Ojo que todo lo ve
Ojo de la Providencia u Ojo que todo lo ve es un símbolo interpretado como la vigilancia de Dios sobre la humanidad, es también relacionado con el ojo de horus el Dios del Sol y la luz en el antiguo Egipto.
Ojo de la divina providencia u Ojo de Horus (Dios del antiguo Egipto representante del bien), hijo del Dios Osiris (Representante del aire y de la tierra) y la diosa Isis, nacido en secreto para protegerlo y evitarle una muerte en manos de su hermano Seth quien asesinó a su padre para evitar que tuviese más descendencia y poder tomar el trono real. Horus creció en secreto y más tarde retó a Seth buscando la venganza de su padre asesinado, fue una pelea sanguinaria que terminó hasta que los dioses intervinieron y entregaron el trono a Horus, quién perdió su ojo derecho en esta batalla. Mientras tanto a Seth se le encomendó la tarea de sustituir el ojo dañado de Horus. Horus decidió honrar a su padre entregando el ojo de halcón recuperado a su padre, y se cubrió con una serpiente. Desde entonces la serpiente es un emblema de los faraones egipcios.
Ojo de la Providencia, Sello de los Estados Unidos
Ojo de la Providencia, Catedral de Aquisgrán
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 con el símbolo del “Ojo que todo lo ve”.
La historia de este Ojo de Horus y su influjo en el occidente contemporáneo podría comenzar para nosotros con el diseño del billete de un dólar estadounidense, que se ha querido vincular en numerosas ocasiones, con mayor o menor fundamento, con la masonería especulativa. Nos cuentan los artífices anónimos de wikipedia que Annuit Cœptis es “uno de los dos lemas (el otro es Novus Ordo Seclorum) del Gran sello de los Estados Unidos, figurando desde 1935 en el reverso del dólar estadounidense. El lema proviene del latín annuo (aprobar, justificar, asentir) y de cœpio (comenzar, emprender)”. Algunos ensayan otra traducción “nuestra empresa será coronada con éxito,” lo que concuerda perfectamente con el simbolismo de la imagen de la pirámide truncada representada en el dólar, con el ojo en forma de piramidion, descendiendo sobre ella.
En 1782, el Congreso designó al artista del diseño William Barton de Filadelfia, para que hiciera una propuesta para el sello nacional. Para el reverso, Barton sugirió una pirámide de trece capas bajo el Ojo de la Providencia. A la luz del hecho de que la cifra “13″ estaba incluida en ambos lados del sello, Charles Thomson corrigió el lema de Barton con una frase de 13 letras. El lema en el frente del sello (E Pluribus Unum) tenía ya 13 letras. Thomson sugirió una frase alternativa a “Deo Favente” pero con trece letras: Annuit Coeptis.
Pero ¿existe realmente una filiación de la masonería con el Ojo de la Providencia? O mejor aún, ¿cuál es el significado de este símbolo en la masonería? A propósito del Ojo de la Providencia, René Guénon ha escrito que es “uno de los símbolos comunes al Cristianismo y a la Masonería es el triángulo en el cual está inscrito el Tetragrama hebreo, o a veces solamente un yod, primera letra del Tetragrama, (…) como una abreviatura de él, y que por lo demás, en virtud de su significación principial, constituye de por sí un nombre divino, e incluso el primero de todos según ciertas tradiciones. A veces, también el yod mismo está reemplazado por un ojo, generalmente designado como “el Ojo que lo ve todo”; la semejanza de forma entre el yod y el ojo puede, en efecto, prestarse a una asimilación (…) “
Ojo de la Providencia en una capilla abandonada en Uluch, Yucatán
Si la “piedra que baja de los cielos” (¿lapis exillis?…) representa al avatar del Nuevo Eón, como algunos sugieren (2), quizá es tiempo de adivinar la identidad de este último. Eso es lo que parecen conocer muy bien ciertos creyentes exacerbados del islam chií, o quienes se presentan como tales, al afirmar que el Ojo de la Providencia no es sino el del Dajjal, el impostor, que vendría a corresponder en las creencias islámicas chiitas al anticristo o el falso profeta del cristianismo. Los que defienden la tesis de esta identificación se basan en estos versos del profeta, en los que se definen los rasgos del temible Dajjal, una figura mitológica del islamismo chiíta relacionada con el fin de los días, análoga al anticristo, de la que ser encuentran diferentes menciones desde los siglos VIII y IX de nuestra era especialmente en los hadith, no existiendo ninguna referencia directa en el Corán.
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