Mapamundi de Robert Thorne
Mapamundi de Robert Thorne
Primer mapamundi inglés.
Mapamundi enviado por el mercader inglés Robert Thorne en 1527 desde Sevilla (España) al embajador inglés ante Carlos I de España y V de Alemania. Publicado por vez primera Richard Hakluyt en 1582 en su libro Divers voyages…
Primer mapa universal inglés, Robert Torne, 1527.Enviado a Henry VIII, solicitando explorar las rutas del norte.
En aquellos tiempos de Enrique VIII, “No se hablaba de otra cosa en Inglaterra”, desde que se supo la noticia de la llegada a la India por la vía del poniente, de las tres carabelas capitaneadas por Don Cristóbal Colón.
Bristol, Sebastián Cabot.
Bristol era entonces, el segundo puerto comercial más importante de Inglaterra, zarpaban organizadas expediciones y además de la actividad marinera, imperaba el interés de encontrar un acceso de conexión “fácil” con oriente. Y este interés, si que movía naciones y a sus reinos… Enrique VIII, llevaba una vida “atareada”, pero era un buen defensor de la fe, y de su reino, cueste lo que cueste.
La razón de abrir paso a oriente eran las maravillosas especias, el oro, la plata, las piedras preciosas, los productos aromáticos… y por supuesto ser los primeros en “colonizar” tierras y plantar bandera. Se había abierto paso ya, a esas estrategias geopolíticas entre países, España y Portugal poseían aquel permiso dónde el Papa Alejandro VI, les otorgaba el poder de explorar, poseer y negociar en el Nuevo Mundo. Con lo cual, Inglaterra muchas de sus exploraciones, las mantenía en “secreto”, y no interesaba que se divulgasen sus descubrimientos, así llegar a “buen puerto”. Por otra parte, los corsarios obtenían del Rey una autorización para “poseer” aquellas embarcaciones con las cuales se cruzara…si “venía a causa”.
En 1527, se recibieron en Londres noticias alentadoras. Un comerciante inglés establecido en Sevilla, de nombre Robert Thorne, enviaba al Rey por medio del Doctor Ley, embajador de Enrique VIII y cercano al emperador Carlos I de España, una carta, diciendo que existía una ruta por el norte para llegar a la tierra de las especias. Si…por el norte, parecía lógico, el mismo mar unía y separaba sus tierras. “Una declaración de Indias”, enviando al diplomático Edward Lee, para Henry VIII.
Nos cuenta, Dora Beale Polk, en su The island of California, a history of the myth, bellísimos datos al respecto. “There is no lande unhabitable, nor sea innavigable”.
La declaración se refiere a un plan integral para navegar hacia Asia, por el noreste de Inglaterra y a tal efecto, incorpora un mapamundi, de su autoría. Se envía de manera secreta, aunque, años más tarde, es reproducido y comentado por Richard Hakluyt en “Divers voyages touching the discoveries of América, 1582”. (Notas escritas al pié del mapa, en latín e inglés). Observaciones interesantes como: el estrecho de Magallanes se indica “Strictum omnium sanctorum”; en Asia aparece la India con su forma triangular; por primera vez se denomina China a la región sur cercana al extremo oriente, el cual lleva aún los nombres clásicos de Marco Polo; se señalan las islas Tharsis y Ofir. No se sabe si fue grabado Sevilla o en Londres, pero si, que delinea formas geográficas de América muy sugestivas…
La familia Thorne, eran marinos mercantes de Bristol que negociaban activamente con España, Portugal, Islandia y otros países. Asociados a Hugh Elliot, también navegante y con quien Robert Thorne, pudo haber hecho una travesía en 1494, en búsqueda de “la isla fantasma de Hy Brazil” (la isla de los palos de brazas encendidas), consiguiendo llegar a Terra Nova, la actual Canadá (antes que Jhon Cabot, y a quien posteriormente apoyarían en sus expediciones), porque ya sabían que Terra Nova… ¿no era la tierra de las especias?
Incluye este relato en su proyecto para el Rey, con la intención de conseguir apoyo para emprender un nuevo y apasionante viaje hacia las indias. Prometedor.
Pero…antes de conseguir respuesta del Rey, Robert Thorne, muere. Lamentablemente. Aunque su petición fue atendida, unos cuántos años mas tarde, ya que curiosamente, también coincidía con otra carta enviada al Rey en 1541, por Roger Barlow, negociante inglés, también establecido en Sevilla, afirmando un paso a oriente por el norte… (no se sabe si adjuntaría un mapa).
Ya los portugueses habían abierto el paso por Cabo de Buena Esperanza, y los españoles por el estrecho de Magallanes. ¿Quizás, Inglaterra lograría el nexo a oriente por el noreste?
Se organizan nuevas expediciones, y fracasan. Aunque, una de ellas, capitaneada por Richard Chancellor, trae buenas nuevas. Logra llegar al Mar Blanco y desde allí consigue avanzar, por tierra, a Moscú.
Resulta que este primer encuentro entre ingleses y rusos, fue trascendente en sus posteriores relaciones diplomáticas y dorados beneficios comerciales. De momento, ambos países calmaron las ambiciones de llegar a las indias y continuaron su búsqueda, con menor tensión. La deseada ruta septentrional, en los negocios con las indias, ven luz entrando en el último tercio del siglo XVI.
Los asuntos de ultramar en el ambiente inglés, cultivan la literatura en Londres y surgen escritos dignos de destacar, “Books to Build an Empire”, Jhon Parker. Nos lo cuenta Carlos Sanz, en un artículo del periódico ABC, publicado el 2 de diciembre de 1967. Primer mapa universal inglés, 1527.
Con respecto a nuestro Jhon Cabot, (Juannotto Caboto), de origen genovés, que en España llegó a ser piloto de la Casa de Contratación. La empresa italiana Bardi, poseía un libro contable, donde menciona un préstamo de 50 nobili, para “Un trovare il nuovo paese”, para encontrar la nueva tierra, refiriéndose a la isla Terranova en Canadá y no a una nueva tierra.
El banco financiaba a Cabot, para una expedición a un territorio conocido, no a un destino incierto.
Existe una tesis de la británica Alwyn Ruddock, que tras su muerte continúan Evan Jones y Guidi Bruscoli, documentando estos datos y también el escritor Peter Pope en, “Los muchos desembarcos de Caboto”.
Desde fines de 1470, existe evidencia de que los europeos creían que existía aquella isla de Brazil (leyenda muy bonita), siendo una de las fuerzas motrices para la organización de expediciones atlánticas.
Jhon Day, comerciante inglés, envía una carta a Colón en 1498 mencionando un viaje hecho desde Bristol,donde se encuentra dicha isla.
Pedro de Ayala, embajador de los Reyes Católicos en la corte inglesa, en 1498, informaba que desde hacía siete años los ingleses la buscaban.
Jhon Dee, asesor de la corte inglesa, en 1500, elabora un escrito sobre la travesía de Thorne junto a Elliot y su isla descubierta.
David Quinn, historiador inglés, escribe sobre cuatro mercaderes que parten desde Bristol en 1481, en búsqueda de la “isla fantasma, aquella que aparecía cada siete años”.
Parece ser, que nuestro primer mapamundi ingles allí por 1527, tenía sus fundamentos, y una geografía muy definida, e intenta dar luz, a través de Robert Thorne y su visión del mundo, a muchas travesías de encontrar un paso comercial a las indias, explorar la legendaria isla, a despertar el imaginario colectivo…entre los marinos mercantes, su aventura, tesón, convicción de encontrar nuevos destinos…al fin y al cabo, los orígenes de su propia historia.
El mapa languideció como un solo manuscrito (ahora perdido) hasta que Richard Hakluyt publicó una versión grabada en madera en sus Divers voyages (1582) para acompañar la carta de Thorne que abogaba por un enfoque diferente para la exploración de Inglaterra en el esfuerzo de propaganda.
A pesar de las conexiones con la competencia política internacional, el asentamiento de colonos ingleses en las costas de América del Norte y la repentina expansión del comercio mundial, hay otra característica reveladora sobre el mapa: los dos barcos incluidos en el Océano Índico.(3) El barco más grande es un barco estándar con aparejo completo con tres mástiles que llevan velas cuadradas en los palos mayor y trinquete y una vela latina en la mesana. Su popa alta y afilada representa desarrollos de diseño en el siglo XVI. Con todas las velas desplegadas y el talle alto, la representación es similar a los barcos, especialmente a los que surcan el Atlántico, en varios otros mapas, y sugiere el tipo de barco que partió de los puertos ingleses en la década de 1580 en un viaje de larga distancia.(4) El segundo barco tiene un mástil con una vela y una vela adicional que cuelga del estay de proa. Este simple aparejo era altamente eficiente y permitía que un hombre, con poca o ninguna ayuda, manejara el bote él mismo en aguas interiores y costeras. El pequeño bote abierto no era el tipo de embarcación para navegar en mar abierto y ciertamente no se vio en el Océano Índico en el siglo XVI.
Es posible que Thorne haya incluido bocetos de barcos en su mapa original de 1527, pero ya sea que lo haya hecho o no, Hakluyt incluyó los barcos para hacer un punto y no solo para llenar el espacio vacío. No eran tanto barcos que se encontraban en el camino hacia el Lejano Oriente como barcos ingleses que podían llegar a otras partes del mundo. En general en el siglo XV y, más aún, en el XVI, los cartógrafos europeos llegaron a decorar sus mapas con barcos navegando en mar abierto. Los barcos eran una declaración de la nueva capacidad de los barcos, y de los hombres que los navegaban, para dominar los océanos. Los barcos en el mapa de Thorne se ajustan a un patrón de cartografía del siglo XVI. Argumentaron al público y, más aún, a la reina Isabel y sus asesores para que Inglaterra asumiera un papel protagónico en lo que se conocería como la expansión europea.
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