Muros de Ceuta y Melilla
A mediados de los años 90 el Gobierno español levantó 8,2 km. de alambrada en Ceuta y 12 km. en Melilla.
Ceuta y Melilla blindaron su frontera. El gobierno atendió así la petición de Bruselas para controlar la entrada de marroquíes. Ceuta es una ciudad con 5.000 habitantes y otros miles viviendo en situación irregular, de éstos un porcentaje importante son menores. Diariamente son expulsadas alrededor de 200 personas por la policía, que los encuentran sobreviviendo en agujeros horadados en el monte, ellos esperan su oportunidad para atravesar el Estrecho en patera. Centenares de inmigrantes, todos ellos de origen marroquí han sido rechazados en la frontera de Tarajal, que separa Ceuta de Marruecos.
La Valla de Ceuta es una barrera física de 8 kilómetros de separación entre Marruecos y la ciudad autónoma de Ceuta, en España. Su propósito es dificultar la inmigración ilegal y el contrabando comercial. Aunque se suele pensar que se trata de una única valla en el lado español, en realidad Marruecos tiene su propia valla y muros en su frontera.
En 1996, efectivos del Tercio de la Legión y del Cuerpo de Regulares repusieron la antigua alambrada que separa Ceuta de Marruecos, en una operación similar a la realizada en Melilla para tratar de controlar la inmigración ilegal. La mayor parte del alambre se había colocado en octubre de 1995 tras los intentos de entrada de grupos de inmigrantes.
En 1999 comienza a sustituirse la valla de alambre de 2,5 metros de altura por otra de acero galvanizado, 3,10 metros de altura y reforzada con alambre de espino. Hasta ese momento se habían gastado 5.680 millones de pesetas en 5 años en las obras de impermeabilización de la frontera.
Fue construida por España, está hecha de alambre con cables cortantes y su costo fue de 30 millones de euros, pagados en parte por la Unión Europea.
Consiste de vallas paralelas de 3 metros de altura con alambres de púas encima, existen puestos alternados de vigilancia y caminos entre las vallas para el paso de vehículos de vigilancia. Cables bajo el suelo conectan una red de sensores electrónicos de ruido y movimiento. Está equipada con luces de alta intensidad, videocámaras de vigilancia y equipos de visión nocturna. En la actualidad, las vallas están siendo dobladas en altura, a 6 metros, bajo los auspicios del programa europeo Frontex
El Gobierno de Marruecos añadió a estas medidas, un foso de metro y medio de profundidad en 2006 con la intención de dificultar la llegada de inmigrantes al perímetro. El 2007, Ceuta dobló su blindaje en el puerto para garantizar la seguridad de los barcos que allí atracaban.
Desde la modernización de las vallas, la inmigración por esos puntos del territorio Español se ha eliminado casi prácticamente, empujando a los inmigrantes a intentar emigrar por el mar.
La Valla de Melilla es una barrera física de separación entre Marruecos y la ciudad africana de Melilla, en España. Su propósito es dificultar la inmigración ilegal y el contrabando comercial.
Está fabricada de alambre con filos tipo navaja y su costo fue de 33 millones de euros. Consiste en 12 km de vallas paralelas de 6 metros de altura con alambres de púas encima. Existen puestos alternados de vigilancia y caminos entre las vallas para el paso de vehículos de vigilancia. Cables bajo el suelo conectan una red de sensores electrónicos de ruido y movimiento. Está equipada con luces de alta intensidad y videocámaras de vigilancia, así como equipos de visión nocturna. Su altura se está doblando a 6 metros debido a la crisis de inmigrantes en masa en septiembre y noviembre del 2005 provenientes del cercano campamento del monte Gurugú.
En 2006 la valla fue sustituida, casi en su totalidad, por una nueva construida por PROYTECSA con unas características muy diferentes a las anteriores. En primer lugar la existente producía graves cortes, mientras que la actual carece de alambre de púas u hojas cortantes. En segundo lugar, los intentos de treparla se ven frustrados por las características retractiles de su parte final. Si aun así, se logra superar la primera línea de valla, entre la primera y la segunda existe un entramado a modo de tela de araña con cable de acero sin elementos cortantes, que ralentiza la maniobrabilidad.
Incorpora sensores de presencia, cámaras automáticas y toda la información se centraliza en un punto de gestión. Supone un ahorro de personal de vigilancia que ronda el 50%.
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