Sociedad
Guardian Badlands
Apodado el “Badlands Guardian” por los lugareños, esta maravilla geológica (Google Earth coordenadas 50.010083, -110.113006) en Alberta, Canadá, tiene una extraña semejanza con una cabeza humana usando un tocado de indio americano, y auriculares. Por supuesto, The Guardian se produjo de forma natural.
The Guardian Badlands es una geomorfológica característica, situado cerca de Medicine Hat en la esquina sureste de Alberta, Canadá. Visto desde el aire, la función tiene un fuerte parecido a una cabeza humana usa un nativo americano tocado, mirando directamente hacia el oeste. Debido a la estructura adicional hecha por el hombre, sino que también parece estar usando los auriculares. Los auriculares son un camino aparente y un pozo de petróleo, que se han instalado recientemente.
La cabeza es una función de drenaje creado a través de la erosión de suave, de arcilla rica en suelo por la acción del viento y el agua. Las zonas áridas tierras baldías se caracterizan por frecuentes pero intensa lluvia, duchas, escasa vegetación y los sedimentos blandos. La “cabeza” puede haber sido creada durante un corto período de erosión rápida inmediatamente después de lluvias intensas. Aunque la imagen parece ser una convexa característica, en realidad es cóncava – es decir, un valle, un ejemplo de la ilusión hueco cara.
Prótesis de Usermontu
Esta radiografía pertenece a la momia de Usermontu, sacerdote egipcio que vivió hace 2.600 años. Se puede observar el tornillo de 22 cms. que une el fémur con la parte inferior de la pierna. No sólo es sorprendente los conocimientos médicos que requiere una intervención quirúrgica de estas características, lo es aun más la propia prótesis, con rosca en los extremos y demostración de conocimientos biomecánicos.
El descubrimiento fue realizado por el doctor Wilfred Griggs, al frente de un equipo de la Universidad Brigham Young, mientras realizaba un estudio del ADN de seis momias egipcias pertenecientes a un museo californiano. En una prueba rutinaria con rayos X observaron que en una de las momias, la del mencionado sacerdote Usermontu, había un objeto alargado en su pierna. Según este investigador, en un primer momento pensaron que debía ser el resultado de un reciente intento de reparar la momia, pero un detallado estudio del artefacto no dejó dudas: era originario del antiguo Egipto.
Analizado cuidadosamente el tornillo en cuestión, mostró detalles sorprendentes del conocimiento médico de la antiquísima cultura egipcia. La pieza proporciona la evidencia de que conocían el empleo de los bordes de la rosca del tornillo para estabilizar la rotación de la pierna. Hasta este momento se ignoraba totalmente que esta técnica formase parte del saber antiguo. El artefacto en cuestión parece haber sido cuidadosamente realizado, según declara el doctor Richard Jackson, cirujano ortopédico deportivo de la mencionada universidad: “el tornillo fue construido con notable conocimiento biomecánico, hasta el punto que en la actualidad todavía podríamos utilizarlo para fijar y estabilizar un hueso.”
Una cuestión que todavía queda por resolver es si el implante del tornillo se realizó en vida del sacerdote o, por el contrario, se trató de una operación póstuma con objeto de preparar al cadáver para el tránsito hacia el más allá. Jackson cree más probable que el autor de la sofisticada operación fuera un embalsamador, aunque es sólo una conjetura. La creencia de los egipcios en una vida después de la muerte, en la que conservarían los mismo atributos que en vida, y para la que habría que preparase momificando los cuerpos, apoyaría la idea de que se reparase el cadáver del sacerdote lisiado
La piedra Dighton
La Piedra Dighton
La conocida como Dighton Rock, es una gran roca (1,5 m de alto, 2,9 m de ancho y 3,4 m de largo, con un peso de unas 40 toneladas) que se encontraba en el río Fall, en Massachusetts, de la que ya en 1680 se sabía que tenía petroglifos (el reverendo John Danforth hizo unos dibujos en su diario). Ya en 1690, el reverendo Cotton Mather, en su obra “The Wonderful Works of God Commemorated” dijo: “Entre las otras curiosidades de Nueva Inglaterra, una de ellas es una portentosa roca, perpendicular a los lados del rio, que cubre buena parte de ella, en la que existe un grabado muy profundo, que ningún hombre vivo sabe cómo ni cuándo fue realizado (…) lleno de caracteres extraños: lo que sugiere los pensamientos extraños acerca de los que estaban aquí antes que nosotros , ya que hay formas extrañas en ese Monumento Elaborado” Se han hecho muchas hipótesis sobre sus probables autores: indígenas de Norteamérica, la más probable y comúnmente aceptada; noruegos, una teoría avanzada en 1837, por Carl Christian Rafn; portugueses, propuesta en 1912 por Edmund Delabarre; y últimamente, en 2004, chinos, propuesta por el escritor inglés Gavin Menzies en su libro de 2002 1421: The Year China Discovered America.
La roca Dighton en el rio Taunton, antes de ser removida para el Museo en 1963
Por desgracia, la teoría Vikinga de la roca fue demolida completamente en 1916 por el fallecido profesor de psicología, Edmund B. Delabarre de la Universidad de Brown. Este señor se compró una casita de verano a una milla de la roca, en 1912, y desde entonces se dedicó a estudiar el tema. Para empezar se dio cuenta de que Rafn había manipulado las inscripciones a su conveniencia. Tras años de estudio, llegó a la conclusión de que eran esencialmente marcas sin sentido, a menudo grabadas en rocas por los indios.
La roca Dighton, fotografiada en 1893, mostrando los petroglifos.
Como psicólogo se interesó en por qué tantos estudiosos habían sido engañados a través de los siglos.
“La roca – declaró – tiene un efecto casi hipnótico sobre los que la estudian con atención”, algo parecido a las manchas de Rorschach.
Pero, el mismo Delabarre encontró un día algo inaudito, un día de 1918. “Bien puede ser imaginado, pero examinando la fotografía por enésima vez… vi en ella de forma clara y sin lugar a dudas la fecha de 1511. Nadie había visto nunca antes, en la roca o en la fotografía, sin embargo, una vez visto, su presencia real en la roca no se puede dudar”. Así que su anterior postura escéptica cambió y llegó a una conclusión de lo mas original: aseguró haber encontrado el escudo blasonado del Reino de Portugal, y las siguiente letras grabadas: Un médico estadounidense-luso, el Dr. Manuel Luciano da Silva, que como historiador e investigador aficionado, también vio y reconoció más tarde la roca en el río, la consideró como una prueba largamente ignorada de que Miguel Corte-Real había estado allí en 1511. Esta prueba son varios escudos en V con cruces idénticas a las utilizadas en las velas de las naos y carabelas portuguesas:
Seth Eastman en la roca Dighton (ca. 1853)
MIGUEL Cortereal
V. DUX DEI IND HIC.
1511.
El significado seria este: “Miguel Cortereal, por la voluntad de Dios, aquí el líder de los indios. 1511″. Esto nos lleva a unas increíbles conclusiones: Miguel Corte-real fue el hijo de un oficial portugués, João Vaz Corte-real, de quien se cuenta que navegó a Terranova y Labrador en 1472, dos décadas antes del primer viaje de Colón. Otro hijo suyo, Caspar, zarpó de Portugal, supuestamente, siguiendo la estela de Colón, con tres naves, en 1501, llegando a costear Labrador, Terranova y Nueva Escocia. Dos de sus barcos regresaron sanos y salvos a casa, pero él se quedó con uno y fue rumbo al sur, para desaparecer para siempre.
Al año siguiente Miguel Corte-real navegó hacia el oeste en busca de su hermano, llegando a Terranova con sus dos buques en 1502. Pero se separaron y también se perdió el barco de Miguel, regresando la otra nave a Portugal.
Delabarre propuso que el tal Miguel Corte-real, tras un naufragio, se acabó uniendo a la tribu local de los indios Wampanoag, y, debido a que poseía armas de fuego y otros equipos, se hizo con el liderazgo. Hacia 1511, sus esperanzas de rescate eran ya muy pocas, así que talló el mensaje en la roca donde se presentaría a las generaciones futuras.
Estas teorías fueron bien recibidas en Portugal, donde llego a ser condecorado Delabarre por el gobierno.
Manuel Luciano da Silva entendió la importancia de este descubrimiento y se convirtió en su moderno paladín, dedicando muchos años de su vida, su considerable influencia y gran parte de su dinero para que la roca Dighton fuera conservada y reconocida como testigo de los hechos históricos. Una vez grabada, la piedra de Dighton estuvo más de 450 años sometida a la acción de los vientos y las mareas. La erosión fue tremenda y la piedra estaba en muy mal estado: cuando la marea subía, cubría casi por completo la roca y, siempre que bajaba, ésta quedaba expuesta a las arenas que llevaban los vientos y que la desgastaban. En invierno, el hielo; en el verano, el sol; y siempre las olas, e incluso los seres humanos que garabatearon cosas allí.
En noviembre de 1952, la «Miguel Corte Real Memorial Society» de Nueva York adquirió unos 200.000 m² de terreno adyacente a la roca para crear un parque. Sin embargo, en 1951 la legislatura de Massachusetts había expropiado la misma superficie para crear un parque estatal. Se adquirió más terreno (Dighton Rock State Park tiene ahora un área de 400.000 m²). En 1963, durante la construcción de una presa o ataguía, los funcionarios estatales retiraron la roca del río para su conservación. Y finalmente en 1973, a instancias de da Silva, la roca fue felizmente conservada: se construyó un pabellón octogonal para albergarla y hoy es el Museo de Dighton Rock, que luego se convirtió en parque estatal (Dighton Rock State Park) y los alrededores de Dighton Rock han sido embellecidos y amueblados con parking e instalaciones para picnic. En 1980, el lugar fue inscrito en el Registro Nacional de Lugares Históricos (NRHP).
Da Silva ha escrito dos libros y numerosos artículos, y ha realizado cientos de conferencias para difundir esta información.
Un relato de las distintas teorías sería:
En 1680 John Danforth, un reverendo, hizo unos dibujos de los petroglifos, que se conservan en el Museo Británico. No opinó sobre su autoría.
Ya en 1690, el reverendo Cotton Mather. No opina sobre su autoría.
En 1781, el conde Antoine Court de Gebelin, de París, anunció que había resuelto el misterio: la roca conmemoraba la visita a Massachusetts “en tiempos muy antiguos” de un cargamento de marineros de Cartago.
En 1807 Samuel Harris Jr., un académico de Harvard, declaró que había sido capaz de descifrar en la roca tres antiguas palabras hebreas en letras fenicias: “rey”, “sacerdote”, e “ídolo”… con lo cual proponía que las inscripciones las hicieron los fenicios.
En 1831 Ira Hill, un maestro escuela de Maryland, llegó a la conclusión de que la roca fue grabada en el segundo mes del décimo año del reinado del rey Salomón por una expedición de tirios y los judíos, como la descrita en el Antiguo Testamento.
En 1837 un estudioso danés, Carl Christian Rafn (1795-1864), experto en la historia de los escandinavos, así como ferviente defensor de la idea de que los vikingos habían explorado parte de Norteamérica siglos antes que los españoles. Propuso que en la roca había encontrado las palabras THORFINS NAM y los números romanos CXXXI. Esto se interpreta como “Thorfinn y sus compañeros 151 tomó posesión de esta tierra.” Por desgracia, la teoría Vikinga de la roca fue demolida completamente en 1916 por el profesor de psicología, Edmund B. Delabarre de la Universidad de Brown.
Pero, el mismo Delabarre encontró un día de 1918 algo inaudito, y dijo “Bien puede ser imaginado, pero examinando la fotografía por enésima vez… vi en ella de forma clara y sin lugar a dudas la fecha de 1511. Le adjudicó la autoría a un marinero portugués: Miguel Cortereal. Estas teorías fueron bien recibidas en Portugal, donde Delabarre llego a ser condecorado por el gobierno portugués. Esta teoría, está muy desacreditada en la actualidad, y contó en su momento con importantes apoyos dentro del mundo académico.
Posteriormente un médico estadounidense-luso, el Dr. Manuel Luciano da Silva, que como historiador e investigador aficionado, también vio y reconoció más tarde la roca en el río, la consideró como una prueba largamente ignorada, sosteniendo la misma postura que Delabarre.
Como sea, el misterio sigue sin estar resuelto y aún hoy permanece la incógnita sobre quién o quienes elaboraron los enigmáticos petroglifos. La teoría más reciente es la china, defendida por el autor del libro 1421, el año en que China descubrió América, Gavin Menzies, aunque también hay investigaciones y estudios serios que reabren la hipótesis sobre un origen nativo americano.
Un resumen de algunas de las interpretaciones de los petroglifos Dighton Roca.
Runas de Spirit Pond
A comienzos de la década de los 70 del siglo pasado se hallaron, a orillas del lago de Spirit Pond, en Maine (EE UU), cuatro bloques de piedra y un amuleto. Tres de estos bloques, datados en torno al año 1200 a. C., presentan inscripciones que han sido identificadas como runas vikingas.
Debido a que el lago forma parte de un parque estatal, los “restos pétreos» son propiedad del Estado de Maine. Su descubridor, Walter Elliot -ya fallecido-, se negó en su día a donar sus hallazgos a las instituciones, iniciando una serie de procesos legales.
Durante algunos años estuvieron expuestos en el museo de Barth, en Maine, suscitando continuas controversias entre los expertos. Actualmente, tres bloques se encontrarían en los archivos del Museo Nacional del Estado, pero fuera de la vista de los visitantes. Los grabados no fueron jamás traducidos. La imagen publicada en este artículo, proporcionada por el arqueólogo estadounidense Neil Steede, pertenece al cuarto bloque.
Sombreros dorados
Sombreros de oro (alemán: Goldhüte, singular: Goldhut) es como se denominan unos muy específicos y poco comunes objetos arqueológicos de la Edad de Bronce en Europa Central. Hasta el momento, cuatro de estos objetos han sido descubiertos y debidamente catalogados. Los objetos están realizados con hoja de oro a las que se les añade en el exterior a lo largo de la superficie tocados cónicos y que probablemente fueron hechos de material orgánico y cuya función era estabilizar las hojas de oro. Los siguientes Sombreros de Oro son los conocidos en la actualidad:
- Sombrero dorado de Schifferstadt, encontrado en 1835 cerca de Speyer Schifferstadt, de cerca del 1400-1300 aC.
- Sombrero dorado de Avanton, incompleto, se encuentró en Avanton, cerca de Poitiers.en 1844. Tiene alrededor de 3000 años.
- Sombrero dorado de Ezelsdorf de-Buch, que se encuentró cerca de Ezelsdorf en 1953. Creado alrededor del 1000-900 aC es el más grande con alrededor de 90 cm de tamaño.
- Sombrero dorado de Berlín, que se encuentró probablemente en Suabia o Suiza. Fue fabricado cerca del 1000-800 aC y adquirida por el Museo für Vor-und Frühgeschichte, Berlín, en 1996.
Los sombreros están asociados con la cultura protocéltica de la Edad de Bronce. Sus estrechas similitudes en el simbolismo y las técnicas de fabricación son un testimonio coherente de la relación con un amplio territorio en el este y el oeste de Francia y el suroeste de Alemania. Una armadura de oro con una técnica similar fue hallada en Mold, Flintshire, en el norte de Gales, pero parece ser anterior a los sombreros.
El contexto arqueológico de las piezas es, por desgracia, poco claro. Por ejemplo, de la pieza de Berlín no se sabe absolutamente nada. Al parecer y según los datos sacados del resto de objetos, las obras doradas fueron enterradas deliberadamente.
Los datos más exactos hablan de unas fechas comprendidas entre el 1200 y el 800 a. C.
Se supone que los Sombreros dorados sirvieron como insignia religiosa de las deidades o sacerdotes del culto al Sol entonces muy extendido en Europa Central. Tres de los cuatro ejemplos tienen un pedestal como ampliación en la parte inferior del cono y sus aberturas son ovaladas (no redondas), con diámetros y formas más o menos equivalentes a las de un cráneo humano. La representación figural de un objeto parecido a un sombrero cónico sobre una losa de piedra de la tumba del Rey en Kivik, en el sur de Suecia, apoya firmemente su asociación con la religión y de culto, así como el hecho de que los conocidos ejemplos parecen haber sido depositados (enterrados) cuidadosamente.
A los sombreros se los considera un símbolo religioso usado por los sacerdotes de una a finales de la Edad de Bronce en Europa Central. El culto al sol estaba entonces muy extendido en Europa Central. Tres de los cuatro sombreros tienen un pedestal como ampliación en la parte inferior del cono y sus aberturas son ovaladas (no redondas), con diámetros y formas más o menos equivalentes a las de un cráneo humano.
La representación figural de un objeto parecido a un sombrero cónico sobre una losa de piedra de la tumba del Rey en el pueblo de Kivik, en el sur de Suecia, apoya firmemente su asociación con la religión y de culto, así como el hecho de que los conocidos ejemplos parecen haber sido depositados (enterrados) cuidadosamente.
Lo espectacular de los sombreros de oro es que en diferentes alturas tienen marcas que permiten la determinación de calendarios y la conversión entre ellos. No necesariamente fueron usados como tales, pero sí parece claro que al menos reflejan los conocimientos de la época, quizás sólo como adorno.
Runas de Vérendrye
En 1749 el explorador Franco-canadiense Pierre Gaultier de Varennes de la Vérendrye discutió con el científico sueco Pehr Kalm respecto a una inscripción rúnica que halló en un viaje suyo al oeste de los grandes lagos en 1730. Esta inscripción denominada como piedra de Vérendrye fue enviada a Québec donde sacerdotes jesuitas la guardaron después de afirmar que contenía una escritura “tártara”, tiempo después la inscripción fue enviada a la secretaría de estado francesa desde donde se cree que fue enviada y guardada en la catedral de Rouen junto a otros extraños artefactos arqueológicos. Al parecer el edificio donde estaba guardada la piedra rúnica fue incendiado debido a explosiones producidas durante la segunda guerra mundial y no se ha vuelto a saber nada más sobre el artefacto. Hjalmar Holland asegura que la piedra rúnica de Vérendrye fué inscrita por inmigrantes nórdicos relacionados también a la ya mencionada piedra de Kensington y la descripción del lenguaje usado como “ tártaro” tiene sentido ya que éste desciende del Húngaro antiguo y del Orkhon, los cuales poseen estructuras lingüísticas similares a los de los idiomas nórdicos antiguos.
Tablillas de Michigan
Las llamadas “tablillas de Michigan» son también objeto de polémica, aunque por el momento no se ha llevado a cabo una clasificación ni una investigación exhaustiva. Estas piezas se hallan en gran parte en poder de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cuyos miembros son popularmente conocidos por el nombre de mormones. Al parecer, las tablas de Michigan estarían protegidas en alguna gruta del Estado de Utah. Hasta el momento no han sido ni catalogadas ni expuestas al público.
Una de las pocas piezas que puede ser visitada es una gran roca esquistosa con grabados: el ápice del lado anterior contiene una misteriosa incisión, mientras en el espacio restante, que constituye los dos tercios del objeto, aparecen trazadas dos grandes “X», característica hallada también en los descubrimientos de Glozel. En la parte posterior está representado, en lo alto, la salida del sol, mientras abajo se ve un lagarto estilizado.
El modelo típico de las tablas de Michigan presenta en el lado anterior una parte realzada con el grabado de un “símbolo místico», mientras en el reverso aparece un “ojo omnisciente», seguido de un signo enigmático. Debajo de estas figuras se pueden hallar otras inscripciones, cuyo significado no ha sido aclarado por el momento.
Estos objetos fueron extraídos de túmulos indios entre 1874 Y 1915, en las proximidades de Detroit (Michigan).
La investigadora estadounidense Henriette Mertz, fallecida en 1985, dedicó años a estudiar estos misteriosos objetos. A pesar de la opinión contraria de sus colegas, examinó algunas piezas y las declaró auténticas. La especialista planteó una hipótesis insólita: las tablas habrían sido realizadas ¡por cristianos refugiados en el continente americano en el año 312 d.C., tras de la caída del Imperio Romano!
Hasta que no se efectúen traducciones fiables -con la suficiente base científica- de las inscripciones presentes en todos estos hallazgos, sólo es posible especular sobre su significado.
En el 28 de julio 1911 cuestión de la Detroit News, el profesor Frederick Starr de la Universidad de Chicago declaró que las reliquias eran falsas. También María Reyes, quien vivió una puerta de la habitación al lado de los hijos de Percy Scotford y Charles, dijo que los chicos fabrican más “reliquias” todo el tiempo. Nadie presentó cargos.
Los hallazgos atraído el interés de la Iglesia SUD miembros. Esto llevó Mormón científico James E. Talmage en 1909 para participar en un “dig” y luego probar a fondo los artefactos en la espalda de laboratorio en Utah. Sus investigaciones le llevaron a la etiqueta de los artefactos como los fraudes. En agosto de 1911, publicó un trabajo sobre sus conclusiones titulado “El ‘Reliquias de Michigan: Una historia de la falsificación y el engaño”.
Más tarde, en 1911 la hijastra Scotford firmó una declaración jurada en la que declaró que le había visto hacer a los objetos. Scotford y Soper nunca confesó y los objetos no se encontraron después de su muerte.
Los últimos estudios de profesor de antropología Richard B. Sellos del Museo de Historia de Michigan indican que los artefactos fueron hechos con instrumentos contemporáneos. Los historiadores actuales tienden a coincidir en que Scotford y Soper unido sus fuerzas para vender las reliquias falsas para obtener un beneficio personal.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de mantiene 797 de los objetos en el Museo de la Ciudad de Salt Lake. En 2003 se los entregó al Museo de Historia de Michigan en Lansing, donde actualmente reside.
Tornillo en Lanzhou, China
En Lanzhou, Montañas Mazong, China, en Junio del 2002.
Condiciones del hallazgo: La roca que contiene al cuerpo del tornillo fue hallada por el Sr. Zhilin Wang durante una investigación de campo en la zona intermedia entre las provincias de Gansu y Xijiang.
El color de la roca es de un negro inusual, y su grado de dureza también la hace particular. Su peso es de 466 gramos y sus dimensiones aproximadas, de 7 x 8 centímetros.
El objeto inserto en la roca presenta todas las características del cuerpo de un tornillo ordinario, de unos 6 centímetros de longitud.
Desde su aparición, el cuerpo de tornillo ha llamado la atención de muchos científicos e investigadores, provenientes de instituciones tales como la “Oficina nacional de recursos terrestres de la provincia de Gansu”, el “Instituto de investigación de geología y minerales”, y la “Escuela de recursos y medioambiente de la Universidad de Lanzhou”. Luego de varias investigaciones, los especialistas confirmaron que la roca debería tratarse como uno de los objetos más valiosos de la arqueología China y mundial.
A pesar de las diversas observaciones, hasta el momento no se ha podido confirmar si el tornillo está forjado de un material metálico o de algún otro material.
Tornillo en Nevada
En 1865, en Treasure City, en Nevada, se encontró en un trozo de feldespato los restos de un tornillo con punta, afilado. La piedra donde estaba incrustado tenía 21 millones de años…
La torre de NewPort
Entre las evidencias a revisar estaba la torre de NewPort, Rhode Island, una construcción de estilo medieval, semejante a las casas del siglo XI en Francia o Noruega. Pero lo extraño es que los primeros europeos en arribar a estos parajes no notaron este parecido ni lo mencionaron en sus escritos. La primera mención de la torre se hace en 1677 por cuenta de Benedict Arnold, a quien la posteridad le atribuye además la construcción de la misma posiblemente en 1675.
En realidad se trataba de un antiguo molino, por lo que no había ningún misterio.
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