Muralla de Nisa
Coordenadas: 37°57′04″N 58°12′45″E
País: Turkmenistán
Nisa, también llamada Parthaunisa, es una antigua ciudad situada cerca del pueblo moderno de Bagir, a 18 km al sudoeste de Asjabad, en la provincia de Ahal (Turkmenistán).
Las fortalezas partas de Nisa se añadieron al Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en el año 2007. Abarcan una superficie de 77,90 hectáreas de zona protegida y 400,3 hectáreas de zona de respeto.
Historia
Algunos autores sostienen que Nisa fue una de las primeras capitales de los partos. Tradicionalmente fundada por el rey Arsaces, que reina de 250 a 211 a. C. Era la necrópolis real de los reyes partos, aunque no se ha establecido nunca que las fortalezas de Nisa fuesen una residencia real o un mausoleo.
Las excavaciones encontraron gran cantidad de edificios, mausoleos y templos a Mitra, muchos documentos manuscritos, y una tesorería saqueada. Se encontraron muchos ejemplos de arte helenístico, así como un gran número de rhyton de marfil cuyos bordes están decorados con imágenes persas o tomados de la mitología clásica.
Después fue conocida como Mithradatkirt (Fortaleza de Mitridates) por Mitrídates I de Partia, hacia 171 a 138 a. C. Fue destruida por un terremoto ocurrido durante el siglo I a. C.
Se sigue excavando en la actualidad.
El yacimiento arqueológico de la antigua Nisa se encuentra en las proximidades de la moderna ciudad de Bagyr, en la provincia de Ahal, a 12km. al suroeste de la capital del país, Ashgabat. Se tarda unos 30 minutos en coche desde la capital. Está situada en las estribaciones de las montañas Kopetdag, cerca de la frontera con Irán.
Nisa era una de las principales ciudades del Imperio Parto, uno de los más poderosos de su época, mediados del siglo III a.C. hasta el año 224 d.C. Según la tradición, fue fundada por Arsaces I (250 – 211 a.C.), siendo una de las primeras capitales del Reino Parto. Una de sus antiguas denominaciones, según lo indican las tabillas de arcilla halladas en el yacimiento, era Mithradatkert, la Fortaleza de Mitra, en referencia al rey Mithradat I (174-138 a.C.). El geógrafo del siglo I Isidorus de Kharax menciona a Parthaunisa como el centro administrativo y económico de la dinastía arsácida. Esta dominó vastos territorios desde el Indo hasta el Eufrates, enfrentándose en diversas ocasiones con el otro gran imperio del momento, el Imperio romano. El 224 d.C. vio el colapso del reino parto cuando Ardashir, gobernador de Persia y fundador de la dinastía sasánida, frenó la expansión parta con la conquista de sus ciudades y territorios y la muerte de su último rey Artaban V.
El sitio arqueológico de Nisa consta de dos zonas: la Vieja Nisa o Ciudadela de la Realeza y la Nueva Nisa, donde residía la mayor parte de la población. En la primera es donde se conserva la mayor actividad arqueológica.
La Antigua Nisa, edificada sobre una colina natural, tiene una extensión de 14 Ha., rodeada por una muralla de tierra y protegida por más de cuarenta torres rectangulares. Los edificios del interior de la ciudadela se distribuyen en dos complejos: el septentrional y el central. En el primero se han identificado las estancias del tesoro real, una bodega y otras salas auxiliares. Aquí se hallaron los principales objetos arqueológicos descubiertos en Nisa: la estatua de mármol Rodogoune, la estatua de mármol de la diosa Nisa, fragmentos de los tronos reales, varios rythons de marfil y más de 2.700 ostracas de cerámica, que contienen los archivos imperiales de palacio. En la zona central se han distinguido cuatro edificios interrelacionados. Entre ambas zonas había calles pavimentadas que las unían, así como dos piscinas.
La Nueva Nisa se eleva a 1,5km. de la ciudadela real. Sus 25Ha. estaban rodeadas de poderosas murallas de 9m. de altura. Durante la época parta, la ciudad estaba dividida en dos partes: la superior (ark) y la inferior (shakhristan). Se han identificado estructuras correspondientes a la fortaleza, cementerios y almacenes.
Los objetos arqueológicos hallados en las excavaciones realizadas en Nisa se encuentran en el Museo de la Historia de Ashgabat y en el Ermitage de San Petersburgo. En el primero es de destacar la colección de rythos – recipientes principalmente de marfil destinados a las libaciones rituales -, la escultura helenística de Rodogune o el busto del guerrero.
En el año 2007 Nisa fue inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO como ejemplo de la interacción cultural entre Asia central y el mundo mediterráneo, representado por las culturas griega y romana, y por su importancia dentro del Imperio parto, una de las más poderosas e influyentes civilizaciones del mundo antiguo.
El Imperio Parto fue uno de los principales rivales, sino el mayor, que tuvo Roma por la conquista del Oriente próximo. En el 53 a.C. las legiones de Craso sufrieron una dura derrota en Carras frente al ejército parto. Miles de soldados romanos fueron capturados y enviados a la remota región de Margiana, en el valle del río Murgab. Para algunos historiadores muchos de estos soldados formaron parte de la Legión perdida, que reaparecerían años después en las crónicas chinas… Los estandartes romanos capturados en la batalla fueron recuperados por Augusto tres décadas después, tras duras negociaciones con los dirigentes partos.
Las ruinas de las fortalezas de Nisa testifican la ubicación de una de las urbes más importantes de aquel imperio. Los dos tells (colinas) que guardaban las ruinas han permanecido casi 2000 años escondiendo restos de una cultura que englobó aspectos iranios, romanos y helenísticos.
Vieja Nisa. Al frente, murallas defensivas y edificio de la gran plaza.
El sitio Patrimonio Mundial abarca la antigua ciudad, denominada Nueva Nisa, y la ciudadela real, designada como Antigua Nisa.
Buena parte de las excavaciones realizadas hasta ahora han tenido lugar en la Ciudadela, un tell de 14 hectáreas, en forma de pentágono irregular, rodeado por una alta muralla defensiva de tierra. El perímetro de la muralla, cuenta con más de 40 torres rectangulares, y bastiones situados en los ángulos.
El tell de la Nueva Nisa tiene una superficie de 25 hectáreas y está rodeado de potentes murallas de nueve metros de altura, con sendas entradas.
En la encrucijada de importantes rutas comerciales, los restos de Nisa son un ejemplo de la interacción de las influencias culturales del Asia Central y del mundo mediterráneo en el poderoso Imperio Parto.
Vieja Nisa (foto: **El-Len**)
Vieja Nisa. (foto: Stephen Cruise)
Vieja Nisa. Edificios zona central (foto: David Stanley)
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