Religión
Líneas de Nazca
Líneas de Nazca
14°41′18″S 75°7′23″O
Fotografía realizada por Maria Reiche, una de las primeras arqueólogas en estudiar las líneas, en 1953.
Las líneas de Nazca se encuentran en las Pampas de Jumana, en el desierto de Nazca, entre las poblaciones de Nazca y Palpa (Perú). Fueron trazadas por la cultura Nazca y están compuestas por varios cientos de figuras que abarcan desde diseños tan simples como líneas hasta complejas figuras zoomorfas, fitomorfas y geométricas que aparecen trazadas sobre la superficie terrestre. En Palpa hay líneas similares, pero no tan conocidas.
Desde 1994 el Comité de la UNESCO ha inscrito las líneas y geoglifos de Nazca y de Pampas de Jumana como Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, en los últimos años han sufrido graves daños por la construcción de la autopista panamericana y las rodadas de todoterrenos.
Sus primeros habitantes moraron en la zona hace 10.000 años. Allí se desarrollaron mucho después diversas culturas como la de Paracas, de Nazca y Tiahuanaco costeño.
En Perú, a 450 kilómetros al sur de Lima y cerca del océano Pacífico, se encuentran las pampas de Ingenio, Nazca, Palpa y Socos. Entre Palpa y Nazca, en la pampa de Socos, se ubican estas líneas trazadas en el suelo, cuya anchura oscila entre los 4 dm y 21 dm. Es una tierra entre negruzca y rojiza que se torna violácea al anochecer. Un semicírculo de cerros en la lejanía conforman un gigantesco anfiteatro natural abierto hacia el poniente.
En esta región miles de líneas se extienden por 520 km², y algunas incluso se prolongan hasta un área de 800 km².
Las longitudes de las líneas son variables, llegando a medir algunas hasta 275 m de largo.
Técnicamente las líneas de Nazca son perfectas. Las rectas encierran una perfección con unas pequeñas desviaciones a lo largo de kilómetros. Los dibujos están bien proporcionados, sobre todo si se piensa en sus dimensiones. Estas líneas también son testimonio de un gran conocimiento geométrico de los antiguos habitantes de esta zona, por lo cual se declararon patrimonio cultural de Perú.
Imagen satelital de las líneas de Nazca.
Los nazcas pudieron usar cuerdas para no desviarse en el trazo de las cerca de 1.000 rectas –algunas de varios kilómetros de largo– y dibujaron las cerca de 800 figuras animales mediante la traslación de modelos realizados a escala a grandes cuadrículas hechas con estacas y cordeles. Luego, el excepcional clima de la región –donde prácticamente no llueve– premió el ingenio de aquellos humanos preservando su obra.
Las pampas de Jumana están situadas a una altura de 330 msnm y mantienen una temperatura media anual de 25 grados centígrados en una de las zonas más secas del planeta, lo que ayuda a conservar los dibujos. El aire caliente actúa como un “colchón” que impide que las líneas se borren porque obliga al viento a cambiar su dirección.
Desde tierra, estos diseños pasan desapercibidos. Estas líneas solamente pueden ser observadas en toda su inmensidad desde el aire, al sobrevolar el desierto a por lo menos doscientos metros de altura. Sin embargo, hay que destacar que los vuelos sobre la Líneas de Nazca son de gran peligrosidad dada la gran cantidad de accidentes en el último tiempo.
La primera referencia a dichas figuras pertenece al conquistador Pedro Cieza de León en 1547. Pedro de Cieza de León vio “señales en algunas partes del desierto que circunda Nazca”, pero la ciencia no las descubriría hasta que el hombre empezó a volar. Después de que Cieza de León observara “señales” sobre la llanura desértica, el corregidor Luis Monzón quiso darles un sentido y escribió en 1568 que las líneas eran carreteras.
Aunque pueden ser vistas parcialmente desde las colinas próximas, los primeros en distinguirlas fueron pilotos militares y civiles peruanos. En 1927 el arqueólogo Toribio Mejía Xesspe realizó la primera investigación científica sobre las líneas. Mejía Xesspe conjeturaba que se trataba de “seques” o caminos sagrados. En 1939 prosigue sus investigaciones el historiador estadounidense Paul Kosok, quien las considera “centros de culto y ceremonia”. Este enigma le entusiasmará hasta su muerte en 1959. Su discípula, la matemática alemana María Reiche (1903-1998), que dedicó 60 años al estudio de los geoglifos, aventuró la hipótesis de que dichos dibujos tenían un significado astronómico, podía tratarse de un gigantesco calendario. Henri Stierlin en su libro Nazca. La solución de un enigma arqueológico (1983) plantea que las rectas funcionaban como telares y las figuras tenían un carácter protector. Aunque la hipótesis no ha sido demostrada, la obra es una aproximación sensata al enigma de Nazca.
El escritor suizo Erich von Däniken las dio a conocer en 1968 en Recuerdos del futuro, libro del cual vendió millones de ejemplares. Las consideraba una de las pruebas de que el hombre había recibido en la Antigüedad la visita de extraterrestres que habían influido en la Historia. Según esta particular visión del pasado, Nazca era un complejo para el aterrizaje de las naves de unos visitantes que el ser humano había después convertido en dioses. La idea fue pronto refutada, ya que no cuadraba que unos prodigiosos visitantes volasen en unas naves que necesitaran de largas pistas, algo propio de los sencillos aviones terrestres. Además parece bastante difícil presentar como una pista de aterrizaje la espiral de la cola de un mono, por mucho que el simio mida 135 metros, o el zigzagueante cuello de un gigantesco pájaro de 300 metros. Tras demostrarse lo descabellado de su idea, pasó a defender que se trataba de una obra indígena concebida con el objeto de propiciar la vuelta de los dioses extraterrestres. Curiosamente, a pesar de lo que afirma Von Däniken, los arqueólogos descartaron desde el principio que se tratara de carreteras y que fueran incas nunca lo han contemplado, porque los incas todavía no existían cuando fueron hechas. Es posible que los nazcas sólo quisieran que su obra se viera desde el cielo porque consideraban las alturas el lugar donde está la morada de los dioses, idea que han compartido muchas civilizaciones a lo largo de la historia.
El primer estudio de campo serio sobre estos dibujos se debe, tras cinco temporadas de trabajo de campo, equipo arqueológico de la Fundación Suiza Liechtenstein para las Investigaciones Arqueológicas en el Exterior, encabezado por los arqueólogos Markus Reindel y Johny Isla Cuadrado desde 1996. Han documentado y excavado más de 650 yacimientos y han conseguido trazar la historia de la cultura que generó estos dibujos, además de darles un sentido científico.
Vistas de cerca, estas líneas se convierten en simples surcos en el suelo. Las características geológicas de la pampa propician que no sea necesario mucho más para obtener un resultado visible. La superficie está compuesta por una capa de guijarros de un color rojizo oscuro causado por la oxidación, que cubre otra de un color amarillento claro. La coincidencia de los motivos de la cerámica nazca con las figuras dibujadas en la llanura ha llevado a lo arqueólogos a concluir que las líneas fueron hechas entre 200 antes de Cristo (aC) y 600. Los nazcas se limitaron a retirar las piedras superiores siguiendo un trazado que previamente habían señalado con estacas, unidas por cordeles, a partir de un modelo a escala menor y unas dosis de geometría. Las piedras eliminadas eran acumuladas en pequeños túmulos que todavía se conservan. El método de trabajo ha sido completamente reconstruido a partir de las pruebas recogidas por las expediciones arqueológicas.
El aprovisionamiento de agua jugó un importante papel en la región. Las excavaciones han sacado a la luz pequeñas cavidades en los geoglifos en las que se han encontrado ofrendas religiosas de productos agrícolas y animales, sobre todo marinos. Los dibujos formaban un paisaje ritual cuyo fin debió ser propiciar la invocación del agua. Además se han encontrado estacas, cordeles y ensayos de figuras. De estos elementos tan simples se sirvieron los antiguos pobladores de Nazca para trazar los dibujos. Asimismo, hay que recordar que es una de las zonas más secas del mundo lo que favorece la conservación de los dibujos.
Son numerosas las figuras que se hallan en Nazca, particularmente en la Pampa de San José: figuras geométricas, meandros, representaciones animales, vegetales y humanas, laberintos, y otros dibujos geométricos.
Lo más representativo son los dibujos de animales: aves de entre 259 y 275 metros de largo (colibríes gigantes, cóndores, la garza, la grulla, el pelícano, la gaviota, el loro y otras), un mono, una araña, un caracol, una lagartija, una ballena de 27 metros, un perro con patas y cola largas, una figura antropomorfa, dos llamas, etc. En la categoría de reptiles, un lagarto, que fue cortado al construirse la carretera Panamericana Sur, una iguana y una serpiente. Muchos de los dibujos se encuentran mezclados con líneas y espirales.
Figura antropomorfa (que algunos identifican con un astronauta).
Casi todos los dibujos fueron hechos en la superficie llana; sólo hay unos pocos en las laderas de las colinas. Casi todas las figuras que se sitúan en las laderas representan hombres. Algunos están coronados por tres o cuatro líneas verticales que quizás representen las plumas de un tocado ceremonial (algunas momias peruanas llevaban tocados de oro y plumas).
Las figuras de las laderas aparecen menos definidas que las del desierto quizás porque las piedras que han rodado por la ladera han borrado los detalles.
Más de treinta son los geoglifos hasta hoy encontrados en las Pampas de Nazca. Los dibujos son menores en cantidad comparados con los diseños geométricos que consisten en cientos y cientos de líneas, triángulos y cuadrángulos que ocupan grandes extensiones de terreno. Su técnica de construcción fue cuidadosa mediante la que los topógrafos del pasado llevaron las líneas a cerros y barrancos sin desviarse de su dirección original.
La profundidad de las líneas nunca excede 30 cm y algunas son simples rasguños en la superficie, pero aun así pueden ser reconocidas cuando el sol está bajo y el relieve se acentúa.
Es una lástima que, debido a la inconsciencia de propios y extraños, algunas de ellas ya presentan deterioro. Debido a su gran valor cultural, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994, es necesario protegerlas, por eso su visita debe ser controlada y guiada. Existen múltiples compañías, webs, etc., al efecto. Una de las webs recomendada, española, que te informa ordenada y extensamente del lugar y sus posibilidades, alrededores, excursiones, viajes, etc., es: https://www.lineasdenazca.es/.
La representación de una orca hallada en 2013 es el geoglifo más antiguo de las Líneas de Nazca
Por Guillermo Carvajal
Foto Johny Isla/Ministerio de Cultura del Perú/ Deutsches Archäologisches Institut
Desde 1997 el Instituto Arqueológico Alemán ha estado estudiando las famosas Líneas de Nazca en colaboración con el Instituto Andino de Estudios Arqueológicos. En 2013, antes de finalizar la última campaña de investigaciones, descubrieron una nueva representación figurativa que parecía ser un animal marino en Palpa, a unos 400 kilómetros al sur de Lima.
Ahora, una vez reunida toda la documentación y finalizados los trabajos de restauración y conservación del hallazgo, los investigadores proponen que se trata de la figura de una orca, también conocida como ballena asesina.
El geoglifo tiene apenas 60 metros de largos, no es de los mayores de la zona, donde hay unos 1.500, pero su importancia radica en que los científicos lo consideran el más antiguo del período Nazca, que se extiende entre el año 200 a.C. y el 600 d.C.
El descubrimiento plantea además interrogantes como ¿por qué se representó un animal marino en medio del desierto a 60 kilómetros de la costa? Incluso los símbolos que aparecen en la parte inferior del animal desconciertan a los expertos. De igual modo que la cabeza-trofeo que corona la figura y de las que hay ejemplos en vasijas de cerámica, evidencias del culto a los antepasados.
Los arqueólogos opinan que este geoglifo puede indicar un cambio de época en la historia precolombina de la zona, posiblemente creado por una cultura anterior a los Nazca. Su datación, basada en el análisis del suelo y la técnica mixta empleada, lo sitúa en torno al año 200 a.C.
Y es que algunas partes del conjunto se realizaron en forma de relieve negativo, es decir, retirando las piedras para que fuera el suelo el que formase la imagen. Otras partes se hacen visibles en relieve positivo, apilando piedras del entorno para crear el contrastre. Este sistema correspondería a la cultura Paracas, que se extendería entre el 800 y el 200 a.C. al sur del Perú, y cuyas pinturas rupestres mostraban ya figuras de aves, peces y humanos.
Foto Johny Isla/Ministerio de Cultura del Perú/ Deutsches Archäologisches Institut
Lo que todavía no está claro es si las pinturas rupestres sirvieron de modelo a los dibujos sobre el suelo o se crearon en paralelo. Solo a finales del período Nazca los geoglifos se redujeron a líneas geométricas que se extienden a lo largo de kilómetros y solo pueden ser vistos en su totalidad desde el aire.
Así, según los arqueólogos, la cultura Nazca sería descendiente de la de Paracas, reaccionando ante el avance del desierto y produciéndose un cambio social, climático y económico, al tiempo que se trataba de preservar y aumentar el caudal de agua procedente de los Andes.
Watlington Mark White
El Watlington Mark White fue diseñado por el escudero Edward Horne, quien consideró que la iglesia parroquial de San Leonardo, cuando se ve desde su casa, sería más impresionante si parece haber una aguja. Se hace este corte inusual en la tiza acantilado de Watlington Hill en 1764. Se trata de 36 pies (11 m) de ancho en su base y 270 pies (82 m) de largo.
Esta inusual aguja, se encuentra en la cara al ONO de Watlington colina, a 1 / 2 millas fuera de Watlington en el lado derecho de la carretera de Navidad común. De Watlington, siga las indicaciones para el hospital, la mejor vista es desde acaba de pasar el Hospital a lo largo de este camino desde el cruce de Ridgeway / Icknield. La figura se puede acceder desde aquí aunque el aparcamiento está en la cima de la colina en el aparcamiento del National Trust. El paseo es agradable, cayendo en la parte superior de la figura en una suave ladera a unos 175 metros. Esto pasa por alto de la central eléctrica de Didcot y el río Támesis llanura hacia el oeste y el valle de Aylesbury al norte. La alta figura triangular 192 ‘de altura y 31 pies de ancho con una base rectangular separada (31’ por 17 ‘) 7’ por debajo del triángulo. La marca se encuentra en muy buenas condiciones, con poca erosión o hechos de corte sólida tiza compactada de 10-15cm en el césped.
Esta fue cortada en 1764 por Edward Horne y cree que es un marcador de bienes, aunque algunos piensan que es un símbolo fálico. Diversas teorías que esta cifra era de un período similar a la Bledlow y la cruz Whiteleaf.
White Leaf Cross
Whiteleaf, Buckinghamshire
Whiteleaf es una aldea en la parroquia civil de Princes Risborough y la parroquia eclesiástica de monjes Risborough en Buckinghamshire, Inglaterra. Se encuentra a 7 kilómetros al sur de la capital del condado de Aylesbury y 8 kilómetros al norte de High Wycombe. Se encuentra a medio camino de la escarpa norte de la Chilterns, a media milla de la iglesia parroquial de monjes Risborough.
Se nombra la aldea, con el acantilado y la forma blanca, en el siglo XVIII, en referencia a los acantilados de tiza blanca sobre la carretera al este de la aldea, que tiene la Cruz Whiteleaf cortada en la tiza en la ladera de la colina por encima de ella, haciendo un hito importante en toda la zona. El acantilado es, probablemente, una formación natural, anterior a la cruz. La fecha y el origen de la cruz son desconocidos. También se mencionó como una antigüedad de Francisco Sabio en 1742, pero no se hace referencia anteriormente se ha encontrado. La cruz no es mencionada en ninguna descripción de la zona antes de 1700.
Whiteleaf Cruz desde abajo
La cruz es de 79 pies de ancho y 85 ‘de alto. La base es de 171 “a lo largo de su borde y 340” a lo largo de su borde inferior y se corta 1 m de profundidad en la tiza natural de la colina.
La cruz es propiedad y está mantenido por Buckinghamshire CC que en los últimos 10 años más o menos han estado llevando a cabo un programa de secundaria de bosques y matorrales retiro alrededor de la cruz, sobre todo en el norte (a la izquierda como se mire). Esto debería “abrir” la Cruz y restaurar viewlines perdido. Esta es una gran tarea y hopefull restaurará la cruz a su antigua gloria en el futuro cercano.
Los orígenes, como la cruz Bledlow son desconocidos, la primera referencia es un marcador de límite en forma de falo en el año 903, quizás alterado por los monjes en la cruz. La primera referencia directa a la cruz es de 1742, a pesar de un azulejo del siglo 14 en las inmediaciones la iglesia de San Dunstans se supone que representan la cruz, aunque no he sido capaz de localizar en este momento. El tamaño y la apariencia ha cambiado desde entonces se está en el mayor de los casos, el eje de la cruz es ahora paralelo y no cónico (esto ocurrió en 1826) y la base se ha convertido en un poco asimétrica, que fue observado por primera vez en 1936. La base era mucho más estrecha, no diferente a la marca blanca Watlington. Esto se ha ampliado junto con una gran ampliación de la misma cruz por el conde de Buckinghamshire, en 1826 la producción de la cruz como lo conocemos hoy en día. Las teorías incluyen una celebración sajona de una victoria sobre los daneses, un símbolo fálico posteriormente cristianizado, una señal de dirección de un (inexistente) medieval monasterio, los soldados en la Guerra Civil se divertían cuando tenían nada mejor que hacer y una alternativa del siglo XVII en una cruz del pueblo. Además de la cruz, hay un túmulo neolítico en Whiteleaf colina.
El roble de Abraham
La ciudad israelí de Hebrón (Al Jalil, en árabe) se encuentra ubicada 35 km al sur de Jerusalén. Según la tradición, Abraham montó su tienda cerca de la ciudad en su viaje a La Meca. Cuando su esposa murió, Abraham, que había comprado la cueva de Machpela, la enterró allí. Posteriormente, ésta pasó a ser la tumba de los patriarcas y sus esposas. Dada la importancia que la ciudad tiene para los musulmanes se ha convertido en un centro de estudios e instituciones culturales del Islam, pudiéndose observar gran cantidad de mezquitas.
La denominada Ciudad Vieja es una de las más antiguas de Israel y cuenta con un mercado o souq. Se trata de un barrio repleto de callejuelas a modo de laberinto y casas con azoteas, donde también se puede comprar la famosa cerámica de Hebrón y su cristal soplado. Uno de los edificios más importantes es al-Haram, de forma rectangular, se asemeja a una fortaleza. Cuenta en su interior con una mezquita, donde se encuentran las tumbas de los profetas y sus esposas. El mihrab estaba hecho de mármol multicolor y decorado con mosaicos. En las afueras de Hebrón se puede ver el llamado Roble de Abraham, que marca el sitio donde éste montó su tienda.
Según el mito, este árbol sagrado es en el cual los ángeles dijeron a Abraham que tendría un hijo. Debería tener aproximadamente 5 mil años y es un remanente del bosque que alguna vez estuvo a su alrededor. Según la leyenda, el árbol morirá antes de que llegue el anticristo. La parte principal del tronco está muerta desde 1996, pero algunos brotes hacen pensar que tenemos algo de tiempo.
Muro de las Lamentaciones
El Muro de las Lamentaciones (en hebreo, הַכֹּתֶל הַמַעֲרָבִי, Hakótel Hama’araví, abreviado Kotel) es uno de los sitios más sagrados del judaísmo, vestigio del Templo de Jerusalén. Su nombre en hebreo significa simplemente “muro occidental”. Data de finales del período del Segundo Templo, hasta hace poco se creía que fue construido cerca del 19 A.C. por Herodes el Grande, según hallazgos en excavaciones recientes se cree que fue construido décadas más tarde por su bisnieto, Agripa II. Es uno de los cuatro muros de contención alrededor del Monte Moriá, erigidos para ampliar la explanada sobre la cual fueron edificados el Primer y el Segundo Templo de Jerusalén, formando lo que hoy se conoce como la Explanada de las Mezquitas por la tradición musulmana o Explanada del Templo por la tradición judeocristiana. El nombre Muro Occidental se refiere no solamente a la pequeña sección de 60 metros de longitud expuesta en el Barrio Judío, sino a toda la pared de 488 metros, en su mayoría tapada por los edificios del Barrio Musulmán.
El Primer Templo, Templo de Salomón, fue construido en el siglo X a. C., y destruido por los babilonios en el 587 a. C. El Segundo Templo, en tanto, fue reconstruido por los líderes Zorobabel, Esdras y Nehemías en el año 536 a.C. a la vuelta del Exilio de Babilonia, y vuelto a destruir por los romanos en el año 70 de nuestra era, durante la Gran Revuelta Judía. De tal modo, cada templo se mantuvo en pie por unos 400 años.
De acuerdo con la historia, cuando las legiones del emperador Vespasiano destruyeron el templo, sólo una parte del muro exterior quedó en pie. El entonces general Tito dejó este muro para que los judíos tuvieran el amargo recuerdo de que Roma había vencido a Judea (de ahí el nombre de Muro de las Lamentaciones). Los judíos, sin embargo, lo atribuyeron a una promesa hecha por Dios, según la cual siempre quedaría en pie al menos una parte del sagrado templo como símbolo de su alianza perpetua con el pueblo judío. Los judíos han rezado frente a este muro durante los últimos dos mil años, creyendo que este es el lugar accesible más sagrado de la Tierra, ya que no pueden acceder al interior de la Explanada de las Mezquitas, que sería el más sagrado de todos. En todo caso, las oraciones hebraicas frente al muro no se limitan a las lamentaciones. Se lee el libro de los Salmos y se realizan ceremonias de Bar Mitzva. Alabanzas y peticiones (orales y escritas) son comunes y continuas.
Comúnmente frente a él se lamenta la destrucción de la ciudad y la dispersión del pueblo hebreo, siendo el viernes un día de especial intensidad. La tradición de introducir un pequeño papel con una plegaria entre las rendijas del muro tiene varios siglos de antigüedad. Entre los rezos de los judíos se incluyen las fervientes súplicas a Dios para que vuelva a la tierra de Israel, el retorno de todos los exiliados judíos, la reconstrucción del templo (el tercero), y la llegada de la era mesiánica con la venida del mesías judío.
El Muro de las Lamentaciones es sagrado para los judíos debido a que es una de las pocas partes que quedaron en pie luego que los romanos destruyeran el Templo de Jerusalén. El Muro Oriental y el Muro Sur también sobrevivieron parcialmente el embiste romano, pero el Muro Occidental está más cercano al Sancto Sanctorum o Santo Santuario (1Reyes 8:6-8), el sector más sagrado del Templo al que solamente podía acceder el Sumo Sacerdote una vez al año. A diferencia del Muro Oriental y el Muro Sur, el Muro Occidental se convirtió en el lugar tradicional de oración.
Conservándose sólo el muro situado entre las dos escalinatas de subida al templo y delante a la plaza del muro actual. Mide 4 m. y algunas de sus piedras llegan a pesar 628 toneladas.
• Está compuesto de gigantescos sillares de hasta 1,80 m de alto y 11 m de largo.
• Once hiladas están cubiertas por las ruinas, catorce aún son visibles
Los 99 muros de Belfast
Carlos Fresneda (Enviado especial) | Belfast
Actualizado sábado 19/01/2013
Cayó el muro de Berlín, pero ahí están los 99 muros de Belfast. Se extienden a lo largo de 20 kilómetros y miden a veces más de siete metros de alto. Los levantaron en 1969, para “segregar” a protestantes y católicos. Están hechos de piedra y metal, con alambres de espinos y cámaras de vigilancia que les confieren un aire de campo de concentración. Sirven para segregar a protestantes y católicos…
El ‘guernika’ de Falls Road. | Carlos Fresneda
En Irlanda del Norte, los incidentes más graves que se recuerdan, ocurrieron en 1969. Las luchas callejeras hicieron que los barrios católicos de Belfast y Derry resultaran arrasados. Esto provocaría la construcción, promovida por el gobierno británico, de un muro ,“peace line”, que recorre Belfast, más de 20 kilómetros de ladrillo y acero que desde entonces “detuvo” la violencia entre católicos y protestantes.
“Yo crecí en Belfast antes de que se levantaran los muros, pero las últimas dos generaciones han crecido entre ellos y lo ven como algo normal”, reconoce Joe O’Donnell, ex vicealcalde de la capital norirlandesa y primer concejal católico (por Sinn Féin) del conflictivo este de la ciudad.
“Tengo 62 años y he vivido también muy de cerca los peores momentos de The Troubles, cuando media ciudad se enfrentaba con la otra media en las calles”, admite O’Donnell. “Yo también aspiro a derribar algún día todos esos muros, pero aún nos queda bastante por hacer. Antes que nada hay que derribar los muros mentales”.
O’Donnell dirige ahora el Proyecto Interface de Belfast, que trabaja con 50 comunidades locales intentando promover la aceptación, el entendimiento y el intercambio entre protestantes y católicos. Pese a todo el camino avanzado desde el Acuerdo de Viernes Santo, en 1998, los muros han seguido surgiendo por doquier. Y lo que es peor, la gente los sigue considerando “necesarios”.
Peter Shirlow, profesor de transición post-conflicto.
Según un sondeo del 2011, el 78% de los norirlandeses querría derribar las así llamadas “líneas de la paz” (un eufemismo al más puro estilo orwelliano). Pero el 69% de los residentes que viven en las zonas “limítrofes” de barrios católicos y protestantes siguen considerando las barreras como “necesarias” para garantizar su seguridad.
“Los muros sirven para perpetuar la mentalidad que da pie al conflicto”, reconoce Peter Shirlow, profesor de transición post-conflicto en la Queens University de Belfast. “En Belfast, si un niño te pregunta: “¿Por qué está ahí ese muro?”, lo más normal es que le respondan: “Para que la gente del otro lado no nos haga daño”.
Shirlow, 47 años, crecido en barrio protestante y testigo de la explosión de una escuela, pertenece a la primera generación que creció con los muros (erigidos desde finales de los sesenta). Casado con una católica, optimista a pesar de los recientes disturbios, Shirlow reconoce sin embargo que le cuesta imaginar un Belfast sin barreras: “Yo soy positivo sobre el proceso de paz y creo que las cosas irán a mejor en Irlanda del Norte, pero no pongo la mano en el fuego por la caída de los muros de aquí a seis, siete u ocho años”.
Los muros no son sólo la prueba palpante del conflicto, sino que siguen siendo la principal atracción turística de Belfast (y casi la única, hasta que construyeron hace un año la Experiencia Titanic). Decenas de taxistas descargan a diario a los turistas europeos, americanos o japoneses que vienen a hacerse la foto de turno junto al Guernika de Falls Road o junto a los graffitis de Cupar Way.
A un lado (el católico) persisten aún las llamadas a las armas, recordando que la paz no será posible mientras dure la ocupación británica. Al otro (el protestante), emergen los fantasmas de los paramilitares en medio de un ondear incesante de Union Jacks. A uno y otro lado, amortiguando la sensación siniestra, abundan los mensajes de esperanza como ese ‘It´s all good’ (Todo es bueno) en las vallas que rodean la calle Tres de Shankill Road.
En el norte del Belfast, la zona más segregada, el Interface Project ha censado 44 muros. Muchos de ellos fueron levantados en tiempos por el Ministerio de Justicia, secundado por el Departamento de Vivienda o por los propios vecinos, usando metales y materiales caseros. En algunos casos son vallas de apenas metro y medio, o tabiques más o menos gruesos. En otros son auténticas murallas infranqueables que proyectan su funesta sombra sobre las casas o que convierte los patios traseros en auténticas cárceles.
También abundan en los muros de Belfast las puertas metálicas, algunas chapadas a perpetuidad, otras abiertas sólo durante el día y cerradas en el “toque de queda” inaudible que suena en muchos barrios de la ciudad en cuanto cae la noche. Sobre todo en el este de Belfast.
“Los manifestantes lealistas se han empeñado en llevar sus protestas hasta Short Strand, una de las zonas más calientes entre católicos y protestantes”, asegura Joe O´Donnell, el director del Interface Project. Allí, rodeados de 66.000 protestantes, viven 6.000 católicos, amparados por muros de siete metros como el que separa la calle Madrid (en memoria de la relación histórica entre españoles e irlandeses).
No hay un alma en Madrid Street en una mañana cualquiera. A nuestro paso se escuchan voces lejanas, postigos que se cierran, el ladrido de un perro. Sale por fin a nuestro paso un hombre entrado en años que ha salido de su casa a fumarse un triste pitillo. Estamos en el número 123, a los pies de la imponente muralla con alambres de espinos y sin ornamentos.
“En Belfast, si un niño te pregunta: “¿Por qué está ahí ese muro?”, lo más normal es que le respondan: “Para que la gente del otro lado no nos haga daño”.
“Es verdad que impone a primera vista, pero desde que la levantaron nos sentimos más seguros y protegidos”, reconoce Phil Fermanagh, albañil jubilado, presto en enseñarnos los impactos de los adoquines y los clavos que frecuentemente “llovían” sobre su casa…
“Ahora por lo menos podemos dormir tranquilos y no ver a diario peleas en las calles, ni escuchar tiros por las noches. Yo mismo me he llevado unos buenos puñetazos en el barrio, sobre todo cuando era joven. Sé que no es muy católico, pero crecimos odiando al vecino, y viceversa. Madrid Street fue una de las zonas más calientes durante “The Troubles”. Aunque no lo sé, seguro que si preguntas en el otro lado te cuentan otra historia”.
Para llegar “al otro lado”, al vecindario protestante, hay que recorrer el medio kilómetro de muro a lo largo de Bryson Street y persignarse ante la iglesia de St. Matthews (escenario de la famosa “batalla” entre católicos y protestantes que se cobró dos muertos y decenas de heridos en 1970). Doblando la esquina, se pasa por la iglesia presbiteriana de Westbourne y una sensación extraña se mete en el cuerpo…
Caen las barreras mentales
“Loyalist East Belfast”, leemos en el mural desde el que nos vigilan los “verdugos” de la Asociación de Defensa del Ulster, persiguiéndonos allá donde vayamos con los cañones de sus fusiles pintados. En otro mural, el espectro de la muerte, con una bomba en la mano, nos informa que estamos en “zona segura” para los niños. Un cartel pide justicia en el nombre de Jimmy McCurrie y Bobby Neill, asesinados por el IRA. Por todos los lados, una borrachera incesante de banderas británicas…
“Queremos ver la Union Jack ondeando todos los días en el Ayuntamiento y por eso nos manifestamos”, reconoce Heather Murray, 37 años y vecina de Susan Street, al otro de lado del muro. Como la mayoría de los vecinos de su barrio, Murray reconoce que no se habla con sus vecinos católicos: “Vivimos en dos mundos distintos, queremos un futuro distinto para el Ulster y creemos en otras cosas. Aunque en el fondo pienso que le rezamos al mismo Dios y que alguna vez escuchará nuestra plegaria”.
A pesar del ruido y el fuego, algo está cambiando en este Belfast de los 99 muros. Las barreras mentales están cayendo fuera de esas doce áreas segregadas. La mayoría de sus 270.000 habitantes han decidido seguir avanzando por una senda conjunta y lejana de los recientes disturbios. Hace exactamente un año se puso en marcha el Peace Walls Program, con el objetivo más o menos difuso de derribar los muros.
“La generación de mis hijos y mis nietos ven los muros como algo inevitable en Belfast”, confiesa Joe O´Donnell. “Mi sueño es seguir trabajando para erradicar el virus del sectarismo y crear las condiciones para eliminar las barreras físicas y mentales que aún dividen Irlanda del Norte”.
Golden Rock, Birmania
El Golden Rock (Kyaik-htiyo o Kyaiktiyo), en lo alto de un acantilado cerca de Yangon, es uno de los sitios más sagrados de Birmania. Según la leyenda, la Roca de Oro en sí está precariamente encaramado en un mechón de pelo de Buda. La roca parece desafiar la gravedad, ya que constantemente parece estar a punto de rodar por la colina. En la parte superior de la roca se construyó una pequeña pagoda y cubierto con hojas de oro pegadas por los devotos. Un vistazo a la “Defying Gravity” Golden Rock se cree que es suficiente una fuente de inspiración para cualquier persona al budismo.
Se trata de una pequeña pagoda (7,3 metros (24 pies)) construido en la cima de una roca de granito cubierto de oro deja pegado en los devotos.
Es el tercer sitio de peregrinación budista más importante de Birmania después de la pagoda de Shwedagon y la pagoda de Mahamuni .
Señor de Palenque
Subcategoría: losa funeraria.
Kinich Janaab’ Pakal, rey de Palenque. Dibujo de un relieve, procedente de Palenque (Chiapas). Cultura maya, período Clásico.
El hombre del Palenque, conocido también como el señor Pakal (tal la transliteración del glifo de su nombre) es un personaje histórico que gobernó la ciudad maya de Palenque en el siglo VII.
En 1949 el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier descubre en el Templo de las Inscripciones de la ciudad de Palenque, bajo una escalera de cuarenta y cinco escalones, la tumba de un dignatario maya. La lápida del sepulcro era una gran losa cubierta de símbolos alusivos a la muerte y el renacimiento en la tradición maya.
Señor de Palenque es el nombre que se da a los soberanos mayas de B’aakal. El título es asumido principalmente por el más conocido de ellos, K’inich Janaab’ Pakal (26 de marzo de 603 – 31 de agosto de 683), conocido también como Pacal II o Pacal el Grande, cuya sede era la ciudad de Palenque. Pacal II es el más conocido de los Señores de Palenque, por los niveles de esplendor y sofisticación que alcanzó B’aakal durante su gobierno, así como por su tumba, considerada uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de mesoamérica. De la misma forma este fue uno de los líderes más reconocidos de la América Precolombina y tal vez el líder maya antiguo más reconocido de la historia mundial.
Sin embargo el término también puede ser usado para definir a los demás soberanos que reinaron en esta ciudad.
K’inich K’an B’alam II (“Chan Bahlam II”).
La lista siguiente comprende a los Señores que se sabe gobernaron Palenque, con las fechas de sus gobiernos:
• K’uk B’alam I (11 de marzo de 431 – 435)
• “11 Conejo” (sobrenombre, también apodado “Gasparín”; su nombre maya no es identificado, 10 de agosto de 435 – 487)
• B’utz Aj Sak Chiik (29 de julio de 487 – 501)
• Ahkal Mo’ Naab I (5 de junio de 501 – 1 de diciembre de 524)
• desconocido
• K’an Joy Chitam I (25 de febrero de 529 – 8 de febrero de 565)
• Ahkal Mo’ Naab II (4 de mayo de 565 – 23 de julio de 570)
• desconocido
• K’an B’alam I (8 de abril de 572 – 3 de febrero de 583)
• Yohl Iknal (gobernante femenino) (583-604)
• Aj Ne’ Ohl Mat (605-612)
• Pacal I (612)
• Sak K’uk (gobernante femenino) (612-615)
• K’inich Janaab’ Pakal (conocido también como Pacal II, o Pacal el Grande, 615-683)
• K’inich K’an B’alam II (conocido también como Chan Bahlam II, 683-702)
• K’inich K’an Joy Chitam II (702-711)
• Xoc (regente de Kan-Joy Chitam II, 711?-ca. 722)
• K’inich Ahkal Mo’ Naab III (conocido también como Chaacal III, 3 de enero de 721 – después de 729)
• K’inich Janaab’ Pakal (conocido también como Pacal III, ca. 742)
• K’inich K’uk B’alam II (8 de marzo de 765 – ?)
• Wak Kimi Janhb’ Pakal (conocido también como Pacal IV, 17 de noviembre de 799-?)
Hay que tener en cuenta que estos soberanos hacen parte de diferentes dinastías y linajes ya que el medio político de los mayas fue bastante inestable en el periodo clásico de esta cultura. No se sabe a ciencia cierta que dramas dinásticos y luchas por el poder existieron detrás del nombramiento de los señores de la ciudad.
En diversas publicaciones pseudocientíficas se afirma que el bajorrelieve de la tumba representa a un astronauta, destacando la presencia de una escafandra o casco, palancas de comando y la silueta estilizada de un cohete. Los autores de estas aseveraciones no son arqueólogos, desconocen la lengua maya y su expresión escrita (de hecho la “teoría” fue formulada antes de su descifrado) como así mismo ignoran la simbología de este pueblo, llegando al extremo de girar el sentido del relieve para que ajuste mejor a su concepto. Un estudio de las convenciones mayas al respecto permite afirmar que la imagen de Pacal está representada en posición fetal, resurgiendo de la tierra en el árbol cruciforme. La interpretación de la misma como un astronauta es, por lo tanto, un simple caso de pareidolia.
La piedra del Sol
La Piedra del Sol es un disco monolítico de basalto con inscripciones alusivas a la cosmogonía mexica y los cultos solares. Es común e incorrectamente llamada Calendario Azteca. Probablemente fue un cuauhxicalli (recipiente ceremonial) o un temalácatl o altar de sacrificio gladiatorio, involucrado probablemente en la festividad mexica Tlacaxipehualiztli. Mide 3,60 metros de diámetro, 122 centímetros de grosor y pesa más de 24 toneladas.
Probablemente en náhuatl fue llamada Ollin Tonatiuhtlan que significa “Tonatiuhtlan de Ollin” o “Sol de Movimiento”. Esta manera de llamarle tiene relación con la forma en que, según la cosmogonía mexica, se espera termine la era del Quinto Sol; los cuatro anteriores llevaban por nombre la manera en que ese sol finalizaría; se dice que “Ollin Tonatiuh” finalizará con una serie de terremotos.
No se ha determinado la ubicación original exacta de este monumento pero se sabe que se encontraba en algún sitio de la plaza principal de Tenochtitlan, donde se encontraban el Templo Mayor y los principales edificios de culto y poder político.
La Piedra del Sol fue descubierta el 17 de diciembre de 1790 en el costado sur de la Plaza Mayor de la ciudad de México, en un área cercana a la acequia que corría por el costado meridional del Palacio Nacional. Durante los trabajos de nivelación de la plaza, en 1790, se descubrieron las dos “piedras” más famosas de la antigüedad indígena: la Coatlicue Máxima y la Piedra del Sol o Calendario Azteca. La Coatlicue quedó arrumbada en el patio de la Real Universidad y después se volvió a enterrar, y el Calendario fue adosado a un muro de la Catedral.
La Piedra del Sol es uno de los monolitos más antiguos que se conserva de la cultura mexica, cuyo tallado fue fechado alrededor del año 1479. En el Templo Mayor de México-Tenochtitlan, probablemente ocupó un destacado lugar colocado sobre uno de los templos llamado Quauhxicalco. Antes del reciente descubrimiento del monolito de Tlaltecuhtli, dios-diosa de la tierra, con sus 4 por 3,57 metros de altura y que se encuentra actualmente en proceso de salvamento y restauración, se pensaba que la Piedra del Sol era el más grande en dimensiones.
El primer estudio sobre la Piedra del Sol lo hizo Antonio León y Gama en 1792. Desde entonces, se han realizado infinidad de estudios sobre el monolito. Una de las preguntas que constantes sobre esta escultura calendárica es si su posición era horizontal o vertical. Ahora se sabe que la posición de la Piedra del Sol debía ser horizontal y mostraba la imagen del relieve solar como en muchos otros monumentos de forma cilíndrica. También se han hecho varias propuestas sobre el valor numérico de cada uno de los elementos presentes en el relieve, de tal manera que gracias a complicadas operaciones matemáticas, se supone que el monolito representa la suma de observaciones astronómicas y es el resultado de complicados cómputos calendáricos.
Tras su descubrimiento, la Piedra del Sol se colocó en el muro del costado poniente de una de las torres de la Catedral metropolitana. Aquí, la escultura se deterioró no sólo por estar al aire libre sino sobre todo porque, según los cronistas de la época, la gente lanzaba inmundicias y fruta podrida al relieve calendárico. Incluso los soldados que ocuparon la ciudad de México mataban el tiempo “tirando al blanco” al rostro de la deidad.
En 1885 los militares del gobierno porfiriano desprendieron el monolito del muro de la Catedral, para conducirlo al salón principal del Museo Nacional, que estaba ubicado (desde el gobierno de Maximiliano) en uno de los patios del Palacio Nacional, con salida a la calle de Moneda. El Calendario Azteca se convirtió en la pieza central de la “Galería de Monolitos”, que se fundó en 1887.
Piedra del Sol es un monumento de carácter solar que muestra elementos relacionados con el transcurrir del tiempo. El diseño de esta enorme escultura se compone de una imagen central rodeada de cinco círculos concéntricos. En cada una de estas bandas circulares aparecen elementos que conforman el sentido simbólico de connotación calendárica de este relieve.
Piedra negra
La Kaaba es el lugar de referencia simbólico hacia donde dirigir tu “Nia” intención en el momento de realizar las cinco Salats (oraciones rituales). La Kaaba se encuentra en el centro de un gran patio dentro de una mezquita construida en el siglo VII, llamada Masjid al-Haram. El patio está rodeado de claustros y pórticos. Allí se pueden concentrar hasta 35.000 personas. El edificio cuenta además con siete minaretes y veinticuatro puertas. En la esquina sur se encuentra la Piedra Negra. En el recinto hay también un pozo sagrado llamado Zamzam (o Zemzem). Se dice que fue utilizado por Agar, madre de Ismael. La Piedra Negra es, según la tradición, un aerolito que el ángel Gabriel (Yibril) entregó a Abraham (Ibrahim). Se dice que descendió a la tierra más blanco que la leche, pero los pecados de los hijos de Adán le volvieron negro. Abraham y su hijo Ismael (Ismail) la colocaron en la esquina oriental cuando terminaron de construir la nueva Kaaba. Debe ser besada con unción, pero nunca con adoración, por todos los peregrinos que accedan a ella. Mahoma la besó y dijo: No me olvido que eres una piedra y no puedes hacerme ni bien ni mal. Está rodeada por un anillo de plata. También es conocida como la famosa piedra de Alá.
1. La Piedra Negra en la esquina sureste. En 684 la piedra estalló a causa del calor provocado por un incendio. En 930 la tomó como botín el movimiento de los Cármatas. Fue restituida en 950.
2. Puerta de la Kaaba (muro este).
3. Canalón de oro.
4. El šādarwān, o refuerzo para facilitar la evacuación del agua de lluvia, se añadió al mismo tiempo que el canalón.
5. La zona llamada hatīm o hiyr está delimitada por la pared llamada Piedra de Ismael, parte de la Kaaba original.
6. Al-Multazam es la parte del muro que une la puerta y la Piedra Negra.
7. La Etapa o Estación de Abraham (مقام إبراهيم , Maqām Ibrāhīm), donde según la tradición Abraham dejó las huellas de sus pies.
8. Esquina de la Piedra Negra (sureste).
9. Esquina del Yemen (suroeste). Una gran piedra vertical forma esta esquina de la construcción. Es costumbre que los peregrinos pasen la mano sobre la piedra.
10. Esquina de Siria (Sham) (noroeste).
11. Esquina de Irak (noreste).
12. La Kiswa o tela que recubre la Kaaba.
13. Banda de mármol que marca el inicio y el final de las circunvalaciones.
14. A este lugar se le llama a veces Estación de Gabriel (مقام جبريل, Maqām Yibrīl).
La Piedra Negra (llamada الحجر الأسود al-Hayar-ul-Aswad en árabe) es una reliquia musulmana, que según la tradición islámica se remonta a los tiempos de Adán y Eva. Algunos la consideran una tectita o un meteorito. Se encuentra en la esquina oriental de la Kaaba, el edificio cúbico de piedra hacia el que los musulmanes se orientan para orar, en el centro de la Gran Mezquita en La Meca, Arabia Saudí. La piedra es de unos 30 cm (12 pulgadas) de diámetro y 1,5 metros (5 pies) por encima del suelo.
Cuando los peregrinos circunvalan la Kaaba, como parte del ritual del Hajj Tawaf, muchos de ellos intentan, si es posible, detenerse y besar la Piedra Negra siete veces, emulando el beso que, según la tradición islámica, recibió del profeta Mahoma.
La piedra se rompió en varios pedazos debido al calor provocado durante un incendio en el año 683. Las piezas están unidas por un marco de plata, que cierra con clavos de plata a la piedra. La piedra fue robada por la secta de los cármatas en 930 y restituida veinte años después.
La Piedra Negra esta rodeada de un marco de plata y el kiswah paño negro en la Kaaba en La Meca. La Piedra Negra se compone de una serie de fragmentos unidos por un marco de plata, que se sujeta con clavos de plata a la Piedra. Algunos de los fragmentos más pequeños han sido cementados entre sí para formar los siete u ocho fragmentos visibles hoy en día. La Piedra de las medidas expuestas frente a unos 20 centímetros (7,9 pulgadas) por 16 centímetros (6,3 pulgadas). Su tamaño original esta claro que sus dimensiones registradas han cambiado considerablemente con el tiempo, como la piedra ha sido remodelada. En el siglo 10, un observador la describió como un codo (poco más de 1,5 pies (0,46 m) de largo). Por el siglo 17, fue registrada como la medición de 1,5 metros (1,4 m) por 1,33 metros (1,22 m). De acuerdo con Ali Bey en el siglo 18, era de 42 pulgadas (110 cm) de alto, y Muhammad Ali se informó como 2,5 pies (0,76 m) de largo por 1.5 pies (0.46 m) de ancho.
La Piedra Negra fue descrita por primera vez en la literatura occidental en los siglos 19 y 20 por los viajeros europeos, en Arabia, quienes visitaron la Kaaba en la forma de peregrinos. El suizo Johann Ludwig Burckhardt visitó La Meca en 1814, y proporcionó una descripción detallada en su libro de viajes de 1829 en Arabia:
Es un óvalo irregular, de unos siete centímetros de diámetro, con una superficie ondulada, compuesta por alrededor de una docena de piedras más pequeñas de diferentes tamaños y formas, unidas con una pequeña cantidad de cemento, y se alisa perfectamente, pero parece como si el todo se hubiese roto en pedazos, como muchos por un golpe violento, y de nuevo unidos. Es muy difícil determinar con precisión la calidad de esta piedra que se ha llevado a su superficie actual por los millones de toques y besos que ha recibido. Parece como una lava, que contiene varias pequeñas partículas extrañas de un color blanquecino y de una sustancia de color amarillo. Su color es ahora una profundidad de color marrón rojizo se acerca al negro.
Al visitar la Kaaba, en 1853, Sir Richard Francis Burton señaló que:
El color parece negro y metálico, y el centro de la piedra se hundió cerca de dos pulgadas por debajo del círculo metálico. Ronda de los lados era un cemento de color marrón rojizo, casi al mismo nivel con el metal, y que desciende a la mitad de la piedra. La banda es ahora un arco enorme de oro o de plata dorada.
Ritter von Laurin, el austriaco cónsul general en Egipto, fue capaz de inspeccionar un fragmento de la piedra removida por Muhammad Ali en 1817 e informó de que había un exterior de tono negro y gris plata, interior de grano fino en el que pequeños cubos de un material de color verde botella fueron incorporados. Se dice que hay unas pocas manchas blancas o amarillas en la cara de la piedra, y es oficialmente descrito como blanco, con la excepción de la cara.
Algunos historiadores seculares teorizan que la piedra de culto sea un meteorito que cayera en la Arabia pre-islámica. No hay forma de probar esta hipótesis sin retirar y examinar la piedra, que no sería permitido por sus guardianes.
No hay ninguna indicación de dónde se originó esta piedra, pero ya que es anterior a la revelación del Sagrado Corán y la profecía de Mahoma, e incluso dio un beso, se debe partir de la época de Abraham desde el Hajj tradiciones tienen su origen en el patriarca del monoteísmo.
Para los musulmanes, La Kaaba es la representación de la Osa Polar y por lo tanto el centro del Universo, en una visión un tanto exotérica, y la ubicación geográfica del corazón de la humanidad en una lectura más mística. Se trata del vínculo que une el mundo superior con el inferior y que fue el lugar de encuentro de los padres de la humanidad: Adán y Eva. En los giros rituales los fieles se integran en el torbellino cósmico y así, Dios, el Creador, los acoge en su morada de paz.
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