Este Mundo, a veces insólito

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Mapamundi de Heinrich Bünting

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Mapamundi de Heinrich Bünting

De José Ramón Alonso

El mundo en una hoja de trébol

Heinrich Bünting (1545-1606) publicó en 1581 en Magdeburgo su obra titulada Itinerarium Sacra Scripturae, un auténtico libro de viajes por los escenarios bíblicos, que muestra en diferentes mapas la localización de los lugares clave descritos en las Sagradas Escrituras siguiendo los itinerarios realizados por algunos de los personajes más famosos del Viejo y Nuevo Testamento.

Este mapa concreto se titula «El mundo entero en una hoja de trébol, blasón de la ciudad de Hannover, mi amada patria», tiene un tamaño de 38 x 30 centímetros y muestra el mundo como una hoja de trébol con Jerusalén en el centro y una hoja para cada continente: África, Asia y Europa. Jerusalén aparece como una gran ciudad, con altas torres rodeadas de fuertes murallas y con el Monte Calvario y sus tres cruces delante y a un lado de la puerta de la ciudad. El mapa señala la localización de unas cuantas ciudades en cada continente e ilustra unas pocas de ellas, diez en Asia y tres en África. En Europa solo ilustra Roma que no tiene una posición preeminente como Jerusalén (Bünting era un pastor protestante y Roma solía identificarse como la ciudad del pecado) pero sí un gran tamaño.

Los mapas medievales colocaban el Este en la parte superior mientras que Bünting coloca el norte (Septentrio) arriba, como ya van haciendo la mayoría de los mapas de la Edad Moderna. Organiza el mapa con la posición aproximada de los tres continentes: Europa al oeste coloreada en rojo, Asia al este pintada en verde y África al Sur de color amarillo. América, marcada como el Nuevo Mundo, aparece en la esquina inferior izquierda, coloreada en verde como Asia y muy poco conspicua porque altera la armonía del resto de la composición, pero en su época los cartógrafos europeos tenían ya bastante información sobre el continente americano y no se podía obviar. Los tres continentes están rodeados por el océano —llamado «el gran mar mediterráneo del mundo»— donde se ven criaturas marinas, monstruos y un barco. Inglaterra se muestra como una isla encima de Europa con un contorno muy poco real y Dinamarca-Suecia muestran su perfil meridional en la parte superior del mapa. El Mar Rojo es dibujado entre Asia y África, y aparece coloreado en rojo en vez del color natural azul. El atlas tuvo más de 60 ediciones y fue traducido a, al menos, diez idiomas.

El autor coloca como centro del mundo la ciudad sagrada de judíos y cristianos, Jerusalén. El mapa es conceptual con el fundamento de que en el mundo existe un omphalos, un ombligo, un punto central. Para los antiguos griegos ese punto estaba en Delfos mientras que para los judíos era sin duda Jerusalén. Un protestante como Bünting recordaría el versículo de Ezequiel 5:5 que dice así «Así ha dicho Jehová el Señor: Esta es Jerusalén; la puse en medio de las naciones y de las tierras alrededor de ella». También en el Middrash Tanjuma Buber, una colección de comentarios judíos al Pentateuco se dice «Al igual que el ombligo se encuentra en el centro del cuerpo del hombre, así la Tierra de Israel es el ombligo del mundo […] La Tierra de Israel se asienta en el centro del mundo, y Jerusalén en el centro de la Tierra de Israel, y el Templo en el centro de Jerusalén, y el Santuario en el centro del Templo, y el Arca de la Alianza en el centro del Santuario, y la Piedra Fundamental delante del Arca de la Alianza, y sobre ella el mundo fue establecido».

Otro aspecto simbólico es que el trébol es, en la doctrina cristiana, un símbolo de la Trinidad: la unidad de tres, Padre, Hijo y Espíritu Santo en una sola entidad se convierte en una metáfora en la hoja del trébol formada a su vez por tres hojas.

El mapa, fuertemente simbólico, marca una transición de los mapas medievales en disposición T-O a los mapas mucho más detallados y exactos de la Edad Moderna.

Mapas de Heinrich Bünting

Uno de las más antiguas y afamadas rarezas cartográficas.

Extraordinaria réplica de los mapas de este clásico de la cartografía universal, que en su tiempo llegó a ser una hermosa y valiosa guía de viajes.

Junto a los cinco bifolios con coloreado a mano de época (el Trébol del Mundo, Europa, Asia, África y el Mediterráneo Oriental), la edición incorpora esos mismos cinco bifolios en blanco y negro, seis bifolios y un folio de otros mapas, también en blanco y negro, extraídos igualmente de la influyente obra de Bunting.

Publicado en alemán, latín, holandés, danés, sueco, checo e inglés, gozó de una vasta difusión hasta mediados del siglo XVIII. Este éxito sólo se entiende cuando situamos el imaginario de sus mapas en el contexto de la cartografía simbólica de Occidente.

Ciertamente, estos célebres mapas de Heinrich Bünting, extraídos de su Itinerarium Sacrae Scripturae, figuran entre las más antiguas y afamadas rarezas cartográficas. Y la descripción de los Lugares Bíblicos que encontramos en este Itinerarium, publicado por vez primera en 1581, conocería una enorme difusión hasta bien entrado el siglo XVIII. Llegó a contar con más de 60 ediciones en diversos idiomas europeos –entre los que podríamos citar el alemán, latín, holandés, inglés, danés, sueco y checo. Este éxito no tendría fácil explicación si no se atiende a los elementos simbólicos de los que se nutre, que el propio Bünting alimenta con cierta habilidad.

El autor es un profesor de teología, nacido en Hanover en 1545, y próximo al gran movimiento reformista de la Iglesia en Alemania. Concibe su obra fundamentalmente como una guía de viajes para el lector cristiano, al que conduce a los lugares donde se desarrollan los pasajes evangélicos. Podemos vincular a Bünting con esa corriente de Geografía Descriptiva de aquellos lugares que el cristianismo considera sagrados, de los que nos ofrece gran cantidad de detalles, como monedas antiguas, medidas, usos y costumbres, etc.

Pero por encima de la dimensión científica de su obra, la personalidad de Bünting es ante todo la de un predicador evangélico más preocupado por la visión de la geografía como gran alegoría religiosa que por la concienzuda aportación de datos contrastados. Está más vinculado a la tradición cartográfica medieval, cuyos mapas son iconos complejos inspirados fundamentalmente en conceptos teológicos y en la tradición fantástica, que a los elementos propios de una cartografía moderna que poco a poco se iba abriendo paso.

Uno de los más hermosos exponentes de estas transformaciones lo encontramos precisamente en estos mapas de Bünting. El Trébol del Mapamundi, que al mismo tiempo quiere representar a la Trinidad del cristianismo.

El mundo en forma de trébol

por cesareo.bas

Die gantze Welt in ein Kleberblat  es, como su propio título indica, un mapa del «mundo entero en una hoja de trébol» que representa la concepción tripartita de la Tierra introducida por los antiguos griegos y que permaneció vigente hasta el descubrimiento de América, «la cuarta parte del mundo». De esta forma, los continentes clásicos Europa, Asia y África corresponden respectivamente a cada división de la hoja del trébol.

Son varias las razones que llevaron a Bünting a elegir el trébol para representar el mundo. Por una parte, en el propio título del mapa (in der Stadt Hannover meines lieben Vaterlandes Wapen) se nos explica que el trébol es el escudo de Hannover, «amada patria» del autor. Por otro lado y según cuenta la leyenda, el trébol es la metáfora utilizada por San Patricio, patrón de Irlanda, para explicar el misterio de la Santísima Trinidad (un Dios único que es a la vez Padre, Hijo y Espíritu Santo), y no hay que olvidar que este mapa está incluido en una obra de contenido principalmente religioso. Por último, desde el punto de vista cartográfico, el trébol es una singular variante del típico mapa medieval de «T en O», de tal forma que los tres continentes se disponen de manera análoga a como lo hacen en el mapa concebido por San Isidoro de Sevilla (c. 625). Según este modelo Jerusalén se sitúa en el centro del mundo, tanto terrenal como espiritual.

En lo estrictamente cartográfico, en el mapa se muestran países y también ciudades que Bünting considera relevantes y que dibuja mediante vistas esquemáticas (curiosamente solo representa Roma dentro de Europa). Junto al nombre de cada ciudad hay rotulada una cifra que indica la distancia hasta Jerusalén. Es llamativo que la isla de Gran Bretaña (Engeland), Dinamarca y Escandinavia aparecen como elementos ajenos a Europa. Sobre un mar simbolizado mediante rayado horizontal se observan monstruos marinos, sirenas y una nave.

En 1587, año de la primera edición de este mapa, ya había pasado casi un siglo desde el descubrimiento de América y este «pequeño» detalle no podía ser obviado a pesar del carácter más simbólico que geográfico del mapa. Posiblemente para no romper la estética ni el simbolismo de la obra, el cuarto continente aparece discretamente esbozado en la esquina suroccidental con su nombre, América, acompañado del texto «Die Newe Welt» (el Nuevo Mundo).

En la Sala de Exposiciones del Instituto Geográfico Nacional se pueden contemplar actualmente dos facsímiles de sendas ediciones de este mapa, uno iluminado (coloreado) y otro en blanco y negro.

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