Diafragma de Dicearco de Mesina
Diafragma de Dicearco de Mesina
Dicearco (355 a. C. – 285 a. C.), natural de Mesina, fue un peripatético que se formó en el Liceo, la escuela que Aristóteles fundó en Atenas, donde se relacionó con Teofrasto1 y se interesó por los asuntos relacionados con la moralidad. También fue político, historiador y geógrafo.
Su faceta más conocida es la de geógrafo. Midió la altura de algunas de las principales montañas de Grecia (primera operación de esta clase en la Antigüedad)2 y realizó una serie de mapas y descripciones donde representó el mundo conocido hasta la época, obra que acompañará a su Mapamundi. Esta información fue de vital importancia para las campañas de Alejandro Magno.
Como historiador publicó su Historia de Grecia y, según la Suda, también escribió una Constitución de los espartanos que era leída en Esparta a los hombres jóvenes cada año.3
Diafragma de Dicearco de Mesina
Reconstrucción del siglo XIX (según Bunbury) del mapa de Eratóstenes del mundo conocido a su época. Está indicado el paralelo de Rodas (diafragma) y el meridiano de Rodas.
El diafragma de Dicearco de Mesina (hacia el 320 a. C.) es un concepto geográfico que puede ser interpretado de varias maneras. Desde el punto de vista moderno coincide, aproximadamente, con el paralelo de la isla de Rodas, 36°N.
El diafragma geográfico indicado está relacionado con varios temas (aparentemente alejados del concepto) y su estudio presenta un gran interés.
Consideración original
El primer sistema de coordenadas geográficas
Dicearco ideó una línea virtual que dividía el mundo conocido en su época (ecumene) en dos partes: una al norte y la otra al sur. Y la denominó diafragma.1
Según indican algunos expertos, esta línea geográfica fue la primera que la ciencia griega imaginó sobre la Tierra.2
El diafragma, añadido al meridiano que pasaba por Rodas, fue el primer sistema de coordenadas geográficas (ideado por Dicearco) de la historia. La obra de Dicearco fue muy admirada y él mismo considerado uno de los padres de la geografía. Fue clasificado por Estrabón en la segunda generación de geógrafos, junto a Demócrito, Eudoxio (astrónomo) y Éforo de Cime.
Medida y dimensiones
Según los antiguos (Claudio Ptolomeo entre otros), un grado del diafragma mesuraría 400 estadios, mientras que un grado de meridiano mesuraría 500 estadios.3
Mapa del Imperio Romano con los paralelos 35°N y 40° N indicados.
El legado griego
No existen dudas que los primeros en afirmar y sostener la esfericidad terrestre fueron los griegos, a partir del legado de Pitágoras. Entre ellos, el más grande geógrafo conocido fue Dicearco, nacido en la ciudad de Mesina, quien fue el primero en dimensionar el mundo conocido y habitado (ecúmene), al cual le asignó 40.000 estadios de Norte a Sur y 60.000 de Este a Oeste.
En su representación aparece una línea a la que denominó “Diaphragma”, la que atravesando el Mar Mediterráneo dividía a la superficie terrestre en dos mitades: una septentrional y otra meridional. En el mismo diseño agrega una segunda línea que, pasando por Rodas, dividía al ecúmene en oriente y occidente.
A Dicearco se le atribuyen una enorme cantidad de aportes y descubrimientos, entre otros la medida del arco de meridiano anterior y una minuciosa y detallada descripción general de la tierra. Según se sabe, Alejandro Magno (discípulo de Aristóteles) fue otro gran estudioso de las cartografías, a sabiendas de que el conocimiento del terreno era por aquel entonces un invalorable instrumento de poder para el gobierno.
Entre los grandes matemáticos y geómetras de la época no podemos olvidar a Eratóstenes, por ser el primero en calcular (con un error de unos pocos kilómetros) el perímetro terrestre, descubrimiento que le valió su tan merecida fama.
El genial Eratóstenes, quien fuera director de la Biblioteca de Alejandría, confeccionó un interesante mapamundi al que le incorporó un entramado de rectas paralelas y perpendiculares entre sí, muy similar al sistema de coordenadas que hoy todos conocemos. De ahí que se le reconozca como el padre del sistema de coordenadas geográficas Latitud y Longitud.
Reconstrucción de la carta de Dicearco.
Hacia 300 a. C. en la isla de Sicilia Dicearco de Messana hizo un nuevo mapa del mundo unas pocas décadas después de la invasión macedónica de la India. Es bastante curioso que en este mapa, aparece una isla completamente nueva, la isla de Taprobana, como los antiguos griegos la llamaban, o Sri Lanka, como hoy la conocemos. De hecho, la mayor parte de este mapa ilustra el territorio conquistado por Alejandro Magno hasta su muerte en 323 a. C.
Mohenjo-Daro
Mohenjo-Daro
Localización: Distrito de Larkana, Sindh, Pakistán
Tipo: Asentamiento
Área: 250 ha (620 acres) [1]
Historia
Fundado: 26-25 siglo a. C.
Abandonado: Siglo XIX a. C.
Culturas: Civilización del valle del Indo
Efigie de piedra de un rey sacerdote, encontrada en Mohenjo-Daro (fotografía de Mamoon Mengal).
Fotografía del libro Mohenjo Daro and the Indus Civilization (del arqueólogo británico sir John Marshall; Londres, 1931) que muestra un sello de esteatita del 1500 a. C. Se puede ver la imagen de una persona sentada sobre una mesa baja. Marshall creyó que podría ser el dios indio Shivá sentado en meditación, por lo que afirmó que el yoga había sido creado en el II milenio a. C.
Mohenjo-Daro y Harappa, son las dos ciudades más importantes de la denominada Cultura Harappa, de la Civilización del valle del Indo.
Mapa de la zona ocupada por la cultura del valle del Indo, mostrando la ubicación de Mohenjo-Daro.
Puerta de entrada al complejo Mohenjo-Daro.
Mohenjo-Daro (sindhi: موئن جو دڙو, AFI: [moˑin ʥoˑ d̪əɽoˑ]) fue una ciudad de la antigua cultura del valle del Indo. Sus ruinas se encuentran en territorio del actual Pakistán. Se desconoce su nombre antiguo. El actual nombre Mohenjo Daro significa literalmente ‘montículo de la muerte’. Fue habitada durante el tercer milenio antes de nuestra era (entre el 2600 a. C. y el 1800 a. C.) a orillas del río Indo.
Fue uno de los primeros y más importantes asentamientos urbanos del mundo, existente al mismo tiempo que las civilizaciones de Mesopotamia, Caral, el Antiguo Egipto, y Creta. Probablemente un cambio en el curso del río provocó el abandono de la ciudad.
Descubrimiento
En 1920, el arqueólogo británico John Marshall descubrió estas ruinas urbanas y describió por primera vez la cultura del valle del Indo. Sus estudios fueron completados por otros investigadores como Wheeler, Marshall Mackay y Sahni, además de arqueólogos indios y pakistaníes a partir de 1960. Las ruinas de Mohenjo-Daro están algo mejor preservadas que las de Harappa, la otra gran ciudad de la cultura del valle del Indo, por lo cual constituyen una mejor fuente de información acerca de esta cultura. En 1980 la Unesco declaró las ruinas de Mohenjo-Daro como Patrimonio de la Humanidad.
Significación histórica
Mohenjo-Daro fue muy probablemente una de las mayores ciudades de la antigua cultura del valle del Indo, también conocida como cultura Harappa, por la ciudad de Harappa, otra importante localización del valle del Indo, ubicada a 570 km al noreste de Mohenjo-Daro en el Panyab (Pakistán).1
La cultura prehistórica del Indo dio origen a la civilización del valle del Indo alrededor del 3000 a. C. La civilización se extendió por Pakistán y la India del Norte, pero de repente empezó a declinar alrededor del 1900 a. C. Los asentamientos de la civilización del Indo se extendían por el oeste hasta la frontera con Irán, con un puesto avanzado en Bactria, y por el sur hasta la costa del Mar Arábigo en la India Occidental, en Gujarat. Entre los principales asentamientos urbanos se encuentran Harappa, Mohenjo-Daro y Lothal.
En su apogeo, Mohenjo-Daro fue la ciudad más desarrollada y avanzada del sur de Asia, mostrando una ingeniería (con pozos, avanzados sistemas de desagüe y baños en las casas) y planificación urbana muy sofisticados para su época.2
Algunos estudiosos opinan que los sumerios, establecidos en Mesopotamia ―que inventaron la rueda en el 3500 a. C. y la escritura en el 3300 a. C.―, no tendrían un origen completamente autóctono, sino que tendrían influencias de la cultura Harappa, representada por enclaves como Mohenjo-Daro (que alcanzó su apogeo entre el 2600 a. C. y el 1800 a. C.).3 Los escasos registros genéticos de los sumerios (“cabezas negras”) obtenidos hasta la fecha apuntan también en ese sentido, una proveniencia nor-india.
Sitio arqueológico
Se estima que en su momento de mayor ocupación, Mohenjo-Daro contaba con 35000 habitantes. La ciudad se encontraba cercada por murallas defensivas de ladrillo cocido. Abarcaba un kilómetro cuadrado de extensión, y comprendía dos zonas: la ciudadela, sobre un montículo, en donde se encontraba el centro administrativo y quizás religioso; y la “ciudad baja”, donde se agrupaban los barrios de artesanos, zonas residenciales, graneros y almacenes. Esta organización parece que es el resultado de una planificación urbana.
La ciudadela
La ciudadela está elevada sobre un montículo artificial. Este monte fue estudiado por Marshall, quien llegó a la conclusión de que hubo habitantes sobre el período Harappa inicial que construyeron el muro que encontramos bajo estas estructuras. Después este muro fue rellenado de tierra y trozos de ladrillo y sirvió de base para la construcción de las diferentes estructuras que encontramos en ella. La entrada a este monte está curiosamente en la parte trasera u oeste y contiene unas escaleras de unos siete metros de ancho. Después hay una pequeña puerta en la esquina sudoeste. Como estructuras significativas en la ciudadela tenemos tres edificios: el Gran Baño, el Granero y la Casa de los Sacerdotes.
Los Grandes Baños son un tanque rectangular que mide unos 12 metros de largo por 7 m de ancho y 2,4 m de profundidad. Alrededor de este tanque se encuentra una serie de columnas que se abren desde el sur, por lo tanto se puede situar la entrada en el sur del edificio. Además del tanque y la columnata hay un carril que parece ser público que rodea la estructura. Así pues la estructura del edificio se divide en tres zonas concéntricas que sirven para rodear el tanque.
Según Marshall, el agua provendría de un pozo que tiene una estructura concéntrica, dentro de una pequeña habitación lateral y saldría por un desagüe que está en la esquina sudoeste del baño. El agua pasaría por una galería bien elaborada, cubierta con un arco y con un tamaño suficiente para que un hombre pudiese caminar por ella. Posiblemente el tamaño de la galería fuese así para permitir la limpieza de esta y, en ocasiones, sería una buena vía de escape secreta; esto último, es solo una hipótesis.
Al oeste del gran baño está el Granero (según Wheeler). Es una gran construcción hecha en su mayor parte de madera y con un fuerte y grueso techado plano. Se aprecia que fue arreglado varias veces. Su construcción no es muy elaborada y su peso indica que necesitaba bastantes soportes.
Originalmente medía 50 metros por 27 y tenía 1350 metros cuadrados. Consiste en una plataforma hecha a base de ladrillos puestos unos sobre otros hasta llegar a la altura de 6 metros y en la parte superior encontramos unos canales de ventilación. Esto era simplemente la base de la construcción, después, se hacía el edificio de madera. Al norte encontramos una plataforma de carga.
La casa de los sacerdotes, actualmente, es un conjunto de muros difícil de entender. Algunas hipótesis hablan de la residencia de un posible alto sacerdote o bien de una institución religiosa. Mide aproximadamente 70 metros de largo por 24 m de ancho y ha ido sufriendo diversos cambios en su estructura interior. Al norte y al sur de la estructura se encuentran grandes habitaciones y hacia el centro son más pequeñas. Parece tener una puerta en el muro oeste y hay una sección que se asemeja a la construcción del muro norte del gran baño, con ventanas interiores.
La ciudad baja
Mohenjo-Daro se distingue por haber sido una ciudad en la que no existían grandes desigualdades sociales. En la ciudad baja, las casas más grandes, que eran una minoría, podían contar con más de 200 metros cuadrados y veinte habitaciones, dispuestas alrededor de uno o más patios abiertos con escaleras que conducían a un piso superior o techo plano. La mayor parte de la población moraba en viviendas de entre 50 y 100 metros cuadrados y una sola habitación (de entre 5 × 10 m y 5 × 20 m); estas viviendas constituían la mitad del total. La otra mitad, exceptuando las pocas casas de gran superficie que se han mencionado, estaba formada por casas de entre 100 y 150 metros cuadrados (de entre 5 × 20 m y 5 × 30 m). El principal material de construcción era el adobe (ladrillo de tierra sin cocer). Muchas calles y pasajes tenían alcantarillado conformado con ladrillos y con aberturas para inspecciones periódicas. Las casas individuales tenían baños y retretes con agua corriente. Estos últimos se vaciaban en un receptáculo o, a través de un tubo de bajada hecho de arcilla, al alcantarillado público. Todo un sorprendente sistema de saneamiento en una cultura que floreció hace 4500 años.
Algunas de las construcciones más destacables de la ciudad baja se encuentran en la calle principal. Esta vía mide unos 9,5 metros de ancho, atraviesa la ciudad de norte a sur y está provista de alcantarillado; además estaba pavimentada con una argamasa de trozos de ladrillo y mortero, lo que no era muy común en las demás calles. Esta pavimentación hizo pensar a los arqueólogos que transitaban carros por esta calle y por eso se necesitó pavimentarla, sobre todo cuando el tiempo era lluvioso; no obstante no se han encontrado marcas de ruedas.
También es interesante la casa VIII del bloque 10 dentro del área HR. Esta casa está situada en la parte norte de la excavación y consiste básicamente en un patio central con una distribución de diferentes habitaciones alrededor. Toda ella mide 29,5 metros, sus muros tienen un espesor de aproximadamente 1,5 metros y tiene dos puertas exteriores, una delante y otra detrás, pero ninguna ventana, algo que es típico de la cultura de Harappa.
En la ciudad baja también encontramos talleres de alfareros, tintoreros, herreros, artesanos de conchas y de cuentas (abalorios). Algunos de estos artículos artesanales se fabricaban con materiales importados, mientras que otros pueden haberse destinado exclusivamente para la exportación. Por lo anterior se sabe que sus actividades incluían la agricultura, la manufactura y el comercio.
Según el escritor estadounidense Will Durant, las monedas que se han encontrado en Mohenjo-Daro datan del año 2900 a. C.:
En Mohenjo-Daro, en la India [sic, por “en Pakistán”], se han hallado monedas del año 2900 a. C., más antiguas que las monedas lidias de Creso (570-546 a. C.). […] Senaquerib (hacia el 700 a. C.) acuñó monedas de medio siclo.
Will Durant4
Fortificaciones
La excavación de la ciudad reveló pozos muy altos (izquierda), que parece que se construyeron continuamente a medida que las inundaciones y la reconstrucción aumentaron la elevación del nivel de la calle. [21]
Mohenjo-daro no tenía una serie de murallas, pero estaba fortificado con torres de vigilancia al oeste del asentamiento principal y fortificaciones defensivas al sur. Considerando estas fortificaciones y la estructura de otras ciudades importantes del valle del Indo como Harappa, se postula que Mohenjo-daro era un centro administrativo. Tanto Harappa como Mohenjo-daro comparten relativamente el mismo diseño arquitectónico y, por lo general, no estaban fuertemente fortificados como otros sitios del valle del Indo. Es obvio a partir de los diseños idénticos de la ciudad de todos los sitios del Indo que hubo algún tipo de centralidad política o administrativa, pero la extensión y el funcionamiento de un centro administrativo sigue sin estar claro.
Más en: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/cultura-valle-indo_8008
Artefactos notables
Barco con búsqueda de aves para encontrar tierra. [32] Modelo del sello Mohenjo-Daro, 2500-1750 a. C.
Numerosos objetos encontrados en la excavación incluyen figuras sentadas y de pie, herramientas de cobre y piedra, sellos tallados, balanzas y pesas, joyas de oro y jaspe y juguetes para niños. [33] Se han recuperado del lugar muchas piezas de bronce y cobre, como figurillas y cuencos, lo que demuestra que los habitantes de Mohenjo-daro sabían cómo utilizar la técnica de la cera perdida.[34] Se cree que los hornos encontrados en el sitio se utilizaron para trabajos de cobre y fundición de metales en lugar de fundición. Incluso parece haber una sección completa de la ciudad dedicada al trabajo de conchas, ubicada en la parte noreste del sitio.[35] Algunas de las obras de cobre más destacadas recuperadas del sitio son las tablillas de cobre que tienen ejemplos de la escritura e iconografía del Indo sin traducir.[36] Si bien el guión aún no se ha descifrado, muchas de las imágenes de las tabletas coinciden con otra tableta y ambas tienen el mismo título en el idioma indio, y el ejemplo que se muestra tres tabletas con la imagen de una cabra montesa y la inscripción en el reverso se leen las mismas letras para las tres tabletas.[37]
Se han recuperado tiestos de cerámica y terracota del sitio, y muchas de las ollas tienen depósitos de ceniza, lo que lleva a los arqueólogos a creer que se usaron para contener las cenizas de una persona o como una forma de calentar una casa ubicada en el sitio.[38] Estos calentadores, o braseros, eran formas de calentar la casa al mismo tiempo que se podían utilizar para cocinar o filtrar, mientras que otros creen que se usaron únicamente para calentar.[38]
Los hallazgos de Mohenjo-daro se depositaron inicialmente en el Museo de Lahore, pero luego se trasladaron a la sede de ASI en Nueva Delhi, donde se estaba planificando un nuevo “Museo Imperial Central” para la nueva capital del Raj británico, en el que al menos un se mostraría la selección. Se hizo evidente que se acercaba la independencia de la India, pero la Partición de la India no se anticipó hasta el final del proceso. Las nuevas autoridades paquistaníes solicitaron la devolución de las piezas de Harappan excavadas en su territorio, pero las autoridades indias se negaron. Finalmente se llegó a un acuerdo, por el cual los hallazgos, por un total de unos 12.000 objetos (la mayoría de los tiestos de cerámica), se dividieron en partes iguales entre los países; en algunos casos esto se tomó muy literalmente, con algunos collares y fajas cuyas cuentas se separaron en dos pilas. En el caso de las “dos figuras esculpidas más célebres”, Pakistán pidió y recibió al Sacerdote-rey , mientras que India retuvo a la Dancing Girl , mucho más pequeña,[39] y también el sello Pashupati.
La mayoría de los objetos de Mohenjo-daro retenidos por India están en el Museo Nacional de India en Nueva Delhi y los devueltos a Pakistán en el Museo Nacional de Pakistán en Karachi, y muchos también en el museo ahora establecido en Mohenjo-daro. En 1939, un pequeño grupo representativo de artefactos excavados en el sitio fue transferido al Museo Británico por el Director General del Estudio Arqueológico de la India.[40]
Ídolo de la diosa madre
Descubierto por John Marshall en 1931, el ídolo parece imitar ciertas características que coinciden con la creencia de la Diosa Madre común en muchas civilizaciones tempranas del Cercano Oriente.[41] Se han observado esculturas y estatuillas que representan a mujeres como parte de la cultura y religión de Harappa, ya que se recuperaron múltiples piezas femeninas de las excavaciones arqueológicas de Marshall. [41] Estas cifras no se categorizaron correctamente, según Marshall, lo que significa que no está claro dónde se recuperaron del sitio. Una de dichas figuras, que se muestra a continuación, mide 18,7 cm de alto y se encuentra actualmente en exhibición en el Museo Nacional de Pakistán, en Karachi.[41] Los aspectos de fertilidad y maternidad que se exhiben en los ídolos están representados por los genitales femeninos que se presentan en un estilo casi exagerado como lo afirma Marshall, y él infiere que tales figurillas son ofrendas a la diosa, a diferencia del entendimiento típico de ellos siendo ídolos que representan la semejanza de la diosa.[41] Debido a que las figuras son únicas en términos de peinados, proporciones corporales, así como tocados y joyas, existen teorías sobre a quién representan estas figuras.[41] Shereen Ratnagar teoriza que debido a su singularidad y descubrimiento disperso por todo el sitio, podrían ser figurillas de mujeres domésticas comunes, que encargaron que estas piezas se usaran en rituales o ceremonias de curación para ayudar a las mujeres mencionadas anteriormente.[41]
Bailarina
En 1926, se encontró una estatuilla de bronce apodada la “Dancing Girl”, de 10,5 centímetros (4,1 pulgadas) de alto [42] y de unos 4.500 años de antigüedad, en la “zona de HR” de Mohenjo-daro; ahora se encuentra en el Museo Nacional de Nueva Delhi.[42] En 1973, el arqueólogo británico Mortimer Wheeler describió el artículo como su estatuilla favorita:
Creo que tiene unos quince años, no más, pero está parada allí con brazaletes hasta el brazo y nada más. Una chica perfectamente, por el momento, perfectamente segura de sí misma y del mundo. Creo que no hay nada como ella en el mundo.
John Marshall, otro arqueólogo de Mohenjo-daro, describió la figura como “una niña, con la mano en la cadera en una postura medio imprudente y las piernas ligeramente adelantadas mientras marca el ritmo de la música con las piernas y los pies”.[43] El arqueólogo Gregory Possehl dijo de la estatuilla: “Puede que no estemos seguros de que fuera una bailarina, pero era buena en lo que hacía y lo sabía”. La estatua condujo a dos descubrimientos importantes sobre la civilización: primero, que conocían la mezcla de metales, fundición y otros métodos sofisticados de trabajar con minerales, y segundo, que el entretenimiento, especialmente la danza, era parte de la cultura. [42]
Sacerdote-Rey
En 1927, se encontró una figura masculina de esteatita sentada en un edificio con ladrillos inusualmente ornamentales y un nicho en la pared. Aunque no hay evidencia de que sacerdotes o monarcas gobernaran Mohenjo-daro, los arqueólogos llamaron a esta figura digna un “Sacerdote-Rey”. La escultura mide 17,5 centímetros (6,9 pulgadas) de alto y muestra a un hombre pulcramente barbudo con perforaciones en los lóbulos de las orejas y un filete alrededor de la cabeza, posiblemente todo lo que queda de un peinado o tocado que alguna vez fue elaborado; su cabello está peinado hacia atrás. Lleva un brazalete y una capa con motivos de trébol perforado, círculo simple y círculo doble, que muestran rastros de rojo. Sus ojos podrían haber sido originalmente incrustados.[44]
Sello pashupati
Una fosa descubierta en el sitio tiene la imagen de una figura sentada, con las piernas cruzadas y posiblemente itifálica rodeada de animales. La figura ha sido interpretada por algunos eruditos como un yogui, y por otros como un “proto- Shiva ” de tres cabezas como “Señor de los animales”.
Collar de siete hebras
Sir Mortimer Wheeler estaba especialmente fascinado con este artefacto, que creía que tenía al menos 4.500 años. El collar tiene un broche en forma de S con siete hebras, cada una de más de 4 pies de largo, de pepitas de bronce y metal en forma de cuentas que conectan cada brazo de la “S” en filigrana. Cada hebra tiene entre 220 y 230 de las pepitas multifacéticas, y hay alrededor de 1,600 pepitas en total. El collar pesa alrededor de 250 gramos en total y actualmente se encuentra en una colección privada en la India.[cita requerida]
Decadencia
Se cree que Mohenjo-Daro fue atacada en la mitad del segundo milenio a.C. La identidad de los atacantes es incierta. No obstante, la ciudad ya se encontraba en una etapa de decadencia antes de que fuera destruida. Fuertes inundaciones habían dejado bajo el agua, en más de una vez, a grandes zonas.
Conservación y estado actual
Un acuerdo inicial para financiar la restauración se acordó a través de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en París el 27 de mayo de 1980.
El trabajo de conservación de Mohenjo-daro se suspendió en diciembre de 1996 después de que se interrumpiera la financiación del gobierno paquistaní y de organizaciones internacionales. El trabajo de conservación del sitio se reanudó en abril de 1997, utilizando fondos puestos a disposición por la UNESCO. El plan de financiación de 20 años proporcionó $ 10 millones para proteger el sitio y las estructuras en pie de las inundaciones. En 2011, la responsabilidad de la preservación del sitio se transfirió al gobierno de Sindh.[45]
Actualmente, el sitio está amenazado por la salinidad del agua subterránea y una restauración inadecuada. Muchos muros ya se han derrumbado, mientras que otros se están derrumbando desde cero. En 2012, los arqueólogos paquistaníes advirtieron que, sin mejores medidas de conservación, el sitio podría desaparecer para el 2030. [5] [46]
Las ruinas del gran baño en la ciudadela de Mohenjo-Daro, en el actual territorio de Pakistan. Las ruinas de Mohenjo Daro son Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO.
Mohenjo-Daro, la gran sorpresa
El hallazgo de Mohenjo-Daro, en el valle del Indo, puso al descubierto una civilización tan grandiosa como ignorada.
María Domínguez: 13/09/2019
La arqueología británica vivía momentos de euforia a comienzos del siglo XX. Estaba redescubriendo las primeras civilizaciones de la historia gracias a los hallazgos de sir Arthur Evans en Creta y a los de varios equipos en Egipto y Mesopotamia. En esta coyuntura, exactamente en 1922 (el mismo año en que el Valle de los Reyes asombró al mundo con los tesoros de Tutankhamón), un monje budista condujo a un oficial del Servicio Arqueológico de la India hasta un convento. El edificio se alzaba en lo alto de un montículo junto a una stupa.
Pronto se supo que el túmulo no escondía reliquias de Buda. Era mucho más antiguo, dos milenios anterior. La gente de la región, a duras penas bañada por el río Indo, llamaba al lugar el Montículo de la Muerte, en lengua sind Mohenjo-Daro, por la desolación que lo rodeaba. Sin embargo, bajo ese enclave desértico no tardaron en surgir vestigios de una época mejor, plena de vida. De cuando, como en el Nilo, el Indo se desbordaba cada primavera, alimentado por la nieve derretida del Himalaya, y dejaba su cuenca cubierta por un limo muy fecundo tras el paso de las aguas de camino hacia el mar de Arabia. Este fenómeno, junto al sol radiante de Asia meridional, había permitido el florecimiento, en el remoto III milenio a. C., de una cultura agrícola y urbana tan próspera, organizada y avanzada como desconocida en el Valle del Indo.
Similitudes con Harappa
Rakhaldas Banerji, el oficial guiado por el religioso, comprendió al instante la relevancia del sitio en cuanto lo tanteó. La zona que excavó en torno a la stupa reveló los primeros indicios de una ciudad arcaica que, según se vería en las décadas siguientes, abarcó 1,5 km2 durante su apogeo, entre 2600 y 1900 a. C. Lo cierto es que el estudioso no había apostado a ciegas por este yacimiento.
Se tenían vagas nociones de lo que se conocería como la civilización del río Indo desde mediados del siglo XIX, cuando el Servicio Arqueológico de la India se topó con restos de Harappa, la otra gran metrópolis de esta cultura, buscando reminiscencias de peregrinaciones chinas en tiempos de Buda. No obstante, nadie imaginó entonces la antigüedad real de las evidencias localizadas. Eso ocurrió luego, coincidiendo con la Primera Guerra Mundial y con la investidura como caballero de un nuevo director de la entidad, John Marshall.
Se tenían nociones de lo que se conocería como la civilización del río Indo desde mediados del siglo XIX, cuando el Servicio Arqueológico de la India se topó con restos de Harappa, la otra gran metrópolis de esta cultura.
Este flamante sir impulsó una investigación a fondo de Harappa, que siete años después se materializó en un desenterramiento sistemático del lugar. Luego se comprobó que algunos de los hallazgos correspondían al período Calcolítico, a la transición del Neolítico a la Edad del Bronce. De ahí el entusiasmo que embargó a sir John cuando le llegó la noticia de que su empleado Banerji, sin haber presenciado los descubrimientos protohistóricos de Harappa, había encontrado en paralelo en Mohenjo-Daro sellos de barro de una antigüedad similar.
Mohenjo-Daro está a 590 km de distancia de su coetánea, lo que significa que el ámbito geográfico de influencia de la cultura que empezaba a asomar había sido amplio. Con respecto a su antigüedad, cualquier duda se disipó gracias a la aportación de un tercer arqueólogo. Se trataba de Ernest MacKay, un catedrático de la Universidad de Chicago especializado en Mesopotamia que un día vio en una publicación la fotografía de un sello hallado en Mohenjo-Daro. Para su sorpresa, era exactamente igual a uno que él había recuperado en Sumeria. Se había cerrado el ciclo descubridor. En el río Indo había existido una civilización asombrosa, capaz de comerciar con la lejana región del Tigris y el Éufrates, e ignorada durante milenios.
El rescate de la Unesco
Las excavaciones en Mohenjo-Daro adquirieron un ritmo incesante a partir de ese momento. Durante los años veinte y treinta trabajaron en el yacimiento Marshall y MacKay. Y en los cuarenta y cincuenta, otra estrella de la arqueología anglosajona, sir Mortimer Wheeler, descubridor de un presunto granero en la localidad. Unos y otros, con ayuda de colegas indios y pakistaníes, sacaron a la luz hasta un tercio de la vieja capital. Mientras, la supervisión del lo que ocurría en el Valle del Indo pasaba del gobierno colonial británico al de la India independiente y luego al de Pakistán, tras la secesión de este país.
No obstante, a mediados de los sesenta, finalizada una última campaña a gran escala emprendida por la Universidad de Pennsylvania, hubo que detener las obras ante la fragilidad del yacimiento. Este reposaba sobre capas tectónicas inestables que, al reacomodarse o ser removidas, hacían aflorar agua salada. El salitre erosionaba el principal material de construcción empleado en Mohenjo-Daro, los ladrillos de adobe, que se resquebrajaban al mojarse con la sal y calentarse por el fuerte sol de la zona.
En los sesenta se comprobó que el salitre de las aguas subterráneas resquebrajaba los ladrillos de adobe, y la Unesco tomó cartas en el asunto.
La amenaza era tan grave que la Unesco tomó cartas en el asunto. Por un lado, inició un proyecto de colaboración con las autoridades pakistaníes para bombear y desviar el agua subterránea del yacimiento. Por otro, declaró a Mohenjo-Daro Patrimonio de la Humanidad, con la protección global que ello implica.
¿Aún más antiguos?
En el sitio, mientras tanto, el cese de las excavaciones en profundidad dejó lugar a tareas de conservación y documentación y también a prospecciones superficiales. Especialmente dinámicas desde los años ochenta, estas actividades, internacionalizadas desde la intervención de la Unesco, han deparado grandes avances en el conocimiento de la civilización del Indo. Hoy se saben muchos detalles de ella gracias a estudiosos como el alemán Michael Jansen, el italiano Maurizio Tosi o los norteamericanos Gregory Possehl y Jonathan Kenoyer. Por ejemplo, que su área de influencia abarcaba el equivalente a tres veces el tamaño de España, que el grueso de su sociedad urbana lo formaba una próspera burguesía de mercaderes y artesanos y que en las ciudades había un alcantarillado muy moderno, similar al romano, pero dos milenios anterior.
En las ciudades había un alcantarillado muy moderno, similar al romano, pero dos milenios anterior.
Los arqueólogos locales también han contribuido de forma notable a aportar más datos sobre esta cultura asombrosa. Es el caso de los indios Braj Basi Lal y Shikaripur Ranganatha Rao y, hace tan solo tres meses, del pakistaní Ghulam Mustafá Shar, quien, al frente de una veintena de colegas, descubrió en enero de 2009 el sitio de Lakhian Jo Daro no lejos de Mohenjo-Daro. Pese a que aún se investiga, se podría cifrar la fecha de inicio de esta civilización en 9.000 años de antigüedad, en vez de los 5.500 que se creía hasta ahora. Así permite aventurarlo el hallazgo de un taller de cerámica vidriada datado en el V milenio a. C.
Mientras se despeja esta incógnita –u otras como la lengua, la poca belicosidad y la misteriosa desaparición de este pueblo–, la primitiva civilización del Indo continúa teniendo en Mohenjo-Daro su recuerdo arqueológico por excelencia. Tanto por ser la más antigua de las dos metrópolis que edificaron como por tratarse de la mejor conservada, a pesar del destructivo salitre contra el que se sigue luchando.
Este artículo se publicó en el número 493 de la revista Historia y Vida. Si tienes algo que aportar, escríbenos a redaccionhyv@historiayvida.com.
Mundo de Herodoto
Mundo de Herodoto
Busto romano de mármol de Heródoto en el Museo Metropolitano de Arte.
Información personal
Nombre de nacimiento: Heródoto de Halicarnaso
Nombre en griego antiguo: Ἡρόδοτος Ἁλικαρνᾱσσεύς
Nacimiento: c. 484 a. C.; Halicarnaso, Caria, Anatolia
Fallecimiento: c. 425 a. C. (59 años); Turios, Calabria o Pella, Macedonia
Residencia: Halicarnaso, Samos y Turios
Ocupación:Historiador y geógrafo
Obras notables: Historias
Heródoto (en griego antiguo: Ἡρόδοτος Hēródotos; Halicarnaso, 484 a. C.–Turios, 425 a. C.) fue un historiador y geógrafo griego, tradicionalmente considerado como el padre de la Historia en el mundo occidental y fue el primero en componer un relato razonado y estructurado de las acciones humanas.1
Dedicó parte de su vida a efectuar viajes para obtener la información y los materiales que le permitieron escribir una obra de gran valor histórico y literario.1 No obstante, recibió severas críticas, incluso por parte de sus contemporáneos, por incluir en su trabajo anécdotas y digresiones que, aunque proporcionaban informaciones valiosas, poco tenían que ver con el objeto de estudio que se había propuesto: las luchas de los persas contra los griegos.1
Obra
Historiografía
Se le considera el padre de la historiografía (la primera vez que se le cita de esta forma es en el ciceroniano De legibus, 1, 5, 5) por su famosa obra Ἱστορίαι (Historiae, en realidad Historias, también conocida como Historia), literalmente «investigaciones, exploraciones» (de ἵστωρ, ‘saber, conocer’), escrita probablemente en Turios, una colonia panhelénica situada en la Magna Grecia. El terminus post quem de la obra se sitúa en el año 430 a. C.
Las Historiae o Nueve libros de historia son consideradas una fuente importante por los historiadores por ser la primera descripción del mundo antiguo a gran escala y de las primeras en prosa griega. El primer párrafo anuncia:
Ἡροδότου Ἁλικαρνησσέος ἱστορίης ἀπόδεξις ἥδε, ὡς μήτε τὰ γενόμενα ἐξ ἀνθρώπων τῷ χρόνῳ ἐξίτηλα γένηται, μήτε ἔργα μεγάλα τε καὶ θωμαστά, τὰ μὲν Ἕλλησι τὰ δὲ βαρβάροισι ἀποδεχθέντα, ἀκλεᾶ γένηται, τά τε ἄλλα καὶ δι’ ἣν αἰτίην ἐπολέμησαν ἀλλήλοισι.
Heródoto de Halicarnaso presenta aquí los resultados de su investigación para que el tiempo no abata el recuerdo de las acciones humanas y que las grandes empresas acometidas, ya sea por los griegos, ya por los bárbaros, no caigan en olvido; da también razón del conflicto que enfrentó a estos dos pueblos.
El conjunto fue dividido en nueve libros por su editor alejandrino del siglo III o II a. C., uno por cada musa: Clío, Euterpe, Talía, Melpómene, Terpsícore, Erato, Polimnia, Urania y Calíope.
En ellos narra con precisión las Guerras médicas entre Grecia y Persia a principios del siglo V a. C., con especial énfasis en aspectos curiosos de los pueblos y personajes de unos y otros, al tiempo que describe la historia, etnografía y geografía de su tiempo.
Para sus obras históricas recurrió a fuentes orales y escritas. Cuando menciona las primeras, casi siempre alude a sus informadores de forma indefinida («según los persas…», «a decir de los griegos…»; «unos dicen… otros, en cambio, sostienen…»). Del carácter parcial y poco fiable de sus fuentes era consciente el propio autor, que escribió:
Me veo en el deber de referir lo que se me cuenta, pero no a creérmelo todo a rajatabla; esta afirmación es aplicable a la totalidad de mi obra. (VII, 151, 3)
Entre las segundas pueden hacerse tres grandes grupos: a) datos obtenidos de los poetas, que conocía bien; b) inscripciones, listas oficiales y administrativas de los distintos Estados y oráculos y, finalmente, c) informaciones de los logógrafos y la literatura de su época.
Entre los poetas cita a Homero, Museo, Bacis, Olén, Aristeas, Arquíloco, Esopo, Solón, Alceo, Safo, Laso, Simónides de Ceos, Frínico, Esquilo, Píndaro y Anacreonte.
Pese a esta inspiración poética de Heródoto, influjo quizás de su tío Paniasis, del que asume la idea de un hombre impotente ante una divinidad que castiga sus faltas y su soberbia (hibris), se muestra a menudo crítico con dichas fuentes.
En cuanto al segundo tipo de fuentes, realiza algunas interpretaciones ingenuas de textos escritos en lenguas que desconoce, como los jeroglíficos u otras lenguas, dependiendo del testimonio no siempre fiable de los intérpretes o los personajes consultados. Por otra parte, los oráculos, con frecuencia comentados post eventum, ofrecen problemas de datación importantes.
El tercer tipo de fuentes está representado por los logógrafos, sobre todo Hecateo, y los filósofos presocráticos, algunas de cuyas ideas son citadas directa o indirectamente. En general, se inclina por obras de la literatura jonia. Como Hecateo, se muestra crítico, racionalizador o escéptico, con las tradiciones míticas.
Su metodología histórica se apoya en la verosimilitud apelando al sentido común, aplicada al análisis de tradiciones legendarias o controvertidas. Además utiliza la interpretatio graeca, helenizando costumbres y culturas extrañas de pueblos que no conoce desde dentro. Saca a veces conclusiones erróneas, por ejemplo, de la escasez de leones comparados con otros animales infiere que las leonas paren un solo cachorro y una sola vez en su vida. Es patente, además, su ignorancia en nociones de táctica y estrategia militar.
Este escaso rigor analítico se debe a que estaba aún en los albores del género histórico, pese a lo cual, en la Antigüedad se le reconocía como «padre de la Historia». Esto se evidencia en sus explicaciones de los acontecimientos humanos, en las cuales no está ausente la voluntad de los dioses.2
Su sucesor, Tucídides, será quien excluya todo aspecto religioso y busque una explicación puramente racional, basada en la relación causa efecto. Analiza los acontecimientos históricos intentando entender las causas o razones (aitiai) que los han causado, con un examen riguroso de las fuentes, más allá del mero acopio de todo tipo de tradiciones. Tucídides sustituyó el tratamiento anecdótico y cuasinovelesco del pasado por el análisis metódico del presente.
Mientras Heródoto titula su obra Historíe, como fruto y resultado de sus investigaciones personales in situ, Tucídides no llamará así su obra; el primero era heredero de la logografía jonia (escribe en jonio), mientras que el segundo era heredero de los sofistas, y la escuela sofística ateniense (escribe en ático).3
Reconstrucción del mapa de la Ecúmene de Heródoto, circa 450 a. C.
Geografía
Desde el punto de vista geográfico, Heródoto dejó constancia de una Ecúmene que se extendía desde Sudán a la Europa central y desde la India, en su límite oriental, hasta Iberia en el occidental. Durante el siglo VI a. C. el control que los cartagineses tenían de sus rutas comerciales por el Mediterráneo occidental y el estrecho de Gibraltar le impidió conocer fielmente esta parte del mundo y las costas atlánticas de Europa de primera mano, por lo que muchas de sus observaciones proceden de otras fuentes.
División de la obra
En la antigüedad las obras se conservaban en rollos de papiro. El texto de las obras se distribuía en varios rollos, de longitud más o menos similar, y teniendo en cuenta su división por capítulos, pero no coincidía con la separación temática original. La tendencia era armar rollos de 6 o 7 metros, que formasen un cilindro de 5 a 6 cm de diámetro, cómodos para llevar en la mano.
Hay fuertes indicaciones de que originalmente Heródoto ofreció su obra como una colección de veintiocho temas, llamados en griego logoi. Su extensión sería la adecuada para la recitación pública.45
Lengua y estilo
Como la Historia es la primera obra griega en prosa que se ha conservado, no es de extrañar que las principales características de su estilo sean la simplicidad y el arcaísmo. Ya Aristóteles definía su manera de escribir como «estilo ordenado o concatenado» (λέξις εἰρομένη). Heródoto era muy concreto escribiendo y rehúye las abstracciones; se fijaba en datos perceptibles. De ahí su lenguaje claro y sencillo que fue motivo de admiración en la Antigüedad. Sin embargo, su estilo supone un grado más alto de elaboración que el de Hecateo, caracterizado por las estructuras acumulativas y coordinadas. Los discursos de los tres últimos libros de Heródoto, aunque no perfila la psicología del orador, se caracterizan por su tensión histórica y las normas retóricas de la época.
Por otra parte, es notable el influjo de la epopeya y los géneros narrativos en su estilo. Longino en su tratado lo sublime le llama ὁμηρικώτατος: «gran imitador de Homero» (13, 3). Hay reminiscencias épicas en la fraseología, en la repetición casi literal de enunciados, en el empleo de patronímicos, en el uso de convenciones literarias y tópicos, en semejanzas conceptuales como la sustitución de la intensidad por la repetición, en el uso de estructuras como la composición anular inclusiva, aunque la más usada por él es la anafórica, etc.
En cuanto a la lengua, Heródoto compuso su obra en dialecto jónico con algunos aticismos.
Escritos
- Los nueve libros de la historia. El prólogo analiza las relaciones antiguas entre Asia menor y Grecia: Io raptada por los fenicios; Europa y Media por los griegos; Helena por los troyanos. Los nueve libros llevan cada uno el nombre de las nueve musas del arte:
- Clío: la victoria de Ciro II el Grande sobre el lidio Creso, la conquista de Asiria y del pueblo masageta.
- Euterpe: la conquista de Egipto por Cambises II (hijo de Ciro).
- Talía: el reinado de Darío I.
- Melpómene: el reinado de Darío I.
- Terpsícore: la primera guerra médica (la revuelta jónica y digresiones sobre la historia de Esparta y Atenas).
- Erato: la primera guerra médica (la reacción de los griegos y la victoria de Maratón).
- Polimnia: la segunda guerra médica.
- Urania: la segunda guerra médica.
- Calíope: la segunda guerra médica.
- Hechos líbicos (desaparecido).
- Hechos asirios (desaparecido).
Esteganografía
Probablemente uno de los ejemplos más antiguos del uso de la esteganografía sea el referido por Heródoto en Las historias.7 En este libro, describe cómo un personaje tomó un cuadernillo de dos hojas o tablillas, rayó bien la cera que las cubría y en la madera misma grabó el mensaje y lo volvió a cubrir con cera regular. Otra historia, en el mismo libro, relata cómo otro personaje había rasurado a navaja la cabeza de su esclavo de mayor confianza, le tatuó el mensaje en el cuero cabelludo, esperó después a que le volviera a crecer el cabello y lo mandó al receptor del mensaje, con instrucciones de que le rasuraran la cabeza.
Geografía de Herodoto
Herodoto escribe sus nueve libros de la Historia «para impedir que el tiempo borre la memoria de la historia de la humanidad.» Se ocupa de su presente, como del presente de todos los pueblos que han pasado por la Tierra. El presente es para unos ya pasado y para otros futuro, pero para cada cual es presente. Herodoto se da cuenta (tal vez el mayor descubrimiento que hizo, según Kapuscinski) que nunca se cuenta una Historia real, sino que conocemos la contada por unos y otros según creen que ha sido o les interesa que así fuera.
Después de presentar Asia, Europa y África, Herodoto acaba su descripción del mundo con una observación llena de asombro: «No puedo alcanzar con mis conjeturas por qué motivo, si es que la tierra supone un mismo continente, se le dieron en su división tres nombres diferentes derivados de nombres de mujeres…»
Cuando Herodoto escribe los 9 libros de la Historia, el continente hasta entonces llamado Libya, ya que sólo era conocido el entorno mediterráneo donde habitaba este pueblo, recibe el nombre de África, que engloba además de libios, a egipcios y etíopes.
El mapa de Herodoto
Así concebía el mapa del mundo el griego Herodoto, considerado el “padre de la historia”, en el siglo V a.C. El mapa incluye los tres únicos continentes conocidos en aquella época.
Existen varias interpretaciones.
Muro superior de Trajano o de Greuthungi
Muro superior de Trajano o de Greuthungi
El Muro de Alto, o superior, de Trajano es el nombre moderno que se le da a una línea fortificada ubicada en el área central de la Moldavia moderna. Algunos eruditos lo consideran de origen romano, mientras que otros piensan que fue construido en el siglo III/IV por los germánicos Greuthungi para defender sus fronteras contra los hunos.[1] También puede haber sido llamado Muro greutungiano en relatos romanos posteriores, pero esto es incierto debido a una sola ocurrencia de manuscrito polisémico en las obras de Ammianus Marcellinus.[2]
Moldavia de Trajano (en marrón claro) posiblemente protegida en el norte por el Muro de Trajano Superior
Caracteristicas
El muro se extiende 120 kilómetros desde el río Dniéster en el distrito de Teleneşti hasta el río Prut. En Rumanía, los restos del muro se pueden encontrar en Tiganasi, Carniceni, Sendreni y Tocsomeni.[3]
Atraviesa Moldavia desde el río Prut hasta el río Nistru, desde la ciudad de Leova hasta la de Teghina, pasando por los pueblos de Trojan Ialpugeni, Caracui, Sărăţica Nouă (Leova), Pervomaisk, Gradiste, Coştangalia, Satu Nou (Cimislia), Ciufleşti, Baimaclia, Salcuta, Marianovca-de-sus, Zaim, Causeni, Chircăieşti (Causeni), Chitcani y Copanca. Según I. Hîncu, tiene una longitud de 120 km, su altura original osciló entre 3-4 m, ancho – 10-15 m, siendo aumentado por una trinchera excavada al norte, profundidad: 2-3 m. Actualmente su altura es de 0,5 m.[4]
Algunos estudiosos, como Vasile Nedelciuc, [5] argumentan que el Muro de césped fue construido inicialmente por los romanos, debido a que tiene una zanja orientada al norte, alejada del territorio romano. Bajo esta hipótesis, el emperador Trajano realizó la primera construcción del muro de césped alrededor del año 110 d.C., con el fin de proteger la zona costera del delta del Danubio hasta Tyras.
Otros, como el historiador Peter Heather, afirman que fue construido por las tribus germánicas locales, principalmente como defensa contra los invasores de Asia Central (los hunos de Atila).[1] El historiador Thomas S. Burns es más reacio y desea mejores datos de datación.[6] La identificación de la característica geográfica en Moldavia con el pasaje en Ammianus Marcellinus ha sido propuesta por el historiador rumano Radu Vulpe en 1957.[1] [7] El historiador Herwig Wolfram cuestiona la enmienda dada al pasaje en Ammianus Marcellinus necesaria para léerlo como si se tratara de una pared.[2]
Mapa de 1789 que representa la pared como fossa Trajani
Murallas romanas en Rumanía (el “Muro de Greuthungi”, llamado incluso “Muro superior de Trajano”.
Cahuachi
Cahuachi
Patrimonio Cultural de la Nación
Coordenadas: 14°49′07″S 75°07′00″O
País: Perú
Cahuachi era un centro ceremonial de la cultura Nazca que vivió su época de esplendor entre el año 1 y el 500, y estaba situado en el valle del río Nazca, a 28 km de la ciudad del mismo nombre y cerca de las Líneas de Nazca. Su nombre significa lugar donde viven los videntes.1
El arqueólogo italiano Giuseppe Orefici ha estado excavando el lugar desde 1982.2 Debido al clima seco, los hallazgos son abundantes e incluyen material efímero, tal como ropa; en 1998 se descubrió un depósito de ropas, con 200 prendas de tela estampada. Esto es algo fuera de lo corriente en la cultura nazca, que en general usaba tejidos de un único color, bordados posteriormente. Cahuachi también ha sido estudiado por Helaine Silverman, que ha escrito un libro sobre esta ciudad.3
La ciudad
Sus habitantes permanentes eran pocos y vivían de la agricultura, pero era un centro de peregrinaje cuya población crecía en las fechas de acontecimientos ceremoniales importantes, acontecimientos que implicaron probablemente las Líneas de Nasca y la duna gigante.
También tenía una necrópolis llamada Chauchilla, otra causa de viajes periódicos. Esta teoría del peregrinaje está apoyada tanto por evidencia arqueológica de la escasez de población en Cahuachi como por las figuras de Nasca, que muestra criaturas como una orca, mono, perro, etc que no existen en la región Nasca, aunque esto también puede explicarse por el comercio o por expediciones de otro tipo.
La ciudad fue fundada antes del nacimiento de la Cultura Nasca, durante el siglo IV a. C., y declinó cerca el 300 d. C., tras la invasión de los Huari.
Hallazgos
Sus construcciones eran de adobe, en forma cónica, alcanzando 24 km², siendo una de las zonas urbanas más grandes del mundo andino y la más importante de la Cultura Nazca (400 a. C. – 400 d. C.). Los restos apuntan a que los techos, puertas y ventanas eran sostenidos con madera de guarango y la techumbre se hacía con cañas entrecruzadas atadas con cuerdas de pelo de llama y algodón.
Hasta ahora se han descubierto 34 construcciones dentro de la muralla, entre los que destacan:
- Gran pirámide, que tiene 150 metros de largo y 28 de altura, y de la que se han descubierto siete niveles escalonados. Era el centro ceremonial del culto.
- Templo escalonado, del que se ha descubierto un muro con inscripciones y frisos, de 5 metros de alto y 25 de largo.
- Montículos: 40 montículos con construcciones de adobe.
En la necrópolis se han investigado varias tumbas, encontradas con su ajuar intacto.
Todo el material arqueológico procedente de este yacimiento se encuentra exhibido en el Museo Arqueológico Antonini de Nasca.
Ciudad perdida de Cahuachi
El tamaño que abarca la ciudad perdida de Cahuachi es enorme y el trabajo necesario para restaurarlo va a llevar muchísimos años. Únicamente los veranos (Junio a Agosto), son usados por el equipo de Giuseppe Oreficci para su restauración, por lo que me temo de que si el gobierno de Perú no financia la excavación y añade más recursos, jamás será desenterrada esta maravilla del desierto de Nazca.
No son muchos los senderos habilitados y no se tiene acceso directo a las pirámides, sólo a sus alrededores por lo que te puede defraudar un poco. Eso sí, lo más impactante es que te puedes encontrar con huesos humanos por casi cualquier camino. Increíble para una ciudad construida alrededor del 450 A.C.
A unos 28 kilómetros al oeste de Nasca surgen las imponentes ruinas del centro ceremonial de Cahuachi, el más notable centro ceremonial de la costa sur del país.
Es unos de los lugares más sagrados y más espectaculares de la cultura Nasca. De hecho, se le considera como el centro religioso más grande del antiguo Perú, la ciudad en adobe más grande del mundo y el centro de peregrinación más grande del sur de Perú.
Entre 300 a.C. y 400 d.C. se convirtió en un centro religioso de gran prestigio, y se construyeron treinta y cuatro grupos principales de templos destinados al culto de las deidades adoradas por la población nasca.
No se conoce el origen del topónimo, pero se puede interpretar de diferentes maneras, incluyendo el lugar donde se puede “ver” u “observar” o bien, según otra dicción del idioma quechua, lugar de castigo. Sin embargo los Nascas hablaban un idioma de origen proto-aymara, entonces estas diferentes denominaciones son sólo especulaciones.
Cahuachi fue construida en la parte más baja del valle, donde la capa freática emerge naturalmente en la superficie. En la antigüedad, el agua era un símbolo de poder y, en el caso de Cahuachi, este poder pertenecía a la casta sacerdotal.
Las ruinas cubren una extensión de hasta 24 km cuadrados y algunas de ellas están separadas de la famosa pampa de San José donde se encuentran los geoglifos de Nasca sólo por el Río Nasca. No hay duda de que exista una correlación entre el centro ceremonial de Cahuachi y los geoglifos de la Pampa, lo que podría llamarse una alternativa al centro ceremonial de espacios abiertos, delimitado únicamente por la presencia de contornos exteriores formados por hileras de piedra.
Los principales arqueólogos que se han dedicado a su excavación, están de acuerdo en afirmar que fue un lugar sagrado y de grandes peregrinaciones por las poblaciones del valle del Rio Grande, que aquí realizaban importantes ceremonias. Por su relevancia religiosa y su majestuosidad incluso fue descrito como “Vaticano Prehispánico”.
En uno de los sectores arqueológicos de Cahuachi se descubrieron los restos humanos más antiguos del área de Nasca, que remontan a hace 4.200 años. Se trata de un personaje femenino sacrificado en la base de un pequeño altar ceremonial dentro de la estructura llamada Gran Pirámide 2.
Cahuachi fue construida en 5 fases, relativas a las diferentes fases de desarrollo de la cultura Nasca, y que incluye alrededor de 900 años, entre 450 a.C. y 450 d.C. aproximadamente. Cada una de estas fases se caracterizan por el uso de diferentes elementos constructivos: las paredes fueron construidas con “adobes” (ladrillos de barro), y luego cubiertas con arcilla. Las estructuras eran templos, escalonados y con grandes recintos ceremoniales. Las escaleras daban acceso a los distintos niveles. En su mayoría, las paredes eran de color.
En ciertas épocas del año, diferentes grupos humanos procedentes de lugares hasta muy remotos accedían al centro ceremonial para participar en los rituales. La danza y la música eran elementos constantes en las liturgias colectivas. Dentro de las estructuras existían talleres textiles y áreas de conservación de productos agrícolas. En Cahuachi se encontraron muchas ofrendas de tipo votivo, incluyendo: antaras y tambores, llamas y cuyes sacrificados, tejidos refinados, cabezas-ofrenda y vajillas de cerámica en la que son representadas algunas deidades.
Entre los 34 grupos principales de templos descubiertos, se distingue sobre todo el Grande Templo, la Gran Pirámide y el Templo Escalonado, la Pirámide Naranja, la Gran Pirámide 2
.La Gran Pirámide constituye el templo emblemático de todo el complejo y puede medir 22 metros de altura y más de 100 metros por cada lado, a través de 7 niveles de escaleras, cada una con columnas de huarango enlucidas para sostener los techos elaborados con frisos de colores. En el lado oriental de la pirámide, se elaboró una escalera de grandes dimensiones que conducía al interior del edificio orientado hacia el Cerro Blanco, una duna considerada sagrada.
Entre 400 y 450 d.C. hay evidencia de desastres naturales, como un terremoto catastrófico, precedido y seguido de dos grandes inundaciones, que cubrieron gran parte de los edificios del centro ceremonial. La vida en el centro ceremonial se recuperó y se procedió a sellar los templos con una gran cantidad de material de construcción, con el fin de cristalizar el lugar sagrado más allá del tiempo y del espacio. Posteriormente, tras el abandono de Cahuachi, el sitio se convirtió en una “huaca” y sus espacios se utilizaron para contener grandes necrópolis.
Saber más en: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/cahuachi-gran-ciudad-milenaria-sur-peru_16784
Mundo de Hecateo de Mileto
Mundo de Hecateo de Mileto
Hecateo de Mileto (Ἑκαταῖος ὁ Μιλήσιος: 550 a. C. – 476 a. C.) fue un historiador griego. Lo primitivo de su método histórico lleva a clasificarlo entre los logógrafos; sin embargo, en sus Genealogíai fue el primero en intentar separar el pasado mitológico del histórico, lo que significó un paso crucial en el desarrollo de la historiografía. Es la única fuente que Heródoto citó por su nombre. También puede considerársele precedente de la geografía y la cosmografía. No debe confundirse con su homónimo Hecateo de Abdera, también historiador, que vivió dos siglos después.
Nació en Mileto de rica familia y recibió el nombre de la diosa Hécate. Llegó a la madurez en el tiempo de la invasión persa. Tras largos viajes se asentó en su ciudad natal, donde ocupó altos cargos y se dedicó a la composición de trabajos históricos y geográficos. Cuando Aristágoras convocó un consejo de los jonios en Mileto para organizar la revuelta jónica contra el poder persa, Hecateo trató en vano de disuadir a sus compatriotas de llevarla a cabo (Heródoto 5.36, 125). En el 494 a. C., cuando los derrotados jonios se vieron obligados a negociar la rendición, él fue uno de los embajadores ante el sátrapa persa Artafernes, al que persuadió que permitiera la reconstrucción de las ciudades jonias.1
Hecateo fue uno de los primeros autores clásicos que mencionan a los pueblos celtas.2
Se le suele considerar como padre de la Geografía.
Obra
Se atribuye a Hecateo el Ges Periodos (“Viajes alrededor de la Tierra”), obra en dos libros, cada uno de los cuales se organiza a manera de periplo (navegación costera con escalas). El primero, sobre Europa, es esencialmente un periplo mediterráneo, describiendo una por una cada región visitada, llegando incluso a Escitia. El segundo, sobre Asia, se organiza de modo similar al Periplo del Mar Eritreo, del que sobrevive una versión del siglo I. Hecateo describe los países y pueblos del mundo conocido, siendo la parte de Egipto particularmente completa. Las descripciones se acompañan de un mapa, basado en el de Anaximandro, que corrige y aumenta. Se conservan 374 fragmentos de la obra, la mayor parte citados en el léxicon geográfico Étnica, compilado por Esteban de Bizancio.
También se le conoce las Genealogiai, compendio racionalmente sistematizado de las tradiciones y mitología griegas, que rompe con la tradición épica de construcción de mitos. Se conservan pocos fragmentos, pero suficientes para considerar su importancia.
Escepticismo
Las obras de Hecateo, especialmente las Genealogiai, muestran un marcado escepticismo:
“Esto dice Hecateo de Mileto: Escribo lo que considero verdad; las historias de los griegos me parecen ridículas“.
Al contrario que su contemporáneo Jenófanes, no critica los mitos partiendo de los mitos mismos, sino que su incredulidad proviene de su amplia exposición a las muchas mitologías contradictorias que encuentra en sus viajes.
Es ilustrativa la anécdota de la visita a un templo egipcio en Tebas (Heródoto II, 143). El sacerdote muestra a Heródoto una serie de estatuas en el sagrado interior del templo, cada una supuestamente erigida por el sumo sacerdote de cada generación. Hecateo, dice Heródoto, habiendo presenciado el mismo espectáculo, mencionó a los sacerdotes que él mismo podía reconstruir su línea de antepasados a través de dieciséis generaciones hasta llegar a un dios del que descendía. Los egipcios, comparando su genealogía con la suya propia manifestada en 345 estatuas, todas de mortales, se negaron a creer la pretensión de Hecateo de descender de una figura mitológica. Este encuentro con la antigüedad inmemorial de Egipto se considera una influencia crucial en el escepticismo de Hecateo. El pasado mitologizado de los griegos se vuelve insignificante cuando se lo compara con la historia de una civilización que ya era antigua antes de que se fundase Micenas.
Hecateo fue probablemente el primero de los logógrafos en intentar una seria historia en prosa y en emplear el método crítico para distinguir el mito del hecho histórico, aunque acepta a Homero y otros poetas como autoridades fidedignas. Heródoto debe a Hecateo el concepto de historia en prosa, aunque a veces discuta su contenido.
Periegesis: La Geografía de Hecateo de Mileto
Hecateo fue uno de los primeros cartógrafos griegos. Miembro de una familia poderosa de Mileto, destacó por su papel de consejero durante la época de la revuelta jonia (500 a. C.). Deseoso de ampliar sus conocimientos sobre el mundo, realizó numerosos viajes, entre ellos a Egipto, como nos cuenta Herodoto (II, 143). Al igual que Anaximandro, fue autor de un mapamundi en el que se refleja su concepción oriental del mundo, que se representa como un disco rodeado por el océano. En el mapa de Hecateo se señalaban cuatro cuadrantes terrestes marcados por un eje Oeste-Este, con el mar Mediterráneo y el Mar Negro, y un eje Sur-Norte, con el Nilo al Sur y el Istro (el Danubio) al Norte. Representa el Mar Caspio como abierto.
Resumen de su obra
- Fue el primer geógrafo científico, quizá por ello se le considera el padre de la geografía.
- Autor de un mapamundi en el que se refleja su concepción oriental del mundo, que se representa como un disco rodeado por el océano.
- En el mapa de Hecateo se señalaban cuatro cuadrantes terrestres marcados por un eje oeste-este, con el mar Mediterráneo y el Mar Negro, y un eje Sur-Norte, con el río Nilo al sur y el río Istro (el río Danubio) al norte.
- La obra llamada Periegesis, donde se alternaban los datos geográficos, enumerados de una manera un tanto árida, con un abundante material etnográfico sobre los pueblos visitados en su ruta desde el Mediterráneo hasta el Mar Negro. Ésta es quizás más importante de Hecateo y, de hecho, fue utilizada por el historiador Heródoto, quien, a pesar de todo, se burlaba con frecuencia de los mapas de su predecesor.
- Representó en él la Tierra como un disco circular, de unos 8000 kilómetros de diámetro, rodeado de océano con Grecia en el centro. La península ibérica era el fin del mundo conocido, las llamadas columnas de Hércules (el estrecho de Gibraltar).
Además de esta obra de naturaleza histórica, Hecateo escribió cuatro libros de Genealogías, donde narraba los orígenes de compatriotas célebres (y, entre ellos, el suyo propio) y analizaba algunos mitos como el de Hércules y el de Deucalión. Los escasos fragmentos conservados dejan ver cómo su espíritu racionalista intentaba explicar algunos mitos que no se rechazan por completo. Así, afirma por ejemplo que Cerbero no es más que una serpiente o que las hijas de Dánao no fueron cincuenta sino veinte (número bastante más verosímil). Este deseo de dar una versión más racional de los mitos clásicos se exponía ya desde el comienzo de la obra, que se inicia con las siguientes palabras: “Hecateo de Mileto habla así: yo escribo lo que creo que es verdad, porque las historias de los griegos son diversas y me parecen absurdas”.
Limes en Ucrania
Limes en Ucrania
Murallas de Trajano
Como ocurre con todas las denominadas Murallas de Trajano, de la zona europea oriental, existe una gran confusión de interpretación, al no coincidir los países actuales, Ucrania, Rumania, etc., con los antiguos, que básicamente eran la Dacia romana, y limítrofes, con fronteras y denominaciones un tanto difusas. Dejando aparte, por supuesto, que estas murallas no fueron construidas en tiempos de Trajano.
La más importante de estas vallas/zanjas es la denominada Muro de la Serpiente, habiendo muchas otras más pequeñas. También hay que indicar que la última parte del Muro de Trajano Inferior, o de Athanarico (en Moldavia), termina en Ucrania.
La muralla conocida como Muro de Trajano en Podolia y se extiende a través de los distritos modernos de Kamianets-Podilskyi, Nova Ushytsia (Uşiţa) y Khmelnytskyi. Una parte del Muro de Troya Inferior de Moldavia termina en Ucrania. Ver también Muro de la Serpiente.
Podolia El territorio está habitado por seres humanos al menos desde inicios del Neolítico. Heródoto lo cita como la región de origen de los alazones y probablemente también de los neuros. Sucesivamente arribaron escitas, getas, dacios y sármatas.
El Imperio romano apenas tuvo una leve presencia en tiempos de Trajano, siendo Podolia junto a Bucovina una zona de limes (límites fortificados) guarnecidos por la muralla Trajana que se extendía a través de los actuales distritos de Kamenets, Ushitsa y Proskúrov.
Kamianéts-Podilskyi (en ucraniano: Кам’янець-Подільський, romanización: Kam’yanets’-Podil’s’kyi) es una ciudad localizada en las márgenes del río Smótrich, un afluente del Dniéster, al oeste de Ucrania. Antiguo centro administrativo del óblast de Jmelnitsky, la ciudad es hoy el centro administrativo del raión (distrito) de Kamianéts-Podilskyi dentro del óblast de Jmelnitski, después de que el centro administrativo del óblast fuera transferido de Kamianéts-Podilskyi a la ciudad de Jmelnitsky en 1941.
Nova Ushytsia es un asentamiento de tipo urbano en el Óblast de Khmelnytskyi en el oeste de Ucrania.[2] Sirve como el centro administrativo de Nova Ushytsia Raion (distrito, albergando los edificios de la administración local del distrito. Se encuentra en la histórica región de Podolia.
Khmelnytskyi hasta 1954 Proskuriv, es una ciudad en el oeste de Ucrania, el centro administrativo de Khmelnytskyi Oblast (región) y Khmelnytskyi Raion (distrito). Khmelnytskyi se encuentra en la histórica región de Podolia, a orillas del río Buh. La ciudad recibió su designación de gobierno local actual en 1941.
Muro de Trajano en Ucrania según AV Boldur [8]
El historiador Alexandru V. Boldur considera que el “Muro de Trajano” que comienza cerca de Uşiţa en el río Dniéster/Nistru es el límite occidental de los territorios del Bolokhoveni del siglo XIII.
Muro de la Serpiente
Muro de la Serpiente cerca del pueblo de Denisi,
El Muro de la Serpiente (en ucraniano: Змієві вали, Zmiyevi valy) es un antiguo sistema de terraplenes de tierra (valla) ubicado en el Dnieper central de Ucrania (Naddniprianshchyna) que se extiende principalmente por la provincia de Kiev, Ucrania. Parecen ser similares en propósito y carácter al Muro de Trajano situado al suroeste en Besarabia.
Los muros antiguos restantes tienen una longitud total de 1.000 km y constituyen menos del 20% del sistema de muros original. Según una leyenda, los movimientos de tierra son el resultado de eventos antiguos cuando un héroe mítico (bohatyr) Kozmodemian (o Borysohlib) con el fin de matar al gigantesco Dragón (Serpiente) lo enganchó en un arado gigante y lo surcó. El Dragón (Serpiente) mordió el polvo y del arado quedaron surcos a ambos lados de los cuales se alzaban inmensos trozos de tierra que entre la gente se denominó Muro de la Serpiente.
Los antiguos muros fueron construidos entre el siglo II a.C. y el siglo VII d.C., según a la datación por carbono. Hay tres teorías sobre qué pueblos construyeron las murallas: los sármatas contra los escitas, los godos de Oium contra los hunos, o los primeros eslavos orientales contra los nómadas de las estepas del sur. En la cultura eslava, los nómadas belicosos a menudo se asocian con el dragón alado, de ahí el nombre.
En la margen derecha del Dnieper, entre sus afluentes Teteriv y Ros, los restos del muro crean seis líneas alargadas de oeste a este. One Serpent’s Wall pasó sobre la margen izquierda del Dnieper y su afluente Sula. Las exploraciones de 1974-85 han establecido que Serpent’s Wall es un remanente de fortificaciones de tierra boscosa construidas a fines del siglo X y la primera mitad del XI, una parte más pequeña en el siglo XII, para proteger el Dnieper medio de Ucrania y Kiev de los pechenegos y los cumanos.
Mapa de muros
El Muro de Athanaric, también llamado Muro de Trajano Inferior o Muro de Trajano del Sur.
Se extiende desde Rumania Buciumeni -Tiganesti-Tapu hasta Stoicani y luego entra en Moldavia. En el sur de Moldavia, se extiende otros 126 km desde el pueblo de Vadul lui Isac en el distrito de Cahul por el río Prut, y luego entra en Ucrania y termina en el lago Sasyk por Tatarbunar.
El mundo de Anaximandro
El mundo de Anaximandro
Anaximandro con un reloj solar. Mosaico romano de principios del siglo III d. C.
Información personal
Nombre nativo: Ἀναξίμανδρος
Nacimiento: 610 a. C.; Mileto, Jonia
Fallecimiento: 546 a. C. (65 años); Mileto, Jonia
Alumno de: Tales de Mileto
Ocupación: filósofo, astrónomo, matemático y geógrafo1
Alumnos: Pitágoras y Anaxímenes
Movimiento: Filosofía presocrática y Escuela de Mileto
Anaximandro (en griego antiguo Ἀναξίμανδρος; Mileto, Jonia; c. 610 a. C.–c. 546 a. C.)2 fue un filósofo y geógrafo de la Antigua Grecia. Discípulo y continuador de Tales,34 además compañero y maestro de Anaxímenes, consideró que el principio de todas las cosas era lo ápeiron.5
Se le atribuye solo un libro, conocido con el título Sobre la Naturaleza.6 El libro se ha perdido y su palabra ha llegado a la actualidad mediante comentarios doxográficos de otros autores.7 Se le atribuye también una carta terrestre, la medición de los solsticios y equinoccios por medio de un gnomon, trabajos para determinar la distancia y tamaño de las estrellas y la afirmación de que la Tierra es cilíndrica y ocupa el centro del universo.58
Biografía
Anaximandro, detalle en La escuela de Atenas.
Anaximandro, hijo de Praxíades, nació en Mileto durante el tercer año de la 42ª Olimpiada (610 a. C.).9 Según Apolodoro de Atenas,10 tenía la edad de sesenta y cuatro años durante el segundo año de la 58ª Olimpiada (547-546 a. C.) y murió poco tiempo después, habiendo vivido principalmente en la época de Polícrates, tirano de Samos (538-522 a. C.).
Compatriota y alumno de Tales, también parece que fue uno de sus parientes (según la Suda).11 La muerte de Anaximandro fue contemporánea al nacimiento de Heráclito.1213
En sus Discursos,14 Temistio menciona que Anaximandro habría sido «el primero de los griegos conocidos en publicar una obra escrita sobre la naturaleza» y, por este mismo hecho, sus textos habrían estado entre los primeros documentos griegos escritos en prosa.1516
Sin embargo no existe ninguna mención de sus textos antes de Aristóteles, y por esa razón se supone a veces17 que, en tiempos de Platón, su filosofía había caído en el olvido; fue Aristóteles quien la redescubrió, y es debido a Aristóteles, a Teofrasto y a varios doxógrafos que sus fragmentos han sido conservados.18 Teofrasto escribió que Anaximandro fue el primero en llamar «mundo» al universo.19
Las Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres20 de Diógenes Laercio cuentan que Anaximandro, cantando en cierta ocasión, se le burlaron los muchachos, y habiéndolo advertido, dijo: «Es menester cantar mejor por causa de los muchachos».
De acuerdo con Eliano, los milesios le habrían encargado dirigir una colonia en Apolonia, en la costa tracia del Ponto Euxino, lo cual hace pensar que fue un ciudadano de cierta notoriedad.21 Explica Eliano, en la Varia Historia,22 que los filósofos dejaban a veces la comodidad de sus pensamientos para ocuparse de asuntos políticos. Es muy probable que fuera enviado en calidad de legislador para aportar una constitución o incluso para mantener allí el poder en nombre de Mileto.
La cuestión del arjé
Para Anaximandro, el arjé es lo ápeiron (de a: partícula privativa; y peras: ‘límite, perímetro’), es decir, lo indefinido, indeterminado e ilimitado. Lo que es principio de determinación de toda realidad ha de ser indeterminado, y precisamente ápeiron designa de manera abstracta esta cualidad. Lo ápeiron es eterno, siempre activo y semoviente. Este es inmortal, indestructible, ingénito e imperecedero y de él se engendran todas las cosas. Todo sale y todo vuelve al ápeiron según un ciclo necesario. De él se separan las sustancias opuestas entre sí en el mundo y, cuando prevalece la una sobre la otra, se produce una reacción que restablece el equilibrio según la necesidad, pues se pagan mutua pena y retribución por su injusticia según la disposición del tiempo.
De Anaximandro se conserva este texto, que es el texto filosófico más antiguo que se ha mantenido con el tiempo y que, según dice Temistio, es el primer texto griego escrito en prosa:24
El principio (arjé) de todas las cosas es lo indeterminado (ápeiron). Ahora bien, allí mismo donde hay generación para las cosas, allí se produce también la destrucción, según la necesidad; en efecto, pagan las culpas unas a otras y la reparación de la injusticia, según el orden del tiempo. Anaximandro.25
La «injusticia» puede tener dos sentidos. Primero, que toda existencia individual y todo devenir sea una usurpación contra el arché, en cuanto que nacer, individuarse, es separarse de la unidad primitiva. Y segundo, que los seres que se separan del arché estén condenados a oponerse entre sí, a cometer injusticia unos con otros: el calor comete injusticia en verano y el frío en invierno. El devenir está animado por la unilateralidad de cada parte, expresada ante las otras como una oposición.
Cosmología
Aspecto probable del perdido primer mapa del Mundo, ideado por Anaximandro.
En Anaximandro se encuentra ya una cosmología que describe la formación del cosmos por un proceso de rotación que separa lo caliente de lo frío. El fuego ocupa la periferia del mundo y puede contemplarse por esos orificios que llamamos estrellas. La tierra, fría y húmeda, ocupa el centro.
Postula Anaximandro que los opuestos se encuentran unidos en lo ápeiron, y se separan para formar todas las cosas nivelados por ciertos ciclos de dominancia de cada uno. Así, el mundo se formó cuando se separó lo frío de lo caliente, se formó la Tierra (fría) rodeada por una capa ígnea y otra capa de aire interior. Esta capa se rompió (de alguna manera) y esta desestabilización produjo el nacimiento del Sol, la Luna y las estrellas. El Sol y la Luna son comprendidos como anillos de fuego y aire que circundan la Tierra; El Sol es 27 o 28 veces mayor (en diámetro) que la Tierra, y la Luna 18 veces. Sin embargo, solo vemos una parte de estos astros, mediante unos orificios en la bóveda celeste. Sobre las estrellas y los planetas no existe claridad. A los radios de estos anillos o ruedas que sujetan las estrellas, la Luna y el Sol les asigna distintas magnitudes numéricas, colocándolos a diferentes distancias de la Tierra; el filósofo milesio rompe así con la idea tradicional de que existía una bóveda o cúpula celeste —como límite superior del mundo— por la que se desplazaban los astros, y es capaz de intuir la profundidad del cielo e introducir por primera vez la idea del cosmos como un espacio abierto.26
Anaximandro observa empíricamente un descenso de las aguas en las zonas geográficas que conoce, y de ahí deduce que «la Tierra se está secando». Esto podría entenderse como la «reivindicación» de lo caliente y seco (cielo, Sol, Luna) frente a lo húmedo y frío (mundo conocido), indicando que pronto se cambiarán los papeles.
Para Anaximandro, la Tierra tiene forma de cilindro o tambor. Pero el concepto revolucionario que expuso por vez primera fue el presentar a nuestro planeta como un cuerpo finito que flota en equilibrio sobre el espacio; es decir, tanto por encima como por debajo de la Tierra hay cielo. Esta idea ha sido calificada de revolucionaria para la evolución del pensamiento científico;27 en palabras del filósofo de la ciencia Karl Popper: «Esta idea de Anaximandro es una de las ideas más audaces, revolucionarias y portentosas de toda la historia del pensamiento humano […] abrió el camino hacia las teorías de Aristarco, Copérnico, Kepler y Galileo».28
Realizó muchas aportaciones en varias ramas de las Ciencias: Matemáticas, Física, Naturaleza, Especies (orígenes de animales y el hombre), etc…
Anaximandro, creador del ápeiron
Como astrónomo, Anaximandro dedicó gran parte de su vida a realizar numerosas investigaciones, se le ha atribuido la creación de un mapa terrestre, así como diversos trabajos para la medición de los solsticios y equinoccios mediante la utilización de un gnomon o el cálculo del tamaño y distancia entre las estrellas.
Otras atribuciones fueron el desarrollo de un reloj de sol y una esfera celeste.
Anaximandro desarrolló una cosmogonía en la que se describía la formación del universo como un proceso de rotación en el que se separaba lo caliente de lo frío. De esta manera los astros eran porciones de aire comprimido.
Anaximandro explica la creación de la Tierra a partir de un movimiento rotatorio que hizo que los materiales más pesados del universo se hundieran hacia el centro, formando así nuestro planeta con forma de disco, al tiempo que el fuego se desplazó hacia el exterior dando lugar al Sol y las estrellas.
Mapamundi de Anaximandro según la descripción de Herodoto.
Fuerte de Otzenhausen
Fuerte de Otzenhausen
El castro celta de Otzenhausen es una de las fortificaciones más grandes que jamás hayan construido los celtas. Fue construido por galos de la tribu Treveri, que vivían en la región al norte del fuerte. El fuerte se encuentra en la cima de Dollberg, una colina cerca de Otzenhausen en Alemania, a unos 695 m sobre el nivel del mar. Los únicos restos visibles son dos murallas de tierra circulares, cubiertas de piedras.
La muralla de Otzenhausen, es conocido popularmente como el «Círculo de los Hunos»
Historia
En tiempos de guerra, la muralla circular era una fuerte fortificación contra los enemigos. Las teorías sugieren que este podría haber sido más que un refugio. Podría haber habido un asentamiento permanente, una aldea o la sede de un líder local.
La primera fortificación se construyó en el siglo V o IV a.C., pero el verdadero apogeo de la construcción data de los siglos II y I a.C. Por razones aún desconocidas, el fuerte fue abandonado poco después de esta expansión.
Descripción
Reconstrucción de una muralla celta en Donnersberg
El sitio tiene la forma de un triángulo con extremos redondeados. Una muralla rodea todo el fuerte. En el lado sur, se construye otro terraplén similar a unos 40 metros frente al principal. Los extremos de esta muralla exterior se acercan a la principal pero no la tocan. Debido a que la entrada de la muralla principal está ubicada en el lado occidental, no se ha determinado ningún propósito significativo para el exterior. De oeste a este el fuerte se extiende 460 m, de norte a sur 647 m. La longitud total de las murallas es de 2500 metros y contienen 240.000 metros cúbicos de piedra. A las murallas se unieron miles de vigas que, como muestra el diagrama, probablemente presentaban un muro vertical de piedra al exterior.
Diseño de una muralla defensiva celta
Julio César describe tales murallas en el libro siete, capítulo 23 de su De Bello Gallico.[1] “Pero esta suele ser la forma de todos los muros galos. Vigas rectas, conectadas a lo largo y a dos pies de distancia entre sí a intervalos iguales, se colocan juntas en el suelo; estas están embutidas en el interior y cubiertas con abundante tierra. Pero los intervalos que hemos mencionado están cerrados al frente por grandes piedras. Así colocadas y cementadas juntas, se agrega otra fila arriba, de tal manera que se pueda observar el mismo intervalo, y que las vigas no pueden tocarse entre sí, pero interviniendo espacios iguales, cada hilera de vigas se mantiene firmemente en su lugar por una hilera de piedras. De esta manera se consolida todo el muro, hasta completar la altura regular del muro. Esta obra, con En cuanto a apariencia y variedad, no es desagradable, debido a las hileras alternas de vigas y piedras, que conservan su orden en línea recta; y, además, posee grandes ventajas en cuanto a utilidad y defensa de las ciudades, pues la piedra la protege del fuego, y la madera del ariete, ya que (la madera) está embutida en el interior con hileras de vigas, generalmente de cuarenta pies de largo cada una, no puede romperse ni romperse en pedazos “. En el lado occidental, había una puerta de entrada, construida de madera, que se levantaba sobre ocho postes. Esta puerta tenía dos alas y 6 m de ancho. Un poste central dividía la pasarela en dos puertas de 2,5 m cada una. Los postes de madera hundidos en los agujeros del poste de la puerta estaban encajados con piedras. La roca rota en el suelo impidió que la tierra fuera arrastrada.
Quizás había una segunda puerta en el lado este, pero su existencia aún no está probada.
Por otros ejemplos de fortalezas celtas, se sabe que la puerta de entrada presumiblemente era una almena de madera con dosel. Debido a que esta puerta de entrada está construida en el lado interior del muro, los extremos del muro y la almena forman un pequeño cuadrado, que puede ser atacado desde tres lados sin dejar cobertura.
Importante para el uso del fuerte es la existencia de un manantial en la cima de Dollberg. Este manantial es el resultado de la cuarcita impermeable que compone el suelo.
Agujeros en el suelo, zócalos para los postes de madera, prueban la existencia de edificios. Se desconoce si el propósito de los edificios era alojamiento o almacenamiento.
Los restos de las murallas
Secuelas
En la época romana se construyó un pequeño templo de 2,15 x 2,70 metros, que data del siglo II o III d.C. de piedra de escombros de cuarcita y piedra arenisca en forma de ladrillo. Cuando las tribus germánicas invadieron los territorios romanos en el siglo IV d.C., se volvió a utilizar el fuerte.
Durante la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), los habitantes de los pueblos de los alrededores se refugiaron nuevamente en los restos del fuerte celta.
La primera aparición documentada de las murallas circulares ocurrió dentro del Grimburger Salbuch, un registro geológico de 1589, la primera imagen del recinto en la Gazette de Metz de 1836.
El mismo año, el conde Villers von Burgesch dirigió una petición al rey prusiano Friedrich Wilhelm III para prohibir a los habitantes de las aldeas cercanas que se llevaran piedras para usarlas como material de construcción. En respuesta a esta petición, el Príncipe Heredero, más tarde el Rey Friedrich Wilhelm IV visitó el fuerte en 1837.
Las excavaciones se llevaron a cabo en 1883 y de 1936 a 1939.
Regalo
El sitio se puede visitar durante todo el año, pero no tiene acceso para personas discapacitadas. Tres rutas de información conducen a través del fuerte:
- Una ruta de información arqueológica ilustrada multilingüe (D, GB, F, NL) conduce a los sitios más interesantes de la fortificación.
- También hay un camino de aventuras y experiencias para niños con 9 estaciones.
- El Camino Europeo de las Esculturas “Cerda & Celtoi” está inspirado en el arte y la cultura celtas. Las 18 esculturas conectan el centro de arte moderno de la Europäische Akademie Otzenhausen con el centro histórico “Hunnenring”.
Desde 1999, Terrex GmbH organiza excavaciones en la fortificación y sus alrededores.
Hoy toda la zona, a excepción de los círculos de piedra, está cubierta de bosques.
En el Keltenpark, al pie del muro circular de Otzenhausen, se está construyendo actualmente un pueblo celta “real”, tal como podría haber sido hace 2.000 años dentro de las poderosas fortificaciones en la cima de Dollberg. La reconstrucción de un auténtico asentamiento celta es una parte esencial del emergente Parque Celta.
Muralla celta de Otzenhausen
Otzenhausen. Panorámica del Anillo Celta (foto: Gemeinde Nonnweiler))
Estructura del Murus Gallicus
Otzenhausen. Muralla celta (foto: spuren-der-kriege.de)
Otzenhausen. Templo romano (foto: spuren-der-kriege.de)
Imago Mundi de Babilonia
Imago Mundi de Babilonia
Imago Mundi es el título original y en latín de varios libros incluyendo el más famoso que es un texto de cosmografía, escrito en 1410 por el teólogo francés Pierre d’Ailly. Imago es un latinismo que significa imagen o incluso representación. Por tanto, el título del libro es “Imagen del Mundo”. Posteriormente se ha generalizado su uso para expresar la interpretación y representación del mundo en un momento de la historia.
Se deduce que han existido varios Imago Mundi, aquí nos centramos en el de la antigua Babilonia.
Aprox. 600 a. C.: El mundo según los antiguos babilonios
El mapa del mundo más antiguo, el primero que se conoce, se remonta a cerca del siglo 6 a.C. Se denomina Imago Mundi y se descubrió en Irak. Este mapa babilónico en tablilla de arcilla muestra el mundo mesopotámico como un disco plano rodeado de agua. Babilonia se ve en el centro, junto a Asiria y Urartu (Armenia). En la parte alejada de las ‘aguas saladas’ que rodeaban la tierra, siete islas forman una estrella de siete puntas. Para los babilonios este mapa representaba el mundo entero. No solamente era el mundo real, sino también el mitológico.
Fuente de la imagen: Ancient Pages
Este mapamundi, el más antiguo que se conoce, fue realizado por los babilonios en el siglo VII o VI a.C., aunque una de sus inscripciones indica que es una copia de un mapa más antiguo que, por los reinos descritos en el mapa debe ser como mínimo del siglo IX a.C. El mapa está grabado en una tableta de arcilla sin cocer de 122 x 82 milímetros, se encuentra en el British Museum y proviene de Sippar o Borsippa, en el actual Irak. Puesto que Babilonia ocupa el centro del mapa se piensa que el mapa fue creado allí. La parte superior y todo el reverso está escrito y el propio mapa tiene también inscripciones así como anotaciones en líneas y círculos para que no haya dudas sobre su interpretación.
Imago Mundi es más que el mapa del territorio conocido, es un mapa cosmológico con una interpretación del universo. Con el norte en la parte superior, muestra a Babilonia, marcada con un rectángulo, junto al Éufrates y rodeada por una masa terrestre circular donde se localizan varias regiones como Asiria, Der, Bit-Yakin (un territorio habitado por varias tribus arameas aguas abajo del Éufrates), Habban (un territorio de los casitas) y Urartu (un reino independiente situado cerca de la frontera actual entre Rusia, Irán y Turquía). También se marcan con puntos y círculos varias ciudades. El río no está etiquetado y se representa con dos líneas paralelas, termina en una marisma que se bifurca en un estuario. También aparece marcado un canal, un antecedente del actual Shatt-el-Arab y una montaña al nordeste. Hay también algunos detalles que pueden corresponder a la historia local como un sitio marcado como el «fuerte del dios» y también una «gran muralla» que no sería desde luego la de China sino un lugar donde según textos sumerios habría nacido un personaje demoníaco. Toda esta masa terrestre está rodeada por un «río amargo» (el océano) con siete u ocho lugares alejados, distritos o islas dispuestos en triángulos que forman una estrella.
Se han conservado las descripciones de cinco de estos lugares:
- El tercer distrito es «donde los pájaros alados no finalizan su viaje» es decir, no consiguen llegar allí.
- En el cuarto distrito, «la luz es más brillante que en la puesta de sol o las estrellas» es decir está en el noroeste y después de la puesta de sol en verano queda en una semioscuridad.
- La quinta zona, al norte, está en oscuridad completa, una tierra «donde no se ve nada» y «el sol no es visible»
- La sexta isla es «donde se esconde un toro que ataca al recién llegado».
- La séptima isla está en el este y es «donde la mañana amanece».
El texto también señala varios monstruos mitológicos que viven más allá del océano. La descripción de zonas remotas, personajes imaginarios y animales exóticos parece señalar el interés del autor por zonas muy lejanas, por explicar cómo es el mundo más allá de las fronteras conocidas, en concordancia con una época donde los imperios babilónico y asirio alcanzaron su máxima extensión y en la que, probablemente, sentían que eran el centro del universo.
Por último, la orientación del mapa tiene en la parte superior el Noroeste. Esto es debido a que, a diferencia de nuestro sistema de puntos cardinales, el sistema de orientación babilonio se basaba en los vientos predominantes, siendo el viento del noroeste un viento soplado por la diosa Ishtar.
Acerca del significado o interpretación de este enigmático mapa se ha discutido mucho y existen opiniones muy encontradas entre sí. La interpretación oficial es que el mapa representa la Mesopotamia de la época, Babilonia y, representados por pequeños círculos, los territorios comprendidos por las cuencas del río Eufrates y Tigris desde su nacimiento en las Montañas de la Anatolia, también representadas por encima del rectángulo que marca Babilonia hasta su desembocadura por el Golfo Pérsico y el mar que rodea toda la tierra que confluye con el cielo por la línea del horizonte siendo los triángulos externos otras tierras lejanas a Mesopotamia.
Fuera de estas tierras, el cosmos con las constelaciones y los astros según los conocimientos de astronomía de aquel entonces, bastante influenciados por la mitología tal y como se puede observar en la leyenda que acompaña al misterioso mapa.
De ser esta la interpretación correcta, esta representación a vista de pájaro implicaría algo absolutamente excepcional, pues no es un tipo de representación propio de la época, sino más bien del primer siglo después del nacimiento de Cristo, un periodo muy posterior.
En cambio una interpretación literal del enigmático mapa lo vería como una representación de Babilonia y el cosmos de donde proviene su dios creador Marduk. Por ello se representa en el interior del círculo a las regiones de Mesopotamia, los ríos, las montañas y el océano que limita con el cielo y hasta aquí todo está igual; la discrepancia viene en la interpretación de las regiones triangulares que parecen salir del horizonte que, para algunos estudiosos, son los puentes que llevan a las 18 constelaciones de los dioses que Marduk derrotó según el Enuma Elish, el poema que explicaría la creación del mundo. Todo esto porque alrededor de estos triángulos están esculpidas las constelaciones y en la leyenda estas islas son una creación de Marduk.
El mapa babilónico de Imago Mundi es una representación bastante simplista y esquemática del mundo conocido según lo observado o percibido por los babilonios. Inciso en una tablilla hecha de arcilla, el mapa colocaba a Babilonia al norte de su centro, mientras que las ramas que salían del centro hacia otras partes del círculo representaban otras regione conocidas.
Fueron los habitantes de Grecia durante entre los siglos VI al IV a. C. que recogerían el saber de las regiones mesopotámica y egipcia y lo ampliarían. Los filósofos de esa época plantearían las bases de la cartografía moderna que no serían superadas hasta el siglo XV cuando se redescubriría a Ptolomeo.
Una vista de cerca del mapa babilónico del mundo. Esta tablilla de arcilla parcialmente rota contiene inscripciones cuneiformes y un mapa único del mundo mesopotámico. Probablemente de Sippar, Mesopotamia, Irak. 700-500 a. C. Museo Británico de Londres.
Hay siete pequeños círculos interiores en las áreas perimetrales dentro del círculo, y parecen representar siete ciudades. Ocho secciones triangulares en el círculo externo (perímetro del agua) representan «regiones» denominadas (nagu). La descripción de cinco de ellas ha sobrevivido.
Objetos en el mapa babilónico del mundo 4
1 – “Montaña” (du-ú)
2 – “Ciudad” (uru)
3 – Urartu (ú-ra-áš-tu)
4 – Asiria (kuraš+šurki)
5 – Der (dēr)
6 – ¿?
7 – Pantano ( ap-pa-ru )
8 – Susa (šuša)
9 – Canal / “salida” (bit-qu)
10 – Bit Yakin (bĩt-ia-‘-ki-nu)
11 – “Ciudad” (uru)
12 – Habban (ha-ab-ban)
13 – Babilonia (tin.tirki), dividido por el Éufrates
14 a 17. Océano (agua salada, idmar-ra-tum)
18 a 22. “regiones” exteriores (nagu)
23 a 25. Sin descripción.
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