Nonell de la neu
Nonell de la neu
El Nonell de la nieve es un ser de la mitología pirenaica emparentado con el Baxajaunak vasco y similar al Yeti o abominable hombre de las nieves. Se trataría de un personaje de dimensiones gigantescas y peludo que viviría en las montañas de los Pirineos. [1] Es considerado como pacífico y que cuando se acerca a los rebaños sus cencerros suenan y pueden dormir tranquilas porque saben que el Nonell las protege. [2]
En la mitología catalana, en Nonell era un muchacho de gran belleza, con barba poblada y largos cabellos rubios. Su voz enamoraba y era tan apuesto que no se le resistía ninguna chica.
Durante su juventud dio su palabra de boda hasta siete veces a diferentes doncellas, pero de todas ellas siempre se olvida. Debido a esto, las chicas morían de tristeza una tras otro sin que en Nonell ni siquiera lo supiera.
Pero un día se encontró en el bosque con una joven bellísima de pelo oscuro con la piel tan blanca como la nieve que extrañamente no se enamoró de él a primera vista. En Nonell le propuso matrimonio esta vez totalmente convencido de que había encontrado su verdadero amor. La chica pero le dijo que si quería casarse con ella, debería ser capaz de ganar en una carrera de velocidad teniendo en cuenta que ella la haría montando a caballo.
En Nonell lo aceptó confiando en su victoria, pero cuando hacía un buen rato que le perseguía sobre la nieve blanda caída horas antes, empezó a jadear de cansancio intentando recuperar el aliento. Entonces la moza con una dulce voz le cantó:
“En matares una, en matares dues,
en matares tres, en matares quatre,
en matares cinc, en matares sis,
en matares set però l’octava no mataràs,
que per ella moriràs“.
Nonell, al escuchar esto y viendo que finalmente moriría ahogado por causa de la carrera, enloqueció y en un intento desesperado por sobrevivir y al mismo tiempo no perder, se maldijo a sí mismo. Al hacerlo, se transformó en un gran perro para poder correr más y perseguir la chica.
No se sabe si finalmente consiguió ganar a la chica, tampoco si se volvieron a encontrar, pero desde entonces que en Nonell está maldito. Parece que ha superado con creces la vida normal de cualquier hombre y no se sabe si finalmente morirá de viejo o por el contrario permanecerá maldito para siempre.
Lo que sí es cierto es que siempre viaja por las montañas bajo la forma de un gran perro lanudo del tamaño de un caballo. Su pelaje es liso y largo y tan blanco y brillante como la misma nieve. Cuando yace sobre la nieve es muy difícil verlo, ya que todo él se confunde. Sólo es posible distinguir el Mosela y los ojos que son de un negro oscuro que contrasta con el entorno blanco. Siempre aparece poco después de la primera nevada que se da en un lugar montañoso, porque en realidad es él mismo el que lleva la nieve de un lugar a otro.
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