Neuf-Brisach:la última fortificación de Vauban
El marqués de Vauban fue uno de los principales ingenieros militares de finales del siglo XVII y bajo las órdenes de Luis XIV construyó, entre otras, doce fortificaciones que hoy son Patrimonio Mundial de la Humanidad. La última fue Neuf-Brischau, en Alsacia, que después de trescientos años conserva la planta diseñada por el ingeniero francés.
Esta localidad de tan solo dos mil habitantes -las murallas han impedido su expansión- se encuentra muy cerca de la orilla oeste del Rin, a unos ochenta kilómetros al sur de Estrasburgo. Para llegar hasta allí en transporte público lo mejor es ir a Colmar en tren y luego coger un autobús. Sino hay que ir en coche, aunque también se puede optar por ir en bicicleta siguiendola Eurovelo15, una ruta que sigue en paralelo el curso del Rin desde su nacimiento hasta su desembocadura. En este caso, se puede tomar el canal del Ródano al Rin desde Estrasburgo hasta Artzenheim y allí seguir las indicaciones para llegar a Neuf-Brischau por carreteras de poca circulación.
Construida tras perder elviejo Brisach
Neuf-Brisach (literalmente nuevo Brisach) comenzó a construirse en 1698, un año después de que Luis XIV tuviera que devolver Brisach a los Habsburgo austríacos tras sesenta años de dominio francés de esta plaza fuerte situada en la orilla oriental del Rin. Para mejorar la defensa de Alsacia y hacer contrapeso a esta fortaleza -hoy alemana y conocida como Breisach am Rhein– el monarca borbón encargó la construcción de una nueva fortaleza a Sebastian Le Prestre, marqués de Vauban.
El comisario general de fortificaciones francés construyó en cuatro años una villa con planta octogonal en forma de estrella y murallas abastionadas que forman un complicado sistema defensivo. Se trata el único ejemplo del “tercer sistema” de Vauban y se considera la obra cumbre del ingeniero francés, entre otras cosas, porque fue realizada en menos de un lustro y ex nihilo, es decir, desde la nada.
Sin embargo, hasta 1870 la fortaleza no tuvo un papel destacado en la historia de Francia. Entonces, durante la guerra franco-prusiana resistió el sitio de las tropas alemanas durante unos dos meses y la rendición de la plaza fue muy polémica porque se produjo sin que se hubiera producido ninguna brecha en las defensas. En 1945 volvió a ser protagonista porque sufrió duros bombardeos del ejército americano que destruyeron el 80% de los edificiosde la localidad.
Patrimonio Mundial de la Humanidad
Esa es la razón por la que, actualmente, lo más interesante de la visita a Neuf-Brisach sea recorrer las murallas que rodean la localidad. Aparte de la plaza de armas y el museo Vauban, situado junto a una de las cuatro puertas de la fortaleza, la arquitectura de Neuf-Brisach no es muy atractiva. Sin embargo, sí vale la pena caminar alrededor de la fortificación por el foso seco que la rodea y consultar los paneles que explican las funciones de los distintos elementos defensivos. Por ejemplo, las ocho torres abastionadas, que cuentan con muros de tres metros de espesor y pueden albergar a trescientas personas; y que sirvieron para proteger a la población civil durante los bombardeos de 1870 y 1945.
Además, el sistema defensivo se encuentra en muy buen estado de conservación. De hecho, en 2008 Neuf-Brisach fue incluida en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco junto a otras once fortificaciones diseñadas por Vauban.
Los trabajos comenzaron en la ciudad fortificada en 1698, a los planes dibujados por Vauban, ingeniero militar al servicio de Luis XIV. Vauban murió en 1707 y este, su último trabajo, fue completado por Louis de Cormontaigne.
El diseño de la ciudad era la de una “ciudad ideal”, ya que fue muy popular en la época, con un patrón regular calle cuadrícula dentro de un octogonal fortificación, espacio generoso fue dado a una plaza central en loscuatro bloques en el centro, flanqueado por una impresionante iglesia. Bloques individuales se ofrecen para el desarrollo privado, ya sea como casas acomodadas en jardines privados, o como viviendas en alquiler comercial. Viviendas más sencilla fueron proporcionadas en bloques de viviendas de largo, construido en el interior de cada muro cortina, que también tuvo el efecto de blindaje de las mejores casas del riesgo de fuego de cañón. El acceso fue proporcionado por grandes pasarelas en las principales cuatro muros cortina.
Las fortificaciones son obra final de Vauban y la culminación de su “tercer sistema”. Hay dos líneas de defensa, un enceinte de interior sûreté, la pared bastión alrededor de la ciudad, y un enceinte exterior de combate, un sistema de concéntrica movimientos de tierra en forma de estrella. El muro cortina era en gran parte octogonal, con cada flanco separa más o menos en tres y el bastión exterior que sobresale ligeramente, de manera que para flanquear el centro de las paredes. Cada rincón tenía un exterior-proyectar torre bastión pentagonal planteado, los puntos más altos del sistema. Los movimientos de tierra exteriores eran profundos y ocuparon un área mayor que la propia ciudad. Las paredes interiores estaban rodeados por tenailles an
tes de que los centros de los muros cortina y contraguardias antes de los bastiones. En frente de la centro de cada cara cortina era un gran tetraédrica ravelin, los que están en frente de las puertas de enlace también está coronado por una reduit a la parte trasera. Fuera de todos estos movimientos de tierra era un camino cubierto.
La ciudad sufrió daños en la Segunda Guerra Mundial, pero aún representa un ejemplo muy claro de lo último en el trabajo de fortificación a comienzos del siglo XVIII.
En 2008, la nueva ciudad de Neuf-Brisach fue catalogado como la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, como parte de las “Fortificaciones de Vauban” grupo.
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