inicialmente, estas plataformas ceremoniales no debían exceder los veinte metros de largo, pero durante el período más clásico de la historia de Isla de Pascua, algunos ahu midieron más de 100 metros de largo y contaron con más de diez estatuas de diferentes épocas. Casi todos los ahu estaban concebidos de modo que los moai dieran la espalda al mar y protegieran al clan con su mana (poder, potencia, aliento, en cierta forma la conciencia de los pascuenses), ya que eran figuras de ancestros protectores.
De las 288 estatuas transportadas hasta los ahu, sólo 164 se levantaron durante el período clásico de la isla. Las demás, de una época anterior, estaban incorporadas en la construcción. Sólo 58 estatuas tenían un pukao (gorro). Poco más del 90% de los moai provenían de la cantera del Rano Raraku, aunque algunos se elaboraron en el Poike con traquita blanca, escoria roja, e incluso con basalto.
Un Ahu no restaurado, el AHU VAIHU, situado en la bahía de HANGA TE’E en la costa sur de la isla, testigo de una fase de destrucción unos siglos atrás.
Vaihu
Es una plataforma de piedra que está a 10 Km. de Hanga Roa. Se compone de 8 estatuas que yacen en el lugar donde cayeron y 8 pukao dispersos en las proximidades. En frente del Ahu hay un círculo de piedras, para las ceremonias de Paina, en las que se honraba a la muerte.
Una vista más cercana de Ahu Hanga Te’e O Vaihu con caído moai y pukao (tupés). El ahu es 100 metros de largo por 12 metros de ancho.
Paina o círculo de piedra ceremonioso delante de Ahu Hanga Te’e O Vaihu
Achavanich
Subcategoría: Herradura de piedra
Achavanich (gaélico escocés: Achadh un Mhanaich ‘) es un inusual megalíticos de herradura en forma de estructura. Que significa “campo de las piedras”, 36 de las 54 piedras originales permanecen hoy en día, la mayoría en el lado occidental de la estructura. La disposición de estas piedras es muy raro que las losas estén apuntando hacia el centro del círculo, en vez de la típica de lado a lado de arreglo. Aunque el sitio estaba desde hace varias décadas abandonado y cubierto dentro de un área cercada que los visitantes se pidió no entrar, el acceso ha sido recientemente mejorado enormemente con la distancia del lugar, el reposicionamiento de los límites de la cerca y la instalación de paneles informativos.
Achavanich se encuentra cerca del lago Stemster en Caithness. La más alta de las piedras relativamente pequeñas es de 2 m (6 pies 6 pulgadas) de alto. Algunas piedras pueden haber sido más altas, pero el desgaste les ha llevado a grietas o separaciones. Sólo el 36 piedras permanecer en el ambiente, aunque puede haber habido cerca de 54 originalmente.
En la mayoría de los círculos de piedra las caras planas de las piedras siguen la línea de la configuración, pero en Achavanich las caras planas son “parte de”. Las losas de piedra parecen ser puesto en un pequeño montículo de tierra y piedra, posiblemente como resultado de la nivelación de la zona central. El propósito y la fecha de esta estructura se desconoce, pero por lo general supone que pertenecen a la Edad de Bronce.
Fuera de la esquina noreste de la configuración de algunas losas pequeñas (posiblemente los restos de la cista entierros) sobresale a través del césped. Cerca del sureste también están los restos de un montículo de piedras cámara, situada en una loma.
El único sitio con estructura similar a Broubster, a 23 km, donde el 9 piedras de un establecimiento de piedra 32 sobreviven, con el extremo abierto de la puesta en Broubster en el sur-oeste. El extremo abierto en Achavanich se encuentra en el sureste.
Búho de La Compuerta (Perú)
El Búho, ubicado en la ladera noreste de una formación de cerros que bordean el paraje denominado “Pampas de Caña Cruz,” en el anexo La Compuerta, valle de Zaña, Lambayeque, Perú, en el anexo de la Compuerta Cayaltí, a una altura de 230 metros sobre el nivel del mar.. Las dimensiones son 65 metros de altura por 23 de ancho. Se trata de una representación mágico-religiosa con atributos felínicos, ornitomorfos, y humanos. Sus rasgos de marcada prosapia chavinoide lo sitúan en el Período Formativo Andino (2000-3000 años de antigüedad).
Es otra gigantesca figura lítica confeccionada con piedras en base a canto rodado al mismo estilo del cóndor de Oyotún distante a 8 Km. al sur de ésta, muy cerca al caserío la compuerta y frente a la actual campiña llamada Campo Nuevo del caserío Sorronto. Esta figura tiene características antro-ornito-zoomorfa. Según las referencias sería una señal que indicaba el camino al pueblo precolombino de Cojal, cuyas ruinas indica que fue un gran pueblo de la época.
El búho mítico presenta las siguientes características:
- Ojos, pico y rostro de búho.
- Boca, dientes y nariz de jaguar.
- Cuerpo y extremidades de un guerrero erguido.
Resultando así una imagen mítico religiosa interpretada como una divinidad básicamente humana llena de significativos atributos zoomorfos, que a su vez le confieren sobrenaturalidad y poder.
Ambos geoglifos debido a su importancia histórica, y haberse convertido en un recurso turístico, merecen una investigación más profunda ya que existen diferencias no coincidentes, sin embargo podemos determinar lo siguiente:
- Estas grandes figuras fueron confeccionadas en el periodo formativo del valle zaña.
- Que pertenezcan al periodo formativo andino 2200 – 1800 a.c.
- Que pertenezcan al periodo formativo chavinoide (pre-chavín).
- Que sean señales territoriales de los caminos de la época.-
- Que constituyan imágenes mítico-religiosas de alguna cultura propia del lugar y fueron construidas por ser deidades protectoras, efigies de veneración del culto religioso.
En conclusión al haberse encontrado estas figuras y otras por descubrir, el distrito de Oyotún se ha considerado como el valle de los geoglifos (tierra del aguila milenaria) de extraordinaria importancia después de las líneas de nazca, por lo que estos restos arqueológicos urge su conservación, protección y mayor investigación.
Ubicación del Águila y el Buho en el valle del río Zaña. Dibujo de Martín Lozada.
Pagoda Negra – Templo de Suria (Konark)
Localización de Konark en la India. Se encuentra a 36 km de la ciudad sagrada de Puri.
El templo de Suria (también llamado la Pagoda negra o Templo del Sol) es un templo hindú situado en la localidad de Konark, en el estado de Orisa (India oriental). Dedicado a Suria, dios del Sol, es uno de los edificios más importantes del país por su arquitectura y los bajorrelieves que decoran sus muros, de temática fundamentalmente erótica. Fue construido a mediados del siglo XIII en el llamado estilo Orisa, y abandonado a partir del siglo XVI. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1984.
Historia
La localidad donde se encuentra el templo (Konārk) recibe su nombre de kona, que significa ‘lugar’, y arka, una denominación del Sol.
Los navegadores europeos dieron el nombre de Pagoda negra a este templo, y el de Pagoda blanca al templo de Jagannātha (en Puri). Eran entonces unas orientaciones muy útiles para la navegación en el golfo de Bengala. El templo de Konārak, entonces abandonado, había acumulado sobre la superficie de la piedra una suciedad que la oscurecía (retirada actualmente por la restauración), mientras que el templo de Puri estaba recubierto de un estuco blanco (que le fue quitado también posteriormente).
Konark parece haber estado dedicado al culto del Sol desde la Antigüedad. El Brahma Purāna indica que Konāditya, el nombre antiguo de Konark (siendo Aditya un nombre genérico del Sol, como uno de los hermanos dioses Adityas, hijos de Áditi), era uno de los lugares más sagrados de este culto en la tierra de Utkala, es decir en Orisa.
El templo se encontraba originalmente en la línea de la costa, aunque las deposiciones de arena lo han ido alejando considerablemente.
La leyenda
Según la leyenda, el príncipe Samba —hijo de Krishná y de Jambavati— había ridiculizado al sabio volador Nārada, un santo bastante feo. Este último se vengó indicando a Samba un lugar en el río donde numerosísimas mujeres se bañaban, tras haberse despojado de sus saris (túnicas hindúes). Mientras el joven varón disfrutaba del espectáculo, Krishná, advertido por Nārada, llegó y descubrió cómo su hijo miraba a sus madres (las 16.108 esposas de Krishna) mientras se bañaban.
Furioso, el dios castigó a su hijo inoculándole la lepra. Más tarde, Samba le demostró que Nárada le había manipulado, pero ya Krishná no podía retirar su maldición. Entonces el joven se dirigió hacia Suria, el dios que cura todos los males —particularmente aquellos de la piel—, fue hasta la costa y descubrió al norte de Puri una imagen del dios del sol sentado sobre una flor de loto. Se instaló en el lugar e hizo una penitencia de doce años, al cabo de la cual fue curado. En agradecimiento, erigió un templo, el primero que se construía sobre el sitio de Konark.
Parece que esta leyenda sea la transposición local de otra leyenda que decía que estos hechos legendarios habrían sucedido donde se encuentra también un templo de Suria, en la antigua Mula Samburu (el actual Multán, en Pakistán), a orillas del río Chandra Bhaga (hoy llamado Chenab, afluente del río Indo, en el Panyab).
Cuando el sitio de Konark de Oriss
a se convirtió en un centro importante de veneración de Suria, la leyenda fue relocalizada aquí para legitimar el lugar.
Las etapas de la constru
cción
Según el Mandala Apnaji —una crónica medieval—, el primer templo construido habría sido obra del rey Purandarakesari.
El templo principal (llamado Templo 1) fue construido por el rey Narasimha Deva I, de la dinastía de los Ganga del Este, durante su reinado que se extendió desde 1238 a 1264. Se han conservado los nombres de un cierto número de arquitectos que participaron en su realización: Shadashiva, Samantaraja, Gadhadhara Mahapatra, Ganga Mahapatra, Narayana Mahapatra, Vishvanatha Mahapatra (mahapatra significa gran arquitecto).
Las razones de la erección del edificio por Narasimha no son conocidas con exactitud, quizá para agradecer a Suria de haberle curado de una enfermedad (como hizo Samba en la leyenda) o bien en agradecimiento por el nacimiento con buena salud de un hijo varón, su sucesor. Su hijo Bhanu (que es otro nombre de Suria) será además el primero de la dinastía en tener un nombre solar. Se ha propuesto también como razón de esta construcción la conmemoración de una victoria de los Ganga contra los musulmanes que invadieron la región en el siglo XIII y que saquearon además un gran número de templos.
El cronista y secretario personal de Akbar, Abu’l Fadl, escribió al visitar el templo: «Incluso aquellos que tienen un juicio crítico y son difíciles de satisfacer quedan asombrados al verlo». Afirmó también que la construcción del templo absorbió doce años de impuestos de la provincia.
Las razones del hundimiento del skhara (cúlmine o cúpula) del templo principal no se conocen con seguridad. Se ha propuesto unas cimentaciones inadecuadas, la acción de una tormenta o un terremoto en 1630, e incluso algunos han sugerido que el edificio nunca se llegó a terminar. Sin embargo, la hipótesis de una degradación gradual después de que el edificio fuese abandonado es la que prevalece generalmente.
En efecto, en el siglo XVI los musulmanes de Bengala tomaron tras un asalto la dhvaja (la bandera), y tras esto el templo perdió su carácter sagrado y dejo de estar en funcionamiento. Por otro lado, no se sabe lo que sucedió con la efigie de Suria, quizá un ídolo de madera —por tanto perecedero, como el de Jgannātha de Puri— o quizá un disco solar metálico.
El especialista en arquitectura india James Fergusson visitó el templo en 1837, realizó varios dibujos y estimó la altura de los restos del sikhara en unos 45 metros. Más tarde, en 1868 y tras un terremoto, el arqueólogo Rajendralala Mitra no vio del edificio más que un montón de piedras de donde surgían algunas plantas.
Fergusson anotó también que algunas esculturas fueron arrancadas por el mhārāsh Kurdah para decorar el templo que se hizo construir en su fuerte. Los mrathas también sustrajeron un pilar que representaba a Auná (el amanecer, cochero del carro del sol), que instalaron en el templo de Jagannatha Puri.
La Pagoda Negra tiene 75 metros de altura, es decir, como un edificio actual de 25 pisos, pero lo que no tiene explicación ninguna es que su techo está coronado por un único bloque de piedra maciza de nada menos que 2.000 toneladas. Los técnicos y arquitectos actuales aseguran que, a día de hoy, no existe grúa en el mundo capaz de izar un peso como ese y menos aún a esa altura. Según la tradición parece ser que lo único que pudo usarse fue un Vìmana para cerrar la construcción, nótese además que Narada era “un sabio volador´´.
Las esculturas
Decoración sobre los muros de la plataforma.
El templo 1 está completamente cubierto de estatuas talladas sobre el muro, sin que esta explosión barroca moleste al efecto del conjunto. Las esculturas se pueden clasificar en varias categorías:
- las divinidades, en particular las tres estatuas de Suria,
- las tradicionales apsaras o ninfas celestes,
- escenas de la vida cotidiana en la corte, como las alasakanya (figuras clásicas de mujeres viéndose en el espejo), músicos, bailarines, escenas de la vida del rsh, dentro y fuera del palacio y en un gran número de circunstancias diferentes, escenas de procesión, de guerra;
- escenas eróticas, generalmente muy explícitas, que muestran diversas prácticas sexuales, desde el sexo oral hasta la zoofilia, pasando por tríos sexuales, escenas de penetración y diversos juegos sexuales. Estos bajorrelieves son los más abundantes en el templo y muestran que la sociedad india de la Edad Media (antes de la invasión inglesa, que duró siglos) era mucho más liberal en temas sexuales de lo que es actualmente.
- animales, ampliamente utilizados por su valor decorativo en las estatuas indias, siendo los más corrientes los elefantes, los leones y los caballos. Las relaciones con los animales retratados indican relaciones de afección y de herencia con el periodo budista. Se encuentran también camellos, ciervos, monos, tigres, búfalos, corderos e incluso una jirafa, parece ser signo de una relación con reinos africanos (seguramente por mar). El templo, que tiene forma de carro, es tirado por caballos de gran tamaño.
- motivos decorativos a menudo extraídos de la flora, o bien geométricos.
El estudio cuidadoso de las esculturas muestra una variación en su calidad que implica que, entre los centenares de artistas que trabajaron aquí, hubo alumnos, aprendices que se ocupaban de las piezas menores, y maestros que se reservaban las piezas más importantes, tanto por la talla como por su posición dentro del complejo.
El complejo del templo
Una de las 24 ruedas del templo.
Parte de la decoración de la plataforma principal, en el que se muestra la escena con la jirafa.
Los edificios del templo están orientados en el sentido este-oeste, el sentido de la trayectoria solar. El templo principal figura ser un carro tirado por caballos y montado sobre 24 ruedas.
Los trabajos de restauración
La primera sugerencia de restauración del templo tuvo lugar en 1806 por el Ministerio de Marina, con una finalidad puramente utilitaria, pues el templo servía de punto de referencia para los marineros. En 1838, la Asiatic Society of Bengal pidió responsabilidades al gobierno inglés para reclamar unas reparaciones tras las degradaciones cometidas por el vecino rsh de Khurda.
Posteriormente, y hasta finales del siglo XIX, las administraciones se contentaron de despejar la jungla que había invadido el templo y de levantar los caballos colosales, los elefantes y los gajavidala, estatuas tradicionales de un elefante subyugando un león, aunque posicionándolas de manera errónea dentro del complejo.
Las cosas se tomaron realmente en serio tras la visita de John Woodburn, el lugarteniente de Bengala, en diciembre de 1900, quien tomó consciencia del mal estado de los edificios y de la urgencia de los trabajos a efectuar. Concibió una campaña de restauración para salvarlo costase lo que costase. Se quitaron entonces los escombros y arena que se encontraban a los pies del edificio y se descubrió la plataforma con esculturas que la soportaba. Se comprendió posteriormente que no se trataba solamente de un edificio, sino de todo un complejo.
Para que la cúpula no se derrumbase, Woodburn decidió que el jagamohan (la parte del templo dedicada a la adoración del dios) se rellenara de piedras y se sellara. La medida fue efectiva y muy económica, aunque desde entonces impide penetrar en su interior. Se plantaron árboles para bloquear la arena y proteger el templo del viento marino.
En 1909 se descubrió el pequeño templo de Maya Devi, y al año siguiente se dieron por concluidos los trabajos de conservación que permitieron afianzar la estructura.
De hecho, los trabajos sobre el conjunto nunca se han detenido completamente desde entonces, habiéndose habilitado jardines en el complejo, y tratándose químicamente la piedra de tiempo en tiempo para garantizar su durabilidad.
Caral
En la zona de Chupacigarro en la ciudad sagrada de Caral, se encuentra un gigantesco Geoglifo de Caral (3.000 a.C.), el más antiguo del mundo que sólo puede ser vista desde el cielo, desde allí podemos ver como empieza la típica tradición de los antiguos peruanos por querer alcanzar los cielos, haciendo figuras gigantescas sobre el desierto para que pudiera ser apreciado por sus antiguos y misteriosos dioses voladores de la costa peruana.
En esta época la construcción de geoglifos llega a su máximo esplendor, contando con más de 10,000 líneas dibujadas a lo largo de más de 750 Km2 sobre las que se pude apreciar los gigantescos geoglifos de Nazca y Paracas, la línea recta más larga tiene 35 Km de longitud y cruza un valle y un río, sube un cerro sin siquiera desviarse, pues hasta pareciera que hubiera sido dibujado por un láser.
Geoglifo Tipo Sechin en Supe
El geoglifo se encuentra asociado al establecimiento denominado Chupacigarro. Puede apreciarse la cabeza del estilo Sechín sobre una duna estabilizada, detrás del establecimiento. Sus dimensiones son de 40 m de largo por 24 m de ancho. La figura consiste en una cabeza de perfil, orientada hacia el Este, con el ojo cerrado y la boca simple. El cabello, batido por el aire, o la sangre, que fluiría de la cabeza, da movimiento y dinamismo a la representación. Fue construida sobre la pendiente de una duna que muestra una inclinación de Este a oeste y de sur a norte. Tiene la parte más elevada hacia el sur y Este. Esta morfología le confiere una característica singular al geoglifo, pues sólo puede ser visto en toda su magnitud y detalle desde las colinas rocosas del noroeste. En cambio, como se puede notar en el levantamiento topográfico de la figura, ésta resulta distorsionada cuando se trata de apreciarla desde otras direcciones. El material constructivo empleado consiste en piedras angulares, de tamaño mediano y grande, colocadas directamente sobre la superficie de la duna, sin argamasa.
En la actualidad un trabajo serio desarrollado por algunos científicos norteamericanos y británicos como el astronauta Jim Woodman y el piloto inglés Julian Nott, determinaron después de varios experimentos que los antiguos peruanos si pudieron volar con métodos tradicionales, probando para esto unas enormes cestas de totora, atadas a unos gigantescos mantos de fibra de algodón, como se sabe, los mantos paracas poseían el récord mundial de 400 hilos por pulgada cuadrada, algunos tenían 20 metros de largo y fácilmente se podían elevar si se les ponía debajo del fuego. Este modelo se hizo a raíz de la observación de unos huacos y cerámicos encontrados en Nazca.
Unos extraños dibujos sobre cerámicas también se encontrarían sobre las piezas Moche y también sobre sus textiles, sumado a estas las antiguas leyendas de los indios voladores como la leyenda de Antarqui, sin embargo y a pesar de que siguiendo los métodos tradicionales y supuestamente míticos, los investigadores norteamericanos pudieron volar sin contratiempos y de manera segura, pero la comunidad científica pide encontrar una prueba física de un aparato así que haya sobrevivido hasta la actualidad, ya que no se pueden basar en simples dibujos milenarios a pesar de haber tenido éxito siguiendo los antiguos métodos tradicionales.
Uno de los gestores e investigadores más experimentados sobre este tema fue William F. Spohrer, quien investigaba mucho sobre las antiguas leyendas Nazcas, en donde una de ellas hablaba sobre como los jefes Nazcas después de morir, eran momificados y puestos sobre los canastos de totora para ser elevados con los globos hasta los aires, se dice que se elevaban tanto que se perdían en el cielo para reencontrarse con sus antiguos dioses. Otra leyenda también hace referencia sobre como los dioses castigaron a los antiguos peruanos por aprender a volar, pero claro, sólo son antiguas leyendas de la costa peruana.
Cross Shoreham, Kent
Una cruz de estilo cristiano en las afueras de Shoreham, cortada como un monumento a las víctimas de la primera guerra mundial. La cruz está rodeada de bloques de hormigón y ha sido recientemente reparada. Se puede ver desde el pueblo, pero se ve mejor desde los senderos corriendo cerca de la cruz del pueblo. También hay una lápida conmemorativa en el sitio. La cruz se encuentra en tierras propiedad de Sevenoaks Consejo de Distrito, pero arrendado a Shoreham Consejo Parroquial.
La cruz tomó 16 meses para construir, desde el 24 de mayo de 1920, cuando la primera palada de tierra fue cortada. Terminado en septiembre de 1921, el Rev. David Madge y Cheesman Samuel fueron las dos personas responsables de la creación de la cruz, aunque la mayoría de los aldeanos ayudaron en la construcción real. Se dio a conocer el imperio días de 1921.
Hay un programa de renovación y mantenimiento, dirigido por el consejo parroquial. Fue reparada en 1989 y de nuevo entre 18/5/97 y el 23/8/97 y en buenas condiciones, construido a partir de tiza compacta, con bordes salientes blancas bloques de hormigón de 6 “de ancho. Cubierto durante la guerra con la tierra.
Piedra que levita en Shivapur
En Shivapur India hay una esfera misteriosa que se hace ligera y se eleva en el aire cuando es tocada por varias personas cantando mantras como Qamar Ali Dervish:
En Shivapur, pequeña aldea ubicada a unos 24 kilómetros al sur de Poona en la India, en una pequeña mezquita mahometana dedica al sufi Qamar Alí Dervish en un pequeño prado hay un enorme guijarro de granito que pesa unos 55 kilos. Frecuentemente un barbudo sacerdote musulmán se sienta en las gradas y lee el Corán, luego, cuando se ha reunido un grupo de visitantes o peregrinos, cierra el libro, les da la bienvenida e invita a once personas que con sus dedos índices toquen la piedra, inclinándose al hacerlo, salmodiando en voz alta las palabras Qamar Alí Dervish y ante los asombrados ojos de los presentes, la piedra se eleva casi dos metros durante un segundo y cae al suelo. Hay una piedra más pequeña de 44 kilos: La elevan 9 personas. No hay truco, pero se requieren tres condiciones para que se realice: Los índices de los participantes, el número exacto de personas once o nueve, según la piedra y la pronunciación correcta de Qamar Alí Dervish. Sin esto no hay ingravidez.
Sombreros dorados
Sombreros de oro (alemán: Goldhüte, singular: Goldhut) es como se denominan unos muy específicos y poco comunes objetos arqueológicos de la Edad de Bronce en Europa Central. Hasta el momento, cuatro de estos objetos han sido descubiertos y debidamente catalogados. Los objetos están realizados con hoja de oro a las que se les añade en el exterior a lo largo de la superficie tocados cónicos y que probablemente fueron hechos de material orgánico y cuya función era estabilizar las hojas de oro. Los siguientes Sombreros de Oro son los conocidos en la actualidad:
- Sombrero dorado de Schifferstadt, encontrado en 1835 cerca de Speyer Schifferstadt, de cerca del 1400-1300 aC.
- Sombrero dorado de Avanton, incompleto, se encuentró en Avanton, cerca de Poitiers.en 1844. Tiene alrededor de 3000 años.
- Sombrero dorado de Ezelsdorf de-Buch, que se encuentró cerca de Ezelsdorf en 1953. Creado alrededor del 1000-900 aC es el más grande con alrededor de 90 cm de tamaño.
- Sombrero dorado de Berlín, que se encuentró probablemente en Suabia o Suiza. Fue fabricado cerca del 1000-800 aC y adquirida por el Museo für Vor-und Frühgeschichte, Berlín, en 1996.
Los sombreros están asociados con la cultura protocéltica de la Edad de Bronce. Sus estrechas similitudes en el simbolismo y las técnicas de fabricación son un testimonio coherente de la relación con un amplio territorio en el este y el oeste de Francia y el suroeste de Alemania. Una armadura de oro con una técnica similar fue hallada en Mold, Flintshire, en el norte de Gales, pero parece ser anterior a los sombreros.
El contexto arqueológico de las piezas es, por desgracia, poco claro. Por ejemplo, de la pieza de Berlín no se sabe absolutamente nada. Al parecer y según los datos sacados del resto de objetos, las obras doradas fueron enterradas deliberadamente.
Los datos más exactos hablan de unas fechas comprendidas entre el 1200 y el 800 a. C.
Se supone que los Sombreros dorados sirvieron como insignia religiosa de las deidades o sacerdotes del culto al Sol entonces muy extendido en Europa Central. Tres de los cuatro ejemplos tienen un pedestal como ampliación en la parte inferior del cono y sus aberturas son ovaladas (no redondas), con diámetros y formas más o menos equivalentes a las de un cráneo humano. La representación figural de un objeto parecido a un sombrero cónico sobre una losa de piedra de la tumba del Rey en Kivik, en el sur de Suecia, apoya firmemente su asociación con la religión y de culto, así como el hecho de que los conocidos ejemplos parecen haber sido depositados (enterrados) cuidadosamente.
A los sombreros se los considera un símbolo religioso usado por los sacerdotes de una a finales de la Edad de Bronce en Europa Central. El culto al sol estaba entonces muy extendido en Europa Central. Tres de los cuatro sombreros tienen un pedestal como ampliación en la parte inferior del cono y sus aberturas son ovaladas (no redondas), con diámetros y formas más o menos equivalentes a las de un cráneo humano.
La representación figural de un objeto parecido a un sombrero cónico sobre una losa de piedra de la tumba del Rey en el pueblo de Kivik, en el sur de Suecia, apoya firmemente su asociación con la religión y de culto, así como el hecho de que los conocidos ejemplos parecen haber sido depositados (enterrados) cuidadosamente.
Lo espectacular de los sombreros de oro es que en diferentes alturas tienen marcas que permiten la determinación de calendarios y la conversión entre ellos. No necesariamente fueron usados como tales, pero sí parece claro que al menos reflejan los conocimientos de la época, quizás sólo como adorno.
Tablillas de Michigan
Las llamadas “tablillas de Michigan» son también objeto de polémica, aunque por el momento no se ha llevado a cabo una clasificación ni una investigación exhaustiva. Estas piezas se hallan en gran parte en poder de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cuyos miembros son popularmente conocidos por el nombre de mormones. Al parecer, las tablas de Michigan estarían protegidas en alguna gruta del Estado de Utah. Hasta el momento no han sido ni catalogadas ni expuestas al público.
Una de las pocas piezas que puede ser visitada es una gran roca esquistosa con grabados: el ápice del lado anterior contiene una misteriosa incisión, mientras en el espacio restante, que constituye los dos tercios del objeto, aparecen trazadas dos grandes “X», característica hallada también en los descubrimientos de Glozel. En la parte posterior está representado, en lo alto, la salida del sol, mientras abajo se ve un lagarto estilizado.
El modelo típico de las tablas de Michigan presenta en el lado anterior una parte realzada con el grabado de un “símbolo místico», mientras en el reverso aparece un “ojo omnisciente», seguido de un signo enigmático. Debajo de estas figuras se pueden hallar otras inscripciones, cuyo significado no ha sido aclarado por el momento.
Estos objetos fueron extraídos de túmulos indios entre 1874 Y 1915, en las proximidades de Detroit (Michigan).
La investigadora estadounidense Henriette Mertz, fallecida en 1985, dedicó años a estudiar estos misteriosos objetos. A pesar de la opinión contraria de sus colegas, examinó algunas piezas y las declaró auténticas. La especialista planteó una hipótesis insólita: las tablas habrían sido realizadas ¡por cristianos refugiados en el continente americano en el año 312 d.C., tras de la caída del Imperio Romano!
Hasta que no se efectúen traducciones fiables -con la suficiente base científica- de las inscripciones presentes en todos estos hallazgos, sólo es posible especular sobre su significado.
En el 28 de julio 1911 cuestión de la Detroit News, el profesor Frederick Starr de la Universidad de Chicago declaró que las reliquias eran falsas. También María Reyes, quien vivió una puerta de la habitación al lado de los hijos de Percy Scotford y Charles, dijo que los chicos fabrican más “reliquias” todo el tiempo. Nadie presentó cargos.
Los hallazgos atraído el interés de la Iglesia SUD miembros. Esto llevó Mormón científico James E. Talmage en 1909 para participar en un “dig” y luego probar a fondo los artefactos en la espalda de laboratorio en Utah. Sus investigaciones le llevaron a la etiqueta de los artefactos como los fraudes. En agosto de 1911, publicó un trabajo sobre sus conclusiones titulado “El ‘Reliquias de Michigan: Una historia de la falsificación y el engaño”.
Más tarde, en 1911 la hijastra Scotford firmó una declaración jurada en la que declaró que le había visto hacer a los objetos. Scotford y Soper nunca confesó y los objetos no se encontraron después de su muerte.
Los últimos estudios de profesor de antropología Richard B. Sellos del Museo de Historia de Michigan indican que los artefactos fueron hechos con instrumentos contemporáneos. Los historiadores actuales tienden a coincidir en que Scotford y Soper unido sus fuerzas para vender las reliquias falsas para obtener un beneficio personal.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de mantiene 797 de los objetos en el Museo de la Ciudad de Salt Lake. En 2003 se los entregó al Museo de Historia de Michigan en Lansing, donde actualmente reside.
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