Mapa de Vercelli
Mapa de Vercelli
El mapamundi de Vercelli es llamado así porque se conserva en el archivo de la catedral de Vercelli (Piamonte), donde ha estado durante siglos, e inventariado en el siglo XVIII como “diseño antiguo que representa un esquema sinóptico”. En 1908, con motivo de una reorganización del archivo, Carlo Errera descubrió que era en realidad un mapa en pergamino, anónimo y bastante deteriorado. Había estado archivado como un rollo sin envoltura de protección y resultó afectado por la humedad y el fuego y, además, en una desafortunada restauración en 1970 quedó perjudicado, encontrándose en la actualidad casi desvanecido. En 1935, estando en mejor estado de conservación, Yossouf Kamal hizo una buena reproducción. Y en 2013-2014, en una intervención del Lazarus Proyect de la Universidad de Rochester, ha sido objeto de tratamiento con avanzadas tecnologías ópticas a fin de obtener una imagen digital que recupere la legibilidad, pero para entender su estructura básica es mejor fijarse en el esquema gráfico.
El mapa de Vercelli es un mapa importante, que ha despertado el interés de los especialistas. Por su tamaño (84 x 72 cm, aunque faltan porciones), es el más pequeño de los tres grandes mapamundis del siglo XIII (junto con los de Ebstorf y Hereford), pero posiblemente el más antiguo, aunque la cuestión de su origen y datación es objeto de controversia. En un primer estudio, en 1911, Carlo Errera apreció que la información que proporciona el mapa está en relación de origen con Hispania o Italia, en especial con los Beatos, y con asistencia de dos paleógrafos lo dató a finales del siglo XIII. El principal detalle para datarlo fue la figura una gigantesca ave (¿avestruz?) con una espuela en el pico, situada sobre los montes Atlas, y, cabalgándola, una figura humana que sujeta en su brazo izquierdo lo que puede ser un látigo o una bandera (Fig. 193, de la reconstrucción de Y. Kamal). Lo importante es que una leyenda lo presenta como Philippus rex Francie. La duda es si se trata de Felipe II (1180- 1223) o Felipe III (1270-85). Carlo Errera estimó que debe tratarse de Felipe III porque es el único que viajó a África, donde está situada la figura, por lo que el mapa debe ser de finales del siglo XIII. En 1935 Anna Maria Brizio estimó que el estilo de las figuras del mapa se asemeja a las miniaturas románicas del estilo hispánico de la primera mitad del siglo XIII. La propuesta más aceptada parece ser la de Carlo Capello en 1957. Intentando descifrar las leyendas del mapa, de dificultosa legibilidad, y comparándolas con los mapas de Ebstorf y Hereford encontró muchas similitudes, y también una relación con los Beatos. Llegó a la conclusión de que su origen es inglés, y, en concreto, propuso que llegó a Vercelli gracias al cardenal Guala Bicchieri, nacido en Vercelli, legado papal en Inglaterra, que visitó en 1216-18, y se sabe que donó a la Catedral de Vercelli manuscritos anglosajones que trajo de Inglaterra. Por ello, Carlo Capello estima que la datación correcta del mapa es hacia 1200. Pero Anna- Dorothee von den Brincken, en un trabajo de 1990 sobre la metodología de la datación de manuscritos, advierte que la propuesta de Capello, aun siendo fascinante, no puede considerarse probada. Esta autora, tras un examen de las características externas del documento, del estilo de las imágenes y de la epigrafía de las leyendas, entiende que hay argumentos para considerar más acertada la datación de Carlo Errera. La fecha “post quem” es finales del siglo XII, porque aparece la ciudad de Alessandría en Lombardía, que fue fundada en 1167, llamada así en honor del Papa Alejandro III. Otros detalles indican que debe ser de la segunda mitad del Siglo XIII: la vestimenta de montar del rey Enrique es una moda de la segunda mitad del siglo XIII; y las figuras (hombres, animales y monstruos) parecen ser de un estilo gótico que sugiere también esas fechas. Y en cuanto a su origen, entiende que, aunque la comparación con los mapas de Ebstorf y Hereford es interesante y revela similitudes (por ejemplo, en el mapa de Hereford hay un avestruz semejante, aunque en el norte de Europa), es más importante la comparación con el mapa de Munich, de origen francés, que sugiere una misma fuente o tradición, aunque no puede negarse tampoco su contacto con los Beatos como revela la indicación del lugar de sepultura de algunos apóstoles. En definitiva, aunque no puede saberse hasta qué punto Inglaterra estaba representada, pues formaba parte del área desaparecida, el mapa de Vercelli, según dicha autora, parece un mapa continental de procedencia europea, no inglesa, inclinándose por su origen francés como modelo.
El mundo está dividido en los tres continentes, separados por el Mediterráneo y los ríos Tanais y Nilo, como en los mapas T-O, pero no puede decirse que sea un mapa T-O, pues no es diagramático, sino que está completamente lleno de leyendas, dibujos y toponimias, siendo uno de los más ricos en este aspecto. Los elementos están en cuatro colores: sepia, verde, rojo y negro. La orografía, en sepia, se indica con grupos de tres arcos de círculo con doble línea y de semicírculos para montañas aisladas. La hidrografía fluvial es de color verde, con líneas sinuosas dobles. Los topónimos, títulos y leyendas están escritos en negro. Los ríos y los brazos de mar no se distinguen entre sí. Están marcados con grandes líneas de grosor variable y sin distinción de importancia. La excepción es el río Jordán, con un gran mar de Galilea y el mar Muerto en un cuadrado lleno de texto. Las ciudades están indicadas con construcciones cuadrangulares de color rojo y negro, en cuya base se escribe el nombre. Si se trata de ciudades importantes, la estructura es más compleja, con más pisos con arcos o ventanas, y la sepultura de los apóstoles se simboliza mediante edificios eclesiales con torres-campanario. Dice A.D. von den Brincken que las estructuras son convencionales, la mayoría en forma de fortalezas, de un tipo que puede ser encontrado en mapas italianos y franceses, semejantes a los que hay en los itinerarios de Matthew Paris y en los mapas de Ranulf Higden. En cuanto a los mares, indica que si el mapa de Vercelli se compara con sus mapas hermanos, se ve poco interés en áreas acuáticas. En los mapas de Ebstorf y Hereford, el Mediterráneo y el mar Rojo son importantes masas de agua, con abundancia de islas, así como el océano circundante, mientras que en el mapa de Vercelli el autor está más interesado en los desiertos que en los mares: una ancha banda recorre la región desértica de Etiopía, con dibujos de ondas, simbolizando las dunas, rasgo único de este mapa, y se pregunta A. D. von den Brincken si el autor habría acompañado al rey Felipe III en su viaje a África.
Tierra Santa
El desinterés por las masas de agua lleva a rellenar su espacio, como ocurre en el Mediterráneo, dibujado con bastante anchura, pero ocupado íntegramente por islas, o el mar Rojo, ocupado por viñetas con leyendas. Por otra parte, da la impresión de que el autor desea rellenar a toda costa, con leyendas o animales, los territorios desconocidos. Por ello, como ha observado C. Capello, el mapa parece incompleto pues hay áreas en blanco y espacios para ciudades que no se han rellenado. Asimismo, el autor parece fascinado con toda clase de animales, pintados en formas heráldicas y con trazos bien compuestos, de un estilo gótico. Así, Asia y África carecen casi de edificios, pero en cambio hay numerosos animales, como se observa en la figura 195, que corresponde a Asia.
El Paraíso
El mapa de Vercelli, como casi todos los mapamundis medievales, es una suma de conocimientos obtenidos de diferentes fuentes concentrados en una imagen que muestra lugares y eventos de tiempos diferentes, una historiografía mostrada conjuntamente y por tanto sin atención a la cronología, mezclando además eventos históricos con lugares míticos. La figura 198 es una ampliación del norte de Asia (resaltando colorido, contraste y claridad) que proporciona un ejemplo de esta idea. Junto a varias regiones y ciudades nominadas, como Armenia, Capadocia, Casaria, Colchis, Anagne, Macria, Carres y Serapolis, pueden identificarse: entre los mares, el mar Caspio (1), con un diseño en forma de flecha que recuerda al mapa de Ripoll, y el mar Negro (2): entre las cadenas montañosas, los montes del Cáucaso (3) y el mons caspius (4); y entre los lugares míticos o bíblicos, el Arca de Noé (5) dibujada como una embarcación de tres pisos posada sobre el monte Ararat (6), las Puertas de Alejandro (7), el cordero (8), cerca de la región de Colchis, que simboliza el relato mítico del vellocino de oro capturado por Jasón y los argonautas en Colchis, y el sepulcro del apóstol San Bartolomé (9).
Detalle del norte de Asia
Una imagen curiosa en el noroeste de África de un rey coronado con un mayal, montando un ave gigante muy estilizada que porta un objeto en forma de herradura en el pico. Esto es quizás el avestruz comedor de hierro. La inscripción que lo acompaña está, como muchas, desgastada. Capello da ‘philipjus] rex f[ra)ncie’ [Rey Felipe de Francia]. Una lectura más probable sería ‘philipjus] rex f[ra)ncor[um) [Rey Felipe de los franceses], la frase más común para reyes de Francia durante el período 1268-1314
La presentación del mapa de Europa difiere de la de Asia, tierra de historia y Sagrada Escritura. En lugar de grandes bloques de texto, hay grupos de ciudades, que son consistentemente renderizado, con algunas excepciones. Tienen una banda, generalmente amarilla, en su base, rematada por un panel rectangular. Cuando hay un topónimo, el panel lo enmarca, y ese panel toponímico luego está rematado por otra banda, a veces amarilla. Que segunda banda es seguida por uno o dos paneles asentados en una banda amarilla, y el conjunto es coronado por un techo inclinado hacia adentro en cada lado y denotado por una cumbrera que se extiende pasado el techo.
Estado actual del mapa original
Autor desconocido
Fecha 1217
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