Gran muralla de Marrakech
Gran muralla alrededor de la Medina y la Kasba Marrakech
La Medina de Marrakech fundada por los almorávides en 1070–72 se convirtió en la capital y en el centro económico-político y cultural de estos nómadas. Durante los siguientes dos siglos la ciudad se fue desarrollando desde el trazado original almorávide. De la medina o ciudad fortificada original se conservan las murallas edificadas en el siglo XII (1126–1127) y los palmerales del este de la ciudad.
En 1147, los almohades bereberes conquistaron la ciudad destruyendo la mayor parte de los edificios reedificando de nuevo la medina. De esta época datan la mezquita de Kutubia del que destaca su minarete, la ampliación de la muralla, la fortificación de la kasba con sus puertas (Bab Agnaou y Bab Robb), la mezquita, el palacio de El Badi, el mercado, el hospital, la plaza de armas y los jardines de la Menara. En el apartado de ingeniería civil cabe destacar la construcción del puente de Tensift.
Muralla de la Medina de Marrakech en Marruecos
A partir de 1269, los almohades pierden el poder de la ciudad y comenzando el ocaso de la medina. A pesar del inicio de la decadencia de la ciudad de esta época datan el minarete y la mezquita de Ben Salih.
En 1510, la ciudad recobra su esplendor con la ocupación de los saadíes que edificaron mezquitas, madrasas, casas palaciegas y palacios. Vestigios de este momento destaca la necrópolis saadí
En Marrakech comprobarás que uno de los elementos distintivos de la bella ciudad marroquí es la gran muralla que rodea la Medina.
Realmente la Muralla de Marrakech delimita los históricos barrios de estilo musulmán, que se caracterizan por su gran entramado de callejuelas, frente a los barrios de estilo occidental, con grandes avenidas y jardines, construidos estos últimos durante la época del Protectorado francés.
Puerta Bab Agnaou de acceso a la kasba en la Medina de Marrakech
El origen de la muralla se remonta al siglo XII, cuando se consideró la necesidad de levantar una fortificación que defendiera los mercados y el campamento militar que por entonces era Marrakech.
Ello llevó a construir una primera Kasba, o ciudad fortificada. En los siglos posteriores, la muralla se fue ampliando y redefiniendo su trazado, hasta la gran fortificación que ahora podrás ver cuando visites Marrakech.
La Muralla de Marrakech rodea por completo la Medina, o recinto de la ciudad antigua, la cual se extiende por unas 600 hectáreas, y la cual en 1985 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Llama la atención el llamativo color rojo de la muralla, lo cual se debe a haber sido construida con una arcilla rojiza que cambia de color según tono de la luz durante el día.
Lo más destacado de la muralla son algunas de sus 19 puertas, sobre todo, la denominada Puerta de Bab Agnaou, que por el lado suroeste de la ciudad permite acceder a la antigua Kasba.
Con la palabra medina se designa en los paises de influencia árabe a la parte más antigua de una ciudad, aunque hasta la aparición de los barrios modernos en la periferia la medina constituía la ciudad en sí misma.
La medina de Marrakech fue en sus orígenes campamento militar y mercado. En el siglo XII fue necesaria la construcción de una Kasbah (fortificación amurallada) para defenderse de ataques externos. El trazado de la muralla fue modificado y ampliado varias veces por las sucesivas dinastías gobernantes hasta el definitivo que vemos actualmente.
La medina de Marrakech es la más extensa de todo Marruecos, con sus 600 hectáreas, y la muralla que la rodea mide 19 kilómetros de longitud, entre 8 y 10 metros de altura y un espesor que varía entre 1,60 y 2 metros. Por ser la piedra muy escasa en la región, se utilizó una especie de arcilla rojiza que el sol hace variar en tonalidades según el momento del día y que le dio a Marrakech su apodo de Ciudad Roja.
En sus orígenes la medina amurallada, respondiendo a su función defensiva, no contaba con la cantidad de puertas (bab) que vemos hoy y que la conectan a la Ciudad Nueva. Entre las más antiguas se encuentran dos bellos ejemplos de arquitectura almohade que resistieron el paso de los siglos: Bab er Robb y Bab Agnaou; ésta última forma parte de los restos de la antigua Kasbah. Otras puertas que destacan por su monumentalidad son Bab Doukala, Bab Aghmat y Bab Aylen. Algunas llevan nombres de tribus, otras tienen nombres que evocan actividades artesanales. En total son 22 las puertas que comunican a la medina con Gueliz e Hivernage.
En Marrakech hay más de 17 puertas en las murallas de la ciudad. Hay 10 puertas (Bab, en árabe) de acceso a la ciudad, entre las que se destacan la de Bab Doukkala, Bab el Khemis, Bab el Jadid, Bab el Robb, Bab Agnau y Bab el Debbagh.
La Puerta de Bab Agnou es del siglo XII y fue uno de los primeros monumentos de piedra de Marrakech. Tiene bajorrelieves y está decorada con piedra verde de Gueliz.
Las más importantes puertas de Marrakech son las de Bab Agnou, Bab Nkob, Bab Doukkala, Bab Fteuh y Bab Aghmat.
Tiene un significado muy especial la de Bab Khmiss. Esta puerta comunica la Medina con la zona nord-este y directamente con la carretera de Fez.
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